Conductismo es Corriente de la psicología que se basa en la

observación del comportamiento o conducta del ser que se estudia y que

explica el mismo como un conjunto de relaciones entre estímulos y respuestas.
Inicialmente con el modelo de Watson (1923) la conducta humana se explicaba
como estímulo-respuesta (E-R). Watson no negaba la existencia de los
fenómenos psíquícos internos, pero insistía en que tales experiencias no
podían ser objeto de estudio científico porque no eran observables, por lo cual
dejo de lado como objeto de estudio. Por otro lado, la teoría del aprendizaje de
Hull ha sido considerada el mejor ejemplo de un sistema hipotético-deductivo
en psicología durante la primera mitad de este siglo. El esquema E-R
propuesto por Watson, en el que los dos eslabones de la cadena
comportamental (estímulo y respuesta) tenían que ser directamente
observables, se vuelve más complejo en el caso de Hull. A partir de la
observación de las relaciones entre el estímulo y la respuesta, Hull infiere la
existencia de variables intermedias de naturaleza fisiológica, en este caso es
esquema de Hull se representa así: E-O-R. Más tarde Skinner explica que las
conductas voluntarias que dependen de la consecuencia, y que entre el
estímulo y la respuesta actúan los reforzadores que hacen que la conducta
vuelva a emitirse. Para él los procesos cognitivos se limitan a la conducta
observable. También hace un análisis sobre el condicionamiento operante.

Uno de los primeros intentos por introducir los principios del conductismo a la
psicología social fue la hipótesis de frustración-agresividad. En la que se
supone que naturalmente los humanos y otras especies responden
agresivamente ante situaciones frustrantes, tras varios estudios algunos
investigadores concluían que esto no era así.

El "aprendizaje imitativo" u observacional que estudia bajo qué

condiciones se adquieren, o desaparecen, comportamientos. esto fue
introducido por Bandura quien describe un modelo de aprendizaje que tiene
una base "mediacional": el individuo aparece como un intermediario activo
entre el estímulo y la respuesta.

REFERENCIA
Referencia: Álvaro, J. y Garrido, A. (2003). Psicología Social. Perspectivas Psicológicas y
sociológicas. Madrid: Mc Graw Hill.