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Detrás de estos hombres están las grandes instituciones de la sociedad, los medios que concentran
el poder:
– jerarquías de Estado
– empresas económicas
– ejército
En las cimas de estas 3 instituciones están los puestos de mando de la sociedad, el máximo poder
nacional reside en los dominios político, económico y militar. Estas instituciones son las bases
necesarias del poder, la riqueza y el prestigio, son los medios principales para ejercer el poder y para
adquirir riqueza. Solo dentro y a través de ellas el poder puede ser duradero e importante.
El destino vital del individuo moderno no solo depende de la familia en la que ha nacido, sino, cada
vez más, de la empresa en la que trabaja, no solo de la escuela, sino también del Estado que está en
contacto con él toda la vida; no solo de la iglesia, sino tambien del ejército en que es disciplinado.
Dentro de cada uno de estos 3 medios, la unidad institucional típica se ha ampliado, se ha hecho
administrativa y el poder de sus decisiones se ha centralizado. Han aumentado los medios de poder a
disposición de los individuos que toman las decisiones y sus poderes ejecutivos centrales han sido
reforzados.
– economía: dominada por pocas compañías gigantescas relacionadas entre sí administrativa y
politicamente, las cuales dominan las claves de las resoluciones económicas
– orden político: institución ejecutiva centralizada que se mete por todas las grietas de la
estructura social
– orden militar: posee toda la eficacia de un confiado dominio burocrático
Al ampliarse y centralizarse sus dominios, se han hecho mayores las consecuencias de sus actividades
y sus relaciones mutuas. Hay una economía política vinculada de mil maneras con las instituciones y
decisiones militares. Como cada dominio se relaciona con los otros y las decisiones se hacen totales,
los principales individuos de cada uno se unen y forman la minoría del poder aún más centralizada.
Este triángulo de poder es la fuente del directorio entrelazado, la interdependecia de los grandes
órdenes hace que las decisiones se coordinen.
Es en el pináculo de cada uno de los 3 dominios que se han formado las élites:
– empresas, altos jefes ejecutivos
– política, directorio político
– ejército, élite de estadistas
Las personas de los altos círculos son una serie de grupos cuyos individuos se conocen entre sí, se
relacionan entre sí en la vida social y en la de los negocios, y así, al tomar decisiones, se tienen en
cuenta unos a otros. La élite se considera a sí misma, y es considerada por los demas, como el círculo
íntimo de las altas clases sociales. Tienen una conciencia más o menos clara de sí mismos como clase
social y se conducen entre sí de un modo distinto a como se conducen con otras clases.
La idea de ese estrato dirigente implica que la mayor parte de sus individuos tienen orígenes sociales
análogos, que a lo largo de sus vidas mantienen entre sí una red de conexiones familiares o amistosas,
y que existe intercambiabilidad de posiciones entre las jerarquías diversas del dinero, del poder y de la
fama. Esta élite es tan poderosa porque tiene un poder organizado y una ideología previa que la
justifica: el liberalismo.
La minoría que ocupa los puestos de mando posee poder, riqueza y fama, está formada por individuos
pertenecientes al estrato superior de una sociedad capitalista. Como clase social conformada por
cierto tipo de hombres, la élite selecciona y forma ciertos tipos de personalidad y rechaza otros. Por
tanto, la élite es una serie de altos círculos cuyos miembros son seleccionados, preparados y
certificados.
La minoría del poder, entonces, es los círculos políticos, económicos y militares que, como un
conjunto intrincado de camarillas que se trasladan e imbrican, toman parte de las decisiones que
tienen consecuencias nacionales. 3 claves:
– psicología de las diversas élites en sus respectivos ambientes: por cuanto la minoría está
formada por individuos de origen y educación análogos, por cuanto sus carreras y estilos de
vida son similares, hay bases psicológicas y sociales para su unión, fundadas en el hecho de
que son de un tipo social análogo y de que, en consecuencia, se mezclan fácilmente, se
intercambian posiciones entre instituciones
– estructura y mecanismos de esas jerarquías institucionales: son presididas por el directorio
político, los empresarios y los militares; y cuanto mayor sea la escala de esos dominios
burocráticos, mayor el alcance de su poder como élite. El modo en que se forma cada jerarquía
y las relaciones que mantiene con las otras, determinan las relaciones de sus jefes
– al abrir los mecanismos institucionaes caminos a los hombres que persiguen sus diferentes
intereses, se han dado cuenta que se realizarían más fácil si trabajaran juntos, y como
consecuencia lo han hecho asi
Esta minoría no es omnipotente, no son los miembros de la élite quienes siempre hacen la historia,
sino que la extensión del poder de sus individuos está sujeta a variaciones históricas. Sin embargo, el
curso de los acontecimientos actualmente depende en gran medida de la élite: a medida que se
estrecha más el circulo, y cuando los medios de decision están centralizados y las consecuencias de
las decisiones son enormes, los acontecimientos dependen en gran medida de ellos. Vivimos en un
tiempo de grandes decisiones y de poder decisivamente centralizado, no todos poseemos el mismo
poder de hacer historia, todo grupo está limitado por los medios de poder técnicos e institucionales
que tiene a su disposición.
En conclusión, Mills afirma que en la sociedad moderna norteamericana una conjunción de
circunstancias históricas ha dado lugar al nacimiento de una minoría del poder, y los individuos de
los círculos que componen esa minoría toman ahora las decisiones clave y que, dado el aumento y
la centralización de los medios de poder de que ahora se dispone, las decisiones que toman o dejan
de tomar tienen más consecuencias para mayor número de gente que nunca antes.
Se ha producido en los planos medios del poder una especie de punto muerto semiorganizado, y en
el plano del fondo ha entrado en existencia una sociedad de masas que se parece poco a la imagen
de una sociedad en que las asociaciones voluntarias y los públicos clásicos son las claves del poder.
La cima del sistema de poder norteamericano esta mucho más unificada y es mucho más poderosa,
el fondo está mucho más fragmentado y es mucho mas impotente de lo que parece.
Tras la teoría de frenos y equilibrios como sistema de decisión política, se encuentra la teoría de
clases, según la cual el Estado es un sistema de frenos y equilibrios porque la sociedad es un equilibrio
de clases, y lo es porque su estabilizador es la fuerte e independiente clase media.
La nueva sociedad es una economía política donde los asuntos políticos y económicos están intrincada
y profundamente unidos:
– la clase media depende en política y en economía de la maquinaria del Estado
– al lado de la antigua clase media independiente, surgieron los white collar como retaguardia
del impulso dominante hacia la sociedad de masas
– paralelamente a la antigua clase media, surgió la fuerza del trabajo organizado que, sin
embargo, se subordinó al Estado y perdió poder y pertenece a los niveles medios del poder
El gobierno norteamericano no es solo un marco dentro del cual las distintas presiones se abren
camino y hacen política; este gobierno tiene ya entretejidos los intereses en su propia estructura
jerárquica y algunos de ellos estan más alto y ejercen mayor ascendiente que otros. Los que tienen el
poder representan y encarnan intereses y métodos nacionales concretos.
La burocracia ejecutiva se convierte en el lugar en el que se resuelven todos los conflictos de poderes;
la administración sustituye a la política electoral.
En conclusión, los gerentes preservan y fortalecen la propiedad y el control privado de la mayor parte
posible de los recursos de la sociedad, a la vez que buscan elevar las ganancias.
No obstante, se puede reconocer que existe una pluralidad de élites económicas en las sociedades
capitalistas avanzadas, y que estas constituyen intereses distintos. Sin embargo, este pluralismo de las
élites no estorba que constituyan una clase económica dominante, que posee un grado elevado de
cohesión y solidaridad así como intereses y objetivos comunes que trascienden sus diferencias y
desacuerdos particulares; la clase capitalista es una clase para sí misma.
“La clase capitalista impera, pero no gobierna; se contenta con regir al gobierno” - Kautsky
La clase capitalista, como clase, no gobierna realmente. Pero sí han estado bien representados en el
ejecutivo político y en las demás partes del sistema estatal, este ingreso de los hombres de negocios
en el sistema estatal ha sido subestimado y ellos han buscado despolitizar la política en nombre de la
empresa. Así, eludiendo la política y la ideología, la clase económicamente dominante se ha
introducido clandestinamente en los asuntos públicos.
El gobierno mismo no es la única parte del sistema estatal en donde los empresarios se meten; sino
que lo hacen también en los estratos superiores de la parte administrativa.
Por tanto, los hombres de negocios participan directamente en el gobierno y en la administración.
Lo hacen de manera más estrecha aún a medida que el Estado se va interesando más intensamente en
la vida económica, donde el Estado interviene, los empresarios ocupan posiciones fuertes para influir
y determinar la naturaleza de esa intervención.
No obstante su directa participación, es real que no son más que una minoría relativamente pequeña
de la élite estatal en su conjunto. En este sentido, no son una clase gobernante porque, dado la
naturaleza de la sociedad capitalista, las élites económicas no pueden prescindir de la maquinaria
estatal.
Sin embargo, la importancia de esta distancia queda reducida por la composición social de la élite
estatal: la élite estatal y la élite económica pertenecen a las clases superiores y medias. Por tanto, el
origen social juega un papel determinante como desigualador social (educación y entrenamiento
necesarios para alcanzar posiciones de élite en el Estado); la selección social para los altos cargos es
muy desigual, la estrecha base de la cual se saca a quienes toman decisiones políticas es clara.
Aunque la desigualdad de oportunidades educativas, basada en la clase social, es importante, hay
otros factores que contribuyen a su formación: las conexiones. La pertenencia a una clase establece
vínculos de parentesco y amistad, refuerza un sentimiento de compartir valores, útil para tener éxito
en la carrera
Lo más probable es que quienes controlan y determinan la selección y los ascensos en el Estado sean
miembros de la clase superior y media, por su origen social, y tengan una imagen determinada de
como debe pensar, hablar, comportarse, un servidor civil; y esa imagen se trazará en relación con la
clase a la que pertenece.
En el servicio del Estado se ha dado un fenómeno de dilución social que ha llevado a personas de
origen obrero a posiciones de élite. Pero esto es más una burguesificación de los reclutas más aptos y
dignos de confianza, que una democratización. A medida que estos reclutan ascienden en la jerarquía
estatal, forman parte de la clase social a la cual le dan acceso su posición y rango, de la burguesía. En
términos de clase, la política es una actividad en la que las clases subordinadas han desempeñado un
papel subsidiario.
El problema del poder para busca identificar y cuantificar el abanico de sujetos políticamente
influyentes y valorar los recursos de poder de un determinado Estado. Una vez localizados los
poseedores o influyentes del poder, se busca saber qué hace con su poder: realizar los propios
intereses.
Al ignorar el problema del poder para, los enfoques no marxistas tienden a ser incapaces de dar
cuenta del cambio social histórico. Hay que poner a estos sujetos en relación sistemática con el
contexto histórico social en el que dominan.
Desde el materialismo histórico, las clases son portadoras de determinadas relaciones de producción.
Análogamente, cada gobierno está en relación con una determinada clase dominante, dentro de una
matriz histórico-social específica, que circunscribe lo que hace el Estado y determina las posibilidades
de cambio.
El debate occidental contemporáneo entre los teóricos del pluralismo y el elitismo se centra en el
problema secundario de si existe o no una relación interpersonal entre los diferentes momentos del
ejercicio del poder dentro de la sociedad. Esta formulación ignora el hecho de que la fragmentación
interpersonal de la toma de decisiones no implica necesariamente que la estructura de los
acontecimientos sea amorfa. Al contrario, todo lo que ocurre dentro de la sociedad humana sigue
ciertos patrones, por lo que es susceptible de analizar. Las aportaciones de estos teóricos han girado
así en torno a una única forma posible de estructuración del poder.
La radical novedad del enfoque de Marx parece haber quedado sumergida por los tratamientos y las
reinterpretaciones subjetivistas. Marx sostenía que el estudio de la sociedad debe centrarse en su
estructura a la vez que se investigan sus procesos de reproducción. La producción capitalista, bajo su
aspecto de proceso conectado y continuo, no solo crea mercancías y plusvalor, sino que produce y
reproduce la propia relación del capital: capitalistas por un lado y asalariados por otro. El análisis de la
reproducción permite explicar cómo pueden estar interrelacionados los diferentes momentos del
ejercicio del poder dentro de la sociedad, aun cuando no exista una conexión interpersonal
consciente. Están unidos entre sí, en realidad, por sus efectos reproductivos. El hecho de que se
reproduzca una forma específica de explotación y dominanción constituye a esta en una dominación
de clase.
Weber define las clases en función de la posición que ocupan en el mercado (situación de clase). Las
clases son sujetos del mercado cuyas oportunidades de negociación están determinadas por las
diferentes propiedades o adquisiciones de las que disponen. ¿Cuánto tiene?, ¿cuánto es probable que
obtenga?
Los estamentos tienen su origen en las sociedades no capitalistas, son contrarios a la racionalidad del
mercado y su supervivencia en el mundo moderno entorpece el libre desarrollo del capitalismo.
Los partidos pueden representar intereses condicionados por la situación clasista o estamental y
reclutar sus seguidores de acuerdo con ellos, pero no necesitan ser partidos de clase o estamentales.
Este enfoque de los partidos políticos es consecuencia de la concepción weberiana de la sociología
como intento de comprender el significado subjetivo que los individuos dan a sus acciones, pero no
ayuda a comprender el fenómeno del poder dentro de la sociedad. Elude el análisis de lo que los
partidos hacen con su patronazgo, por lo que no aclara los problemas de la distribución del poder.
Marx define las clases en función de su posición (agentes o soportes) en las reaciones de producción,
no de circulación. ¿Qué hace?, ¿qué es probable que haga?, ¿conservará la sociedad o la cambiará?
La distribución del honor estamental representa una dimensión del funcionamiento de la ideología
dentro de la sociedad.
Desde un punto de vista marxista, la distinción de Weber entre clase y estamento atribuye poca
importancia al papel de los valores sociales en el análisis de clases.
Módulo 2 – Sentido común, interacción y relaciones de
poder en la apropiación del mundo y en las prácticas
sociales
Alfred Schutz - “Elaboración de los objetos mentales en el
pensamiento del sentido común”
El conocimiento “de sentido común” que el individuo tiene del mundo es un
sistema de construcciones de su tipicidad
Toda interpretación de este mundo se basa en un cúmulo de experiencias previas acerca de él, que,
bajo la forma de conocimiento disponible, funcionan como un esquema de referencia. A este cúmulo
pertenece nuestro conocimiento de que el mundo en que vivimos es un mundo de objetos más o
menos bien circunscriptos.
Lo que se experimenta en la percepción real de un objeto se transfiere aperceptivamente a cualquier
otro objeto similar, percibido meramente en cuanto a su tipo.
Así, en la actitud natural de la vida diaria nos interesan solo ciertos objetos que se destacan sobre el
campo no cuestionado de otros objetos preexperimentados y la actividad selectiva de nuestra mente
determina que características particulares de ese objeto son individuales y cuáles son típicas.
La situación del sujeto está biográficamente determinada, tiene su historia: es la sedimentación de
todas las experiencias previas del sujeto, organizadas en su provisión de conocimiento disponible. Esta
situación incluye cierto propósito inmediato, que define qué elementos son pertinentes para el
propósito. Este sistema de pertenencias determina qué elementos se convertirán en substrato de la
tipificación generalizadora y qué rasgos de los mismo se seleccionarán como típicos.
Actuación
La interaccion cada a cara implica influencia recíproca de un individuo sobre las acciones del otro
cuando se encuentran ambos en presencia física inmediata.
La actuación es la actividad total de un participante dado en una ocasión dada que sirve para influir de
algún modo sobre los otros participantes; el participante desempeña una pauta de acción
preestablecida (papel) con el fin de generar una impresión en la audiencia. Rol social implica papeles.
En las interacciones hay un continuum de tipos de individuos actuantes, con 2 polos:
– cínico: no deposita confianza en sus propios actos ni le importan las creencias de su público
– sincero: individuos que creen en la impresión que fomenta su actuación
En la medida en que la máscara que nos ponemos representa el concepto que nos hemos formado de
nosotros mismos, esta máscara es nuestro sí mismo más verdadero, el que quisiéramos ser.
Fachada
Es la parte de la actuación del individuo que funciona regularmente de u modo general y prefijado, a
fin de definir la situación con respecto a aquellos que observan dicha actuación; es la dotación
expresiva de tipo corriente empleada intencional o inconscientemente por el individuo durante su
actuación. Tiene 2 componentes:
– medio: es el trasfondo escénico que proporciona escenario y utilería para el flujo de la acción
– fachada personal: es la parte de la dotación que se identifica personalmente con el
actuante,se compone de vehículos transmisores de signos fijos y transitorios
- apariencia: informa sobre el status del individuo mediante estímulos
- modales: informan acerca del rol del individuo mediante estímulos
Como las fachadas son abstractas y generales, los observadores no necesitan más que estar
familiarizados con un reducido y manejable vocabulario propio de las fachadas para poder responder
a estas, para poder orientarse en una amplia variedad de situaciones. Esto quiere decir que las
fachadas sociales tienden a institucionalizarse en función de las expectaticas estereotipadas abstractas
a la cuales da origen, tiende a adoptar una significación y estabilidad al margen de las tareas
específicas que en ese momento se realizan en su nombre. Se convierte en una representación
colectiva y en una realidad empírica por derecho propio; por tanto, se seleccionan, no se crean.
Dramatización
Mientras se encuentra en presencia de otros, el individuo dota a su actividad de signos que destacan y
pintan hechos confirmativos que de otra manera permanecería inadvertidos. Si la actividad del
individuo quiere ser significate para otros, debe movilizarla de manera que exprese durante la
interacción lo que él desea transmitir. Para lograrlo, los individuos adecuan su actuación a las
expectativas sociales.
Idealización
Los actuantes tienden a perecer mejores de lo que son, ofrecen a sus observadores la mejor versión
de lo que son y de lo que hacen. Así, cuando el individuo se presenta ante otros, el individuo incorpora
los valores oficiales y estimados por la sociedad mientras que oculta los no deseables. En términos de
Durkheim, este acto constituye una ceremonia, dado que confirma los valores morales de la
comunidad: el actuante materializa los estereotipos extremos y expresa estándares ideales.
Además, el que actúa produce en los miembros de su auditorio la creencia de que está relacionado
con ellos de un modo más ideal de lo que en realidad lo está. Fomentan la impresión de que la rutina
que realizan en el momento es su única rutina, y el auditorio suele dar por sentado que el carácter
proyectado ante ellos es todo lo que hay detrás del individuo actuante; y los actuantes tienden a
fomentar la impresión de que la actuación corriente de su rutina y su relación con su auditorio tiene
algo especial y único, ocultan el carácter rutinario de la acción y acentúan los aspectos espontáneos.
Tergiversación
La tendencia del auditorio a aceptar los signos que se le presentan lo colocan en la situación de ser
engañado y conducido a conclusiones erróneas. Por eso, el actuante puede tergiversar su actuación,
presentar una falsa fachada, fingir, engañar, defraudar; presentar una gran discrepancia entre las
apariencias fomentadas y la realidad.
Mistificación
Las restricciones puestas sobre el contacto, el mantenimiento de la distancia social, proveen un
camino en el cual se puede originar y mantener un temor reverente en el público, un camino en el
cual el público puede ser mantenido en un estado de mistificación en relación con el actuante. En la
mistificación el actuante crea una esfera ideal impenetrable que lo envuelve, el honor de un individuo
coloca una esfera de este tipo en torno de sí.
Serrano – La presentación de la persona en las redes sociales
La consolidación del ciberespacio como ámbito comunicativo cotidiano en la vida de las personas
pone de manifiesto que la distinción entre mundo real y mundo virtual es una dicotomía a revisar.
Parece más apropiado distinguir entre mundo online y mundo offline, según la mediación o no de las
tecnología digitales. El “yo” también se revela en las interacciones sociales que se producen en el
ámbito digital, aunque condicionado por las peculiaridades de un entorno mediatizado.
Gran parte del planteo de Goffman puede extenderse a las interacciones digitales. También en las
redes sociales el individuo, al presentarse a sí mismo, está llevando a cabo una definición de la
situación, eligiendo una máscara que se ajuste al contexto de la interacción y de las impresiones que
quiere causar en los demás. El mundo online permite que la máscara se construya con más facilidad y
rapidez, permite incluso varias máscaras simultáneas en diferentes redes; por eso puede ser difícil dar
coherencia a la representacion del “yo” en esta multiplicidad de contextos.
La idealización de la actuación
Es relevante la imagen que la persona escoge como su foto de perfil en una red social: hace visible el
cuerpo, que el elemento fundamental de la identidad moderna. La fotografía vale por la persona y el
actuante elige su fotografía en función de cómo quiere ser percibido por el resto de usuarios: creamos
perfiles que son versiones mejoradas de nosotros mismos.
Conclusión
Las peculiaridades del entorno digital potencian la capacidad del usuario de construir y presentar un
personaje, de presentar su identidad de manera controlada y selectiva, de idealizarse. La mediación
tecnológica puede conllevar el riesgo de construir universos virtuales desvinculados de la realidad.
En cualquier caso, puesto que la interacción comunicativa siempre es el resultado del juego entre la
expresión y la interpretación, también en el entorno online se puede desentrañar de manera crítica la
puesta en escena del otro y rebajar sus pretensiones autorrepresentativas.
Gramsci – “Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el
Estado moderno”
Análisis de las situaciones, relaciones de fuerza
Las relaciones internacionales siguen a las relaciones sociales fundamentales, toda renovación
orgánica en la estructura modifica tambien orgánicamente las relaciones absolutas y relativas en el
campo internacional a través de sus expresiones técnico-militares. Las relaciones internacionales
inciden en forma pasiva o activa sobre las relaciones politicas de hegemonía de los partidos.
Es el problema de las relaciones entre estructura y superestructuras el que hay que resolver para
analizar las fuerzas que operan en la historia de un período determinado y definir su relacion. 2
principios:
– ninguna sociedad se propone tareas para cuya solución no existan ya las condiciones
necesarias y suficientes
– ninguna sociedad desaparece sia ntes no desarrolló todas las formas de vida implícitas en sus
relaciones
En el estudio de una estructura se deben distinguir los movimientos orgánicos (permanentes) de los
de coyuntura (ocasionales).
En la relación de fuerza es necesario distinguir diversos momentos:
– una relación de fuerzas sociales estrechamente ligadas a la estructura, objetiva, independiente
de la voluntad de los hombres. Sobre la base de las fuerzas materiales de producción se dan
los grupos sociales, cada uno de los cuales representa una función y tiene una posicion
determinada en la producción
– relación de fuerzas politicas, valoración del grado de homogeneidad, autoconciencia y
organización alcanzado por los diferentes grupos sociales. Diferentes grados que corresponden
a los diferentes momentos de la conciencia política colectiva:
- económico-corporativo: unidad homogénea del grupo profesionar y el deber de organizarlo,
pero falta aún la unidad con el grupo social mas vasto
- conciencia de la solidaridad de intereses entre todos los miembros del grupo social, pero solo
en el campo económico
- conciencia de que los propios intereses corporativos, en su desarrollo actual y futuro, superan
los límites de la corporación de grupo puramente económico y pueden y deben convertirse en
los intereses de otros grupos subordinados. Fase política en la que las ideologías se
transforman en partido y entran en lucha hasya que una prevalece y se establece como
hegemónica, creando así la hegemonía de un grupo social con el Estado como organismo
propio del grupo destinado a crear las condiciones favorables para la máxima expansión del
mismo grupo, pero que se presenta como sintesis de todas las energías e intereses nacionales
– relación de las fuerzas militares: militar en sentido estricto, técnico-militar o político-militar
Gramsci - “Descifrando y debatiendo los cuadernos de la cárcel”
La cuestión de la hegemonía
La noción de hegemonía representa la concreción de la posibilidad de una acción política a partir de
realizar el análisis social desde la perspectiva de la totalidad histórico-social. Implica el conjunto de las
relaciones sociales entre las clases dirigentes y las subalternas, pero también al estado de la
correlación de fuerzas y su articulación con respecto al dominio, la coerción y el consenso. No es
posible comprender la hegemonía sin la lucha política y social.
La hegemonía existe cuando un proyecto politico tiene la suficiente fuerza para plantearse la
dirección politica de las masas; el poder y la dominación se plantean en una sociedad dividida entre
gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos, pero dicho poder no puede realizarse sino como
intento de direccion consciente que busca alterar tal relación.
Gramsci rechaza las críticas puramente economicistas y plantea los problemas que refieren a la
fundación de Estados y de nuevas formas de organización de la producción.
El ejercicio de la hegemonía se articulará siempre entre sociedad política y sociedad civil. Reformula
el concepto de Estado: Estado es no solo el aparato gubernamental, sino tambien el aparato privado
de hegemonía o sociedad civil. Es en el proceso de unidad y de diferencia de la sociedad civil y la
sociedad política en donde se encuentra la totalidad del ejercicio del poder y de la dominación.
Superar la estrategia politica de revolución permanente y sustituirla por la hegemonía, se debe
dejar de buscar la insurrección de las masas bajo la dirección de minorías conscientes en lucha por
la toma del Estado, y en su lugar se deben reunir fuerzas sociales para construir un proyecto político
y ejercer la dirección moral y cultural de la sociedad a partir de él; se debe hacer una construcción
sólida en torno a este proyecto nuevo de sociedad. El Estado moderno es un Estado de masas que
las integra, es la sociedad civil quien le da fuerza e impide su derrumbamiento. Por tanto, el
ejercicio del poder se logra a través de los órdenes institucionales clásicos, pero tambien mediante
consenso sobre los que se imponen determinadas relaciones sociales; el Estado sintetiza este
proceso social donde no hay dictadura pura ni consenso absoluto; la posibilidad de proyecto y la
dirección se fundan como totalidad.
COERCIÓN + CONSENSO: El ejercicio de hegemonía pretende ser una normalidad en la forma del
Estado moderno: todo tipo de organización estatal busca el consenso de las masas. Pero en las formas
del proceso no solo prevalece el elemento de consenso, sino que dependiendo de la lucha pueden
abrirse paso formas coercitivas diversas articuladas con las primeras. La producción de hegemonía se
da a partir de la relación de la sociedad política con el sistema de trincheras que es la sociedad civil,
la dirección política está afincada en la sociedad, la hegemonía legitima la coerción estatal.
DERECHO: esta concepción de Estado como creador de cierto tipo de civilización y de ciudadano,
tiende a hacer desaparecer ciertas costumbres y actitudes y a difundir otras, el derecho es el
instrumento para este fin. Funciona para significar ciertas prácticas como las mejores, permite
consolidar el proyecto de la clase dominante que busca que la apariencia sea vista como la única
realidad posible, extiende las relaciones de poder, dominación y dirección.
PARTIDO: El partido organiza las ideologías germinadas en un proceso de organización/conflicto y las
transforma en una concepción del mundo coherente, que brinda coherencia a los fines económicos y
políticos de un grupo y unidad intelectual y moral a las masas.
“El poder simbólico es ese poder invisible que no puede ejercerse sino con la complicidad de los que
no quieren saber que lo sufren o que lo ejercen.”
Espacio social
Está construido de tal manera que los agentes, los grupos o las instituciones que en él se encuentran
colocados tienen más propiedades en común cuanto más próximos están en ese espacio: las
distancias espaciales coinciden con las distancias sociales. Es posible servirse de las distancias
objetivas de manera de tener las ventajas de la proximidad y las ventajas de la distancia.
Esas relaciones objetivas son las relaciones entre las posiciones ocupadas en las distribuciones de
recurso. Esos poderes sociales son el capital económico, el cultural y el simbólico (forma que revisten
las diferentes especies de capital cuando son percibidas y reconocidas como legítimas). Así, los
agentes son distribuidos en el espacio social según el volumen del capital y la estructura del mismo.
Las disposiciones adquiridas en la posición ocupada implican una adaptación a esta posición
(Goffman-sentido del lugar de uno), que es lo que conduce a las personas a mantenerse en su lugar
modestamente y a las otras a guardar distancias.
La sociologia debe incluir una sociología de la percepción del mundo social, de la construcción de las
visiones del mundo que contribuyen también a la construcción de ese mundo; pero lo debe hacer
teniendo en cuenta que la visión de cada agente tiene del espacio depende de su posición en ese
espacio (agrega a Goffman). Sin duda los agentes tienen una captación activa del mundo y
construyen su propia visión del mundo, pero esta construcción se opera bajo coacciones
estructurales: los habitus, estructuras mentales estructuradas que estructuran la aprehensión del
mundo social, que son producto de la interiorización de las estructuras del mundo social. Por tanto,
la construcción de la realidad social es una empresa individual y colectiva.
El habitus es a la vez un sistema de esquemas de producción de prácticas y un sistema de esquemas
de percepción y apreciación de las prácticas; en ambos casos, sus operaciones expresan la posicion
social en la cual se ha construido. Por tanto, comprender su sentido social implica un sentido del lugar
de uno mismo y un sentido del lugar del otro, implica poseer el mismo código que el otro, el mismo
esquema clasificatorio. A través del habitus tenemos un mundo de sentido común, un mundo social
que parece evidente.
Gramsci – Bourdieu
La hegemonía es explícita (proyecto político) y explícitamente consentida y consensuada.
El poder simbólico es más inconsciente y si bien no es del todo coercitivo y existe cierto
consentimiento, este no es explícito ni es por convencimiento, sino que es porque no se concibe el
mundo de otra manera.
Módulo 3 – De la sociedad del espectáculo al “asesinato” de
la realidad
Consumo como problema sociológico
Poder del consumo en la generación de las prácticas sociales
Consumo de imágenes y signos y el poder que representa un nuevo orden basado en la sustitución de
la autenticidad por las ilusiones
La separación consumada
Las sociedades modernas son inmensas acumulaciones de espectáculos. En la sociedad del
espectáculo se prefiere la imagen a la cosa, la representación a la realidad, la apariencia a la
realidad; lo sagrado es la ilusión.
Se deja de vivir directamente y se vive a través de representaciones: la realidad se aliena como un
mundo aparte y se vuelve objeto de contemplación. Pero esta alienación es una experiencia
entusiasta para los individuos: se reconocen en las imágenes dominantes y se alejan de sus propios
deseos y existencias reales.
Así, el espectáculo se vuelve la vida invertida; es una visión del mundo que se ha objetivado. Se
muestra como una parte de la sociedad y como instrumento de unificación. El espectáculo es una
relación social entre personas mediatizada por imágenes, el espectáculo se hace carne en nuestras
propias relaciones sociales.
Comprendido en su totalidad, es a la vez el resultado y el proyecto del modo de producción existente;
es el corazón del irrealismo de la sociedad real, es la afirmación omnipresente de la elección ya hecha
en la producción y su consumo corolario. La forma y el contenido del espectáculo son la justificación
total de las condiciones y de los fines del sistema existente.
La práctica social a la que se enfrenta el espectáculo autónomo es también la totalidad real que
contiene el espectáculo, pero la escisión en esta totalidad hace aparecer al espectáculo como su
objeto. El lenguaje espectacular está constituido por signos de la producción reinante, que son a la vez
la finalidad última de esta producción.
Espectáculo y prácticas sociales no son opuestos, sino que es un desdoblamiento que se
desdobla a su vez. La realidad objetiva está presente en ambos lados:
– el espectáculo que invierte lo real se produce efectivamente
– la realidad vivida es materialmente invadida por la contemplación del espectáculo, y
reproduce en sí misma el orden espectacular, adhiriéndose a él
La realidad surge en el espectáculo y el espectaculo es real; esta alienación recíproca es la esencia y
el sostén de la sociedad existente. No hay un referente real, sino que todo es espectáculo.
El espectáculo es la afirmación de la apariencia y la afirmación de toda vida humana, y por tanto
social, como simple apariencia; es una negación de la vida que se ha hecho visible. No dice más que
“lo que aparece es bueno, lo que es bueno aparece”, exige una aceptacion pasiva que ya ha obtenido
de hecho por su monopolio de la apariencia, por aparecer como lo único real, por ser “el sol que no se
pone nunca sobre el imperio de la pasividad moderna”, el espectáculo no quiere llegar a nada más
que a sí mismo. El espectáculo es la principal producción de la sociedad actual: es formador de
imágenes-objetos, exponente de la racionalidad del sistema. Es el reflejo fiel de la producción de las
cosas y la objetivación infiel de los productores.
En la sociedad del espectáculo toda realidad individual se ha vuelto dependiente directamente del
poder social. Allí donde el mundo real se cambia en simples imágenes, estas se convierten en seres
reales y en las motivaciones eficientes de un comportamiento hipnótico. El espectáculo es la escisión
consumada en el interior del hombre. Es la pesadilla de la sociedad moderna encadenada que no
expresa más que su deseo de dormir, es el guardián de este sueño. La mercancía es la ilusión
efectivamente real y el espectáculo es su manifestación general.
Aunque el espectáculo, cuya manifestación superficial son los medios de comunicación de masa,
parece invadir la sociedad como simple instrumentación, pero en realidad esta es la que conviene a su
automovimiento total: la escisión generalizada del espectáculo es inseparable del Estado moderno,
es producto de la divisón del trabajo social y órgano de la dominación de clase.
El espectáculo es la conservación de la insconsciencia en medio del cambio práctico de las
condiciones de existencia, es su propio producto y él mismo dispone sus reglas, muestra lo que es:
el poder separado, autonomizado, desarrollándose por sí mismo. El origen del espectáculo es la
pérdida de unidad del mundo: en el espectáculo una parte del mundo se representa ante él mismo y
le es superior, el espectáculo no es más que el lenguaje común de esta separación.
El sistema económico fundado en el aislamiento es una producción circular del aislamiento: el
aislamiento funda la técnica y el proceso técnico aisla a su vez. Todos los bienes seleccionados por el
sistema espectacular son también las armas para el reforzamiento constante de las condiciones de
aislamiento de las muchedumbres solitarias. El espectáculo reproduce sus propios supuestos en
forma cada vez más concreta.
La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado (que es el resultado de su propia
actividad inconsciente) se expresa así: cuanto más contempla menos vive, cuanto más acepta
reconocerse en las imágenes dominantes de la necesidad menos comprende su propia existencia y
su propio deseo. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifiesta en que
sus propios gestos ya no son suyos, sino de otro que lo representa. Por eso el espectador no
encuentra su lugar en ninguna parte: porque el espectáculo está en todas.
ALIENACIÓN: El hombre separado de su producto produce cada vez con mayor potencia todos los
detalles de su mundo, y así se encuentra cada vez más separado del mismo; en la medida en que su
vida es ahora producto suyo, tanto más separado está de su vida.
El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se transforma en imagen.
La mercancía como espectáculo
Fetichismo de la mercancía
La dominación de la sociedad por cosas suprasensibles aunque sensibles que se cumple de modo
absoluto en el espectáculo, donde el mundo sensible se encuentra reemplazado por una selección
de imágenes que existe por encima de él y que a la vez se ha hecho reconocer como lo sensible por
excelencia.
El consumo alienado se convierte para las masas en un deber añadido a la producción alienada,
todo el trabajo vendido de una sociedad se transforma globalmente en mercancía total cuyo ciclo
debe proseguirse, para eso es necesario que esta mercancía total retorne fragmentariamente al
individuo fragmentado, absolutamente separado de las fuerzas productivas que operan como un
conjunto.
El mundo a la vez presente y ausente que el espectáculo hace ver es el mundo de la mercancía
dominando todo lo que es vivido. El espectáculo señala el momento en que la mercancía ha
alcanzado la ocupación total de la vida social; la relación con la mercancia es lo único visible: el
mundo que se ve es su mundo.
En la sociedad del espectáculo productora de ilusiones, el consumidor real se convierte en
consumidor de ilusiones, la mercancía es esta ilusión efectivamente real hecha imágenes, y el
espectáculo su manifestación general.
El ocio
El ocio es el consumo de tiempo improductivo, es una prestación social obligatoria, es el momento de
una producción del valor, de una producción estatutaria de la que el individuo social no está en
libertad de sustraerse a ella. Lo que se reivindica por medio del tiempo libre es la inutilidad de su
tiempo, se demuestra el excedente de tiempo como riqueza, el tiempo social es dimensión de la
salvación social.
La moda
La moda es lo más inexplicable que existe: esta coacción de innovación de signos, esta producción
continua de sentidos aparentemente arbitraria, esta pulsión de sentidos y el misterio lógico de su
ciclo, constituyen la esencia de los sociológico. Los procesos lógicos de la moda deben ser ampliados a
la dimensión de toda la cultura, a toda la producción social de signos de valores y de relaciones.
Construye lo bello sobre la base de una negación radical de la belleza, sobre la base de una
equivalencia lógica de lo bello y de lo feo; legitima lo irracional según una lógica más profunda que la
de la racionalidad.
Disneylandia es un modelo perfecto de todos los órdenes de simulacros entremezclados: lo que atrae
a las multitudes es el microcosmos social, la perfecta escenificación de los propios placeres y
contrariedades, la miniaturización del american way of life, la trasposición idealizada de una realidad
contradictoria. Pero esto oculta que Disneylandia existe para ocultar que el país real, todo EEUU, es
una Disneylandia: pertenece al orden de lo hiperreal y de la simulación. Oculta que la realidad ya no
es la realidad, por tanto intenta salvar el principio de realidad, es un mecanismo de disuasión que
muestra que lo real y lo imaginario perecen de la misma muerte.
La realidad nunca es otra cosa que un mundo jerárquicamente escenificado, objetivado según las
reglas de la profundidad, y revelándonos que la realidad es un principio bajo cuya observancia se
regulan toda la pintura, la escultura de la época, pero no es más que un simulacro al que pone fin la
hipersimulación experimental del engaño visual.
Solo mediante la simulación de un campo de perspectiva restringido, convencional, en el que las
premisas y las consecuencias de un acto o de un suceso sean calculables, puede mantenerse cierta
verosimilitud política.
Pero estamos inmersos en una lógica de la simulación que ya no tiene nada que ver con la lógica de
los hechos, que precede todos los modelos, que ya no tiene referente real.
La imposibilidad de escenificar la ilusión, es del mismo tipo que la imposibilidad de rescatar un nivel
abolusto de realidad: la ilusión ya no es posible porque la realidad tampoco lo es, en su lugar existe
solo la HIPERSIMULACIÓN.
Dentro de esta imposibilidad de aislar el proceso de simulación se constata el peso de un orden que
solo en el seno de lo real puede funcionar. Es ahí, en la ausencia de lo real, donde existe la
simulación.
La única arma absoluta del poder consiste en impregnarlo todo de referentes, en salvar lo real, en
persuadirnos de la realidad de lo social, de la gravedad de la economía y de las finalidades de la
producción. La hiperrealidad y la simulación disuaden de todo principio y de todo fin y vuelven contra
el poder mismo la disuasión que él ha utilizado.
El capital es quien primero se alimentó de la desestructuración de todo referente, asentanDo una ley
radical de equivalencias y de intercambios; fue quien liquidó el principio de realidad con la
exterminación de toda equivalencia real de la producción y de la riqueza. Esta lógica misma es la que,
al radicalizarse, liquida hoy el poder, que intenta salvarse secretando realidad a toda costa para
fundamentar su poder; pero no logra más que multiplicar sus signos y acelerar el papel de la
simulación. Lo que la sociedad busca al continuar produciendo, y superproduciendo, es resucitar lo
real que se le escapa; por eso la producción material se convierte hoy en hiperreal; el poder no está
ahí más que para ocultar que ya no existe poder: expurgado de la dimensión política, depende,
como cualquier otra mercancía, de la producción y el consumo masi vo. El poder implosiona, y así
desaparece. Las cosas continúan como si no hubiera pasado nada, pero todo ha cambiado de
sentido.
La ideología es una malversación de la realidad mediante los signos, la simulación es un
cortocircuito de la realidad y su reduplicación a través de los signos.
Ha habido un giro del dispositivo panóptico de vigilancia hacia un sistema de disuasión donde está
abolida la distinción entre lo pasivo y lo activo: uno no es sumiso al modelo, uno es el modelo; en
esta socialización hiperrealista lo real se confunde con el modelo.
Es preciso pensar los MEDIOS MASIVOS como si fueran una especie de código genético que conduce
a la mutación de lo real en hiperreal. La implosión del sentido da comienzo a la simulación, a la
penetración recíproca de los dos polos, ya no hay realidad por un lado y manipulación por el otro,
nada separa un polo del otro, se da una especie de aplastamiento recíproco.
Masas cómplices
Baudrillard concibe a las masas como cómplices: todo el mundo es cómplice, en especial los medios
masivos, de mantener la ilusión de la posibilidad de ciertos hechos, de la realidad de las opciones,
de una finalidad histórica, de la objetividad de los hechos. Todo el mundo es cómplice de salvar el
principio de realidad.
Es la propia masa la que pone fin a la cultura de masas, interpreta el papel de agente catastrófico: se
la invita a simular pero en vez de ser pasiva se vuelve activa, participa y manipula tan bien que
borra todo el sentido que se quería dar a la operación. De este modo, una especie de parodia, de
hipersimulación en respuesta a la simulación cultural, transforma a las masas, que no debían ser
más que el ganado de la cultura, en el agente exterminador de esta cultura. Por tanto, las masas no
solo son cómplices de modo pasivo, sino que hacen algo mejor, se vuelven agentes activos del
asesinato de la realidad, participan en la simulación operativa de la vida social.
En el mundo civilizado la construcción de stocks de objetos ha llevado el proceso complementario
de los stocks de hombres: esto es la producción de masa como producto final de toda actividad
social, masa que se quiere hacer creer que es lo social pero que en realidad es la implosión de lo
social. La masa es la esfera cada vez mas densa donde implosiona todo lo social y es devorado en un
proceso de simulación ininterrumpido. Las masas obedecen al imperativo de la disuasión: se les da
un objeto que consumir, una cultura que devorar, un edificio que manipular; al desafío de
incorporación masiva a una cultura esterilizada, la masa responde con una irrupción destructora
que se prolonga con una manipulación brutal. Así, responde en los términos en los que es solicitada
pero llevándolos al límite: responde a la simulacion en que se la encierra con una hipersimulación
destructora; las masas quedan implicadas en un proceso de manipular/ser manipuladas.
El secreto del orden social es que la responsabilidad, el control, la censura y la autodisuasión siempre
crecen más rapido que las fuerzas o las armas de que se dispone. Así, todo el mito de la huelga
general y revolucionaria se derrumba en el momento en que se dan las condiciones necesarias para
ella, precisamente porque se dan las condiciones necesarias para ella: en esto consiste el proceso de
disuasión.
El único proyecto perceptible es el de una explosión hacia el interior; esta saturación de un sistema
con sus propias fuerzas ya neutralizadas solo puede llevar a una implosión en la que todas estas
energías se abolirían en un proceso catastrófico, en una reversión de todo el ciclo hacia el punto
mínimo.
Mayo del 68 fue el primer episodio implosivo, fue la primera reacción violenta contra la saturación de
lo social, fue un desafío a la hegemonía de lo social.
Alonso - “Las políticas del consumo: transformaciones en el
proceso de trabajo y fragmentación de los estilos de vida”
En las sociedades contemporáneas, las prácticas de consumo ocupan el eje fundamental del proceso
de articulación entre la producción y la reproducción social.
El consumo es un hecho social total:
– realidad objetiva y material
– producción simbólica: depende de los sentidos y valores que los grupos sociales dan a los
objetos y las actividades de consumo. En él se crean y estructuran gran parte de nuestras
identidades y formas de expresión relacionales, es un campo de luchas por la significación de
los sujetos sociales. Su dimensión política es como espacio de lucha desigual por la distribución
del excedente y el sentido.
El consumo es un uso social: es una forma concreta, desigual y conflictiva de apropiación material y
utilización del sentido de los objetos y los signos que se producen en un campo social, por parte de
grupos sociales con capitales distintos y desde posiciones sociales determinadas por el proceso de
trabajo.
El modo de vida que una sociedad posee no es el resultado mecánico de un proceso lineal y
continuo que sigue los dictados de una abstracta modernización, sino que su evolución está
presidida por una interna y conflictiva relación con el proceso de producción y distribución del
excedente económico. Se relaciona con los sistemas económicos de acumulación, pero tambien con
las prácticas reales de los sujetos.
Alonso – Baudrillard
Alonso ve aún un escape, Baudrillard es más apocalíptico.
Margulis - “Ideología, fetichismo de la mercancía y reificación”
Ideología y fetichismo de la mercancía
El tema del fetichismo en Marx pone de manifiesto la vigencia de formas de decodificación
engañosa, y la importancia de tales espejismos para el desarrollo y la reproducción del sistema
capitalista. Este proceso configura el fenómeno ideológico central del sistema capitalista, algo que
está en el fondo de su dinámica y que permite su autorreproducción y autolegitimación.
La palabra fetichismo remite a un hechizo, a la idea de un dios oculto en la intimidad de la mercancía.
La generalización del intercambio de mercancías torna invisible el carácter relacional que da origen al
valor. El valor aparece como una cualidad intrínseca de la mercancía y no como lo que es: una
cualidad relacional, básicamente social, que surge del interjuego del sistema.
El eje de ese proceso reside en la mercancía y en su representante y máximo fetiche: el dinero.
La base de la ilusión radica en el doble carácter de la mercancia: valor de uso/valor de cambio, que
es homólogo a los pares cualidad/cantidad y concreto/abstracto. En los imaginarios que impregnan
la cultura del capitalismo predominan los rasgos abstractos sobre los concretos, la cantidad sobre la
cualidad; con el desarrollo del sistema capitalista, todo tiende a convertirse en mercancía y
adquiere presencia dominante en la vida social el valor monetario. Con ello se ataca la diferencia,
impera una igualdad abstracta: el dinero es la superación de toda diferencia cualitativa, todo es
homogéneo, igualable y susceptible de ser valorado en términos de dinero.
Transformarse en mercancía implica un proceso de empobrecimiento de los significados: los bienes
se igualan en tanto que dejan de apreciarse sus diferencias.
La reificación
Reificación o cosificación señala que el carácter de fetiche de la mercancía tiene consecuencias
ideológicas que influyen sobre la vida de las sociedades en que impera el modo capitalista de
producción, en las que las formas mercantiles se han generalizado penetrando todas las
manifestaciones vitales e incluyendo al trabajador, para quien su propia fuerza de trabajo adquiere
la forma de una mercancía que le pertenece. Es un fenómeno fundamental de la sociedad
capitalista: la transformación de las relaciones humanas cualitativas en atributo cuantitativo de las
cosas inertes.
La reificación es un mecanismo ideológico que afecta las significaciones, aumentando su opacidad y
ejerciendo un efecto deformador y engañoso sobre la discursividad social. El peso de la reificación se
advierte fuertemente en el crecimiento de la burocracia.
Abarca gran variedad de aspectos de la vida moderna, es consecuencia de la extensión del ámbito
de la mercancía y casi nada le escapa. Todo se vuelve mercancía e incide en los procesos de
significación.
Los efluvios de la mercancía colonizan fenómenos sociales que, en principio, se le oponen:
racionaliza lo disruptivo, lo alternativo se vuelve funcional, se vuelve mercancía (Che).
El dinero es el signo dominante en los procesos ideológicos y en las ilusiones que derivan del mundo
de las mercancías; es tiempo: el tiempo de trabajo abstracto socialmente necesario para producirlas.
Como signo y como cultura, el dinero funciona como un imaginario radical, como un fantasma que
todo lo envuelve, una potencia de adquisición infinita. Es cada vez más abstracto, menos ligado a sus
referentes materiales; es un símbolo, un hecho cultural. Como otros signos, ingresa en la
hiperrealidad y ya no se sabe cuál es el signo cuál es el referente, el mapa se confunde con el
territorio. (Baudrillard) La economía y las finanzas conforman cada vez más un sistema cosificado que
se desentiende de las personas.
Ideología
Ideología es un nivel de significación presente en los discursos, que puede ser puesto de manifiesto
mediante un análisis crítico del mismo. Es una cualidad de la cultura, algo que se observa en el
plano discursivo, en los discursos de distinta índole y en las diferentes manifestaciones significantes.
Las formas ideológicas se constituyen y arraigan en los procesos de producción social del sentido.
El concepto ideología es necesario para dar cuenta de aquellas manifestaciones significantes,
contenidas en las distintas formas de discurso social, que tienden a obstaculizar el conocimiento,
que deforman, opacan, velan, simplifican o ayudan a la construcción de significaciones engañosas
que contribuyen a la aceptación de las formas de poder y dominación y debilitan la percepción de
las desigualdades o injusticias.
Por tanto, ideología son las huellas en la cultura, o sea en los códigos y en las significaciones
sociales, dejadas por las luchas por la hegemonía. Los contenidos ideológicos tienden a oscurecer
las contradicciones con el interés general que están presentes en los dicursos que apuntan a
legitimar el orden dominante. Muchas veces se va constituyendo así el el sentido común que
naturaliza las organizaciones del sentido que consolidan un orden social injusto. Los contenidos
ideológicos son útiles para los sectores dominantes porque sustituyen el uso de la fuerza para
economizar represión.