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MARCO TEÓRICO DEL TRABAJO

CONTENIDO DE LA CONSTITUCIÓN ECOLÓGICA COLOMBIANA

LAURA ALEJANDRA TOKHORA PÉREZ


Curso 10 E

COLEGIO NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN CENTRO


MODALIDAD CIENCIAS
METODOLOGÍA INVESTIGACIÓN
BOGOTÁ D. C.
2018

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MARCO TEÓRICO DEL TRABAJO
CONTENIDO DE LA CONSTITUCIÓN ECOLÓGICA COLOMBIANA

LAURA ALEJANDRA TOKHORA PÉREZ


Curso 10 E

Docente:
CAMILO CASTILLO

COLEGIO NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN CENTRO


MODALIDAD DE CIENCIAS
METODOLOGÍA INVESTIGACIÓN
BOGOTÁ D. C.
2018

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1. Aproximación a conceptos esenciales

El tema que hemos seleccionado para tratar en nuestro trabajo de


investigación es la Constitución ecológica de Colombia. Sin
embargo, para abordar este tema es necesario aclarar algunos
conceptos de manera previa para que nuestro lector entienda a qué
nos referimos cuando los empleamos en el cuerpo del trabajo. El
marco teórico es entonces la oportunidad para aproximarnos a lo que
otros han dicho sobre el tema y, así mismo, expresar lo que
nosotros interpretamos de conceptos comúnmente utilizados.
En este primer numeral delimitaremos qué se entiende por
Constitución política de Colombia para luego establecer a qué nos
referimos con la expresión de Constitución ecológica.

1.1. El término Constitución Política de Colombia

De acuerdo con el diccionario de la lengua española (Academia de la


Lengua Española), una Constitución es la Ley más importante de
un Estado. En ese cuerpo normativo se establece, por ejemplo,
la forma de organización política de un Estado, así como la
relación entre los poderes públicos. Igualmente, en el
diccionario se menciona que la Constitución incluye los
derechos y deberes tanto de los ciudadanos como de quienes
los gobiernan. El diccionario precisa, además, que la Constitución
de un Estado puede modificarse, por ejemplo, para actualizarla,
aunque el procedimiento para una reforma constitucional varía según
el Estado. Finalmente, en este diccionario se señala que
generalmente se prevé un Tribunal Constitucional para su
protección e interpretación.

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Esta última idea nos condujo a buscar la definición que la Corte
Constitucional colombiana, es decir, el tribunal constitucional de
nuestro Estado, ha dado de lo que es o significa la Constitución
Política de Colombia.

Según este Alto tribunal, la Constitución Política en Colombia se


define como la norma suprema de nuestro país. Esa
característica, su supremacía, significa, de acuerdo con el Tribunal,
que todas las normas contenidas en la Constitución política están
por encima o prevalecen sobre cualquier otra norma del Estado.
Es como si las normas de la Constitución, expresadas en
artículos, fueran la base de toda la organización de nuestro
Estado. De ella se derivan todas las demás normas y, por tanto,
ninguna norma podría contradecirla. En ese sentido, la Corte
Constitucional nos recuerda lo dispuesto en el artículo 4 de la
Constitución política de Colombia: "La Constitución es norma de
normas. En todo caso de incompatibilidad entre la Constituc ión
y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones
constitucionales" (Corte Constitucional Colombiana, 2012).

En su historia, Colombia ha tenido más de 5 Constituciones


nacionales: Constitución política de la República de Colombia
de 1821, la Constitución de 1830, la Constitución del Estado de
Nueva Granada en 1832, la Constitución política de la Nueva
Granada de 1843, la Constitución política de la República de la
Nueva Granada 1853, la Constitución para la Confederación
Granadina en 1858, la Constitución de las Estados Unidos de
Colombia en 1863 y la Constitución de la República de Colombia de
1886 (Piedrahita, 2009).

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Actualmente nos rige la Constitución política de Colombia de 1991.
Esta Constitución está organizada en 13 títulos, que a su vez se
subdividen en capítulos (Alcaldía de Bogotá, s.d.). Entre los títulos
encontramos, por ejemplo, el primero sobre los principios
fundamentales, y el segundo sobre los derechos, garantías y
deberes. Entre los artículos encontramos el artículo 1ero. que
señala que Colombia es un Estado Social de Derecho organizado
como República unitaria y que está fundada, entre otros
principios, en la dignidad humana y en la solidaridad.

1.2. El concepto de Constitución ecológica

Ahora bien, teniendo claro qué es la Constitución política de


Colombia, nos interesa establecer qué es una Constitución
ecológica. Para ello, lo primero es consultar que ha dicho la Corte
Constitucional de Colombia para luego complementar estas
interpretaciones con reflexiones de algunos autores que también han
abordado el tema.

1.2.1. El punto de vista de la Corte Constitucional

En algunos de sus pronunciamientos o sentencias, la Corte


Constitucional ha referido de manera expresa el concepto de
Constitución ecológica. En el 2007, por ejemplo, el Alto tribunal
indicó que una Constitución ecológica tenía al menos 3
dimensiones o 3 finalidades. La primera, la protección al medio
ambiente. La segunda, reconocer el derecho al medio ambiente
de todos los habitantes en el territorio nacional. Y la tercera,
establecer ciertas obligaciones tanto para las autoridades como para
los ciudadanos (Corte Constitucional, 2007).

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En un pronunciamiento más reciente, la Corte Constitucional afirmó
que la Constitución política de Colombia de 1991, la vigente, es
una Constitución verde y que esa denominación no es simplemente
retórica o teórica, sino que reporta efectos concretos en nuestro
país. Dentro de esos efectos, el Tribunal señala que hoy en día la
defensa del medio ambiente es uno de los principales objetivos del
Estado y que, por tanto, cualquier ciudadano podría demandar su
protección ante las autoridades judiciales del país. A raíz de
esta calificación, el de ser una Constitución verde, las autoridades
también están obligadas a prever las instituciones y normas
necesarias para la preservación del medio ambiente. En este
sentido, la Corte Constitucional nos recuerda el artículo 80 de la
Constitución, el cual indica refiriéndose a las obligaciones del Estado
que este último "planificará el manejo y aprovechamiento de los
recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su
conservación, restauración o sustitución" (Corte Constitucional,
2016).

1.2.2. El punto de vista de la doctrina

Desde el punto de vista de la doctrina se enfatiza en que la


protección al medio ambiente en Colombia es un tema reciente.
Al mencionar el tema de Constitución ecológica, los autores
hacen referencia a un área del derecho más amplia: el derecho
ambiental. Esta rama del derecho se ocupa de la protección a la
naturaleza, la lucha contra la contaminación, la protección de
ciertas etnias, el ordenamiento territorial, las instituciones
públicas vinculadas al tema, etc. En pocas palabras, el derecho
ambiental tiene como objetivo regular las relaciones entre la sociedad
y la naturaleza. Por esta razón son necesarios conocimientos

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jurídicos pero igualmente conocimientos relacionados con las
ciencias naturales (Rodríguez, 2012).

Entre las particularidades a resaltar, algunos autores precisan que la


Constitución de 1991 reconoce por primera vez, de un lado, al
ambiente sano como un derecho de los ciudadanos y, de otro, a su
protección como una obligación del Estado (Botero Páez & Uribe
Cárdenas, 2004). Sin embargo, son pocos los autores que adoptan
una postura definitiva sobre la existencia o no de una Constitución
ecológica en Colombia.

Entre los autores que expresamente refieren la existencia de una


Constitución ecológica figura Oscar Amaya Navas. Para Amaya el
tema ambiental se constitucionalizó y en consecuencia nos
encontramos frente a una Constitución ecológica, al igual que hoy
en día también se habla de la existencia de una constitución
económica, de otra social y de otra cultural. Al tener un ámbito
normativo o una esfera de aplicación específica, en este caso la
protección al medio ambiente, se puede hablar de la existencia de
un derecho constitucional ambiental autónomo. Para este autor, la
Constitución de 1991 contiene un cuerpo normativo autónomo en
este tema, lo que respalda la existencia de una Constitución
ecológica (Amaya Navas, 2002).

2. Normas constitucionales que se relacionan con la Constitución


ecológica de Colombia

Teniendo claro qué es una Constitución política, qué es la


Constitución política para Colombia y cómo podría darse una
primera aproximación a lo que es una Constitución ecológica, lo

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siguiente que queremos determinar es cuáles son las normas
constitucionales que nos servirán para defender nuestra hipótesis
principal: por un lado, la existencia de una Constitución ecológica y,
por otro lado, el contenido que tendría que esa constitución
tendría. Para ello lo primero es examinar la posible existencia de este
tipo de normas en Constituciones colombianas anteriores a la vigente
de 1991, para luego comentar algunas de las normas de nuestra
Constitución actual.

2.1. En las Constituciones políticas anteriores

No es cierto que bajo las constituciones anteriores no existieran


normas expresas de protección al medio ambiente. Lo que si se
debe precisar es que ninguna de esas normas tenían un rango
constitucional, es decir, ninguna de ellas hacía parte de
Constitución (Di Terlizzi Escallón & Name Gómez, 2005).

Ahora bien, si se revisa con cuidado, algunas normas de


constituciones precedentes a la de 1991 se relacionan indirectamente
con la protección al medio ambiente o mejor la buena
administración de recursos por parte del Estado. Por tanto, esas
normas podrían considerarse como antecedentes del tema que
tratamos (Melón Velázquez, 2016).

Entre los ejemplos de esas referencias indirectas en constituciones


anteriores encontramos el numeral 9° del artículo 160 de la
Constitución del Estado de la Nueva Granada de 1832 que le da como
competencias a las Cámaras de provincia el promover la
prosperidad de la provincia. De donde se infiere un deber de velar por
el buen manejo de todos los recursos de la provincia, entre los que
estarían los recursos naturales. Así mismo, en la Constitución de

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la Nueva Granada de 1853 se señalaba que Estado administraría
los canales o ríos navegables y demás bienes nacionales. Esto
es una primera muestra de la preocupación por la protección de
los recursos naturales desde la Constitución. Otro ejemplo sería el
artículo 6 de la Constitución Política de la Confederación
Granadina de 1858 que identifica como bienes de la nación a las
minas de esmeralda y de sal gema (Guaqueta Zarate, Manjarres
Monje, & Vargas Huelgos, 2014).

Examinando con más detalle la Constitución precedente de


Colombia, es decir la de 1886, encontramos, como dice Oscar
Amaya, que ciertas normas que pueden ser leídas desde la
perspectiva ambiental. Entre los ejemplos que ese autor cita, se
observa que se aumentan los recursos sobre los cuales el Estado
debe tener una buena administración. Se mencionan los territorios
baldíos, cierto tipo de minas (oro, plata, platino, piedras
preciosas), la canalización de ríos y la explotación de bosques.

2.2. En la Constitución colombiana vigente

La Constitución de 1991 cambió, sin duda la perspectiva en que el


Estado debe abordar los recursos naturales. Como vimos, antes
se percibía un interés puramente económico en la
administración de ciertos recursos naturales. Por ejemplo, se
mencionaban los ríos pero con la perspectiva de que los mismos
fueran canalizados y por tanto navegables. Se mencionaban
también los bosques pero mencionando la necesidad de su
explotación. Se aumentaron las minas sobre las cuales el Estado
velaría pero claro por su importancia en la producción de bienes
valiosos para el Estado.

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Con la Constitución actual, si bien el interés económico del Estado
sobre los recursos naturales de la nación se conserva, también se
alude a la protección en sí misma de ese recurso y en el
derecho de que todos los habitantes de Colombia disfrutemos
de la presencia de esos recursos. En ese sentido, los artículos
clave para entender ese cambio constitucional son el artículo 8° y
el 79 de la Constitución de 1991. Esas mismas normas constituyen
parte fundamental de nuestro marco teórico en tanto directrices
ideológicas que orientan la Constitución ecológica de Colombia.

El artículo 8° señala que es obligación del Estado y de las


personas proteger las riquezas culturales y naturales de la
Nación. En consecuencia, se consagra desde la Constitución una
obligación de respetar los recursos naturales de Colombia. Una
obligación que ahora no solo cobija a las autoridades del Estado
sino a todas las personas que habitan en el territorio colombiano.
Por su parte, el artículo 79 dice de manera expresa que gozar de
un medio ambiente sano es un derecho de todos y que, por
consiguiente el Estado tiene como deber proteger la diversidad y la
integridad del ambiente. Estos dos artículos reflejan un cambio
total de mentalidad sobre la manera en que el Estado se aproxima
al medio ambiente en nuestros días. Los recursos naturales hoy no
solo son un tema económico sino de derechos de las personas y de
reconocimiento de la necesidad de proteger su integridad.

3. La defensa de la existencia de una Constitución ecológica en


Colombia

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Dado que nos encontramos en el acápite del marco normativo,
consideramos oportuno insistir en la dificultad de encontrar
textos dedicados al tema de la Constitución ecológica. Tema que
tratamos de alguna manera en el estado del arte de nuestra
investigación y que mencionamos brevemente en el punto 1.2.2.
En este apartado, por un lado, insistiremos en la precaria doctrina
desarrollada en este tema para luego poner en evidencia la postura
constante de la Corte Constitucional.

3.1. La ausencia de textos bibliográficos

Además de insistir en que no hay muchos textos dedicados al tema


de Constitución ecológica en Colombia, quisiéramos resaltar dos
aspectos que nos parecieron interesantes sobre la manera en que
este tema se trata. El primero, el desarrollo del tema desde la
perspectiva de defensa de un derecho fundamental. El segundo,
interés por el tema de estudiantes de pregrado de derecho.

El principal autor que asume una postura clara sobre la


existencia y la defensa de una Constitución ecológica en
Colombia es Oscar Amaya (Amaya Navas, 2002). En su texto Amaya
menciona expresamente que existe este tipo de Constitución y todo
su texto esta dedicado a su demostración, aunque
desafortunamente y desde nuestra forma de ver cae en la
enumeración de normas por lo que al final una dispersión del tema
queda en el aire. No obstante, este esfuerzo investigativo le ha
servido a Amaya para ser una referencia obligada de todos los libros y
artículos que indirectamente tratan el tema, incluido, por supuesto,
nuestra propia investigación.

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Por su parte, la mayoría de textos y artículos que incluyen un
apartado sobre la Constitución ecológica, lo hacen en el marco de
trabajos que desarrollan el tema de la defensa del medio
ambiente. Por ejemplo, en esos textos se resalta como la tutela sirve
para exigir la protección del medio ambiente (Melón Velázquez,
2016) y, en consecuencia, como ese derecho puede calificarse hoy en
día como un derecho fundamental (Melón Velázquez, Tendencias
jurisprudenciales del medio ambiente sano en la Corte
Constitucional colombiana, 2016). Entonces, desde nuestro punto
vista, se concentran solo en uno de los aspectos que engloba la
denominada Constitución ecológica. Adicionalmente, si bien es cierto
que esos textos a veces incluyen un apartado denominado
Constitución ecológica, en realidad solo se limitan a retomar algunas
decisiones o sentencias de la Corte Constitucional, sin presentar una
postura al respecto.

Finalmente queremos resaltar que quienes más se ven atraidos por el


tema parecen ser los estudiantes de derecho quienes incluyen su
referencia en sus tesis de pregrado. No obstante, en estos
documentos y quizá dado el nivel en el que se presentan, la mayoría
de estudiantes no presentan una postura sobre el tema. No obstante
lo anterior, llamamos la atención sobre el texto de (Blanco Cetina,
2008) pues ella es una de las pocas que afirma que pese a la mención
de 34 disposiciones constitucionales relacionadas con el medio
ambiente, estas no son suficientes para que la Corte Constitucional
reconozca la existencia de una Constitución ecológica en Colombia.
Sus argumentos consisten en que no existen condiciones para
garantizar la protección al medio ambiente y, en todo caso, dicha
Constitución estaría en contra de otros derechos como el de libre
competencia y el de personalidad jurídica que permite a las empresas
explotar los recursos naturales.

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3.2. La postura constante de la Corte Constitucional
colombiana

Aun cuando los argumentos de (Blanco Cetina, 2008) deben tomarse


en cuenta para evaluar la existencia o no de una Constitución
ecológica en Colombia. Con lo que no estamos de acuerdo, es con
hecho de que la Corte Constitucional no haya hecho ese
reconocimiento pues desde muy temprano ese Tribunal se ha referido
de manera expresa a la existencia de una Constitución ecológica en
Colombia.

Por ejemplo en (Corte Constitucional colombiana, 1992) el Tribunal


señaló de forma expresa que de la Constitución de 1991 se
desprenden tres constituciones: una Constitución social, una cultural
y una ecológica. De la misma forma en (Corte Constitucional, 1994),
el Tribunal no solo reitero la existencia de esa Constitución sino que
dijo que estaba compuesta por todos los artículos que regulan la
relación entre la sociedad y la naturaleza y que buscan proteger el
medio ambiente.

La postura se ha mantenido. Ejemplo de ello es (Corte Constitucional,


2017) donde el Tribunal señala que dada la importancia cardinal del
medio ambiente, la Corte constitucional ha catalogado la Constitución
de 1991 como una Constitución ecológica o verde. Con lo cual se
demuestra una postura constante tendiente al reconocimiento de una
Constitución ecológica.

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