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“Los extraditables – Conflicto entre el Estado colombiano y el Cartel de

Medellín”

Sebastián Andrés Carreño Ramos1


José Antonio Becerra González2

Resumen

El conflicto de la guerra en contra del narcotráfico en Colombia que aconteció entre


1980 y 1990, es un hito no menos importante entre los enfrentamientos producidos en
América latina en el siglo XX, puesto que una de las etapas más problemáticas, con mayor
repercusión y violencia atravesadas por la sociedad colombiana, el cual es el problema del
narcotráfico.

Uno de los principales implicados, de forma directa, en el conflicto fue el Cartel de


Medellín, el cual fue una organización que se dedicó al tráfico de cocaína a nivel mundial
liderada por el capo de la droga Pablo Escobar Gaviria, que tuvo su génesis en 1976 por la
alianza de agrupaciones de narcotraficantes, cuyo centro de operaciones estaba ubicado en
la ciudad de Medellín, Colombia.

El Cartel de Medellín se enfrentó en una disputa directa en contra del Estado


Colombiano, en distintas ciudades del país, llevando a cabo distintas acciones, en lo que se
destaca su participación en las ejecuciones que iban desde testigos de los delitos, hasta
importantes políticos del país y también tuvo participación importantes atentados
terroristas, como la explosión del vuelo de la empresa Avianca.

Este conflicto entre el Cartel de Medellín y el Estado de Colombia tuvo


repercusiones en distintas latitudes del continente, donde el más importante fue la entrada
masiva de narcóticos al territorio de Estados Unidos, por lo cual, el Estado Norteamericano
en conjunto con Drug Enforcement Administration (DEA), en conjunto con el Estado
Colombiano impulsaron la extradición de los participantes del cartel de droga.

1
sebastian.carreno@alumnos.uach.cl

2
correodejosebecerra@gmail.com
Introducción.

En esta breve investigación, se trata de dilucidar la importancia del conflicto entre el


Estado Colombiano y el Cartel de Medellín en la historia de Latinoamérica en el siglo XX, puesto
que, la historiografía y las investigaciones históricas que se han preocupado de investigar la
época antes mencionada, se han concentrado en mayor medida a los conflictos puramente
ideológicos, que según desde nuestra perspectiva, han monopolizado las disputas de la historia
americana del siglo pasado y quitándole la importancia de la problemática del narcotráfico, como
problema del siglo XX y también actual.

Esto se da principalmente por la importancia política, ideológica y transformadora de la


revolución cubana que fue llevada a cabo por el movimiento guerrillero o las dictaduras del cono
sur a partir del siglo XX, por mencionar algunos ejemplos.

Sin embargo, la historia del narcotráfico y principalmente el conflicto entre el Estado


Colombiano y el Cartel de Medellín a perdido importancia histórica, principalmente por que esta
ha sido romantizada, ya que las principales figuras han sido tildadas como heroicas, lo que
conlleva a que en otras latitudes – externas a la colombiana – no sienta el peso real de la
problemática y las atrocidades ocurridas en Colombia. Lo que conlleva a que pierda relevancia
frente a otros procesos ocurridos en América en el siglo XX.

Por lo tanto, el trabajo que se expondrá en las siguientes hojas, tratara de mostrar el
verdadero peso del conflicto antes mencionado, y también la relevancia del narcotráfico que se ha
preservado en la memoria colombiana, como una gran cicatriz provocada por el conflicto del
Estado Colombiano, el Cartel de Medellín y la Drugs Enforcement Administration (DEA).
Recalcando principalmente los hechos históricos como la organización de los narcotraficantes de
Medellín en la conformación del Cartel; la figura de su líder Pablo Escobar Gaviria; los hechos
ocurridos y protagonizados por la organización criminal entre los años 1980 y 1990; su
repercusión en la memoria colombiana; su difusiones del trafico de drogas desde Colombia hacia
otras latitudes, principalmente en Estados Unidos y su ingreso a Colombia para combatir al
narcotráfico, y por último la conclusión, que será dotada desde la importancia histórica del
conflicto del trafico de drogas en el siglo XX hasta nuestros días.
El Cartel de Medellín

El denominado Cartel de Medellín fue un conglomerado delictivo conformado por


pequeñas agrupaciones de narcotraficantes en el año 1976 en la ciudad de Medellín, Colombia,
en el que se compartía, a veces, hasta determinado grado y guardando siempre autonomía
financiera, laboratorios, pilotos, rutas y redes de distribución en Estados Unidos. Participaban
además de Pablo Escobar y su banda, los Ochoa Vásquez, los Galeano y los Moncada (de Itagüí)
y los hermanos Castaño, en alianza con Gonzalo Rodríguez Gacha, oriundo del municipio de
Pacho (Cundinamarca) y Carlos Ledher, oriundo de Armenia, capital del departamento de
Quindío, donde tenía su base de operaciones 3 , además este último, fue el encargado de la
exportación de cocaína hacia Estados Unidos, puesto que llevaba desde hace un tiempo, un
negocio entorno al tráfico de marihuana hacia ese país, en el cual ya tenía diversos contactos y
hasta había elaborado una pista de aterrizaje en las Bahamas, la cual fue la principal escala para
la exportación de la droga hacia otras latitudes del mundo.

Esta gran agrupación de capos de la droga logro conglomerar un gran poder,


principalmente por sus grandes redes logísticas de tráfico, partiendo desde la importación de la
materia prima para elaborar la cocaína, su refinamiento, hasta la exportación de la droga hacia
otras latitudes del Mundo. Además, la organización tenía diversas relaciones con las fuerzas del
orden en Colombia, imponiendo su fuerza en contra del Estado Colombiano.

El Cartel de Medellín comienza a crecer por la crisis que se estaba produciendo respecto a
la falta de productos básicos de la agroindustria, la minería y el comercio, lo que facilitó la
emergencia de diversos núcleos mafiosos en Colombia. La crisis de la industria textil y sus afines
coincidió con el ascenso del Cartel de Medellín4. Por lo cual, el líder del Cartel Pablo Escobar,
logro conseguir un gran aparataje respecto a la estructura interna de la organización criminal,
principalmente por el reclutamiento de jóvenes de barrios populares que vieron en el narcotráfico
como una oportunidad de enriquecimiento y reconocimiento social, por lo cual, Escobar
aprovecho la experiencia adquirida por algunos jóvenes en sus barrios, como también algunos

3
Centro Nacional de Memoria Histórica, Medellín: Memorias de una guerra urbana, Medellín, Centro
Nacional de Memoria Histórica, 2017, pp. 132.133.
4
Ramiro Ceballos, Violencia reciente en Medellín: una aproximación a los actores, Lima, Bulletin de l'Institut
français d'études andines, 2000, pp.386.
que tienen formación guerrillera en la conformación de clave de su aparataje de guerra5. Además
de esto, el Cartel logro influenciar a diversos jóvenes y sus barrios por sus diversas obras de
caridad que iban desde la aportación de capital para la reconstrucción de sus barrios hasta la
edificación de canchas de futbol para los pobres, por parte de las corporaciones presididas por
Escobar, lo que lograba legitimar el negocio del narcotráfico en la ciudad de Medellín.

El cartel de Medellín comienza a ser más visibilizado y conocido públicamente con el con
la conformación de la organización “Muerte a Secuestradores” (MAS), la cual actuó en contra del
Movimiento 19 de Abril (M-19), por el secuestro de Marta Nieves Ochoa6, la cual era familia y
perteneciente del Cartel de Medellín, que la logro liberar sin ningún prejuicio.

Elaboración y logística para la exportación de la cocaína.

El negocio de la cocaína comenzó cuando llego a Medellín (…) a finales de los 70,
ofreciendo un negocio lleno de dólares y de futuro7 principalmente para los pequeños traficantes
de droga presentes en la ciudad, viéndolo como un negocio con un gran crecimiento,
principalmente por las condiciones propiciadas en el propio país, referentes a la crisis, y sobre
todo de las propias personalidades de los capos de la droga y su posterior conformación en el
Cartel de Medellín.

Por lo tanto, esto traería consigo en los años posteriores en la consecuencia de una gran
logística entorno a la exportación de droga, principalmente de cocaína hacia el territorio de los
Estados Unidos de América, por parte del Cartel de Medellín. Para la exportación y elaboración
de cocaína, los capos de la droga importaban la pasta base o pasta del Perú y Bolivia para
transformarlos en alcaloide y exportarlo8, siendo el intermedio de este proceso, la refinación de la
pasta de coca en laboratorios ubicados en la ciudad de Medellín o en áreas rurales del distrito de
Antioquia.

5
Centro Nacional de Memoria Historica, op.cit., pp. 134.
6
Palacios, op. cit., 115.
7
Hermes Tovar Pinzón, La coca y las economías de exportación en America Latina, Santa Maria de la Rábida,
Universidad Hispanoamericana, 1993, pp. 36.
8
Marco Palacios, Violencia Publica en Colombia 1958-2010, Bogotá, Fondo de la Cultura
Económica, 2012, pp. 113-114.
Principalmente, este producto era extraído – como materia prima - en dos áreas claves. En
primer lugar, desde los territorios de Alto de Huallaga en Perú que representaba el 65% de la
producción mundial y en segundo lugar, desde Chapare en Bolivia donde se producía el 25%
hacia Colombia 9 , además desde otros lugares ubicados en la misma Colombia que no
representaban un gran porcentaje en la producción.

Estas áreas claves, estaban compuestas principalmente de indígenas que cultivaban la


planta de coca y su elaboración en la “pasta” para su subsistencia, por lo cual a la llegada de los
carteles en los años 70, comenzaron a vender el producto base para su transformarlo y
refinamiento en cocaína pura. Al intervenir en su producción, los indígenas se vieron precisados a
ampliar la frontera cultivada a fin de satisfacer la demanda generada por los nuevos
compradores10, lo cual visibiliza el aumento de la propia industria del narcotráfico a una escala
mundial, principalmente por el liderazgo asumido por el Cartel de Medellín en el trafico de esta
sustancia al resto del mundo.

Desde la elaboración, la droga era transportada por diversas vías – terrestres o aéreas -,
como la ruta del Caribe, la cual transitaba desde Medellín hasta Miami y desde ese lugar hasta el
resto de Estados Unidos. Sin embargo, es necesario considerar el papel del narcotraficante
colombiano Carlos Lehder, con la compra de la mitad del islote Cayo Norman en las Islas
Bahamas cerca a la costa sur de la Florida. En la cual, amplió la pista de aterrizaje en Cayo
Norman, que se convirtió en un lugar de paso de la cocaína enviada por los narcotraficantes
colombianos del llamado Cártel de Medellín hacia los Estados Unidos11.

Antes de la compra de la isla, Lehder transportaba la cocaína desde Colombia por medio
de azafatas o de viajeros de diferentes clases sociales que llevaban la droga en sus pertenencias o
en su cuerpo, los cuales son conocidos como “mulas”. Esto se realizaba a través de los vuelos de
la empresa Avianca para su eventual distribución a diferentes puntos de Estados Unidos. Una vez

9
Bruce Bagley, Carteles de la droga: de Medellín a Sinaloa, Bogotá, Criterios, 2011, pp. 236-237.
10
Pinzón, op. cit., pp. 37.
11
Eduardo Sáenz, Entre Carlos Lehder y los vaqueros de la cocaína. La consolidación de las redes de
narcotraficantes colombianos en Miami en los años 70, Bogotá, Cuadernos de Economía, 2011, pp. 105.
enviaron 250 kilos de cocaína que envió Pablo Escobar en un avión que bolo desde Medellín a
Fort Lauderdale12.

Claramente no existen datos oficiales en torno a la producción, exportación y ganancias


en torno al tráfico de cocaína por parte del Cartel de Medellín, principalmente por lo ilícito del
negocio, sin embargo, existen datos de la Drugs Enforcement Administration (DEA) que se
estima que en 1984 había ya unas 100.000 o 125.000 hectáreas de tierra cultivadas con hoja de
coca en Perú, Bolivia y Colombia, con una producción de entre 100,000 y 160.000 toneladas. Sin
embargo, algunas fuentes latinoamericanas señalan que el total de hoja de coca de coca podría ser
de 300.000 toneladas exportadas desde Colombia13. Además, se estima que los ingresos eran de
aproximadamente 4.000.000.000 millones de dólares que aterrizaban directamente en las arcas de
los capos de la droga.

Para comprender la relevancia del tráfico de drogas es necesario entender que la cocaína,
representaba el 10 y el 25% de las exportaciones totales del país14. Por lo cual, el volumen antes
mencionado y la cantidad de ganancias de los capos se compara a una gran empresa, a la del
narcotráfico.

12
Sáenz, op. cit., pp. 106.
13
Rosario Sevilla, El café y la cocaína como motores de la economía colombiana, Sevilla, Asociación de
Historiadores Latinoamericanistas Europeos, 1992, pp. 737.
14
Henry Torres-Vásquez, La delincuencia organizada transnacional en Colombia, Chía, Dikaion, 2013, pp.
122.
La historia de la cocaína en estados unidos

La cocaína ha sido una de las drogas duras de mayor consumo mundial desde
inicios del siglo XX, aunque esta ya era consumida de manera frecuente a mediados del
Siglo XIX, en esos años esta droga era alabada por sus beneficios estimulantes, siendo
Sigmund Freud uno de los personajes más famosos de la época en consumirla. Freud
veneraba los efectos de la droga, llegando a prescribirla como medicamento para combatir
la depresión y la impotencia sexual, asegurando que no existía ningún riesgo en su
consumo y que era imposible consumir dosis letales de cocaína.

En estados unidos esnifar o jalar cocaína se empezó a volver popular a partir del año
1905 y antes de que terminara la década, los médicos en los hospitales ya observaban y
registraban en sus diarios los múltiples daños que causaba el consumo excesivo de la droga.
Durante el año 1912, las autoridades en Estados Unidos reportaron que en solo un año
habían ocurrido un estimado de 5 mil muertes causadas de manera directa por el consumo
de cocaína lo que llevó a que en el año 1922 esta droga ya fuese prohibida de manera
oficial.

La cocaína pasaría 50 años en las sombras, posterior a su prohibición en Estados


Unidos, antes de volver a surgir en la cultura popular, cuando en los años 70 se volvería a
poner de moda como la droga de los artistas y hombres de negocios, pues parecía ser la
compañera perfecta para la dinámica vida de las urbes estadounidenses, suministrando
energía y un estado de alerta a sus consumidores, los que se incrementaron 10 veces entre
1970 y 1980 en los campus universitarios. Lo anterior llevó a que a fines de 1980 el
negocio de la cocaína se volviera la empresa mas rentable para el crimen organizado, el que
empezó a establecer complejas redes de tráfico para llegar a territorio norteamericano.

Originalmente la cocaína era considerada una droga para las elites, debido al alto
costo que significaba mantener un consumo constante de la droga, pero a fines de los 80
con el alza masiva en el narcotráfico, la cocaína dejó de ser una droga exclusiva para gente
adinerada y pasó a ganar la reputación de la droga más adictiva y peligrosa, asociada con el
crimen y la pobreza.

“Una serie de estudios realizados en Miami demostraron que la cantidad de delitos


que cometían los consumidores de drogas era mucho mayor de lo que nadie había
imaginado hasta entonces, que el delito vinculado con la droga podía ser tremendamente
violento y que la criminalidad de los cocainómanos […] estaba mucho mas hayá del control
de quienes hacían cumplir la ley”15

15
James A. Inciardi, La guerra contra las drogas. las políticas públicas frente al continuo avance de la
heroína, la cocaína, el crack, el delito y el SIDA, Buenos Aires, Grupo editor latinoamericano, Página 162
Finalmente llegando a los años 90 los carteles de la droga producían y exportaban entre 500
y 800 toneladas de cocaína al año, la que ya no solo entraba a estados unidos, sino que a
Europa y Asia, generando así una pandemia mundial de la cocaína. “el consumo de cocaína
en el Estados Unidos contemporáneo está considerado un importante problema de salud,
con estimaciones del número de consumidores regulares en los últimos años que llegan a
una cifra tan alta como unos 10 a 20 millones”16

Esta crisis en el consumo y tráfico de cocaína en Estados Unidos llevó a la Drug


enforcement adeministration (DEA) junto con el gobierno colombiano, a intervenir dentro
del territorio colombiano con agentes encubiertos, los que llegaban a Colombia portando
armas y con jurisdicción policial para ejercer la violencia, por lo que no es descabellado
mirar seriamente esta situación y considerarla como intervencionismo militar, de parte de
Estados Unidos en territorios latinoamericanos.

La violencia en Colombia

En la década de 1970 la Guerra fría perdió intensidad a nivel mundial, Estados


Unidos había perdido la guerra de Vietnam, mejorado sus relaciones con la Unión Soviética
y había reestablecido relaciones con China. Sin embargo, en Latinoamérica las guerrillas
castristas inspiradas la hazaña de Fidel y la revolución cubana no habían sido exitosas y los
organismos internacionales no ponían mayor interés en frenar las dictaduras de derecha que
regían en varios países, siendo la dictadura de Pinochet en Chile, es caso más icónico. Esta
situación tenía a las guerrillas hambrientas por ganar fuerzas y poder disputar seriamente el
poder en los estados Latinoamericanos, lo que llevó a las fuerzas armadas revolucionarias
de Colombia (FARC) a aliarse con el narcotráfico para así adquirir recursos para poder
realizar su empresa revolucionaria, pero lo que no sabrían es que terminarían siendo el
ejercito paramilitar personal del cartel de Medellín.

Con el apoyo de las FARC el cartel de Medellín iniciaría una guerra abierta contra
el estado colombiano. “El incremento del fuego cruzado implicó una guera sucia por
corredores y territorios con altas dosis de terror hacia la población civil […] Entró (El cartel
de Medellín) en guerra frontal con el estado (de hecho, con la sociedad) y contra sus rivales
del cartel de Cali”17

Esta guerra le dio génesis a otros grupos paramilitares que surgieron inspirados por
los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar), quienes eran un grupo paramilitar que se

16
A. Inciardi, Op. Cit. Página 91
17
Marco Palacios, “Violencia pública en Colombia, 1958-2010”, Bogotá, Editorial Fondo de Cultura
económica, 2012, Página 100
oponía al narcotráfico. Estos grupos se aliaron bajo el nombre de la Autodefensas Unidas
de Colombia (AUC), quienes se declararon antiguerrilleros y anti narcotraficantes,
enfrentándose de manera directa con las FARC y el Cartel de Medellín, aumentando así la
violencia y la muerte en un conflicto ya saturado de estas.

La escalada de la violencia llegó a niveles impensables afectando a miles de


personas. El cartel de Medellín realizó 623 atentados los que dejaron 402 civile muertos y
1.710 heridos. Pablo escobar pagaba en promedio 2 millones por cada policía que fuera
asesinado, lo que resultó en 550 policías muertos. Otra de las practicas frecuentes del cartel
de Medellín era colocar bombas en supermercados, bancos, colegios e instalaciones
eléctricas y de teléfonos, solo entre los meses de septiembre y diciembre de 1989
detonarían 100 bombas. Entre enero y mayo de 1990 se detonarían 85 bombas, implantadas
por el cartel de Medellín, estas tenían como objetivo las propiedades del cartel de Cali,
quien era su mayor rival, en Pereira, Cali, Bogotá y Medellín.

Uno de los mayores atentados realizados por el cartel de Medellín fue el que tuvo
como objetivo al edificio del DAS, departamento Administrativo de Seguridad, ocurrido en
1989 en Bogotá. El atetado dejó 70 muertos y 700 heridos, aparte de grandes pérdidas en
inmuebles materiales. Aunque sin lugar a duda el atentado más extremo y que aún perdura
con mayor fuerza en la memoria colectiva de Latinoamérica, y que marcó un antes y un
después en la guerra con el narcotráfico, fue el atentando al vuelo 203 de Avianca. La
aeronave era un boing 727-21 y explotó a medio vuelo sobre Soacha, el lunes 27 de
noviembre de 1989. Aparentemente el atentado tenía como objetivo eliminar al candidato
presidencial César Gaviria, el que no abordó el vuelo a último momento. Este trágico
atentado dejó como saldo la muerte de 110 personas, este atentado fue condenado por toda
la población popular, incluso los habitantes de Medellín que apoyaban al cartel, ya que este
regalaba casas y bienes materiales a los vecinos, por lo que Pablo Escobar nunca reconoció
su autoría en el atentado.

En total el conflicto dejó un estimado de 15.000 muertos entre los años 1980 y
2000, teniendo su punto más álgido entre 1989 y 1993 donde se registrarían 5000 personas
muertas, victimas de la guerra con el narcotráfico, una guerra que dejaría un herida abierta
en la sociedad colombiana que hasta el día de hoy perdura.
Anexos

Fig. 1: Corporación del Cartel de Medellín. Fuente: archivo personal Luis Fernando
Londoño.
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