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¿Quién o que es un sacerdote de Ifá?

Los sacerdotes de Ifá se llaman Babalawo (Baba nínú Awo, padre o mayor en el culto
de Awo "secreto"). Ya que la palabra Awo se traduce como secreto, será apto traducir
Babalawo como padre de los secretos, o mejor todavía, padre de los misterios. Ellos son
los que lideran durante las adoraciones y devociones a Ifá. Ellos han sido iniciados en el
culto y son conocidos por ser practicantes.
El nombre se puede haber iniciado por un incidente relacionado en Òlogbón mejí:
Ningún hombre es tan listo.
Hasta el extremo de ser capaz de atar el agua con un nudo a sus ropajes.
No hay hombre erudito que sea tan listo.
Hasta el extremo de conocer el número de partículas de arena.
Ningún conductor de un globo puede vagar por ahí.
Y saber donde termina la Tierra.
Hicieron adivinación para Òrúnmìlá.
En el día que estaba llorando por la falta de hijos.
Òrúnmìlá se había casado con muchas esposas y ninguna de ellas había sido capaz de
darle hijos (en algunos ejemplos, cuando Ifá dice Òrúnmìlá no puede tener un hijo,
puede sólo querer decir que estaba buscando un rasgo o comportamiento particular en
un hijo; y hasta que no lo obtenga se dice generalmente eso). Después de numerosos
intentos, él decidió consultar con los sacerdotes mencionados en el poema de más
arriba. En una extensa adivinación, le fue dicho que tendría hijos y que los hijos serían
reencarnaciones de sus ancestros (los ancestros especialmente los masculinos son
considerados como Baba Orun). El mismo mes después de ofrecer el sacrificio, sus
esposas se quedaron embarazadas, y nueve meses después tuvieron hijos, todos varones.
Cuando se hacía referencia a la descendencia por parte de sus vecinos, ellos decían que
había tenido “omo”. Pero Òrúnmìlá continuamente les corregía diciendo que había
tenido “Baba” (padre) y no “omo” (niño). Esto estaba basado en el pronunciamiento de
los sacerdotes sobre los hijos. Consecuentemente, la gente empezó a llamar a los hijos
de Òrúnmìlá "Baba Aláwo”, frente a “omo Aláwo”, que habría sido más apropiado para
los hijos de Aláwo, siendo Òrúnmìlá el sacerdote Aláwo; el nombre por el que todos los
Babalawo practicantes eran llamados hasta estos niños.
Y por tanto todo el mundo que se inicia en el culto de Ifá, sin importar la edad, se
convierte en un padre de los secretos.
El convertirse en un padre de los secretos no es por tanto una indicación de la edad, sino
es debido a la energía en particular que ha sido marcada sobre el hombre y a los otros
ritos a los que los ojos de los nuevos iniciados han sido expuestos. Òrúnmìlá concluyó
el poema diciéndole a sus vecinos ¿no saben que uno tiene que llamar a “Baba”, antes
de llamar a awo?
Reiteró, esto lo podemos ver plasmado en Òlogbón mejí. Pero otro caso se puede
encontrar en Ose Ètúrá (Osa Alawuure) donde el nombre se decía que se había
metamorfoseado a partir de la aventura que Òrúnmìlá tuvo en la casa de Baba
Mòwomòwo en la ciudad de Aláwòó. Un hombre determinado, cuyo nombre era
Mòwomòwo en la ciudad de Aláwòó fue ordenado a ofrecer sacrificio para que un
visitante itinerante no llegara pronto y reemplazara su nombre reduciéndole por tanto a
él, el dueño original del nombre, a nada (como ocurrió en Saki donde Okere sustituyó el
dominio de la ciudad de Saki frente a Onisaki que solía ser el rey;
Eesun wowoowo.
Hizo adivinación para Òrúnmìlá.
Ifá iba en viaje de adivinación a la casa de Mowomowo.
También hizo adivinación para Baba Mowomowo.
El que fue advertido a ofrecer sacrificio.
Para evitar que alguien más reemplazar su nombre.
Òrúnmìlá realizó su sacrificio pero Baba Mowomowo no.
Consecuentemente, él entró en la ciudad de Alawó, y fue mandado a quedarse bajo el
techo de Baba Mowomowo.
A causa de su naturaleza, él empezó a realizar adivinación para la gente; las estériles se
convirtieron en madres mientras que los enfermos se curaron. A los pocos días de su
llegada, la gente empezó a mandar a sus amigos y conocidos a que vieran a un hombre
que estaba viviendo con Baba Mowomowo; él es un potente y muy competente sanador.
Él vive en la casa de Baba Alawoo, ve a verle, se decían unos a otros. Baba Aláwòó fue
lo que Òsá Àwúre dice que se metamorfoseó a Babalawo.
No pasó mucho tiempo para que Òrúnmìlá no fuera conocido más por su nombre. Él se
convirtió en Baba Aláwòó, haciendo realidad las palabras de Ifá y por tanto
reemplazando el nombre del ocupante para convertirlo en Babaláwo.
Sopesando el primer acontecimiento de “Baba Alawo” y este con Baba Aláwòó, se
puede deducir que el segundo acontecimiento ocurrió primero llevando a la gente a
referirse a Òrúnmìlá como Aláwo; y más tarde cuando tuvo los hijos, “Baba” fue
añadido a “Aláwo”.
Los Babalawo son encontrados por casi toda la Tierra hoy en día. La adivinación de Ifá
está extendiéndose a un ritmo muy rápido en todos los continentes, incluso en la
católica Europa. Los Europeos ahora van a iniciarse a Nigeria, Cuba, México, Brasil,
etcétera. Los esclavistas de aquellos días ahora han cambiado su forma de pensar y la
religión que sus ancestros prohibieron durante su crimen contra la Humanidad ahora se
ha convertido curiosamente en su forma de vida.
Así que podemos decir que el evangelio de Ifá se está extendiendo como la pólvora por
todo el mundo.
Los Babalawo, allá donde se encuentren se suponen que son los que redimen (salvan)
las vidas de los hombres para que el mundo sea un mejor lugar donde vivir para todos.
¿Qué representa un Babalawo?
Un verdadero Babalawo debe ser capaz de adivinar con Ifá ya sea manipulando el
Opele, o el Ikin. Él debería ser capaz de cantar algunos versos de cada Odù y ser capaz
de traducir el mensaje al cliente para poder establecer el sacrificio apropiado. Esta
función hace de él un mediador entre el hombre y Olódùmarè. Ellos son las personas
que conocen a través de la adivinación de Ifá, lo que Ifá o cualquier deidad tomará y
cuándo lo tomará. Ellos también proporcionarán una guía para conseguir los materiales
de sacrificio. Ellos dirán dónde la comida tiene que ser colocada para un acceso fácil
para la deidad o el ser particular al que el sacrificio es dirigido e incluso la misma
organización de los artículos de alimentación. Ellos conocen las palabras que se tienen
que decir sobre cualquier comida servida a las deidades para que éstas ejerzan una
influencia positiva en su disposición hacia el sujeto.
Los Babalawo son también los guardianes de la moral, ética y sistema de valores. Ellos
son el puente entre lo que se desea y su realización. Los Babalawo son genios locales y
depositarios del conocimiento en el área donde viven (y el mundo en general). Ellos
saben al menos un poquito sobre todas las cosas de su localidad. Los versos y cantos
que ellos conocen no se limitan a la prosa de Ifá. Ellos son por tanto
extraordinariamente versátiles. Un Babalawo debe ser capaz de reflejar las enseñanzas
morales de Ifá en su vida personal para que se vea que practica lo que predica.
Todas las virtudes que un hombre recto deben ser encontradas en él. Aunque muchos
Babalawo han desechado el significado de los postulados de Ifá que les dieron su poder,
los que todavía conservan esas características serán aquellos que más firmemente serán
encontrados en sus vidas.
Ellos por tanto se pueden considerar como la élite de la sociedad. Ya que su mundo está
construido sobre balances y comprobaciones, ellos no pueden comportarse mal (si uno
piensa en el poder que tienen a su disposición).
En virtud de la posición de Òrúnmìlá que él transfirió a sus sacerdotes, todos los
Babalawo son reyes. Ellos tienen que ser respetados y se les tiene que dar el mismo
honor que a los reyes. De hecho, cuando un Babalawo se viste con toda su realeza, él se
pondrá una corona adornada con las costosas cuentas “iyùn”.
Para aclarar este punto, Ifá dice:
Agbada nla lo ye Ifá, (Un gran traje es lo que Ifá debería ponerse para vestir).
Con su Otútù Opòn o Idè en su cuello, la cola de res en su mano izquierda, él no se
supone que deba postrarse ante nadie. Aunque las ideas modernas parecen estar
cambiando algunas de estas cosas al permitir al Babalawo completamente vestido
inclinarse sólo un poco ante el rey político pero no postrarse, especialmente cuando el
Babalawo está llevando una corona.
Un verso de Òbàrà Òwónrín dice:
Cada vez que veas a un Babalawo muestra tus respetos al Babalawo.
Porque los Babalawo fueron instalados reyes directamente desde el Cielo.
Ellos son los que adivinaron para Òrúnmìlá.
En el día que él iba a fundar la tierra de Iwonran.
Por tanto el destino de un Awo es el de un jefe Elaasode.
Ifá fue el que fundó la ciudad de Iwonran.
El destino de un Awo es el destino de un jefe.
Muchas discusiones ha habido sobre la razón de la preferencia de las sobrecubiertas
(envolturas) colgadas alrededor del hombro del sacerdote durante las funciones sociales
o de adivinación. Algunos dicen que esto significa que un Babalawo es humilde ante su
Dios (Olódùmarè) cuando está tratando ese caso determinado. Esto es apoyado por un
verso de Irete Irosun donde todas las deidades fueron atacadas por Elénìní, el
Detractor que estaba decidido a aniquilar a todas las deidades.
Casi todas las otras deidades se vistieron con sus atuendos de guerra, determinados a
acabar con su enemigo común. Pero Òrúnmìlá vistió diferente. Él se ató una humilde
envoltura y esto suavizó el corazón de Elénìní que por tanto le perdonó. Sin embargo,
algunos dicen que esto sólo sirve como una mera identificación de un Babalawo,
especialmente cuando él tiene su bastón de Òsùn en sus manos, Idè y Otútù Opòn.
Sin embargo, no hay religión sin sus tradiciones y sus modos de vestir. Si el sacerdote
no se viste con sus respectivos atuendos, él puede simplemente escoger el Agbádá de
tres piezas que Ifá también especifica.
Las cuentas que se pone el Babalawo se llaman el Idè y el Otútù Opòn. Estas son
diferentes entre sí ya que las cuentas de Otutu Opon son más grandes y anudadas. Otutu
Opon generalmente tiene tres grupos de cuentas de colores enroscados entre ellos por
una cuenta y así formando otra gran cuenta hasta que forman un collar.
Hay otro tipo de Idè llamado Agbékórùn. Este lleva una lámina hecha de cuentas de
colores y lleva el nombre y cargo del Babalawo en cuestión. Aparte del Idè, Ìróké, o un
traje grande, hay otros emblemas que pueden formar parte de la vestimenta de un
Babalawo. Uno de estos es el Ìléwó, un pequeño bastoncito que parece un Ìróké pero no
está curvado en su parte alta. Puede tener una impresión del Odù del Babalawo y el
color depende de la elección del mismo Babalawo.
Ya conocemos el irukere (cola de res) y el bolso de Ifá llamado Jèrùgbé. Para la
mayoría de las ocasiones, éstas son las cosas básicas que un Babalawo puede llevar o
sujetas sobre su persona.
Todo lo que un Babalawo se pone tiene una importancia espiritual o física. Por ejemplo,
el Idè apareció como resultado de un acuerdo entre Òrúnmìlá y Sànnpònnà (Olóde, Olú)
que estaban llegando para infligir castigo en los recalcitrantes hijos de los hombres con
los que se cruzaba. Pero ya que Òrúnmìlá realizaba adivinación todos los días, él predijo
lo que Sanponná estaba por hacer en la Tierra. Entró en acción preguntando por los
necesarios sacrificios redentores. Sànpònná le dijo a través de la adivinación de Ifá que
aparte del sacrificio, sus sacerdotes y devotos deberían ponerse el Idè que él vería sobre
ellos como una identificación de que debería perdonarles. Òrúnmìlá rápidamente envió
un mensaje a sus devotos y así comenzó la costumbre de atar el Idè en las muñecas o
cualquier parte del cuerpo.
"Es tabú para todo el mundo llevar puestas las cuentas sagradas para servir como
esclavos o mano de obra barata".
Ifá dice en un verso que:
Salvo que un Babalawo no conozca cómo recoger las semillas de sus palmas o no sepa
cómo hacer las marcas sobre la superficie del tablero de Ifá, los Babalawo no se podrán
poner el Idè en sus muñecas y servirán a la vez como "esclavos" o mano de obra
barata...
Excelente y bendecido día para todos los seres de bien.
• Por una mejor práctica Yorúbà.

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