Está en la página 1de 7

Historia de los Sonidos Binaurales

El efecto causado por un estímulo físico que provenía de un proceso


auditivo originado a través una máquina fue descubierto en 1839 por
Heinrich Wilhelm Dove, un físico y meteorólogo del antiguo reino alemán
de Prusia. Nacido en Liegnitz, Dove se educó en varias instituciones,
destacando la Universidad de Berlín donde llegó a ser profesor y
representar altos cargos de la misma.

Aunque Dove estuvo muy vinculado al efecto de los campos


electromagnéticos sobre la vegetación y los cambios climáticos (se le
considera uno de los padres de la climatología), sí que obtuvo un mayor
reconocimiento a finales del siglo XX cuando fue respaldado por la
comunidad de medicinas alternativas de la época, ya que sus estudios
sobre lo que él denominó tonos binaurales eran capaces de ayudar a los
pacientes para inducirles a estados de relajación y adquirir una ventaja en
acciones que implicaban meditación, creatividad y otros estados mentales.

Este efecto sobre las ondas cerebrales dependía de la diferencia en las


frecuencias de cada tono que la persona escuchaba por cada oído, algo
que se ha dicho en este blog en varias ocasiones. Como resultado de ello, el
cerebro produce un fenómeno que resulta en la percepción de pulsaciones
de baja frecuencia cuando se escucha el sonido con las frecuencias
ligeramente diferentes y por separado en cada una de las orejas del
paciente. Es decir, los tonos se perciben como si estuviesen mezclados de
forma natural pero el cerebro interpreta un solo resultado: la diferencia
entre frecuencias.
HW Dove vs. Gerald Oster

Para ello, Dove utilizó un sistema que para muchos hoy día es un prodigio
para la época: se usaron auriculares en estéreo. Como limitación a sus
experimentos las frecuencias de los tonos debían estar por debajo de 1.000
Hz y la diferencia entre las dos frecuencias inferior o igual a 30 Hz para el
efecto pueda producirse, de lo contrario los tonos se escucharán por
separado, y no existirá percepción alguna. Años más tarde, en 1973, el
biofísico Dr. Gerald Oster en uno de sus estudio justifica dicha limitación de
1.000 Hz porque cifras superiores tendrían longitudes de ondas que
superarían el diámetro del cráneo humano. Para entender esto, es
recomendable leer el artículo puesto que lo compara con las señales de
radio AM (capaces de curvarse y atravesar muros y montañas) y las FM (que
solamente pueden viajar en línea recta y no pueden atravesar montañas).

El Dr. Gerald Oster en su artículo Auditory Beats in the Brain llegó a las
siguientes conclusiones:

Es el cerebro humano el que posee la capacidad de percibir las ondas


binaurales a partir de la forma craneal, tipo de frecuencia que reciba y la
existencia o no de patologías mentales o que afecten al oído.
Los sonidos binaurales solamente pueden formarse cuando los dos
tonos se encuentran separados por una diferencia que comprende
26 Hz y 30 Hz. Esto es algo que en la actualidad se debate y se sigue
estudiando en los campos de neurología, sobretodo para el dolor
crónico o enfermedades neurodegenerativas.
Las personas en ciertas condiciones neurológicas son incapaces de
percibir sonidos binaurales en determinados momentos del tiempo.
Por ejemplo, aquí se deduce que estaba haciendo referencia a las
mujeres durante el período de menstruación, o bien, a pacientes
tratados farmacológicamente.
De acuerdo con el científico, la intensidad de un sonido binaural es
de 3db
Los tonos monoaurales son capaces de producir una respuesta
neuronal más larga. Esto hace pensar que los tonos isocrónicos
también favorecen el entrenamiento cerebral.
¿Cómo empezó el entrenamiento con sonidos binaurales?

A pesar de todas estas conclusiones, Oster no inventó el Entrenamiento


con Ondas Binaurales (Binaural Beats Brainwave Entrainment) ya que
nunca mencionó que estas características fuesen funciones de los sonidos
binaurales. Él no lo consideraba como un entrenamiento mental o cerebral a
pesar de que algunos autores o empresas de ciertos aparatos lo nombren o
citen su estudio como fuente de información sólida.

En cambio, si que se han hecho pruebas más actuales con elementos


audiovisuales para determinar si el efecto era subjetivo u objetivo. Por
ejemplo, deben considerarse las pruebas que realizó Comptronic Devices
Limited en 1984 con su aparato DAVID1 (Digital Audio Visual Device 1) que
provocaba una inducción al estado hipnótico de los pacientes con el objetivo
de reducir su grado de ansiedad y stress mediante el uso de sonidos e
imágenes que se aplicaron a estudiantes de la Universidad de Alberta.

No quedando en el abandono, estas técnicas fueron re-descubiertas por


otro autor, David Siever en los año 90, y llamó a su procedimiento de
entreno AVE (Audio Visual Entrainment), que observó los estímulos
programados a través de EEG y QEEG, y que prácticamente se empleó
hasta la década pasada. Los últimos estudios que implican tonos binaurales
hacen referencia a neurotransmisores, metabolismo y a estados de
disociación, lo que hace pensar en los caminos que adquieren los sonidos
binaurales para la ciencia: físicos o químicos (patologías, cerebro, sistema
auditivo, segregación o inhibición,…) y espirituales, siendo los estados de
conciencia alterada y experiencias de desdoblamiento las más citadas
por otros autores.

La evolución del ser humano: mayor percepción de su entorno

H.W. Dove estaba convencido que dicha capacidad humana para


“escuchar” este tipo de sonidos binaurales era fruto de una simple
adaptación evolutiva del hombre ya que muchas especies de animales
poseen esta característica de percepción tras años de evolución y una
mayor complejidad de su estructura cerebral.

¿Puede el hombre entrar en la siguiente fase evolutiva?. No olvidemos


que Dove vivió una época de gran esplendor para la ciencia: cientos de
teorías sobre el hombre, avances en ingeniería, nuevas fuentes energéticas
y el despertar de la física, algunas de las más importantes, y todo ello bajo el
mandatorio de sociedades y ciudades en pleno proceso de industrialización.

A día de hoy, neurofisiólogos investigan el sentido del oído gracias a la


generación de tonos y en medicina se realizan entre 4 a 8 estudios al año
que relacionan los sonidos binaurales con las ondas cerebrales para
determinar respuestas fisiológicas en el organismo y resolver algunos
enigmas del cuerpo humano que aunque susciten misterio, sirven para
comprender mejor el funcionamiento de ciertos mecanismos que aún no
pueden comprenderse o no poseen la suficiente evidencia científica.

Thomas Warren Campbell: sonidos y conciencia humana

Tom Warren Campbell es un físico nuclear nacido en 1944 que trabajó y


colabora para el Departamento de Defensa de los EE.UU y ha trabajado en
el proyecto ARES de la NASA. Sus credenciales como físico han estado muy
discutidos en internet pero se dan por válidos en muchos foros donde se
remiten a pruebas de registros en Universidad y publicaciones en el
desarrollo de sus trabajos. En internet, la gente necesita estar convencida de
que ciertos autores no poseen títulos propios o inventados para ganar fama
y comprobarlo es una tarea que acaba compensando a las personas que lo
hacen.

Por lo que respecta a Tom Campbell, no fue hasta que postuló una teoría
sobre su modelo de realidad y existencia basado en experiencias cuya
cita se publicaba en 1985 en el libro Fars Journey de Bob Monroe cuando
saltaron las “alarmas” del escepticismo. Bob Monroe, conocido como
Robert Monroe (click aquí para ver el post dedicado), es considerado un
explorador de la conciencia humana, los fenómenos físicos y la verdadera
realidad de las cosas, además de ser el punto de partida de la tecnología
Hemi-Sync.

Robert (Bob) Monroe fue quién trabajó con Tom W. Campbell y el ingeniero
Dennis Mennerich para reproducir sonidos con una oscilación de 4 Hz ya
que descubrieron su asociación a las experiencias fuera del cuerpo (OBE) o
al menos una impresión subjetiva de la persona hacia esta experiencia. En
vista de estos resultados, Monroe dedicó el resto de su vida a fundar el
Instituto Monroe como un proyecto educacional y estableció las bases de
su tecnología, que muy pronto sería reproducida por más empresas,
científicos y pseudocientíficos.

El problema de los sonidos binaurales en los años 80 y 90 fue la validación


de los resultados, los escasos estudios clínicos y la sensación de que
eran algo que pertenecía a hechos paranormales o de parapsicología.
Con la llegada de internet, se extendieron los conocimientos y la poca
información disponible comenzó a llegar a más personas de otros países
cuyo interés despertó la curiosidad en ámbitos que iban más allá de los
centros de meditación o terapias alternativas. Algunos centros, hospitales y
clínicas iniciaron sus propios experimentos con los sonidos y hasta el día de
hoy no han cesado.

Tom, en cambio, publicó su famosa Teoría del Todo (no confundir con S.
Hawking, por favor), una trilogía que describe la naturaleza de la realidad
que nos rodea a través de nuestra propia conciencia. Paralelamente,
continua sus trabajos como físico, incluso colaborando en discusiones
abiertas sobre paradojas actuales de la física.

La percepción actual de las personas es que los sonidos binaurales


influyen en el cerebro de diferentes maneras y que pueden ayudar a
proporcionar beneficios para la salud. La percepción de la ciencia no es
exactamente la misma.

Fuentes de información:

1. http://www.amadeux.net/sublimen/documenti/G.OsterAuditoryBeatsinth
eBrain.pdf
2. http://www.aapb.org/files/news/Entrainment.pdf
3. http://jonathangunnell.com/an-illustration-of-binaural-beats/
4. http://altered-states.net/barry/newsletter145/sessionlibxl%2B.htm
5. http://www.my-big-toe.com/
6. Foto: “Heinrich Wilhelm Dove 1857” by
http://www.sil.si.edu/digitalcollections/hst/scientific-
identity/explore.htm (reworked). Licensed under Public Domain via
Wikimedia Commons

También podría gustarte