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Nuestro cerebro, igual que hacía el perro de Pavlov, asocia esa toma de dulces
con ese breve estado de bienestar, con lo que surge la extendida (y nociva)
adicción a los productos ricos en sacarosa.
También, en respuesta a la toma de azúcares de alto índice glucémico, hay una
elevación de los niveles de serotonina en el cerebro, lo que se traduce por un
mayor bienestar, un equilibrio emocional, un estado de placer que en muchas
personas sustituye a otras formas de placer más recomendables.
Ya hemos dicho que lo ideal es repartir la ingesta total diaria en cinco comidas.
Preferiblemente, las comidas más fuertes deberían ser el desayuno (cosa que casi
nadie hace en nuestro país) y la comida del mediodía, tomando un tentempié a
media mañana y a media tarde, y una cena ligera.
En desayuno y comida podrían tomarse, en cada uno, un 30% del total diario; un
15% en la cena y un 12.5% en las ingestas de media mañana y media tarde.
A la hora de especificar el tipo de carbohidratos, proteínas y grasas, señalaremos
que los glúcidos deben ser, en su mayoría, de bajo índice glucémico (frutas y
verduras; nada de pan, azúcar y dulces, y pocas patatas y pastas).
Las proteínas deberían ser completas (de origen animal) o de fuentes vegetales
sabiamente mezcladas para compensar las deficiencias en aminoácidos esenciales
propias de todos los productos de origen no animal, y bajas en grasa (evitar bacon,
tocino, quesos grasos, embutidos,etc).
Las grasas deben ser en su mayoría no saturadas (procedentes de fuentes
vegetales). Las grasas animales son origen de enfermedades como el colesterol
elevado, la arteriosclerosis, etc.
También se puede tomar pescado azul que, aunque rico en grasa, se trata de un
tipo de lípidos beneficioso para el organismo.
Los días en que se juegue, se debería intentar seguir estas pautas en lo
general, con algunas puntualizaciones, como el de hacer la comida del mediodía por
lo menos dos horas antes, para evitar que una gran cantidad de sangre acuda al
estómago para ayudar a la digestión, robándosela al cerebro.