Está en la página 1de 1

HOLA…

¿Cómo estás? Escribo esta carta para decirte cuánto te amo y me


preocupo por ti, y deseo ayudarte.
Te vi ayer hablando con tus amigos y esperé todo el día. Para que me
contaras tus problemas. Al llegar la tarde seguí esperando por ti, te veo
tan cansado, fatigado y espero por ti... me duele que me ignores, pero
aun así te amo y quiero ser tu amigo.
Te vi dormir anoche y quise tocar tu frente. Envié los rayos de luna para
ver si te despertaba y hablar contigo. Pero no, seguías en tu sueño.
¡Tengo tantos dones que darte!
En la mañana te levantaste apresurado. Mis lágrimas se mezclaron con
el agua que caía.
Hoy te veo triste, preocupado, si tan sólo me hablaras... no quiero verte
en problemas, menos que te lastimen. No te alejes, yo siempre estaré
a tu lado.
¡Oh, si tan solo me escucharas! TE AMO. Eres mi milagro y te cree
fuerte, capaz, inteligente, lleno de dones y talentos. Desde este
momento, puedes cambiar tu vida para bien, si te lo propones y te llenas
de entusiasmo.
¡Búscame y yo te oiré!
Yo sé que no te sientes entendido y se cuán duro es vivir en esta tierra.
Realmente lo sé, y deseo ayudarte, si tan solo me dejaras
demostrártelo...
Llámame a cualquier hora del día o de la noche, pues yo espero por ti…
desahoga tus angustias, ansiedades y cuéntame tus sueños.
¡Eres mi creación más grande! ¡Eres mi milagro! No temas comenzar
una nueva vida.
Mi corazón está hecho de "misericordia"... por ti morí en una cruz,
¿ahora podrías hablar conmigo?

Te ama siempre Tú amigo fiel, JESÚS DE NAZARET.

También podría gustarte