La perspectiva conductual no está exenta de ser parte de la psicología
social. Algunas propuestas teóricas dentro de esta perspectiva se centran en la influencia social que puede influir en la conducta de un individuo, como el postulado de Miller y Dollard sobre la imitación, donde se proponen tres mecanismos: misma conducta (respuesta apropiada), conducta dependiente del compañero (seguir al modelo), y conducta copia (generalización y reproducción).
Otra teoría sobre imitación es la Teoría Social Cognitiva de Bandura,
según la cual la motivación y acción humanas están reguladas en gran medida por las creencias de control que implica tres tipos de expectativas. a) Expectativas de situación-resultado, en las que las consecuencias se producen por sucesos ambientales independientemente de la acción personal, b) las expectativas de acción-resultado, en las que el resultado sigue (o es consecuencia de la acción personal) y c) la autoeficacia percibida, referida a la confianza de la persona en sus capacidades para realizar los cursos de acción que se requieren para alcanzar un resultado deseado.
La teoría del intercambio social, propuesta por Homans, Thibaut y Kelley
intentan ser una teoría general de la interacción con un objeto de estudio de los fenómenos grupales de conformidad a las normas, cohesión, status grupal, poder y similares. Se había considerado que estos fenómenos tenían escasa o nula relación entre sí y se investigaban separadamente, produciéndose, como consecuencia, una situación de notable fragmentación teórica. A remediar tal situación dirigirán sus esfuerzos los teóricos del intercambio, cuya meta será precisamente proporcionar un marco teórico unitario capaz de integrar todos o la mayor parte de los resultados empíricos relativos a la interacción en los pequeños grupos. REFERENCIA:
Barra, E. (1998) Psicología Social. España: Universidad de Concepción. pp. 29-