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ALGUNOS MITOS SOBRE EL AUTISMO

1- Mito: Son personas incapaces de sentir o de expresar afecto


Realidad: Las personas con autismo sienten, ríen, lloran, se enfadan, acarician, dan besos, quieren jugar…
A veces, debido a su forma de pensamiento distinto y a los problemas sensoriales, les cuesta un poco más
expresarlo. Pero aquí estamos los padres, los familiares, los amigos, los educadores, los terapeutas… Un
equipo magnífico que les enseñamos a canalizar las emociones, a expresarlas, a compartirlas. Uf, la sonrisa
de mi hijo, cómo me dice “mamá te quiero mucho”, cómo va en busca de otros niños para jugar con ellos,
cómo se entristece cuando alguien grita…

2- Mito: Las personas con autismo son no verbales, nunca hablarán o no pueden hablar aunque quisieran.
Realidad: Muchos niños con autismo hablan y mejoran sus habilidades verbales a través de intervenciones
como la terapia del habla y lenguaje. Además, hablar es solo una manera de comunicación. Con identificación
y una intervención temprana, los niños que no hablan pueden desarrollar otras maneras de comunicación
funcionarias. Ellos pueden suplementar su falta de habilidades verbales o reducción de estas con fotos,
aparatos de comunicación alternativa o aumentativa, ordenadores y/o con el lenguaje de señas.

3- Mito: La recuperación es muy escasa


Realidad: Hoy en día, los avances se producen siempre y, muchas veces, a pasos de gigante. Con una
estimulación adecuada, cuando más intensa mejor, teniendo siempre las metas muy claras y procurando la
interacción y un ambiente divertido nuestros hijos evolucionan hacia metas impensables hace unos años.

4- Mito: Todos los niños con autismo son “genios,” tienen un talento o son muy inteligentes.
Realidad: Los niños con autismo pueden tener varios resultados en sus rangos de CI. Algunos niños con
autismo pueden exhibir habilidades extraordinarias como el recuerdo de un amplio rango de fechas y eventos,
la suma de números grandes sin el uso de una calculadora, o tocando la música clásica de Bach y Beethoven
en el piano a la edad de tres años (Sicile-Kira, 2004). Sin embargo, estos mismos niños pueden tener
dificultades con cambios, rutinas nuevas, o al mantener una conversación. Como otras personas, niños con
autismo tienen sus fortalezas y sus debilidades.

5- Mito: Todos los niños con autismo tienen problemas de aprendizaje


Realidad: El autismo se manifiesta de formas distintas según la persona. Los síntomas del trastorno pueden
variar considerablemente y, aunque algunos niños tienen graves problemas de aprendizaje, otros son muy
inteligentes y pueden arreglárselas muy bien con material de aprendizaje difícil.

6- Mito: No se da más de un caso de autismo en una misma familia.


Realidad: Aunque no se conoce la causa exacta del autismo, existen indicadores claros de que hay factores
genéticos implicados. Los estudios han revelado que el autismo puede afectar a gemelos idénticos o que los
hermanos de un niño con autismo tienen un mayor riesgo de tenerlo.

7- Mito: El autismo se debe a la vacunación infantil.


Realidad: Entre 2000 y 2001, tres revisiones de expertos concluyeron de forma unánime que los datos
disponibles en el momento de publicación de esa afirmación no sustentan esa asociación. Un estudio a gran
escala realizado en 2002 tampoco detectó ninguna asociación.

8- Mito: No hay causa genética en el autismo


Realidad: Hoy en día cobra cada vez más fuerza que los factores genéticos juegan un papel muy importante.
Está claro que el autismo puede ser hereditario. Los estudios demuestran que en el caso de gemelos en la
misma bolsa, la posibilidad de que uno tenga autismo si el otro lo tiene supera el 90%. Y hay un 20% más de
posibilidad de tener un segundo hijo con autismo que en familias donde no existe el trastorno.

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