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DETERMINACIÓN DE PROCESOS DE FRACTURA SOBRE HUESOS FRESCOS 37

TRABAJOS DE PREHISTORIA
63, No 1, Enero-Junio 2006, pp. 37-45. ISSN 0082-5638

DETERMINACIÓN DE PROCESOS DE FRACTURA SOBRE


HUESOS FRESCOS: UN SISTEMA DE ANÁLISIS DE LOS
ÁNGULOS DE LOS PLANOS DE FRACTURACIÓN COMO
DISCRIMINADOR DE AGENTES BIÓTICOS

DETERMINATION OF THE FRACTURE PROCESSES OF FRESH BONE:


AN ANALYTICAL SYSTEM OF THE ANGLES OF FRACTURE PLANES
AS AN INDICATOR OF BIOTIC AGENTS HOMINID DISPERSAL INTO EUROPE AROUND
MATUYAMA/BRUNHES BOUNDARY:
ORIGIN AND SETTING IN HUMAN EVOLUTION
VIRGINIA ALC¡NTARA GARCÕA, REBECA BARBA EGIDO, JOS… MARÕA BARRAL
ORIGIN AND
DEL PINO, SETTING
ANA BEL…NINCRESPO
HUMANRUIZ,
EVOLUTION
ARCO IRIS EIRIZ VIDAL, ¡LVARO FALQUINA
APARICIO, SILVIA HERRERO CALLEJA, ANA IBARRA JIM…NEZ, MARTA MEGÕAS
GONZ¡LEZ, MAITE P…REZ GIL, VICTORIA P…REZ TELLO, JORGE ROLLAND
CALVO, JOS… YRAVEDRA S¡INZ DE LOS TERREROS, AIXA VIDAL Y MANUEL
DOMÕNGUEZ-RODRIGO (*)

RESUMEN angles of each plane between the cortical and medullary


surfaces resulting from breakage. It is shown that this ap-
Los paños de fractura de los huesos siempre se han pres- proach can be fairly resolutive since both types of agents
tado a diversos análisis de clasificación, pero con menor break bones through different physical processes (percus-
éxito se ha podido averiguar el (los) agente(s) respon- sion and pression) which produce different angles in each
sable(s) de su ruptura. De los diversos atributos utilizados, fracture episode, as a result of the use of dynamic and static
uno de ellos (los ángulos de los planos de fractura) se ha loading processes.
sometido a exhaustivo análisis, con los resultados que se
ofrecen en el presente trabajo. Se concluye que dichos án- Palabras clave: Tafonomía. Percusión. Presión. Fractura
gulos, en su consideración global en una muestra pueden ser ósea. Angulos. Paños de fractura.
resolutivos ya que los diversos agentes bióticos que rompen
huesos (humanos y carnívoros) lo hacen por procesos físi- Key words: Taphonomy. Percussion. Presion. Bone break-
cos distintos (percusión y presión) que provocan diagnosis age. Angles of breakage planes.
diferenciadas en el modo en que los huesos aparecen frac-
turados.
INTRODUCCIÓN

ABSTRACT Los análisis de los patrones de fragmentación o


fracturación empezaron a cobrar cierta importancia
The breakage planes of bones have diversely been used a partir del interés de diversos autores por discutir
to classify breakage patterns. However, no diagnosis seems el origen de las primeras acumulaciones óseas y el
to be currently valid to differentiate between humans and de la cultura ostodontoquerática (Dart 1957; Ghosh
carnivores as the main breaking agents. This work presents 1974, Read Martín y Read, 1975; Bonnichsen
the results of experimentation focused on the analysis of the 1975; Hill, 1976; Shipman y Philips 1976). Pero
antes de referirnos a los patrones de fractura hay
(*) Departamento de Prehistoria, Facultad de Geografía e His- que diferenciar dos términos –la fragmentación y la
toria, Universidad Complutense de Madrid. C/ Profesor Aranguren
s/n. 28040-Madrid. Correo electrónico: mdr00008@teleline.es fracturación– ya que suelen asociarse al mismo pro-
Recibido: 10-III-05; aceptado: 20-IX-05. ceso por tratarse de un proceso tafogenético por el

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que un resto da lugar a otros. Sin embargo la signi- está en estado seco. El perfil que presentan los hue-
ficación de ambos es distinta. La fragmentación sos rotos en estado seco es longitudinal y transver-
según Brugal (1994) y Mateos (2000) es de origen sal frente al curvo, espiral y helicoidal apuntado en
natural y depende de factores hidrotérmicos y cli- forma de V que se produce cuando esta en estado
máticos, como la desecación y la deshidratación fresco. Cuando la fractura se produce en estado
entre otros. La fracturación por el contrario es fru- fresco muestra un borde de fractura suave frente al
to de una acción biológica o antrópica. En el caso irregular y rugoso que presentan los huesos rotos en
de la fracturación antrópica la finalidad de romper estado seco. En otros trabajos como los de Myers
el hueso es para acceder al contenido medular. et al. (1980), Johnson (1985), Lyman (1994) y
La diferenciación entre los patrones generados Outram (2001) se confirman muchas de estas ob-
por la fragmentación frente a la fracturación res- servaciones.
ponden al hecho de que los primeros se dan en con- Johnson (1985-tabla 5.2) propone que los hue-
diciones secas del hueso, mientras que los segun- sos fracturados en estado fresco presentan un con-
dos se producen en estado fresco. Diferentes junto de líneas longitudinales o helicoidales distri-
autores han tratado de distinguir ambos tipos, lle- buidos de forma radial a partir del punto en donde
gando en este caso a resultados muy positivos. se inicia la fractura. Estás líneas de fractura cesan
Blasco (1992) establece que al fracturar los huesos en las zonas de tejido esponjoso y trabecular de las
frescos la fuerza del impacto se distribuye entre el epífisis, tendiendo a ser netos y regulares los bor-
contenido orgánico del hueso absorbiendo el gol- des. Suelen tener una asociación múltiple, la super-
pe. Cuando la fuerza aplicada sobre el hueso au- ficie del ángulo de fractura es suave, de coloración
menta, y los límites de la resistencia del tejido óseo homogénea y los ángulos de fractura se muestran
ceden y deja el hueso de ser capaz de recobrar su curvilíneos. A veces aparece el punto de impacto y
estado original, comienza a romperse a partir de una nunca atraviesa la epífisis. Cuando el impacto se
microfractura, que se propaga a través de las ondas produce en hueso en estado seco, se generan paños
de fuerza, desde la zona de impacto hacia el exte- de fractura transversales y rectos a partir del pun-
rior siguiendo las líneas de debilidad del hueso has- to que provoca la rotura del hueso. Es de tipo per-
ta llegar a las epífisis. Cuando el hueso esta en es- pendicular y horizontal, con una superficie del án-
tado seco y carece de componente orgánico, la gulo de fractura rugosa, de coloración homogénea
fractura va siguiendo la estructura microestructu- y heterogénea, ángulos de fractura rectos y puntos
ral de sus componentes minerales formando grie- de impacto ausentes y pueden llegar atravesar las
tas perpendiculares al eje longitudinal de las fibras epífisis. Cuando producen paños longitudinales
de colágeno del tejido óseo ocasionando fragmen- tienden a ser irregulares y rugosos.
tos columnares, triangulares y rectangulares con Lyman (1994) dice que la fractura en fresco
bordes paralelos y diagonales. Los huesos secos no muestra una textura igual, de similar coloración y
tienen humedad y su capacidad de absorción del ángulo obtuso. Cuando el hueso esta seco sin mine-
golpe es nula, ya que son poco elásticos, rígidos y ralizar indica aspecto rugoso, áspero y escabroso,
poco flexibles y aunque son duros pierden su capa- rígido de textura angulosa y de ángulo obtuso. El
cidad de deformación plástica. A mayor sequedad hueso seco mineralizado indica cambio de colora-
mayor dureza y por tanto menor elasticidad y ción, textura rugosa y ángulo recto. Las fracturas
mayor fragilidad. Una exposición prolongada en helicoidales pueden producirse en los huesos secos
medios de alta temperaturas provoca una rápida y en los frescos, en los secos tiene una superfi-
pérdida de agua propiciando procesos de agrieta- cie rugosa y en el fresco la superficie de fractura
miento y exfoliación parecidos a los que produce el está pulida y bruñida, suave y alisado. La ruptura
Weathering (exposición subaérea) (Hill 1976). postdeposicional tiende a crear cortes tubulares
Villa y Mahieu (1991 Fig. 5-7) han distinguido (circunferencia completa) pero en los huesos fres-
algunas diferencias entre procesos de fractura ósea cos se tiende a formar circunferencias incompletas.
en función del ángulo, el perfil, la línea de fractu- Myers et al. (1980) y Outram (2001), como los
ra, la circunferencia de la caña y la anchura y lon- autores anteriores, proponen que la fragmentación
gitud de la fractura en los huesos apendiculares. De en seco produce fracturas estrechas, diagonales de
esta manera los huesos fracturados en estado fres- tipo longitudinal y transversal con textura rugosa y
co muestran unos ángulos oblicuos, obtusos y agu- ángulos rectos y perpendiculares. Cuando es en
dos frente al recto que se produce cuando el hueso estado fresco produce patrones helicoidales, obli-

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cuos, y espirales, ángulos agudos u obtusos y de En otros trabajos como los de Bunn (1983) y
textura lisa y suave. Es decir, coinciden en la diag- Capaldo y Blumenschine (1994) sí se llegan a resul-
nosis del estado óseo en el momento de fractura con tados positivos en la diferenciación del agente res-
los autores anteriormente mencionados. ponsable de la fracturación ósea, dependiendo del
Tras señalar algunas de las diferencias produci- grado de sección de circunferencia de las diáfisis.
das en los patrones de fragmentación, en este En los patrones generados por carnívoros se dan los
trabajo nos vamos a referir principalmente a los llamados cilindros, en los que la circunferencia de
patrones de fracturación con la finalidad de diferen- la diáfisis puede estar completa o semi-completa
ciar los patrones generados por carnívoros frente a superando la mitad de la curvatura original. Por el
los antrópicos. Sobre esta problemática hay una contrario en los huesos fracturados de forma antró-
gran cantidad de trabajos que tratan de definir los pica la longitud del huesos suele ser inferior al 50
patrones generados por los diferentes procesos a % de la superficie original de dicha sección diafi-
través de la morfología de la fractura, los tipos, los saria y nunca completa el diámetro de la circunfe-
planos o la intensidad de la fragmentación etc. En rencia, algo que también han observado Vila y
relación con los tipos de fractura los trabajos son Mahieu (1991). Capaldo y Blumenschine (1994)
muy numerosos. Pero todos ellos se pueden resumir también han detectado otras diferencias atendien-
en la consideración de los siguientes tipos: irregu- do al ángulo de las muescas de fractura en los pa-
lar, oblicuo-espiral, longitudinal y trasversal (Sa- trones de los animales pequeños de tamaño 1-2. Así
dek-Koros 1972, 1975; Shipman et al. 1981; Patou las lascas óseas producidas durante la fracturación
Mathis 1984, 1985; Díez 1985; Johnson 1985; Todd tienen un ángulo mas obtuso y son mas anchas que
1987; Morales 1988; Marshall 1989; Gifford 1989; las producidas por los carnívoros que son mas trian-
Bridault 1994). A estos tipos, se les pueden añadir gulares y pueden llevar asociadas marcas de dien-
otros como el dentado o almenado más relacionados te (Figura 1 a-b vs c-d en Capaldo y Blumenschine
con patrones hechos por carnívoros (Sadek-Koros 1994).
1975; Shipman et al. 1981; Marshall1989). La fracturación producida por los carnívoros
Sin embargo, en función de la morfología, dife- presenta surcos próximos en las partes proximales
rentes autores han observado que los mismos patro- de la epífisis, bordes diafisarios almenados o esca-
nes están sujetos a equifinalidad ya que pueden lonados con muescas y hoyos cóncavos. Las produ-
producirse por gran cantidad de agentes diferentes, cidas por el hombre presentan bordes redondeados
como el weathering, el trampling (pisoteo), los car- y un punto de impacto oval o circular (Johnson
nívoros o el ser humano (Dart 1957; Zierhut 1967; 1985, Blumenschine y Selvaggio 1988, 1991; Ly-
Sadek-Koros 1972, 1975; Noe Nygaard 1977;Bon- man 1987; Capaldo y Blumenschine 1994). Para
nichsen 1979; Shipman 1979, 1981; Haynes 1980, animales pequeños como lagomorfos Pérez Ripo-
1983, 1988; Myers et al. 1980; Binford 1981; Jon- ll (1993) y Hockett (1993) también diferencia los
hson 1985; Badam et al. 1986; Gibert et al. 1992; patrones antrópicos respecto a los de carnívoros,
Lyman 1984, 1987; Johnson 1985, 1989 Charles por la asociación de marcas de diente en el caso de
1998, Gibert et al. 1992, 1993; Marean et al. 2000). los producidos por carnívoros y por que en los ca-
Otros autores, refiriéndose concretamentea los sos antrópicos se parten los huesos por flexión de
patrones de fracturación antrópica, han tratado de las matadiáfisis, dejando patrones trasversales y
sistematizar los patrones de fractura para crear unas epífisis aisladas. En el caso de estos animales la
bases que permitan establecer una diagnosis. De fragmentación producida por la presión del sedi-
este modo, Hill (1976), atendiendo a la morfología mento, el weathering o el trampling suele dejar
y a las características intrínsecas de cada hueso, ha patrones longitudinales.
intentado señalar una forma de ruptura ósea dife- En resumen, los diferentes estudios realizados
rencial en función de cada tipo de elemento. Tam- no presentan datos concluyentes sobre la fragmen-
bién Morales (1988), Patou Mathis (1993), Anco- tación producida por distintos agentes. Ofrecen al-
netani (1996), Anconetani et al. (1996) y Mateos gunas generalidades susceptibles de equifinalidad
(1999, 2000) han definido varios tipos, pero como como la asociación de los bordes diafisiarios a de-
en el caso de los tipos de fractura, tampoco mues- terminados tipos de marcas, o el porcentaje de frag-
tran patrones claros que permitan diferenciar la mentación, el índice de circunferencia de las diáfi-
acción de distintos agentes bióticos ya que solo se sis etc. Sin embargo, en muchas ocasiones estos
centran en la actividad humana. patrones no son diagnósticos para diferenciar entre

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agentes fragmentadores óseos de tipo biótico cuan-


do el hueso se ha fracturado en fresco. Por este
motivo aquí se propone un nuevo método mas re-
solutivo en la identificación de los diferentes agen-
tes bióticos (carnívoros versus humanos) de fractu-
ración. Este método está inspirado en el estudio de
las muescas de fractura generadas por carnívoros y
seres humanos realizado por Capaldo y Blumens-
chine (1994). Si bien dicho estudio ponía de relie-
ve las diferencias entre procesos de percusión (hu-
manos) y presión (carnívoros), su aplicabilidad a
conjuntos óseos fracturados de manera extensa se
ve muy limitada por el escaso número de muescas
sobre el global de huesos fragmentados. Con el es-
píritu de aplicar dicho principio físico a todo pro-
ceso de fractura ósea, se decidió estudiar su expre-
sión en los paños de fractura, en cada hueso
fracturado, para ver si dichos procesos físicos tam-
bién dejaban una diagnosis particular. Los datos ob- Fig. 1. Tipos de paños de fractura.
tenidos y aquí expuestos son el resultado de dicha
experimentación.
tura orientado de manera menos aguda u obtusa, se
acuerdo con el tipo de plano. Estos procesos se han
METODOLOGÍA Y MUESTRA
documentado en las muescas de fractura generadas
por humanos y carnívoros (Capaldo y Blumenschi-
Características de la muestra
ne 1994).
Los paños de fractura son los segmentos que
Siguiendo los criterios delineados por Capaldo forman el contorno del hueso tras la rotura del mis-
y Blumenschine (1994), se han intentado tomar mo. Éstos pueden ser longitudinales, transversales
mediciones de angulos en fracturas teniendo en u oblicuos, según su posición respecto al eje longi-
cuenta el tipo de hueso, ya que el grado de densidad tudinal del hueso completo (Fig. 1).
parece afectar la mayor o menor tendencia a produ- El ángulo de la fractura es el formado por la in-
cir planos agudos y obtusos. Se han utilizado en este tersección de una línea que parte de la sección cor-
estudio experimental huesos largos apendiculares tical y otra de la sección medular del paño de frac-
de tres especies diferentes: una grande (vaca) y dos tura. Se agruparon las mediciones obtenidas en
pequeñas (cerdo y oveja). El experimento se ha ángulos agudos, rectos y obtusos, medidos con la
centrado exclusivamente sobre los huesos apendi- ayuda del transportador de ángulos (Fig. 2).
culares superiores e intermedios, excluyendo me- Los huesos utilizados para el estudio de los pa-
tapodios, ya que la fracturación de estos ultimos es trones de fractura por presión y percusión han sido:
diferente de los huesos estilopodios y cigopodios
(Capaldo y Blumenschine 1994).
El experimento ha pretendido reconstruir dos
procesos fisicos diferentes: presión y percusión.
Cuando el ser humano rompe un hueso, utiliza un
percutor de manera que genera una carga dinami-
ca sobre el hueso. La fuerza aplicada de esta manera
se traduce en un cambio de las fisuras que fragmen-
tan el hueso. Cuando un carnívoros, en cambio,
rompe un hueso, lo hace generando presión en dos
superficies opuestas del hueso. Esto, fisicamente,
produce una distribución diferente de la tensión
interna de la cortical que genera un plano de frac- Fig. 2. Modelo de medición de los ángulos de fractura.

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a. Para la presión (carnívoros): no mostraban una longitud suficiente del paño de


1 radio de bóvido fractura para que la misma mostrase una ruptura de
1 fémur de suído la pared no limitada por la escasa longitud.
2 fémures y 1 tibia de ovino (rotos por cáni- Los parámetros analizados fueron:
dos grandes: mastines). – Posición de los paños con respecto al eje lon-
2 fémures, 2 tibias y 2 húmeros de bóvido gitudinal del hueso.
(rotos por hienas). Estos huesos fueron obte- – Ángulos de fractura.
nidos por experimentos realizados por Do- La muestra de ángulos obtenida se sometió a un
mínguez-Rodrigo en Galana y Kulalu y se análisis estadístico de Intérvalo de confianza (95%)
trata de huesos fracturados por hienas man- con una distribución t donde t.025 es el valor críti-
chadas (Crocuta crocuta). co con un grado de significación equivalente a n-1.
b. Para la percusión: El objeto de este tratamiento estadístico es delimi-
3 húmeros, 1 radio, 1 fémur y 1 tibia de bó- tar los rangos de variación de los ángulos en cada
vido proceso físico. Para ello, cada rango de ángulos se
3 fémures y 4 tibias de ovino dividió en un doble espectro, el generado por debajo
1 fémur de suido. de 90º y el que supera dicho margen, ya que cada
fractura genera un plano de fractura de cada tipo
Rotura por presión (>90º y <90º) en cada uno de los dos especimenes
Para la rotura por presión de los radios, fémures que se forman con dicho proceso de ruptura (Tabla
y tibia de bóvido, suido y ovino se utilizaron dos 1, figura 2).
métodos. El primero, manual, se realizó emplean-
do unas tenazas para romper el hueso con el fin de
reproducir la fuerza ejercida por la mandíbula de un ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN
carnívoro. El segundo método consistió en propor-
cionar varios huesos a diferentes carnívoros (perros Tras haber recopilado todos los datos del análi-
y hienas) para que los mordieran hasta su fractura sis experimental, se han plasmado los resultados
(Fig. 1). extraídos en tres gráficos, correspondientes a los
tres tipos de paños documentados en los huesos
Rotura por percusión fracturados: longitudinales, transversales y obli-
cuos (Fig. 3; Tab. 1). El objetivo de este estudio era
Para la percusión, se preparó una muestra com- plantear un marco de referencia para diferenciar
puesta por radios, húmeros, tibias y fémures de entre las fracturas producidas por presión o por per-
bóvido, fémures y tibias de ovino y un fémur de cusión, en función de las medidas angulares que
suido, que fue golpeada de manera directa con per- presentan los paños de fractura. Además, se plantea-
cutores de nódulos de cuarcita sobre yunques y ba la hipótesis de que dichas medidas presentan un
suelos de piedra. rango de variabilidad diferente dependiendo de que
Una vez fragmentados los huesos, se llevó a se estemos tratando con huesos de animales peque-
cabo la extracción del tuétano para aislar la mate- ños o grandes. Por ello, se procedió a comparar los
ria ósea. Tras esto, se procedió a la cocción de la rangos de dispersión de los ángulos resultantes de
muestra en una mezcla de agua y detergente neutro, la fractura de los huesos según la dicotomía “percu-
durante un tiempo aproximado de dos a ocho horas, sión/presión”, en ambos tamaños de animales.
con el objetivo de eliminar los restos de materia Siguiendo esta línea argumental, en el gráfico
orgánica. correspondiente a los paños de fractura longitudi-
nales (Fig. 3a), se observa cómo al comparar los
Selección de las muestras
pares correspondientes a presión/percusión en el
Tras el secado, se seleccionaron de entre todos mismo rango de valores angulares (es decir, mayo-
los fragmentos de la muestra las diáfisis que presen- res o menores de 90º) (1) y en el mismo tipo de ta-
taban las siguientes características:
– Tamaño superior a 2 cm (1) La muestra se divide en ángulos mayores y menores de
– Sin tejido esponjoso 90º porque si se trataran conjuntamente los ángulos agudos y ob-
tusos producidos en las fracturas, la media aritmética de los valo-
– Con paños de fractura limpia y continua (sin res hallados tendería siempre a ser 90º, lo que desvirtuaría los re-
muescas) mayores de 4 cm. Especímenes menores sultados extraídos.

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Tab. 1. Distribución de valores estadísticos (media, desviación estandar, coeficiente de confianza 95%, número de integrantes
de la muestra y rango) en cada categoría experimental.

maño de animales (pequeño o grande), se produce los otros dos tipos. Además, los paños transversa-
un solapamiento bastante alto en los resultados. les presentan una mayor dispersión de rango en los
Quizás, la única excepción la constituye el par pre- valores de sus ángulos.
sión/percusión referente a los ángulos obtusos en Por último, el gráfico correspondiente a los pa-
animales grandes, la cual volveremos a tratar pos- ños oblicuos (Fig. 3c) muestra cómo en éstos el
teriormente. solapamiento es mínimo, aunque más acusado en
Analizando el segundo gráfico (Fig. 3b), que las muestras procedentes de animales grandes con
alude a los paños de fractura transversales, pode- respecto a los pequeños. Este tipo de paño es siem-
mos ver cómo este solapamiento es especialmente pre el que se encuentra en mayor abundancia en las
acusado precisamente en el caso que citábamos fracturas producidas tanto por percusión como por
anteriormente con relación a los paños longitudina- presión, y no cabe duda de que es el más represen-
les, esto es, al proceder a la comparación entre pa- tativo en el análisis que nos ocupa, ya que la mues-
ños de presión/percusión con ángulos mayores de tra aparece siempre muy concentrada en lo que a
90º en animales grandes. Es preciso resaltar que la rango se refiere.
amplia dispersión que presentan los valores angu- Por otro lado, si analizamos conjuntamente las
lares mayores de 90º referentes a las fracturas por tres gráficas podremos observar que, en líneas ge-
percusión en estos paños, no se debe tanto a una nerales, si bien los procesos de percusión y presión
muestra más abundante sino principalmente a la no suelen dar paños con ángulos de 90º (2), los pro-
gran disparidad que presentan dichos valores. En ducidos por medio de este último procedimiento
general, los paños transversales resultan siempre presentan una mayor tendencia hacia este valor,
menos representativos en este tipo de análisis, de-
bido a que la cantidad de ellos que aparecen en una (2) Algo que sí ocurre en los casos en que la fractura se pro-
duce de forma natural, por medio de procesos diagenéticos una
muestra de fracturas producidas por percusión o vez que el hueso está seco. Además, en estos casos se da un pre-
presión es siempre bastante inferior con respecto a dominio de paños transversales sobre los otros dos tipos.

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CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos tras esta experimenta-


ción han permitido desarrollar un modelo suscep-
tible de ser utilizado en futuros estudios tendentes
a la identificación de actividades de presión y per-
cusión en conjuntos arqueológicos óseos. A través
de la cuantificación de los ángulos presentes en los
paños de fractura, se ha establecido un criterio diag-
a) nóstico que permite diferenciar los distintos tipos
de fuerzas que actúan en la fracturación de un hueso
y, por extensión, los agentes que intervinieron en la
formación del registro. Se muestra como la utiliza-
ción de paños de fractura oblicuos en muestras
amplias puede ser representativo del tipo de proce-
so que genera la fracturación: carga dinámica por
percusión y carga estática por presión. Con ello, se
concluye que la aplicación de dichos criterios a
conjuntos arqueológicos puede resultar heurística-
b) mente positiva para discriminar entre conjuntos
fracturados por carnívoros y por seres humanos.

AGRADECIMIENTOS

Queremos mostrar nuestro agradecimiento a un


revisor/a anónimo/a que procuró que varios errores
no vieran luz y cuyos comentarios fueron muy va-
liosos. Deseamos dar las gracias a T.R. Pickering
c) y C. P. Egeland por su confianza en nuestro modelo
y por su aplicación exitosa en las faunas de Swart-
Fig. 3. Distribución de los intérvalos de confianza por ca-
tegoría (animales pequeños y grandes, procesos de percu- krans. A Ignacio Montero le debemos como siem-
sión y presión), en cada uno de los tipos de paños de frac- pre su confianza y sus valiosos comentarios.
tura: longitudinales (a), transversales (b) y oblicuos (c).

BIBLIOGRAFÍA
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go entre los 85º y los 110º. Sin embargo, los valo- ALCALÁ, L. y MARTÍN, C. 1988: “Fracturación en los
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Para finalizar, haremos un inciso en una idea que brekeage”. En III International Congress of prehistoric
hemos venido apuntado a lo largo de este epígrafe, and protohistoric sciencies. 8-14 Septiembre. 2: 81-87.
y que se plasma en la aparente variabilidad de los Forli.
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datos extraídos de la muestra referente a animales
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hecho de que para fracturar los enormes huesos de sites”. 445-453. En XIII International Congress of Pre-
éstos, es necesario proceder con golpes mucho más historic and protohistoric sciencies Forlì. Italia 8/14
contundentes y repetitivos, lo que produciría una Sept. 1996. Procedings.(ed. Facchini, F.; Palma di Ces-
acusada dispersión en el rango de las medidas an- nola, A.; Piperno, M. y Pereto, C).
gulares y, como consecuencia, un importante ses- BADAM, G. L.; GANJOO, R. K. y SALAHUDDIN, Y.
go en la información (cf. tamaño 3 de Capaldo y 1986: “Preliminary taphonomical studies of some
Blumenschine 1994). Pleistôene fauna from Central Narmanda Valley, Ma-

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