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Papeles del Psicólogo

ISSN: 0214-7823
papeles@correo.cop.es
Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos
España

Sánchez Hervás, Emilio; Gradolí, Vicente Tomás


Terapia breve en la adicción a drogas
Papeles del Psicólogo, núm. 83, 2002, pp. 49-54
Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77808307

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Papeles del Psicólogo, 2002. nº 83, pp. 49-54 Sección Abierta

TERAPIA BREVE EN LA
ADICCIÓN A DROGAS
Emilio Sánchez-Hervás y Vicente Tomás Gradolí
Unidad de Conductas Adictivas Área 9. Catarroja. Consellería de Sanitat. Valencia

A pesar de que en los últimos años se ha realizado un esfuerzo considerable en la red sanitaria para mejorar los recursos de trata-
miento para personas con problemas de uso de drogas, la presión asistencial en los centros específicos de tratamiento es todavía una
constante. El perfil de los pacientes que acuden a estos recursos ha cambiado en los últimos años, y en muchas ocasiones precisan
de una atención rápida y eficaz. En el texto se esbozan las directrices generales de un modelo de intervención psicológica en la de-
pendencia a drogas con formato de terapia breve, de orientación cognitivo-conductual. El modelo puede ser útil en muchos de nues-
tros pacientes, presenta unos costes menores, puede estar disponible para un número mayor de personas y, puede adaptarse a las
necesidades de los pacientes.

In spite of the fact that in the last years has been accomplished a considerable effort in the sanitary net to improve the treatment resour-
ces for persons with problems of use of drugs, the assistance pressure in the specific treatment centers is still a constant. The profile of the
patients that attend to these resources has changed in the last years, and in many occasions specify of a rapid and effective attention. In
the text are drawn the general directors of a psychological intervention model in the dependency to drugs with brief therapy format, of
cognitive-behavior direction. The model can be useful in many of our patient, presents some smaller costs, it can be available for a num-
ber greater than persons and it can be adapted to the needs of the patients.

a evolución constante a la que está sometida nuestra meta final es la de reducir el daño que puede resultar

L sociedad no es ajena al ámbito de las drogodepen-


dencias. Los hábitos de la población varían y por tan-
to, también varían los hábitos relacionados con el uso de
del uso continuado de sustancias. La duración es de 1 a
40 sesiones, con la terapia típica entre 6 y 20 sesiones.
La meta es proveer a los pacientes de herramientas para
drogas. Esta evolución ha supuesto también un cambio cambiar actitudes básicas y manejar una variedad de
en la forma en que han venido abordándose los proble- problemas subyacentes. Difiere de la terapia a largo
mas derivados del consumo de drogas (COP, 1993; plazo en que el foco se sitúa sobre el presente, enfatiza
1998). El perfil de los pacientes que acuden a los centros el uso de herramientas terapéuticas en un tiempo más
específicos de tratamiento ha cambiado en los últimos corto y enfoca un cambio de comportamiento más espe-
años. El consumidor de drogas con un largo historial de cífico, en lugar de un cambio a gran escala o más pro-
policonsumo, con enfermedades asociadas, sin nivel cul- fundo (Kristen, 1999).
tural, sin ocupación laboral y marginal, ya no es mayo- El contenido de las intervenciones variará dependiendo
ritario. Nuestros pacientes presentan perfiles más del tipo de sustancia, la severidad del problema y el re-
variados y, a menudo una de las exigencias es la de que sultado deseado. Puesto que las terapias breves son me-
se les ofrezca una atención rápida y eficaz. No obstan- nos costosas, pueden estar disponibles para un mayor
te, esta demanda no siempre puede ofrecérseles, bien número de personas y pueden adaptarse a las necesida-
por su situación clínica, bien por el exceso de demanda des de los clientes. Pueden utilizarse para proveer aten-
asistencial. En cualquier caso, habrá un grupo de pa- ción inmediata a clientes que se encuentran en listas de
cientes en los que una intervención breve pueda ser ade- espera para ingresar en programas especializados, co-
cuada y es nuestra obligación poder ofertarla a nuestros mo un tratamiento inicial para usuarios de riesgo y, co-
clientes. mo complemento al tratamiento más extenso a personas
Las intervenciones breves pueden definirse como aque- dependientes.
llas prácticas destinadas a investigar un problema poten- Diferentes tipos de terapias breves se han utilizado en
cial y motivar a un individuo a comenzar a hacer algo el tratamiento de los dependientes a drogas. La terapia
sobre el abuso de sustancias. No es un sustituto para interaccional estratégica breve se ha utilizado en pacien-
aquellas personas con un nivel alto de dependencia. La tes alcohólicos (Berg y Miller, 1992; Berg, 1995) no co-
mo un enfoque global, sino como un conjunto de
Correspondencia: Emilio Sánchez Hervás. Unidad de Conductas técnicas para utilizar en un paquete de tratamiento am-
Adictivas- Centro de Salud. Avenida Rambleta s/n Catarroja. plio. También se ha utilizado la terapia psicodinámica
46470 Valencia. España. breve (Garske y Molteni, 1985), incluyendo algunos ele-
E_mail: uca.catarroja@trabajo.m400.gva.es mentos (contrato terapéutico, tareas entre sesiones, esta-
Sección Abierta TERAPIA BREVE EN LA ADICCIÓN A DROGAS

blecimiento de límites para la terapia) que algunos auto- situaciones de riesgo y se les entrena en la prevención
res (Rodriguez-Naranjo, 2000) consideran un acerca- de recaídas. Se incluye el análisis de las cogniciones y
miento a la terapia de conducta. La psicoterapia creencias involucradas en el comportamiento adictivo. La
expresiva de apoyo (Luborsky, 1984) es un enfoque de investigación ha demostrado que los individuos que
terapia psicodinámica adaptada al abuso de sustancias, aprenden habilidades mediante la terapia de prevención
y ha sido utilizada en pacientes dependientes en mante- de recaídas, mantienen lo aprendido en el tratamiento
nimiento con metadona (Luborsky y col, 1989) y en pa- tras un año de seguimiento (Carroll y col, 1994)
cientes dependientes a cocaína (Mark y Faude, 1995). La dependencia a drogas lleva a la persona que la ad-
La terapia breve de familia ha sido utilizada con diver- quiere a comportarse de una forma determinada, conoci-
sos enfoques así como la terapia breve de grupo (Kris- da como “conducta adictiva”. Desde un enfoque
ten, 1999) y ha demostrado efectividad (Lowinson y col, cognitivo-conductual, dicha conducta adictiva presenta
1997. dos características fundamentales: 1) Es una conducta
aprendida. La conducta de “drogarse” se aprende. Wi-
TERAPIA BREVE COGNITIVO-CONDUCTUAL kler (1965) fue el primero en establecer las bases para
No quedan demasiado lejos los tiempos en los que el una teoría del condicionamiento en las drogas, pues ob-
tratamiento de las conductas adictivas se enmarcaba servó que aquellos individuos que habían sido adictos a
dentro de un modelo de carácter estrictamente médico. opiáceos, a veces mostraban señales de un síndrome de
Afortunadamente en los últimos años se ha consolidado abstinencia, meses más tarde de haberse administrado la
un abordaje más lógico y racional de naturaleza biopsi- última dosis. Sandler y Davidson (1977) señalaron que
cosocial y, se ha asumido por parte de las instituciones y “la mejor manera de comprender la cuestión de la dro-
de los distintos profesionales, la importancia fundamen- gadicción o la dependencia como fenómeno de conduc-
tal de la terapia psicológica en el tratamiento de la adic- ta, era estudiar cómo se adquiere y se mantiene la
ción a drogas (NIDA, 1999). No obstante no todos los conducta de drogadicción”; 2) Es una conducta que com-
tratamientos psicológicos han demostrado ser útiles en el porta recaídas. El adicto en el proceso de su adicción y
ámbito de la adicción a drogas. Los tratamientos con en diversas ocasiones, intenta justificarse como “no adic-
mayor validez empírica en este campo se enmarcan en to”. Esta actitud le lleva a realizar diversos intentos de au-
un abordaje de orientación cognitivo-conductual (APA, tocontrol en la abstinencia del consumo de la sustancia.
2000). En la mayoría de los casos reinicia el consumo y desarro-
La terapia breve cognitivo-conductual, representa la in- lla rápidamente tolerancia, dependencia y los mecanis-
tegración de los principios derivados de la teoría del mos propios de la adicción.
comportamiento, la teoría del aprendizaje social y la te- Entendemos que la intervención debe englobarse en el
rapia cognitiva. Supone el enfoque más comprensivo pa- marco general de la Prevención de Recaídas, teniendo
ra tratar los problemas derivados del uso de sustancias y como objetivos: a) la modificación de las actitudes ha-
consiste en el desarrollo de estrategias destinadas a au- cia el consumo y sus efectos, a través de la abstinencia
mentar el control personal que el cliente tiene sobre sí y; b) establecimiento de un proyecto global de cam-
mismo. La filosofía de la intervención está basada en la bio en el estilo de vida del sujeto, facilitando los me-
consideración del cliente como un científico, en el senti- canismos y habilidades personales necesarias para que
do de que se le anima a recurrir al método científico pa- se produzca ese cambio. Alan Marlatt y su grupo han
ra contrastar empíricamente sus ideas o creencias estudiado extensamente durante los últimos años, los
(Meichenbaum y Cameron, 1982). En su aplicación a procesos psicológicos que mediatizan las recaídas en las
las conductas adictivas, ha sido la terapia de Prevención sustancias adictivas (Marlatt y Gordon, 1980, 1985;
de Recaídas la más utilizada, enfoque que en principio Cummings, Gordon y Marlatt, 1980). El modelo pro-
se desarrolló para el tratamiento de los problemas de puesto por Marlatt no es tan sólo un modelo de com-
bebida (Marlatt y Gordon, 1985), y que posteriormente prensión de las recaídas, sino también del proceso
se adaptó para los adictos a cocaína (Carrol y col, adictivo en general, al considerar que las conductas
1991). En ella se ayuda a los pacientes a reconocer las adictivas son hábitos adquiridos que pueden ser modifi-
situaciones en que es probable que usen las sustancias, cados mediante la adquisición de nuevos aprendizajes.
encuentren maneras de evitar las situaciones, y desarro- La prevención de recaídas consiste en la puesta en prác-
llen estrategias para solucionar las formas de comporta- tica de programas de autocontrol, con el objetivo de
miento y los afectos relacionados con el uso de ayudar a un determinado individuo a conseguir y man-
sustancias. A través del Análisis Funcional, se identifican tener cambios estables en aquellos hábitos que se quie-
los antecedentes y consecuentes del comportamiento del ren corregir. El trabajo en Prevención de Recaídas exige
uso de sustancias. Se potencian y desarrollan las habili- la implicación del paciente como coterapeuta, otorgán-
dades de los pacientes para enfrentarse con éxito a las dole la mayor parte de la responsabilidad que se precisa

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para poder llevar a cabo los cambios necesarios. El tra- identificables, observando los episodios de consumo de
tamiento de la adicción se convierte, de esta forma, en la sustancia y las características que tienen en común.
“una tarea de aprendizaje programado” que implica la Los episodios se definen como cadenas conductuales
adquisición de nuevas habilidades. que demuestran a los sujetos las relaciones que existen
El terapeuta debe facilitar la aparición de los factores entre los hechos o contextos ambientales, su respuesta
implicados en la dificultad de romper con el ambiente, interna a ellos, el consumo de droga y las consecuen-
haciendo entender la dificultad de llegar a la extinción cias de esta conducta.
de los condicionamientos o aparición de nuevos reforza- La intervención psicológica individual, aunque sujeta
mientos de la dependencia psicológica, debido a la apa- a un plan metodológico de referencia, determinado
rición de consumos intermitentes y abandonos del por los diferentes estadios por los que discurre el pa-
tratamiento. La interiorización por parte del sujeto de ciente, es específica y diferencial para cada sujeto, de-
abandonar el consumo y el ambiente asociado de forma bido a que las posibles patologías psicológicas y los
permanente, en ocasiones lleva tiempo. El terapeuta de- problemas que puedan aparecer tanto en su adapta-
be conocer las vivencias y estados de ánimo que crea la ción como posterior evolución en el programa terapeú-
abstinencia a drogas, y crear un marco comprensivo que tico son específicos y, por lo tanto deben ser tratados
permita verbalizar las dificultades de superar la absti- de manera diferenciada.
nencia temporal y las pérdidas asociadas al abandono
del ambiente y la sustancia. APORTACIONES AL MODELO DE PREVENCIÓN DE
La Prevención de Recaídas persigue que el paciente RECAÍDAS
identifique las dificultades y errores del pasado (patro- Se sugieren dos aportaciones al modelo de Prevención
nes cognitivos y conductuales condicionados a la droga de Recaídas. La primera hace referencia a las actitudes,
y al estilo de vida asociado), conozca limitaciones y vi- al modelo desarrollado por Fishbein y Ajzen
vencias que tendrá que afrontar ante la ausencia de (1972,1980) “Teoría de la Acción Razonada”. La se-
droga, y adquiera repertorios que le permitan afrontar gunda aportación proviene de Prochaska, Diclemente y
los diferentes cambios emocionales y comportamentales Norcross (1992) y Prochaska y Prochaska (1993), es el
que pueden producirse en cada etapa distinta, durante y Modelo Transteorético de Cambio.
después del tratamiento. Para Fishbein y Azjen las actitudes serán débiles pre-
Los sujetos necesitan discutir tanto los hechos internos dictores de las conductas cuando los condicionantes am-
como las situaciones ambientales relacionadas con la bientales resulten tan fuertes que no sea posible ninguna
droga y aprender cómo llegar a ser capaces de resolver conducta individual. Uno de los principales condicionan-
los problemas. Se anima a los sujetos a pensar en el tes ambientales es el de una fuerte norma social. El mo-
tratamiento como un experimento de aprendizaje y otras delo incorpora el componente normas sociales como
nuevas conductas, en el que el sujeto es el que toma la factor importante. Se admite por los autores que el deter-
decisión final sobre el consumo de droga u optar por minante inmediato de la conducta es la intención con-
otra conducta alternativa, basado en las expectativas in- ductual de la persona a ejecutar una conducta. El
mediatas o a largo plazo del consumo o de las conduc- segundo determinante de la intención de conducta se de-
tas alternativas. nomina norma subjetiva, está determinado por dos fac-
Desde esta perspectiva, cada individuo es único con tores: creencias normativas y motivación para
respecto a sus antecedentes, consecuencias de consumo acomodarse a estas expectativas.
y alternativas viables a ella. Al mismo tiempo se toma Las conductas de los individuos se llevan a cabo en ba-
en cuenta las similitudes entre los sujetos. El Análisis se a la información (creencias, opiniones, ideas, etc.)
Funcional ilustra que todos los sujetos usan la droga que éste posee, así como por la consideración de las im-
como respuesta a unos antecedentes, que la droga plicaciones de dicha conducta ( los “pros” y los “con-
cambia los estados afectivos y cognitivos y, que existen tra”), lo cual indica la estrecha relación que existe entre
muchas similitudes en las consecuencias negativas que creencias y conducta. La Teoría de la Acción Razonada
se producen. El Análisis Funcional es un modelo que es un modelo tecnológico para la predicción del cambio
intenta demostrar al sujeto la función que juega la dro- de conducta, mediante la modificación de las creencias
ga en su vida. Se utiliza como una herramienta que o base informativa, que subyace a las actitudes y nor-
facilite el trabajo con algunos de los problemas clínicos mas subjetivas, que condicionan y determinan la inten-
difíciles que una población de drogodependientes pre- ción de conducta y la conducta misma (Fishbein y Azjen,
senta, tales como la frecuente tendencia observada a 1972). El objetivo de la utilización de este modelo radi-
subestimar la seriedad de sus problemas o la necesi- ca en el intento de evaluación de las actitudes hacia la
dad de un cambio de conducta. El primer objetivo es abstinencia o hacia el consumo, de manera que en fun-
animar a los sujetos a que perciban su problema no ción de la valoración podemos aplicar técnicas de cam-
como una totalidad, sino como un grupo de problemas bio de actitudes con la intención de facilitar al individuo
Sección Abierta TERAPIA BREVE EN LA ADICCIÓN A DROGAS

la realización de un programa para el abandono de (a qué niveles afecta la conducta problema y dónde de-
sustancias adictivas lo más adecuado posible (Becoña, be de dirigirse la intervención). La importancia del mo-
1993; Tomás y col, 1996). delo en la práctica clínica es el acento sobre la
La siguiente aportación corresponde a la interesante dimensión temporal en el proceso de cambio. No sólo
propuesta de Prochaska y DiClemente, nos referimos al se trata de considerar si una intervención es adecuada
Modelo Transteorético de Cambio (Prochaska y DiCle- en sí misma, sino si se adecúa al momento temporal (es-
mente, 1982; Prochaska, DiClemente y Norcross, 1992; tadio) en el que se encuentra el paciente y, conocer los
Prochaska y Prochaska, 1993). El modelo parte del procesos cognitivos y conductuales que subyacen a di-
análisis de los cambios que se producen en el desarrollo cho proceso de cambio.
de un proceso de cambio de comportamiento con o sin Para Prochaska y Prochaska (1993), hasta que se pro-
ayuda de psicoterapia. Los modelos teóricos adolecen a duzca un mayor desarrollo en los programas de preven-
menudo de un marco de referencia donde puedan inte- ción de recaídas, la alternativa más práctica consiste en
grarse las distintas intervenciones a realizar con los pa- los programas de reciclaje. El objetivo de estos progra-
cientes. Esta propuesta intenta solucionar este problema mas es conseguir que los sujetos que han recaído se re-
y considera que los esfuerzos en las intervenciones tera- ciclen de un modo más eficiente y efectivo. Para los
péuticas deben ir dirigidas a: 1) conocer cuándo las per- sujetos desmoralizados respecto a su capacidad de cam-
sonas se deciden a realizar cambios que modifican sus biar, el objetivo inmediato es evitar que desciendan a un
conductas adictivas, 2) cómo se realizan estos cambios estadio de cambio anterior.
y; 3) qué es lo que necesitan cambiar las personas para
superar sus problemas particulares de adicción. Aquí, el MODELO INTEGRADO DE INTERVENCIÓN
“factor de riesgo” es que, mientras se buscan las solucio- Con la exposición de las aportaciones de estos modelos
nes para que pueda darse un proceso en el que se dé el y teniendo en cuenta que trabajamos sobre la base de la
“cambio”, el sujeto retroceda a niveles en los que ya no Prevención de Recaídas como un modelo de referencia
se decida a cambiar. en el tratamiento, planteamos la integración de los con-
Prochaska y DiClemente han desarrollado este modelo tenidos de los tres modelos en una intervención de tres
con el que intentan cubrir globalmente todo el proceso fases (Tabla 1).
de cambio, desde que una persona advierte su proble- En la primera fase (Evaluación) se realiza en primer
ma de adicción hasta que ese problema deja de existir. lugar el análisis funcional del comportamiento de consu-
Es un modelo tridimensional que integra estadios (cómo mo de drogas, estableciendo las relaciones funcionales
es la secuencia de cambio), procesos (cuáles son los de cada uno de los elementos, haciéndole entender al
procesos subyacentes al cambio) y, niveles de cambio sujeto la naturaleza de tales relaciones así como las
consecuencias que para su vida tiene el consumo de
Tabla 1 sustancias. Un modelo de análisis funcional adecuado
FASES DEL MODELO INTEGRADO DE INTERVENCIÓN es el de Pastor y Sevilla (1990), que los autores han
adaptado al consumo de drogas. Se evalúan las actitu-
FASE 1: EVALUACIÓN des hacia el consumo y hacia la abstinencia, con el ob-
- Análisis funcional de la conducta problema
jetivo de poder planificar de forma más adecuada las
- Evaluación de actitudes hacia el consumo de sustancias
- Valoración de la motivación al tratamiento
estrategias de intervención posteriores. Los autores han
- Valoración de niveles y procesos de cambio desarrollado un instrumento (CACHER) que puede ser
- Evaluación psicopatológica útil en esta tarea (Sánchez-Hervás y Tomás, 1995; To-
- Método de matching hacia la desintoxicación más y col, 1996). Se valora la motivación al tratamiento
- Psicoeducación sobre fases tratamiento y mecanismo de desinto- y los niveles y procesos de cambio siguiendo a Prochas-
xicación ka, DiClemente y Norcross (1992). Se evalúa la presen-
FASE 2: DESINTOXICACIÓN cia de psicopatología a través de entrevista clínica y
- Información sobre la desintoxicación: previsión proceso farma-
cuestionarios. Es conveniente en este momento determi-
cológico
nar la elección del recurso terapéutico más adecuado
- Valoración sobre síntomas de intoxicación y/o abstinencia
- Motivación y expectativas sobre el proceso
para la desintoxicación (Tejero y Trujols, 1994). Final-
- Intervención en crisis durante la desintoxicación mente se informa sobre las fases del tratamiento y del
- Valoración de psicopatología asociada mecanismo de desintoxicación. Dar información sobre
FASE 3: DESHABITUACIÓN la experiencia de desintoxicación y de lo que puede
- Evaluación psicopatológica tras la desintoxicación ocurrir durante la misma, tiene el efecto de reducir la
- Valoración del proceso de cambio intensidad del distress durante la misma, así como en el
- Prevención de recaídas período inmediatamente posterior a la misma (Green y
- Programas específicos: ansiedad, depresión, HH.SS, otros
Gossop, 1988).

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La segunda fase (Desintoxicación) se inicia con una ducen las probabilidades de volver a un estadio de cam-
continuación del último paso de la fase anterior, ofre- bio anterior. Este hecho permite prolongar la situación
ciendo información y estableciendo una previsión sobre de abstinencia de las personas en tratamiento que, pro-
el proceso farmacológico que va a realizarse, así como gresivamente, consolidan sus logros manifiestos y signifi-
una valoración de los síntomas de intoxicación y/o abs- cativos alcanzados, previniendo una posible recaída en
tinencia que presenta el paciente. Se valora la motiva- su conducta adictiva.
ción y las expectativas del paciente y, se realizan Se ha comentado la importancia del tratamiento psico-
intervenciones motivadoras siguiendo a Miller y Rollnick lógico en la adicción a drogas. No obstante, la interven-
(1991). Algunos paciente presentan dificultades en esta ción debe de ajustarse al igual que en otras disciplinas a
fase y precisan terapia de apoyo (Marlatt y Gordon, la utilización de técnicas e instrumentos que hayan de-
1985; Beck y col, 1979; 1993). Vuelve a valorarse la mostrado su utilidad en la clínica. Las diferencias en los
presencia de síntomas psicopatológicos asociados. perfiles de nuestros pacientes y los tratamientos con vali-
La última fase (Deshabituación) comienza con la valo- dez empírica orientarán los tratamientos individualiza-
ración de la desintoxicación y la evaluación psicopatoló- dos en función de las necesidades de cada paciente. No
gica tras el proceso farmacológico realizado. Se valoran parece justificado utilizar tratamientos que no hayan si-
los procesos de cambio en los que está inmerso el pa- do validados.
ciente (Prochaska, DiClemente y Norcross, 1992) y se
establece un proceso estructurado de prevención de re- BIBLIOGRAFÍA
caídas (Marlatt, 1985). Finalmente se ponen en marcha American Psychological Association (2000). Society of
los distintos programas específicos de intervención que Clinical Psychology. A Guide to Beneficial Psychothe-
requiera el paciente (ansiedad, depresión, habilidades rapy. Empirically Supported Treatments. Washington:
sociales, cambio de actitudes, etc.). American Psychological Association
Beck, A. T; Rush. J. A; Shaw, B. F; Emery, G. (1979):
DISCUSIÓN Cognitive therapy of depression The Guildord Press,
En los trabajos y las intervenciones en el ámbito de la New York (traducción en español, Ed. Desclée de
adicción a drogas aparecen dos hechos de forma siste- Brouwer, 1983).
mática: 1) la alta tasa de recaídas que se da en los pro- Beck, A. Wright, F.Newman, C. Liese, B. (1993): Cogni-
gramas de deshabituación a drogas que incorporan tive therapy of substance abusers. New York: Guilford
habitualmente estrategias de intervención basadas en un Press.
sólo modelo teórico y, 2) la gran evidencia experimental Becoña, E. (1993): La utilidad de la teoría de la acción
que existe en la aplicación de los distintos modelos que razonada en la predicción de la abstinencia en el tra-
componen el modelo integrado que proponemos (Pro- tamiento de fumadores. Revista Española de Drogode-
chaska y DiClemente, 1982; 1984; 1986; Fisbhein y Az- pendencias, 18: 3-14.
jen, 1972; 1980; Marlatt y Gordon, 1980; Marlatt y col, Berg I. y Miller, S. (1992). Working with the problem
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A la base del modelo que proponemos se encuentra el Berg, I. (1995). Solution-focused brief therapy with subs-
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que permiten avanzar de un estadio a otro, según el yed emergence of psychotherapy effects. Archives of
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que impiden avanzar de un estadio a otro (Modelo 249-265.
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aprender respuestas de afrontamiento adecuadas y au- nal de la Psicología en Drogodependencias. Madrid:
mentar su autoeficacia, modificando aquellas actitudes Colegio Oficial de Psicólogos.
que impiden el adecuado proceso de cambio de su con- Colegio Oficial de Psicólogos (1998). Perfiles Profesio-
ducta adictiva (actitudes de recaída). La dirección de la nales del Psicólogo. Madrid: Colegio Oficial de Psicó-
acción del sujeto que atraviesa por un período de desha- logos.
bituación se orienta entonces, hacia una progresión a Cummings, C; Gordon, J. R; Marlatt, G. A. (1980): Re-
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Sección Abierta TERAPIA BREVE EN LA ADICCIÓN A DROGAS

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