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Confianza
Confianza
Se necesita tener confianza en sí mismo para ser un niño(a). Bien sea al llegar a una nueva
escuela o al salir a batear por primera vez, los niños(as) enfrentan muchos retos.
Como es natural, los padres quieren fomentar en sus hijos(as) una actitud de persona que
puede hacerlo todo para que ellos acepten nuevos retos con valentía y eventualmente tengan
confianza en sí mismos(as). Mientras cada niño(a) es diferente, los padres pueden seguir ciertas
reglas generales para que desarrollen confianza en sí mismos(as).
Desarrollar este tipo de seguridad puede comenzar a una edad muy temprana. Cuando los bebés
aprenden a pasar las páginas de un libro o cuando los infantes aprenden a caminar, comienzan a
tener una idea de "¡Yo puedo hacerlo! Con cada habilidad y logro importante, los niños
incrementan la confianza en sí mismos(as).
Los padres pueden ayudar a los niños facilitándoles oportunidades para practicar y perfeccionar
sus habilidades, permitiendo que cometan errores y facilitándoles apoyo para elevarles el ánimo
para que sigan intentándolo. Responda con interés y entusiasmo cuando los niños(as)
demuestran una nueva habilidad y prémielos con halagos cuando alcancen una nueva meta o
hagan un buen esfuerzo.
A base de oportunidades, preparación y mucha paciencia por parte de los padres, los niños(as)
pueden llegar a dominar habilidades básicas, como amarrar los cordones de los zapatos o
arreglar la cama. Más adelante, cuando se presenten otros retos importantes, los niños(as)
podrán enfrentarse a ellos con la seguridad de que ya han tenido éxito en otras áreas
Por supuesto que la supervisión es importante para asegurarse que los niños(as) están
protegidos. Pero para ayudarles a que realmente aprendan una nueva habilidad, es importante
darles su espacio. Dé a los niños(as) la oportunidad de intentar algo nuevo, equivocarse y
aprender de la lección.
Pero si usted tiene paciencia y el tiempo necesario para enseñar, la recompensa será real.
Pronto su hijo(a) podrá decir "Tengo ganas de almorzar así que me voy a preparar mi propio
emparedado." Usted puede incluso responderle, "Genial ¿Me puedes preparar uno a mi
también?" ¡Que buena señal de que usted confía en sus habilidades!
Una vez que los niños(as) alcanzan una meta, usted querrá felicitarlos no solamente por el
resultado, sino por la fuerza de voluntad de no rendirse. Por ejemplo, después de que su hijo
haya aprendido a hacer emparedados de mantequilla de maní puede demostrarle confianza en sí
mismos(as) diciéndole "La próxima vez ¿quieres aprender a partir un huevo?" Hacer
emparedados y partir huevos puede parecer que no son grandes meritos, pero son pasos
importantes en la dirección adecuada— hacia la independencia de su hijo(a).
A través de la niñez, los padres tienen oportunidades para preparar a sus niños(as) a que cuiden
de sí mismos(as). Por supuesto que es bueno sentirse necesitado, pero a medida que los
niños(as) ganan seguridad en sí mismos(as) y adquieren independencia, la relación que
mantienen con usted se fortalecerá. Tendrán vínculos entre ustedes que no estén basados en la
dependencia únicamente, pero en el amor y el orgullo compartido sobre lo que han logrado.
Eventualmente, los niños(as) cuando sean grandes le darán las gracias por lo preparados que se
sienten para recorrer el camino que tienen delante de ellos(as)— un camino que pueden tomar
seguros de sí mismos(as).
Si hemos notado que nuestro hijo no se siente lo suficientemente seguro de sí mismo como para actuar sin miedos y
enfrentarse a las nuevas situaciones del día a día, podemos poner en práctica algunas de las siguientes técnicas:
Buscar actividades en las que el niño pueda desarrollar su creatividad y capacidades. Esto hará que el niño
vaya dándose cuenta de que es capaz de afrontar situaciones y tener éxito y de hay áreas en las que puede
destacar.
Revisar las normas de la casa para ver cuáles habría que modificar por no resultar claras o adecuadas. Una
vez decididas las nuevas normas están deben ser explicadas con el niño, dándole oportunidad para que las
comente y las discuta. Siempre que se pueda, resultará beneficioso que las normas sean discutidas y aceptadas
entre todos, porque así el niño se sentirá más responsable a la hora de cumplirlas.
Demuéstrale a tu hijo que confías en él y que tendrá éxito en las actividades que realice.
No le culpabilices por los errores o fracasos. Debes ayudarle a comprender que los errores sirven para
aprender y mejorar.
Prémiale siempre que haga algo positivo que le hayamos pedido, como cumplir las normas. Los premios no
tienen que ser siempre materiales. Muchas veces un halago o una muestra de afecto es más que suficiente.
Debemos hacerle entender que le queremos por ser quien es y no sólo por lo que haga. Premiaremos que
cumpla las normas y nos sentiremos felices por ello pero debe saber que, aunque a veces no haga las cosas
Ayudarle a plantearse metas a largo plazo: que imagine cosas que le gustaría hacer y que estén dentro de lo
posible, que piense cómo lo haría, qué pasos tendría que dar, cómo superaría los obstáculos… Anímalo a actuar
Hacerle entender que él es quien dirige su propia vida y que sus decisiones son las que marcará hasta donde
puede llegar.