LIBCATAD Y DESEO DE CAPLORAR (19621975) &
Eline politica y el auge del cine ¢ somerti
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En un primer momento, el espiritu de innovacién de los afios sesenta parecid
pervivir en la nueva década que empezaba. Los elementos personales, la libertad
sexual, las referencias al cine anterior, la abstraccién, la ambigtiedad, la bis-
queda de un sentido, los finales abiertos, la autoconsciencia, la idea del plano
como unidad temporal, todas estas caracteristicas del cine de los afios sesenta
seguian vigentes al inicio de los setenta. Hoy, al verlo desde nuestra perspectiva
actual sabemos que, en realidad, tenian los dias contados, pero por aquel enton-
ces pocos podian presagiarlo.
Una de las peliculas que mejor refleja la complejidad del declive del nuevo
cine es La maman et la putain (Francia, 1973). Dirigida por un todavia joven
Jean Eustache, narra en sus tres horas y media de duracién el triéngulo amoro-
so entre Jean-Pierra Léaud, el gran icono de Truffaut y Godard, su pareja
(Bernadette Lafont) y una enfermera (Frangoise Lebrun), con la que mantiene
una relacién amorosa. La accién transcurre en los mismos cafés y pisos en los
que los sofiadores filos6ficos de Godard habian debatido sobre el amor una
década antes. Ahora ese debate se habia transformado en un torrente de pala-
bras. Las tertulias en los cafés y las relaciones amorosas se habian convertido,
EL DECLIVE DEL NUEVO CINEpara los jvenes parisinos de principios de los afios setenta, mas que en una adic-
cin, en una auténtica enfermedad. La magistral interpretacién de Léaud y la
osadia mostrada por Eustache tanto en el guién como en la direccién hicieron
de La maman et la putain todo un canto épico sobre el desasosiego y el arre-
pentimiento.
Otra pelicula francesa que hizo suyos los postulados del nuevo cine fue
Jeanne Dielman, 23 Quai du Commerce 1080 Bruxelles (Bélgica, 1975), el ter-
cer trabajo de la directora belga Chantal Akerman, Nacida en 1950 en el seno de
una familia judia, estudié en Paris, dirigié su primera pelicula en 1968 y trabajé
en.un teatro porno de Nueva York a principios de los afios setenta, del que mas
tarde adoptaria no pocos elementos de humillacién sexual en sus peliculas. Tal
fue el easo de Jeanne Dielman, que tecuerla ala escena del cocina con la don-
cella en Umberto D (Italia, 1952, véase pag. 192) pero con casi tres horas de
dluracibn, Cuenta dos das en la vida de una divorciada que se acuesta con hom-
bres por dinero, y que al final acaba matando a uno de ellos porque est4 empe-
zando a disfrutar de las relaciones sexuales. A diferencia de Godard 0 Bufiuel y
sus prostitutas, Akerman nunca llega a presentar una visién erotizada de
Dielman: las escenas con hombres se presentan como si la protagonista estuvie-
se haciendo una cama o pelando patatas, filmadas en un riguroso plano frontal
como en El asesinato del duque de Guisa (Francia, 1908, véase pag. 38), sin
Angulos invertidos. En ese sentido, Akerman hace suyas las ideas de Bresson,
Godard y Pasolini, con un resultado tan radical como sorprendente.
LA SEAUALIDAO Y EL NUEVO CINE ITALIAN
DE LOS ANOS SETENTA
Tanto La maman et la putain como Jeanne Dielman constituyeron sendas
notas de pesimismo en medio de la revoluci6n sexual que tenfa lugar en los afios
sesenta, Las nuevas libertades alcanzadas también planteaban sus problemas.
No obstante, esto no fue un obstaculo para que se continuaran rompiendo mol-
des: el presidente francés reconocié por television la necesidad de acabar con la
censura; el cine curopeo, estadounidense y japonés se fue volviendo cada vez
mas explicito en el terreno sexual; en la India se rodé la primera pelicula donde
aparecia un beso en primer plano, Satyam Shivam Sundaram/Verdad, fuerza,
belleza (Raj Kapoor, 1978), y en Italia dos de los directores més importantes del
pais rodaron sendas trilogias en las que se apostaba por la libertad sexual como
medida de salud e higiene nacional. Si la fervorosa El evangelio segiin San
Mateo (Italia, 1964) de Pier Paolo Pasolini habia impresionado a las autoridades
LIBERTAD Y DESEO DE EXPLORAR (1969-1979): EL CINE POLITICO Y EL AUGE DEL CINE COMERCIAL EN EEULcatélicas del pais, su Trilogia sobre la vida caus6 un auténtico escandalo. De-
camerone/El decameron (Italia, 1971), Il racconti di Canterbury/Los cuentos
de Canterbury (Italia, 1972) y Il fiore delle mille e una notti/Las mil y una
noches (Italia, 1974) vienen a ser como tres frescos de la vida relajada de los
campesinos de la Europa y Oriente Medio de siglos atrés, Estdn Ilenas de refe-
rencias sexuales, bromas escatoldgicas, desnudos y simbolos falicos (244), y en
cierto modo lo que desean transmitir con todo ello es que tan slo en el pasa-
do, antes del capitalismo y el consumismo, la gente vivia sin prejuicios. El pro-
pio Pasolini dijo al respecto: «Disfrutar de la vida y del cuerpo significa disfru-
tar de una vida que historicamente ya no existe». Sus propios intentos por vivir
fuera de la moral y de los prejuicios sexuales imperantes en la Italia de la epoca
acabaron con su tragico asesinato en 1975 a manos de un chapero.
El aristécrata Luchino Visconti también vivid fuera de las normas. Si
Pasolini se centré en una épocay una sociedad que vivia ajena todavia a la repre-
sién sexual, él hizo justamente todo lo contrario. En La caduta degli dei/La
caida de los dioses (Italia-Alemania, 1969) (245), Morte a Venezia/Muerte en
Venecia (Italia, 1971) y Ludwig/Luis Il de Baviera (Italia, 1972) recurre a una
fuente 0 un tema alemdn capaz de ilustrar la represién de la homosexualidad.
«Fijarse en la belleza», dijo Visconti en una ocasi6n, «es fijarse en la muerte»?
EL CINE JAPONES, EUROPEO Y ESTADOUNIDENSE SE VUELVE MAS EXPLICITO EN EL TERRENO SEXUAL
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Superior: Las mil
yuna noches, tercera
parte do la Trilogta
‘sobre la vida (Halla, 1974).