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Bolanos Biopolitica Final 2015 PDF
Bolanos Biopolitica Final 2015 PDF
Bolanos Biopolitica Final 2015 PDF
Y
MIGRACIÓN
EL
ESLABÓN
PERDIDO
DE LA
GLOBALIZACIÓN
COORDINADOR
BERNARDO BOLAÑOS GUERRA
2015
ISBN: 978-607-28-0566-8
Esta obra fue dictaminada positivamente por pares académicos mediante el sistema
“doble ciego” y evaluada para su publicación por el Consejo Editorial de la División
de Ciencias Sociales y Humanidades, UAM Unidad Cuajimalpa.
ISBN: 978-607-28-0566-8
ISBN: 978-607-28-0565-1 (Colección)
INTRODUCCIÓN
BERNARDO BOLAÑOS GUERRA 11
PRIMERA SECCIÓN
FILOSOFÍA POSTESTRUCTURALISTA
Y MIGRACIÓN
EL BIOPODER EN ACCIÓN:
EL CONCEPTO DE MIGRACIÓN
SOLANGE CHAVEL 29
SEGUNDA SECCIÓN
BIOPOLÍTICA Y NECROPOLÍTICA
EN AMÉRICA
INMIGRACIÓN Y NACIONALIDAD
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA: MEDIOS
DE SOBERANÍA PARA FINES BIOPOLÍTICOS
TOBIAS SCHWARZ 87
TERCERA SECCIÓN
ALTERNATIVAS AL BIOPODER
MIGRANTES “BUENOS” Y “MALOS”: BIOPOLÍTICAS
DE SELECCIÓN DE TRABAJADORES EXTRANJEROS
EN AMÉRICA DEL NORTE
CAMELIA TIGAU 227
1. De acuerdo con Google Scholar Citations, hasta 2013 Foucault había sido citado
323 856 veces en publicaciones académicas, mientras que su más cercano com-
petidor, el sociólogo Pierre Bourdieu, 272 050.
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3. Olivier Roy, “La peur d’une communauté qui n’existe pas”, en Le Monde, 9 de
enero de 2015.
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SOLANGE CHAVEL
Université de Poitiers
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9. Para los textos de referencia sobre este punto véase Giorgio Agamben, Homo
sacer, París, Seuil, 1998; y Antonio Negri y Michel Hardt, Empire, París, 10/18, 2004.
10. Por ello, no me centro en la distinción entre biopoder y biopolítica. De igual
manera, la relación con el concepto de gubernamentalidad, contemporáneo
de los anteriores en el pensamiento de Foucault, no será abordada aun
cuando dio lugar a desarrollos sumamente interesantes sobre el estudio
de las movilidades. Sobre este último punto, ver Jorgen Ole Baerenholdt,
“Governmobilities: The Powers of Mobility”, en Mobilities, vol. 8, núm. 1, 2013,
pp. 20-34.
11. “Un pouvoir destiné à produire des forces, à les faire croître et à les ordonner
plutôt que voué à les barrer, à les faire plier ou à les détruire”, Michel Foucault,
Histoire de la sexualité, vol. 1, La volonté de savoir, op. cit., p. 179.
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12. Esta modalidad toma como objeto el “cuerpo como máquina: su adiestramiento,
la elevación de sus aptitudes, la extorsión de sus fuerzas, paralelamente el
aumento de su utilidad y docilidad, su integración a sistemas de control eficaces
y económicos”, ibid., p. 183.
13. El poder toma entonces como objeto el “cuerpo-especie”: “la proliferación, los
nacimientos, la mortalidad, el nivel de salud”, idem.
14. Paul Rabinow y Nikolas Rose, “Thoughts on the Concept of Biopower Today”,
conferencia en Londres, London School of Economics and Political Science, 2003,
disponible en: <http://www.lse.ac.uk/sociology/pdf/rabinowandrosebiopower
today03.pdf>.
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17. “At the same time, States retain power to designates zones of exception, even
when their legality is dubious –the camp remains a grim reality from the wars
in the Balkans, though Guantanamo Bay to the ‘detentions centers’ springing
up across Europe to incarcerate ‘asylum seekers’ and others who trespass
on the spaces of bios but are not admitted. Do these all form part of a single
configuration of biopower? If so, we don’t think we can use the ‘making die’
aspect of this field to encompass its other aspects ‘letting die’ of course, but also
‘making live’”, Paul Rabinow y Nikolas Rose, op. cit., p. 14.
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20. Para un acercamiento literario referente a las condiciones, los rangos y las
pertenencias familiares en la Francia del siglo xviii, véase la novela inconclusa de
Marivaux, La Vie de Marianne.
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21. “La presencia del cuerpo de Jesucristo en la hostia no me parecía un misterio más
oscuro que ese primer salón del Faubourg situado sobre la orilla derecha del río”,
Marcel Proust, À la recherche du temps perdu. Du côté de Guermantes, disponible
en: <http://www.page2007.com/news/proust/0465-la-vie-que-je-supposais-y-
etre-menee-derivait-d-une-source-si-differente-de-l-experience>.
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22. Para ejemplos muy variados de este enfoque que procede explícitamente, por
extensión crítica, de la propuesta de Rawls, referirse a Thomas Pogge, Realizing
Rawls, Ithaca, Cornell University Press, 1989; Charles Beitz, Political Theory and
International Relations, Princeton, Princeton University Press, 1979; Martha
Nussbaum, Frontiers of Justice. Disability, Nationality, Species Membership,
Cambridge, Belknap Press, 2007.
23. Un análisis muy fino de este tipo de discusión se presenta en la recopilación
dirigida por Antoine Pécoud y Paul de Guchteneire, Migration without Borders,
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CONCLUSIÓN
El concepto de biopoder aplicado al campo de las migraciones
presenta un doble interés. En primera instancia, atrae la atención
sobre un conjunto de representaciones implícitas de lo que sería
una movilidad “normal” o, por el contrario, una movilidad “pato-
lógica” para un ser viviente o para un sistema de seres vivientes
(un colectivo político), representaciones que justifican las medidas
políticas de gestión de los flujos migratorios. Por otra parte, el con-
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8. Ibid., p. 320.
9. Idem.
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10. Giorgio Agamben, Homo sacer. O poder soberano e a vida nua I, Belo Horizonte,
Editora da Universidade Federal de Minas Gerais, 2004, p. 133.
11. André Duarte, “De Michel Foucault a Giorgio Agamben: A trajetória do conceito
de biopolítica”, en Ricardo Timm de Souza y Nythamar Fernandes Oliveira,
Fenomenologia hoje III, Bioética, Biotecnologia, Biopolítica, Porto Alegre,
Edipucrs, 2008, p. 84.
12. Giorgio Agamben, Homo sacer. O poder soberano e a vida nua I, op. cit., p. 135.
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19. Giorgio Agamben, O que resta de Auschwitz?, São Paulo, Boitempo, 2008, p. 76.
20. Guilherme Assis de Almeida, Direitos Humanos e não-violência, São Paulo, Atlas,
2001, p. 10.
21. Agência da onu para Refugiados, “Doadores prometem US$ 550 milhões para
operações do acnur em 2013”, 2012, disponible en: <http://www.acnur.org/t3/
portugues/noticias/noticia/doadores-prometem-us-550-milhoes-para-operacoes-
do-acnur-em-2013> (visitado en agosto de 2013).
22. A finales de julio de 2013, Croacia se integró a la Unión Europea.
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27. Agência da onu para Refugiados, “Tendências Globais 2013”, disponible en:
<http://www.acnur.org/t3/portugues/recurs os/estatisticas> (visitado el 6 de
mayo de 2013).
28. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (acnur),
Tendencias globales 2012, Desplazamiento, el nuevo reto del siglo xxi, 2013,
p. 48, disponible en: <http://unhcr.org/globaltrendsjune2013/Tendencias_Gl
obales_2012_baja.pdf> (visitado el 26 de agosto de 2013).
29. Idem (visitado el 13 de agosto de 2013).
30. United Nations High Comissioner for Refugees, Nacionalidade e Apatridia:
Manual para parlamentares, núm. 11, 2005, p. 3, disponible en: <http://www.ipu.
org/PDF/publications/nationality_p.pdf> (visitado el 1 de mayo de 2013).
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31. Norberto Bobbio, A era dos direitos, Río de Janeiro, Campus, 1992, p. 24.
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Sin esa idea de hospitalidad pura [...] no tendríamos siquiera la idea del
otro, la otredad del otro, o sea, de alguien que entra en nuestras vidas
sin ser invitado [...] la hospitalidad incondicional, que no es ni jurídica
ni política, es sin embargo condición de lo político y lo jurídico. Justa-
mente por esas razones, no estoy seguro de que sea ética, en la medida
en que no llegue a depender de una decisión ¿Pero qué sería la “ética”
sin hospitalidad?47
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CONCLUSIÓN
Toda la argumentación expuesta no tiene la intención de arrasar
con el procedimentalismo ni con la democracia liberal presente en
la mayoría de los países de Occidente. La crítica reconoce su rele-
vancia, pero denuncia su insuficiencia. La democracia por venir y la
ley de la hospitalidad, en sentido derridiano, reivindican el retorno
al fundamento de la democracia y se dan cuenta de que la demo-
cracia sólo existe como voluntad de democracia, así como el asumir
una locura por aquello que me interroga en un espacio más allá del
espacio democrático. Por un retorno a las bases pre-institucionales,
pre-políticas y pre-jurídicas.
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TOBIAS SCHWARZ
Universität zu Köln
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DE LA ANATOMOPOLÍTICA A LA BIOPOLÍTICA
EN LA HISTORIA DE LOS REGÍMENES MIGRATORIOS
LATINOAMERICANOS
LA PERSPECTIVA DE FOUCAULT
ACERCA DEL PODER SOBERANO Y DEL BIOPODER
Foucault desarrolló la distinción entre dos diferentes cualidades del
Estado moderno que nos permiten ubicar conjuntos de técnicas
de poder: las anatomopolíticas y las biopolíticas. Él vio las primeras
como implicaciones de la gobernanza soberana clásica y las segun-
das relacionadas con el concepto emergente de biopoder.5 El primer
conjunto de tecnologías o métodos de poder se caracteriza por tratar
de controlar y disciplinar individuos. Ante todo, la anatomopolítica
manipula el comportamiento individual y forja cuerpos individuales.
Los hace visibles, busca su separación o su alineamiento en relación
con objetos u otros individuos. El comportamiento individual es exa-
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8. En La volonté de savoir, el nuevo poder parecía aún más una sustitución del
anterior: “On pourrait dire qu’au vieux droit de faire mourir ou de laisser vivre
s’est substitué un pouvoir de faire vivre ou de rejeter dans la mort”, La volonté
de savoir, op. cit., p. 181. Este error podría estar confirmado por la frase del
título de su conferencia “Del poder de soberanía al poder sobre la vida” en la
traducción al español (Genealogía del racismo, op. cit.).
9. Michel Foucault, Genealogía del racismo, op. cit., p. 194.
10. Ibid., p. 203.
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12. Acerca de la evolución del control migratorio, véase Andreas Fahrmeir et al.
(eds.), Migration Control in the North Atlantic World: The Evolution of State
Practices in Europe and the United States from the French Revolution to the Inter-
War Period, Nueva York, Berghahn Books, 2003.
13. Michel Foucault, Genealogía del racismo, op. cit., p. 200.
14. Un trabajo general acerca de la disciplina y la plantación es Terrence W. Epperson,
“Race and the Disciplines of the Plantation”, en Historical Archaeology, vol. 24,
núm. 4, 1990, pp. 29-36; como un análisis empírico de los arreglos espaciales
en las plantaciones, véase Lisa B. Randle, “Applying the Panopticon Model
to Historic Plantation Landscapes through Viewshed Analysis”, en Historical
Geography, núm. 39, 2011, pp. 105-127.
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23. Al instalar este poder discrecional en sus constituciones durante la última déca-
da del siglo, muchos países mostraron el gran valor que atribuyen al poder
soberano del Estado –es decir, en estos casos: el Ejecutivo– para regular la
admisión y expulsión de extranjeros (véase en la constitución de Nicaragua de
1893 el artículo 17; en la de Venezuela, 1893, artículo 78; de Honduras, 1894,
artículo 17; de México, 1917, artículo 33).
24. Aunque se trataba de una intervención masiva de las autoridades contra un grupo
específico de la población –más de 12 000 españoles se vieron afectados por las
leyes de expulsión entre 1827 y 1829 (Harold D. Sims, The Expulsion of Mexico’s
Spaniards, 1821-1936, University of Pittsburgh Press, 1990, pp. 37-130)– interpreto
esto más como una cuestión de disciplina que como una empresa biopolítica,
ya que las expulsiones estaban destinadas a entregar el poder de los recursos
“nacionales” (como la minería, el comercio, etcétera) a los propietarios y las
instituciones mexicanas. Por lo tanto, esta política de expulsión trató de “proteger”
al país de la influencia de un poder extranjero. Ciertamente no se preocupaba por
fortalecer el país, como sería el caso desde el punto de biopolítico.
25. Jordana Dym, “Citizen of Which Republic? Foreigners and the Construction
of National Citizenship in Central America, 1823-1845: The Americas”, en The
Americas, vol. 64, núm. 4, 2008, pp. 477-511.
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26. Desde luego, muchos de ellos fracasaron y sólo Argentina y Brasil llegaron a
ser casos conocidos de intentos tempranos exitosos de colonizar el país; véase
Jorge Durand y Douglas S. Massey, “Nuevo orden mundial: continuidades y
cambios en la migración latinoamericana”, en Katharine M. Donato et al. (eds.),
Salvando fronteras: migración internacional en América Latina y el Caribe,
México, Porrúa, 2010, p. 21.
27. Blanco y Negro son clasificaciones sociales, no descripciones del color “objetivo”
de la piel. Para subrayar el carácter temporal específico de categorizaciones
raciales, se utilizan mayúsculas en este capítulo.
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28. Charles A. Hale, “Political and Social Ideas in Latin America, 1870-1930”, en Leslie
Bethell (ed.), The Cambridge History of Latin America, volume 4, c. 1870 to 1930,
1986, pp. 367-442; Peter Wade, “Race in Latin America”, en Deborah A. Poole
(ed.), A Companion to Latin American Anthropology, Malden, Blackwell (Blackwell
Companions to Anthropology, 6), 2008, p. 180.
29. Francisco José de Lacerda e Almeida, O decreto N. 1 641 de 7 de janeiro de 1907
sobre expulsão de extrangeiros do territorio nacional, ligeiramente commentado
e precedido de alguns capitulos doutrinarios sobre o fundamento juridico e
applicação practica do direito de expulsão e com referencias aos autores nacionaes
e á jurisprudencia patria, Río de Janeiro, 1907, p. 9.
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32. Véase el trabajo exhaustivo de Nancy L. Stepan, The Hour of Eugenics: Race,
Gender, and Nation in Latin America, Ithaca, Cornell University Press, 1996.
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33. Ley sobre Inmigración, artículo 3º, 9 de junio de 1891, en Recopilación de Leyes
y Decretos de Venezuela, t. xv, Caracas, 1891. Ley de Inmigración, artículo 3º,
26 de agosto de 1894, en Recopilación de leyes y decretos de Venezuela, t. xvii,
Caracas, 1896.
34. Ley de Inmigración y Colonización, artículo 9º, 8 de julio de 1912, en Gaceta
Oficial, núm. 11 678, 31 de julio de 1912; Ley de Inmigración y Colonización,
artículo 9º, 26 de junio de 1918, en Recopilación de leyes y decretos de
Venezuela, t. xli, Caracas, 1821.
35. No antes de 1966, raza dejó de ser criterio explícito de exclusión en Venezuela
(Ley de Inmigración y Colonización, 11 de julio de 1966, en Gaceta Oficial,
núm. 1 032 [extraordinario], 18 de julio de 1966).
36. Ley de Inmigración y Colonización, artículo 9º, 8 de julio de 1912, op. cit.
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37. Francisco Ávila Fuenmayor y Claudia Ávila Montaño, “El concepto de biopolítica
en Michel Foucault”, en A Parte Rei: Revista de Filosofía, núm. 69, 2010, p. 3.
38. Sobre Argentina véase, por ejemplo, Luciana Vaccotti, “Biopolíticas de la inmi-
gración y derechos humanos de los inmigrantes en Argentina”, en Fronteras:
Revista del Departamento de Trabajo Social, 2ª. época, núm. 6, 2010; sobre Co-
lombia, Álvaro Villegas Vélez, “¡A poblar! Representaciones sobre los salvajes,
colonos, inmigrantes y territorios periféricos en Colombia, 1904-1940”, en Re-
vista Historia y Espacio, núm. 30, 2008, pp. 169-192; sobre México, Tomás Pérez
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39. Ley de Migración, artículo 1º, 7 de mayo de 1912, en Gaceta Oficial, núm. 2 295,
11 de mayo de 1912.
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40. Fuente: Ley de Migración, artículo 3º, 7 de mayo de 1912, op. cit.
41. Ibid., artículo 4º.
42. Ibid., artículo 3º.
43. Idem.
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45. Orden Ejecutiva núm. 372, artículo 1º, 16 de diciembre de 1919, en Gaceta
Oficial, núm. 3 076, 24 de diciembre de 1919.
46. Eugenio D. Matibag, Haitian-Dominican Counterpoint: Nation, State, and Race on
Hispaniola, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2003; David Howard, Coloring the
Nation: Race and Ethnicity in the Dominican Republic, Oxford, Signal, 2001.
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47. Fuente: Ley núm, 279, artículo 1º, 19 de enero de 1932, en Gaceta Oficial, núm.
4 435, 3 de febrero de 1932.
48. Michiel Baud, “‘Constitutionally White’: The Forging of a National Identity in the
Dominican Republic”, en Gert J. Oostindie y Harry Hoetink (eds.), Ethnicity in
the Caribbean: Essays in Honor of Harry Hoetink, Londres, Macmillan Caribbean
(Warwick University Caribbean Studies), 1996, p. 126.
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49. Ernesto Sagás, Race and Politics in the Dominican Republic, Gainesville, University
Press of Florida, 2000, p. 51.
50. Ibid., p. 63.
51. Véase Howard, op. cit., p. 29. Estimaciones de los asesinados en las masacres
de 1937 varían entre 1 000 y 35 000 (Bernardo Vega, Trujillo y Haití: volumen I
[1930-1937], Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1988, p. 386).
Los cálculos más recientes de Vega ponen en 6 000 asesinatos la cifra más
exacta, pues aparentemente más de los que se había creído pudieron escapar a
Haití a través de la frontera (véase Bridget Wooding y Richard Moseley-Williams,
Inmigrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana en la República
Dominicana, Santo Domingo, 2004, p. 20).
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68. Human Rights Watch (hrw), op. cit., p. 17; Groupe d’Appui aux Refugies et Repa-
tries (garr), Rapport annuel sur la situation des droits humains des haïtiens/nes
dans la migration et a la frontiere haïtiano-dominicaine en 2008, Puerto Príncipe,
2009, p. 28.
69. Frank Moya Pons, “Evolución de la población dominicana, 1500-2010”, en Frank
Moya Pons (ed.), Historia de la República Dominicana, Madrid, csic (Historia de
las Antillas, 2), 2010, p. 46.
70. James Ferguson, Migration in the Caribbean: Haiti, the Dominican Republic and
Beyond, Minority Rights Group, 2003.
71. Idem; José del Castillo, “La migración haitiana en la República Dominicana:
nuevas dimensiones de un viejo problema”, en Revista Dominicana de Política
Exterior, vol. 1, núm. 1, 2005, p. 19.
72. Según los datos del censo de población de 2012, 458 233 de quienes viven
en la República Dominicana nacieron en Haití; 209 912 personas adicionales
nacieron en la República Dominicana y son los descendientes directos de ellos;
Oficina Nacional de Estadística (one), Primera encuesta nacional de inmigrantes
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80. Idem.
81. Movimiento de Mujeres-Dominico-Haitianas, El nombre y la nacionalidad como
simbología de la existencia, Santo Domingo, 2000; Human Rights Watch (hrw),
op. cit., pp. 22-26; Bridget Wooding y Richard Moseley-Williams, op. cit., p. 83.
82. Bridget Wooding, op. cit., p. 369.
83. Centro Bonó, Boletín Observatorio Derechos Humanos, núm. 9, abril-julio de
2011, p. 6, disponible en: <http://issuu.com/comunicacionbono/docs/oddhh9>
(visitado el 17 de marzo de 2013).
119
84. “Sentencia de la Suprema Corte de Justicia”, en Boletín Judicial, núm. 1 141, 2005,
disponible en: <http://www.suprema.gov.do/consultas/consultas_sentencias/det
alle_info_sentencias.aspx?ID=114110009> (visitado el 27 de marzo de 2013).
85. “Circular núm. 17, Junta Central Electoral”, 29 de marzo de 2007.
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CONCLUSIÓN: DE LA EXCLUSIÓN
DISCIPLINARIA A LA EXCLUSIÓN BIOPOLÍTICA
Al examinar la historia de la discriminación legal de trabajadores in-
migrantes, este ensayo ha mostrado que la política dominicana de
pertenencia nacional entrelaza dos dimensiones del poder: la exclu-
sión mediante control y la exclusión mediante biopolítica. Durante el
auge de la economía dominicana basada en las plantaciones y bajo
el régimen autoritario del gobierno de Trujillo, los trabajadores mi-
grantes fueron contratados a través de la frontera en Haití; sin em-
bargo, las restricciones legales descritas no buscaban originalmente
un control biopolítico sobre la población nacional. Esta exclusión
anatomopolítica procuraba, de hecho, disciplinar a los trabajadores
migrantes y hacerlos productivos y explotables. De manera impor-
tante, esto ocurrió también cuando el racismo estatalmente fomenta-
do florecía y el blanqueamiento de la nación era una directriz oficial.
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92. Fuente: “Circular núm. 17, Junta Central Electoral”, 29 de marzo de 2007, op. cit.
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FUENTES PRIMARIAS
Argentina
Constitución Nacional Argentina, 1 de mayo de 1853, disponible en: <http://
www.biblioteca.jus.gov.ar/constitucionargentina1853.html> (visitado
el 22 de marzo de 2013).
Honduras
Constitución de Honduras, 14 de octubre de 1894, disponible en: <http://www.
cervantesvirtual.com/portales/constituciones_hispanoamericanas/
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de 2013).
México
Constitución Política de la República Mexicana, 12 de febrero de 1857, dis-
ponible en: <http://www.juridicas.unam.mx/infjur/leg/conshist/
pdf/1857.pdf> (visitado el 22 de marzo de 2013).
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 5 de febrero de 1917,
disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.
pdf> (visitado el 22 de marzo de 2013).
Nicaragua
Constitución Política de la República de Nicaragua, 10 de diciembre de
1893, disponible en: <http://legislacion.asamblea.gob.ni/Norm
aweb.nsf/b34f77cd9d23625e06257265005d21fa/182ae7d99c-
5ca8e106257307006e3626> (visitado el 22 de marzo de 2013).
Perú
“Decreto del 17 de octubre de 1821 declarando que los extranjeros residen-
tes en el país tienen los mismos derechos y obligaciones que los
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República Dominicana
“Acuerdo sobre la contratación en Haití y la entrada en la República Dominica-
na de jornaleros temporeros haitianos”, en Gaceta Oficial, núm. 7 391,
23 de febrero de 1952, disponible en: <http://enlacecongreso.mirex.
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“Circular núm. 17, Junta Central Electoral”, 29 de marzo de 2007.
Constitución Política de la República Dominicana, 14 de noviembre de
1865, disponible en: <http://www.consultoria.gov.do/constitucio-
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marzo de 2013).
Constitución Política de la República Dominicana, 20 de junio de 1929, en
Gaceta Oficial, núm. 4 108, 25 de junio de 1929.
Constitución Política de la República Dominicana, 26 de enero de 2010, en
Gaceta Oficial, núm. 10 561, 26 de enero de 2010, disponible en:
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“Decreto núm. 233-1991 de Joaquín Balaguer, presidente de la República Do-
minicana”, 13 de junio de 1991, disponible en: <http://www.ac-
nur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=biblioteca/pdf/0245>
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Venezuela
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131
132
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134
135
136
ARIADNA ESTÉVEZ
Universidad Nacional Autónoma de México
139
140
BIOPOLÍTICA Y NECROPOLÍTICA:
FENÓMENOS COMPLEMENTARIOS
Michel Foucault no hizo una teoría del poder pero sí aventuró una
“filosofía analítica del poder” que no intenta definirlo, sino esta-
blecer cómo funciona y cómo somete a los sujetos.9 Este trabajo
analítico repara en los sistemas de diferenciación, las modalidades
141
10. Idem.
11. Michel Foucault, Power, Nueva York, The New Press, 2000; The Birth of Biopolitics,
Nueva York, Picador/Palgrave Macmillan, 2004; Defender la sociedad, México,
Fondo de Cultura Económica, 2006.
12. Edgardo Castro, op. cit.; Michel Foucault, Power, op. cit.
142
13. Edgardo Castro, op. cit.; Michel Foucault, The Birth of Biopolitics, op. cit.;
Defender la sociedad, op. cit.; Seguridad, territorio, población, México, Fondo de
Cultura Económica, 2006.
14. Michel Foucault, Defender la sociedad, op. cit.
15. Michel Foucault, Seguridad, territorio, población, op. cit. Es evidente que la
discusión sobre la biopolítica, y sobre todo sus complejas conexiones con
el desarrollo del capitalismo a través de la implantación del liberalismo y
sus dispositivos, es sumamente amplia y sofisticada, por lo que rebasa los
objetivos de este artículo. El lector interesado en la biopolítica puede acudir a
fuentes más extensas y específicas, tales como: Edgardo Castro, op. cit.; Michel
Foucault, The Use of Pleasure. The History of Sexuality, Middlesex, Viking Penguin
Books, 1985; The Care of the Self. The History of Sexuality, Londres, Allen Lane/
The Penguin Press, 1988; Ethics: Subjectivity and Truth, Nueva York, The New
Press, 1997; Aesthetics, Method, and Epistemology, Nueva York, The New Press,
1998; The Will to Knowledge. The History of Sexuality, Londres, Penguin, 1998;
Power, op. cit.; The Archeology of Knowledge (and the Discourse on Language),
Londres, Routledge, 2002; The Birth of Biopolitics, op. cit.; Defender la sociedad,
op. cit.; Seguridad, territorio, población, op. cit.; Thomas Lemke, “‘The Birth of
Bio-Politics’: Michel Foucault’s Lecture at the Collège de France on Neo-Liberal
Governmentality”, en Economy and Society, vol. 30, núm. 2, 2010, pp. 190-207.
16. Edgardo Castro, op. cit., pp. 130-131.
143
17. Ibid.
18. Marina Gržinić, op. cit.; Sayak Valencia, op. cit.; Achille Mbembe, op. cit.
144
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146
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148
149
2012, pp. 11-44. Aquí, el autor explica que: “en el caso mexicano, un aspecto
crucial para comprender la falla de aspectos clave del Estado ha sido la captura
de circuitos y áreas institucionales por intereses delictivos, auspiciados con
frecuencia por los propios servidores públicos encargados de velar por el
interés colectivo. La implantación de estos intereses en las instituciones ha
obstruido sus funciones y generado graves desviaciones respecto a lo que en
principio se espera de ellas. Este proceso de captura del Estado es visto a
partir del concepto de ‘reconfiguración cooptada del Estado’ […] en el que un
grupo de actores públicos y no públicos, con intereses compartidos de índole
ilícita, se valen de diversas estrategias para utilizar en su favor los recursos
del Estado, determinando u obstaculizando el diseño y funcionamiento
institucional” (Carlos Antonio Flores Pérez, op. cit., pp. 12-13). El argumento
de este artículo refiere a esta literatura y a los testimonios de viva voz y de
documentos legales donde hay referencias a la imposibilidad de determinar
con claridad estos vínculos.
150
151
31. Idem.
32. La idea de la incorporación del cuerpo al consumo es un tema ampliamente
debatido más allá del capitalismo gore. Por ejemplo, Badiou dice que estamos
en el umbral de un nuevo tipo de esclavitud, la esclavitud “moderna”, la cual
consiste en “reducir el cuerpo a un consumidor o a un cuerpo sufriente. De
un lado el cuerpo rico que consume, y, del otro, el cuerpo pobre que sufre, un
cuerpo separado de sus ideas, separado de todo proyecto universal, separado
152
153
CARACTERIZANDO EL FENÓMENO
DEL ASILO MEXICANO EN ESTADOS UNIDOS
El biopoder utiliza diversas técnicas dentro de su dispositivo de re-
gulación de la migración para evitar inmigrantes indeseables, tales
como pasaportes y visados, clasificación legal de migrantes (traba-
jadores temporales, invitados, ilegales, “cerebros” y otros trabajado-
res cualificados), e impuestos a las tarifas del transporte. Todas estas
técnicas son regularmente introducidas por medio de progresivas
reformas de migración y asilo. En Estados Unidos, los dispositi-
vos biopolíticos destinados a controlar la migración mexicana han
sido implantados gradualmente desde 1929, pero con mayor ace-
154
35. Luego de que se rechazara la propuesta de reforma federal, cada uno de los 50
estados de la Unión Americana se enfocaron en hacer propuestas de reforma
locales, y en 2007 hubo un total de 1 059 propuestas de reforma migratoria,
pero solamente 167 se convirtieron en ley. Véase Ariadna Estévez, Human Rights
and Free Trade in Mexico: A Discursive and Sociopolitical Perspective, Nueva
York, Palgrave Macmillan, 2008.
36. Timothy Dunn, “Border Militarizarion Via Drug and Immigration Enforcement:
Human Rights Implications”, en Social Justice, vol. 28, núm. 2, 2001, pp. 7-30;
“Migración, derechos humanos, ciudadanía y soberanía nacional”, en Ana
María Aragonés (ed.), Análisis y perspectivas de la globalización. Un debate
teórico, México, Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Universidad Nacional
Autónoma de México (unam)/Plaza y Valdés, 2005, pp. 155-176; Operaciones
anti-inmigrantes en la frontera eeuu-México: Ciudadanía y soberanía nacional
versus derechos humanos, México, Instituto de Investigaciones Económicas,
Universidad Nacional Autónoma de México, (unam), 2009; Blockading the
Border and Human Rights: The El Paso Operation that Remade Immigration
Enforcement, Austin, University of Texas Press, 2009.
155
37. Jeffrey Passel et al., “Net Migration from Mexico Falls to Zero—and Perhaps
Less”, Pew Hispanic Center, 2012, disponible en: <http://www.pewhispanic.org/
2012/04/23/net-migration-from-mexico-falls-to-zero-and-perhaps-less>.
38. Según Carlos Spector, quien ha llevado casos de asilo de mexicanos desde
principios de los noventa, aun cuando ya ha habido persecución política en
México –especialmente en la década de los noventa–, por diversas razones
políticas pocos habían usado el asilo o escogido Estados Unidos como su
destino, debido a que los perseguidos –marxistas y opositores al sistema de
partido casi único– veían a Estados Unidos como cómplice de los gobiernos
156
157
41. United Nations High Commissioner for Refugees (unhcr), Asylum Levels
and Trends in Industrialized Countries, 2007. Statistical Overview of Asylum
Applications Lodged in Europe and Selected Non-European Countries, Génova,
Organización de las Naciones Unidas, 2007.
42. Idem; United Nations High Commissioner for Refugees (unhcr), 2008 Global
Trends: Refugees, Asylum-seekers, Returnees, Internally Displaced and State-
less Persons, Génova, Organización de las Naciones Unidas, 2008, disponible
en: <http://www.unhcr.org/4a375c426.html>; 2009 Global Trends: Refugees,
Asylum-seekers, Returnees, Internally Displaced and Stateless Persons, Génova,
Organización de las Naciones Unidas, 2008, disponible en: <http://www.unh-
cr.org/4c11f0be9.html>; Asylum Levels and Trends in Industrialized Countries,
2010. Statistical Overview of Asylum Applications Lodged in Europe and Selected
Non-European Countries, Génova, Organización de las Naciones Unidas, 2010. El
14 de julio de 2009, el gobierno canadiense anunció la imposición de visa a los
mexicanos que visitan Canadá, contraviniendo la reciprocidad que guardaba con
México, que no pide visa a los canadienses. El gobierno canadiense argumentó
que la mayoría de las solicitudes de mexicanos eran falsas y que los mexicanos uti-
lizaban esta vía para migrar por causas económicas. En 2010 declaró que el caso
mexicano lo había alertado a reconocer que su sistema de asilo estaba “roto” y
que necesitaba una enmienda urgente para evitar que solicitudes presuntamente
falsas o inconsistentes como las de los mexicanos lo “taparan”; Citizenship and
Immigration Canada, Balanced Refugee Reform, Government of Canada, 2010,
disponible en: <http://www.cic.gc.ca/english/refugees/reform.asp>.
43. The United States Department of Justice, Asylum Statistics by Nationality, The
United States Department of Justice, 2011, disponible en: <http://www.justice.
gov/eoir/efoia/foiafreq.htm>.
158
159
160
los cárteles están actuando como agentes del Estado, y las víctimas, así
como las autoridades de asilo, están conscientes de ello, pero no van
a conceder el asilo a los mexicanos porque significaría abrir una Caja
de Pandora, no porque el desplazamiento forzado tenga las mismas di-
mensiones que la migración indocumentada, sino porque se maneja la
inmigración de mexicanos como un riesgo interno. [Por eso] cuando
vamos a la corte con un caso mexicano ponen dos o tres de los mejores
abogados que tienen, si son de cualesquiera otro país del mundo te
ponen un novato. Cuando pedimos asilo político con la oficina de asilo
que son los buenos de la película se manda cada caso a Washington an-
tes de la decisión [...] Ellos me lo han dicho varias veces, y no lo tratan
de ocultar, después de que tenemos la entrevista dicen: “como es caso
mexicano tenemos que mandarlo a Washington”.
LA DISLOCACIÓN NECROPOLÍTICA
DE LA LEY DE ASILO Y SU USO BIOPOLÍTICO
Para Foucault, un dispositivo es el conjunto de relaciones que se
construyen en torno a un discurso: instituciones, leyes, políticas
públicas, disciplinas, enunciados científicos y filosóficos, conceptos,
proposiciones morales, etcétera.53 Como táctica de poder en el dis-
161
54. Idem.
55. Michel Foucault, Defender la sociedad, op. cit.
56. Edgardo Castro, op. cit., p. 219.
57. Idem.
162
58. Por razones de espacio no profundizaré en estas opciones, pero dado que los
abogados de los mexicanos las consideran en sus solicitudes sí las describiré
brevemente. En primer lugar, bajo la suspensión de la expulsión/deportación
[Immigraiton and Nationality Act, en adelante ina, artículo 241, párrafo (b), inciso
(3), Subinciso (B)]. Una persona que no califica para el asilo en Estados Unidos de-
bido a las restricciones mencionadas en el cuerpo del texto no puede ser devuel-
ta a un país donde su vida pueda verse amenazada, pero puede ser transferida
a un tercer país. Los cinco motivos protegidos (véase la definición de refugiado)
siguen existiendo y la carga de la prueba es mayor en esta opción ya que el recla-
mante debe demostrar que “es más probable que sí a que no” vaya a ser objeto
de persecución, es decir, que haya por lo menos 51% de probabilidad de perse-
cución. Sin embargo, si la persona se las arregla para probar persecución, no hay
discrecionalidad aquí, el juez de inmigración tendrá que otorgar la protección, es
obligatorio. A una persona se le puede negar la suspensión de la expulsión si parti-
cipó de alguna manera en la persecución de cualquier persona en razón de alguna
de las categorías protegidas, si es responsable de un delito particularmente gra-
ve y constituye un peligro para la sociedad estadounidense, si cometió un delito
grave no político fuera de Estados Unidos y podría ser considerado como un
peligro para la seguridad del país. Una persona a la que se le concede la suspen-
sión de la expulsión puede obtener un permiso de trabajo, pero no puede tener
la oportunidad de solicitar la residencia permanente. En segundo lugar, la pro-
tección bajo la Convención contra la Tortura [ina artículo 208, párrafos 16 al 18].
163
164
165
166
61. Ernesto Laclau, New Reflections on the Revolution of Our Time, Londres, Verso,
1990; Emancipation(s), Londres, Verso, 1996.
167
168
64. Matthew E. Price, “Persecution Complex: Justifying Asylum Law’s Preference for
Persecuted People”, en Harvard International Law Journal, núm. 47, 2006, p. 454.
65. Sergio García, “Asylum for Former Mexican Police Officers Persecuted by the
Narcos”, en Boston College Third World Law Journal, vol. 31, núm. 2, 2011,
pp. 245-267; Sharon Pickering, “Crimes of the State: The Persecution and
Protection of Refugees”, en Critical Criminology, núm. 13, 2005, pp. 141-163.
66. Roland H. Bruin, “Working Party on Non-State Agents of Persecution: 2002 Report”,
en International Association of Refugee Law Judges Conference, 2002.
67. Las abogadas entrevistadas, Anna Jessica Cabot, Nancy Oretskin, Iliana Holguin,
así como Carlos Spector, coincidieron en que los jueces del Quinto Circuito son
“prejuiciosos” en contra de los mexicanos o que actúan desde la perspectiva del
gobierno porque antes de ser jueces fueron fiscales, por lo que en el margen
para la subjetividad que da el sistema de refugio estadounidense pueden
endurecer aún más las categorías jurídicas del asilo.
169
170
69. Véase Charles Bowden, op. cit.; Charles Bowden y Molly Molloy, op. cit.; Diego
Enrique Osorno, La guerra de Los Zetas. Viaje por la frontera de la necropolítica,
Mexico, Grijalbo, 2012.
171
172
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175
176
OPINIÓN POLÍTICA
La opinión política se refiere a los juicios sobre cualquier asunto
que involucre al aparato del Estado, el gobierno y las políticas pú-
blicas. Incluso si el solicitante no ha expresado aún sus opiniones,
la fuerza de sus convicciones hace suponer que eventualmente las
expresará y entrará en conflicto con las autoridades.71 Para apro-
vechar esta posibilidad, Spector ha creado la asociación política
Mexicanos en el Exilio, la cual tiene el objetivo de denunciar la
impunidad y exigir justicia en los asesinatos o desapariciones de
familiares en México. Teniendo en cuenta que el proceso de asilo
defensivo puede tardar hasta cinco años, si el solicitante comprueba
participación política en Mexicanos en el Exilio podría argumentar
exitosamente persecución futura.
No obstante, hasta ahora las personas que han logrado demos-
trar temor bien fundado de persecución por motivos de opinión
política son únicamente los que expresan una opinión en los tér-
minos más claros y clásicos de la ina y la Convención de las Na-
177
178
179
180
La otra cosa sobre el grupo social es que, para prevenir una lógica cir-
cular en la Corte, no puede ser definido por la persecución que sufre.
Por ejemplo, las mujeres que sufren violencia doméstica no puede ser
un grupo social, ya que la violencia doméstica es la persecución. Así
que los ciudadanos mexicanos que están siendo blanco de los cárteles
no puede ser un grupo social porque que está siendo definido por la
persecución. Eso nos evita usar lo que podría ser el grupo social más
evidente, una cosa bastante visible. Eso es un problema.
181
77. Miss Bala es una película mexicana sobre una mujer que es privada de su libertad
por agentes de la policía vinculados a una banda criminal luego de atestiguar una
masacre en un bar en el que laboraba. Llamo Miss Bala a esta mujer por el parecido
de la película con su caso y su petición explícita de no revelar su identidad.
182
CONCLUSIÓN
Aunque el marco biopolítico es útil para analizar la migración, fe-
nómenos relacionados como el desplazamiento forzado y el asilo re-
quieren una lectura complementaria que dé el contexto específico
del control de la muerte en la sociedad expulsora de refugiados, y
cómo ésta se inserta en la regulación biopolítica migratoria en el pri-
mer mundo a través del discurso de asilo. La necropolítica es un mar-
co conceptual ideal para entender por qué las personas huyen de sus
pueblos y cómo complementan el rol biopolítico de la Ley de Asilo.
Los datos indican que si bien la migración de mexicanos in-
documentados a Estados Unidos disminuyó, también apareció una
nueva tendencia migratoria: el asilo. Miles de personas abandonaron
sus hogares y se reubicaron dentro de México, pero todos aque-
llos que no son protegidos por el Estado mexicano –ya sea por su
incapacidad o falta de voluntad– se encuentran pidiendo asilo en
Estados Unidos. No es que los desplazados forzados hayan rempla-
zado a los migrantes indocumentados, sino que se abrió una nueva
tendencia migratoria en la relación México-Estados Unidos que se
está administrando a través del uso estratégico de la Ley de Asilo y
su dislocación necropolítica.
El temor bien fundado de ser perseguido por la falta de vo-
luntad o la incapacidad del gobierno para proteger a la víctima de
sus perseguidores, así como la persecución motivada por opinión
política o pertenencia a un grupo social determinado se utilizan
como conceptos de exclusión gracias a la dislocación necropolítica
que hace que el endriago y la política de la muerte reduzcan aún
más las posibilidades jurídicas de ser considerados refugiados. De
esta forma vemos que la biopolítica se nutre de la necropolítica para
funcionar como un regulador de quienes merecen vivir o morir.
183
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4. Ibid., p. 187.
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Estados Unidos”, en Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, núm. 76,
2000, disponible en: <http://www.ub.edu/geocrit/sn-76.htm>.
193
7. Fuller, 1939, pp. 45-46, cit. en Víctor Zúñiga y Rubén Hernández-León, “El nuevo
mapa de la migración mexicana en Estados Unidos: el paradigma de la Escuela
de Chicago y los dilemas contemporáneos en la sociedad estadounidense”, en
Estudios Sociológicos, vol. 24, núm. 70, 2006, p. 149.
194
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Controversy. A Transaction Social Science and Public Policy report. Including the
Full Text of “The Negro Family: the Case for National action” by Daniel Patrick
Moynihan, Cambridge, mit Press, 1967.
9. Joan Vilagrasa Ibarz, op. cit.
195
196
MEXICANOS “IGNORANTES”
Lo mismo que el progresista Moynihan atribuía a los afroamericanos
como criterio para explicar su fracaso, años después ha escamoteado a
los mexicanos para reconocer sus virtudes como minoría: los valores
familiares. Ello muestra que la discriminación cívica no usa criterios
homogéneos, ni tiene palabra de honor, pues en cada caso busca nue-
vos pretextos para estigmatizar. En nuestros días, los informes estadís-
ticos en Estados Unidos y la opinión pública de ese país coinciden en
estigmatizar a los mexicanos según nuevos criterios “objetivos”: son
ignorantes, en gran proporción traficantes de drogas y poco dispues-
tos a invertir en la educación propia y de sus hijos.
En un informe de 2008 al Congreso estadounidense, Kandel
señala:
197
13. William A. Kandel, The U.S. Foreign-Born Population: Trends and Selected
Characteristics, Congressional Research Service, 18 de enero de 2011, p. 19,
disponible en: <http://www.fas.org/sgp/crs/misc/R41592.pdf> (visitado el 15
de abril de 2012).
14. Liliana Meza González y Carla Pederzini Villarreal, “Migración internacional y
escolaridad como medios alternativos de movilidad social: el caso de México”,
en Estudios Económicos, Extra, núm. 1, 2009, pp. 163-206.
198
199
16. Samuel Huntington, Who Are We?: The Challenges to America’s National Identity,
Nueva York, Simon & Schuster, 2004.
17. bbva Research/Fundación bbva Bancomer, Revista Situación Migración México,
Fundación bbva Bancomer, noviembre de 2012, p. 2.
18. Idem.
200
19. Otro detalle metodológico que pone en cuestión los resultados mencionados es
que cuando describen las diferencias salariales, los economistas de bbva Research
no distinguen entre posgrado y licenciatura, sino que los suman en un solo bloque.
Pero podría ocurrir que los migrantes no mexicanos posean en mayor proporción
estudios de posgrado.
20. Luciana Gandini y Fernando Lozano Ascencio, “La migración mexicana calificada
en perspectiva comparada: el caso de los profesionistas con posgrado en Estados
Unidos, 2001-2010”, en Telésforo Ramírez García y Manuel Ángel Castillo (coords.),
El estado de la migración. México ante los recientes desafíos de la migración
internacional, México, Conapo, 2012, pp. 87-126.
201
21. Klaus Schwab (ed.), The Global Competitiveness Report 2010-2011, Ginebra,
World Economic Forum, 2010, p. 107, disponible en: <http://www3.weforum.
org/do cs/WEF_GlobalCompetitivenessReport_2010-11.pdf>.
22. Ibid., p. 239.
202
23. Matthew Hall et al., “Legal Status and Wage Disparities for Mexican Immigrants”,
en Social Forces, vol. 89, núm. 2, 2010, pp. 491-513.
24. Ibid., p. 494.
25. Robert F. Schoeni, “New Evidence on the Economic Progress of Foreign-Born
Men in the 1970s and 1980s”, en Journal of Human Resources, vol. 32, núm. 4,
1997, pp. 683-740.
203
204
28. Frank Bean et al., “Unauthorized Migration and Its Implications for Mexican
American Educational Incorporation”, en Briant Jensen y Adam Sawyer,
Regarding Educación, Mexican-American Schooling, Immigration and Binational
Improvement, Nueva York, Teachers College Press, 2013, pp. 43-65.
29. Ibid., p. 49.
30. Ibid., p. 54.
31. Idem.
205
32. John Logan y Richard Turner, Hispanics in the United States: Not Only Mexicans.
us2010 Project, Providence, Brown University, 2013, p. 12.
33. Ibid., pp. 12-13.
34. Matthew Hall et al., op. cit.; Douglas S. Massey, “Do Undocumented Migrants
Earn Lower Wages than Legal Immigrants? New Evidence from Mexico”, en
International Migration Review, núm. 2, 1987, pp. 236-274; Douglas S. Massey,
Jorge Durand y Nolan J. Malone, Beyond Smoke and Mirrors: Mexican Immigration
in an Era of Economic Integration, Nueva York, Russell Sage Foundation, 2002.
35. Matthew Hall et al., op. cit., p. 495.
206
207
MEXICANOS “NARCOS”
Desde principios de los noventa, los nuevos estudios sobre la pobreza
entre hispanos –antes concentrados en la población afroamericana–
han probado la existencia de una alta proporción de indocumen-
tados en el mercado informal de Estados Unidos. Más relevante es
la supuesta participación de tales trabajadores en un subsector de la
informalidad: el narcotráfico.40 Apenas el 18 de abril de 2013, el ex
zar antidrogas Barry McCaffrey presentó un supuesto “diagnóstico”
al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes
en el que afirma que los cárteles de la droga mexicanos “operan” en
más de mil ciudades estadounidenses, cálculo tomado de un informe
oficial previo que había sido difundido por el gobierno americano
en 2011.41 En efecto, en 2011, el National Threat Assessment estimó
supuestamente que el narco mexicano “estaría operando” en más de
mil ciudades de la Unión Americana. El verbo “operar” es vago e
incluye a los estadounidenses que compran la droga en México, aun-
que no estén subordinados a las organizaciones criminales mexicanas.
Además, dicho informe era deliberadamente ambiguo, pues el cua-
208
42. Fuente: U.S. Department of Justice and National Drug Intelligence Center, op. cit.
209
43. Barry McCaffrey, Statement for the Record Submitted by General Barry McCa-
ffrey, 18 de abril de 2013, disponible en: <http://www.michaelyon-online.com/
images/pdf/testimony -border-security-hearing-may-2013.pdf> (visitado el 20
de diciembre de 2013)
44. Víctor Zúñiga y Rubén Hernández-León, op. cit., p. 139.
210
211
47. Jeffrey Passel y D’Vera Cohn, A Portrait of the Unauthorized Immigrants in the
United States, Washington, Pew Hispanic Center, 4 de abril de 2009, disponible
en: <http://pewhispanic.org/files/reports/107.pdf> (visitado el 26 de abril).
48. Alejandro Hope, “Los cárteles no hablan inglés”, en Animal Político, 23 de
diciembre de 2011, disponible en: <http://www.animalpolitico.com>.
49. Eric Sevigny y Jonathan Caulkins, “Kingpins or Mules? An Analysis of Drug
Offenders Incarcerated in Federal and State Prisons”, en Criminology and Public
Policy, vol. 3, núm. 3, 2004, pp. 401-434.
212
213
CONCLUSIÓN
Se ha analizado cómo los informes oficiales o financiados por el
gobierno estadounidense suelen emplear la supuesta objetividad
de las cifras para acentuar premisas ideológicas que no son neutras.
Así como durante el siglo xx el modelo matriarcal de las familias
afroamericanas fue acusado de causar su pobreza, en la actualidad se
señala la supuesta falta de interés de las familias de origen mexicano
en la educación de los hijos y se les asocia con el crimen organi-
214
215
216
217
NOTA FINAL
Al momento de leer las pruebas de este capítulo, tengo en mis manos
el número 2 025 de la revista Proceso, del 23 de agosto de 2015, con la
llamativa portada: “El narco mexicano invade Estados Unidos”. No
se trata de un verdadero reportaje, aunque lo firme el reportero
Jesús Esquivel, sino de la reproducción de las afirmaciones generales
y sin pruebas, de la dea, acerca de una supuesta consolidación de
los cárteles mexicanos en aquel país. Se repite la manera tradicional
en que esa agencia antidrogas busca financiamiento en el Congreso,
sin importar la estigmatización que esto provoca contra los residen-
tes de origen mexicano y sin reacción por parte de la diplomacia
mexicana. Lo más triste es que la prensa de este lado del Río Bravo,
tanto la crítica como la oficialista, retome y amplifique acríticamen-
te esos “informes” biopolíticos.
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CAMELIA TIGAU
Universidad Nacional Autónoma de México
Centro de Investigaciones sobre América del Norte
INTRODUCCIÓN
¿Cómo emplear la migración para estimular el desarrollo, tanto na-
cional como individual? ¿Es posible diseñar políticas que no dife-
rencien a ciertos tipos de capital humano (con cualidades) de otros
(poco o no calificados)? ¿Cómo evitar esta discriminación a través
de “habilidades”?
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (en
adelante, tlcan), firmado en 1994, establece el uso de visas espe-
ciales para empresarios, investigadores, profesionistas y expertos en
tecnologías de información y comunicación. Mientras que Esta-
dos Unidos ha creado visas tn para facilitar la incorporación de
profesionistas mexicanos y canadienses, Canadá conserva el sistema
de puntos anterior al tlcan. México, por su parte, simplemente
aprovecha las nuevas condiciones de emigración.
El presidente en turno cuando se firmó el tlcan, Carlos Salinas
de Gortari, expresó que el acuerdo le permitiría al país exportar
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6. Ayelet Shachar, “The Race for Talent: Highly Skilled Migrants and Competitive
Immigration Regimes”, en New York University Law Review, núm. 81, Universidad
de Toronto (Legal Studies Research Paper, 883 739), 2006.
7. Stuart Tannock, “Points of Prejudice: Education-Based Discrimination in Canada’s
Immigration System”, en Antipode, vol. 43, núm. 4, 2011, pp. 1330-1356.
8. Ibid., p. 1330.
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ESTADOS UNIDOS
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11. Pia Orrenius y Daniel Streitfeld, “tn Visas: A Stepping Stone Toward a nafta
Labor Market”, en Southwest Economy, Dallas, noviembre-diciembre de 2006,
pp. 10-13.
12. Andrés Solimano, op. cit.
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13. Michael Fix et al., Migration and the Global Recession, informe encargado por el
Servicio Mundial de la bbc, Instituto de Política Migratoria, 2009, p. 131.
14. Ibid., p. 134.
15. Rodolfo Cruz-Piñeiro y Wilfrido Ruíz-Ochoa, “Migración calificada de mexicanos
a Estados Unidos mediante visado preferencial”, en Papeles de Población, vol. 16,
núm. 66, octubre-diciembre de 2010, pp. 103-135.
234
16. Tim Green y Alan L. Winters, “Economic Crises and Migration: Learning from the
Past and the Present”, en The World Economy, vol. 33, núm. 9, septiembre de
2010, pp. 1053-1072.
17. Jonathon W. Moses, “The Politics of Immigration: Introduction to a Special Issue
on US Immigration”, en European Journal of American Studies, número especial,
Immigration, 2009.
18. Stephen Castles y Mark J. Miller, Migration and the Global Economic Crisis: One
Year On, Basingstoke, Palgrave-Macmillan, 2010, disponible en: <http://www.
age-of-migration.com/uk/financialcrisis/updates/migration_crisis_april2010.
pdf>, (visitado el 3 de mayo de 2012).
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19. Idem.
20. Idem.
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237
24. Philip Martin, There is Nothing more Permanent than Temporary Foreign Workers,
Centro de Estudios sobre Inmigración, abril de 2001.
25. Organización para la Cooperacíon y el Desarrollo Económicos (ocde), Interna-
tional Migration Outlook, 2012.
26. Kristin Good, Municipalities and Multiculturalism: The Politics of Immigration
in Toronto and Vancouver, División de Publicaciones Académicas, Universidad
de Toronto (Studies in Comparative Political Economy and Public Policy), 2009,
pp. 279-282.
27. Ibid., p. 7.
28. Statistics Canada, cit. en Kristin Good, op. cit.
29. Ibid.
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PUNTOS Y MULTICULTURALISMO
Canadá cuenta con una política de migración basada en un sistema
de puntos para trabajadores calificados introducido en 1967 y refor-
mado en 1993 y 2002. Los puntos se calculan de acuerdo con el ni-
vel educativo, conocimiento de idiomas, la experiencia laboral, edad,
oferta de trabajo en Canadá y adaptabilidad. Las personas que obtie-
nen más de 67 puntos en una escala de 100 son elegibles para obtener
la residencia permanente. A pesar de que responde a las necesidades
de mercado, el sistema canadiense atrae a trabajadores menos califica-
dos que el de Estados Unidos.31
30. Idem.
31. Jeroen Doomernik et al., The Battle for the Brains. Why Immigration Policy is not
Enough to Attract the Highly Skilled, Washington, The German Marshall Fund of
the United States, 2009, disponible en: <http://dare.uva.nl/document/186515>
(visitado el 10 de junio de 2012).
239
32. Will Kymlicka, Finding Our Way: Rethinking Ethnocultural Relations in Canada,
Oxford, Oxford University Press, 1998, p. 40.
33. Will Kymlicka, “Multiculturalism, Social Justice and the Welfare State”, en Social
Justice and Public Policy: Seeking Fairness in Diverse Societies,Gary Craig, David
Gordon y Tania Burchardt, (eds.), Brístol, Policy Press, 2008, pp. 53-75.
240
LA CRISIS
La economía en Canadá se vio menos afectada por la crisis que la
estadounidense. Canadá es uno de los pocos países en donde no se
impusieron restricciones en materia de migración después de 2008,
excepto si contamos la imposición de visas a la creciente migración
mexicana a partir de julio de 2009 y la moratoria a ciertos progra-
34. Ibid., p. 7.
35. Citizenship and Immigration Canada, Facts and Figures, 2002, disponible en:
<http://publications.gc.ca/collections/collection_2010/cic/MP43-333-2003-
eng.pdf>.
36. Statistics Canada, 2005, cit. en Kristin Good, op. cit., pp. 418-422.
37. Ibid., p. 12.
38. Florida establece una correlación estadística entre el rendimiento económico
de una ciudad y su capacidad para atraer a trabajadores extranjeros calificados,
catalogados como la “clase creativa” (Richard Florida, The Flight of the Creative
Class: The New Global Competition for Talent, Nueva York, Harper Collins, 2005).
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39. Bill Graveland, “Immigration Minister Jason Kenney puts Moratorium on Skilled
Labour Program”, en The Canadian Press, 28 de junio de 2012.
40. Michael Fix et al., op. cit., pp. 136-137.
41. Ibid., p. 138.
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43. Delphine Nakache y Paula J. Kinoshita, “The Canadian Temporary Foreign Worker
Program. Do Short-Term Economic Needs Prevail over Human Rights Concerns?”,
en Estudio Institute for Resarch on Public Policy, (irpp), núm. 5, mayo de 2010.
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MÉXICO
44. Idem.
45. Michael Fix et al., op. cit., p. 16.
46. Ibid., p. 39.
245
47. Ibid., p. 7.
48. Ibid., p. 22.
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49. Sayak Valencia, Capitalismo gore, Barcelona, Melusina, 2010; Diego Osorno, La
guerra de Los Zetas. Viaje por la frontera de la necropolítica, México, Grijalbo,
2012; Bernardo Bolaños Guerra, Esclavos, migrantes y narcos. Acontecimiento y
biopolítica en América del Norte, México, Universidad Autónoma Metropolitana
(uam)/Juan Pablos, 2013.
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DIÁSPORA MEXICANA
EN ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ: AMOR Y ODIO
En entrevistas a profundidad con 50 profesionales mexicanos resi-
dentes en Estados Unidos y Canadá de entre 29 y 47 años de edad
realizadas en 2010 y 2011, se mostraron algunas características sobre
su situación en los países de adopción. El grupo muestreado presen-
ta dos tendencias opuestas: a) desmitifican el lugar de destino, que-
jándose de condiciones precarias de vida y de la discriminación, o
b) resaltan sus excelentes niveles de vida y la mala imagen de los mexi-
canos en Estados Unidos/Canadá. Esta mala imagen, según los entre-
vistados, parece perjudicar las oportunidades de desarrollo de todos
los mexicanos, incluidos los altamente calificados. Así, para concluir
este ensayo es preciso preguntarse: ¿el marco teórico de la biopolítica
puede dar cuenta de fenómenos como la “mala imagen” que afecta
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52. Frank Bean D. et al., “Unauthorized Migration and Its Implications for Mexican
American Educational Incorporation”, en Bryant Jensen y Adam Sawyer,
Regarding Education. Mexican-American Schooling, Immigration and Bi-national
Improvement, Nueva York, Teachers College Press, 2013, pp. 43-65.
53. Jefe de Estrategia Global, 36 años, 12 años en Estados Unidos.
54. Ingeniero de redes, 54 años, 26 años en Canadá.
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DISCUSIÓN FINAL
Las desigualdades y disparidades entre los tres sistemas económi-
cos y los flujos de migración en los países del tlcan han llevado
a algunos autores a pensar en un contrato social sobre migra-
ción. La noción misma de “contrato social” es bilateral y permite
superar algunas limitaciones del enfoque biopolítico que parece
demasiado concentrado en la gestión política de la vida y la ad-
ministración unilateral de la población por parte de economistas
políticos.
Solimano piensa que un contrato social sobre la migración es
un deber internacional, no sólo de carácter nacional.56 Pues sería la
única forma de representar a todas las partes del juego –migrantes,
gobierno, asociaciones patronales, sindicatos y organizaciones de la
sociedad civil de los países de origen y destino–.57 Según Solimano,
algunos de los desafíos para un régimen de migración internacional
más humano y racional tanto para los países de envío como para los
de recepción son los siguientes:
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2. Si bien en este texto resulta ambicioso tejer un discurso analítico sobre la ciu-
dadanía/biopolítica/anatomopolítica –uno de mis quehaceres actuales y en
curso–, es importante señalar que para el filósofo camerunés Achille Mbem-
be, si aplicáramos rigurosamente una microfísica del poder al sistema mundo
contemporáneo, el término biopolítica correspondería a una de las formas de
gubernamentalidad de las sociedades sobre todo centrales; a las periféricas
les correspondería una tecnología de control más bien necropolítica, la guber-
namentalidad de las poblaciones basada en la administración de la muerte de
sujetos considerados “cuerpos desechables” además de “cuerpos máquina”;
Achille Mbembe, Necropolítica, Barcelona, Melusina, 2011. La hipótesis de mi
trabajo actual es que los migrantes y sus condiciones de existencia en las me-
trópolis donde se instalan evidencian la cohabitación de las gubernamentali-
dades bio y necropolíticas.
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3. Michel Foucault, El orden del discurso, Buenos Aires, Tusquets, 2004, pp. 10-11.
4. Una sociedad del discurso para Foucault son la suma de “autores” y sus voces
instituidas “cuyo cometido es conservar o producir discursos, pero para hacerlos
circular en un espacio cerrado, distribuyéndolos nada mas que según reglas es-
trictas y sin que los detentadores sean desposeídos de la función de distribución
[de dicho discurso]” (ibid., p. 24).
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10. Michel Foucault, Las mallas del poder. Estética, ética y hermenéutica. Obras
esenciales. Vol. iii, Barcelona, Paidós, 1999, p. 238.
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11. Liliana Suárez, “Ciudadanía y migración: ¿un oximorón?”, op. cit., p. 32.
12. La noción de securitización (anglicismo) es una forma de nombrar los discursos y
dispositivos de gubernamentalidad que se basan en la lógica de la “seguridad”
como premisa.
13. Miguel Mellino, op. cit.
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14. Seyla Benhabib, Los derechos de los otros: extranjeros, residentes y ciudadanos,
Barcelona, Gedisa, 2005.
15. Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, Madrid, Alianza, 2006.
16. Ibid., p. 375.
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17. La idea de la construcción legal de la ilegalidad hace referencia a que son las
leyes de extranjería, supeditadas a las dinámicas del capitalismo contemporá-
neo, las que generan subjetividades tan vulnerables para la explotación como el
mercado lo necesita a través de figuras jurídicas como el illegal alien o migran-
te ilegal; Nicholas de Genova, “La producción legal de la ‘ilegalidad’ migrante
mexicana”, en Estudios Migratorios Latinoamericanos, vol. 17, núm 52, Buenos
Aires, 2003, pp. 519-554.
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CIUDADANOS
Españoles,
eurocomunitarios
y los Otros perpetuos
(naturalizados)
NO CIUDADANOS
Migrantes
“residentes de larga
duración”
NO CIUDADANOS
Migrantes
regularizados
(con papeles)
NO CIUDADANOS
Migrantes
irregularizados
(sin papeles)
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34. Elena Giner, “Los colectivos de sin papeles en Francia: Agentes de redefinición
identitaria y ejercicio de ciudadanía local”, en Liliana Suárez et al. (eds.), Las
luchas de los sin papeles y la extensión de la ciudadanía. Perspectivas críticas,
Madrid, Traficantes de Sueños, 2007, p. 90.
35. Su regulación se efectúa en la segunda parte del Tratado de la Comunidad
Europea, dedicada a la Ciudadanía de la Unión, artículos 17 a 22 del Tratado
de la Unión Europea (tue), en los que se desarrolla esta figura y se precisan
los derechos reconocidos. Se trata de un estatus personal, no sustitutivo de la
ciudadanía nacional, sino complementario y conferido a través del derecho
convencional (Alejandra Morales, “Hacia una nueva ciudadanía, la ciudadanía de
la Unión”, op. cit., p. 190).
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36. Enrique Linde, “La libre circulación de los trabajadores versus la libre circulación
de personas. La ciudadanía europea”, en Revista de Derecho de la Unión Europea,
monográfico La Europa social, la Europa de la solidaridad, núm. 5, 2003, p. 17.
37. Pero que además hoy también está en crisis puesto que con los altos índices de
desempleo en España y otros países del sur de Europa esta “superciudadanía” está
evidenciando sus límites al restringir otra vez el derecho a la libertad de instalación
para los sudeuropeos que buscan asentarse en países del norte del continente.
38. Enrique Santamaría, La incógnita del extraño. Una aproximación a la significación
sociológica de la “inmigración no comunitaria”, Barcelona, Anthropos, 2002.
39. Verena Stolcke, “Europa: nuevas fronteras, nuevas retóricas de exclusión”, en
Extranjeros en el paraíso, Barcelona, Virus, 1994, pp. 11-26.
40. Ésta es una denominación construida artificiosamente, en el sentido sociológico
del término, pues, lejos de la evidencia y la aproblematicidad (la inexistencia de
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planteamiento como problema) que puede sugerir, existe una importante disputa
político-simbólica en relación con las membresías políticas que conforman los
ciudadanos del “Estado español”. En este contexto, es interesante destacar cómo
los discursos alteritarios se han centrado en el binomio identidad-inmigración y
aún hay pocos estudios que se pregunten sobre los movimientos y sentimientos
nacionales en el interior del Reino de España, la apropiación de la identidad
eurocomunitaria y la migración.
41. Verena Stolcke, op. cit., p. 236.
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42. Véase el trabajo de Gerardo Pisarello y Xavier Pedrol (La constitución Europea
y sus mitos: una crítica al tratado constitucional y argumentos para otra Europa,
Barcelona, Icaria, 2006) sobre la constitución europea y sus “mitos”.
43. Marcelo Bonilla, La construcción político-jurídica del otro en la España y la
Cataluña de la globalización, Ecuador, Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (Flacso), 2006.
44. Veánse dos interesantes balances. El de Carlota Solé y Sonia Parella (“Ciudadanía
e identidad europea desde una perspectiva transnacional”, ponencia presentada
en el Simposium “Nuevas identidades/alteridades en el espacio latino-euro-
americano”, del 52 Congreso Internacional de Americanistas, Sevilla, 2006) y el
de Ariadna Estévez (Derechos humanos, migración y conflicto: Hacia una justicia
global descolonizada, op. cit.).
45. Seyla Benhabib, op. cit.
46. Saïd Bouamama, L’affaire du voile ou la production d’un racisme respectable,
París, Éditions du Geais Bleu, 2004.
282
¡Uf!, ¡qué preguntas me haces! Ahora has dicho esa palabra y hasta la luz
se encendió. Uhm… esa pregunta es complicada porque hay personas
que tienen muy teorizada la palabra ciudadanía y tienen muy buenas
explicaciones de lo que es. Pero para mí como que no quiere decir
muchas cosas.
Yo no digo nunca esa palabra [risas…] Ésa es la que me parece la
más difícil, porque no sé ni lo que es la ciudadanía.47
Sí, sí se escucha ahí [en Marruecos], pero para la gente nunca ha sido
una palabra usada socialmente o en la familia o en la calle, pues es una
palabra que ni los movimientos sociales tampoco la han usado, es más
bien una palabra que se ha empezado a usar políticamente hace poco,
dicen que la ciudadanía, que tenemos que ser ciudadanos. En Marruecos
[este término] se usa para que los marroquíes se sientan ciudadanos.
Muatana, muatana [traduce a los otros].48
283
Para mí, ciudadanía es racismo, islamofobia. Antes los sijs, hindis, mu-
sulmanes, sunitas, chiítas, todos vivían juntos y nadie se preguntaba qué
significaba ser sunita, chiita, todos convivíamos y participábamos de los
festejos de todos, la navidad, fiestas sufís. Yo, por ejemplo, mi familia es
sufí, casi cada jueves nos reunimos en nuestro lugar espiritual, habla-
mos, discutimos sobre problemas sociales. Entonces, estamos acostum-
brados a vivir nuestra ciudadanía. Donde se respeten los seres humanos.
Pero después de la guerra de Afganistán ya no, todo cambió.50
49. Idem.
50. Voces migrantes.
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53. Amarela Varela Huerta, “¿Papeles?, ¡para todos! Diez años de movimiento de
migrantes ‘sin papeles’ en Barcelona”, en Liliana Suárez et al. (comps.), Los sin
papeles y la extensión de la ciudadanía, Madrid, Traficantes de Sueños, 2006, pp.
215-236.
54. Liliana Suárez, “Hacia una ciudadanía postnacional. Fronteras interiores, inte-
gración y normalización”, en Actas del Congreso de Antropología, vol. 1, 1999,
pp. 3-216.
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57. Liliana Suárez, “Ciudadanía y migración: ¿un oximorón?”, op. cit., p. 39.
58. tcs.
59. Etienne Balibar, Nosotros ¿ciudadanos de Europa?: las fronteras, el estado, el
pueblo, Madrid, Tecnos, 2003.
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También con los moros hay una influencia histórica, porque los moros,
hace no tantos días que fue la Guerra Civil aquí, los primeros que iban
con Franco eran batallones de gente que habían traído de Marruecos
y eran el miedo que tenían los pueblos, que venían los moros e iban a
cuchillazo haciendo barbaridades, la guardia mora de Franco.
Lo de llamarles moros tal vez viene de esa época, bueno y de toda
la época cuando vinieron los árabes para aquí y tal […] Entonces, yo
creo con los moros tenemos también un rollo histórico, pero a la gente
latina, los invadimos nosotros.61
61. Entrevista colectiva a jóvenes del movimiento Okupa, Cornellá. Al margen de las
cuestiones que nos ocupan, me parece interesante señalar que en el imaginario
social español están presentes estas “guardias moras” ciertamente sanguinarias
y, sin embargo, no se recuerda el hecho de que el ejército español utilizó armas
químicas contra los rifeños entre 1923 y 1927, que ya los historiadores Sebastián
Balfour (Abrazo mortal. De la Guerra Colonial a La Guerra Civil en España y
Marruecos [1909-1939], Madrid, Península, 2002) y María Rosa de Madariaga
(“¡Que vienen los moros!: Imagen del moro en la memoria colectiva del pueblo
español y retorno del moro tras la Guerra Civil de 1936”, en Historia 16, núm.
319, 2002, pp. 8-36) han explicado, o que, incluso, esté ausente de esa figura
simbólica de los “moros” la comprensión sobre el pasado y el presente colonial
de España contra los territorios ahora marroquíes.
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71. Dipesh Chakrabarty, “Una pequeña historia de los estudios subalternos”, op.
cit., p. 31.
72. Ibid, p. 47.
73. Michel Foucault, El orden del discurso, op. cit.
74. Ranajit Guha, Dominance without Hegemony, op. cit.
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A MODO DE CONCLUSIÓN
En este capítulo he intentado esbozar las principales líneas argumen-
tativas sobre el debate contemporáneo sobre ciudadanía, pensada
como consecuencia de las migraciones hacia España, que imaginan
estrategias concretas para combatir el racismo social e institucional
del que se sustenta el contrato social vigente en ese territorio cuando
se trata de Otros, migrantes no “comunitarios”, como concreción de
la necropolítica con la que se gestiona el capitalismo contemporáneo.
A lo largo de estas páginas quedó dibujado cómo es que en lo
contemporáneo tenemos ejemplos de pertenencias o membresías
políticas que entienden la ciudadanía como un sistema de inclusión
(hacer vivir) al territorio donde los migrantes han conseguido lle-
gar y en donde han decidido quedarse, permanecer y pertenecer.
Al tiempo que prevalecen los discursos de consagrar a la ciudadanía
como un sistema de exclusión (dejar morir) mediante el cual pue-
da asegurarse la explotación y segregación racista, sexista, machista,
clasista y eurocéntrica de todos los sujetos “desechables” o aquellos
de los que el capitalismo se sostiene para existir.
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