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INTRODUCCION

El derecho sustantivo y adjetivo laboral carece de regulación sui generis sobre


arbitraje económico, esta situación de insuficiencia normativa se manifiesta
también en materia de impugnación. Ante estas deficiencias plausibles, el diseño
de la revisión judicial de los laudos arbitrales laborales supone, en definitiva, una
efectiva traslación del Derecho Laboral a los principios arbitrales generales.
Así, la mayor parte de las vías o causas de impugnación de los laudos arbitrales
laborales, presentan un claro paralelismo con los motivos impugnatorios de los
arbitrajes privados. En esta línea, se viene aceptando la impugnación judicial del
laudo arbitral laboral en supuestos de irregularidades formales o
procedimentales o en casos de vulneración de normas de derecho necesario.
Estas vías genéricas o comunes de impugnación (por contraposición a las
específicas que sí gozan de referencia normativa expresa) habrán de ser
necesariamente restrictivas o limitadas en el entendido de que sin desconocerse
el necesario respeto a la tutela judicial efectiva que legitima la revisión
jurisdiccional de los laudos arbitrales laborales, la excesiva judicialización de
aquellos arbitrajes implicaría, de hecho, desplazar la autonomía del
procedimiento y, en sentido más amplio, limitar el derecho de autonomía y
autotutela de las partes. Tal interpretación restrictiva (al menos para los arbitrajes
voluntarios) exige aceptar la impugnación por lesividad con ciertas cautelas y
sólo para aquellos laudos arbitrales asimilados en eficacia a los convenios
colectivos.

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1. ANTECEDENTES
Es una realidad conocida que en materia laboral existen mecanismos para llegar
al arbitraje los que han ido evolucionando en el tiempo por vía de interpretación.
1.- Dentro de la interpretación original de la Ley de Relaciones Colectivas del
Trabajo – en adelante LRCT, el arbitraje se concebía como expresión del
acuerdo de partes. Ello siguiendo la lógica eminentemente voluntaria del arbitraje
que no concebía el arbitraje obligatorio impuesto por la ley. Se llegaba a esa
conclusión por interpretación literal de lo que señalaba el art 61 de la LRCT que
señala que de no haber un acuerdo en negociación directa o en conciliación
PODRAN LAS PARTES SOMETER EL DIFERENDO AL ARBITRAJE,
entendiéndose que de acuerdo con lo señalado en el art. 62 se debía suscribir
un COMPROMISO ARBITRAL. Ello está ratificado en el art. 48 del Reglamento.
2.- El Reglamento de la LRCT se redactó con un texto diferente convirtiendo lo
que inicialmente fue establecido con la redacción LAS PARTES PODRAN (…)
con otra contraria y diferente de CUALQUIERA DE LAS PARTES PODRA (…)
3.- Como excepción a esta regla se estableció el arbitraje obligatorio que está
regulado en el art. 68 de la LRCT que le permite al Estado solucionar el conflicto
en una suerte de arbitraje obligatorio cuando la huelga se prolongue en el tiempo
o desemboque en actos de violencia. A pesar de las referencias en la LRCT a
dichas dos clases de arbitraje jamás se hizo referencia a un tertium genus como
lo que se conoce ahora como arbitraje potestativo.
4.- La regla fundamental de la negociación colectiva se encuentra en el art. 4º
del Convenio 98 OIT que nos señala la naturaleza voluntaria de la negociación
colectiva, vale decir que se llega a la negociación colectiva en busca de un
acuerdo logrado por acuerdo de partes y no por imposición de un tercero. Si bien
el dispositivo en mención por su carácter general no admitía excepción diversos
órganos de la OIT (Comisión de Expertos y Comité de Libertad Sindical)
emitieron pronunciamientos a favor del arbitraje facultativo o potestativo con
carácter excepcional creando dichas situaciones por vía de interpretación de la
norma aludida.
5.- Entendemos que dentro de la lógica original impuesta por la LRCT la idea era
que la amenaza de huelga induciría al empleador a aceptar el arbitraje pero éste
no se lo podía imponer al trabajador como forma de solución de la negociación
colectiva ya que éste siempre tenía expedito el camino de la huelga que surgió
históricamente como el medio de lucha y presión natural del trabajador con
relación al empleador y que además es un derecho de jerarquía constitucional.
Es en base a esta consideración de que la huelga es un mecanismo que la ley
la reconoce como arma de lucha o presión de los trabajadores cuyo ejercicio es
preferencial por parte de estos.
6.- A partir del año 2008 y como consecuencia de algunos pronunciamientos del
Tribunal Constitucional referidos a situaciones específicas – que no tienen la
calidad de precedentes de cumplimiento obligatorio- se ha venido haciendo
referencia a lo que ahora se llama arbitraje "potestativo", que es aquél que una

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parte le impone a la otra sin que ésta tenga mayor oportunidad de negarse salvo
el caso de que el sindicato opte por la huelga. Posteriormente la autoridad de
trabajo por vía reglamentaria estableció el arbitraje potestativo con causa a
través del D.S. 014-2011-TR, el mismo que fue objeto de una acción popular
recientemente resuelta en la que se consagró la interpretación consignada en el
reglamento en el sentido de que cuando la ley hacía referencia a que las
PARTES PODRAN llevar el conflicto al arbitraje se refería a lo que el Reglamento
señalaba como CUALQUIERA DE LAS PARTES.
Actualmente existen dos corrientes muy marcadas dentro del ámbito de los
árbitros. Una que propugna la extensión del arbitraje potestativo para todos los
casos y que procede a iniciativa de parte sin que se exija motivo para invocarla
y otra que afirma que solamente debe mantenerse para casos excepcionales sin
afectar el principio consagrado en el art. 4º del Convenio 98 OIT.4 También hay
un núcleo duro reducido que se mantiene dentro de la interpretación literal del
Art. 61 de la LRCT agregando que el Convenio 98 no ha sido dejado sin efecto
ni modificado cuestionando la interpretación de los comités especializados bajo
el argumento de que ellos no pueden crear excepciones del convenio porque
ésta sería facultad exclusiva de la Asamblea.

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2. DEFINICIONES TEORICAS
2.1 EL ARBITRAJE
DEFINICIONES DOCTRINARIAS.
El arbitraje es una de las instituciones más antiguas del derecho internacional,
tanto público como privado, su origen remonta a la antigua Grecia su literatura
es vasta pero desordenada. Por ello es conveniente definir algunos conceptos
fundamentales y despejar la duda sobre algunos términos con relación al tema
enunciado.
Arbitraje según el Dr. CARLOS ALBERTO DUNSHEE DE ABRANCHES; es un
medio jurídico de resolver extrajudicialmente algunas controversias entre dos o
más personas físicas o jurídicas de derecho privado o público, tanto interno como
internacional mediante la aplicación al caso concreto de normas sustantivas,
consuetudinarias o de equidad, cumplidas las obligaciones contractuales a que
las partes están sometidas por medio de árbitros o arbitradores, escogidas por
ellas con observancia de las normas procesales establecidas en el compromiso
arbitral o de otras reglas expresamente indicadas en el compromiso. La decisión
o laudo arbitral es obligatorio para las partes y puede ser ejecutado judicialmente
contra la parte renuente, salvo el caso de que sea un estado extranjero u otra
persona que goza de inmunidad de jurisdicción.
Es un procedimiento jurisdiccional sui generis, mediante el cual, por expresa
voluntad de las partes, se defiere la solución de conflictos contractuales y
extracontractuales a un cuerpo judicial colegiado integrado por árbitros, quienes
transitoriamente quedan investidos de jurisdicción para proferir un laudo con la
misma categoría jurídica y los mismos efectos que una sentencia judicial. (Gil,
2013, p.21.)
Otra parte de la doctrina considera que el arbitraje constituye una jurisdicción
especial de tipo transitorio, en la medida en que: estos cuentan con los tres
elementos que la teoría del derecho otorga a las jurisdicciones: decisión final
sobre un conflicto, pluralidad en su composición y carácter de cosa juzgada en
sus decisiones. Faltaría un elemento que algunos consideran importante como
lo es la permanencia. Sin embargo, la justicia arbitral es, por disposición
constitucional y por la propia voluntad de las partes, de naturaleza transitoria.
(Molina, 2008, p.56).
No obstante lo anterior, otra parte de la doctrina considera que:
El arbitraje no es una jurisdicción, sino una sustitución autorizada por el Estado
que carece de permanencia y autonomía. Y en consecuencia, “el arbitraje es un
mecanismo de resolución de conflictos, mas no una jurisdicción especial, como
algunos doctrinantes lo pregonan, pues la jurisdicción tiene un elemento
fundamental y es el de permanencia, algo que en el arbitraje no pasa, pues es
transitorio, razón por la cual no se puede considerar como una clase de
jurisdicción especial. (Paz Russi, 2015, p.15)

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El arbitraje realmente más que un mecanismo alternativo de solución de
conflictos, es un proceso, puesto que los particulares al administrar justicia como
árbitros, deben materializar, dentro de la lógica propia del arbitraje y atendiendo
a sus especificidades, los derechos fundamentales al debido proceso, de
defensa y acceso a la administración El concepto y la naturaleza del arbitraje
comercial en el ordenamiento jurídico, respetando el marco trazado por el
legislador. Por ello el arbitraje se concibe como un proceso que garantiza los
derechos de las partes enfrentadas, mediante un conjunto de etapas y
oportunidades para discutir argumentos, valorar pruebas, controvertir la posición
de la otra parte e incluso controlar las decisiones de los árbitros. (Corte
Constitucional, C-330, 2012) Colombia // referencia del arbitraje comparado.
Existen diversas definiciones académicas. Deseo adoptar aquella que, en una
brillante tesis doctoral, un experto francés (Charles Jarrosson) propone el
‘arbitraje’ es una institución por la cual un tercero resuelve una diferencia que
divide a dos o más partes, en ejercicio de la misión jurisdiccional que le ha sido
confiada por ellos. Dicho tercero es un árbitro.
Y sobre la figura del árbitro, otra (también brillante) tesis doctoral francesa, pero
ahora sobre la figura del árbitro, propone el siguiente concepto: el ‘árbitro’ es un
juez privado designado por aquellos quienes desean que resuelva su
controversia.
Otros expertos comparten la postura. Por ejemplo, Rubellin-Devichi dice que el
árbitro es un juez privado investido de una misión jurisdiccional de origen
contractual. Por su cuenta, Motulsky dice que la misión del árbitro es la misma
que la del juez.

2.2. IMPUGNACION ARBITRAL.


Los Laudos Arbitrales en materia laboral, son producto de un procedimiento de
arbitraje en el que sometidas las posiciones de empleador y trabajadores son
resueltas por uno o más árbitros, en el marco de un procedimiento pre
establecido por la ley.
Una primera aproximación a la impugnación de los laudos arbitrales laborales
refleja la inexistencia de regulación legal laboral común o tratamiento normativo
unitario sobre el tema y ello dificulta extraordinariamente cualquier intento de
formulación y delimitación del marco regulador de la institución. A tal dificultad
inicial se adiciona otra cual es la diversa tipología de laudos arbitrales laborales
potencialmente impugnables, complejidad que se intensifica con la revitalización
de la institución arbitral.
Lógicamente, esta diversidad de figuras arbitrales también deriva en cauces e
incluso causas de impugnación diversas.
Junto a ello, la propia naturaleza del laudo (derivado de arbitraje obligatorio o
voluntario) e incluso el carácter del conflicto objeto de controversia (jurídico, de
intereses) derivará en causas impugnatorias de orden diverso. En base a ello –

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y sin perjuicio de la revisión posterior de las vías de impugnación concretas de
los laudos arbitrales laborales, a modo de esquema, el diseño de los cauces
impugnatorios podría ser el siguiente
Como se conoce, en supuestos de conflictos jurídicos el árbitro resuelve en
derecho y, en base a ello, junto a las posibilidades de impugnación vinculadas a
defectos formales o procedimentales cabría una revisión jurisdiccional que
trasciende la mera revisión formal.
Así, en estos arbitrajes que dirimen conflictos jurídicos, la revisión del contenido
material del laudo podría estar fundada en una vulneración de normas de
derecho necesario u orden público laboral. Ello implica, lógicamente, que la
actuación arbitral ha de desenvolverse dentro de los parámetros marcados por
el orden normativo vigente siendo posible mantener materialmente la función
cuasi-judicial del árbitro.

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3. DIFERENCIA ENTRE LAUDO ARBITRAL ECONOMICO Y LAUDO
JURIDICO
Para establecer las diferencias que existen entre ambas clases de arbitraje se
hace necesario describir las características de cada una de ellas. Ello nos
permitirá identificar los problemas que se presentan para establecer las
soluciones que fueran del caso.
El primero se sitúa para la solución de los conflictos económicos que son propios
de la negociación colectiva y responde a la naturaleza de los mismos. El
legislador ha optado por una de varias fórmulas susceptibles de ser aplicadas
por la cual le deja la responsabilidad principal en la solución arbitral a las propias
partes que están obligadas a presentar una propuesta final que por su naturaleza
es inmodificable después de su presentación pues de no ser así no sería "final".
Para fijar el tema la ley ha señalado que dichas propuestas deben ser
intercambiadas en un acto simultáneo dentro del procedimiento arbitral. A partir
de allí se desarrollan mecanismos para que las partes efectúen las
observaciones del caso a lo afirmado por las partes en sus referidas propuestas
finales. Lo que si resulta claro es que la posición final no es susceptible de
modificación unilateral en tanto que ello haría que dejara de ser final y además
atentaría contra el principio de equiparidad o igualdad de armas.
El objeto de este mecanismo es que cada parte aporte un proyecto completo de
convención colectiva de trabajo con su propia redacción para que el tribunal
seleccione uno de los dos y lo imponga como convención colectiva de trabajo a
través del laudo arbitral El sistema mencionado corresponde a un criterio
denominado que le da a las partes más que al Tribunal arbitral el protagonismo
en la solución de conflicto una especie de subasta de ofertas para que el Tribunal
escoja entre ellas.
Una de las características del arbitraje laboral en nuestra legislación es que el
tribunal arbitral no tiene facultades creativas, esto es no puede establecer e
imponer una solución.
Podríamos calificar su función propiamente como selectiva o seleccionadora
para lo cual tiene que optar por una de las dos propuestas formuladas en su
integridad estando facultados excepcionalmente a lo que la ley considera como
atenuar aplicando el criterio de equidad.
El segundo actúa en sustitución de la actividad jurisdiccional judicial y emite un
pronunciamiento en derecho. De allí la exigencia de que los árbitros sean
abogados a diferencia del arbitraje económico en que no lo tienen que ser
(aunque en la práctica las partes optan por escoger árbitros abogados y por
excepción recurren a otros profesionales, pudiendo inclusive designar árbitros
que no lo sean. La regulación del arbitraje jurídico laboral ha sido reconocido en
las dos leyes procesales de trabajo que hemos tenido (26636 y 29497) aunque
es necesario señalar que en ésta última se le impusieron restricciones que
limitan bastante su aplicación. En todo caso es conveniente señalar que el

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arbitraje jurídico en materia laboral no ha tenido mucha aceptación
principalmente por el costo de un procedimiento de esta clase.
Nuestro ordenamiento jurídico le otorga un tratamiento distinto al control de los
laudos en sede judicial, en función a la naturaleza del conflicto objeto de revisión.
En varios artículos de la NLPT se aprecia que tanto el tipo de proceso como las
reglas procesales varían en función a la naturaleza de la solución de los
conflictos.
La diferencia sustancial entre los conflictos económicos y los conflictos jurídicos
no ha pasado inadvertida por la Organización Internacional de Trabajo. Así, la
distinción entre una y otra clase de controversia ha sido claramente delimitada
por el Comité de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de
la OIT:
La consecuencia inmediata de la diferencia de naturaleza detectada entre ambos
tipos de conflicto es la siguiente: “Mientras los jurídicos pueden ser resueltos
judicialmente a falta de acuerdo, al tener su fundamento en el Derecho positivo,
para los económicos, el único cauce de pacificación está representado por el
acuerdo entre partes”.
A diferencia de los conflictos económicos, el Poder Judicial tiene jurisdicción para
conocer un conflicto laboral jurídico, pudiendo las partes decidir someter este
conflicto a la jurisdicción arbitral, quien en este caso complementa al sistema
judicial.
Generalmente, se realiza una distinción entre dos tipos de conflictos: Por una
parte, los conflictos de derechos (a veces también llamados ‘quejas’) relativos a
la aplicación o la
interpretación de un convenio colectivo, y por otra parte, los conflictos de
intereses relativos a la determinación de un convenio colectivo o a la
modificación a través de la negociación colectiva de los salarios y otras
condiciones de trabajo normativas y económicas previstas en un convenio
colectivo existente.
Similar opinión es compartida por Sanguinetti, quien, al analizar la naturaleza
jurídica o económica del conflicto laboral, sostiene que:
“Los conflictos jurídicos son aquellos que versan sobre la aplicación o
interpretación conforme a Derecho de las normas laborales y convenios
colectivos vigentes. En cambio, los económicos carecen de toda base jurídica,
ya que tienen su origen en la pretensión de una de las partes –normalmente la
social– de obtener un beneficio del que carece o conseguir la mejora de uno
existente”.
A criterio del referido autor, la consecuencia inmediata de la diferencia de
naturaleza detectada entre ambos tipos de conflicto es la siguiente: “Mientras los
jurídicos pueden ser resueltos judicialmente a falta de acuerdo, al tener su
fundamento en el Derecho positivo, para los económicos, el único cauce de
pacificación está representado por el acuerdo entre partes.

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En la misma línea, Michael Vidal Salazar, al referirse a estos dos tipos de
conflictos, señala que el conflicto colectivo novatorio tendrá una discusión que:
“Versará sobre asuntos de equidad, justicia o económicos, con motivo de la
creación o modificación de una norma”, mientras que en el conflicto colectivo
jurídico “se discute la aplicación o interpretación de una disposición ya existente”.
Siendo la naturaleza de estos dos conflictos distinta por estar o no juridificados,
“naturalmente, ni las vías de solución, ni el papel de los sujetos que intervienen
en uno y otro tipo de conflicto pueden ser los mismos”, complementa Sanguinetti.
Podemos señalar que en materia de negociación colectiva nos encontramos ante
un conflicto colectivo laboral económico en el cual el objetivo es crear normas
(en sentido amplio) que compongan los intereses enfrentados. Por su parte, en
el caso de los conflictos jurídicos se busca resolver el diferendo en función a
normas existentes.

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3.1. CUADRO COMPARATIVO ENTRE LAS FORMAS DE TRATAMIENTO
DEL ARBITRAJE ECONOMICO SEÑALADO EN LA LRCT Y DE LA LEY
GENERAL DE ARBITRAJE
LEY DE RELACIONES COLECTIVAS LEY GENERAL DE ARBITRAJE
De conformidad con lo establecido en El art. 13º del Dec. Leg. 1071
el art. 64. de la LRCT las partes para contempla como única vía para
ir al arbitraje deben firmar un acordar el arbitraje la suscripción
convenio arbitral. No se hizo mención un convenio arbitral lo que puede
alguna a otras formas de arbitraje darse en una variedad de
que han surgido posteriormente por oportunidades.
vía de interpretación como es el
caso del arbitraje potestativo. No reconoce la existencia de ningún
otra forma de establecer el arbitraje
fuera del acto voluntario de las
partes.

Lo mismo sucede en el arbitraje


jurídico
Laboral
El arbitraje laboral constituye la El arbitraje regulado por el D.L 1071
expresión de un arbitraje económico y es uno de naturaleza jurídica. Por lo
no jurídico y está catalogado como un tanto los árbitros como regla general y
conflicto de revisión. Una de las salvo las excepciones señaladas en la
consecuencias de esta característica ley tienen que ser abogados.
es que los árbitros no tienen que ser
abogados obligatoriamente como si lo
tienen que ser como regla general en
el arbitraje jurídico de acuerdo con lo
señalado en el art. 22 del Dec. Leg.
1071
La negociación colectiva está referida El arbitraje jurídico por lo general no
a un conflicto que se puede repetir en está referido a un conflicto susceptible
el tiempo. Normalmente se trata de de ser repetido en el tiempo porque no
convenciones colectivas de trabajo es secuencial.
con una duración mínima legal de un
año que es el caso de la mayor parte Por lo tanto en este procedimiento la
de las negociaciones. Ello obliga a celeridad no es tan importante como
crear un procedimiento de en el proceso de impugnación de
cuestionamiento de su laudo arbitral.
validez que se resuelve
aceleradamente en atención a que la
convención colectiva cuestionada
será sucedida por otra cuya solución
depende muchas veces de haber
concluido la anterior. La LRCT
contempló inicialmente este
procedimiento como un recurso y no
como un proceso. Ello posiblemente
para darle más celeridad al trámite.
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El cuestionamiento del laudo arbitral El cuestionamiento de laudo arbitral
económico se da a través del proceso jurídico se da a través de una acción
de impugnación de laudo arbitral de anulación de laudo arbitral que se
regulado por la NLPT que se inicia en inicia en sede superior y concluye en
sede superior y concluye en sede sede suprema a través del recurso
Suprema por vía de apelación en la de casación en la medida que éste
medida que las partes ejerciten el proceda lo que se da cuando el
derecho de impugnación. pronunciamiento de primera instancia
se da a favor de la anulación del laudo
más no cuando la demanda ha sido
desestimada en cuyo caso no procede
ningún recurso.
En la LRCT no existe una En el Decreto Legislativo 1071 se da
enumeración taxativa de un laudo una enumeración taxativa de las
arbitral. Hay que deducir cuales son causales que justifican la nulidad del
las causales de nulidad a que se laudo lo que no sucede en el caso de
refiere la ley genéricamente. la LRCT que hace referencia a la
nulidad pero sin señalar sus causales.
Entre las posibles causales de nulidad Las causales para invocar la
de un laudo arbitral económico nos anulación del laudo arbitral jurídico
referiremos en primer lugar a lo que están expresamente consideradas en
señala el art. 66 º del TUO de la LRCT el art. 63 del D.L. 1071
que señala a los siguientes casos: 6) Que el convenio arbitral sea
inexistente, nulo, anulable, inválido o
1) Por razón de nulidad (no ineficaz. (Esta causal por lo general
habiéndose señalado ningun no sería invocada en un proceso
causal específica que la declare) de impugnación de laudo arbitral ya
que en la mayoría de los arbitrajes no
2) Por contemplar menores derechos se recurre al compromiso arbitral
a los contemplados en la Ley a porque se trata de arbitrajes
favor de los trabajadores impuestos por la voluntad de uno al
otro)

Posibles causales de nulidad de una 7) Que una de las partes no ha sido


decisión laboral económica de notificada del nombramiento de árbitro
acuerdo con la LRCT o de las actuaciones arbitrales, o no
ha podido por cualquier otra razón
a) Por haberse designado como hacer valer sus derechos. En materia
árbitro el abogado, asesor, laboral esta causal prácticamente no
representante o apoderado o en existe ya que queda convalidada con
general las personas que tengan el acta de instalación del arbitraje.
relación con las partes o interés
8) Que la composición del Tribunal
b) directo o indirecto en el resultado Arbitral o las actuaciones arbitrales no
(segundo párrafo del art. 54 de TUO se han ajustado al acuerdo entre las
de la LRCT) partes o al reglamento arbitral
aplicable, salvo que dicho acuerdo o
c) Que el laudo, en infracción del art. disposición estuvieran en conflicto con
65 del TUO de la LRCT establezca alguna disposición del D.L. 1071
.

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una solución distinta a las propuestas Nota: Como se ha precisado, en
finales de las partes. materia laboral el arbitraje como regla
general no es voluntario sino
d) Que el laudo en infracción del compulsivo.
mismo dispositivo combine
planteamientos de una y otra 9) Que el Tribunal haya resuelto sobre
propuesta. materias no sometidas a su decisión
(extrapetita).
e) Que el laudo no recoja en su
integridad la propuesta final de una Nota: Esto se encuentra considerado
de las partes. como causal de nulidad al señalarse
que los árbitros deben recoger en su
f) Que al adoptar la solución se integridad la propuesta final de una de
realice una atenuación sobre las partes, lo que significa que si
posiciones que no son extremas. considera algo que no ha sido parte
de la misma está incurriendo en
g) Que en la decisión no se tomen en nulidad.
cuenta las conclusiones del dictamen
a que se refiere al art. 56 del TUO. 10) Que el Tribunal haya resuelto
sobre materias que de acuerdo a ley,
h) Que el laudo arbitral sea dictado son manifiestamente no susceptibles
bajo la presión de algunos de los de arbitraje. Causal que no está
hechos descritos en el art. 81 del expresamente mencionada de
TUO manera expresa en la LRCT

i) Que no se haya convocado a las 11) Que el objeto de la controversia no


partes a fin de darles a conocer el sea susceptible de arbitraje o el laudo
laudo dentro de los 5 días hábiles es contrario al orden público
de concluida la etapa del proceso a internacional.
que se refiere el art. 55 del
Reglamento (que es de 30 días)
CAUSAL NO APLICABLE.

12) Que la controversia haya sido


decidida fuera del plazo pactado por
las partes, previsto en el reglamento
arbitral aplicable o establecido por el
tribunal arbitral.

Nota: Esta es una causal


expresamente reconocida en el art. 55
de la LRCT que hacer referencia a
que todo el conflicto debe ser resuelto
en el plazo de 30 días naturales y que
además el laudo debe ser notificado
dentro de los 5 días siguientes.

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En el procedimiento arbitral laboral se La Ley de arbitraje contempla la
establece la existencia de pedido de existencia de un recurso de
corrección de errores, materiales, rectificación, interpretación,
numéricos, de cálculo, tipográficos o integración o exclusión del laudo, el
de naturaleza similar. Este debe ser mismo que en lo que respecta a
formulado dentro de un día hábil algunas causales de nulidad debe ser
siguiente desde la notificación. No ejercitado previamente y que en caso
puede modificar lo esencial del laudo de no hacerlo no podrá invocar dichas
por no estar referido a la rectificación, causales. Esto se encuentra referido a
integración o exclusión del laudo. las causales de nulidad contempladas
en el arts. 63 incisos a, b, c y d del
Dec. Leg. 1071

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4. CONSIDERACIONES DE LOS LAUDOS
La NLPT se refiere a los laudos que recaen en las reclamaciones colectivas de
los trabajadores que se produce en la negociación colectiva. El Decreto Ley N°
25593, al que también se denomina “Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo”,
regula EL trámite de la negociación colectiva de trabajo y establece que la misma
puede terminar sometiendo el conflicto a un arbitraje, cuya conformación y
funcionamiento está regulado por el decreto ley antes mencionado y que puede
terminar con un laudo arbitral. Se denomina laudo al fallo que emiten los árbitros
al resolver el asunto que se les somete a su consideración. No obstante, el
mismo dispositivo contempla la posibilidad de impugnar, ante el Poder Judicial,
dichos laudos cuando haya causal de nulidad y por establecer menores derechos
a los contemplados por la ley a favor de los trabajadores.
Para tramitar estas impugnaciones, la NLPT ha establecido el Proceso
Impugnativo de Laudos Arbitrales Económicos, cuya primera instancia es de
competencia es de las salas laborales de las cortes superiores, y la segunda
instancia corresponde a la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte
Suprema. Pero, por otra parte, el artículo 3° de la NLPT, no solo se refiere a los
laudos antes señalados, sino también a la “anulación del laudo arbitral que
resuelve un conflicto jurídico de naturaleza laboral, a ser tramitada conforme a la
ley de arbitraje”, que es diferente al proceso antes referido. Efectivamente, existe
una Ley General del Arbitraje, expedida por el Decreto Legislativo N° 1071 que
regula el arbitraje en general, distinto al arbitraje laboral contemplado por el
Decreto Ley N° 25593. No obstante, la NLPT no ha diseñado el respectivo
proceso, sino que simplemente indica, en su artículo 32, que se tramitará
conforme a la ley de arbitraje.
Finalmente, cabe preguntarse por qué la NLPT, cuando se trata de la
negociación colectiva, habla de impugnar el laudo y cuando se refiere al arbitraje
en general menciona la palabra anulación, tal como aparece en su artículo 2°
Por otra parte, si se tiene en cuenta que el recurso de anulación, procesalmente
hablando, también es un recurso impugnatorio. El propio artículo 62° del Decreto
Legislativo N° 1071 precisa que el recurso de anulación es un recurso
impugnatorio. Frente al interrogante, la respuesta es muy simple: el legislador,
en la NLPT, ha mantenido las denominaciones que aparecen tanto en el Decreto
Ley N° 25593 como en el Decreto Legislativo N° 1071.
4.1 PROCESOS DE IMPUGNACIÓN DE LAUDOS ARBITRALES
ECONOMICOS.
El Laudo Arbitral dentro del Proceso de Negociación Colectiva, regulado por el
Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, contenida
en el Decreto Supremo Nº 010-2003-TR, reglamentado por el Decreto Supremo
Nº 011-92-TR, es emitido por el Árbitro o Tribunal Arbitral, siguiendo el
procedimiento establecido en las antedichas normas jurídicas. El Arbitraje en
cuyo proceso se emite el Laudo Arbitral, se le define como “…el procedimiento
por el cual cierta clase de controversias– conflictos colectivos de intereses y
jurídicamente relacionados con éste -, se someten por disposición de las partes

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o de la ley, al conocimiento y decisión de un organismo que actúa como tercero,
decisión que tiene eficacia vinculatoria por las partes y efectos eminentemente
normativos.
En conformidad con el artículo 66º de la Ley de Relaciones Colectivas, “El laudo,
cualquiera sea la modalidad del órgano arbitral, es inapelable y tiene carácter
imperativo para ambas partes. Es susceptible de impugnación ante la Sala
Laboral de la Corte Superior, en los casos siguientes:
a) Por razón de nulidad y
b) Por establecer menores derechos a los contemplados por la ley a favor de los
trabajadores. La interposición de la impugnación no impide ni posterga a
ejecución del laudo arbitral, salvo resolución contraria de la autoridad judicial
competente”
La Negociación Colectiva es un procedimiento mediante el cual los sujetos
laborales (trabajadores y empleadores) regulan sus relaciones de trabajo, como
consecuencia de la facultad otorgada por la Constitución del Estado, según el
artículo 28º. Al arbitraje se llega por voluntad de las partes, ante la imposibilidad
de haberse puesto de acuerdo durante la negociación directa o la conciliación.
Los sujetos que intervienen son los trabajadores a través de su Organización
Sindical y los empleadores, cuyos representantes son designados de
conformidad con sus normas internas. El órgano jurisdiccional ante quien se
interpone la impugnación es la Sala Laboral superior (art. 3º, incisos 2 y 3 NLPT).
La Sala Laboral Superior competente para conocer de la impugnación del laudo
arbitral, será aquella del lugar donde tuvo lugar la negociación colectiva y
consecuentemente el arbitraje.
La Ley Procesal del Trabajo regula este Proceso en el Capítulo III, del Título II,
Procesos Laborales, artículos que van del 50º al 53º, regulando cuatro temas,
que son los siguientes:
Admisión de la demanda (art. 50º NLPT), traslado y contestación (art. 51º NLPT),
trámite y sentencia de primera instancia (art. 52º NLPT) e improcedencia del
recurso de casación.
La competencia por razón de materia le corresponde a la Sala Laboral en los
siguientes casos:
 Anulación de laudo arbitral que resuelve un conflicto jurídico de naturaleza
laboral, a ser tramitado conforme a la ley de arbitraje.
 Impugnación de laudos arbitrales derivados de una negociación colectiva,
a ser tramitada conforme al procedimiento establecido en la presente ley
(art. 3º, incisos 2 y 3 NLPT)
La ley utiliza dos términos, cuyos alcances es necesario determinar: “Anulación”
e “impugnación”, la anulación está reservada para el laudo arbitral que resuelve
un conflicto jurídico, de conformidad con el Decreto Legislativo Nº 1071, Ley de
arbitraje y la impugnación para los laudos arbitrales derivados de la negociación
colectiva. Veamos, brevemente cada uno de ellos:
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4.2. ANULACIÓN DE UN LAUDO ARBITRAL.
El recurso de anulación de un laudo arbitral, “constituye la única vía de
impugnación de laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63º (art. 62º, Dec. Leg. 1071). En
verdad se trata de una novedad, porque hasta antes de la emisión de la Nueva
Ley Procesal del Trabajo, sólo se conocía la impugnación de laudos arbitrales,
derivados de la negociación colectiva, de acuerdo con el Texto Único Ordenado
de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo. Las causales de anulación que
contempla el artículo 63º de la Ley de Arbitraje, son las siguientes:
1. Que el convenio arbitral sea inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
2. Que una de las partes no haya sido debidamente notificada del nombramiento
de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no haya podido por cualquier otra
razón, hacer valer sus derechos.
3. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se
ajusten al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que
dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este
Decreto Legislativo de que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de
dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este
Decreto Legislativo.
4. Que el tribunal haya resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
5. Que el tribunal arbitral haya resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley,
son manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje
nacional.
6. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no sea
susceptible de arbitraje o laudo o sea contrario al orden público internacional,
tratándose de un arbitraje internacional.
7. Que la controversia haya sido decidida fuera del plazo pactado por las partes,
previsto en el reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral
4.3. IMPUGNACIÓN DE LAUDOS ARBITRALES.
La impugnación está reservada para los laudos arbitrales que provienen de la
negociación colectiva, excluyéndose de sus alcances, aquellos laudos de distinta
procedencia. El laudo arbitral tiene carácter imperativo, independientemente de
la modalidad del órgano arbitral. Sin embargo “Es susceptible de impugnación
ante la Sala Laboral de la Corte Superior, en los siguientes casos: a) Por razón
de nulidad, b) por establecer menores derechos a los contemplados por la ley en
favor de los trabajadores” (art. 66º, parte pertinente TUO-LRCT). “La
impugnación de un laudo arbitral es una figura jurídica que busca en instancia
jurisdiccional revisar el laudo, en base a recortes o vulneraciones específicas
señaladas en la ley del propósito, con incidencia económica colectiva”, dice
Gómez Valdez, Francisco. Impugnar significa tener la posibilidad de cuestionar
su validez en fuero distinto al arbitral, esto es, el judicial. Por su lado, la

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inapelabilidad del laudo, importa la imposibilidad de interponer recurso alguno
que lo revise en una segunda instancia, que dígase, en el arbitraje no existe.
4.4. ADMISIÓN DE LA DEMANDA.
“Además de los requisitos de la demanda, la sala laboral verifica si esta se ha
interpuesto dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de haberse notificado
el laudo arbitral que haciendo las veces de convenio colectivo resuelve el
conflicto económico o de creación de derechos, o su aclaración, en caso
contrario, declara la improcedencia de la demanda y la conclusión del proceso.
Esta resolución es apelable en el plazo de cinco (5) días hábiles. Los únicos
medios probatorios admisibles en este proceso son los documentos, los cuales
deben ser acompañado necesariamente con los escritos de demanda y
contestación”
(art. 50º NLPT). Los supuestos contenidos en este artículo son varios
La verificación del cumplimiento de los requisitos de la demanda: Como norma
general, la ley procesal del trabajo, impone al juez al momento de calificar la
demanda verifique si se han cumplido o no los requisitos para su admisión.
Tratándose de la impugnación de laudo, deberá verificar que se haya interpuesto
dentro del plazo de diez (10) días.
Plazo para interponer la demanda de impugnación de laudo: El plazo para
interponer la demanda de impugnación de laudo arbitral ha sido fijado en diez
(10) días hábiles siguientes a la notificación del laudo. Se trata de un plazo de
caducidad, que de no cumplirse, dará lugar a la declaración de improcedencia
de la demanda y la conclusión del proceso, quedando consentido y firme el laudo
arbitral, sin ninguna posibilidad de impugnación.
Plazo para la interposición del recurso de apelación en contra de la resolución
que declara la improcedencia de la demanda: El demandante, dentro del término
de cinco días, podrá interponer el correspondiente recurso de apelación, en
contra de la resolución que declara la improcedencia de la demanda
Los medios probatorios que pueden presentarse: A diferencia de lo que ocurre
con el proceso ordinario y abreviado laboral, en los que pueden presentarse
todos los medios probatorios que las partes consideren pertinente, en el proceso
de impugnación de laudo, sólo podrán ofrecerse documentos la declaración de
improcedencia de la demanda y la conclusión del proceso, quedando consentido
y firme el laudo arbitral, sin ninguna posibilidad de impugnación.
Plazo para la interposición del recurso de apelación en contra de la resolución
que declara la improcedencia de la demanda: El demandante, dentro del término
de cinco días, podrá interponer el correspondiente recurso de apelación, en
contra de la resolución que declara la improcedencia de la demanda
los medios probatorios que pueden presentarse: A diferencia de lo que ocurre
con el proceso ordinario y abreviado laboral, en los que pueden
presentarse todos los medios probatorios que las partes consideren pertinente,
en el proceso de impugnación delaudo, sólo podrán ofrecerse documentos.

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4.5. TRASLADO DE LA DEMANDA Y CONTESTACIÓN. MAGUIÑAAAAAA
“Verificados los requisitos de la demanda, la sala laboral emite resolución
disponiendo:
a. La admisión de la demanda. b. El emplazamiento al demandado para
que conteste la demanda en el plazo de diez (10) días hábiles; y, la notificación
a los árbitros para que, de estimarlo conveniente y dentro del mismo plazo,
expongan sobre lo que consideren conveniente”
(art. 51º NLPT).La parte impugnante interpondrá su demanda ante la Sala
Laboral, con los requisitos a que se refiere el artículo 16º de la Ley Procesal del
Trabajo y los artículos 424º y 425º del Código Procesal Civil, expresando los
fundamentos de hecho y de derecho. Calificada positivamente la impugnación
se admite a trámite, disponiendo
“el emplazamiento del demandado para que conteste la demanda en un plazo
de diez (10) días hábiles; y la notificación a los árbitros”
(art.51º, inciso 2 NLPT). Así mismo se dispondrá
“la notificación a los árbitros para que, de estimarlo conveniente y dentro del
mismo plazo, expongan sobre lo que consideren conveniente”
(art. 51º, inciso 3 NLPT).En el proceso de impugnación de laudo arbitral, los
árbitros no son parte en el proceso, sin embargo, la ley dispone que les notifique,
a fin de que expongan lo que consideren conveniente respecto al contenido del
laudo arbitral.

4.6. TRÁMITE Y SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.


“La sala laboral, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de contestada la
demanda, dicta sentencia por el solo mérito de los escritos de demanda,
contestación y los documentos acompañados. Para tal efecto señala día y hora,
dentro del plazo indicado, citando a las partes para alegatos y sentencia, lo cual
se llevará a cabo de igual modo a lo regulado en el proceso ordinario laboral”
(art. 52º NLPT).El proceso de impugnación de laudo arbitral es uno de puro
derecho, de modo que carece de instancia probatoria, así como de las
audiencias de conciliación y de juzgamiento. Dentro de esta lógica, la ley
prescribe que:
“La Sala Laboral, dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de contestada
la demanda, dicta sentencia por el sólo mérito de los escritos de demanda,
contestación de demanda y los documentos acompañados”
(art. 52º, parte pertinente NLPT).Como puede observarse, en el proceso que se
comenta, al no existir hechos que probar, la actuación probatoria es innecesaria.
Por ello en mérito de la celeridad procesal, contestada la demanda, el juez
dictará sentencia, en base a tres documentos: Demanda, contestación de
demanda y documentos acompañados. Por ello, el proceso impugnativo de
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laudos arbitrales económicos, es uno de los procesos más breves de todos
aquellos procesos regulados por la Nueva Ley Procesal del Trabajo. El
señalamiento de día y hora a que se refiere el artículo 52º de la Ley, es
únicamente para la formulación de alegatos y la emisión de sentencia, En esta
línea sigue al proceso ordinario laboral, pasando directamente de la contestación
de demanda, a los alegatos y sentencia. En este proceso, los árbitros no
constituyen parte demandada; sin embargo, como lo prescribe el artículo 51º,
debe notificárseles
“Para que, de estimarlo conveniente y dentro del mismo
plazo, expongan sobre lo que consideren conveniente”
Más aun, ha de entenderse, que si el Juez, lo considera pertinente, antes de
resolver, podrá citarlos para que formulen las aclaraciones que sean necesarias.
La demanda será declarada fundada o infundada, según el caso. Si es infundada
el laudo arbitral conserva toda su validez y debe cumplirse en los términos en
que fue expedido. Si la demanda es fundada, deberá volver a laudarse; vale decir
se emitirá nuevo laudo. Este hecho, trae varias consecuencias, siendo una de
ellas el determinar, si serán los mismos árbitros los que deben resolver el
conflicto o deben ser sustituidos por otros. En cualquiera de los casos, tenemos
el problema del pago de honorarios. Puede entenderse que no habrá honorarios
si quienes deben laudar son los mismos árbitros; situación totalmente diferente
ha de presentarse, si los árbitros no son los primigenios. Visto así el asunto,
podrá observarse que el arbitraje, como solución de los conflictos laborales
económicos, resulta sumamente oneroso, no solamente porque la parte laboral
debe asumir el costo de los honorarios del árbitro que designe, sino también
porque debe asumir el pago del árbitro presidente juntamente con el empleador.
La onerosidad se acrecienta con el proceso de impugnación del laudo, al
declararse fundada la demanda y consecuentemente la nulidad del laudo
cuestionado, que solo sería justificable, si el incremento cubre los gastos.
4.7. IMPROCEDENCIA DEL RECURSO DE CASACIÓN.
“Contra la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la República no procede
el recurso de casación”
(art. 53º NLPT).El proceso impugnatorio de laudos arbitrales económicos, de
acuerdo con la prescripción del artículo 53º de la Ley, tendrá solamente dos
instancias, sea cual fuere el fallo judicial.
La primera corresponderá a la Sala Laboral y la segunda a la Corte Suprema d
e Justicia de laRepública, luego de lo cual el proceso queda concluido y el fallo
pasará a constituir cosa juzgada porque, no procede el recurso de casación”.
El recurso extraordinario de casación, aun cuando está considerado como un
medio impugnatorio, encuentra su sustento
“en la infracción normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnable o el apartamiento de los precedentes vinculantes
dictados por el Tribunal Constitucional o la Corte Suprema de Justicia de la
República”

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(art. 34º NLPT). No constituye una tercera instancia, por lo que al prescribir la ley
la improcedencia del recurso de casación, en los procesos de impugnación de
laudos económicos, no se vulnera el principio constitucional de la doble
instancia. El laudo arbitral es equivalente al convenio colectivo por expresa
disposición del artículo 70ºdel TUO-LRCT, según el cual: “Los acuerdos
adoptados en conciliación o mediación, los laudos arbitrales y las resoluciones
de la Autoridad de Trabajo tienen la misma naturaleza y surten idénticos efectos
que las convenciones adoptadas en negociación directa”.
Equiparado el laudo arbitral al convenio colectivo, es conveniente determinar, si
este tiene o no la categoría de norma jurídica, a fin de poder encontrar una
justificación para la improcedencia declarada por el artículo 53º, del recurso
de casación, en contra de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia.
El tema no es nuevo, aun el Derecho del Trabajo encuentra serias dificultades
en una economía de libre mercado en la que según sus más ortodoxos
defensores, nuestra disciplina constituye un obstáculo a las leyes de la economía
y de la pregonada libertad de mercado. Desde esta perspectiva, se declara que
“La convención colectiva tiene fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado”
(art. 28º CE), en una pretendida negación de su carácter normativo, que se
reitera en la propia Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo al prescribir que:
“La convención colectiva de trabajo tiene fuerza vinculante para las partes que
la adoptaron”
(art. 42º, parte pertinente).De este modo resultará procedente no admitir el
recurso de casación en contra de la sentencia emitida por la Corte Suprema de
Justicia de la República, en los procesos de impugnación de laudo arbitral, desde
que este procede sólo en los casos de infracción normativa, de cuya
característica carece el laudo arbitral. Esta sería la única explicación al artículo
53º de la Nueva Ley Procesal del Trabajo.
4.8. APELACIÓN Y TRÁMITE EN SEGUNDA INSTANCIA.
El plazo para interponer el recurso de apelación será de cinco (5) días hábiles
computados desde el día siguiente de producida la notificación de la sentencia
(art. 33º NLPT). En segunda instancia, el órgano jurisdiccional que recibe el
expediente, señalará día y hora para la audiencia de vista de la causa, dentro de
los cinco (5) días hábiles, la misma que ha de realizarse entre los veinte (20) o
treinta (30) días hábiles de recibido el expediente, en el que harán uso de la
palabra el abogado de la parte apelante y el abogado de la otra parte, luego de
lo cual y dentro de los sesenta minutos se dará a conocer el fallo y las razones
que lo sustentan(art. 33º NLPT).

21
APORTE PERSONAL
Consideramos que la principal característica del arbitraje es la celeridad, y no
solo desde el punto de vista de la obtención del resultado, sino además el mayor
dinamismo se consolida por la inexistencia de trabas iniciales como la
establecida en la vía judicial. Por otra parte, en determinados conflictos obtener
una solución rápida es imprescindible para proteger efectivamente el derecho
del trabajador.
Como sabemos la impugnación se sustenta en la necesidad de disminuir la
posibilidad de injusticia basada, principalmente, en el error judicial, el mismo que
si no es denunciado, origina una situación irregular e ilegal, que causa agravio al
interesado. Debemos precisar que la revisión de los actos que se encuentran
afectados de vicio o error aparece a consecuencia de un perjuicio inferido al
impugnante surgido como consecuencia de la inobservancia de las reglas
procesales o de una errónea apreciación al resolver así como en el caso que
exista una decisión arbitraria o una conducta dolosa. En tal sentido y con la
finalidad de garantizar una resolución justa y la estricta aplicación de la le
entendemos que resulta indiscutiblemente necesaria la impugnación de los
actos procesales y la instancia plural.
También debemos señalar que lo que se buscaría a través de esta institución
seria la perfección de las decisiones judiciales en atención que ante la
advertencia de un error o vicio puesta en conocimiento por alguna de las partes
en el proceso, sea el órgano de segundo grado o superior que logre corregir la
resolución y por ende lograr que los actos del Juez sean decisiones válidas.
En tal sentido el fundamento de la impugnación se sustenta en el hecho de que
este constituye un acto humano y por tanto factible de error, por ello se otorga la
posibilidad a los justiciables de utilizar determinado mecanismo a fin de que
puedan ser revisadas tales decisiones y en caso de que se encuentre un error,
o vicio se declare su nulidad o revocación, buscando de esta manera que las
decisiones del órgano jurisdiccional sean lo más justas posibles.

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CONCLUSIONES
Existe una marcada diferencia entre el arbitraje económico regulado por la LRCT
y el jurídico que se puede aplicar en el ámbito, civil y laboral (aunque en este
último con las restricciones señaladas en la Nueva Ley Procesal de Trabajo) que
se encuentran regulados por el Dec. Legislativo 1071 (Ley General de Arbitraje)
que sustituyó la Ley N° 26572
El sustento del arbitraje jurídico regulado por el Decreto Legislativo 1071 es el
compromiso arbitral a través del cual aceptar concurrir al arbitraje para resolver
determinado tipo de controversia jurídica el que no existe en los casos del
denominado arbitraje potestativo por ser éste una forma de arbitraje obligatorio
impuesto primero por vía de interpretación y después por la expedición de una
norma reglamentaria que ha regulado el arbitraje potestativo incausado.
La lógica de los dos arbitrajes mencionados es radicalmente diferente. En el
arbitraje económico los árbitros tienen que escoger en su integridad una de las
dos propuestas presentadas finales por la empresa y el sindicato, descartando
la otra dentro de una modalidad arbitral “selectiva o seleccionadora". En el otro
estamos frente a un pronunciamiento jurídico que resuelve la controversia sobre
la base de la interpretación de una norma.
En el arbitraje económico se hace necesario una pronta solución del conflicto en
razón de que la negociación colectiva es secuencial. La impugnación de un laudo
arbitral afecta necesariamente la negociación colectiva correspondiente al
período siguiente. Por ello el procedimiento es menos complicado que el arbitraje
jurídico y no cuenta con algunos de los mecanismos de defensa establecidos
para dicha clase de proceso.
En el proceso arbitral laboral no existe el recurso de rectificación, interpretación,
integración o exclusión de laudo a que hace referencia el art. 58 del Decreto
Legislativo 1071 que puede ser interpuesto dentro de los 15 días siguientes de
la notificación y que constituye condición previa para la iniciación del proceso de
anulación de laudo arbitral.
Por ello mismo, mientras que el laudo emitido en sede laboral que se pronuncia
sobre un conflicto jurídico se impugna mediante el recurso de “anulación”
regulado en la Ley de Arbitraje, el laudo que dirime un conflicto económico en
sede de negociación colectiva se impugna a través del recurso de “impugnación”
que regulan la LRCT y la NLPT.

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ANEXO
LAUDO ARBITRAL ECONÓMICO
Laudo arbitral en el Exp. Nro. 002-10- PR/SDNCRG El laudo arbitral impugnado
se ha dictado a raíz de la negociación colectiva surgida entre el Sindicato
codemandado y la empresa demandante, abierta por resolución administrativa
del 09 de Febrero de 2010,
Las partes, con activa participación de la empresa demandante, suscribieron el
acuerdo o compromiso arbitral, con fecha 05 de Enero de 2011.
Una vez suscrito el acuerdo arbitral, cada una de las partes procedió a designar
el árbitro que les correspondía conforme a ley y decidieron también designar al
tercer miembro del Tribunal Arbitral, tal como aparece del expediente
administrativo en el acta de acuerdo de fecha 24 de enero de 2011 y del auto
Sub Directoral número 053-2011- SDNCRG/TRU del 17 de Enero de 2011.
El Sindicato codemandado alcanzó su propuesta de convención colectiva. Se
tiene la esquela presentada por la demandante, dirigida al Tribunal Arbitral
alcanzando la propuesta de convención colectiva de la empresa demandada.
El laudo arbitral decidió por unanimidad acoger la propuesta de la demandada
Sindicato de Trabajadores Empleados de Sedalib S.A., declarando los
incrementos remunerativos, condiciones de trabajo y demás condiciones
especiales que forman parte del laudo, el cual ha sido integrado por Resolución
Tribunal Arbitral.
Incrementos referidos a:
Incrementos remunerativos de S/. 177. 00 mensuales. Reajuste de
remuneraciones de S/. 24.00 mensuales. Beneficios de carácter permanente, se
mantendrá la vigencia de los beneficios de carácter permanente según el
Convenio del 04 de Abril de 1994 y el Convenio del 19 de Agosto de 1994, en
las condiciones que ya se encuentran establecidas, mejorando en los siguientes
conceptos:
Uniforme Personal a) Personal Femenino: Estación de Verano: 01 conjunto de
lino y algodón al 100%, Estación de Invierno: 01 pantalón y una blusa. Personal
masculino: 01 camisa manga larga y una camisa manga corta, y un terno
confeccionado.
Asignación Alimenticia b) Otorgar un aumento de S/.2.00 de la Asignación
Alimenticia con respecto al acuerdo establecido para el 2009, por día efectivo de
trabajo, Asignación por Movilidad c) Otorgar 01 pasaje urbano para el Ejercicio
2010 con respecto a las condiciones ya establecidas por este concepto.
LA DEMANDA
•Primera alternativa. Pretende la nulidad del laudo arbitral emitido con fecha
25 de Febrero de 2011, mediante el cual se resuelve, por unanimidad, dar
solución al pliego de reclamos de 2010, presentado por la Organización Sindical

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Funda su pretensión en la existencia de contravención al artículo 6 de la Ley
29465, Ley de Presupuesto para el ejercicio 2010, que prohíbe el reajuste o
incremento de las remuneraciones o conceptos afines.
Artículo 6.‐ De los ingresos del personal 6.1Prohíbese en las entidades de los
tres (3) niveles de gobierno el reajuste o incremento de remuneraciones,
bonificaciones, dietas, asignaciones, retribuciones, estímulos, incentivos y
beneficios de toda índole, cualquier a sea su forma, modalidad, periodicidad,
mecanismo y fuente de financiamiento.
CC.Causales de nulidad Artículo 219.- El acto jurídico es nulo: 6.- Cuando no
revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad.
Sostiene, además que el laudo arbitral es un acto jurídico y como tal, debe
observar la forma prescrita bajo sanción de nulidad. Que, este laudo contraría el
orden público por ordenar incrementos expresamente prohibidos por la Ley.
2º ALTERNATIVA DE ACUERDO A FAVOR DEL SINDICATO
El Sindicato pretendiendo la desestimación de la demanda. Argumenta lo
siguiente:
a) La demandante, por su naturaleza jurídica no se encuentra bajo los alcances
de la Ley 29465.
b) Es incorrecto el argumento de la demandante de que se ha contravenido las
leyes que importan el orden públic. La negociación colectiva está reconocida en
el art. 28 de la Constitución Política del Perú, asimismo, la justicia arbitral también
está reconocida en la norma constitucional, en su artículo 139, inciso 1; en
consecuencia no se configura la causal de nulidad que se invoca. La
demandante refiere ser una empresa pública, argumento que resulta ser falso,
pues conforme a lo establecido en su propio Reglamento de organización y
funciones, se establece que la naturaleza jurídica de la demandante es una
sociedad anónima y se rige por la Ley General de Servicios de Saneamiento,
Ley 26338; asimismo la normatividad que rige a los trabajadores es la del
régimen de la actividad privada, en consecuencia no le es aplicable las normas
de austeridad presupuestal que invoca.
f) Se ha hecho referencia a la unanimidad, como referencia a las implicancias y
alcances legales de que tiene un laudo arbitral.
h) Lo resuelto en el laudo arbitral se ajusta a la capacidad presupuestal de la
demandante.
PUNTO CONTROVERTIDO
El objeto del presente proceso consiste en determinar si el laudo arbitral emitido
con fecha 25 de Febrero de 2011, en el que se resuelve: principalmente dar
solución al pliego de reclamos 2010, se encuentra incurso de nulidad.
La causal de nulidad invocada consiste en la contravención del artículo 6 de la
Ley número 29465, Ley del presupuesto público para el año 2010.

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El inciso a) del artículo 66 de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo integra
la premisa mayor del razonamiento jurídico con el que se resolverá el presente
proceso, el artículo V del Título Preliminar del Código Civil, que prescribe, “Es
nulo el acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las
buenas costumbres”.

Artículo 66.- El laudo, cualquiera sea la modalidad del órgano arbitral, es


inapelable y tiene carácter imperativo para ambas partes. Es susceptible de
impugnación ante la Sala Laboral de la Corte Superior, en los casos siguientes:
a) Por razón de nulidad.
b) Por establecer menores derechos a los contemplados por la ley en favor de
los trabajadores. La interposición de la acción impugnatoria no impide ni posterga
la ejecución del laudo arbitral, salvo resolución contraria de la autoridad judicial
competente.
La demandante no ha invocado ni alegado otro supuesto de nulidad distinto al
anotado, resultando impertinente la invocación hecha del artículo 219, inciso 6
del Código Civil, referida a la causal del acto jurídico por ausencia de la forma
prescrita bajo sanción de nulidad, los hechos que sustentan la demanda no
aluden a ninguna infracción a las formas preestablecidas para la emisión del
laudo arbitral y que están contempladas, principalmente, en los artículos 55, 56
y 63 del Decreto Legislativo que norma el arbitraje, Decreto Legislativo número
1071.
DECRETO LEGISLATIVO QUE NORMA EL ARBITRAJE DECRETO
LEGISLATIVO Nº 1071
Artículo 63.- Causales de anulación.
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento
de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra
razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han
ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que
dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este
Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de
dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este
Decreto Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son
manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.

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f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es
susceptible de arbitraje o el laudo es contrario al orden público internacional,
tratándose de un arbitraje internacional
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes,
previsto en el reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo
sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante
el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron desestimadas.
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de
este artículo, la anulación afectará solamente a las materias no sometidas a
arbitraje o no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan separarse de las
demás; en caso contrario, la anulación será total. Asimismo, la causal prevista
en el inciso e podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior que conoce del
recurso de anulación.
4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será
procedente si la parte afectada lo hubiera manifestado por escrito de manera
inequívoca al tribunal arbitral y su comportamiento en las actuaciones arbitrales
posteriores no sea incompatible con este reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de
este artículo se apreciará de acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las
partes para regir el convenio arbitral, por las normas jurídicas aplicables al fondo
de la controversia, o por el derecho peruano, lo que resulte más favorable a la
validez y eficacia del convenio arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser
apreciada de oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser
subsanada mediante rectificación, interpretación, integración o exclusión del
laudo y la parte interesada no cumplió con solicitarlos.
8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje de nacionalidad peruana.
Nos encontramos ante una cuestión de puro derecho, a saber, si existe nulidad
del laudo arbitral impugnado.
Del procedimiento arbitral que precede, se puede advertir la activa participación
de la demandada, tanto en la suscripción del convenio arbitral como en el trámite
del procedimiento arbitral, aun cuando por razones procesales no se le admitió
su propuesta final de convención colectiva.
ARGUMENTOS DE LA SALA SUPERIOR
La parte demandante en ningún momento de la negociación colectiva ni del
proceso arbitral propiamente dicho, alegó o esgrimió la causal de nulidad que
sirve de sustento a la demanda de autos. En ningún momento mostró

27
disconformidad alguna infringe la regla según la cual nadie puede ir válidamente
en contra de sus propios actos.
En torno a la alegación de infracción por parte del laudo arbitral del artículo 6 de
la Ley 29465, debe ser desestimada porque, en primer lugar, la posibilidad
jurídica de declaración judicial de nulidad de un laudo arbitral originado en una
negociación colectiva, se sustenta fundamentalmente en la existencia de vicios
de procedimiento que afecten el debido proceso, dentro del trámite arbitral,
generando la invalidez formal del laudo.
Nulidad solo referida vicios en el trámite arbitral.
No corresponde a la Jurisdicción admitir el argumento de la demandante de una
supuesta infracción a la Ley anual del presupuesto del ejercicio 2010, porque el
arbitraje como forma de hetero composición privada para la solución definitiva
de controversias tiene amparo en el artículo 138 de la Constitución.
El arbitraje tiene sustento en sede legal, y sede constitucional. Tratándose del
arbitraje surgido de una negociación colectiva que no pudo ser solucionada a
través de formas de auto- composición, su entidad constitucional resulta
reforzada por lo dispuesto por el artículo 28 de la Constitución del Estado.

DÉCIMO SÉPTIMO.- Cabe concluir que el laudo arbitral impugnado en este


proceso no se encuentra incurso en causal de nulidad alguna; todo lo contrario,
cumple y satisface no solamente los fines constitucionales antes enunciados,
sino también las regulaciones específicas de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo que, en su artículo 61, 64, 65 y 66.
Carece de toda consistencia jurídica alegar la nulidad del laudo arbitral por su
supuesta incompatibilidad con el artículo 6 de la Ley número 29465 ya citada,
pues se trata de una cuestión nueva y extraña a la discusión sostenida entre las
partes durante la negociación y durante el proceso arbitral y porque, en todo
caso se trata de un asunto que debería analizarse desde perspectivas diferentes.
VIGÉSIMO SEGUNDO.- La Ley 29465, no prohíbe la negociación colectiva, ni la
emisión de laudos arbitrales derivados de ella, denotando con ello que los
alcances de la prohibición que contiene para el incremento del otorgamiento de
remuneraciones en entidades públicas o en empresas del Estado como la
demandada, no abarca expresamente el sometimiento a este tipo de entidades
del Estado o vinculados al Estado para participar en procedimientos de
negociación colectiva y, por tanto, en las diferentes formas previstas legalmente
para la solución del conflicto colectivo, formas en las que, señaladamente, se
encuentra el sometimiento a la jurisdicción arbitral.
VIGÉSIMO CUARTO.- Que, por las razones anteriores, la demanda debe
desestimarse con expresa condena de costas y costos, de conformidad con lo
previsto por el artículo 14 de la Ley 29497.

28
FALLO JUDICIAL
Conforme a lo previsto por el inciso 3, del artículo 3 de la Ley Procesal del
Trabajo N° 29497: DECLARARON INFUNDADA la demanda interpuesta por LA
EMPRESA SEDALIB
S.A. contra SITESEDALIB (SINDICATO DE TRABAJADORES EMPLEADOS DE
SEDALIB), sobre impugnación de laudo arbitral; CONDENARON a la parte
demandante al pago de costas y costos; y MANDARON que se archive el
expediente una vez que la presente resolución adquiera la calidad de cosa
juzgada.

29
BIBLIOGRAFIA

http://www.derecho.usmp.edu.pe/sapere/ediciones/edicion_14/miscelania/M2.pdf
http://www.oas.org/es/sla/ddi/docs/41-52.AbranchesCidip74.pdf
http://www.derecho.usmp.edu.pe/postgrado/boletin_informativo/nulidad_laudos.pdf
http://www.derecho.usmp.edu.pe/sapere/ediciones/edicion_14/miscelania/M2.pdf
Ley General del arbitraje N° 26572
Ley de Relaciones Colectivas del Trabajo N° 25593
Nueva Ley Procesal del Trabajo N° 29497

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