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Tomado de Keynes, J.M., 1973, "Towards the general Theory", The Collected
Writings 01 JMK, v. XIII, St. Martin's Press, N. Y. Traducción de Guillermo
Maya, Profesor de la Universidad Nacional, Sede Medellín, y Alberto
Supelano. Se agradecen los 'comentarios y sugerencias de Germán Prieto,
Profesor de la Universidad Nacional, Sede Bogotá.
En mi opinión, la principal razón para que no se haya resuelto el pro-
blema de las crisis, o para que la teoría disponible sea tan insatisfactoria,
es la carencia de lo que podría denominarse una teoría monetaria de la
producción.
La distinción usual entre una economía de trueque y una economía mone-
taria depende del empleo del dinero como medio conveniente para efec-
tuar los intercambios, como instrumento de gran conveniencia pero cuyos
efectos son transitorios y neutrales. Se considera que el dinero es un mero
eslabón entre la tela y el trigo o entre el trabajo diario que se dedica a
construir una canoa y el trabajo diario que se dedica a cosechar el grano.
Se supone que el dinero no afecta el carácter esencial de la transacción
-que, en opinión de quienes la realizan es una transacción entre bienes
reales--- ni modifica las motivaciones y decisiones de las partes. Esto sig-
nifica que se utiliza el dinero pero que se lo trata como si fuera neutral en
algún sentido.
Sin embargo, ésta no es la distinción que tengo en mente cuando afirmo
que carecemos de una teoría monetaria de la producción. Una economía
que utiliza dinero, pero que lo utiliza únicamente como un eslabón neu-
tral entre transacciones de bienes y de activos reales, y que no permite
introducirlo en las motivaciones y decisiones, podría ser denominada,
a falta de un nombre mejor, economía de intercambio real. La teoría que me
interesa, en contraste con la anterior, es la de una economía en la que el
dinero juega un papel por sí mismo, y afecta las motivaciones y las
decisiones, y en la que, en síntesis, es uno de los factores operativos de
la situación, de modo que no se puede predecir el curso de los aconte-
cimientos, ni en el largo plazo ni en el corto plazo, sin saber qué papel
juega el dinero entre el estado inicial y el estado final. Y esto es lo que
se debería entender cuando hablo de economía monetaria.
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