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El concepto apareció en Francia hacia 1770, en el seno del movimiento político que condujo
a la Declaración De Los Derechos Del Hombre Y Del Ciudadano de 1789, y más tarde
alcanzó especial relieve en países como Alemania donde, bajo el manto de los
Grundrechte (en alemán: derechos fundamentales), se articuló el sistema de relaciones que
median entre el individuo y el Estado.
Ni los griegos, ni los romanos, concebían un área de autonomía del individuo frente al
Estado; para ambos no existía la libertad individual fuera de la libertad de la ciudad.
Particularmente en Grecia la libertad subjetiva se realizaba en unidad espontánea con el fin
universal. Sin embargo, esta afirmación general debe ser matizada, tanto por lo que se
refiere a Grecia como a Roma. En Grecia ya los estóicos y el pensamiento sofista entendía
la idea de igualdad como natural a los hombres, es en la tragedia «Antígona» donde Sófocles
nos habla de la necesidad de respetar leyes no escritas superiores a las del Estado. En Roma,
la aportación más importante, aunque mediata e indirecta, es el nivel técnico que alcanzaron
los romanos en la defensa del interés individual en el Derecho Privado, avance que sienta
las bases para un reconocimiento de los derechos en el área pública.
Por otra parte toda la existencia del hombre era, esencialmente, política, es decir,
comunitaria. La comunidad -el grupo histórico- se imponía al individuo con una fuerte
presión social y con un control en el que los elementos prohibitivos y sancionadores no
estaban, como están hoy, suficientemente diferenciados
Sin embargo puede afirmarse que hay algunos datos que permiten afirmar el comienzo,
aún en grado muy incipiente, del reconocimiento de la dignidad de la persona humana:
Para hablar sobre sus orígenes, corresponde hacer referencia a su origen iusfilosófico,
desde el pensamiento presocrático para llegar hasta nuestros días.
La importancia de las ideas acerca del derecho, la justicia, el Estado entre los antiguos
griegos radica en que en su tiempo los veían en su conexión orgánica con la totalidad de
su cultura como unidades cohesionadoras del ser natural y social en el cual cabían todos
los entes. El ser omniabarcante se regía por una «justicia cósmica» inspirada en la ley
jurídica de la polis. Cualquier ente era justo cuando su existencia no interfería con el
orden al cual pertenecía.
1.1.3 Platón
Platón afirma que la justicia es la virtud por excelencia tanto del alma humana como de
la polis, pero se trata de una justicia que no puede ser igualitaria.
1.1.4 Aristóteles
Para los escépticos, la justicia y el derecho carecen de valor ecuménico porque dependen
de las costumbres locales de los pueblos. “Lo que es justo para unos, para otros es
injusto”.
1.1.6 Roma
Se guiaron por la filosofía helenística. Destacó Cicerón, quien definió a la justicia como
“virtud total”, “disposición del espíritu, que respetando la utilidad común, atribuye a cada
uno su valor”, calificándola como “única, señora y reina de todas las virtudes”.
Cicerón tiene una concepción grandiosa de la comunidad universal de estirpe estoica, que
admite el derecho de los extranjeros, el llamado derecho de gentes común para todos los
seres humanos, antecedente valioso en la formulación de los derechos humanos.
1.1.7 El cristianismo
De la misma forma que en la antigüedad, en esta época primaron los derechos conferidos
a determinados grupos sociales o clases privilegiadas, es decir, derechos estamentales; se
disfrutaban en función del estamento o la corporación de los que se formaba parte. Lo
que nos permite enmarcar a los derechos humanos durante la Edad Media son una serie
de características que encontramos como denominador común en los textos jurídicos-
normativos medievales. Los derechos estamentales eran los que se garantizaban en la
mayoría de los territorios europeos y estos respondían a la estructura de regímenes
estamentales. Estos derechos buscaban hasta cierto punto, limitar el poder monárquico,
aunque tenían un carácter oligárquico, esto es que desde sus orígenes eran pactados entre
la nobleza y los hombres considerados libres. Es importante mencionar que durante este
periodo se dio un paso importante en la consecución de derechos colectivos; no obstante,
estos derechos no se entendían como inherentes a la condición humana sino como
garantías concedidas por el soberano. Los orígenes de los derechos humanos se pueden
rastrear en los distintos continentes, culturas y épocas. Estos orígenes también se
encuentran en las culturas precolombinas. Al fin de este periodo, durante la época del
renacimiento, en que florecieron las artes y el pensamiento, se dio el encuentro de las
culturas occidentales y americanas, con las cargas de explotación y dominio para estas
últimas.
1.3 Edad Moderna
El modelo inglés.
El modelo francés.
El modelo de las colonias inglesas de América del Norte.
Para estos autores los tres modelos mencionados son el resultado de otros dos modelos
de aparición del Estado en Europa: el insular (inglés) y el continental (francés).
Los modelos históricos de aparición del Estado moderno son identificables porque
describen un proceso de aparición de un poder absoluto que hegemoniza la actividad
coactiva y represora, terminando con los estamentos medievales y el poder eclesial. Pero
ambos procesos se diferencian en que mientras el proceso en Inglaterra se caracteriza por
una evolución gradual y continuísta, el proceso en Francia implica
una revolución violenta y rupturista. Además, mientras en el inglés, el poder se centra en
el Parlamento y se expresa en el Common law, en el francés se propone una división de
poderes, una constitución escrita y una declaración solemne de derechos del hombre.
En las colonias inglesas de América del Norte, los indios y negros no estaban amparados
por las declaraciones de derechos naturales de los "nacidos ingleses" (sic). Por cuanto,
desde el comienzo, estas declaraciones sólo pudieron ponerse en práctica con una
constante apelación a la violencia o coacción armada contra quienes resultaban
desfavorecidos en tales circunstancias. Consideramos, en consecuencia, que el belicismo
es un tercer elemento común a los tres modelos propuestos.
Por consiguiente, es de gran interés para la historia de los derechos humanos la fuerte
corriente doctrinal que, en el siglo XVI, se produce a partir de la llegada de los españoles
a América, a propósito de la legitimidad de la conquista y del trato que aquellos deben
dar a los indígenas.
Dos autores son imprescindibles, uno es Francisco de Vitoria, fundador del moderno
Derecho internacional y el otro es el Padre Fray Bartolomé de Las Casas, defensor de los
derechos de los indios.
Incluso algún autor, como Luciano Pereña, basándose en la gran riqueza de contenido de
los textos lascasianos y en la actualidad de su pensamiento, ha elaborado, a partir
fundamentalmente de los textos de la obra De Regia Potestate, una Carta de Derechos y
Deberes del ciudadano. En ella aparecen, junto con los hoy denominados derechos
civiles y políticos, derechos que aún hoy pugnan por tener un reconocimiento y garantía
plena en las legislaciones internas y en el orden internacional. En el pensamiento de Las
Casas estarían en consecuencia ya anunciados, de un lado, los derechos que hoy
denominamos de primera, segunda y tercera generación y de otro, las garantías de los
mismos.
Como caracteres básicos de las declaraciones de derechos humanos de los otros tres
modelos, es decir, del modelo inglés, del modelo americano y del modelo francés en este
período, se pueden señalar las siguientes:
Los derechos individuales tienen como fundamento, de un lado la destrucción de las bases
que sustentaban el complejo de los derechos medievales, y de otra, el nacimiento de
nuevos supuestos de índole ideal y social.
Las primeras tablas de derechos en sentido moderno son los "bills" de las colonias
americanas al separarse de la metrópoli. Aunque evidentemente influidos por el sistema
del Common Law británico, y representando en muchos aspectos una decantación del
mismo, las declaraciones americanas significan, con todo, algo nuevo en la historia, pues
no se apela al derecho histórico ni a la tradición, sino a los derechos de la naturaleza
humana y de la razón; no aparecen como emanación de un orden concreto, sino como
supuesto de todo orden.
Las principales declaraciones de esta época se pueden clasificar en tres grandes bloques,
que se corresponden a las tres grandes modelos históricos de los derechos humanos y que
constituyen las tres grandes líneas de evolución de los derechos: las declaraciones
inglesas, las declaraciones angloamericanas y las declaraciones francesas
no lo desearan.
Garantía de juicios civiles con jurado.
Repetición de los grandes derechos dentro del proceso criminal asegurados por la
Declaración de Derechos de Virginia, añadiendo además, el derecho a tener abogado
defensor y reconocimiento del principio "Non bis in idem".
Prohibición de privación de bienes o de la vida sin el debido proceso penal.
Prohibición de tomar la propiedad privada para uso público sin justa compensación.
Su origen histórico es muy discutido. Sin poder entrar en el fondo de la cuestión puede
afirmarse tres posturas básicas (20):
En la edad moderna, comienza la verdadera historia de los derechos humanos. Los derechos
individuales tienen como fundamento, por un lado, la destrucción de las bases que
sustentaban el complejo de los derechos medievales y, por el otro, el nacimiento de nuevos
supuestos de índole ideal y social, principalmente frente o en contra de la consolidación
del poder del emperador y de la iglesia. Se llamaban entonces derechos del hombre, y se
empezarán a concretizar en algunas disposiciones que resultan de arreglos entre el poder
de los monarcas y sus súbditos que reclaman mayores libertades y cierto control sobre el
poder supremo de los primeros. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII se construyen
algunos de los documentos que se consideran los principales antecedente de la visión
moderna de los derechos humanos: es decir derechos que le corresponden a todos los seres
humanos precisamente por formar parte del género humano, rompiendo con la visión
judeo- cristiana que asociaba esa dignidad al hecho de que el hombre había sido hecho a
imagen y semejanza de Dios. Ellos contienen los diversos modelos de evolución de los
derechos: el modelo inglés, el angloamericano, el francés y el iberoamericano; además de
un quinto modelo histórico de los derechos humanos, que corresponde a la legislación
indiana de los siglos XVI y XVII.
Las declaraciones americanas significan algo nuevo en la historia, pues no se apela al
derecho histórico ni a la tradición, sino a los derechos de la naturaleza humana y de la
razón. La Declaración de Independencia, redactada por Thomas Jefferson, proclamaba lo
siguiente: que todos los Hombres son creados iguales. Que su Creador los ha dotado de
ciertos Derechos inalienables, que entre ellos se encuentran la Vida, la Libertad y la
Búsqueda de la Felicidad. Que para asegurar estos Derechos se instituyen Gobiernos entre
los Hombres, los cuales derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los
Gobernados
Durante el siglo XIX se producen una serie de declaraciones de derechos cuyos caracteres
básicos son los siguientes:
Se sigue la línea marcada por la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano
de 1789, pero se distancian en cierto modo de ella en los siguientes elementos:
Un primer gran ciclo histórico de los derechos fundamentales se dio con las revoluciones
burguesas del ciclo XVIII, la revolución francesa y la americana, hasta la segunda guerra
mundial.
De ello podemos señalar que la Revolución Francesa, se encuentra bajo una fuerte
influencia de la combinación de la doctrina individualista, caracterizada por que el
individuo se centra en el ordenamiento jurídico como sujeto único de derechos, y el
estatalismo, donde el estado es la condición para la creación y tutela de los derechos y
libertades de los individuos, y anterior al estado no puede existir derechos, eliminando de
sus horizontes todo elemento historicista, hubiera significado, confiar los derechos y
libertades del antiguo régimen, es decir aceptar aquellas prácticas sociales y
constitucionales de la tradición monárquica, por ello la revolución se dirige a destruir el
pasado, siendo el enemigo para la revolución “los estamentos de los privilegiados”, lucha
que tiene una doble dimensión: “la eliminación de privilegios y el particularismo”, pues
tales privilegios impedían al pueblo la afirmación de sus derechos individuales, por lo
que la lucha daría paso a favor de los derechos naturales individuales y la soberanía de la
nación.
Pues el problema central surgió por la tiranía del monarca inglés, lo cual duró doce años
(1765-1776), ante ello se reunieron los nueve representantes de las trece colonias en New
York, quienes impugnaron las decisiones fiscales adoptado por el monarca, es decir se
cuestionó la legitimidad de la imposición fiscal de la madre patria dada sin el
consentimiento de los colonos y de sus asambleas representativas ante el parlamento
inglés, protesta que no se dio solo en el plano financiero sino también constitucional sobre
los derechos y libertades de los colonos, pues los colonos vuelven contra la madre patria
de los derechos y libertades del hombre, que ella históricamente había creado,
dirigiéndose respetuosamente al monarca para recordarle que revoque sus tributos
recordándoles que ellos también son súbditos que como tales viven bajo la antigua
constitución británica, pues ninguno de los colonos quería la independencia y todos se
proclamaban fieles súbditos al rey.
En 1775 se pensó en crear una estructura política confederada con el monarca a la cabeza
para preservar la unidad y con tantas asambleas representativas tenga, sería después deber
del monarca y de cada una de las asambleas reproducir para cada una de las unidades
confederadas la tradición de la fórmula del gobierno moderado o equilibrado. De este
modo el monarca en el futuro si hubiese gravado a una de las colonias debería obtener
consentimiento de la asamblea representativa del pueblo y no del parlamento inglés como
había sucedido en 1765. En consecuencia la madre patria no admitía que las asambleas
parlamentarias representativas de los colonos de origen confuso fuesen incorporadas al
antiguo y noble parlamento inglés, siendo el modelo constitucional británico
caracterizado por una cámara alta fuertemente diferenciada de la cámara de extracción
popular, rápidamente los colonos se dieron cuenta de que su propuesta caería en el vació,
bajo esta perspectiva se dio “La Declaración de la Independencia de1776” 5 , decidiendo
separarse de la madre patria porque piensan que se está amenazando todo el patrimonio
histórico de los derechos y libertades, ahora en manos de un parlamento que se cree
soberano e omnipotente y por ello pretende gravar a su antoja a los súbditos prescindiendo
de su consentimiento, desconfía del legislador (no elegido por los colonos y en esencia
no lo conocen, pues sus intereses difieren a lo que estaban acostumbrados), así como del
4 elegido democrático, confía los derechos y libertades del hombre a la Constitución de
esa manera se controlara al legislador con una norma superior, pues el enemigo en la
revolución es el estatalismo y la omnipotencia del legislador. En la revolución americana
se pretende que no exista un poder supremo, solo insta que existe poderes autorizados por
la Constitución y un equilibrio de poderes entre ellos, dichos poderes se clasifica en
legislativo, ejecutivo y judicial, donde la Constitución otorgara una serie de atribuciones,
previniendo al mismo tiempo los modos de control de uno respecto del otro y se desarrolla
el control difuso de la constitucionalidad de los jueces, y la Declaración de la
Independencia de 1776, muestra la doctrina de los derechos naturales individuales y el
contrato social, está bien definido que en la revolución americana no existe en las
instituciones ni en la sociedad colonia, al tirano que derrotar, ni antiguo régimen que
destruir, no tiene que afirmar el dominio de la ley general abstracta, no tiene que codificar
un derecho privado fundado sobre el sujeto único de derecho común, sino más bien parte
de la necesidad de oponerse aún legislador que actúa fuera de su legítima jurisdicción,
para ellos tirano es un preciso y definido poder público que actúa de manera ilegítima y
no todo un sistema como en la revolución francesa, pues existe una gran desconfianza
frente a los legisladores en particular frente a la pretensión de encarnar la voluntad
general, al estilo de la revolución francesa. En consecuencia las revoluciones burguesas
del siglo XVIII (revolución francesa y norteamericana), representan “La etapa del
constitucionalismo moderno se caracteriza porque en ella se encuentra institucionalizada
la protección de los derechos fundamentales y la división de poderes. De esa forma se el
acta de la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica de 1776, la declaración
de Virginia del mismo año, la Declaración francesa del hombre y del ciudadano, la
Constitución norteamericana de 1787 y la Constitución francesa de 1791. De esta forma
iniciamos el Constitucionalismo Moderno”.6
Los Derechos Humanos, es todos aquellos que tiene el ser humano por el hecho de serlo
y formar parte de la Sociedad o Estado en que vive. Son un conjunto de garantías
fundamentales establecidos, que son indivisibles, interdependientes e inherentes a toda
persona humana por su sola condición de serlo, sin distinción de edad,
raza, sexo, religión, nacionalidad, clase social o posición económica, y por ello, no
dependen del reconocimiento de un Estado; asimismo se puede decir es la justicia, la
solidaridad, la equidad, el respeto a la vida y la participación en la sociedad. De misma
forma otros dicen que son un conjunto de normas, pactos y declaraciones donde se
reconocen los derechos fundamentales para lograr satisfacer las necesidades de todo ser
humano.
En mismo sentido el profesor Pérez Luño, dice "Los derechos humanos son un conjunto
de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de
la dignidad, la libertad, y la igualdad humana, las cuales deben ser reconocidas
positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional".
De misma forma según J. Delgado Pinto, Por derechos humanos se entenderán aquellas
exigencias de justicia, formulables como derechos de individuos y de grupos, que en cada
momento histórico se considera que deben quedar reconocidos en la Constitución de
una comunidad jurídica sustrayéndose el arbitrio del poder ordinario del gobierno".
A nuestro concepto derechos humanos son conjunto de derechos fundamentales
inherentes a la persona humana, como son las facultades, libertades, reivindicaciones y
dignidad que posee cada persona por el por el simple hecho de su condición humana.
La DIGNIDAD como atributo de toda la colectividad exige de ésta y de cada uno de sus
componentes una actitud que la haga merecedora. Al hablar de derechos humanos se
requiere necesariamente poseer vida, existir realmente, entonces la dignidad se hace
patente.
Con la globalización actual que abarca todo el quehacer humano, y hasta el pensar, ya
que todos piensan de modo liberal, el derecho nacional está siendo abarcado por el
derecho internacional. No nos detengamos, entonces, en los derechos individuales, sino
en el derecho colectivo, en la dignidad colectiva que irradia al individuo, aunque bien
puede ser del individuo a la colectividad.
En este sentido, la DIGNIDAD es un valor, que vale, por lo que la dignidad debe ser
objeto de valoración por los que valoran.
La dignidad es una expresión del alma que aflora en el cuero y por ello vence todos los
peligros y adversidades, permitiendo la realización de los derechos que universalmente
se le ha reconocido a todo hombre por su sola condición humana; sin embargo, este
hombre con tantos derechos, ha “encontrado más peligro entre los hombres que entre los
animales”, como señalara Federico Nietzsche.
El que no posee virtudes no puede ni siquiera dormir bien y esto es lo que pasa con aquel
(hombre o pueblo) que carece de dignidad, por eso mínimamente se debe aspirar a una
buena reputación y a un pequeño tesoro.
Toda la imperfección existente y que nos rodea es lograda por el hombre y si queremos
que ella no exista, el hombre debe ser superado, por eso hay que amar as virtudes, la
dignidad: HAY QUE SER DIGNO.
Ahora bien, en cuanto a los Derechos Humanos debemos señalar que ellos se asientan
sobre valores creados por el hombre porque responden a su propia naturaleza. Es decir,
los derechos humanos son inmanentes a la naturaleza humana, o dicho de otro modo, son
esenciales a su propia naturaleza.
El ser humano nace con ellos, están en él, nadie se los otorga ni reconoce ni siquiera el
Estado, porque derivan de la ley natural. Debemos convencernos definitivamente que no
es el Estado ni la ciudad ni la familia los que han hecho al hombre, sino, como dice Tristán
de Ataide, citado por Pablo A. Ramella en su libro “Los Derechos Humanos”, “el hombre
existe, como hombre, en la sociedad o fuera de ella. Ésta es apenas una necesidad
condicional, un medio para que aquél realice mejor su finalidad completa”.
Por eso es mejor que, siendo los derechos atributos inseparables de la persona humana,
deben ser respetados sin reparo ni distinción alguna. Así está reconocido en el código
social elaborado por la Unión Internacional de Estudios Sociales de Malinas, que dice:
“Teniendo el hombre un destino personal, la sociedad es para él el medio necesario que
le ayuda a alcanzar su propio fin. Sus derechos dimanan de su naturaleza”.