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Revista Interamericana de Educación de

Adultos
ISSN: 0188-8838
revistainteramericana@crefal.edu.mx
Centro de Cooperación Regional para la
Educación de Adultos en América Latina
y el Caribe
México
Pellicer, Alejandra
¿Y qué leen los analfabetos?. Emilia Ferreiro (2007). Alfabetización de niños y
adultos. Textos escogidos. Pátzcuaro, Mich., México: CREFAL. (Paideia
latinoamericana; 1)
Revista Interamericana de Educación de Adultos, vol. 30, núm. 1, 2008, pp. 263-270
Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el
Caribe
Pátzcuaro, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=457545098007

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¿Y qué leen los analfabetos?

Emilia Ferreiro (2007). Alfabetización de niños y adultos.


Textos escogidos. Pátzcuaro, Mich., México: CREFAL.
(Paideia latinoamericana; 1)

 A lejandra Pellicer

Este libro es el primer volumen de una colección, edi-


tada por el CREFAL, que tiene como fin recuperar
los productos de autores internacionalmente recono-
cidos en la educación de adultos y hacer llegar a un
público especializado y no especializado textos que
son de difícil acceso. de haber terminado su tesis de doctorado en Ginebra,
Emilia Ferreiro selecciona y reúne en los cua- se propuso indagar cómo se usaba el lenguaje en los
tro capítulos de este libro un conjunto de textos que inicios de la escolarización. Y dice:
representa su gran producción científica durante 23 Pronto descubrimos que el lenguaje oral giraba en
años de trabajo: 1983 a 2006. torno al lenguaje escrito. No sabíamos nada sobre
La obra muestra claramente no sólo la trayectoria la adquisición de la escritura. Buscamos bibliogra-
de una mujer destacada por su trabajo de investiga- fía y encontramos un enorme vacío conceptual: la
ción sobre los procesos de adquisición de la lengua querella de los métodos de enseñanza; un listado de
escrita sino que nos permite identificar casi todas las habilidades que funcionaban como pre-requsitos
facetas de su trabajo de investigación. para otro conjunto de habilidades que la instruc-
Voy a iniciar mis comentarios acerca del libro con ción iría desarrollando. Ni la pedagogía ni la psico-
un par de citas extraídas del último apartado. Como se logía nos permitían entender qué pasaba. ¿Dónde
podrá ver, Emilia nos comparte a través de una serie estaba el niño piagetiano? ¿Dónde el niño inteli-
de reflexiones personales una de las inquietudes que gente que se plantea preguntas acerca de los objetos
aún sigue vigente en su trabajo y que consiste en seña- del mundo? En la literatura, no existía. Fuimos a
lar que no se trata de discutir si se puede o no aplicar ver si lo encontrábamos en la realidad (p. 417).
la teoría de Piaget a nuevos dominios de investigación
sino de comprender los alcances de una teoría en la Su punto de partida ha sido siempre una mirada
construcción de nuevos objetos de investigación. Nos particular sobre el niño (mirada, que como ella dice,
cuenta que al regresar a Argentina en 1971, después se la debe a Piaget”) y continúa:

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Cuando los niños empezaron a decirnos cosas Este libro es la evidencia de un compromiso escru-
insólitas sobre la escritura tuve la certeza que em- puloso con su propio objeto de estudio: la cultura escrita.
pezábamos a encontrar un sendero en medio de Es un libro donde Emilia se compromete a establecer
lo desconocido. (…) En la literatura de los años un diálogo permanente con sus lectores porque ofrece
70, la escritura era considerada una técnica. Una una multiplicidad de parámetros y recursos teóricos
vez adquirida, esa técnica favorecía el trabajo in- para la interlocución. Para cada una de las temáticas
telectual, pero durante su adquisición, el pensa- tratadas, Emilia nos ofrece una amplia información
miento no tenía lugar alguno. Discriminaciones proveniente tanto de fuentes bibliográficas especiali-
perceptivas y coordinaciones motrices ocupaban zadas como de datos con información estadística mi-
la escena; la asociación era el mecanismo funda- nuciosa y reportes de investigación propios que le per-
mental para dar cuenta de las adquisiciones suce- miten al lector tener un panorama muy completo sobre
sivas. Todo cambió cuando logramos concebir la cualquier tema relacionado con la alfabetización.
escritura como objeto conceptual (p.417 y 418). A lo largo del libro es fácil advertir que su inte-
rés está dirigido hacia la investigación. Sin embar-
Estas dos citas sintetizan el extenso trabajo que go, Emilia nunca deja de mencionarnos algo sobre
ha hecho Emilia desde los años 70 hasta la fecha. Ya sus reflexiones acerca de las implicaciones peda-
que los textos que se encuentran en este libro reflejan gógicas que pueden derivarse de los resultados de
su interés por comprender los problemas lógicos más sus estudios. En varios textos de esta selección nos
específicos a los que se enfrentan los sujetos al estruc- previene y destaca continuamente que no se trata
turar su pensamiento; reflejan su inquietud por expli- de buscar nuevos métodos que reemplacen a los
car los problemas involucrados con los procesos de viejos métodos, si lo que se pone en el primer plano
adquisición y construcción de la lengua escrita en el no cambia, entonces no podemos hablar de inno-
niño y el adulto; reflejan su necesidad de recurrir a la vación. Mientras se continúe poniendo en primer
historia, la epistemología, la psicología, la lingüística, plano la concepción de escritura como un código y
entre otras disciplinas, como referentes teóricos para medio de transcribir unidades sonoras en unidades
comprender la noción misma de cultura escrita; mues- gráficas no es posible hablar de cambio. El cam-
tran su incansable necesidad de caracterizar al sujeto bio de un método consiste en poner al sujeto que
que aprende y al objeto de aprendizaje. Expresan su aprende en primer plano; en respetar y comprender
legítima preocupación por comprender y explicar los su mirada, que no es otra cosa más que su propio
factores que inciden en el fracaso y el éxito de la alfa- punto de vista. Es decir, el cambio consiste en re-
betización en los más diversos contextos y latitudes. introducir al niño o al sujeto que aprende al esce-
Y todo esto se refleja en este libro con una admirable nario educativo con una mirada diferente que lo
consistencia bajo el abrigo de una mirada intrínseca- caracterice como sujeto activo, inteligente, creador
mente piagetiana. y productor de conocimiento. Y concluye diciendo:

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Me parece que adjudicarle a Emilia la responsa-
bilidad de haber creado un método tiene su origen
en una confusión que se deriva de una dificultad
para hacer una distinción nada banal. En muchos
materiales que circulan entre los docentes se habla
de que la línea de investigación de Emilia Ferreiro
es original y novedosa gracias a su propuesta meto-
dológica. Entonces, quizá haya sucedido que el tér-
mino metodología de investigación haya sido asimilado al
de metodología de enseñanza no comprendiéndose bien
cuál es la distancia conceptual que hay entre ambos
términos. Una metodología de enseñanza consiste
en poner al servicio del sujeto que aprende el objeto
de reflexión para que se apropie de él, y una meto-
“Un cambio de ´calidad´ en el dominio de la al- dología de investigación consiste en poner al servi-
fabetización no puede lograrse inventando nuevos cio del investigador óptimas condiciones para que el
métodos [...] Hace falta reconceptualizar el objeto entrevistado se exprese y le permita al investigador
de ese aprendizaje [...]” (p.374). conocer la manera como el sujeto se apropia del ob-
En la lógica de esta misma reflexión, Emilia des- jeto de conocimiento.
taca que ninguna propuesta de alfabetización “[…] A pesar de que Emilia repite en múltiples oca-
puede definirse exclusivamente desde el punto del siones que no está proponiendo métodos de alfabeti-
vista del niño en proceso de desarrollo. Toda acción zación ni está hablando sobre propuestas específicas
educativa se realiza en un contexto político, histórico para mejorar la práctica docente, no se ha escapado
y cultural específico; y esas determinantes contextua- de ser mal comprendida. De lo que ella habla es de los
les son parte inherente a las propuestas de alfabetiza- marcos conceptuales que permiten repensar la prác-
ción [...]” (p. 338). tica alfabetizadora, de lo que ella habla es “[…] del
Quiero señalar, aprovechando que toqué ya el es- marco general dentro del cual […] es preciso pensar
pinoso asunto de los métodos, cómo la necesidad de cualquier propuesta de formación de docentes.” (p.
contar con métodos de enseñanza para la alfabetiza- 307). Quizá le sucedió a Emilia lo mismo que ella dice
ción inicial, hizo que Emilia Ferreiro no se escapara le sucedió a Piaget hace años: “El Piaget asimilado,
del impulso que sienten muchos docentes para adju- deglutido, incorporado a esquemas previos (sin la ne-
dicarle la responsabilidad de haber creado un método cesaria acomodación) se convirtió en una caricatura
de alfabetización: nombrado y bien conocido como el […] en un conjunto de estadios, un conjunto de no-
método de Emilia Ferreiro. ciones adquiridas en cierto orden […]” (p. 413).

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A continuación sólo quiero mencionar algunas
ideas sobre la reflexión que Emilia hace de tres temas
casi obligatorios de abordar para quienes se encuen-
tren realizando estudios sobre los procesos de alfabe-
tización. Estos temas aparecen de manera constante a
lo largo del libro y son los siguientes:

Sobre la Caracterización del sujeto


que aprende: el alumno

Emilia subraya en todos sus trabajos lo importante y


necesario que es considerar el papel de la evolución
Pero, me surge una inquietud: ¿de verdad los do- (relativa a la progresión conceptual y a la temporali-
centes que dicen usar el método de Emilia Ferreiro dad del aprendizaje) tanto como el de la construcción
significa que la han comprendido mal? (relativa a la propia actividad intelectual) para afirmar
Si a pesar de que Emilia cuestiona que la al- que existe un proceso de apropiación de la lengua
fabetización no puede estar centrada en unidades escrita. Señala que hay progresión en la medida que
menores al texto y señala que una amplia lista de podemos constatar la construcción de nuevos obser-
razones ampara una falsa polémica entre métodos vables por parte del niño (o adulto) que le permiten
sintéticos y analíticos, si a pesar de ello, hay toda- comprender y coordinar cada vez mejor las múltiples
vía quienes siguen pensando en que es necesario relaciones que él puede establecer con/entre las pro-
cambiar exclusivamente de método de enseñanza piedades específicas del texto escrito.
entonces, sí creo que la han comprendido mal. Pero El niño necesita construir un nuevo objeto de
si un docente ha advertido que la teoría de Emilia conocimiento y para ello tiene que “[…] reconstruir
le pide cambiar la mirada que tiene sobre el niño las operaciones que permitieron engendrar el objeto
que aprende, si ha asumido la necesidad de repen- socialmente constituido […]” (p. 251); y eso implica
sar la lengua como un objeto conceptual, entonces que, al tomarle tiempo, estemos hablando de desarro-
sí creo que la ha comprendido bien aunque use el llo y/o evolución. Aunque, también remarca Emilia,
término de método en un sentido equívoco o no con- ese tiempo no puede ser muy extenso pues dicha re-
vencional. Me parece que quien decide hacer algo construcción no implica que el niño tenga que rehacer
distinto en el aula después de haber leído a Emilia la misma secuencia histórica en toda su extensión.
Ferreiro y decide poner en primer plano al niño Con respecto a la lectura, Emilia menciona, con
respetando su proceso de construcción, no puede palabras muy bellas, algo que nos remite a los inicios
atribuírsele una mala lectura de comprensión. de la alfabetización. Dice que las marcas del texto son

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para el niño objetos opacos; marcas de la escritura esto porque a pesar de las opiniones y expectativas
opacas que requieren de la presencia de un intérprete que tienen los adultos en el contexto escolar “Los ni-
para poder advertir sus poderes especiales. Ya que, ños tienen la mala costumbre de no pedir permiso
quien lee en voz alta hace cosas misteriosas. Es de- para empezar a aprender”.1 Pero sobre todo, subrayo
cir, Emilia dice que para que el niño transforme los esto porque esta distinción no tiene para Emilia la
objetos opacos en transparentes necesita presenciar intención de demarcar más brechas entre los aprendi-
actos de lectura en voz alta para darse cuenta que con zajes conquistados en la escuela y la casa sino por el
solo mirar las marcas se produce lenguaje. Aprender contrario, de resaltar la continuidad de los aprendiza-
a saber que las marcas permiten elicitar lenguaje es jes del niño a lo largo del desarrollo.
una cosa, comprender de qué manera lo hacen es otra
muy distinta (pp. 400-401). Lograr comprender que Sobre la caracterización del objeto
quien lee habla para otro pero lo que dice no es su de estudio: la relación entre lectura,
propia palabra sino la de otro, requiere de tiempo. escritura y oralidad
Es más, comprender que esa otra palabra del otro que
habla apenas es la sombra del autor del texto, es una La escritura, ha señalado reiteradamente Emilia, no es
tarea muy compleja que requiere de largos y reiterados una técnica de transcripción de lo oral. La lectura y la
procesos de interacción con la escritura. Por ello, la escritura por otro lado, tienden a ser vistas como dos
sola presencia del objeto es insuficiente para que el actividades independientes, entre ellas mismas y ambas
niño comprenda la relación entre los hablantes invo- con respecto a la lengua oral. Si bien, cada una muestra
lucrados en un texto; la sola presencia del texto escrito sus especificidades, también es cierto que ha sido nece-
nunca garantizará por él mismo conocimiento. Hay que sario delimitar sus interrelaciones. En el capítulo tres
actuar sobre el objeto (sobre la escritura) y siempre a de este libro Emilia expone ampliamente su concep-
través de otros que ofrecen continuamente informa- ción sobre las relaciones entre alfabetización, oralidad
ción y espacios de aprendizaje. En palabras de Piaget y escritura. En varios textos de ese mismo apartado,
Emilia diría que en el proceso de apropiación hace discute sobre las consecuencias que acarrea privilegiar
falta la actividad estructurante del sujeto. la enseñanza de la escritura como una técnica y dice
Interesa destacar, también, las muchas ocasiones que, en ciertos contextos educativos, a medida que se
en que Emilia señala que el niño entra a la escuela con va disminuyendo la posibilidad de trabajar la lengua
ciertos conocimientos sobre lengua escrita mucho desde su función comunicativa se va privilegiando el
antes de iniciar su instrucción formal. Recalco esto sentido de la enseñanza de la escritura como código
porque ello armoniza con la descripción del principio
epistemológico que señala que no existen inicios ab- 1 Esta frase es la rúbrica que da inicio a la presentación de la
solutos y, aprovechando la ocasión para citar una de obra: “Los niños piensan sobre la escritura. CD Multimedia,
las frases más conocidas y bellas de Emilia, recalco Siglo XXI Editores, México, 2003 de Emilia Ferreiro.

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de transcripción. También señala, y esto resulta aún quedarán fuera de la representación y leer consistiría
más preocupante, que aunque no se privilegie el senti- en aprender a reintroducir los elementos y relaciones
do de la escritura como técnica hay muchos contextos que no fueron incorporados en la representación.
educativos que tampoco priorizan el uso funcional y Con la intención de subrayar la importancia que
comunicativo de la lengua desde la perspectiva de las tiene para Emilia describir cómo las características,
prácticas sociales vinculadas con la cultura escrita. condiciones, propósitos y contextos de producción
Para dar un breve panorama sobre el significado del texto que determinan su uso, su difusión y circu-
epistemológico que tiene para Emilia la apropiación lación ayudan a comprender mejor las relaciones de
de los verbos “leer y escribir” así como el sentido que independencia y dependencia entre escritura, lectura
provee su propia descripción para comprenderlos y oralidad, tomo como ejemplo la producción y lec-
como objeto de estudio, ofrecemos a continuación tura del presente texto. Este documento es un texto
dos definiciones que, aunque como dice Emilia no escrito que fue hecho para ser leído en voz alta y
tienen una definición unívoca, pueden rastrearse a lo que apela necesariamente a más de un interlocutor.
largo de todo el libro: “Escribir es construir una re- La lectura del texto confirma que se trata de un tex-
presentación según una serie de reglas socialmente co- to escrito pero al mismo tiempo su oralización nos
dificadas; leer es reconstruir una realidad lingüística a anuncia las dificultades de demarcar los límites de la
partir de la interpretación de los elementos provistos comunicación oral. El hecho de leer en voz alta un
por la representación”. (p. 252). Es decir, escribir es texto escrito y apelar constantemente a un interlo-
algo así como aprender a discriminar cuáles elementos cutor no hace que la lengua escrita mágicamente se
convierta en lengua oral; comprender por qué ha-
biendo oralidad de por medio y un interlocutor den-
tro de los límites del texto escrito la escritura tiene
diferencias y semejanzas con la lengua oral es algo
muy complejo de advertir y que le tomará tiempo al
niño durante su desarrollo intelectual.
Sólo para mencionar brevemente algunos de los
problemas a los que los niños se deben enfrentar para
comprender las especificidades del texto escrito men-
ciono el de la noción de autor. Por ejemplo, el presen-
te documento es un texto colmado de citas textuales
donde la voz de Emilia es una constante; ello podría
levantar la duda respecto si es a mí a quien le perte-
nece su autoría. El armado del texto, su estructura y
los modos de enlazar las múltiples voces que tejen su

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producirse aprendizajes? ¿Qué es lo que se puede
aprender a través de las pantallas?” (p. 273); es decir,
cuánto tiempo se tarda el niño en aprender y qué es
lo que puede aprender en papel o pantalla, no habrá
posibilidades de realizar un cambio cualitativo en la
concepción de aprendizaje y alfabetización.
Emilia señala que “Las TIC han llegado envueltas
de un discurso ideologizante del cual debemos intentar
despojarlas para valorarlas por sí mismas”. (p. 274). A
lo largo del segundo apartado hace continuas referen-
cias a datos y estadísticas mundiales para contextuali-
zar cómo ha sido dispareja la llegada de las TIC al mun-
do educativo. Frente a una severa crítica de las razones
por las que el empobrecido panorama sociocultural y
contenido, es tarea del autor. Con todo, siempre está económico que atraviesa a toda América Latina, Emi-
vigente la reflexión sobre si ser autor es sinónimo de lia se pregunta: “¿Seguiremos haciendo propuestas [de
total inventiva y originalidad. Para Emilia Ferreiro, la alfabetización digital] para el 20% de la población de
posibilidad de reflexionar sobre temas como éste es este planeta?” (p.275). Con finos y claros argumentos
de trascendental importancia para acceder a la noción se plantea otra pregunta que en el fondo no es otra cosa
de cultura escrita. más que el reflejo de su auténtica posición: “¿Cómo al-
fabetizar en este mundo desigual?” (p. 275).
Sobre las prácticas sociales de la Por otro lado, en el marco de su preocupación
alfabetización: la nueva era digital por analizar los problemas que plantea el ingreso de
la informática al terreno de la alfabetización, Emi-
A pesar de que las nuevas tecnologías de la informa- lia, discute acerca de las aparentes desventajas que
ción y comunicación (TIC) evidencian una verdadera genera la comunicación escrita sobre instrumentos y
revolución en las prácticas de lectura y escritura y a pe- soportes nacidos de una nueva era digital: es decir,
sar de contar con nuevos instrumentos tecnológicos, sobre el uso poco sistemático de la ortografía, seg-
Emilia destaca que mientras no haya un cambio en la mentación, puntuación, uso de abreviaturas, etcétera
concepción de sujeto y objeto de estudio, mientras se en correos electrónicos y mensajes de texto a través
continúe con una escasa o casi nula reflexión sobre la de los teléfonos celulares. A la luz de estas conside-
noción de aprendizaje, mientras se siga pensando que raciones Emilia señala que esta inquietud puede no
la escritura es una técnica, y sigamos preocupados por estar justificada. Considera que para que alguien tras-
intentar responder “¿A qué velocidad máxima pueden greda una norma tiene que conocerla bien y que no

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Voy a concluir mi participación expresando las si-
guientes ideas que Emilia plantea a lo largo de todo
su texto pero que yo retomo de la siguiente manera.
En efecto, Emilia:

▪▪ Invoca a Piaget lo mínimo para utilizarlo al máximo.


▪▪ Respeta a quien pretende respetar porque lo co-
noce muy bien y porque en su discurso siempre le
da la voz al sujeto del cual habla.
▪▪ Plantea constantemente preguntas del tipo ¿cómo
lee un niño antes de leer? porque quiere saber qué
precede a ese conocimiento.
▪▪ Construye nuevos objetos de conocimiento pero
los criterios sobre lo que los construye un nuevo
objeto no son idénticos a la base de los anteriores
criterios que dieron luz al anterior conocimiento.
▪▪ Cambia su mirada constantemente pero ésta siem-
pre está dirigida al sujeto que aprende y por ende,
sus preguntas también cambian.
▪▪ Dice que ser/estar alfabetizado no es un estado
sino un proceso. Me pregunto: ¿De ahí vendrá
la afirmación tan frecuente de oír (y que muchos
adultos alfabetizados no se cansan de repetir)?
Uno nunca acaba de alfabetizarse…

Sin más, felicito a la autora y le agradezco el


privilegio de estar cerca y la siempre posibilidad de
leerla y re-leerla en este libro (en partes ahora, y en
necesariamente es cierto que los “desatinos” de los partes hace tiempo) y en otros, porque las lecturas
jóvenes que escriben así harán que se olviden pronto que he hecho de ellos me confirman que suscribirme
de escribir bien. Incluso, recalca, estas manifestacio- a la gran lista de personas que, como ella, pensamos
nes abren el campo a nuevas indagaciones, ya que, que “la escritura es importante en la escuela porque es im-
este tipo de escrituras juveniles ofrecen interesantes portante fuera de la escuela” (p. 337) tiene un enorme
problemas a investigar. sentido y valor social.

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