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María Fernanda Ramírez Posadas 200810206 Reporte

Zoología de Vertebrados Biología 08/09/10

Práctica No.4 y 5: Morfología y Taxonomía de Anfibios y Reptiles


INTRODUCCIÓN

En el devónico el clima era bastante cálido por lo que existieron bastantes fluctuaciones en el nivel le mar y mantos acuíferos, ocasionando competencias
intra e interespecíficas, lo que se tradujo en presiones evolutivas para los organismos acuáticos para mudarse al medio terrestre, en especial hacia los
crosopterigios de los cuales evolucionaron los primeros tetrápodos terrestres, es decir, los anfibios, que fueron los primeros vertebrados en desarrollar
adaptaciones para la respiración aérea, el autosoporte y el movimiento en tierra y modificando los receptores sensoriales acuáticos para la vida en tierra,
pero incluso los más adaptados al medio terrestre dependen en gran medida de un ambiente húmedo, si no acuático, al menos en alguna fase de su ciclo
vital. Los anfibios experimentaron una radiación en el Carbonífero e iniciaron su regresión en el Mesozoico, hasta restringirse a los tres órdenes actuales. [
CITATION Pér071 \l 4106 \m Pad03].
Los órdenes actuales de los anfibios se reducen a tres, en donde encontramos a los Urodelos representados por 9 familias y 380 especies, distribuidas en 62
géneros; caracterizado por animales de colas largas, miembros de disposición transversal y musculatura poco modificada para una locomoción eficiente en
tierra. Por otro lado, encontramos a los Gimnofiones que son un grupo muy modificado como consecuencia de su adaptación a la vida subterránea, pues
presentan un cuerpo alargado y anillado, con ojos atrofiados y sin extremidades. Finalmente el grupo más prospero de los anfibios con 3,800 especies
corresponde a los anuros que son animales muy modificados con respecto al patrón básico de los urodelos al haber reducido el esqueleto axial y
modificado las extremidades y musculatura al adaptarse a una disposición parasagital[ CITATION Pér071 \l 4106 ].

Luego de los anfibios en el comienzo del Carbonífero (340 millones de años) surgen los primeros y pequeños lagartos (Crassigyrinus) que se diversifican
en el periodo del Pérmico y alcanzan el máximo desarrollo en el periodo Cretácico, hasta originar lo que hoy se conoce como la clase reptilia con alrededor
de 6,800 especies vivientes, éstos son considerados como los primeros vertebrados auténticos terrestres, que no necesitan regresar al agua para
reproducirse, gracias a una serie de adaptaciones que evitan la pérdida de agua y una optimización de los sistemas de oxigenación y circulación, pues éstos
desarrollaron una epidermis fuertemente queratinizada dando lugar a una especie de coraza epidérmica que los protege de la desecación y les permite
colonizar gran variedad de hábitats; así mismo éstos siguen con el patrón general de un animal tetrápodo provisto de miembros pentadáctilos, cuerpo y cola
alargados y un cuello más o menos diferenciado[ CITATION Pad03 \l 4106 ].

Dentro de los reptiles encontramos 4 órdenes en donde se encuentran el orden Cocodrilia (cocodrilos, caimanes y gaviales), los Testudine (tortugas), el
orden Squamata (lagartijas y serpientes) y el orden Rhyncocephalia (Tuatera Sphenodon punctuatus)[ CITATION Sri08 \l 4106 ]

En conjunto tanto anfibios como reptiles conforman el grupo de organismos terrestres o casi terrestres, ectotermos y poiquilotermos (de sangre fría y
regulación de la temperatura dependiente del medio externo), que colectivamente constituyen la herpetofauna. A diferencia de las aves y los mamíferos,
esta fauna presenta tasas de dispersión generalmente bajas (con la excepción de las tortugas marinas), por lo que sus patrones de distribución pueden dar
importante información sobre los procesos evolutivos y su relación con los eventos históricos de amplia escala. En Guatemala, el valor total de la riqueza
para los anfibios es de 143 especies, y de 243 para los reptiles.[ CITATION Mar \l 4106 ]

MATERIALES Y MÉTODOS

Para reconocer y comprender la importancia tanto de los anfibios como de los reptiles en cuanto a su rol de participantes clave en la evolución de los
vertebrados terrestres, es necesario de la observación de especímenes representativos de cada grupo. Para estudiar los anfibios se trabajó con un ejemplar
del orden anura y uno del orden caudata preservados en alcohol para observar la morfología externa que presenta cada uno haciendo énfasis en la textura
de la piel y anatomía que presentaban.

Para la observación de los ejemplares de la clase reptilia se procedió a observar un espécimen de la clase preservado en alcohol con énfasis en la piel; se
procedió a comparar la morfología externa de los ejemplares de serpientes, tortugas, cocodrilos y lagartijas disponibles en el Museo de Historia Natural de
la Universidad de San Carlos de Guatemala. Así mismo, para visualizar y comprender los tipos de cráneos presentes de éste grupo se trabajó con
osamentas cranelaes de cocodrilos y tortugas.

Se observó la manera en que una tortuga tiene dispuesto su esqueleto en relación con el caparazón, y como dependiendo del hábitat (marino o
dulceacuícola) en el que viva la anatomía de ésta adquirirá características y adaptaciones únicas.

Por último, se hizo uso de la clave dicotómica para las familias de anfibios y reptiles de México de Casas y McCoy (1987) en donde se determinaron las
familias de un ejemplar de cada clase que se encontraban preservados en alcohol.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Dentro de los primeros vertebrados terrestres encontramos a los anfibios, actualmente sólo se encuentran representados por 3 órdenes, en donde al observar
a un ejemplar del orden salientia o anura, ver Figura No. 1, encontramos que el esquema general de su cuerpo se constituye de 2 partes, cabeza (1.1) y
tronco (1.2), no poseen cola, por lo que su cuerpo robusto y rechoncho. Así mismo encontramos que la rana posee 4 extremidades (1.3), en donde las
extremidades traseras están adaptadas al salto con 5 dedos, mientras que las anteriores acaban en cuatro, así como en muchas otras especies en éste grupo
encontraremos que los dedos están unidos mediante membranas interdigitales (1.4), los cuales consisten en una adaptación a la natación [ CITATION
Ant06 \l 4106 ]. Presenta dos ojos con párpados (1.5), dos membranas timpánicas (1.6) laterales lo que les permite captar los sonidos; pues en época
de apareamiento suelen hacer grandes coros de sonidos que van desde los muy agudos hasta los más graves por medio de una caja de resonancia llamada
"saco del canto", que generalmente se hincha de forma desmedida amplificando su sonido de tal forma que puede ser escuchado por las
hembras[ CITATION Fel05 \l 4106 ] . Así mismo encontramos la boca (1.7) que posee lengua bífida y capaz de proyectarse. En cuanto a la piel
se observa que ésta es desnuda, pues no posee escamas, ni pelos, sino que ésta es fina y húmeda, en donde en éste espécimen se encuentran distribuidas en
toda la superficie una serie de verrugas (1.8) que son engrosamientos del estrato corneo los cuales se encargan de proteger de la abrasión mecánica así
como de reducir la pérdida de humedad. De igual manera encontramos que debajo de la epidermis de los anfibios existen capilares sanguíneos abundantes,
que facilitan la respiración cutánea[ CITATION Ter06 \l 4106 ]

a. b.
Figura No. 1: Anuro a. Vista dorsal. B. Vista ventral. Fuente: Datos experimentales.

Por otro lado, en los anfibios podemos encontrar al orden Caudata, en donde tal como se muestra en la Figura No. 2, encontramos que éstos poseen un
cuerpo alargado en donde se identifica la cabeza (2.1), el tronco (2.2) y la cola (2.3). Así mismo se observa que poseen 4 extremidades palmadas (2.4) en
donde no se observa ninguna especialización como en el orden anterior; se observaron 2 ojos (2.5) y una boca (2.6). Al igual que los anuros, ésta
salamandra presenta una piel desnuda, delgada que depende de la humedad del ambiente para la respiración y evitar la resecación.

a. b.
Figura No.2: Ejemplar de salamandra. a. Vista dorsal. b. Vista ventral. Fuente: Datos experimentales.

En el Carbonífero Superior (300 millones de años de antigüedad) para ese entonces varios anfibios habían logrado ya, como adaptación secundaria, la vida
terrestre; pero es en ésta época cuando los ancestros de los reptiles para reforzar la independencia del medio acuático adquieren la condición de Amniota,
esto es animales que ponen huevos terrestres, grandes, con cubiertas protectoras y que presentan anexos embrionarios (amnios, corion y alantoides), los
cuales mantienen al embrión y al feto en un medio acuoso durante todo su desarrollo y eliminan la etapa larvaria que ligaba a los anfibios con el
agua[ CITATION Mel08 \l 4106 ] . Debido a todas las adaptaciones que adquirieron los reptiles para independizarse del agua éstos presentan un
cuerpo de forma variable a lo largo de los órdenes que lo comprende, pero generalmente éste se encuentra recubierto con un exoesqueleto de escamas
epidérmicas córneas, a veces con placas dérmicas óseas; las que cubren la cabeza (y en ocasiones otras partes del cuerpo), reciben nombres especiales que
determinan habitualmente el tipo de especie. La piel carece de glándulas y puede presentar coloraciones muy variadas. [ CITATION Asosf \l
4106 ].

a. b. c.
Figura No. 3: Comparación de la diversidad morfológica de los reptiles. a. Ejemplar del orden Squamata, subclase Ofidio. b. Ejemplar del orden
Testudine. c. Ejemplar del orden Squamata, subclase Saurios. Fuente: Datos experimentales.

Dentro de los patrones morfológicos más peculiares que se pueden presentar en los reptiles encontramos a las serpientes las cuales carecen de
extremidades, en donde solo se observa la cabeza (3.1) y un largo cuerpo y cola (3.2) el cual es muy flexible gracias a la gran cantidad de vértebras que
posee. Así mismo, dentro de los patrones más comunes que se pueden presentar en los reptiles encontramos el típico modelo del orden Saurios en donde se
identifica una cabeza (3.3), cuello (3.4), cuerpo (3.5) y una cola (3.6); además encontramos 4 extremidades (3.7) adaptadas según el medio en el que se
desarrolla la especie, en este caso son patas marchadoras. Tanto las serpiente como los lagartos pertenecen al Orden Squamata el cual se caracteriza por la
presencia de escamas[ CITATION Mel08 \l 4106 ]

Al observar un ejemplar del orden Testudine observamos que éste se caracteriza primordialmente por la presencia de un caparazón (3.8) que consiste en
una serie de placas rígidas que recubren el esqueleto óseo, y se encuentran cubriendo la zona superior, inferior y lateral; la cual se compone de caparacho
(4.1) en la parte dorsal y plastrón (4.2) en la parte ventral. En donde una de las principales funciones se enfoca a la protección frente a depredadores. Así
mismo, como se observa en la figura 4.b. se observa que para brindar al caparazón una mayor solidez la columna vertebral de la tortuga está soldada al
caparazón.[ CITATION Pám09 \l 4106 ]

Así mismo, dentro del mismo orden Testudine encontramos que existen adaptaciones específicas de acuerdo al hábito en el que se desenvuelve, en donde
encontramos que para una tortuga marina el caparazón tiene una forma aplanada y con una forma muy hidrodinámica, lo que les permite moverse con
mucha habilidad y rápidez dentro delmedio acuático, así mismo, posee extremidades con forma de remo (4.3) para dar más propulsión al nado. Mientras
que una tortuga terrestre tiene el caparazón más convexo, posee patas más fuertes y marchadoras (Ibidem.).

a. b. c. d.
Figura No. 4: Ejemplares del orden Testudine. a. Caparazón visto ventralmente. b. Esqueleto de un quelonio. c. Morfología externa de una
tortuga marina. d. Morfología externa de una tortuga terrestre. Fuente: Datos experimentales.

Los reptiles son descendientes del linaje de los Amniotas en donde aparecen las ventanas o fenestras temporales para alivianar el peso del cráneo, dando
mejor soporte a los músculos mandibulares. En donde las ventanas o fenestras temporales pueden presentarse básicamente en dos posiciones: superior,
delimitada por los huesos parietal, postorbital y escamoso o inferior, bordeada por postorbital,escamoso, yugal y cuadratoyugal. Como se observa en la
Figura No. 5 la ausencia de fenestración (anapsida) es característica de las tortugas, pues en ellas no se observan cavidades en donde se inserta el músculo.
Mientras que en las especies diápsidadas se presenta un cCráneo con 2 pares de aperturas temporales: 1 par en el cachete bajo y otro par sobre el par bajo
y separado de éste por un arco óseo. De éste se forman 4 subgrupos: lepidosaurios – reptiles modernos menos tortugas y cocodrilos; arcosaurios –
dinosaurios y sus parientes y los cocodrilos vivientes y aves; sauropterígios – varios grupos acuáticos extintos; ictiosaurios – acuáticas parecidos a
delfines, extintos[ CITATION Stu03 \l 4106 ].

a. b.
Figura No. 5: Comparacón de los cráneos presentes en los reptiles. a. Cráneo anápsido de ejemplares de quelonios. b. Cráneo diápsido de
cocodrilo. Fuente: Datos experimentales.

Clave dicotómica

Por último, se hizo uso de la clave dicotómica para las familias de anfibios y reptiles de México de Casas y McCoy (1987) en donde se determinaron las
familias de un ejemplar de cada clase que se encontraban preservados en alcohol:

Para identificar al primer especímen sabiendo que éste contaba con dos pares de patas, cuerpo corto, patas posteriores 4 veces más grandes que el tamño de
las anteriores; adultos sin cola se determinó que éste pertenicía al orden anura, y se determinó que la familia a la que pertenece el espécimen es Bufonidae,
pues en él se encontró que son sapos con cabeza de tamaño moderado, medianamente triangular o redondeado, con ojos grandes, una apertura timpánica y
unas boca grande: poseen con piel rugosa; con glándulas paratiroides bien marcadas, sin dientes bien marcados.

El segundo espécimen en base a que éste tiene abertura anal transversal, ningún par de patas, con el cuerpo y cola sin surcos ni párpados móviles, pero sí
con ojos distinguibles, cubiertos por una escama transparente se determinó que pertenece al orden Squamata, y al suborden Ophidia. En cambio para
determinar la familia al observar que el ejemplar presentaba escamas ventrales transversalmente alargadas, sin fosa entre la abertura nasal y el ojo, con las
ventrales igual o excediendo la anchura del cuerpo, hileras de escamas de menos de 35; normalmente con 2 pares de escudos geniales grandes en contacto
por lo menos con cuatro infralabiales anteriores; escudos dorsales de la cabeza siempre grandes y regulares; sin el par de colmillos huecos y fijos en la
porción anterior de la maxila superior; con dientes sólidos a todo lo largo de ambas mandíbulas; se determinó que éste pertenecía a Colubridae.

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