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Líquido cefalorraquídeo

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El líquido cefalorraquídeo, conocido como LCR, es un líquido de color transparente, que


baña el encéfalo y la médula espinal. Circula por el espacio subaracnoideo, los ventrículos
cerebrales y el canal medular central sumando un volumen entre 100 y 150 ml en
condiciones normales.

El líquido cefalorraquídeo puede enturbiarse por la presencia de leucocitos o la presencia


de pigmentos biliares. Numerosas enfermedades alteran su composición y su estudio es
importante y con frecuencia determinante en las infecciones meníngeas, carcinomatosis y
hemorragias. También es útil en el estudio de las enfermedades desmielinizantes del
sistema nervioso central o periférico.

Contenido
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 1 Función del LCR


 2 Formación del LCR
 3 Circulación del LCR
 4 Obtención de LCR
 5 Referencias

[editar] Función del LCR


El líquido cefalorraquídeo tiene 3 funciones vitales muy importantes:

1. Mantener flotante el encéfalo, actuando como colchón o amortiguador, dentro de la


sólida bóveda craneal. Por lo tanto, un golpe en la cabeza moviliza en forma
simultánea todo el encéfalo, lo que hace que ninguna porción de éste sea
contorsionada momentáneamente por el golpe.
2. Sirve de vehículo para transportar los nutrientes al cerebro y eliminar los desechos.
3. Fluir entre el cráneo y la médula espinal para compensar los cambios en el volumen
de sangre intracraneal (la cantidad de sangre dentro del cerebro), manteniendo una
presión constante.

[editar] Formación del LCR


El LCR es producido en un 70% en los plexos coroideos de los cuatro ventrículos
cerebrales, sobre todo los laterales y 30% en el epéndimo a razón de 0.35 ml/minuto ó 500
ml/día. Un adulto tiene 150 ml de éste y se renueva cada 3 ó 4 horas.

La eliminación del líquido cefalorraquídeo se lleva a cabo a través de las vellosidades


aracnoideas, proyección de las células de la aracnoides sobre los senos vasculares que
alberga la duramadre. Estos senos desembocarán directamente en el torrente sanguíneo. En
la región más anterior del cerebro está el espacio subaracnoideo de los lóbulos olfatorios,
que se continúa con un espacio alrededor de los nervios olfatorios (por lo tanto, queda muy
cerca de la mucosa olfatoria y del espacio aéreo de la nariz). Desde esta región pasa a los
ganglios linfáticos.

El fluido cerebroespinal está compuesto por: sodio, potasio, calcio, cloro, sales inorgánicas
(fosfatos) y componentes orgánicos (glucosa).

[editar] Circulación del LCR


La circulación del líquido cefalorraquídeo comienza en los ventrículos laterales, continúa
hacia el tercer ventrículo por el agujeros de Monro (agujeros interventriculares) y luego
transcurre por el acueducto cerebral (acueducto de Silvio) (acueducto del mesensefalo)
hasta el cuarto ventrículo. Desde allí fluye, a través de un conjunto de orificios, uno central
(agujero de Magendie) y dos laterales (agujeros de Luschka), que ingresan en la cisterna
magna, un gran depósito de líquido ubicado por detrás del bulbo raquídeo y por debajo del
cerebelo.

Todas las superficies ependimarias de los ventrículos y las membranas aracnoideas secretan
cantidades adicionales de líquido y una pequeña cantidad proviene del propio encéfalo, a
través de los espacios perivasculares que rodean los vasos sanguíneos que ingresan en el
encéfalo.

La cisterna magna se continúa con el espacio subaracnoideo que rodea todo el encéfalo y la
médula espinal. Luego, casi todo el líquido cefalorraquídeo fluye a través de este espacio
hacia el cerebro. Desde los espacios subaracnoideos cerebrales, el líquido fluye en las
múltiples vellosidades o granulaciones aracnoideas que se proyectan en el gran seno venoso
sagital y otros senos venosos. Por último, se vacía en la sangre venosa a través de las
superficies de las vellosidades.

[editar] Obtención de LCR


Se puede obtener, por punción lumbar, por punción cisternal, o por punción ventricular. La
obtención de este líquido es importante debido a que es un importante elemento de
diagnóstico de enfermedades neurológicas, como pueden ser los síndromes meníngeos, las
hemorragias subaracnoideas, los tumores cerebro-espinales, etc. Para la punción lumbar se
utiliza una aguja de aproximadamente 10 cm. con mandril. El paciente puede estar sentado
o acostado.Recordando que la médula espinal termina en los niveles L1-L2, (para no poner
en riesgo un daño en la misma, optando por ello el acceso al liquido del fílum terminal, que
reviste el canal ependimario, con líqudo cefalorraquídeo), la punción se realiza entre la
cuarta y la quinta vertebras lumbares, y tan solo se espera a que comience a gotear este
líquido. Además, mientras el paciente se encuentra punzado, es posible medir la presión de
este líquido con la utilización de un manómetro. Para la punción cisternal, lo único que
debe cambiarse es la posición del paciente, el cual sí debe estar sentado, y además con
hiperflexión cervical, ya que la aguja se introduce en el espacio occipito-atloideo. Varía de
acuerdo donde se coloque el sistema de medición (anatomía); a la posición del paciente al
momento del registro y a la edad.

La presión normal depende de la posición del paciente durante su toma así como la edad.
Tomando como base descriptiva a la punción lumbar damos como ejemplo:

Posición sentada:

 Recién nacido = 1,5 - 8 cm de agua.


 Menor de 6 años = 4 - 8 cm de agua.
 Adulto = 18 - 25 cm de agua.
 Cisterna Magna = 0 - 12 cm de agua incluso negativa.
 Ventrículos = - 5 a 8 cm de agua.

Decúbito lateral (tendido a un costado):

 Adulto = 6 - 18 cm de agua
CAPITULO
LIQUIDO

CEFALORRAQUIDEO 4
1. CARACTERISTICAS FISICAS
1.1. Aspecto
Transparente, límpido y cristalino, aunque en los procesos crónicos, como
en algunas meningitis tuberculosas, poliomielitis y encefalitis, puede parecer ligeramente
opalino. En las meningitis purulentas es turbio.
1.2. Color
Es incoloro. Pueden presentarse las siguientes situaciones patológicas:
a) Hemorrágico, que no se debe confundir con la hemorragia que en ocasiones
causa la propia punción (generalmente el tinte hemático va disminuyendo
conforme sale el líquido y la centrifugación lo elimina por completo al decantarse
los hematíes).
b) Xantocrómico, que consiste en un color amarillo procedente de la hemoglobina
en procesos hemorrágicos. Aparece excepcionalmente en las ictericias (bilirrubinorraquia).
Por último, en el síndrome de Froin (véase proteínas) se muestra
una xantocromía típica por bloqueo espinal (compresión medular tumoral).
1.3. Presión
Los valores normales oscilan entre 100 y 200 y entre 200 y 250 mm de H2O
para las posiciones en decúbito y sentado, respectivamente. En niños pequeños
son menores y en recién nacidos pueden ser incluso subatmosféricas.
Las causas de hipertensión más frecuentes son: meningitis, hemorragia subaracnoidea,
tumores cerebrales, encefalitis y edemas cerebrales.
La hipotensión del LCR se halla presente en casos de síndrome de Froin,
deshidratación, shock, algunas infecciones crónicas degenerativas nerviosas y
traumatismos craneales con pérdida de LCR..
CAPITULO 4: LIQUIDO CEFALORRAQUIDEO 161
Prof. José María Ladero Quesada
2. CARACTERISTICAS QUIMICAS
2.1. Cloruros
Los valores normales se encuentran entre los 700-750 mg/dl (116-127
mEq/l). Aumentan en casos de hipercloremia. Las hipoclorurorraquias ocurren en
las hipocloremias y en las meningitis tuberculosas (<500 mg/dl) y purulentas.
2.2. Glucosa
Su cifra normal es de 40 a 70 mg/dl en el adulto y de 60 a 80 mg/dl en el niño.
Siempre hay que compararla con el nivel de glucemia, ya que la glucorraquia normal
es del 60 al 70% de la glucemia medida simultáneamente y en ayunas. La
hiperglucorraquia carece de significado patológico. La hipoglucorraquia (< 40
mg/dl) indica consumo excesivo de glucosa por elementos celulares en el LCR.
La glucorraquia tiene valor diagnóstico diferencial en las meningitis de
líquido claro. Baja en las de etiología bacteriana y fúngica y normal en la de etiología
viral.
2.3. Proteínas
Su concentración es menor que en el suero. Los valores normales están comprendidos
entre 20 y 45 mg/dl.
El proteinograma normal en el LCR es muy similar al plasmático:
— Prealbúmina (2,3-6,9%)
— Albúmina (52,8-73%)
— Alfa-1 (3,7-8,1%)
— Alfa-2 (4,2-8,8%)
— Beta (7,3-14,5%)
— Gamma (3,0-9,0%)
La elevación de la albúmina y de las globulinas suele ser paralela a la elevación
del número de células, pero algunas veces no ocurre así; es lo que se llama
disociación albumino-citológica, que puede tener un alto valor diagnóstico.
Los procedimientos turbidimétricos son los que normalmente se utilizan
para cuantificar las proteínas espectrofotométricamente
El aumento de proteínas en LCR es un dato poco específico, ya que aparece en
numerosos procesos inflamatorios, infecciosos, neoplásicos, etc. La disociación albúmino-
citológica consiste en un aumento desproporcionado de las proteínas en relación con las células. Es propio de
situaciones de bloqueo del flujo del LCR a lo largo
del conducto espinal por tumores, procesos inflamatorios, etc. Se da también en el síndrome
de Guillain-Barré. Su grado máximo es el denominado síndrome de Froin en
el que la elevada concentración de proteínas da al líquido un color amarillento.
Por el contrario, en procesos inflamatorios meníngeos sin bloqueo de LCR
suele predominar el aumento de células sobre el de proteínas.
En la actualidad es posible medir fracciones y subfracciones proteícas en
LCR, lo que tiene gran valor diagnóstico en diversas enfermedades. Es el caso de
la proteína básica de mielina (normal por debajo de 4 g/l) y de múltiples antígenos
microbianos para los que existen técnicas de detección rápida que permiten
tomar decisiones terapéuticas inmediatas en enfermos con meningitis purulentas.
En enfermos con infección por VIH la -2 microglobulina se eleva si existe
complejo demencia-SIDA, aunque pierde especificidad porque también lo hace
en infecciones oportunistas, que han de ser descartadas.
Las gammaglobulinas difunden pasivamente desde la sangre y no son producidas
en el espacio intratecal. En algunas enfermedades hay un aumento específico
de IgG, como ocurre en algunas meningitis crónicas, infecciones por virus
lentos y enfermedades desmielinizantes, lo que sugiere una producción local. La
forma de calcular este incremento tomando como base los valores habituales del
laboratorio se basa en la siguiente fórmula
IgG del LCR (mg/dl) x albúmina sérica (g/dl)
Indice IgG =
IgG del suero (g/dl) x albúmina del LCR (mg/dl)
Normalmente esta IgG forma una banda única mediante técnicas de isoelectroenfoque,
pero en las esclerosis múltiples es frecuente que se diferencien dos o
más bandas, denominadas bandas oligoclonales, que además no están presentes en
el suero. Este hallazgo no es específico de la esclerosis múltiple, pero su ausencia
debe hacer plantearse otras posibilidades diagnósticas.
2.4. Enzimas
— Creatincinasa (CK). El valor medio es inferior a 4 U/l. Se eleva en
lesiones cerebrales isquémicas.
— Adenosín-desaminasa (ADA). Los valores normales están alrededor de
0,4 U/l. Aumenta de forma característica en la meningitis tuberculosa,
pero también en infiltración por linfomas
CAPITULO 4
— Lactato-deshidrogenasa (LDH). Sus niveles normales son un 10% de la
concentración sérica. Aumenta en traumatismos cerebrales, afecciones
degenerativas, convulsiones, meningoencefalitis y tumores. Existen
varias isoenzimas de la LDH. La LDH4 y la LDH5 están muy elevadas
en las meningitis meningocócicas, pero cuando aparecen la LDH1 y la
LDH2 constituye indicación de que hay afección de la corteza cerebral.
— Lisozima: Su aumento es habitual en las meningitis bacterianas agudas.
3. CELULAS
En adultos el número debe ser inferior a 5/mm3 (l), correspondiendo a los
linfocitos un 60-70 %, a los monocitos un 30-50 % y a los neutrófilos un 1-3 %.
El significado de un recuento entre 5 y 10 células es dudoso, pero por encima de
10 células es inequívocamente patológico. En niños las cifras de leucocitos
aumentan hasta 20-30/mm3, sobre todo en los menores de un año.
La pleocitosis con 100-500/mm3 o más células se manifiesta en las meningitis
supuradas (predominio polinuclear), linfocitarias y tuberculosa grave (predominio
linfocitario) y en la ruptura de abscesos cerebrales. La pleocitosis ligera
(10-30/mm3) y moderada (30-100/mm3) con predominio linfocitario se presenta
también en procesos crónicos: abscesos cerebrales y, a veces, en la esclerosis múltiple
y la neurosífilis. Asimismo existe una pleocitosis en la encefalitis por herpes
zoster y en tumores cerebrales y medulares. Las meningitis asépticas, como la
recurrente de Mollaret, la secundaria a sarcoidosis o la del lupus eritematoso diseminado
suelen cursar con pleocitosis linfocitaria. La pleocitosis eosinófila se debe
a parasitosis como la cisticercosis cerebral. En ciertos tumores pueden encontrarse
células tumorales.
En la Tabla 4.1 se resumen los principales rasgos diagnósticos de los distintos
tipos de meningitis.
164 PRIMERA PARTE: PRUEBAS DE LABORATORIO Y FUNCIONALES
CAPITULO 4

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