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TEORIA DE SISTEMAS SOCIALES

NICOLAS LUHMANN / TALCOTT PARSONS

La teoría de sistemas construida por Nicolas Luhmann parte de asumir la complejidad


siempre creciente de las sociedades contemporáneas como una realidad insoslayable
que pone contra la pared a las clásicas concepciones de la sociedad. Su pretensión es
ambiciosa en el sentido de intentar elaborar una teoría general que no se limite a una
teoría de la sociedad sino que tenga aplicación en otras esferas, aunque
paralelamente, y como primer evidencia quizás de lo paradójico de su pensamiento,
puede afirmarse que resigna inclinaciones totalizantes al incorporar la temporalidad, la
contingencia y el caos (en oposición a la tendencia "natural" al equilibrio) como
componentes intrínsecos de su teoría.
El núcleo de la teoría de Luhmann son las sociedades contemporáneas. Incorpora los
avances recientes de las teorías de los sistemas para explicar la complejidad creciente
de las sociedades modernas. Para Luhmann existen básicamente tres sistemas (vivos,
psíquicos, sociales) que se diferencian por su propio tipo de operación y el modo en
que reducen la complejidad. Para reducir la complejidad los sistemas utilizan la
diferencia como principio orientador y principio de procesamiento de la información. La
reducción de la complejidad se realiza a través de una estabilización interna/externa.
Para sobrevivir un sistema debe establecer una relación concordante entre su propia
complejidad con la del medio ambiente.
Los sistemas para Luhmann son cerrados sobre sí mismos, es decir, son
autoreferentes y autopoieticos, en tanto son capaces de crear sus propias estructuras
y componentes. Esta característica de los sistemas cuestionan la relación todo/parte
para incluir una nueva diferenciación sistema/entorno. Por otra parte no existe como
en Parsons jerarquía entre sistemas en función de las relaciones de control de uno
sobre otro. La relación entre sistemas en Luhmann es contingente.
El fenómeno que observa Luhmann es la diferenciación progresiva de las sociedades
a lo largo de su evolución temporal en diferentes subsistemas sociales (derecho,
política, economía, educación, religión, etc.). Estas especializaciones son modos
eficaces de reducir la complejidad y se caracterizan por ser todos ámbitos de
comunicación. La sociedad engloba al conjunto de las comunicaciones. Este es un
punto crítico en la teoría de Luhmann: la sociedad no está compuesta por individuos
sino por comunicaciones. Los seres humanos son un sistema más y son el entorno del
sistema social.
El evento comunicativo tiene tres momentos: información, participación, y
comprensión. El cierre de cada evento comunicativo se da con el último paso. Este
proceso constituye la operación que define al sistema social.
La autonomía de los sistemas presuponen una cooperación entre sistemas que les
permitan una acomodación al entorno. Para explicar esta relación Luhmann incorpora
el concepto "acomplamiento estructural", a partir del cual un sistema aumenta la
irritabilidad del otro de forma tal que pueda llevarlo a una forma interna capaz de
operar. El lenguaje sirve al acoplamiento estructural entre el sistema social y los
sistemas de conciencia (sociedad e individuo). Incrementando su irritabilidad aísla al
sistema de otras fuentes de irritabilidad.
A lo largo de este esbozo de la teoría de Luhmann pueden encontrarse varios puntos
de encuentro y desencuentro con la teoría estructural funcionalista de Parsons. Ahora
bien, en este intento comparativo debe realizarse un alto. La teoría de sistemas de
Luhmann sólo es posible compararla con uno de los momentos de la teoría de
Parsons, precisamente aquella última etapa parsoniana en donde vira de la
concepción voluntarista de la acción a una concepción estratificada de los sistemas,
en donde la estructura y sus componentes se vinculan en forma dinámica a través del
concepto función. Aquel momento último de su teoría en donde la estructura del
sistema constituye una categoría estática en virtud del escaso desarrollo de la teoría
de la acción humana y no un observable. En este sentido, es sólo en este momento
donde pueden establecerse algunos puntos de encuentro entre ambas teorías. En
principio identifico las siguientes similitudes...
Partir del concepto de función para necesitar el concepto de sistema
Utilizar el concepto de sistema, en el caso de Parsons para estructurar, definir y
explicar la acción humana, y en el caso de Luhmann para explicar la supervivencia.
El desdibujamiento del individuo como agente capaz de construir y modificar su propia
historia. En el caso de Parsons el individuo pierde su creatividad y libertad a través del
concepto de rol/status, acción regulada a partir de la introyección de las normas y
valores y la doble contingencia, en el caso de Luhmann este desaparece por completo,
proponiendo incluso resignar la noción de individuo recordando el carácter histórico del
concepto nacido con la modernidad.
De algún modo la preocupación de Luhmann por la creciente complejidad del entorno
y la necesidad de reducir y sintetizar esta complejidad a través de los sistemas, se
monta sobre el concepto de diferenciación estructural de Parsons. Uno de las dos
formas en la que Parsons concibe el cambio.

Las características centrales son:

1. El carácter autoreferente y autopoietico de los sistemas sociales


2. El establecimiento de la dicotomía sistema/entorno diferenciándose del
todo/parte. En este sentido el establecimiento de la diferencia como el punto de
partida para definir al sistema.
3. El carácter contingente de las relaciones entre sistemas
FENOMENOLOGÍA

Movimiento del siglo xx caracterizado por su pretensión de radical fidelidad a lo dado,


a lo que realmente se ofrece a la experiencia, para describir los rasgos esenciales, las
esencias de las distintas regiones de la realidad que en esta actitud se muestran.

La fenomenología aspira al conocimiento estricto de los fenómenos. Esta última


palabra puede inducir a error pues con frecuencia la utilizamos para referirnos a las
apariencias sensibles de las cosas, apariencias que no coinciden con la supuesta
realidad que debajo de ellas se encuentra. La fenomenología no entiende así los
fenómenos, pues para esta corriente filosófica los fenómenos son, simplemente, las
cosas tal y como se muestran, tal y como se ofrecen a la conciencia.

El lema de este movimiento es el plegarse a las cosas mismas, el ser fiel a lo que
realmente se experimenta, de ahí que propugne la intuición como instrumento funda-
mental de conocimiento. La intuición es la experiencia cognoscitiva en la cual el objeto
conocido se nos hace presente, se nos muestra “en persona”, experiencia opuesta al
mentar o referirse a un objeto con el pensamiento meramente conceptual. A diferencia
de las corrientes empiristas, la fenomenología no limita la intuición al mundo
perceptual sino que acepta varias formas de darse las cosas, varias formas de
intuición: cada objetividad se muestra de distinto modo a la conciencia, en función de
su propio ser o esencia: las cosas físicas se hacen presentes a nuestra conciencia de
otro modo que los objetos matemáticos, las leyes lógicas, los valores estéticos, los
valores éticos, o las propias vivencias. La virtud del buen fenomenólogo es su
perfección en el mirar, el saber disponer adecuadamente su espíritu para captar cada
tipo de realidad en lo que tiene de propia.

Junto con esta tesis, es común al movimiento fenomenológico la idea de que en el


mundo hay hechos, pero también esencias. Los hechos son las realidades
contingentes, las esencias las realidades necesarias; la tarea de la fenomenología es
descubrir y describir las esencias y relaciones esenciales existentes en la realidad, y
ello en cada uno de los ámbitos de interés del filósofo (mundo ético, estético, religioso,
lógico, antropológico, psicológico,...). Cuando el fenomenólogo describe lo que ve no
se preocupa por el aspecto concreto de lo que ve, intenta captar lo esencial; así, si se
preocupa por estudiar la voluntad, no intenta describir los aspectos concretos
presentes en un acto voluntario real sino la esencia de la voluntad y sus relaciones
esenciales con otros aspectos de la subjetividad como el conocimiento o la libertad. La
fenomenología considera que además de la intuición empírica o percepción existe la
intuición de las esencias o formas universales de las cosas. La intuición en la que se
hace presente lo universal recibe el nombre de intuición eidética.

El tema de investigación más característico de la fenomenología es la conciencia;


se entiende por conciencia el ámbito en el que se hace presente o se muestra la
realidad; la realidad en la medida en que se muestra o aparece a una conciencia
recibe el nombre de fenómeno. La característica fundamental que la fenomenología
encuentra en la conciencia es la intencionalidad en el lenguaje ordinario llamamos
intencional a la conducta hecha mediante un acto de voluntad, a la conducta
deliberada; en fenomenología la intencionalidad es una propiedad más básica: se
refiere al hecho de que toda conciencia es conciencia de algo, todo acto de conciencia
es siempre una relación con otra cosa, un referirse a algo. La conciencia no se limita al
conocimiento: puedo conocer un árbol, puedo percibirlo o pensar en él, pero también
puedo vincularme con él mediante otros modos de conciencia: puedo desear estar a
su sombra, o imaginarlo con más hojas que las que tiene, o temer que se pueda secar,
y tal vez hasta lo puedo amar u odiar. La percepción, el recuerdo, la imaginación, el
pensamiento, el amor, el odio, el deseo, el querer, son distintas formas de darse el vivir
de la conciencia. Una importante tarea de la fenomenología es la descripción de los
tipos distintos de vivencias, de sus géneros y especies, y de las relaciones esenciales
que entre ellas se establecen.

La fenomenología no es un movimiento homogéneo pues se han dado distintas


interpretaciones, tanto en la caracterización del auténtico método fenomenológico
como en las tesis doctrinales en las que hay que concluir; las dos variantes principales
son la fenomenología realista para la que los fenómenos conocidos son reales e
independientes de nuestra mente, y la fenomenología trascendental, un nuevo
idealismo para el cual la realidad es una consecuencia de los distintos modos de
actuación de la conciencia pura o trascendental. El fundador de este movimiento es
Edmund Husserl (1859-1938), y los representantes más importantes Alexander
Pfänder (1870-1941), Max Scheler (1874-1928), Dietrich von Hildebrand (1890-1978),
Martin Heidegger (1889-1976), Jean-Paul Sartre (1905-1980) y Maurice Merleau-Ponty
(1908-1961).
INTERACCIONISMO SIMBÓLICO

Para el pragmatismo norteamericano (Dewey), articulado sobre los conceptos de


utilidad e interés, la realidad se configura dinámicamente dentro del sujeto a través de
su experiencia del mundo y de su relación con la sociedad. La concepción de que
mente, sujeto y mundo no son realidades estáticas sino procesos que interactúan
constituyéndose entre sí, plantea que nuestra interacción con los objetos viene
determinada por el régimen simbólico de los signos. La comunicación sitúa al individuo
en un sistema de mutuas relaciones, propuestas comunes y oportunidades de
compartir experiencias, discursos y planteamientos.

La Escuela de Chicago (Cooley, Lippmann, Park, Mead y Blumer) surge en EE.UU. en


los años 20 en un contexto de aparición de la opinión pública moderna, el desarrollo
de las tecnologías de la información, el sistema democrático y la inmigración europea.
Estudian la comunicación como un hecho social significativo y muestran un
considerable interés por la opinión pública. Inauguran el conductismo social en un
contexto en que o bien se trabajaba con el individuo como una máquina aislada
(conductismo mecanicista) o bien con la sociedad como una máquina aislada
(funcionalismo). Los objetos de estudio más significativos de esta escuela son la
Ecología humana, la relación individuo-comunidad y la interpretación como factor
fundamental en la comunicación.

De acuerdo con Herbert Blumer, que acuña el término interaccionismo simbólico en


1938, sus principales premisas son:

1. Las personas actúan sobre los objetos de su mundo e interactúan con otras
personas a partir de los significados que los objetos y las personas tienen para
ellas. Es decir, a partir de los símbolos. El símbolo permite, además, trascender
el ámbito del estímulo sensorial y de lo inmediato, ampliar la percepción del
entorno, incrementar la capacidad de resolución de problemas y facilitar la
imaginación y la fantasía.
2. Los significados son producto de la interacción social, principalmente la
comunicación, que se convierte en esencial, tanto en la constitución del
individuo como en (y debido a) la producción social de sentido. El signo es el
objeto material que desencadena el significado, y el significado, el indicador
social que interviene en la construcción de la conducta.
3. Las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los
significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y
propósitos.

Otras premisas importantes son: que la distinción entre conducta interna y externa
presupone que el individuo se constituye en la interacción social (formación del yo
social autoconsciente), y que no es posible entender el yo sin el otro ni a la inversa, y
que los grupos y la sociedad se constituyen sobre la base de las interacciones
simbólicas de los individuos al tiempo que las hacen posibles.

En conclusión, el interaccionismo simbólico, partiendo de un método de estudio


participante, capaz de dar cuenta del sujeto, concibe lo social como el marco de la
interacción simbólica de individuos, y concibe la comunicación como el proceso social
por antonomasia, a través del cual, se constituyen simultánea y coordinadamente, los
grupos y los individuos.
PSICOANÁLISIS

El psicoanálisis es una disciplina fundada por Sigmund Freud y en la que, con él, es
posible distinguir tres niveles:

A) Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la


significación inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños,
fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa principalmente en las
asociaciones libres del sujeto, que garantizan la validez de la interpretación. La
interpretación psicoanalítica puede extenderse también a producciones humanas para
las que no se dispone de asociaciones libres.

B) Un método psicoterápico basado en esta investigación y caracterizado por la


interpretación controlada de la resistencia, de la transferencia y del deseo. En este
sentido se utiliza la palabra psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica;
ejemplo, emprender un psicoanálisis (o un análisis).

C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan


los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y de tratamiento.1

Sigmund Freud es considerado "el padre del psicoanálisis". Freud fue un médico que
se dedicó a estudiar sistemática y acuciosamente el área de la neurología. La
sociedad vienesa de su época era una sociedad represiva y mojigata en lo que
respecta al ámbito de la sexualidad. Freud se interesa por estudiar una patología muy
frecuente en su tiempo: La histeria.

Comienza con técnicas hipnóticas a tratar de aliviar la sintomatología de quienes


padecen de este mal, y en su camino, descubre un método terapéutico. Freud
inicialmente va a describir minuciosamente una técnica, un procedimiento, que
históricamente conocemos como psicoanálisis. El psicoanálisis es inicialmente un
instrumento para tratar personas que padecen de esta patología. Si bien en sus inicios
se aboca exclusivamente a la cura de las parálisis histéricas (sufridas en una gran
mayoría por el sexo femenino), luego abarca otro tipo de neurosis, como la paranoia,
la neurosis obsesiva o las fobias.

En ese afán descifrar el enigma del alma humana, Freud se va a encontrar con
múltiples elementos que pretenden clarificar el origen de la conducta, las emociones,
los pensamientos, las motivaciones, los sueños y en fin, de la existencia del hombre.
Lo que inicialmente se perfila sólo como un instrumento terapéutico, va a llegar a
alcanzar niveles de lo que en filosofía se suele llamar un sistema de pensamiento. No
obstante, cabe destacar que el psicoanálisis no es ni intenta ser de ninguna manera
una cosmovisión, y que, a pesar de la considerable amplitud alcanzada por su
espectro teórico su único fin fue la cura de las neurosis.

La conciencia es la cualidad momentánea que caracteriza las percepciones externas e


internas dentro del conjunto de los fenómenos psíquicos. El término inconsciente se
utiliza para connotar el conjunto de los contenidos no presentes en el campo actual de
la conciencia. Está constituido por contenidos reprimidos que buscan regresar a la
conciencia o bien que nunca fueron conscientes y su cualidad es incompatible con la
conciencia. El 'preconsciente' designa una cualidad de la psique que califica los
contenidos que no están presentes en el campo de la conciencia pero pueden devenir
en conscientes. Los estados reprimidos son aquellos que no se les puede acceder sin
una hipnosis, generalmente son revelaciones a través de imágenes retenidas durante
el tiempo de vida de cada individuo.
Ello, Yo y Superyó

El Ello (o Id) es la instancia más antigua y original de la personalidad y la base de las


otras dos. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de
forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos o pulsiones más
primitivos. Constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento
humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y desconoce las demandas de la
realidad. Allí existen las contradicciones, lo ilógico, al igual que los sueños.

El Superyó (o Superego) es la parte que contrarresta al ello, representa los


pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la
"conciencia moral" y el ideal del yo. La "conciencia moral" se refiere a la capacidad
para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del yo es una autoimagen ideal
que consta de conductas aprobadas y recompensadas.

El Yo (o Ego) Es una parte del ello modificada por su proximidad con la realidad y
surge a fin de cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de acuerdo
con el mundo exterior, a la vez que trata de conciliarse con las exigencias del superyó.
El yo evoluciona a partir del ello y actúa como un intermediario entre éste y el mundo
externo. El yo sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del ello de una
manera apropiada en el mundo externo. Utiliza el pensamiento realista característico
de los procesos secundarios. Como ejecutor de la personalidad, el yo tiene que medir
entre las tres fuerzas que le exigen: las del mundo de la realidad, las del ello y las del
superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el mantenimiento de su
organización integrada.

Los papeles específicos desempeñados de las entidades ello, yo y superyó no siempre


son claros, se mezclan en demasiados niveles. La personalidad consta según este
modelo de muchas fuerzas diversas en conflicto inevitable.
PSICOLOGÍA HUMANISTA

Se denomina psicología humanista a una corriente dentro de la psicología, que nace


como parte de un movimiento cultural más general surgido en Estados Unidos en la
década de los sesenta del siglo XX y que involucra planteamientos en ámbitos como la
política, las artes y el movimiento social denominado Contracultura.

La psicología humanista es una escuela que pone de relieve la experiencia no verbal y


los estados alterados de conciencia como medio de realizar nuestro pleno potencial
humano.

Surgió como reacción al conductismo y al psicoanálisis, dos teorías con


planteamientos opuestos en muchos sentidos pero que predominaban en ese
momento. Pretende la consideración global de la persona y la acentuación en sus
aspectos existenciales (la libertad, el conocimiento, la responsabilidad, la historicidad),
criticando a una psicología que, hasta entonces, se había inscrito exclusivamente
como una ciencia natural, intentando reducir al ser humano a variables cuantificables,
o que, en el caso del psicoanálisis, se había centrado en los aspectos negativos y
patológicos de las personas.

Por esto, uno de los teóricos humanistas más importantes de la época, Abraham
Maslow ,denominó a este movimiento La Tercera Fuerza para mostrar lo que se
proponía con esta corriente: integrar las formas (aparentemente opuestas) en que se
expresaba el quehacer psicológico de la época (conductismo y psicoanálisis).

Dentro de esta corriente los enfoques teóricos y terapéuticos son tan diversos que no
es posible plantear un modelo teórico único. Lo que sí se puede extrapolar de estas
diversas teorías y enfoques es una serie de principios y énfasis (Kalawski, citado por
Bagladi):

1. Énfasis en lo único y personal de la naturaleza humana: el ser humano es


considerado único e irrepetible. Tenemos la tarea de desarrollar eso único y
especial que somos, así, ámbitos como el juego y la creatividad son
considerados fundamentales.
2. Confianza en la naturaleza y búsqueda de lo natural: el ser humano es de
naturaleza intrínsecamente buena y con tendencia innata a la autorrealización.
La naturaleza, de la que este ser humano forma parte, expresa una sabiduría
mayor. Por lo tanto, como seres humanos debemos confiar en la forma en que
las cosas ocurren, evitando controlarnos o controlar nuestro entorno.
3. Concepto de conciencia ampliado: la conciencia que tenemos de nosotros
mismos y la forma en que nos identificamos con nuestro yo o ego, es uno de
los varios estados y niveles de conciencia a los que podemos llegar, pero no es
el único.
4. Trascendencia del Ego y direccionamiento hacia la Totalidad que somos: la
tendencia en el curso de nuestra autorrealización es ir alcanzando cada vez
niveles de conciencia más evolucionados, que se caracterizan por ser cada vez
más integradores (de partes de nosotros mismos y de nuestra relación con el
resto, y con la totalidad. Véase también Psicología transpersonal).
5. Superación de la escisión mente/cuerpo: la psicología humanista parte desde
un reconocimiento del cuerpo como una fuente válida de mensajes acerca de
lo que somos, hacemos y sentimos, así como medio de expresión de nuestras
intenciones y pensamientos. Funcionamos como un organismo total, en que
mente y cuerpo son distinciones hechas sólo para facilitar la comprensión
teórica.
6. Reequilibrio entre polaridades y revalorización de lo emocional: la cultura
occidental ha tendido a valorar lo racional sobre lo emocional, la acción frente a
la contemplación, etc. Esto produce un desequilibrio en nuestro organismo, ya
que desconoce aspectos valiosos de nosotros mismos o los subestima,
relegándolos al control de otros. El cultivo de lo emocional, lo intuitivo, lo
contemplativo, por parte de la psicología humanista, es un intento por
reestablecer ese equilibrio.
7. Valoración de una comunicación que implique el reconocimiento del otro en
cuanto tal: dejar de reconocer a los demás como objetos, o medios para
alcanzar nuestros propósitos personales, es uno de los énfasis principales de
esta corriente. Esta forma restringida de relacionarse con los demás se
transforma en una barrera comunicacional entre los seres humanos, ya que
nos concentramos en sólo una parte del otro (la que nos es útil, por ejemplo), y
dejamos de verlo como un ser total, impidiendo una comunicación plena.
CONDUCTISMO

La teoría conductista se desarrolla principalmente a partir de la primera mitad del siglo


XX y permanece vigente hasta mediados de ese siglo, cuando surgen las teorías
cognitivas.

La teoría conductista, desde sus orígenes, se centra en la conducta observable


intentando hacer un estudio totalmente empírico de la misma y queriendo controlar y
predecir esta conducta. Su objetivo es conseguir una conducta determinada, para lo
cual analiza el modo de conseguirla.

De esta teoría se plantearon dos variantes: el condicionamiento clásico y el


condicionamiento instrumental y operante. El primero de ellos describe una asociación
entre estímulo y respuesta contigua, de forma que si sabemos plantear los estímulos
adecuados, obtendremos la respuesta deseada. Esta variante explica tan solo
comportamientos muy elementales.

La segunda variante, el condicionamiento instrumental y operante persigue la


consolidación de la respuesta según el estímulo, buscando los reforzadores
necesarios para implantar esta relación en el individuo.

Para las Teorías Conductistas, lo relevante en el aprendizaje es el cambio en la


conducta observable de un sujeto, cómo éste actúa ante una situación particular. La
conciencia, que no se ve, es considerada como "caja negra". En la relación de
aprendizaje sujeto - objeto, centran la atención en la experiencia como objeto, y en
instancias puramente psicológicas como la percepción, la asociación y el hábito como
generadoras de respuestas del sujeto. No están interesados particularmente en los
procesos internos del sujeto debido a que postulan la “objetividad”, en el sentido que
solo es posible hacer estudios de lo observable.

Las aplicaciones en educación se observan desde hace mucho tiempo y aún siguen
siendo utilizadas, en algunos casos con serios reparos. Enfoques conductistas están
presentes en programas computacionales educativos que disponen de situaciones de
aprendizaje en las que el alumno debe encontrar una respuesta dado uno o varios
estímulos presentados en pantalla. Al realizar la selección de la respuesta se asocian
refuerzos sonoros, de texto, símbolos, etc., indicándole al estudiante si acertó o erró la
respuesta. Esta cadena de eventos asociados constituye lo esencial de la teoría del
aprendizaje conductista.

Pero también existen otras situaciones que se observan en educación y que son más
discutibles aún, como por ejemplo el empleo de premios y castigos en situaciones
contextuales en las que el estudiante guía su comportamiento en base a evitar los
castigos y conseguir los premios, sin importarle mucho los métodos que emplea y sin
realizar procesos de toma de conciencia integrales.

Hoy día hay consenso en estimar un conjunto de aprendizajes posibles de desarrollar


mediante esquemas basados en las teorías conductistas, tales como aquellos que
involucran reforzamiento de automatismos, destrezas y hábitos muy circunscritos
(recitar una secuencia de nombres, consolidar el aprendizaje de tablas de suma y de
multiplicar, recordar los componentes de una categoría [elementos químicos,
adverbios, etc.], etc.).

Los conductistas definen el aprendizaje solo como la adquisición de nuevas conductas


o comportamientos.
Los experimentos realizados por los conductistas identifican el “condicionamiento”
como un proceso universal de aprendizaje.

El condicionamiento clásico surge con la escuela rusa con Sechenov como iniciador,
encabezada por los experimentos de Iván Pavlov y continuadores como Bechterev.

Iván Petrovich Pavlov ( Nació en Riazán, en 1849. Murió en 1936), fue un fisiólogo
ruso discípulo de Ivan Sechenov y ganador del Premio Novel en 1904 por sus
investigaciones sobre el funcionamiento de las glándulas digestivas. Hizo sus
experimentos utilizando perros, los que mantenía en su laboratorio bajo condiciones
controladas para evitar la interferencia de estímulos externos.

Llamó estimulaciones psíquicas al resultado de salivación de los perros, aún cuando


no tenían comida en su boca ni ante su presencia. Pavlov observó que los perros de
su laboratorio salivaban solo con escuchar los pasos de la persona que se acercaba a
alimentarlos; y que no sucedía lo mismo cuando escuchaban los pasos de otra
persona. Esto le sugirió la idea básica del condicionamiento clásico, en virtud del cual,
una respuesta nueva puede ser obtenida o aprendida a partir de la asociación a un
reflejo ya establecido, innato o reflejo incondicionado, a condición que se cumplan
ciertas condiciones. Es pues así, como de acuerdo a una relación espacio temporal
entre estímulos, se llegó a postular la teoría de que toda nuestra conducta no es nada
más que una cadena de reflejos, algunos innatos y la mayor parte (sobre todo en los
seres humanos) aprendidos, adquiridos o condicionados por el simple hecho de haber
(en algún momento de la existencia del organismo) sido asociadas ciertas condiciones
ambientales. Especialmente en función del lenguaje, que actuaría como un segundo
sistema de señales pero con igual capacidad de asociar estímulos como los objetos en
sí mismo. En 1927 publica su estudio “Reflejos condicionados”, obra que describe su
teoría.

Hoy se estima que la obra de Pavlov ha sido precursora, ya que fue el primero en
efectuar investigaciones sistemáticas acerca de muchos fenómenos importantes del
aprendizaje, como el condicionamiento, la extinción y la generalización del estímulo.
PERCEPCIÓN Y ATRIBUCIÓN

La psicología social es la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad, sostiene


Moscovisi. En cuanto, a su objeto dice que no existe unanimidad en este punto, pero
formula como objeto central, exclusivo de la psicosociología todos los fenómenos
relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados según su génesis, su
estructura y su función. Los primeros consisten en sistemas de representaciones y de
actitudes; a ellos se refieren todos los fenómenos familiares de prejuicios sociales o
raciales, de estereotipos, de creencias, etc. Expresan una representación social que
individuos y grupos se forman para actuar y comunicar. Son estas representaciones
las que dan forman a esta realidad mitad física y mitad imaginaria que es la realidad
social. Por lo que hace a los fenómenos de comunicación social, estos designan los
intercambios de lenguajes lingüísticos entre individuos y grupos. Se trata de medios
empleados para transmitir una información determinada e influir sobre los demás.
Sostiene además que la psicología social es la ciencia de los fenómenos de la
comunicación y de los fenómenos de la ideología. Agrega que ningún límite preciso
separa a la psicología social de otros campos de la psicología, al igual que en otras
divisiones de la psicología comparten un mismo interés por las interacciones humanas
y los grupos humanos. Concluye que la psicología social no se distingue tanto por su
territorio como por el enfoque que le es propio. Esta psicología utiliza una lectura
binaria que corresponde a la separación del sujeto y del objeto. Entiendo al sujeto no
como un individuo sino como una colectividad y al objeto como poseedor de un valor
social, representando un interés o una institución. En todos los casos nos
encontraríamos ante un sujeto y un objeto diferenciado según criterios económicos o
políticos, éticos o históricos. Además se desea saber como la acción de cada
individuo, provista de sus propios intereses y metas se transforma en una acción
colectiva.
La psicología social analiza y explica los fenómenos que son simultáneamente
psicológicos y sociales. Este es el caso de las comunicaciones de masas, del
lenguaje, de las influencias que ejercemos los uno sobre los otros de las imágenes y
signos en general, de las representaciones sociales que compartimos y así
sucesivamente.

Percepción social

A- Definición:

Rama de la psicología social que estudia las maneras en que formamos y


modificamos nuestras impresiones de los demás.

B- El efecto de lo primero y lo reciente:

1- Efecto de la primera impresión - Tendencia a evaluar a las personas en función


de la primera impresión.

2- Efecto de lo más reciente - Tendencia a evaluar a una persona en función de la


impresión más reciente, o sea, lo último que recordamos de la persona.

C- Atribución: Creencia sobre por qué las personas se comportan como se comportan
1- Atribución situacional: Explicar la conducta de un persona en función de factores
externos tales como presión de grupo, roles, leyes, deber. Ej. Actuó de tal forma por
complacer a sus padres o amigos.

2- Atribución por disposición: Se adscribe la causa de un comportamiento a


facteores internos o propios de la persona tales como su carácter, intelecto, principios
morales. Ej. actuó así porque es un desconsiderado.

3- Principio del error fundamental de atribución - Este principio establece que, en


términos generales, las personas tienden a atribuir las causas del comportamiento de
los demás principalmente a factores internos.

4- El efecto actor - observador en la atribución - Este principio establece que en una


interacción hay una tendencia de cada sujeto a atribuir las causas de la conducta de la
persona con la que interactúa a factores internos, mientras que atribuye las causas de
su propia conducta a factores externos. Por ejemplo: en una situación en la que un
padre y su hijo discuten sobre el permiso para ir a una fiesta, cada uno da
explicaciones diferentes para su conducta y la del otro:

- sobre su padre el hijo podría decir: actúa como un tirano


- sobre su hijo el padre podria decir: quiere hacer lo que le da la gana
- sobre sí mismo el hijo podría decir: todos los de mi clase van para la fiesta
- sobre sí mismo el padre podría decir: como están las cosas hoy día, hay que
ser fuerte con los hijos

5- Distorsión de autobeneficio en la atribución - Principio que establece que hay


una tendencia en las personas a ver sus éxitos como resultado de factores internos y
sus fracasos como producto de factores externas
RELATIVISMO CULTURAL

La antropología (del griego άνθρωπος anthropos, 'hombre(humano)', y λογος, logos,


'conocimiento'), es la ciencia social que estudia al ser humano de forma holística.
Combinando en una sola disciplina los enfoques de las ciencias naturales, sociales y
humanas. La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al
hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece; y, al mismo tiempo,
como producto de las mismas. Se la puede definir como la ciencia que se ocupa de
estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los modos
de comportamiento sociales a través del tiempo y el espacio, es decir, del proceso
biosocial de la existencia de la raza humana.

El relativismo cultural viene de la antropología y es una ideología político-social que


defiende la validez y riqueza de todo sistema cultural y niega cualquier valoración
absolutista moral o ética de los mismos.

No existe una única definición, para unos es el relativismo absoluto con respecto a los
valores culturales, para otros todo es relativo menos la moralidad y la ética de la
cultura respectiva y para otros es sencillamente si bien tomar partido por alguna visión
universal de la ética o la cultura tampoco sectorizarse al respecto.

Con sus matices puede ir desde una defensa del ostracismo o de la falta de un código
de valores hasta ser sólo una negación de la uniformización.

Esto significa que puede conllevar a considerar cualquier aspecto de otra sociedad o
grupo en relación con los estándares culturales de ese grupo en vez de hacerlo desde
un punto de vista supuestamente universal o en relación a la valoración de otras
culturas. Por ejemplo, considera relativas a cada sistema cultural las diferentes formas
de matrimonio, como la poligamia o la poliandria.

La principal aseveración que sustenta el relativismo cultural es que en sociedades


disimiles existen desiguales reglamentos éticos. Estas leyes establecen lo que es
apropiado dentro de esa cultura y no existe un juicio sensato que califique al código
moral de una civilización más óptimo que el de otra.

Es totalmente errónea la idea de creer superior a algunas culturas como por ejemplo:
la greco-romana; mesoamericana-azteca; maya; judeo-cristiana; china; etcétera,
desde el punto de vista de los valores que promueven por lo antes dicho. Además, el
relativismo cultural nos alerta de que nuestras tendencias e inclinaciones están
fundadas por lo que hemos aprendido en el medio social en el que nos criamos y nos
incita a mantener una postura accesible dejando de lado la presunción de que lo que
nosotros pensamos y hacemos es lo correcto.

Según el filósofo americano, James Rachels, el único razonamiento que


prudentemente podría usarse para censurar las acciones de cualquier sociedad
incluida la nuestra, es cuestionarnos si la práctica fomenta o limita el bienestar de las
personas cuyas vidas se ven perturbadas por ella.

Independientemente de las críticas a la que es sometida esta teoría filosófica, también


hay que subrayar como aspecto interesante que existen valores coincidentes entre las
culturas, como es el caso de la sinceridad a la hora de comunicarnos, la proscripción
del homicidio, etc. de lo contrario se vería amenazada la existencia de la sociedad.
Todo lo anterior nos permite argüir que la contradicción está en nuestros sistemas
dogmáticos, no en nuestros valores.
También podemos decir que el relativismo cultural desafía la idea de que existen
creencias verdaderas comunes a varias sociedades. Es decir, que todas las creencias
son diferentes y pueden ser verdaderas dependiendo de la sociedad.

De hecho se nos muestra que no hay una ley que abarque lo universal: sólo hay
diferentes formas de pensar dentro de las culturas, además, nuestra propia moral no
tiene una categoría en especial; ya que resulta ser sólo una entre muchas.

El relativismo cultural es realmente una mezcla de varios pensamientos. Es importante


separar los distintos elementos de la teoría porque al analizarlos, algunas partes
resultan ser correctas, mientras que otras parecen erróneas.

Cabe resaltar entre estos puntos varias ideas de porque se deben de respetar las
diferentes culturas:

 Las sociedades son diferentes en cuanto a su educación moral; ya que cada


pueblo, grupo o sociedad tiene diferentes formas de educación que son
correctas para ellos.

 Cada sociedad propone como correcto lo que para ellos está bien según sus
creencias morales; como bien menciona, cada cultura es diferente.

 Es imposible decir, que criterio es mejor dentro de varias sociedades, ya que


son totalmente diferentes moralmente; esto sigue con lo mismo, que no se
puede aprobar algo que dentro de una sociedad está visto como bien hecho,
por que habrá otra en donde será lo contrario.

 No hay una sola verdad que abarque la verdad absoluta dentro de todas las
verdades.

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