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El chamanismo es una magia. Se trata de una magia de tipo particular porque actúa por
medio del éxtasis, del trance. El trance significa la partida del alma fuera del cuerpo
para viajes celestes o infernales.
Dedicación
La capacidad de entrar en trance ha sido interpretada por muchos autores como un dato
a favor de que los candidatos proceden de neuróticos y desequilibrados.
Hay quienes se dedican a tiempo completo, y otros alternan sus actividades comunes
con su condición de chamanes ocasionales.
Relaciones e influencia
En cuanto a confianza se refiere, el médico primitivo parece profundamente arraigado
en la mentalidad primitiva. Lo aprueban los enfermos, los acompañantes y el grupo
social en su conjunto.
Otra pregunta obligada es: ¿Cómo se afecta estas creencias de los miskitos bajo la
influencia de la religión cristiana? Muchos estudiosos concluyen que “el miskito ha
logrado reformular exitosamente su pensamiento mágico religioso”, haciéndolo
compatible con su nueva condición como cristiano, mayoritariamente moravo.
Se puede ser moravo y acudir los domingos a la iglesia, cumplir con sus principales
deberes, “pero el miskito se adhiere a su pasado tradicional cuando retoma el insigni o
el maleficio, como agentes causales de enfermedad”, por lo que se afirma
categóricamente que sólo un miskito puede entender a otro miskito que se enferma,
confirmando un sentido de pertenencia a su comunidad, pasado común y tradiciones.
También existe entre los miskitos la creencia de que todos los dolores, especialmente
reumáticos, provienen de espinas en la sangre, señala Guido. “Para ‘sacar’ una de estas
espinas, el sukia hace una incisión en la piel donde presuntamente se encuentra,
valiéndose para ello de un pedazo de vidrio, “luego con la boca succiona un poco de
sangre de la herida y la escupe en un recipiente”.
Otro aspecto interesante que muestra las creencias y recursos del chamán, lo constituye
la firme convicción sobre la infalibilidad del veneno enterrado, que el sukia lo extrae en
una ceremonia especial: “Cuando aparece un brote epidémico en una aldea,
seguramente será porque un enemigo enterró veneno para perjudicarla, debe ser
desenterrado por un sukia que procede a un ritual especial, donde al final aparece con
una botella que contiene el maleficio”. El mismo, naturalmente, ha enterrado allí la
botella.
Germán Romero en su profundo estudio de las sociedades del Caribe afirma que “la
función curativa del sukia está atestada desde antes de 1700. Un indio robado por el
capitán Wright en Las Segovias, en 1674, llegó a ser sukia río arriba del Coco, donde
vivía el hermano del Rey. Cuando alguien llegaba a consultarle predecía si iba a morir o
no”.
Otras funciones descritas por diversos autores, atinentes al cargo del sukia son:
“Durante el tiempo de huracanes trata de frenar su furia destructora”, es el trabajo de
Pasa Yapti, “hacer del tiempo y el viento”.
Grisi Siknis
A finales de 2003, en Waspam, Costa Caribe de nuestro país, se dio un “primer” caso de
histeria colectiva conocido como Grisi Siknis. Desde esa fecha han resultado afectados
estudiantes, pobladores, mujeres de diferentes edades, en su mayoría procedentes de
etnias. Ataca a personas que “han sido vistas por duendes, se pasa de persona a
persona”.
Los enfermos han mostrado conductas violentas. Corren con los ojos cerrados con
peligro de caer en ríos o pozos y perder la vida. Desarrollan gran fuerza y se necesitan
hasta diez personas para controlarlos.
Varios autores reconocen el efecto curativo sobre sus coterráneos de alguna medida
adoptada por el sukia, respondiendo a una solicitud de un acto de salud.