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el

en Villarino de los Aires (Salamanca)


IosÉ-Mtcut,t- Ut-L''u nació Durante su
30t;;;ür. ¿" tC++' Estudió en Salamanca v Y"tid
de Pierre vilar' Ro-
;;;;;;;"; cia (1966-r9i6)' siguió los.cursos
il:ffi;'rú';'ir.i" c.,r¿..,"nn''n l" Ecole Pratique des Hautes
literaria' -ha desarrollado una
.1 Études. Paralelamente a " t'""ti¿n
cultural: director de las
abundante actividad tlt""o J"i'ft'it;dismo (oRgl' responsable
;t.t.#"il"*" .,f"nol"it Éo'"t C'ltt"t
de España v Televisión Espa-
:.;:il;;,;X',", 'i n"¿1" Nacional fundó el suplemen-
Ilf""t"Uí¡"!,.. J"l poiadilo o iario 16' donde grupo ediro-
to ,.Culturas'. y adiunro a la presidencia del mismo
f,-re
;i.;';;,;:liJ,d' deldiario El País Crcó v dirigó
la colección Poesía/Cátedra.
"
'otu,nnlit'
p"'...... ,r consejo de colaboración de la
;#;;;;; Vueba Ht traducido a Edmond labés v Jacques
a sus poemas:
il;i;. ;i;;ñ.siror Luis de Pablo ha puesto-música diversas
íiliiz"ri*iii{ le78) v n'k'png"(1e96) Ha organizado
::;;:r#;:d",.á' lrá"i"'' É"di'""o' lirerario di [a editorialAve
del Paraíso'
JosÉ-MrcuEl ULI-AN

2. Ot¡os libros publicados


Adoptio in fatrem. Placa¡d en colaboración con Antonio Sau¡a, París,
BIBLIOGRAFfA Editions Maeght (1976).
Akrma. Con sérigrafías de Eusebio Sempere. Madrid, Rayuela ( 1976).
Experiencias de amor de don Juan de Tassis, conde de Villamediana y co-
l. Libros de poesla neo mayor de Su Majestad. Recogidas y prologadas por José-Miguel
Ullán e ilust¡adas por Enrique B¡inkmann. Madrid, Rayuela/Co-
El jomal. Salamanca, Vitor (1965). lección Espacio (1977).
Amor peninsular. Barcelona, EI Bardo (1965). Bethel. Con grabados de José Hernández. Valladolid, Marzd,es (1977).
Un Humano Poder. Barcelona, Et Bardo ( I 966). ReEonsos. Con serigrafías de Antonio Saura. Cuenca, A¡tojos (1978).
Moruja. México, ERA (1970). Doble flo. Con grabados de Matías Quetglas. Madrid, Gale¡ía Estam-
Antología saluaje. Con prólogo de José A-nget Valente. Las Palmas de pa (1982).
G¡an Canaria, Hoy por hoy (1970). Funeral mal París, RLD (1972-198, (fechas de escritura y de edi
Cierra los ojos y abre k boca. Las Palmas de Gran Canaria, Inventarios ción), suma de los siguientes libros:
Provisionales (1!70). - Adoración. Con grabados de Eduardo Chillida, traducción de
Maniluuios. Barcelona, El Bardo ( 1972). Marguerite Dvas (1972-197 8).
Frases. Madrid, Taller de Ediciones JB (1975). - Ardicia. Con grabados de Pablo Palazuelo, traducción de Flo-
De un caminante enfermo que se enamoró donde fue hospedado. Madid, rence Delay y Jacques Roubaud (1973-197 8).
Visor (1976). - Acorde. Con grabados de Vicente Ro.jo, traducción de Flo¡en-
Alarma. Madrid, Tiece de Nieve (1976). ce Delay y Jacques Roubaud (197 3-197 8).
Abecedario en Brinhm¿nn. Madrid, Rayueta (1977). - Asedio. Con grabados de Antonio Saura (1975-1980).
Zóbel / Acuarek¡. Madrid, Ral.uela (1978). - Anular. Con grabados de Antoni Tlpies, traducción de Clau-
Sold¿desca. Valencia, Pre-Textos (1979). de Esteban ( 1975- I98l).
Manch¿s nombrada¡. Con prólogo de A¡tonio Saura. Madrid, Edito- - Almaio. Con grabados de Joan Miró (1982-1985).
ra Nacional (1984). Thrdes de lluuia. Con grabados y serigrafías de Vicente Rojo. México,
Rumor de Tánger. Madrid, Cuade¡nillos de Madrid ( 1985). Intaglio (1990).
Fauorables Cancún Poema seguido de La dictadura dzl jayhú. Madríd, Animales impuros. Con grabados de José Luis Cuevas. México, Inta-
Ave del Paraíso ( 1993). glio (1992).
Visto 1 no uisto. Madrid, Ave del Paraíso (1993). Alfl. Con grabados de José María Sicilia. Madrid, Gale¡ía Soledad Lo-
Rann de nadie. Madrid, Ave del Paraíso (1994). renzo (1992).
Ardícia (Attología poética, \964-19941, edición de Miguel Casado. El desuelo. Con dibujos y un grabado de Antoni Tlpies. Madrid, Ave
Madrid, Cátedra, Letras Hispánicas (1994). del Paraíso (1995).
Téstículo del Anticri¡to. Madrid, Colección Biblioreca de Alejandría, Si hay que tener. Con grabados de Denis Long. Madrid, D. L. (1996).
Galería Esrampa ( 1995). Sentido d¿l deber. Con dibujos y un grabado de José Manuel Broto.
Madrid, Ave del Paraíso (1996).

158 159
Tpxro.s
POÉTICA

Esto es una estructura que, al destruirse, canta lo más allá cantado en I EL UMBRAL DEL POEMA ]
ausencia de red;
así es: [o toma por ser menos, lo compromete en todo, lo desemboca: ablanda tu torre uña argo del
argo no lanza ranra verdad je
Nada que ve¡ teo¡ía del único sen¡ido sens déjá la llama enrre la y
la sangre sobre la bknca melodía (...) desenreda la uoz drl drs- ema (del índex) y la semilla
-so?k
consuelo aunque no logre darle alcance o exltresión, uida cautiua-, del sueño
con [o que no se r€conoce hechizado, casi sin habla, por el camaleón
que, hecho a la idea, brilla (ceniza prometida, zig-zag del casi) cuando
I I-4. RESISTENCTA DEL POEMA ]
algo descolorido, anhelante y falto de sombra, ya apagado el candil, se
asoma a la noche impasible de la topera y sueña (uahora) con mante- brusco tañido afuegolen
ner allí su palabra (o nunca,), tu distancia cordial, su sobresalto, ru ti- to el ave grave la boca
tubeante flui¡ su esquina, tu aire, su cedazo, ru caricia, su doblez, tu escupe escupe y poi t
unidad y esa otra voz de nadie, ¡esucitada - aún débil, cuando [a an tan tan jaldre crac
mano, al excava¡ reescribe [o que no acaba de dejar de oír: cierra quijales y en el
¡ecle oreas tú débit
¿Qué es esto que yo no he sido? labe cos¡urón sin tul

INACIMIENTO DEL POEMA]


de aquel rurrú bajo eI zarzal
volvían las febles plumas del
pardal y [a humedad de la pal
abra AMORE aho¡a

I LÍMITES DEL PoEMA ]


todo es azar el papel
y [a herida que lo habi
ta mas necesita eso sí
un raro candil sed
-la
162 163
JosÉ_MtGUEL UL[-AN
ANToLocfA CoNsuLrAoA DE L Po¿sf^ EsPAÑolA

Boca del lobo: donde renace el sinsabor, la palabra


IEL POEMA ]
acecha. Acre es la música cibal del signo.
Yo le saco la lengua, alargo el Paso.
I
intelisencia no me des iamás el nombre exacto de las cosas II
ooroü.1 enlabio se enniñece oh sí y los molinos del alient
L casi borr"n oriflas a.l volver los copos se enciende un sordo L[ora, porque toda mi¡ada ent¡aña error.
crepitar de arrugas tibias y leves porque el sol se vela guiña Mas loi andraios, horca, palio y cruz no morirán por
se alueña como moro a pasas y las pesrañas se entrecruzan este llanto. Mejor, Fulgir a solas y rezar en balde . ¿Como el
hierve la alegre espiga veipertina inútil ta.l toda dicha de re- ropol fuí; dueño de la penumbra y de su asfixia.
pente ahora"que y"'en ef ring tan sólo flota un chorro de ' Hablando por hablar. A ciegas. Oio del corazón,
*dondeouier"'o duérmete mas r"lelan blandas estrellas cham quema el paisaje.
.,r.rdo. pé,rlo, remos de fiebre por Ias aguas suches del mar
,in.rortÉ v, en peloras abren el arca malva de la herencia sa
ian las váas señas invernales bocas que se bendicen con III
-irárt libres de espeios por las uñ¿s una lúa que acl
"lbor
ara otra cortezá errante pausa de luz de su vejez más próxim Persistente, la ¡osa. Esclavos somos de raíz' Rosa he-
a y bueno y qué genuflexión la saña el tole tole del rerror
ah dionda, zozobra y estupor de la mordaz melancolía'
uÉ." pi.l y tjiur-.abrilleas limo picha solemne sombra cana A la fosa nasal llama la Histo¡ia con sus inciensos ca-
o tegóricos. Corre el verso al runrrún del sacrificio, de mar a
las leyes finan mar v seductor.
dura el borrajo y la mar ' un huracán de esperma'
¡Musa servil! Sobre tu altar,
aña intacta de una ca¡icia inacabada entonces mu mu es la
muerte [a vigilia e[ gayo insecto en torno al agu.iero oh sí
iV
De Maniluuios
El sordo dios: la carcajada inmóvil.
Murmullo de otra luz será tu fe. Aléjate de la expre-
sión forzada o del silencio amilanado. Oye tan sólo la armo-
nía neut¡a de lo indeciso e indomable. Deja abierta la
ARDICIA ouerta más sumisa.
' Ea, ignorancia zumbará en ru oreia. Fraternalmente'
I
V
En la noche risueña del destier¡o, libre ya de la ley y
del instinto, un charco de agua clara me detuvo Mojo-el
Si la mano va y pierde la cal>eza y, en un doble ade-
dedo cordial trazando un círculo y su humedad al paladar
mán de supresión, rompe la flecha y borra el blanco, ciérra-
le encasca.
165
164
A\1oLocf^ CoNsuLfAD DE L{ PoEstA EspAñoLA JosÉ MlcuEL UL[,{N

se luego sobre e[ granreloj, sangra y se ofrece al vilipendio E--a.o--;-i


.dE.Ffu.E
abyecto, nada esperes que iguale esta pasión, Téoría. ¡aúb.q14¡ó!i
r-a., L && dúLE¿!ü
A todo lo demás diles que bueno. r- --
LFrr¡r¡.t..-
t-ll -
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Hdk.-¡úr!:¡i
¡ rrÉ4 L r¡dira L 4
r Frr--¡ Qú ó ra.I ¡¡ñ L !E!rt dd.. úe
De Ardicia oq-¡aLd.a- r',b.d_h¡-i
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r-¡¡rr-r|.l.ra
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(ta. --r¡L.
É. f.t¡td-

De De un caminante enferrno...

De Frases

1.66 t67
ANToLocla CoNsuLTADA DE ra PoEslA Es? ñorÁ
JosE-MrcuEL ULLAN

LENGUA DE FUEGO, beso fatuo y mudo sob¡e la


piel de la pardal gramática. Lejano siempre, el resplandor
real del ya dorado y reflexivo cuerpo. Y, pese a ausencia y
sinrazón, con mil amores clavó allí los ojos; desde los aires,
supo ver (creerse) el epitafio de un erro¡ durable.
Dispuso en verso la febril ceniza que eyacularon la
invención y el vuelo. Para mudar [a voz en imprudencia
gris solar de su zozobra suma.
-ripio
UN ESTERTOR superficial no basta.
Preve¡ la hora y regresar, sumisamente, al barco
cuando más sopla el huracán, aun irrisorio, empieza a ser
más justo.
Pero la estafa criminal ¡edobla.
Como venganza o saciedad, la epistola. Y no su clue-
co contrincante, el himno.

ALLANZA DE ORGULLO y de agua escrita con el


tizón del esca¡miento. No hay más cera que la que arde; ni
poema encendido en la victo¡ia.

MALEFICIO CONDAI: pedir cuentas al juego de


palabras (vida); abandona¡se a la pasión (pecado) ¡ a la
ventu¡a, faltar contra el orden (muerte),
Recomenza¡ hasta [a auro¡a.
Y, al fin, quebrar la soberana argolla de la marchita li-
De Ahrma bertad.
Pues ¿qué lujuria sin mazmorra grana?

DICEN que el co¡azón es el freno de la quimera.


Todo secreto proporciona un disfraz. Latir de indife-
rencia nos predispone a la mentira.
ELDESIMAGINARIO Bajo esa incertidumbre, contemplamos la huella
del eclipse lunar; lábil aza¡ trastocado en dicha puntual
y párvula. ¿Premio o castigo? Incorruptible privilegio, la
JAMÁS, en este amante, la sazón del racionero come- duda.
dido. Escucha el acto impuro- y no el reroque Aunque dicen también que el corazón es la espuela
del prejuicio noble. -precipicio de [a cordura.

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ANToLoctA CoNsuLTAD^ DE LA PoEsfA EspAñoL{ JosÉ-MlcuEl U[L(N

SÓLO SE LOGRA paz en pensamiento. t sin so-


Poco importa el decir cuando no calla
bra¡ nos basta.
a [a [arga...
Serenidad del desterrado eterno.
Nudo final, cada ca¡icia. Despedida sincera, cada
¿ENMUDECER? Tampoco. El poeta reclama espue- signo.
la y freno.
Sólo su ejemplo es hechice¡o en patria de siluetas
E[ desconsuelo es su lenguaje; el vicio, su posada.
uniformes.
¡Que la mano congele estos tesoros! Aquí no hay coba; la cuchilla sabe.
TAIUAJE.
El semejante nos imanta. A-finidad condenada al re- De Manchas nombradas
flejo, a la lectu¡a. Ése es el mal original.
Añadid prohibición a piedad tal y sólo enronces
amaréis su of¡enda.

AIEGREMENTE emba¡ulló el peligro con el deseo,


con e[ exceso.
ASEDIO
Doblez bisexual:
Por dentro, lancinante procesión; antruejo pajarero a
Tú, cadáver, camina con madu¡a
flo¡ de ¡rono.
amenaza de albo¡, fúnebre risa
Innecesario, otro esrilo.
y ojos cerrados para darte prisa
en deslizar el pie quebrado, A¡ jura
SOBERBtA. Necesidad. Capricho. Resistencia.
Hacerlo todo. Conrarlo todo. Cantarlo todo. Creer-
por la capilla donde yacen dura
lo todo.
cucarda, cetro, banderín, incisa
Precisión.
boca de luto, patriarcal camisa.
Nada esperar.
(A tiro hecho, la legión murmura.)
SAGRADO DON, lascivo despilfarro. La poesía
Auxilio y brecha de lo Ausente. ¿O sea?
ilumina lo esréril (el suspiro).
Mover las picas en [a aleve caja
De esa quietud voluptuosa nace la gran sospecha
sin adueñarse de sonido alguno.
gongorina: sin exageración no hay paisaje; sin laberinto no
hay rigor; sin lujo no hay escritura.
Nada más digas, que el disfraz desea
El conde nos propone una salida, neutra y terrible a
desde este asedio porfiar ventaja
un tiémpo: maldecir.
a la granada vanidad del uno.

INSENSIBLE A LOS CELOS espacio, otra


estrella-, toca madera y llama. -otro De Funerutl mdl

17t
t70
L PoEslA EsPAñor,\ JosÉ-MrcuEL ULLA\
ANToLocfA CoNsuLTAD^ oE

HE AIIÍ IDEOGRAMA

Quien rnis cadenas más estrecba 1 cierra


la metnoria mía y k pureza.
es
No te imagino heroica
Tampoco en vano FRAY LUIS DE LEÓN

Dé.jame al ir
Velarte Mero ahor¡o, Seño¡, hubiera sido
Sin da¡ tu nomb¡e hacernos todo
desmemo¡ia
Virtud de no estar nunca y sexo.
Lo suficiente
De Razon de nadie
En cualquier parte

De Razín de nadie

INCUBACIÓN

Soberbia de saber a qué se aspira.


vÉnnco
Congoja de sentirlo más abajo.

Perder la percepción como otra cosa De Razón de nadie


cualquiera
- nadie lo va a sentir
salvo el que implora,
nunca a desriempo,
un poco más de cruz:
la r-uelta... TERRONES Y GUIJARROS
-Dame
De Razin de nadie
Desprenderse de la mirada, adelantarse en alta noche a e[a,
tenderle nuestras manos temerosas, cer¡arle con fi¡me-
za los párpados,
desplazarla: acunarla,
dejarla ir

1'7-l 173
ANTOLOCfA CONSULTADA OE LA POESf^ ESP,{ÑOL"A
JosÉ-MrcuEL U(ÁN

para que cuando vuelva, en sí y al fin perdida, se asombre hospitalidad a las variaciones y a los escrúpulos,
y sienta espanto a¡te eso que, creado en su ausencia, bo¡rón sobre la edad descif¡ada,
es indeciso don, irrefrenable esbozo, sombra cerrera de precisión sin redes,
una ley no escrita, luminosidad máxima en la sugerencia,
atrevimiento a da¡le sombra y luz de naturaleza a
para que ya, de espaldas al imperio del sol, sepa quedarse cuanto nos acerca a lo deseado / visto v no visro...
en paz, descenrrada, despersonalizada, desprendida de
toda cerreza y de todo reconocimienro.
Escuchar una voz en blanco,
(O también: encinta,
hierática, deralifcada: vacía, neutra. Pendiente de ab¡iéndose camino:
insistir.)
..ti de repente te posara un pájaro entre la mano y el ak...

¿Acordándose? Dejárselo decir.

Pinta sólo la plenitud si antes la has arrojado, en forma La llamada (el anhelo) incluye un dedo índice que nos se-
de flo¡ al vacío de algun pozo sin fondo. ñala ¡ al mismo tiempo, nos mantiene a distancia.
Y, en tal impulso, sea el int€rior de ru ot¡a mano venda
carnal para tus ojos. Límite y prueba. Oficio de brujería.
Representarse asomado a...
No descuidarse ni de la advertencia ni del deber.
La obediencia más ciega: quehacer del tacro. No avergonzarse de pensar en dos cosas a [a yez; no ver
merma al manifestar:
(Ahondar. nAsí son las cosas,. O Juan de la Cruz: nSu ori-
Desecar el manantial del pathos. Cubrirlo con colores gen no lo sé, pues no le-con
tiene,.
palpables: no como mediado¡es de las metáforas, sino Opacidad abrasada. Transparencia glacial.
como alabanza ajustada Desamparo.
de la contemplación.) No llegar a ser... religioso: darle a la naturalidad su
-fundamenro
ofrenda, su se¡ su incertidumbre.
Asomarse al lado oscuro del relámpago / visto y no visto: Alejarse de toda síntesis trlbal, reconocible, conscienres
la vastedad borrada por la expresión. como somos de su equivocidad tensa y paródica: Ma-
Ievitch taruado por una visión de Fuseli ( y va firmado
Aceptar el temor por sólo halla¡ espacio en lo indetermi- por Beuys).
nado, franja de entendimiento (no hay culpa) entre la
pesadilla y la serenidad. Tomarse un respiro.
Cae¡ en [a cuenta.
Disponerse al milagro enfermizo de la multiplicación: Caer.

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ANToLocf,{ CoNsuLfAoA DE L{ PoEsi\ EspAñorá JosE-MrcuEL ULLIN

En el acto, en una sola lágrima se ahogaba. E imaginarlo forzosa-


sobre la huella y [a promesa del desmo¡onamiento, mente azul: antes y después.
de la disolución.
Observar a Duchamp escribiendo con tinta azul en el
Visto y no visto: inte¡ior de un reloj: «He llevado una vida de camarero,.

Contraste sosegado o abrazo sigiloso entre las zonas la- Desplazamientos.


bradas y las soñadas, entre la mano oscilante y [a mi- Multiplicación de los aspectos materiales.
rada fija en ese no llegar jamás a ver el fin.
Azora¡se.
Multiplicación: altar del sac¡ificio, de la superstición y
del desprendimiento. Concentrarse, vaciarse.
Necesidad durable. Borrador perpetuo.
Tener que reconocer sin resignación: "Así son las
O también: espejo para aquello que asciende y espejo cosas",
para aquello que se desparrama.
Ascensión. A¡unciación. Idas y venidas. Desaparicio- Aligerar. lnterceder.
nes y sobresaltos.
Colmar una ausencia. Sugerir otra.
Aspectos materiales de la Melancolía.
Retene¡ en la noche del exilio: nEl a.lma que no en-
cont¡é en ninguna parte hizo de todas las partes un
Por ejemplo, el azul alma,. (Antonio Porchia, Voces abandonad¡:, 1943-)
¿7¡[.
-¿i¿¡¡6 De Visto I no uisto
Percibirlo así: telón de fondo para Buda y ento¡no ili-
mitado para el Dios de Moisés.
Desplazamientos y apariciones.
Reco¡dar a Roland Barthes escuchando una canción de
Lara en la voz (en blanco, encinta, ab¡iéndose camino)
de Elvi¡a fuos: nAzul como una ojera de mujer / Como ELVIENTO
un listón azul-azul de amanecer...r. frr.acri.l euro Etruar]

Devolverle su desnudsz (sin máscara de ingenio ni al-


canlor ideológico) a aquella observación de Ramón Lo inerperado es uínculo del uiento.
Gómez de la Se¡na: ola nieve tiene sangre azul,.
Agrieta el corazin o nos sacudz el hombro el becho de
Cuida¡ de ese animal, evocado por Lichtenberg, que c|ntemplar por den q con los ojos ceffados: todauía ajenos

176 177
JosÉ MlcuEL ULLd\
ANroLoclA CoNsuLTADA DE lA PoEs[a EspAñoL{

a la idea de la curiosidad o del sauifcio, aquello que nos inconclusa deserción armoniosa. La de no acabar de saber del
guió 1 aquello que nos aguarda; todo decirle al uiento:
-Anda, llévame contigo...
pues no es, como el pitero de Juchittín lamenta al imitar
al aharauán de gozo, drjarse ix furtiuo, a cuanta tentación
De Razin de nadie
quEa en un ¡ueño ¡in sentir en h sangre, a desmano, el
acom?añdmiento incorpóreo de un remolino aquietado
sobre difuntos reproches :
I
otra uerdad, otra uisión ono soplido más uoktiles, otro
galope sin rasgos. sin pensamienrus ni rupersticiones:

Eso, ;ntacto, que da destellos eléctic0s, no Puntos ama-


rillos engañosos o cardinales, l que tiene por mundo la in-
tensidad desmemoriada del despropósito, de la contradic-
ción consumida en un juego mortal, incorruptibh llaga, y
que sólo en contadas ocasiones uiuaces nos enseña a ks claras
'que ni siquiera la débil sombra es nuestra pro?iedad más
tangible.
¡Si lo fuae!

nSu confguración, rEentina, carece €n realidad de


rurnbo fio de melodia recordable..., (Y así nos con¡olamos
al amanecer.)

E*á ahí, sin recinto ni queja, en el distante palpitar de


esa masaarenisca, colorada 1 gris, no domada ltor dioses me-
lancólicos,
con sus relieues fugacesy sus cicatrices errátiles, inán
afitei que miedo, obra de nuettrl anhelo aprendiz I de nues-
tras irreprimiblet pausa¡ destinos: dos ríos y unas secas
pakbras-, pero que nos-dosobliga a abir los ojos de golpe 1 a
aphzar otrd uez la entrega a eso qtr nos persigue desde tan
cerc4.
¿?ara qué? O, mejor dicho, ¿para qué y? Para mu1
P0c0:

Jnsistir, cabecear, reír O, al airear lo nuestro, urdir fa-


ternidades entre esto y lo oto, ente el enigma 1 las carnpanas,
aunque con la oscilante monotonía del ulukr que acalk una

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