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Recrean la visión de las abejas en 280 grados

Hay varios factores que combinados, determinan el tipo de visión que tienen los distintos animales
e insectos. Aunque diferentes, todos los ojos tienen algo en común, células que reaccionan ante la
luz. Tanto en los humanos como en animales, las imágenes captadas por los ojos son procesados
por el cerebro. Los ojos más complejos se encuentran en insectos, artrópodos y similares, que
formados por mucha facetas simples que dan una imagen pixelada ayudándolos a sobrevivir en la
naturaleza. Un ejemplo de este tipo de visión, son las abejas.

No son los insectos más inteligentes, ya que su pequeño cerebro se lo impide, pero cuando se
trata de sus capacidades son bastante sobresalientes dentro de la naturaleza. Una de sus
propiedades anatómicas mas importantes que poseen, es la visión. Son de los pocos insectos, al
igual que los seres humanos que poseen visión en colores pero en un espectro distinto al humano,
cuando se suponía que sólo los humanos poseían visión cromática, los experimentos de von Frisch
a principios del siglo XX, revelaron que las abejas también eran capaces de distinguir colores.
Unos años más tarde, Kühn (1924) descubre que las abejas ven la luz ultravioleta. Un dato
interesante es que los colores oscuros las ponen agresivas, por lo que muchas veces se
comprueba que al primer lugar que se dirigen es al pelo. Sus ojos simples están especializados en
la visión a corta distancia, que la utilizan principalmente al interior de la colmena, y sus ojos
compuestos realizan una visión a modo de mosaico, lo que les permite tener un amplio campo
visual y así poder detectar alimento, enemigos, etc.

Ante estas interesantes cualidades de la visión de estos insectos se decide dar a conocer como la
naturaleza afecta nuestra tecnología basándose en el campo visual que poseen las abejas. Los
autores empiezan por señalar que “los ojos compuestos, en la naturaleza, presentan cuestiones de
gran interés en el área de la óptica fisiológica, a causa de su esquema verdaderamente único para
producir las imágenes”. Este estudio y sus ramificaciones podrían cambiar la forma en la que se
construyen robots y pequeños vehículos de vuelo. En este ensayo se analizarán las
características más importantes de la visión de las abejas y se explicará su utilidad para el campo
de la biotecnología.

El ojo de una abeja tiene miles de unidades ópticas integradas, llamadas „omatidias‟, que se
disponen esféricamente, a lo largo de una superficie curva, de modo que cada una apunta en
diferente dirección. La disposición omnidireccional de estas pequeñas lentes, cada una de las
cuales recibe luz en un ángulo estrecho e independiente de las demás, permite obtener un amplio
campo visual”, como lo ha constatado cualquier inexperto, es decir, el que haya pretendido
capturar a una mosca aproximándosele desde atrás cabe destacar que el campo visual de una
mosca es muy similar al de una abeja, estas tienen una visión cinco veces más rápida que los
humanos, este hecho depende principalmente de que tan rápido las células del ojo encargadas de
detectar la luz capturan imágenes instantáneas del mundo y las envían al cerebro, en el caso de
las abejas esta velocidad de información enviada al cerebro, ocurre cinco veces más rápido que lo
humanos.

Y así, ante las estas cualidades mencionadas de la visión de estos insectos, y mucha otras
cualidades que no es necesario mencionarlas ya que no intervendrán en el tema a exponer, los
científicos han decidido recrear un sistema de imágenes que imita el campo visual de una abeja
que corresponde a 280º, que supera cualquier campo óptico diseñado anteriormente por el
hombre, para capturar el mundo en un ángulo visual tan grande como fuera posible. Esta imitación
de la visión de las abejas consistió en el uso de componentes ópticos miniaturizados que imiten la
función de cada componente del ojo de los insectos y copien también su ordenamiento de
conjunto.

De manera adicional se utilizo un sistema llamado catadióptrico, que es un sistema óptico que
utiliza una combinación de espejos y lentes con el fin de mejorar la calidad de imagen. Para
obtener cada una de las pequeñas lentes, de tamaño inferior a dos décimas de milímetro, utilizaron
el procedimiento de la “nanolitografía”, es decir, una especie de copia litográfica en el orden de lo
infinitamente pequeño: mediante un haz de luz especial, moldearon pequeñas cadenas de materia
orgánica en forma de imitar las estructuras naturales de los insectos. El resultado fue una especie
de cúpula de resina cuyo tamaño total no supera el de una cabeza de alfiler, en cuya superficie se
distribuyen las ínfimas lentes.

Describiendo más detalladamente cómo se realizo el campo de visión de las abejas se tiene que
los investigadores de la Universidad de Bielefeld en Alemania, deseaban capturar el mundo en un
ángulo de visión tan grande como fuera posible usando una sola cámara, con el fin de minimizar el
peso de los aviones robóticos. Para hacerlo, el equipo utilizó el sistema de imagen llamado
catadióptrico descrito anteriormente, que captura una imagen a través de espejos y lentes. En el
montaje se colocó un espejo con forma de cúpula, con una lente en su centro, a 20 mm delante
del chip sensor de imagen CCD de la cámara, con la superficie convexa mirando hacia la cámara.
El lente enfoca la luz desde el frente de la cámara sobre el CCD para crear una imagen con un
campo de visión de 110 grados. Al mismo tiempo, la parte convexa del espejo capta el reflejo del
mundo detrás de la cámara y enfoca esta luz en el CCD, ampliando el campo de visión a 280
grados.

Luego un algoritmo de computadora une los dos conjuntos de imágenes, creando una imagen
compuesta que se ve como si fuera capturada a través de una lente de ojo de pez. El pequeño
ordenador sobre el avión robot debe ser capaz de realizar este trabajo de unión con la suficiente
rapidez como para captar 25 cuadros por segundo, dice el equipo. Por último, para representar 280
grados de información como una imagen 2D, la imagen compuesta pasa a través de un sistema
que imita los varios miles de facetas hexagonales de los ojos compuestos de la abeja. Esto reduce
la resolución de la imagen, pero hace más fácil que quien esté controlando el robot pueda
interpretar el amplio ángulo de visión del mundo.

Y así resumidamente con cámaras que combinan un espejo muy ligero conectada a una cámara
de video USB y con una superficie curva y construida en un cristal de acrílico cubriendo todo
campo frontal y así permitiendo tomar imágenes desde el punto de vista del insecto, recrean el
campo de visión de una abeja.

En estudios posteriores se desea incluir radiación UV para recrear más fielmente la visión a color
de los insectos, lo cual, esta característica de la visión de las abejas ayudara a recrear el
importante reconocimiento de color de las flores y su polinización, y por último llevar a cabo la
capacidad de visión polarizada que tienen estos insectos que emplean para guiarse en la
naturaleza.

Este estudio influirá principalmente en la forma en que se construyen robots con un campo de
visión de 280º, que debería permitir que estos, vean más ampliamente el mundo a su alrededor, de
la mima forma intervendrá fuertemente en la medicina, las micro-cámaras que se utilizan en
endoscopias y operaciones mediante laparoscopia, y además el trabajo podría resultar de mucha
ayuda al avance del desarrollo de retinas artificiales para no videntes, también, de una menor
importancia, podrían ser empleados para perfeccionar dispositivos de vigilancia detectando
movimiento de alta velocidad.

Este desafío científico, también impulso a otros a seguir desafíos similares al descrito, como por
ejemplo en argentina, que aunque no se pudo realizar el mismo objetivo, ya que era de un alto
presupuesto económico, si están en condiciones de fabricar “nano-vehículos” de entre 5 y 80
millonésimas de milímetro, que, inyectados en una vena del organismo, permiten hacer llegar
medicamentos al interior mismo de células tumorales o infectadas con enfermedades como el
Chagas, la Leichmaniasis o el VIH, dio a conocer la investigadora argentina Eder Romero,
inspirados en la nanotecnología de la visión de abejas.

Este avance de la tecnología y la ciencia a partir de la naturaleza, está basado principalmente en


la nanotecnología, ciencia que abrirá muchas y grandes posibilidades en todos los campos
científicos, proporcionándonos nuevos adelantos en pro de la humanidad. Así queda comprobado
que la robótica es una tecnología que demuestra avances en la inteligencia artificial que crea el
hombre, y como intervienen de manera fundamental en la vida cotidiana de cada persona. En el
futuro los robots corresponderán a un objeto cotidiano de gran utilidad, con mejores capacidades
que los seres humanos, y con labores más importantes correspondiente a fuerzas militares, de
gobierno y otros. Es así como queda la interrogante de hasta dónde puede llegar la inteligencia
humana dando vida a objetos que quizás se vuelvan en nuestra contra.

Referencias:

http://www.fayerwayer.com/2010/08/cientificos-recrean-la-vision-280%C2%B0-de-las-abejas/

http://www.bio-nica.info/biblioteca/Carrasco%20atractivo%20ultravioleta.PDF

http://www.infoagro.com/agricultura_ecologica/abejas.htm

http://axxon.com.ar/noticias/2010/08/ojo-de-abeja-artificial-podria-mejorar-la-vision-robotica/

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