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INTERVENCION EN PSICOLOGIA II

James Lacan
Lacan emprendió el estudio de medicina en 1920 y se especializó en psiquiatría desde 1926.
En esta época inició su propio análisis con Rudolph Loewenstein, que continuó hasta 1938.
Lacan era muy activo en el mundo de los escritores, artistas e intelectuales parisinos de la
época: fue amigo de André Breton, Luis Buñuel, Salvador Dalí y Picasso [cita requerida](del cual fue
médico), y también participó en el mouvement Psychéfundado por Maryse Choisy. Contribuyó
en numerosas publicaciones surrealistas y estuvo presente en la primera lectura pública
del Ulises de James Joyce. En sus estudios mostró particular interés en el trabajo filosófico
de Martin Heidegger, y participó en los seminarios sobre Hegel de Alexandre Kojève junto a
muchos otros intelectuales de la época.
En 1936, Lacan presentó en un círculo más amplio su primer ensayo analítico sobre el estadio
del espejo, en el Congreso de la International Psychoanalitical Asociation en Marienbad, teoría
que ya había expuesto en ese mismo año en una conferencia de la Sociedad Psicoanalítica de
París. Su exposición, sin embargo, fue interrumpida a los pocos minutos por Ernest Jones y en
medio del incidente, Lacan olvidó entregar los originales de su ensayo, las que finalmente se
perdieron, de modo que de esta exposición solo se han conservado las notas de Françoise
Dolto. La incómoda anécdota es relevante porque marca un primer hito en la historia de sus
desacuerdos con la orientación que iba tomando esta asociación tras la muerte de Freud. 9
Fue alistado para servir en el ejército francés tras la ocupación alemana de Francia y fue
destacado al hospital militar Val-de-Grâce en París. Al término de la segunda guerra
mundial Lacan visitó Inglaterra para atender un curso de cinco semanas, y ahí conoció a los
analistas ingleses Wilfred Bion, John Rickman, así como entabló una fructífera correspondencia
con Donald Winnicott. El trabajo analítico de Bion en grupos contribuyó a su énfasis posterior
en este tipo de trabajo (a estos grupos de estudio se les llamaba cartels en Francia) como una
estructura utilizada para avanzar el trabajo teórico en el psicoanálisis.
En el otoño de 1953 inició un seminario semanal en el Hospital Sainte-Anne de París, instando
lo que él describía como 'un retorno a Freud', en particular a la concentración de Freud en la
naturaleza lingüística de la sintomatología psicológica. El seminario resultó muy influyente en la
vida cultural parisina así como en la teoría y la práctica clínica psicoanalíticas, atraía grandes
asistencias y continuó por casi treinta años. Fue expulsado junto a Lagache y Françoise
Dolto de la IPA (International Psychoanalitical Asociation) por haberse quejado de que esta,
pese a mantener una supuesta fidelidad a la teoría freudiana, en lo efectivo tergiversaba
continuamente al psicoanálisis. Posteriormente, Lacan se constituyó como el maestro del
psicoanálisis de corriente francesa. Fundó la Sociedad Francesa de Psicoanálisis junto con D.
Lagache, J. Favez-Boutonier, R. Lausanne y F. Dolto.
En 1963, tras ser expulsado junto a Lagache y Françoise Dolto de la Sociedad Psicoanalítica
de París (SPP) y de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), Lagache y Lacan fundaron
la Sociedad Francesa de Psicoanálisis (SFP). Lacan se convirtió en el maestro de la corriente
francesa del psicoanálisis. Como vehículo de expresión fundó la revista Scilicet y participó
en Anthologie. Lacan abandonó la SFP para crear en junio de 1964 su propia escuela, que se
hizo conocida como École Freudienne de Paris (EFP).
El Seminario, que ofreció en público entre 1953 y 1979, se constituye como uno de sus más
importantes legados, aunque está compuesto básicamente por las transcripciones de las
grabaciones magnetofónicas obtenidas de su propia voz, lo que, junto con un estilo sumamente
barroco y eventualmente complicado, ha generado la impresión de una dificultad suma por
entender de lo que se trata su obra. Algunos de los veinticinco volúmenes del seminario han
sido "establecidos" por Jacques-Alain Miller, fundador de la Asociación Mundial de Psicoanálisis
y de quien Lacan decía sabía interrogarle. El vigesimosexto ha sido llamado el "silencioso"
debido a la imposibilidad de hablar que padeció Lacan desde 1978.
Otro de sus grandes compendios lo constituyen los "Escritos", reunidos y editados en 1966 por
el filósofo Françoise Wahl.
A partir de 1974, siendo Director del Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de París
VIII, comenzó a trabajar en la preservación de la importancia de la teoría de Freud en el
movimiento psicoanalítico, basando progresivamente su teoría en los matemas, que constituyen
una formalización de la lógica de lo inconsciente. En 1980 anunció la disolución de la EFP.
A menudo se considera que Lacan trabajó también como psicólogo experimental, aunque esto
es incorrecto. Las observaciones experimentales comentadas en sus obras fueron tomas de
investigaciones en chimpancés y humanos de Henri Wallon en 1931.10 Lacan reinterpreta estas
experiencias, al punto que las conclusiones de Lacan difieren notablemente de las conclusiones
originales.
A edad avanzada sufrió trastornos cerebrales, afasia parcial y cáncer de colon. Pero de igual
manera seguía trabajando.
Lacan retoma la teoría psicoanalítica de Freud para desarrollarla incorporando elementos
del estructuralismo, la lingüística (Ferdinand de Saussure, Roman Jakobson), de la filosofía
(Kojève, Sartre, Hegel), de la fenomenología (Husserl), de corrientes existencialistas diversas a
las sartreanas (Martin Heidegger, Karl Jaspers, Maurice Merleau-Ponty), de la antropología
(Lévi-Strauss) así como elementos de la matemática, por ejemplo la topología
combinatoria (banda de Moebius y el toro), la teoría de los nudos, la geometría, la teoría de
juegos y la números. También se basó en la cibernética al elaborar el llamado grafo del
deseo.11
En su seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis Lacan lleva a cabo un
trabajo de ordenamiento donde se establece que los fundamentos del psicoanálisis están
constituidos por los conceptos de Freud: inconsciente, repetición, transferencia y pulsión, los
cuales son sometidos a una elaboración basada en la lectura de los textos freudianos y a la luz
de los conceptos cuyo desarrollo puede seguirse en la lectura de sus seminarios.

Inconsciente estructurado
Una de las primeras hipótesis fuertes de Lacan es que el inconsciente está estructurado como
un lenguaje y opera combinatoriamente por los mismos procesos que generan la metonimia y
la metáfora. Entiéndase bien: no quiere decir que se reduzca a un lenguaje. Un ejemplo "simple"
de lo antedicho son los ensueños (imágenes oníricas); estos son
como metáforas de deseos reprimidos. Explica que la materialidad del pensar está dada por la
materialidad de los significantes, y de la combinatoria de significantes que configuran el pensar.
Además de metáforas (equivalentes a las condensaciones de Freud) el inconsciente
estructurado como lenguaje se estructuraría en metonimias (equivalentes a
los desplazamientos de Freud); según la teoría lacaniana una metáfora puede ser una
condensación de metonimias, para entender esto se basa en los estudios que sobre
las afasias hizo el célebre lingüista Roman Jakobson y en el funcionamiento de lo inconsciente
y las teorías sobre la representación según Freud.
Lo real, lo imaginario y lo simbólico
Explica la constitución subjetiva como una estructura dinámica organizada en tres registros.
Lacan formuló los conceptos de lo real, lo imaginario y lo simbólico para describir estas tres
dimensiones anudadas en la constitución del sujeto. Estos tres registros se hallan imbricados
según la forma de un nudo borroneo, (o, nudo Borromi): El desanudamiento de cualquiera de
los tres provoca el desanudamiento de los otros dos. Se trata de otra herramienta conceptual
típica de la topología combinatoria, como lo es la ya referida Banda de Möbius.
Registro de lo real
Lo real es aquello que no se puede expresar por el lenguaje, lo que no se puede decir, no se
puede representar. Avanzada su obra, Lacan lo asimilará a la categoría de lo "imposible", lo
imposible de ser dicho, lo imposible de nombrar (lugar de Dios en la estructura). Lo Real está
siempre presente pero continuamente mediado por lo imaginario y lo simbólico, que son las
dimensiones a las que, en cambio, puede accederse. Desde la perspectiva lógica y en relación
a la noción de escritura, Lacan lo referirá a "lo que no cesa de no escribirse"
Registro de lo imaginario
Lo imaginario está constituido en un proceso que requiere una cierta enajenación estructural.
Es el reino de la identificación espacial que se realiza en el denominado estadio del espejo y es
instrumental en el desarrollo de la agencia psíquica. Es en este proceso de formación que el
sujeto puede identificar su imagen como un yo, diferenciado del otro y en relación con el objeto
a. Lo que se designa como yo es formado a través de lo que es el otro —de la imagen en el
espejo que le devuelve la dimensión del otro como semejante-. Es la forma primitiva de
pensamiento o "matriz simbólica", simbólico.
Registro de lo simbólico
Si Lo imaginario, o aspecto no-lingüístico de la psique, formula el conocimiento primitivo
del yo, lo simbólico, término que Lacan utilizaba para la colaboración lingüística (significante),
genera una reflexión a nivel comunitario del conocimiento primitivo del yo y crea el primer
conjunto de reglas que gobiernan el comportamiento e integran a cada sujeto en la cultura.
Constituye el registro más "evolucionado" y es el que caracteriza al ser humano. Lacan
considera que por el lenguaje se construye un sujeto y el humano padece este lenguaje
desde el nacimiento, aportándole a cada sujeto la calidad heurística (con el lenguaje se abre la
dimensión del pensamiento). Conviene recordar que "el significante precede al sujeto"
El sujeto se desarrolla mediante su inserción en el orden simbólico, momento en el cual el infante
adquiere la habilidad de utilizar el lenguaje –es decir, de materializar su deseo mediante el
discurso.

Estadio del espejo


Lacan descubre (casi paralelamente a Wallon) que la percepción que cada ser humano tiene
de sí, su sí-mismo, la imagen de sí, mediante la cual se registra como Uno, es congruente con
la noción de su ego. Esta noción de su apariencia corporal completa y de su personalidad solo
se logra a temprana edad viéndose reflejado en un semejante, a este momento se le
llama estadio del espejo. El yo (o, ego) es (inicialmente) un otro. Con tal descubrimiento puede
decir Lacan: el yo se constituye en y por un otro semejante. El estadio del espejo está
predeterminado genéticamente en los humanos y es perfectamente corroborable en
condiciones científicas de experimentación (semeja en muchos aspectos
al imprinting (grabación, troquelado) que en etología ha descubierto Konrad Lorenz).
El estadio del espejo es descrito en el ensayo de Lacan «El estadio del espejo como formador
de función del yo», el primero de sus Escritos, considerado uno de sus trabajos más
importantes.
Algunos lo ponen crudamente como el momento en el que el niño se «reconoce» a sí mismo(a)
en la imagen del espejo, pero esto no se apega a la idea de Lacan y hace confusa la
terminología. El énfasis de Lacan se concentra en la «identificación espacial» del infans con una
imagen, efecto de la «insuficiencia de anticipación –y que crea para el sujeto, atrapado en la
atracción de la identificación espacial, la sucesión de fantasías que se extienden a partir de una
imagen-cuerpo fragmentada a una forma en su totalidad que llamaré ortopédica– y, por último,
a la suposición de la armadura en la entidad alienante, que marcará con su estructura rígida
todo el desarrollo mental del sujeto».
Esta identificación es un primer paso para la constitución del sujeto. Todo lo que sigue está
basado en este primer reconocimiento equivocado (méconnaissance), en cada identificación
posterior, a lo largo de la vida del sujeto. La identificación de uno mismo en términos del otro.
Más aún: para que el ego plasmado o constituido durante el estadio del espejo pueda devenir
sujeto se hace necesario el clivaje impuesto desde la función paterna, desde una de las
instancias del Otro. Es la Función Paterna o ley simbólica, lo que permite al infante ser sujeto y
que pueda relacionarse mediante símbolos con el otro. La imposición de La Ley, que ha
descubierto Freud y lo corrobora Lacan permite la cultura, la exogamia, y, así, la persistencia
de la especie humana.
Los estudios de Wallon y los de Lacan en cuanto a la autopercepción humana a través de la
imagen reflejada se anticiparon más de treinta años a los de la psicología evolutiva al respecto.
Recién en 1964 el estadounidense Gordon Gallup efectuó la llamada prueba del espejo, aunque
no hizo cita de los trabajos precedentes realizados por Wallon y Lacan.

Clivaje
Una de las interpretaciones de Lacan acentúa el concepto que en el psicoanálisis de Sigmund
Freud utiliza para describir la escisión yoica y en la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan se
refiere más puntualmente al efecto de la Función Paterna que separa al individuo del Deseo de
la Madre. Si no resulta eficaz la Función Paterna, todo infante es como un apéndice de su madre.
Con el padre (o quien realmente cumpla su función) se obra una separación (tal como Freud lo
describe al explicar el complejo de Edipo), es decir, se separa al infante de la madre, se le
escinde de ella, tal escisión, muy precisa, muy determinante e integradora del sujeto en la
sociedad, es precisamente el clivaje para Lacan.
Conviene destacar que la función paterna no es ejercida solo por un padre. Al ser una función,
puede también ser ejercida por la madre o cualquier otra persona en posición paterna.

El Otro
En contraste con los ego-psicólogos angloamericanos de la época, Lacan considera al yo como
algo constituido en el campo del "Otro", es decir, gracias al lazo social o vínculo. Lacan
argumenta que pensar el yo como una fuerza coherente con control sobre la psique difiere de
lo planteado por Freud. Para Lacan, el yo permanece en conflicto permanente, solo soportable
mediante el autoengaño.
El Otro, a diferencia del otro (con minúsculas, que es lisa y llanamente, un semejante), es
siempre un otro significativo. De él parten las demandas para el sujeto, que configuran tanto el
ideal como el superyó. Decíamos que Lacan siempre se dijo freudiano. En este punto, el del
otro/Otro, se registra de manera inconfundible, una redefinición de los conceptos sobre el
narcisismo y sobre el llamado Complejo del prójimo, que vertió Freud.
El otro, decía Freud, es siempre, amigo, enemigo o modelo (identificatorio). Son las voces
agenciadas por el superyó, y los ideales provenientes del otro. Las reflexividades de lo
imaginario, de manera solidaria con las condiciones que impone el significante y las leyes de lo
simbólico, operan tanto las diferencias entre sujeto escindido (je y moi, o sujeto del
inconsciente/yo oficial) como los efectos de otro/Otro.

Pulsiones
Como Freud, Lacan considera que el comportamiento humano está regido por pulsiones, que
se relacionan con el pensamiento heurístico y lo diferencian del resto de las especies. Es por
esto que el humano no queda encerrado en el esquema de "estímulo respuesta" (E-R) que
caracteriza a los otros animales. La articulación de la pulsión en el registro simbólico constituye
el deseo. El sujeto, en la medida en que se adscribe a la interdicción de la ley paterna, entra a
la mediatez de la cultura.
El sujeto deseante se adscribe a la cultura, en la medida en que exista un objeto "ideal" perdido,
al que llama objeto a. Esta instancia mítica, es la que Lacan denomina como S1 (significante
del deseo de la madre), la que se relaciona con los postulados psicoanalíticos de la lógica de
la castración. El objeto a se pierde, cuando intenta dar cuenta de este, ya que al hacerlo sabe
que esa instancia mítica de S1 está perdida. En ese proceso, el sujeto entra a la lógica de la
castración, al dar cuenta que "existe alguien, o algo" que permite "volver" a la instancia mítica
de inmediatez y de goce. Por ende, S2 sería lo que Lacan llama la Metáfora del nombre-del-
padre. Un representante que permite al sujeto entrar a lo simbólico y a la cadena significante.
Que intenta de por si dar sentido a ese S1 que no puede presentarse. Ese ideal perdido y causal
de deseo llamado objeto a.

Goce vs. deseo-placer


Otro de los aportes de Lacan es la distinción que realiza entre los términos goce y deseo-placer.
Aunque ambos parecen semejantes, son radicalmente distintos y tienen consecuencias muy
diferentes: el término goce se refiere a las actitudes en las cuales el sujeto pierde su cuota de
libertad; el término deseo asociado con el placer, en cambio, se refiere a las conductas que
dejan de estar apegadas cerradamente a un objeto determinado, permitiendo al sujeto ejercer
su libertad.

La topología en Lacan
Lacan intenta formalizar lo inconsciente y para ello se apoya, en parte, en una rama de la
geometría no plana llamada topología, la cual estudia el fenómeno de la transformación de
ciertos cuerpos geométricos (como la esfera, el "toro", el cross-cap y la "botella de Klein",
la banda de Moebius y el nudo), y es una geometría que se apoya en la cualidad (y no en la
mensurabilidad). Y como una manera de transmitir algo de lo que no se puede transmitir debido
a que no-todo puede decirse mediante el lenguaje, a través de la matemática, lo que él
llamó matema. A partir de esto, puede dar cuenta de una geometría del sujeto, al manifestarse
lo que es la superficie, la línea, el agujero y el punto, en relación conjugada con lo que él llamó
el parlêtre (parlente, como algunos traducen al español, o también hablente; en el sentido
ontológico de ente y ser al mismo tiempo), es decir, a lo que dice el sujeto, a los cortes que se
producen en la linealidad de lo que dice, agujereándolo, en la relación inconsciente con su
"cuerpo", con ese "yo" (Je) que es otro.
Lacan encuentra, como mejor objeto para explicar estos conceptos, el nudo borromeo, cuya
principal característica es que, al cortarse uno, los otros se separan. Así se anudan los tres
registros: el de lo real, el de lo simbólico y el de lo imaginario (R.S.I.).
Lacan extiende el campo del psicoanálisis al tratamiento, no solo de las distintas formas
de neurosis, sino también al tratamiento de las distintas formas de psicosis. Aunque el mismo
Lacan pone énfasis en que, para el psicoanálisis, psicosis, neurosis y perversión son estructuras
subjetivas (mecanismos de defensa), y no enfermedades mentales que una terapéutica pueda
"normalizar" ni "curar". Lacan explica la génesis de las psicosis durante la infancia a partir del
recurso a un mecanismo de defensa que llama forclusión del nombre del padre: en una
determinada relación entre los padres y el infante por la cual se instaura una legalidad simbólica
distinta a la que define la neurosis, quedando atrapado en el estadio del espejo, lo que se
manifiesta en distintas formas de psicosis.
También Lacan ha sido uno de los primeros en estudiar la patología conocida como caso
límite (borderline), entendiéndola como una forma de psicosis en la cual el afectado mantiene
un anclaje con el principio de realidad mediante un proceso llamado synthome.
Lacan rechaza la denominación de "paciente" para quien sufre de problemas psíquicos,
sosteniendo que el supuesto paciente es protagonista durante la terapia y debe adoptar un rol
activo respecto a sí mismo, convirtiéndose en "analizante" de su propio pensamiento. El método
psicoanalítico lacaniano se aproxima a la mayéutica de Sócrates: el
psicoanalista reflexiona con el analizante el discurso para que este llegue a replantearlo y logre
acceder a la abreacción mediante un procesamiento, reconocimiento y verbalización de afectos
traumáticos que durante la dolencia se han encontrado reprimidos en lo inconsciente, quedando
así curado como resultado de su propia acción, aunque en presencia transferencial.12 Para
Lacan el tiempo de duración de una sesión no está fijado de antemano, ya que la finalización
de la misma es considerada una intervención del analista que es preciso evitar. La sesión puede
durar 20 o 30 minutos o apenas algunos minutos, hasta que se hace presente el objeto a, esto
es: cuando durante la sesión aparece un signo importante -por ejemplo una palabra importante,
clave-, en tales oportunidades se interrumpe la sesión para que el analizante pueda considerar
aquello que ha expresado.

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