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Exploración Geoquímica de Suelos

Cuando las rocas son expuestas a la erosión en la superficie de la tierra estas son
intemperizadas o Meteorizadas, lo que significa que son desintegradas, descompuestas,
fracturadas y alteradas, y si los productos de la meteorización no son erodados, se
desarrolla un suelo. También en el proceso sedimentario se comienza a desarrollar un
material de suelo que después de determinado tiempo el mismo comienza a incorporar
características tanto químicas como mineralógicas de las rocas que lo subyacen.

La formación de los suelos depende en gran medida de la temperatura ambiente, del


régimen de lluvias y también de la composición del material del substrato. En los trabajos
de exploración mineral se puede determinar que hay una relación simple y directa en
cuanto a los patrones de los elementos químicos involucrados entre los suelos residuales
y aquellas rocas que lo subyacen. Por lo tanto, los suelos producto del intemperismo de
las rocas subyacentes que en ciertos casos contenga algún tipo de depósito mineral
tendrán contenidos anómalos de determinados elementos químicos en correspondencia
con la geoquímica de estos depósitos. Por lo tanto, la exploración geoquímica de suelos
tiene como propósito determinar este tipo de anomalías.

ASPECTOS GENERALES DEL INTEMPERISMO y la METEORIZACIÓN.

El intemperismo en las rocas resulta por la acción de tres diferentes fuerzas:

-Las físicas: Las rocas formadas a determinada profundidad estuvieron sometidas a una
presión. Esta energía de presión es liberada por la fracturación después de la
denudación. El calentamiento de las rocas por los rayos del sol y el subsecuente
enfriamiento en la noche causa fracturación. También, el poder abrasivo de las aguas o
del viento que transporta partículas puede causar transformación física de las rocas.
-Las químicas: El proceso de hidratación (absorción de agua) y la hidrólisis (reacción
química que produce o consume H o OH) son las reacciones químicas más importantes
que producen descomposición de la roca. La oxidación y la reacción con compuestos
atmosféricos como es el CO también tienen importancia. Algunos de los nuevos
minerales formados por estos procesos de reacción ocupan un mayor volumen que los
minerales originales. Esto también produce determinada cantidad de tensiones y
contribuye a la fracturación de la roca. Otros productos del intemperismo se convierten
en solubles y son disueltos en las aguas subterráneas. Esto creará pequeños vacíos en la
roca, lo cual contribuye también a la fractura.

Los diagramas Eh/pH son muy útiles para determinar si un mineral es químicamente
estable en las condiciones de intemperismo. Sin embargo, los cambios de estaciones
climáticas contribuyen al cambio del nivel de las aguas subterráneas lo cual influye en
los niveles de Eh/pH.

No todos los elementos químicos que pasan a soluciones en los procesos de intemperismo
permanecerán en esta condición con el tiempo incluso en las condiciones mas estables. El
denominado "Scavenging effect" de la precipitación de hierro e hidróxidos de manganeso
es un fenómeno común en las superficies de las aguas subterráneas cuando elementos
químicos con iones de similar tamaño y carga pueden ser extraídos de las soluciones en
las aguas subterráneas.
-Las biológicas: Los materiales orgánicos contribuyen al intemperismo. La acción de las
raíces, las cuales penetran en fracturas y fisuras provocando una desagregación de granos,
como también los procesos químicos que resultan alrededor de las raíces. Se conocen
valores de pH alrededor de 2 cerca de las raíces. Los materiales orgánicos también son
importantes por la cantidad de O2 y CO2 que le aportan a las rocas de la
superficie. También las plantas retienen humedad y como el agua es un catalizador del
intemperismo también es un factor importante. La oxidación del hierro y de los sulfuros,
como también la reducción de sulfuros son reacciones que pueden ser fuertemente
catalizadas por ciertas especies de bacterias.

La intensidad y el tipo de intemperismo dependen del clima. Un perfil de intemperismo


extremo podría tener cientos de metros en ambientes húmedos tropicales, mientras que
en áreas secas el intemperismo es relativamente bajo. En ambientes de alta montaña y
zonas polares el congelamiento de agua en poros de las rocas juega un papel importante.

FORMACIÓN DEL SUELO

La combinación del sustrato geológico, de las condiciones geomorfológicas y de los


procesos de intemperismo descritos anteriormente resultan una gran cantidad de
diferentes tipos de suelo. Cada uno de ellos se caracteriza por una disposición diferente
de sus capas y de sus horizontes, cada uno con propiedades distintivas. En general, se
clasifican tres tipos de suelos:
-Suelos azonales: Estos están pobremente desarrollados y están localizados en área que
incluyen litosuelos, coluvios y aluvios.

-Suelos intrazonales: Son suelos bien desarrollados en determinadas zonas, los cuales
incluyen suelos hidromórficos, en ciénagas y pantanos, y suelos salinos en depresiones
desérticas.

-Suelos zonales (Suelos verdaderos): En estos han sido muy debatidos sus tipos aunque
se ha logrado determinar 6 tipos de los mismos.

En grandes áreas de países tropicales se desarrollan los suelos tipo latosólicos, los cuales
se subclasifican en:

-Suelos ferruginósos en áreas con vegetación de sabana.

-Suelos ferralíticos, desarrollados en bosques tropicales y también en plataformas


continentales antiguas con baja pluviosidad.

-Ferrisuelos: los cuales se desarrollan en las áreas mencionadas anteriormente, pero


donde el sustrato posee rocas máficas.

Para los tipos ferralíticos y ferrisuelos se emplea el término LATERITAS. Este tipo de
suelo tiene una especial importancia y es de mucho interés para la exploración
geoquímica.
Para la formación de las lateritas es indispensable la existencia de un clima húmedo y
caliente con cambios de estaciones climáticas que permitan períodos de sequía. También
es importante la porosidad de las rocas y el desarrollo de un sistema de drenaje superficial.

Las lateritas consisten en un conjunto de minerales compuestos por goetita, hematita,


hidróxidos de aluminio, minerales de caolinita y cuarzo. Si un perfil de suelo laterítico
se seca y como consecuencia baja el nivel de las aguas subterráneas la parte superficial
del perfil laterítico se puede convertir en un verdadero caparazón ferruminoso y este
proceso es irreversible.

En la figura superior podemos observar 4 tipos de suelos zonales. Un perfil de suelo


puede ser subdividido en diferentes horizontes A, B y C. Cada uno de ellos a su vez
puede ser subdividido en secciones. En tanto cada horizonte tiene sus propiedades
específicas y ambiente químico. El perfil de un tipo de suelo puede variar
considerablemente de tal manera que ciertos horizontes pueden ser muy gruesos y en
otros casos no existir. Algunas variaciones de las propiedades químicas y físicas en los
diferentes horizontes pueden resultar en los suelos podzólicos tropicales. También el
contenido de sus elementos trazas puede tener variaciones. De aquí debe quedar bien
claro que es muy importante en la exploración geoquímica de suelos que las muestras
sean tomadas siempre del mismo horizonte.
Podemos observar que el halo de dispersiones secundarias es diferente para los horizontes
A, B y C en zonas donde debajo de estos existe un depósito mineral vetíticos. La
anomalía en el horizonte A y B tiene el mismo ancho, pero en el horizonte B carece de
contraste. En cambio, en el horizonte el contraste es muy pronunciado, pero la anomalía
es muy dispersa y muy limitada a la superficie lo cual requeriría de una densidad de
muestreo muy grande. También las muestras del horizonte C no son viables de obtener,
por lo tanto, el muestreo en el horizonte B sería el mas apropiado.
Además de ser importante la escogencia del horizonte del suelo a ser muestreado es
importante tener en cuenta a la hora de tamizar el tamaño de grano y el procedimiento
analítico a tener en cuenta. El tamaño mas común de fracción granulométrica a ser
analizado es el de -80 mallas (0.187 mm). Esto parte del principio de que las anomalías
producto de las dispersiones mecánicas pueden ser mejor determinadas en suelos con
materiales no clasificados mientras que las dispersiones hidromórficas de elementos se
detectan mejor en las fracciones mas finas.

No todos los minerales son afectados por el intemperismo de igual magnitud. Esto puede
ser medido por la resistencia de los mismos al intemperismo lo cual se manifiesta de
manera inversa a la serie de Bowen de cristalización de los minerales.
Podemos decir que los feldespatos son fácilmente alterados a minerales de arcilla. La
hidrólisis es la fuerza principal donde los metales trazas son liberados de las redes
cristalinas. De esta manera las parte intermedias de las aguas subterráneas liberan iones
que son dispersos hidromórficamente en la vertical y lateralmente.
Hay varios minerales que son resistentes a la meteorización. Cuarzo, Zircón, rutilo, oro,
.... Estos minerales pueden concentrarse en los horizontes A y C. Estos minerales poseen
elementos trazas. por ejemplo la magnetita tiene valores de Cu, Pb y Zn, los cuales pueden
alterar los contenidos de fondo. El Zircón tiene valores de U.

Meteorización de Depósitos Minerales y Patrones anómalos de dispersión de los


elementos trazas
Existen dos tipos de dispersiones secundarias de los depósitos minerales en el ambiente
de Meteorización:

a. Dispersiones clásticas o mecánicas de pequeñas partículas mineralizadas llegando


hasta rodados, los cuales son liberados por diferentes fuerzas de orden físico.

b. Dispersiones hidromórficas debido a la hidrólisis o disolución de la mineralización por


las aguas subterráneas y reprecipitación de estos minerales a determinada distancia de la
fuente de origen. Esto incluye transporte en formas coloidales de los componentes
químicos de la mineralización.

Relación elementos - geología

Las condiciones de meteorización en depósitos no sulfurosos funcionan de la misma


manera que en cualquier tipo de rocas. Las trazas de elementos metálicos crean anomalías
en los suelos de pendiente y son de naturaleza clástica como es el caso de minerales
existentes como cromita, casiterita y wolframita.
Las condiciones de intemperismo y meteorización hacia los minerales sulfurosos difiere
considerablemente de los no sulfurosos. La oxidación de la pirita provoca un ambiente
de bajo pH, en palabras simples se forma ácido sulfúrico. Bajo estas condiciones de bajo
pH y ambiente oxidante la mayoría de los otros minerales son literalmente oxidados en
lo cual elementos como Zn, Cu, Ni y Co son liberados en relativamente altas
cantidades. La movilidad de estos elementos en estas circunstancias es muy alta y
consecuentemente se forman unos extensos patrones de dispersión hidromórficas.

Dado que el patrón hidromórfico es relativo a la meteorización de las rocas, estos son
bien mostrados en la parte alta del horizonte B del suelo. Aquellos elementos que no son
móviles en estas circunstancias se acumularán formando los denominados "sombreros de
hierro" en la parte superior de los depósitos de mena sulfatada. Esta zona, denominada
también "gossan", constituye una zona muy enriquecida en hierro, a veces formando un
casquete, las cuales son muy parecidas a las de los suelos lateríticos, lo cual solo es
distinguible a partir de estudios isotópicos.

Efectividad en el Muestreo del saprolito


Falsas Anomalías por dispersión y cambio de pendiente

Muestreo de Suelos

El muestreo de suelos se realiza durante las fases de exploración semidetallada y detallada


en un área más local, posterior al muestreo de rocas y sedimentos activos, principalmente
donde se encontraron anomalías geoquímicas con el objetivo de ubicar en superficie,
delimitar y contornear la anomalía e identificar la zona de influencia en superficie y la
relación de los valores anómalos con el supuesto cuerpo mineralizado a profundidad. El
muestreo de suelos ayuda a precisar los sitios donde se podrían hacer perforaciones
exploratorias, si es el caso.

Los estudios de orientación deben constituir el primer paso en un muestreo de suelos, los
cuales tienen como objetivo definir los parámetros y factores a tener en cuenta para dar
con la presencia de posibles zonas anómalas que caractericen una mineralización.
También conocer la distribución de metales en el área no mineralizada y analizar la
cubierta: si es residual o transportada ya sea por el hielo, el agua, el viento u otro agente.

Preparación y Análisis de las Muestras de Suelo


En el laboratorio geoquímico las muestras son desempacadas, verificada la identificación,
las muestras se secan a temperatura ambiente menor de 40oC sobre recipientes no
metálicos. Se retiran los fragmentos de roca o material ajeno al suelo y se desintegra la
muestra si se requiere en mortero de madera o en recipiente plástico. Luego se
homogeniza y se tamiza en un tamiz de nylón de 150 um y correspondiente a una malla
80-100. Se cuartea y se toma una cantidad suficiente para los análisis químicos
respectivos. Las restantes fracciones se archivan como testigos.

La manipulación de las muestras de suelo desde la colecta hasta el análisis químico debe
estar libre de contaminación, tanto antrópica en el sitio de muestreo como por un material
metálico, recipientes sin lavar o bolsas plásticas ya usadas.

Parámetros a tener en cuenta:

- Características fisiográficas del sitio de muestreo

- Vegetación, clima y drenaje

- Clasificación del material parental de donde proviene la muestra

- Clasificación del suelo

- Descripción de los horizontes que constituyen el perfil generalizado

- Selección de los elementos químicos a analizar

- Escogencia del horizonte que presenta los mejores contenidos en los elementos
analizados

- Presencia de precipitados químicos

- Cantidad de materia orgánica presente y proporción de arena y arcilla en la muestra

- pH y Eh de la muestra en el sitio de muestreo

- Posibilidad de contaminación por el hombre

Procedimiento para la Toma de Muestras de Suelo

Selección previa del sitio seleccionado para tomar la muestra de suelo residual que debe
ser representativo de la cada una de las unidades litológicas y del material en estudio.
Luego cavar los apiques en los sitios seleccionados y describir en forma detallada los
horizontes que constituyen el perfil del suelo y de la muestra que se recolecte descartar
las raíces, restos vegetales o animales y los fragmentos de roca presentes.

Colectar la muestra de suelo en una bolsa de plástico de calibre apropiado, para evitar
daño de la bolsa y contaminación del material, debidamente rotulada y sellada.
Posteriormente las muestras son transportadas y enviadas a los laboratorios para los
análisis químicos respectivos.
Al estudiar los horizontes de suelos residuales podemos conocer la tendencia en el
contenido de varios elementos químicos hacia profundidad y escoger el horizonte más
propio para el muestreo. Generalmente el horizonte B y las fracciones más finas de éste,
son las de contenidos más altos de iones metálicos, debido a la migración de soluciones
mineralizantes a través de fracturas que provienen desde la mena. Este horizonte es de
mayor interés económico, desde el punto de vista de la exploración geoquímica. En
cambio, para la acumulación de materia orgánica, arcilla y óxidos hidratados de Fe y Mn
que los fijan, es el horizonte A.

Una de las mayores dificultades al hacer el muestreo se fundamenta en las diferencias


que se presentan en el contenido de varios elementos metalíferos en los horizontes
naturales. Estas dificultades se deben a la interferencia de aluviones, morrenas y depósitos
fluvioglaciares, entre otros. En zonas donde se presenta movimiento de la cubierta del
suelo, tanto el muestreo como su interpretación deben ser cuidadosos.

El muestreo y análisis de suelos se realizan en suelos residuales, profundos y en áreas de


poca manifestación mineral. En cambio cuando son capas transportadas se deben
considerar factores hidrológicos y otros eventos que provocaron el desplazamiento del
material que constituye la zona anómala. En los suelos transportados se debe conocer la
relación entre el contenido de los elementos químicos en los horizontes superficiales y
profundos. Por ejemplo, las capas de origen glacial muestran material heterogéneo y
complejidad del transporte.

También la topografía es un factor a considerar en el muestreo. En terrenos de fuerte


relieve los suelos se toman sobre las cuchillas que son divisorias de aguas,
complementado con muestras a lo largo de las laderas. Además, de los sedimentos activos
que se toman en los en los lechos de las quebradas.

En una zona donde se conoce en detalle la geología y se han identificado las zonas de
alteración hidrotermal, además si se conoce el rumbo de las estructuras geológicas, el
sistema de muestreo de suelos utilizado se determina por la forma posible y dimensión de
la mineralización que se busca, de tal manera que las líneas de muestreo sean paralelas
entre sí y orientadas en forma perpendicular al depósito buscado; El sitio de muestra debe
ir espaciado, no mayor a 50 m. De tal manera que varias muestras intercepten la supuesta
mineralización.

Se recomienda tomar entre 200 y 250 gr. de muestra de suelo del horizonte escogido a
profundidad, previamente seleccionado en el muestreo de orientación. En casos
especiales, por ejemplo en la búsqueda de metales preciosos, se colectan hasta 2 Kg. Para
tomar la muestra se utiliza como herramienta un barreno ("auger") o barretón, como el
que utilizado por los agrónomos. Las muestras se guardan en bolsas nuevas de polietileno,
debidamente rotuladas.

Los perfiles y los sitios de extracción de cada muestra deben ser marcados claramente en
el terreno con hitos y estacas numeradas, utilizando una nomenclatura apropiada en cada
punto.

El sitio de muestreo debe ser preferiblemente plano y no en depresiones

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