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Entrevista A Hellinger Dosmilseis
Entrevista A Hellinger Dosmilseis
Nuestra vida, a pesar de lo que pensemos está muy influenciada por nuestra
historia familiar. Esta historia constituye la trama viva, orgánica, cuyos
acontecimientos familiares pasados todavía nos salpican.
El método de la Constelación Familiar creada por Bert Hellinger tiene como meta
explorar, poner a la luz nuestro sistema familiar proyectando afuera una imagen
clara y significativa de modo a tres soluciones.
Bert Hellinger: Como método la Constelación Familiar fue utilizada por otros antes
que yo. Me permitió realizar algunas experiencias, gracias a ella obtuve más
precisiones sobre las relaciones humanas.
Rupert Sheldrake, del que soy amigo, observó esos campos, no sólo en los
sistemas familiares sino también en sistemas más amplios. Participó en mis
seminarios. Me dijo que había visto actuar los campos morfogenéticos en las
constelaciones familiares. Desde entonces Sheldrake sigue con sus
investigaciones. Habla ahora de campos espirituales, de campos del espíritu,
llamándoles espíritu ampliado, espíritu ensanchado.
A través de las constelaciones familiares se ve que cada uno está vinculado con
otras muchas personas y elementos del sistema. Sheldrake llama a esto estar en la
resonancia. La consecuencia extremadamente importante que resulta de ello es que
en ese campo nada se puede perder.
En un campo todo sigue presente y sigue actuando sobre todos los demás
elementos del sistema, en particular los que fueron excluidos del sistema, son ellos
los que promueven la acción más profunda.
Pregunta: ¿Este sistema familiar funcionaría por ejemplo como una célula, un
cuerpo orgánico que intentaría cueste lo que cueste mantener una forma de
homeostasis?
Bert Hellinger: Muy exactamente, es una imagen muy bonita, muy bella.
Constatamos pues que nuestra filosofía occidental está superada. La realidad que
manifiestan las constelaciones familiares muestra que esa filosofía es incompleta
aunque sigue influenciando ampliamente nuestra cultura.
La masa de las críticas contra las constelaciones familiares viene de los que
piensan que deben mantener la antigua filosofía occidental, filosofía que afirma que
tal idea es exacta y que por lo tanto tal otra no puede serlo.
Escribí un libro titulado “Los órdenes del amor”. Allí muestro lo que conduce al
desorden y cómo es posible restablecer el orden. Orden y desorden tienen la misma
dinámica. Hay desorden cuando alguien se cree o se pone en un lugar superior al
de otro, diciéndole por ejemplo: “tú no eres de nuestro sistema”, es decir, “soy
superior a ti”. Si observamos entonces lo que pasa en el alma, lo que dice significa:
“tengo derecho de vivir y tú no”.
Es muy extraño cuando se piensa en ello. La moral o la que tenemos como tal lo
exige incluso, y lleva a la exclusión. Es por lo que los que excluyen a otros se
sienten bien, tienen buena conciencia. La conciencia colectiva intenta entonces sin
éxito restablecer la integralidad del sistema dejando que un descendiente
represente inconscientemente a la persona excluida. No es posible ayudar a ese
descendiente a no ser que se sepa cómo el desorden se produce y como puede ser
restablecido. El orden es restablecido cuando todos los miembros del sistema se
consideran como iguales y del mismo valor. Entonces la paz se instaura y es
eminentemente democrático.
La democracia como respeto del otro que tiene el mismo valor que yo.
Una de las bases de una vida de pareja exitosa entre dos personas diferentes es
que consideren que tienen el mismo valor. Para cada uno eso consiste en reconocer
y decir al otro: “te necesito”. Y haciéndolo, los miembros de la pareja, velan por la
armonía entre dar y recibir. Cuando cada uno toma lo que el otro le da, nadie es
mejor o menos que el otro. Se instaura una igualdad, una equivalencia y el orden se
establece.
Pregunta: Pero si en la pareja una persona da más, ¿eso puede crear una forma
de poder?
Bert Hellinger: Exactamente, el que da más piensa que tiene más derechos.
Muchos terapeutas dan mucho y por lo tanto creen tener mucho poder e influencia y
el cliente se resiste.
Cuando uno da un buen consejo a un niño, ¿el niño lo sigue?, generalmente no.
Cuando un consejo viene desde arriba nadie, ni siquiera los adultos lo siguen.
Cuando se muestra a un niño cómo hacer ciertas cosas, él puede comparar, hacer
experiencia. Lo hace porque tiene derecho a hacerlo, no para seguir.
Durante un seminario una participante contó que su hijo de doce años todavía se
hacía pis en la cama. No podía participar en las carreras de la escuela. La madre
fue a consultar a muchos terapeutas por su hijo, les contaba lo que ocurría y el hijo
se sentía miserable. Esa madre vino a ver a mi esposa. Lo primero que mi mujer le
dijo fue: “no hables de eso con nadie más”. La madre entonces se enfadó con mi
mujer. Una semana más tarde, mi mujer recibió una carta de esa madre diciéndole
que desde el día que le había dicho que dejara de hablar de ese tema, su hijo había
dejado de hacer pis. En el campo, el chico había percibido el respeto que se le
manifestaba.
Pregunta: Desde su enfoque, usted habla a menudo del movimiento del alma
¿Qué es eso?
Bert Hellinger: Aristóteles habla del alma de las plantas, de los animales y de los
humanos. El alma tiene dos tareas: vincula, une ciertas cosas y hace una unidad
con ella. Todo lo que está vivo, está vinculado por el alma. Mi cuerpo se mantiene
gracias al alma. Lo mismo para un animal y para un árbol. De este modo, el alma
está en mí y al mismo tiempo me supera, es más que yo. Sabe lo que necesito, está
vinculada con otra cosa. El metabolismo que conoce mis necesidades fisiológicas
sólo puede funcionar por estar conectado con algo más grande. ¿Cómo podría una
vaca encontrar la hierba que la cura? La adaptación se hace porque el alma está
vinculada con el todo y me integra.
Lo mismo ocurre con las relaciones de los hijos con sus padres. Cuando los hijos
son difíciles, algunos piensan que son “malos” hijos… pero de hecho en el sistema,
lo que desean es algo bueno. No es algo en lo que piensan. En el sistema existe un
movimiento que quiere alcanzar algo benéfico. Cuando lo sabemos podemos
establecer una relación distinta con los hijos. Dentro de las familias, las
constelaciones tienen efectos muy benéficos.
Una Constelación puede también mostrar cómo una enfermedad está vinculada con
una intrincación; a través de la enfermedad una persona excluida se manifiesta
obligando así al sistema familiar a considerar a esta persona. Cuando el sistema
vuelve a integrar a la excluida, es posible que la enfermedad disminuya o
desaparezca. Es especialmente visible en los casos de cáncer.
Pregunta: Usted está hablando de enfermedades graves, ¿es también el caso para
las enfermedades crónicas?
Bert Hellinger: Sobre todo para las enfermedades crónicas. Hemos tenido el caso
de un chico que sufría de una enfermedad crónica de la garganta, hice representar
a su enfermedad, ella estaba mirando a un muerto. El representante del joven fue
dando una vuelta alrededor del muerto. Era un movimiento muy bonito. Y sólo se
trataba de un simple dolor de garganta...
Pregunta: ¿Usted piensa que tenemos cada uno un guión de vida, un destino?
Bert Hellinger: acaba de utilizar la palabra “guión”. Este término nos viene del
Análisis Transaccional. Eric Berne, fundador del Análisis Transaccional, se dio
cuenta de que cada uno obedece a un guión, un programa de vida, pensaba que
era la misma persona la que determinaba su guión. Por mi parte, me di cuenta de
que sí, existe el guión, pero tiene que ver ante todo con las intrincaciones. Nuestro
sistema nos obliga a este guión, por así decirlo. Cuando las intrincaciones salen a la
luz, uno puede dar un giro a su vida, puede tomar una nueva dirección. Un nuevo
elemento de libertad creativa puede entrar en juego.
Bert Hellinger: Hay algo de cierto en el libre-albedrío. Por ejemplo, ambos, hemos
acordado encontrarnos hoy, de alguna manera, es una elección libre.
Cuando observo los movimientos del alma en una constelación familiar, adopto una
postura, me pregunto si es bueno o no. Si ayuda o no. Existe pues un elemento de
libertad. Pero no se trata de una libertad arbitraria: es mi vivencia que hace que sea
así.
Participé a un simposium en el que un conocido filósofo afirmaba que la persona
humana es totalmente independiente de los demás. Le dije: “Sin embargo, vemos
muy claramente que nos necesitamos los unos a los otros.” Pienso que este tipo de
afirmaciones contribuye a la propagación de ideas filosóficas locas.
Lo que acompaña a estos movimientos del alma más amplios y más grandes es
vivido como libertad, como un acuerdo, como una recompensa. Y no se limita a los
humanos. Allí donde existe aprendizaje, hay acuerdo. Un perro aprende, una planta
también...
Este proceso proviene del movimiento de la vida misma.
Bert Hellinger: Existe una conciencia. Pienso que todas nuestras consideraciones
sobre Dios se aplican con más propiedad todavía a la misma vida. No hay nada
más espiritual que la vida. De algún modo, la vida es un movimiento divino y
creador. Pero la vida es incompleta ya que sigue aprendiendo.
Bert Hellinger: exacto. Cuando entro en ese trabajo, me vinculo con una fuerza
mucho mayor que yo y resulta en una especie de ritual. Es un espectáculo sagrado.
La tragedia griega era una constelación familiar. Todo el público estaba integrado en
la constelación, para todos era una especie de purificación. En las tragedias los
elementos importantes de un campo están claramente presentes.
A esta altura de la entrevista, debo decir una palabra sobre la conciencia. El trabajo
de constelación familiar ha demistificado la conciencia. Es ahora manifiesto que la
conciencia tiene como función principal el atarnos a un determinado grupo. Todo lo
que vivimos con este grupo lo experimentamos como bueno. A la inversa, todo lo
que amenaza este apego, lo sentimos como malo, y la mala conciencia nos impulsa
a reintegrar el grupo.
Existe otra conciencia todavía, que, en nuestra cultura, es oculta, por decirlo de
alguna manera. Se trata del movimiento elemental del campo del espíritu. Dos leyes
rigen esa conciencia:
Primero, nadie tiene el derecho de excluir a un miembro del grupo.
Y segundo, los miembros del grupo nacidos más tarde no tienen el derecho de
inmiscuirse en los asuntos de los que estaban antes.
Pregunta: Usted dice que los secretos de familia deberían seguir siendo secretos
mientras que en psicogenealogía se tiende a preconizar todo lo contrario...
Bert Hellinger: Lo que se plantea es: ¿quién quiere desvelar el secreto? Siempre
alguien nacido más tarde; creyendo que hace algo bueno. Pero al hacerlo se siente
superior a los que estaban antes. Allí empieza la tragedia.
Pregunta: parece que, para Usted, la familia es muy importante y que el hecho de
honrar a los ancestros constituye una base fundamental en su sistema...
Ahora bien, tomemos el caso de un esposo que ha tomado una amante. El hecho
más grave no es que lo haya hecho, sino que lo confiese... y que su mujer le
perdone. ¿Qué ocurre entonces? ¿El amor puede resistirlo? Con su perdón, la
mujer hace pequeño al hombre y a la vez lo condena. Pero si nadie es mejor que el
otro.
Cuando alguien ha cometido algo contra el otro, suele esperar que este último le
perdone. Cuando han existido abusos en una familia y el padre le pide a su hija que
le perdone, vemos que ese padre no considera su culpabilidad y que la hija no mira
lo que ocurrió. La hija se siente invitada a hacerse superior a su padre, como si
tuviera derecho de hacerlo. Lo mejor que pueda hacer esa hija es que diga a su
padre: “te dejo tu culpabilidad. No tengo derecho de perdonarte” el padre entonces
conserva su dignidad, la hija también y posteriormente se pueden separar. Pero si la
hija perdona, siguen atados el uno al otro.
Pero existe también un amor del espíritu que proviene de un saber y obedece a un
saber. Uno de sus elementos es que, en lo esencial, todos los hombres son iguales.
Este amor quiere el bien a los demás y la mayoría de las veces es un amor sin
sentimiento.
EL AMOR EN LA PAREJA
¿Qué ocurre cuando nos abrazamos? Abrimos los brazos, nos aliamos, vamos el uno hacia el
otro, nos abrazamos, estamos cercanos. Estamos en un vínculo profundo. Y la pregunta es
¿Cuanto tiempo lo podemos soportar? Al cabo de un tiempo nos tenemos que separar un
poquito. Los brazos permanecen abiertos. Y miramos detrás del otro hacia algo mayor. Vemos
a su familia, vemos su destino, la vida en su conjunto. Y abrazamos el conjunto. Y miramos de
nuevo, nos acercamos pero esta vez sólo hasta cierta distancia, nos miramos y vemos al otro,
rodeado de algo más amplio. Y nosotros también. Y a partir de allí la relación es segura y
grande: es la otra mirada, la mirada que alcanza lejos. A partir de allí hay plenitud.
VIBRAR
El terapeuta vibra, luego vibra con el mundo, luego vibra con el otro. El terapeuta ayuda a la
pareja a encontrar esa vibración. El terapeuta se pone en vibración, luego vibra con la pareja. Y
la pareja con él.
¿Qué es ayudar a una pareja? El terapeuta imagina lo que podría ser lo más justo para la
pareja, pero se trata de otras fuerzas. Es preciso retirarse y dejar que la vida viva a través del
hombre y de la mujer, dejar que la vida viva como lo entiende, sólo esperar. Y sorprenderse del
movimiento del alma.
Observar cuál de los dos miembros de la pareja necesita menos al otro. La mejor relación es
cuando los dos se necesitan. Observar cuál de los dos tiene más dificultades.
Madre igual a patria. El pueblo o país del que venimos es nuestra madre. La relación con la
madre y la patria es la condición para una buena relación de pareja. La patria es algo nuestro.
Es la madre. Va unida a nuestro destino. Sólo en ella podemos crecer y servir a la paz.
Una relación de pareja entre dos personas es una ilusión, no existe. Se trata de una relación
entre dos grupos, entre dos grupos potentes, dos sistemas familiares. Un grupo está al servicio
del otro. Cada grupo busca otro grupo para poner orden en el suyo. Y a veces lo consigue.
Cuando un grupo busca a otro grupo para resolver algo, lo que se produce está más allá del
amor entre hombre y mujer, hay otras fuerzas. Ahí la mujer se transforma en el destino del
hombre y viceversa. Pero son los orígenes de cada uno los que se transforman en el destino
del otro. Cada uno está cogido en una red de intrincaciones, luego en el destino común llevan
parte del destino del otro y a veces ejecutan en positivo su propio destino.
Pero a veces los destinos están tan en contradicción que se tienen que separar. Cuando uno
ha tenido que coger el destino del otro y eso le impide crecer y realizarse se tiene que separar
por fidelidad a su destino.
La relación de pareja es el principio de una nueva familia. Hemos crecido en una familia,
salimos de ella y creamos una nueva. En esta nueva familia seguimos experimentando lo que
vivimos antes.
Cada uno viene de una tradición distinta y se deben encontrar aunque sean distintos, las dos
familias se deben encontrar, en esa nueva familia las dos encuentran su continuación.
DESTINO
Se trata de una comunidad de destinos. ¿Qué son los destinos?: los muertos, sobre todo los
muertos excluidos, rechazados. Tienen efecto de destino sobre los que les siguen.
¿Cómo darle la vuelta al destino para que sea mejor? ¿Cómo escapar a la intrincación?
Dando a esos muertos un lugar en nuestro corazón, en nuestra alma. Vibramos con ellos,
absorbemos su resonancia y vibramos juntos. Entonces una plenitud mayor da fuerza a la
relación. Para muchas familias los hijos abortados se convierten en destino particular y si
vibramos con ellos, están bajo la protección de la familia y en vez de ser el origen de un destino
grave, se convierten en destino favorable.
Lo que es grave para el hijo abortado no es el hecho de haber sido abortado sino que hayan
querido deshacerse de el.
Pues mirando el curso de la vida, la vida se alimenta de la muerte, la vida continua porque
otros se mueren. Y los que se mueren están al servicio de la vida, incluso los abortados, por si
mismo, en su alma, están al servicio de la vida.
En el soneto a Orfeo de Rilke: "el hijo fruto de uno de mis encuentros murió y se hizo un
huequito en mi oído, allí tiene su camita y esta muerte vibra en mi oído y duerme al mundo.
Esta muerte lo percibe todo a través de mi, ¿entonces donde está su muerte? Duerme al
mundo, vibra con todo lo que ocurre, lo que oigo, lo que digo y canto. No le puede faltar de
nada." Escuchemos a los hijos abortados en nuestro oído, vibremos con ellos, no les faltará de
nada.
Con esa mirada se descubre una felicidad en la plenitud, en la que vivos y muertos siguen
vibrando con la vida como un todo.
HIJOS ANTERIORES
Cuando hubo hijos de otra pareja, con la nueva pareja algo nuevo tiene que venir sin
reemplazar lo que fue y así la unión será más profunda. Sería demasiado fácil, demasiado
barato, hacerlo de otra manera, la antigua felicidad, la anterior, cabe en la nueva.
Lo nuevo es posible gracias a una nueva comprensión. Mirar lo que fue o reproducirlo es un
obstáculo a la vida.
EJERCICIO INDIVIDUAL:
Vuelve al pasado , vuelve a las relaciones anteriores, ve sus resultados, a los hijos. Mira estas
antiguas parejas en el contexto de lo que hubo de grande y diles gracias.
Di a tu anterior pareja: lo tomo todo en mi corazón, con amor. Y lo guardo, lo conservo con
amor.
La hija de papá no tiene respeto para los hombres, ni para su padre. Se siente mejor que su
madre para su padre y así se pone por encima de ambos padres,. Allí todos pierden.
EL CAMPO MORFOGENÉTICO
Al campo morfogenético pertenecen todos los miembros de la familia, todos los secretos, todos
los muertos. No hay secreto, sólo hay memoria, todo está en el campo.
NUEVA ORIENTACIÓN
Cuando yo respeto el destino de uno, cuando es grave, y que por su profundidad y su gravedad
se que no debo intervenir, muchos de los que ayudan, de los psicoterapeutas, se excitan al ver
esto. La critica contra mi y contra este trabajo viene de los que no soportan esto último, la
profundidad de esta realidad. Imaginemos qué desastres causarían a esas familias. Por eso me
retiro de este estilo de trabajo. Voy hacia otra dirección de trabajo, voy con los movimientos
profundos de la fuerza del alma, un movimiento creador de la fuerza. Y es distinto de lo que
creemos que debe ser.
Animar este movimiento, vibrando con este movimiento y siguiéndolo, sin escuchar a los
demás, en una actitud de respeto hacia este movimiento. Esto es servir la vida en su grandeza.
Si uno se queda solo se debilita, hace falta ir juntos en este movimiento. La fuerza viene de la
presencia de todos vosotros apoyando lo que pasó y entrando a cada uno en ese movimiento.
Así podéis construir un círculo de amigos, una vez al mes, con más gente. Y os entrenáis al
servicio de la vida, una hora, y cada uno dice lo que siente, lo que encuentra en la experiencia
del otro, sin consejos.
Los muertos se transforman en el destino de los vivos. ¿Cómo se hace para que sea un
destino bueno? Son sobre todo los muertos de guerra los que se transforman en destino de los
vivos.
En Polonia, allí donde se llevaron a los judíos, o donde estuvieron los campos de
concentración, hay un peso sobre la vida de hoy. En el alma de los polacos faltan los judíos
muertos. Les dije que tenían que darles un sitio en su alma y lo entendieron.
En Silesia me di cuenta que los que faltan son los nativos. Si vemos a los alemanes vemos que
faltan los judíos. La gente se ha enfadado con los asesinos y se olvidan de los muertos.
Tengo que decir lo que veo, no tengo miedo de decirlo. Los terapeutas suelen no soportar la
evidencia. Si me retiro al ver algo duro me puedo ocurrir algo terrible. Rilke dice: al que separa
una vez la verdad de su alma pierde para siempre el camino. Apartar los ojos de la verdad es
muy peligroso.
Cuando uno nacido después deja de inmiscuirse con lo que pasó antes, es cuando se libera
todo.
La fuerza de las guerras viene de que los descendientes están vengando a sus antepasados.
Con alegría. Y de que, luego, les dan medallas porque han matado a gente.
LA JUSTICIA
¿Qué busco, en la justicia? La muerte del otro. El que ha sido dañado piensa con ideas
asesinas, o ¿piensa con amor? No, quiere ser vengado. ¡Que lo maten, que vaya al infierno!
¿Tiene suficiente castigo? No, la justicia no está nunca satisfecha.
En Canadá existe una tribu en la que no hay palabra para justicia, culpable o asesino.
Entonces ¿cómo se le llama a alguien que hace daño a otro? Mal enseñado o enfermo. Y ¿Qué
pasa cuando hay un asesinato? La familia de la victima adopta al asesino.
Nuestra cultura occidental tiene un gran Dios, un Dios justo, que condena. Un Dios justo no
puede ser Dios porqué está al servicio de otro Dios, de un ídolo. Está al servicio del ídolo
supremo: la justicia, el ídolo más sanguinario que exista.
EL EQUILIBRIO EN LA PAREJA
El intercambio es posible por la necesidad de equilibrio. Cuando nos dan necesitamos dar,
devolver, de un modo irresistible. En la pareja y en la historia entre pueblos también. Si un país
se ha extendido demasiado, luego hay una presión contraria hasta que sea como todos. Por
ejemplo Colombia, Venezuela: la vuelta de la conquista de los españoles es la salida actual de
los nativos. Vean los países eslavos, como están encontrando su dignidad ahora.
La relación de pareja es de amor, se da con amor. Uno da con amor, el amor da de vuelta con
amor; da un poco más, el otro devuelve un poco más, el intercambio y la felicidad aumenta, el
vínculo se profundiza.
El que da demasiado amenaza la relación. No debo dar más de lo que el otro me puede
devolver. Hay un límite a lo que se da y lo que se pide al otro. El que da demasiado está en una
postura de poder, obligando al otro. Si doy demasiado actúo como una madre.
La libertad ¿qué es? Es: no doy nada, no recibo nada, no estoy vinculado, estoy libre y vació.
Si uno hace daño el otro siente la necesidad de devolverle ese daño, y sólo si lo hace se
restablece la relación.
EL PERDÓN
EL INSTINTO DE VENGANZA
Si estoy herido, deseo herir al otro y hacerle más daño todavía. No es mala intención, es un
movimiento arcaico que se desarrolla en el alma, quiero destruir al otro, tengo deseos
asesinos. No es maldad, es un proceso elemental que nos vincula con los movimientos
primitivos de nuestra historia, de supervivencia de la especie, para tener seguridad con
respecto a nuestro grupo.
Hay parejas que se juntan y dan el poder de destrucción a una instancia superior - el estado – y
eso les protege de su propia voluntad de destrucción (es un instinto que existe dentro de todos
nosotros). Entonces empieza el pillaje y la destrucción mutua.
El orden nos protege porque amaestra nuestra voluntad destructora. Entonces la desplazamos,
la transferimos a la crítica, a los debates, a través de los media sobre todo. La destrucción tiene
allí toda libertad.
En la pareja, algo se puede hacer si uno ha hecho daño: el otro debe vengarse con amor, para
salvar la relación. Le hace algo menor de lo que le ha hecho, el otro se sorprende y el amor
empieza de nuevo.
¿Cómo ir más allá de la moral en la relación? Cada uno da al otro el permiso de diez faltas, y
así, la relación permanece humana y corriente.
Te quiero y quiero a lo que nos guía, quiero a lo que te guía, quiero a lo que me guía. Es una
doble fidelidad.
En una relación es un error creer que hay que estar fiel en todo, hay que poner primero la
fidelidad al destino propio, a algo superior, a lo divino en su alma, al movimiento profundo de su
alma. A veces esto obliga a la separación, por que el otro no le quiere seguir, o lo obstaculiza.
Entonces se tratará de una separación con amor. Quiero al otro y a su destino, me quiero a mi.
Cada uno puede apoyar al otro incluso cuando se separan.
LA SEXUALIDAD
Cuando existe un problema en la sexualidad de la pareja, hay que apoyar al hombre en sus
ancestros masculinos, y a la mujer en sus ancestros femeninos. Y cada uno dice al otro: Tú
eres más que mi madre, eres mi mujer y soy feliz contigo como esposa.
Cada uno sólo, de su sexo, en la pareja tendría poca fuerza, poca valentía, sería poco fiable,
pero si está con todos los de su sexo, de su familia, ¡qué diferencia!
En las bodas antes se invitaban a toda la familia, eso daba más fuerza. La pareja se unía a
toda la tradición.
EL LUGAR
Muchos se colocan por encima de los padres, creen que son mejores que ellos, entonces no
tienen fuerza y pronto se caen.
Cada uno llega para el último lugar, en el valle. Allí se juntan todas las aguas, abajo en el fondo
están todas las aguas. Desde allí mirando hacia arriba, a la fuente del agua, uno es pequeño y
tomando con los ancestros, apoyándose en ellos y mirando delante, crezco y llego a ser igual.
Primero soy pequeño y luego grande.
EL AMOR Y LA MUERTE
La institución de la relación de pareja es una institución contra la muerte, contra el final, por los
hijos. Cuando una pareja se constituye debe hacer frente al adiós, cual sea su amor este se
acabará.
Algunos temen ese adiós. Temen que su gran amor se acabe, entonces dudan frente a la
relación de pareja, pues cuanto más amor, más doloroso es el adiós.
El gran amor mira frente a frente el adiós y el final. Gracias a eso es incandescente. Y cuando
más se mira eso, más fuerte es el instante presente.
En una enfermedad terminal, mirarse a los ojos y decirse: me quedo a tu lado mientras puedo.
El amor es como una luz en el crepúsculo. Luego viene el adiós, la muerte de uno de los dos.
El que se queda se abandona al dolor. Gran amor igual a gran dolor. Es bueno abandonarse a
ese dolor, permite la despedida, la separación y libera, prepara para lo que sigue.
Algunos se imaginan que hay que seguir fiel al muerto. Hablando de Wilson que se volvió a
casar al año de morirse su mujer, Freud dijo que aquello era la señal del gran amor por la
primera mujer. El amor está al servicio de la vida, es benevolente para el otro, más allá de la
muerte.
Decir adiós y luego mirar hacia delante, al servicio de la vida, eso revela el amor.
Un largo duelo es una ausencia de amor, es una de manifestación de expiación, de culpabilidad
y de no amor.
¿Que tenemos que hacer para aprender a desarrollar nuestro propio sexo y reconocerlo?
Hellinger nos aporta una mirada sistémica tremendamente interesante, que no se puede
reducir a lo técnico. Veamos qué nos señala:
También la hija al principio está con la madre, experimentándola como fuerte, pero de manera
distinta que el hijo. Ella tiende al padre. Experimenta lo masculino primero en la relación con el
padre, y eso la fascina. Si permanece en su esfera, lo masculino inunda su alma. En un caso
así no llega a ser más que una chica o una querida, pero no una mujer. Más tarde no puede
dirigirse íntegramente a otro hombre, ni valorarlo ni tratarlo de igual a igual.
Para hacerse mujer, la hija tiene que renunciar al primer hombre en su vida, es decir, al padre,
retirarse de él y volver con la madre, ponerse al lado de ella. Ahí se convierte en mujer, y más
adelante encontrará a su propia pareja, al hombre del que pueda recibir lo masculino como
obsequio. Es justo lo contrario de la idea narcisista de que la mujer tendría que desarrollar lo
masculino en sí misma.
El mejor matrimonio se logra cuando el hijo del padre se casa con la hija de la madre. A
menudo, sin embargo, la hija que prefiere al padre frente a la madre se casa con el hijo que
prefiere a la madre frente al padre. En un caso así, las cosas se complican y falta tensión y
fuerza. El tema de la renuncia, por tanto, aparece ya muy temprano, entre los seis y siete años.
Sin embargo no puedo demostrarlo, ni tampoco existen estudios científicos acerca de este
tema.
Mi comentario: no confundan esto con el complejo de Edipo, pues, si se meten en esa idea,
todo lo que puedan experimentar al seguir lo que nos dice Hellinger se detendrá. Sólo lean
abiertos y sigan su dinámica. Ese es el camino del conocimiento.