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Que Es Leer y Animar A Leer
Que Es Leer y Animar A Leer
La obra de arte es la constitución del texto en la conciencia del lector.
W. Iser
Leyendo las diferentes acepciones que nos ofrece la Real Academia Española del verbo “leer”,
podríamos decir que principalmente se trata de comprender e interpretar un texto, dos
acciones sumamente complejas.
Leer es un acto que implica percibir relaciones entre el texto y el contexto y, a partir de ahí,
construir significados y elaborar sentidos. Es un diálogo permanente entre lector y escritor, de
modo que el texto solo tiene sentido si existen lectores que construyan su propio significado.
La lectura es, en palabras de Daniel Pennac, “un acto de creación permanente”.
Pero, para que ese diálogo fluya es necesario adquirir un hábito lector, descubrir que leer es
uno de los mayores placeres que nos da la vida.
Algunas razones que podemos dar para leer:
Para obtener información y adquirir nuevos conocimientos que nos ayuden a entender
el mundo y nos permitan avanzar hacia el futuro.
Para ampliar el vocabulario, enriqueciendo así nuestra conversación y nuestra
escritura.
Para divertirnos jugando con la fantasía.
Para viajar a otros mundos, conocer a otras personas, acercarnos a otras realidades.
Para reflexionar y construir un espíritu crítico que nos permita pensar desde varios
lugares.
Para fortalecer nuestra identidad.
El proceso de lectura
Un texto es solo un picnic en el que el autor pone las palabras y
los lectores ponen el sentido.
Tzvetan Todorov
La lectura necesita de un lector activo que construya significado a partir de unos conocimientos
previos y de un propósito a alcanzar con el nuevo texto con el que dialoga.
Alrededor de los 10 años, los niños ya han desarrollado la habilidad de leer integrando la
información de que disponen, y son capaces de abstraer, analizar y sintetizar. En este período,
aumenta su autonomía personal y, por tanto, también su autonomía lectora.
Pero, obviamente, ni todos tienen la misma motivación, ni la misma capacidad ni los mismos
medios, por eso se hace más necesario el papel del mediador que oriente y motive.
Podemos distinguir varias etapas en la adquisición del hábito lector:
Incompetencia consciente: saber que se necesita leer para sobrevivir en la sociedad
pero percibir que hay dificultades de carácter cognitivo y afectivo.
Competencia consciente: sensación de logro. El lector ha aprendido estrategias para
seleccionar adecuadamente, comprender y controlar factores que hacen del proceso
de lectura un placer y no una fatiga.
Competencia inconsciente o hábito consolidado.
El proceso de lectura se divide en tres fases:
Antes. Se activa el conocimiento previo y se hacen predicciones a partir de lo que se
sabe del autor, la temática, el género, etc...
Durante. Son todas las acciones destinadas a decodificar el texto para acceder al
significado e interpretarlo: consulta del diccionario y otras fuentes para aclarar dudas,
formulación de hipótesis que se van corroborando o descartando con la nueva
información, etc.
Después: Etapa en la que el lector integra a su realidad lo leído.
Se trata, sin duda, de un proceso que requiere del lector abundantes recursos cognitivos,
tanto conocimientos como estrategias. El lector debe ir más allá de lo explícito y hacer
inferencias que le permitan interpretar el texto y, por tanto, captar su significado más
profundo.
¿QUÉ ES LA ANIMACIÓN A LA LECTURA?
No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee.
Günter Grass
Se trata de una actividad que motiva y recrea la lectura de los textos que el animador ha
seleccionado previa y conscientemente. Siempre es una estrategia planeada en función del
público con el que se va a realizar la actividad.
El objetivo principal es formar actitudes individuales y colectivas frente a la lectura y el libro, es
decir, crear un hábito lector, un deseo que nace de asociar esa práctica al placer, a la sensación
de logro y al entretenimiento. Hay que tener muy claro que la animación a la lectura fomenta
el placer por la lectura, nunca la competencia lectora.
El fin último es evolucionar hacia una lectura activa donde el lector escoge sus libros y los
integra a su vida. Para ello, es importante saber transmitir a los jóvenes que no tienen todavía
un hábito lector que entre todas las obras disponibles seguro que habrá alguna que les dirá a
ellos algo en particular.
Otros objetivos:
‐ Relacionar lo oral con lo escrito.
‐ Desarrollar la capacidad analítica y crítica.
‐ Profundizar en el conocimiento de temas de interés.
‐ Aproximar a un conocimiento de la realidad más cercana y de otras realidades.
‐ Proponer la lectura como estímulo para superar los problemas propios.
‐ Desarrollar la personalidad.
‐ Fomentar la capacidad creativa.
‐ Hacer de la lectura una actividad liberadora y edificadora de la condición del
ciudadano.
En el fondo, el deber de educar consiste, mientras se enseña a los niños a leer, mientras
se les inicia en la Literatura, en darle los medios para juzgar libremente si sientes o no
“la necesidad de los libros”. Porque si podemos admitir perfectamente que un particular
rechace la lectura, es intolerable que sea – o que crea que es‐ rechazado por la lectura.
Ser excluido de los libros –incluso de aquellos de los que podríamos prescindir‐ es una
tristeza inmensa, una soledad dentro de la soledad. (Daniel Pennac)