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LA BIBLIOTECA

N° 6 | Primavera 2007

ÍNDICE

3 Editorial

Conversaciones
10 • Roger Chartier: “Hay una tendencia a transformar todos los textos en bancos de
datos”. Por Horacio González, Diego Tatián, María Pia López y Sebastián Scolnik
30 • Ricardo Piglia: “Las bibliotecas no sólo acumulan libros, modifican el modo de
leer”. Por Horacio González y Sebastián Scolnik
48 • Daniel Link: “El libro sigue siendo más poderoso y más inclusivo”. Por María
Pia López y Sebastián Scolnik

La pregunta por la lectura y el lenguaje


60 • Naturaleza, humanidad, cultura. Por Noé Jitrik
68 • Heidegger y la técnica. Por José Pablo Feinmann
76 • Imaginarios, lecturas, prácticas. Por Alejandro Kaufman
84 • Políticas de la escritura y memoria de las palabras. Por María De Pauli
90 • ¿Lecturas versus nuevas tecnologías? Por Mempo Giardinelli

Intermezzo
102 • El rostro de la medusa. Exuberancia y copiosidad del cuerpo pornográfico. Por
Christian Ferrer

La técnica como dilema filosófico


116 • La técnica y el tiempo. Progreso, aceleración, intensificación. Por Flavia Costa
130 • Variaciones sobre el objeto técnico. Por Margarita Martínez
142 • De técnicas y humanismos. Por Pablo Esteban Rodríguez
152 • Tecnologías y técnicas de la globalización en Zygmunt Bauman. Por Rubén H. Ríos
170 • Mediamutación. Cultura de los medios y crisis de los valores humanistas. Por
Franco Berardi (Bifo)

Lecturas argentinas
184 • Un políglota ciego en la habitación del monstruo. Conjeturas sobre Borges y la
política. Por Diego Tatián
202 • José María Ramos Mejía, el historiador y sus lecturas. Por Fernando J. Devoto
210 • Pedro de Angelis. Por Hebe Clementi
222 • Encrucijadas de los modos de lectura y rumbos de las escrituras críticas. Por
Adrián Cangi
230 • La literatura santafecina y el río. Por Roberto Retamoso
240 • Nota a “Los penúltimos días”. Por Diego Poggiese

Dialéctica y semiología
252 • El cuerpo, el lenguaje, la escritura y el hipertexto. Por Juan Samaja

Groussaquianas
272 • Paul Groussac, crítico cultural (y literario) en La Biblioteca. Por Eduardo Romano
284 • Groussac: “Calandria” y otros anticipos. Por Marta Elena Groussac

II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur


294 • Las colecciones de la Biblioteca Nacional de Venezuela. Por Arístides Medina Rubio

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304 • La colección de carteles de la Biblioteca Nacional de Cuba. Por Elíades Acosta Matos
310 • Política digital en bibliotecas nacionales: el caso chileno. Por Ximena Cruzat
Amunátegui
318 • El nuevo concepto de Biblioteca Nacional. Por Alfonso Quintero
328 • La Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares en Argentina. Por
María del Carmen Bianchi
336 • La prensa periódica y la formación de la sociedad argentina en la primera mitad
del siglo XIX. Por Daniel Campione
350 • Los catálogos en línea de acceso público en entorno web: la situación en el
Mercosur. Por Elsa Barber
362 • La perspectiva Groussac. Por Horacio González

Labor bibliotecológica
374 • Bibliotecas perdidas. Por Andrés Rivera y David Viñas
386 • Un documento fundante: sentencia confiscatoria de Moreno y Saavedra. Por José
María Gutiérrez
392 • Las colecciones del Tesoro. Por María Etchepareborda
400 • Archivo de Manuscritos. Por Vera de la Fuente y Ana Guerra
408 • Puiggrós, cuando fue Rodolfo del Plata. Por Mario Tesler
418 • Por la fuerza del trabajo. Fototeca Benito Panunzi - Biblioteca Nacional

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Editorial
Los que pasaban y la “señorita B. Fernández”

Cuando había que ir a la calle México, la Biblioteca Nacional estaba cerca. O parecía estar
cerca. Ofrecida a los que pasaban. Cierta vez, Carlos Pellegrini entró en la Biblioteca para discutir
con Groussac un discurso que debía dar por la noche. Se trataba de pulir los últimos detalles para
un banquete con sus amigos políticos. ¿Era el año 1901, 1902? Para ingresar, había que atravesar
aquellos ficheros del vestíbulo, esos elegantes armarios de largos cajones empotrados, con cartones
de esbelta caligrafía, que actualmente se hallan en la sección referencias del edificio de la calle
Agüero. Son los que consultará César Tiempo en 1935 cuando entre tantas serias cuestiones, le
reproche también a Martínez Zuviría ciertas ausencias en el catálogo, como la del cuentista ruso
Andreiev, autor que puede consultarse ahora.
En 1931, el escritor nacionalista Ernesto Palacio escribe su sugestivo Catilina, libro que dice
ver surgir de una “revelación” y que es una crítica despechada a los golpistas del año anterior. En su
prólogo a la segunda edición, leemos: “Yo estaba condenado a la inacción y a la conspiración. Encerrado
en una biblioteca, cuando todo mi ser me pedía guerra, la tarea de rehacer el episodio catilinario fue para
mí una forma de liberarme, una válvula de escape, una compensación psicológica. Varios meses de trabajo
febril, en la Biblioteca Nacional...” La Biblioteca Nacional aparece aquí como un lugar palpitante, una
encrucijada entre la agitación política y el retiro del escritor a su gabinete inspirado.
En 1940 Ezequiel Martínez Estrada escribe La cabeza de Goliat, y en uno de sus comentarios
observa el busto de mármol de Moreno, que presidía la antigua sala llamada Mariano Moreno del
edificio de la calle México –al busto se lo puede ver ahora en la sala del mismo nombre, en el 5° piso
del nuevo edificio. ¿Cuál era el comentario? Que si era cierto que ese busto concentraba cierta energía
nacional reparadora, sería muy posible que en esos tiempos que corrían, entonces se lo pudiese ver
como si estuviera puesto de cabeza. Hoy, la sala de lectura de la antigua localización de la Biblioteca,
rodeada de altas estanterías vacías –rebautizada Alberto Williams–, permanece muda. No se pueden
retirar las estanterías desnudas ni llenarlas de otra cosa que no sean libros. Acaso es buena idea que
la Biblioteca Nacional considere ese local como su reconstruida sección en el centro de la ciudad,
retornando a él, invocando el recuerdo de Borges y Groussac, recreando aquella sala de lectura y
consulta, frontera y destacamento avanzado de la biblioteca hacia otras envolturas de tiempo. Envío
de actualidad hacia su historia lejana. Ese vacío que podría ser reconstruido es imperativo cultural
que nada cuesta emprender ahora. Otras bibliotecas nacionales del mundo así lo hicieron cuando se
mudaron, dejando detrás un activo resto suyo.
En 1955 Borges es nombrado director de la Biblioteca Nacional. En el maledicente y per-
verso libro titulado Borges, de Bioy Casares –pero que también es un libro extraordinario–, se lee
una nota correspondiente al 17 de enero de aquel año. Escribe un irónico Bioy: “Borges me cuenta
que Manucho Mujica Láinez, apareció en su coche oficial, con secretario, llevando una caja con una
etiqueta en letras doradas que declaraban: Biblioteca Nacional, Manuscritos de Escritores Argentinos,
seleccionados y donados por Manuel Mujica Láinez, Buenos Aires, 1956. Contiene la caja manuscritos
de todos nosotros y de otros talentos como Girri y Murena. Por carta y verbalmente, Manucho
insistió en que convenía que los diarios comentaran la donación, para que otros lo imiten y haya más
donaciones. Borges: qué le importarán las otras donaciones, lo que quiere es que se hable de él”. Esta
anotación revela un ejercicio agresivo de banalización y sospecha degradatoria sobre las intenciones
edificantes. Pero señala los movimientos culturales de ese tiempo movedizo, en el que el mundo
cultural rodeaba la confirmación de Borges en la dirección de la Biblioteca. Esos manuscritos –ha
pasado más de medio siglo–, se hallan hoy en la Sala del Tesoro, en el 3° piso del edificio construido
por Testa y Bullrich sobre la ex residencia presidencial.
A propósito de aquella vieja residencia, su último ocupante escribirá en 1956, en Del poder al

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exilio: “Buenos Aires estaba todavía adormecida y despoblada. Las casas se veían apenas en la luz
incierta del amanecer. Llovía siempre; era una noche ventosa; el agua que caía sacudía los árboles del
parque con la violencia de la tempestad”. Un desacostumbrado Perón escribe estos párrafos sobre los
árboles del parque que él vería por última vez. Una extraña melancolía retiene esa prosa, que pasa
muy rápido por una inesperada zona de incipientes metáforas. Borges, menos lírico, había escrito
“las épicas lluvias de septiembre”. Eran las mismas lluvias. La relación de la Biblioteca Nacional con
la ex residencia presidencial sigue viva aunque quedan apenas algunos cimientos de la vieja mansión
y una parte no demolida por la calle Austria. La última manifestación de estos lazos en el tiempo es
la historieta El atajo: la batalla de la Biblioteca Nacional, con guión de Juan Sasturain y dibujos de
Solano López, que le agrega un gran un episodio apócrifo a El Eternauta.
En 1985 el historiador Tulio Halperín Donghi escribe en el prólogo de José Hernández y sus
mundos que “en 1984 la intercesión del profesor Gregorio Weinberg, director en ese momento de la
Biblioteca Nacional, anticipada por los buenos oficios de la señorita B. Fernández, me abrió acceso a
volúmenes de la colección de La Tribuna retirados de la consulta al público (a la espera de una res-
tauración cuyo costo la Biblioteca no puede afrontar) debido al deterioro que han sufrido ya”. Hoy,
una de las salas le lectura lleva el nombre de Weinberg y los ejemplares de La Tribuna –no fue poco
el tiempo que pasó– están en restauración.
Este es apenas uno de los recorridos de la historia de la escritura y la lectura en la Biblioteca
Nacional. Una historia que está escrita en libros, memorias y documentos dispersos. La Biblioteca es
también un personaje de la literatura nacional. Si en todo país hay una historia de su memoria lectora,
esta historia suele coincidir con la de su establecimiento mayor bibliotecario. Lo que él guarda no
son sólo libros, diarios, fotos. Guarda una memoria de lo que como espacio arquitectónico significa
en el interior del corazón literario del país. Por una extraña pasión intelectual, quedan las huellas de
la Biblioteca como ente físico, como inmueble y como escena de un breviario profano, en el cuerpo
de una parte importante de lo escrito en el país. Ricardo Piglia suele decir que no concurría a la
Biblioteca, pero saber que ella existía en algo podía resguardar o sostener toda la literatura argentina
efectivamente escrita. En la república del silencio, decía Sartre, saber que había un lejano puñado de
partisanos mal armados y sin posibilidades a la vista, a todos los hacía más libres.
Es así que la historia nacional, en una parte no fácil de explicar, es la historia de todos los
actos patrimoniales y escriturales que la Biblioteca ha amparado. Actos que luego aparecen como
testimonio del estado de sus materiales, de la respiración de sus salas, del nombre de sus antiguos
empleados. ¿Qué sería de esa señorita B. Fernández que menciona Halperín? No conocemos su des-
tino. Ella puede ser un arquetipo, la sucinta evocación de simpatía hacia un augur desvanecido en la
memoria bibliotecaria. Algo obliga al investigador a declarar un débito hacia esos que parecen pasillos
apáticos y mudos mostradores que sin embargo no se hallan escasos de profesionalidad y filantropía.
Con ella se pone algo de sosiego a la comprensible desesperación de los lectores por encontrar los
ansiados documentos dormidos.
Muchas veces suele pensarse que una Biblioteca Nacional es un centro de documentación
o una oficina de servicios a otras instituciones públicas o a los medios de comunicación. Todo eso
debe serlo, pero si no fuera más que eso, tampoco daría adecuadamente esos servicios. Si no se con-
sidera que cada texto dejó recuerdos de lectura –sí, una obvia historia de su consulta, que se puede
comprobar por cualquier vía interna estadística–, y que todo lo que se atesora en silencio, aunque sea
una vez podrá ser aquilatado, se parecerá a esos personajes nativos que se encuentran en los relatos
de los más importantes antropólogos del siglo veinte. Un investigador hace su pregunta clave, y los
hombres autóctonos les repiten una lección sobre su tribu que previamente fue aprendida de otros
imaginativos antropólogos. Así, una Biblioteca Nacional convertida en un museo preservacionista

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o en un mero servicio documentalista, corre el riesgo de hablar con lo que previamente un hábito
petrificado de investigación ya habría puesto en ella.
La preservación, la documentación, los sostenes automatizados y los procedimientos de agregación
o expurgo de materiales, sólo pueden rendir su cometido exhaustivamente, si encuentran en su camino
el nombre verdadero que justifique su necesario dispositivo técnico, el que hunda su raíz en las más
remotas historias bibliotecarias y en los métodos de catalogación que sin duda fueron contemporáneos
de los iniciáticos rasgos del pensamiento abstracto, de la operatividad laboral sobre la naturaleza y del
pensamiento sobre el espacio y el tiempo, que son evidentes ficciones colectivas del origen del pensar.
Ese nombre es el del libro completo cuyo encuentro, lectura y consideración crítica debería
llevar a otro libro de esa misma índole, sosteniendo tanto la cadena de lecturas pedagógicas como de
lecturas de descubrimiento. Las dos se retroalimentan hasta dar con lo aún inexistente, la pieza que
obtenga en el interior de la Biblioteca la interpretación nueva. Así, la Biblioteca es de algún modo
una Fábrica –fábrica inmaterial que agrega conceptos de ordenamiento y circulación a lo ya fabrica-
do– pero en la que conviven los símbolos con un trabajo serial sin taylorismo, es decir, una serialidad
mecánica pero no en la consideración del acto laboral en sí mismo, que es trabajo colectivo libre,
emancipado. La puntuación cultural constituye la característica que enhebra la cadena laboral, de
modo que clasifica y libera. Es decir, cada pieza está en una serie y a la vez es única.
Se dirá que para todo esto no es necesario contar la historia de “los que pasaban” –de Pellegrini
a la consulta de La Tribuna– ni sería adecuado suponer que es importante la historia que va de la
calle México a la calle Agüero. Pero quien así dijera se sumaría a una interpretación meramente
panóptica de la requisitoria de documentación, un mercado de objetos que yacen laboriosamente
pero que ya están interpretados de antemano.
Ciertos conceptos de búsqueda llevan a encontrar en las cosas lo que previamente pone-
mos en ellas. Así, ideas como las que a veces se invocan mentando una supuesta “sociedad del
conocimiento”, conducen a la ilusión pedagógica de un mundo plano sobre el cual decimos que
interrogamos pero ya lo sabemos todo. Es que conceptos como ése, parten del error fundamental
de borrar de un plumazo los procesos históricos que hacen del conocimiento un conflicto nece-
sario y no una sociedad que diluye las diferencias entre información y cultura, con una indolente
metafísica de la transparencia. Los modelos de investigación entonces se resumirán en estudios
de recepción o en excavaciones genealógicas gobernadas por un archivismo de iluminación uni-
forme, mero fetichismo sin profundidades ni vacíos.
Sin una historia de la lectura, pues, no puede haber políticas bibliotecarias nacionales y públicas.
Y una historia de la lectura es la presencia del lector arcaico en el lector contemporáneo. Todo lector
funda su actualidad en los lectores cancelados que alberga su conciencia. De esto, la “sociedad del
conocimiento”, ente raso y monótono, mera superficie lunar de signos estáticos, nada sabe. Esta afir-
mación supone un debate largo. Es un debate que se verifica de modo excepcional en las bibliotecas
nacionales. Para ellas, es una discusión radical, decisiva. Es que están en peligro.
El concepto de “nacional” en ellas está en discusión bajo la presión de las redes telemáticas y la
formación de núcleos de oferta cultural concentrados en informaciones globalizadas tratadas como neo-
mercancías de un mercado de intercambios abstractos, precisamente la “sociedad de la información” y
otros sofismas parecidos, que toman la forma de un entramado mercantil de simbologías. Todo ello se
complementa con la construcción del lector remoto –necesario personaje a ser repensado desde el lector
real y no a la inversa– que descuidadamente elaborado como concepto, puede tornar inanes las gran-
des fortificaciones bibliotecarias, que serían mausoleos cuidados por sacerdotes togados, interdicciones
reglamentarias en mano. Mausoleos sin gente, sin murmullo en los pasillos, sin avizoramiento de libros
o imágenes, todo sometido a un preservacionismo talmúdico. Nada de “señorita B. Fernández”.

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Por eso mismo, también el concepto de “biblioteca” puede desaparecer así como el de “bibliote-
cario”, sustituido por el de “oficial documentalista” o “trabajador de la información”.
Los peligros son así conocidos. Conocemos cómo sería la adecuada herencia de la decisiva revo-
lución digital, que debe ser recibida en términos de una vigorosa recreación de la experiencia real,
tanto existencial como lectural y de lenguaje. No hay creación civilizatoria sin que se articulen en un
punto esencial –a ser descubierto–, los planos de la práctica experiencial real –entre ellas, la lectura–,
con sus planos metafóricos y de reemplazo por niveles técnicos que amplían la imaginación pública.
Se habla de TIC’s. ¿Qué concepto es ése? Es como si en los tiempos de la nueva historia francesa –la
que se denominó de la “historia de las mentalidades”– se hubiera hablado de hisment, menthist o algo
parecido. Una mutación técnica que se establezca en su grado de verdad adecuado en un momento
de la historia humana, no precisa cristalizaciones o momificaciones del lenguaje, pues esa es precisa-
mente la forma de poder e incautación holgazanamente asociada a todo descubrimiento, lo que hace
del logos de la técnica una forma de dominio y de descuido del lenguaje colectivo, cuando su destino
es otro. Es el destino de una teckné que preserve los lenguajes heredados, fortaleciéndose en ellos.
Una tecnología a la escala del proyecto humano, no es una hipótesis de secuestro, dominación y
de sustitución de legados ya probados. Ciertamente, trae palabras nuevas, necesarias y creadoras, pero
en diálogo con el acervo disponible. Ni los preserva monásticamente para convertirlos en lingotes
retirados del uso público, ni propone la superioridad de una lengua cosificada sobre la experiencia
real conversativa. Esta última es la experiencia que debe sostener realmente los cambios en dirección
a una cultura social crecientemente eximida de los poderes inertes y de las prácticas de burocracias
curialescas. Tales poderes inmediatamente se consideran depositarios de las novedades cuyo destino
es otro: no el de disecar el lenguaje sino el de recrear las potencias del conocimiento humano. No una
“sociedad del conocimiento” que a cambio de una extensión hacia la supuesta infinitud del saber, lo
cauciona en las reglas de un nuevo disciplinamiento.
Ahora, la Biblioteca Nacional no está en el centro histórico de la ciudad, pero es continuidad
de aquella anterior figura urbanística y arquitectónica. No es que haya perdido cercanía. Pero debe
crear una proximidad nueva, que es el vínculo con lo que en ella se haya producido en materia
de símbolos culturales del acervo universal. Nuevas menciones a las “señoritas B. Fernández” –la
historia del buen servicio de la Biblioteca Nacional– que deberán sobrevenir, al amparo de la
recreación del lenguaje bibliotecario a la altura de la época y de su propia historia conceptual. Las
Bibliotecas Nacionales pueden desaparecer, parafraseando a Charly García. Pero los amigos del barrio
podemos colaborar para reintegrarlas dignamente a la vita activa si su milenaria historia como
lengua profesional y creación de las naciones modernas, se mide en condiciones de igualdad con
los lenguajes de las lenguas artificiales, como Google y otros.
¿No es toda la obra de Borges un intento de enlazar las lenguas arcaicas con las lenguas artificia-
les? Es más “bibliotecológica” la lengua borgeana –incluso en el sentido efectivamente tecnológico–
que muchos intentos de crear una nueva lengua LTI, una nueva “lengua del tercer imperio”1, lengua
que pierde sus raíces cognoscitivas en nombre de conceptos meramente de dominio. Las bibliotecas
nacionales del mundo son el ágora de este interesante debate: o bien recreación de técnicas de cono-
cimiento con base en filologías del gran legado o bien súper artificialismo de esas lenguas que con sus
maravillosas realizaciones no evitan muchas veces poner en peligro el legado.

NOTA

1. Víctor Klemperer, LTI, carnets d’ un philologue, [Leipzig, 1975]; citado por Barbara Cassin, Google-moi, la deuxième mission de
l’Amerique. Albin Michel, 2006.

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A pesar de que las virtudes creadoras de las lenguas artificiales son muchas, no escasean las opor-
tunidades por las que en vez de triunfar el altruismo científico –del que potencialmente son portado-
ras– se prefiere cobrar el subido precio de unificar con desnutridos axiomas pedagógicos el lenguaje
de la humanidad. Es posible evitar ese destino. La atenta señorita “B. Fernández”, personaje de la
historia de la lectura en la Biblioteca Nacional, interlocutora de los que pasaban, lo va a agradecer.

Dirección de la Biblioteca Nacional

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Conversaciones

Un nuevo campo de reflexión cultural reclama la actividad de


historiadores, novelistas y críticos. Se trata de la ocurrencia de
grandes mutaciones en las prácticas de la escritura y la lectura a
partir de la aparición de los procedimientos electrónicos que, en
esos dos aspectos, vienen a sustituir realidades milenarias. No es
que en el pasado escasearan las reflexiones sobre el papel del lec-
tor y las transformaciones en el orden de los medios técnicos de
escritura. Basta recordar, apenas en la historia cultural argen-
tina, los notables trabajos de Macedonio Fernández en torno a
las operaciones de lectura, y de Jorge Luis Borges definiendo la
paradoja del escritor que se jactaba no de sus escritos sino de
lo que había leído. Pero la epopeya del sujeto lector ahora está
frente a un soporte nuevo, y esto exige que la propia idea de
soporte sea interrogada. Como dice Roger Chartier, una historia
exige del apartar la ilusión de equivalencias que introduce la
noción de soporte, pues hay historia precisamente porque no
se puede dar como homogéneo, secuencial o lineal el derrotero
del códex, el libro y de los medios electrónicos. Investigar esa
grieta novedosa y a la vez estremecedora presupone casi trazar
nuevos capítulos de la historia del sujeto y de cierta manera,
también en lo que en épocas no tan lejanas se distinguió con el
concepto de “prácticas teóricas”. El profesor Chartier ha dado
contribuciones esenciales a este tema, dando un giro relevante al
legado de la historiografía francesa clásica. Por su lado, Ricardo
Piglia ha excavado permanentemente en la facultad imaginaria
y constructora del arte de leer, haciendo de este gesto del “ser
situado en el mundo” una manifestación callada de las trage-
dias del crítico como del hombre social presa de un sueño o una
utopía. Por otro camino, Piglia llega también a la conclusión de
que el examen más dramático que puede hacerse de la cultura
contemporánea, proviene de una historia de la lectura donde el
lector es a la vez el fantasma desdoblado de un historiador, de
un memorista y de un militante político. En sus novelas Piglia
ha puesto frente al abismo esta idea de que el mundo es apático
y será el lector quién lo redima. A la vez, Daniel Link, en su
experiencia de crítico literario y novelista, ha dado razón al
desafío que se dirige hacia el arte de la escritura con la aparición
de nuevos emblemas técnicos que la sitúan en otras nociones de
espacio y de tiempo. En sus escritos, Link interroga estos fenó-
menos que a la vez que amenazan la escritura, le proporcionan
nuevas posibilidades de realización. Estamos otra vez ante el
final de un mundo clásico y el retorno de sus modernos.
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Entrevista

Roger Chartier: “Hay una


tendencia a transformar todos los
textos en bancos de datos”
Por Horacio González, Diego Tatián, María Pia López y Sebastián Scolnik

Roger Chartier nos visitó una mañana solea-


da en la Biblioteca. Rápidamente comenzó
a conversar con un tono pausado, sutil. Los
problemas y conceptos se iban encadenando
unos tras otros sin extraviarse de su rigor
expositivo, trazando una historia de la cultu-
ra de “larga duración”: desde los dilemas del
códice hasta la revolución digital en ciernes.
Un recorrido tramado de reenvíos, paradojas
e incertidumbres, que desecha los diagnósti-
cos simples respecto a la lectura, las formas
de preservación de la producción escrita y las
tensiones que se derivan de las transformacio-
nes actuales. La movilidad de los textos, las
políticas de autoría, el rol de las bibliotecas
nacionales, y el análisis de los períodos cultu-
rales a partir de la materialidad de sus modos
de escritura, llevan a Chartier a plantear el
desafío de la simultaneidad, en una conviven-
cia sin garantías, entre los distintos medios
expresivos. Una experiencia que pueda ir del
libro –con sus rituales y procedimientos, y su
espacialidad topográfica– hasta la lectura en
pantalla –con su carácter fragmentario– cuya
clasificación enciclopédica retoma los enig-
mas borgeanos, aún irresueltos.
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La Biblioteca: Me parecería impor- la consulta digital. Hasta tal punto


tante comenzar por un rasgo de la llega esta idea, que algunas bibliote-
historia de la escritura que quizá pa- cas, incluso la British Library, habían
rezca un poco irrelevante sin serlo. vendido sus colecciones de diarios
Me refiero a la cuestión del tipo de americanos del siglo XIX, consideran-
papel que se usaba en los diarios y do que los procesos de microfilmación
los problemas que eso plantea, tan- y digitalización se convertían en una
to para la preservación como para el buena oportunidad para vaciar los
lector contemporáneo. anaqueles de las bibliotecas. Esto me
parece un error enorme, porque un
Roger Chartier: Hay dos aspectos, libro o un diario es más que los textos
uno de los cuales es muy particular que son publicados en este objeto. El
y técnico. A partir de la segunda libro tiene una serie de formas mate-
mitad del siglo XIX y en el siglo XX, riales y dispositivos gráficos, desde
hasta la Segunda Guerra Mundial, la el formato hasta la coexistencia en la
fabricación del papel utilizó un grado misma página de diversos textos que,
de acidificación muy fuerte, lo que si queremos conservar la comprensión
explica que esos diarios y revistas sean de la manera en que fueron leídos por
los más frágiles de toda la historia los lectores de aquellas épocas, es fun-
del libro. Una Biblia del siglo XV damental que sea posible la consulta
o un panfleto del siglo XVIII van a del texto en su materialidad original
resistir más que los diarios impresos o sucesiva. Un ejemplo de esto puede
en la segunda mitad del siglo XIX y ser una novela del siglo XIX. Siempre
comienzos del XX. Esa es una cuestión es posible leerla en una versión digita-
fundamental para todas las bibliotecas lizada. Pero si esa novela fue publicada
en todo el mundo: encontrar los pro- por entregas en los diarios o en libros
cedimientos que permitan salvar estos para los gabinetes de lectura, cada vez
libros y diarios, impresos sobre un que cambió la materialidad de esta
papel tan vulnerable. Más allá de este novela, cada vez cambió la relación de
punto particular, se plantea la cues- los lectores con este texto.
tión de la relación que puede existir Esta es la cuestión central: pensar que
entre los objetos originales, algunas un libro es más que el texto que abar-
veces muy frágiles, y diversos tipos de ca y, como consecuencia de esto, no
reproducciones, la microfilmación y la pensar una simple equivalencia entre
digitalización. Este es un planteamien- esos soportes. Hay que desarrollar una
to que se da en todas las bibliotecas: política de preservación que permita la
hasta qué punto se debe comunicar a lectura del texto fuera de la biblioteca
los lectores a partir de estas formas de y que limite la consulta de los objetos
sustitución, qué hacer con los obje- más frágiles, pero al mismo tiempo, las
tos originales y cómo conservarlos. bibliotecas, particularmente las nacio-
Esta es una cuestión de equilibrio y nales o patrimoniales, deben pensar
negociación porque me parece muy que su tarea fundamental es permitir el
grave la idea que cuando un libro es acceso a los textos a partir de todas las
transformado, por las enormes posi- formas impresas –o inclusive manuscri-
bilidades que brinda la digitalización, tas– en que estos materiales fueron pro-
haya una única forma de consulta; ducidos. Es un desafío, porque requiere

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dinero, competencia y organización, Borges que editó Thomas di Giovanni,


pero es una tarea fundamental. Es la su traductor al inglés, dice que había
razón por la que pienso que cuanto encontrado un Don Quijote editado por
más avanzamos en los textos digitali- el editor francés Garnier que para él era
zados, más se exige esta función para el verdadero Quijote, con sus grabados
las bibliotecas patrimoniales. Algunas y sus notas al pie de página. Como si
veces se ha pensado que alguna de estas en esta segunda relación con el texto,
funciones podía eliminarse. Es la razón la importancia de su encarnación, en
por la cual me parece que hay que plan- una edición que no era necesariamente
tear una cuestión ni la mejor, ni la más exacta, revelaba
Para mí, lo importante es cómo más amplia en el momento del encuentro con un
una obra, un conjunto de pala- relación con el lector, todavía joven, que consideraba
bras que ha atravesado los siglos, papel que hace que el verdadero Quijote no era el de
fue encarnada sucesivamente en a ciertos diarios, Cervantes ni el de Pierre Menard, sino
formas materiales que tienen sus libros y revistas el Quijote de los Garnier.
lógicas, que producen sus efec- muy vulnerables.
tos, y que no solamente los críti- Se trata de la rela- LB: Volviendo a la cuestión del
cos literarios y los historiadores ción de los textos original del texto, hay una muy
de las ideas deben ser conscientes en su identidad conocida foto de Walter Benjamin
de esto, sino también los ciu- desmaterializada; en la Biblioteca Nacional de Francia
dadanos pueden pensar que las siempre es posi- con un archivo circular, donde está
formas múltiples de la escritura y ble decir que Don manipulando un conjunto de fichas.
la publicación son algo que debe Quijote existe más Inspirado en esa foto, ¿usted diría
ser comprendido. allá de todas sus que hay una pérdida del aura en el
formas encarna- actual manejo de las bibliotecas en
das pero, al mismo tiempo, los lectores relación a las técnicas de sustitución
siempre han comprado el Don Quijote de las formas empíricas de la civili-
en una forma material específica de zación del libro? ¿Es ese un estadio
publicación que contribuyó a la vez a la civilizatorio que hay que atravesar
construcción del sentido y a la memo- de una manera adecuada y crítica?
ria de la obra. En un ensayo reciente,
tomo la contradicción de estas dos RC: Evidentemente Walter Benjamin
perspectivas frente a una misma reali- habría respondido que sí a su pre-
dad. Se trata de dos textos de Borges. gunta (risas). Para él, la reproducción
En una conferencia dice: “he pensado mecánica de las imágenes y de las
escribir una historia del libro”, pero palabras vivas destruía este aura que
inmediatamente añade: “no me intere- supone un original mítico y, en cier-
san los libros como objetos materiales”. to sentido, investido por un peso de
Lo que le interesa es la valorización del sacralidad. Al mismo tiempo, en un
libro en distintas sociedades, y las obras ensayo muy famoso, demostraba que
fundamentales que han construido un la reproducción mecánica que destruía
patrimonio canónico de la literatura el aura, permitía con ellas nuevas rela-
mundial. Es decir, una relación con el ciones. Se veían en la reproducción
libro desmaterializada que hace hinca- cosas que no se veían en el original.
pié en los textos, en las obras. Mientras Indudablemente debemos considerar
que en un fragmento de la biografía de por qué hay esta mitificación del

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manuscrito, de la obra original. Es del códice. Es decir, el texto se dis-


algo que pertenece a nuestra sociedad. tribuye en un objeto organizado por
No soy filósofo y no puedo explicarlo cuadernos, hojas, páginas, con una
totalmente, pero hay un peso de valo- portada, índices, notas que permiten
rización de esta idea de lo original, todos los gestos que se vinculan con la
de aquello que surge de una primera cultura escrita: hojear, escribir mien-
vez, del texto fundador. Se pierde esta tras se lee. Todo esto no depende de
dimensión cuando hay una multipli- ninguna manera de la invención de
cación por la reproducción. Gutenberg, sino que depende de un
Para mí, lo importante es cómo una modo de publicación de los textos, que
obra, un conjunto de palabras que ha era aquel inventado en los primeros
atravesado los siglos, fue encarnada siglos de la cultura cristiana en rup-
sucesivamente en formas materiales tura con los rollos de escritura de los
que tienen sus lógicas, que producen Antiguos. La revolución digital es en
sus efectos, y que no solamente los este sentido más próxima a la revolu-
críticos literarios y los historiadores de ción del códice, porque transforma no
las ideas deben ser conscientes de esto, sólo las técnicas de reproducción de
sino también los ciudadanos pueden los textos sino también la distribución
pensar que las formas múltiples de la de un texto sobre su soporte. Leer un
escritura y la publicación son algo que texto frente a una pantalla, no corres-
debe ser comprendido. De ahí el papel ponde ni a los gestos, ni a las opera-
que una biblioteca puede desempe- ciones intelectuales propias del libro
ñar en mostrar las diversas formas de impreso. Allí es donde se ve que la
encarnación de la palabra escrita. Esto historia de larga duración de la cultura
es algo que también permite a veces escrita ayuda a situar más precisamente
establecer un diagnóstico más agudo diagnósticos sobre lo que realmente
sobre el presente, porque se multiplica está desafiado en el presente.
la literatura sobre la revolución digital. Lo que debemos hacer, me parece, es
Como si ahora, finalmente, una forma conservar, describir y analizar todas las
de sobrevivencia de la cultura impresa formas sucesivas o simultáneas en que
se vincularía con la multiplicación una obra dada ha sido comunicada a los
de los ensayos y artículos impresos a lectores. Y, de una a otra, las variacio-
propósito de su fin declarado (risas). nes pueden ser puramente materiales,
Pero, muchas veces, estos discursos son o puede tratarse de una “materialidad”
totalmente equivocados. Por ejemplo, que no tenga que ver con el objeto sino
cuando se compara la revolución digi- con el texto, ortografía, puntuación,
tal con la invención de la imprenta. división del texto. Hay un abanico
Porque si bien es cierto que hay algo de transformaciones que van desde
comparable, ya que se trata de dos téc- la forma material del objeto hasta la
nicas de reproducción y transmisión forma de inscripción del texto.
de los textos, Gutenberg no inventó Benjamin nos es muy útil para pensar
la forma libresca en la cual los textos en cómo se fue construyendo este aura
impresos fueron difundidos. Semejante de lo original, pero al mismo tiempo, y
forma se remite a una organización de más humildemente como historiador,
lo escrito que nace en el siglo II, III y sociólogo o crítico literario, debemos
IV de la era cristiana con la aparición seguir el camino que permite recons-

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truir la movilidad del texto y de sus cia, lo primero que debemos pensar
sentidos. Cómo van cambiando la lite- es que no hay una nueva técnica
ralidad de la obra, las formas materiales que se pueda apropiar con antiguos
de su publicación y de inscripción, los gestos. Hasta ahora, los diagnósticos
horizontes de expectativas, las cate- sobre la lectura sobre la superficie
gorías estéticas e intelectuales de las iluminada de la computadora, se diri-
diversas comunidades de lectores. Así gen en dos direcciones. Por un lado,
podemos construir una aproximación se trata de una lectura discontinua
más densa, más rica de la cultura escri- y segmentada, que por las mismas
ta, tanto para las obras más canónicas características de la tecnología puede
como para los textos más humildes. pasar de fragmento en fragmento,
incluso proveniente de distintas fuen-
LB: Me quedé pensando en las prác- tes sobre un mismo soporte, como
ticas que trae consigo el libro im- es el caso de la website, una revista
preso, los gestos, hojear un texto, electrónica o el correo electrónico, lo
pasar las páginas y buscar en el ín- que constituye una novedad radical.
dice ¿Cómo pensar las prácticas que Antiguamente, la cultura escrita se
vienen de la mano de la lectura en definía por la separación de objetos
pantalla? ¿Qué tipo de lector y qué diferentes pertenecientes a géneros
prácticas de lectura significa esa re- distintos. Aquí, estos ajustes frente
volución digital? a la mirada del lector, tienen fuen-
tes múltiples que se componen, en
RC: Esta imagen de hojear un libro tanto extractos yuxtapuestos, frente
me parece muy ilustrativa de lo que a la mirada del lector. Esto no quiere
estoy tratando de decir. Para hojear decir que la lectura del libro impreso
un libro se supone que hay hojas. Es no sea fragmentada: nadie está obli-
decir, no se puede hojear un rollo gado a leer un texto desde la primera
de la antigüedad, pues había un página hasta la última y nuestras
despliegue continuo de la obra, lo prácticas más habituales se apoderan
que hacía imposible la práctica de del texto hojeándolo o extrayendo
escribir leyendo pues las dos manos de él pasajes particulares. No es aquí
son movilizadas por el objeto y la donde existe la ruptura. Ella existe
aparición del texto en columnas, que en relación con la materialidad del
hace aparecer fragmentos frente a la objeto, dado que en un texto impre-
mirada, no permite el acto de hojear. so, la forma material impone a la
No se hojea, para utilizar el viejo vez la identidad textual que abarca;
vocabulario, un texto electrónico por hay una inmediata percepción de la
una simple razón: no tiene páginas, coherencia de la obra a partir de su
sino ajustes textuales siempre móviles, forma material. Esta percepción de la
singulares y efímeros compuestos por totalidad no aparece cuando se selec-
el lector (salvo si el texto está total- ciona un extracto en el formato digi-
mente cerrado). Pero si es abierto, lo tal. Esta es una primera diferencia.
que aparece en la pantalla no tiene En el caso de una revista o un diario
nada que ver con una página de libro impreso, puede producirse la lectu-
impreso, sino que su naturaleza es de ra de un fragmento particular, sin
ajuste textual móvil. En consecuen- embargo se da una contextualización

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a partir de la co-presencia de muchos problemas que preocupan, evidente-


otros tipos de textos, como anuncios mente, tanto a los archivos como a
publicitarios, fotos y editoriales. En las bibliotecas.
este caso, la contextualización del Esto también plantea temas para ana-
fragmento se hace en relación a otros lizar la genealogía de los textos, algo
textos que pertenecen al mismo obje- tan caro a la cultura francesa, en la que
to impreso. El diario digital se lee de una novela empieza con un borrador
una manera totalmente diferente, a en una servilleta, hasta su impresión
partir de un orden temático, enci- pasando por todos sus estados pre-
clopédico. A partir de ese momento, vios. ¿Cómo se
se puede leer un texto ignorando los puede asir esto en En el mundo digital hay una
otros textos que fueron publicados un objeto en el tendencia a transformar todos
para la misma revista o diario, ese que borrar es el los textos en bancos de datos,
mismo día. En el mundo digital hay mismo acto que de los cuales se extraen frag-
una tendencia a transformar todos el escribir? Esta es mentos sin que se remitan a la
los textos en bancos de datos, de los una cuestión para lógica de la totalidad a la cual
cuales se extraen fragmentos sin que los autores, pero esos segmentos pertenecen.
se remitan a la lógica de la totalidad también para la
a la cual esos segmentos pertenecen. crítica literaria y más allá también
Son dos diferencias fundamentales; la para los lectores. El problema de los
diferencia que se liga con la relación archivos digitales, desde los privados
extracto-totalidad, percibida inme- a los públicos, es algo que preocupa a
diatamente en los objetos impresos y los historiadores. La novedad no es tan
no percibida en la textualidad digital, extraordinaria porque, por ejemplo,
y en segundo lugar la modalidad de la esta forma de archivo en la que se con-
contextualización. Una contextuali- servaban todas las huellas de un texto
zación que es topográfica, espacial en a partir de sus distintas etapas, es algo
la superficie de una página, mientras que comienza a existir a finales del siglo
que en el formato digital es puramen- XVIII y comienzos del XIX. Existe la
te lógica, enciclopédica y temática. crítica genética de Balzac, Flaubert o
Esto crea dos tipos de relaciones con Zola, pero no hay crítica genética de
un “mismo” texto. No se trata de Shakespeare o Cervantes. De modo
elegir entre un soporte u otro, sino que también hay una temporalidad
que, si este diagnóstico es verdadero, de una metodología que parece apli-
hay que pensar en la conservación y cable de manera universal. También
uso de todas las formas de inscripción podemos pensar en los archivos que
de los textos. El formato digital, hasta faltan a partir de que fue inventado el
ahora, presenta una ambigüedad. Por teléfono. Hay una parte inmensa de las
un lado hay textos digitalizados que comunicaciones que han abandonado
tienen una existencia previa en for- la forma escrita y que presentan una
mas diferentes, y por otro, los textos imposibilidad de acceso para los his-
que son compuestos directamente toriadores. Entonces, si bien la nove-
sobre la pantalla y para su uso exclu- dad no es radical, se acentúa para el
sivamente digital. Esto plantea otras caso digital, en el que la capacidad de
cuestiones en relación al archivo, la memorización de un aparato supone la
catalogación y la descripción. Son operación de un borrar perpetuo.

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LB: Hay dos formas anecdóticas pero que el tipo de lectura implícita en un
muy sugestivas de la lectura, que tam- género, se traslada en el mundo digital
bién quiero llevarlas a un artículo que para favorecer cierto tipo de edición y
leí en su libro (Escribir las prácticas, dificultar otros. Los lectores son plas-
2006) respecto a su amigo Marin y la mados por una historia de muy larga
idea de abuso que hay en relación a duración en sus expectativas y hábitos
la expresión “la lectura” para signifi- de lectura que no están modificados
car todo tipo de interpretación. Una inmediatamente por el hecho de que
de esas anécdotas es la referencia de una nueva técnica es inventada.
Althusser, en su libro de memorias, Respecto al otro ejemplo, espero que
sobre la lectura con “sacacorchos”. El Althusser haya leído a Marx de un
libro permitía poner figuradamente modo diferente al procedimiento
un sacacorchos y leer sólo lo que se para abrir botellas (risas). Para leer El
extraía con él. Y la otra anécdota re- Capital estaba fundado en un tipo de
fiere a un fragmento de Borges, sobre lectura que no se ajusta a la descrip-
un libro que sólo se abre en la página ción. Siempre se debe pensar que la
20 por defectos de fabricación, lo que gente que habla de sus lecturas dice
obliga al lector a obedecer esa anoma- cosas muy diferentes de sus prácticas,
lía, a no ser que quiera rebelarse y co- porque hablar de ellas es también
menzar por otra página (risas). una postura, una representación de sí
mismo para los otros o para sí mismo.
RC: Se dice que Borges nunca leyó En los últimos años se han acumulado
un libro enteramente, salvo, quizá, la géneros biográficos y autobiográficos
Enciclopedia Británica, que sería la donde se habla de las propias lecturas.
figura al revés del lector que no tiene Eso es muy interesante, pero no como
el genio del bibliotecario ciego de la indicación de las prácticas reales. No
calle México. En general se lee de una quiere decir que la gente mienta, aun-
manera fragmentaria las enciclopedias. que algunas veces sí (risas). En general
La novela fue un género que se creó esto se produce porque el recuerdo,
suponiendo la lectura continua, desde la memoria o, inconscientemente, la
la primera página hasta la última. La voluntad de construir una imagen
consecuencia de esto se ve en la discu- de sí mismo se aleja de las prácticas
sión sobre el mundo contemporáneo. más cotidianas, o de su aspecto gris.
Este tipo de lectura que intenté descri- No me acuerdo a qué texto se refería
bir como segmentada y contextualiza- Althusser en esta percepción...
da de una manera lógica y no topográ-
fica, conviene perfectamente para las LB: Me parece que se refiere a El
enciclopedias que pueden ser leídas capital...
de manera discontinua y que, del lado
del editor, pueden ser actualizadas y RC: Entonces esto puede deberse a la
recompuestas permanentemente. Por doble dimensión de su lectura. Una
el contrario, por lo menos en Francia, dimensión en la cual hay una compren-
las editoras que intentaron abrir un sión de la obra en su totalidad, que es
espacio para la novela o el ensayo la única manera de lograr mostrar sus
filosófico en forma electrónica, han articulaciones lógicas y la construcción
fracasado o desaparecieron. Es decir, de una demostración; y, al mismo

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tiempo, focalizarse en ciertos pasajes que intentaban comparar los fragmentos


que pueden ser considerados clave para textuales, pero al mismo tiempo eran
la comprensión de esta totalidad. Me lectores extensivos porque buscaban
parece que es esta tensión la que guía acumular lecturas. De la misma manera,
la práctica filosófica de Althusser. Yo los supuestos lectores extensivos del siglo
seguí una vez un curso suyo sobre XVIII, período en que se leen perió-
Feuerbach y estaban presentes estos dicos, libelos, panfletos y novelas, los
dos elementos. Era algo cartesiano, la lectores de estas
voluntad de mostrar en una obra de últimas, desde La indicación de Althusser
gran envergadura cómo se organizaba Richardson hasta sugiere que hay distintos esti-
el orden de las razones, lo que suponía Goethe, son lecto- los de lectura del mismo indi-
la lectura de la arquitectura de la obra, res particularmen- viduo frente al mismo texto,
como lo indicaba la tradición estruc- te intensivos que que pueden ser simultáneos o
turalista. No había tanta diferencia conocen los textos sucesivos, y que siempre debe-
entre un historiador reaccionario de la de memoria, que mos descifrar cuidadosamente.
filosofía como Martial Gueroult y la entran en la fic- Esa es la razón por la que el
práctica de Althusser. El primero con ción y son pene- diagnóstico de la lectura fren-
Spinoza, y el segundo con Marx. Pero, trados por ella. te a la pantalla es demasiado
al mismo tiempo que se descifraba esta La indicación de simplificador. Si bien hay un
arquitectura, como lo hace Althusser Althusser sugiere tipo de lectura discontinua y
con El Capital, existía la posibilidad de que hay distintos fragmentaria, puede coexistir
extraer estos momentos claves en los estilos de lectura con otro tipo de lectura.
que se condensa la obra. A través de del mismo indivi-
esos fragmentos se produce una entra- duo frente al mismo texto, que pueden
da a la totalidad de la obra. El nivel ser simultáneos o sucesivos, y que siem-
de agudeza filosófica en un texto, no pre debemos descifrar cuidadosamente.
es una constante que va de sentencia Esa es la razón por la que el diagnóstico
en sentencia. Althusser, incluso, no de la lectura frente a la pantalla es dema-
sólo hacía estas dos entradas, sino que siado simplificador. Si bien hay un tipo
producía una tercera forma de abordar de lectura discontinua y fragmentaria,
las obras: la matriz de su análisis que la puede coexistir con otro tipo de lectura.
confrontaba con otras perspectivas no También la fragmentación de textos del
sólo estructuralistas, sino con la historia siglo XVI o XVII en ediciones electróni-
de la epistemología francesa, para esta- cas permite hacer lo que nunca se podía
blecer líneas de ruptura. hacer en las ediciones impresas: com-
Todo esto es muy importante, porque parar un verso de una obra en todas las
las prácticas de lectura suelen ser califi- ediciones digitalizadas existentes. En este
cadas de determinada manera, por ejem- sentido, es una lectura fragmentada pero
plo hay historiadores que decían que particularmente intensiva, erudita y filo-
las lecturas previas al siglo XVIII eran lógica. Esta es la razón por la que la filo-
intensivas, mientras que las posteriores logía es la disciplina que ha multiplicado
eran extensivas. En estas afirmaciones, más velozmente la reproducción digital
se reduce el paradigma de lectura a una de las obras clásicas. Son ajustes textuales
sola dimensión. Pero hay pocos lectores que permiten convocar, frente a la mira-
que son unívocos. Los lectores huma- da del lector filólogo, el mismo pasaje en
nistas del siglo XVI eran intensivos por- una multiplicidad de ediciones.

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LB: Recién le mencioné a Marin, por- una representación está representando


que usted evidentemente le hace un algo. Allí se abre el espacio para el
homenaje, aunque no declare el tipo estudio de toda una serie de dispositi-
de género en que puede inscribirse su vos que la representación maneja para
texto, respecto a cuánta ampliación mostrarse representando, como en el
resiste el concepto de lectura. cuadro de Magritte “Ceci n’est pas
une pipe”. La dimensión transitiva está
RC: Sí, quería comentarlo, porque dada por la distancia entre la repre-
Marin no es tan conocido como sentación y el objeto representado. La
los otros intelectuales franceses que dimensión reflexiva es esta característi-
trabajo en ese libro, Foucault y de ca de la representación que se muestra
Certeau. En la obra de Marin hay dos representando algo. Marin siempre ha
o tres cosas fundamentales. Una que jugado con esta doble dimensión de
se remite a la observación que usted la palabra representación, tanto para
hacía sobre la diferencia que existe sus estudios sobre la representación
entre el uso metafórico de la palabra pictórica, como también para la repre-
lectura, cuando lo que es la lectura de sentación política. Uno de sus trabajos
un texto escrito que supone un cierto fundamentales es sobre el retrato del
proceder se aplica metafóricamente a rey (Le portrait du Roi, 1981). Se trata
la lectura de una imagen de un cua- de cómo se deja ver el soberano cuando
dro. Marin era a la vez un historiador está ausente. Esto entrecruzaba de una
de los textos en la tradición de Pascal, manera muy compleja la matriz que se
y un historiador de las obras de arte, daba en el siglo XVII, de una teoría de
en este caso de la pintura francesa la representación, la Eucaristía. Esa es la
del siglo XVII. Para Marin había una razón por la que, para Marin, los textos
diferencia semiótica entre lo que era fundamentales eran los de Port-Royal
la lógica del texto, que supone un (Lógica, 1662) que, a su vez, proponen
cierto orden de la lectura y cómo se una teoría de la representación y, al
ingresa de distintas maneras, sin seguir mismo tiempo, definen una espirituali-
un orden lineal, en un cuadro. Era dad centrada en la Eucaristía.
un aporte útil, en la medida en que El tercer elemento se liga con los ante-
muchos libros se llamaban “leer la riores. Es lo que para Marin es el juego
ciudad”, “leer las imágenes”, algo que de la representación como poder y del
metafóricamente se puede aceptar si poder como representación. Esto abría
no se olvida que son procedimientos el espacio para pensar cómo diversas
de desciframiento heterogéneos. formas de poder político o social, se
El segundo elemento en la obra de ejercen no necesariamente a través del
Marin es la doble definición de la repre- uso de la fuerza bruta, originaria de su
sentación. Por un lado, una representa- establecimiento, sino a través de un
ción representa algo, y la dimensión funcionamiento simbólico que maneja
transitiva de la representación inme- el poder de las representaciones para
diatamente plantea toda una serie de producir adhesión, obediencia y respe-
problemas en torno a la distancia entre to. En este sentido, los conceptos de
la representación y lo representado. Y, Marin fueron parecidos a los conceptos
al mismo tiempo, como historiador de de violencia o dominación simbólica
la cultura y de los textos, añadía que de Bourdieu. De hecho eran amigos

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desde sus años de estudios en la École completo e incompleto de la cultura


Normale Supérieure. Esta perspectiva respecto a una cultura donde esta re-
abre un campo inmenso: el de los estu- lación con el espacio y lo incompleto
dios de todas las formas de violencia y se pierde. En alguno de sus textos ha-
dominación que no movilizan la fuerza bla de esta relación respecto a la bi-
física, pero movilizan la fuerza de la blioteca, lo finito y lo infinito de ella.
representación. Esto fue muy impor- Este cambio de soporte impactaría la
tante para los historiadores, porque en cultura en este tipo de prácticas y lo
el caso de la dominación masculina o que de ella se ha pensado, ¿no?
colonial, se habían estudiado las formas
de violencia en el sentido inmediato de RC: Sí, como usted lo dice, hay una
la palabra, control de las tierras y los ansiedad de la pérdida, de lo que falta,
cuerpos. Pero también se debe pensar en y que puede remitirse a ciertos fenóme-
todos los mecanismos que ejercen una nos. Unas veces la desaparición de los
dominación simbólica que dispone de textos y otras la censura y la destrucción.
una violencia de reserva que no siempre Es la consecuencia frente a la volun-
se maneja, pero que funciona desde que tad de un poder
el dispositivo de representación produce tiránico o por la En definitiva se trata de una
la adhesión, hasta su quiebre. propia pérdida de profunda ansiedad por la pér-
Para mí, la obra de Marin –desgracia- los textos. Además dida. Pero hay también otra
damente pienso que no hay un solo de esta ansiedad ansiedad que es la del exceso,
libro de él traducido al castellano– tiene por lo que falta, de un mundo textual o libresco
esta importancia: el doble sentido de la se puede pensar indomable, en el cual la proli-
representación, el juego de la representa- en la necesidad de feración, finalmente, se trans-
ción del poder y el poder de la represen- búsqueda de los forma en un obstáculo para el
tación y esta perspectiva que reconoce manuscritos en la conocimiento o el saber.
las diferencias semióticas de las diversas Edad Media, en
formas de producción del sentido, fren- la construcción de colecciones identi-
te a un texto o a una imagen. ficadas como bibliotecas universales y
también en ciertos géneros, como las
LB: Quisiera hacerle una pregunta, recopilaciones y antologías. En defini-
en referencia a lo que se venía con- tiva se trata de una profunda ansiedad
versando anteriormente, a la relación por la pérdida. Pero hay también otra
entre el libro y el espacio, y a la pérdi- ansiedad que es la del exceso, de un
da de ella con el soporte informático. mundo textual o libresco indomable,
Pensaba, quizá, que esto es común en el cual la proliferación, finalmente,
entre el código y el libro. Ha habido se transforma en un obstáculo para el
siempre, sea en la cultura hermética conocimiento o el saber. Por un lado,
o en los filósofos árabes hasta Benja- entonces, la ansiedad por la pérdida de
min, gente que caminaba hacia ciu- la memoria, y al mismo tiempo, la figu-
dades muy lejanas a buscar un libro, ra de Funes el memorioso. Si la memo-
un texto oculto, perdido o que falta- ria es absoluta, significa una parálisis.
ba y que debía ser encontrado. Acá Como indica Borges, la memoria de
mismo, durante la dictadura militar, Funes no es un obstáculo para el apren-
se enterraron bibliotecas enteras. La dizaje, pero lo que impide es el proceso
pregunta es por la diferencia entre lo de la abstracción, del razonamiento. La

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segunda ansiedad, del exceso, del des- tanto, las víctimas de aquel evento.
orden del discurso condujo a diversas Evidentemente en contra de esta forma
operaciones: desde los catálogos hasta las de desaparición forzada, con formas
antologías de extractos o lugares comu- extremas en las dictaduras de América
nes. Todos estos dispositivos llevaron, Latina del siglo XX, o a mitad del siglo
en el siglo XVI y XVII, a la invención XVII cuando Luis XIV pidió la destruc-
del soporte en el que la escritura era ción de todos los archivos del Parlement
posible borrarla y no sólo acumular. de París que se referían a episodios en
Esto era más difícil con la tinta y el per- que había vacilado el poder monárqui-
gamino, o la tinta y el papel. El librillo co. Esta idea de destruir los archivos
de memoria que Cardenio abandonó para destruir los rastros del pasado
en la Sierra Morena, es exactamente tiene una constante, en algunos casos
este tipo de objeto. Un cuadernillo con de una forma extrema. Paralelamente
hojas que tenían una película hecha de a la destrucción de los documentos,
goma y barniz que se practicó también la destrucción de
Pese a sus dificultades, resisten permitía borrar y los libros, de sus autores, editores y
las librerías –tanto de libros escribir de nuevo. lectores desde la Inquisición hasta las
antiguos como contemporá- Todo esto nos dictaduras militares. En estos casos, se
neos– donde siempre persiste conduce al trata de reconstruir ese pasado a través
la posibilidad de este tipo de mundo contem- de la recuperación de los documentos
emoción que es el descubri- poráneo, porque o de los testimonios de los testigos.
miento de un libro desconoci- quizá estas dos Pero estas situaciones dramáticas no
do y que representa algo fun- ansiedades han deben ocultar la posibilidad de pensar
damental para su comprador, adquirido una configuraciones menos extremas de la
ahora transformado en lector. forma paroxística: relación entre el temor de la pérdida y
la ansiedad de la el temor del exceso, la ansiedad frente
pérdida explica por qué siempre busca- a la pérdida y la inquietud frente al
mos una prótesis para nuestra memoria exceso. Cuando utilicé la palabra selva,
–lo que define a una computadora es es porque en el siglo XVI muchas de
su cantidad de memoria. Pero, frente esas recopilaciones o antologías que
a ello, también está el diagnóstico del deberían ayudar al lector, utilizaban
exceso de textos, de la imposibilidad de las palabras de la botánica, selva en el
entrar en una selva textual, que puede caso del desorden, o jardín como una
ser exuberante y sin orden descifrable. metáfora de la armonía. En el mundo
Padecemos la ausencia de la organiza- digital, pienso que las dos ansiedades
ción de esta proliferación textual. Si el han adquirido una forma particular-
olvido era la condición de la memoria, mente aguda.
el borrar era la condición de la escri-
tura. Esta tensión es esencial, recorre LB: ¿El mundo digital, amenaza el
los momentos históricos y encarna en entusiasmo del hallazgo? Recuerdo
diversos tipos de instituciones o de que Pancho Aricó decía que ya no
prácticas. Tal contradicción no se liga había más libros que encontrar. Él
exclusivamente a los momentos en los iba por las ciudades buscando libros
que borrar es una forma de ejercicio y decía: “Hemos arribado a un mun-
de un poder tiránico que borra las do en que no hay libros que buscar
huellas de los acontecimientos, y por ni libros que encontrar”. Esa idea de

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investigación conceptual, que presu- de Benjamin hojeando las fichas. Es


pone una investigación detectivesca, decir que, en general, se encuentra el
en un mundo de soporte virtual –se- libro que se busca. El placer extremo
gún él– no hay hallazgos. del encuentro es encontrar el libro que
no se buscaba o se desconocía. En las
RC: Pero, encontrar un libro que no bibliotecas es más difícil cuando no son
se busca, encontrarlo por casualidad ¿A organizadas como las bibliotecas de las
qué tipo de encuentros se refiere Aricó? universidades de Estados Unidos. Esta
es una experiencia que hice trabajando
LB: A todo tipo de encuentros, tan- sobre Molière, cuando encontré libros
to al hallazgo fortuito, como al libro antiguos cuya existencia desconocía.
que estaba buscando hace diez años Eso sucedió porque estaban clasifica-
y que alguien le señalaba un lugar dos en la subdivisión de Literatura,
donde recordaba haberlo visto. Esa Teatro, Francia, Siglo XVII, Molière
temporalidad de la búsqueda es (risas). Ocurre lo mismo cuando se
desplazada por la emergencia de las lee un periódico electrónico: Política,
nuevas tecnologías... Relaciones Internacionales, Francia,
etc. Es decir que el placer que surge del
RC: Puede ser que los instrumentos descubrimiento salvaje, supone como
que reducen el poder del misterio de condición de posibilidad un orden
la búsqueda ahora sean más podero- enciclopédico y temático muy rígido.
sos. A través de la website se pueden Es diferente a los tesoros laberínticos
identificar rápidamente los libros que de algunas librerías donde se descu-
se buscan. Pero, anteriormente, los bren libros en un cierto desorden acu-
catálogos de las bibliotecas y de los mulativo (risas). Yo creo que todo esto
libreros, también eran instrumentos remite a ciertas experiencias afectivas
que limitaban esos misterios. No me que se ubican dentro del paradigma
parece que desde este punto de vista del acceso a la cultura escrita. Eviden-
haya una dificultad absoluta. Pese a sus temente los instrumentos cambian y
dificultades, resisten las librerías –tanto este nuevo instrumento promete un
de libros antiguos como contemporá- cierto tipo de descubrimiento.
neos– donde siempre persiste la posibi-
lidad de este tipo de emoción que es el LB: Volviendo al problema que us-
descubrimiento de un libro desconoci- ted mencionaba, respecto a la con-
do y que representa algo fundamental versión de todos los textos en bases
para su comprador, ahora transforma- de datos. Hay un artículo suyo que
do en lector. Se podría decir lo mismo habla sobre la muerte y transfigura-
de las bibliotecas, más visiblemente ción del lector. ¿Esta idea de bases
cuando ellas tienen un acceso libre a de datos, no significa la muerte y
los depósitos. Hay una clasificación en transfiguración del investigador? Me
la cual están juntos todos los libros que refiero al conjunto de relaciones que
pertenecen a un campo del saber, y trazaba un investigador en la “selva”
aquí se encuentran libros que el lector a la que Ud. hacía mención, orienta-
no buscaba o ignoraba. Más difícil es das por un conjunto de motivaciones
en las librerías argentinas o europeas que también se enfrentan al azar. Si
en las cuales todavía subsiste la imagen las bases de datos están regidas por

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los “motores de búsqueda” digitales una cuestión epistemológica en cuanto


¿se eliminaría esa práctica en la que a los criterios que permiten estable-
conviven el deseo y el azar? cer la verdad de un enunciado. En el
mundo de la cultura impresa, estos
RC: Esto es verdad. Es un problema que criterios se ligan con la naturaleza de la
se plantea, por ejemplo, en la discusión publicación, el tipo de casa editoriales,
de Google versus las bibliotecas euro- los géneros textuales. No digo que en
peas. Es decir, si pensamos en este tipo el mundo digital es imposible recons-
de buscadores digitales, hay una jerar- truir estos criterios de discriminación,
quía respecto a las indicaciones sobre pero es mucho más difícil. Estoy de
qué websites aparecen como prioritarios acuerdo con esta idea de que cuando
en la búsqueda. Y esto se corresponde la investigación se liga con un “motor
con diversas lógi- de búsqueda” puede presentar riesgos
Al mismo tiempo, lo que mati- cas, económicas y importantes. Al mismo tiempo, lo que
za todo lo que discutimos sobre lingüísticas. Otro matiza todo lo que discutimos sobre
este mundo digital es que por problema surge este mundo digital es que por ahora,
ahora, no sé en el futuro, somos de la forma de no sé en el futuro, somos herederos
herederos de tres formas de aparición de los de tres formas de la cultura escrita: la
la cultura escrita: la escritura textos: la discri- escritura de mano, que define todavía
de mano, que define todavía minación entre hoy un espacio de lectura y escritura;
hoy un espacio de lectura y informaciones o los textos impresos que, pese a las
escritura; los textos impresos saberes controla- dificultades de edición y distribución,
que, pese a las dificultades de dos –en el sentido siguen estando vigentes al punto en que
edición y distribución, siguen científico– y los nunca se han publicado tantos libros
estando vigentes al punto en errores, las falsifi- como ahora; y por último el mundo
que nunca se han publicado caciones y las fan- digital. Para mí el desafío del presente
tantos libros como ahora; y tasías, es mucho consta en la articulación de esas tres
por último el mundo digital. más difícil que en formas de producción, comunicación y
el mundo de la apropiación de lo escrito. Si existen los
cultura impresa. Un lector que no está riesgos que hemos enumerado, se debe
preparado, recibe todos estos elementos recordar a la escuela, las bibliotecas y
como si tuvieran una equivalencia en los medios de comunicación, que los
relación con su autenticidad. Hay un recursos de los que disponemos hoy
periodista francés que buscó la palabra en día son múltiples. Es posible salir
Shoá o Holocausto y lo que prime- del mundo digital y acudir a las otras
ro aparece son sitios de negacionistas. dos formas en las que la presencia de lo
Mientras que si la misma operación se escrito está asegurada. Esta me parece
hace en el mundo impreso, las revis- la tarea fundamental para no caer en
tas negacionistas existen pero apenas los discursos apocalípticos que piensan
pueden conseguirse en unas librerías que el mundo digital es el fin de la
de extrema derecha. Incluso, en ciertos historia, de la lectura, del libro y de
países como Francia, están prohibidas. los textos; pero también para evitar los
Ahí se ve el desequilibrio. No sólo se discursos de un profetismo ciego que
trata de una lógica económica y lin- pensaba que la sustitución universal era
güística que asegura la dominación del necesaria y posible. Me acuerdo de un
inglés en el website, sino también de congreso de la Asociación de Editores,

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en Buenos Aires en el año 2000 con la escritura y la lectura. Se podría decir


gente de Microsoft que venía con sus que la obra de Borges es una obra sobre
“power points” a decretar la fecha de lectura y escritura, independientemen-
desaparición del último libro y el últi- te de sus temas y fábulas. Lo que siem-
mo diario impreso. Los editores esta- pre me ha llamado la atención en esta
ban totalmente aterrorizados por esta tradición, particularmente en Piglia, es
perspectiva. Pero trataremos de decir que en su propia obra plantea la cues-
que no era tan inmediata esta desapa- tión de la apropiación de la escritura y
rición (risas). Hay también el discurso la lectura, dedicándose a identificar de
inverso al apocalíptico, el discurso de qué manera los lectores, las lecturas y
un utopismo de una prometida Edad los libros son elementos que movilizan
de Oro. En el medio de estos discursos la escritura para producir determinados
está la realidad que consiste en la difícil efectos estéticos. Yo me he inspirado
articulación entre las diferentes formas en esta perspectiva para mi último
de lo escrito. Puede ser una coexistencia libro Inscribir y Borrar donde, en el
pacífica o conflictiva, una organización período que más conozco, entre el siglo
de apoyo recíproco o una competencia. XVI y XVIII, la misma presencia, den-
Comparto el diagnóstico y la inquietud, tro de la obra, de la lectura, el libro,
pero pienso que hay que ubicarlo den- los códigos y las normas de la cultura
tro de la totalidad de la cultura escrita. escrita, permite construir reflexiones
Todavía podemos limitar los efectos filosóficas, efectos satíricos y poéticos.
negativos de lo que hemos descripto. Es la razón por la cual he tomado como
ejemplo, a partir de estas preguntas,
LB: Me gustaría mencionar el nom- dos momentos de Don Quijote.
bre de Ricardo Piglia en relación a El primero, bien conocido, es cuando
la presencia de la figura del lector en el Quijote visita una imprenta, en la
ciertas novelas y el modo en que él segunda parte, capítulo sesenta y dos.
alude a esta tradición en la figura de ¿Qué significaba para Cervantes intro-
Macedonio Fernández. ducir en la ficción el lugar donde los
libros son impresos, incluso su propio
RC: Conozco el libro El último lector libro? En este análisis se ve cómo se
de Piglia, parte de su obra y también trata de un dispositivo de las “magias
conozco a Piglia quien es un querido parciales del Quijote” de los que hablaba
amigo (risas). Es muy interesante por- Borges. Es decir que, para disolver la
que se trata de una figura que es parte frontera entre el mundo del texto y del
de la herencia argentina. No solamen- lector, la estrategia de Cervantes era
te Borges, sino también Macedonio movilizar la experiencia diaria y coti-
Fernández. Se trata de un escritor de diana del lector y ubicar dentro de la
ficción que está muy preocupado por obra una visita al taller donde es produ-
la relación entre autor, texto y lector. cido el libro que el lector está leyendo.
Algo que no necesariamente es una Incluso, Cervantes ubicó dentro de este
preocupación de todos los escritores. espacio una discusión con un traductor
Hay una conciencia muy aguda, una a propósito de cómo se publican los
dimensión reflexiva de este tipo de pro- libros, y una descripción técnica de las
ducción literaria, que al mismo tiempo operaciones que los componedores, los
construye ensayos reflexivos sobre la prensistas y correctores están haciendo

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en el taller. Este episodio me parece fun- donde promete retribuirlo. La crítica


damental para comprender la relación tradicional, y menos aún las traduccio-
de Cervantes con la cultura escrita de su nes, nunca se han enterado de lo que
época. Al mismo tiempo, sería un párra- era este librillo de memorias. Se trata,
fo que se podría añadir al diagnóstico como dijimos antes, de un cuadernillo
de Auerbach a propósito de la literatura “embetunado” “barnizado” que permite
castellana del Siglo de Oro caracterizada borrar y escribir sin tinta ni pluma. Era
como “poetización de lo cotidiano”. una tecnología de escritura que permitía
El otro momento es sobre el significado evitar la tiranía del tintero, el cuchillo,
del librillo de memoria de Cardenio la pluma y la arena, que eran los ins-
que ha abandonado en una maleta en trumentos necesarios para escribir nor-
la Sierra Morena donde Don Quijote malmente. En los capítulos de la Sierra
la encuentra. Escribe sobre él una carta Morena, que empiezan con el librillo
para Dulcinea y una carta de cambio de memoria, el tema fundamental era
para Sancho que ha perdido su asno, la relación entre el libro y la memo-

Roger Chartier, por


Juan Martín Casalla

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ria. Cuando Sancho dice que no tiene práctica extensiva, está desmentida por
memoria y que no se acuerda ni siquiera estos ejemplos en donde se lee la novela
de su propio nombre, pero al mismo como se leía en la tradición protestante
tiempo se convierte en una especie de la Biblia. La novela era leída, conocida
“Sancho el memorioso”, porque siempre y citada. Aquí es posible contribuir con
habla a partir de refranes, cuentos, con- un matiz muy fuerte a esa tesis sosteni-
sejas que ha memorizado: una memoria da por muchos historiadores. Al mismo
sin libros entonces. También existe una tiempo, se trata de un modo de entrar
memoria que es totalmente libresca, en la literatura misma, porque este
porque los recuerdos de Quijote no son lector que construye Richardson, y al
suyos, sino de los caballeros andantes cual responde Diderot, es un lector que
que convoca para interpretar lo que le moviliza toda la afectividad, algo con-
sucede. Entre estas dos formas está el denado por la estética clásica: la identi-
librillo de memoria que es a la vez la ficación entre el texto y el lector, fuente
metáfora material de la necesidad de de olvido del mundo exterior, era con-
la transcripción y de la obligación del siderada como una forma de alienación.
borrar. Es el objeto que encarna más Con la novela del siglo XVIII cambian
claramente lo que hemos dicho de con- los criterios principales de evaluación
servar y destruir, fijar y borrar. Se con- de una obra. Ella adquiere –según esta
frontan así una memoria sin escritura, la perspectiva– toda su fuerza cuando
literatura como memoria y la memoria produce en el lector la pérdida de toda
efímera del librillo. Esto puede dar otra frontera entre su mundo y el del texto
clave de interpretación de estos capítulos y, por tanto, cuando produce un efecto
del Quijote, para encontrar otra “magia corporal: llantos, gritos, sollozos. La
parcial”. Cervantes tematiza a través de definición de la fuerza estética se liga
la narración este problema fundamental con la construcción del lector implícito,
de su tiempo, la relación entre los dos que es un lector identificado con los
temores del olvido y del exceso. personajes de la ficción y que ha incor-
No solamente es el lector el que está porado su mundo, lo que le permite
presente en el texto, sino la materiali- reconocer a “los buenos” y “los malos”
dad de las prácticas de la cultura escrita. de acuerdo con su propia experiencia
En referencia a la presencia del lector personal, mientras está movilizado los
en la obra –a lo Piglia–, había dedi- recuerdos de su lectura en lo más pro-
cado uno de los ensayos al texto que fundo de su ser.
Diderot publicó después de la muerte Yo comparto la perspectiva de
de Richardson. Es un texto muy inte- Macedonio Fernández y de Piglia. Hay
resante por lo que hemos discutido: una movilización dentro de un relato
¿están las prácticas de lectura en la de ficción de la cultura escrita de su
escritura misma? Esto empezó con la tiempo y, por otro lado, una relación
revolución de la novela, con Pamela o la reflexiva sobre lo que es escribir lite-
virtud recompensada y Clarisa, la histo- ratura, las condiciones materiales e
ria de una joven dama de Richardson. A intelectuales de producción del efecto
través de la construcción de este lector estético. Se abre un campo en el que
ideal dentro del texto de Diderot, es la distinción entre crítica literaria e
posible discutir un tema historiográfi- historia cultural desaparece, en el cual
co. La revolución de la lectura, en tanto el estudio morfológico de los textos y

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el estudio estético de las formas está copyright o derecho de autor. En sí


ligado, lo que no significa reducir la mismo, es muy normal esta continua-
ficción a un estatuto documental. Se ción apócrifa. Todos los grandes textos
trata de comprender, cada vez, cómo del Siglo de Oro, incluso anteriores e
la escritura de ficción se apropia del él, fueron dotados de una continuidad
mundo material para producir efectos por un autor que no era el original.
literarios. Es una forma de pensar que Es el caso del Lazarillo de Tormes, con
la ficción se escribe a partir del recono- su segunda parte, pero también el de
cimiento de las prácticas, de los obje- Guzmán de Alfarache, donde hay una
tos y los discursos del mundo social. continuación publicada antes de la
Cuando algunos historiadores de la versión de Mateo Alemán, y ocurre
literatura dicen que esto es una forma lo mismo con las novelas pastoriles
de reducción materialista o sociológica, como la Diana de Montemayor. En
les opongo una frase de Borges en un consecuencia, es más o menos normal
prólogo de Macbeth: “la conciencia de que exista un tipo de escritura que
que no acabaremos nunca de descifrar aprovecha una intriga, una serie de
el misterio estético no se opone al personajes, para publicar una conti-
examen de los hechos que lo hicieron nuación antes de una posible segunda
posible”. Se trata del reconocimiento parte escrita por el autor, sacando
de los hechos, sabiendo que ninguno ventaja del éxito de la primera. No
encierra el misterio de la obra. Pero podemos juzgar esta práctica estética
es una necesidad acercarse al misterio con criterios totalmente anacrónicos
a través de este trabajo histórico y para el tiempo. Lo que hace la fuerza
analítico. Esta idea, me parece, está particular de la continuación apócrifa
en la posición crítica de los autores de de Avellaneda, es que se ubica, en
ficción que usted ha citado. cierto sentido, en un campo literario
muy dividido y muy agresivo entre,
LB: Esta discusión nos lleva al nom- por un lado, el genio lego Cervantes
bre de Groussac, en su interpreta- y, por otro, los doctos letrados del
ción sobre el falso Quijote. Es un mundo de Lope de Vega. No sé si
episodio al que el propio Piglia le ha recuerdan el prólogo de Avellaneda
sacado cierto partido en su novela que es muy crítico y agresivo contra
Respiración Artificial y que, da la Cervantes, se trata de una burla cruel
impresión, es lo que dio lugar a la del autor. No es solamente un texto
ironía de Borges en Pierre Menard... normal, que se aprovecha del texto ya
presente para producir una continua-
RC: ¿Qué es el verdadero Quijote en ción, sino que es un texto que se cons-
oposición a los falsos? Hay una dife- truye con una fuerza polémica contra
rencia con el misterioso Avellaneda, Cervantes mismo. Pero la respuesta de
porque Don Quijote nunca quedó Cervantes no se organiza alrededor de
identificado claramente pero que per- un pleito denunciando el plagio. Era
tenecía al medio cultural y estético de imposible, no tenía ningún sentido.
Lope de Vega que odiaba a Cervantes. La invención genial, aunque no es
Es un texto de 1614, en un momen- el primero en hacerlo, era introducir
to en que no hay nada que se puede en su propia continuación múltiples
reconocer como propiedad literaria, referencias, a partir del capítulo 59, de

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la continuación de Avellaneda. Pero, de Cervantes, luego aparece como una


esta vez, ridiculizada, con este pasaje invención filosófica genial, en el tiempo
de los diablos que juegan a la pelota del historicismo del siglo XIX. El obje-
con libros que destruyen, y entre ellos tivo de Borges es mostrar esto, los libros
está la continuación de Avellaneda. cambian porque el mundo cambia y
Uno de los dos libros que se com- no porque los textos se modifiquen.
ponen en los talleres de Barcelona es Hay otro texto, la conferencia sobre el
la continuación de Avellaneda, hasta libro, donde dice que podemos cono-
que uno de los personajes inventados cer la literatura de un tiempo sabiendo
por el propio Avellaneda es encon- cómo fue leída. Toma un ejemplo
trado en el camino y Don Quijote le paralelo que es “la noche oscura” de
lleva frente a un escribano para que la Eneida, que en
declare que el Don Quijote que había cierto momento De ahí la distinción que podría
conocido no era el verdadero, sino significaba el cla- aparecer entre la comunicación
que el verídico lo acababa de encon- roscuro, y que en electrónica, donde no hay pro-
trar en ese momento (risas). Esto era otro significaba piedad y donde los textos no
obra de alguien absolutamente genial, la noche negra. pertenecen a nadie, sino que
pero que ya lo había hecho en 1604 Borges pensaba nos pertenecen a todos para
Mateo Alemán en la segunda parte que sabría cómo que cada uno pueda apropiarse
del Guzmán de Alfarache, introducien- sería la literatura de ellos; y la edición electrónica
do en este caso al autor mismo de la del año 2000 si que supone, de una manera u
continuación apócrifa, clasificándolo se supiera cómo otra, que se ha fijado el texto,
como un sujeto totalmente loco que iba a ser leído no solamente como un objeto
va a suicidarse hundiéndose en un su propio texto. comercial, sino también como
río. Pero esto no tiene la gracia de las Hay una obse- condición para que un autor
invenciones múltiples de Cervantes. sión sobre la idea sea reconocible como tal.
Antes de los principios legales y estéti- de movilidad del
cos que rigen nuestro mundo literario, sentido que es externa al texto litera-
ocurre algo que funciona como una rio, pero de la que éste depende y que
burla, una ironía, una polémica litera- define las categorías de su apropiación.
ria. En el caso de Pierre Menard pienso Me parece que se puede hacer toda esta
que el objetivo es diferente. Creo que se galería de los falsos Quijotes, pero en
debe a cómo Borges anticipó la teoría cada momento se corresponden con un
de la recepción, en la que el sentido de horizonte intelectual, conceptual y jurí-
un texto cambia no porque haya cam- dico, a partir del cual adquieren senti-
biado un texto, sino porque el mundo dos diferentes las parodias y los juegos
ha cambiado. Lo que quería demostrar irónicos con el texto cervantino.
Borges es que la movilidad del sentido Avellaneda y Pierre Menard pueden
de la obra no se liga necesariamente ubicarse en esta larga duración cro-
a la movilidad del texto porque, en nológica. Sólo en la época de Pierre
este caso, se trata de la recomposición Menard podía pensarse en una acu-
idéntica del texto de Cervantes pero sación como la de plagio. Para que
cuando todos los sentidos que el autor se defina que hay plagio, se debe
propuso originalmente se han inverti- definir previamente que el autor es
do. La misma frase sobre la historia que propietario de su obra. En segundo
parecía un lugar común en el tiempo lugar, se debe definir que es posible

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reconocer una obra como idéntica quien se introduce en el texto. Los


a sí misma, cualquiera sea su forma ajustes textuales de los que hablaba
material. Son dos condiciones que no antes, se transforman y se aplican a
existían en el siglo XVI y XVII, y que las obras mismas. La propiedad sería
abren todo el campo de los pleitos sobre un campo que cambiaría de
por plagio en el mundo del siglo XX, forma, de perímetros, de ubicación,
pero también nos introducen en el y en el cual otros ingresan para aña-
problema de la propiedad intelectual dir un pedazo de tierra más. Esa es
en el mundo digital. Es una cuestión la enorme dificultad por la que las
realmente apasionante, porque reco- editoriales han buscado crear nuevos
nocer que el autor es propietario de dispositivos o “securities” para esta-
la obra, es reconocer que es posible la bilizar el texto, para que sea un perí-
estabilidad de la obra. Es paradójico metro reconocible, pero que es total-
porque la obra puede estar publicada mente contradictoria con los placeres
en distintos tipos de ediciones, y, sin del mundo digital: movilidad, aper-
embargo, puede ser la misma cuando tura, maleabilidad y flexibilidad. De
se transforma en una película o en ahí la distinción que podría aparecer
un programa de televisión ¿Qué es entre la comunicación electrónica,
este misterio de una obra que siempre donde no hay propiedad y donde los
es idéntica a sí misma y que cambia textos no pertenecen a nadie, sino
siempre su forma material? De ahí el que nos pertenecen a todos para que
espacio de los pleitos. ¿Es la estruc- cada uno pueda apropiarse de ellos;
tura narrativa de la historia, que fue y la edición electrónica que supone,
objeto de algunos litigios reciente- de una manera u otra, que se ha
mente?, ¿es la escritura misma, los fijado el texto, no solamente como
sentimientos, el estilo –como se decía un objeto comercial, sino también
en el siglo XVIII en Inglaterra– lo como condición para que un autor
que estabiliza una obra? Variables son sea reconocible como tal. Esa es la
los criterios que estabilizan lo que, contradicción que afrontan muchos
por definición, es móvil. autores de ficción. Por un lado apro-
El segundo problema referente al vechan la nueva tecnología para tener
mundo digital es un poco diferente, blogs, websites, en los cuales pre-
porque la discusión sobre la propie- sentan documentos que acompañan
dad intelectual se hace fundamental- su creación estética. Pero, al mismo
mente con las películas o la música tiempo, cuando quieren publicar, es
más que con los textos escritos. La decir, cuando quieren que un texto
cuestión no es simplemente el plagio, sea reconocible como “su” obra, lo
sino estabilizar el texto de mane- editan en forma impresa. Esta es la
ra que sea reconocible la propiedad modalidad contemporánea del pro-
sobre la obra. Pero, si estamos frente blema, que no es tanto la cuestión
al mundo digital, tal como lo hemos del plagio, sino la de determinar qué
conocido y disfrutado hasta ahora, es lo que permite decir que un texto
con textos móviles y abiertos, no es una obra suficientemente estable
hay estabilización posible. Porque no para que pueda estar asignada a un
solamente es el texto el que cambia nombre propio que posibilita una
de forma, sino que es el lector mismo reivindicación de propiedad.

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Entrevista

Ricardo Piglia: “Las bibliotecas


no sólo acumulan libros,
modifican el modo de leer”
Por Horacio González y Sebastián Scolnik

Ricardo Piglia es quien, quizá con más persis-


tencia, ha pensado la presencia del lector en
la obra. Una teoría del lector, el último lector
–quizá él mismo–, que aparece dejando mar-
cas en la escritura. En este diálogo que se pro-
dujo a partir de su visita a la Biblioteca, Piglia
analiza las variaciones técnicas como profun-
dos virajes en las prácticas de lectura que, sin
embargo, no han logrado alterar su condición
fundamental: la lectura sigue consistiendo
en una secuencia lineal de desciframiento
que va de un signo a otro, pese al carácter
fragmentario que asume en la metrópoli. Un
lector salteado que, al decir de Macedonio
Fernández, se ve sometido a la interrupción
como momento inherente a la lectura y que
debe asumir tal situación en tensión con la
utopía lectora: su solitaria concreción.
De este modo, y a pesar de las invocacio-
nes temáticas recurrentes, el despliegue
tecnológico incrementa la velocidad de
circulación y acceso a los textos, operando
cambios en las formas de sociabilidad que
rodean la lectura, pero no en la lectura
misma que conserva para sí la invención
de sus propias escenas singulares.
LA BIBLIOTECA
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La Biblioteca: Desde hace tiempo se supone el aislamiento, el lector es un


está desarrollando una discusión, y sujeto que está descifrando una serie
la Biblioteca Nacional es un espacio de signos y está solo en eso. Lo que
natural para ella, pues se encuen- cambia es la escena en la que se lee,
tra especialmente afectada por las y la actitud. No sólo el formato en
modificaciones técnicas en curso: que leemos los textos cambia y por lo
nos referimos al debate acerca de tanto la posición del cuerpo, sino tam-
cuál es la relación de la lectura con bién el tipo de
las nuevas tecnologías; si se trata de atención. Yo he Puede haber cruces, cortes y
un vínculo virtuoso o de la desapari- construido una virajes en la linealidad, pero
ción de la figura del lector moderno, especie de mode- la construcción del sentido, el
si es necesario repensar la relación lo histórico, un modo de descifrar los signos al
y el lugar social de la lectura en la poco en broma, leer, no ha cambiado. Es una
vida contemporánea. En estas dis- con dos posicio- práctica de larguísima duración.
cusiones hay lamentos y euforias, nes. La primera, Desde luego la lectura supone
desmedidos en ambos casos. que podríamos el aislamiento, el lector es un
llamar la pose sujeto que está descifrando una
Ricardo Piglia: Bueno, tratemos de Kafka, es el serie de signos y está solo en eso.
no tener una posición centrista, ¿no? modelo del lector Lo que cambia es la escena en la
(risas). Siempre hay lamentos y eufo- que se encierra y que se lee, y la actitud. No sólo
rias. Lo primero que tendríamos que se aísla y no quie- el formato en que leemos los
decir, es que hay muchos historiadores re ser interrum- textos cambia y por lo tanto la
de la cultura trabajando este tema. pido. La ambi- posición del cuerpo, sino tam-
Hay que pensar sobre todo en Roger ción de Kafka de bién el tipo de atención.
Chartier que ha reflexionado sobre la encerrarse en un
cuestión del cambio en los soportes sótano y que le dejaran la comida en la
de la lectura, desde los papiros, los puerta, para poder caminar un poco,
rollos y los libros hasta la lectura en pero no ver a nadie y estar aislado. O
la pantalla. Chartier ha insistido en la metáfora que los medios usan siem-
la importancia de la materialidad del pre: ¿qué libro se llevaría usted a una
formato en la discusión sobre la cons- isla desierta? La lectura perfecta y per-
trucción del sentido y en la historia de sonal estaría asociada con el aislamien-
la lectura. Hay que situar el problema to y el punto extremo sería estar solo
en la larga duración. ¿Qué es lo que en una isla con un solo libro. Es una
persiste de las formas de leer y qué es imagen que persiste, la del lector que
lo que se ha transformado? Yo tiendo está concentrado, aislado. Poe teorizó
a pensar que el modo de leer –desde la ese modo de leer con su poética de la
perspectiva que a mí me interesaba en forma breve: La Filosofía de la compo-
el libro (El último lector, 2005)– no ha sión es una teoría de la lectura. Hay
variado. Leer ha sido siempre pasar de que escribir un texto cuya extensión
un signo al otro. Puede haber cruces, dependa de la capacidad de sostener
cortes y virajes en la linealidad, pero la atención, un texto que no se pueda
la construcción del sentido, el modo dejar y que se pueda leer de un tirón,
de descifrar los signos al leer, no ha en un tiempo prefijado. El sentido
cambiado. Es una práctica de larguí- depende de la concentración que a su
sima duración. Desde luego la lectura vez depende de un tiempo fijo y de la

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continuidad. En ese marco, la inte- la noción del “lector salteado” de


rrupción aparece como un fantasma Macedonio. Un lector que se hace
que recorre la historia de la lectura. cargo de la interrupción, de todo lo
Podemos seguir esa historia con cier- que interfiere y lo incorpora a la lec-
tas situaciones donde la interrupción tura. Entra y sale, se dispersa, se con-
aparece ficcionalizada, muchas veces centra, se va. Y desde luego la prosa de
como una amenaza Está el relato de Joyce o la de Macedonio están ligadas
Cortázar, el bello relato “Continuidad a ese tipo de lectura que no es lineal, o
de los parques”, sobre la lectura de en todo caso infiere la posibilidad de
una novela. La lectura interrumpida una lectura discontinua.
supone distintos tipos de situaciones: Otra posibilidad es hacer una historia
una es la interrupción propiamente de la técnica que acompaña y sostiene
dicha –alguien que entra e interrum- la lectura y la modifica. Por ejemplo,
pe–, otra es el paso del libro a lo real, podríamos hacer una historia de la
y la inversa, lo real que irrumpe en el luz, de la iluminación. El invento del
momento de la lectura. vidrio que hace posible las ventanas;
el paso de las velas a la luz de gas, a
LB: Una especie de Robinsonada las lámparas. La posibilidad de leer
interrumpida... de noche. Esa sería una manera de
hacer una historia de la técnica en
RP: Claro. Los desarrollos técnicos relación con la lectura. Desde luego,
y la complejidad de la experiencia las bibliotecas, están ligadas a ese
han ido generando otra figura que tipo de historia, un lugar construido
yo asocio con Joyce, para ponerle un para leer, donde los libros se orde-
sujeto, y por el tipo de poética de la nan, se acumulan, hay un recorrido,
escritura que supone. El modelo no es un movimiento mas físico, hay que
la isla, sino la ciudad, la dispersión, la moverse por ese espacio, los pasillos,
proliferación de los signos. La lectura las galerías, los estantes; se puede ir de
no es lineal, el que lee se desvía, está un libro a otro. Las bibliotecas no sólo
en una red, el tiempo está fragmenta- acumulan libros, modifican el modo
do y es múltiple. Uno podría asociar de leer. Producen un efecto paradojal,
esta posición con el movimiento en que es típico de las grandes bibliote-
la ciudad, donde todo parece suce- cas, siempre habrá un libro que no
der al mismo tiempo. Por lo tanto el hemos leído, la contradicción entre
lector no funciona como aquel que el libro que estoy leyendo y todos los
está aislado o en cualquier escena de otros libros que están ahí disponibles
aislamiento que se pueda construir, y que nunca podremos llegar a leer.
sino que el lector está conectado a una Lo que no se puede leer, lo que falta,
red y eso la literatura ya lo empezó a acompaña a la lectura, forma parte de
mostrar mucho antes de que aparez- la experiencia misma. Son cuestiones
can las formas contemporáneas. Hoy ligadas a la lectura como posibilidad y
es habitual que un lector esté leyendo están conectadas con el debate actual
un libro y a la vez tiene prendida la sobre qué sucede con la lectura en la
TV, está atento a los e-mails, habla red, con las conexiones múltiples, la
por teléfono, escucha música. La per- superposición y la acumulación, el
cepción distraída. Podríamos recordar paso de un texto a otro. La literatura

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LA BIBLIOTECA
Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

ya había intentado dar cuenta de la la lentitud del asma en Proust, en


posibilidad de las lecturas múltiples, Lezama, en Saer; el jadeo acelerado en
simultaneas, sucesivas. Borges ha dado Celine, en Kerouac, en Lamborghini).
el paso de la imagen de la biblioteca La lectura veloz fue una especie de
como espacio de saturación y de lectu- chiste idiota, lo que se ha acelerado es
ra sucesiva, a la invención de una ima- la posibilidad de acceso a los textos y
gen que se acerca a la experiencia de a los signos, pero no la lectura misma.
la lectura simultánea y a la web. Eso La instantaneidad de la percepción está
está en “El aleph”, desde luego, un ligada a la imagen, no al desciframien-
modelo de simultaneidad, de visión to de los signos. Obviamente no es
instantánea, todo el universo concen- lo mismo ver una
trado en un punto. La clave, creo, es imagen que leer La velocidad, la instantaneidad,
que se mantiene la relación personal, un texto. Hay un tiene que ver con el material, con
aislada, se trata de una visión privada cambio de ritmo. los signos: llegan más rápido,
que se abre a todos los signos pero el Se pueden inter- están más cerca; pero la veloci-
sujeto sigue solo ahí frente a esa pan- calar y entreverar dad de la lectura sigue siendo la
talla microscópica. Con esto quiero palabras e imáge- misma, con pocas variaciones.
decir que las novedades son siempre nes, pero habrá Depende de la materialidad, del
novedades, desde luego, porque en el siempre una dis- cuerpo, de la mirada, es muy
contexto en que funcionan tienen un tancia que bási- personal, tiene un ritmo subjeti-
sentido propio, pero uno podría esta- camente es tem- vo, como la respiración (...)
blecer una arqueología de todas estas poral. Godard ha
imágenes y figuras que hoy se discuten trabajado mucho sobre esta diferencia,
a partir de las nuevas tecnologías. siempre hay algo para leer en sus fil-
mes y esos textos son una especie de
LB: ¿Aquí sí se podría pensar una fundido a negro, marcan un cambio
variación, en términos de veloci- de ritmo. Lo mismo podríamos decir
dad y cantidad, de imágenes que de la experiencia de los subtítulos de
proliferan? ¿Esas imágenes amena- las películas, también se va al cine a
zan los procedimientos de lectura leer (¡Y dicen que el subtitulado fue
modernos? ¿Se podría pensar en el un invento argentino de los años 30,
paso del “lector salteado” que, pese cuando apareció el sonoro!). ¿Qué pasa
a su errancia, aún mantiene su con- ahí?; ¿O en las historietas? Cuando se
dición de lector, a una figura más dice que una imagen vale mas que mil
propia de la dispersión? palabras se quiere decir que la imagen
llega más rápido, la captación es ins-
RP: La velocidad, la instantaneidad, tantánea, la percepción tiene la misma
tiene que ver con el material, con los velocidad que la imagen. Mientras que
signos: llegan más rápido, están más leer un texto de cien palabras o de mil
cerca; pero la velocidad de la lectura palabras, cualquier texto que sea, tiene
sigue siendo la misma, con pocas varia- otro tiempo. Hay una lentitud de la
ciones. Depende de la materialidad, del lectura, digamos así, un tiempo para
cuerpo, de la mirada, es muy personal, captar el sentido, difícil de cambiar. Los
tiene un ritmo subjetivo, como la respi- modos actuales de abreviar y usar letras
ración (los cambios de ritmo suponen a que concentran palabras, típico en los
veces cierta patología, cierta alteración: e-mails y en los mensajes de texto, una

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suerte de taquigrafía personal, son un de lectura y movimiento, sea la lectu-


intento de acelerar el desciframiento, ra en un viaje. También aquí se trata
porque la lectura es siempre más lenta de una historia de la técnica que ha
que la circulación de los textos. Para sido por lo demás muy tematizada
acelerar se tiende al criptograma, a la por la literatura: leer en movimiento,
señal. Recordemos que Alan Turing la lectura como viaje, la lectura aso-
que está en el origen de la cibernética, ciada con una temporalidad alterada.
empezó como criptógrafo y descifrador Laurence Sterne en Tristam Shandy
de mensajes codificados durante la dice que lectura de su novela reprodu-
Segunda Guerra. Y hoy todos estamos ce el ritmo de un carruaje que sufre las
en una escena de criptógrafos, sujetos sacudidas y los saltos del camino. Hay
inciertos que descifran y protegen la muchas escenas de lectura en las nove-
lectura con los passwords. En realidad las de Conrad y de Melville, la lectura
para acelerar la lectura habría que susti- como navegación. Y está esa situación
tuir las letras por números para que los extraordinaria en Gravity Rainbow de
mensajes se pudieran leer más rápido, Pynchon, en la que –en un submarino
pero eso nunca puede funcionar; el durante la Segunda Guerra– los mari-
lenguaje es insustituible, no se puede nos citan el Martín Fierro y se ponen
inventar, todo esperanto es cómico; la discutir las hipótesis de Lugones sobre
compresión universal e instantánea no el poema de Hernández. Y desde luego
funciona. El lenguaje tiene su propia está la gran tradición de la lectura en
temporalidad; más bien habría que los trenes, una relación con ritmos
decir que es el lenguaje quien define diversos entre lo que se está leyendo
nuestra experiencia de la temporalidad, y la realidad que está pasando a una
no sólo porque la tematiza en los tiem- velocidad definida.
pos de verbo, sino porque el lenguaje
impone su propio ritmo. En todo LB: Sin embargo, pareciera ser que,
caso, la poesía es la que ha llegado mas en términos de velocidades, hay
lejos en los cambios de velocidad en el algo del mundo conectivo-digital
lenguaje, acelerar la comprensión de que descompensa la relación entre
sentidos múltiples con pocas palabras. la letra impresa y la conciencia.
Y el límite será siempre el hermetis- Esos tiempos de pausa, de elabora-
mo, el idiolecto. Podríamos pensar en ción y soledad aparecen desborda-
Mallarmé o en Haroldo do Campos o dos por la proliferación de signos
en Oliverio Girondo, para definir un ininterrumpidos que nos llegan de
uso cyber de la lengua. la mano del mundo digital.
En definitiva, insistiría en los cambios
mínimos que ha sufrido la actividad RP: Sí. Con la precaución de decir
del que lee; los signos nos siguen que ese vértigo, digamos, muy atrac-
viniendo uno tras otro y hay que tivo, de proliferación de información
entrar en ese recorrido lineal. Después produce, paradójicamente, cierta
los podemos alterar, podemos inter- pausa; el sujeto detiene el flujo, debe
calar un texto en otro pero siempre seguir descifrando un signo atrás de
habrá un movimiento lineal, difícil otro. Es decir, puede llegar la cantidad
de acelerar y de alterar. Quizás otro de información que sea, pero siempre
ejemplo de la relación entre tiempo vamos a tener que descifrarla median-

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te un movimiento cuya velocidad no cuáles son los textos que se leen en


depende de la máquina. Podríamos grupo y de qué modo se leen, cómo se
decir que Joyce en el Finnegans Wake procesa el acceso inmediato a la infor-
fue el primero que intentó modificar mación. Los seminarios y los cursos
el modo y la velocidad de la lectura, tienen un site propio, donde circulan
a partir de la acumulación delirante los textos y al que los estudiantes
de sentidos múltiples en cada palabra. están conectados. Y la página, claro, se
El Finnengans es el intento de lograr llama Blackboard, un pizarrón virtual,
la simultaneidad absoluta. Cada frase donde todos pueden entrar con una
del libro remite a todas las lenguas y clave. Por mi parte sigo enseñando,
a todas las referencias y abre todos los por decirlo así, modos de leer. Con
sentidos posibles. El lector de ese libro esto, lo que quiero decir una vez más,
enfrenta la dispersión y simultaneidad es que los medios técnicos avanzan a
en cada página. Implica una suerte de una velocidad notable antes que nada
lector futuro que debe ser políglota, en la dimensión de la circulación.
manejar todas las lenguas. Y debe ser Recordaba hace un tiempo una anéc-
un insomne porque ya sabemos que no dota que cuenta W.H. Hudson, en
toda vigilia es la de los ojos abiertos. Allá lejos y hace tiempo, sobre cómo
Por eso siempre me pareció extraordi- circulaban los libros en el campo a
nario que el primer libro que se com- mediados del siglo XIX: nos llegaba
pró en Amazon, fuera el Finnengans’ una novela, cuenta Hudson, y después
Wake. El primer lector que entró en de leerla se la pasábamos al vecino
la red para buscar un libro (fin de la que vivía en una estancia que estaba a
librería como espacio real) pidió la quince leguas, a caballo, y ese le pasaba
novela de Joyce. El Finnengans es el la novela a otro y ese a otro y la novela
libro de esta era, parece hecho para se iba alejando cada vez más, de una
este escenario de lectura. estancia a otra. Ese movimiento, lo
que se tarda en llegar a lo que se quiere
LB: ¿Y cuál es tu experiencia con los leer, es lo que se aceleró notablemen-
nuevos medios? te. Y ese cambio en la circulación ha
producido cambios en la sociabilidad,
RP: Básicamente he visto todo el pro- digamos así. Y eso desde luego que
ceso de desarrollo de la tecnología de tiene efectos culturales. Yo me acuer-
un modo muy directo porque estoy do cuando iba al correo todas las tar-
enseñando en Princeton desde hace des a despachar las cartas. Caminaba
veinte años y ahí los avances han sido seis o siete cuadras hasta la oficina del
extraordinarios. El acceso al conoci- correo, charlaba con el que recibía las
miento en estos años ha cambiado cartas, me iba a tomar un café al bar
muchísimo y los medios técnicos for- de Talcahuano y Corrientes y después
man parte de los cursos mismos. Y me daba una vuelta por los quioscos
desde luego los estudiantes están muy de libros de la Plaza Lavalle. Tenemos
integrados a los nuevos medios. Los el e-mail ahora ¿no? Estamos en pleno
modos de enseñar han ido cambiando. proceso de desmaterialización, como
Ya no se trata tanto de informar sobre decían Masotta y Jacoby en los años
campos específicos de investigación, 60. Ahora uno puede hacer todo eso
sino de seleccionar las rutas de lectura, –por ejemplo comprar libros usados

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en la web– sin moverse de la computa- se ve demasiado la demanda, o en


dora, salvo el café, que uno se lo tiene todo caso la ilusión de que alguien se
que ir a hacer a la cocina. detenga ahí a leer. Yo mismo tengo un
blog y una página web pero la firmo
LB: Esto supone que esa sociabili- con pseudónimo, porque me interesa
dad que cambió lo hizo sólo a tra- la experiencia misma y quiero ver qué
vés de la aceleración de los flujos pasa y qué circula. No me interesa
de circulación. Pero ¿qué sucede que lo lean por el nombre del autor.
con la escritura? ¿Ella se vio modi- La verdad es que me divierto mucho.
ficada también por los dispositivos En mi próxima novela, voy a poner la
técnicos actuales? dirección de la página y del blog. No
los textos que están escritos ahí, sólo
RP: No sé si cambia el tipo de escritu- el dato de quien los ha escrito, voy a
ra. Desde luego han cambiado las con- usar la novela para que el que quiera
diciones de producción. Hay mayor pueda entrar a ver.
difusión de lo que se escribe y se lee, En definitiva, me parece que en la lite-
el acceso es mucho más libre, hay una ratura, lo que se ve es una presencia,
especie de anarquismo primitivo. Se digamos así, temática de las nuevas
puede difundir sin problema lo que se técnicas; pero no veo cambios en los
quiera. No hay casi mediación y eso es modos de narrar. El que ha llegado
extraordinario. Pero en la escritura, en más lejos en esa línea ha sido William
la narración, no veo que estas modi- Gibson, que es un gran novelista que
ficaciones técnicas hayan producido trabaja con los mundos virtuales y el
grandes cambios. Están los blogs, cada cyber. Pero no veo que la estructura
uno puede tener su página, su boletín de la narración propiamente dicha
personal. Podemos llamarlo anarquis- se haya alterado radicalmente. Hay
mo, porque no hay intervención del intervenciones interesantes de algu-
Estado, es un espacio sin fronteras, nos novelistas argentinos jóvenes, que
donde todo circula y se intercambia. están trabajando con esos elementos;
Pero tiene algo primitivo, también, Daniel Link por ejemplo, pero me
porque en general lo que se escribe es parece que son cambios de contenido;
muy ingenuo, todos parecen escrito- en vez de telegramas o de cartas se
res naif, quizá por el propio medio, narra la circulación de los e-mails.
por la búsqueda, un poco indiscrimi-
nada y medio desesperada, de lectores LB: Antes se las llamaba novelas
que tiene el que escribe un blog, las epistolares, pero desde Chordelos de
formas que usan para atraer a la red a Laclos hasta el mail, habría que ver
los que andan sueltos. Miles de escri- cuál fue la evolución del género.
tores a la pesca de lectores. Todo es
gratis, además. Lo que se ve más claro RP: Sí, y al mismo tiempo hay algunos
son las tácticas para llamar la aten- usos interesantes del lenguaje. Jóvenes
ción, el método suele ser el escándalo, escritores que están muy atentos a
una especie de versión privada del los cambios en los usos sociales, a lo
periodismo amarillo. Una mezcla de que está pasando con los lenguajes
chisme, calumnia y confesión, cierta sociales, para construir su propia voz.
confianza excesiva en el decir directo, Me parece que eso viene de Joyce, de

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Puig. Es decir, no hay estilo personal, LB: En tu libro hay una escena muy
o en todo caso el estilo se construye a interesante, el episodio de la apari-
partir de los lenguajes sociales, de lo ción de la máquina de escribir en
que sucede en la calle, en la web, en Kafka como una alteración de la
la circulación social. Uno puede leer a forma de escritura. Un instrumento
Cucurto y ver de qué modo los inmi- de escritura mecánica que aparece
grantes sudamericanos y coreanos separando la escritura del propio
están presentes en la cultura argen- cuerpo y de la “respiración” de los
tina actual y como se transforman
los registros del lenguaje. También
algunos autores están trabajando con
cierta grafía que viene de los medios
técnicos, la rapidez de la escritura
ha generado una especie de nueva
taquigrafía, una forma condensada
de reproducir por escrito el lenguaje.
La última novela de Alejandro López
trabaja por ahí. Se tiende al ideogra-
ma casi. Se abrevian las palabras para
que los mensajes estén a la altura de la
velocidad y la inmediatez del medio.
Una suerte de telegrama cifrado. Una
sintaxis tipo Tarzán, a menudo sin
puntuación, sin mayúsculas. Y tam-
bién cierto anglicismo técnico, ligado
al uso de un inglés básico, que no es
el inglés que se habla sino el del soft-
ware. Y a la vez está todo ese campo
interesante de los errores, los lapsus,
los acentos y las eñes que faltan, los
signos que se traban. Son intentos de
convertir esos usos alterados del len-
guaje en estilo literario. Suena como
una especie de Puig psicótico.

LB: Pasar todo Proust a mensaje de


texto, eso sí no sería recomendable...

RP: (risas) Supongo que no... Con órganos, convirtiendo en escritura Ricardo Piglia, por
esto lo que quiero decir es que sin burocrática lo que hasta entonces Mariano Lamota

duda las nuevas tecnologías están pre- era una escritura personal, manus-
sentes allí donde siempre han estado crita, como prolongación del pro-
presentes en la literatura, que es en los pio cuerpo. Y con ello, el pasaje del
efectos que tienen en los lenguajes, en escritor al autor como figura públi-
el uso social del lenguaje. ca. Es una imagen muy linda sobre

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el tipo de alteraciones que las inno- a escribir el mismo texto de nuevo


vaciones técnicas van introducien- varias veces para que la copia quedara
do en las formas de escritura, del legible. Incluso se usaba una forma de
lenguaje, del habla, etc. En el men- collage, porque si se quería cambiar
saje de texto de los teléfonos celula- de lugar un fragmento, se lo cortaba
res las palabras se reducen, se sim- y se lo pegaba en otra página para no
plifican, una letra representa una tener que volver a copiarlo. El desa-
palabra. Parece darse un fenómeno rrollo del collage está muy ligado a la
semejante al de Kafka: una opera- invención de la máquina de escribir,
ción sobre el lenguaje que produce dicho sea de paso. Y me parece que
otra relación con la palabra... con la computadora esa inmediatez se
acentuó, se puede corregir mientras se
RP: Bueno, escribir en definitiva sigue escribe, se pude cortar y pegar en otro
siendo poner una palabra después de lado directamente. En la pantalla se
otra, una frase después de otra. El tiene la impresión de estar escribiendo
fraseo es la música de la literatura. Lo un texto definitivo, sin errores, porque
que cambia me parece es la noción la página ya parece diagramada, Cada
de borrador, de lo que es legible en vez se imprime menos en papel para
sentido estricto, la letra personal que leer lo que se escribe. Los textos se
a veces sólo quien la escribe la puede escriben en la pantalla y se envían a
leer y de qué modo –como se decía otra pantalla donde son leídos. Esa es
antes– se puede pasar el borrador la técnica del blog. El criterio de pági-
en limpio. La máquina de escribir na provisional en la que pueden hacer-
se inventó para pasar en limpio los se modificaciones, se ha transformado.
manuscritos antes de mandarlos a la Nos acercamos cada vez más al mode-
imprenta. Pero rápidamente se convir- lo de la página impresa. Todo parece
tió en una forma de escritura directa, más definitivo. Uno se da cuenta ense-
no sólo de copia, se empezó a escribir guida –sobre todo en los blogs– de que
directamente en la máquina. Cambió los que escriben en la computadora
la posición del cuerpo al escribir, se están muy entusiasmados con su prosa
perdió la inmediatez física de la letra, porque la ven ordenada en la pantalla,
el sonido que acompañaba la escri- con sus márgenes y su espacios unifor-
tura también cambió. La velocidad mes y sus cambios de letra. No se tiene
material de la escritura fue, técnica- ya la sensación de precariedad, que
mente, cada vez mayor. En definitiva deriva de la escritura a mano y de las
la cuestión sigue siendo qué tipo de sucesivas copias. Todo se ha conden-
relación tiene el que escribe con lo sado en una sola operación y se ha ace-
ya escrito, con lo que está escribien- lerado. Incluso la chance de la lectura
do. La máquina mecánica tenía una de las pruebas de imprenta, con todas
particularidad, digamos, si uno leía lo las correcciones que se podían hacer
que había escrito y corregía a mano al ver el texto ordenado. Me acuerdo
la página, tachaba, escribía arriba, en que cuando publiqué Nombre falso, en
los márgenes, ponía flechas con frases 1975, en Siglo XXI, me cobraron las
escritas al costado, entonces, al final correcciones que hice en las primeras
de esa lectura, tenía que volver a pasar pruebas de página. ¡Tuve que pagarle
todo a máquina; de hecho se volvía a Pancho Aricó la mitad del anticipo

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que me habían dado! Se ponía eso las dificultades de la escritura con


en los contratos. Ahora estamos de sus distintas capas. Esto también
movida en la primera de página. La tiene que ver con la discusión de la
noción de error cambió, ya no es expresión “soporte” que encubre la
material, palabras ilegibles o tachadu- laboriosidad de la escritura en una
ras. También la ilusión de velocidad suerte de facilidad universal, en el
de la prosa, escribir rápido, lo que pasaje de una tecnología a otra.
Kerouac buscaba en On the road con
el mítico rollo de papel interminable, RP: La literatura no es simplemente
una bobina que le permitía escribir a la materialidad del signo escrito en
máquina sin detenerse para cambiar la un soporte determinado, sino un uso
hoja. Eso ahora lo puede hacer cual- particular de la palabra. Y para mí lo
quiera. Desde luego, como siempre, que está cambiando en relación con
las técnicas no se anulan, se super- la literatura es justamente la noción
ponen, Saer escribió todos sus libros de propiedad y de uso. La relación
a mano, Günter Grass, por lo que entre producción social y apropia-
vi, sigue escribiendo en una Olivetti ción privada. Me parece que esa faci-
portátil. Uno puede, claro, pasar de lidad de bajar textos y copiarlos, de
una forma material de escritura a otra. usar lo ya escrito, usando el copy and
Pero en síntesis, lo que quiero decir paste, está produciendo un cambio en
–en relación con la técnica, con los las relaciones de propiedad en lite-
instrumentos técnicos de escritura–, ratura. Como si
es que lo que cambia es la noción de todo lo que se ha Para mí lo que está cambiando
borrador, de legibilidad, el pasaje de escrito estuviera en relación con la literatura es
una versión a otra. al mismo tiem- justamente la noción de pro-
po en la panta- piedad y de uso. La relación
LB: Bueno, podemos acudir a la lla, a disposición entre producción social y apro-
imagen de borrador de Proust, por del que escribe. piación privada. Me parece que
ejemplo, con todos los agregados Me parece que esa facilidad de bajar textos y
que contenía. En la computadora se ha reactuali- copiarlos, de usar lo ya escrito,
todo ese movimiento del agregado zado la cuestión usando el copy and paste, está
no estaría representado... de quién es el produciendo un cambio en las
autor o de qué relaciones de propiedad en lite-
RP: Exacto. El tiempo de ajuste del texto es ser un autor, ratura. Como si todo lo que se
propio se ha concentrado. También la la pregunta de ha escrito estuviera al mismo
tendencia a leer en la pantalla y no en el Macedonio, ¿no? tiempo en la pantalla, a dispo-
papel, son todas cuestiones que hacen El cambio básico sición del que escribe.
al trabajo de cada uno. Claro que se en la discusión
ha ganado una mayor velocidad en la estética a partir del acceso al mundo
resolución del texto. de Internet está en los modos de
apropiación. Los modos de apropia-
LB: La facilidad del corte y pegue es ción están en cuestión. O mejor, el
una facilidad que también tiene un desarrollo de los medios de produc-
cierto costo, en el sentido de gene- ción está poniendo en cuestión a las
rar más dificultades en el escritor relaciones de producción culturales.
a la hora de reconocer y verificar Ni siquiera hace falta tener una com-

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putadora, uno puede ir a un cyber el traductor, ¿qué es lo que escribe?


café y entrar en la red y bajar textos Se apropia de todo el texto, lo vuelve
y escribir: hay una ilusión de circula- a escribir completo, pero no es el
ción sin Estado y sin ley. El anarquis- autor. Cervantes, en el Quijote, tra-
mo del que hablaba antes. Me parece baja con eso y lo mismo hace Borges
lo mejor y lo más novedoso que tiene en Pierre Menard. Es el mismo texto
el mundo de las nuevas tecnologías. pero no es el mismo texto. Entre
El capitalismo lo ha generado, pero el plagio y la cita, hay una serie de
no sabe muy formas intermedias de apropiación,
Hoy parece que se hubiera bien cómo con- que habría que analizar, como la tra-
disuelto toda distancia entre trolar el circui- ducción, la falsificación, el apócrifo,
reproducción y apropiación. to. Casi no hay el pastiche. Modos de reproducción
Hay una ilusión de simultanei- censura y es muy y de apropiación. El procedimiento
dad, un cruce continuo entre difícil controlar es el mismo, una voz se superpone a
textos propios y ajenos. La la propiedad. otra anterior, hay un juego de doble
técnica produce un movimien- Ese es el contex- enunciación. El discurso indirecto
to de unificación, de escritura to, me parece, de libre, que es una forma concentrada
única, continua, no personal, algunos debates de ese procedimiento, sólo fue posi-
casi mecánica, ligada al cut que ha habido ble cuando se inventó la imprenta y
and copy and paste, y a la masa últimamente en se pudo distinguir una voz dentro de
de textos que circulan; pone la Argentina. otra sin recurrir al discurso directo.
en juego la cuestión de qué La discusión Pasolini y Bajtin trabajaron sobre esa
quiere decir enunciar. sobre el plagio y cuestión. Imposible usar el discurso
sobre el uso de indirecto libre en un relato oral. Ahí
las citas. Porque también las citas tenemos un ejemplo de un cambio en
cambiaron de función en el nuevo el modo de apropiación, que es resul-
formato y algunos siguen viéndolas tado de un adelanto técnico.
a la antigua, como puro objeto de Hoy parece que se hubiera disuelto
ostentación. Pero cualquiera, conec- toda distancia entre reproducción
tado con Google, puede hoy hacer y apropiación. Hay una ilusión de
alarde de erudición. En definitiva se simultaneidad, un cruce continuo
discuten los modos de escribir una entre textos propios y ajenos. La
lectura, en sentido literal. Y el plagio técnica produce un movimiento de
y la cita siguen marcando los lími- unificación, de escritura única, con-
tes de los modos de apropiación en tinua, no personal, casi mecánica,
la literatura. Hay una doble enun- ligada al cut and copy and paste, y a
ciación, encubierta o exhibida, un la masa de textos que circulan; pone
discurso doble, yo digo que otro en juego la cuestión de qué quiere
dice, o yo digo en el lugar del otro decir enunciar. Para volver otra vez
lo que él dice; me instalo ahí como a la tradición, eso ya lo había hecho
si yo fuera él. Un ejemplo clarísimo Burroughs con su teoría del cut-up;
de esto es la traducción, un tipo de empezó a trabajar en eso en los años
apropiación muy particular; yo leo cincuenta. Pero ahora esa técnica se
la prosa de Mandelstam escrita por ha expandido de un modo increíble.
Clarence Brown que es su mejor Me parece que se abre una discusión
traductor (ya que no leo ruso). Pero –muy marxista– sobre las relaciones

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entre modos de producción y pro- que es una de las formas legisladas


piedad, entre arte y capitalismo. Hay de control. En todo caso el discurso
una serie de cuestiones en juego acer- jurídico se ha aplicado de distinta
ca de cómo funciona la propiedad forma en distintos momentos a una
en la cultura. Ya sabemos que en el práctica cuya legitimidad ha sido juz-
lenguaje no hay propiedad privada. gada también de distinta manera en
Cualquiera puede usar el lenguaje cada época. Ya sabemos, para hablar
pero no debe imaginar que las pala- sólo de los tiempos modernos, que
bras son suyas o que nadie puede los escritores más importantes han
volver a usarlas después. Entonces, sido siempre llevados a los tribunales:
es en el paso a la propiedad donde Baudelaire, Flaubert, Wilde, Joyce,
se definen los usos privados del Pound, Brecht, Burroughs Nabokov,
lenguajes. Uso las palabras que usan Brodsky, Pasolini, Bernhard. Hay
todos como si durante un momento una disputa continua entre la litera-
fueran mías, pero después las dejo tura y la ley. Por otro lado, sabemos
correr. Sin embargo, en la literatura cuánto le debe la verdad juridica a
se supone que se fijan, se asocian y se la noción literaria de ficción. Pero
valorizan por quien las usa. Me pare- parece que hoy el problema se ha
ce que ahí sí podríamos decir que centrado en las relaciones de pro-
estos nuevos modos técnicos están piedad. Hay algo en peligro. No se
produciendo un cambio. trata sólo de la moral social. Las pre-
guntas parecen ser otras. ¿De quién
LB: No aparece todavía una teo- es la obra? ¿Cuál es la noción de
ría crítica de suficiente envergadu- uso? El desarrollo técnico se enfrenta
ra como para justificar los casos siempre con las relaciones jurídicas,
que directamente son considerados que son básicamente, relaciones de
como apropiación indebida. Por el propiedad. Marx se dedicó a estu-
momento la teoría estética no sus- diar eso ¿no? El desarrollo de las
tituye al Código Penal (risas). No fuerzas productivas, decía, encuentra
sustituye lo que Borges pensó, un un obstáculo en la relaciones de pro-
poco en serio, un poco en broma, ducción. ¿Seguirá siendo así?. Por eso
sobre el tema. me divierte mucho ese debate que se
armó sobre el plagio de una novela
RP: Sí, habría que construir una teo- que para mejor se llama Nada y que
ría de los modos de apropiación en generó una reacción en el mundo
literatura. ¿Pero de qué propiedad se académico, bastante paradójica, por-
trata?. La literatura no se superpone que en general los universitarios son
con el Código Penal, en todo caso lo muy estrictos respecto a la propiedad
tematiza. De hecho la literatura está de sus ideas; en general no las tienen,
en tensión –temática y prácticamen- pero las defienden como nadie. En
te– con el mundo de la ley. En muchos el mundo académico, la propiedad
casos se ocupa de eso. Así empieza la de las ideas es uno de los campos de
Iliada ¿no?, la furia de Aquiles. La lucha más intensos, y los sistemas de
literatura pone en cuestión el régi- referencia forman parte de los proto-
men de control jurídico, ha estado colos más firmes pero cuando se trata
siempre en tensión con la censura de la literatura son muy liberales.

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LB: Las personas que se inscriben en vuelta de tuerca sobre esa pérdida
esos sistemas de referencia pertene- primera? ¿Hay una mayor separación
cen más a un campo de defensa, me de la escritura de la propia experien-
parece, donde cada vez hay menos cia corporal? ¿Se están produciendo,
expectativas creativas –en el sentido a partir de la virtualización, nuevas
clásico– y, al mismo tiempo, mayor modalidades de ser inéditas?
protección de la propiedad de las
citas, del tipo de excavación que RP: Sí, de acuerdo. La noción de expe-
hay que hacer en ciertos textos, de riencia está de nuevo en discusión. Por
la protección que tiene que haber supuesto no hay que confundirla con
en las computadoras para que no la información. La experiencia es la
te roben la información... Desde el forma en la que un sujeto le da senti-
punto de vista de la propiedad, cada do a lo que le sucede. La información
vez más la situación se parece a un no implica la experiencia, más bien
tipo de capitalismo primitivo... es su opuesto, y da el sentido por
hecho. John Berger en Modos de ver
RP: Acumulación primitiva por un ha planteado muy bien la cuestión:
lado y anarquismo por el otro. Yo “cuanto menos ha aprendido uno por
tengo la sensación, por momentos, de experiencia, más crédulo es”, decía
que el universo de la web no funciona Berger. La creencia es lo que está en
igual que la sociedad: la circulación es juego. El hacer creer. Se sustituye la
más libre, las intervenciones persona- inexperiencia con la información. Y se
les son más abiertas, la posibilidad de vive bajo la amenaza de no estar infor-
entrar con información propia, con mado, no estar al tanto, no estar al día.
datos propios, está más socializada, Pero ¿qué quiere decir estar desinfor-
y también el acceso a la informacion mado? Todos estamos desinformados
y al saber, que antes estaba limita- y la web amplía pero también resuelve
do; pero no se termina de ver cómo imaginariamente esa sensación con la
todo eso está ligado a la propiedad. acumulación explosiva de informacion
Todo parece gratis. No parecen regir dispersa y disponible. Por eso la clave,
ahí criterios que sí rigen en otros para mí, es la narración. El narrador
ámbitos, por ejemplo, la censura casi trata de convertir lo que ha sucedido
no existe. Algunos piensan que esa en experiencia. Hay una tensión entre
ilusión de libertad y de circulación narración e información, que la web
abierta esconde un régimen de con- hace todavía mas compleja.
trol y vigilancia, que en verdad lo que
hacen es acumular archivos persona- LB: Sí, hoy parece estar planteándo-
les, el perfil de los consumidores, sus se una reducción de la narración a
opciones políticas... información...

LB: Pero volviendo un poco al epi- RP: Claro, pero la narración siempre
sodio Kafka y el tipo de separación ha tratado de construir la experien-
que opera esa transformación de la cia, es decir, construir un campo
máquina respecto al propio cuerpo de sentido que esté ligado al sujeto
escribiente, la conectividad digital mismo. La tensión entre información
en ciernes, ¿produce nuevamente una y narración es básica en las discusión

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sobre la novela y se ha convertido en el LB: Por ejemplo, hay una agua-


gran problema técnico de la narración fuerte de Roberto Arlt donde está el
desde Henry James para acá. Cómo teniente que lee un libro pacifista,
manejar la información en un relato, Sin novedad en el Frente de Erich
el tema sobre el cual gira el debate María Remarque, y baja en Once.
de las poéticas de la narración. Todo Arlt está sentado enfrente... El lector
la cuestión de la intriga y del suspen- del asiento de enfrente está vestido
so pasa por ahí. Lo que Hitchcock de teniente y eleva la vista hacia
llamaba el McGuffin. El núcleo de arriba y se va como absorto pen-
información que le interesa a los per- sando en que tiene que hacer algo:
sonajes y al narrador no necesita ser el teniente leyó un libro pacifista y
aclarado. En ese sentido no importa queda absorto. ¿Dónde se consigue
la información. Y toda la cuestión del ese material moral, efecto inmediato
enigma y del secreto se juega ahí. Hay de la lectura?¿Cómo se elabora ese
un elemento de información interno esquema de lectura, donde uno lee
al relato que es necesario manejar y algo y enseguida nace un dilema?
está el modo en que la narración cifra
la información. Si yo quiero localizar RP: Eso es lo que llamamos, de una
una novela en Buenos Aires, qué tipo manera muy precaria, la relación con
de información tengo que dar para que la experiencia que, me parece, forma
se sepa que estoy en Buenos Aires. parte de los modos de leer y de la tra-
dición de la narración. En el modelo
LB: Esta sería una forma de debatir del Quijote, el sujeto lee una narra-
realmente con los medios de infor- ción y trata de vivirla, la incorpora
mación. Pongo tu propia literatura, a su experiencia buscando el sentido
por ejemplo, vos cuidás que la infor- que siempre es incierto pero que, en
mación en la narración aparezca el caso de la información, está dado
muchas veces como encubierta o de antemano. Para decirlo con una
disfrazada en formas periodísticas frase de León Rozitchner: dan la rea-
o memorandums... ¿y eso qué sig- lidad bajo su forma juzgada. Mientras
nificaría? Un modo de trabajar con la literatura da a juzgar, la narración
la narración, que logra convertir pone en juego la construcción del
en ficción un conjunto de textos sentido. Entonces, ahí es donde yo
moldeados por la habitualidad de la veo que la narración está tratando de
información diaria. Y eso no es posi- lidiar con todo este tipo de contexto,
ble en lo que se llama la sociedad de del mismo modo en que ha lidia-
la información o del conocimiento, do antes... No es que ahora estamos
porque se da por resuelto que esa ya metidos en una cuestión que antes no
es la manera natural de escribir. Ese, existía. Me parece que la aspiración a
creo que es un enigma para la litera- una significación que nunca se termi-
tura, a no ser que la literatura vuelva na de cristalizar, y supone una relación
a abrirlo y lo considere apenas uno del sujeto con su propia experiencia,
más entre los modos de ficción. es el elemento que persiste, con más
razón ahora, en un mundo más bien
RP: Claro... Hay un aspiración al sen- agobiado por una circulación un poco
tido que se cierra. delirante de “sentidos dados”.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Conversaciones

LB: En relación a una “refuta- se ve qué se puede producir para que


ción del tiempo”. Vos decías que circule por ahí. El medio produce sus
hay una secuencia probablemente propios materiales. Ahí hay algo que
lineal en la lectura, que da lugar liga los nuevos avances técnicos con
a una idea del tiempo interesante. otras experiencias anteriores como la
Borges tuvo que aceptar que por fotografía o la radio. Brecht dice algo
esa vía no podía refutar el tiempo si muy interesante sobre esto, en un
había lectura. Pero en los mensajes ensayo de 1928 sobre la radio. Existe
de texto se intenta de verdad, ahí el medio pero no se sabe aún qué
sí parece haber una refutación del contenido ponerle, todavía no se sabe
tiempo. Se acercan más a esa idea qué hacer con eso. Me parece que en
esos chicos con los telefonitos que este plano tampoco sabemos lo que se
Borges, me parece... puede a hacer, no está definido...

RP: La instantaneidad. LB: Claro, en la televisión y en todos


esos lugares, hay personajes llama-
LB: Sí, una instantaneidad que dos gerentes de contenidos (risas)
Borges la sospecha, pero que la que, suponiendo que existen todos
abandona ante la fatalidad del len- los recipientes técnicos, ellos tienen
guaje lineal ¿no? que hacer, ni más ni menos, la fácil
tarea de crear los contenidos...
RP: Así es. La
Al revés de lo que uno puede lectura define RP: Exactamente. Es como si exis-
imaginar, no existe primero un modo lineal tieran unos canales que se van desa-
lo que es necesario transmi- de construcción rrollando con su propia lógica, que
tir y después encontramos el del sentido, que es una lógica que a priori no se
medio. Aparece primero el tiene un tiem- termina de asimilar con la lógica del
modo de circulación y luego se po propio. Y la capital, salvo que se lo piense en el
ve qué se puede producir para otra cuestión sentido del capitalismo primitivo
que circule por ahí. El medio que tenemos que ¿no?: ya todos los mercados territo-
produce sus propios materia- considerar, en riales han sido dominados, entonces
les. Ahí hay algo que liga los relación con lo ahora construimos un tipo nuevo de
nuevos avances técnicos con que vos decís, es mercado mundial, allá arriba, en el
otras experiencias anteriores el modo en que cyber espacio, sin fronteras, con leyes
como la fotografía o la radio. esos instrumen- inciertas; una nueva forma de hacer
Brecht dice algo muy intere- tos o medios son circular informaciones, mercancías,
sante sobre esto, en un ensayo creados antes que palabras, imágenes, sonidos. Me
de 1928 sobre la radio. sus propios con- parece que las intervenciones, diga-
tenidos. Aparece mos, ilegales hacen ver con más cla-
primero el medio y después empieza ridad las características de los nuevos
a exigir un material para que pueda medios. Toda la discusión sobre
funcionar. Al revés de lo que uno bajar música o películas o bajar tex-
puede imaginar, no existe primero lo tos. En todo caso la ley no termina
que es necesario transmitir y después de alcanzarlos. Los usos van mas
encontramos el medio. Aparece pri- rápido. A mí me pasó una cosa muy
mero el modo de circulación y luego divertida que me ayudó a vislumbrar

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Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

el asunto. Hace un par de años me LB: ¿Y lo encontraron? (risas)


llamaron de la universidad porque
alguien, un hacker, había entrado en RP: Estuvo como una hora, hasta
mi dirección electrónica; entonces que pudo neutralizarlo, pero nunca se
tuve que ir al Computer Center de la supo quién era. Por lo menos me libe-
universidad, y en una oficina había ró a mí de la presencia de un doble en
un muchacho, un experto que asocié mi propio correo electrónico...
inmediatamente –con mi manera
arcaica de ver el mundo– con un LB: Estaba pensando justamente
detective. Era un joven negro, con en tu libro, cuando describís la fi-
unos anteojitos redondos, el cráneo gura del detective, como una figura
rapado, muy tranquilo, muy disten- marginal, que va por los costados y
dido, parecía el nieto de un detective que puede comprender lo por venir
de Chester Himes, y empezó a ras- en función de una sensibilidad que
trear al hacker en mi computadora. proviene de habitar los márgenes.
Era una semana de vacaciones, no Y ahora tenemos este tipo de perso-
había clases, estaba seguro de que el najes informáticos que ya no están
hacker era un estudiante avanzado en los márgenes sino que están en el
de matemática o de física que estaba centro y en el corazón mismo del sis-
jugando un poco y quería conseguir tema... El detective informático se-
gratis algún pasaje de avión o entrar ría una pieza clave de la producción
en alguna cuenta de banco y mover capitalista contemporánea.
un poco de plata; no se podía saber
pero, para eso, primero tenía que RP: Bueno, hoy leí en el diario que el
instalarse en una dirección electró- ejército popular chino entró en el siste-
nica legal, digamos, y desde esa base ma de computadoras del Pentágono...
filtrarse en la red y entrar en otros ¿Qué tal? La larga marcha de Mao,
sitios, el aeropuerto de Newark o el acelerada, desmaterializada. Los jóve-
centro de reserva de localidades de nes técnicos del ejército chino lan-
un estadio, algo así. El hacker había zaron una especie de invasión infor-
inventado una fórmula para abrir los mática en el interior del Pentágono.
passwords, un sistema de cálculos Ese es el universo que narra muy bien
con números y letras. Y el detective, William Gibson. Novelas policiales
digamos, lo perseguía y le cambiaba en el mundo virtual, con el pesquisa
el código; pero el hacker volvía a y el falsificador que navegan en la
descifrar la clave. Incluso el detec- red. Estamos en el jardín de senderos
tive decía que muy probablemente que se bifurcan. Este año hicieron
el hacker se estaba moviendo de un una reedición de homenaje al pri-
lugar a otro, con una portátil, para mer libro de Borges que se publicó
no ser localizado. El cyber-Marlowe en inglés, Labyrinths, que fue muy
lo perseguía y me iba diciendo “se bien traducido por James Irby en los
fue de la zona, cambió de lugar”... cincuenta, fue el libro de Borges que
Era como una novela policial del los escritores norteamericanos leyeron
espacio ¿no?, el detective sin mover- en su momento, y ahora al reeditar-
se de la computadora, perseguía al lo, porque se cumplieron cincuenta
hacker por la red. años, le pidieron el prólogo a William

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Conversaciones

Gibson. Un modo de reconocer la LB: Sí, es la cuestión del hermeneu-


continuidad entre Borges y el cyber, ta. Esto vuelve a traer una nueva
entre los modos de narrar que usaba actualidad a viejas ciencias como la
Borges y el mundo virtual. El detective retórica, la hermenéutica... Respecto
es un modelo de lector de signos, de al rol del hermeneuta, digamos, para
índices diversos, un lector en riesgo, Borges exigía un azar y una incerti-
que se mueve descifrando redes. Para dumbre ligada al tipo de descifra-
contarles otra historia. Me acuerdo de miento y a su relación con el signo
una noche en San Francisco, fuimos ¿Hoy sigue siendo así esa relación
a visitar a un detective privado. Una con el azar y la incertidumbre, en el
amiga lo había contratado años antes entorno del mundo tecnológico, o
para que localizara a su madre, que más bien ese contexto trae consigo
la había dado en adopción. En los una fuerte carga de determinación
Estados Unidos al entregar un hijo en con el propio signo?
adopción la madre puede pedir que su
identidad se mantenga en secreto. No RP: Quizás. Me parece que sigue
hay manera legal de averiguar la iden- vigente la distinción que Chartier esta-
tidad. Entonces esta amiga contrató blece entre el texto y el modo de leer.
un detective para que le encontrara a El texto no implica ni decide la forma
su madre. Y el detective la encontró y en que puede ser leído. En esa deriva
le dijo quién era y dónde vivía, pero al se juega la experiencia de la lectura,
final la muchacha no se animó a ir a cuando uno la analiza, en situaciones
verla, pero quedó amiga del detective. específicas, inmediatamente deja de
Entonces una tarde fuimos a visitarlo, ser una práctica neutra. En realidad,
vivía en la calle Pine, en el barrio de la lectura encierra siempre una situa-
las novelas de Hammett, y su oficina ción de riesgo. El primer riesgo es el
estaba llena de computadoras, tenía de perder el sentido; por eso el tema
seis o siete, conectadas entre sí y con de la locura está tan asociado a la
distintas redes y ya estaba trabajando lectura. Perder el sentido en sentido
con la web 2.0. Investigaba sin mover- literal. Creer demasiado en ese sentido
se de la computadora. O sea que el leído es el otro riesgo que aparece muy
detective, igual que Dupin, sigue sien- narrado en la literatura. Y la otra cues-
do básicamente un lector. El método tión que me parece que siempre apare-
de desciframiento de signos y de cons- ce, es “contra qué lucha el que lee”, en
trucción del sentido que está implícito tensión con qué contexto está el que
en la lectura de libros fue el modelo lee. Y qué quiere decir leer mal.
básico del saber del investigador de los
enigmas sociales... Como si el lector LB: Es interesante, pues tanto los
funcionara también como un modelo triunfos como los fracasos de las
del intelectual que va a la vida pública revoluciones solían ser atribuidos a
con sus modos de descifrar los signos una situación en que se leía mal un
y los indicios. Y eso no me parece que texto, o se leía un texto equivocado
haya cambiado, más allá de los forma- para la ingeniería revolucionaria...
tos de lectura. Porque la lectura me
parece que siempre plantea un enigma, RP: Sí, y me parece interesante plan-
siempre hay un punto hermético. tear algo que sobrevuela esta conversa-

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LA BIBLIOTECA
Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

ción. Debray está haciendo una espe- camente. Porque es evidente que las
cie de reconstrucción de la influencia grandes tradiciones del marxismo, del
de los medios en la historia, una socialismo, han estado siempre ligadas
periodización a partir de los cambios al mundo de la letra escrita, al libro, a
técnicos, los medios definen el cambio los periódicos, a la lectura. Y la actua-
de época. Y en un artículo que publicó lidad de los problemas que estamos
hace poco en la New Left Review dice, discutiendo, me parece que está ligada
entre otras cosas, que el socialismo está también a la presencia y a la posibi-
ligado a la cultura del libro. Parece una lidad del socialismo, si asociamos un
hipótesis interesante, al menos históri- concepto a otro...

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Entrevista

Daniel Link: “El libro sigue siendo


más poderoso y más inclusivo”
Por María Pia López y Sebastián Scolnik

Daniel Link ha experimentado, tanto en su


escritura como en la construcción de un espa-
cio comunicativo-digital, la relación entre las
alteraciones técnicas y sus efectos en el campo
social y político. En sus textos aparece de
forma novedosa una trama que va de la ficción
a la crítica, impregnada por los modos en que
las tecnologías afectan las dimensiones coti-
dianas de la ciudad. Sus afirmaciones en esta
charla buscan pensar una complejidad que no
se deja reducir en los términos pesimismo y
optimismo, valorando lo “interesante y sinies-
tro a la vez” que presenta el devenir técnico.
Link advierte la presencia de una potencia
de lectura inédita en la red digital que posibi-
lita la intervención inmediata del lector. Sin
embargo, no deja de contrapesar sus efectos
democratizadores con la forma en que estas
invenciones se pliegan a la reproducción capi-
talista, su lógica empresarial y propietaria. No
se trata de posiciones excluyentes: la “amabili-
dad del libro” que sustenta un tipo de uso que
no se puede dar en la pantalla, se compone
con recorrido que se abre a partir de la consti-
tución de la “comunidad de lectores” que con-
forman los blogs para conformar un espacio
libertario que es necesario resguardar de sus
banalidades y sus declinaciones mercantiles.
LA BIBLIOTECA
Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

La Biblioteca: El tema que anima Yo creo que, por un lado, hay una
este número de la revista expresa una potencia de la lectura. Esto lo he sos-
preocupación creciente: la compleja tenido en mis libros: me parece que
relación entre lectura y tecnología. la cultura electrónica, en contra de
Este problema ha sido bastante dis- lo que parecería a primera vista, no
cutido en los últimos tiempos –donde es tan audiovisual como los medios
se han formado campos de adheren- masivos sino que es más letrada; las
tes y detractores– pero, independien- claves, los comandos, los nombres
temente de ello, para las bibliotecas de usuario, hay
reaparece una y otra vez como pre- toda una serie de Yo creo que, por un lado, hay
gunta inquieta. Nos interesa mucho dispositivos que, una potencia de la lectura. Esto
tu percepción por varias razones. me parece, tienen lo he sostenido en mis libros: me
Por un lado, por tu experiencia en más que ver con parece que la cultura electróni-
los suplementos culturales que de la letra escrita, lo ca, en contra de lo que parece-
algún modo registran –para bien o que genera una ría a primera vista, no es tan
para mal– los modos de lectura de recuperación de audiovisual como los medios
cada época; y por otro, porque en tus un campo que en masivos sino que es más letra-
novelas das cuenta del tipo de modi- algún momento da; las claves, los comandos,
ficaciones que sufre la sociabilidad se imaginó como los nombres de usuario, hay
ante la presencia de innovaciones crítico. De todos toda una serie de dispositivos
técnicas que alteran las rutinas... modos, obvia- que, me parece, tienen más que
mente, esto suce- ver con la letra escrita, lo que
Daniel Link: A ver, por dónde empezar. de para los lec- genera una recuperación de un
tores que están campo que en algún momento
LB: En la reciente discusión surgi- entrenados en la se imaginó como crítico.
da a partir de la novela de Sergio Di lectura digital.
Nucci –Bolivia construcciones– apa- A mí no me gusta usar mucho las
reció el problema del autor, pero yo categorías como “hipertexto”, porque
empezaría por otro lugar antes de me parece que son palabras un poco
llegar allí: la condición del lector. huecas y que en algún punto dicen lo
¿Vos pensás que hay un nuevo lector, mismo que se podía decir antes con
con el desarrollo de nuevas tecnolo- palabras menos sofisticadas. Pero en
gías comunicacionales? ¿Qué lector todo caso, la gente entrenada en los
imaginás cuando estás escribiendo? nuevos textos, que están organizados
de acuerdo con rupturas y saltos, van
DL: Básicamente lo que puedo expo- necesariamente a desarrollar compe-
ner son suposiciones, porque es difícil tencias distintas a las de los lectores
hablar de algo que está sucediendo lineales, como por ejemplo los lecto-
de manera magmática y amorfa, que res de la novela En busca del tiempo
puede tener esta dirección o puede perdido. Me parece que muchas veces
tener otra. Pero en términos de supo- lo que pasa es que esa lectura frag-
siciones, pienso que las modificacio- mentaria es al mismo tiempo una
nes técnicas producen modificaciones lectura –por la misma condición de
en otros órdenes y registros, en lo polí- las nuevas tecnologías, de Internet,
tico, en lo social, y esto afecta tanto al de la comunicación on line–, que le
autor como al lector. permite al lector una intervención

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Conversaciones

inmediata y directa, muchas veces Pasan un montón de cosas en torno a


reflexiva y otras salvaje. Tiene sus pro las nuevas tecnologías que obligan a
y sus contra. Como escritor de ensa- tener cierto cuidado. Pero hasta ahora,
yos, de notas, incluso como periodista lo que observo es eso: me parece demo-
que publica algo en la red, no tengo cratizador en algún aspecto, en ciertas
ganas de andar complicándome la vida operaciones que tienen que ver con la
contestando cosas que me parece que lectura, con el poder sobre el sentido.
no merecen respuesta. Tampoco me No sé si la metáfora es válida porque no
parece mal que la gente las ponga... la pensé nunca, pero en algún sentido
Es complejo, pero lo que sí podría tienen la inmediatez de lo que sucede
decir, es que esta idea de la lectura en lo espectacular, en el teatro: uno
más fragmentaria escribe un texto, una novela o un en-
Que la gente lea menos por- es una lectura más sayo, lo publica, sale en algún lado y a
que tiene Internet es también salvaje, de inter- lo mejor alguien lo lee y te lo comenta,
un lugar común que no está vención inmedia- pero en cambio cuando se trata de estos
nada demostrado. De hecho, ta. En general, la otros medios, enseguida se lee y se co-
en general, la competencia se gente que puede menta, con razón o sin razón, a veces de
establece antes entre el tiempo llegar a leer las una manera agobiante...
de conexión a Internet versus cosas que publi-
tiempo frente al televisor: la co por Internet es LB: Algunos piensan que las nuevas
gente que pasa mucho tiempo gente que tiene generaciones han perdido el hábito
en Internet no es que dejó de un cierto interés de la lectura a partir de la emergen-
leer para eso, sino que dejó de por el campo de cia del mundo “conectivo-digital”
estar frente a la televisión. las humanidades, y con esa “pérdida” lo que se daría
de lo social pero, a sería una suerte de crisis de la idea
veces, suele pasar que dije alguna hueva- misma de democracia que suponía
da sobre algún programa de televisión y un lector moderno, una relación es-
recibo insultos de todo el mundo, inclu- pecífica con la conciencia. Un mun-
so tres años después del momento en do proliferante de signos en la red,
que lo dije. Es algo atractivo, al mismo como el que vivimos actualmente,
tiempo que irreflexivo, porque la gente amenazaría ese tipo de relación en-
responde a veces desde lo emotivo. tre conciencia, libros, democracia,
Yo no soy pesimista en cuanto a las conversación, y con ello, las sensibi-
nuevas tecnologías, pero tampoco soy lidades modernas...
optimista. Cada cosa tiene su costado
interesante y también su costado sinies- DL: Me parece completamente incier-
tro, y eso te obliga a pensar, a ver qué to eso. Basta pensar que el nazismo
encontrar de bueno en esto y desarro- fue pre-televisivo. Antes de la cultura
llarlo y ver qué hay de malo para tratar de masas, con la cultura del libro, de
de que no se desarrolle, de corregirlo... Heidegger, de la alta filosofía alemana,
En general, tengo la idea –por lo menos sucedieron las peores catástrofes de la
hasta ahora– que las nuevas tecnologías humanidad. De modo que, primero,
tienen más cosas positivas que negati- no me parece que la cultura del libro
vas. Pese a que me parezca un univer- haya sido democrática per se: hubo im-
so siniestro también, puesto que es un perios, esclavitud, todo el período co-
mundo ligado a la inversión y al capital. lonial en América Latina, Roca... ¿eso

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LA BIBLIOTECA
Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

no estaba ligado a la cultura del libro? podés zafar. Basta que tenga acceso a
Me parece que hay que cuestionar un Internet, puedo acceder a cualquier
poco el carácter democratizador de la programa, cualquier libro, etc. Enton-
cultura libresca. Es cierto que la esco- ces, con que una sociedad tenga asegu-
larización en países como el nuestro rada la conectividad del conjunto –y
ha significado mucho para varias ge- de las escuelas, como se planteó veinte
neraciones de personas, gente –uno años atrás pero que nunca se pudo ha-
mismo– que carece de respaldo que no cer porque los radicales se robaron la
sea lo que pudo leer en la escuela o ver plata. Si eso se hubiese cumplido, el
en la televisión. Porque la televisión te carácter democrático de la tecnología
puede no enseñar nada pero también estaría satisfecho y no sería patrimonio
te puede partir la cabeza. Y si te parte solamente de las personas que pueden
bien la cabeza, en el momento exacto y tener banda ancha en su casa.
en la dirección exacta, no es poco. Eso
en cuanto a la cultura letrada. LB: El problema surge con los cri-
Luego, que la gente lea menos porque terios de legitimación de las obras;
tiene Internet es también un lugar co- porque uno está acostumbrado, al
mún que no está nada demostrado. De menos en nuestra generación, a que
hecho, en general, la competencia se el libro pase por sistemas valorativos
establece antes entre el tiempo de co- determinados, por campos interpre-
nexión a Internet versus tiempo frente tativos... En esto que decís, que en
al televisor: la gente que pasa mucho Internet aparece cualquier cosa, tan-
tiempo en Internet no es que dejó de to democrática como antidemocrá-
leer para eso, sino que dejó de estar tica, se están instaurando criterios
frente a la televisión. Y en ese punto yo de legitimación que todavía no sa-
aplaudo. O que mira televisión de otra bemos en qué consisten.
manera: gente que navega por Internet
y que en lugar de ver a Tinelli entero, DL: Sí, lo que importa es efectiva-
va viendo los pedacitos que suben a mente alfabetizar no tanto en térmi-
YouTube, y entonces en quince minu- nos de uso de las tecnologías, porque
tos liquida la pesadilla que es “Bailando eso no requiere gran criterio, sino en
por un sueño”. Eso es una ganancia. términos precisamente de la discrimi-
Y en tercer término, siempre se trata de nación: que la persona sepa navegar,
contenidos, me parece, porque la gen- sepa leer, sepa comprender que lo que
te puede haber leído mucho y siempre está leyendo merece mayor o menor
basura. Basura en el sentido político e respeto, ahí es donde me parece que
ideológico. Hay teorías expresadas en se debe intervenir institucionalmente
los libros que no son para nada demo- para generar una cierta desconfianza
cratizantes. Con lo cual, volvemos a lo crítica. Una relación acrítica con los
de antes. Me importa a lo que la gente contenidos que uno puede encontrar
puede acceder, y es cierto que en In- en la red es una relación boba.
ternet podés acceder a cualquier cosa. De todos modos no quisiera que se
Esta es la ventaja que yo le encuentro sospechara que desprecio al libro
con respecto a los medios masivos de como objeto, porque publico libros
comunicación, que tienen una oferta y porque me parece que el libro sigue
extremadamente dirigida de la cual no siendo más dúctil como herramienta

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Conversaciones

de conocimiento que la tecnología, Lo interesante era lo que pasaba en el


precisamente por su operabilidad. Yo momento; la gente iba leyendo y creía
tengo un libro y lo llevo a todos lados que era todo cierto.
y leo mientras tengo luz de día o una No es sólo una diferencia de soportes.
vela, mientras que para la lectura digi- Es una diferencia también en esos tér-
tal necesitás una conexión a Internet, minos: qué se lee como verdadero, qué
electricidad, etc. No tiene transpor- como ficcional, cuál es el alcance que
tabilidad. Al libro, me parece, no hay puede tener una publicación, qué gus-
con qué darle. El único problema es el ta más y qué no... a la gente no le gusta
de su almacenamiento y ahí me parece tener ensayos largos, no le gusta que
que hay que establecer criterios sobre uno exponga teorías, cosas abstractas,
qué se publica y qué no, porque sino le gusta más la cosa cotidiana. Y yo
ya no se van a poder almacenar, y apa- entiendo eso, porque en algún senti-
rece todo el tema de los recursos no do hay una cuestión de pérdida: existe
renovables y todo lo que ya sabemos. la idea de que uno puede leer todo, lo
que escribe cualquiera; que no hay di-
LB: ¿Pero lo ves como una diferen- ferencia entre lo privado y lo público,
cia de soportes nada más? Pensaba todo eso da algún vértigo. De modo
en Monserrat y el pasaje de la escri- que, en ese sentido, la gente, el públi-
tura de libro a la del blog, ¿es sólo un co, los lectores, necesitan aferrarse a
cambio de soporte? algo concreto. Puede ser verdadero o
no pero que sea concreto.
DL: No, yo creo que no. Monserrat La ventaja que le veo al libro, entonces,
fue escrito y pensado como una nove- es la amabilidad –se deja transportar, se
la desde el comienzo. Y publicada de deja leer, subrayar–; se teje una relación
acuerdo con un método que para mi que no se da con las pantallas. Para mí
significaba investigar el folletín ¿Cómo el libro sigue siendo la mejor compañía,
era publicar un pero lo otro me resulta fascinante. Hay
Para mí el periodismo ha muer- folletín, de entre- muchas cosas detestables, claro, el libro
to desde que existe Internet. No ga semanal? Por electrónico por algo no funciona, el ar-
tiene ningún sentido ejercer crí- supuesto que no chivo PDF es detestable, etc.
tica periodística en un medio, lo podía hacer,
salvo para ganarse un sueldo, pero mi idea era LB: Pero, me da la sensación de
si podés hacerlo desde Internet. ésa: una novela que vos estás usando el libro, el
Eso es claro, pero no es así con la por entrega para formato libro, también para pen-
literatura. El libro sigue siendo ver cómo funcio- sar formas comunicacionales de
más poderoso y más inclusivo. naba. Y sucedía otro mundo cultural. Lo que hicis-
Ahí el libro no es competencia. que ahí se daba te en los años 90 con el contesta-
un pequeño dis- dor telefónico o con las conversa-
turbio en relación con lo verdadero y ciones, me parece que tenía algo de
con lo ficcional. Sucedía que muchos eso, que consistía en poner en un
amigos me llamaban por teléfono des- formato muy clásico de la moder-
pués de leer que la gata tenía un pro- nidad, aquel en que se ha pensado
blema... me decían: “leí en tu blog que su cultura, en diálogo con otras co-
estaba mal tu gata...”. Bueno, no hay sas que siempre fueron vistas como
que creer todo lo que se lee, les decía. ajenas, hasta incompatibles.

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LA BIBLIOTECA
Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

DL: Quizás soy demasiado viejo para cierto tipo de lecturas. Es como si
comprender las cosas de otro modo. la voracidad mercantil, alimentada
Para mí el periodismo ha muerto des- por la velocidad, también hubiese
de que existe Internet. No tiene ningún acaparado la tradición de la lectura,
sentido ejercer crítica periodística en un generando modas y estereotipos, in-
medio, salvo para ganarse un sueldo, si cluso respecto a las lecturas críticas.
podés hacerlo desde Internet. Eso es
claro, pero no es así con la literatura. El DL: Respecto a los suplementos cultu-
libro sigue siendo más poderoso y más rales y el periodismo cultural, me pa-
inclusivo. Ahí el libro no es competen- rece que este es un momento bastante
cia. Salvo, sí, en tiempos de lectura, de bajo en Argentina... De todos modos,
alfabetización, que son términos estric- ahí también debemos separar las aguas.
tamente pedagógicos. Porque una cosa es un libro, un proceso
En el momento en que tuve un contes- estético, una manera de pensar la lite-
tador me interesó reflexionar sobre la ratura y el arte, asociado con intereses
forma contestador –esos aparatos ne- políticos y corporativos de los medios,
gros cuadrados y grandes que hoy los y otra cosa es cuando eso viene asociado
jóvenes no conocen, y que grababan con el interés que pueda llegar a tener
los mensajes en cintas. El libro puede en una comunidad imaginada de lecto-
contener eso... no se me ocurre otro res de blog, por ejemplo.
formato, tal vez el cine, pero el cine En mi caso particular, Monserrat fue el
me parece una porquería, el cine mu- libro que menos críticas tuvo en los me-
rió. Si comparamos cine y literatura, la dios de comunicación... quedó restrin-
literatura, pobrecita, ha sido abofetea- gido en un universo, el del blog. A mí
da mil veces y, sin embargo, sigue ahí. no me molesta porque el libro encuen-
Deleuze decía: el cine muere por su tra ahí su horizonte, su modo de ser leí-
mediocridad cuantitativa. Puede ha- do. Como texto de contratapa le puse la
ber una película interesante, pero hay frase de un chico que me había escrito
tres millones que son basura, basura una vez al blog criticando una cosa que
peligrosa, fascista, cínica e indigna. yo decía y que me pareció interesante.
Yo soy bastante tolerante, convivo con Es decir, todo esto no tiene la misma
personas que no son letradas, por lo agenda que la de los medios, que es una
tanto estoy acostumbrado a consumir agenda horripilante, sobre todo por lo
chatarra y no me molesta, pero hay aburrida; no tiene debate alguno.
puntos en donde me pongo riguro- El tema con Di Nucci es distinto, apa-
samente como comisario y digo: “no, reció en Internet y mucho después se
acá Tinelli no se ve, no quiero que mis le ocurrió a Radar hacer unas notas, y
gatas escuchen a Tinelli”; y con el cine después a otra revista, pero mucho des-
me pasa también eso. pués... Si tenés un suplemento de cul-
tura, hacelo en el momento. Más que
LB: Parece que los libros hubieran autores y procesos de escritura, lo que
sido también confiscados por una se promueven son las agendas editoria-
forma de circulación, de creación de les y sus catálogos. Ni siquiera se pro-
mercados culturales, en la cual los mueve el catálogo de Eloísa Cartonera.
suplementos culturales juegan un Están sujetados a las normas imperiales
rol decisivo a la hora de promover de la lectura. Eso lo conozco bastan-

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Conversaciones

te. Esto uno lo puede recorrer con un política de salón hace que uno no pue-
poco de ironía, de malhumor o puede da hablar de nada, porque si digo que
hacerse el tarado, pero me parece que el libro de tal no me gustó, no me van a
es un problema que nadie quiere resol- invitar más a la fiesta. Yo por lo general
ver, sobre todo si se trata de un diario trato de hacer críticas puntuales. Leo tal
tan respetable como La Nación, que libro, y si es de un amigo mío le digo
terminó en ADN. ¡¿ADN?! ¿Qué es qué me gustó y qué no, y luego hago
eso del código genético? ¡Un siglo de público eso mismo. Me parece muy es-
discusión de teoría antropológica sobre téril la idea de que está todo bien y de
las relaciones entre naturaleza y cultu- que nadie se pelea con nadie.
ra se resuelve en una reunión de cinco ¿Y por qué no se puede sostener una
minutos en la que una señora propone discusión pública? Si todo el mundo
semejante dislate! Optaron por una es- piensa en contra mía, el que va a que-
pecie de síntesis absurda. Es muy raro y dar mal soy yo, que no tengo un parti-
difícil de entender. Porque uno puede do o un ejército que defienda mis po-
tener una posición anticapitalista, pero siciones. Me parece que en los debates
los medios no pueden tenerla. Pero sí intelectuales ocurre que uno sale solo
deploro a la literatura que responde a y lo que dice, cuando tiene el valor de
las agendas de los suplementos o de los hacerlo, lo dice riesgosamente.
grandes grupos, como también deploro
las agendas del snobismo, la respuesta LB: Las corrientes que plantean la
impuesta por alguna norma que viene existencia de la red global como un
desde afuera de lo que puede llegar a instrumento democratizador y libe-
ser la propia experiencia. En ese punto, rador, cuestionan mucho la idea de
no es exactamente igual cómo funcio- autor. Como si Internet viniera a
na un medio masivo que los nuevos socavar los fundamentos mismos de
medios electrónicos. la forma en la que el autor estuvo li-
gado a la propiedad intelectual. Los
LB: Es como si los medios llegaran debates que se dieron en el último
más tarde que el resto a tematizar tiempo, daría la sensación, estarían
algo, como si fueran hacia cosas que atravesados por esa discusión: la de-
ya están afirmando los prestigios ya fensa de la propiedad intelectual y
adquiridos. Por un lado, puede ser del autor, por un lado, o por el cues-
por la presión de las lógicas corpo- tionamiento a esa idea.
rativas, pero por otro, me parece,
también por desconocimiento o DL: No sé hasta qué punto vamos a
falta de preguntas. poder salir del empastamiento de esa
discusión. El otro día estaba buscan-
DL: Insisto, no podría hablar de los do un texto de Borges porque necesi-
medios en el mundo o de América La- taba una cita, siempre que uno quiere
tina, pero, yendo a los medios de la ciu- parecer serio comienza una ponencia
dad, para mí hay una cosa en Buenos con una cita de Borges (risas), y me
Aires que es muy irritante: la ilusión de puse a ver en Internet: no hay nada
que Buenos Aires puede generar aristo- de Borges, nada... Y vi que una señora
cracia. Ahora bien, generar aristocracia escribió en una página que había pedi-
significa generar políticas de salón. La do autorización a Kodama y a Emecé

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Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

para poder publicar una, “Las alarmas con la música que hago, lo entende-
del Dr. Américo Castro” de Borges, y ría un poco más. Pero la verdad que si
se la habían negado, incluso la había me pierdo de vender cinco libros... y
llamado el abogado de Kodama para bueno, circuló más, la gente se enteró.
decirle que de ninguna manera se le La idea de copyleft está bien... Las edi-
ocurriera ¿Cómo se le puede ocurrir a toriales patentan el diseño, patentan
alguien pedir autorización para subir cosas absurdas, la tipografía... En este
algo a Internet? ámbito se expresan delirios de propie-
Lo del autor puede ser una moda dad que en otras áreas sí son cuestio-
foucaultiana, post estructuralista, ha- nes más graves, importantes, como el
bría que analizarlo; una idea, en todo área de las patentes medicinales.
caso, estética. Pero la cuestión jurídica,
asociada a la figura del autor como due-
ño de las palabras, de las frases, es insos-
tenible, es una idea muy miserable...
El problema es que la propiedad de
las letras está asociada con la pro-
piedad de la información, las pa-
tentes medicinales, a los programas
tecnológicos y, en última instancia,
ahí es donde te das cuenta de que la
cuestión es grave... La idea de que la
soja y los cereales pueden estar pa-
tentados, y que la persona a la cual
le cae una semilla de soja transgénica
de Cargill tiene que quemar su co-
secha porque le pertenece a Cargill
es espantosa... Esas cosas, equivalen
a cobrar por la felicidad.
Pero volviendo al aspecto literario del
asunto, está la idea de que uno cree
que puede adueñarse de palabras. Y
en cuanto a las palabras, en algunos
casos, yo sí puedo reconocer “esto lo
dije yo y me lo afanaron”, pero yo, ¿a
quién se lo robé? Porque seguro se lo
robé a alguien, quizá no estoy segu-
ro, pero tampoco puedo garantizar no
haberlo robado. Hay que ser cuidado-
sos, con las ideas, con los conceptos,
hay que poner notas al pie en la me-
dida en que uno puede. Pero a veces Los límites de la circulación han des- Daniel Link, por
Sebastián Freire
uno no se da cuenta, o uno se olvida. aparecido por completo, como lo de-
Pero me parece irritante la obsesión muestran las fotos de las torturas en
por la propiedad. Si me puedo volver Irak. Hay un componente libertario
millonario con lo que escribo, pinto, que forma parte de la lógica de Inter-

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Conversaciones

net. Tal vez se acabe ese componente, DL: Bueno, eso existe también en mu-
pero ahí es donde hay que intervenir chas bibliotecas norteamericanas, y en
para defender eso y que no se bloqueen revistas también. Es una especie de pa-
esas posibilidades. ranoia, un deseo de poder. Porque na-
die dice cuál es el problema: dicen que
LB: El caso de Google es bastante pa- si la gente no paga por lo que se baja,
radójico, porque sería un ejemplo en las compañías quiebran. Pero si les va
el que la tecnología libre, digamos, mal, ¡que se dediquen a otra cosa! Si
tiene una declinación comercial: po- yo tengo una carnicería y me va mal,
ner al servicio de la corporación el me pongo otro negocio. Siempre pon-
software libre disponible... go como ejemplo a los traficantes de
esclavos. ¡Me imagino a los negreros,
DL: Creo que la discusión pasa por en su momento, defendiendo la escla-
eso, por el deseo de las corporaciones vitud porque si no sus compañías iban
de eliminar lo que es el software libre, a quebrar! Es lo mismo.
o los programas de código abierto, en La idea de autor tiene un costado
función de que, precisamente, eso su- desagradable, como una cosa faran-
pone el libre uso y la libre disponibili- dulera. En fin. Como decía el maes-
dad de los programas, del software, en tro Foucault, para poner un poco de
fin, de todo aquello que forma parte teoría a esta entrevista que está muy
del abc de la cultura digital. chata (risas): donde hay poder hay
Lo que en todo caso hace a la grande- resistencia y, por tanto, donde hay
za de Google y todos los programas resistencia hay poder. Y lo interesan-
que funcionan con Google –que ya te es eso, ahí donde hay una resisten-
son como ciento cuarenta– tiene que cia es porque ahí se está ejerciendo
ver con la facilidad de manejo, por- alguna forma de poder; si a la gente
que el problema siempre será la difi- se le ocurre resistir es por algo. Hay
cultad de los sistemas operativos... En por un lado, un deseo fascista, para-
ese punto soy un ignorante, pero creo noico: el de las corporaciones; y por
que es ahí donde hay que luchar en otro lado, está el deseo democratiza-
contra de Windows, en el caso de las dor y libertario de la gente.
PC, y optar por Linux que es un siste- Odio la pornografía, la detesto en
ma operativo de fuente abierta com- términos de la configuración ideo-
pletamente libre, en el sentido de que lógica que de eso se puede deducir,
uno puede rediseñarlo en función de aunque no creo que porque alguien
sus propias necesidades, hacerlo an- se abstenga de consumirla esté libre
dar como uno quiere... Aspiro, por de esas configuraciones. No creo que
lo general, a que las nuevas genera- una persona que vea imágenes porno-
ciones, que suelen tener una agilidad gráficas se convierta necesariamente
neurológica, o algo así que nosotros en una peor persona que alguien que
no tenemos, puedan hacerlo. no las ve. Cuando alguien quiere em-
pezar por ese lado es porque en reali-
LB: En las bibliotecas de Unión Eu- dad lo que le importa es controlar el
ropea parece que empieza a regir flujo de la información: el acceso a las
una legislación en donde se cobra bibliotecas, el acceso a las revistas y
un euro por cada consulta... cosas por el estilo.

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LA BIBLIOTECA
Conversaciones N° 6 | Primavera 2007

LB: Recién nombrabas el deseo de las es que cuando se discuten estas cosas
corporaciones y el deseo libertario siempre se llaman a expertos de área:
de los “usuarios” o “consumidores”, si se discute la ciudad se llama a los
¿en qué lugar pensás las políticas pú- arquitectos... pero ideas sobre la ciu-
blicas en esta nueva configuración? dad las puede tener cualquiera. En ese
punto me parece que una política es-
DL: Es complicado. Porque nosotros tatal, una política de cultura, debería
tenemos una imagen, diría althusse- tener algunas variables decididas de
riana, del Estado que finalmente es antemano. Como la Argentina es un
clasista. Pero, esa imagen, significa país que sale de una crisis para mar-
que también podemos ocupar ese char hacia otra, ahora estamos con-
aparato y coparlo... El Estado debe tentos de que la gente no muera de
garantizar la democratización y hacer hambre. Pero resta plantear, más allá
una lista sobre qué es lo que garan- de las discusiones de salón, verdade-
tiza la democratización. Lo que pasa ros ejes de debate.

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La pregunta por
la lectura y
el lenguaje Las paralelas historias de la
lectura, el lenguaje y las tec-
nologías permiten escribir la
historia de un largo ciclo cul-
tural. En ella, es tan impor-
tante el momento en que, en remotos monasterios, se pasó de la
lectura en voz alta a la lectura silenciosa, como el momento en
que el conocimiento se vio ligado a las mismas fórmulas de acu-
mulación, registro y valorización que caracterizan la existencia
del capitalismo. Es sabido que desde hace mucho tiempo diversas
corrientes de pensamiento sugieren que en el terreno de los sím-
bolos y de la imaginación se producen actos que redundan en las
lógicas de diferenciación y dominio propias de las economías pro-
ductivas, que realizaron la revolución moderna. El camino para
juzgar este enorme acontecimiento afectó e invitó a la reflexión
filosófica, literaria y ensayística a pensarlo bajo el desafío de tra-
tar aquello que se ponía en peligro del acervo humano, y aquello
que había que hacer para salvarlo. De ahí surge el dilema en
torno al humanismo, sea para afirmarlo en la situación clásica
de la preservación de una continuidad del hombre “como medi-
da de todas las cosas” o de un desmantelamiento del sujeto –o del
autor, o del lector– que siente las bases de una nueva crítica. En
una conocida versión, ésta lo sería en la procura de un ámbito
profundo de encuentro con las prácticas sumergidas del ser, no
sin el sacrificio de las capas de historicidad progresista sucum-
bidas en nombre de una autenticidad finalmente develada del
pensamiento. La inevitable ambigüedad de esta situación está
ligada durante toda la segunda mitad del siglo XX al nombre de
Martin Heidegger y la discusión que introduce su obra en todos
los ambientes culturales, discusión que aún no cesa. El lector de
La Biblioteca tiene aquí una evidencia de los distintos puntos
de vista en los que puede considerarse el tema del automatismo
técnico y los distintos mundos de conciencia del sujeto clásico.
Para José Pablo Feinmann es necesario advertir sobre el camino
emprendido por un antihumanismo radical que funda un criti-
cismo sin sujeto; para Noé Jitrik el acervo de la innovación téc-
nica debe estar alerta frente a la creación de poderes corporativos
expropiatorios de la subjetividad cabal; para Mempo Giardinelli
las prácticas de lectura mantienen un poder restituyente en el
seno mismo de las vastas modernizaciones tecnológicas y la vuel-
can a un destino democratizador; para Alejandro Kaufman es
posible señalar la realidad de las bibliotecas nacionales como sede
inesperada pero inevitable de esta misma discusión que reelabo-
raría la idea misma de cultura del libro, y para María De Pauli
es necesario adentrarse en el debate sobre las consecuencias que
trae el “capitalismo cognitivo” en los usos del lenguaje y en toda
práctica que lo incluya, que aún con perspectivas renovadoras,
pueda verse conculcada por los manuales de procedimientos
que, sin intervención de una herencia crítica, desglosarían la
acción humana para adecuarla a una gestión del trabajo que lo
desnutra de su raíz creadora, al mismo tiempo que destituya el
lenguaje de sus legados activos.
60

Naturaleza, humanidad, cultura


Por Noé Jitrik

Las innovaciones tecnológicas contemporá-


neas modifican la relación entre lo posible
y lo pensable. Tal es el dilema que advierte
Noé Jitrik recorriendo los distintos umbrales
técnicos, cuyas resonancias en el campo cul-
tural no cesaron de producir, una y otra vez,
conflictos en torno a formas de poder que
dichas novedades traían consigo. Desde lo
inmediatamente humano, el descubrimien-
to del lenguaje, el tiempo y la existencia del
Otro, hasta la invención de los formatos di-
gitales, las formas de existencia colectiva se
vieron tensionadas por estos cambios. Una
alteración que abandona tanto el carácter
mágico del pensamiento primitivo, como el
mecanicismo humano derivado de las cien-
cias de la modernidad. Una mutación que
no reconoce fronteras y cuya tonalidad in-
cierta es procesada bajo el signo de una ima-
ginación ilimitada, capaz de plegarse a los
intereses corporativos transnacionales que
trastocan las sensibilidades del presente.
LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

Cuando los seres humanos (¿cuál muy pronto debieron advertir que los
habrá sido el primero? pero si hubo sucederes de los días se organizaban
un primero de inmediato debe haber un poco –había ayer, había hoy, había
habido seguidores) lograron pararse mañana– lo que les permitió advertir,
sobre sus pies, lo que se llama la con gran perspicacia, que los días no
posición erecta, desafiando las leyes eran todos iguales; a veces había que
de la gravedad y de la animalidad, abrigarse, a veces desnudarse, de pron-
descubrieron casi simultáneamente to les salían hojas a los árboles y luego
tres cosas muy útiles para ellos: los se caían: a alguien se le debe haber
“otros”, el “lenguaje” y el “tiempo”. ocurrido medir esas variantes o alti-
Los “otros” permitían la asociación y, bajos como para prever algún aconte-
por lo tanto, la protección respecto de cimiento, favorable o nefasto; nació,
otros “otros”, también asociados, que así, la idea del reloj, no de golpe por
podían ser amenazantes, quitarles el supuesto, deben haber transcurrido
fuego, el agua, las mujeres, el alimen- milenios antes de que se abriera paso
to, etcétera, en otras palabras hicieron esa brillante idea. Ese día, junto con
germinar la semilla de la cultura: se el reloj, nació, es una osadía decirlo,
diría, entonces, que la cultura comien- la percepción aunque el reloj fuera un
za ligada a la necesidad de protección simple gotear de la arena o un trazado
y así sigue hasta hoy, la cultura prote- en una piedra que permitía discernir
ge. El “lenguaje” les dio la posibilidad unidades de tiempo, eso que llamamos
de comunicarse, por cierto, pero tam- desde hace milenios las horas.
bién de pedir, de narrar y, por fin, de Un día, difícil es determinar cuál,
entenderse o entender en qué mundo alguien pensó que enrollando una
estaban parados, en otras palabras cinta de metal
pudieron concebir formas para la cul- que se desen- La percepción del “tiempo”
tura porque empezaron a entender, rollara limita- les concedió la facultad de
igualmente, el lenguaje de mucho de da por cierto diferenciar entre la noche y
lo que los rodeaba, la selva, el desierto, engranaje se el día, de ver el desgaste de
la montaña, el mar, los animales, los podría medir las cosas y las personas y, en
crujidos de la noche y el canto de los el tiempo con definitiva, de advertir que la
pájaros al amanecer. La percepción más exacti- muerte estaba al final de todo
del “tiempo” les concedió la facultad tud: nació la lo que los otros y el lenguaje
de diferenciar entre la noche y el día, t e c n o l o g í a , les otorgaban; comprendieron
de ver el desgaste de las cosas y las aunque sin que no había eternidad y, al
personas y, en definitiva, de advertir ese nombre mismo tiempo, que la desea-
que la muerte estaba al final de todo y, con ella, el ban, en vano por supuesto.
lo que los otros y el lenguaje les otor- reloj moder-
gaban; comprendieron que no había no cuyas formas se fueron perfeccio-
eternidad y, al mismo tiempo, que la nando hasta los mágicos que mane-
deseaban, en vano por supuesto. jamos ahora. La tecnología, por vía
Observaron, probablemente, ya en de la mecánica, se había puesto en
este orden de la temporalidad, que el escena y su producto cambió costum-
sol salía y se ponía y que, además, no bres, incorporó un objeto nuevo, en
cesaba en esa tarea, si hay algo que es suma transformó la cultura. ¿Generó
regular es la salida del sol y su ocaso; también un poder?

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

Poco a poco, los seres humanos crearon Sobre esta red y estas posibilidades los
la representación: con barro hicieron comportamientos adquieren su sen-
figuras semejantes a las de ellos mis- tido y generan normas y tradiciones
mos y, por consecuencia, les nació la que van ordenando y singularizando
similitud pero, como también existía a las sociedades. La cultura sería, por
el movimiento, relacionaron los dos lo tanto, la suma de comportamientos
principios y se propusieron construir posibles en todos los órdenes de la vida
objetos parecidos a ellos pero no iner- social, un ancho campo que se modifi-
tes; la mecánica, ca permanentemente y recibe los más
Sobre la ganada capacidad de cuyos alcances ya variados estímulos. Sobre la ganada
simbolizar empiezan el arte, habían compren- capacidad de simbolizar empiezan el
que es representación, alte- dido y aceptado arte, que es representación, alteridad,
ridad, lenguaje y suspensión cuando concibie- lenguaje y suspensión del tiempo, y la
del tiempo, y la religión, que ron y aceptaron la religión, que reúne alteridad, lenguaje
reúne alteridad, lenguaje y rueda, les ayudó, y tiempo, porque considera lo otro, se
tiempo, porque considera lo y también los expresa y genera la esperanza de vencer
otro, se expresa y genera la niños que que- al tiempo mediante un improbable, y
esperanza de vencer al tiempo rían tener jugue- nada tecnológico, más allá.
mediante un improbable, y tes comprensibles Pero hay que hacer una aclaración: la
nada tecnológico, más allá. pero movedizos. mano, que servía inicialmente sólo para
La tecnología, de agarrar o para defenderse instintivamen-
este modo, fue altruística en su naci- te, despertó de su rudeza, descubrió sus
miento, ayudó a dar un poco de alegría posibilidades y, por consecuencia, se
a los seres humanos, al mismo tiempo hizo hábil pero para lo inmediato, para
que podían entender lo que podían satisfacer la necesidad, para manejar la
esperar al cabo de cada unidad de tiem- materia que, poco a poco, fue siendo
po, medible y cuantificable; se entrete- múltiples materias; la mano abrió el
nían, mejoraban su existencia mediante camino a la artesanía de una vez para
objetos que salían de sus manos y siempre; el ser humano logró, entonces,
que ayudaban en diversos órdenes de un hacer cada vez más rico y en esa
la vida, comer mejor, tener mejores instancia, sin darse cuenta, descubrió
techos, ropa más abrigada, transporte el imaginario como fuente que proveía
por fin, más adecuado para huir o ata- de las preguntas que empezaron a pre-
car, por no mencionar los instrumentos sentarse a raudales; capaz de responder
de defensa y de labranza. mediante acciones, halló ese magnífico
La conclusión es obvia: la cultura, en complemento de la comunicación, y
términos antropológicos, se fue conso- de la lucha contra el tiempo, que fue
lidando hasta el punto que, al poseer la escritura: sin la mano la escritura no
todos esos medios básicos para la vida, habría sido posible, ni que decirlo.
los seres humanos pudieron catego- El imaginario no se quedó tranquilo y
rizar, conceptualizar, simbolizar, en bastante más tarde se le despertó una
suma acercarse a dimensiones que inquietud: así como había sido con el
trascendían lo rudamente inmediato. reloj y la rueda y la rueca, ¿no sería
Lo cual quizás no les alegró pero, sea posible crear mecanismos para realizar
como fuere, eso no les impidió seguir- funciones o tareas que la mano por sí
las buscando infatigablemente. sola no podía ejecutar?

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

En el siglo XIV o XV la magia proveía relación entre conocimiento científi-


de esas soluciones; de ahí sale el Golem, co –que proporciona fundamentos– e
ser de barro creado para servir, que se imaginario pisaba más firme; esas for-
pone en movimiento cuando ciertas mas –pensemos nomás en las potencia-
palabras son pronunciadas, pero poco lidades del vapor– fueron modificando
después alguien como Leonardo da la cultura aunque más no fuera porque
Vinci se pone a inventar aparatos de favorecían la comunicación: si en la
lo más variados, aplicando conoci- Edad Media dos aldeas a cinco kiló-
mientos que todavía no son “cientí- metros de distancia una de otra tenían
ficos” y que actúan sobre embriones dialectos diferentes y se ignoraban,
de imágenes y permiten pensar no con los caminos, con el tren posterior-
sólo en volar, lo más sabido, como los mente, con el correo, con los restantes
pájaros, sino también en muchas otras adelantos, empezaron a vincularse y
cosas más. Leonardo no fue el único: necesitaron, por comenzar, un idioma
el modesto pero heroico Bernardo de común, no es preciso señalar la rela-
Balbuena, en un poema épico escrito ción que tiene la lengua con la cultura;
a comienzos del siglo XVII, concibe, luego modos de vida, métodos de
ayudado por un benévolo mago de fic- elaboración aprendidos o informados,
ción, un aparato que hace un viaje por es tan vertiginoso el razonamiento que
aire desde Europa a América pasando no parece posible llevarlo a cabo.
por todo el mundo conocido; Alonso A partir del siglo XV la tecnología
de Ercilla, en la Araucana, imagina progresa geométricamente y si en sus
lo mismo. Eso es ya, en una etapa comienzos el capitalismo europeo tenía
superior a la del reloj, la tentación o como fundamento el intercambio y
el deseo o la ilusión de la tecnología, la promesa portuaria –Marco Polo
aunque no lleve ese nombre: lograr encarna las dos vertientes–, luego la
objetos que desempeñen funciones descubre con alborozo, sostenido por
que ni el cuerpo ni sus manos podrían las triunfantes doctrinas fisiocráticas,
llegar a desempeñar. ¿Es de extrañar que permiten relacionar riqueza como
que poco después brote la idea de objetivo con dominio gradual y trans-
un ser mecánico que, por ejemplo, formación de la naturaleza en bienes y
juegue al ajedrez? Es claro que el dinero, naturalmente con explotación
primer jugador mecánico de ajedrez del hombre por el hombre.
fue una farsa que engañó por un Aunque este aprovechamiento de la
momento a un monarca ingenuo pero tecnología, en el servicio que en aquel
la idea quedó y poco a poco el mundo momento presta –y que no terminará
empezó a poblarse de autómatas que nunca de prestar–, complementario
hacían cosas; eso es ya la protorrobó- del que presta a la guerra y necesida-
tica como una dimensión que se abrió des concomitantes (transporte, salud,
a múltiples fantasías muy temprano, a comunicación) transforma la cultura,
mediados del siglo XVIII, y no paró tiene antecedentes que sería fastidioso
hasta ser, precisamente, robótica. recordar. Con dos, de la mayor impor-
Sin que este relato pretenda ser una tancia, basta; el primero es la inven-
historia de la tecnología, de alguna ción de la brújula; el segundo es la de
manera lo insinúa: debe haber tomado la imprenta, en 1450; si aquella per-
forma a los saltos, a medida que la mite orientarse en el ancho mar ésta

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

modifica el lenguaje, que es el medio lengua natural, crea nuevos lenguajes


húmedo por el que navega la cultura, que realimentan la tecnología y abren
porque una cosa es la escritura manual a posibilidades de todo orden, cientí-
y la oralidad y otra es la reproducción ficas, vinculadas con la vida cotidiana,
que obliga a fijar, a determinar: ¿es médicas, que cubren en efecto todo el
casual que pocas décadas después, espectro cultural que parece indiscer-
al oscuro Antonio de Nebrija se le nible de la cultura en la que vivimos.
En un principio la relación no era
clara y tardaría en clarificarse; por eso,
las respuestas que da esa embrionaria
dimensión propusieron estructuras
fantásticas, que tienen que ver más
con la literatura que con la realidad,
sueños que tardarán en materializar-
se. Sin embargo, en una escala menor
y doméstica, las invenciones asom-
bran pero sus sorprendentes alcances
no son muy aceptados. En una escena
de la película de Jacques Feyder, La
kermesse héroique, al ocupante espa-
ñol de Flandes le acercan, en una
comida, un estuche que contiene un
utensilio desconocido para los fla-
mencos; es un tenedor con el cual el
personaje pincha un trozo de carne,
lo acerca y, antes de engullirlo, lo
toma con la mano y se lo mete en la
boca, en medio de la admiración de
los restantes comensales lugareños,
desconocedores de las más recientes
invenciones: el humilde tenedor, que
Alejandro Truant

prolonga las funciones de la mano,


también la imita –y ahí está la ocu-
rrencia– e incide en los cambios de los
modos de comer, cambia, en suma,
haya ocurrido redactar y publicar una una forma cultural tan importante,
gramática de la lengua española que como que el universo gastronómico
ayudó, indirectamente, a consolidar ha avanzado hasta terminar por tener
el poder de la monarquía española su axiología y su lenguaje, todo ello
y le permitió dominar lingüística y indicativo de una estamentación cuya
físicamente los nuevos territorios des- retórica define un estado cultural: si
cubiertos y conquistados? Situación el comer es natural, los modos de
semejante puede haberse producido hacerlo no lo son y para ejecutarlos
cuando aparece la computación, en las invenciones son continuas, los
cuanto a modificación de lenguajes, aparatos proliferan, se generan ince-
tanto que, además de incidir en la santemente en misteriosos lugares en

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

los que empeñosos tecnólogos están bajo con menos pérdida de tiempo
actuando un saber cuyos resultados y, en consecuencia, con mayor ren-
nos educan o nos dominan. tabilidad para sostener la máquina
Hay experiencias reveladoras, además y lo que podía producir. Cada uno
de las observaciones sociológicas, de de esos episodios tuvo consecuencias
la incidencia tecnológica en la cultura para la cultura letrada y, por conse-
en general y en determinados campos cuencia, para el imaginario humano
en particular. Si, por ejemplo, se en general: escribir de otra manera,
puede componer música mediante por más espontáneamente que se
programas de computación o ejecutar llegue a hacerlo, determina las lectu-
diseños que previamente dependían ras de las cuales sale la materia que
del exclusivo talento del artista, en alimenta el saber de una sociedad así
literatura se puede ver que algo seme- como el inconsciente de los que la
jante ocurre. Cuando la computación integran. Pero también, en recono-
apenas comenzaba, las procesadoras cimiento al poder de tal imaginario,
de textos recién llegadas imponían hay que seña-
normas que los escritores debían res- lar que dichos (...) la tecnología se extralimita,
petar en la presentación de sus origi- avances siempre se estira, ningún sueño per-
nales, lo cual incidía indudablemente fueron admiti- manece para ella en su cápsu-
en la escritura entendida como proce- dos, al princi- la; es como si sus practicantes,
so complejo que tiene manifestación pio quizás a la sensibles a los descubrimientos
física; de ahí en adelante había que fuerza, y pronto de la ciencia, hubieran llega-
escribir ya no mirando el papel en transformados do a la misma conclusión que
blanco y la mano que intenta arran- en beneficio de Nietzsche pero sin la connota-
carle su secreto –que eso es la escri- los poderes crea- ción religiosa o antirreligiosa
tura consciente de sí misma– sino dores del ser que, en su desesperación, le
un teclado y una pantalla cuyo vacío humano, hasta dio: “Dios ha muerto, todo es
parpadeante exige del ojo otro orden el punto que posible”, pudo ser reformulada
de introspección. Para dar una idea esas tecnologías del siguiente modo: “la tecno-
de lo que estas nuevas condiciones de fueron naturali- logía existe, todo es posible”.
escritura podían acarrear es suficiente zadas y nadie ya
señalar que las frases largas comen- piensa que la imprenta es limitativa,
zaban a estar bajo sospecha y que que la máquina de escribir condicio-
los capítulos de un texto no podían na, que la computadora empobrece.
exceder determinados límites porque, Así, pues, la tecnología se extralimita,
de lo contrario, la máquina podría se estira, ningún sueño permanece para
enloquecer y devorar todo lo escrito. ella en su cápsula; es como si sus prac-
¿Quién no se ha visto constreñido ticantes, sensibles a los descubrimien-
por semejante amenaza? tos de la ciencia, hubieran llegado a la
Pero algo semejante había ocurrido misma conclusión que Nietzsche pero
con la máquina de escribir y, sin sin la connotación religiosa o antirreli-
duda, cuando nació la imprenta para giosa que, en su desesperación, le dio:
la cual, al menos, como condicionan- “Dios ha muerto, todo es posible”,
te, había que trazar previamente sig- pudo ser reformulada del siguiente
nos en el papel de manera clara, para modo: “la tecnología existe, todo es
que el tipógrafo pudiera hacer su tra- posible”. Un pensamiento como ése

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N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

cruza fronteras y, dotado de ese poder, cina y su cada vez mayor especializa-
deja de ser el Golem primitivo para ción: la parte convoca a y desarrolla
procesarse a sí mismo en torno a la un saber que necesita verificarse en los
pregunta “por qué no”. aparatos cada vez más sofisticados que
No es ninguna novedad reconocer son los que proporcionan, si logran
que la tecnología está férreamente hacerlo –o aproximándose cada vez
instalada en la cultura contemporá- más a la meta–, la verdad de esa parte.
nea; es más, ninguna sociedad que Sin la tecnología la especialización no
pretenda estar al margen de ella sería posible y el diagnóstico impen-
podría afrontar la brutal compe- sable; con ella, el especialista se aleja
tencia que caracteriza la economía, de la especialización vecina y, natu-
la política y las guerras del mundo ralmente, del cuerpo entero, del ser
moderno. Está apoyada desde luego humano en su totalidad.
en la ciencia y en principio está Si bien los extraordinarios avances
ligada a la necesidad pero va mucho tecnológicos podrían ayudar a ciertas
más allá: se ha convertido en modo sociedades a salir del primitivismo y
de vida y, por lo tanto, en ideología, del riesgo de la extinción por falta de
hasta tal punto que quien se nie- defensas y a mejorar sus condiciones
gue a ella corre el riesgo de quedar de vida, traman una malla inexpug-
aplastado o devorado por una his- nable que determina valores, ordena
toria que camina a paso de gigante, comportamientos, remodela volun-
cada día con nuevas creaciones, tan tades, crea los equívocos más angus-
imprescindibles como, a veces, inne- tiosos respecto no sólo de la relación
cesarias pero que están en la base de entre humanidad y naturaleza sino la
una estructura económica imbatible, desesperante verificación de un futu-
pero no porque no tenga fallas y no ro determinado por secretos poseedo-
sea reemplazable sino porque está res de los recursos para generar ins-
instalada en el inconsciente aun de trumentos que ausentan cada vez más
quienes la combaten. ¿Quién puede lo que de humano tiene el planeta. Y
vivir ahora sin la informática, quién como esto al mismo tiempo acumula
puede prescindir de los extraordi- capital dando origen al gran hecho
narios avances de la cirugía, quién histórico de nuestra época, las enor-
piensa en términos de formas cultu- mes, anónimas y misteriosas empre-
rales fuera de lo que proporcionan sas transnacionales, que lo ordenan
los centros de poder, en los que la todo y poseen la tecnología que ade-
tecnología es más fuerte que la cien- más producen, desde nuestros gustos
cia y, ni que decir, del arte? hasta nuestros sueños, la reflexión no
Lo que llamamos modernidad, o pos- puede ser de ningún modo simplista,
modernidad si se quiere, se aprovechó lleva a una perplejidad que a unos
de la proliferación tecnológica que fue desarma y a otros rebela.
cubriendo todos los campos del que-
hacer social y humano, hasta generar
una especie de filosofía que rechaza las
unidades y proclama, para sustituirlas,
el concepto de “cuerpo fragmentado”,
cuya realidad es evidente en la medi-

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Heidegger y la técnica(*)
Por José Pablo Feinmann

Cuando hablamos de la técnica hay un nom-


bre ineludible: Martín Heidegger. El autor
de Ser y Tiempo despliega una ontología en
la que el “tecnocapitalismo” lleva al olvido
del ser. José Pablo Feinmann desarrolla los
distintos estadios, interrumpidos por su pro-
longado silencio, en los que el filósofo alemán
desliza un viraje respecto a sus pasos inicia-
les: de una antropología existencial hacia un
desplazamiento del sujeto como centro de la
historia, el sujeto moderno que emerge de la
formulación cartesiana por el conocimiento
como fundamento de la existencia. La técnica
como el campo en el que se realiza el dominio
del ser ahí sobre el ente, y que lleva a la devas-
tación conquistadora de la tierra y el mundo
a través de su objetualización. El viraje hacia
el antihumanismo heideggeriano, fundado
en un pesimismo respecto al automatismo
técnico y su racionalidad capitalista, es seña-
lado por Feinmann, como causa del sombrío
silencio frente al sometimiento del hombre
que denunciaban Marx y Sartre.
Un antihumanismo que se encuentra presente
en Nietzsche y es prolongado en las corrientes
post-estructuralistas que –según el autor– en
el capitalismo tardío se acoplan a las formas
de sujeción del mercado como modo de vin-
culación de las existencias diversas.
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La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

Durante la segunda mitad de la década una apertura del ser que se produce
del 30, Heidegger habrá de dictar una desde el hombre) a Heidegger lo llena
serie de seminarios sobre Nietzsche. de espanto, suspende la obra y empieza
Estos textos fueron editados por la a buscar por otro lado. Ese “otro lado”
Editorial Destino y son dos tomos de lo llama “viraje” y tiene una “víctima”.
no sorprendente riqueza. Para expli- O, al menos, un ente definitivamente
citar el “viraje” (kehre) de Heidegger lateralizado del pensar sobre el ser: el
habremos de partir de uno de sus pará- hombre. ¿Cómo, entonces, no habría
grafos. Es el que Heidegger titula El de volverse Heidegger contra el primero
dominio del sujeto en la época moder- que centralizó al hombre en la modali-
na. Puedo anticipar –para saber hacia dad de lo subjetivo, Descartes?
dónde vamos– el carácter fundamental Ese trabajo se traza de un modo impecable
que tendrá el Viraje heideggeriano. en el parágrafo que indicábamos del texto
Hay una salida de lo que me animaré a sobre Nietzsche.
llamar el humanismo de Ser y tiempo. También lo hace En suma, Heidegger no habría
El “hombre” ya no es el que “abre” la Heidegger en superado las filosofías tras-
problemática del ser preguntándose por Caminos de bos- cendentales del sujeto. No
él. Recordemos que, en Ser y tiempo, que (en La época habría superado a la concien-
era de la naturaleza del Dasein de donde de la imagen del cia fenomenológica husserlia-
se partía para encontrar la naturaleza mundo) y en los na cuya característica central
del ser. Heidegger deja incompleta su pasajes finales del es la de una conciencia que,
obra de 1927. En la Carta sobre el texto La frase de al ser conciencia de mundo,
humanismo, de veinte años después, dirá Nietzsche “Dios establece una relación consti-
que hizo tal cosa por “insuficiencia de ha muerto”. Y tuyente entre esa conciencia y
lenguaje”. En verdad, creo que se trata luego en cualquier el mundo. Heidegger habría
de una sorpresa que se llevó el Maestro otra parte donde permanecido en las redes del
de Alemania: había hecho un texto sea necesario, ya neokantismo husserliano.
humanista, había colocado al hombre que Heidegger no
en la centralidad, había mantenido el se molestaba por repetirse. Nos concen-
dualismo típico de las filosofías de la tramos, pues, en el trabajo sobre Descartes
modernidad (sujeto-objeto) en el dua- y la subjetividad moderna. Veamos cómo
lismo Dasein/entes distintos del Dasein. el hombre olvida al ser y se transforma
(Tal le reprocha la española Cristina en amo del ente. Aquí, en este domino
Lafont, líder del “giro lingüístico”.) En que el Dasein ejerce sobre los entes, surge
suma, Heidegger no habría superado las el tema de la técnica.
filosofías trascendentales del sujeto. No “Nos preguntamos (se pregunta
habría superado a la conciencia fenome- Heidegger): ¿cómo se llega a una posi-
nológica husserliana cuya característica ción acentuada del ‘sujeto’? ¿De dónde
central es la de una conciencia que, al surge este dominio de lo subjetivo que
ser conciencia de mundo, establece una guía toda colectividad humana y toda
relación constituyente entre esa con- comprensión del mundo en la época
ciencia y el mundo. Heidegger habría moderna?” (Heidegger, Nietzsche,
permanecido en las redes del neokantis- Editorial Destino, Barcelona, 2000,
mo husserliano. Voy a decirlo: todo eso p. 118). Apareció esa palabra mal-
que tanto me gusta a mí de Ser y tiempo dita por toda la filosofía crecida a la
(que sea una antropología existenciaria, sombra de Heidegger y en el aborre-

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cimiento de Sartre desde mediados su libertad. Sigue Heidegger: “Si


de los sesenta: sujeto. El pasmo de decimos, por ejemplo, radicalizando,
Heidegger, al suspender Ser y tiempo, que la nueva libertad consiste en que
era el de haberse deslizado a una filo- el hombre se da la ley a sí mismo, elige
sofía trascendental, a una filosofía del lo que es vinculante y se vincula a ello,
sujeto: si el Dasein abría la posibilidad hablamos ya en el lenguaje de Kant y
de la ontología del ser a partir de su acertamos, sin embargo, con lo esen-
propia ontología, ¿no era Ser y tiempo cial del comienzo de la época moder-
una filosofía del sujeto? Aquí está el na, que conquista su figura histórica
Maestro de Alemania dispuesto a sub- propia con una posición metafísica
sanar esas pestilencias humanistas de fundamental para la que la libertad se
su opus magnum. Continúa diciendo torna esencial de un modo peculiar”
que, hasta Descartes, “todo ente, en (Ibid., p. 120). Cierto: este hombre de
la medida en que es un ente, es com- la modernidad, a partir de sí, se destina
prendido como a someter lo ente. Heidegger explicita
Heidegger va a ver en la con- s u b - i e c t u m . que esa libertad del sujeto moderno
solidación del sujeto de la sub-iectum es radica en “la liberación de la creencia
modernidad la consolidación la traducción en la revelación” (Ibid., p. 120). Es el
del sujeto del tecnocapitalis- e interpreta- hombre el que ahora pone lo que es
mo, no es casual que los france- ción latina del necesario y vinculante. Detengámonos
ses de izquierda adoptaran con hipokéimenon en lo “vinculante”. Para la espesa Edad
tanto esmero a este Heidegger, griego y significa Media lo “vinculante” era Dios. Dios
no al de Ser y tiempo. lo que subyace y “vinculaba” todo lo existente. Está
está a la base (...). claro que si tiene que existir algo así
Con Descartes y desde Descartes, el como “lo que es”, o “todo lo que es”,
hombre, el ‘yo’ humano, se convierte o el “mundo”, cierta entidad tiene
en la metafísica de manera predo- que vincular eso que está desperdi-
minante en ‘sujeto’. ¿Cómo llega el gado por todas partes. Antes, lo que
hombre al papel de auténtico ‘suje- “vinculaba” la infinita maravilla de lo
to’?” (Ibid., p. 119). Heidegger, muy diverso era Dios. Ahora, a partir de la
atinadamente, va a ver en todo este Modernidad, será el hombre. Muerto
proceso el proceso de surgimiento el “hombre”, luego de la Carta sobre
del tecnocapitalismo. Heidegger va a el humanismo y los posestructuralistas,
ver en la consolidación del sujeto de los posmodernos y el fin de la Guerra
la modernidad la consolidación del Fría, será el “mercado”.
sujeto del tecnocapitalismo, no es Sigue Heidegger: el hombre se vuelve
casual que los franceses de izquierda “señor de las propias determinaciones
adoptaran con tanto esmero a este esenciales de la humanidad” (Ibid.,
Heidegger, no al de Ser y tiempo. p. 121). Se libera de una “certeza de
Sigamos con esa pregunta: ¿cómo salvación de tipo revelado” y asume
llega el hombre al papel de autén- una certeza “en la que el hombre
tico sujeto? 1) Porque se libera de pueda estar, por sí mismo, seguro de
las ataduras de la teología medieval; 2) su determinación y de su tarea” (Ibid.,
Porque se libera de Dios y se pone a sí p. 121) Se produce, así (y atención
mismo en la centralidad de la acción a esto), el “aseguramiento de todas
histórica. Esto es, para el hombre, las capacidades de la humanidad en

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dirección del incondicionado dominio y sobre todo, los entes no-capitalistas,


de toda la tierra” (Ibid., p. 121). ¿Qué los hombres que debían trabajar para
era la verdad en Qué es eso de filosofía? el capital, que eran entes degradados.
¿Qué relación establecía el hombre Este aspecto (el de la expoliación, el
entre él y el ser del ente para establecer del sometimiento de millones de entes
la verdad? La verdad jamás podía humanos a los “señores del ente” y
surgir como apropiación de lo ente. La de la mercancía
verdad a la que la filosofía está acos- capital) permane- En efecto, Heidegger tiene
tumbrada (desde la época moderna) ce en sombras en razón: el hombre del tecnoca-
es la verdad como adaequatio. La Heidegger. Les pitalismo ha olvidado al ser. Ni
adecuación entre un sujeto que consti- dejó esas turbie- siquiera creo que lo haya olvi-
tuye y un objeto que es constituido. La dades a los comu- dado. Creo que el homo capita-
adecuación de ambos es la verdad. nistas. Ya las lista jamás pensó en el ser.
En Heráclito y en Parménides, nos había enunciado
había dicho Heidegger, la verdad sur- Marx, a quien consideraba “el más
gía de un estado de abierto. El hombre grande de los hegelianos”. Pero impor-
se abría a los entes. Y el ser (que no era ta señalar esto para tanto izquierdista
ninguno de los entes, pero estaba en que abrazó a Heidegger para librarse
todos ellos, iluminándolos) respondía de Marx: del capitalismo, Heidegger
a ese genuino, auténtico, propio, “esta- habrá de criticar la devastación de
do de abierto” y se “des-ocultaba” Así, la tierra, la conquista de lo ente y el
la verdad era aletheia. La verdad era olvido del ser. De la lucha de clases,
des-ocultamiento. La actitud pre- la expoliación, el colonialismo y mil
socrática era de asombro ante lo ente. miserias más, silencio. Salvo cuando
Este asombro permitía una entrega empezó a hablar el lenguaje del Tercer
que, lejos de toda dominación, era de Reich y vio en los ejércitos alemanes
apertura; esta apertura, a su vez, per- potencias ontológicas.
mitía el des-ocultamiento de lo ente. Hay, en Ser y tiempo, una ontología
Esto suena a viejas historias acerca de existenciaria. Porque (para bien y
un momento en que la plenitud se para mal) es el hombre el que “abre”
daba sobre la tierra, y los hombres y el el “mundo”. No hay “mundo” sin
ser no andaban demasiado desenten- Dasein que se eyecte en él, que sea
didos. No en vano Heidegger pondrá posible en él. Todas esas posibili-
en Grecia el linaje de la Alemania nazi. dades colisionan. Ningún Dasein es
Imaginemos al hombre capitalista (que posible en la modalidad en que otro
el sujeto cartesiano expresa) en “estado lo es. Este “mundo” que el Dasein
de abierto” ante lo ente esperando el “abre” está sostenido por su “estado
des-ocultamiento del ser. En efecto, de yecto”. Pero el Dasein “cae” en
Heidegger tiene razón: el hombre del el mundo de lo inauténtico. Es el
tecnocapitalismo ha olvidado al ser. mundo del sistema de producción
Ni siquiera creo que lo haya olvidado. capitalista, que es el que Heidegger
Creo que el homo capitalista jamás conocía por medio de la República
pensó en el ser. No bien Descartes de Weimar. Ese sistema se consolidó
puso la certitudo en el sujeto, el en la época moderna con la conquis-
capitalismo supo que el ser era él y ta de la periferia y se expresó, en la
todo lo ente debía sometérsele. Incluso, filosofía, con el sujeto cartesiano, que

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entregó al capitalismo la subjetividad ser “marxista” para ver las desigual-


vinculante; ya que el capitalismo, dades escandalosas que padece y ha
en tanto sistema globalizador, es un padecido este planeta.) En cuanto a la
sistema “vinculante”. ¿Qué es lo que anticipación de una “tesis”, ¿es nece-
“vincula”? ¿Qué es, en el capitalismo, sariamente una actitud equivocada o
lo “vinculante”? ¿La subjetividad del tal vez marque desde ya un horizonte
sujeto moderno o la mercancía? ¿El problemático hacia el que nos dirigi-
lenguaje? El len- mos? Como sea, no habrá “una” tesis.
Porque esto es el Ser: el Ser es guaje también Posiblemente haya algunas certezas y
la totalidad en constante des- vincula, pero hay muchas preguntas.
totalización de las praxis dife- demasiados len- Continuamos desarrollando los temas
renciadas de todos los sujetos guajes y el idio- del Nietzsche. Estamos, como siem-
en medio de una historia no ma de la mercan- pre en Heidegger, en medio de un
lineal, no teleológica, dialéctica cía es uno solo: texto de gran riqueza. Su análisis
sin síntesis-desenlace, sin conci- el de la compra del acontecimiento Descartes es el
liación terciaria, sin aufhebung, y el de la venta. mejor que se haya hecho en filosofía.
abierta, y, hoy, con marcadas Parodiando un Estamos, pues, en el parágrafo titu-
tendencias (de no necesaria título de Peter lado El dominio del sujeto en la
realización) apocalípticas. Sloterdijk (Venir época moderna. Hay una metafísica
al mundo, venir de esta época. Esa metafísica es la
al lenguaje), hay que decir: venir al que Descartes instala como “metafí-
mundo, venir a la mercancía. Venir sica del sujeto”. Metafísica vale aquí
al mundo, venir al sujeto. Venir al como fundamento de todo lo ente.
mundo, venir a la historia, la lucha Volveremos varias veces sobre este
de clases, la explotación. Venir al punto. “Su tarea (la de Descartes, JPF)
mundo, venir a los conflictos. Venir fue la de fundar el fundamento
al mundo, venir a las infinitas praxis metafísico para la liberación del
diferenciadas de los sujetos históricos. hombre hacia la nueva libertad
Porque esto es el Ser: el Ser es la tota- en cuanto autolegislación segura
lidad en constante destotalización de de sí misma” (Ibid., p. 123. Resaltado
las praxis diferenciadas de todos los de Heidegger). Hay un formidable
sujetos en medio de una historia no trabajo de Sartre que se llama La
lineal, no teleológica, dialéctica sin libertad cartesiana. Su célebre frase
síntesis-desenlace, sin conciliación final –muy cartesiana, según el análisis
terciaria, sin aufhebung, abierta, y, de Heidegger- dice: “La libertad es el
hoy, con marcadas tendencias (de no fundamento del ser”. Notable la pre-
necesaria realización) apocalípticas. cisión de Heidegger en torno a la rela-
Sólo quiero señalar que Heidegger en ción cogito-libertad. El cogito es,
su crítica al tecnocapitalismo hay esfe- en efecto, el fundamento metafísico
ras que deja por completo intocadas. de la liberación del hombre. Antes de
Y que, no casualmente, son aquellas Descartes el hombre estaba sometido a
de las que suele hacerse cargo el mar- otro ente metafísico: Dios. Descartes
xismo. Que, como sabemos, siempre lo libera de esa sujeción, que no radi-
inquietó mucho y mal a Heidegger. caba en sí mismo, sino que era ajena,
(No sólo el “marxismo” se hace cargo superior, extra-humana, y deposita
de estos temas. No hay por qué, hoy, el fundamento en el cogito. otro,

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ahora, habrá de validarse en tanto “lo ente”se deduce del cogito, “lo ente”
se refiera al cogito. (cogito: pensar. es una re-presentación del cogito.
cogitatio: pensamiento, reflexión, Y el cogito, al manipular al ente, se
meditación.) Ahora, sigue Heidegger, lo re-presenta a sí mismo. El cogito
hay una nueva forma “de la deter- pone al ente ante sí mismo. Este es el
minación de la esencia de la verdad” concepto de re-presentación: llevar lo
(Ibid., p. 124). Con Descartes, la re-presentado hacia el que re-presenta.
verdad se transforma en certeza. Es El ente ante el cogito. El cogito, así, se
verdadero aquello que es cierto para asegura lo ente, lo pone sobre seguro,
el hombre. “En el concepto de cogi- se lo apropia. Al ser el mundo imagen
tatio (sigue H.) el acento está puesto del hombre, al ser una representación
siempre en que el re-presentar lleva lo del cogito, una, digamos, proyección
re-presentado hacia el que representa; de la subjetividad, que, en tanto sub-
que de este modo éste, en cuanto jetividad, lo fundamenta, el mundo
representa, ‘emplaza’ (stellt) en cada se le re-presenta al cogito (al hombre)
caso a lo re-presentado, lo hace rendir como algo que éste es. “Todo re-pre-
cuenta, es decir, lo detiene y lo fija sentar humano (escribe, notablemen-
para sí, lo toma en posesión, lo pone te, Heidegger) es un representar-‘se’”
en seguro. ¿Para qué? Para el ulterior (Ibid., p. 128). Para dominarlo, el
re-presentar, que es querido en todas hombre tiene que hacer del mundo
partes como un poner en seguro y su imagen. Sigue Heidegger: “Puesto
busca fijar el ente como algo asegura- que en todo representar es al hombre
do” (Ibid., p. 128). Esto, Heidegger, re-presentante a quien se remite lo
como ya veremos, lo desarrolla más re-presentado de ese re-presentar, el
explícitamente en un trabajo al que hombre representante se ha copre-
llama La época de la imagen del sentado en todo representar no con
mundo. Pero aquí tiene que ser claro, posterioridad sino de antemano, en la
y lo es, en lo que dice. medida en que él, el re-presentante,
Los entes son en la modalidad de la lleva en cada caso ante sí a lo re-
presencia. Son lo “a los ojos”. Esta presentado” (Ibid., p. 129. Destacado
presencia del ente tiene que com- de Heidegger). Estamos, con el sujeto
parecer, ahora, ante el fundamento de la modernidad, en un mundo com-
(nuevo) que se ha instalado desde el pletamente humano. La conciencia
concepto de cogitatio. La “presen- humana es autoconciencia. De esta
cia” de “lo ente” es –ahora– “a los autoconciencia se deduce todo el uni-
ojos” del cogito. (No a “los ojos” verso de lo óntico. Hay, aquí también
del Dasein. El Dasein se definía por (aunque no lo dice en estos pasajes
su ec-sistencialidad, por su estado-de- Heidegger), una diferencia ontoló-
yecto, nunca por su subjetividad. gica. Si, en Ser y tiempo, la diferen-
Es muy importante tener esto claro cia ontológica era la de ser y ente,
para advertir el enorme cambio que aquí, con el sujeto de la modernidad,
se ha producido. El hombre, para la diferencia ontológica sería la
Heidegger, será, a partir de aquí, el de cogito y ente. Perteneciendo, al
hombre de la subjetividad, que es, en cogito, la tarea de fundar el mundo
el mismo surgimiento, el hombre del de lo ente en tanto representación e
humanismo.) En este sentido, como imagen suya. “El sí mismo del hom-

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bre (escribe H.) es esencialmente lo como vimos, con Descartes que Dios
que subyace como fundamento. El sí muere. Porque, aquí, con él, con el
mismo es sub-iectum” (Ibid., p. 129). sujeto de la modernidad, el hom-
Este sub-iectum es el sujeto. El suje- bre rechaza ser un “ens creatum” y se
to es el que establece, ahora, la esencia pone a sí mismo como fundamento.
de la verdad. La ¿Desde dónde? Desde el cogito. Desde
Esto, que Heidegger llamará verdad es certi- el sujeto. Desde la verdad como cer-
tecnocapitalismo, no había tudo. La verdad tidumbre, como certeza (certitu-
escapado al análisis del fetiche es aquello que el do). La certitudo reemplaza a la ver-
de la mercancía en Marx. El sujeto establece dad revelada del Dios cristiano. “Esto
mundo es un mundo “encan- como verdade- quiere decir (escribe H.): todo ente
tado”. Ese “encantamiento” lo ro. Y desde que no humano se convierte en obje-
produce el vértigo de las mer- el sujeto pone al to para este sujeto” (Ibid., p. 140.
cancías. Las mercancías son ente ante sí, re- Destacado mío). El hombre, ahora, en
objetos, cosas, entes. Las mer- presentándo(se) tanto sujeto, se consagra a dominar al
cancías se independizan de los lo, la verdad ente. La verdad, insistamos, es adae-
hombres y los cosifican. surgirá de la ade- quatio: adaequatio intellectus et
cuación entre rei. El hombre se asegura para sí la
lo que el sujeto piensa del ente y lo totalidad de lo ente (de lo que “es”).
que el ente es. pero el ente “es” Todo ente es remitido al sujeto y es re-
lo que el sujeto dispone de él. presentado al sujeto. (La “presencia”
¿Qué será entonces la verdad? Escribe se “re-presenta” para el sujeto.)
Heidegger: “La re-presentación se El ‘método’ adquiere ahora un peso
pone aquí ella misma en su propio metafísico que está por así decirlo
espacio esencial y pone a éste como en la esencia de la subjetividad. (...)
medida de la esencia del ser y de ‘Método’ es ahora el pro-ceder ase-
la esencia de la verdad. Puesto que gurador y conquistador frente al ente
verdad quiere decir ahora el estar segu- para ponerlo en seguro como objeto
ro de la remisión, es decir, certeza, para el sujeto (...). La relación con el
y puesto que ser significa representa- ente es el avasallante pro-ceder hacia
tividad en el sentido de esta certeza, la conquista y dominio del mundo.
el hombre, con su papel en el repre- El hombre le da al ente la medida
sentar que pone así el fundamento, se en cuanto determina desde sí y en
convierte en el sujeto eminente. En referencia a sí lo que es lícito que
el ámbito del dominio de este subiec- valga como ente. Dar la medida es
tum, el ens ya no es ens creatum, arrogarse la medida por medio de la
es ens creatum: indubitatum: vere cual el hombre, en cuanto subiectum,
cogitatum: ‘cogitatio’” (Ibid., p. queda fundado como centro del ente
138). Veamos esto: “verdad” significa en su totalidad” (Ibid., pp. 141/142).
ahora la “certeza” de la “remisión” del Importa el análisis del método. No
ente al cogito (hombre). “Ser” signi- olvidar, aquí, que el primer paso de
fica que, en el sentido de la certeza la filosofía de Descartes es presentarse
entendida como verdad del hombre, como método. ¿Qué sería el méto-
lo ente se re-presenta adecuadamente. do? El método son las instrucciones
El “ens” (ser, objeto, cosa) ya no es técnicas para apoderarse y dominar
“ens creatum”. Dios ha muerto. Es, los entes. ¿Qué es esta subjetividad

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dominadora? Sigamos viendo. Esta empezó como subjetividad fundante


subjetividad dominadora se lanza, ni en Descartes confluye en voluntad de
más ni menos, que al dominio del dominio en el hombre de la moder-
mundo. “La relación con el ente es el nidad, entregado a la voracidad de la
avasallante pro-ceder hacia la conquis- técnica. En el reportaje póstumo de
ta y el dominio del mundo. El hom- Der spiegel (que Heidegger exigió se
bre le da al ente la medida en cuanto publicara luego de su muerte, que ocu-
determina desde sí y en referencia a sí rrirá en mayo de 1976, en uno de los
lo que es lícito que valga como ente. momentos más desdichados para nues-
Dar la medida es arrogarse la medida tro país) el maestro de Alemania dirá:
por medio de la cual el hombre, en “Todo funciona, esto es precisamente
cuanto subiectum, queda fundado lo inquietante, que funciona y que el
como centro del ente en su totalidad” funcionamiento nos arrastra siempre
(Ibid., p. 142). ¿Qué instaló Descartes a un mayor funcionamiento y que la
con esa inocente frase “pienso, luego técnica arranca y desarraiga de la tierra
existo”? Instaló el domino del hombre, cada vez más a los hombres”. La frase
en tanto subjetividad, por sobre todo “todo funciona” tiene simetrías con la
lo ente. Esto, que Heidegger llamará “sociedad disciplinaria” de Foucault,
tecnocapitalismo, no había escapado en la que “todo funciona” pero para
al análisis del fetiche de la mercancía que el poder someta al hombre.
en Marx. El mundo es un mundo Nosotros, desde la periferia del Saber,
“encantado”. Ese “encantamiento” lo desde la periferia de la política, debe-
produce el vértigo de las mercancías. mos decir que no-todo-funciona.
Las mercancías son objetos, cosas, Que la gente muere de hambre,
entes. Las mercancías se independizan no por exceso de técnica sino por
de los hombres y los cosifican. carencia de ella. Aquí, con doloro-
Heidegger hablará de “existencias”. Es sa frecuencia, nada funciona. Ni
lo que el hombre extrae de la natura- tampoco tenemos los beneficios de la
leza, violándola, y almacena para cons- sociedad disciplinaria foucaultiana.
truir el mundo de la técnica en tanto Foucault, al menos, propondrá, algo
“existencias”. Aquí, el peligro es supre- tardíamente, “contraconductas” para
mo. Citemos: “... el hombre, dentro de enfrentar al poder. Pero Heidegger
los límites de lo no objetual, es ya sólo no. Heidegger invitará al “claro” del
el solicitador de existencias, entonces bosque, ese lugar en que entre el
el hombre anda al borde de despeñar- hombre y el Ser acontece una “pro-
se, de precipitarse allí donde él mismo piación” a la que llama ereignis.
va a ser tomado sólo como existencia” Pero éste ya no es nuestro tema.
(Heidegger, La pregunta por la téc-
nica en Conferencias y artículos,
Ediciones del Serbal, Barcelona, 2001, (*) Algunos párrafos del siguiente traba-
p. 25). Este entregarse a la voluntad jo han sido tomados y ofrecidos como
de dominio en tanto voluntad de adelanto de nuestro libro La filosofía
dominar y poseer la tierra transfor- y el barro de la historia: Del sujeto
mándose en amo del ente es el punto cartesiano al sujeto absoluto comuni-
exacto en que el hombre, para siem- cacional, que publicará próximamente
pre, ha olvidado al Ser. Aquello que Editorial Planeta.

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Imaginarios, lecturas, prácticas


Por Alejandro Kaufman

La vertiginosidad que nos ofrece el mundo


analógico, en constante transformación,
genera una incierta sensación cuyo vacío,
a menudo suele llenarse con estériles opo-
siciones. En ellas recaen frecuentemen-
te las discusiones intelectuales, observa
Alejandro Kaufman, como modo de res-
ponder a la perplejidad que surge de los
desacoples entre medios e ideas, reflexión
y temporalidad acelerada, atención y disi-
pación de las ideas. Tal es el caso de
la oposición entre tecnología y cultura,
dimensiones que sólo en la imaginación
intelectual pueden estar separadas, aunque
siempre exista una tensión entre ellas. Si
todo libro es digital en su proceso pro-
ductivo, Kaufman imagina las bibliotecas
nacionales como sitios privilegiados para
decidir el sentido del servicio que ofrecen,
las transformaciones y los destinos de los
objetos que las constituyen y para reela-
borar el significado mismo de la palabra
patrimonio, tan cara a sus historias, como
forma de iniciar un camino exploratorio
para redescubrir sus lugares en la sorpren-
dente vida contemporánea.
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1 te por ello en destinatario de un procedi-


miento sacrificial. El funcionario –público,
Un rasgo apreciable de algunas de político– es una figura destinada a expiar
nuestras últimas polémicas sobre la el sufrimiento colectivo por los sueños no
relación entre tecnología y cultura, realizados de la Argentina prometida.
manifiestamente orientadas a discutir La colisión entre tecnología  y cultura
sobre procesos de modernización, es el se produce últimamente entre noso-
carácter muy poco moderno de las dis- tros como un choque entre los apetitos
cusiones mismas. En cuanto a algunos mágicos de la muchedumbre y la im-
de los tópicos y conclusiones. Porque potencia taumatúrgica del oficiante,
las modalidades últimamente siguen el condenado entonces a los destinos más
ritmo de los correos electrónicos y los viles. Al oficiante se le exigen promesas
blogs. Usamos vehículos de vanguar- con indiferencia
dia para razonar como amotinados. –desprecio– hacia Nuestros medios de comunica-
Si Platón consideraba que la letra escri- toda conexión con ción hegemónicos no han deja-
ta no era confiable custodio de nuestras las condiciones de do de ser en estos últimos años
palabras verdaderas, qué podría decirse posibilidad mate- otra cosa que los sostenedores
de las temporalidades marcadas por el rial de realización. de la liturgia de este ritual: se-
vértigo y la furia que imponen los nuevos Al oficiante se le ñalan a los culpables de todos
intercambios digitales. Admitamos que exige que mienta los males argentinos, y los em-
un cotejo semejante puede estar superado para después re- pujan a la hoguera, al escrache
por la secular literatura escrita. No obs- clamarle porque o a la simple deposición.
tante, la frenética claudicación hacia con- no cumplió con lo
versaciones digitales que deberían suscitar prometido. El oficiante en la Argentina
prevenciones por su escasa compatibilidad de hoy en día no puede ser modesto ni
no ya con la reflexión sino con la mera realista, tiene que presentar ilusiones
sensatez resulta algo más preocupante. La –no importa lo desmesuradas o insen-
lógica del linchamiento, de la destitución satas que sean– y aliarse al linchamien-
del interlocutor y de la urgencia pánica to de aquel a quien se opone o sucede.
frente a la vida cotidiana no es un asunto Lo habrá de sustituir, y en breve lapso
intencional, ni solamente vinculado con pasará a convertirse en el objeto de un
la enunciación de una moralidad, sino so- nuevo ofrecimiento sacrificial destina-
bre todo, relacionado con la extrema in- do a aliviar por unos instantes los pa-
adecuación entre medios e ideas, entre re- decimientos colectivos que el resenti-
flexión y temporalidad, entre la atención miento exige periódicamente. Nuestros
enfocada que demanda el examen de un medios de comunicación hegemónicos
problema y la deslumbrante disipación no han dejado de ser en estos últimos
con que nos desafían las pantallas. años otra cosa que los sostenedores de
Algunos de nuestros debates son animis- la liturgia de este ritual: señalan a los
tas, otros remiten a las ordalías medievales. culpables de todos los males argentinos,
Muchos de esos debates son polémicas y los empujan a la hoguera, al escrache
moralistas sobre las acciones que llevan a o a la simple deposición. La cultura po-
cabo individuos destacados por su presti- lítica argentina se ha convertido última-
gio, trayectoria cultural o, lisa y llanamente, mente en una ordalía espectacular, en
designación en cargos de responsabilidad el espectáculo de una ordalía, en el que
pública. Quien ocupa un cargo se convier- se arroja al fuego a todos aquellos que

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

hasta hacía unos momentos eran escu- contemporánea que identifica a estas dos
chados con aparente expectativa. nociones en una. No arribamos a una
Es necesaria la elaboración de estos relatos indiferenciación entre ellas sino a una di-
dominantes para establecer el marco y el námica que oscila entre la contrariedad y
contexto en el que se desenvuelve la discu- la síntesis, sin que se pierdan las tensio-
sión actual sobre la relación entre tecnolo- nes originarias entre ambas, pero sin que
gía y cultura. Nuestros lazos colectivos, en una se pueda oponer a la otra como si
estas últimas décadas, transitan una crisis estuvieran separadas.
de profundidad y gravedad inauditas, Segundo. Modernidad y contramoderni-
escasamente asimilables y comprensibles dad no se dirimen como supuestamente
para otros colectivos sociales. Los recursos lo hacían en épocas pretéritas. La ubicui-
adecuados para describir y enfrentar esta dad de lo moderno es irreductible. Las ac-
crisis han sido devastados por el propio ciones contramodernas no operan tanto
devenir de la crisis. El temporal hundió el por contrariedad, como sobrepasando lo
barco, se perdieron los botes de salvamen- moderno. El emblema actual de la con-
to, pero también la memoria de lo que era tramodernidad reside en el uso de avio-
navegar en condiciones seguras. nes de pasajeros de línea desviados contra
blancos de bombardeo por secuestrado-
res-pilotos-suicidas, que fungen como ce-
2 rebros misilísticos de artefactos aptos para
producir una inmensa destrucción. Todo
No nos concierne aquí discutir en for- ello –además– con un costo muy bajo,
ma necesariamente propositiva los pro- desproporcionado en relación con la in-
yectos o métodos adecuados para “pro- versión y el riesgo –con lo cual se acen-
gresar”. Lo que nos interesa es abordar túa la provocación hasta el paroxismo–.
nuestros lenguajes y relatos compar- Este emblema opera en la relación entre
tidos para señalar la índole de lo que tecnología y cultura como un paradigma
caracterizamos como problemas. Insis- de las modalidades con que el conflicto se
tencias y omisiones, empantanamiento desenvuelve en la intersección inescindi-
en devenires frustrantes y destructivos, ble entre esas dos nociones.
complacencia con modalidades colecti- Tercero. Consideremos el libro en la
vas degradantes y disgregatorias, extra- época de su reproductibilidad técnica.
vío y marcha en círculos sin destino. No hay tal cosa como una divergencia
Primero. Tecnología y cultura no se con- entre la lectura y la contemplación de
traponen ni se complementan porque no imágenes, o entre el papel y la pantalla.
son dos cosas separadas. Quienes afirman Una dicotomía semejante no solamen-
de modo voluntarista la complementa- te es estéril, es del todo falaz. El libro es
riedad entre estas dos nociones no hacen digital y no hay libro que no sea digital
más que confirmar su desencuentro con- desde que se ha generalizado la informa-
ceptual. Tecnología y cultura conforman tización de la composición tipográfica.
una sola matriz, en la que se imbrican dos En la época de la imprenta mecánica,
instancias cuyas genealogías son efectiva- la condición material de la existencia de
mente diversas en algunos aspectos. No un libro radicaba en la relación existente
obstante, los historiadores de la cultura entre los tipos metálicos y la impresión
y la tecnología hace rato que proyectan en el papel. El libro no tenía existencia
hacia el pasado histórico la intelección de otro modo que sobre ese sustento

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

material. Era redactado por el mismo ya no depende más del papel, sino de los
procedimiento, mediante la máquina registros digitales. El dominio del papel
de escribir –que sucedió a la manuscrip- como condición de existencia sólo sigue
ción–, y la imprenta se limitaba a copiar vigente para los libros de la era tipográ-
el texto originariamente asentado en el fica que aún no han sido digitalizados.
papel, con la adición de un formato es- Una vez integrados a las redes digitales
pecial llamado libro. Desde hace varios su valor sólo es de museo. La biblioclas-
años, el libro llega a su existencia en tia ya no necesita recurrir al fuego, ni la
forma digital, en el disco rígido de una memoria encarnada es llamada a comba-
computadora. El procedimiento de re- tirla. El campo de batalla se ha traslada-
producción es primordialmente digital. do a otro escenario.2
Cuando el texto se destina a la impre- Si en el debate entre tecnología y cultura
sión en papel se realiza una acción que se pone en cuestión el libro editado en
mucho nos complace, la edición de li- papel como si fuera el mismo libro que
bros. Pero los libros en tanto que textos el que existía en la era predigital, la discu-
reproducidos y difundidos no deben su sión deviene entre inocua y absurda. La
existencia textual a su producción y cir- digitalización está presente en el proceso
culación en papel, sino a su inscripción de producción del libro, desde su escri-
digital. Desde que existe la condición di- tura y concepción hasta su reproducción
gital de los libros, éstos ya no pueden ser y edición. El libro en papel es una forma
destruidos mediante el fuego. La quema alternativa, por feliz y maravillosa que
de libros no resulta eficaz para eliminar nos parezca, pero no exclusiva ni deter-
un texto de la existencia material: habría minante para la existencia del texto.
que garantizar el borrado de cualquier Cuando se debate sobre la “digitaliza-
registro digital de ese texto. Si alguien ción” de los libros, se hace referencia a
guardaba o escondía una copia en papel los libros del pasado, a los efectos de que
de un texto, por ejemplo bajo tierra, a la puedan ser tan accesibles como poten-
eficacia del gesto de resistencia se le opo- cialmente lo son
nía la destrucción física del número de los libros actuales. El dominio del papel como
ejemplares editados de ese texto. Ahora, ¿Hay que repe- condición de existencia sólo
si se quisiera ocultar un texto, no se lo tirlo? Los libros sigue vigente para los libros de
enterraría, sino que se lo mantendría en actuales nacen la era tipográfica que aún no
las redes informáticas codificado o en- digitales. Si sus han sido digitalizados. Una vez
criptado, o se lo haría circular en forma versiones virtuales integrados a las redes digitales
viral. La eventual destrucción de un tex- no son accesibles su valor sólo es de museo. La
to se rige en la actualidad por los códigos es por razones biblioclastia ya no necesita re-
de la reproducción viral y la defensa an- ajenas a sus con- currir al fuego, ni la memoria
tiviral, y por las reglas de la criptografía. diciones de exis- encarnada es llamada a com-
No acontece más en el mundo “analó- tencia –aunque batirla. El campo de batalla se
gico”. Los libros en papel son recursos no por ello menos ha trasladado a otro escenario.
útiles para la circulación de los textos y determinantes de
objetos maravillosos cuya tradición está sus condiciones de producción– (por
plenamente vigente en relación al acto ejemplo, los derechos de autor y las pre-
de la lectura, pero no son determinantes rrogativas de las casas editoriales). Más
para la existencia de los textos. Hay que temprano que tarde, estas circunstancias
insistir en ello: la existencia de los textos habrán de cambiar de un modo u otro.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

En ese sentido, una biblioteca como la na- nial, en el sentido de la preservación de los
cional cumple funciones diferentes según textos, está escindida de la que concierne
se trate de libros actuales o del pasado. La a la edición en papel como acontecimien-
ampliación del patrimonio tiene un sen- to estético e industrial. Podríamos imagi-
tido muy diferente si se trata de adquirir nar una biblioteca museo, que albergara
libros de la era predigital que si se trata de libros de la era predigital, diferenciada o
considerar los libros de la era digital. La complementada –no por ello menos in-
noción misma de patrimonio adopta un tegrada– por una biblioteca postidigital,
nuevo significado para este segundo gru- cuyas determinaciones difieren de mane-
po (que crece en forma exponencial y que ra inconmensurable de la primera.3
cuantitativamente ya es mucho mayor Las grandes bibliotecas nacionales des-
que todo lo publicado en la era predigi- empeñan en el mundo actual una mi-
tal). En la actualidad la función patrimo- sión cuyos términos se han ampliado.

Alejandro Kaufman, por


Juan Rearte.

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

No se limitan a prestar un servicio sino usuarios cotidianos, sin embargo parecen


a definir cuál es el sentido y la razón de no estar presentes en nuestros debates.
ese servicio, así como la naturaleza y las Las fronteras entre los saberes calificados
transformaciones de los objetos que insti- y los discursos periodísticos están siendo
tuyen: los libros/los textos. En la actuali- desafiadas por una multiplicidad de in-
dad una biblioteca nacional no es sólo un tervenciones tecnológicas, mediáticas y
repositorio cultivado y silenciosamente temporales. Ignorar este problema sólo
eficiente destinado a albergar la bibliogra- promueve la generalización de la barbarie.
fía que define una identidad colectiva. Es Aísla el saber académico de sus nutrien-
también el espacio privilegiado en el que tes sociales y abandona a su suerte a los
tiene lugar una exploración, una indaga- discursos mediáticos. La brutalización tan
ción y finalmente una decisión político denostada como señalada respecto de la
cultural sobre el libro y sus destinos. El televisión no es ajena a este abandono.4
historiador, a la fecha, no es el paradigma La consideración erudita o reflexiva de
del sujeto crítico en condiciones de defi- estos problemas –de la que por suerte
nir el carácter de la biblioteca nacional. A disfrutamos en forma privilegiada gracias
la fecha, porque los historiadores que se a algunas voces excepcionales– parece
están formando hoy en día en un mundo ser inaudible en el medio de la algarabía
digital ya se constituyen con ideas muy acusatoria. Se exhibe una serie de premi-
diferentes de lo que es un documento, un sas unívocas, no problemáticas, como si
archivo, una prueba. En la actualidad los se tratara de la prestación de un servicio
documentos también se producen desde estándar, codificado y sin expectativas
su origen en forma digital, y las relaciones de complejidad. También resulta falaz el
entre las bases materiales de la historiogra- modelo del servicio estándar. Antes que
fía y la temporalidad están transformán- adoptar una posición arbitraria en un
dose también de manera inconmensura- debate maniqueo es necesario –urgente
ble con épocas pretéritas. e indispensable– definir los términos del
Consideremos el caso de los diarios: des- debate en sus condiciones tecnológico
de hace varios años la edición de cada día culturales, para recién después encon-
se suma a un archivo digital en red. Cada trarse en situación de definir las proble-
vez más, las noticias del día de la fecha máticas políticas de la responsabilidad.
están vinculadas con las noticias de días
anteriores. Tendencialmente el diario
se está convirtiendo en un archivo que 3
se actualiza en forma permanente, a un
ritmo que ya no es el del día, sino el de Tecnología y cultura están intrínseca-
la hora o incluso el minuto. Los diarios mente entrelazadas. En inglés un término
también están definiendo el destino de usual para construir una frase alusiva es
la relación entre tecnología y cultura, así embed. Por ejemplo: “on technology em-
como la condición de existencia del libro. bedded in culture and society”. Decir que
Es sabido que la convergencia multime- la tecnología está incrustada en la cultura
diática conduce a un encuentro entre to- y la sociedad es una metáfora forzada en
das las modalidades posibles: no se trata castellano. En nuestra lengua el término
sólo del libro o del diario, sino también viene de un antiguo uso estético, relacio-
de los registros audiovisuales. Estas trans- nado con la arquitectura, que remite al
formaciones, frente a los cuales somos significado de “ornamento” (siglo XVIII

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

y XIX). En inglés proliferan en la misma que la “tecnología” es algo que se puede


época los ejemplos procedentes de la cien- comprar hecho a proveedores externos,
cia, que emplean el término para definir una idea que conduce a la frustración
relaciones entre distintas cosas, fenómenos colectiva en una perspectiva temporal,
naturales, fósiles, campos disciplinarios, es sin embargo predominante en nuestra
aparte del significado como ornamento. cultura. Los bienes educativos y culturales
La ciencia y la técnica son acontecimien- tienen finalidades prácticas ornamentales
tos traducidos al castellano, no concebi- para el imaginario colectivo.
dos originariamente en nuestra lengua. Es por ello que pareciera que pocos pue-
Diríamos que están embedded en inglés, den hablar más de cinco minutos de la
pero incrustadas en el español. La condi- ciencia y la técnica en la Argentina sin
ción de embedded naturaliza la instalación mencionar al módico santoral tecnocien-
de algo en un medio o ambiente extraños tífico nacional prodigado por la fundación
con los cuales se produce una relación de Nobel, sin advertir el carácter denegatorio
solidaridad, de hospitalidad en un lecho. de esa obsesión de ejemplaridad. Es el tipo
La lectura es una práctica embedded en so- de ejemplaridad que se esgrime cuando se
ciedades ilustradas. En las sociedades he- ha renunciado de antemano a poblar en
rederas de la contrarreforma, la lectura se forma multitudinaria el estamento de los
incrusta5 en las prácticas, porque primero científicos y técnicos, y sólo se permanece
debió estar especialmente autorizada, lue- en el terreno restringido de los ejemplares
go devino ornamento. Entre nosotros, la y las supuestas grandezas pasadas. Habría
lectura es algo que debería hacerse por ra- que desafiar a quienes se presentan en
zones morales, no algo que ocurre como público a hablar sobre el conocimiento y
una costumbre, un hábito sobre el que sus aventuras a que se prohíban volunta-
no es necesario interrogarse con sorpre- riamente mencionar a los premios Nobel,
sa. Desde luego, la lectura es la práctica para ver si emergen en la conversación los
en cuyo destino se dilucida la suerte de la miles y miles de argentinos expulsados
relación entre tecnología y cultura. Si la hacia fuera y hacia adentro durante años,
lectura desempeña un papel ornamental, como si solamente un evento extraordi-
el mejor desenlace de tal práctica podrá nario de suceso prestigioso fuera el marco
convivir con la prolífica y brillante lite- propicio para producir sentido.
ratura castellana, pero no con la relación
entre tecnología y cultura. No es que tal
relación carezca de desgarradores con- 4
flictos en otras partes, pero pareciera que
entre nosotros el conflicto ni siquiera se Forma contemporánea de lo sublime,
registra como tal. que no se trata meramente de revelar:
En todo caso las referencias procedentes la eficacia de la tecnología radica en su
de la historia cultural sólo aportan indi- invisibilidad. Podemos ejercer acciones
cios sobre las condiciones de posibilidad impensables en otras épocas porque la
del actual estado de cosas. No es objeto de tecnología nos exime de pensar en ellas.
estas líneas abundar en ello, sino llamar la Si pensáramos haríamos el trabajo que
atención sobre el devenir moral del con- los dispositivos técnicos hacen por no-
junto de las problemáticas de la relación sotros. El desenvolvimiento de la inteli-
entre tecnología y cultura en la Argentina gencia aplicada a los objetos nos los acer-
de las últimas décadas. La expectativa de ca en cuanto a la realización de nuestros

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

deseos, pero nos los aleja en cuanto al discrepancia podría residir la débil resis-
devenir concreto de su desempeño. tencia de la que somos capaces contra la
El misterio en que se sumen los objetos emergencia de creencias mágico-mítico-
de la vida cotidiana no es metafísico sino religiosas de nuevo tipo que sustituyen a
estético. Consiste en el velo que se tiende una intelección ilustrada sobre nuestras
sobre cómo ocurren los acontecimientos acciones y su relación con el entorno.
en su intimidad. Es necesario el desco- Si entre nosotros proliferan vindicaciones
nocimiento de los mecanismos efectivos y ordalías, en otras partes también apa-
imbricados en los dispositivos modernos recen, aunque con otras vinculaciones
para que los podamos usar. Aunque co- genealógicas con las tradiciones. En otras
nozcamos intelectualmente cómo funcio- partes releen con crueldad y violencia sus
nan, ese conocimiento opera como una libros sagrados, nosotros recurrimos a la
religión, como una creencia sobre la ex- débil memoria residual de las antiguas
plicación de porqué ocurren tantos pro- culturas agrarias que dejamos atrás hace
digios. En las prácticas que ejercemos con generaciones, no sin la mediación de si-
y sobre los objetos, lo que sepamos sobre glos de contrarreforma.
su funcionamiento es necesariamente ol- Tal proliferación de prácticas y creencias
vidado en el transcurso de nuestras ope- contrailustradas no resulta un problema
raciones con y sobre ellos. De esta ma- fácilmente confrontable a golpes de ilu-
nera, acontece un misterio práctico, una minismo extraído de los viejos manua-
elusión que no termina de ser asimilable les. Ingenuamente creído –aquel– en la
para la cosmovisión del sujeto. angélica potencia del lenguaje, cuando
Nos vemos impelidos a ignorar los me- todavía se albergaban semejantes es-
canismos de los dispositivos que guían peranzas. Hoy, cuando no podemos
nuestros días de un modo diferente en menos que ser escépticos acerca de las
esencia a la ignorancia que tenían los an- capacidades de un lenguaje del conoci-
tiguos sobre el mundo físico –en relación miento que oriente la acción colectiva,
con el conocimiento que ahora tenemos es cuando también sólo vislumbramos la
sobre la gravedad o sobre el clima–, pero política como horizonte posible de una
similar en cuanto a la desconexión en- resistencia que recurra antes a la sensatez
tre las acciones humanas y los aconteci- que a la fantasía, en un mundo incierto
mientos del mundo circundante. En esta y siempre sorprendente.

NOTAS

1. Ensayista, docente UBA/UNQ, miembro del directorio de EUDEBA.


2. Los museos han adquirido un nuevo significado en el mundo de la era digital, referido a lo viviente, fluido,
espectacular. El desprecio del museo como radicación de una objetualidad cristalizada y muerta es actualmente
una idea completamente anacrónica, aunque muy vigente en las creencias colectivas.
3. Bibliotecas nacionales como las de Francia y Gran Bretaña postulan diversas posiciones y discursos al respec-
to. En especial la francesa, cuyo patrimonio no está compuesto por “libros” sino por “documentos” asentados
en diversos soportes (papel, digital, audiovisual). Lo que podría parecer un gesto manierista en realidad es una
fuerte apuesta cultural y política, no por ello menos discutible, aunque de ineludible consideración.
4. Se producen dos gestos antagónicos pero simétricos. O la “cultura” abandona a los “medios” (para denostarlos
desde afuera) o reclama la “mediatización” del propio campo y de la educación, lo cual a veces invierte la direc-
ción del proceso de barbarización, porque impone en la cultura y en la escuela condiciones disgregatorias.
5. Las cuatro acepciones de la RAE para incrustar comprenden la noción de dureza o violencia. El término inglés se tra-
duce también de otras formas, como “embeber”, pero en cualquiera de las variantes la idea de que tecnología y cultura
mantienen, pueden o deberían mantener una relación convivencial no se nos hace parte del sentido común.

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84

Políticas de la escritura y
memoria de las palabras
Por María De Pauli (*)

En las últimas décadas del siglo XX, el capi-


talismo mundial asumió una transforma-
ción radical respecto a sus formas produc-
tivas, económicas y de organización social.
La flexibilización y automatización de los
procesos de trabajo, la descentralización de
la producción, los nuevos modos de ges-
tión, la cooperación horizontal de sus fases
laborales y la subjetividad y el saber como
claves para la innovación y reproducción
mercantil, expresan el nivel de ruptura de
la modalidad presente respecto al esque-
ma fordista. El “capitalismo cognitivo”
encuentra su fuente de valorización en la
explotación intensiva del trabajo inmate-
rial, nos dice María De Pauli. Una forma
de gobierno sobre los medios culturales y
educativos que se consolida a través de una
serie de procedimientos: la colonización del
lenguaje a través del encasillamiento y cate-
gorización del saber y la estandarización
de los vocabularios bajo el imperio de una
homogeneización que somete las palabras
a “parámetros internacionales”. Un nuevo
lenguaje rector que, sin una mediación
crítica de sus procedimientos, vuelve “ocio-
sa” la posibilidad de tomar la palabra para
intentar revitalizar sus sentidos.
LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

Las últimas décadas del siglo XX fue- res, que en equipos de trabajo coope-
ron escenario de la expansión mundial rativo, se hacen cargo del control de
–especialmente en el núcleo central calidad de sus productos.
de los países capitalistas avanzados, La implementación de esta relación
liderados por EE.UU., Alemania y más estrecha entre la esfera subjetiva
Japón– de nuevas formas de organiza- y la esfera objetiva del trabajo, lejos
ción del trabajo tendientes a sustituir de recuperar su
la producción en escala, típica de la carácter creativo La implementación de esta
industria “fordista” y “taylorista” que y liberador, como relación más estrecha entre
prevaleció en la gran industria a lo pronosticaban sus la esfera subjetiva y la esfera
largo del siglo, por nuevas formas de émulos2, permitió objetiva del trabajo, lejos de
organización de los procesos produc- al capital apro- recuperar su carácter creativo y
tivos, que recogiendo y readaptando la piarse del saber y liberador, como pronosticaban
experiencia que después de la Segunda del hacer del tra- sus émulos, permitió al capi-
Guerra Mundial pusiera en marcha bajo con mayor tal apropiarse del saber y del
la empresa Toyota en Japón, dieron intensidad, por hacer del trabajo con mayor
lugar a un nuevo modelo de pro- lo que trajo apa- intensidad, por lo que trajo
ducción denominado “especialización rejada, junto al aparejada, junto al crecimien-
flexible”que confiere mayor dinamis- crecimiento sig- to significativo del desempleo
mo al proceso productivo. nificativo del des- estructural y de la precariedad
Facilitado por el gran salto tecno- empleo estructu- laboral a escala global, una
lógico en el campo de la robótica ral y de la pre- mayor exigencia de calificación
y la microelectrónica, este proceso cariedad laboral a del trabajo con una mayor des-
fue impulsado por la necesidad de escala global, una calificación del trabajador.
aumentar la productividad y compe- mayor exigencia
titividad de las empresas. de calificación del trabajo con una
La “especialización flexible” articula el mayor descalificación del trabajador3.
enorme desarrollo tecnológico infor- Al mismo tiempo, las necesidades
macional, con una desconcentración reproductivas y expansionistas, inhe-
productiva basada en la existencia de rentes a la lógica del capital, facilitadas
empresas pequeñas y medianas que, ahora por una mayor interpenetración
estrechamente vinculadas a la deman- de la ciencia y la técnica en los procesos
da y a las exigencias individualizadas productivos, aceleraron la depreciación
del consumidor, priorizan lo que es del valor de uso de las mercancías,
central en su especialidad, se “focali- reduciendo enormemente el ciclo de
zan”, y transfieren a “terceros” gran vida útil de los productos y también de
parte de lo que antes se producía en los conocimientos inscriptos en ellos.
el mismo espacio. A su vez, la intro- La “innovación permanente” agudizó
ducción de nuevas técnicas de gestión, así, más que nunca, su dialéctica oscura,
apoyadas en la toma de decisiones en una “destrucción permanente” del
en función del procesamiento de la valor de uso de lo producido que rápi-
información y la comunicación, pro- damente se vuelve obsoleto y descar-
mueven una estructura más horizontal table, por lo que, más que satisfacer el
en el proceso productivo, que requiere deseo individualizado del consumidor,
del saber hacer, de la iniciativa y del provoca en él un desmesurado apetito
compromiso de los propios trabajado- por la novedad, siempre insatisfecho,

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

pero que satisface, y bastante bien, el etapa. Es definitorio, en este nuevo


ansia devoradora de un capitalismo modelo de mediación, la explotación
más “tempranero” que tardío. intensiva de la producción inmaterial
Es consustancial a este nuevo “capitalismo utilizada como eje de articulación y
cognitivo”4 una lógica del valor basada en organización del desarrollo social.
la difusión del saber y la producción del En esta nueva mediatización del cono-
conocimiento que hoy disciplina y colo- cimiento y la cultura, la espacializa-
niza la enseñanza, la producción cultural, ción del tiempo favorecida por la red
la innovación tecnológica y también la telemática y las transformaciones edu-
industria del entretenimiento. cativas posibilitadas por las Nuevas
Las reformas educativas argentinas, cuyo Tecnologías de la Información y de la
diseño y puesta en marcha comienza Comunicación (NTIC), han intensifi-
en la década de los años noventa y cado la liberación, en los procesos de
continúa en la actualidad, surgieron comunicación humana, de las coor-
legitimadas en la posibilidad y opor- denadas espacio temporales locales, y
tunidad de sellar una “nueva alianza” con ello han favorecido la ruptura de
entre empresa, mercado y educación; los límites internos y externos de la
un nuevo “pacto educativo”5 con las ciudad y los territorios, así como de
nuevas formas de lo público y lo privado, instituyendo
Es consustancial a este nuevo la producción. nuevas pautas culturales de organiza-
“capitalismo cognitivo” una Es que, las refor- ción y socialización.
lógica del valor basada en la mas de los siste- Los avances en la construcción de una
difusión del saber y la pro- mas educativos, “telepolis”, diseñada por las nuevas
ducción del conocimiento constituyeron un posibilidades tecnológicas de “ingenie-
que hoy disciplina y coloniza objetivo estraté- ría social informacional”, nos colocan
la enseñanza, la producción gico central en la frente a la necesidad teórico- práctica
cultural, la innovación tec- construcción de de analizar y valorar, en la “Economía
nológica y también la indus- la “Nueva socie- política de la comunicación” de las
tria del entretenimiento. dad global de la actuales políticas públicas en educación
información”, y cultura, las políticas de la palabra y la
un proyecto trasnacional de división memoria que las sustentan. Ya que el
del trabajo intelectual y cultural , de potencial tecnológico puesto al servicio
organización social y económica, y de las industrias de mediación cultural y
de transformación de las formas con- educativas, puede prefigurar un mode-
vencionales de socialización y conoci- lo social liberador, de las opresiones de
miento, mediado por los operadores las tradiciones y del dominio ejercido
internacionales de las telecomunica- por los controles políticos, económi-
ciones y concentrado en torno a los cos y burocráticos del Estado nacional
intereses del capital, en esta etapa, no moderno, pero también, “la imposición
sólo de “especialización flexible” sino de un nuevo sistema panóptico, basado en
también de “acumulación flexible” de un régimen de regulación y control social
ganancias para el capital. difuso, tecnocrático y totalitariamente
La revolución de los sistemas de media- articulado” (Sierra Caballero, 2006,
ción cultural representan una transfor- p.131), a través del que se estaría insti-
mación sustancial en las formas de tuyendo una nueva ortodoxia global de
gobierno y dominio del capital en esta la palabra y la memoria.

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

Es sugestivo, al respecto, el modo en excesiva de epítetos, la redundancia, los


que Walter Ong6 concibe la escritura matices agonísticos en la comunicación
como una poderosa tecnología capaz y la excesiva dependencia y cercanía del
de moldear el pensamiento y hasta la pensamiento con las situaciones existen-
expresión oral. Este autor –cuyo escri- ciales. Esto hace que los elementos con
to es bibliografía de referencia obligada los que trabaja este tipo de pensamiento,
en todos los documentos curriculares subraya el autor, no sean “entidades
ministeriales para las áreas de comuni- simples” sino “grupos de entidades”,
cación, expresión oral y escrita, lengua tal como “hermosa princesa” , “fuerte
y literatura, de los distintos niveles de roble”, “soldado valiente” en lugar de
la educación en Argentina– postula la princesa, roble o soldado, simplemente.
existencia de una diferencia sustancial A continuación nos señala que en el len-
entre la “oralidad primaria”, propia guaje de la denuncia política de algunas
de las culturas sin escritura o de aque- culturas de países en vía de desarrollo
llas que no han extendido su uso, y escasa incorporación de la tecnología
y la “oralidad secundaria”, producto de la escritura en sus procesos de socia-
de las culturas actuales con un alto lización, también es frecuente el uso de
desarrollo tecnológico, en las que una
determinada oralidad necesita de la
escritura para existir, como es el caso
de la televisión, radio y telefonía.
Según Walter Ong, moldes mentales
diferentes configuran a cada una de
estas oralidades, y los cambios evoluti-
vos del hombre, que van de la magia a
la ciencia, de la conciencia ‘prelógica’
a la razón, pueden explicarse como
efectos producidos por el pasaje de la
oralidad a formas distintas de la escri-
tura y sus repercusiones en aquélla.
Precisamente por eso, la escritura es
según el autor, esa poderosa tecnolo-
gía capaz de moldear el pensamiento
y la expresión oral, oralidad que, a
partir de su influencia, no surgiría del
inconsciente como el habla, sino que
sería subsidiaria de la escritura.
Las características que destaca, cuando
describe el pensamiento y la expresión
de la oralidad primaria, características
funcionales a la apoyatura mnemotéc-
nica imprescindible en la conservación
de las culturas orales, son la prolifera-
ción de fórmulas tradicionales como
los refranes, la narración que acude a
Lenguaje estandarizado,
la pragmática del contexto, la carga por Axel Russo

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N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

lugares comunes tales como “enemigo ni dejar de resignificar, el concepto de


del pueblo” o “capitalistas traficantes de fetichismo de la mercancía que Marx
guerras”... “que parecen estúpidos a las despliega en El Capital8.
personas muy instruidas, (y) constituyen Este concepto de origen antropológico
elementos formularios esenciales de las hue- es utilizado por Marx para dar cuenta de
llas de los procesos orales de pensamiento” aquello en lo que ha devenido el sujeto
(Ong, Walter, 1993, p. 45). moderno, una pura subjetividad aislada
Por el contrario, la escritura y la orali- y vacía, como efecto de un modo de
dad producida por ella, propician dos producción en el que el producto del
distancias fundamentales para la cons- trabajo humano adopta la forma mer-
titución de la abstracción analítica , cancía, y su valor, que se realiza como
“separa el saber del lugar donde los valor de cambio, autonomizado de su
hombres luchan y aparta al que sabe productor, le es ajeno y se le enfrenta.
de lo sabido”, y con ello avanza hacia Enfrentamiento entre trabajo y capital,
el objetivismo y evita el agonismo. que alcanza su máximo antagonismo
La escritura resultaría así, al evitar el cuando, en su apariencia fantasmagó-
agonismo y la cercanía del pensamiento rica, la mercancía asume las cualidades
con cualquier territorio humano especí- del productor, al tiempo que éste, ena-
fico, una técnica de suma eficacia para jenado de su esencia propia, adquiere las
controlar las pasiones y evitar los con- determinaciones de una cosa. Un sujeto
flictos, demasiado frecuentes en las cul- que inscribe su identidad social en las
turas con fuerte presencia de la oralidad cosas que produce pero las desconoce
primaria, como lo son buena parte de como producidas, que se subjetiva en el
las sociedades latinoamericanas, cuyas objeto al tiempo que se objetiviza como
culturas –lamenta el autor–, tienden a sujeto, sujeto que es resultado de una
la comunicación dialéctica histórica que realiza, por un
Sin una adecuada crítica a y el intercambio lado, su paulatina emancipación respec-
este desplazamiento paulatino directo y no a to de la naturaleza y de las condiciones
del conocimiento y la memo- la introspección primitivas de producción, y por el otro,
ria social, por la cultura del que propicia la la pérdida de su objetivación y de la
archivo, es probable que un escritura. De allí posesión de sus condiciones naturales
nuevo fetichismo de la inteli- la importancia y sociales de existencia. La “forma mer-
gencia artificial logre que un de una escritura, cancía”, propia del intercambio capita-
día sea ocioso, ridículo, o sin libre de contex- lista, precisamente es la que consuma el
sentido, pretender un decir o tos situacionales, momento más radical de este proceso,
querer tomar la palabra. que permitiría y ello en tanto transforma el trabajo
reestructurar la humano concreto en trabajo humano
conciencia, en el proceso de interiori- abstracto, subsumiendo de manera cre-
zación de un lenguaje sin posibilidad ciente el valor de uso del trabajo y sus
de pasiones ni agonismo. productos, en valor de cambio del tra-
No basta decir con Nietzsche7 que la bajo y sus productos, trocados, de este
mera posibilidad de un lenguaje tal modo, en mercancías.
“hiela la sangre”, es menester avanzar El proyecto de construcción de la nueva
en una nueva crítica de la econo- Sociedad global de la información y
mía política de la comunicación y la la comunicación, mencionado anterior-
memoria , y ésta no puede soslayar, mente, tuvo como eje, en las dos últimas

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La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

décadas del siglo XX, en Norteamérica, en nuevamente en el sistema cognitivo,


Europa y en América Latina, la liberaliza- pero esta vez, como lenguaje rector.
ción, descentralización y desregulación de Sin una adecuada crítica a este despla-
los sistemas nacionales de comunicación zamiento paulatino del conocimiento
y educación, así como el desplazamien- y la memoria social, por la cultura del
to de los resortes del poder cultural archivo, es probable que un nuevo
y educativo, de los Estados nacionales, fetichismo de la inteligencia artificial,
a los medios y corporaciones globales, logre que un día sea ocioso, ridículo,
constituidas de ese modo, en las nuevas o sin sentido, pretender un decir o
empresas culturales y educativas. querer tomar la palabra.
Dado el lugar fundamental que en
esta etapa adoptan los lenguajes, en
la doble función de colonizar las con- (*) Escuela de Filosofía. Facultad de
ciencias y de organizar y mediar la Humanidades y Artes. U.N.R.
producción, distribución y circulación
de los conocimientos, es consustan-
cial, para este proyecto, la búsqueda
de dominio formal de las produccio-
nes científicas y culturales, de allí el
encasillamiento del conocimiento a
través de categorías y descriptores que
lo operacionalizan, de criterios e indi- Cuerpo flexible,
cadores estandarizados que lo alistan por Axel Russo
para ser sometido al “control de cali-
dad” de diversas clases de comisiones
de evaluadores y expertos, y una vez
que yace allí, descarnado, conocimien-
to humano abstracto, es reintegrado

NOTAS

1. Este artículo desarrolla, en lo esencial, las ideas contenidas en la ponencia “Cognición como mercancía y
nuevo fetichismo” presentada en el II Congreso Internacional Extraordinario de Filosofía , desarrollado en San
Juan, del 9 al 12 de julio de 2007.
2. Sabel y Piore (1984) citado por Antunes, Ricardo en ¿Adiós al trabajo?, Colección Herramientas, Buenos Aires (1999).
3. Esta conclusión está fundamentada, a través del análisis de una amplia documentación, por Ricardo Antu-
nes, en Los sentidos del trabajo, Colección Herramientas, Buenos Aires (2005).
4. El término “capitalismo cognitivo” lo propone Francisco Sierra Caballero, también “Nueva Sociedad Glo-
bal de la Información” y “Economía Política de la Comunicación”, en Políticas de Comunicación y Educación.
Crítica y desarrollo de la Sociedad del Conocimiento, Gedisa, Barcelona (2006).
5. Tedesco, Juan Carlos, El nuevo pacto educativo. Educación, Competitividad y Ciudadanía en la Sociedad Moderna,
Anaya, Madrid (1995), y Educar en la sociedad del conocimiento, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires (2005).
6. Ong, Walter J. Oralidad y Escritura .Tecnologías de la palabra, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, (1993).
7. Nietzsche, F. , La Filosofía en la Época Trágica de los Griegos , edición Los libros de Orfeo. A propósito de la
filosofía de Parménides, dice Nietzsche : “... nadie hace impunemente abstracciones tan terribles, como ‘lo que
es’ y ‘lo que no es’; la sangre se hiela cuando se las toca” (p. 38).
8. Marx, Karl El Capital, Tomo I, Libro primero, Sección primera, Capítulo I, “La Mercancía”, B-4 “El carác-
ter fetichista de la mercancía y su secreto”, Siglo XXI editores, México, 1991.

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¿Lecturas versus nuevas tecnologías?


Por Mempo Giardinelli (*)

Pocas personas han sido tan persistentes


en el fomento de la lectura como Mempo
Giardinelli. Su vocación lectora lo llevó a
construir una voz crítica de las formas cultu-
rales ligadas a los grandes medios de comuni-
cación, desaprensivas de los hábitos de lectu-
ra. No se trata, en este caso, de una condena
de la modernización tecnológica. Ella ofrece
consigo la posibilidad de democratización del
acceso a los bienes patrimoniales universales,
una conexión y una vinculación que permi-
tiría, de no existir las inequidades presentes,
la participación plural en las manifestaciones
culturales a escala planetaria. No es que no
exista tensión entre las redes tecnológicas y
las prácticas de lectura. Esta relación podría
ser pensada virtuosamente sino estuviéramos
ante la presencia de un uso mercantil liga-
do a los poderes de la época. La historia de
la humanidad es la historia de la lectura, es
decir, de la literatura –advierte Giardinelli– y,
por tanto, ellas no van a perecer por el hecho
de que ciertos formatos, como el libro, cedan
paso a otros nuevos que los rehacen englo-
bándolos y ofreciendo inéditas posibilidades.
Se trata, en suma, de asumir los desafíos
actuales venciendo el temor y la desidia con
que el mundo adulto enfrenta el problema.
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La pregunta más frecuente que enfrenta vez más común en nuestra sociedad–
cualquier promotor de la lectura es: ¿qué por una peligrosa permisividad derivada
hacer con los chicos que pasan cada vez de cierta especie de comodísimo estado
más tiempo ante la computadora, todo el de resignación. El cual, dicho sea con
día chateando o jugando en red? ¿Cómo toda franqueza, hay que denunciar.
ponerles límites y hacer que lean? De manera que vayamos por partes
Esta pregunta, en boca de padres y y empecemos por descartar la idea
docentes de todo el país, muestra lo simplificadora de que los chicos de
desconcertados, alarmados o venci- hoy han dejado de leer porque ven
dos que se sienten frente a las llama- televisión, como
das nuevas tecnologías. se decía hace una De manera que vayamos por
Se aprecia en ellos una impotencia década, o porque partes y empecemos por des-
generalizada frente a las infinitas posi- están cautivos cartar la idea simplificadora
bilidades de Internet y de la computa- de Internet y de de que los chicos de hoy han
ción en general. La facilidad y natura- los videojuegos, dejado de leer porque ven
lidad con que los chicos de hoy usan como se preco- televisión, como se decía hace
el chat, los videojuegos, los mensajes niza ahora. Eso una década, o porque están
de texto y todo ese mundo de avances no es verdad. No cautivos de Internet y de los
cibernéticos suele resultar por comple- toda la verdad, videojuegos, como se preconi-
to atemorizante para los mayores. por lo menos. za ahora. Eso no es verdad. No
Y es comprensible que así sea. Aunque Sin dudas la pési- toda la verdad, por lo menos.
algunos podemos recordar que es ma televisión que
aproximadamente la misma pregun- somete a nuestra sociedad, y la tecno-
ta que se nos hacía hace un par de logía fascinante de los juegos virtuales,
décadas, cuando los chicos se pasaban ejercen una muy fuerte influencia en
“todo el tiempo ante el televisor”, el los chicos, claro que sí, pero ya sabe-
fenómeno actual es mucho más fuerte mos que si ellos no leen –no dejaré de
e imprevisible, mucho menos conoci- repetirlo– es en primer lugar porque
do en sus intersticios y posibilidades sus padres y sus maestros tampoco. Y
(cuya infinitud atemoriza de por sí), después sí: es indudable la responsabi-
y por ende menos manejable. De ahí lidad no de las tecnologías pero sí de los
que estas llamadas “nuevas tecnolo- responsables, que en la Argentina son el
gías” producen mayor impotencia en poder político y comunicacional, cuya
los adultos que la observada hace unos miopía cultural y capacidad de vulgari-
años cuando la preocupación se reducía zación son tan grandes como groseras.
(escojo el verbo con toda intención) a Pero condenar todo lo anterior no es
los efectos negativos de la teleadicción. suficiente, no alcanza ni corrige nada,
Esa impotencia asusta, desde luego, ni mucho menos mitiga la angustia
porque “los chicos están todo el día de padres y madres cuando ven que
metidos en eso” que no controlamos. sus hijos están como dominados por
Y como todo lo que se ignora suele máquinas y tecnologías cuyas conse-
producir temor, sucede que muchos cuencias ignoran y temen.
padres y maestros se dejan llevar por Por lo tanto, en primer lugar me gustaría
fobias inconducentes, prohibiciones señalar una actitud no del todo acertada
neuróticas y otras actitudes negativas, o por parte de la sociedad, que en esta
bien –como me parece está siendo cada materia ha sido víctima, cierto, pero

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también tiene alguna responsabilidad por imprecisable, movediza e inaprehensible


su casi única coherencia: la de casi nunca a la que llaman hipertexto, o texto virtual.
reaccionar frente a lo que la perjudica, o O sea intangible, inexistente, porque lo
hacerlo casi siempre tarde y mal. El resul- que es virtual no es concreto, pero tam-
tado está a la vista: somos una sociedad poco es una abstracción.
que se degradó velozmente en sólo un par La textualidad electrónica no es más
de generaciones. Y esto abarca los más que otro domicilio para la lectura. Es
diversos aspectos: desde la política a la una nueva residencia para los textos, un
educación, desde la economía a la comu- lugar diferente para la escritura, y técni-
nicación, desde la salud a la lectura. camente se lo llama “soporte”. Que es
Por lo menos desde que la caída de la el apoyo o sostén, o punto, sitio o “cosa
bipolaridad Este-Oeste mató tantas capaz de sostener algo”, como dice el
utopías, desde que un pésimo actor Pequeño Larousse, que en materia infor-
de cine devino estadista y comenzó mática define al soporte como: “Medio
el reinado de la peor dirigencia en el material, tarjeta perforada, disco, cinta
mayor imperio planetario, y desde magnética, etc., capaz de recibir una
que se instalaron ideas retrógradas información, transmitirla o conservarla
como que la Historia se terminaba y el y, después, restituirla a petición”.1
Mercado era el nuevo Dios absoluto e Este soporte es capaz de albergar todo el
incuestionable, el siglo XXI comenzó conocimiento humano, tal como lo hizo
como escenario de la mayor contradic- hasta ahora el libro impreso y encuader-
ción jamás vivida por la humanidad: nado que conocemos. Sólo que ahora el
la revolución tecnológica más extraor- espacio necesario se reduce fantástica-
dinaria de la Historia, por un lado, y mente y, por ejemplo, toda una inmen-
por el otro la más grande crisis social, sa biblioteca llena de libros colmando
cultural y ambiental en treinta siglos. estanterías de pared a techo, puede caber
En ese contexto, nos encontramos sin en un espacio invisible o virtual, o sea
saber qué hacer “que tiene existencia aparente o poten-
Las llamadas nuevas tecnologías frente a una revo- cial pero no real o efectiva” (p. 1.040).
representan la más grande opor- lución que deja Y no una biblioteca sino decenas, miles,
tunidad y posibilidad multipli- chiquita a la de todas las bibliotecas del mundo.
cadora del saber, capaz de facili- Gutenberg y A todo eso lo podemos consultar en
tar hasta el infinito la conexión, torna minúsculas la pantalla de cualquier ordenador (o
los vínculos, la asociación de las las anticipaciones computadora), en nuestra casa o donde
ideas y la divulgación democrá- de Julio Verne: el sea, porque todas las letras, imágenes y
tica del conocimiento. universo al alcan- sonidos, de todos los libros y discos del
ce de la mano; el planeta, todos pueden estar allí, medi-
conocimiento concentrado en puntos dos en los llamados bit (en inglés, byte)
de luz que titilan en una pantalla; las que son la “unidad mínima de medida
vías virtuales de transmisión del saber de contenido de información” (p. 157).
renovándose minuto a minuto; el libro De hecho, estamos hablando del nuevo
convertido en un objeto inmaterial; y los domicilio de la más grande biblioteca
textos, que históricamente fueron perga- universal. La suma de todas ellas pero a
minos, rollos, códices y luego el amistoso la vez distinta y mejor, porque permite
libro impreso que determinó la evolución concentrar y encontrar el conocimiento
del saber humano, ahora son una cosa y el saber en un solo soporte o lugar.

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La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

¿Quién puede negar que esto es una Por eso los argentinos ven tele un
maravilla? promedio de 3,4 horas diarias, lo “que
Aunque es claro que es, sin dudas, una quiere decir que la TV sigue siendo
maravilla conflictiva –como sucede el principal consumo cultural de los
con toda nueva tecnología– porque argentinos”, concluye el informe ofi-
plantea un montón de problemas: cial de consumos culturales.
políticos, técnicos, económicos, cul- Por su parte, una encuesta del dia-
turales, morales, jurídicos y muchos rio La Razón4 realizada entre 10.714
más. El libro de Gutenberg también lo votantes, mostró que el 58,1 % de las
hizo en su momento, y aquí estamos. personas (presumiblemente todas de
Las llamadas nuevas tecnologías representan la Ciudad de Buenos Aires) mira tele-
la más grande oportunidad y posibilidad visión entre dos y cuatro horas diarias,
multiplicadora del saber, capaz de facilitar y el 9,5% mira más de cinco horas. En
hasta el infinito la conexión, los vínculos, contrario, sólo el 8,5% dice no mirar
la asociación de las ideas y la divulgación televisión, mientras que el 23,9% mira
democrática del conocimiento. De ahí que una hora o menos cada día.
el cuestionamiento a ellas (incluyendo a Por supuesto, decir lo anterior tampoco
la telefonía celular, la televisión de alta significa acusar a los inventores de la
definición y una cantidad de soportes televisión, ni a una tecnología, ni mucho
que a cada rato son descritos para nuestro menos a quienes la disfrutan. No se trata
asombro en los medios) debe hacer- de acusaciones, sino de reconocer que las
se con conocimiento y sin prejuicios. causas de la mala calidad son de gestión
Especialmente porque se trata de lo que y son políticas, económicas, publicitarias,
leen y miran nuestros hijos. sociales y culturales. El desenfreno comer-
Pero nuestros hijos también nos vieron cial, el mal gusto, la incapacidad estatal
leer y no leer, actuar y paralizarnos, de controlar, junto con la idiota apología
hablar y hacer silencio, y se criaron de lo ordinario y lo vulgar, se combinan
–poco más o menos– viendo el mundo a diario para deslucir el lenguaje de
a través de lo que mostraban los llama- nuestro pueblo, proponer el ocio impro-
dos medios masivos de comunicación ductivo, desviar la atención de proble-
(radio, prensa escrita y especialmente la mas importantes5, resaltar nimiedades y,
televisión, esta última sobrada de con- entre muchísimos otros resultados nega-
tenidos y discursos deleznables). tivos, hacer que el entretenimiento sea
Es evidente que en casi todos nuestros un modo de parálisis social a la par del
países la tele –salvo excepciones– es retró- extravío de las tradiciones lectoras.
grada, ultraconservadora, autoritaria, De manera que no tiene sentido sata-
sexista y discriminatoria. Y la sociedad no nizar a “la televisión”, pues los medios
parece tan preocupada por ello, ni por la masivos de comunicación no son ni
“cautividad” de sus hijos frente a ella. De buenos ni malos. Son las falsificaciones,
hecho hay televisores en el 96,6% de los el consumismo exacerbado y neurótico
hogares argentinos (y la mitad del 3,4% y el falso democratismo lo que está des-
de los que no tienen TV en su casa dice palabrando a la sociedad argentina. El
que es por falta de recursos).2 Y no se crea problema es humano, no tecnológico.
que hay un aparato o dos, no, el equipa- Y con Internet y las nuevas tecnologías
miento casero promedio en la Argentina sucede exactamente igual.
es de 2,4 televisores por hogar.3 Hace veinte años, en la revista Puro

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N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

Cuento sosteníamos que la computación nito, capaz de pasar por encima de la


no era enemiga de la lectura y la escritu- linealidad de la lectura tradicional, a
ra, porque era absolutamente imposible la que incluye, engloba y resemantiza.
acceder a esa tecnología desde el analfa- El hipertexto permite ir y venir por las
betismo. Eran todavía los albores infor- ideas, admite múltiples lecturas a la vez,
máticos, Internet no existía y muchos facilita reacomodar modos y estilos,
buscábamos establecer –más allá de la rehace las texturas, y en fin, es como
dictadura– quiénes eran, y dónde esta- un permiso para la libre circulación
ban, los enemigos de la lectura. textual. Una maravilla, desde luego.
Pero también nos parecía que aquellos A partir de entonces, todo se disparó.
primeros ordenadores (como se los Y el cada vez más fácil acceso a los tex-
llamaba en España) estaban obligados tos trajo su fabulosa democratización.
Mempo Giardinelli,
a ser un recurso ventajoso, un com- Internet permite ahora que cualquier
por Juan Rearte. plemento idóneo, un aliado poderoso lector, desde cualquier lugar del plane-
para la escritura, el libro y la lectura. ta, pueda llegar casi a cualquier libro,
Permitían trabajar con rapidez y eco- esté donde esté. Es como realizar el
nomía, por lo menos. sueño de tener la Biblioteca Nacional,
Enseguida eso trajo la fascinación por la del Congreso de Estados Unidos
el llamado “hipertexto”, al que veía- y todas las bibliotecas nacionales del
mos como una especie de texto infi- mundo juntas, al alcance de nuestra

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La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

mano y en nuestro propio escritorio. días.7 No alcanzo a imaginar cómo será


Dice Pablo Mancini, un joven docente ahora, más de ocho años después, pero
de varias universidades argentinas que por lo menos se sabe que en 2006 se
trabaja en producción de contenidos y envían 60.000 millones de e-mails por
proyectos especiales para el portal educ. día, lo que prácticamente duplica el
ar del Ministerio de Educación, Ciencia total diario promedio de 2002.8
y Tecnología: “El mundo ya no parece Ahora bien, el diversificado uso del
el que conocíamos: lo estamos trans- correo electrónico, que es útil para prác-
formando. La historia de los medios ticamente todo (trabajar, comprar, ven-
de comunicación muestra con creces der, enseñar, amar, odiar y mil etcéteras)
el reordenamiento social que produce es fabuloso y se basa precisamente en lo
la aparición de un medio: se alteran que nos interesa en este texto: todo eso se
notablemente la percepción del tiempo escribe cada día y cada día se lee.
y del espacio. Este nuevo medio no fue Y en la web sucede, nomás, que todos los
el fin de la razón, como pregonaban los textos del mundo están allí. Y decirlo no
círculos intelectuales apocalípticos (...) es exagerado: no ha de faltar mucho para
Millones de personas escriben a diario que todo lo que se escribió en la Historia,
sobre ciberculturas, sobre las transfor- en todo el decurso de la Humanidad, ter-
maciones tecno-culturales y sobre la mine de ser transferido a formas electró-
complejidad que incluye internet en nicas. Esto garantizará la universalización
nuestras vidas, en nuestras prácticas más democrática del patrimonio biblio-
más cotidianas. Pero también millones gráfico que nadie haya imaginado jamás.
de personas, desde sus hogares, desde Exactamente lo que Jorge Luis Borges
cibercafés, desde locutorios, telecentros, llamó “una extravagante felicidad”9, idea
escuelas, universidades y bibliotecas tie- que fascinó al especialista en historia del
nen videoconferencias con otras perso- libro y la lectura de la Escuela de Altos
nas, que a veces están a sólo un par de Estudios en Ciencias Sociales de París,
cuadras pero que a menudo están a un Roger Chartier, y que es compartible,
océano de distancia. Porque una charla desde luego, aunque advirtiendo que esa
por chat con una cámara es la natura- felicidad no deja de entrañar riesgos.
lización, la apropiación cotidiana de ¿Riesgos? Sí, porque sucede que si todos
tecnologías que otrora eran súper sofisti- los textos de la historia de la humani-
cadas y estaban en manos de pocos”.6 dad están ahí, es obvia la pregunta:
Claro que todavía hay muchísimos ¿quién los “subió”? Y enseguida: ¿los
excluidos (“Más de 1.000 millones de copió exactamente como son? ¿Qué
personas en todo el mundo siguen sin seguridad tenemos? ¿Se trata verdade-
tener acceso a servicios básicos de teleco- ramente de los textos originales?
municaciones y 800.000 comunidades El límite de la cuestión deviene ético,
no tienen conexión a redes globales de lo que implica aceptar el riesgo de que
voz y datos”, sigue Mancini), pero esto los textos puedan haber sido modifi-
también puede cambiar en cualquier cados, manipulados electrónicamente.
momento porque la misma Internet Así como hace quince siglos pasamos
muta constante y rápidamente: según del códice al libro manuscrito, y hace
un artículo del diario norteamericano cinco siglos de éste al libro impreso
USA Today del 16 de abril de 1998, el (ambos cuerpos sólidos, materias con
uso de Internet se duplicaba cada 100 formato y sucesión lógica y seriada de

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

hojas y páginas) ahora el libro electró- leer. De hecho, en la cibernética moderna


nico obliga a leer en una pantalla de se habla incluso de “lectores de discos”.
puntos luminosos imperceptibles. Y la Sabemos y afirmamos que la lectura es y
verdad es que ésta sí es una revolución será siempre el mejor modo de acceder al
mayor que la de Gutenberg –como conocimiento. Aunque esté domiciliado
postula Chartier–, porque estamos en en una pantalla. Esto debería ser tranqui-
presencia de un cambio tremendamente lizador frente a ciertas visiones apocalíp-
inquietante y capaz de modificar no sólo ticas que circulan, aunque nada se agota
el pensamiento sino incluso el modo de con tal afirmación. Pero es un hecho que
pensar de ahora en el ser humano, para su crecimiento inte-
Sabemos y afirmamos que la adelante. Cuando lectual, seguirá necesitando siempre de la
lectura es y será siempre el Gutenberg inven- lectura. Aun frente al ordenador hay que
mejor modo de acceder al cono- tó la imprenta leer, y no existe otro modo de producción
cimiento. Aunque esté domi- de tipos móviles textual que la escritura.
ciliado en una pantalla. Esto prensables, que Si lo que ha cambiado es el lugar, la
debería ser tranquilizador fren- permitía la repro- residencia en la que mora el texto, como
te a ciertas visiones apocalípti- ducción infinita sucede en la vida, en toda mudanza de
cas que circulan, aunque nada de los textos y la casa se producen cambios. Pero segui-
se agota con tal afirmación. producción de mos durmiendo en camas y comiendo
Pero es un hecho que el ser libros en serie, la en mesas, e igualmente estamos acos-
humano, para su crecimiento lectura oral en voz tumbrados a encontrar todos los textos
intelectual, seguirá necesitan- alta que requería el en libros, revistas y periódicos. Pero el
do siempre de la lectura. códice manuscrito resultado de esta mudanza es que ahora
dio paso a la lectu- los tenemos en una pantalla de puntos
ra silenciosa, visual e íntima que hemos y de manera muchísimo más veloz y
conocido y amado en estos últimos asequible y barata. ¿No es fantástico?
siglos, y también abrió el camino a la ¿Por qué sentir temor? Admitamos el
propiedad privada de los libros. vértigo que produce, de acuerdo, pero
El texto electrónico, ahora, va más allá inmediatamente aprovechemos la opor-
y revoluciona incluso la organización tunidad. Y la reflexión sobre los modos
del texto y su estructura, el acceso a él y de representación, producción y circula-
hasta la redacción, que puede pasar a ser ción cibernética de los textos es eso: una
colectiva, o modificada arbitrariamente, oportunidad que es mejor comprender,
o bien adecuada a –y por– cada lector. aceptar y utilizar en nuestro beneficio.
Ahora bien, esa textualidad virtual, ¿Que eso seduce y atemoriza? Puede
inmaterial, llamada “hipertexto”, necesita ser, pero también ofrece posibilidades
quien la lea. Porque si no se la lee, no existe. ilimitadas y es, de hecho, un futuro que
Ni siquiera desaparece; es que si no se la ya tenemos encima vuelto presente. Y
“visita” y lee, en realidad nunca existió. O si condiciona a nuestros hijos, como en
sea que el hipertexto requiere lectores. Y efecto vemos que lo hace, pues razón de
no es poca cosa decirlo: obsérvese que en más para entenderla.
todos los casos estamos ante textos que habrá Todos los avances tecnológicos son revo-
que leer. Salvo en el caso de la televisión, lucionarios, y a las revoluciones siempre es
las nuevas tecnologías exigen lectores: mejor comprenderlas que rechazarlas.
la computación, la navegación virtual, Y además bien podemos confiar en esto:
el chat y hasta los videojuegos requieren la lectura no ha muerto ni morirá con

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LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

ninguna tecnología. Dejemos que algu- nueva forma de instrucción pública, lo


nos escépticos y apocalípticos auguren la que es evidente incluso en los países más
muerte del libro, quién sabe si tendrán atrasados. Como dice Alberto Manguel:
razón. Pero separemos una vez más: “Hemos inventado unos pocos objetos
aun si asistiéramos a la muerte del libro casi perfectos a lo largo de la historia.
material, el viejo y querido volumen de El libro, como la rueda, el cuchillo o la
pasta de papel, encuadernado y ateso- puerta, no va a desaparecer nunca. Lo
rado en nuestras bibliotecas de madera, podemos cambiar un poco cada tanto
aun si eso sucediese la lectura no morirá pero siempre estará con nosotros”.10 Eco
jamás. La historia de la humanidad es tiene la misma idea: “Los libros siguen
y seguirá siendo la historia de la lectura, siendo los mejores compañeros de nau-
es decir la historia de la literatura. Y fragio (...) son de esa clase de instrumen-
los viejos, convencionales y entrañables tos que, una vez inventados, no pudieron
libros que se ajan y amarillean con los ser mejorados, simplemente porque son
años, tal como los conocemos y quere- buenos. Como el martillo, el cuchillo, la
mos hasta hoy, seguirán siendo fuente y cuchara o la tijera”.11
domicilio del saber original, y el mejor Como se ve, la mayor preocupación de
testimonio de los logros de la Especie. ambos expertos, y de casi todos los espe-
Ray Bradbury lo supo cincuenta años cialistas, es por la suerte del libro. Con
antes que todos nosotros. el mayor respeto, no es exactamente la
De manera que he aquí la primera con- mía. Libro y lectura no son lo mismo.
clusión aliviadora: la lectura no va a morir, Y esto es algo que debemos explicar a los
y mucho menos la va a matar Internet. docentes y padres que preguntan casi a
Y una segunda: aunque acaso desapare- coro: ¿Qué hacemos frente a Internet?
cieran los libros, la lectura seguirá viva. Mi respuesta es que lo primero y mejor
Por eso lo que verdaderamente necesi- que podemos hacer es aprender nosotros
tamos, como sociedad, es lectura. Libros mismos a usarla, para poder acompañar
también, pero sobre todo lectura. a nuestros hijos en ese proceso de des-
En tercer lugar, si hoy se lee menos y se cubrimiento. A la vez, preguntarnos a
conversa menos, y si nuestros chicos (y nosotros mismos qué hacemos y qué no
muchos grandes también) que “navegan” hacemos para que los chicos sepan defen-
en las redes infinitas de Internet después derse mejor, tengan criterio y disfruten la
parecen autistas, reconcentrados, no es tecnología sabiendo poner límites. Y para
por culpa del exceso de los hipertextos. todo eso se trata de leer, nosotros y los
En todo caso, seamos conscientes de que chicos; no hay otra alternativa. Lectura.
cuando uno ha pasado varias horas en la Libros o no libros, pero leer.
web ¡acaba mareado de tanto leer! Por eso la cuestión está en los padres,
Esto también nos recuerda que la tecnolo- una vez más. Y en los docentes, en
gía digital depende, ante todo, de la lectura. tanto fungen como padres sustitutos
Y éste es un elemento clave: un analfa- durante varias horas al día. Hay dema-
beto, o quien no tenga práctica de lecto- siadas personas que creen que la no lec-
escritura, no tendrá jamás posibilidad de tura, hoy, se debe a la televisión y sobre
acceder a Internet. La lectura de textos, todo últimamente a la difusión de los
impresos o electrónicos, es insustituible “juegos en red”. Muchos padres están
y en este sentido puede decirse que la preocupados por los juegos de guerra y
computación ha instalado, de hecho, una de matar, por esa lúdica violencia que

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 La pregunta por la lectura y el lenguaje

apasiona a millones de chicos y chicas problemas. Pero una vez más eso no será
como los que vemos en los cybers. culpa de las nuevas tecnologías sino de los
No digo que los cybers no sean noci- usos atrofiantes de ellas. Y a eso debemos
vos, en el sentido de que inutilizan resistirnos, incluso dentro de Internet.
el tiempo libre de los chicos y les He ahí otra de sus maravillas: esta tecno-
quitan tiempo para otras actividades. logía nos permite discutir sus virtudes y
Tampoco digo que para un espíritu defectos mientras la usamos. Podemos
juvenil sea inocuo el estar practican- reflexionar, cuestionar y advertir lo que
do formas de muerte durante horas sucede a medida que sucede. Y además,
cada día. Sí digo, en cambio, que el nos podemos valer de esa red en paralelo
problema principal no está en los al teléfono celular, el automóvil, la gra-
cyber ni en los badora, el ordenador, el disco compacto
De todos modos es cierto que juegos, sino en y el DVD. Que son, todas, tecnologías
en la sociedad contemporá- la comodidad de modernas y utilísimas, a nuestro entero
nea –la sociedad informática, los padres, en el servicio. Si es que podemos pagarlo,
como se la llama– se da la abandono de la desde luego. Porque sería idiota una
paradoja de que se conversa responsabilidad idealización de este medio sin advertir
menos, se discute poco y no se de enseñar. que, todavía, está fuera del alcance de la
alienta el debate enriquecedor. Pero esas personas gran mayoría de la población.
Y si encima se impone un dis- no parecen darse La citada encuesta del Sistema Nacional
curso único, sí que podemos cuenta de que las de Consumos Culturales dice que sólo
estar en problemas. Pero una causas no están en uno de cada tres argentinos posee com-
vez más eso no será culpa de lo que demonizan, putadora en el hogar (el 66,2% del total
las nuevas tecnologías sino de sino en lo que no de encuestados dijo que no tiene), por-
los usos atrofiantes de ellas. hicieron. Ninguna centaje que está obviamente asociado al
Y a eso debemos resistirnos, persona nació nivel socioeconómico de los entrevista-
incluso dentro de Internet. sabiendo atarse los
cordones de los dos. Así, el 90% de las personas de nivel
zapatos. Es tarea de los papás enseñarles socioeconómico alto tiene computadora
pacientemente la necesidad, la utilidad y en la casa. Pero en los niveles medios baja
los modos de atárselos. Igual sucede con al 67,5% y en las clases bajas desciende
la lectura, y por supuesto con los valores y a sólo el 13,5%. En todos los casos, la
principios. No se los trae de nacimiento. mitad de los que tienen ordenador en
Los aprendemos. Pero para aprender hace casa acceden a internet “todos los días
falta que alguien nos los enseñe. Se trata de o casi todos los días”, mientras los que
transmitir valores desde el hogar, y un no lo tienen, se conectan de 1 a 3 veces
valor principal es aprender a distinguir por semana desde lugares públicos. Los
entre realidad y ficción. Y entre juego y jóvenes y los residentes en el interior del
trabajo, o entre verdad y mentira.
país son los que se conectan con más
De todos modos es cierto que en la
frecuencia. Y la mayoría de usuarios se
sociedad contemporánea –la sociedad
informática, como se la llama– se da la da, como es fácil comprobar, entre los
paradoja de que se conversa menos, se jóvenes de 12 a 17 años, y luego los que
discute poco y no se alienta el debate tienen entre 35 y 49 años.12
enriquecedor. Y si encima se impone un Pero más allá de eso –que de todos modos
discurso único, sí que podemos estar en se democratiza velozmente por el auge

98
LA BIBLIOTECA
La pregunta por la lectura y el lenguaje N° 6 | Primavera 2007

fenomenal de cybercafés y otras tiendas Su obra literaria ha sido traducida a


en las que se puede acceder a redes a muy veinte idiomas y ha recibido numero-
bajo costo–, no se puede negar que si esta sos galardones literarios, todos fuera
nueva tecnología nos da la oportunidad de la Argentina, entre ellos el Premio
de pensarla y discutirla mientras se produ- Rómulo Gallegos 1993.
ce, es que se trata de una revolución muy Es autor de novelas, libros de cuentos
peculiar y generosa. Recordemos nomás y ensayos, y escribe regularmente en
que Gutenberg ni siquiera había paten- diarios y revistas de todo el mundo.
tado su invento cuando ya toda Europa Entre sus títulos más conocidos: La
estaba plagada de imprentas y nacían las revolución en bicicleta, Luna caliente,
censuras modernas, pero hubo que esperar El cielo con las manos, Santo oficio
cuatro siglos para que se desarrollara la de la memoria y Final de novela en
reflexión sobre esa tecnología. Patagonia. Su último libro es: Volver a
leer. Propuestas para ser una nación de
lectores (Edhasa, 2006).
(*) Mempo Giardinelli nació y vive en Exiliado en México entre 1976 y 1984,
Resistencia, Chaco, Argentina. Es escritor a su regreso fundó y dirigió la revista
y periodista, y como docente fue profesor Puro Cuento.
titular en la Universidad Iberoamericana, En 1996 donó su biblioteca personal
de México; en la Universidad Nacional para la creación de una fundación, con
de La Plata. Desde hace más de vein- sede en el Chaco, dedicada al fomento
te años enseña en la Universidad de del libro y la lectura. Esta fundación
Virginia, Estados Unidos. desarrolla y sostiene diversos progra-
Es Doctor Honoris Causa por la mas culturales, educativos y solidarios.
Universidad de Poitiers, Francia.

NOTAS

1. El Pequeño Larousse Ilustrado, Ediciones Larousse, Buenos Aires, 2005, p. 941. Todas las definiciones que
siguen son tomadas de este mismo Diccionario, con indicación de página entre paréntesis.
2. Sistema Nacional de Consumos Culturales (SNCC), Secretaría de Medios de Comunicación de la Jefatura de
Gabinete. Presidencia de la Nación. Datos de Agosto de 2005: http://www.consumosculturales.gov.ar/sncc.htm
3. Según datos de 1999, en los Estados Unidos el 58% de los hogares tienen televisores incluso en la cocina. Jim
Trelease no vacila en calificar de “torpes” a los padres de familia que los ponen. Aunque no he podido encontrar
datos equivalentes de nuestro país, no me extrañaría que en la Argentina esa torpeza sea igual o mayor.
4. Realizada por la consultora D’Alessio-Irol. La Razón del 10 de noviembre de 2005.
5. La influencia de este medio es formidable: la encuesta de la SNCC dice que el 84.9% de los argentinos se
informa a través de los noticieros de televisión.
6. Pablo Mancini, “Día Internacional de Internet”, en Cultura Digital, portal de Educ.ar: http://weblog.educ.
ar/sociedad-informacion/archives/cat_cultura_digital.php.
7. Jim Trelease, La lectura en voz alta, Celarg, Bogotá, 2005, p. 270.
8. Basados en informes de la Agencia Reuters, diversos medios encontrables en Internet destacan esta informa-
ción, que significa prácticamente doblar la cantidad registrada en 2002, cuando se enviaron 31.000 millones. En:
Interlink Headline News Nº 2818, del 18 de Octubre de 2002: http://www.ilhn.com/ediciones/2818.html
9. “Esta felicidad ‘extravagante’ de la que habla Borges no es prometida por las bibliotecas sin muros, e incluso
carentes de lugar, que serán sin duda las del futuro”. Roger Chartier en: “Del códice a la pantalla: trayectorias
de lo escrito”. En revista Quimera N° 150, septiembre de 1996.
10. “Leer es una forma de saber que no estamos muertos”. Entrevista por Oscar Raúl Cardoso. Diario Clarín.
1° de agosto de 1999.
11. En la 9° publicación del Programa de Promoción de la Lectura Volver a Leer, Córdoba, 2004.
12. Sistema Nacional de Consumos Culturales (SNCC).

99
Intermezzo

Quizá se pueda decir que una sombra persigue al arte, a la misma


historia del arte. Sobreentendiendo que el arte es una exploración
de lo que está cerrado para el decir común, la sombra que lo
persigue es un decir absoluto que promete develación y goce. Nos
apremia preguntándonos si estamos aptos para asistir a la caída
de los velos. Critica al arte por demorar su ofrecimiento revelador
y actúa acelerado. Muestra con decisión la llegada a las últimas
recámaras. Es la sombra que persigue al arte; la pornografía. No
hay cómo resolver esa pareja mal planteada. Muchas veces el afán
del censor se detiene adverso ante el cuerpo de la doncella salida
de la imaginación pictórica de todas las épocas. El erotismo, como
todo pensamiento que nunca encuentra enteramente su objeto,
reclama ser uno más en el partido del arte. Cuando se siente, con
razón, perseguido por el magistrado antojadizo, exhibe su mejor
argumento ¿Por qué no atacan a la pornografía? ¿Por qué son las
majas desnudas el objeto de la censura, y no la indefinible opción
del retratista de la physis pornográfica? Es legítima la queja del
artista prohibido frente a la del autor de cromos realistas del gra-
fismo obsceno, directo. Pero pasa por alto que la pornografía es una
escala de la representación que se sitúa por debajo de un horizonte
de comprensión de la mirada jurídica, estatal o aun artística. La
pornografía es lo no censurable, lo que se pide como argucia de
exhibición cruda, cercana a la realidad del anatomista impúdico,
del lúbrico cultor del nombre final de las cosas, sin desliz, cober-
tura o metáfora. Simplemente escatológico. Ahora bien, en este
escrito, Christian Ferrer se enfrenta a la radical ambigüedad de la
cuestión artística frente al alma de la pornografía. En un ejercicio
de escritura totalmente asistido por el aforismo, el sabor alegórico y
la rara concisión de inesperadas síntesis, Ferrer elabora una moral
literaria para situar el fenómeno pornográfico ante la razón crítica
del arte. La porno-grafía (es decir, la descripción pura de lo obsce-
no) lucha en la escritura para volver a ponerse como arte. El difícil
partido que se juega en esta núbil frontera, pertenece al acervo de
la poesía, del ensayo y de las catalogaciones. Se busca la pregunta
por el arte, siguiendo su rastro. No hay muchas formas de hacerlo
que reconstruir en palabras la aparatosidad pornográfica, que es
el descubrimiento de la imagen absoluta. Buscaba la verdad y se
encontraba en la trémula nitidez de lo falso, absoluto. En lo cate-
górico de un mirar sin sujeto. La lectura de esta original crítica a
la pornografía escrita por Ferrer, permite dar otra sugestiva visión
de todo aquello que la pornografía critica.
102

El rostro de la medusa
Exuberancia y copiosidad del
cuerpo pornográfico
Por Christian Ferrer

Un conjunto de observaciones, cuidadosa-


mente cultivadas, componen este singular
ensayo. Christian Ferrer se propone pensar
la pornografía como el resultado paradó-
jico, tanto de las luchas por la liberación
sexual, como de los planteos feministas que
nacen en la década del 60: la pornografía
como modulación del cuerpo producido
por el cruce entre las nuevas tecnologías
y la movilización de los flujos libidinales
derivados de la “revolución sexual”. Un
despliegue energético cuya condición es
su funcionalidad con las formas mercan-
tiles que regulan la vida contemporánea,
a través de las técnicas de gobierno de las
poblaciones, la medicalización de la vida y
la modelización corporal. Una manipula-
ción, cuya expresión se multiplica a partir
de la proliferación de los nuevos medios
técnicos, y que abstrae el cuerpo de sus
condiciones concretas de existencia. Así, el
erotismo pierde su condición deseante para
devenir reproducción de imágenes mecáni-
cas de los cuerpos confiscados de su propia
imaginación afectiva.
LA BIBLIOTECA
Intermezzo N° 6 | Primavera 2007

Quien remonte el viaje evolutivo rea- antigüedad. Y aunque jamás nadie


lizado por la especie humana hasta volvió triunfante de ese duelo desigual
hoy llegará a las puertas del Paraíso. todos los hombres buscan abrirse paso
Para desandar ese camino sería im- hacia la imantada guarida de la medu-
prescindible demorarse en cada uno sa, velada por la seda o el algodón.
de los breves y urgentes acontecimien-
tos con que los antecesores, dueños
de su voluntad o sin quererlo, dieron II
gestación a nuestra existencia. Son los
momentos animales de la vida hu- Donde la monogamia falla la porno-
mana. El celo, el cortejo, la captura, grafía prospera, puesto que el contrato
el forzamiento, la lucha, la entrega, social que ella propone a sus audiencias
el desprendimiento, el grito, la gula es el del harén, no el del hogar. Sin los
uterina al fin satisfecha, el inicio de la medios masivos de comunicación esa
germinación. Una pizca de lumbre en pulseada hubiera quedado indecisa. Así
la panza. Toda preñez remite a una fue hasta hace algunas décadas, pero el
anterior y así sucesivamente. Hemos maridaje de la “revolución sexual” y el
dependido, para existir, de la excita- desenfado mediático dio a luz al cuerpo
ción y el anhelo de parientes desco- pornográfico. Es una cría de la época.
nocidos cuyo linaje comenzó con el
primero de todos los ombligos. La su-
pervivencia posterior al nacimiento es III
lucha y cada persona persigue triunfos
y trofeos. Pero al mirar hacia el origen El radio de acción de las “políticas
vemos que cada uno de los hombres y de la vida” incumbe a los millones
mujeres que durante siglos engendra- que nacen, trajinan y sucumben con
ron vidas anteriores a las nuestras de- cada nuevo día, y a los que se admi-
bieron ovillarse, abrazarse a sí mismos nistran raciones ponderadas de dolor
en forma de óvalo, a fin de ser expe- y de salud. Por el contrario, hasta su
lidos al mundo. Así de pequeña es la “revelación” pública, no hace más de
puerta que fuera forzada nueve meses veinte o treinta años, la pornografía
antes y que había garantizado cobijo era un asunto clandestino, oscu-
y nutrición, al inevitable costo de an- ro y pecaminoso. A ella se accedía
helar amparo carnal perenne una vez no sin dificultad y vergüenza. Hoy,
que se ha puesto un pie, y lanzado un la televisión codificada e Internet
gemido, en la intemperie. favorecen su diseminación. Un salto
tecnológico acoplado a un flujo de
libido largamente contenido, y todo
I eso en apenas  un cuarto de siglo.
Pero la innovación técnica no es la
Cabezas de serpiente coronaban, a causa de la ubicua y prolífica pre-
modo de cabellera, el rostro de la sencia de la imagen pornográfica.
Medusa, cuya mirada podía petrifi- La causalidad tecnológica es coadyu-
car en seco al hombre necio que se vante, no originaria, y actúa más
atreviera a sostenerla, e incluso al más bien en tiempo diferido. Fue, en la
valiente. Eso creían los griegos en la década de 1960, el reclamo juvenil

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Intermezzo

del derecho al placer tan sólo por V


haber sido traídos a la Tierra la causa
motora de la posterior exposición de La invención del traje de baño de dos
la pornografía a la luz pública. Un piezas supuso un paso adelante en la
género audiovisual cuyo único fin es fragmentación del cuerpo femeni-
potenciar la lujuria encontró un alia- no, en su atomización. También los
do en la permisividad paternalista en atolones se componen de múltiples
cuestiones de atrevimiento sexual, en partes separadas, como el así llamado
tanto y en cuanto la movilización de “Bikini”, en la Micronesia, que moti-
las energías afectivas de la población vó el apodo. La pronta extensión de
desemboque en rutinas combinables su uso no fue otra cosa que un acto
con la mercancía. No es tan sor- tolerable de strip-tease en público
prendente, entonces, que el centro luego multiplicado en todas las cos-
de gravedad de la pornografía sea la tas arenosas del mundo. La censura
carne femenina para contento y solaz perdía una batalla, ya previamente
del punto de vista masculino: resulta escenificada en “burlesques”. La pro-
ser un efecto lateral, no querido y no gresiva desnudez femenina principió
pensado, de las luchas por la emanci- hace cien años –época en la cual se
pación social de la mujer del último instalaron máquinas de peep-shows
medio siglo. Por otra parte, la escena en las zonas comerciales de la ciu-
pornográfica es el último refugio que dad– con los tobillos y el escote, y al
le resta al hombre donde manipular fin se difundió hacia los hombros, la
hembras a gusto y placer. espalda y el abdomen. En las playas,
un bretel horizontal era ahora el soli-
tario custodio del pudor. Al comien-
IV zo, no muchas mujeres descartaron
el traje de baño “enterizo”: hacerlo
En numerosas civilizaciones anti- implicaba arrancarse más de un velo.
guas, en especial en la cuenca del Pero los triángulos simétricos pronto
Mediterráneo, se desarrolló la cos- fueron aceptados por nuevas cama-
tumbre de la “prostitución sagrada”. das generacionales cuyas expectativas
Ritualmente, las mujeres ofrecían sus exhibicionistas remedaban las poses
cuerpos a los hombres de la ciudad en de las admiradas estrellas de cine,
cierto momento de sus vidas. Era una que por su parte ya venían propa-
ceremonia “de paso” y existían diosas gando la exposición de zonas de la
específicas que alentaban la entrega piel antes inaccesibles a la inspección
de la mitad de la población a la otra visual. Eran “chicas de tapa” cuyo
mitad, según la coacción ancestral al destino final era la decoración de
intercambio de mujeres. En la por- cuartos de adolescentes o de paredes
nografía se puede atisbar, aún activo, de vulcanerías. Quizás el tabú mayor
un resto de aquel paganismo. Las que fue necesario dejar atrás concer-
innumerables situaciones y posiciones niera al ombligo, origen del mundo,
representadas resultan ser fotogramas cuya hondura anticipa la durmiente
evocatorios de aquella entrega ritual, penumbra de la vulva. Es su maqueta
pero revelados en laboratorios instala- a escala, su antesala también, y su
dos por el orden patriarcal. última estribación.

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LA BIBLIOTECA
Intermezzo N° 6 | Primavera 2007

VI diplomáticos. El aspecto esmirriado


era, por entonces, confesión de enfer-
Aunque grandilocuente como un bon- medad y miseria, de modo que la
sái y monotemático como un cíclope, silueta femenina resultaba ser más
el cuerno de la abundancia no da pulposa, el ideal de página central de
frutos sino en presencia de su musa revista “para hombres”. Pronto llega-
inspiradora. ría la así llamada “revolución sexual”,
que dio variados frutos: se potenció
el feminismo, se resucitó el discurso
VII del “amor libre” –de raigambre anar-
quista– y se promovió la sinceridad
La ley, la aversión y la vergüenza dan relacional a rango de ideal en tanto
la medida de la desnudez humana, se execraba la hipocresía matrimonial
pero no la de todas sus proporciones. de las generaciones anteriores. No
El arte puede dar cuenta del esplendor obstante, el espiral se mordió la cola:
de un cuerpo, pero es raro que no la apariencia corporal devino nueva-
exponga también sus incomodidades mente en mercancía, en señuelo, en
y sus heridas. La imagen pornográfi- arma de fuego. Mujeres adiestradas
ca es, en cambio, idílica, atemporal. por medio del capital simbólico de
En ella el tiempo no deja mancha ni que las dotó un par de generaciones
marchita. Otras visiones provienen de de padres comer-
la resaca abandonada por los sueños, ciantes o profe- El arte puede dar cuenta del
de lo susurrado en el confesionario sionales, pero esplendor de un cuerpo, pero
o de lo informado luego de una pri- que ya no pue- es raro que no exponga tam-
mera noche de todas las noches: son den garantizarles bién sus incomodidades y sus
relatos parciales de experiencias reme- una “posición heridas. La imagen porno-
moradas como entre sombras. Sólo el social”, una “pos- gráfica es, en cambio, idílica,
tacto registra los estremecimientos del tura”, venden atemporal. En ella, el tiempo
pudor, y del impudor, sin los prejui- entonces la apos- no deja mancha ni marchita.
cios que acarrea la vista. La precisión tura de un modo
táctil es ciega y torpe, como lo es tam- socialmente aceptable. De allí que las
bién el homenaje que la pornografía industrias de la carne se dediquen a
brinda a la belleza femenina. compensar las desgracias del cuerpo
“imperfecto” y que la sexología haya
devenido en psicoterapia y en aseso-
VIII ría. Disfunciones mayores ya pasan al
campo de la farmacopea. Y así como el
A mitad del siglo XX el erotismo posi- proyecto “genoma humano” pretende
ble concernía a mujeres un poco sueltas llegar hasta el último e infinitesimal
de cuerpo, de estilo “moderno”, y en átomo de célula del organismo, tam-
el rincón opuesto al vulnerador de la bién la pornografía aspira a transpa-
voluntad femenina a fuerza de arsenal rentar todos los detalles de la piel. En
lingüístico. El cazador era viril y pro- ambos casos, se oferta una ilusión de
tector; la presa, tierna y dadivosa; y el felicidad: el gen de la gordura encon-
lenguaje del cortejo amoroso ya estaba trado y reducido, la disfunción eréctil
siendo liberado de constreñimientos al fin derrotada.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Intermezzo

IX contrapelo, por el mundo tal cual ha


sido hasta el momento. Por otra par-
La “explotación del cuerpo de la mu- te, el desconocimiento del mecanismo
jer”. La consigna es cierta considerada afectivo de la sexualidad femenina es el
en general, pero se vuelve incierta a me- antecedente de la mirada masculina en
dida que se extiende y ramifica a través la degustación de pornografía. En ese
de las nervaduras grupales hasta dete- mundo el hombre es autárquico, como
nerse en los casos particulares. Los hilos lo sería un solipsista que fuera elevado
que anudan deseo y política suelen ser al rango de jefe de la horda.
de distinta extensión, color y grosor, sin
contar las hilachas ocultas. En el género
pornográfico el placer es unidireccio- X
nal –se conjuga en masculino– pero es
inevitable que el cristal de las fantasías El consumo de pornografía no es
eróticas personales esté facetado, aun a precondición necesaria de su adop-

Ilustrado por
Juan Rearte

106
LA BIBLIOTECA
Intermezzo N° 6 | Primavera 2007

ción pública. En general se responde ble” en alguno de los escaques de este


a su llamado porque se ha olfateado tablado barroco. Que esas mujeres
su almizcle en el aire de los tiempos. exuberantes hayan pasado antes por
El género emite su furor genital para el quirófano es una verdad que no las
todos y para nadie, en forma radial, impugna, pues también las estrellas
y para mesmerización de hombres y mismas confiesan haberse recostado
mujeres fuera de toda sospecha: el alguna vez en ese lecho de Procusto. Y
strip-tease se vuelve numerito obligado para no decir una palabra de menos,
de las reuniones de ex-alumnos de también lo han hecho, por pura voca-
escuelas secundarias y el baile de caño ción, cientos de miles, quizás millones
sustituye al juego de poner la cola al ya, de congéneres femeninas.
chancho en las fiestas de los geriátricos
y la confesión de los delitos del pene
y la vagina se trompetea en el horario XII
central de la programación televisiva
antes que en confesionarios por hora No es el dormitorio, en particular
y en el tiempo que lleva dejar acha- el lecho nupcial, el lugar exclusivo
roladas la cocina y el salón comedor donde la pornografía anima a sus
las amas de casa ensayan y actualizan fantasmas. Y aún cuando el lóbrego
acrobacias e histrionismos de cabaret. sótano o el altillo angelical convoquen
Todo esto es inocuo, apenas un grano figuras eróticas a la imaginación, qui-
de pimienta arrojado sobre el ajuar de zás la mirada del pornógrafo cupiese
bodas. El glamour del vicio es recono- mejor en el ojo de la cerradura. Espera
cible, sí, pero está inmunizado contra la bienvenida.
eventuales intrusiones del mal.

XIII
XI
La ingesta de pornografía suscita la
La meca del cine promueve el “divis- evocación de escenarios personales pre-
mo”, en tanto la industria pornográ- vios y significativos, fenómeno que
fica lo hace con la categoría simétri- concierne menos al psicólogo que al
ca de “pornostar”, y asimismo con la oráculo. El teatro de sombras de la
más prolífica de “actriz pornográfica”, memoria arrastra consigo el eco de lo
a secas, que es similar a la “figuración” dicho y lo escuchado, haya sido gorjeo
en el reparto actoral y afín a los nú- o rugido, por cuanto el oído fue, en
meros vivos de los bares de desnudis- aquellas circunstancias, testigo y archi-
tas, hasta desembocar en un caudal vo a la vez. Si la sonoridad fuera esen-
innumerable de maniquíes animados cial a la rememoración, entonces todo
en poses diversas que se corresponden ruido, por más leve o breve, habría
con los elencos de extras de un filme sido pertinente: el tintineo de copas,
o, llegado el caso, con las performan- la risa, el frufrú de la ropa, la batahola
ces conyugales atesoradas en formato de músculos y encastres, el festejo. De
de video. Pero son tantos, y tan va- igual manera, en el género pornográfi-
riados, los cuerpos expuestos que casi co, incluso el murmullo y la vibración
toda mujer podría encontrar a su “do- y los decibeles de los gemidos canoros

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Intermezzo

adquieren personalidad y cuerpo por ya no por mujeres “de la calle” sino por
sí mismos. Pero si se prescinde de la las novias posibles de todo hombre que
onda acústica, entonces lo importante proyecte fundar un hogar modelo.
es el ritmo. En un mundo silente, se
privilegia la alternancia tanto como
los intervalos, y también los pulsos, XV
compases y acentuaciones de los movi-
mientos corporales. Es la plenitud de Cien años atrás, muy pocos, fuera del
la pantomima. Y si el paso del tiempo esposo, tenían acceso legítimo al más
logra que en la reminiscencia se intensi- angosto de todos los abismos. Sólo
fique la silueta de la llama antes que su médicos, parteras y clientes de burdel.
calor ya disipado, en el ahora del acto Pero la restricción de la vista se acompa-
pornográfico la cinética de movimiento ñaba de la inevitable compulsión a ver.
perpetuo se impone por sobre la vocin- Así también Orfeo quiso contemplar el
glería al tiempo que los espectadores rostro amado de Eurídice antes de ser
son transformados en estatuas de sal. ella reenviada al otro mundo. Courbet
se adelantó en mucho a su tiempo
cuando pintó El origen del mundo, la
XIV imagen detallada del secreto femenino
en primer plano, y quizás con ello dio
Los ya anacrónicos desnudos en blan- fin a una de las búsquedas de la pintura.
co y negro eran las figuritas difíciles En el siglo XIX, su exposición pública
de la educación sexual de los varones hubiera hecho evidente el punto de
de otros tiempos, previa a su desflora- apoyo de los traumas burgueses. Pero
miento. Bastaba hoy las volutas del pubis son accesibles:
La cuestión del pudor, en un la visión de una el cine pornográfico las volvió su sello
caso y en el otro, nunca dejó sola fotografía de calidad pero ya antes habían sido
de estar en la mira de los y un castillo de mostradas, y para todo público, en
espectadores, y en la de los naipes de consis- ocasión de la primera transmisión tele-
censores, y por lo tanto la his- tencia opiácea se visiva en vivo de un “alumbramiento”,
toria del cinematógrafo resul- desplegaba en la allá por la década de 1970, y también
ta ser un registro documental imaginación del se ha recurrido a ellas –aunque parezca
y en tiempo real de la progre- adolescente, y imposible– en carteles publicitarios.
siva desnudez femenina. en la del adulto Del mismo modo, el hábito ya habi-
también. Eran el tual de documentar el nacimiento de
ábrete sésamo, la postal del paraíso al un hijo en la sala de partos del hospital
fin límpida y correctamente enfocada. encuentra su inmediata genealogía en
La subsiguiente lección de anatomía el plano-detalle con que comienzan, y
quedaba a cargo de prostitutas: eran acaban, las películas pornográficas.
santas profanas. Pero la dirección ins-
tructiva de la pornografía actual se
orienta menos hacia la imagen demo- XVI
níaca de la temporada en el infierno
que hacia el catálogo ordenado de pla- La costumbre de muchas parejas de
ceres, al menos los de interés masculi- filmarse a sí mismas en posiciones
no. La exposición de la piel es asumida comprometidas no supone solamente

108
LA BIBLIOTECA
Intermezzo N° 6 | Primavera 2007

un ejercicio de narcisismo obsceno tria pornográfica recoge mujeres en


permitido y fomentado por los modos discotecas, en bares del camino o
tecnológicos actuales de la cosecha y en producciones fílmicas caseras de
el acopio de imágenes. Ni souvenir nulo presupuesto y ánimo de farsa.
ni registro ni eventual afrodisíaco: es Algunas vienen huyendo de una vida
el influjo de la pornografía sobre los de miseria, otras tantas de la trata de
camaradas de alcoba que activa en ellos blancas, no faltan las que se ilusionan
la voluntad de mimesis. Pretenden ser, con hallar el vellocino de oro, e inclu-
para la cámara impávida, la pareja so más de una visita ese infierno a
sustituta de una actuación original fil- modo de plataforma estratégica apta
mada en escenarios de cartón piedra. para trascender hacia escenarios más
Hacen, por vocación, lo que los otros honorables o bien hacia un matrimo-
proceden a hacer en forma profesio- nio conveniente y de buen tono. Es
nal: son su parodia incompetente. inevitable que el sistema de estrellato
de esta industria, parodia del “star
system” de Hollywood, sumada a su
XVII creciente aceptación pública, termine
por atraer a princesas de los subur-
El despliegue de la industria porno- bios, a exhibicionistas vocacionales, y
gráfica está remedando, a escala, el a novias y esposas osadas. Esta exhibi-
nacimiento y auge del “séptimo arte” ción de carne faenada no es deseme-
en las antiguas barracas de madera de jante a la mostrada en los concursos
Hollywood. La cuestión del pudor, de belleza nacionales e internaciona-
en un caso y en el otro, nunca dejó de les, en los cuales participan mujeres
estar en la mira de los espectadores, y “producidas” en gimnasios, en clíni-
en la de los censores, y por lo tanto cas dietéticas y en quirófanos.
la historia del cinematógrafo resul-
ta ser un registro documental y en
tiempo real de la progresiva desnudez XVIII
femenina. El strip-tease se elevó del
local de mala fama al palacio de cine, La pornografía deja correr el lenguaje
y aunque pasarían décadas antes de de la intimidad, que hasta el momen-
que a esa danza de los siete velos se to había sido “traducido” para el gran
le permitiera desvestir legítimamente público por la literatura sicalíptica o
el “origen del mundo”, las actrices “de soltero”, el folletín “sensualista”,
siempre estuvieron destinadas a ser la retórica festiva del teatro de revista
desnudistas. En la época “heroica” o por telenovelas y películas apenas
de los grandes estudios los elencos subidas de tono. Ese idioma estaba
femeninos eran reclutados a la salida interdicto en público porque emana-
del teatro, el vaudeville y el cabaret, ba no tanto del fuelle labial como de
sin excluir al circo. Inmediatamente vísceras crepitantes. Así sucede cuan-
llegarían las aspirantes, muchas de do las cuerdas vocales son pellizcadas
ellas en fuga del tedio de pueblo durante su máxima tensión. Es pro-
chico, y no pocas pagaron el acceso a bable que Adán y Eva se trataran con
los escenarios de filmación con libras cortesía parecida en un tiempo per-
de carne. De igual manera, la indus- fecto e irrecuperable: si esas palabras

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N° 6 | Primavera 2007 Intermezzo

briosas no fueron proferidas espon- XX


táneamente, entonces esos primeros
enamorados debieron aprenderlas de La soledad, a toda edad, se desvive por
los únicos seres que los observaban y compañía. Pero la virgen a la que re-
acompañaban sin juzgarlos, los ani- zan los solitarios es una diosa hindú de
males, sus semejantes. ocho brazos.

XIX XXI

La boca sonriente es omnipresente Muchos son los tonos con que puede
en la pornografía, como si fuera el ser dicho un nombre de mujer y tam-
pozo sin fondo de una mujer fatal bién muchas las acentuaciones que
o bien la invitación a un mundo pueden acompañarlo y asimismo
idílico en el cual la felicidad es una numerosos los arrastres y dejos de la
obligación compartida. Los labios dicción que enfatizan o trastocan los
eluden el bostezo tanto como sobre- sentidos de un nombrar, e incluso no
pasan la sonrisa, que de por sí ya es escasean apócopes y sobrenombres que
un índice de aceptación. Una vez no dejan impoluto al capricho del len-
tragado el pudor, el grado de abertu- guaje que desde siempre es el portavoz
ra bucal desplaza a los demás rasgos de sí mismo. Además, la aceleración y
faciales y se transforma en centro de desaceleración en el decir sus nombres
gravedad, se diría en “ombligo del necesariamente modifican la actitud
cuerpo”. El lenguaje, ladeado hacia el y el resuello, y al fin hasta las tonadas
secreteo, el ronroneo o el balbuceo, regionales cuentan. Pero así como los
da rienda suelta a las zonas tórridas nombres nos hacen evocar a personas,
del diccionario. Un babel de lenguas también lo hacen con las circunstancias
que progresan al sensoriales que nos engarzaron a ellas.
La repugnancia queda con- ritmo del embate La pornografía, que habla en todas las
cernida, pero también el o al de la liba- lenguas, permite la exploración acústica
incesante anhelo de placer, ción, por cuanto de voces que se resisten a ser proferidas
que siempre parece introdu- el habla íntima del todo. En otras épocas eso era tarea
cirse en la quietud corporal a no tiene porqué de la glosomancia.
la manera de los intrusos. corresponderse
con un lenguaje
cívico. La incitación riente ha sido XXII
entrenada por la falsa sonrisa de la
publicidad, de la animación televisi- Presentadas en sociedad, las actrices
va, de la “atención al público” y de pornográficas carecen, sin embargo, de
la “comedia de la seducción”; y todas nombre. También anónimas son las
imitan la mueca de la muñeca infla- mujeres desconocidas que nos resultan
ble. De allí que la actriz pornográfica inmediatamente adorables o deseables,
entone una vez más la vieja canción sin que sepamos cómo llamarlas. Dada
de las sirenas que antecede a todo la opción a un nombre de fantasía,
naufragio: en la garganta del diablo la “X”, simétrica como un mandala y
se eclipsan todos los hombres. llamativa como un cartel que advirtiera

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Intermezzo N° 6 | Primavera 2007

la cercanía de un tabú, es la letra del demonio, o más bien del ruedo donde
alfabeto que mejor se adecua al género. la bestia y su matador ponen nueva-
Equis de xenón, un elemento que exis- mente en acción a la vieja teoría de la
te en el aire en muy escasa proporción. “lucha de los sexos”, esta vez en versión
Las mujeres-espía disponen de doble y simpática y con final empatado.
hasta de triple documento de identifi-
cación; las “mujeres de la calle” optan
por un alias que disfraza el santo y seña XXIV
de origen; al fin, en la pornografía, se
eligen sobrenombres que se vuelven, a La repugnancia queda concernida,
veces, marcas registradas aún cuando pero también el incesante anhelo de
por lo general sean el chador de la iden- placer, que siempre parece introducir-
tidad. En verdad, muchos de los apo- se en la quietud corporal a la manera
dos a que recurren las mujeres develan de los intrusos. Algunos confirman
un doble fondo –un bajo fondo– y no su rechazo hacia los poderes del sexo
son pocas las que resguardan un seudó- y otros dejan crecer la curiosidad por
nimo cuidadosamente ocultado a los la parte de “animalidad” del cuerpo
vínculos cercanos. Muy probablemente humano. En ambos casos, se teme o
un nombre de guerra, puesto que la se ansía la revelación del doblez repri-
carne masculina es, en las películas por- mido de cada época. Es por eso que su
nográficas, un objeto a destruir. proliferación actual no es consecuencia
única de los avances en la libertad de
expresión sino también de la voluntad
XXIII general de echar un vistazo al harén de
Lucifer. Quizás los eclesiásticos que la
Es la joven inocente o la mujer de acusan de promover el libertinaje y los
mundo o la cautiva o la ninfómana, bienintencionados que le atribuyen el
son los ogros de los cuentos de infan- rol de clase de anatomía para adoles-
cia, es la esclava del amor de las leyen- centes estén más cerca de la verdad. Y
das orientales, son los adoradores de la por cierto, el cuarteamiento del cuer-
diosa de la fertilidad, es la sirena aislada po en órganos removibles e injertables
en medio de la tripulación, son cefaló- como resultado de los adelantos en la
podos desplazándose en desorden, es la técnica del transplante de órganos o
soldadera de todas las guerras, son pira- de la cirugía estética se corresponde
tas de un solo ojo, es la novia mancilla- con la fragmentación cinematográfica
da por sus pretendientes, son suicidas de la piel en zonas significativas. Ya
en potencia, es una guillotina de hojas en los procesos laborales modernos el
labiales, son un tropel, es una estatua cuerpo había sido descompuesto en
móvil, son juguetes de madera que unidades útiles.
mienten por su genital, es la chica de
sus sueños descompuesta en esquirlas
afrodisíacas que les incendian el ánimo XXV
y la sangre, son monarcas derrocados
luego de agitarse como entre pesadillas. Las películas pornográficas son siempre
Los seres de este mundo parecen haber segundas partes. Y son, a fin de cuen-
escapado de una saturnal o de un pan- tas, estáticas en su incesante ajetreo. Se

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parecen a las naturalezas muertas que XXVII


cuelgan de las paredes de los museos,
sólo que los genitales y los adminículos Lo diurno y lo nocturno condicio-
eróticos sustituyen a las frutas y al vino nan la visión de rostros y cuerpos.
embotellado, y la pantalla de televisión La piel, sometida a la penumbra o al
o de computadora a las salas de expo- encandilamiento, queda en estado de
sición, donde también suelen exhibirse empañamiento. Sólo atisbos y planos
“desnudos”. Lo que en un lado se únicos cegadores. Foco dirigido, cla-
degusta lentamente, a la manera de los ro de luna o luz de trasnoche: la ima-
connaisseurs, en el otro se deglute en gen se vuelve negativo fotográfico, o
tiempo de “fast-forward”, como si éste bien dobladillo. Los ambientes se di-
fuera un método amateur de lectura fuminan hasta la alucinación, hasta
veloz para fotogramas. devenir hologramas, en cuyo centro
los rasgos faciales y los frutos de la
pasión, tanto cóncavos como con-
XXVI vexos, refulgen como apariciones,
o como metamorfosis. Las variacio-
Es, sin tapujos, la exposición de la nes en la iluminación dejan entrever
piel y los genitales, aun cuando nada máscaras distintas: con luz atenuada
límpido se extraiga de la imagen son fantasmales; con la luz a pleno,
en el espejo salvo su deformación. semblantes de rehén o halos de re-
Eso no remite al grotesco ni a la cién confesada. Al enmascaramiento
representación de la lujuria, sino al lumínico se superpone la mascarada,
garabato o a la pintura inconclusa, puesto que no hay pornografía sin
incapaces ambos de capturar todas disfraz y sin cosmética. El afeite es
las dimensiones posibles del cuerpo, requisito del oficio: el rouge, el ru-
comenzando por el asombro ante bor y la pasta oscura encubren a la
la entrega y siguiendo por el reco- vez que conceden brillo, espesor y
nocimiento estremecido de la carne carácter al rostro femenino, prisma
efímera. Prima la comedia sobre el donde la vista fija acaba descompo-
idilio, la audición sobre el carnaval, niéndose en delirio ocular. Realzada,
la farsa sobre el juego y el baile de más bien enjaezada, la cara se eleva
disfraces sobre la noche de bodas al estatuto de icono. El arte de ma-
perenne. Consumado el desvestido, la quillar, aprendido en la niñez o en la
desnudez no decepciona pero obnu- adolescencia mediante la atenta ob-
bila, como si una obstinada hoja de servación de los rituales de la madre
parra brotara incesantemente sobre o de otras mujeres experimentadas
el párpado oval repetido de mujer a acumula el anhelo y el ansia de cien-
mujer. El desnudo, en la escultura, tos y cientos de antepasados femeni-
nos despierta el anhelo de caricia y nos de todos los tiempos, y así hasta
de consuelo, en tanto la pornografía llegar a la mujer primogénita en el
incentiva, en sus audiencias, instin- Paraíso y al sencillo follaje que di-
tos venatorios y afán de manoseo y simulaba su ardor, y que en aquella
manipulación. Pero los ojos no son época feliz y pretérita resultaba ser
órganos del tacto, sino de la admira- frontera de la honestidad y zaguán
ción y del espanto. de la tentación.

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XXVIII divismo, simulación y entrega. María


Magdalena, Afrodita, Cupido y Eros
No es improbable que incluso las los alumbran, no menos que a la son-
obscenidades mayores de esta época risa de la madre reciente.
sean vistas en el futuro como porno-
grafía cándida, tal como nosotros lo
hacemos con las viejas fotografías de XXX
inicios del siglo XX que mostraban
mujeres “rellenitas” y con boquita Luego de muchos años y años y años
tipo corazón, y que ya no abarrotan apenas queda en pie una parva de
las bateas de los porno-shops sino las de huesos. La emoción a flor de piel, el
los anticuarios. Así también Babilonia corazón abierto en canal, la sangre a
rememoraba a Sodoma y Gomorra punto de hervir –la luz, el amor, la
tanto como al Jardín del Edén, cuyo desesperación– ya se han desvanecido
paradero sigue siendo desconocido de toda memoria. Por más que la cala-
hasta el día de hoy. vera gima y balbucee, no hay recipro-
cidad posible. Por dos veces la carne
y el alma abandonaron el cuerpo del
XXIX hombre, unidas en el soplo de semen
enamorado arrojado al horno de fuego
El rostro iluminado de Cristo, las fac- y en un breve chisporroteo de fósforo
ciones resplandecientes de la estrella óseo reluciendo para nadie en algún
de cine, los rasgos faciales femeninos cementerio. Al primer abandono se le
enfatizados por el maquillaje, los ges- dice encarnarse en entraña de mujer;
tos de buena voluntad emitidos por al último, “fuego fatuo”. Así dan la
las actrices pornográficas: santidad, bienvenida la especie y la eternidad.

113
La técnica como
dilema filosófico

Una y otra vez descubrimos


en nuestro lenguaje la técnica. No sólo porque empleamos esa
palabra continuamente, con distintos pesos y consecuencias, sino
porque el propio lenguaje, y en un extremo, el propio cuerpo, fue
afectado por la ansiedad filosófica de vérselo también como una
“tecnología”. La ancestral teckné fue así recorriendo el impe-
tuoso rumbo por el cual se aloja con una gravitación especial
en nuestra vida, adosada a nuestras formas de habla como una
estaca imprescindible y provocativa. Cada vez que pronuncia-
mos sentimos que jugamos nuestra entrega o nuestra eximición
ante una poderosa fuerza que ni podemos abandonar ni debemos
resignarnos a que no sea pensada. Apreciaciones útiles aunque
superficiales repartieron el interés del tema entre los amigos de la
tecnología y los que la resistían con un mohín humanista. Pero
lo propiamente humano es siempre demasiado humano por la
gravidez con que aparece ante la última frontera de la experien-
cia. Las tecnologías son experiencia comprimida, metaforizada,
cristalizada. El cristal de la experiencia es la técnica. Ella inter-
viene frente al tiempo, al espacio y la sensibilidad como un ser
ahorrativo y compacto. Ahorra movimientos, suprime antiguas
percepciones frente al objeto y suspende enigmas filosóficos con la
confianza de un conocimiento que por fin se realiza en su trans-
parencia absoluta. Frente a la reorganización del conocimiento
humano por el peso de la técnica, se pudo hablar de tecnologías
de la información en el sentido de una premisa civilizatoria o
de tecnologías del yo en el sentido de un cuidado profundo que
define una servidumbre o un acceso a la autorreflexión. Pero una
sutil percepción ya imposible de separar del sentido profundo de
la época, indica que son ciertos los pronósticos que le otorgan a
la máquina –a la cosa, a la mercancía, al cómputo abstracto
de gestos cuyo nacimiento empírico se diluye en las tinieblas del
tiempo– la facultad de reponer una antropología completa de
la existencia. El viejo humanismo vacila en aceptarlo y desea
reponer un perdido equilibrio renacentista. La crítica a la racio-
nalidad instrumental que redescubrió el siglo XX fue el último
canto de ese humanismo que quiso devolver la razón a sus fuen-
tes vitales y experienciales. El tema no puede quedar sometido a
esquematismos ni abjuraciones. Ninguna energía sorprendente y
nueva surge en vano. Pero los viejos ideales que desean apartar
de lo humano las fuentes de la alienación, tampoco han perdido
vigencia. La filosofía no es ajena a estas disyuntivas, sino que
es el alma de las nuevas interrogaciones, no porque le guste la
novedad, sino porque es lo único que puede torcer el triste desti-
no de una civilización que ya no pueda pensar las obras, con lo
maravillosas que sean, que ha forjado su imaginación técnica.
Los artículos de esta sección de la revista así lo hacen pensar.
116

La técnica y el tiempo
Progreso, aceleración, intensificación
Por Flavia Costa

La noción de tiempo compartida por la


modernidad portaba la ilusión de que las
sociedades desplegarían sus potencias racio-
nales y técnicas en pos de una creación ince-
sante, capaz de arrasar conflictos y proble-
mas. La invención tecnológica contemporá-
nea abre una nueva situación, tanto respecto
de aquella ilusión como del estado mayori-
tario de sus críticas. Flavia Costa recorre
los pensamientos sobre aquello que abre la
época, no necesariamente pensado al calor
de los acontecimientos, sino esas imágenes
que el pasado arroja como iluminaciones
para el presente. Así, Weber y Arendt pue-
den ser leídos en esta interrogación sobre
el destino de lo humano en momentos de
esplendor del sistema técnico. El ensayo,
que trata sobre la existencia de un tiempo
de lo humano, preserva la compleja apues-
ta de sostener una noción a la altura de la
historia pensada en su indeterminación,
eludiendo nostalgias y festejos.
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La técnica como dilema filosófico N° 6 | Primavera 2007

La reflexión acerca de la percepción manifestación de una voluntad de cap-


del tiempo en la llamada “era de la turar o neutralizar el futuro; es decir:
técnica” (que es también, en buena una voluntad que se despliega, no a tra-
medida, la “era de la comunicación”) vés de una apertura, sino de un cierre, a
es rica en interpretaciones, muchas través de una proyección-programación
veces contrastantes y, por momentos, que busca circunscribir lo que advendrá
aparentemente contradictorias. (sus dosis de azar, de indeterminación)
A lo largo del siglo XX, la técnica y la a una idea o diseño previo (diseño que,
comunicación contemporáneas han sido por ejemplo, si atendemos a la matriz
vistas como concretizaciones materiales eugenésica que subyace al proyecto de
de un modo de ser y aprehender el las bio-tecnologías, es un programa
mundo que, desde sus primeras mani- de mejoramien-
festaciones en la modernidad clásica, to de la especie La tarea del hombre se ha
ha pretendido realizar una expansión sobre las bases del vivenciado como despliegue
autocreativa progresiva e incesante de modelo occiden- de una potencia apropiadora
la humanidad, con el horizonte de un tal). La dimensión de lo existente como recurso
futuro in-finito e in-finalizable. La tarea dominante aquí a explotar y como campo de
del hombre se ha vivenciado como es la del pasado: experimentación. En el interior
despliegue de una potencia apropiadora el presente que de esta perspectiva, las diferen-
de lo existente como recurso a explotar habitamos es el cias entre culturas se han leído
y como campo de experimentación. resultado de una como diferencias temporales,
En el interior de esta perspectiva, las serie de decisiones como si las culturas no occi-
diferencias entre culturas se han leído que por su alcan- dentales habitaran en estadios
como diferencias temporales, como si ce (por su impor- previos que deberían “supe-
las culturas no occidentales habitaran tancia cuanti- rar” hasta alcanzar el estadio
en estadios previos que deberían “supe- cualitativa, por más alto, representado por el
rar” hasta alcanzar el estadio más alto, su desarrollo Occidente industrializado.
representado por el Occidente indus- industrial, por su
trializado. En este sentido, la dimensión penetración en cada una de las esferas
del futuro aparece como la privilegiada, de la existencia) nos parecen extre-
en la medida en que el pasado es un madamente difíciles de alterar, en la
“ya no” –en el mejor de los casos, una medida en que, o bien desconocemos
memoria de la especie o de la cultura su funcionamiento,1 o bien nos han
que se percibe como causa o condición sido legados manuales de instrucciones
de posibilidad de la situación actual, suficientemente detallados y restricti-
cuya significación está ya agotada, aca- vos que nos limitamos a aplicar en esca-
bada, resuelta en la condición presente; la planetaria (en general, ambas cosas a
y en el peor, como resto, residuo, super- la vez). Las creencias acerca de que “el
vivencia que habría que abandonar lo futuro ya llegó” o que nos encontramos
antes posible– y la condición presente ante el “fin de la historia” apuntan
es en cada momento un “no todavía”, a subrayar en este sentido, no tanto
un estado a perfeccionar, que requiere (o no sólo) la capacidad del presente
ajustes y correcciones permanentes. omnívoro para opacar las persistencias
Entre las perspectivas críticas de este del pasado y las sorpresas que pueda
relato del progreso, se ha observado sin deparar el futuro, menos aún la poten-
embargo en este mismo modo de ser la cia de un futuro que se abalanza sobre

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N° 6 | Primavera 2007 La técnica como dilema filosófico

el presente, sino sobre todo las dificul- conexión instantánea de las redes infor-
tades del presente y del futuro para vér- máticas, que es la condición tecnológica
selas con un pasado que ha dejado de de posibilidad de los mercados financie-
constituirse como legado a considerar2 ros y de las transformaciones del proceso
y en cambio se nos revela como destino de producción en la etapa posfordista:
ya ordenado que simplemente “aplica- just-in-time, tercerización, “stock cero”)
mos”; como decía Bergson, “se siente llevaron a diversos autores a considerar
que se elige y se quiere, pero se elige que la experiencia contemporánea del
algo impuesto y se quiere algo inevita- tiempo es la de un “continuum”, un
ble”. No se trata aquí, no obstante, del “presente permanente”, un “tiempo sin
anacronismo forzoso y sistemático de la relación con el tiempo histórico” que
memoria (que captura lo real presente aplana las dimensiones del pasado y
como un pasado, en la medida en que el futuro. Este presente continuo está
cuando algo se hace real, se refleja en plagado de historias y noticias, profecías
la memoria hacia atrás como potencial, y pronósticos, pletórico de aconteci-
como habiendo sido desde siempre posi- mientos anunciados o referidos, pero la
ble, y por lo tanto hace que el hecho experiencia del tiempo es la de un “ago-
actual pertenezca “al pasado en cuanto tamiento por aceleración”: un falso-día
a la forma y al presente en cuanto a la inacabable que, al anular las trayectorias
materia”),3 ni tampoco necesariamente gracias a la transmisión de información
de “falso recono- a la velocidad de la luz, pone en suspen-
Esta primacía del “tiempo cimiento” (el ana- so el tiempo eliminando distancias, vol-
real” por sobre el “espacio cronismo contra- viendo instantáneos los desplazamientos
real” divide el mundo entre rio, que bloquea y provocando fuertes descontextualiza-
una zona ultraveloz, donde la dimensión de ciones. Esta primacía del “tiempo real”
todo “llega” sin espera, donde lo virtual o poten- por sobre el “espacio real” divide el
la inmediatez y lo simultáneo cial, en lugar de mundo entre una zona ultraveloz, donde
parecen diluir las distancias, potenciarla, en todo “llega” sin espera, donde la inme-
y otra zona lenta, pobre, en la medida en diatez y lo simultáneo parecen diluir las
la que se vive en un tiempo que la desplaza distancias, y otra zona lenta, pobre, en
diferido, entre promesas y pos- y la superpone la que se vive en un tiempo diferido,
tergaciones que no responden a lo real como entre promesas y postergaciones que no
a vínculos causales, a cade- ya habiendo sido responden a vínculos causales, a cadenas
nas de causas y efectos, sino actual, como en de causas y efectos, sino que la esperanza
que la esperanza reside en la el caso del déjà reside en la “conexión”, el “enganche”,
“conexión”, el “enganche”, la vu).4 Se trataría, la posibilidad de “pegar una”.
posibilidad de “pegar una”. más bien, de un Proyección hacia un futuro in-finito
“programa de e in-finalizable; tiranía del pasa-
falso reconocimiento”, que se propone do concebido y percibido como pro-
técnicamente hacer del presente y del grama; experiencia de un presente
futuro el cumplimiento de un (plan) continuo y permanente. La idea es
pasado inescapable. plantear aquí algunas observaciones
Por último, las tecnologías que han posi- acerca de estas tres interpretaciones
bilitado la transmisión de información sobre el modo de concebir y habi-
en “tiempo real” (la toma directa de los tar la dimensión del tiempo en la
medios audiovisuales, pero también la modernidad tecnológica.

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La técnica como dilema filosófico N° 6 | Primavera 2007

La técnica como entrada en el tiempo presenta como oposición y se vive como


sucesión, como “tiempo”. Su tesis, al
Subyacen a este trabajo tres ideas que fin, es que esa ilusión de sucesión está
no desarrollaré, pero creo importante arraigada en la melancolía prometeica,
referir. La primera es la tesis que, sobre es decir, en la anticipación de la muerte,
la base de la antropología de Leroi- “donde la facticidad del ya-ahí que es el
Gourhan, desarrolla Bernard Stiegler utillaje significa el fin para quien viene
en El tiempo y la técnica5, según la cual al mundo”. Sintéticamente: si la técnica
lo propiamente humano es la técnica (toda técnica) es hominización y entrada
como cuestión o dimensión del tiempo. en el tiempo, lo
La técnica es comprendida por él como que intentaremos “La invención del hombre –afir-
un proceso de exteriorización donde formular aquí es ma Stiegler– es la técnica, como
se fijan gestos, prácticas, pensamientos la pregunta por objeto y como sujeto: la técni-
en la materia orgánica e inorgánica, ciertos rasgos de ca inventando al hombre y el
donde la vida continúa por medios la temporalidad hombre inventado a la técnica”.
diferentes de la vida (“la vida organiza propia de la téc- Ahora bien, este mutuo origen
lo inorgánico y de esa manera se orga- nica moderna y de la técnica y del hombre coin-
niza a sí misma”; los programas técnico- “posmoderna” 6, cide con la “caída” en el tiempo;
culturales se superponen a, y toman incluido el modo es la entrada en la anticipación
el relevo de, los programas genéticos; en que ésta está y la reflexividad, proceso simul-
o también, el programa técnico recu- siendo procesada táneo de exteriorización e inte-
bre el programa natural o cosmológico). por y articulada riorización en el que el hombre,
Los objetos técnicos –entre los que se con las culturas y exteriorizándose tecnológicamen-
incluyen, como contaba el Prometeo de sociedades. te, es inventado en tanto interior
Esquilo, el número y el gramma– son La segunda idea por ese mismo movimiento.
concretizaciones de gestos que articulan es la suposición
la vida con lo no vivo, donde la téc- de que todo intento de totalizar (uni-
nica se revela como naturaleza (phýsis) versalizar) la experiencia contemporá-
diferida y diferente. “La invención del nea del tiempo conducirá a tensiones
hombre –afirma Stiegler– es la técnica, irreductibles, en la medida en que la
como objeto y como sujeto: la técnica modernidad tecnológica es, ella misma,
inventando al hombre y el hombre un experimento en curso acerca de –entre
inventado a la técnica”. Ahora bien, otras cosas– la cuestión del tiempo.
este mutuo origen de la técnica y del Desde el punto de vista de la tradición
hombre coincide con la “caída” en el de Occidente, un intento de proyectar
tiempo; es la entrada en la anticipación y realizar “horizontalmente”, sobre la
y la reflexividad, proceso simultáneo de línea del tiempo histórico, la relación
exteriorización e interiorización en el “vertical” (salvífica) entre los espacios
que el hombre, exteriorizándose tecnoló- del Cielo y de la Tierra, entre las dos
gicamente, es inventado en tanto interior dimensiones de la trascendencia y la
por ese mismo movimiento. Lo que inmanencia (la tesis de la modernidad
dice Stiegler es que interior (hombre) y como secularización-temporalización,
exterior (técnica-mundo) se constituyen en la línea de Marramao). Un intento
en el acto que inventa al uno y al otro de conquistar la dimensión del tiempo
a la vez, se inventan el uno en el otro, y una vez alcanzada la conquista del espa-
sin embargo, esa doble constitución se cio terrestre (la tesis de la modernidad

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N° 6 | Primavera 2007 La técnica como dilema filosófico

tecnológica como proceso de mun- inicios de la modernidad y persistió


dialización –explotación, expansión y bastante más allá: la noción de pro-
conquista del espacio exterior–, mapeo, greso, es decir de un futuro que ya no
medicalización y rediseño de los indi- se corresponde con el –tan esperado
viduos y las poblaciones –explotación, como postergado– “fin del mundo”,
expansión y conquista del espacio inte- que había sancionado un tiempo está-
rior– y aceleración o desaceleración tico que se vivía y se podía conocer
de procesos –explotación, expansión y como tradición y predecir como pro-
conquista del tiempo–). Y sobre todo, fecía. El progreso, en cambio, consagra
porque ese intento de unificación repe- un tiempo que viene hacia nosotros en
tiría la pretensión –fallida, pero no por movimiento acelerado y cuyo carácter
eso abandonada– de cierto pensamien- es esencialmente desconocido.
to acerca de las cuestiones humanas Ya Weber, en La ciencia como profe-
que busca un principio unificador para sión, reconocía en esta experiencia del
experiencias siempre diferentes (aun- progreso el eje de un cisma epocal,
que no por eso sin relación entre sí); que –según él– había sido magistral-
pensamiento que, ante el hecho moral mente planteado en la obra de Leon
de la unidad (igualdad) de la humani- Tolstoi. Para Weber, todas las preocu-
dad, cree necesario encontrar hechos paciones de la obra del escritor ruso
biológicos que lo confirmen y/o princi- giran en torno de la pregunta de “si
pios unificadores que den cuenta de “la la muerte es un fenómeno que tiene o
historia del desarrollo de lo mismo”.7 no sentido”. Y la respuesta de Tolstoi
La tercera es una idea, por ahora es que para el hombre civilizado no
provisoria, según la cual la moderni- lo tiene. Y por cierto que no –dice
dad tecnológica provoca, en relación Weber–, pues...
estrecha aunque no excluyente con las
desigualdades que promueven tanto la vida civilizada del individuo, inmer-
el sistema internacional de Estados en sa en el ‘progreso’, en lo infinito, según
competencia como la tendencia técni- su propio significado inmanente, no
ca en convergencia con el mercado de debería tener fin. En efecto, existe siem-
la información, y en el marco de las pre un progreso ulterior para quien esté
dificultades crecientes para una sín- dentro de él: nadie que muere alcanza
tesis entre sistema técnico y sistemas las alturas que se encuentran en el infi-
socioculturales, una doble crisis por nito. Abraham, al igual que cualquier
debilitamiento y por hipertrofia de la campesino de la antigüedad, murió
dimensión histórico-temporal. “viejo y colmado por la vida”, dado que
se encontraba en el círculo orgánico de la
existencia; porque conforme a su sentido
Progreso, secularización y el fin del inherente, al final de sus días había
“fin de los tiempos” ya recibido cuanto ésta podía ofrecer,
y no le quedaba ningún enigma que
Bien miradas, las tres experiencias quisiera resolver; así, podía considerarse
del tiempo recién mencionadas no se “satisfecho”. Pero al hombre civilizado,
excluyen entre sí, sino que son solida- inmerso en un mundo que se enriquece
rias. En principio, una de ellas pare- continuamente con saberes, diferentes
ciera haber sido dominante desde los ideas y nuevos problemas, puede llegar a

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estar “cansado de la vida”, pero nunca se formulaban sobre la base de un


“colmado” por ella. En efecto, de lo que número de fuerzas políticas limitado a
la vida del espíritu produce de nuevo la cantidad de príncipes, por lo que la
puede tomar sólo una mínima parte, y historia, dice Koselleck, “era compara-
siempre algo pasajero, no definitivo. Por tivamente estática y se podía aplicar a la
esta razón la muerte resulta para él un política la afirmación de Leibniz de que
hecho sin sentido. Y puesto que la muer- todo el mundo futuro cabe y está perfec-
te carece de sentido, tampoco lo tiene la tamente preforma-
vida civilizada como tal.8 do en el presente”. Contra la movilidad estática del
Pero lo que para pronóstico político, cuyo diagnós-
En Futuro pasado,9 Reinhart Koselleck este autor dio el tico introduce el pasado en el futu-
sitúa los orígenes de esta transforma- giro definitivo a ro y lo “limita”, la idea de progreso
ción en la confluencia de varios factores la percepción del despliega un futuro que está más
históricos: por un lado, en 1648, la paz futuro fue la filo- allá del tiempo y la experiencia
de Westfalia dejó claro que las san- sofía de la histo- naturales, que ya no es pronostica-
grientas guerras de religión no habían ria, “una mezcla, ble ni mucho menos tradicional.
iniciado el juicio final, sino que más propia del siglo
bien habían separado la historia sagra- XVIII; entre pronóstico racional del
da de las historias humana y natural, futuro y esperanza”. Contra la movi-
dejando a los Estados europeos la cus- lidad estática del pronóstico político,
todia de la paz. Desde ese momento, cuyo diagnóstico introduce el pasado
la paz y la unidad de religión no son la en el futuro y lo “limita”, la idea de
misma cosa; y el fin del mundo es un progreso despliega un futuro que está
dato que concierne más a los astróno- más allá del tiempo y la experiencia
mos y matemáticos que a la Iglesia o al naturales, que ya no es pronosticable ni
Sacro Imperio Romano. Este proceso mucho menos tradicional. El del futu-
estaba preparado hacía mucho, afirma ro es un tiempo acelerado...
Koselleck: ya antes del siglo XV había
comenzado a aplazarse el esperado fin que priva al presente de la posibilidad de
del mundo (Nicolás de Cusa lo cal- ser experimentado como presente y se esca-
culó para comienzos del siglo XVIII, pa hacia el futuro en el que el presente,
Melanchton, el discípulo de Lutero, vivido como inexperimentable, ha de ser
para el año 2000 después de Cristo); el alcanzado por la filosofía de la historia.
resurgimiento de la astrología contribu- Con otras palabras, la aceleración del
yó también a esta postergación, ya que tiempo –en el pasado una categoría esca-
los cálculos desplazaron las esperanzas tológica– se convierte en el siglo XVIII en
escatológicas hacia un futuro cada vez una obligación de planificación tempo-
más lejano y –si nos atenemos a las ral, aun antes de que la técnica abriera
Centurias de Nostradamus, significati- completamente el espacio de experiencia
vamente publicadas en 1555, el año de adecuado a la aceleración.10
la paz de Augsburgo– repleto de acon-
tecimientos. La profecía fue dejando Aquello a lo que la cita de Koselleck
paso al pronóstico racional, vinculado nos enfrenta es la pregunta acerca de
a la situación política y a los hechos de cuál fue el papel de la técnica, una
este mundo. Aun así, los pronósticos vez dada esta preparación histórico-
políticos de los siglos XVII y XVIII cultural, en relación con nuestra per-

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Juant Rearte

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cepción del tiempo; qué “aportaron” en Occidente a partir de mediados


las nuevas tecnologías a este horizonte del siglo pasado. Según Stiegler, “la
del progreso y cómo lo “afectaron”. revolución termodinámica impuso una
Autores muy diferentes entre sí, entre movilización de un capital rápidamen-
ellos el propio Koselleck, pero tam- te descontextualizable: para ello fue
bién pensadores de la técnica como necesario establecer una red de sedes
Virilio y Stiegler, han analizado la bursátiles como infraestructura de
especificidad del complejo técnico información. Este
moderno como la capacidad para ace- imperativo eco- En la convergencia del desa-
lerar procesos, intensificar los ritmos nómico reempla- rrollo de las nuevas tendencias
de la producción y de la productivi- za al imperativo técnicas (las abiertas por las
dad, agilizar el traslado de materias político, y enton- bio-tecnologías, la informática
y datos. La cuestión de la técnica ces la memoria, y los medios de comunica-
contemporánea, la presión técnica, la tradición, el ción) y el complejo económi-
tiene que ver para ellos fundamental- pasado ya no son co industrial se produce una
mente con la velocidad. La específica patrimonio sino industrialización de la memo-
desorientación de nuestra época, dice fondo de comer- ria y de la información, su
Stiegler, “se debe en gran parte a la cio [...] y su lógica conversión es stock informati-
velocidad que el desarrollo técnico ha es la del cálculo”. vo y en mercancía, donde las
ido adquiriendo desde la revolución En un plano nuevas síntesis están orienta-
industrial y que no deja de aumen- general, es decir, das por el imperativo econó-
tar, ahondando dramáticamente el en el de una rela- mico de rentabilidad.
retraso entre sistema técnico y orga- ción “a nivel de
nizaciones sociales como si, al parecer la humanidad” entre sistemas técnicos
imposible la negociación, tuviera que y sistemas socioculturales, la velocidad
consumarse la separación”.11 es diferencia de fuerzas: “‘Velocidad’
Ahora bien: si el rasgo que define la –afirma Stiegler– expresa la prueba
desorientación contemporánea es la y el acto de un potencial constituido
velocidad acelerada de la invención por la negociación de tendencias. En
técnica, esta aceleración ha sido a su vez la desorientación originaria, esta dife-
motorizada por el complejo económico rencia de fuerzas como potencial es
industrial capitalista, que toma como la diferencia de ritmos entre ser vivo
desafío el dominio de la información humano y ser inorgánico organizado
por medio de la velocidad. Dicho de (técnico) y el desfase engendrado por
otra manera: desde el siglo XIX el el avance estructural de la técnica, en
imperativo económico ha tomado la su diferenciación, respecto del ser vivo
iniciativa de hacer de las técnicas (de que ella constituye y diferencia a la
los diversos conjuntos de memorias vez”.12 Pero cuando el principal dina-
externalizadas, de los procedimientos mizador de la aceleración del avance
de acondicionamiento de los territorios estructural de la técnica es la puesta de
–y por lo tanto de las desterritorializa- la información en el lugar de materia
ciones–) una industria. En la base de prima y mercancía, ya no se trata de esa
este imperativo están tanto el cálculo “desorientación originaria” sino de una
de beneficios a partir de un capital desorientación de segundo orden, en
hipermóvil como la noción de infor- tanto que lo “técnico” y lo “humano”
mación, devenida episteme dominante son concebidos como información, y

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su elaboración-transmisión-recepción y de la información, su conversión


en “tiempo real” está orientada a la ren- es stock informativo y en mercancía,
tabilidad calculable (por ejemplo, a la donde las nuevas síntesis están orien-
expansión de audiencias y, a la vez, a la tadas por el imperativo económico de
distribución inequitativa de la informa- rentabilidad. La anticipación industrial
ción, ya que el valor de la información suspende la temporalidad y la espe-
está dado por el hecho de que algunos cialidad propias de la síntesis anterior
posean determinadas informaciones entre sistemas técnicos y sistemas socio-
antes que otros). Esto afecta dos núcleos culturales, que anclaba en un mode-
duros de las experiencias individuales y lo de calendario-reloj sincronizado y
colectivas acerca territorios a distancia. En términos de
En la era industrial de la memo- del tiempo: por espacio (de control y experiencia del
ria, las redes cotidianas y per- un lado la posi- espacio), el poder del hecho tecnológi-
manentes en las que estamos bilidad de selec- co emancipado del territorio produce
inmersos son verdaderas indus- cionar y trans- las condiciones de posibilidad de lo
trias del presente: cada infor- mitir (y olvidar, que se ha llamado la crisis del Estado:
mación (periodística, industrial desechar, ocultar) la dificultad de los Estados nacionales
o bursátil) supera y desactiva la ciertas memo- para vérselas con industrias transnacio-
anterior, en la medida en que rias, que queda nales de producción y difusión de las
el valor de la información está en gran medida informaciones y de las memorias que se
unido al tiempo de difusión. en manos de las desligan del arraigo territorial y ponen
industrias de los en crisis el sentimiento de pertenencia
medios de comunicación encargadas de a una comunidad anclada en el territo-
seleccionar y co-producir lo que se per- rio, el idioma y el nacimiento.
cibe, registra y almacena como acon-
tecimiento13; y por otro, la estructura En términos de experiencia del tiem-
misma del acontecimiento (en el senti- po, la apertura del sistema técnico se
do de lo por venir indeterminado) que “cierra” en virtud de las necesidades
se intenta anticipar, tanto por medio de del complejo económico industrial de
ese tratamiento de los datos y hechos calcular beneficios. Esta convergen-
en “tiempo real” como por medio de cia entraña sin embargo una curiosa
la manipulación de la información ambivalencia, incluso una aporía, que
genética, que organiza la relación entre Stiegler advierte con precisión. Por
lo vivo y lo no vivo según criterios de un lado, y de manera muy general, los
beneficio a corto plazo.14 criterios de selección en la memoria se
hacen posibles por la tendencia técnica,
lo cual implica una fuerte relación con
“Tiempo real” y producción calcu- lo indeterminado engendrado por las
lada de memorias posibilidades de la tendencia técnica
nueva que inviste el mundoambiente
En la convergencia del desarrollo de las del hombre. Ahora, cuando la selección
nuevas tendencias técnicas (las abiertas se hace industrial, integra un enor-
por las bio-tecnologías, la informática y me equipo dirigido por una finalidad
los medios de comunicación) y el com- de cálculo económico que, por esto
plejo económico industrial se produce mismo, consiste en primer lugar en un
una industrialización de la memoria intento de disolver lo indeterminado.

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Pero debido a que esta industrializa- un plan (y para algunos se tratará de


ción se realiza por medio del desarrollo integrarse o acceder a él, acaso con
acelerado de identidades que, al tener la misma resignación con la que se
lugar, reinventan al hombre, semejante aspira a acceder al “desarrollo”: como
disolución no es posible. si la “contemporaneidad de lo no con-
temporáneo” fuera una falla, y no un
Si ese tiempo desde siempre “abier- rasgo propio del complejo económico
to” por la técnica como exterioriza- industrial capitalista).
ción (como espacio-temporalización)
se “cierra” al paso que se despliegan Si, como en algún momento pensó
los programas técnicos, esto se debe Lyotard,15 “la especie humana está
sobre todo a su integración o su con- embargada por la necesidad de tener
vergencia con el complejo industrial, que evacuar el sistema solar dentro de
que lo somete al cálculo de beneficios, 4.500 millones de años”; si “el éxodo
y también a su convergencia con el se programa desde ya”; si “la única
sistema político mundial de Estados posibilidad de éxito que tiene es que
en competencia (en crisis pero toda- la especie se adapte a la complejidad
vía operante, aunque sea a nivel de que desafía”; y si –por último– en caso
coaliciones como el G7, la OMC o la de que este éxodo se realice, “lo que
OTAN), donde ciertas sociedades e habrá preservado no será la especie
industrias coordinan u organizan los misma sino la ‘mónada más completa’
posibles planes. En esta combinación, que era en potencia”, parecería que
la tendencia técnica es (todavía) aque- este programa, en definitiva, es tam-
llo que permanece indeterminado: no bién “salvífico”; y que de lo que se
comprendemos aún (al menos no del trata políticamente es de seguir pro-
todo) qué significa eso (con lo) que se cesando la “complejización” más allá
programa; desconocemos el “rumbo” de la especie y pensar la mismidad en
de la tendencia, más allá de enten- términos de “la Tierra”.
der que se trata de un movimiento
de complejización del sistema “terrá-
queo” en su conjunto. Industrias del presente

En este plano, la programación del No me detengo aquí en el problema


futuro en el sentido de una “occiden- (crucial) acerca de quién/qué parte de
talización del mundo” (que implica la humanidad se concibe a sí misma
el descarte o abandono del “resto” como esa humanidad “en general”
del mundo) o, con más plausibilidad, que forma parte de “lo terráqueo”.
como “pasaje a Occidente” (según Por ahora me interesa subrayar, ante
la fórmula de Marramao), que siem- la comprensible preocupación acerca
pre es tensión y mutua afección de de esta programación del futuro, que
Occidente con esos “restos del mundo” la voluntad tecnocientífica e indus-
en el camino de una complejización trial de un plan puede estar operando
general (donde la humanidad es un socialmente en un sentido tranqui-
elemento más, fundamental pero no lizador (no muy diferente, por otra
único), puede parecer incluso una parte, de la tranquilidad que podía
idea aliviadora: deseable o no, existe suscitar la idea de la existencia de

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un plan divino, que en sus versiones futuro desrealizando y multiplicando


simplificadas implicaba la división del (o hipertrofiando) el presente.
mundo entre salvados y condenados,
la “privatización” de la posibilidad de En la era industrial de la memoria, las
salvar la propia alma y la existencia redes cotidianas y permanentes en las
de una voluntad superior y externa al que estamos inmersos son verdaderas
hombre capaz de arbitrar una milagro- industrias del presente: cada informa-
sa salvación general, incluso entre los ción (periodística, industrial o bur-
pecadores). Identificar esta dimensión sátil) supera y desactiva la anterior,
de alivio, de deseo y de promesa, que en la medida en que el valor de la
se corresponde información está unido al tiempo de
Cabría pensar que las dificul- con los temores difusión. La conjunción entre el efecto
tades, pero también las capaci- que provocan de real (de presencia, donde coinciden
dades, colectivas e individuales tanto la enor- temporalmente el acontecimiento y
para la síntesis con este nuevo me capacidad de el acto de la toma) de la toma directa
sistema técnico que se ha mode- destrucción de y el “tiempo real” de la transmisión
lizado según la lógica industrial- la técnica actual (la velocidad de los desplazamientos)
económica de la mercancía, como su indeter- inauguran una nueva experiencia social
abrieron otro modo de relación minación consti- e individual del tiempo: un tiempo
con el tiempo que sobreimprime tutiva, permite al mundial, como lo llama Virilio,16 que
a la aceleración una necesidad menos entrever es tiempo saturado. Tiempo-límite en
de intensificación: aprovecha- otra dimensión el borde de su accidente: sobresatura-
miento máximo de la “vida”, de la cuestión ción de información, atascamientos del
del “tiempo de vida”. del “programa”: tránsito, multioferta de canales de radio
la necesidad de y televisión, expansión de virus infor-
estabilización frente a una indeter- máticos, cracks bursátiles acelerados
minación que se vive como ausencia por su televisación en directo. La acele-
de sentido (individual y colectivo) y, ración, que a la vez desplaza y mantiene
al mismo tiempo, como amenaza de el elemento “salvifico”, se transforma
“accidente general” para la especie. ahora en potencial catástrofe. De allí
la contradicción implícita en la posibi-
Esta necesidad de estabilización, como lidad de “direccionar” esa aceleración:
vimos, será al mismo tiempo cum- parece dar “alivio” ante la capacidad de
plida y traicionada por el programa autodestrucción, pero es un alivio que
tecnocientífico industrial, y esto por pretende curar con aquello mismo que
dos razones: en primer lugar porque a produce el malestar.
pesar de los intentos de captura, o pre-
cisamente por ellos, su cumplimiento
acelera y acentúa la indeterminación Intensificación de la vida
de la tendencia técnica (entrada en
el tiempo, apertura y complejización Cabría pensar que las dificultades,
en el sentido de aquella ‘mónada más pero también las capacidades, colecti-
completa’ de la que hablaba Lyotard). vas e individuales para la síntesis con
Y en segundo lugar, porque en el plano este nuevo sistema técnico que se ha
de la experiencia, la “programación del modelizado según la lógica industrial-
futuro” tecnoindustrial neutraliza el económica de la mercancía, abrieron

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otro modo de relación con el tiempo se asimila a “adquirir experiencia” sino


que sobreimprime a la aceleración una a “hacer experimento”– aquello que
necesidad de intensificación: apro- en la perspectiva del progreso en una
vechamiento máximo de la “vida”, relación “horizontal”, sobre la línea
del “tiempo de vida”. La sensación del tiempo. La tensión-aceleración
de “no tener tiempo”, la ansiedad hacia el futuro se interioriza como
porque el tiempo “falta” o transcurre tensión-intensificación sobre el yo.
“demasiado rápido” es la otra cara del
sinsentido que adquiere, para la pro- En La condición humana, Hannah
pia vida, un programa de aceleración Arendt había señalado esa tendencia
cuya meta es inalcanzable (excepto en como otra clave del impulso secula-
términos de una “humanidad en su rizador. La secularización, al separar
conjunto” que, se vuelve cada vez más Iglesia y Estado,
evidente, ya no será “en su conjunto” religión y políti- Esa vuelta sobre el yo, en el
sino “seleccionada” técnicamente y ca, implicó una marco del actual sistema tecno-
además, en sentido estricto, ya no será vuelta a la pri- industrial, se manifiesta entre
tampoco “humanidad” sino “mónada mitiva actitud otras cosas como necesidad de
más completa”) y en el límite de su cristiana: “Dad hacer más intensa la experiencia
accidente. No es casual, en este sen- al César lo que del (poco) tiempo de vida: “esti-
tido, que haya sido el sistema de las es del César y a rar” el tiempo, aprovecharlo al
artes (un subsistema técnico de alta Dios lo que es de máximo, no necesariamente
complejidad que la noción tradicional Dios”. Es decir, para fines útiles, sino para hacer
de “estética” no alcanza a abarcar com- para Arendt no de la propia vida el experimento
pletamente) el que a comienzos del se trataba funda- más intenso posible, en el que
siglo XX se abocara a la exploración mentalmente de puedan “caber” la mayor canti-
de un presente intensivo, simultáneo una desaparición dad de acontecimientos.
y múltiple, en oposición al tiempo de la fe en la tras-
lineal, continuo y homogéneo. cendencia, sino más bien una vuelta a
la diferenciación de esferas (lo mun-
La búsqueda de una intensificación dano por un lado, lo espiritual por el
del tiempo podría pensarse como un otro) propias de la época antigua. Y
repliegue del tiempo en el sentido de una proyección del hombre, no tanto
una interiorización que también es hacia el mundo sino primordialmente
propia de la operación secular: si la hacia su interior: individualismo, pre-
secularización se constituyó como un ocupación sobre sí. Dice Arendt:
intento de proyectar y realizar “hori-
zontalmente”, sobre el tiempo históri- Aunque admitamos que la edad Moderna
co, la relación “vertical”, escatológica, comenzó con un imprevisto e inexplicable
entre mundo celeste y mundo terre- eclipse de la trascendencia, de la fe en
nal, la intensificación del tiempo vital un más allá, de eso no se sigue en modo
se propone interiorizar y realizar sobre alguno que esta pérdida haya arrojado
el eje de la propia existencia biológica a los hombres al mundo. Al contrario:
–el máximo disfrute-usufructo de los la evidencia histórica demuestra que los
sentidos, la exploración-explotación hombres modernos no fueron proyectados
de “estados de conciencia”, el aprove- hacia el mundo sino hacia sí mismos.17
chamiento del tiempo vital que ya no Esa vuelta sobre el yo, en el marco del

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actual sistema tecno-industrial, se mani- del sistema cultural a aceptar las


fiesta entre otras cosas como necesidad nuevas condiciones que impone
de hacer más intensa la experiencia el sistema técnico en su propio
del (poco) tiempo de vida: “estirar” el despliegue: resistencia a tratar con
tiempo, aprovecharlo al máximo, no lo inorgánico organizado en su
necesariamente para fines útiles, sino estadio actual. Al mismo tiempo,
para hacer de la propia vida el experi- la posibilidad de programar es sín-
mento más intenso posible, en el que toma de un alivio epocal frente a la
puedan “caber” la mayor cantidad de incertidumbre a que esos conjun-
acontecimientos. De allí (no sólo de tos técnico-humanos nos enfren-
allí, pero al menos también de allí) la tan. Tal como aquí intenté señalar,
compulsión a capturar lo existente como sin embargo, el principal operador
“museo viviente”, de allí la precocidad de la programación y el cálculo en
apabullante de las modas retro: vivimos relación con estas nuevas tecno-
lo todavía actual como un ya pasado a logías es la industrialización y la
conservar y admirar, no tanto, o no sólo, conversión de la información en
por la dinámica de fugacidad y obso- mercancía cuyo valor se corres-
lescencia planificada con la que se (re) ponde con la velocidad de difusión
producen las mercancías, sino también en el tiempo y el espacio. Este
porque, en el marco de flujos perma- particular intento de apropiación
nentes de instanteidad calculada, es gra- del tiempo y de la información
cias a la capacidad de plegar el presente abre nuevos problemas: el siste-
sobre sí mismo que se adquiere, aunque ma tecnoeconómico tiene reglas y
sea de manera vicaria, la sensación de un accidentes propios, distintos de los
relieve histórico de la propia existencia. del sistema técnico. Y es con ellos
(y no tanto con los “peligros” de la
Para terminar, sintetizaré algunas de convergencia entre el hombre y la
las ideas expuestas hasta aquí: técnica) con los que debe medirse
1) El horizonte de expectativa abier- una política de la información que
to por la percepción progresiva esté a la altura de la época.
y progresista del tiempo, aunque 3) Me gustaría por último proponer
todavía extendida en términos de una interpretación complementa-
sensibilidad general de la época ria acerca de la noción de “pre-
(persiste sobre todo en la creencia sente permanente”, que atraviesa
habitual acerca de que la ciencia la cuestión de la percepción del
y la técnica resolverán los proble- tiempo propia de las tecnologías
mas que ellas mismas generan), del “tiempo real”. La hipótesis aquí
se choca con la dificultad para es que el debilitamiento del tiem-
comprender la dinámica propia del po histórico se produce también
sistema técnico como sistema que por el modo en que el conflicto
está en relación co-constituyente con el sistema técnico y el sistema
con el sistema sociocultural, por lo tecnoeconómico es procesado en
que toda nueva “técnica” inaugura términos individuales y colectivos
también un nuevo “hombre”. –de la propia existencia–. Queda
2) La idea de captura del tiempo es por verse, en cada caso, si estas
legible, en parte, como resistencia estrategias pueden leerse como

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respuesta, resistencia o al menos como acomodaciones. Queda por


intento de separación de los ritmos verse también si será posible, y de
humanos respecto de los ritmos y qué modo, liberar a la información
programas de los sistemas tecnoin- de su carácter de mercancía.
dustriales, o si cabe pensarlas sólo

NOTAS

1. Cabe pensar en las tecnologías informáticas –pero no sólo en ellas: también en las diversas máquinas
burocráticas– y la dependencia que supone la inmersión de “usuarios” en entornos o programas prediseñados
que desconocen o, por lo menos, no dominan, como paradigma de todas aquellas relaciones cotidianas que
adquieren paulatinamente la forma de una interacción con “cajas negras”.
2. Ya no se trata, sin embargo, de ese legado que se presenta como destino ordenado por la tradición (aunque
el malestar frente a las limitaciones que impone la programación técnica contemporánea tiene semejanzas con
el que experimentaron los modernos frente a las limitaciones del marco mítico y ritual tradicional), sino más
bien de una significativa conversión de la “tarea” –emancipatoria, expansiva– del hombre moderno, tal como
la concibieron la filosofía y la ciencia de la época, en el cumplimiento de un programa que busca neutralizar
la contingencia: esa indefinición que precisamente era el vacío o “blanco” que debía salvaguardarse para dar
lugar al desafío de un proceso de complejización y libertad.
3. Henri Bergson (1908), “Le souvenir du présent et la fausse reconnaissance”, en L’Énergie Spirituelle, Paris,
P.U.F. 1919 (trad. cast.: “El recuerdo del presente y el falso reconocimiento”, en La energía espiritual, Madrid,
Espasa Calpe, 1982), citado en Paolo Virno (1999), El recuerdo del presente, Buenos Aires, Paidós, 2003, p. 25.
4. Para un análisis detallado –aunque con un horizonte diferente del que esbozamos aquí– de este problema,
ver Virno, El recuerdo del presente, op. cit.
5. Bernard Stiegler (1994, 1996, 2001), El tiempo y la técnica, 3 volúmenes, Hondarribia, Hiru, 2002, 2004.
6. Si la técnica moderna es la de la revolución industrial, el desarrollo de los transportes, la electrificación
y urbanización del planeta, tenemos en mente aquí cuando decimos “posmoderna” a tres acontecimientos
técnicos decisivos de nuestra época: las bio-tecnologías, la telemática (informática en un sentido amplio y tele-
comunicaciones) y la “inteligencia artificial” (desarrollo de las ciencias de la computación hacia la generación
de máquinas capaces de aprender de sus propios errores y la así llamada computación cuántica).
7. Para una crítica de esta perspectiva en la disciplina histórica, ver Marcelo Campagno e Ignacio Lewcowicz
(1998), La historia sin objeto y derivas posteriores, Buenos Aires, Tinta Limón, 2007.
8. Max Weber (1917), El político y el científico, Buenos Aires, Prometeo, 2003, p. 19.
9. Reinhart Koselleck (1979), Futuro pasado, Barcelona, Paidós, 1993.
10. Koselleck, Futuro pasado, obra citada, p. 37.
11. Stiegler, El tiempo y la técnica, obra citada, volumen 2, p. 10.
12. Stiegler, El tiempo y la técnica, obra citada, volumen 2, p. 21. Esta tensión provoca un aumento, en general,
de la movilidad, “donde las estrategias locales bien pueden consistir en disminuciones de velocidad, incluso
en cuasi inmovilidades”.
13. Con la consiguiente desorientación que implica no saber exactamente qué es lo que merecería ser registra-
do; qué es lo que amerita la memoria o el olvido.
14. La necesidad de acelerar el tiempo en el que se obtienen los beneficios es uno de los efectos aparentemente
paradojales de la tendencia del sistema técnico-industrial, ya que el incremento en la velocidad en que se rea-
lizan los procesos técnicos (en muchos casos, por fuera de la capacidad de control de agentes humanos) trae
aparejados sistemas más abiertos pero más inestables y por ende un incremento en los riesgos de accidente. La
necesidad de anticiparse a esos riesgos difíciles de calcular, la sensación de urgencia, llevar a acelerar aún más
el proceso y esto provoca a su vez nuevos riesgos, nuevos “incalculables”.
15. Jean-Francois Lyotard (1988), “El tiempo, hoy”, en Lo inhumano. Charlas sobre el tiempo, Buenos Aires,
Manantial, 1998. p. 71.
16. Ver en especial de Paul Virilio El arte del motor (1993), Buenos Aires, Manantial, 1996, La velocidad de
liberación (1995), Buenos Aires, Manantial, 1997, y La bomba informática (1998), Madrid, Cátedra, 1999.
17. Hannah Arendt (1958), La condición humana, Barcelona, Paidós, 1974, p. 282.

129
130

Variaciones sobre el objeto técnico


Por Margarita Martínez

Margarita Martínez, recuperando las


reflexiones de Peter Sloterdijk y Gilbert
Simondon, afirma la necesidad de confi-
gurar un nuevo objeto del pensamiento:
el del complejo hombre-máquina. Si la
tensión entre uno y otro polo fue produc-
tiva literaria y filosóficamente, si fue piedra
de toque de hechos estéticos y de alarmas
políticas, hoy es claro que la persistencia
de su formulación como acontecimientos
opuestos y ajenos mutuamente es, antes que
nada, un obstáculo o una manifestación de
pereza. Los temores a una nueva opresión
administrada por el saber y el control de la
biotecnología, provienen de la escasa com-
prensión de la imbricación más profunda y
ya realizada entre hombre y técnica. Lejos
de poder oponer una vida de atributos
naturales al dominio maquínico, se hace
manifiesto –como ensaya Martínez– que la
vida ya es hecho técnico, ya es hecho pues-
to al cuidado o al servicio de la técnica. El
pasaje por una comprensión más radical de
esa imbricación que no cesa de hacer mutar
lo humano, sería menos una adopción acrí-
tica de los procesos en curso que la interpe-
lación de sus rasgos liberadores.
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Los hombres imprimen, a través de sus una cosmovisión –la griega: el objeto es
objetos, señales en el mundo: afinidades traído a la presencia–, y la pérdida de un
en la materia y reciprocidades en las for- mundo, el natural, dejado como muestra
mas evocan personajes y modos de vivir. de un pasado bucólico en el que el hom-
Se borda en la imaginación una subje- bre habitaba la tierra en concordancia
tividad abierta en el afuera del mismo con otras tantas variaciones en el orden
modo que en el acto se apuntalan las pre- de lo sagrado manifestadas en ese mundo
moniciones. Los objetos producto de las natural. Las diferentes genealogías del
técnicas desbordan el mundo cotidiano mundo técnico
y conciben otros mundos donde se des- construidas por la El mundo de los objetos téc-
pliegan el rol y el instrumento, la acción historia de la cul- nicos que gravita en torno de
y el atributo. Aunque no se trata de un tura lo mostraban cada uno es mediación, símbo-
acto absolutamente personal; la imagina- como un comple- lo y proyección legible como
ción técnica no es concebible allende la mento funcional línea de fuga en la cultura,
imaginación política, así como tampoco que daba vueltas en términos generales, y como
el hombre, en su imaginación, se concibe de tuerca en fun- elección que convoca diferen-
fuera de esos otros hombres, a los que ción de su mayor tes temporalidades, en térmi-
convierte en testigo de su acción e inter- complejidad. Lo nos individuales, porque los
pretador de sus potencias. El mundo de que se dejaba de objetos que rodean a cada uno
los objetos técnicos que gravita en torno lado, entretanto, remiten a distintos tiempos, y
de cada uno es mediación, símbolo y era un problema porque en su uso se detecta un
proyección legible como línea de fuga más amplio: el del cierto vínculo con la época.
en la cultura, en términos generales, y juego entre la per-
como elección que convoca diferentes manencia y la variación de diferentes
temporalidades, en términos individua- formas técnicas a lo largo de la historia,
les, porque los objetos que rodean a y la idea de hombre expresada en el
cada uno remiten a distintos tiempos, conjunto técnico correspondiente a cada
y porque en su uso se detecta un cierto época. De este desfasaje entre el orden
vínculo con la época. Hace aproximada- del pensamiento y el orden de la realidad
mente medio siglo, Gilbert Simondon provenía la mayor de las alienaciones: la
reclamaba una toma de conciencia del del hombre por el hombre.
sentido de los objetos técnicos que fuera
correlativa de una toma de posición
de la cultura occidental respecto de sus Abrir el mundo
técnicas1. La necesidad era doble, ya que
provenía, por un lado, de la creciente La consideración de la tekné que ope-
sensación (humana) de ajenidad frente a raba dentro del mundo griego presenta
los productos de la técnica; por el otro, varias vertientes ricas en consecuencias
obedecía a la presión de una construc- para una reflexión filosófica en torno
ción apocalíptica que hacía del hombre de los objetos técnicos. Hasta el período
un sometido por su modo técnico de clásico es permanente la presencia del
ser. Si para pensar el objeto técnico se fondo mítico que hacía de Prometeo
trabajaba sobre la noción aristotélica de un héroe de doble valencia, eolio-jónica
tekné, o sus torsiones contemporáneas, por un lado y beocio-locria por el otro,
se contemplaba una cáscara conceptual y por lo tanto, que construía a la técnica
sobre la que se lamentaba la clausura de como concepto asociado a la figura del

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dios del fuego (hogar de todas las teknai) lo tanto se abría al legado de un mundo
y a la del titán rebelado contra Zeus2. semántico encarnado en el objeto como
El advenimiento del logos socrático es “cristalización de la cultura”. Es en este
contemporáneo a la aparición del para- sentido que Hannah Arendt observa
digma semántico ligado a la mimesis que una cultura forja tradición a partir
(siglo V a. C.) Los teknités son entonces de los objetos que son producto del tra-
imitadores condenados por el Sócrates bajo, como huella individualizada de un
platónico al destierro de la República proceso colectivo pasado por las manos
ideal. Aristóteles, en el mismo momento (literales) del teknités. El objeto técnico
en que se refina el se convierte en un producto complejo
El objeto técnico se convierte vocabulario liga- que reúne en su forma un modo cultural
en un producto complejo que do a la represen- de ver el mundo y una proyección (tam-
reúne en su forma un modo tación, concibe a bién humana) respecto de una modi-
cultural de ver el mundo y una la técnica no sólo ficación de ese mismo mundo a través
proyección (también huma- como un escalón del propio objeto. Esta modificación
na) respecto de una modifi- en la jerarquía otorga, en algunas culturas, el carácter
cación de ese mismo mundo a del conocimiento de intermediador a su conjunto técnico
través del propio objeto. (aquel que distin- –medium de las fuerzas divinas en su
gue a lo humano acción sobre el mundo–, así como al
de lo animal porque involucra la “razón mismo hombre singular se le asigna
verdadera”) sino también como acto el carácter de medium, por propiedad
(propiamente humano) que hace adve- transitiva, en un proceso de apertura
nir al mundo algo que no tiene que del mundo a los hombres. Si la técnica
estar en él “ni por naturaleza, ni por podía mediar, era porque el mundo, o
necesidad”. En el siglo XX Heidegger la naturaleza, estaban investidos de un
opone tekné poiética a técnica provo- carácter sagrado, en última instancia
cante invocando las cuatro causas que ligado a lo verdadero, que requería un
eran, para Aristóteles, co-responsables complejo proceso de ritos como pauta
de dicho advenimiento del objeto al del descenso de lo sagrado a lo profano.
mundo: la material, la formal, la eficien- Ni se contempla la verdad a los ojos, ni
te, y la final. Al ser la formal una síntesis se aborda la naturaleza desvalido de un
entre la forma concreta del objeto reali- conjunto de ritos que son otras tantas
zado y el eidos al modo platónico (por circunstancias técnicas: así son los ritos
la doble valencia del término en lengua y mitologías de los mineros recuperados
griega, forma pero también idea), se por Mircea Eliade, y presentados en
hacía del proceso técnico tanto una Herreros y alquimistas.
“plasmación” en lo sensible como una Si se trata de la elaboración de una nueva
proyección mental propia del proce- genealogía del objeto técnico que se
so inventivo humano. De este modo pregunte por lo que hay de humano en
se configura la noción heideggeriana la técnica, son necesarias dos preguntas:
de técnica provocante: se mantiene el en sentido filosófico, cuál es la metamor-
aspecto material y proyectivo, pero se fosis radical de las técnicas entre aquel
licúa la causa eficiente y predomina la mundo antiguo y el moderno que supere
causa final. La causa eficiente, el teknités, la idea de una mera complejización; en
dejaba en el mundo antiguo una huella sentido histórico, cuáles son aquellos
subjetiva en el objeto producido, y por rasgos del objeto técnico que se han

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ligado (a través de la historia cultural) punto de vista de la historia de los arte-


a una supuesta esencia de lo humano, factos. En algunos casos, se considera la
en las diversas genealogías construidas escala de producción como un rasgo de
por cada época de su técnica, y que se la técnica propio, aunque no exclusivo,
activarían bajo el aspecto del prejuicio. de la modernidad. Lewis Mumford ya
Como observa Simondon, la necesidad había observado que ciertas construccio-
de una toma de conciencia respecto nes familiares a lo maquínico son propias
del sentido de los objetos técnicos es de construcciones políticas centralizadas
consecuencia, primero, de una toma de y burocráticas. En otros casos, las genea-
posición de la cultura europea occidental logías atienden al tipo de alimentación
respecto de las técnicas, porque la cul- para el funcionamiento de los objetos
tura se ha constituido como sistema de técnicos (la fuerza humana, las fuerzas
defensa frente a ellas y, lo que es más, naturales, los procesos termodinámicos,
“esta defensa se presenta como la defensa los electrónicos, etcétera). Se ha consi-
del hombre”.3 La pregunta entonces a derado también la evolución formal de
formular, como señala Simondon, es los objetos (tendiente en apariencia a
qué tipo de oposición se erigió entre la una mayor complejización), o el desa-
cultura y la técnica, entre el hombre y la rrollo de meca-
máquina, como para que el objeto técni- nismos de auto- La pregunta entonces a formu-
co sea visto, en el mundo humano, como matismo. Murray lar, como señala Simondon, es
el “extranjero” o como “el extranjero en Bookchin, por qué tipo de oposición se erigió
el cual está encerrado lo humano, desco- ejemplo, incorpo- entre la cultura y la técnica,
nocido, materializado, vuelto servil, pero ra el aspecto de entre el hombre y la máquina,
mientras sigue siendo, sin embargo, lo la “imaginación como para que el objeto técnico
humano”.4 ¿Qué prejuicios se ocultan inventiva” de cada sea visto, en el mundo humano,
en este pliegue del objeto técnico que, época, que al des- como el “extranjero” o como
al quedar expuestos en la operatoria de fasarse respecto “el extranjero en el cual está
la técnica con la vida, estallan como la de la imaginación encerrado lo humano, descono-
invocación imperiosa de una ética que política habilita un cido, materializado, vuelto ser-
debería asumir los límites en la relación desacoplamiento vil, pero mientras sigue siendo,
hombre-máquina? O más bien, ¿cuántos entre la posibili- sin embargo, lo humano”.
de estos prejuicios aparecen en la cruzada dad y la acción en
del viejo humanismo contra el actual el marco de una profunda imbricación
mundo de la técnica? Parte de la opa- entre formas técnicas y formas políticas:
cidad de la respuesta yace en el vínculo el ejemplo paradigmático es el Imperio
ambiguo entre lo humano y la máquina: Romano, con su escasa “innovación”
la negación de aquel aspecto humano de técnica lo largo de siglos de historia y su
la máquina o bien, y de modo conco- revolución en el marco de las técnicas
mitante, el rechazo de lo maquínico en políticas, bajo la fundación del derecho
el hombre. Así oscilará el objeto técnico imperial5. Exclusivamente en el nivel
entre enemigo y compañía, entre atribu- histórico, es recurrente el contrapunto
to de la propia esencia subjetiva y yugo teórico entre una conceptualización ya
cotidiano, hecho especialmente visible desvanecida de técnica antigua (tekné)
en el ámbito del trabajo. en donde no se manifiesta una separa-
Se han construido diferentes genealogías ción hombre/mundo (ni en el sentido
en torno de los objetos técnicos desde el de una desanimización de la naturaleza,

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ni en el sentido de un yo que se forje y genealogías, como fruto de una coope-


se presente como activador de las fuerzas ración entre hombre y materia dentro
dormidas en el mundo) y una técnica de otro vínculo hombre-naturaleza, en
moderna. En este contrapunto, y en el el marco de una sociedad orgánica.
caso específico de la antigüedad griega, Todo objeto técnico, por ser de factura
la técnica estaría en su estadio inicial humana, es capaz de explicar un mundo,
indiferenciada del arte, en tanto que se coloca en un horizonte de sentido que
la inexistencia de un “yo” daría como lo excede porque trasciende la vida del
resultado sujetos que producen “para la sujeto productor. El objeto técnico pro-
cultura” y no para su nombre o el merca- duce y transmite significaciones y como
do (y este hecho no excluye la existencia tal es vocero de una visión de mundo
de un mercado, a escala reducida, donde propia de cada civilización. A la vez, el
se produce la circulación de los objetos objeto técnico premoderno es vocero de
producto de la tekné). En síntesis, en una subjetividad específica, anónima y
estas conceptualizaciones se retoma casi por eso mismo colectiva.
con exclusividad el planteo aristotélico Existen otras genealogías que se cifran
según el cual la tekné es un escalón en la forma. La mentalidad inventiva
intermedio en una jerarquía del cono- y retroalimentadora que parece carac-
cimiento (planteo de Metafísica) y en el terizar a la técnica moderna no parece
que los productos de la tekné advienen al extenderse a todos los tipos de objetos
mundo por que- técnicos en el ámbito de lo formal.
Todo objeto técnico, por ser hacer humano, ni Algunos artefactos productos de la tekné
de factura humana, es capaz por naturaleza, ni no han variado demasiado desde la anti-
de explicar un mundo, se por necesidad, así güedad a nuestros días. La invención
coloca en un horizonte de como obedecen a técnica no supo, no pudo o no quiso
sentido que lo excede porque un modo de ser encontrar innovaciones en la forma.
trasciende la vida del sujeto racional poiético Algunos ejemplos de ello son los obje-
productor. El objeto técnico –productivo– y tos de la antigüedad griega, egipcia,
produce y transmite signifi- no práctico (Ética maya, recuperados y exhibidos en la
caciones y como tal es vocero a Nicómaco). vitrina occidental, que poca diferen-
de una visión de mundo pro- La técnica (o el cia muestran respecto de sus correlatos
pia de cada civilización. arte) se reconstru- contemporáneos. Este grupo de objetos
ye, apelando a la incluye gran cantidad de enseres de uso
tekné, como la construcción plenamen- cotidiano y doméstico: sillas, elementos
te humana de un mundo de objetos. de cocina, joyas de diverso tipo, etcétera.
Considerando la cuestión de este modo, Las variaciones formales, si las hubiera,
el hombre puebla el mundo de objetos no parecen alcanzar la esencia del objeto
técnicos, y estos objetos técnicos cons- técnico. Pero entonces la pregunta pare-
tituyen su horizonte de sentido; son ce ser: ¿qué es esta esencia? ¿Se relaciona
cúmulos portadores de significaciones con la función? ¿Son inescindibles forma
que se legan de generación en genera- y función del objeto técnico?
ción porque tienen una vida que excede Es preciso entonces pasar al segundo
a la del sujeto productor. No sólo esto: nivel, el filosófico. Aquí observamos que
los objetos técnicos premodernos son la producción técnica moderna opera
concebidos, según el planteo aristotéli- un desplazamiento de las cuatro causas
co de las cuatro causas, y según ciertas mencionadas por Aristóteles. La técnica

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moderna manifiesta un desequilibrio que ciones hostiles para con el creador, lo


da preeminencia a la causa final y desdi- que implica que puedan ser “un peligro
buja la causa eficiente: en el trabajo en permanente de agresión o insurrección”6
serie, el hombre singular, en gran núme- (esto es: como si algo ajeno hubiera
ro de casos, ya no tiene contacto con el intervenido para hacer del producto téc-
objeto en su fase final de producción. La nico algo hostil para con el hombre). Por
causa eficiente se encuentra operando en eso iguales objetos técnicos no son idén-
modo más colectivo aún, si se quiere. ticos si sabemos su proveniencia: unos
Pero hay un detalle adicional: no es esta parecen amables
la razón por la cual el hombre no deja su o inocentes expre- La técnica moderna manifiesta
huella subjetiva en el objeto producido, siones de un tipo un desequilibrio que da pre-
sino que se lo impide la intervención de cultural, los otros eminencia a la causa final y
las propias máquinas, objetos técnicos son producto del desdibuja la causa eficiente: en
per se, en el proceso de producción. automatismo de la el trabajo en serie, el hombre
Con respecto a la preeminencia de la máquina, y por lo singular, en gran número de
causa final, el objeto técnico, si no tiene tanto extranjeros casos, ya no tiene contacto con
un “para qué” preciso, no adviene al en el mundo de el objeto en su fase final de pro-
mundo. De este modo, grandes esferas los hombres. ducción. La causa eficiente se
de la producción técnica se desplazan El prejuicio que encuentra operando en modo
desde el ámbito de lo utilitario al espacio se esconde como más colectivo aún, si se quiere.
de lo ornamental, y por lo tanto son fundamento de
homologadas a lo “inútil” (la arquitec- la ajenidad, observa Simondon, es el
tura ofrece un vasto campo de ejem- de continuar considerando al hombre
plos). En el caso de los objetos antiguos como “portador de herramientas”. La
mencionados como ejemplo, podríamos técnica premoderna parecía definirlo de
decir que la pulsera, o la regadera, o el este modo: el hombre se rodeaba de arte-
peine, o la vasija pueden ser los mismos, factos que prolongaban o maximizaban
pero respecto de la técnica moderna sus capacidades biológicas, y establecía
tenemos conciencia de que no ha sido el en algunos casos relaciones simbióticas
hombre “con sus manos” el que los ha muy fuertes en el marco del proceso
producido, sino la máquina. Conocer la productivo. El tallador y su cuchillo, el
proveniencia de factura del objeto cam- agricultor y su azada, por ejemplo. El
bia nuestra posición subjetiva respecto hombre, por medio de su instrumento,
de él, más allá de cualquier equivalencia “despertaba” formas dormidas o agaza-
formal; la intervención de la máquina padas en la materia, y el utensilio era
en el proceso productivo es uno de los una prolongación de su persona. De
introductores de ajenidad en la relación este modo Ortega y Gasset presenta al
entre el hombre y sus productos técni- mundo técnico como una prolongación
cos. Dice Simondon sobre este punto o aumento de capacidades biológicas,
que la cultura moderna engendra dos al punto de hacérsele necesario, dado
actitudes contradictorias respecto de sus el carácter simbólico del hombre, tanto
objetos técnicos: por un lado los ve como o más que el mundo de objetos corres-
puros ensamblajes de materia desprovis- pondiente a necesidades “biológicas”. El
tos de significación (es decir que ya no hombre, dice Ortega, es el único animal
puede, en ellos, leer cultura); por el otro, capaz de sentir como superfluo lo nece-
los supone también animados por inten- sario, y como necesario lo superfluo o,

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en otros términos, el único capaz de en los discursos modernos implica la


subordinar una necesidad biológica a posibilidad de reducir el mundo maquí-
otra necesidad de orden simbólico. nico a la esclavitud para asegurar toda
¿Pero se puede considerar al objeto téc- imposibilidad de rebelión. Existe una
nico como simplemente un utensilio, salvedad a realizar, como observa agu-
aunque así lo fuera en apariencia, y damente Simondon: considerar la rela-
la producción técnica moderna como ción hombre-objeto técnico como el
el proceso que complejiza el utensilio, vínculo amo-esclavo es negar lo que hay
hasta emanciparlo de la mano humana de humano en la máquina, o bien es
a través del automatismo de la máqui- aceptar que hay una parte de lo huma-
na? ¿Es este prejuicio de considerar al no (de los humanos) que merece ser
hombre como mero portador de herra- dejada en condición servil. Solamente
mientas, base de las genealogías men- así podemos pensar máquina y hombres
cionadas, lo que engendra todo el arco enfrentados y concebir la resolución del
discursivo que recalca la necesidad de conflicto como un triunfo del orden de
que la máquina esté siempre “al servicio la dominación. Muy por el contrario,
del hombre” –como si tuviera que reco- dice Simondon: “lejos de ser el vigilante
brar aquel carácter de utensilio frente al de una tropa de esclavos, el hombre es el
cual se habría rebelado–? Volviendo a organizador permanente de una sociedad
una de las cartas semánticas que ofrece de objetos técnicos que tienen necesidad
la modernidad para pensar el mundo de él como los músicos tienen necesidad
humano –la dialéctica amo-esclavo–, del director de orquesta”.7 La diferencia,
la pugna que reaparece una y otra vez entonces, entre la técnica premoderna
Axel Russo

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y la moderna, aquello que permite la se daba de la mano de la aparición de


construcción de otra genealogía, tiene la interpelación, convocante tanto del
entonces más que ver con considerar el hombre como del mundo. El planteo
vínculo hombre-producto técnico no heideggeriano postulaba la oposición
como algo binario (y pasible del enfren- hombre-naturaleza: el velo de la técnica
tamiento entre sus polos), sino triple: el provocante era el discurso del dominio
hombre, la máquina, el medio técnico absoluto, y por ende de la conversión de
entre ambos. Y al aparecer el medium, la naturaleza en elemento técnico. Ahora
tambien se hace evidente lo sagrado, y bien, para Simondon, cualquier genea-
no la simple complejización que hace logía de los objetos técnicos debe buscar
del hombre el más hábil teknités. una esencia de la técnica –que sí será algo
técnico, a diferencia de lo que plantea
Heidegger– que se debe encontrar en
Herramientas-utensilios aquello que permanece estable a través
y sistemas técnicos de un linaje evolutivo; hay que volver a
una concepción triple hombre-máquina-
La revolución industrial deja en evidencia medio técnico en la historización de las
el anacronismo, en la misma moderni- técnicas, y considerar:
dad, de la idea de hombre como portador • que el primer carácter del objeto téc-
de herramientas. Aparece por primera vez nico es su artificialidad, que reside en
una nueva industria completa: la de fabri- que el hombre debe intervenir para
cación de máquinas.8 No sólo aparece, protegerlo del mundo natural. El
sino que esas máquinas son, por primera objeto técnico tiene un estatuto apar-
vez en la historia técnica, máquinas por- te de existencia, no importa si provie-
tadoras de herramientas. El hombre tiene ne del mundo natural o del mundo
miedo de su creación técnica porque humano (ejemplos claros de esto son
siente que la máquina rivaliza con él en la flor de invernadero, o el corazón a
el plano de la función, a pesar de que la la espera del transplante, como bien
función humana no sea, o tal vez no haya cuenta, a partir de su propia expe-
sido nunca, la de ser mero portador de riencia de transplantado, Jean-Luc
instrumentos. Así el individuo técnico, Nancy en El intruso9). Artificializado
para Simondon, se convierte en adversa- es sinónimo de tecnificado, porque el
rio del hombre, y todo esto de la mano de mundo del artificio es el mundo de
una noción de progreso que se convierte la técnica. La artificialización, para
en violación de la naturaleza y en captura Simondon, es un proceso de abstrac-
de energías. Éste es el planteo conteni- ción en que una serie de funciones se
do en la técnica moderna definida por abren en otro conjunto de funciones
Heidegger, que opone la tekné poiética a ahora independientes vinculadas sola-
la moderna por ser esta última provocan- mente por los cuidados humanos.
te, porque interpela a la naturaleza como Las técnicas antiguas también proce-
reserva de energía acumulada a la espera dían por medio de la artificialización:
de ser acumulada, explotada y agotada. desde la domesticación de animales al
Heidegger consideraba que con la emer- cuidado agrícola, el hombre extrae a
gencia de la física moderna se consumaba un ser vivo de su medio natural para
el proceso de desanimización del mundo, hacer depender su sobrevida de su
y la conversión de la naturaleza a recurso propia intervención. Este punto de

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vista aclara aquel linaje “evolutivo” namiento. Lo importante es la apa-


de las técnicas que tiende a tomar rición de una imaginación creadora
con cada vez mayor regularidad pro- que pueda relacionar elementos que
ductos “naturales” para convertirlos materialmente constituirán un objeto
en objetos técnicos y que, de modo técnico pero que se encuentran dis-
inverso, tiende a considerar que los persos, sin medio asociado antes de la
objetos primitivamente artificiales aparición del objeto. Un ejemplo es la
tienen el deber de asemejarse cada imaginación creadora de Leonardo da
vez más al objeto Vinci, que en sus intentos por diseñar
Mientras algunos hombres se natural. Se trataría, un planeador ya era capaz de conside-
lanzaban a la conquista de nue- exclusivamente, de rar la resistencia del aire en las alas. Lo
vos mundos y emigraban del una ampliación de que puede concebir Leonardo antes
continente europeo, otra enor- los campos dentro de que exista el objeto es la existencia
me cantidad de hombres con- de los cuales opera de un tercer medio técnicogeográ-
sumaba la más inmensa emi- el hacer técnico fico, fundamental, para Simondon,
gración inmóvil acontecida en humano; en sínte- en la existencia de la locomotora,
la historia humana: la migra- sis, del crecimien- cuyo motor está exigido al máximo
ción al mundo del artificio. to de aquello que en el arranque y en el frenado, en
media entre natu- las pendientes, cuando la nieve o el
raleza y hombre, del mundo técnico. viento frene su avance aumentando
• que el segundo carácter a tener en el rozamiento, por ejemplo, en las
cuenta es la tendencia cada vez mayor ruedas. “Se trata entonces aquí de un
del objeto técnico a “construir siste- condicionamiento del presente por el
mas”, aspecto también detectable en porvenir, por lo que todavía no es” 11,
las genealogías habituales respecto de por la interpelación de la naturaleza
los objetos técnicos. Peter Sloterdijk, al objeto técnico en pleno funcio-
por ejemplo, señala al Renacimiento namiento. Es decir que el hombre
como un hito en la historia téc- ya no podrá verse frente a frente
nica occidental. Mientras algunos con ese objeto técnico sin tener en
hombres se lanzaban a la conquis- cuenta el espacio en que dicho objeto
ta de nuevos mundos y emigraban desempeñará sus funciones, y ya no
del continente europeo, otra enor- será solamente operador, sino que
me cantidad de hombres consumaba será también regulador. Desde que
la más inmensa emigración inmóvil aparece el tercer medio, el hombre ya
acontecida en la historia humana: la no será de hecho portador de herra-
migración al mundo del artificio.10 mientas: el Renacimiento supone la
Esta última es condición inequívoca emergencia de los sistemas técnicos
de la individualización de los seres compuestos a veces por dos máqui-
técnicos. ¿Por qué? Porque comienza nas de estructura independiente, pero
a constituirse ese medio técnico que cuya otra parte se encuentra cada una
excede el ámbito de la polis, un medio en la otra. El texto de Simondon es
a la vez técnico y natural, que regula abundante en ejemplos: de nada sirve
los vínculos hombre-naturaleza. Pero la consola de grabación en una sala
lo importante de este tercer espacio sin los paneles acústicos, de modo
es que además, en él, el ser técnico se que ambas partes se vuelven inútiles
condiciona a sí mismo en su funcio- una sin la otra. La fábrica moderna

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ofrece otro ejemplo: el funcionamien- las sociedades de control que definía


to de las máquinas exige una luz Gilles Deleuze, las “máquinas del ter-
especial cuya onda no acople con el cer tipo” apuntaban a una integración
ritmo regular de sus movimientos; digital, omnipresente y operante en
sin el sistema de luces, esas máquinas “tiempo real”. Abolición del espacio
serían imposibles de operar, o la causa y del tiempo, y primacía cada vez
de los accidentes que fueron la lección mayor del mundo del artificio, que
de la técnica fabril. La electricidad es bajo el epíteto de “virtual” se concibe
para Simondon el hito fundamental como amenazando la dimensión de
en esta genealogía, no porque permita lo “real”: integración, por lo tanto, en
la aparición de nuevas máquinas “más espacios de tercer tipo.
complejas”, sino porque los nuevos
individuos electrotécnicos se integran
fácilmente en conjuntos de produc- Técnica y artificio en la
ción, de repartición y de utilización era biotecnológica
de la energía eléctrica cuya estructura
difiere mucho de la de las concentra- Indagar en la esencia del objeto técnico es
ciones previas de la era termodinámi- una posibilidad de salida de ciertas para-
ca (correspondientes, tal vez, con la dojas abiertas por determinados aconteci-
etapa paleotécnica de la que hablaba mientos técnicos extremadamente recien-
Mumford12). A tal punto llegaría esta tes, específicamente aquellos ligados con
integración en sistemas técnicos que, las biotecnologías y con el cuestiona-
observa Simondon, “el rol que juegan miento de la noción de vida. A partir de
los ferrocarriles en la concentración la artificialización y la tendencia a cons-
termodinámica es reemplazado por truir sistemas –que Simondon denomina
el que juegan las líneas de alta tensión “concretización”– se consagra, a partir
de interconexión en el conjunto de del Renacimiento y la Modernidad, un
electricidad industrial”13: porque la tercer dominio mediador entre el huma-
electricidad sortea la geografía a través no y el natural, el técnicogeográfico, cuya
de los cables, habilita la descentrali- existencia podía quedar oculta bajo la
zación industrial, y por eso mismo concepción del hombre como portador
constituye un sistema técnico con de herramientas. De hecho, no hay que
el automóvil, más independizado de esperar a que recientes biotecnologías
la geografía que el tren. Un soporte dejen en absoluta evidencia la fusión
material sigue siendo necesario (el naturaleza-hombre: ese paradigma de
cable, la ruta) pero la potencia trans- violación y conquista de la naturaleza,
mitida es mucho más eficaz para la que la mayor parte de los autores señalan
activación de sistemas técnicos a dis- como propios de la técnica moderna, es
tancia. Simondon no hace referencia, paralelo a otros procesos de índole previa,
por razones obvias de índole crono- e incluso anteriores a su cristalización
lógica, a la integración en sistemas en la era post-industrial. Lo que quizás
técnicos permitida por los actuales ha ocurrido, como observa Umberto
dispositivos informáticos. El presente Galimberti, es la consagración definitiva
activa una nueva etapa que avanza un de la técnica como medioambiente del
paso más respecto de la emancipación hombre14. En la esfera de este medio-
de los espacios y de los cuerpos. En ambiente técnico, la fusión hombre-má-

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quina exige la construcción de nuevos siempre condicionándose a sí mismo,


valores. Pensar la técnica contemporánea metamorfoseándose, a fin de inventar, si
con valores modernos, dice Galimberti, o no lo posee, su propio medio ambiente.
pre-modernos, diría Simondon, es eludir El oxígeno, gas venenoso para las prime-
la cuestión fundamental. Si sólo pensa- ras formas vivas sobre el planeta, termina
mos en las máquinas bajo la lógica amo- siendo sustancia vital. Así ocurre con lo
esclavo, como uno de los emergentes del humano en lo maquínico: esta capacidad
mundo categorial moderno, no podemos de condicionarse a sí mismo, que está en
abordar el dina- el principio de lo vivo, se presenta otra
Las biotecnologías activan mismo propio de vez, para Simondon, en la capacidad
entonces una panoplia de pre- los objetos técni- de producir objetos que se condicionan
juicios antitécnicos cifradas en cos, que es similar ellos mismos. Un capítulo aparte sería la
el horror de que una máquina al dinamismo del consideración de la noción de informa-
y un cuerpo vivo se compren- pensamiento téc- ción y la aparición en el dominio de lo
dan “más allá de la concien- nico. Y existe una biológico de la idea de código, un paso
cia”, en un lenguaje que le gran cercanía entre más en la búsqueda de una gramática de
sería desconocido al común vida y pensamien- comprensión entre el lenguaje de lo vivo
de los usuarios de la máqui- to técnico, porque y el lenguaje de las máquinas de factura
na y que sería propio de una el pensamiento humana. A la búsqueda de ese código,
élite de formación técnica que técnico, y esto es de ese lenguaje común, se abocan las
pasaría a tener el control de los lo que se olvida en ciencias exactas y biológicas desde hace
cuerpos y en última instancia los prejuicios mar- varias décadas. Las biotecnologías acti-
el control de las conciencias. cadamente anti- van entonces una panoplia de prejuicios
técnicos, proviene antitécnicos cifradas en el horror de que
de la vida. “El objeto técnico individua- una máquina y un cuerpo vivo se com-
lizado es un objeto que fue inventado, prendan “más allá de la conciencia”, en
es decir, producido, por un juego de un lenguaje que le sería desconocido al
causalidad recurrente entre vida y pensa- común de los usuarios de la máquina y
miento en el hombre”.15 Así se explican que sería propio de una élite de forma-
las recientemente descubiertas interac- ción técnica que pasaría a tener el control
ciones entre el mundo de lo vivo y el de los cuerpos y en última instancia el
mundo de la máquina, para Simondon: control de las conciencias. Esas mismas
los esquemas mentales operan unos sobre masas que operan con dicho prejuicio no
otros durante la invención, y actúan dan sin embargo el paso que las pudie-
unos sobre otros en el funcionamiento ra llevar a intentar comprender, sino
material, y el producto técnico no es más dominar, ese lenguaje desde un punto de
que su cristalización. Por eso existe una vista ideológico y conceptual, intento que
segunda cercanía entre el dinamismo del llevaría, al menos, al cuestionamiento de
pensamiento técnico y el dinamismo del la idea de amo y esclavo que le es correla-
funcionamiento de los objetos técnicos. tiva. De hecho, el parentesco enorme que
La unidad del medio asociado del objeto se “descubre” a partir del descubrimiento
técnico –este medio técnicogeográfico– de la noción de información entre vida y
tenía, para Simondon, su análogo en la pensamiento técnico estaba contenido en
unidad de lo viviente; lo viviente es un la constitución de los sistemas técnicos
ser individual que lleva consigo su medio modernos; el hombre, como “coordi-
asociado. Por eso lo viviente actúa desde nador” de los conjuntos técnicos es un

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elemento más en la constitución de los despreciando todo conocimiento de sus


sistemas técnicos. El hombre no sólo mecanismos; esto lo desplaza, además,
está fusionado con la técnica cuando a una zona de misterio frente al cual la
tiene inserto un chip en la retina, o un actitud del hombre linda con la como-
marcapasos en el corazón. Esta fusiona- didad de esperar que los “portadores de
do con la técnica, o es técnica, cuando saber” (técnico) resuelvan y operen; claro
consume un fármaco sintetizado a partir está que en caso de necesidad individual,
de sustancias vegetales, o cuando prodiga la panoplia de prejuicios se desactiva.
cuidados en un invernadero, o cuando Conocer la esencia del objeto técnico
extrae un corazón “natural” para trans- implica pensar qué hay en lo humano
plantarlo a un cuerpo que lo necesita. Ese artificializado, pero también qué hay de
corazón ya es un objeto técnico, desde humano en lo maquínico. La profunda
el momento en que ha sido extraído del revisión de los valores que asignamos a los
cuerpo viviente y sometido a condicio- hombres y a las máquinas debe contem-
nes especiales de cuidado y preservación. plar, entonces, a un nuevo tipo de objeto
Siguiendo a Simondon, el malestar de la técnico, con todo el horror que el térmi-
cultura frente a sus objetos técnicos no no objeto pueda suscitar en nosotros, y es
reside entonces únicamente en la sepa- el constituido por el complejo hombre-
ración de las esferas del arte y la técnica, máquina. Hacerlo no implica necesaria-
o de la cultura y la técnica, sino que mente “objetivar” al hombre sino entrar
procede del desconocimiento, por parte en lo que Peter Sloterdijk denominaba
de la mayor parte de los hombres, de la homeotecnología, una “forma de operati-
esencia del objeto técnico, al que se juzga vidad no-dominante” caracterizada por
en función de su complejidad o utilidad, la cooperación16.

NOTAS

1. Introducción, en Du mode d’existence des objets techniques (1958). Edición consultada: París, Aubier, 1989.
2. Es el desarrollo que realiza Jean-Pierre Vernant, partiendo de los trabajos de Ulrich von Wilamowitz y
de Louis Séchan. Véase “El trabajo y el pensamiento técnico”, en Mito y pensamiento en la Grecia antigua.
Barcelona, Ariel, 1993. pp. 242-301.
3. En Gilbert Simondon, op. cit., p. 9.
4. Ibidem.
5. Véase Murray Bookchin, “Dos imágenes de la tecnología” y “La matriz social de la tecnología”, en Ecología
de la libertad. Madrid, Nossa y Jara, 1999.
6. Gilbert Simondon, op. cit., p. 11.
7. Ibidem.
8. Hans Jonas, “¿Por qué la técnica moderna es objeto de la filosofía?” y “Por qué la técnica moderna es objeto de
la ética?”, en Técnica, ética y medicina. Sobre la práctica del principio de responsabilidad. Barcelona, Paidós, 1997.
9. Jean-Luc Nancy, El intruso. Buenos Aires, Amorrortu, 2006.
10. Peter Sloterdijk, Essai d’intoxication volontaire, suivi de L’heure du crime et le temps de l’œuvre d’art.
París, Hachette, 2001.
11. Gilbert Simondon, op. cit., p. 57.
12. Lewis Mumford, Técnica y civilización. Madrid, Alianza, 1982.
13. Gilbert Simondon, op. cit., p. 68.
14. Umberto Galimberti, “Psiché y Techné”. Revista Artefacto. Pensamientos sobre la técnica, N° 4. Buenos
Aires, edición independiente, 2001.
15. Gilbert Simondon, op. cit., p. 60.
16. Peter Sloterdijk, “El hombre operable. Notas sobre el estado ético de la tecnología génica”. Revista Arte-
facto. Pensamientos sobre la técnica, N° 4. Buenos Aires, edición independiente, 2001.

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142

De técnicas y humanismos
Por Pablo Esteban Rodríguez

¿Por qué y de qué modo se ha constitui-


do un pensamiento sobre la técnica, más
allá de la autonomización de las esferas
vitales y a propósito de su contraposición
con lo humano? ¿Cuál es el subsuelo de
invenciones materiales y de acontecimien-
tos filosóficos que lo ha permitido? Pablo
Rodríguez se detiene en tres episodios en
los que se engarzan la preocupación inte-
lectual y el desarrollo de los sistemas ciber-
néticos. El primero de ellos lleva el nombre
de Heidegger y trata la perseverancia en la
pregunta por el Ser. El segundo episodio es
situado bajo un nombre menos conocido
que el del filósofo alemán: el de Gilbert
Simondon, y de su idea de un humanismo
que debe inscribirse en los acordes de cada
época y traducir las efectivas creaciones
–también técnicas– del hombre. Y el últi-
mo es el que, entre Foucault y Sloterdijk,
interroga el fin del hombre. El enlace de
estos momentos es reflexión sobre la con-
temporaneidad pero también apuesta a un
“humanismo a la altura de nuestra existen-
cia”, despojado de lamentos y nostalgias.
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I partir de ella, los sistemas digitales. Hoy


la Tierra tiene en los satélites a millones
Pensar acerca de la técnica, delimitar un de espejos que orbitan alrededor de su
campo de reflexión sobre las tecnologías, superficie llevando y trayendo ondas,
son cuestiones tan recientes como ese ensanchando frecuencias. Los hogares
siglo que hemos dejado atrás hace muy se pueblan de artefactos y los cuerpos se
poco. Muchas otras ramas del arte y transforman en piezas tan maleables que
del pensamiento se habían constituido parecen hechos de plastilina. Los seres
en esferas independientes ya en el siglo humanos se preocupan por la salud de
previo, a partir de una serie de derivacio- todos, hombres, animales, vegetales, el
nes vertiginosas. La ciencia y la filosofía planeta entero, cuando hace dos siglos
recién comienzan a divorciarse en el siglo la medicina era poco menos que una
XVIII; de la filosofía se desprenderá defi- práctica colateral a los servicios fúnebres.
nitivamente la literatura y, en general, Como si todo esto fuera poco, debemos
la estética como forma de pensamiento considerar que la Revolución Industrial
sobre el arte, hará lo propio hacia prin- lleva poco más de 200 años de existen-
cipios del siglo XIX; a fin de siglo, de cia. Se trata de una secuencia demasiado
esa filosofía ya recortada florecerán las imponente como para no preguntarse
ciencias sociales y humanas. El siglo qué furia la anima.
XX se inaugura con una red extensa de El pensamiento sobre la técnica emerge
pensamientos propios acerca de la natu- a partir de esta respuesta, pero conviene
raleza, el arte, la sociedad, el ser humano, aclarar que esto sólo puede ocurrir a
etcétera. ¿Cómo es, entonces, que en condición de agrupar todas estas trans-
el seno de todas estas disposiciones, de formaciones bajo el rótulo de “técnica”
estas esferas cada vez más autónomas y o de “tecnología” y de oponerle algo
complejas, pudieron constituirse como que se llama “hombre”, ya que de lo
objeto la técnica y la tecnología, cuestio- contrario no se podría distinguir la con-
nes que, a primera vista, recorren trans- dición humana de sus creaciones. La
versalmente todas esas figuras? antigua Grecia fue pródiga en mitos
Una respuesta posible diría que el ritmo sobre la técnica, como el de Prometeo,
de estas derivaciones fue tan rápido y el Renacimiento se esforzó, sobre todo
como el de las revoluciones técnicas. en Italia y en los Países Bajos, en siste-
En menos de 250 años se multipli- matizar un conjunto de invenciones a
caron los medios de transporte con partir de la conjunción de una teoría
el tren, el automóvil, el avión y los y una práctica que serán luego lo que
viajes fuera de la Tierra; en la transmi- hoy llamamos “ciencia y técnica”. Pero
sión de signos a distancia se crearon en aquellos casos la técnica no era un
los medios masivos de comunicación tipo de realidad como la que retrata la
(radio, televisión), además del telégrafo, secuencia de los dos últimos siglos: técni-
el teléfono, Internet y todas sus variantes ca, por ejemplo, no se distinguía de arte,
portátiles (laptops, teléfonos celulares); ni industria de estética. Técnica refería
nacieron artes de indudable vocación simplemente a un modo particular de
técnica como la fotografía y la cinema- hacer que pertenece al hombre. Ahora
tografía; se edificaron sistemas técnicos bien, cuando el hombre hace tanto,
que rodearon con sus mallas cerradas al cuando se rodea de semejante modo de
mundo entero, como la electricidad y, a sus creaciones, parece inevitable inqui-

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rir sobre el límite del hombre consigo cular que pone en relieve el problema
mismo y respecto de sus invenciones. de la técnica. Este saber, procedente de
Todo pensamiento sobre la técnica supo- la cibernética y la teoría de los sistemas,
ne un tipo de humanismo que debe su postula que existe una identidad entre
existencia a la coincidencia temporal de el animal, el hombre y la máquina; que
una construcción conceptual “hombre”, muchas de las cuestiones que considera-
unos saberes cada vez más específicos y mos íntimamente humanas pueden ser
unas técnicas cada vez más desarrolladas. reproducidas artificialmente; que existe
Cuánto más “progresan” saberes y hace- un principio material en el universo que
res, más acuciante hasta ahora no ha sido explorado, que es
Todo lo que no es humano fue se vuelve la pre- la información; que es posible edificar
achacado a la técnica, que se gunta por el hom- un “megasaber”, una gran ciencia del
desligó del hombre de quien bre que los hace todo universal, en la cual la distinción
depende, y las tonalidades de evolucionar, y es entre hombre y máquina y entre natura-
las reflexiones dependieron de así como el pro- leza y artificio, se desvanece. La cuestión
optimismos y pesimismos res- blema del huma- es que, a diferencia de la reflexión sobre
pecto de este salto. Desde los nismo volvió en el la técnica, y más allá de las tensiones
cambios en la organización siglo XX a estar internas derivadas de semejantes axio-
del trabajo hasta la informa- en juego como en mas, este saber se extiende capilarmente
tización de la sociedad, desde la Antigüedad gre- en todo el mundo en la forma de lo
los campos de concentración corromana y cris- cotidiano: una computadora es la mate-
hasta la globalización, pasan- tiana o como en rialización de la metáfora del cerebro
do por las biotecnologías y el Renacimiento. artificial; un estudio genético es la reali-
los medios masivos de comu- En términos muy zación de la idea de información en bio-
nicación, todo fue colocado generales, este logía; la pérdida de puestos de trabajo
sobre el tamiz de la técnica. pensamiento par- en las fábricas de las llamadas “industrias
tió del supuesto de pesadas” se origina en la robotización
que el hombre había llegado demasiado de las cadenas de producción, al ser
lejos con la avalancha tecnológica que el robot aquel cerebro artificial nuevo
hemos mencionado y que es necesario unido a viejos sistemas mecánicos. El
hacer una evaluación del proceso com- suelo del problema de la técnica en el
pleto que lo trajo hasta aquí. Todo lo siglo XX está construido sobre estos dos
que no es humano fue achacado a la cimientos: la preocupación intelectual
técnica, que se desligó del hombre de y la nueva oleada cibernético-sistémica.
quien depende, y las tonalidades de las Vamos entonces a recorrer tres episodios
reflexiones dependieron de optimismos donde se ponen en juego el punto de
y pesimismos respecto de este salto. cruce entre ambos para abrir el paso a
Desde los cambios en la organización otra noción de técnica y de hombre.
del trabajo hasta la informatización de la
sociedad, desde los campos de concen-
tración hasta la globalización, pasando II
por las biotecnologías y los medios masi-
vos de comunicación, todo fue colocado El primer episodio es el pensamiento de
sobre el tamiz de la técnica. Martin Heidegger1. El siglo XX asiste
En segundo término, el siglo XX ha con él al primer intento agudo de que-
visto la emergencia de un saber parti- brar la alianza entre filosofía de la técnica

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y humanismo, único modo de compren- minación última o primera), él tiene una


der el ser técnico del hombre por fuera definición posible: “el hombre es el pas-
de la evaluación moral optimista o pesi- tor del Ser”. El hombre ha sido aquello
mista. Para Heidegger, es necesario echar que accedió a preguntarse por el ser y,
un vistazo a los humanismos que han desde los tiempos de los presocráticos,
imperado en Occidente desde la antigua aquello que ha olvidado que podía hacer
Grecia. Por un lado podemos distinguir esa pregunta. El hombre de los humanis-
el humanismo propio de la época greco- mos obtura el espacio del hombre como
rromana y más tarde del Renacimiento. pastor del Ser. Parafraseando a Sigmund
Este humanismo asume que el hombre Freud, que escribió que “donde está el
es el resultado de la destilación de una Ello, debe advenir el yo”, podríamos afir-
esencia arrancada a lo que la existencia mar que para Heidegger “allí donde está
animal tiene de bárbaro. El hombre ante el hombre, debe advenir el Ser”. En este
todo es aquel animal que se distingue del sentido, la técnica es uno de los modos
animal a secas por su carácter racional. posibles de ese olvido de la pregunta por
Por otro lado existen los humanismos el Ser, o directamente del olvido del Ser,
cristiano, marxista y existencialista, en y es por lo tanto un rostro posible del
donde el hombre es el proyecto de humanismo. Cualquier definición que
un mundo nuevo donde alcanzará su vincule íntimamente al hombre con la
realización como tal, pero no en tanto técnica se aloja dentro de este olvido.
que animal racional, sino como con- Preguntar qué es el hombre y qué es la
quista de su propia humanidad. Que la técnica sólo es posible a condición de
humanidad como dominio de la razón, permanecer cerca de la pregunta por el
y por ende racionalidad de un ser vivo Ser. Y desde esta pregunta el hombre
particular como es el hombre, implica aparece como aquel ser vivo, racional
a todos los humanismos por igual, es y dotado de lenguaje, que estima a la
algo de lo que Heidegger no duda. Sin naturaleza como un stock de energía a
embargo, en el cristianismo, en el pensa- liberar, algo que se hizo evidente a partir
miento de Hegel y de Marx, la conquista del Renacimiento. El hombre es alguien
de la razón en un mundo plenamente dispuesto a provocar a la naturaleza para
humano también supone realizarse a extraerle sus secretos, como predicaba
través del trabajo como transformación Francis Bacon, un ser de acción y no de
de la naturaleza. El ser humano, como contemplación y asombro (como en el
viviente, sólo logra su humanidad con el caso de que se pregunte por el Ser). El
sudor de su frente, la fatiga de su cuerpo hombre domina el mundo. El trabajo
y las ampollas de sus manos. es una de las formas de esa dominación,
Heidegger pone entre paréntesis estos y de ninguna manera puede predicarse
principios y muy en especial el del tra- una liberación que no sería otra cosa
bajo, para poder pensar el hombre fuera que el carácter extremo de esa domina-
de los humanismos occidentales. Y allí ción. Así, razona Heidegger, si el siglo
encuentra la presencia imponente de XX atestigua todas las transformaciones
la técnica. Aunque Heidegger declare que hemos mencionado al comienzo, si
en la Carta sobre el humanismo que hay muestra a un hombre encajonado entre
que dejar de preguntarse por la esencia los peligros desatados por la energía
del hombre en el sentido habitual del atómica y la tecnificación extrema que
término “esencia” (fundamento o deter- supone la cibernética, no se trata de una

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deshumanización, sino del resultado III


obvio de la imagen de la humanidad
como conquista de la naturaleza en un El segundo episodio es desplegado por el
doble sentido: primero, en tanto cons- filósofo francés Gilbert Simondon2. Para
titución de una relación sujeto-amo Simondon, la cultura occidental, parti-
versus naturaleza-esclava; y segundo, cularmente la intelectualidad, ha creado
dentro del mismo hombre, en tanto un prejuicio inútil frente a la técnica que
dominio de lo natural en él (la anima- le impide reconocer en los artefactos la
lidad) por medio de la constitución del realidad humana que los ha creado. Esa
sujeto moderno (la racionalidad). La distancia que observa Heidegger entre el
pregunta por la técnica se transforma en hombre y la técnica, más allá de que esté
la pregunta por el hombre, y ésta en la originada en una crítica al humanismo y
pregunta por el Ser. su pretensión de conquista del mundo,
Frente a quienes se rasgan las vestiduras no hace más que extender este prejuicio.
por la tecnifica- Toda tecnofilia o tecnofobia proceden
El hombre domina el mundo. ción de la huma- de esta matriz; una celebra que el hom-
El trabajo es una de las for- nidad, Heidegger bre esté en condiciones de superarse en
mas de esa dominación, y de señala que ella está la máquina, mientras la otra pretende
ninguna manera puede pre- contenida en el hacernos tomar conciencia del modo en
dicarse una liberación que no proyecto mismo que nos hemos enajenado.
sería otra cosa que el carácter del humanismo. La técnica es simplemente el conjunto
extremo de esa dominación. Pero quienes se de las acciones en las que los hombres
escandalizan tie- exteriorizan algunas de sus características
nen al menos un motivo válido para consideradas esenciales, dice Simondon.
hacerlo. El hombre del humanismo, De allí que cada época tenga el huma-
el hombre que se pavonea como señor nismo que le corresponde. El problema
del mundo, ya no puede reconocerse del humanismo del siglo XX, encargado
en aquello que ha dominado y corre el de interpretar la avalancha tecnológica,
riesgo de ser sobrepasado por esas mis- es que se maneja con nociones propias
mas fuerzas que ha desatado. Dicho de de una época anterior. Podemos decir
otro modo: el hombre quizás ya no esté que durante los últimos 250 años el
más a la altura de la técnica moderna. hombre procedió a exteriorizar espec-
Y, hay que decirlo, esto sí preocupa a tacularmente algunas de sus facetas: la
Heidegger. Ahora bien, en la medida comunicación en el sentido de trans-
en que se trata del destino del hombre misión de signos a través de los medios
moderno, de su propio proyecto, no masivos e interactivos, la transformación
debemos esperar de él una acción ten- de la materia a través de las máqui-
diente a enfrentar este problema. “En nas termodinámicas, la organización de
el peligro está la salvación”; “Sólo un artefactos alrededor de sistemas tec-
dios puede salvarnos”: estas frases de nológicos autónomos. El humanismo
Heidegger expresan hasta qué punto no que afirma la distancia entre hombre
cabe imaginar nada bueno ni malo de y técnica sólo reconoce en el hombre
la situación actual, sino simplemente su a un “portador de herramientas”. No
concreción final, y en ese momento, si el puede admitir que las facultades de
planeta sigue existiendo, quizás emerja expresión sean transferidas a lo artificial.
luminoso el tan olvidado Ser. Tampoco puede aceptar que el hombre

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mismo haya creado ensambles materia- legaron. Esto quiere decir que esa razón,
les que son, ellos mismos, “portadores antes íntimamente humana, puede estar
de herramientas”. Y mucho menos le distribuida en las invenciones tecnológi-
puede parecer normal que haya sistemas cas de los hombres, y de hecho es ese el
técnicos que se relacionen entre sí sin caso de los experimentos cibernéticos y
mediación humana pues, según él, sólo sistémicos por crear “máquinas lógicas”
el propio cuerpo del hombre podría –algo que data de los tiempos de Leibniz
conectar estos sistemas. Si Simondon y Descartes–, que desembocan en las
fue un agudo intérprete de la cibernéti- computadoras y los procesadores infor-
ca, si le otorgó un estatus filosófico sin máticos. Sin la mediación de la razón, el
igual, fue porque encontró allí la enun- hombre de todos modos no será un sim-
ciación explícita del fin de la mayoría de ple animal, ya que el propio animal, y en
los humanismos que conocemos. general la vida entera, pasa a ser inter-
La identidad que establece la cibernética pretada en términos de información.
entre animal, hombre y máquina echa ¿Qué puede significar para la imagen del
por tierra la figura del animal racional hombre el hecho de ser genéticamente
que griegos, romanos y renacentistas nos muy parecido a una bacteria, a la mosca

Simondon-Rodríguez,
por Juan Rearte

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de la fruta o a la oveja Dolly? ¿Qué Simondon, Heidegger parece haber sido


consecuencias tiene para esta imagen la muy fino y determinante en lo que tiene
equivalencia informacional que ni la teo- que ver con el humanismo, pero no ha
ría de la evolución, con la equiparación sabido ser tan preciso respecto de la téc-
entre el simio y el hombre, pudo llevar nica; de hecho, es probable que ambos se
tan lejos? La vida es información, dice la complementen, exactamente allí donde
corriente principal de la biología mole- se desanuda el nexo entre humanismo y
cular, y como tal la información permite técnica en la modernidad, para abrir el
el intercambio entre especies animales, camino a otro pensamiento. Heidegger
humanas y seres artificiales. estimaba que el reino de la técnica
La otra vertiente de los humanismos moderna, y la caducidad del hombre en
definidos por Heidegger también resul- su seno, era la realización más acabada
ta afectada. En primer lugar, el trabajo de la metafísica occidental, esa metafísica
como transformación de la naturaleza que se erigió a partir del olvido de la pre-
deja de ser la esencia del hombre por gunta por el Ser. Simondon, en cambio,
la sencilla razón de que el hombre cree más atinado hacer una ontología de
ha logrado exteriorizar completamente la técnica que sólo en última instancia
esa función. La competencia entre el encuentre al hombre, de manera que
hombre y la máquina y la alienación los humanismos pasibles de una genea-
resultante, analizada hasta sus últi- logía no son sólo, como en Heidegger,
mas consecuencias por Marx, es para los originados en religiones, filosofías y
Simondon un fenómeno del siglo XIX. políticas, sino fundamentalmente aque-
Es probable que esa alienación esté llos que fueron definiendo al hombre en
tomando otros carices aún más inquie- relación con la actividad que realizaba en
tantes, pero entonces debemos, una vez el mundo y que, efectivamente, lo dife-
más, descartar el portar herramientas rencia de cualquier otra existencia en este
como algo específicamente humano. mundo: la técnica. Entonces podríamos
En segundo lugar, la realización del decir que la tecnificación que desde hace
hombre como un proyecto y su huma- dos siglos domina el mundo humano
nismo aliado deja de tener asidero representa una suerte de culminación
cuando la cibernética y la teoría de los de la metafísica que se manifiesta en el
sistemas comienzan a suponer que en la paso de los elementos y los individuos
vida, así como en el artificio, hay “obje- a los conjuntos técnicos. Los elementos
tos dotados de un proyecto”, según la técnicos eran aquellos que necesitaban
expresión del biólogo francés Jacques del cuerpo humano para completarse
Monod3. Aquí Simondon sostiene que como seres técnicos; los individuos téc-
se nos ha liberado del “prestigio incon- nicos estaban formados por elementos
dicional de la idea de finalidad”4. Esto y por cuerpos; en cambio, los conjuntos
no quiere decir que el proyecto del técnicos están articulados de tal modo
hombre sea el mismo que el de la que el cuerpo humano no necesita com-
materia, en principio, sino que hay que pletar la actividad5. El humanismo de los
definir lo que es proyecto y finalidad siglos XIX y XX no puede aceptar que el
por fuera de una secuencia ordenada hombre sea desbancado como individuo
por un objetivo, para que pueda seguir técnico e interpreta esta situación como
teniendo un rostro humano. una deshumanización alienante. Ahora
Desde la perspectiva que nos ofrece bien, la cuestión es, según Simondon,

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plantear la posibilidad de un humanis- el hombre y la técnica en el siglo XX,


mo que esté a la altura de los saberes y Foucault sienta las bases de un nuevo haz
las prácticas que el hombre mismo lleva de pensamientos que completan de algún
a cabo en este mundo y no en la teoría modo la aventura en la que se embarca-
de las ideas de los intelectuales esclareci- ron Heidegger y Simondon. El propio
dos. Si nos desembarazamos de los viejos Heidegger, a pesar de rechazar térmi-
humanismos, el hombre seguirá siendo nos como “inhumano” o “deshumano”,
“el director de orquesta de una sociedad identificaba a la
de objetos técnicos”6, aunque ya no sea el cibernética como Si nos desembarazamos de los
hombre de los humanismos. uno de los mayo- viejos humanismos, el hom-
res peligros de los bre seguirá siendo “el direc-
que quizá brota- tor de orquesta de una socie-
IV ría la salvación, dad de objetos técnicos” 6,
en la medida en aunque ya no sea el hombre
¿Podrá el hombre borrarse “como en que tecnificaban la de los humanismos.
los límites del mar un rostro de arena”7? vida y el lenguaje.
Como Simondon, Michel Foucault se Si “el habla es la casa del Ser”, como reza
hace esta pregunta por lo humano a otra de las grandes afirmaciones heideg-
partir de las condiciones históricas que gerianas, es porque cumple un doble rol:
permiten la aparición del hombre y de por un lado, es aquello que los humanis-
la técnica. Foucault encuentra en el siglo mos han trazado a lo largo de la historia,
XIX y en saberes recientes y aparente- pero por el otro es aquello que permite
mente distantes lo que Heidegger ya levantar las barreras del hombre para
había establecido en la genealogía de los dejar advenir al Ser. No parece ser casual
humanismos comenzando por los anti- que Foucault, influido por Heidegger,
guos griegos. Efectivamente, el hombre haya confiado el abandono definitivo del
se define por la vida, por el trabajo y por humanismo al estallido del lenguaje que
el lenguaje. El hombre es un ser que vive, comienza en el siglo XIX en la literatura
y que además de vivir habla; un ser que y en la filosofía. Y tampoco es casual que
vive y habla y que además trabaja. Este Gilles Deleuze afirme que Foucault no
hombre no aparece en las elucubraciones pudo notar que era en el mundo de la
de los filósofos sino en los hospitales, las vida y del trabajo donde más palpable
cárceles, las fábricas, los cuarteles, los psi- se hacía el abandono del hombre. La
quiátricos. Y si estas elucubraciones pue- cuestión es colocar esa lupa tan precisa ya
den estar articuladas con los hospitales o no en las disposiciones del siglo XIX sino
las cárceles, es porque media una episte- en las del siglo XX. Y allí se prolonga el
me, una sutil composición de saberes que segundo episodio, pues lo que Foucault
pueden o no ser ciencias, pero que recorta parece heredar de Heidegger es lo que
un campo de lo que es posible ver, decir y Deleuze recoge de Simondon.
pensar en una época. El humanismo del “Ha sido necesario que la biología se
siglo XIX, el de la episteme moderna, se transforme en biología molecular, o que
respira en una celda, un aula o una sala de la vida dispersada se agrupe en el código
máquinas, so pretexto de buscar convertir genético. Ha sido necesario que el trabajo
a esos seres en hombres: seres a la vez dispersado se agrupe o reagrupe en las
vivientes, parlantes y trabajadores. máquinas de tercer tipo, cibernéticas e
En este tercer episodio del vínculo entre informáticas [...] El hombre tiende a libe-

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rar en él la vida, el trabajo y el lenguaje”8. de actividades, estén a la vista de quie-


Deleuze no duda en escribir que estamos nes “piensan” el hombre. Por lo pron-
ante una versión inédita del superhombre to, como cierre de este tercer episodio
imaginado por Nietzsche, un compuesto y ensayo de apertura a otros más que
nuevo donde el hombre entra en relación vendrán, podemos anotar que:
con fuerzas que antes pertenecían a su • si la vida puede ser reproducida arti-
interior. Este “liberar en él” del hombre ficialmente, o intercambiada entre
podría marcar su superación, pero no en seres vivientes y artificiales, es que
un sentido dialéctico, sino como posibi- la vida no es algo humano o que lo
lidad de pensar una figura humana por que se ha llamado vida no es vida.
fuera de los humanismos históricos9. Se • si el pensamiento, como secuencias
trata de atisbar, como decía Simondon, lógicas, puede ser reproducido arti-
el humanismo propio para una época ficialmente, es que el pensamiento
que ya no define al hombre por la vida, no es algo humano o que lo más
el trabajo y el lenguaje10. íntimo y humano del pensamiento
Otra versión posible es hablar de lo in- no reside en las secuencias lógicas.
humano. Para Jean-François Lyotard, • si el trabajo como transformación
por ejemplo, la técnica en el siglo XX, de la naturaleza puede ser realizado
estructurada a partir de la cibernética y enteramente por una máquina, es
la teoría de los sistemas, es inhumana (tal que el trabajo no es lo que por siglos
como apuntaba Heidegger), en la medi- entendimos o, más bien, que el tra-
da en que externaliza todo aquello que bajo no es la esencia del hombre.
se suponía más íntimamente humano • si el lenguaje como código y trans-
(como decía Simondon). Cabría pre- misión puede ser delegado a apa-
guntarse acerca de un nuevo humanismo ratos técnicos, es que, o bien el
que hable de lo inhumano; qué ocurriría lenguaje tampoco es lo propio del
si “los humanos, en el sentido del huma- hombre, o bien el lenguaje como
nismo, estuvieran obligados a llegar a ser código y transmisión no es algo
inhumanos”, o si “lo ‘propio’ del hombre demasiado humano.
fuera estar habitado por lo inhumano”11. En todos los casos, los humanismos im-
Una tercera variante es hablar de lo pos- perantes no tendrían más motivos para
humano, aquello que viene después de escandalizarse ante cada avance técnico,
lo humano pero cuya definición positiva pues la ley implícita de estas conjeturas
aún desconocemos. En esa senda se en- sería la siguiente: todo aquello que pue-
cuentra el alemán Peter Sloterdijk, quien, de ser reproducido artificialmente no es
en una célebre conferencia sobre la Carta del orden de lo humano, y por lo tanto
sobre el humanismo de Heidegger, estima no habría nada deshumanizador que
que entramos una época cuyas bases son sea moralmente reprochable si el hom-
“poshumanísticas”12. bre se embarca a hacerlo. Quizás esta
Llegados a este punto, parece sensato falta de escándalo haga desaparecer a
poner un coto a los prefijos que pueden estos humanismos, que viven de la que-
adosarse a lo humano e imaginar qué ja. Y quizás, si miramos qué hombre se
será del hombre y de la técnica cuando relaciona hoy con qué técnica, quede
las evidencias de esta transformación allanado el camino de una existencia
producida en el siglo XX, y que todos sin humanismo o de un humanismo a
presentimos diariamente en un sinfín la altura de nuestra existencia.

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La técnica como dilema filosófico N° 6 | Primavera 2007

NOTAS

1. Vamos a referirnos a los siguientes textos de su autoría: “Carta sobre el humanismo” (en Heidegger y Sartre,
Jean-Paul, Sobre el humanismo, Buenos Aires, Sur, 1960), “La pregunta por la técnica” (en Ciencia y técnica,
Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1983), Serenidad (Barcelona, Ediciones del Serbal, 2002) y “Len-
guaje de tradición y lenguaje técnico” (en revista Artefacto. Pensamientos sobre la técnica, N° 1, Buenos Aires,
CBC-UBA, diciembre de 1996).
2. Simondon (1924-1989) ha escrito una obra fundamental para comprender la filosofía de la técnica contem-
poránea, a la cual vamos a referirnos aquí: Du mode d’existence des objets techniques (Paris, Aubier, 1989),que
será publicada próximamente por la editorial Prometeo. El pensamiento de Gilbert Simondon es uno de los
más fecundos y todavía no demasiado explorados de la actualidad. Para un análisis de las líneas posibles que se
pueden trazar entre Simondon y Heidegger, ver Jean-Yves Chateau, “Technophobie et optimisme technologi-
que modernes et contemporains”, seguido de “La question de l’évaluation de la technique”, en VV.AA., Gilbert
Simondon. Une pensée de l’individuation et de la technique, Paris, Albin Michel, 1994.
3. Jacques Monod, El azar y la necesidad. Ensayo sobre la filosofía natural de la biología moderna, Barcelona,
Tusquets, 1993.
4. Simondon, op.cit., p. 104.
5. La obra de Lewis Mumford, uno de los epicentros del pensamiento sobre la técnica del siglo XX, hacía
una clasificación parecida cuando hablaba del paso de la herramienta, dependiente en la actividad técnica
del cuerpo humano, a la máquina-herramienta, menos dependiente, y de allí a la máquina, que organiza una
clausura sobre sí misma respecto de ese cuerpo a través de la automatización de la actividad. Ver “Preparación
cultural”, en Técnica y civilización, Madrid, Alianza, 1982.
6. “Lejos de ser el vigilante de una tropa de esclavos, el hombre es el organizador permanente de una
sociedad de objetos técnicos que tienen necesidad de él como los músicos tienen necesidad del director
de orquesta. El director de orquesta solamente puede dirigir a los músicos por el hecho de que toca como
ellos, tan intensamente como todos ellos, el fragmento ejecutado; los modera o los apura, pero se ve igual
de moderado o apurado que ellos; de hecho, a través de él, el grupo de músicos modera y apura a cada inte-
grante, y el director es para cada uno de ellos la forma en movimiento y actual del grupo mientras existe; es
el intérprete mutuo de todos en relación con todos. Del mismo modo, el hombre tiene como función ser el
coordinador e inventor permanente de las máquinas que están alrededor de él. Está entre las máquinas que
operan con él” (Simondon, op.cit., pp. 11-12).
7. Michel Foucault, Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas, Siglo XXI, México, 1997, p. 375.
8. Foucault, Buenos Aires, Paidós, 2005, p. 169.
9. Se trata de una radicalización del hecho nietzscheano de la muerte de Dios que arrastra consigo la del
hombre. “Y el sujeto de este nuevo discurso, aunque ya no hay sujeto, no es el hombre o Dios, todavía menos
el hombre en el lugar de Dios. Es esta singularidad libre, anónima y nómada que recorre tanto los hombres
como las plantas y los animales independientemente de las materias de su individuación y de las formas de su
personalidad; superhombre no quiere decir otra cosa, el tipo superior de todo lo que existe. Extraño discurso que
renovaría a filosofía, y que finalmente trata el sentido no como predicado, como propiedad, sino como aconte-
cimiento” (Deleuze, “De las singularidades”, en Lógica del sentido, Buenos Aires, Paidós, 2005, p. 123).
10. Aquí es necesario aclarar que son precisamente características del lenguaje tal como fuera entronizado du-
rante el siglo XX –por el estructuralismo, por el “giro lingüístico”, por la hermenéutica– las que operan como
denominador común en el continente cibernético-epistémico: información está ligada a código, transmisión,
expresión, ya sea en la biología molecular o en las telecomunicaciones, en la proxémica o en la informática, en
la terapia sistémica o en las neurociencias. Es obvio que estas nociones no agotan el problema del lenguaje, pero
es de este modo como opera respecto de la cuestión de la técnica que queremos tratar.
11. Lo inhumano. Charlas sobre el tiempo, Buenos Aires, Manantial, 1998, p. 10.
12. Peter Sloterdijk, “Reglas para el parque humano”, en Pensamiento de los Confines N° 8. Buenos Aires, Dio-
tima, 2000. Esta conferencia generó una gran polémica con Jürgen Habermas en torno de las consecuencias de
la ingeniería genética en el destino de la humanidad. Sloterdijk, como Deleuze, retomaba ciertos tópicos nietzs-
cheanos, como el del superhombre o los procesos de domesticación y cría de seres humanos, algo intolerable a
los oídos de humanistas clásicos. En cierta forma, Habermas y Sloterdijk cristalizaron los episodios que hemos
recorrido aquí en una escena de carácter dramático entre viejos y nuevos humanismos. El filósofo español Félix
Duque ha realizado un análisis detallado de esta escena en “Sloterdijk o la libertad por la tecnología” (En torno
al humanismo. Heidegger, Gadamer, Sloterdijk, Madrid, Tecnos, 2002).

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Tecnologías y técnicas de la
globalización en Zygmunt Bauman
Por Rubén H. Ríos

Zygmunt Bauman ha organizado y difundi-


do algunas de las imágenes más extendidas
para pensar la globalización: sus libros han
salido del círculo de los expertos, interpe-
lando a públicos más ampliados. ¿En qué
planos del pensamiento pueden leerse sus
difundidos análisis sobre la modernidad
líquida? Rubén Ríos se aboca a la tarea de
situarlo en diálogo y debate con la inter-
pretación heideggeriana, con las críticas
foucaultianas y con la perspectiva marxista
de la enajenación. En un recorrido preciso
y erudito por su obra, Bauman es tratado
como un intelectual moderno que, como
muchos de sus antecesores, sitúa el feti-
chismo de la mercancía como clave de una
comprensión general. Para Ruben Ríos,
una nueva atención sobre las tesis de los
Manuscritos económico-filosóficos de Marx
permite situar la técnica en relación al tra-
bajo humano. El trabajo hace extraños, a la
vez, la naturaleza, el cuerpo y la potencia
humana: la vida, lejos de ser algo amena-
zado por la instrumentalidad técnica es
aquello que ya enajenado produce nuevas
coerciones. En este recorrido por Bauman
se plantean, así, dilemas que lo atraviesan
pero que requieren la imbricación con
poderosas filosofías anteriores.
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Quizá Martin Heidegger, que solía de la globalización como una asfixiante


equivocarse mucho, se equivocó al res- corrección política al enfoque heide-
tarle importancia a la determinación ggreano de la técnica. Buena parte de
del sistema social y económico de la la inspiración de Bauman, al menos
civilización planetaria tecno-científica desde Ética posmoderna (1995), tiene
que vislumbraba en El final de la filo- como fuente el horizonte ético abierto
sofía y la tarea del pensar, a comienzos por Emmanuel Levinas, cuyo amor
de los ‘60. Se sabe que Heidegger por la justicia y la alteridad se trans-
rechazaba la interpretación antropoló- mite a Bauman
gica de la técnica concebida como un sin reservas; otra La globalización prolonga el
instrumento neutro, un medio para parte, y quizá de despotismo de la economía de
fines. Incluso, quizá La pregunta por la fondo, arraiga mercado hasta los confines del
técnica está orientada contra el mate- en la vieja ética planeta, cerrándose hacia el
rialismo histórico o cierto marxismo; socialista y liberal Otro y sometiéndolo al dolor
como en ese texto Heidegger piensa con sus grandes y la penuria, la marginación y
la  “esencia” de la técnica, todo el estandartes de la humillación, la miseria y la
universo humanista del sujeto/obje- libertad, igualdad esclavitud; es decir, todo aque-
to  implica la técnica  como dominio y fraternidad. Se llo que la sensibilidad filosó-
de los entes. El trabajo mismo ya comprende que el fica y sociológica de Bauman
es instrumental,  “técnico”, mediación orden (o el des- rechaza con horror y malestar.
entre el “hombre” y la “naturaleza”. orden, más bien)
El sistema industrial como complejo del capitalismo global, para este pen-
de máquinas (automatización de la sador ya octogenario formado en las
herramienta) deviene directamente de ideas de Gramsci y seducido por el
esta posición del trabajo. Desde luego giro posmoderno, conforma la más
que a Heidegger le preocupaba más la gigantesca aventura de destrucción cul-
suerte del mundo aprehendido por la tural y humana jamás emprendida. La
técnica y el lenguaje físico-matemático globalización prolonga el despotismo
que  la explotación económica de los de la economía de mercado hasta los
hombres por medio del plusvalor. En confines del planeta, cerrándose hacia
todo caso, para él, algo así se hace el Otro y sometiéndolo al dolor y la
posible cuando los hombres han sido penuria, la marginación y la humilla-
capturados –como cualquier ente– por ción, la miseria y la esclavitud; es decir,
la técnica “provocante de la natura- todo aquello que la sensibilidad filosó-
leza”. Suponiendo que la explotación fica y sociológica de Bauman rechaza
económica cese en un orden socialista, con horror y malestar. En suma, se
el problema heideggereano de la téc- trata de la voz de un intelectual moder-
nica como instrumento para los fines no sin ilusiones respecto de la moder-
del hombre se mantiene. El asunto de nidad pero tampoco de la sociedad
fondo para él, como lo enfatiza en la de consumo, la cual no sería más que
entrevista del Spieguel, es la técnica pla- el sistema del fetiche de la mercancía
netaria, la civilización tecno-científica y ascendido a modelo globalizador.
no el orden social que lo acompaña. El problema de Bauman se refiere al
Por el momento, el análisis de Zygmunt rumbo ético y político que han tomado
Bauman de la “modernidad líquida” las sociedades occidentales a partir de
resuena en el cielo turbulento de la era la caída del Estado de Bienestar y del

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colectivismo soviético, si bien muchos una inmersión en las aguas desencan-


elementos de la barbarie globalizadora tadas del pensamiento posmoderno.
ya se hallaban en el racionalismo uni- En ese sentido, Legisladores e intérpre-
versalista moderno. En La hermenéutica tes (1987) arroja una mirada furiosa y
y las ciencias sociales (1978), Bauman reprobatoria sobre el proyecto moder-
rompe con el estatuto científico de las no (en gran medida un proyecto de
ciencias sociales y los principios ilus- dominación tecnológica del ente, al
trados de éstas –formalizados en Marx, decir de Heidegger) y sus guardabos-
Weber, Mannheim, Talcott Parsons, ques convertidos en constructores de
entre otros– “culturas de jardín” contra el fondo
La modernidad se presenta desde una pers- arrasado de “culturas silvestres”. La
como una especie de “partido pectiva de herme- figura prínceps de la modernidad sería
del orden” que se autoasig- neuta (del griego el intelectual “legislador”, en contra-
na el diseño racional de la hermenëutikós, posición con el “intérprete” como
totalidad antropológica y del “explicación”, héroe posmoderno; el primero inves-
ente desde la luz implacable “interpretación”) tido de la autoridad de la Razón lleva
de las ideas y, por lo tanto, iniciado en la fini- en sus hombros la organización del
del conocimiento como poder tud radical com- mundo por medio de la educación y
–algo que, por otro lado, ya se prensiva del cir- la cultura. La modernidad se presen-
perfilaba en Platón. culo hermenéuti- ta como una especie de “partido del
co de Heidegger orden” que se autoasigna el diseño
y las ideas en consonancia de Dilthey. racional de la totalidad antropológica
De esa época proviene, al parecer, su y del ente desde la luz implacable de las
admiración por la obra de Borges, y por ideas y, por lo tanto, del conocimiento
el relato “La busca de Averroes” (en El como poder –algo que, por otro lado,
Aleph), que a su juicio postula la impo- ya se perfilaba en Platón. Este “legis-
sibilidad de rebasar el ser-en-el-mundo lador” ilustrado del mundo comienza
y hace estallar la oposición lógica entre a decaer no bien Marx, Nietzsche y
consenso y verdad. En ese texto de Freud lanzan sus dardos envenenados
Bauman ya irrumpe en germen la ética sobre el yo cogitante y la concien-
de la alteridad posterior y la relación cia autotransparente del racionalismo.
tensa y ambigua que mantiene con el El intérprete posmoderno, y en esto
legado moderno, aunque sin resignar Rorty tiene el lugar de abanderado
algunas afinidades; por ejemplo, con para Bauman, por decir lo menos,
el historicismo de Marx. En realidad, culmina el proceso moderno hacia su
la globalización se le aparece como la propia inmolación en el fuego del des-
misma modernidad en su fase posmo- plazamiento perpetuo de los límites
derna –en sus términos– “líquida”. mundanos, pero no está más allá del
estigma de la modernidad. Bauman,
como Habermas, entiende que ésta
1. Modernos, posmodernos y globales incluye la posmodernidad como una
revisión de sus propios fundamentos,
Ese concepto de “modernidad líqui- aunque a diferencia de aquel encuen-
da”, en todo caso, constituye el aporte tra que el proyecto moderno es nece-
de Bauman para la dilucidación del sariamente inconcluso y, quizá más
complejo global y lo obtiene luego de todavía, indeterminado.

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Si el “fin de los metarrelatos” de En La globalización (1998), Bauman


Lyotard supone un nuevo relato, hay vuelca toda su pasión ética y crítica
que admitir con Bauman (según dice sobre las premisas y consecuencias
en La ambivalencia de la modernidad, nefastas de los procesos globales sig-
2001) y con el mismo Lyotard, por nados por la degradación y la margi-
otro lado, que no se puede ser moder- nación social. El eje de la hegemonía
no sin ser primero posmoderno. El del capitalismo global se sostiene en
proyecto de la modernidad cultural ha que mientras éste es extraterritorial y
fracasado, según Legisladores e intér- móvil, el estado-nación y las sociedades
pretes, no tanto por sus respuestas e son locales e inmóviles. La desterrito-
ideales críticos y éticos, sino porque rialización del capital se habría llevado
tomó una dirección equivocada con a cabo luego de lo que Bauman llama
la implantación de la razón instru- la “Gran Guerra de Independencia
mental (la “esencia” de la técnica para del Espacio”, durante la cual los cen-
Max Horkheimer) y la racionalización tros de poder y decisión abandonaron
social que fragmentaron la sociedad, técnica y tecnológicamente las restric-
creando las condiciones para que la ciones territoriales y el compromiso
economía de mercado la integrara con la comunidad. Más que al “fin de
bajo los hechizos de la mercancía y la historia” asistiríamos al “fin de la
el consumismo. Esto no significa que geografía”, en palabras de Virilio, por
el potencial crítico de la modernidad efecto de la velocidad instantánea de
haya sido sepultado definitivamente las telecomunicaciones y cuyos recur-
bajo los horrores y las delicias merca- sos tecnológicos en manos de los capi-
dotécnicas de la globalización. La ética talistas globaliza-
de la alteridad de Bauman, que sigue dos favorecen la El poder global, como si obe-
una estrategia hermenéutica, precisa- emergencia y el deciera a una espiritualiza-
mente quiere evitar la universalidad de encapsulamien- ción hegeliana de la tierra, es
la verdad racional y legislativa que ha to de una elite etéreo e incorpóreo, flotante
caracterizado el lado oscuro de la inte- móvil extraterri- y ciberespacial, aunque las
ligencia moderna. Reponer o redimir torial. El poder reterritorializaciones se hacen
la modernidad, de este modo, supone global, como si sentir tanto en las economías
como obstáculo insalvable la globali- obedeciera a una locales (sobre todo en las que
zación del capital trasnacionalizado, espiritualización abandona a su suerte, después
cuyas actuaciones planetarias y locales hegeliana de la de expoliarlas) como en las
rebasan el estado-nación o lo someten tierra, es etéreo e tecnofortalezas de seguridad
al vasallaje y atomizan la sociedad en incorpóreo, flo- máxima de la elite global.
individuos “individualizados” dedi- tante y ciberespa-
cados por entero al ámbito privado cial, aunque las reterritorializaciones
en desmedro del público. Por esto se hacen sentir tanto en las economías
Bauman cree, al igual que Castoriadis, locales (sobre todo en las que aban-
a quien suele citar con frecuencia, dona a su suerte, después de expo-
que aquello que distingue la situación liarlas) como en las tecnofortalezas de
contemporánea de la modernidad es seguridad máxima de la elite global.
la pérdida del cuestionamiento de sí Paralelamente, el territorio para los
misma; rasgo éste, por decir así, que locales tiende a transformarse en una
define a la cultura moderna. prisión, un espacio hostil donde el

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viejo Nomos de la tierra –al que Carl según la ONU, los ingresos de los pri-
Schmitt consideraba isomorfo a la meros 358 multimillonarios globales
soberanía del Estado moderno– ha (Bill Gates, entre otros) equivalen a los
dejado paso a multitudes de parias de aquellas 2.300 millones de personas
urbanos y excluidos. más pobres que configuran el 45% de
La vigilancia panóptica descripta por la humanidad. En otras palabras, las
Foucault ha caducado, según Bauman, causas de la pobreza local son globales.
reemplazada por otro dispositivo: el En consecuencia, es en los problemas
Sinóptico, en el de seguridad internos (y fronterizos)
La apatía política y el con- cual ya no unos generados por los desechos humanos
formismo respecto del estado pocos observan a y excluidos de la burbuja extraterri-
de cosas, que la economía de muchos sino a la torial de la globalización donde ésta
mercado aprovecha para arti- inversa. El sinop- –o mejor: los portavoces y gurúes
cular a la red social en torno a tismo correspon- locales– requiere y promueve el poder
la mercancía y el afán de lucro de a las relaciones de policía del estado-nación e, incluso,
y consumo como proyecto de de poder globa- la criminalización de la pobreza. En el
vida [...], se vincula con el fra- les expresadas en confinamiento local, esta doctrina de
caso y la corrupción de las uto- los medios de la Ley y el Orden tiene mucho éxito
pías modernas y los “metarre- c o m u n i c a c i ó n ya que el miedo y la incertidumbre
latos” y, también, con el retiro de masas, en reinan en los sombríos basureros de la
del estado-nación desbordado especial teleópti- globalización. La cárcel, como se sabe,
por las fuerzas globales y la cos; a diferencia forma parte de los mecanismos de pro-
pasividad interesada del libe- del Panóptico, ducción social de crimen.
ralismo político que considera el Sinóptico no La atmósfera enrarecida y aterrorizante
a la globalización un determi- obliga u oprime de la dimensión local del poder global,
nismo cuasiteológico. sino seduce a según el Bauman de En busca de la
“vigilar” a unos política (1999), se sintetiza con exacti-
pocos rigurosamente seleccionados, tud en la palabra alemana Unsicherheit:
tanto local como globalmente, pero “inseguridad”, “incertidumbre”, “des-
siempre prima la relación del local protección”. Lo cual hace, desde luego,
que observa al global en el éxtasis de que los individuos “individualizados” y
la sociedad de consumo. En última autoreferenciales, los ciudadanos deve-
instancia, la globalización neutraliza nidos consumidores en alza o defec-
en su espiral de extraterritorialización tuosos, sean incapaces de concebir una
(total en el capital financiero, casi total solución colectiva para lo que expe-
en el comercial y muy desarrollado en rimentan como una amenaza para la
la industria) no sólo las identidades propia integridad física y la propiedad
nacionales forjadas por el legislador privada. La sociedad contemporánea de
moderno, sino también otro de los individuos de la modernidad social, que
grandes inventos de la modernidad: el de acuerdo a Hobbes surge del miedo
estado-nación. Bauman afirma que, en generalizado de los unos por los otros,
rigor, éste ha sido expropiado por la responde al Unsicherheit con el reclamo
“piratería” del capitalismo trasnacional masivo de más y mejor seguridad. El
en camino a una nueva estratificación aumento de ésta, como ha ocurrido en
de distribución de la riqueza que hiela casi todas las grandes urbes occidentales
la sangre –un sólo dato sobre esto: durante el auge del neoliberalismo bajo

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la invocación (explícita o implícita) de única responsabilidad, el fruto dulce


la “tolerancia cero”, para Bauman no ha o amargo de su autodeterminación y
eliminado la angustia y el miedo sino ha autoafirmación como individuos libres
conducido a un recrudecimiento de la y autónomos; esto no quiere decir que
soledad de los individuos, de la descon- todos o la mayoría de los individuos
fianza y la suspicacia mutua, dividiendo cuenten con recursos aptos para cum-
y fragmentando aún más una sociedad plir con ese individualismo narcisista
fragmentada de por sí. La apatía política y solitario del consumo y la autorrea-
y el conformismo respecto del estado lización. Por el contrario, la libertad
de cosas, que la economía de mercado de elección que sostiene la resolución
aprovecha para articular a la red social biográfica de problemas sociales (y
en torno a la mercancía y el afán de morales), para Bauman está atravesa-
lucro y consumo como proyecto de da de ilusión y esclavitud, en cuanto
vida (fenómeno, dicho de paso, que cualquier elección de estos individuos
jamás hubiera imaginado Sartre ni tam- enajenados del Otro o bien se efectúa
poco Weber), se vincula con el fracaso dentro del “imaginario social” (al decir
y la corrupción de las utopías modernas de Castoriadis) del consumo o bien
y los “metarrelatos” y, también, con el en relación a opciones preformadas y
retiro del estado-nación desbordado por sobredeterminadas de antemano por la
las fuerzas globales y la pasividad intere- invasión de lo privado sobre el espacio
sada del liberalismo político que consi- público. El individualismo posmoder-
dera a la globalización un determinismo no, como una ingenua mosca captura-
cuasiteológico. Bauman piensa que, por da en la telaraña de lo social, pretende
el contrario, falta (y acaso nunca estuvo) gestionarse individualmente prescin-
un espacio público y privado a la vez diendo de factores que dependen de lo
–el ágora– que conecte la libertad indi- colectivo. El consumismo es un estilo
vidual con la responsabilidad pública y de vida y, como tal, humilla y denigra a
donde lo privado se traduzca en temas todos aquellos que han quedado expul-
públicos y a la inversa. sados de los patrones y circuitos del
consumidor por motivos no sociales (lo
que sería verdad) sino individuales.
2. Los individuos líquidos Mientras que Bauman propone que
la libertad individual genuina se con-
En la posmodernidad (o modernidad sigue y se mantiene colectivamente,
“líquida”) lo privado ha colonizado la sociedad de consumo posmoderna
lo público, la libertad individual ha se dirige hacia la privatización de las
avasallado y vaciado de contenido la condiciones que aseguran y garantizan
vida colectiva. La sociedad de consumo el ejercicio de aquella; al hacerlo salta
posmoderna ya no es más un sistema por encima justamente de los males
de productores sino de consumido- sociales que llevaron al callejón sin
res; o, en otras palabras, sobre todo salida de la inseguridad y el miedo.
produce individuos “individualizados” En ausencia de un ágora, de un espa-
que asumen su lugar en el banquete cio público-privado, que permitiría la
del consumismo –medido según la alquimia de transformar lo privado
aproximación a los esplendores de la en público, los problemas privados se
elite global móvil– como la propia y exhiben en los talk shows de las pan-

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tallas televisivas globales, inundando sólido se disuelve en el aire (por lo que


la esfera pública de la comunicación quizá hasta se podría pensar, acaso,
masiva de miserias intimas y dra- en una modernidad “gaseiforme”) ni
mas domésticos. El espacio público- bien el espíritu moderno emprende
privado que formula Bauman ataca la disipación del orden del Ancien
el moldeado subjetivo individualista Régime para instaurar el propio de
de la sociedad de consumo envuelta acuerdo al cálculo y la planificación
en el marasmo del Unsicherheit y el técnico-racional. La “disolución de
estado-nación como médium de los los sólidos”, en realidad, consiste en la
poderes globales y principal escollo liberación radical de todo lastre ético
para la justicia social. En cierto modo, o doméstico, religioso o comunitario,
la apatía política se difunde en la político o cultural, de la actividad
medida que las instituciones polí- económica. En adelante el nexo real
ticas creadas por la modernidad se que une a los miembros de la sociedad
encuentran también penetradas por moderna será el dinero, dejándola sin
lo privado y se muestran impotentes ninguno de los viejos “sólidos” (ya
de ofrecer programas alternativos a los bastante erosionados, si se sigue a De
impuestos por los poderes globales. Tocqueville) a merced de las leyes de
El ágora representaría ese puente o la economía y la razón instrumental.
nexo entre lo público y lo privado de Este nuevo orden de la modernidad
manera que las desdichas individuales “sólida”, como la denomina Bauman,
se traduzcan en soluciones colectivas fundaba su solidez en la estructura
y las desgracias sociales en preocu- económica y en la rigidez de sus arte-
paciones y ocupaciones individuales. factos y tecnologías de producción
Sin embargo, tanto porque los anti- que dominaban la vida humana en
guos espacios públicos-privados han su totalidad. A medida que se eman-
caído en la insignificancia o funcionan cipaba la economía de cualquier ata-
como parques temáticos, el ágora no dura, la libertad individual le siguió
ejerce ningún interés sobre esta “socie- los pasos, volviendo aún más rígido
dad de los individuos”. y obturado el orden de los “subsiste-
En Modernidad líquida (2000), mas” de la base económica. El endu-
Bauman propone que el individualis- recimiento y la falta de opciones de
mo de la sociedad de consumo –piedra éstos aumentarían en correlación con
basal de la globalización– comienza la desregulación y la liberalización, la
cuando se disuelven todas las limita- “flexibilización” y la liberación de los
ciones y autolimitaciones de la liber- mercados, la fluidez de los capitales y
tad individual de elegir y actuar que la disminución de los impuestos.
hasta ese momento eran frenadas por En la modernidad “líquida” –en la
algunas técnicas antiindividualizado- posmodernidad– lo que se disuelve
ras de la modernidad “sólida”. Ésta, si son los lazos entre los individuos y la
bien lo propio de lo moderno sería su sociedad, entre las elecciones indivi-
fluidez y poder de licuefacción, com- duales y las colectivas, entre los pro-
prende el período del final del feuda- yectos de vida y los proyectos políticos
lismo hasta los tiempos posmodernos y sociales. La fase pospanóptica en la
(o posindustriales) ya estrictamente que habría ingresado el poder extrate-
“líquidos”. Como diría Marx, todo lo rritorial de la globalización, más bara-

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ta y liviana que las anteriores instala- estilo de Orwell o Huxley– que alerta-
ciones y técnicas panópticas circuns- ban sobre los peligros totalitarios de la
criptas al territorio, revela a Bauman modernidad “sólida” y la homogenei-
que llega a su final el compromiso zación de los individuos despojados
“fordista” entre trabajo y capital, entre de su autonomía y de su capacidad de
empleadores y empleados, entre indus- autoafirmarse como diferencia. Todo
triales y obreros. No se trataría ya de eso, en el análisis de Bauman, pertene-
conquistar nuevos territorios sino de ce al pasado; los dilemas y denuncias
derrumbar todas las barreras que blo- de Marcuse o de Adorno han perdido
quean el flujo mundial de los poderes vigencia y, aún peor, ya no inquieta
globales –si bien la ocupación militar a ninguno de los individuos “libres”
de Irak por parte de EEUU desmiente que han soltado amarras de cualquier
o relativiza esta tesis de Bauman, salvo nexo con las presiones burocráticas y
que represente el último coletazo de panópticas del sistema de poder del
la modernidad “sólida” por medio capitalismo territorial. En la sociedad
de un pesado estado-nación todavía de consumo compuesta de indivi-
imperial o una drástica y cruenta rete- duos “individualizados”, lo público,
rritorialización del capitalismo extra- que encarnaba el monstruoso estado-
territorial en busca de botines locales nación en su época de hierro, ya no
de valor global. Hasta cierto punto, subyuga lo privado, sino a la inversa.
la visión del mundo contemporáneo Pero, a pesar de que sólo se permite
de Bauman se asemeja a la de Negri y que florezcan todos los lenguajes y
a la de Deleuze y Guattari, haciendo prácticas que tienen como finalidad
una superposición entre “imperio” y elevar los objetivos privados y los
“máquina abstracta”, ya que como en cuerpos individuales a rango superior
ellos –en el esquema global/local– el (en clave hedo-
poder se hace invisible y ubicuo; una nista, para el Bell La desintegración del tejido
elite global móvil que gobierna como de Las contradic- social resultaría de esa huida y
“amos ausentes” fluyendo virtual o ciones culturales descompromiso con el destino
realmente en todo el planeta. La des- del capitalismo), local y territorial de los globa-
integración del tejido social resultaría Bauman distin- les celestes que para fluir en
de esa huida y descompromiso con gue una enorme su orbitación mundial deben
el destino local y territorial de los distancia entre ser eliminar todo control y traba,
globales celestes que para fluir en su individuo de jure toda frontera o estado-nación
orbitación mundial deben eliminar y serlo de facto; la en rebeldía, toda trama social
todo control y traba, toda frontera o misma que exis- demasiado densa.
estado-nación en rebeldía, toda trama te, en una pala-
social demasiado densa. bra, entre “tener” y “ser”. Esta brecha
La modernidad “líquida” es, para excede la autogestión individual de la
decirlo de una vez, un montón de biografía propia y sólo se podría zanjar
fragmentos a la deriva. El incremento en el campo político, en el ágora, el
de la libertad individual ha traído apa- espacio público-privado en el cual se
rejado la impotencia y la obsolescencia alcanzan soluciones públicas para los
(como cualquier otra mercancía pos- problemas privados. En el pasaje de
moderna efímera) de la “teoría crítica” consumidor a ciudadano el individuo
y de las distopías tecnocráticas –al de jure preludia su condición de facto,

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la sustitución de la libertad negativa ha ido desprendiéndose de la necesi-


por la positiva, al vencer los mol- dad que regía éste último para entre-
des individualizadores que desligan garse con fruición al deseo y luego
su autonomía de la que la sociedad al “anhelo” del consumo masivo que
obtiene en su conjunto. provee la variedad y la “identidad”
La defensa de la autoconstitución del individual del consumidor. La vida en
individuo frente a las grandes máqui- la modernidad “líquida” se parecería
nas sociales del racionalismo de la cada vez más a la vida televisada, y si
modernidad “sólida”, como se aprecia no carece de gracia; esto por contami-
por ejemplo en la lectura que hace nación del sinoptismo global.
Marcuse de los Manuscritos económico-
filosóficos de Marx, es innegable, pero
hay que preguntarse si esto no juega a 3. La pesadilla ciberpunk
favor del individuo de facto más que
del de jure. En todo caso, Bauman La ciudad paradigmática de los glo-
no se detiene a examinar las posibili- bales, en la cual se evitan los efluvios
dades latentes en la teoría crítica, a la y miasmas de los desechos locales,
que juzga un poco anarquista, ante la correspondería a la que el arquitecto
urgencia de renovar el horizonte de la británico George Hazeldon constru-
emancipación y combatir críticamen- ye cerca de Ciudad del Cabo, cuyo
te la cooptación de lo público por lo criterio primordial se aboca a lograr
privado. En el tecnocapitalismo fluido el aislamiento perfecto de sus habi-
y globalizado las normas se han vuelto tantes del resto de la humanidad. La
laxas y borrosas, ciudad de Hazeldon, Heritage Park,
En el tecnocapitalismo fluido y y la planifica- se alza sobre 500 acres y básicamente
globalizado las normas se han ción racional y la consiste en una versión tecnológica
vuelto laxas y borrosas, y la pla- razón instrumen- de la ciudad medieval amurallada y
nificación racional y la razón tal habrían des- protegida por observatorios de guar-
instrumental habrían desapare- aparecido tras las dias armados, fosos, puentes levadizos,
cido tras las velocidades lumíni- velocidades lumí- vigilancia electrónica y cercos electri-
cas y la huida hacia los paraísos nicas y la huida ficados; su propósito superior sería la
secretos de la elite global. hacia los paraísos realización de la seguridad máxima
secretos de la elite que ningún sistema local de cerrojos y
global. Según Bauman, aquella frase precintos alcanzaría con igual eficacia.
de Margaret Thatcher –“no existe la En cierto modo, Heritage Park hace
sociedad”– o la otra de Peter Drucker realidad el sueño (inconfesable quizá)
–“la sociedad ya no salva”– declaran el de las capas medias altas y bajas sobre
fin de las técnicas de ingeniería social las que descansa la exterritorialidad
de la modernidad pesada (y todo el presurizada de la elite global, del que
constructivismo local) y el nacimiento se vislumbran cierto pálido destello
oficial del capitalismo light, leve como en los hoteles internacionales o los
el aleteo de esa mariposa que en el otro shopping. En éstos se está, como indi-
extremo del mundo tiene como efecto ca Bauman, “en otra parte” –son los
un cataclismo. En el mismo sentido, no-lugares que ya investigó Augé, en
el principio de placer que Freud ponía donde se consumen las sensaciones de
bajo el yugo del principio de realidad, la mercancía en una autotransparen-

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cia purificada y segura entre iguales. en un permanente presente, sin pasa-


A la invisibilidad de los globales, los do ni futuro. La experiencia de esta
“espacios vacíos” de sentido de los cultura de lo fluido y la instantanei-
templos del consumo le agregan la dad, en la que el capital trasnacional
invisibilidad de la suciedad y la escoria se disemina por todas partes y por nin-
local, en una tercera modalidad a las guna, para Bauman se asemeja a la de
que descubrió Lévi-Strauss (la antro- los pasajeros de un avión que en pleno
poémica y la antropofágica, “vomitar” vuelo descubren que no hay nadie en
y “devorar”) para tratar lo intratable la cabina del piloto. La idea de progre-
de la alteridad del Otro. Mientras más so no se ha esfumado sino, también, se
crece y se difunde la uniformidad de ha desregulado y privatizado; ahora el
los individuos “individualizados”, y que progresa es el individuo, siempre
más fluidos y frágiles son los vínculos y cuando pueda controlar un presente
sociales, más se despierta el miedo ante laboral plagado de contratos breves e
los extraños y desconocidos; sobre este inciertamente renovables. Las nuevas
horror al Otro se montarían las políti- imágenes físicas del universo cola-
cas segregacionistas y de pureza étnica boran poco con esto a decir verdad,
(y de clase, además) que recorren la ya que si antes Dios no jugaba a los
modernidad “líquida”. dados (como decía Einstein) ahora los
En contraste con las antiguas cultu- dados juegan con Dios; la teoría del
ras, la era de la globalización fluida caos y de las catástrofes, la mecánica
abomina de lo eterno y duradero y cuántica y otras entidades aleatorias
rinde culto (o cultiva) a lo efímero y como el principio de incertidumbre,
transitorio, a la mortalidad del cuer- implican un altísimo grado de indeter-
po sacralizado –último reducto de la minación y casualidad en los procesos
seguridad– por innumerables técni- del mundo. Por esto, al tornarse el
cas de ortopedia y longevismo que futuro un laberinto, el azar y la sorpre-
la sociedad disciplinaria de Foucault sa derrotarían a la Razón.
jamás imaginó. La vigilancia ahora se La incertidumbre de la modernidad
ejercería en el límite entre el cuerpo posmoderna, por otro lado, eleva la
y el mundo exterior, prestando suma presión individualizora; y en buena
atención a los orificios y las superficies medida, a trasluz del empleo precario
de contacto. La gratificación de la y flexibilizado, nadie sabe qué destino
satisfacción instantánea, leve y ligera le aguarda. El trabajo, que la moder-
como el aire acondicionado y fugaz nidad sólida estimaba como fuente de
como las noticias que caducan ni bien riqueza, ya no ocupa el centro de la
se emiten, evita cualquier consecuen- producción, sencillamente porque ésta
cia ulterior y se prefiere a la duración y ya no coordina el beneficio capitalista
a lo sólido, de la misma manera que el en la economía de mercado. Bauman
gigantismo industrial y las tecnocracias sostiene que la principal fuente de
territoriales (lentas y pesadas) se debi- ganancias son las ideas, las cuales se
litan en su poderío ante los teléfonos producen sólo una vez, y no los obje-
celulares y las computadoras portátiles tos materiales que se reproducen en
de los globales desterritorializados en conformidad con las primeras y en
red comunicacional. Como ya han función de los consumidores reales
señalado Debord y Virilio, viviríamos o potenciales, con respecto a quienes

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la fuerza de trabajo o el número de que regimentan la economía de merca-


trabajadores contratados es un aspecto do mundial, abandonando la “movi-
secundario. La ética protestante del lización” de las naciones, para legiti-
trabajo en los términos de Weber, marse; en cuanto aquel, por definición,
como ya lo adelantó Bell a mediados está confinado al territorio, carece de
de los 70, se desmorona poco a poco medios eficaces para detener y controlar
en confrontación con la estética del el libre juego fluido y ultraveloz del tec-
consumo que promete satisfacción nocapitalismo extraterritorializado. Por
inmediata (al menos desde la inven- eso, desde el punto de vista de Bauman,
ción de las tarjetas de crédito) en vez la globalización es sobre todo un desafío
de la postergación indefinida de la ético planetario que convoca a crear las
gratificación del consumo. Pero ésta, instituciones (un
en opinión de Bauman, se parece derecho interna- El estado-nación se cava su
mucho al pharmakon de Derrida, en cional, insistía el propia tumba al plegarse a las
cuanto es una droga que cura y enve- último Derrida) fuerzas globales que regimen-
nena a la vez y que por esto mismo capaces de obtu- tan la economía de mercado
debe suministrarse en pequeñas dosis, rar los canales mundial, abandonando la
de tal modo que nunca se alcance de expansión de “movilización” de las nacio-
una gratificación plena sino siempre las fuerzas glo- nes, para legitimarse; en cuan-
un nivel gratificante que no termina bales y someter- to aquel, por definición, está
nunca de gratificar. La incertidumbre las a supervisión confinado al territorio, carece
y la inseguridad que emanan de la política y ética. de medios eficaces para detener
precarización del empleo, además, se O, dicho de otro y controlar el libre juego fluido
agravan cada vez con cada innovación modo, no existen y ultraveloz del tecnocapitalis-
tecnológica. El desempleo estructural soluciones locales mo extraterritorializado.
enseña, sin sombra de duda, que en la a problemas glo-
sociedad de consumo globalizada todo bales. En esta tarea crítica, los enemigos
es desechable –la “sociedad-kleenex” de Bauman son los partidarios de la
de Lipovetsky–, los seres humanos Endlosung (“solución final”), los “pan-
incluidos, y que por lo tanto lo razo- glossianos” (de Pangloss, el leibnizia-
nable (ya no lo “racional”) consiste en no personaje del Cándido de Voltaire,
gratificarse con lo que se pueda y aquí quien cree que vive en el mejor de
y ahora –es decir, no future, la proféti- los mundos posibles) como Fukuyama,
ca consigna punk. cuya tesis acerca del “fin de la historia”
El estado-nación que sobrevive a la –si bien en la versión edulcorada del
acción disolvente de los globales, para neoliberalismo, hay que decirlo– quiere
colmo, ya no llama a sacrificar la vida culminar el devenir histórico en una
individual en su desacreditado nombre. sociedad injusta y humillante para la
De acuerdo con Hobsbawn, citado por mayoría como si se tratara de la glorifi-
Bauman, a menos que un Estado nacio- cación de la humanidad.
nal tenga petróleo, es muy fácil y barato
comprar al gobierno de turno, separarlo
de la nación e integrarlo bajo el rol de 4. Una utopía sin topos
gendarme a la globalización “líquida”.
El estado-nación se cava su propia En La sociedad sitiada (2002), una
tumba al plegarse a las fuerzas globales de sus obras más logradas, Bauman

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entiende que en los tiempos pospa- El espacio nómada de los negocios glo-
nópticos no hay forma de control bales se encuentra así casi completamen-
social más eficiente que la incertidum- te fuera de coordenadas ético-legales,
bre y la inseguridad que azota a las y del alcance institucional del estado-
sociedades de la modernidad “líquida”; nación y sus principios democráticos.
pero, además, no se han extinguido La abolición de impuestos y vallas al
los medios “sólidos” de mantener a libre comercio de la iniciativa econó-
los excluidos y parias aislados a cierta mica del capital global, que afecta a
distancia. Lo transitorio y frágil de los zonas enteras del planeta, bastarían para
vínculos sociales y humanos (las rela- imponer el dominio que en otras épocas
ciones amorosas, por ejemplo) parece sólo se lograba comprando empresas
ser la mejor opción en un mundo nacionales o por acciones militares de
fluido e inestable a velocidad creciente ocupación territorial. La precariedad de
que exige a los individuos “individua- los circuitos económicos locales no sólo
lizados” un máximo de flexibilidad y sería el factor decisivo para disuadir de
de adaptación. Con todo, mientras cualquier resistencia al poder global,
éstos cada vez más amplifican sus como indica Bordieu, sino la cláusu-
“libertades”, más impotente se vuelve la de garantía para que los inversores
la sociedad como “bien común” o reterritorialicen el capital orbital con
espacio público en ausencia de un expectativas absolutas de ganancia. La
ágora que reúna los intereses privados globalización sólo existe, a juicio de
con los colectivos, con el resultado de Bauman, a condición del quiebre y el
la pérdida de autonomía tanto de los vaciamiento de la soberanía del estado-
individuos como de la sociedad, por nación; en realidad, por poco que se
igual incapaces de cambiar nada del piense, no podría ser de otra manera en
estado de las cosas. Más bien sucede a que el capital globalizado fluye irrestric-
la inversa. El impacto mundial de pro- tamente imponiéndose como sistema de
gramas televisivos como Big Brother incertidumbre mundial. Con todo, para
o The Weakest Link (“El eslabón más Bauman, el ataque terrorista sobre el
débil”, una competencia de equipos Word Trade Center muestra a las claras
por dinero donde se eliminan uno a que ya nadie, ni la potencia tecnológi-
uno a todos los compañeros) se debería ca y militar más poderosa y rica de la
a que simplemente en ellos se celebra, tierra, está en posición de desvincularse
por medio de un rito de laboratorio del resto del mundo. A la extraterrito-
massmediático, la desechabilidad de rialidad del capitalismo global, por lo
los seres humanos tal y como ocurre tanto, lo acompaña como su sombra la
en lo real; estos juegos de exclusión inseguridad como problema extraterri-
premian al que sobrevive a costa de torial que difícilmente se resuelva (como
dejar de lado cualquier otro valor que proclama la administración Bush) por
no sea ganar. El mensaje es claro: no medios territoriales. Los atentados terro-
hay opción para los individuos que no ristas del fundamentalismo islámico le
sea triunfar en la competencia de todos deberían mucho a la inseguridad pro-
contra todos –en el fondo, una parodia vocada por el mismo flujo del capital
de retorno al “estado de naturaleza” global, cuya ley “líquida” requiere de
hobbesiano (si alguna vez no fue otra espacios virtuales y reales desregulados y
cosa) en términos sólo económicos. exentos de intervención política o legal.

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La inseguridad global, que sólo en talecer la doctrina posmoderna (spen-


segunda instancia se expresa como ceriana, a decir verdad) del “individuo
inseguridad personal, se haría por contra la sociedad”.
completo posible en un espacio glo- En otros términos: se acabaron, en
balizado que se caracteriza por una la era de la globalización, las estatuas
estructura de frontera. En éste ya no de la libertad que saludan a las masas
cuenta la delimitación del terreno oprimidas y empobrecidas al llegar a
o del territorio, sino la velocidad y la tierra prometida de la modernidad.
la astucia de los movimientos –es Si la Declaración de la Independencia
una guerra de fronteras, donde las de los EE. UU. estableció en el siglo
batallas y ocupaciones territoriales XVIII que la felicidad era un derecho
no asegura la victoria definitiva, ya universal, hoy aquella promesa aplazada
que los enemigos son extraterritoria- incesantemente para el porvenir está
les y tan flexibles y flotantes como en duda; el optimismo del progreso ya
sea necesario. Los terroristas estarían no se asocia con el telos de la libertad
tan interesados como aquellos que y el bienestar humano, sino con un
los combaten en mantener el desor- automatismo tecnicista sin propósito
den mundial generado por el flujo que gira sobre sí mismo. Para Bauman,
del capitalismo global; esa sería una parece muy improbable que el desenca-
de las más importantes razones que denamiento del proceso tecnológico se
imposibilitan ganar la guerra contra detenga en algún punto, una vez reali-
el terrorismo, ya que los adversarios zada su finalidad, simplemente porque
comparten el interés de conservar el no tiene ninguna sino sólo su propia
espacio de frontera de la globalización. autogeneración sin fin. El progreso tec-
Sin una política global que sujete a los nológico (y esto
estados-nación y al capital trasnacio- lo ha adivinado, La felicidad del consumidor
nal bajo el imperio de una ley univer- pese a su propia líquido-moderno –o mejor: el
sal, los terrorismos de cualquier signo ideología, Stephen olvido de ella– se alcanzaría
(estatal o no) se encuentran con las Hawking) no por el placer instantáneo de
condiciones óptimas para desplazarse soluciona todos obtener sensaciones del objeto
y propagarse en una tierra de nadie los problemas; y no por la posesión de él; el
cuyas fronteras se han volatilizado. por el contrario, valor de uso se ha subsumido
Al decir de Baudrillard parafrasean- los multiplica, y en su valor de gratificación,
do a Clausewitz, la guerra declara- en primer lugar aunque ya se adelantaría algo
da por el bloque anglonorteamerica- los creados por las de ello en el acto de comprar
no al terrorismo es la continuación mismas tecnolo- como promesa de placer.
por otros medios de la “ausencia de gías que llevan en
política” global –o también, inclu- sí mismas sus propios desastres. Más
so quizá, recordando a Foucault, la todavía: la hipótesis del Armagedón,
no-política como continuación de la la cual postula que en cierto grado de
guerra económica introducida por el su desarrollo una civilización tecnoló-
poder de los globales a escala mundial. gica se autodestruye, alerta acerca de
Bauman, en cualquier caso, cree que la lo único que detendría la evolución sin
coalición antiterrorista ha contribuido finalidad de la tecnología. Lo mismo
más todavía a la anarquía y al caos de sucedería con el consumo que ha deja-
la frontera planetaria, y también a for- do atrás la relación de medios a fines

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para constituirse como su propia finali- cambio, un espacio público-privado


dad sin fin, en un remedo de la estética de traducción continua y doble de los
kantiana pero sin nada sublime. El sis- asuntos privados en públicos, de los
tema económico del consumo funciona intereses colectivos en derechos y obli-
a base de reducir el tiempo entre el uso gaciones individuales, y para el cual la
del objeto y su conversión en basura; en televisión –como promotora de polí-
el extremo, se producen ya como ésta ticas de vida en vez de sociales (con
de entrada, con lo que a mayor desa- todos sus ídolos teleópticos confun-
rrollo de la economía consumista, más didos con líderes de opinión o de la
desechos y no sólo de cosas. buena vida individual)– no comporta
La felicidad del consumidor líquido- más que un obstáculo insalvable.
moderno –o mejor: el olvido de ella– En la modernidad “líquida”, los
se alcanzaría por el placer instantáneo medios de comunicación de masas
de obtener sensaciones del objeto y no suspenden el mundo en una serie de
por la posesión de él; el valor de uso se acontecimientos inconexos y discon-
ha subsumido en su valor de gratifica- tinuos tan contingentes como nebulo-
ción, aunque ya se adelantaría algo de sos, cuya función consistiría en hacer
ello en el acto de comprar como pro- del ciudadano parte de un “público”
mesa de placer. El consumidor no cesa difuso que presencia el espacio públi-
nunca de recomenzar en la búsqueda y co (o lo queda de él) como un con-
el consumo (una actividad totalmente sumidor de eventos “reales” y ya no
destructiva) de nuevas experiencias como actor social. Al menos, desde
sensoriales. Hacia la primera década la terminal de las redes comunicacio-
del siglo XXI, según datos de Attali nales, el consumidor puede sentirse
que recoge Bauman, habrá a cada bajo protección ante la incertidumbre
instante más de 2.000 millones de global, pero –como dice Bauman– hay
televisores encendidos a la vez en todo cierta afinidad entre “hacer el mal”y
el mundo, de modo que no se sabrá “no resistirse a él”. En la medida
del todo en que difiere éste de su que todos somos espectadores locales
imagen televisada bajo los códigos de y globales, el espectáculo mundial
captura de lo real de la economía de del sufrimiento y la desdicha de la
mercado. Los televidentes globales de mayoría de la humanidad, si es que
la sociedad de individuos están unidos no optamos por la insensibilidad (una
por su aislamiento y soledad, por el posibilidad nada desdeñable, por otro
egocentrismo que se refugia en el con- lado), nos obliga a expiar culpas y
sumo o el entretenimiento estanda- a justificarnos de algún modo, pese
rizado antes que por el acercamiento a que cada uno se sienta del todo
a los otros que padecen los mismos inocente de la barbarie globalizado-
problemas “personales” que ellos. La ra. Como afirma Petrüska Clarkson,
televisión sería un agente primordial citada por Bauman, la inocencia no es
para metamorfosear lo exterior en excusa para abrazar la inacción ante el
interior, los problemas sociales en dra- dolor humano. El prólogo de Sartre a
mas subjetivos, lo político en secuen- Los condenados de la tierra de Fanon
cias biográficas. El ágora que Bauman ya puso en debate, en otra época, la
propicia (quizá ingenuamente) como cuestión de la responsabilidad ética
renacimiento de la política, traza, en del espectador de monstruosidades; en

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todo caso, quizá sin la indiferencia del mundo sin valores que pretende durar
“público”, muchas de las atrocidades eternamente. La disfunción máxima,
contemporáneas se hubieran evita- según esto, de la economía capitalista
do o no habrían llegado demasiado globalizada a través de la domina-
lejos. Bauman piensa, en efecto, que ción política, militar y tecnológica de
sobre el espectador pesa la culpa por Occidente a nivel mundial, se con-
omisión, de la cual ningún veredicto centra en la producción planetaria de
legal lo exime, y la infracción a la desechos humanos –ya no en la explo-
incondicionalidad de la responsabili- tación que denunciara Marx en el siglo
dad humana ante el Otro que apren- XIX a través del “plusvalor”, sino en la
dió de Levinas. La “teleciudad” tiene exclusión progresiva de amplias masas
como consecuencia el aflojamiento de de indigentes y miserables a los que se
la capacidad de discriminación y, al les niega cualquier identidad. Ellos son
fin, el adormecimiento. la “clase inferior” de la globalización.
De modo similar a los comienzos de la
modernidad, el capitalismo global (es
decir, una red supranacional de capital, 5. Biopoder y enajenación
saber y capital de saber) ha impuesto
sobre los hombres el “nexo del dinero” Bauman observa que estos parias pla-
como prácticamente el único de modo netarios, que emergen hasta en las
de enlace social, más allá del radio de grandes metrópolis globalizadas, for-
acción y la legalidad del estado-nación man el ejército de los que han sido
y de toda mesura ética. La elite global despojados de su bios y degradados en
móvil no responde más que a las reglas zoé, en conformidad con las categorías
de la economía de mercado mundiali- que toma del Agamben de El poder
zada, desatando fuerzas económicas que soberano y la nuda
pueblan la tierra de hambre y desechos vida. No obs- El “umbral de modernidad
humanos. Los estallidos de antiglobali- tante, Bauman biológica”, que marca el naci-
zación, que se suceden periódicamente no desarrolla lo miento del biopoder, se pro-
en todas partes del planeta y sobre todo suficiente el con- duce cuando la especie y el
en los enclaves locales de la extraterri- cepto de biopo- individuo como simple cuerpo
torialidad de los poderes globales, pare- der que extrae de viviente, como zoé, se sitúa bajo
cen la única alternativa posible ante la Agamben más el objetivo de las estrategias
pasividad y el silencio de la sociedad de que de Foucault, y técnicas políticas del poder
los individuos. A diferencia de los cons- lo cual hubie- soberano del estado-nación.
tructores de la modernidad “sólida”, la ra completado
elite global “líquida” no tiene ninguna su diagnóstico no sólo acerca de los
misión histórica ni cultural que cum- residuos humanos generados por el
plir, ni le interesa convencer a las masas vuelo rasante de los poderes globales,
ni a sus ejecutores técnicos de nada, ni sino en especial la comprensión del
menos aún administrar o gobernar el estado-nación y sus dificultades para
nuevo “orden” mundial. Se trataría de torcer la violencia y la impunidad de
una utopía sin topos, sin territorio, que las reterritorializaciones de aquellos.
ha agotado el mundo, sellado cualquier Para Agamben, las palabras griegas
acceso a un “afuera”; o, como afir- bios y zoé designan dos modos de vida:
ma Bauman en Identidad (2005), un el último, el simple hecho de vivir

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(común a dioses, hombres y anima- irrumpe la tendencia a la indiferen-


les), y el primero, la forma o manera ciación de la exclusión y la inclusión
de vivir propia de un individuo o un de zoé y bios que mantenía separados
grupo. El “umbral de modernidad el viejo poder soberano en la figura
biológica”, que marca el nacimiento de la exclusión inclusiva, hasta que la
del biopoder, se produce cuando la zoé se pone como bíos, la “nuda” vida
especie y el individuo como simple como forma de vida; la democracia, en
cuerpo viviente, como zoé, se sitúa este sentido, es el bíos de la zoé. En el
bajo el objetivo de las estrategias y pensamiento de Agamben, el “estado
técnicas políticas del poder sobera- de excepción” (que la administración
no del estado-nación. El biopoder, Bush extiende al planeta) define el
por consiguiente, lleva adelante una concepto límite de la doctrina del
animalización del hombre (una sin- Estado y del derecho, en cuanto limi-
gularidad, según el Agamben de La ta con la propia vida y la incluye-
comunidad que viene), una reducción excluye como zoé. El estado-nación,
a mera vida biológica, a “nuda” vida; por lo tanto, arraiga en el corazón de
es decir, a zoología. la “modernidad biológica” desde el
La historia del biopoder, en el estudio mismo momento que coloca como
de Agamben, comienza con el homo objeto de sus técnicas políticas a la
sacer romano –el primer paradigma del mera vida, a la zoé biológica.
espacio político de Occidente– cuya Bauman conoce estas tesis de
doble naturaleza de “sagrado y maldi- Agamben, pero corta el hilo de la
to” se incluye en el orden jurídico bajo delgada línea que separa la inclusión
la figura de la exclusión. Este esquema de la exclusión –en la que se apresa
de exclusión inclusiva está a la base del a la nuda vida– del “estado de excep-
concepto de poder soberano elaborado ción” y del poder soberano del Estado
por Schmitt, ya que como afirma en La moderno. La coincidencia de la zoé
dictadura o Teología política, soberano con el espacio político del estado-
es aquel que decide sobre el “estado de nación, para él, en tanto práctica del
excepción”. El Estado moderno pre- biopoder, no tiene vigencia en la era
cisamente se funda, como “dictadura de la globalización. Del mismo modo
revolucionaria”, sobre la relación de que el estado-nación cede sus funcio-
excepción, la inclusión que excluye, nes económicas y socio-culturales a
en tanto estructura político-jurídica las fuerzas globales de la economía de
originaria que localiza y fija el Nomos mercado desregulada, también lo haría
de la tierra. En otras palabras, la ley con las técnicas anatomopolíticas y
soberana presupone lo no jurídico biopolíticas descriptas por Foucault.
(el caos), incluyendo a la vida como Los desechos humanos planetarios
una excepción en el derecho que se (emigrantes, refugiados, mendigos,
suspende normativamente –se aplica desocupados, etc.) serían la nuda vida
desaplicándose– para sostenerse en –la zoé– generada por el capitalismo
cuanto ley. Con el Estado moderno global de la modernidad “líquida”,
del biopoder, que convierte el “estado y en relación con lo cual el estado-
de excepción” (economía de guerra, nación sólo presta el servicio de guar-
estado de sitio, conmoción interna, dián de la ley. Esto significaría que
etc.) en regla, al decir de Benjamin, los globales por sí mismos y sin ayuda

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del poder soberano deciden acerca del puro instrumento exterior, ajeno al
“estado de excepción”, lo que parece trabajador, para satisfacer necesidades
bastante difícil de aceptar. En tanto (artificiales o no) fuera del trabajo. Si
no existe un superestado universal de la actividad productiva misma con-
la elite global, el estado-nación como siste en la enajenación de la actividad
biopoder necesariamente sigue fun- vital humana, los instrumentos de la
cionando como productor concreto producción –la técnica, la tecnología–
de nuda vida y el único agente capaz entonces también se han enajenado.
de la “fuerza de ley” necesaria para Por consiguiente, el trabajo como
hacer respetar las banderas sombrías medio para fines de satisfacción de
del “estado de excepción”, como lo la vida individual hace de la natura-
demuestra sin ir más lejos la adminis- leza algo exterior al hombre (cuando
tración Bush en su asalto planetario. para Marx aquella supone el “cuerpo
La complicidad del estado-nación con inorgánico” de éste), hace extraño al
el saqueo global posibilita el sosteni- hombre su propio cuerpo. De todo
miento de las técnicas de la moderni- ello, la propiedad privada resulta la
dad biológica, y ya no para sustentar consecuencia inexorable, la realización
su poder soberano, sino para atarlo del trabajo enajenado, de la relación
al carro del vencedor globalizado del externa del trabajador con el trabajo,
viejo Nomos de la tierra. con la naturaleza y consigo mismo y,
No obstante, recurriendo al Marx a la vez, también, el medio por el cual
de los Manuscritos, aquel a quien el trabajo se enajena, por el cual se
Heidegger quizá ha intentado refutar actualiza la enajenación.
y Bauman no presta atención, en el El trabajo enajenado, para Marx, dela-
concepto de trabajo enajenado se ofre- ta la vida enajenada de la vida, la
cería la clave del carácter instrumental vida que se toma a sí misma como
de la técnica y la destrucción de la medio de vida. El trabajo enajenado,
tierra; esto en tanto lo que define al en cuanto medio exterior al hombre,
trabajo enajenado es que convierte organizaría el mundo de la instrumen-
al trabajo como actividad vital del talidad técnica con el fin de dominar
hombre con la cual se construye a sí la naturaleza a favor del régimen de
mismo (y de este modo al mundo) en propiedad privada. Del mismo modo
un medio de sobrevivencia. El trabajo que el trabajador se relaciona con el
como producción histórica de la vida producto del trabajo como un objeto
propia del hombre, la vida productiva ajeno que lo domina, el hombre lo
misma, aquello que distingue al hom- hace con la técnica como un sistema
bre del animal, al transformarse en tecnológico –tecnicista– que lo domi-
un medio de subsistencia por efecto na, hasta el punto de ponerlo como
del incremento de apropiación de la objeto. El carácter de medio para fines
naturaleza (ésta deja de ofrecer víve- de la técnica no nacería (al menos
res inmediatos), se vuelve externa al directamente) de la interpretación
trabajador; la vida productiva misma antropológica del mundo, como quie-
aparece sólo como medio de vida –lo re Heidegger, sino de la enajenación
animal se convierte en lo humano y lo del trabajo como la actividad misma
humano en animal. El trabajo enaje- de la vida del hombre. Simplemente el
nado se revela sólo como un medio, mundo se ha deshumanizado.

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Mediamutación
Cultura de los medios y crisis de
los valores humanistas(*)
Por Franco Berardi (Bifo)

Franco Berardi pertenece a lo que, a menu-


do con cierta inmediatez, se conoce como
la tradición autonomista italiana. Una
experiencia obrera y estudiantil que, junto
a la imaginación intelectual de sus anima-
dores, logró componer una original expe-
riencia de pensamiento cuyos enunciados
dieron cuenta de las transformaciones pro-
ductivas y subjetivas del capitalismo pos-
fordista. Un aporte singular que invitaba a
pensar tales innovaciones como la respues-
ta invertida con que los poderes asumen la
radicalidad de las luchas.
Berardi se ocupa de trabajar sobre los efectos
que las nuevas tecnologías mediáticas ope-
ran en la subjetividad: desde la dimensión
política hasta sus implicancias afectivas. En
este artículo ofrece una mirada sugestiva so-
bre cómo pensar la vida de las jóvenes gene-
raciones cuyo vínculo con el mundo, pero
también entre ellas, adopta las formas di-
gitales-conectivas. El problema de la trans-
misión generacional –según el autor– no se
resuelve con un retorno a la imagen de la
cultura letrada del humanismo moderno,
sino planteándose el desafío de recuperar su
sensibilidad y experiencias creativas.
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La técnica como dilema filosófico N° 6 | Primavera 2007

Desde los primeros desarrollos de la técnicas se infiltra en la esfera orgánica


radiodifusión y el cine, el pensamiento del organismo biológico y social y se
crítico ha tenido una postura ambiva- hace con sus riendas. McLuhan, por su
lente frente a los medios eléctricos. En parte, sostuvo que cuando a la tecnolo-
los años de entreguerras, Benjamin y gía alfabética le sucede la electrónica y,
Adorno dibujan las dos sensibilidades en consecuencia, a lo secuencial le suce-
diferentes de la intelectualidad crítica de lo simultáneo, las formas de comu-
ante la difusión de los medios de comu- nicación discursiva dejan paso a formas
nicación de masas. Benjamin intuye que de comunicación
la reproducción técnica de los mensajes configuracional Lo cierto es que las tecnolo-
crea condiciones completamente nue- y el pensamien- gías de la comunicación han
vas de percepción estética y de comu- to mítico tiende trastocado el contexto antro-
nicación, mientras que Adorno ve en a prevalecer sobre pológico del pensamiento
la comunicación de masas un declive el pensamiento crítico y han suspendido los
del aura artística y cultural. En los años lógico-crítico. paradigmas fundamentales
que siguieron a 1968, Enzensberger y Esto explica que del humanismo moderno.
Baudrillard replantearon el problema. durante los últi-
Enzensberger vio en los medios de mos decenios del siglo XX la cultura
comunicación eléctricos la posibilidad política de la izquierda se ha mostrado
de ampliar los contenidos tradicionales incapaz de hablar el lenguaje de los
del pensamiento progresista, mientras medios y ha quedado así al margen de
que Baudrillard, en un ensayo de 1973 la gran transformación que ha llevado
titulado “Réquiem por los media”,1 a los medios eléctricos al centro de
reconoce la ruptura radical que los nue- la comunicación social. La izquierda
vos medios producen en el terreno de política se formó en los valores del
las estrategias comunicativas y la crisis pensamiento crítico y ha mantenido en
de los contenidos tradicionales de la el centro de su panorama intelectual el
tradición humanista y progresista. valor dialógico de la democracia. Pero
Lo cierto es que las tecnologías de la los valores del diálogo y la democracia
comunicación han trastocado el con- están perdiendo consistencia porque
texto antropológico del pensamiento la mente colectiva ya no funciona de
crítico y han suspendido los paradigmas acuerdo con las reglas de la selección
fundamentales del humanismo moder- crítica, que predominaron mientras el
no. Fue Marshall McLuhan quien ya ambiente mediático estuvo dominado
en los años sesenta deshizo la ilusión por la tecnología alfabética. La mente
crítico-humanista de poder someter a colectiva funciona ahora de acuerdo
las tecnologías de la comunicación al con normas de acumulación configu-
gobierno racional y progresista de la racional. El diálogo ya no es eficaz y
democracia, del derecho y de la lógica. la democracia se convierte en un mito
También Gilbert Simondon describió y se ejerce como rito, pero ya no es el
la formación de un ser técnico relati- lugar de la libre elaboración del discur-
vamente independiente que aparece al so común. El discurso común es pro-
lado del ser vivo. Ese ser técnico está ducido por los medios, que delimitan
adquiriendo una especie de autonomía el campo de lo visible y lo invisible y
operativa frente a la consciencia huma- establecen los formatos de la organiza-
na: el sistema inorgánico de las redes ción narrativa de la sociedad.

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El pensamiento crítico y la izquierda de pertenencia agresiva más que a los


política siguen estructurando su comu- valores dialógicos universalistas.
nicación por medio de actos dialécti- El pensamiento humanista denuncia
cos, discursivos, que aspiran a obtener los peligros a los que la mutación
un consenso racional y crítico. Pero la mediática expone a la democracia y a
escena imaginaria está dominada por la libertad de pensamiento, pero corre
configuraciones mitológicas. Las mito- el riesgo de quedar en una situación
logías de pertenencia ocupan el campo política y cultural irrelevante frente a
de la comunica- la potencia de las agencias de comu-
El pensamiento humanista ción social y de la nicación global. Las grandes empresas
denuncia los peligros a los que identidad colec- capaces de influir directamente sobre
la mutación mediática expone a tiva. La derecha, las formas de vida, de lenguaje y de
la democracia y a la libertad de indiferente a los imaginación suprimen las premisas
pensamiento, pero corre el ries- valores de la crí- del pensamiento crítico y las capaci-
go de quedar en una situación tica y de la demo- dades cognitivas mismas que hacían
política y cultural irrelevante cracia, ha sabido posible el ejercicio del pensamiento
frente a la potencia de las agen- ir al encuentro de libre, de la elección libre y, por tanto,
cias de comunicación global. la mitologización de la vida democrática tal como la ha
del campo social conocido la modernidad.
y del paso de la esfera discursiva a la El amplio movimiento de resistencia
esfera imaginaria. Por eso ha sabido creativa y de información indepen-
captar las ventajas de la mediatización diente que ha tomado el nombre de
de la comunicación social. activismo mediático es un intento de
El pensamiento crítico de raíz huma- superar este callejón sin salida filosó-
nista e inspiración progresista se halla fico, cultural y político en el que ha
ante una alternativa dolorosa: o bien acabado la izquierda. Trata de rede-
verse definitivamente marginado de la finir la relación entre vida cotidiana
cultura de masas por las formas emer- e infosfera, por medio de la creación
gentes de imaginario neomítico, o bien de redes de comunicación indepen-
adoptar modos de funcionamiento que diente, pero también por medio de
contradicen los valores humanistas. El la creación de escenarios mitológicos
pensamiento crítico se ve así obligado alternativos. La tarea estratégica del
a elegir entre una posición implíci- activismo mediático es mantener acti-
tamente conservadora y en declive y vas, durante la mutación posthumana,
una posición de subordinación a los las capacidades cognitivas, creativas éti-
modelos culturales que se afirman en cas y estéticas cuya supervivencia está
la infosfera hiperveloz formada por amenazada por las formas que dicha
los medios. Y, en efecto, como nos mutación impone al organismo bioso-
muestra la experiencia de los últimos cial. No se trata de mantener con vida
veinte años, el pensamiento crítico al ser humano pretecnológico, sino de
políticamente progresista se ha visto en traspasar a Anthropos 2.0 la empatía, la
una situación que conduce a la derrota, solidaridad, la colaboración no com-
frente a la exuberancia agresiva de la petitiva, la creatividad y, sobre todo,
cultura neomítica de la derecha y al la sensualidad. La tarea estratégica del
desencadenamiento de formas cultura- activismo mediático es salvar la capaci-
les identitarias que se remiten a valores dad sensible planetaria de la glaciación

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de los automatismos tecnolingüísticos cuerpo comporta la pérdida del cuerpo


y de la congestión de los automatismos de los demás, en beneficio de una especie
psicótico-identitarios. de espectralidad de lo lejano.3
La difusión de las tecnologías electró-
nicas ha ocasionado, para Virilio, una
La catástrofe temporal de Virilio catástrofe de la democracia y de la
propia condición urbana. Una catás-
¿Podremos tener alguna vez una demo- trofe que alcanza y suprime la percep-
cracia del tiempo real, de la inmediatez ción misma de la temporalidad.
y de la ubicuidad? No lo creo, y quienes El tiempo real corre el riesgo de hacernos
se empeñan en decir que es posible no me perder el pasado y el futuro en favor de
parecen demasiado serios.2 una “presentificación” que supone una
La transformación producida por las amputación del volumen del tiempo. El
tecnologías de la aceleración absoluta tiempo es volumen. No es sólo un espacio
(es decir, del tiempo real) conlleva una tiempo en el sentido de la relatividad.
crisis de los fundamentos antropológi- Es volumen y profundidad del sentido y
cos en los que se formó y ha podido el advenimiento de un tiempo mundial
florecer (siempre con cierta fragilidad) único que liquide la multiplicidad de
la democracia. La virtualización del tiempos locales es una pérdida considera-
intercambio entre hablantes, la escisión ble de la geografía y de la historia.4
entre comunicación y corporeidad, la La catástrofe temporal se produce
desterritorialización de las fuentes de sobre todo en el plano cognitivo.
información son procesos que disgre- Es consecuencia de un colapso en
gan las comunidades urbanas en las la relación entre
formas que hemos conocido desde el la velocidad de En la virtualización, la presen-
Renacimiento. No sólo está en cuestión la infosfera y los cia del cuerpo del otro se vuelve
la democracia, sino la noción misma de tiempos de ela- superflua, cuando no incómo-
universalidad humana. boración racional da y molesta. No queda tiempo
En la virtualización, la presencia del y emotiva. para ocuparse de la presencia
cuerpo del otro se vuelve superflua, El problema de la del otro. Desde el punto de
cuando no incómoda y molesta. No velocidad es cen- vista económico, el otro debe
queda tiempo para ocuparse de la pre- tral en el pensa- aparecer como información,
sencia del otro. Desde el punto de vista miento de Virilio como virtualidad y, por tanto,
económico, el otro debe aparecer como desde que, en debe ser elaborado con rapidez
información, como virtualidad y, por 1977 en Vitesse et y evacuado en su materialidad.
tanto, debe ser elaborado con rapidez y politique,5 mos-
evacuado en su materialidad. trase cómo la velocidad de los trans-
Acabamos por amar lo lejano y por odiar portes ha transformado los eventos
lo cercano porque éste último está pre- bélicos y políticos de la modernidad.
sente, porque huele, porque hace ruido, Pero en la época moderna los trans-
porque molesta, a diferencia de lo lejano portes mecánicos tenían un efecto de
que se puede hacer desaparecer con el aceleración relativa y aumentaban la
zapping... Estar más cerca de quien está potencia de un sujeto (por ejemplo,
lejos que de quien está a nuestro lado es el ejército alemán) frente a otro sujeto
un fenómeno de disolución política de la (por ejemplo, el ejército francés) sin
especie humana. La pérdida del propio destruir el terreno mismo de la con-

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frontación. El elemento decisivo no Virilio prefiere a la noción kantiana


es ya hoy la aceleración mecánica del de tiempo una perspectiva fenomeno-
transporte, sino la velocidad absoluta lógica, pulsional, cuyas referencias se
en el campo de la información. Con el encuentran en Bergson y Husserl. El
régimen de la velocidad absoluta, que tiempo no es una condición epistémica
se materializa en las tecnologías elec- trascendental, sino un modo de lo sen-
trónicas de la información y la trans- sible, una duración de la consciencia.
misión en tiempo real, algo decisivo A la frase de Descartes que sostiene que
se rompe en la trama misma de la rea- la mente es una cosa que piensa, Bergson
lidad, en la posibilidad de producción responde que la mente es una cosa que
del acontecimiento y, sobre todo, en dura... Es nuestra duración la que pien-
la relación entre consciencia y proceso sa, la primera producción de la conscien-
real. Como consecuencia de su ingo- cia es su propia velocidad en su distancia
bernable veloci- temporal. La velocidad sería entonces
La aceleración infinita del dad, los automa- idea causal, idea que precede a la idea.6
tiempo real recorta los tiempos tismos técnicos Si pensamos la relación entre tiempo
de la actividad mental hasta se vuelven inde- e infosfera desde una perspectiva feno-
la dislexia, hasta el pánico. El pendientes de la menológica, intencional y duracional,
organismo consciente reaccio- voluntad y de la podemos preguntarnos qué le pasa al
na ante esta situación aferrán- acción humana. tiempo. Esta pregunta significa: ¿qué le
dose a automatismos psíquicos La complejidad sucede a nuestro organismo perceptivo
tecnológicos y sociales que sus- de los sistemas y consciente? El organismo consciente
tituyen a la elección conscien- técnicos en red está en el tiempo, pero el tiempo tam-
te. No hay ya posibilidad de es consecuencia bién está en el organismo consciente.
elegir porque todo se desarro- de la velocidad. La aceleración infinita del tiempo real
lla deprisa, porque la atención Cuando habla- recorta los tiempos de la actividad
en el tiempo está saturada. mos de comple- mental hasta la dislexia, hasta el pánico.
jidad hablamos El organismo consciente reacciona ante
de la relación entre la velocidad del esta situación aferrándose a automatis-
despliegue de los fenómenos y de las mos psíquicos tecnológicos y sociales
informaciones y la velocidad de la que sustituyen a la elección consciente.
elaboración cognitiva. No hay ya posibilidad de elegir porque
La aceleración hace que las formas de todo se desarrolla deprisa, porque la
conciencia humana en su relación con atención en el tiempo está saturada.
el tiempo de la infosfera se colapsen. La aceleración produce un salto antro-
La aceleración absoluta de la infosfera pológico, psíquico y lingüístico. ¿En
recorta drásticamente los tiempos que qué condiciones se produce ese salto?
serían necesarios para la elaboración Las tecnologías de la mente no son
racional de una información, para propiedad común de todos los seres
traducir las reacciones inmediatas por humanos, sino propiedad privada de
medio de la verbalización y, sobre unos pocos grupos económicos mun-
todo, para una elaboración emocional diales extremadamente poderosos.
de los estímulos que proceden del Estos grupos se han vuelto capaces
entorno, de los cuerpos-signo que nos de canalizar la atención, el comporta-
rodean. Esta es la lección que sacamos miento, las expectativas, las elecciones
del análisis de Virilio. de consumo y las elecciones políticas.

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Poder y mutación son dos procesos se desarrolló un proceso de amplia par-


que se entrelazan, porque la mutación ticipación que permitió la creación de
cognitiva construye un sistema especí- Internet. Se expresaron grandes ener-
fico de sujeción de la mente colectiva. gías creativas en los planos tecnoló-
Sobre ese modo de sujeción se cons- gico, estético
truye el poder en nuestro tiempo. y filosófico. El activismo mediático vive
La principal cuestión que plantea el En ese pro- en esta ambigüedad: es parte
activismo mediático es esta: ¿es posible ceso hemos de la mutación posthumana
desligar la mutación producida por visto emerger pero trata de desviarla, de
la tecnología de los dispositivos eco- las potencia- impedir que con ella se pierda
nómicos, políticos y militares que se lidades inno- lo que hace digna y placentera
construyen como formas de poder? vadoras del la vida humana y lo que hace
paradigma de creativo el lenguaje.
concatena-
Activismo mediático y mutación ción social paritaria que encarna la
red. Pero al mismo tiempo, Internet es
La mutación cognitiva producida por el dispositivo fundamental de la muta-
la aceleración de la infosfera y el domi- ción, el factor principal de mediatiza-
nio económico y político de las grandes ción del lenguaje y de la vida humana.
empresas mediáticas globales son dos El activismo mediático vive en esta
cosas distintas, aunque se entremezclan ambigüedad: es parte de la mutación
en la realidad del imaginario social. posthumana pero trata de desviarla, de
El activismo mediático tiene que saber impedir que con ella se pierda lo que
abarcar ambos planos y actuar de modo hace digna y placentera la vida huma-
diferente en cada uno de ellos. Debe na y lo que hace creativo el lenguaje.
rechazar y sabotear el dominio de las En los últimos quince años han coexis-
grandes empresas sobre los medios, y tido dos discursos sobre la innovación
utilizar todos los instrumentos posibles tecnodigital y sobre sus efectos sociales.
para subvertirlo. Pero no cabe pensar El primero es el de los apologistas de
resistirse a la mutación antropológica la evolución tecnodigital. En nombre
que han puesto en marcha las tecnolo- de una especie de panlogismo digital,
gías de la comunicación. Hay que des- Pierre Levy ha construido una teoría
ligar dominio y mutación. El dominio de la inteligencia colectiva de potencia
debe ser erosionado, confrontado y elu- ilimitada y capaz de autogobernarse.
dido. La mutación debe ser atravesada, Desde un punto de vista místico–ho-
recibida y elaborada. lista, Kevin Kelly ha desarrollado una
El propio término activismo mediáti- teoría de la mente global interconec-
co es contradictorio. Los medios son tada que progresivamente incorpora
instrumentos que colocan a quienes elementos orgánicos e inorgánicos, y
los usan en una situación de pasividad. con ello crea una potencia de cálculo
¿Cómo puede ser activo quien usa los y de interpretación superiores a la de
instrumentos de la mediación y la la mente individual.
pasividad? En esta contradicción halla El segundo discurso es el de la resistencia
el activismo mediático su problema antidigital, fundada en valores humanis-
teórico y su energía práctica. tas o sociales, en el que se sitúan autores
Por ejemplo, durante los años noventa como Pierre Bourdieu o Paul Virilio.

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Los apologistas sólo ven una parte del ción videoelectrónica, una generación
panorama. No ven el sufrimiento físi- que ha aprendido más de la máquina
co, la miseria económica y la violencia televisiva que de su padre y de su
militar que acompañan la difusión de madre. Una parte decisiva de su con-
las tecnologías digitales. Pero la resis- figuración emotiva y cognitiva deriva
tencia de la que habla Virilio es una más de su exposición a la semiosis de
mera declaración la máquina, de la televisión o de la
El lenguaje visual es, por tanto, ética, porque se telemática que de la relación con sus
la lingua franca de la prime- limita a oponer padres o con otros seres humanos. El
ra generación videoelectrónica, los valores del activismo mediático tiene que hablar
una generación que ha aprendi- pasado a la evo- a esta generación. Por ello, su tarea no
do más de la máquina televisiva lución en curso. es oponerse a la mutación en curso ni
que de su padre y de su madre. “La salvación nos gobernarla. Su tarea es mantener acti-
Una parte decisiva de su con- vendrá de la escri- vas en el curso de la mutación las com-
figuración emotiva y cognitiva tura y del lengua- petencias cognitivas, éticas y estéticas
deriva más de su exposición a je. Si refundamos cuya continuidad está amenazada.
la semiosis de la máquina, de la la lengua podre-
televisión o de la telemática que mos resistir. Si no,
de la relación con sus padres o corremos el riesgo La primera generación
con otros seres humanos. de perder la len- videoelectrónica
gua y la escritura”
escribe Virilio.7 Pero se trata de una La globalización del imaginario se ace-
mera petición de principios, pues ante lo leró vertiginosamente entre finales de
que nos encontramos es, precisamente, los años setenta y principios de los
la disolución del universo alfabético. ochenta gracias a la difusión universal
“La cultura occidental ha considerado de la televisión y a superproduccio-
la palabra hablada como la forma más nes hollywoodianas high–tech como La
elevada de actividad intelectual y ha guerra de las galaxias o Rambo en el cine
reducido las representaciones visuales y Michael Jackson o Madonna en el
a ilustraciones de segundo nivel de las terreno musical. La globalización afec-
ideas” escribe Nicholas Mirzoeff en tó al imaginario planetario y alcanzó a
su libro Visual Culture.8 Sin embargo, la mayoría de los jóvenes de todos los
el imaginario global se expresa por continentes, como lo cuenta Pico Iyer,
medio de la cultura visual. La globa- escritor nacido en Gran Bretaña de
lización cultural ha podido realizarse padres indios y que ha vivido mucho
mucho más fácilmente por medio de tiempo en California, en su libro Video
los medios visuales que de la pala- Night in Kathmandu.9 En ese libro rela-
bra hablada o escrita. Las imágenes ta un viaje por las metrópolis del Lejano
funcionan como activadoras de cade- Oriente, de Katmandú a Beijing y de
nas cognitivas, de comportamiento y Manila a Tokio a mediados de los años
mitopoiéticas que se pueden desarro- ochenta. El libro describe con divertida
llar más allá de los límites del lenguaje sorpresa el efecto que los productos
verbal y de las interpretaciones cultu- culturales de masas procedentes de
rales, nacionales y religiosas. Occidente estaban produciendo sobre
El lenguaje visual es, por tanto, la las nuevas generaciones de chinos,
lingua franca de la primera genera- indios, japoneses o nepalíes.

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La recombinación barroca posmoder- Rose Goldsen, antropóloga y comuni-


na estaba produciéndose en esos años cóloga en 1977 en su libro The Show
gracias a la difusión mediática de los and Tell Machine.11 Cuando Goldsen
productos culturales occidentales con- escribía el libro, estaba empezando a
cebidos para producir deslocalización formarse una nueva generación delan-
cultural, desarraigo y fusión de estilos. te de las pantallas de televisión. Hoy
En esos mismos años da comienzo la esa primera gene-
extensión de los ordenadores persona- ración videoelec- La atención social es movili-
les. La generación nacida en esos años trónica llega a la zada de forma constante desde
puede considerarse la primera genera- edad adulta. Más el punto de vista tanto de la
ción videoelectrónica. que un simple producción como del con-
En 1984, la psicóloga Patricia Marks cambio social, sumo. El proceso de trabajo
Greenfield10 observó que la imagi- debemos ver una es movilización constante de
nación creativa tiende a disminuir auténtica muta- la atención y las semiomer-
cuando la televisión ocupa el lugar ción cognitiva, cancías que constituyen el
principal en el universo mediático. una mutación objeto principal del consumo
Para demostrarlo citaba un experi- en el bagaje psí- contemporáneo demandan
mento realizado en Canadá en los quico, cognitivo tiempo mental, atención y
años setenta en una ciudad en la que y lingüístico de movilización ininterrumpida
los investigadores pudieron seguir el la humanidad. El de las facultades cognitivas.
comportamiento de un cierto número número de pala-
de niños antes y después de la difusión bras que usa un ser humano de la
de los televisores en su comunidad. primera generación videoelectrónica
La capacidad de pensar creativamente se (un chico de formación mediana)
atrofia, pero se adquieren nuevas com- está cerca de 650, frente a las dos mil
petencias de lectura y de orientación que usaba un coetáneo suyo veinte
en un universo semiótico predominan- años atrás. Pero la primera generación
temente imaginario, de manipulación videoelectrónica ha adquirido compe-
semiótica compleja y de elaboración de tencias de elaboración sin precedentes
señales de velocidad creciente. en la mente humana y ha adquirido la
La atención social es movilizada de capacidad de moverse en a gran velo-
forma constante desde el punto de cidad en un tupido universo de signos
vista tanto de la producción como visuales. La competencia en la lectura
del consumo. El proceso de trabajo es de las imágenes se ha desarrollado de
movilización constante de la atención, modo vertiginoso y esa competencia
y las semiomercancías que constituyen ocupa un lugar decisivo entre las capa-
el objeto principal del consumo con- cidades de elaboración semiconsciente
temporáneo demandan tiempo mental, de un individuo contemporáneo.
atención y movilización ininterrumpi- No se trata de juzgar las competencias
da de las facultades cognitivas. cognitivas de la nueva generación,
“Los seres humanos de la próxima sino de interpretarlas. Cualquiera que
generación recibirán sus impresiones pretenda comunicarse con la nueva
cognitivas primarias de una máquina. generación videolectrónica debe tener
Es la primera vez que esto sucede en en cuenta cómo funciona el cerebro
la historia humana. Es indudable que colectivo postalfabético, teniendo en
tendrá consecuencias.” Así lo expresaba cuenta la advertencia de McLuhan: en

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la formación cultural el pensamiento adolescentes. Según los autores no


mítico tiende a predominar sobre el habría un aumento de la agresividad,
pensamiento lógico-crítico. ni siquiera un incremento de la hipe-
Pero hay aspectos que McLuhan dejó ractividad. Lo que parece claramente
de lado. La dimensión de la afectividad en aumento es la depresión, el sen-
y de la emoción parece escaparse del timiento de inseguridad, el miedo al
discurso de los teóricos de los medios. futuro y la tendencia al suicidio. Pero,
Sabemos lo que está sucediendo en la ¿cuáles son las causas de esta epidemia
esfera afectiva y psíquica de la gene- psicopática en la primera generación
ración videoelectrónica. Sin citar los videoelectrónica? Desde luego tiene
casos extremos de violencia homicida un papel decisivo la escasez del tiempo
que en los últimos años han sacudido que los padres pueden dedicar a sus
a la opinión pública y al sistema edu- hijos, puesto que el tiempo afectivo
cativo no sólo en los Estados Unidos. y mental está cada vez más absorbido
Baste pensar que en ese país cerca de por el trabajo, por la supervivencia
cinco millones de niños y niñas toman económica y la competencia.
todos los días un fármaco llamado Pero también hay que pensar en los
Ritalin para curar los llamados tras- modos de uso del tiempo mental por
tornos de la aten- los niños y adolescentes para entender
Hay una relación directa entre ción. Cualquiera qué le ha sucedido en el terreno psíqui-
la velocidad de exposición de que por dedi- co a la primera generación videoelectró-
la mente al mensaje videoelec- carse a la ense- nica. Hay una relación directa entre la
trónico y la creciente volati- ñanza trate con velocidad de exposición de la mente al
lidad de la atención. Nunca niños sabe que mensaje videoelectrónico y la creciente
en la historia de la evolución en esta genera- volatilidad de la atención. Nunca en
humana ha estado la mente ción los tiempos la historia de la evolución humana
de un niño tan sometida a de concentración ha estado la mente de un niño tan
un bombardeo de impulsos sobre un objeto sometida a un bombardeo de impulsos
informativos tan intenso, tan mental tienden informativos tan intenso, tan veloz y
veloz y tan invasivo. a reducirse pro- tan invasivo. ¿Cómo puede pensarse
gresivamente. La que eso carezca de consecuencias?
mente trata enseguida de desplazarse, El aspecto más misterioso e inquietante
de hallar otro objeto. La transferencia es la mutación que afecta a la esfera de
rápida procede por asociación y susti- la emoción. La transmisión del lenguaje
tuye a la discriminación crítica. siempre ha tenido relación con la car-
En la primera página del Guardian del nalidad. El acceso al lenguaje ha sido
13 de septiembre de 2004 aparecen siempre acceso a la esfera de la sociabi-
los resultados de una investigación lidad. Lenguaje y sociabilidad siempre
del instituto de psiquiatría del King’s han estado mediadas por la afectividad,
College de Londres y la universidad de por la seguridad y el placer que proviene
Manchester. Bajo el alarmante título del cuerpo de la madre. Pero el cuerpo
de Today’s youth: anxious, depressed, de la madre ha sido sustraído, separado
antisocial,12 el artículo nos explica que y alejado del cuerpo del niño de las últi-
la presencia de problemas emociona- mas generaciones. En las condiciones
les como la ansiedad y la depresión creadas por el capitalismo liberal y por la
ha crecido un 70 por ciento entre los privatización de los servicios sociales, las

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mujeres se han visto forzadas a asumir Las palabras sin emoción alimentan
situaciones de doble trabajo, de estrés una sociabilidad cada vez más pobre,
psicofísico, de ansiedad y de empobre- reducida a la lógica del dar y el tener.
cimiento afectivo. La presencia de la La tarea del activismo mediático es
madre ha sido sustituida por la presencia al mismo tiempo política y terapéu-
de máquinas que se han entrometido en tica. En el horizonte de la genera-
el proceso de transmisión del lenguaje. ción videoelectrónica aparece una
La primera generación videoelectró- necesidad de terapia. ¿Cómo cons-
nica ¿debe ser considerada mutante? truir posibilidades de intercambio
Es la generación que en la historia que reactiven la ternura, el recono-
de la evolución humana menos ha cimiento y la circulación afectiva y
gozado de las caricias de la madre, discursiva? ¿Cómo construir espacios
del contacto corporal y afectivo que de trabajo creativo en los pliegues de
singulariza el lenguaje. la vida precarizada?
La emoción y la palabra tienden a
escindirse es esa situación. El deseo
crece en una esfera cada vez más sepa- (*) Este artículo es parte del libro
rada de la verbalización y de la elabo- Generación post-alfa. Patologías e ima-
ración consciente y comunicable. ginarios en el semiocapitalismo, Ed.
Las emociones sin palabra alimentan la Tinta Limón, 2007
psicopatía y la violencia. No se comuni-
ca, no se dice, no se pone bajo una mira- Traducción del italiano: Manuel Aguilar
da compartida. Se agrede, se estalla. Hendrickson

NOTAS

1. Jean Baudrillard, “Réquiem por los media”, en Crítica de la economía política del signo, México, Siglo XX 1974.
2. Paul Virilio y Philippe Petit, La politique du pire, Paris, Textuel, 1996, p. 19 (Traducción castellana en El
cibermundo, la política de lo peor, Madrid, Cátedra 1997).
3. Paul Virilio y Philippe Petit, op. cit., pp. 42-46.
4. Paul Virilio y Philippe Petit, op. cit., p. 79.
5. Paul Virilio, Vitesse et politique, París, Galilée, 1977.
6. Paul Virilio, Esthétique de la disaparition, Paris, Galilée 1989, p. 28 (Traducción castellana en Paul Virilio,
Estética de la desaparición, Anagrama, Madrid, 1988).
7. Paul Virilio y Philippe Petit, La politique du pire, op. cit., p. 85.
8. Mirzoeff, Nicholas, Una introducción a la cultura visual, Barcelona-Buenos Aires, Paidós 2003.
9. Iyer, Pico, Video Night in Kathmandu and other Reports from the Not-So-Far-East, Nueva York,
Alfred Knopf, 1988.
10. Greenfield, Patricia Marks, Mind and Media. The Effects of Television, Video Games and Computers,
Cambridge (Mass.), Harvard University Press, 1984.
11. Goldsen, Rose K., The Show and Tell Machine, Nueva York, Delta, 1975.
12. Madeleine Bunting, “Today’s youth: anxious, depressed, antisocial” en The Guardian, 13 de septiembre de
2004, (http://society.guardian.co.uk/mentalhealth/story/0,8150,1303345,00.html).

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Lecturas
argentinas Poner la lectura en estado de
interrogación: abrir el haz
de sus modos divergentes, de
sus tradiciones, y de sus pre-
cisiones disciplinarias. Hay
lecturas filosóficas que interrogan los núcleos de pensamien-
to que relumbran en los textos. Las hay documentales, que
se arrojan a lo que de testimonio datado portan los escritos.
También están las literarias, las que se demoran en el gozo
de una iluminación estética. Y no son menores, por supuesto,
aquellas que portan un corazón político. Lecturas: todas testi-
gos del acontecimiento profundo del leer, del levantar la vista
con asombro, miedo o alegría frente a lo que se lee, de registrar
ese momento en una nueva escritura.
La condición del lector y con ella, la situación de la lectura, no
dejaron de ser asediadas por el fantasma de su agotamiento. Los
medios masivos de comunicación y entretenimiento, y las invencio-
nes tecnológicas, en cada una de sus apariciones, parecieron agitar
esas amenazas. Pero hay lectores y lecturas: situaciones antiguas y
otras que arriban con su novedad al pensamiento.
Lecturas argentinas aúna en su título no una definición de identi-
dad sino dos términos que acarrean problemas e irresoluciones: la
cuestión de qué es leer y la de qué define un pensamiento o una obra
como argentinos, más allá de la obvia datación del origen territo-
rial. Los ensayos de esta sección no eluden esos surcos problemáticos,
aun cuando a veces parezcan soslayarlos, lo desplazado murmura.
Diego Tatián interroga la literatura borgiana en la clave de la
tensión entre ética y política, sobre el fondo de la pregunta más
general acerca de las condiciones de existencia de la polis. Filosofía,
literatura y política rodean a un Borges que no cesa de inquietar.
Fernando Devoto despliega la relación entre atención sobre la
singularidad vivida y cultura libresca en la obra de José María
Ramos Mejía. Si en Las multitudes argentinas el ensayo alcanza
sus tonos más coloridos, en Murena encontraría una reposada ela-
boración crítica no exenta de religiosidad.
Hebe Clementi, recupera la obra de Pedro de Angelis como hito
de una lectura que requiere la constitución de acervos docu-
mentales y archivísticos.
La crítica, tal como prefiere Adrián Cangi, se resuelve como afirma-
tiva, capaz de velar por la existencia y sus derechos. La filosofía, otra
vez, retorna para pensar las potencias de la lectura y de la escritura
Roberto Retamoso piensa las literaturas del río: más exac-
tamente, aquella forjada en las orillas del Paraná. Desde el
realismo novelístico hasta la poesía de la iluminación: mean-
dros en los que el ensayista se detiene para hacerles alumbrar
su núcleo aún vital.
Diego Poggiese analiza los breves escritos de “Los penúltimos días”, en los
que percibe los temas y énfasis de la escritura mureniana en general.
Lecturas argentinas. Lecturas de textos del pasado nacional y de
las conmociones teóricas y políticas de nuestra época. Llamados
a nuestra condición de lectores de un país que siempre está en
ciernes de merecer su nombre.
184

Un políglota ciego
en la habitación del monstruo
Conjeturas sobre Borges y la política
Por Diego Tatián

Bajo el signo Borges coexisten una lite-


ratura original y precisa, una persistente
canonización y una incomodidad política.
Como ya había sucedido con Lugones,
nombre de la misma encrucijada, pone al
lector no despojado de preguntas políticas,
ante el problema de conciliar esos hilos
diversos. Diego Tatián se propone una
conjetura sobre Borges y la política para
ir al centro de esas cuestiones. Y recorre
una serie de relatos que van desde “La
cifra” hasta “Los conjurados”. El ensayo
de Tatián es una conjetura, finalmente,
sobre una conjura en la que se contrapone
la ética borgiana a su desvarío político o a
la tendencia a estetizar la realidad. El escri-
tor fallido de “El simulacro”, que piensa a
la política como una teatralización –sos-
layando la materialidad de la historia–, es
contrapuesto así al panteísta y libertario
autor de “El congreso”.
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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

“Borges y la política” establece una con- vivir. Política refiere a una acción y
junción que no va de suyo y cuyos térmi- un tipo de sabiduría que tiene por
nos requieren ser explicitados. También objeto la diversidad fáctica de los seres
será necesario demorarse en el nexo. humanos en el mundo. Por ahora sólo
Borges es, en primer lugar, un nombre esto, deliberadamente vago.
propio. El de alguien que vivió entre Respecto al conjuntivo y, en este caso,
1899 y 1986, el de alguien que nació querría significar eso, que con-junta,
en Buenos Aires y murió en Ginebra, pone uno al lado del otro, com-pone
el de alguien que escribió narraciones, –pues no hay, propiamente, un pensa-
poemas, ensayos, y nunca una novela. miento político de Borges, sino en todo
Un nombre propio muy controvertido caso una importancia de su literatura
y muy significativo para este país. Pero para la reflexión sobre la política.
además, un nombre que connota una Se sabe que, a lo largo de su vida, Borges
ambigüedad: por una parte “Borges” hizo muchas declaraciones políticas, por
designa alguien que pensó, escribió, lo general desafortunadas. Sin embar-
dijo e hizo ciertas cosas –un autor, un go, lo que la composición (Borges-y-
sujeto, una biografía–; por otra parte, la política) se propone indagar sobre
con el vocablo Borges podemos aludir todo es una dimensión política presente
a un universo de textos autonomiza- en algunos textos de Borges; o, según
dos de su autor, que emiten significa- la especificación anterior, en la obra-
dos por sí mismos, textos pensantes –no Borges. Interrogar esos textos como si
meras expresiones de los pensamientos fueran máquinas pensantes que afectan
de alguien que los haya escrito–; más a la política, o, más bien, al pensamiento
aún, textos cuyo pensamiento a veces que hace de ella su objeto.
contradice lo pensado por su autor. Me será permitido comenzar con una
Como dirá Kipling y citará su discí- rareza borgeana, que no concierne
pulo argentino, los autores escriben la directamente a la política pero tal vez
fábula pero ignoran la moraleja. nos conduzca a ella.
Estas dos acepciones de la palabra
Borges –una subjetiva y otra objetiva–
van a entremezclarse en la indagación. I
Quizás, para diferenciar un sentido y
otro podamos hablar, en un caso, de En 1981 Borges publicó La cifra, su
la “obra de Borges” –donde el genitivo anteúltimo libro de poemas, en el
establece una propiedad–; y, en el otro que encontramos una composición
caso, de la “obra-Borges”. Sin embargo, muy extraña y enigmática llamada
hecha esta aclaración, poner en práctica “La prueba”. Los versos dicen así: “Del
esta distinción gramatológica dificulta- otro lado de la puerta un hombre / deja
ría inconvenientemente la exposición. caer su corrupción. En vano / elevará
El otro término es política. Antigua esta noche una plegaria / a su curioso
palabra griega que remite a la pregunta dios que es tres, dos, uno, / y se dirá
por la relación con los otros; al hecho que es inmortal. Ahora / oye la profecía
de que el mundo está lleno de gente, de su muerte / y sabe que es un animal
por lo general muy diferente entre sí; sentado. / Eres, hermano, ese hombre.
al hecho de que en el mundo hay otros Agradezcamos / los vermes y el olvido”1.
con los que es necesario aprender a Dejaremos para después la palabra del

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título, ciertamente decisoria en la inter- somos nosotros mismos. El sintagma


pretación que se procura a continua- final, del todo borgeano, escapa a la
ción. Se trata de apenas nueve versos implacable lógica del poema (se salta
en los que Borges no sólo recorre un de una descriptiva a una prescriptiva).
arco que va de lo más abyecto a lo más La gratitud por los gusanos es el contra-
sublime y viceversa, sino que propone punto perfecto respecto a la vanidad de
además una resolución notable de un la plegaria, dirigida a un dios curioso por
problema metafísico mayor. “Del otro su imposibilidad numérica; la gratitud
lado de la puerta un hombre”. Sabemos por el olvido contrasta en cambio con
que la puerta –así como su ausencia– el “se dirá que es inmortal”, dicción afec-
determina toda una idea de la cultura. tada asimismo de vanidad. Nos resta un
El fascismo mussoliniano promovía una solo elemento abstracto: “Ahora oye la
sociedad de puertas abiertas, en concre- profecía de su muerte”, tal vez lo decisivo,
to una completa visibilidad vecinal en en particular la palabra “ahora”. Un
virtud de la cual todo el mundo supiera hombre –cada uno de nosotros– está
lo que hace todo el mundo, según la ante el momento de la verdad, que no
más arraigada cultura del sur italiano. es de noche cuando eleva la plegaria sino
Caminando cierta vez por una calleja “ahora”, sentado detrás de la puerta.
de Pisa, desde un ventanuco alto salía Estas palabras más bien graves (plegaria,
una especie de llanto o alarido que con- dios, inmortalidad, muerte, olvido) en
gelaba el cuerpo. Una vieja que se había apenas nueve versos, se disipan y son
parado a mi lado impresionada por lo derrotadas por otras, de menor cuantía
mismo, me dijo: “¿bonita esta ciudad, y bien materiales: los vermes contra el
no? Usted no se imagina el dolor que dios, el “animal sentado” contra el que
crece escondido tras esas puertas todas se dice inmortal. Por fin, comprende-
iguales, usted no imagina lo que llegaría mos ya que la corrupción que se deja
a ver si esas puertas se abrieran. Esto caer en el segundo verso no es precisa-
–agregó– no pasa en Sicilia, mi tierra; mente moral sino corporal: tras la puerta
allí el dolor se ve y se ayuda gracias a que no puede ser otra que la del baño,
que las puertas no importan”. “la prueba” de nuestra muerte nos es
Volvamos a Borges. Recordemos por revelada en, cómo decir lo que Borges
ejemplo ese cuento (en el que nos deten- omite, el excremento, las heces, la zulla,
dremos más adelante) del Libro de arena la plasta, el zurullo, la inmundicia.
llamado “There are more things” –en La hipérbole, perfecta, es sin embargo
alusión, claro está, al célebre pasaje que extraña por su tema, que podría pre-
Shakespeare pone en boca del príncipe sumirse no borgeano. Sin embargo, la
Hamlet: “Horacio, hay más cosas en el desmitificación amable, el materialismo
cielo y la tierra, que cuantas se sueñan irónico, el agnosticismo lúdico tan pro-
en tu filosofía”–; allí aprendemos que lo pios de Borges obtienen aquí una forma
inconcebible, incluso lo indescriptible, singular: el secreto de nosotros mismos
lo jamás soñado por ninguna filosofía no nos es revelado a través de la plegaria
–y no sólo el dolor– puede hallarse en lugares solemnes, sino en el baño
detrás de las puertas. En el poema de cotidiano, al dejar caer lo más delezna-
La cifra lo que hay del otro lado de la ble, lo que no hemos podido incorporar,
puerta es simplemente un hombre, que, lo que es aún menos que cuerpo.
nos es revelado en el anteúltimo verso, Borges comienza un cuento así: “Sentí

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lo que sentimos cuando alguien muere: agregaron otras: la de lo interminable,


la congoja, ya inútil, de que nada la de lo atroz, la de lo complejamente
nos hubiera costado haber sido más insensato... La arquitectura carecía
buenos. El hombre olvida que es un de fin. Abundaban el corredor sin
muerto que conversa con muertos”. salida, la alta ventana inalcanzable, la
Acaso, pienso, este olvido es el origen aparatosa puerta que daba a una celda
de muchos males –incluso del Mal a o a un pozo, las increíbles escaleras
secas. Si prestamos cotidiana atención inversas, con los peldaños y las balaus-
a la “prueba” de nuestra condición tradas hacia abajo. Otras, adheridas
mortal, o, lo que es igual, si somos aéreamente al costado de un muro
borgeanos, deberíamos ser más bue- monumental, morían sin llegar a nin-
nos cada vez que salimos del baño. guna parte...”2.
La condición post-política de una
ciudad abandonada e imposible, inha-
II bitable, se halla ínsita en la utopía de
inmortalidad –que tiene mucho que
Hay una relación esencial entre esa ver, de manera paradójica, con la pul-
condición mortal y la política. Tal vez sión de la muerte3. En la que sea tal
sea posible llegar a comprender esa vez la página más perfecta de todas las
relación por vía positiva. Se trata de que ilustran la militancia antifascista
un interrogante que presupone una de Borges en los años treinta y cua-
extrema intensidad de la imaginación, renta, me refiero a la “Anotación al
y es éste: ¿habría política si fuésemos 23 de agosto de 1944”, se postula una
inmortales? Porque: ¿habría lenguaje? conjetura extraordinaria, una deduc-
(el estrechísimo vínculo entre política ción a priori de la derrota del nazismo.
y lenguaje encuentra su formulación Leo: “El nazismo adolece de irreali-
más canónica, como se sabe, en el dad, como los infiernos de Erígena.
libro I de la Política aristotélica); me Es inhabitable;
pregunto también: ¿existirían las pasio- los hombres sólo Hay una relación esencial entre
nes? ¿Tendríamos deseo o necesidad pueden morir esa condición mortal y la polí-
de otros? ¿Persistiría la pluralidad que por él, mentir tica. Tal vez sea posible llegar
busca su forma por obra de la política? por él, matar y a comprender esa relación por
¿Permite, la inmortalidad, la memoria? ensangrentar por vía positiva. Se trata de un inte-
Creo que todos estos problemas están él. Nadie, en la rrogante que presupone una
concernidos, como habrás advertido ya, soledad de su extrema intensidad de la imagi-
en “El inmortal”. Se trata de un texto que yo, puede anhe- nación, y es éste: ¿habría políti-
pone en escena la pregunta que interroga lar que triunfe. ca si fuésemos inmortales?
por la política y la inmortalidad, y los Arriesgo esta
otros interrogantes que les son anejos. conjetura: Hitler quiere ser derrotado.
La ciudad de los inmortales a la que Hitler de un modo ciego, colabora con
llega el tribuno militar de las legiones los ejércitos que lo aniquilarán...”4.
de Roma Marco Flaminio Rufo, está Sin embargo, ese relato profunda-
deshabitada y su descripción plantea mente perturbador que es el Deutsches
un motivo que será recurrente en la Requiem, invierte lo anterior y estable-
obra de Borges: lo inhabitable. “A la ce una tesis extraordinaria: Hitler ganó
impresión de enorme antigüedad se la guerra, estamos en la barbarie5.

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En cualquier caso, lo que en la Segunda vivir en sociedad, o no necesita nada para


Gran Guerra hay en juego es, otra vez, su propia suficiencia, no es miembro de
Europa o Roma o la Civilización –que la Ciudad, sino como una bestia o un
para Borges encarna Inglaterra6. Por lo Dios”9. Por lo demás, una res-publica
general, la guerra no es para Borges una de hombres inmortales es una contra-
contienda entre el Eje y los aliados sino, dicción en los términos por el hecho de
en el fondo, entre Inglaterra y Alemania. que –según Borges– la multiplicidad es
Otras veces entre Inglaterra y Alema- concomitante con la finitud. La inmorta-
nia (Borges dice en realidad ser él un lidad cancela el número y esa cancelación
“germanófilo”7) y permite obtener “la perfección de la tole-
Las muchas dimensiones de lo todo Occidente rancia y casi del desdén”, pues inscriptos
bárbaro que es posible encon- (Atenas, Roma, en la infinitud “todos nuestros actos son
trar indagadas en la obra de Jerusalén) contra justos, pero también son indiferentes.
Borges, hereda, me parece, la el Mal. Según esta No hay méritos morales o intelectuales.
paradoja sarmientina de no última interpreta- Homero compuso la Odisea; postulado
poder nunca sustraer el elogio ción8, Hitler no es un plazo infinito, con infinitas circuns-
de la civilización a una fasci- expresión de Ale- tancias y cambios, lo imposible es no
nación de la barbarie. mania (cuyo des- componer, si quiera una vez, la Odisea.
tino, al igual que Nadie es alguien, un solo hombre inmor-
el de todos los países europeos, es la civi- tal es todos los hombres”10.
lización), ni encarnación del Volksgeist, La inmortalidad diluye la acción propia-
sino esencialmente “antialemán”. mente dicha, pues la despoja de todos y
Pero el nazismo y la ciudad de los cada uno de los elementos que Hannah
inmortales son inhabitables por razo- Arendt ha mostrado esenciales a su
nes diferentes, como lo son la violencia comprensión: la irreversibilidad –que
pre-política y la indiferente soledad de vuelve necesario el perdón–; la impre-
una ciudad construida por inmortales visibilidad –que volvería inhabitable la
o por dioses que “estaban locos”. pluralidad humana si no existiera tam-
Una arquitectura de lo inhabitable es bién la capacidad de prometer. Nada ni
una arquitectura al fin, una arquitec- nadie es único, precioso, irrecuperable,
tura en la que la vida colectiva y la irrepetible, azaroso o precario. No hay
vida humana tal y como la conocemos posibilidad de otro. (Finalmente –aun-
(y la conocemos, precisamente, colec- que no es esta la parte del relato que
tiva) resulta –o devino– imposible. nos interesa ahora– una esperanza, la
En la descripción borgeana la condición esperanza de hallar en alguna parte un
inmortal carece de lenguaje (se recordará río cuyas aguas restituyan la muerte y
aquí el motivo heideggeriano central que la frágil singularidad de la vida huma-
vincula el habla y la finitud: “el animal na, devuelve el deseo, el lenguaje, la
–dice el filósofo alemán– no habla, tam- memoria y la multiplicidad).
poco puede morir. Un fulgor repentino
ilumina la relación entre la muerte y el
habla”), carece de memoria, de solidari- III
dad y de piedad, de interés por algo o por
alguien, de necesidades de algún tipo. El Provisoriamente digamos que la polí-
viejo Aristóteles resume la idea en sólo tica aparece como la posibilidad de
una línea, célebre: “y el que no puede una habitación colectiva y comparti-

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da de individuos que actúan, hablan, miento lo es de una representación en


recuerdan, anhelan, aman y odian, la que los actores no saben lo que hacen
precisamente porque su condición no ni el sentido exacto de sus actos; o bien
es la inmortalidad. Esa habitación llegan a saberlo mediante un laborioso
común está amenazada por la barbarie método indiciario (“Tema del traidor
inhabitable, pero también por la indi- y del héroe”), o les es revelado en el
ferencia, el desdén y la soledad que momento final (“Deutsches Requiem”,
depara el destino de la civilización. “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”...).
Las muchas dimensiones de lo bárbaro En “El encuentro”, los hombres son
que es posible encontrar indagadas en instrumentos de las armas y no las
la obra de Borges, hereda, me parece, armas de los hombres –que ignoran
la paradoja sarmientina de no poder lo que hacen cuando empuñan una.
nunca sustraer el elogio de la civiliza- “Uriarte no mató a Duncan; las armas,
ción a una fascinación de la barbarie. no los hombres, pelearon. Habían dor-
O tal vez la teoría de “los dos linajes”11 mido, mano a mano, en una vitrina,
permita, también aquí, comprender hasta que las manos las despertaron.
esa dimensión aporética que, a mi Acaso se agitaron al despertar; por eso
modo de ver, llega a su extremo en los tembló el puño de Uriarte, por eso
cuentos de El informe de Brodie, tal vez tembló el puño de Duncan. Las dos
el “libro político” de Borges. Publicado sabían pelear –no sus instrumentos, los
en 1970, anticipa como una extraña hombres– y pelearon bien esa noche.
videncia –la que era atribuida a los Se habían buscado largamente, por los
ciegos como Tiresias en la Antigüedad– largos caminos de la provincia, y por
los años que vendrían inmediatamente fin se encontraron cuando sus gauchos
en la Argentina. De los once relatos ya eran polvo. En su hierro dormía y
que lo componen, al menos siete (en acechaba un rencor humano.
particular “El encuentro”, “El otro Las cosas duran más que la gente. Quién
duelo” y “El evangelio según Marcos”) sabe si la historia concluye aquí, quién
abren una enigmática reflexión de la sabe si no volverán a encontrarse”12.
violencia, a la vez que su advertencia. Otras veces, una inspiración mani-
Para Borges, la historia argentina –la quea inscribe los conflictos humanos
historia en general– no tiene la forma en el eterno combate del Bien y el
de un progreso ni es posible verificar en Mal, la Luz y la Sombra, Dios y el
ella innovaciones radicales o inauditas; Demonio. La contienda entre civiliza-
antes bien pareciera el escenario en el ción y barbarie presenta un avatar de
que diferentes actores representan, sin esta Urszene, que activa una sinonimia
saberlo, siempre el mismo drama. precisa: “Ser nazi (jugar a la barba-
Instrumentos inconscientes de una rie enérgica, jugar a ser un vikingo,
contienda única de las mismas fuer- un tártato, un conquistador del siglo
zas, los hombres se ven obligados a la XVI, un gaucho, un piel roja) es, a
lucidez del desciframiento más que a la larga, una imposibilidad mental y
la invención. De manera que –dice moral”13 –lo propiamente “inhabita-
citando a Carlyle– “la historia universal ble”. Esta declaración, ideológica por
es un texto que estamos obligados a lo que alude y lo que elude, pareciera
leer y a escribir incesantemente y en el establecer lo esencial del pensamiento
cual también nos escriben”. El descifra- borgeano sobre los asuntos humanos.

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No obstante, la exploración del límite al pasar, escribe Borges que dice el


entre lo posible y lo imposible –entre informe: “Lo mismo, me aseguran,
la civilización y la barbarie–, obtiene ocurre con las tribus que merodean los
en algunas otras páginas una dimen- alrededores de Buenos Aires” –ciudad
sión abierta y conjetural que relativiza, que en 1840, fecha del texto, era gober-
si no desdice, la anterior teología de la nada por Rosas.
Luz donde reposa la civilización. La descripción de Borges-Brodie con-
Tanto el informe del misionero esco- cluye con un pequeño alegato relati-
cés David Brodie vista: “Escribo ahora en Glasgow... Los
Borges hace ver que la radical como la historia Yahoos, bien lo sé, son un pueblo bár-
contingencia de las vidas no de la ciudad de baro, quizás el más bárbaro del orbe,
es contradictoria con la reve- los inmortales, pero sería una injusticia olvidar ciertos
lación del destino que, según son hallados en rasgos que lo redimen. Tienen institu-
tantos relatos suyos, se revela un libro; el pri- ciones, gozan de un rey, manejan un
a los hombres, a veces, en el mero en una cierto lenguaje basado en conceptos
momento de morir. edición inglesa genéricos, creen, como los hebreos y
de Las mil y una como los griegos, en la raíz divina de la
noches; la segunda en una Ilíada tradu- poesía y adivinan que el alma sobrevive
cida por Pope. Ambos están redactados a la muerte del cuerpo. Afirman la ver-
en inglés con intercalaciones en latín. dad de los castigos y de las recompen-
En ambos casos el que refiere el rela- sas. Representan, en suma, la cultura,
to es quien lo traduce. Nada de todo como la representamos nosotros, pese
esto es baladí. Las mil y una noches a nuestros muchos pecados... Tenemos
y la Ilíada, documentos mayores del el deber de salvarlos. Espero que el
Oriente y el Occidente, encierran un gobierno de Su Majestad no desoiga lo
testimonio de lo imposible. Si la “ciu- que se atreve a sugerir este informe”14.
dad de los inmortales” incursiona en Tal vez el asombro por la variedad sea
una condición post-política, el “informe en Borges más elemental que cual-
de Brodie”, podríamos pensar, describe quier verdad estabilizadora y así, en
una situación pre-política. Los Yahoos un mundo determinista en el que todo
sobre los que informa el misionero, son puede suceder, nadie –nos enseña la
de “naturaleza bestial”; cuentan con un literatura rusa según un prólogo a Dos-
lenguaje que “carece de vocales” (por lo toievski–, nadie es imposible: traidores
que su trasliteración resulta imposible); por fidelidad, crueles por bondad, ase-
“se alimentan de frutos y reptiles”; sinos por amor, suicidas por felicidad...
“beben leche de gato y de murciélago”; Un guerrero bárbaro del siglo VI que
“devoran cadáveres humanos”; “andan abandona su condición y misteriosa-
desnudos”; “habitan en ciénagas”; al mente abraza la causa de Ravena, que
niño que es consagrado rey “le que- es la de Roma; una mujer inglesa que
man los ojos y le cortan las manos y opta por el desierto sudamericano y
los pies”; “son insensibles al dolor y la perpetuación de su cautiverio entre
al placer, salvo el agrado que les dan los bárbaros. Sin duda, la “Historia
la carne cruda y rancia y las cosas féti- del guerrero y la cautiva” exhibe de la
das”; “veneran a un dios cuyo nombre mejor manera el típico procedimiento
es Estiércol” (un “ser mutilado, ciego, borgeano que realiza una conjunción
raquítico y de ilimitado poder”). Como en principio extraña o imposible –en

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

este caso dos episodios separados por das”. Una vez instalado el nuevo propie-
mil trescientos años– para encontrar tario, las ventanas no se abrieron ya más
allí una iluminación de lo común, y nadie volvió a ver a Preetorius.
una cifra o un símbolo de la existen- Una noche de verano, el joven filósofo,
cia humana. Borges hace ver que la amparado por la oscuridad y la tormen-
radical contingencia de las vidas no ta, entró en La Colorada. “El comedor
es contradictoria con la revelación del y la biblioteca de mis recuerdos eran
destino que, según tantos relatos suyos, ahora... una sola gran pieza desmante-
se revela a los hombres, a veces, en lada con uno y otro mueble. No trataré
el momento de morir. En todo caso, de describirlos porque no estoy seguro
“Cualquier destino, por largo y compli- de haberlos visto, pese a la despiadada
cado que sea, consta en realidad de un luz blanca. Me explicaré. Para ver una
solo momento: el momento en el que el cosa hay que comprenderla... Ninguna
hombre sabe para siempre quién es”.15 de las formas insensatas que esa noche
Ese destino que nos está deparado, no me deparó correspondía a la figura
establece una identidad; muchas veces humana o a un uso concebible. Sentí
su efecto es producir una diferencia. repulsión y terror... Recupero ahora
Nadie está exento de ser otro. una suerte de larga mesa operatoria,
muy alta, en forma de U, con hoyos
circulares en los extremos. Pensé que
IV podía ser el lecho del habitante cuya
monstruosa anatomía se revelaba así,
Nadie es imposible. O también: There oblicuamente, como la de un animal
are more things. El sobrino de Edwin o un dios, por su sombra”. En efecto,
Arnett, estudiante de filosofía en la “¿Cómo sería el habitante? ¿Qué podía
Universidad de Texas, vuelve a la buscar en este planeta, no menos atroz
Argentina en 1921, tras la muerte de para él que él para nosotros? ¿Desde
su tío. La casa La Colorada, donde qué secretas regiones de la astrono-
éste le había revelado el vértigo más mía... había alcanzado este arrabal sud-
íntimo de la filosofía al explicarle el americano y esta precisa noche? Me
idealismo de Berkeley con una naranja sentí un intruso en el caos”.16
y las paradojas eleáticas con un tablero Lo inhabitable reaparece aquí con
de ajedrez, había sido adquirida por singular intensidad y explicitación.
un extranjero, Max Preetorius, cuya ¿Quién podrá ser el habitante de lo
primera medida fue arrojar a un vacia- inhabitable? Un elemento preciso
dero los muebles que había en ella. en el relato permite conjeturar la
Después de haber sido rechazada con referencia autobiográfica. Como el
indignación su demencial propuesta de joven estudiante de Texas, Borges
reforma por el arquitecto Alexander volvía a Argentina en 1921, luego de
Muir (le había sido encomendado “per- siete largos años en Europa. Desde
geñar una forma monstruosa”, confesa- hacía cinco, tras intensas luchas con
ría después), y la confección de nuevos el régimen conservador, por primera
muebles por el carpintero, finalmente, vez contaban políticamente las clases
un carpintero de un pueblo lejano y una populares argentinas con el ascenso
empresa de la capital aceptaron realizar al poder de Hipólito Yrigoyen (por
los trabajos, “de noche, a puertas cerra- quien, al parecer, al igual que Mace-

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donio y otros intelectuales cercanos a política, desde la misma República pla-


él, manifestaba simpatía17). Lo cierto tónica. Más aún, el título La fiesta del
es que There Are More Things, escrito monstruo, del relato escrito con Bioy
posiblemente en 1973 ó 1974, despla- en 1946, presenta una ambigüedad
za el “monstruo” hacia 1921, pero es fundamental: ¿De quién es la fiesta?
el mismo. La parábola es precisa. ¿Quién es, propiamente, el monstruo?
La ocupación de la casa de infancia por ¿El individuo que habla en el balcón?
el misterioso extranjero en el relato de ¿La muchedumbre que ocupa la plaza?
Borges puede ser leída, seguramente, En un artículo de 1957 para la revista
como una variante de “Casa tomada” Ficción, en el que reprocha a los histo-
de Cortázar, relato en el que una invi- riadores la exculpación de Perón como
sible presencia ocupa poco a poco la resultado del “fatalismo histórico”, dice
casa que “guardaba los recuerdos de de ellos: “Simulan incoercible sinceri-
nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, dad, pero ni una palabra de condena
nuestros padres y tienen para los asaltos, los robos, los
Esa teatralidad de lo político, toda la infancia”. descarrilamientos y los incendios; aludir
la política como representa- No es inverosí- a la violencia o al sabotaje podría moles-
ción en sentido teatral, donde mil la conjetu- tar al múltiple monstruo”.18
los actores y las máscaras son ra –creo que de No hay en Borges propiamente His-
instrumentos de las mismas Sebreli–, según la toria, sino restitución arquetípica y
antiguas fuerzas que montan cual se trata, tam- mítica de una escena originaria: El
localmente siempre la misma bién aquí, de una matadero instituye el avatar argentino
obra –a la vez tragedia, drama parábola del pero- de ese arquetipo, con el que dialoga La
y comedia–, pareciera impli- nismo. Como se fiesta del monstruo.
car una destitución de la polí- sabe, Borges fue el La preferencia borgeana por una teo-
tica por la teología y la ética. primer editor de logía de los hechos sociales, no parece
“Casa tomada”, conjugarse, al menos en principio, con
aunque no creo que le hubiera adjudi- una afirmación del individualismo anár-
cado un sentido político. A su vez, estos quico y lúcido al que recurre una y otra
dos relatos traen a la memoria un terce- vez. Sin embargo, ambas cosas se alían
ro, en este caso de inequívoco contenido contra los análisis históricos que se pro-
político aunque en un sentido diferente; ducen en términos de contradicciones
otra historia de una usurpación y una de clases, conflictos sociales o procesos
casa tomada –me refiero a “Cabecita económicos, para en cambio confrontar
negra” de Germán Rozenmacher. a los hombres de carne y hueso con los
Las últimas líneas del cuento de Borges dilemas éticos concretos –que en reali-
son éstas: “Mis pies tocaban el último dad es uno solo y cuya raíz es mítica. En
tramo de la escalera cuando sentí que una página de la polémica con Martínez
algo ascendía por la rampa, opresivo y Estrada a propósito del peronismo, dice:
lento y plural. La curiosidad pudo más “Ya que todo hecho presupone una causa
que el miedo y no cerré los ojos”. Opre- anterior, y ésta, a su vez, presupone otra,
sivo y lento y plural. La metáfora del y así hasta lo infinito, es innegable que
“monstruo de mil cabezas” para evocar no hay cosa en el mundo, por insigni-
el pueblo –o, en lenguaje más antiguo, ficante que sea, que no comprometa y
a la plebe o el vulgo–, tiene un extenso postule todas las demás. En lo cotidiano,
recorrido en la historia de la filosofía sin embargo, admitimos la realidad del

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libre albedrío; el hombre que llega tarde no responden a géneros, paradigmas,


a una cita no suele disculparse (como en ideas o conceptos que se arroguen la
buena lógica podría hacerlo) alegando originalidad. El simulacro del Chaco es,
la invasión germánica de Inglaterra en antes bien, la verdad misma del simula-
el siglo V o la aniquilación de Cartago. cro de Buenos Aires. “El enlutado no era
Ese laborioso método regresivo, tan des- Perón y la muñeca rubia no era la mujer
deñado por el común de la humanidad, Eva Duarte, pero tampoco Perón era
parece reservado a los comentadores del Perón ni Eva era Eva sino desconocidos
peronismo, que cautelosamente hablan o anónimos (cuyo nombre secreto y
de necesidades históricas, de males nece- cuyo rostro verdadero ignoramos) que
sarios, de procesos irreversibles y no del figuraron, para el crédulo amor de los
evidente Perón..., prefiero el hombre de arrabales, una crasa mitología”.20
la calle que habla de hijos de perra y de La vieja Argentina, cuya historia se con-
sinvergüenzas; ese hombre, en un len- funde con la leyenda familiar y un linaje
guaje rudimental, está afirmando, para de antepasados valientes (“mis mayores”),
quienes sepan oírlo, que en el universo había sido transformada en la incom-
hay dos hechos elementales, que son el prensible habitación del monstruo. En el
bien y el mal, o, como dijeron los persas, extremo de este motivo antipopular por
la luz y la tiniebla, o, como dicen otros, antonomasia –no es imposible que este-
Dios y el Demonio. Creo que el dicta- mos aquí ante el peor Borges–, paradóji-
dor encarnó el mal...”.19 camente, se forja lo que a mi modo de ver
Esa teatralidad de lo político, la política es uno de sus conceptos más lúcidos y de
como representación en sentido teatral, mayor relevancia política.
donde los actores y las máscaras son
instrumentos de las mismas antiguas
fuerzas que montan localmente siempre V
la misma obra –a la vez tragedia, drama
y comedia–, pareciera implicar una des- ¿Qué dice Borges de sí mismo? Dice
titución de la política por la teología y la ser agnóstico en teología; escéptico
ética. La escenificación de El simulacro en filosofía; conservador, anarquista
da la cifra de ese carácter teatral; la y cosmopolita en política. Pero, sobre
puesta en escena consta de una muñeca todo, dice ser un “individualista”.
rubia en un cajón de manzanas sobre un El sujeto de la política no son aquí
tablón en un pueblito del Chaco, y un las naciones, ni las clases, ni los parti-
conjunto personas simples que hacen dos, sino sólo los individuos. ¿Cuáles
cola para dar el pésame a un hombre son las fuentes del anarquismo indi-
vestido de luto parado a su lado, circuns- vidualista borgeano?
pecto, no sin dejar antes de salir alguna La más inmediata y reconocida –heren-
moneda en la alcancía puesta junto a la cia paterna– es Herbert Spencer, en
muñeca. Siguiendo un procedimiento particular una obra de 1884 llamada
de abismación, el relato hace del simula- El individuo contra el Estado. Inspirado
cro una cifra. No se trata de la copia de en Lamark, Spencer había anticipado
un original –sabemos que Platón reserva ideas de Darwin y, según su teoría, la
el término “simulacro” precisamente evolución social culmina en un indivi-
para realidades que se insubordinan, que dualismo pacífico y radical. “Sigo sien-
pierden la imagen y la semejanza, que do discípulo de Spencer –declaraba el

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joven Borges–; no digamos el individuo sostiene su inequívoca filiación anglo-


contra el Estado, pero sí el individuo sin norteamericana, frente al ascenso del
el Estado”, y ya casi al final de su vida: socialismo y el fascismo durante los
“Creo, como el tranquilo anarquista años 20. Contrapunto exacto de la
Spencer, que uno de nuestros máximos deriva política lugoniana, la opción de
males, acaso el máximo, es la preponde- Macedonio –por la que Borges toma
rancia del Estado sobre el individuo... partido– es la exigencia liberal de un
El individuo es real; los Estados son mínimo Estado político. ¿Liberal o
abstracciones de las que abusan los polí- anarquista? En 1921 Borges presentó
ticos, con o sin uniforme”.21 en la revista Cosmópolis de Madrid
No menos importante, aunque más un poema de Macedonio, a quien
secreta, es la lectura juvenil de Max adjudica ser el “iniciador –allá por el
Stirner, cuya obra El único y su pro- borroso 99– de una comunidad anar-
piedad –a la que Marx y Engels dedi- quista en el Paraguay”24 (se refiere a la
caron la mayor parte de La ideología aventura náutica hacia tierra guaraní
alemana–, contrapone un nominalis- junto a Julio Molina y Vedia y Arturo
mo político a la dominación de los Múscari). Como quiera que sea, al
hombres por las ideas abstractas (no igual que su padre Jorge, el joven
sólo de Dios, Estado o Nación, sino Borges se involucra desde Madrid en
también de Socialismo, Revolución el delirante propósito de la candida-
o Proletariado), abstracciones a las tura presidencial de Macedonio para
que llamaba “fantasmas” y denuncia- suceder a Yrigoyen en 1922. “El vasto
ba como dispositivos de dominación ensueño maximalista –escribía en esos
de los cuerpos concretos. Borges leyó años el perturbador candidato– resue-
apasionadamente a Max Stirner en na reciamente con mi fe individualis-
Ginebra hacia 1920. ta antiestatal...; debemos esforzarnos
Pero seguramente la influencia deci- para que abandonen el dogma maxi-
siva en la formación del individua- malista... que asfixiará al individuo y
lismo anarquista de Borges es la de empobrecerá a todos”25.
Macedonio Fernández. “El Estado Para el autor de Isolina Buenos Aires, la
–escribía Macedonio– debe ser mera- Argentina de los años 20 reúne las con-
mente el mínimo renunciado de liber- diciones para cumplir con el propósito
tad, porque el mayor bien psicológico de un “máximo de individuo” y un
y económico es la libertad, o porque el “mínimo de Estado”, en línea con el
bien por coerción casi nunca compen- ideario político anglo-norteamericano.
sa la degradación psicológica que la Pocos meses después de la muerte de
coerción inflige a la persona coercida Macedonio en 1952, Borges publicó
y a la coerciente, la que se traduce en Otras inquisiciones, una de las cuales
degradación de la persona económica lleva por título “Nuestro pobre indivi-
de ambos, del hombre como creador dualismo”. Desde las reflexiones mace-
de valores”(...) “Soy antiestatal: toda donianas de los años 20 habían sucedi-
civilización verdaderamente avanzada do muchas cosas: la segunda guerra, el
en lo sincero es antiestatal”.22 nazismo, el stalinismo y, en Argentina,
En un trabajo reciente, en el que sale el peronismo. La postulación borgea-
al cruce de toda apropiación socia- na de un individualismo impolítico,
lista de Macedonio, Luis Thonis23 reconocerá una proveniencia y una

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inspiración extraña, que se inscribe en mo hecho realidad, Borges moviliza


una de sus pasiones más intensas y per- “antiguas virtudes argentinas”, nuestro
sistentes: pensar la Argentina. arcano político más íntimo que tiene,
“El argentino, a diferencia de los ame- esta vez, un origen popular. “Las dic-
ricanos del norte y de casi todos los taduras –escribe en 1946– fomentan
europeos –dice en un pasaje célebre–, la opresión, las dictaduras fomentan el
no se identifica con el Estado. Ello servilismo, las dictaduras fomentan la
puede atribuirse a la circunstancia de crueldad; más admirable es el hecho de
que, en este país, los gobiernos suelen que fomenten la
ser pésimos o al hecho general de que idiotez. Botones La postulación borgeana de
el Estado es una inconcebible abstrac- que balbucean un individualismo impolíti-
ción; lo cierto es que el argentino es un imperativos, efi- co, reconocerá una provenien-
individuo, no un ciudadano. Aforismos gies de caudillos, cia y una inspiración extraña,
como el de Hegel: ‘El Estado es la vivas y mueras que se inscribe en una de sus
realidad de la idea moral’ le parecen prefijados..., la pasiones más intensas y per-
bromas siniestras”.26 Frente al nazismo mera discipli- sistentes: pensar la Argentina.
y al comunismo, frente al Estado que na usurpando el
tiende a su totalización (“el más urgente lugar de la lucidez... Combatir esas tris-
de los problemas de nuestra época”), “el tes monotonías es uno de los muchos
individualismo argentino –concluye–, deberes del escritor. ¿Habré de recordar
acaso inútil o perjudicial hasta ahora, a los lectores del Martín Fierro y de Don
encontraría justificación y deberes”. Esa Segundo Sombra que el individualismo
justificación es política. No se trata de es una vieja virtud argentina?”.27
un rasgo “meramente negativo o anár- Nostalgia, entonces, del viejo indivi-
quico... [incapaz] de explicación políti- dualismo solitario y ácrata que obtuvo
ca. Me atrevo a sugerir lo contrario”. su mejor emblema en el Martín Fierro,
1952. Moría Macedonio en febre- documento antisarmientino mayor
ro y Eva Perón en julio. Borges, que la peripecia borgeana invocaba
en tanto, escribe: “Sin esperanza y contra el peronismo en 1946.
con nostalgia, pienso en la abstracta
posibilidad de... un partido que nos
prometiera un severo mínimo de VI
gobierno”. Sin esperanza y con nos-
talgia. ¿Nostalgia de qué? A la idea fuerte de “individuo”28, Borges
Los nacionalistas –es el argumento articula, desde una época muy tempra-
de Borges–, en su insistencia por el na, la de “conjura”. La primera men-
color local (“ese reciente culto europeo ción de “conjurados” aparece cincuenta
que deberían rechazar por foráneo”), años antes del poema de 1985, pero
ignoran en realidad a los argentinos. la geografía que entonces invoca no
Si en los años 30, particularmente en es Ginebra: “En esta casa de América
“El escritor argentino y la tradición”, –decía Borges en 1936–, los hombres de
se debate con El payador de Lugones las naciones del mundo se han conjura-
para afirmar que la tradición argentina do para desaparecer en el hombre nuevo
no es la gauchesca –ni España, ni la que no es ninguno de nosotros aún y
nada– sino el universo entero, una vez que predecimos argentino, para irnos
concluida la guerra y con el peronis- acercando así a la esperanza” (Palabras

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pronunciadas para la celebración del cuar- despedirse de casi nadie. Consciente de


to centenario de la fundación de Buenos que sería su último viaje, luego de una
Aires). La Argentina como tierra de breve escala en Italia, el viejo escritor
conjura donde hombres de todas las llegó a Ginebra. Allí, en el número 28
naciones han depositado el patrimonio de la Grand Rue, en ángulo con el calle-
del universo, dejará su lugar, en la vejez jón Sautier, Borges pasó sus últimos
del escritor, a la tranquila Suiza. Habrá días prefiriendo entre las infinitas lec-
que demorarse en este itinerario que es a turas posibles las de Novalis y Voltaire.
la vez geográfico y político. ¿Fue suya o de María Kodama la deci-
La idea de individuos que secretamente sión de morir en Ginebra? –“cualquier
están salvando el mundo gracias a la lugar es bueno para morir” le habría
conjura que su sola existencia pone en dicho un entristecido y resignado
marcha, se halla diseminada en varios Borges a su viejo amigo Bioy Casares
pasajes de la obra de Borges. “En gene- poco antes de partir.
ral, el argentino descree de las circuns- Sea como fuere, esa tumba lejana –y
tancias. Puede ignorar la fábula de que esperemos lo esté siempre, habida cuen-
la humanidad incluye treinta y tres ta de que algún diputado ha propuesto
hombres justos –los Lamed Wufniks– ya su repatriación y no faltarán otras ini-
que no se conocen entre ellos pero que ciativas similares– se nos impone como
secretamente sostienen el universo; si la un legado mayor, por todo lo que su
oye, no le extrañaría que esos beneméri- lejanía significa pero además porque el
tos fueran oscuros y anónimos”29. Acaso hombre que allí descansa para siempre
también El congreso –según Borges su ha dejado mucho por pensar.
mejor cuento– pueda ser leído en clave En el prólogo a La moneda de hierro se
panteísta, anarquista y antirrepresentati- lee: “Sé que este libro misceláneo que el
va como la historia de una conjura, que azar fue dejándome a lo largo de 1976 en
logra su objetivo no gracias al éxito del el yermo universitario de East Lansing
emprendimiento sino por revelación. y en mi recobrado país, no valdrá ni
mucho más ni mucho menos que los
anteriores volúmenes”, y concluye: “Me
Addenda: Borges último sé del todo indigno de opinar en materia
política, pero tal vez me sea perdonado
Casi en el confín del tranquilo cemen- añadir que descreo de la democracia,
terio ginebrino Reyes de Plainpalais, ese abuso de la estadística. J.L. Borges,
sobre una sencilla piedra blanca escul- 27 de julio de 1976”30. Como se podrá
pida por Eduardo Longato leemos advertir, no es un momento cualquiera
el nombre de Jorge Luis Borges. El en el “recobrado país” para descreer de
epitafio consta de unas pocas palabras la democracia. Durante ese mismo año,
sajonas: “and ne forhtedon ná”, que el más grande escritor argentino almor-
he leído y significan: “y jamás temie- zó con Videla y con Pinochet; poco
ron”. En la parte posterior, además de antes había calificado a la Junta Militar
unos caracteres rúnicos, está inscripto: que usurpó el poder con el golpe de
“De Ulrica a Javier Otálora”. Anverso Estado del 24 de marzo de 1976 como
sajón, reverso escandinavo. “un gobierno de caballeros”.
El 28 de noviembre de 1985, Borges Lo menos importante de esta serie de
dejaba la Argentina definitivamente sin episodios desafortunados es que le hayan

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costado a Borges la no adjudicación del indignidad aún peor. Tras hablar de


Nobel. Se ha insistido poco, sin embar- “inocencia del mal”, concluye Borges
go, en la existencia de un conjunto de en igual sentido: “Sin embargo, no
posteriores testimonios, tanto privados y juzgar y no condenar el crimen sería
periodísticos como literarios, en sentido fomentar la impunidad y convertirse,
opuesto al de su posición inicial, entre de algún modo, en su cómplice”.
los cuales no es el menos importante el
breve escrito –poco conocido– redactado
con motivo de haber asistido el 22 de
julio de 1985 a una de las audiencias del
juicio oral a los ex-comandantes que por
ese entonces se celebraba en la Argentina.
Aparecido en el diario Clarín, el escrito
llevaba por título “La rutina del infier-
no”. Borges escribió allí: “He asistido,
por primera y última vez, a un juicio oral.
Un juicio oral a un hombre que había
sufrido cuatro años de prisión, de azotes,
de vejámenes y de cotidiana tortura... De
las muchas cosas que oí esa tarde y que
espero olvidar, referiré la que más me
marcó, para librarme de ella. Ocurrió un
24 de diciembre. Llevaron a todos los
presos a una sala donde no habían estado
nunca. No sin algún asombro vieron
una larga mesa tendida. Vieron manteles, Según sus propias palabras, Borges fue J.L. Borges, por
platos de porcelana, cubiertos y botellas “indigno de opinar en materia polí- Eduardo Grossman

de vino. Después llegaron los manjares tica”; sin embargo, no podría repro-
(repito las palabras del huésped). Era la chársele oportunismo o deshonestidad,
cena de Nochebuena. Habían sido tortu- y debemos tomar en serio, con la
rados y no ignoraban que los torturarían literalidad más estricta, su crítica de la
al día siguiente. Apareció el Señor de ese dictadura, que comienza bastante antes
Infierno y les deseó Feliz Navidad. No de 1983. En 1980, el diario La Prensa
era una burla, no era una manifestación publica unas declaraciones suyas en las
de cinismo, no era un remordimiento. que condena la represión política en la
Era... una suerte de inocencia del mal”. Argentina y el 12 de agosto del mismo
Se advertirá la semejanza de esta expre- año, en las páginas de Clarín aparecería
sión con la que, más de veinte años una “Solicitada sobre los desapareci-
antes, había empleado Hannah Arendt dos” que lleva su firma –junto a las de
(a quien sin duda Borges jamás ha Sábato, Bioy Casares y Olga Orozco
leído) en el subtítulo de su libro sobre entre otras. El texto decía: “Ante la
Eichmann en Jerusalén: “banalidad del angustiosa incertidumbre por la que
mal”. Invocando a Grocio, Arendt atraviesan los familiares de personas
justificaba allí el castigo como una desaparecidas por motivos políticos o
realidad negativa: no restaura la justicia gremiales, nos solidarizamos –por razo-
pero su ausencia nos sumiría en una nes de ética y justicia– con el reclamo

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que formulan padres, hijos, cónyuges, ron que un general había comentado
hermanos y allegados ante las autori- que si entre cien personas secuestradas
dades nacionales para que se publiquen cinco eran culpables, estaba justifica-
las listas de los desaparecidos y se infor- da la matanza de las noventa y cinco
me sobre el paradero de los mismos”. restantes. ¡Debió ofrecerse él para ser
Un cierto desvarío político ha coexisti- secuestrado, torturado y muerto para
do siempre en Borges con una extraor- dar validez a su argumento!”.
dinaria sensibilidad para la ética, para En 1985, casi al mismo tiempo que el
las “razones de ética”, y de esta con- escrito breve sobre el juicio a las Juntas,
junción resulta uno de los aspectos aparecía su último libro, Los conjurados.
más perturbadores de su personalidad El poema final, la última palabra del viejo
pública. Algunos años después de su escritor, nada tiene de literario y sí una
mencionado almuerzo con Pinochet, dimensión política de suma importancia.
en un libro de diálogos con María Tal vez, finalmente, la última página de
Esther Vázquez de 1984, y ante una la obra de Borges prescinde con rara luci-
pregunta sobre aquel encuentro, dice dez de la literatura, o la subordina. Esa
Borges: “...confieso que me equivoqué; página está aún por ser pensada, así como
no me di cuenta de que no se trataba de también la política de la conjura que allí
una razón política sino que se trataba se sugiere. Los conjurados incluye también
de una razón ética. Ahora, por ejemplo, un relato que comienza como sigue:
he recibido una invitación de Paraguay, “Nunca sabré de qué manera pudieron
que no acepté, porque si no apoyo a los entrar en mi casa la noche del 14 de abril
militares de aquí, por qué voy a apoyar de 1977... Sin alzar la voz me ordenó que
a los de allá”. ¿La ética salva a Borges me levantara y vistiera inmediatamente.
de la política? La ética –es decir la aten- Se había decidido mi muerte y el sitio
ción por lo singular, por la solicitud destinado a la ejecución quedaba un poco
de un rostro, de alguien que tiene una lejos. Mudo de asombro, obedecí...”.
voz, un nombre, un cuerpo– es acaso Sabemos que las fechas no son casuales
la pasión borgeana que logra sustraerse en Borges. Sabemos que en abril de 1977
y sustraer al mismo Borges de una este- el secuestro y la muerte cundían por las
tización omnímoda de la realidad; el calles de un país que, al igual que Borges,
brazo largo de la literatura que se posa había “descreído de la democracia”.
sobre todo, incluso, lamentablemente, Paradójicamente, tal vez como en
sobre la política. La ética salva a Borges ninguna otra parte puedan hallarse en
de la política porque es su punto de la obra de Borges los grandes motivos
ruptura con la estética, el punto ciego políticos por venir: la conjura, la ética,
de la literatura. “Una tarde –recuer- el don, la hospitalidad, la resistencia,
da en el diálogo con María Esther la amistad, y tal vez, también, las
Vázquez– vinieron a casa las Madres y claves para una existencia colectiva
las Abuelas de Plaza de Mayo a contar- menos violenta, para que el país del
me lo que pasaba..., sentí que venían secuestro, la tortura, la desaparición y
llorando sinceramente, porque uno la muerte no retorne nunca más.
siente la veracidad. ¡Pobres mujeres, Encuentro que la tumba desterrada de
tan desdichadas!... Cuando me enteré Borges plantea interrogantes que no
de todo ese asunto de los desaparecidos son menores y nos deja un significado
me sentí terriblemente mal. Me dije- político afirmativo que no tiene que ver

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–como suele creerse– con un presunto último poema de Borges, ese manifiesto
resentimiento del escritor hacia un país sin literatura –ese testamento político,
que no supo comprenderlo ni leerlo. incluso– llamado Los conjurados, no
¿Cuál es el real significado que reviste busca restituir en igual sentido un sen-
la decisión de morir en otra parte? Para timiento de multiplicada amistad, de
aprehenderlo en toda su politicidad, fraternidad secreta y sin fronteras.
quizás debiéramos contrastar ese gesto “En el centro de Europa están conspi-
con la idea –formulada por un teóri- rando.
co de la derecha nacionalista francesa El hecho data de 1291.
como Barrès– de que toda comunidad Se trata de hombres de diversas estirpes,
se funda en su cementerio. Al contrario, que profesan diversas religiones y que
la idea de un cementerio cosmopolita y hablan en diversos idiomas.
mixturado, que según mi conjetura es Han tomado la extraña resolución de ser
el signo que emite la tumba de Borges, razonables.
corroe el nacionalismo aún más radical- Han resuelto olvidar sus diferencias y
mente que el anhelo de una “ciudadanía acentuar sus afinidades (...)
del mundo”. La voluntad de una tumba En el centro de Europa, en las tierras
despatriada, no hace sino concluir la altas de Europa, crece una torre de
idea de que sólo hay individuos y las teo- razón y de firme fe.
rías, las escuelas literarias, los Partidos, Los cantones ahora son veintidós. El
las naciones y los Estados son abstraccio- de Ginebra, el último, es una de mis
nes fantasmales destinadas a dominar lo patrias.
único real, los seres humanos. Mañana serán todo el planeta.
Durante el siglo pasado, ser comunis- Acaso lo que digo no sea verdadero; ojalá
ta era sentir que había una infinidad sea profético”.
de desconocidos amigos dispersos por No es casual que el lugar elegido para
el mundo, trabajando milagrosamente morir, Ginebra, sea aquí el símbolo de
por las mismas cosas, inscriptos en una una antigua conjura secreta que busca
voluntad común. Era el sentimiento de reconciliar a los seres humanos con el
que en todos los lugares de la Tierra, por hecho de su propia multiplicidad. Este
recónditos que fuesen, había amigos, símbolo ilumina esa elección y la carga
había comunistas. Me pregunto si el de sentido. Ojalá sea profético.

NOTAS

1. “La prueba”, en La cifra, Emecé, Buenos Aires, 1981, p. 39.


2. “El inmortal”, en Obras completas, Emecé, Buenos Aires, 1974, pp. 537-538.
3. Ver sobre esto las sugestivas observaciones de Jean Baudrillard en La ilusión vital (Siglo XXI, Buenos Aires ,
2001), en particular el ensayo llamado “La solución final: la clonación más allá de lo humano e inhumano”.
4. “Anotación al 23 de agosto de 1944”, en Obras completas, op. cit., p. 728.
5. “Deutsches Requiem”, en Ibid., pp. 576-581.
6. “Decir que ha vencido Inglaterra es decir que la cultura ocidental ha vencido, es decir que Roma ha vencido;
también es decir que ha vencido la secreta porción de divinidad que hay en el alma de todo hombre, aún del
verdugo destrozado por la victoria” (“Nota sobre la paz” (1945), en Borges en Sur 1931-1980, Emecé, Buenos
Aires, 1999, pp. 33-34).

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7. “Definición del germanófilo” (1940), en Textos cautivos, Tusquets, Buenos Aires, 1986, pp. 335-338.
8. “Ensayo de imparcialidad” (1939), en Borges en Sur 1931-1980, op. cit., 1999, pp. 29-30.
9. Aristóteles, Política, 1253a.
10. “El inmortal”, op. cit., p. 541.
11. Piglia, Ricardo, “Ideología y ficción en Borges”, en Punto de vista, N° 5, Buenos Aires, 1980.
12. “El encuentro”, en Obras completas, op. cit., p. 1043.
13. “Anotación al 23 de agosto de 1944”, op. cit., p. 728.
14. “El informe de Brodie”, en Obras completas, op. cit., pp. 1073-1078.
15. “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874)”, en Ibid., cit., p. 562.
16. “There Are More Things”, en El libro de arena, Alianza, Madrid, 1977, pp. 44-45.
17. Cfr. Abós, Álvaro, Macedonio Fernández. La biografía imposible, Plaza y Janés, Buenos Aires, 2002, p. 84.
18. “Un curioso método”, en Textos recobrados (1956-1986), Emecé, Buenos Aires, 2001, p. 252. También:
“Fuera de algunos individuos de la Real Academia Española –cuyo sentido del idioma era deficiente nadie
creyó en el ‘justicialismo’, monstruo neológico que con su eco inexplicable sigue dando horror a una página del
abultado diccionario” (Ibid., pp. 291-292) –yo subrayo.
19. “Una efusión de Ezequiel Martínez Estrada” (1956), en Borges en Sur (1931-1980), op. cit., p. 174.
20. “El simulacro”, en Obras completas, op. cit., p. 789.
21. “La censura” (1983), en Textos recobrados (1956-1986), op. cit., pp. 305-306.
22. Fernández, Macedonio, Teorías, Corregidor, Buenos Aires, 1974.
23. Thonis, Luis, “Macedonio Fernández: mínimo de Estado, máximo de individuo”, en Tokonoma, N° 8,
Buenos Aires, 2003, pp. 46-53.
24. Citado por Abós, Álvaro, Macedonio Fernández. La biografía imposible, op. cit., p. 43.
25. Ibid., p. 86.
26. “Nuestro pobre individualismo”, en Obras completas, op. cit., p. 658.
27. “Palabras pronunciadas por J.L. Borges en la comida que le ofrecieron los escritores (1946)”, en Jorge Luis
Borges A/Z, Siruela, Madrid, 1988, pp. 72-73. Resulta interesante confrontar lo anterior con una declaración
formulada exactamente treinta años después: “Una dictadura no me parece censurable. A simple vista, parece
que cortar la libertad está mal, pero la libertad se presta para tantos abusos: hay libertades que constituyen una
forma de impertinencia” (Revista Ahora, 1976) (Ibid, p. 73).
28. Avelino Arredondo (recreación borgeana de un hecho real, el asesinato en Montevideo del presidente colo-
rado Juan Bautista Idiarte Borda, en 1897) es un relato en el que el individuo actúa (comete el magnicidio)
siguiendo solamente el dictado de su conciencia. Es un elogio del individuo solitario y heroico que cumple
con lo que considera su deber (“Unos muchachos nacionalistas me preguntaron: ¿pero cómo; entonces cuando
él [Avelino Arredondo] tomó esa decisión, a quién representaba? A nadie –respondí yo–, sólo representaba
a su conciencia... No, pero está mal, me dijeron. Quiere decir que ya no se entiende un acto individual. Si
hubiera sido enviado por un Partido, sí se entendería. Parece que la violencia está bien si se decide en el comi-
té... Se rechaza que uno tome decisiones ante su propia conciencia y luego asuma toda la responsabilidad.
Precisamente lo heroico es eso”).
29. “Nuestro pobre individualismo”, op. cit., p. 659. Esta misma idea se repite en “El hombre en el umbral”
(Ibid., p. 614) y en el poema “Los justos” (La cifra, cit.).
30. “La moneda de hierro” (1976), en Obras completas (1975-1985), Emecé, Buenos Aires, 1989, p. 121.
Ocho años más tarde, en una nota aparecida en Clarín el 22 de diciembre de 1983, volverá sobre este
prólogo:“Escribí alguna vez que la democracia es un abuso de la estadística; yo he recordado muchas veces
aquel dictamen de Carlyle, que la definió como un caos provisto de urnas electorales. El 30 de octubre de
1983, la democracia argentina me ha refutado espléndidamente... Mi Utopía sigue siendo el país, o todo el
planeta, sin Estado, o con un mínimo de Estado... Cuando cada hombre sea justo, podremos prescindir de
la justicia, de los códigos y de los gobiernos... Nadie ignora las formas que asumió esa pesadilla obstinada.
El horror público de las bombas, el horror clandestino de los secuestros, de las torturas y de las muertes, la
ruina ética y económica, la corrupción, el hábito de la deshonra, las bravatas, la más misteriosa, ya que no la
más larga, de las guerras que registra la historia. Sé, harto bien, que este catálogo es incompleto” (“El último
domingo de octubre”, en Textos recobrados (1955-1986), op. cit., p. 307.

200
202

José María Ramos Mejía,


el historiador y sus lecturas
Por Fernando J. Devoto (*)

¿Cómo se constituye una interpretación


teórica y política desde una cultura de esca-
sas raíces y escuálidos desarrollos propios?
El despliegue de una vocación libresca y la
atención a la singularidad local fue el cami-
no que transitó José María Ramos Mejía,
escribiendo una serie de obras que no des-
merecen la afirmación de existencia de un
pensamiento argentino. Fernando Devoto
sigue su trayectoria intelectual, sus disci-
pulados, sus variantes opciones teóricas, su
perseverancia en la pregunta por la historia
–y en la opción por la atención a la oralidad
que había cultivado López–, para señalar
qué es lo que conserva vitalidad. Y, siguien-
do a Goethe, la encuentra no en el gris de la
teoría sino en el verde árbol de la vida. En
la atención ingeniosa sobre la acontecimien-
tos vividos, más que en el apego prudente a
los documentos originales. De ese modo,
la obligada originalidad en una cultura no
organizada en tradiciones y disciplinas se
resolvió como impresión colorida y aguda
de un momento de la nación.
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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

Entre los rasgos compartidos por el entonces, un joven estudiante de medi-


conjunto de escritores de la época de cina próximo a graduarse –lo haría al
nuestro positivismo que incursionaron año siguiente con una tesis sobre el
en el estudio del pasado, dos tienen traumatismo craneal–, pero ya activo
interés aquí. El primero es su voluntad en el ámbito de la medicina (había fun-
de proponer algún tipo de relación dado contemporáneamente el Círculo
entre la historia y algo que a falta de Médico Argentino). Poco se sabe del
un término mejor podríamos llamar clima de estudios en esa facultad salvo
“ciencias” en un contexto en que las que las nuevas ideas no eran claramente
diferencias disciplinares tenían límites dominantes (Eduardo Holmberg, con-
imprecisos. Así, la historia debía ser tri- discípulo de Ramos, en una ficción de
butaria de ellas o mejor, de las “teorías” 1874, ironizaría acerca de que nunca
que en otros territorios se generaban. había oído hablar de Darwin en ella).
El segundo es que, por esa actitud de Algo que vendría a corroborar el hecho
ir más allá de las fronteras profesionales de que el Círculo Médico, donde las
y más aún por las deficiencias de su nuevas tendencias serían manifiestas,
formación en facultades que a menu- había sido fundado por estudiantes de
do estaban más cerca de las “ligeras y la facultad más que por los profesores.
educadoras causeries” (en el decir de Más allá de los espacios académicos,
Antonio Dellepiane) que de un saber Ramos perteneció a ese ámbito de
académico sistemático, su cultura fue jóvenes de la elite porteña que se
sustancialmente libresca. Autodidactas nucleaba en torno a los periódicos
por necesidad antes que por vocación y El Nacional primero y Sudamérica
entusiastamente “modernos”, la lectura después (Pellegrini, Cané, Lucio V.
los proveía de los instrumentos que López). Con ellos permanecerá ligado,
creían adecuados para ser científicos a en especial con Carlos Pellegrini, en
la altura de su época. Libros y lectu- cuya órbita primero y en cuya estela
ras se acumulaban así en un modo a después realizó sus incursiones en la
veces azaroso y casi siempre ecléctico. política (fue diputado nacional entre
Ello los obligaba a ser inevitablemente 1888 y 1892) o en el desempeño de
originales. José María Ramos Mejía, altos cargos estatales. Esos mismos
que a diferencia de la mayoría de sus vínculos lo colocaban en la cercanía de
contemporáneos que cultivaban sus Vicente Fidel López, su mentor y en
mismas pasiones nunca viajó a Europa, cierto modo maestro en sus incursio-
fue uno ejemplo emblemático de esa nes históricas que fueron paralelas a su
actitud. Su discípulo o José Ingenieros actuación en el campo de la medicina,
lo recordaba hurgando infatigablemen- sea en la facultad respectiva, donde sería
te en las librerías porteñas. nombrado profesor titular de Patología
Buscando un momento ideal para Nerviosa en 1887, sea en el ámbito de
comenzar este pequeño itinerario a tra- las instituciones estatales del área (pri-
vés de un autor, su obra y sus lecturas, mer director de la Asistencia Pública,
podemos comenzar con la publicación 1882, presidente del Departamento
en 1878, por parte de José María Nacional de Higiene, 1893).
Ramos Mejía, de la primera parte de La operación que propone Ramos,
su Neurosis de los hombres célebres en releer el comportamiento de grandes
la historia argentina. Ramos es, por figuras del pasado argentino (en espe-

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

cial Rosas) a través de un estudio de su sus patologías mentales. Las filiaciones


patología nerviosa, es decir una aplica- principales parecen ser aquí sus lecturas
ción de los avances de la psiquiatría al de Jean Baptiste Laborde, que aplicaría
estudio de la historia, es muy original y los principios de la psicología mórbida
novedosa para el contexto historiográ- de Moreau al análisis de los actos del
fico argentino pero no para el europeo. pueblo de París durante la comuna y
En especial la obra del médico y ensayis- Prosper Despine. Ambos, sea dicho al
ta Jacques Moreau de Tours, de 1859, pasar, influirían también sobre Le Bon,
aparece como referencia principal den- con sus hipótesis sobre los fenómenos
tro de un conjunto de lecturas médicas de contagio (o imitación) moral. Ramos
francesas que Ramos ha ido realizando trasladará ese tipo de análisis al estudio
autónoma y desordenadamente en los de los comportamientos colectivos de la
años precedentes. También de Moreau plebe de Buenos Aires durante la época
de Tours ha partido otro médico inte- de Rosas. En 1882, Ramos daría forma
resado en la psiquiatría y antropólogo definitiva al libro agregando cuatro
vocacional, Cesare Lombroso para pro- estudios más sobre otros personajes de
ducir su obra Genio e Follia en 1864 nuestro pasado (Francia, Monteagudo,
que, sin embargo, Ramos no cita en Aldao y Brown), encarnaciones de dis-
la primera edición de las Neurosis.(lo tintos tipos de neurosis.
que desde luego no implica necesaria- La obra de Ramos fue recibida con
mente que no la conociese). La idea es, simpatía pero a la vez con reservas.
con todo, la misma en los tres casos, Vicente Fidel López las expresó en
las raíces comunes del genio y de la el prólogo que acompañó la primera
locura, creencia y las sucesivas ediciones. Lo definió
La operación que propone bastante extendi- obra de “ciencia pura”, elogió la inde-
Ramos, releer el comporta- da desde tiempos pendencia de criterio del autor y los
miento de grandes figuras del anteriores, tanto consideró un aporte a la gloria literaria
pasado argentino (en especial en el seno de la argentina. Agregó, sin embargo, que
Rosas) a través de un estudio de cultura letrada la obra era un ensayo inicial y precoz
su patología nerviosa, es decir como en el de que carecía de la suficiente extensión
una aplicación de los avances aquélla popular. documental en el terreno histórico y
de la psiquiatría al estudio de En esa perspec- de la ausencia de registros clínicos en
la historia, es muy original tiva, la extrema la Argentina del pasado que permitie-
y novedosa para el contexto actividad cerebral sen tipificar mejor las enfermedades a
historiográfico argentino pero de los hombres que Ramos aludía. Sarmiento también
no para el europeo. notables gene- le dedicó elogios en una pronta recen-
raba una fuerte sión pero advirtió sobre la credulidad
propensión hacia distintas formas de del autor hacia las fuentes que utili-
neurosis. Ramos, sin embargo, siempre zaba para sostener sus afirmaciones,
ecléctico por las razones que apunta- el panfletismo de la época de Rosas
mos al comienzo o por otras, agrega (incluido el suyo propio) que estaba
una segunda línea de reflexión no sobre más atento al combate político que a
individuos sino sobre grupos colecti- la verdad histórica.
vos, considerados como si fueran un Considerada globalmente, Las neuro-
individuo y por tanto, pasibles de un sis presenta ya el conjunto de temas
semejante tipo de análisis en cuanto a que sucesivamente le interesarán a

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

Ramos en el plano historiográfico exhibir el problema, en especial por-


y las vías de indagación del mismo. que la obra de Ramos tenía muchas
Más allá de que otros autores y mode- afinidades con la de Lombroso, sobre
los se agregaran luego a su horizonte todo la segunda parte agregada en
intelectual ya están aquí delineados 1882, donde aparece además citado
la aproximación al pasado argentino no Genio e Follia pero sí la revis-
desde el estudio de los fenómenos ta Archivio de Psichiatria, Scienze
mentales de individuos o de grupos Penali ed Antropologia Criminale.
colectivos. Comparando la obra de Sin embargo, las muchas temerarias
Ramos Mejía con la de algunos de observaciones de Lombroso reposa-
sus congéneres europeos, cuya lectura ban, al menos, en un arsenal docu-
había frecuentado, emergen bien las mental de muy diferente calidad y
limitaciones de la misma. No sólo profundidad que el de Ramos. No
se trataba del estado de la disciplina sólo se trataba de que en gran medida
médica en el país o del de las fuentes utilizaba los textos, las memorias o
y la bibliografía históricas disponibles la correspondencia producidos por
–que desde luego no tenían punto de aquellos mismos que estimaba locos
comparación con las europeas– sino (de Newton a Rousseau) sino de que
de que el mismo Ramos Mejía apa- la comparación reposaba en amplios
recía y aparecerá luego más inclinado estudios médicos (en especial histo-
hacia un ensayismo adornado con rias clínicas y diarios de internados
una magnífica prosa (de su interés en manicomios) y en un detallado
permanente por la literatura da buena análisis de estructuras craneanas.
cuenta nuevamente el testimonio de En Ramos se trataba de fuentes que
José Ingenieros) que a una profunda podemos llamar secundarias, libelos,
colaboración entre psiquiatría e his- algunas pocas entrevistas a contem-
toria. Ello no sugiere que los resulta- poráneos y algunas pocas referencias
dos hubiesen sido menos discutibles de periódicos (La Gaceta Mercantil)
si hubieran reposado sobre lecturas a los que sumaba la obra de historia-
intelectuales más consistentes o si el dores y ensayistas argentinos como
entonces joven autor le hubiese dedi- Mitre y López (sobre todo) , Andrés
cado mayor esfuerzo. También libros Lamas y Sarmiento. Buen discípulo
como los de Moreau o Lombroso de López, utilizaba también abun-
estaban plagados de afirmaciones dis- dantemente los recuerdos familiares
cutibles o arbitrarias. Lombroso, por y las conversaciones informales con
ejemplo, argumentaba que una de los mayores y con sus contempo-
las mayores pruebas de la locura de ráneos. En cualquier caso, las citas
Comte era no sólo la que brindaba teóricas médicas exceden a las his-
el que hubiera estado internado por tóricas en una proporción de 3 a 1.
trastornos mentales sino su misma Ciertamente, y de ello nos ocupare-
doctrina, ya que luego de condenar a mos más adelante, el mismo Ramos
la religión y a la iglesia había intenta- fue conciente de esos límites y a su
do convertirse en apóstol y sacerdote modo buscó ampliar sucesivamente
de una religión materialista. Con la base documental en la que hacer
todo, una comparación con el libro de reposar sus conclusiones. Por otro
éste último puede ser de interés para lado, no hay que olvidar que, por

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inconsistente que pudiese aparecer la Con respecto al primer proceso, no


evidencia que presentaba en compa- exento de entusiasmo hacia la parado-
ración con la de sus congéneres euro- jas, Ramos argumenta que la selección
peos, el mismo Lombroso no había artificial producida por la inquisición
dejado de elogiar calurosamente el tuvo un doble y contradictorio efecto:
libro de Ramos al que definía como por un lado eliminó del pueblo espa-
“uno de los más potentes pensadores ñol muchas enfermedades mentales
y de los más grandes alienistas del convirtiendo a los españoles en un
mundo”, aunque sólo fuese porque pueblo más sano que otros europeos
en él reconocía su propia voz. y por el otro eliminó todo atisbo de
Tras el paréntesis que le impusiera inteligencia en el terreno cultural,
su dedicación a distintas funciones esterilizando cualquier movimiento
públicas, Ramos Mejía insistiría en sus intelectual. En resumen, una obra que
excursiones históricas. En 1896 apare- repite esquemas conceptuales presen-
cería La locura en la historia. Aplicaba tes en Las neurosis y la misma opera-
allí al vasto campo de la historia euro- ción historiográfica (mezcla de fuentes
pea medieval y moderna (pero inclu- secundarias, en tantos casos dudosas
yendo pantallazos del mundo antiguo) con literatura médica no menos dis-
el instrumental teórico que había pre- cutible) cuya mayor innovación con
sentado en Las neurosis. Reducidos a respecto a la anterior es el lento des-
sus términos simples, como lo hace plazamiento del eje temático de los
Groussac en el demoledor prólogo fenómenos individuales a los colecti-
que precede la obra a pedido del autor vos que signará plenamente su libro
y en el que carga contra las ilusiones sucesivo: Las multitudes argentinas
y excesos de la neuropsiquiatría y aun publicado en 1899. Aquí entramos en
del darwinismo, todo reposa en la un clima nuevo.
teoría de la “herencia mórbida” por la Las multitudes, pensada como proe-
cual las patologías de los individuos se mio de un libro sobre la época de
transmiten de generación en genera- Rosas que publicaría ocho años más
ción acrecentándose. A ello opone el tarde, ha sido colocada justamente
ensayista francés otro principio des- bajo la égida de la lectura de la influ-
calificador de la misma: el de la regre- yente obra de Gustave Le Bon. Sin
sión al tipo normal. embargo, esa afirmación aporta en su
El núcleo principal del libro lo consti- sencillez más dificultades que ilumi-
tuye el caso español en donde Ramos naciones. Desde luego, el punto de
desarrolla en paralelo un análisis psi- partida es el mismo: la ley de la uni-
cosocial: el papel de la Inquisición dad moral de las multitudes, según la
en la conformación de la mentalidad cual los hombres abdican de su per-
del pueblo español (“la selección de la sonalidad individual y se integran en
especie humana por medio del Santo un conjunto social que se comporta
Oficio”) y otro individual-familiar en como una persona colectiva domina-
el que el análisis de la degeneración da por los sentimientos y por el puro
hereditaria se aplica a un caso clásico instinto. Sujeta a una situación aluci-
en ese tipo de estudios: el de la dinas- natoria, ella se entrega a todo tipo de
tía de los Austrias, desde la enferme- desbordes y sólo puede ser controlada
dad de Juana la loca a la de Carlos II. (domada) por el “meneur”, el mani-

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pulador de la multitud. Sin embargo a las reflexiones de Gabriel Tarde, otro


Ramos, al igual que la mayoría de sus de sus autores predilectos, sobre la
contemporáneos argentinos –y por opinión y sus leyes de imitación que,
las razones que apuntamos– era dado como es conocido, estaban muy lejos
a las mezclas más eclécticas y éstas lo de las de Le Bon en los debates euro-
llevan a innovar en sustanciales pun- peos. Finalmente, y el punto no es
tos la teoría de Le Bon. El primero es menor, ningún urgente temor afecta
que no todos los hombres son pasi- las reflexiones de
bles de abdicar, en ese estado hipnó- Ramos Mejía, a (...) Ramos parece añorar las
tico, de sus propias facultades. Para el diferencia de sus sanguíneas multitudes de la
caso americano, colige Ramos, son en congéneres euro- emancipación y aun de la tira-
general las personas humildes sin ins- peos, para quie- nía, románticas, heroicas y
trucción formal, hombres anónimos nes el estudio que cumplían un beneficioso
cuya personalidad es maleable (el de la multitud papel fisiológico en el organis-
“hombre carbono”) y por ende sus- era un modo de mo social a la vez que deplora
ceptible de integrarse en un colectivo poder actuar para a las nuevas multitudes inmi-
como la multitud. Las personas supe- conjurar su peli- gratorias dominadas por el
riores, por su instrucción, difícilmen- gros. Más aún, cálculo y el interés e incapaces
te puedan integrarse a ella. Empero, Ramos parece de cualquier grandeza.
también aquellas que engloba con añorar las sanguí-
el rótulo del “burgués áureo”, por neas multitudes de la emancipación y
su timidez y pasividad, solo podían aun de la tiranía, románticas, heroicas
hacerlo en otra vertiente, la de la y que cumplían un beneficioso papel
“multitud estática” o pasiva. fisiológico en el organismo social a
La segunda distinción es cronológica. la vez que deplora a las nuevas mul-
Ahí donde Le Bon consideraba a la titudes inmigratorias dominadas por
multitud como un fenómeno carac- el cálculo y el interés e incapaces de
terístico y específico de las sociedades cualquier grandeza. En lo que desde
contemporáneas (una excepción la luego hay que ver un tópico común
podía constituir la Roma imperial) y en tantos miembros de los grupos diri-
urbanas, Ramos llevaba la cronología gentes argentinos de la época de Roca
más atrás, individualizando el paso y opositores a éste.
de la turba amorfa a la multitud, para La obra de Ramos contiene una com-
la Argentina, en el tránsito entre los binación de dos de los elementos pre-
siglos XVIII y XIX. Más aún, para el sentes en sus obras anteriores, un apa-
caso argentino, Ramos conjeturaba rato teórico ecléctico producto de sus
que en la época a él contemporánea no lecturas, con una utilización de otras,
existía verdaderamente multitud sino lo que los historiadores llaman fuentes
que se había retornado al “grupo”, secundarias, que le proveían de los
elemento primordial y precedente. “hechos” con los cuales ilustrar su rela-
A lo sumo existía en su época una to . A ellos agregaba ahora un tercero:
multitud estática (a contrastar con las la del observador de la realidad argen-
dinámicas anteriores) que se formaba tina de las últimas décadas del siglo
a través de los periódicos, las tertulias XIX. Los dos últimos capítulos del
o los pequeños corrillos. Empero, esta libro acerca de las multitudes moder-
última caracterización acerca a Ramos nas son los más interesantes y los más

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

paradojales del libro. No se trata sólo 1912, en ocasión de una conferencia


de un ensayo sociológico sino de un en homenaje a Mitre quiso recordarlo
verdadero proyecto prescriptivo que como poeta, militar y político dejando
refleja la necesidad de integrar y dis- en silencio su contribución como his-
ciplinar a los inmigrantes como modo toriador) prefirió ahora apoyarse en la
de hacerlos pasar, lentamente, del autoridad de Hipólito Taine (e incluso
estado de barbarie en el que supues- en la de Gabriel Monod, el fundador
tamente se encontraban a los pródro- de la Revue Historique) para defender
mos de la civilización. A la manera su propuesta historiográfica. Es que
sarmientina sería la Argentina la que Taine es ahora para él una guía mucho
civilizaría al inmigrante y no viceversa. más segura que Le Bon o la literatura
Así, Ramos combina la observación médica. A esos modelos agregó una
con la creación de estereotipos socia- vasta consulta de fuentes, ante todo
les destinados a la vez a estigmatizar las orales, ya que, sostenía, el testigo
y sugerir por contraste los compor- ocular tiene la prioridad (y aquí ahora
tamientos deseables. Asimismo, esos invocó nuevamente la autoridad de
dos capítulos a su modo resumen Taine no la de López) pero también
alcances y límites de las aproximacio- libros de contaduría, el archivo de
nes de Ramos en la tensión de una policía y la correspondencia de Rosas
jerga pseudocientífica y un lenguaje a con las autoridades de las campañas,
ratos escatológico entre otras. El resultado fueron felices
Ramos [...] conserva toda su con agudas aun- capítulos sobre la sociedad (y en espe-
vitalidad cuando sus afirma- que prejuiciosas cial sobre la plebe) durante la época
ciones reposan no sobre ese percepciones de de Rosas en la que la explicación por
mundo de libros que había la sociedad con- la situación “hipnótica” de las multi-
acumulado en su bibliote- temporánea. tudes pierde peso ante una exposición
ca sino sobre sus miradas, a Ramos prosiguió de su adhesión al rosismo mucho más
menudo perspicaces, de las con sus reflexio- centrada en los incentivos materiales y
realidades a él contemporá- nes acerca del simbólicos que la movilizaban y en la
neas o sobre aquellos docu- pasado y brindó, capacidad organizativa del régimen.
mentos originales, no porque en 1907, su obra El cuadro resultante del libro de
ellos fuesen iluminadores en sí más acabada: Ramos, quizás dominado por pers-
mismo sino porque supo valo- Rosas y su tiempo. pectivas contemporáneas, convierte a
rizarlos con ingenio. Atesorando las Rosas en un temprano líder de masas
numerosas críti- y a su régimen en una forma de demo-
cas recibidas por sus libros preceden- cratización social y política (en esto
tes, decidió finalmente tratar de hacer último no estaba tan lejos de Ernesto
tarea de historiador tal como entonces Quesada). Sin embargo, si el juicio
se la entendía. Creyó su deber ampliar sobre el régimen deviene más com-
sus lecturas y discutir sobre fuentes y prensivo, el juicio sobre el personaje
metodología, revisar la historiografía Rosas mantiene toda la negatividad
sobre el tema y defender la objetivi- que creía deducir de la literatura médi-
dad científica y no partisana de su ca. Si Rosas es para Ramos el personaje
enfoque. Aunque López sigue siendo más original de la historia de América,
su maestro en términos de la forma lo es en tanto las dimensiones trágicas
de reconstrucción del pasado (aún en que emergen de sus patologías. Es que

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

el libro contiene una superposición de y su obra? Quizás que Ramos, ante


lecturas desde los viejos motivos de la los ojos de un lector actual, apare-
psiquiatría y la teoría de la herencia ce como insanablemente arcaico en
mórbida con los de la psicología de las aquellos tramos en que reposa sobre
multitudes, que seguían dando flanco una serie de lecturas hoy también
para la crítica, adosados a los nue- decididamente envejecidas. En cam-
vos más propiamente historiográficos. bio, conserva toda su vitalidad cuan-
Interpretativamente también contiene do sus afirmaciones reposan no sobre
una tensión entre, en sus palabras, el ese mundo de libros que había acu-
“salvaje unitario” que llevaba adentro mulado en su biblioteca sino sobre
y el científico que aspiraba a mirar sus miradas, a menudo perspicaces,
el pasado con la impasibilidad de un de las realidades a él contemporáneas
entomólogo. Muchas veces el primero o sobre aquellos documentos origina-
lleva la mejor parte, aunque fuese a les, no porque ellos fuesen ilumina-
ratos balanceado por el criollo viejo dores en sí mismos sino porque supo
que era –y que por ello pese a todo valorizarlos con ingenio. Así, como
estimaba más aquellos personajes y observó Paul Groussac, el legado de
aquellas multitudes que las a él con- la obra de Ramos podría resumirse en
temporáneas– y por unas promesas de la máxima que Goethe puso en boca
ecuanimidad (de nuevo a la manera de Mefistófeles: “gris es la teoría pero
de Quesada) que tanto debían a los verde es el áureo árbol de la vida”.
nuevos climas historiográficos.
¿Qué concluir de este rápido itinera-
rio a través de un autor, sus lecturas (*) Instituto Ravignani, UBA

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Pedro de Angelis
Por Hebe Clementi

En tiempos de convulsión política en Europa,


Buenos Aires se convierte en lugar de resi-
dencia de Pedro de Angelis. No serían meno-
res los efectos de su radicación. Invitado por
Rivadavia se convierte en el compilador de
documentos y testimonios previos a 1810.
Se trataba de constituir un archivo del saber
sobre la región. El registro de las distintas
poblaciones indígenas, reconocidas en su
diferencia a la vez que incluidas bajo la gene-
ralidad del desdeñoso bárbaro, se suma a los
relatos de expedicionarios y documentos his-
tóricos. Hebe Clementi convoca a reconocer
el valor de esa pionera labor archivológica
como sustento de historia nacional capaz de
constituirse más allá de debates entre posi-
ciones ideológicas cristalizadas.
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Don Pedro de Angelis llega a Buenos Carlos X asume el trono en Francia


Aires en 1826, con la aureola de capa- en medio de la contienda entre cleri-
citado “escriba” del Estado de Nápoles cales y liberales, los turcos en Grecia
y las Dos Sicilias, bajo la corona espa- y la batalla de Novarino exalta las me-
ñola, y de estudioso de documentos morias de la Grecia clásica revisitada
del pasado. Bernardino Rivadavia lo por románticos ingleses, y procesos
encuentra en París, junto a su mujer, revolucionarios tienen lugar en Fran-
y a un español que también ha caído cia, en Bélgica, en Polonia, y en Ale-
en desgracia, José de Mora y su bella mania, en tanto asegúrase el trono de
mujer, en el París turbio de persegui- Francia a Luis Felipe de Orleáns.
dos y perseguidores como secuela de la Es evidente que las Coronas europeas
Revolución de 1789. A las dos parejas, están en una carrera de poder y arbi-
Bernardino Rivadavia las contrata con trariedad, que tendrá un fin próximo
la vaga finalidad de aportar gente ade- en cuanto el poderío de Inglaterra se
cuada para la organización del Estado haga sentir ante el resto de las Coronas
y la educación en su tierra natal. europeas. El fin de la era napoleó-
La difusión que el accionar de Napo- nica se impone y resulta sensible el
león había dado a la idea de la revolu- aislamiento de Inglaterra del resto
ción transformadora, impulsaba en la de la Europa continental, en tanto la
vieja Europa bríos renovadores, en la revolución industrial va haciéndose
misma medida que el viejo orden de notar en lugares y ritmos diversos,
la Europa secular quedaba destruido. mientras la religión cristiana mantiene
El reino de Nápoles y las Dos Sici- una distancia neutral ante evidencias
lias, del que provenía De Angelis ha- perturbadoras con ritmos diferentes.
bía sido creación de esos tiempos, y Al mismo tiem-
por tanto dudosamente perdurable, si po, España clau- La difusión que el accionar de
bien el tránsito hacia el nuevo orden dica en su idea Napoleón había dado a la idea
que Francia pretende instaurar tam- imperial y el de la revolución transformado-
poco será fácil frente al surgimiento de trono de las Dos ra, impulsaba en la vieja Europa
nuevas fuerzas como el nacionalismo, Sicilias y Nápoles bríos renovadores, en la misma
que prenderá también en los países pasará a ser una medida que el viejo orden de
nuevos en formación –como los ame- fisura olvidable, la Europa secular quedaba des-
ricanos– donde dos décadas antes han al igual que el truido. El reino de Nápoles y las
comenzado los amagos rupturistas dominio de los Dos Sicilias, del que provenía
con la metrópoli española. De hecho, Países Bajos, De Angelis había sido creación
hacia 1815 Europa pretende frenar más la división de esos tiempos, y por tanto du-
la desintegración convocando a un de la casa de dosamente perdurable (...)
Congreso en Viena, que acuerda reti- los Habsburgos
rar tropas de Francia, y que provocará españoles, de los austríacos. El énfasis
en Nápoles la revolución de 1820 y lo pondrá España ahora en el orde-
en el Piamonte, en 1821, amén de la namiento de conductas de Estado,
lucha de Grecia contra Turquía, y las a través de formulaciones rígidas del
tropas francesas luchando en España quehacer de la metrópoli frente a sus
en nombre del concierto europeo, en colonias, por encima de adversidades
tanto Gran Bretaña abandona toda y rebeliones posibles. En tanto que el
incursión en el ámbito continental, y reino inglés robustecido en su aisla-

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miento, se convierte en primera figura preservación y copia de documentos


de los mares, dueño casi absoluto del que lo convierten en silueta respetada
negocio negrero, y de todos los mares, y reconocible, sobre todo desde su
mientras la pérdida de sus colonias en gestión del Archivo Americano, malgra-
las costas de América del Norte, en do las alternativas del poder político,
1776, le confir- el malestar en el interior del espacio
Más allá de frustraciones e man ese destino. argentino y las sucesivas confrontacio-
irrelevancias, la labor archi- Ante esta bre- nes violentas o bien la desjerarquiza-
vológica de De Angelis sigue vísima síntesis ción de títulos y procedencias, que sin
conformando una documenta- de los cambios dudas provocaban desconcierto.
ción valiosa, única, reveladora europeos, cabe Ambos, por otra parte, cuentan con
de constancia y confiabilidad la afirmación de “carta de ciudadanía” que han obte-
al margen de cualquier otra que las parejas nido antes de la caída de Rivadavia,
consideración sobre lealtades De Angelis y De el 24 de abril de 1827. No se trataba
sobrepasadas, mezquindades Mora deben ha- por cierto de una situación sorpresiva
irresueltas, o reiteraciones in- ber experimenta- para ninguno de estos europeos, por
consultas. Su enseñanza pa- do un alivio ante provenir de una Europa igualmente
radigmática como archivero el contrato que convulsionada. Por aquí primaba el
aplicado a la conservación y les ofreciera Riva- desconcierto por la total ignorancia
estima documentada del accio- davia en Europa de la realidad espacial americana, en
nar de un Estado, sigue siendo para colaborar en lo que por cierto no son los únicos
una enseñanza e inspirando el nuevo Estado ni en esa Buenos Aires de esos años
invariable respeto. argentino. El día ni en la de mucho después, como
19 de diciembre lo atestigua la misma historiografía
de 1826, De Angelis le escribe a Ri- argentina. Para ilustrar esa constante y
vadavia desde Montevideo, avisándole su intensidad inabordable, arrimamos
de su llegada. Se entera allí de que de- unas expresiones relativas al accionar
berán hacer la travesía por tierra desde de caudillos o jefes de las improvisadas
allí a Puerto Las Vacas, donde a bordo legiones rebeldes al poder centraliza-
de un lanchón llegarán a Buenos Aires, dor de Buenos Aires.
el 29 de enero de 1827... David Peña, en 1906, pronuncia
Rivadavia les encarga la redacción de una serie de conferencias sobre Juan
dos periódicos: La Crónica Política y Facundo Quiroga, nada menos que
Literaria, y El Conciliador (del que sólo en la Universidad de Buenos Aires,
alcanza a salir un solo número, el 1º de que luego publica en 445 páginas.
mayo de 1827). Al año siguiente cae Transcribimos el párrafo final:
Rivadavia y ambos escribas quedarán
sin tarea asignada. Pasan sin embargo “Fuiste (se refiere al Gral. Quiroga) ner-
al servicio de Rosas, y allí transcurren vio, centro, fuerza, pensamiento y acción
los años desde el 29 al 40, a partir de representativos de esas entidades humildes
la conspiración de Maza. De hecho candorosas y lozanas que se llaman pro-
nunca abandonará De Angelis el perio- vincias, en la hora crepuscular de su incor-
dismo –de una u otra forma– y alcanza poración a este núcleo incontrastable que
una suerte de “carta de ciudadanía” formara la patria... y en cuanto a aquel
específica desde 1827 por su continui- que tanto daño te hizo, escucha y sabe ¡oh
dad en el periodismo y en la tarea de Facundo! que algo como una vindicación

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suprema, última, nació de la propia plu- na opinión documentada sobre De An-


ma que te hiriera. Es Sarmiento, quien, gelis, tiene varias posibles fundamenta-
hablando de su sangre y de la tuya escribe: ciones. La importancia de su trabajo,
‘Nuestras sangres son afines’. ” a la luz de la documentación que se le
debe, tampoco ha sido particularmente
Son palabras que siguen palpando un estudiada o al menos citada en nuestra
drama irresuelto, que en 1906 retoma- historiografía. Es una víctima –digá-
ba el énfasis de la lucha de medio siglo moslo así– de nuestro divorcio histo-
más atrás, cuando se está en los prole- riográfico en la explicación de nuestra
gómenos de los festejos del Centenario historia. Y divorcio es un vocablo ape-
de Mayo, ante un auditorio que segu- nas adecuado para el vacío que divide a
ramente convocaba a lo más granado los “revisionismos” argentinos.
de la sociedad capitalina, que por otra Una polémica que venimos arrastran-
parte repensaba aquel pasado de cau- do, que arreció en los años 30, sobre-
dillos y libertades mientras buscaba vivió durante la exaltación del peronis-
una salida política viable para el nuevo mo, y subyace en algunas posiciones
siglo... Sírvanos esta memoria como libérrimas que han perdido convicción
antesala de las tareas de De Angelis, de y ganado en subdivisiones. Justamente
su permanencia americana, de su cons- por eso, y en la cándida convicción de
tancia en el trabajo de documentalista, que las razones contribuyen a soldar
y de su indeclinable aplicación inte- convicciones válidas y a admitir ma-
lectual al documento testificador de tices preferenciales, siempre y cuando
diferencias, legalizaciones territoriales, no se omitan razones o aportes válidos,
empaque institucional comprobable enfocamos ahora ese enorme ejercicio
y reclutado con eficiencia, reflexión e que le debemos a De Angelis, el de re-
invariable aptitud funcional. unir la documentación que ha buscado
Más allá de frustraciones e irrelevan- y editado sobre testimonios anteriores
cias, la labor archivológica de De An- a Mayo de 1810, que corresponden a
gelis sigue conformando una docu- distintos emprendimientos coloniales
mentación valiosa, única, reveladora que han dejado, o debían dejar testi-
de constancia y confiabilidad al margen monio, y que De Angelis ha buscado y
de cualquier otra consideración sobre editado con fervorosa continuidad.
lealtades sobrepasadas, mezquindades En este tema, es imposible mezqui-
irresueltas, o reiteraciones inconsul- nar el elogio de su continuidad y su
tas. Su enseñanza paradigmática como cuidado exhaustivo al editar fuentes
archivero aplicado a la conservación y de tantas procedencias, que segura-
estima documentada del accionar de mente fue consiguiendo poco a poco,
un Estado, sigue siendo una enseñanza mediante la persuasión inteligente y
e inspirando invariable respeto. la convicción compartida del enorme
vacío que venían a cubrir.
No seguimos el ordenamiento por to-
Pedro de Angelis y la búsqueda del mos sino por temáticas expresas, salvo
pasado americano los cuatro volúmenes pertenecientes al
antiguo Fondo jesuítico, que logra al
El vacío historiográfico que se experi- cabo de una expresiva convocatoria.
menta cuando se intenta expresar algu- Según Groussac, contó con 488 sus-

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criptores entre argentinos y emigrados no se borrará de nuestra percepción del


a Uruguay, en tanto se atravesaba las espacio y el tiempo colonial, de su vita-
alternativas entre 1837 y 1843 que pro- lidad y su protagonismo.
vocó la guerra con la Confederación Pe-
ruano-Boliviana y la Batalla de Yungay, Colección de obras y documentos relati-
en febrero de 1839, más la reanudación vos a la historia antigua y moderna de
de relaciones con Bolivia y Perú. las provincias del rio de la plata.1
De modo que mientras las elucubra- Ruy Díaz de Guzmán. Descripción del
ciones de Vico y de Mazzini alimentan Río de la Plata. Descripción de lo que
una suerte de romanticismo político en contiene el territorio. Descripción de
Europa, las lecturas de Saint-Simon, la armada que entró en esta provincia
Lerminier, Herder, circulan entre los del Río de la Plata – Sebastián Gabo-
jóvenes que se incluyen en la Gene- to. De la arrogancia de los pehuenches,
ración del 37, mientras la situación su caridad, manera de saludarse y sus
política interna es un hervidero en nombres. De los matrimonios y ocu-
la medida que la muerte de Quiroga paciones domésticas. De sus alimen-
conmociona el interior, y Fructuoso tos, músicas y otros pasatiempos.
Rivera, desde 1838, viene provocando
cuestiones en Corrientes, Santa Fe y Descripcion de Patagonia y de las par-
Entre Ríos, amén de las provocaciones tes adyacentes de la América Meridional
de flotas europeas que no dan sosiego. que contiene una razón del suelo, pro-
En este circuito nada armonioso, De ducciones, animales, valles, montañas,
Angelis se ingenia para trabajar orde- ríos, lagunas de aquellos lugares.
nadamente con lo que está a su alcan- La religión, gobierno, política, cos-
ce, empezando por el antiguo Fondo tumbres y lengua de sus moradores,
jesuítico, y por el diario de Diego de y algunas peculiaridades relativas a las
Alvear, que le hace conocer Woodbine Islas de Malvinas, escritas en inglés
Parish, que fue su amigo, y a partir de por K. Thomas Falkner (que residió
allí ordena una serie documental in- 40 años en aquellas partes).
apreciable y en varios tomos. Pehuenches, puelches, sus caciques, te-
Quizás un saludable afán de resumen huelches, moluches, que se conocen en
obstaculiza la percepción de la proble- Europa con el nombre de Patagones.
mática central que es la preservación Ejemplo de glosario de casi cien palabras:
del territorio americano de la mani- alma o espíritu: pulbú; cabeza y cabello:
fiesta intención perturbadora de Eu- lonco; cara: uge; ojos: ge; lengua: quemún.
ropa en estos años de conmoción eu-
ropea, que por otra parte tampoco es La ciudad encantada de los césares
abiertamente expuesta. Sobre todo por Se creía que existiese en la Cordillera,
el hecho evidente de que la definición al sur de Valdivia.
territorial está lejos todavía de ser una 1836 – derrotero de un viaje desde
realidad en nuestro propio territorio. Buenos Aires a los Césares, por el Tan-
Su discurso preliminar vale como expo- dil y el Volcán, rumbo de sur-oeste
sición cabal de su intención documen- comunicado a la corte de Madrid en
tal y restauradora de sentidos largamen- 1707, por Silvestre Antonio de Roxas,
te silenciados, y el Tomo II aporta una que vivió muchos años entre los indios
inolvidable descripción de Potosí, que pehuenches (enero de 1835).

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Hacia 1832 aparece La Novia del Pla- propio interés conserven la paz, como
ta de Esteban Echeverría, mientras De vemos sucede en el Paraguay con los Pa-
Angelis traduce parcialmente La scienza yaguás y los guanás y en Buenos Aires
nuova de G.B. Vico, recibe a Bonpland con los pampas, resultando que unos y
en su propia casa; deja que lo retrate a otros aumentan considerables ventajas
lápiz, durante tres horas, a Pellegrini. al comercio, y que algunos cansados o
Hacia 1837 Alberdi da a conocer su enfermos se establecen entre nosotros,
“Fragmento Preliminar” y ya circula haciéndose católicos.
la fuente nutricia del aglutinamiento Escribe sobre fondos en “ramos de gue-
de pensadores que concurren al Salón rra” que se emplean en parte en regalos
Literario que aporta la pléyade de jóve- oportunos a los caciques... y comenta
nes argentinos que a la manera de “La que “en otros lugares se sabe que hay esa
Joven Europa” forjan núcleos de pensa- disponibilidad y que se invierten sin que
miento político renovador. nadie sepa en qué”... también sugiere
En ese ámbito intelectual, hacia 1840 se pudiera intentar que algunos hijos
Pedro de Angelis comienza a editar los de dichos indios, “para que, sirviendo
cuatro primeros volúmenes de su serie de rehenes fueran a verlos con frecuencia
documental: Obras y documentos rela- los padres y palpasen que se los vestía y
tivos a la historia antigua y moderna de trataba bien”. (Félix de Azara, 19 de
las Provincias del Río de la Plata. febrero de 1799 al Sr. Olaguer Feliú).

Diario de Azara Al Marqués de Avilés, Antonio García


Rumbo –distancias directas– distancias de Solalinde, expedición por el río Ber-
próximas desde Buenos Aires hasta el mejo, ejecutado por el Coronel Adrián
Saladillo n/o San Luís hasta Mendoza. Fernández Cornejo
Oeste, norte y sudoeste, hasta Santiago Pedro de Angelis rescata el relato de
de Chile establecimiento de la nueva expedición de Cornejo al Chaco de la
frontera (Sierra del Volcán hasta la cos- edición del Mercurio Peruano de mayo
ta del mar); Diario de lo ocurrido desde de 1837, descubrimiento del Valle de
el 30 de octubre al 10 de diciembre, Cevita y conveniencia de su sitio para
Quequén, etc. Países del Gran Chaco una población española.
desde el fuerte del Valle, por Jerónimo Del diario de viaje del Coronel con el
Matorras. Gobernador del Tucumán. regimiento de la Viña Don Juan Fer-
Primera expedición al Chaco empren- nández Cornejo, vecino de Salta, con
dida por el Coronel Juan Díaz Fernán- sólo 26 individuos de tripulación bajo
dez Cornejo – 1780. su mando por orden del Superior Go-
bierno de Buenos Aires. (27 de junio
Informe de Don Félix Azara sobre varios de 1790 hasta 20 de agosto de 1790
proyectos de colonización de El Chaco – firman: Adrián Cornejo, Juan José
Proemio: Los abipones Cornejo de la Corte, José Antonio
Luego de referir el modo de vida y la Cornejo de la Corte).
imposible sumisión, en tres páginas
advierte: Descubrimiento del nuevo camino des-
“Lo que encuentro mejor y único en el de el Valle de Ceuta hasta la Villa de
día de entablar un buen trato y comer- Tarija, por el Coronel Adrián Fernan-
cio con dichos bárbaros para que por su do Cornejo

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Con prólogo de De Angelis “De un ca- Resumen del diario del Padre Jose Gardiel
mino en el valle de Ceuta”, tomado de en viaje que hizo desde Buenos Aires al vol-
la colección del Sr. Dr. Segurola. cán y de éste siguiendo la costa de Patago-
Este camino de Tarija facilita el ca- nia hasta el Arroyo de la Ascensión.
mino de la sal a Santa Cruz, frutos de Parte de Buenos Aires a mediados de
Moxos y Chiquitos, no distando Ceu- marzo de 1748
ta más que cien leguas, según buen “Salimos... aguas buenas, leña de alga-
fundado cálculo. rrobo, pastos muy buenos y fuertes para
el ganado.Dos semanas en Puerto San
Nuevo plan de fronteras de la Provincia Julián. Peces, pescados, zorros, guanacos,
de Buenos Aires, proyectado en 1816 patos de varias lagunas, muchísimos pa-
Con un informe de la necesidad de jaritos chicos”.
establecer una guardia en Los Manan- Cerca de las lagunas hallaron a 1.400
tiales de Casco o Laguna de Palante- indios e indias con sus hijos de gran
len, por el Coronel Don Pedro Andres estatura... los reciben con paz y cari-
García (Plan de Fronteras). ño. Los indios cazan todo el tiempo:
guanacos, avestruces, quirquinchos.
Basilio Villarino – Piloto de la Real Ar- No tienen otras armas que bolas y ar-
mada cos de hierros de barriles y pipas que
Diario de Navegación emprendida en quedaron aficionados a abalorios –
1781 para reconocimiento de la Bahía muchos y buenos pastos.
de Todos los Santos, las Islas del Buen Tehuelches: relación que hace el indio
Suceso, y el desagüe del Río Colorado. paraguayo Hilario Tapary, que se quedó
en el puerto de San Julián desde donde
Bibliografía del Chaco, con diccionario se vino por tierra a Buenos Aires.
de abipones, tobas, lules, tonocotés,
guaraní, quichua, araucano, aimará. Extractos de varias obras referidas a la
Diario de Gavino Arias. Isla Pepys
Con prólogo de Pedro de Angelis, con
Relación histórica de los sucesos de la cierta sorna por un lado pero por el otro,
rebelión de José Gabriel Tupac Amarú, va abriendo puertas a la conjetura lógi-
cacique de la Provincia de Tinta, en ca frente a un mundo desconocido, una
la Provincia del Perú el año de 1780, posibilidad de una isla escondida hasta
año 1780. que finalmente aprecia “que podrían muy
Discurso preliminar de Pedro de An- bien ser la misma tierra porque crían gran
gelis (cuidadoso relato y recatada refu- número de espadañas que a la distancia
tación de la crueldad con que se ejecu- pueden dar el aspecto de bosque”.
tó a Tupac). Sigue un extracto de varios viajes alu-
diendo al tema: viaje de Cowley en
Expedición a los campos del sur de Bue- 1683; viaje de Ansbn, 1740-44; viaje
nos Aires y a las costas de Patagonia del Comodoro Byron en 1764; primer
Discurso preliminar: “todos estos do- viaje de Cook (enero de 1769); segun-
cumentos han sido franqueados por el do viaje de Cook; discurso preliminar
Canónigo Dr. Don Saturnino Segurola de Mr. Bougainville a su jefe del viaje
a cuya generosidad debemos también la de La Perouse en 1785; viaje de Van-
descripción de las Misiones de Tarija”. couvert en 1790-95.

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Diario de la expedición de 1822 a los cam- La taciturnidad del gobierno español


pos del sur de Buenos Aires desde Morón en los asuntos relativos a la adminis-
hasta Sierra de la Ventana al mando del tración de las colonias, había defrau-
Coronel Pedro Andrés García. dado al público de este conocimien-
La observación, descripción y demás to: y los que se ocupan del estudio
trabajos científicos ejecutados por el de la geografía leerán su interés en
oficial de Ingenieros Don José Maria el informe del Padre Tomajuncoso
de los Reyes. Expedición a la Sierra de (1800) en que se refiere con una re-
la Ventana. comendable sencillez a estos ensayos
de colonización practicados en una
Discurso preliminar de Pedro de Angelis provincia ignorada (30 de agosto de
sobre la figura de Pedro A. García to- 1837, Pedro de Angelis).
mados los datos de un cuaderno autó-
grafo que nos ha sido franqueado por
el Dr. Don Tomas Manuel Anchore- Brevísima recapitulación
na, a quienes los que se interesen por
el buen nombre del Coronel García El enunciado precedente cumple
deben agradecer la conservación de esa obligación mínima de ofrecer
estos hechos en que los presentamos al menos el titulado de la obra de
a la estimación pública. “De Angelis, selección que emprende Pedro de
marzo de 1837”. Angelis en lo que a documentación
sobre el espacio “des cubierto” y “co-
Discurso preliminar al diario de la ex- municado” con que se cuenta a esa
pedición a la Sierra de la Ventana, no- altura del siglo que vive. La búsque-
viembre 15 de 1821. da es inteligente y exhaustiva. Los
agregados puntuales son cumplidos
Descripción de las misiones al cargo del y estimables. La emoción que suscita
colegio de nuestra Señora de los Angeles ese cumplimiento, esa puntualidad
de la Villa de Tarija, por Fray Antonio de esfuerzos y ese hallazgo de alter-
Tamajuncosa – Comisario y prefecto nativas y descripción de geografías y
de dichas Misiones. comunicaciones posibles, es de todo
Prólogo de Pedro de Angelis: punto notoria. Un verdadero antece-
“Causa ciertamente sorpresa que en estos dente de lo que Moussy encontraría
desiertos donde el carácter de los hombres dos décadas después. La descripción
está en armonía con los de la naturaleza, de “los naturales” es también mesura-
los esfuerzos de unos pocos misioneros ha- da, objetiva, inteligente, y lo mismo
yan logrado amansar y reunir en pueblos cabe en cuanto a la posibilidad de po-
a cerca de 17.000 individuos...” blamiento y utilización de productos
y animales de la zona. Un despeja-
Diario histórico de la rebelión y guerra miento de tierra y de gente, con que
de los pueblos guaraníes situados en la habrá de contarse en adelante.
costa oriental del Río Uruguay del año
de 1764. Cabe también una reflexión adecua-
Versión castellana de la obra escrita en da. La lectura es atrapante, las suge-
latín por el Padre Tadeo Xavier Henis rencias valen hasta hoy, y el devela-
de la Compañía de Jesús. miento de tanta aventura y el diseño

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de la incorporación plena, operan Colección de obras y documentos


como una espléndida estrategia para relativos a la historia antigua y mo-
una experiencia virgen y sin fronte- derna de las Provincias del Río de la
ras hacia la ocupación más plena. Y el Plata –Segunda Edición– Tomo IV
efecto que produce esta apertura sigue
siendo válido hasta nosotros, porque Informes de F. Félix de Azara sobre va-
a la vez que se aprecia y se valora el rios proyectos de colonizar el Chaco
esfuerzo primero, se constata cuánto
habrá todavía por hacer si queremos Proemio a los proyectos de colonización
un país diversificado y robusto, que del Chaco (Buenos Aires, marzo de
logre superar discriminaciones y de- 1837.
siertos, con inteligencia y sin limita-
ciones ya seculares. Colección de obras y documentos
relativos a la historia antigua y mo-
Por otra parte, los textos relativos a derna de las Provincias del Río de la
las primeras entradas en el territorio Plata – Segunda Edición – Tomo V
americano son tan precisos y nove-
dosos, que ofician de la mejor intro- Diario de un viaje desde el fuerte de San
ducción posible a la temática ame- Rafael del Diamante, hasta el de San
ricana, y argentina, como ninguna Lorenzo, en las puntas del Río Quinto,
otra aproximación. Es incomprensi- por Don Esteban Hernández; con otros
ble la razón que impide esa circula- documentos relativos al descubrimien-
ción masiva y la deja en cambio para to de un nuevo camino, desde Buenos
uso de anticuarios. Otra limitación Aires– a San Agustín de Talca, por la
que tendremos que superar, y ense- Gran Cordillera de los Andes.
guida. Vale por muchas páginas de
manuales habituales. Proemio al Diario de Hernández (Bue-
nos Aires, octubre de 1837 – Firmado:
La dedicatoria del autor, que sigue, Pedro de Angelis).
nos instala en esa etapa del “descu-
brimiento” específico de su época y
la descripción del Río de la Plata es Epílogo
imperdible e inolvidable, porque ex-
presa un paisaje inicial que se fija en El Mensaje de la Legislatura, del 27 de
la retina de los argentinos para siem- diciembre de 1846, explica las cues-
pre como ninguna otra descripción tiones “novedosas” a las que habrá
posterior lo hará. Y lo mismo cabe que enfrentarse: la intervención anglo-
para el área patagónica, que es un francesa, y la integridad de la Confede-
deleite constante del que no tuvimos ración en riesgo. Ya desde diciembre de
hasta aquí una visión primera imbo- 1846 se edita el Archivo Americano
rrable y nuestra: constante iluminador del panorama
“A D. Alonso Perez de Guzmán, el rioplatense y la interpretación jurídica
Bueno, mi Señor, Duque de Medina- e histórica frente al accionar de flotas
Sidonia, Conde de Niebla y Marqués extranjeras. Nuestro gestor del Archi-
de Gibraleon, etc. (Firmado: Rui Diaz vo Americano, lee, escribe y publica en
de Guzmán)”. español, inglés, o francés, con la segu-

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

ridad más absoluta de apelar a fuentes en su famoso archivo americano, no


inobjetables, con citas de Batel, Gro- sólo ofrece una muestra impecable de
cio, o Tratado de Leyes de Comercio erudición y respaldo casuístico, sino
inglesas, que defienden a lalibertad del que debió sostener la enorme carga de
mar y no excluyen la soberanía terri- trabajo y lectura. Josefa Emilia Sabor
torial. Es lo que pasará a llamarse El nos ha dejado una más que apreciable
archivo argentino. e insuperable guía sobre este tema.
La lectura atenta y específica que le Pero siendo tan lúcido y completo su
consiente su rigor intelectual y la ca- trabajo falta la interpretación histórica
dena de respuestas que replican insul- que conlleva la figura y el quehacer de
tos o vejámenes basándose en fuentes De Angelis, que sigue siendo objeto
jurídicas e históricamente acreditadas, de menosprecio
revalidan ese gran trabajo que se pro- y de confusión, El silencio que sobreviene so-
longa por casi una década exponiendo que sus treinta y bre De Angelis en cualquiera
ante el mundo (la Europa nutricia), la cinco años de tra- de las tendencias historiográ-
validez de la política rosista al preservar bajo entre los ar- ficas argentinas, prima sobre
el territorio según premisas jurídicas gentinos no con- la expresa labor de este gran
reconocidas y vinculadas al territorio siguen aclarar. pensador que confrontó docu-
inicial del Virreinato. Es la revalida- Dicho de otro mentación intocada.
ción que va más allá de lo jurídico y modo, De Ange-
repite en cierto modo los comentarios lis, por el período en que le tocó actuar
que ha venido haciendo en relación carga con la confusa connotación que
con los pueblos de origen hispano en lleva también la figura de Rosas, y la
nuestro norte montañoso, como testi- más confusa historiografía que todavía
monio insuperado de la vida de rela- circula en torno. Y por otra parte, los
ción renovadora de vínculos propios. primeros escritos de De Angelis sobre
En cualquier caso está mostrando que cultura incaica, el sacrificio de Atahual-
el Archivo Americano no corresponde pa, las costumbres indígenas, los infor-
solamente a los rioplatenses sino que mes que toma de autorizadas memorias
abarca a los americanos por un lado y de sacerdotes empeñados en enseñar a
a los europeos bien inclinados hacia los indígenas, tuvieron circulación en
nuestras posibilidades y exentos de los años 20, cuando se iniciaron algu-
ambiciones piratas. Su gestión inten- nas primeras editoriales, y hoy se en-
ta un consentimiento unívoco por la cuentran en muy pocas bibliotecas.
verdad como mejor cimiento de una El silencio que sobreviene sobre De
historia legitimadora del accionar pro- Angelis en cualquiera de las tenden-
pio. Es el “dato intelectual” que nos cias historiográficas argentinas, prima
merecemos, al cabo de la interminable sobre la expresa labor de este gran
polémica en torno al entendimiento pensador que confrontó documenta-
entre un liberalismo constitucionalista ción intocada. Cuando sobrevienen
y un federalismo presunto. los escritos de nuestra Generación del
En su prolijo día a día que aparece 37, otra vez, De Angelis quedará afue-
en ese periódico que se lee en inglés, ra y solitario, reuniendo documenta-
francés y español, sobre la presencia ción sobre nuestro pasado territorial y
de barcos europeos en las costas ame- poblacional, que configura un Archivo
ricanas vecinas, que aborda en detalle Americano, con un prolijo día a día de

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intentos, y fracasos, y sus libros tuvie- constitucionalista y un federalismo


ron alguna circulación en los años 20, presunto, polémica que está detrás
cuando se iniciaban algunas primeras de tanto texto pseudo histórico. De
editoriales argentinas. Hoy están en Angelis debe ser honrado por su de-
muy pocas bibliotecas y perdemos terminación constante de dejar evi-
verdaderas joyas que restituyen los dencia del pasado a través de docu-
mejores momentos de la colonización mentos como el mejor cimiento de
española. Como cualquiera que sea, la una historia nacional legitimizadora
validez documental que arroja su Ar- de su propio accionar. Es el “dato”
chivo Americano se remite no sólo a intelectual que nos merecemos, al
los rioplatenses, sino a tanto intento cabo de la interminable polémica
avasallador que le ha tocado a las cos- en torno al entendimiento entre un
tas americanas... en su historia. liberalismo alcanzable y el federalis-
Nuestro “escriba” (sirva esta desig- mo declamado en las interpretacio-
nación como la más alta correspon- nes rioplatenses.
dencia con el vocablo) merece un re- Que por ahora quede nuestra pro-
conocimiento unívoco, que honre su puesta de que se está frente al más
gestión por dar a conocer la verdad preciado lector de nuestra documen-
como el mejor cimiento para una tación primera, que merece al menos
historia nacional legitimadora de su la reedición de sus trabajos relativos
accionar propio. Es el “dato intelec- a la época colonial para dar cuenta de
tual” que nos merecemos, al cabo de las mejores esperanzas que sostuvie-
la interminable polémica en torno al ron esa empresa colosal de construir
entendimiento entre un liberalismo nuestra América.

NOTAS

1. Hemos optado por ordenar los títulos de los diversos trabajos omitiendo mención de los varios editores
porque preferimos atenernos a los contenidos temáticos.

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Encrucijadas de los modos de lectura


y rumbos de las escrituras críticas
Por Adrián Cangi

Nietzsche pensó con radicalidad inusitada


al estilo como carnadura del pensamiento:
el tempo, el ritmo, serían la clave para la
dramatización gestual de un ello que piensa
y atraviesa, incluso arrasándolo, al yo que
escribe. En el linaje de aquellas intuiciones
y de la fuerza afirmativa del spinozismo, se
inscribe la reflexión de Adrián Cangi sobre
la lectura y la crítica. La crítica es pensada
como escritura al lado de otras escrituras
y no como juicio exterior a una obra. Por
eso, la cuestión es el hallazgo de un modo
propio de escribir que requiere un mero-
deo y un acercamiento a lo que de intrata-
ble tiene el pensamiento. Cangi le dedica
este artículo a Nicolás Rosa, que arrojó sus
escritos a considerar la indistinción entre
crítica y ficción, haciéndolo menos como
modo de diluir sus singularidades que de
expandirlas en una consideración esquiva
de la tranquilidad de los géneros.
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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

A Nicolás Rosa se de todo rastro de voluntad y signifi-


cación, para dar lugar a lo insignificante
y a la desviación, para hacer aparecer las
Me gustaría poder demorar el comienzo, deformaciones del lenguaje. Intentaron
mantenerme en el entramado social don- al mismo tiempo producir una comedia
de los fenómenos literarios viven, perder- del intelecto y la escritura de un relato.
me en el juego de las voces sin nombre Me detengo, entonces, en una pregunta
y también en la existencia de unos nom- del filósofo y crítico brasileño Benedito
bres que surgen de los intersticios de la Nunes: “¿seré realmente crítico literario?
literatura. Como lector insisto en ser lle- ¿Y si lo fuera, de qué modo, pregunta
vado por una palabra siempre anterior, fundamental, ejerzo la crítica?”, y agrego
muda a la “palabrería” de los discursos ¿de qué modo practico la lectura?
sociales y a los saberes formales o sisté-
micos. Quien ama a la literatura desearía
ser una pequeña laguna en el azar de un Mezclas
desarrollo... Pero estoy obligado a tomar
la palabra, a fijar un lugar de escritura. Como pocos escritores, Philippe Sollers
Si bien me siento lector de lo univer- supo dramatizar las encrucijadas y gestos
sal sólo creo que se escribe lo singular. de lectura de nuestro tiempo. O bien el
Comienzo, entonces, de la única mane- intelectual es un factor de contamina-
ra en que escribir se ha vuelto posible, ción y de mezclas, o bien un ingeniero de
como un modo autorreferencial. Doble almas. En el momento actual del espacio
homenaje entonces, a Roland Barthes público la técnica es una forma de inte-
que supo puntualizar el valor perfoma- gración hacia una monotonía inmóvil.
tivo del verbo escribir, y a mi maestro Sea ésta el modo mediático de una pasi-
y amigo, Nicolás Rosa –recientemente vidad movida a intervalos equivalentes
fallecido– quien supo ver en el texto lite- o el modo especializado de los bancos
rario un “resto” histórico. Entre ambos de memoria y sus sistemas de reten-
se trazan senderos entre el decir francés y ción regulada. La sociedad asiste a una
el decir argentino de las lecturas críticas, modalidad de intelectual que renuncia a
entre la autorreferencia ineludible de la la promesa de aventura por fuera de las
escritura y el “resto fósil” de la literatura, disciplinas y se erige bajo el principio de
entre el cuerpo y la historia. Aquello que utilidad en un dócil agrupador. Se nos
estas escrituras críticas tienen en común dice de múltiples modos que la sociedad
es que saben que no hay progreso en el no necesita pensadores interesados en
lenguaje sino sólo mutaciones. Ambas marginalidades o en extrañas transaccio-
aman por igual el modo de escribir de nes que indispongan al mercado o a las
Flaubert y se preguntan insistentemente instituciones ¡Ya no es tiempo de mez-
de qué forma se ejerce la crítica literaria clas, tampoco de artesanos de la palabra!
como potencial transformador de los Sólo parece ser el tiempo en el que fun-
modos de leer. Si Flaubert soñaba con cionan las Aduanas y las Academias de
una obra sin tema ni materia sostenida Ciencias Morales. Tiempo de tribunales
exclusivamente por el estilo del escritor, que exigen ideas justas y se espantan
Barthes y Rosa, a su vez, imaginaron una por los márgenes de indefinición. Por
escritura crítica igualmente capaz de un doquier se valora la buena voluntad, el
estilo soberano, capaz incluso de liberar- sentido común, el reconocimiento de

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modelos de poder eficientes, la imagen curiosidades monstruosas. Claramente,


de saber como lugar de la verdad, y se domina el presente el espíritu de la
practica irresponsablemente la confu- monotonía que no soporta convivir con
sión entre verdaderos o falsos proble- modos inhabituales, con desviaciones,
mas. Las efervescencias de los intensos con potenciales transformadores.
encuentros intelectuales son llamados El filósofo francés Michel Serres supo
por los amigos, resistencia y por los definir el problema de nuestra actua-
enemigos, traición. La proliferación, la lidad como el de la orientación del
mezcla y el desajuste disciplinar, con sus sentido frente al desvanecimiento de
neurosis creadoras singulares, son vistos las referencias y al acrecentamiento de
por el mercado como una galería de las patologías de la división. Las tur-
Juan Rearte

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bulencias erráticas de las circulaciones duce. Cada atributo expresa una esencia
culturales proclives a las mezclas entre determinada, se concibe por sí y en sí.
filosofía y literatura, entre ciencias socia- Expresa, entonces, cualidades y, porque
les y artes, practican intersecciones más es expresivo implica un entendimiento
cercanas a las paradojas que a las utilida- de lo que es percibido. La cosa literaria
des. Recuerdo como una impronta las es como efecto de las afecciones un ser
palabras que Nicolás Rosa me repetía en en otra cosa. Es decir, un ser como escri-
nuestros encuentros: “uno escribe lo que tura. Resulta inevitable que al preguntar
lee, uno lee lo que irrumpe”. La escritura por los modos y al precisar de qué modo
es, antes que nada, un efecto de lectura. se ejerce una escritura crítica como
Por ello insistía “la escritura crítica es efecto de lectura, recalemos en Spinoza,
la literatura en una de sus versiones: la aquel que sostuvo more geométrico el
ficción crítica”. A las tecnologías cla- principado de la
sificatorias, esta afirmación les devuel- filosofía y defen- La cosa literaria es un efecto
ve un desajuste, sólo se lee por una dió los modos de la afección, es decir, un ser
violencia sufrida, por una discordancia existentes como real que posee una esencia y
de las facultades, por un encuentro poderes de afec- una existencia propias, pero
con la exterioridad, por una experi- ción. La cosa lite- que no existe fuera del atri-
mentación que desborda a cualquier raria así concebi- buto en que se produce. Cada
saber. Mientras la normalización no da es una afección atributo expresa una esencia
cesa de progresar, repetía Rosa, siempre del cuerpo por la determinada, se concibe por
habrá más pensamiento en Macedonio, cual la potencia sí y en sí. Expresa, entonces,
Borges, Arlt, Lamborghini o Perlongher de acción de este cualidades y, porque es expre-
que en cualquier seminario de metafí- mismo cuerpo es sivo implica un entendimien-
sica. También, decía, irrumpe de esas aumentada o dis- to de lo que es percibido.
páginas un resto intratable. minuida. Por ello
escribir es un capítulo de la física y de la
psicología y constituye un problema filo-
Modos sófico. Un ser como escritura se reduce a
un modo que es una simple ficción o un
La escritura es un modo singular de ser el ser de razón. Se escribe para aumentar la
mundo. Al mismo tiempo que confirma potencia de acción del cuerpo y sólo se
el saber de este mundo conserva una lo hace provocado por un ritmo o una
distancia que lo interroga. El valor de la resistencia. El acto de creación como
escritura no radica en lo que pueda repre- escritura es singular y problemático. Se
sentar o comunicar sino en lo que ella escribe entre lo involuntario y lo volun-
misma puede producir en la expresión. tario, entre la resistencia y la preferencia.
Para la expresión el estilo lo es todo, es Encontrar un modo propio de escribir
comienzo de escritura y objeto de saber. es el único fin de la escritura.
Cuando se intenta precisar qué es un En la literatura el sujeto expresa el
modo se descubren los efectos mate- mundo desde un cierto punto de vista
rializados de las afecciones. La cosa que es el de la diferencia interna, aunque
literaria es un efecto de la afección, es el mundo expresado no se confunda con
decir, un ser real que posee una esencia el sujeto. Se distingue de él, e incluso de
y una existencia propias, pero que no su propia existencia. No existe fuera del
existe fuera del atributo en que se pro- sujeto que lo expresa, pero está expre-

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sado como la cualidad de un mundo privilegiado. Por el contrario, se trata de


original que se revela al sujeto. Lo invo- un oficio que conserva el mismo esta-
luntario se expresa a través de lo volun- tuto de ficción que la escritura a la que
tario, la esencia lo hace a través de los interroga. De esta forma, una escritura
procedimientos de expresión. La escritu- crítica no se diferencia de una crítica
ra es para el sujeto escritor la revelación de la escritura. Si existieran diferencias
del tiempo de un mundo original, de la responderían a modos. Y éstos, cuando
unidad de un ritmo singular. Las escri- alcanzan su máxima potencia son una
turas críticas no militancia de la excepción, una cons-
¿En qué consiste, entonces, una se distinguen en trucción afirmativa de una singularidad.
crítica afirmativa? Antes que el fondo de esta Si la literatura constituye un peligro por
nada, en “hacer que exista” apreciación. Lo afectar a la estabilidad de la lengua, la
cualquier nuevo modo de exis- hacen, tal vez, al escritura crítica que la ficcionaliza porta
tencia experimental y vital. El partir de un tema sobre sí su mismo destino.
juicio no siempre produce la o una materia
existencia, antes “impide la lle- para alcanzar un
gada de cualquier nuevo modo”. procedimiento, Crítica
Deleuze afirma “no tenemos que revelando la
por qué juzgar los demás exis- singularidad del Resuenan como un eco las palabras de
tentes, sino sentir si nos convie- objeto en cues- Gilles Deleuze: “rupturista con la tra-
nen o no nos convienen”, si nos tión, también lo dición judeocristiana, Spinoza dirige la
aportan fuerzas o nos reducen hace con la sin- crítica; y tuvo cuatro grandes discípulos
en nuestra capacidad de obrar. gularidad de la que la recuperaron y que la relanzaron,
propia escritura Nietzsche, Lawrence, Kafka y Artaud.
crítica. Si hay una actitud propia de las Los cuatro tuvieron que padecer per-
escrituras críticas es la de un inevitable sonal, singularmente por culpa del jui-
merodear, más cercano a la actividad cio.” De este modo, Deleuze, abre dos
física del caminante aunque se ejerza en genealogías en occidente, la de Kant y la
la fijeza del lugar. Merodear frente a un de Spinoza que afectaron a los potencia-
núcleo siempre intratable que expulsa les modos de lectura y a la experimen-
toda pretensión de completud y que tación de las escrituras críticas. Claro
parece ser el destino de un oficio que está hasta aquí que si bien valoramos la
se recorta entre otros discursos sociales. tradición kantiana aun con su “tribunal
Aquellos que han ejercido este oficio subjetivo” en la producción del saber,
han tratado con la cosa literaria conci- nos interesamos más por la construc-
biéndola como un modo de ser de la fic- ción spinozista y su “crítica afirmativa”
ción. Es que la escritura crítica trata con sostenida en las afecciones.
restos y con intersticios muchas veces ¿En qué consiste, entonces, una crítica
desterrados; trata con deformaciones del afirmativa? Antes que nada, en “hacer
lenguaje que escapan a cualquier ajuste que exista” cualquier nuevo modo de
técnico y con afecciones materializadas existencia experimental y vital. El juicio
que de ningún modo superan su condi- no siempre produce la existencia, antes
ción de lujo. Es por ello que al preguntar “impide la llegada de cualquier nuevo
por los modos de una escritura crítica modo”. Deleuze afirma “no tenemos
no partimos de considerarla un saber por qué juzgar los demás existentes,
segundo o derivado sobre un objeto sino sentir si nos convienen o no nos

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convienen”, si nos aportan fuerzas o nos bre de valores superiores, Kafka presenta
reducen en nuestra capacidad de obrar. una lucha continua frente a una justicia
El problema planteado por Spinoza en legitimada por el encierro y Artaud tras-
la Ética pasa por el amor o el odio y no toca al juicio por el sistema de los afectos
por el juicio, pasa por las afecciones pri- y la crueldad. Para los cuatro se trata
meras que incrementan o no nuestras de liberar la vida desde el cuerpo y los
potencias de obrar y no por un tribu- compuestos de potencia expresivos que
nal del juicio que clausura existentes y emergen de éste. El amor y el odio serán
declara la guerra a los actos de creación. los únicos centros de las afecciones: todo
Tratamos, en cualquier acto de crea- pasará a ser un problema de composi-
ción, con unos “compuestos de poten- ción y de afección y no de juicio.
cia”, siendo la potencia una idiosincra-
sia de fuerzas como centro de mutación.
El problema de la potencia no pasa por Tensión
lo justo o lo injusto sino por lo que
resiste creando y se transforma. Esto En la literatura y en las escrituras crí-
obliga más que a una crítica subjetiva de ticas que me interpelan y provocan
los “productos del arte bello” como en modos de leer, hay un procedimiento
Kant, a una descripción singular de un común, una tensión entre filosofía y
proceso mediante el cual una fuerza se literatura, y un interés por la creación
enriquece sumándose a un compuesto poética. Existen, en éstas, búsquedas de
de potencia como en Spinoza. La crítica las fronteras inciertas entre saberes y del
de Spinoza se distingue de la de Kant, intervalo como cesura en la lengua.
porque se trata de liberar un compuesto En nuestra contemporaneidad, algunos
de potencia oprimido que volvería todo rumbos singulares de las escrituras crí-
acto de creación una experimentación ticas celebran la tensión entre filosofía
que, ante todo, resiste a la muerte, y literatura, recuperando su pertenencia
material o simbólica. a una tradición que emerge como ofi-
¿En qué se sostiene la crítica en la tra- cio en el S. XVIII y que opone, como
dición de los seguidores de Spinoza? hemos visto, a Spinoza y a Kant. Si bien
Nietzsche supo ver en el juicio y su se dice que la literatura tiene el poder
doctrina una deuda con la divinidad, de crear figuras y la filosofía conceptos,
deuda infinita e impagable. Lawrence el problema de nuestro tiempo en las
describe el cristianismo como el único escrituras críticas pasa por la creación
destino del poder de juzgar. Kafka se de figuras conceptuales. Y es la tensión
plantea los efectos de la deuda infinita en entre la autonomía abstracta del con-
la absolución aparente y el aplazamiento cepto y el poder aurático de la figura
ilimitado de la pena. Artaud declara la sensible aquello que se resuelve para-
guerra al juicio de Dios. Deleuze dirá dójicamente en éstas. Por ello, diremos
que “para los cuatro, la lógica del juicio que las escrituras críticas que pensamos
se confunde con la psicología del sacer- como ejemplo tienen una cara abierta al
dote, como inventor de la más tenebrosa concepto que establece las condiciones
organización: quiero juzgar, tengo que que posibilitan los juicios de gusto,
juzgar...” Nietzsche cree en una justicia como juicios estéticos condicionados
que libere al cuerpo, Lawrence denuncia por estados del sujeto. Y otra cara abierta
la pretensión de juzgar la vida en el nom- al poder aurático de la figura sensible,

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como movimiento de la sensación que cimiento y “mera ficción” es la base de


establece un pasaje entre potencias no la orientación del pensamiento. En la
visibles y visibilidades singulares. segunda estrategia, la filosofía y la escri-
Tradición de la cual resulta que la tura crítica que de ésta emerge se encon-
filosofía es ella misma una parte de la trarían en una relación de servidumbre
literatura y entre ambas se establece a la literatura. La intuición creadora
una inclusión indecidible. También, puede definirse como un “absoluto
que la literatura es objeto de juicio para literario” que busca su modo jerárquico
la filosofía y entre ambas se establece en la poesía sustrayéndose ésta al orden
un dominio de saber. Pero sin dudas del concepto. La construcción filosófica
podemos decir que la literatura se dis- y la escritura crítica emergente de esta
pone como la fuerza figurativa que el estrategia escapa a la filosofía porque
concepto filosófico desea. Por ello, la el concepto sería incapaz de alcanzar
literatura puede ser interrogada como aquello que la poesía dona como forma
material sensible, como portadora de sensible y orientación del pensamiento.
juicios estéticos y como evocadora de En la tercera estrategia, la filosofía y la
conceptos. De esta tensión productiva escritura crítica aceptan que su modo
o transacción la literatura emerge dis- de alcanzar el concepto sea por medio
puesta como potencia de la filosofía, de la impureza de la escritura, aunque
como orientación estética y objeto de exijan como condición de producción
la filosofía y como relación genealógica filosófica la creación del concepto con
y condición de la filosofía. Esta posible autonomía y equivalencia del compues-
sistematización plantea un conjunto de to sensible. La construcción filosófica
tácticas que dicen de las posiciones y y la escritura crítica emergente de esta
modos de las escrituras críticas. O bien, estrategia, alcanzan en el concepto el
la filosofía al afirmar la superioridad acto de creación que el poema logra
del conocimiento conceptual sobre la en el compuesto sensible. El concepto
expresión poética y al reducir a ésta a filosófico se autonomiza de la literatura
mera ficción, culmina incorporando la forzado por ésta y al hacerlo ella se dis-
expresión sensible al saber inteligible pone como la fuerza figurativa que el
(idealismo hegeliano). O bien, la filoso- concepto filosófico busca.
fía sería sólo un camino para desarrollar Tal vez, podamos invocar una fór-
el arte, en cuanto que la intuición crea- mula en relación con las tres estrate-
dora es superior al concepto (romanti- gias: cuanto más existencial resulta la
cismo alemán). O bien, la filosofía se filosofía tanto más literaria, cuanto
encontraría en la misma condición de más racionalista más cercana resulta
intuición creadora que el arte (cons- a la argumentación conceptual. Sin
tructivismo expresionista). En la pri- embargo, las diferencias de grado de
mera estrategia, la filosofía y la escritura la transacción parecen ser el destino
crítica que de ésta emerge se encontra- de la tensión entre filosofía y litera-
rían en una relación de superioridad a tura y de las operaciones de lectura
la literatura. El camino del concepto como objetivación del pensamiento.
constituye un “absoluto filosófico” que Transacción en la que se juegan las
establece su modo jerárquico absor- posiciones ante el saber que la litera-
biendo y reduciendo el saber sensible tura produce a través de los modos de
al inteligible. La distinción entre cono- lectura y escritura.

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Estilo críticas, Buffon introduce la fórmu-


la: estilus primus, doctrina ultimus. La
El estilo es la operación táctica de lectura Historia natural es una de las caras de
y el comienzo de la escritura. El sujeto la confrontación que impresionó al
de la expresión es el que puede esclarecer joven Baudelaire, tal vez la otra es La
la distancia entre el pensamiento y el comedia humana de Balzac que aspira,
poder. Entendemos la escritura como el en su prólogo, al gesto de estilo frente a
agotamiento del poder de dominio y el los saberes técnico-normativos. El estilo
triunfo de la voluntad de expresión, en es la escritura, afirmaban estos nombres
la que se despliega un tiempo autoim- propios y anudaban de este modo su
plicado del ser o ritmo constituyente. insistencia al oficio de las escrituras crí-
De este modo, pensamos que el estilo ticas. El estilo será desde el S. XVIII una
es en literatura un nacimiento conti- desviación, una deformación coherente
nuado y refractado del nacimiento del que atraviesa como residuo la operación
mundo como esencia singular o ritmo codificadora de la gramática. El efecto
primero. Diremos, entonces, que en el de este debate proseguirá hasta perderse
estilo el mundo de las elecciones inten- en la modernidad. Nietzsche sostiene
cionales expresan a su vez involuntaria- que “el gran estilo” no posee otra fun-
mente un tiempo original. Lo expresa- ción que la de traducir en forma de
do como intención del pensamiento y lenguaje un pathos del cuerpo. Aragón,
procedimiento compositivo hace pasar por su parte, piensa el estilo como
lo involuntario que se despliega como “digresión”, inseparable de una forma
revelación en la escritura. El estilo como de existencia que no respeta el “triste
valor de excepción es ruptura, y ésta horizonte de lo sedentario”. Valéry ve
es acontecimiento que converge en la en éste la invención del acto por la
expresión. El acontecimiento es otro materia que supone una fuerza que
nombre de la unidad del ritmo como organiza expresivamente el pensamien-
impresión que afecta indirectamente a to. En grandes trazos ejemplificadores el
los procedimientos de expresión. estilo ha quedado grabado bajo la figura
El estilo pensado de este modo, es la del “pájaro migrante” que se opone a la
inscripción de las fisuras del ser en el tarea del gramático como “insecto cava-
interior de la gramática. Blanchot está dor”. Barthes señaló agudamente que
en lo cierto, lo que es primero no es la “el estilo siempre tiene algo de bruto: es
plenitud del ser, es la fisura, la erosión, una forma sin destino, es un producto
la privación. El estilo hace pasar por la de un brote, no de una intención”.
enunciación de la escritura un lenguaje El estilo emerge de un no saber como
sismográfico, una metamorfosis ciega y brote repentino e involuntario donde la
obstinada –un infralenguaje, como lo escritura alcanza y da forma a la fuerza,
define Barthes– que intensifica o pertur- al ritmo. El estilo es un peligro para
ba la economía de la lengua. La agudeza la lengua porque introduce un rasgo
de Montaigne al considerar al estilo un anómalo o una cifra misteriosa. Tal vez,
“nervio” de la escritura o de Rabelais al pueda decirse que ésta es la paradoja
ejercitar un pensamiento como escritu- última de la escritura como efecto de
ra, anticipan el gran debate de los sabe- lectura, la de ser un entrelugar, a la vez
res del S. XVIII. Contemporáneamente vehículo consciente e insistencia ciega
al nacimiento del oficio de las escrituras proclive a las mezclas y a las tensiones.

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La literatura santafecina y el río


Por Roberto Retamoso

El río habla a través de ciertas literaturas


que lo rodean y navegan. Sobre esas ori-
llas escriturarias del Paraná transcurre el
ensayo de Roberto Retamoso. La movi-
lidad fluyente del río va configurando
un estuario de obras y autores que en su
profunda diferencia expresan la fatalidad
de habitarlo. El realismo piadoso y crítico
de Mateo Booz y la cosmología fluvial de
Diego Oxley, coexisten territorialmente
con el despojado orientalismo de la poe-
sía de Felipe Aldana, de Beatríz Vallejos y
de César Bisso. En Juan José Saer, escri-
be Retamoso, la luminosidad de Juan
L. Ortiz se convierte en una poética del
borramiento parcial. Vista así, la afirma-
ción de literaturas regionales es menos una
protesta contra los cánones de una crítica
centralizada que la puesta de manifiesto
de tesoros escriturarios que lo son por su
radical y preciosa singularidad.
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La eterna presencia característica acerca de la relación exis-


tente entre literatura y paisaje, a la que
Ancho y caudaloso, el Paraná desde descalificaron en términos de “roman-
siempre –y siempre debería entenderse ticismo” y “regionalismo”, cuando no
aquí como la forma más plena de la de “esencialismo” o “metafísica”.
indeterminación temporal: de lo lite- Es obvio que la crítica a la importan-
ralmente indatable– ofrece el espectá- cia concedida al paisaje en los estudios
culo de su devenir incesante. literarios tradicionales ofrece razones
Así, podemos imaginar que su eterna irrefutables. Porque si esa importancia
presencia fatalmente antecede tanto se basaba en una concepción realis-
como modela la mirada y la palabra de ta de la literatura y el arte, según la
quienes pretenden decirlo. “En los orí- cual las obras artísticas no serían más
genes ya era el río”, podría enunciarse que una suerte de
de modo orticiano, para significar con reflejo fidedigno La historia literaria y la esté-
ello la precedencia del Paraná respecto de una realidad tica –disciplinas quizás ago-
de las voces que también desde siem- exterior que la nizantes– sostuvieron en su
pre –aunque en este caso el sentido d e t e r m i n a r í a era de esplendor la importan-
indeterminado del adverbio suponga tanto a nivel de cia fundamental, decisiva, del
necesariamente un alcance menor– han su génesis como paisaje en la configuración
intentado nombrarlo, representarlo, en de su sentido, de lo que, acaso de manera
la insistencia de un diálogo tan infinito resulta evidente endoxal, llamamos literatura.
y eterno como el mismo río. que esa concep-
La historia literaria y la estética –disci- ción oblitera las posibilidades de una
plinas quizás agonizantes– sostuvieron comprensión mayor de la naturaleza
en su era de esplendor la importancia misma de los hechos literarios y esté-
fundamental, decisiva, del paisaje en ticos. Los nuevos saberes acerca de la
la configuración de lo que, acaso de literatura y el arte han enfatizado posi-
manera endoxal, llamamos literatura. tivamente el carácter discursivo o sim-
De ahí la importancia concedida al bólico de sus diversas manifestaciones,
desierto en la literatura de los escri- al señalar la dimensión productiva que
tores argentinos del siglo diecinueve; dicho carácter cobra en la instancia de
de ahí asimismo la importancia atri- representación de lo real.
buida a la montaña y el silencio en Pero ello no impide volver sobre la
los textos de los narradores y poetas cuestión del paisaje, entendido ahora
que hablan del noroeste argentino, como aquello que los textos temati-
o a la vacua vastedad de las tierras zan, inscriben, por medio de com-
australes en la escritura de los autores plejos procedimientos discursivos. En
que representan el inmenso mundo de rigor, esa cuestión no debería ser pen-
las tierras patagónicas. Pero la historia sada más que como cierta modalidad
literaria y la estética, en su movimien- característica que adoptan los textos
to de repliegue forzoso, han cedido de una región particular del país, a los
su lugar antiguamente axial a nuevos que por complejas y sinuosas razones
saberes y nuevas perspectivas teóricas la crítica hegemónica generalmente
y epistemológicas. Es así cómo ciertas soslaya cuando no ignora.
tendencias críticas contemporáneas En oposición a dicha hegemonía, estas
promovieron el relevo de esa visión notas pretenden recuperar una serie

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de escrituras santafesinas donde el río que contrasta con el escenario terrestre,


se enuncia poéticamente. No se trata pero que también refracta a su modo
por cierto de una pretensión carac- muchos de los caracteres propios de
terizada por la exhaustividad: ni el dicho escenario. Son, por así decir, una
espacio ni la competencia de su autor otredad que prolonga y extiende el sen-
lo posibilitarían. Se trata, más bien, tido de lo que exhibe la tierra.
de un recorrido acotado y sin dudas Ello se debe, entre otras razones, a que
arbitrario, donde la perspectiva de la totalidad del libro está escrita desde
ese autor reconoce los momentos más una mirada singular y uniforme. Esa
plenos, más intensos, en los que el río mirada es la de un narrador que desea
se convierte en el objeto preciado de la mostrar personajes y situaciones de
literatura de la provincia. un modo realista, aunque ese realismo
necesite ser puntuado, acotado, si se
quiere dar cuenta de él de manera
Un realismo litoral cabal. Porque el realismo de Mateo
Booz es un realismo piadoso, que mira
En 1934, Mateo Booz publica un libro a sus personajes como criaturas ele-
de relatos, intitulado Santa Fe, mi país. mentales, por momentos inermes, que
Rosarino por nacimiento, santafesino enfrentan situaciones y fuerzas adver-
por adopción, Miguel Angel Correa sas con los escasos recursos que les
–tal su nombre real, cuya vida se exten- brinda ese mundo en el cual habitan.
dió entre 1881 y 1943– se propuso De ese modo, los tres relatos que inte-
representar con ese libro las peculia- gran “Las islas” resultan paradigmáti-
ridades de su provincia natal.1 Por tal cos respecto de una concepción que
razón, organizó su material en cuatro vincula especularmente la literatura
categorías, que dan nombre a las cuatro con lo real, mostrándose como una
secciones que componen el texto: “Las serie de narraciones aleccionadoras o
ciudades”, “Campos y selvas”, “Los moralizantes. Así, “Vidalito” cuenta
pueblos” y “Las islas”. Y si bien el río la historia trágica del hijo deficiente
aparece en la totalidad del libro como de una pareja de isleños, mientras que
un trasfondo más o menos visible, “Patria de infieles” narra la cándida
más o menos cercano, es en la última sumisión de una joven frente a un
sección donde cobra una relevancia seductor que proviene de la ciudad,
absoluta, puesto que allí deja de ser un en tanto que “El pequeño mundo de
horizonte y un linde para transformarse Nabor Camacho” relata el despojo de
en el ámbito donde habrán de trans- bienes e hijos al que es sometido un
currir las historias narradas. Así, el río esforzado pescador.
deja de verse como borde, como aquello El realismo de Mateo Booz se revela,
que limita un espacio terrestre, para de tal modo, como un realismo que
convertirse él mismo en espacio. Espa- toma partido. Lejos de la neutralidad
cio acuático, náutico, donde las islas aséptica de un naturalismo cientifi-
son los lugares físicos que permiten que cista, la poética que rige sus relatos
la vida también acontezca en medio de asocia férreamente representación de
ese entorno fluvial. lo real con evaluación crítica de lo
Por ello, las islas y el río no dejan de representado, con la evidente finalidad
leerse como la forma de una alteridad de conmover al lector haciendo que

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adhiera a sus posiciones morales. Y “Una luz en la cuesta” cuenta la histo-


esas posiciones son, indefectiblemen- ria de un isleño que intenta delinquir
te, las de un alma piadosa, que sabe con hacienda robada hasta que es
que mostrar el mundo es un acto esté- despojado de su ilegal ganancia por
tico indiscernible respecto del sentido la policía, mientras que “El rigor de
ético que lo nutre y sustenta. las islas” narra el inútil viaje en canoa
Por su parte, Diego R. Oxley, otro de otro isleño que traslada a su mujer
rosarino que pasó gran parte de su moribunda para que un curandero la
vida en la ciudad de Santa Fe, y que atienda. Finalmente, “Se aquieta el
vivió entre 1901 y 1995, también juncal” cuenta la historia de un caza-
escribe una sección de un libro –Sole- dor que se instala en lo más inhóspito
dad y distancias– denominándola y distante de las islas para hacerse de
“Islas”.2 Se trata del mismo nombre presas que podrá comerciar, hasta que
que utilizara Booz, aunque despojado una noche mata a un hombre que
de la especificación que proporcio- intenta robarle y al que tiempo des-
na el artículo. Islas a secas, también pués identificará, por medio de una
podría decirse, para señalar con ello conjetura que no se resuelve, con su
la autonomía semántica que parece propio hermano.
cobrar el vocablo, como si quisiera La primera narración de “Islas”, por
mostrarse en una independencia dis- el contrario, marca un momento de
cursiva que concentra tanto como distanciamiento no sólo en relación
delimita su particular sentido. con los relatos de Booz, sino incluso
Las islas de Oxley también están con los propios relatos. Se trata de un
representadas de manera realista, y texto breve intitulado “La noche, el
al igual que la de Booz, la suya es río y mi sombra”, de sentido fuerte-
una escritura que adopta las formas mente autorreferencial, que representa
y el tono de un realismo social. Nue- al propio autor situado una noche
vamente, los personajes que animan en el paisaje del río. Ese sentido es
los relatos son esos seres elementales, además epifánico, puesto que el texto
templados en la ruda faena de subsis- celebra cuasi religiosamente el espectá-
tir en el mundo del río, como aqué- culo que se ofrece al narrador, donde
llos de los que hablaban las narracio- se manifiesta toda una cosmología
nes de Santa Fe, mi país, aunque en fluvial. Cuando se arriba al momento
este caso su representación pareciera crucial del relato, leemos que el narra-
crisparse en el tono de un discurso dor se ha embarcado en su canoa y
más seco. Y de nuevo sus historias se ha llegado remando al medio del río,
muestran como historias dramáticas, según una figura diegética que atra-
en las que lo despojado de sus vidas se viesa y urde tanto los relatos de Mateo
lee como el sino fatal que impone ya Booz como los de Diego R. Oxley: la
no un destino sino toda una configu- figura del hombre que rema. Y es en ese
ración social que las rige y modela. momento cuando se opera una especie
En el caso de Soledad y distancias, la de purificación, de liberación orienta-
sección destinada a las islas se compo- lista de su espíritu respecto del peso
ne de cuatro relatos, de los cuales los prosaico de su propia materia, a la que
tres últimos constituyen narraciones el narrador refiere diciendo: El impulso
similares a las de Mateo Booz. Así, del río ha tomado la canoa y la arrastra

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

ahora camino de su viaje, moviéndola te a Felipe Aldana.3 Es verdad que en


suavemente. Suelto los remos y me tiro el contexto de su obra se muestran
sobre unos trapos, de cara al cielo, para como atípicos: Aldana escribió una
encender un cigarrillo cuyo humo aspiro poesía por momentos vanguardista,
con fruición hasta llenar los pulmones. de sentido crítico y corrosivo, referida
Tengo la impresión de estar suspendido a cuestiones características de la vida
en un punto del espacio, de disgregarme urbana contemporánea.4 Pero la hete-
hasta perder el peso y la forma, de con- rogeneidad en la escritura de una obra
vertirme en luz palpitante. no debería sorprendernos, puesto que
resulta mucho más frecuente de lo que
el sentido común suele admitir.
Despojamiento, concisión y orien- Aceptando entonces que Los poemas
talismo como atributos de una poé- del gran río también fueron escritos
tica del río por Aldana, lo primero que se advierte
al leerlos es que se trata de una serie de
La adopción de una posición espi- poemas breves, que evocan por más de
ritualista, e incluso de una mirada una razón a la poesía oriental. Porque
oriental situada imaginariamente en el así como sus temas refieren a visiones
espacio de lo otro de Occidente, no es por momentos místicas del mundo,
un accidente excepcional que acontece donde una gracia trascendente se reco-
únicamente en el texto de Oxley. noce, su forma se sostiene tanto en el
Así, hay un texto singular y con- uso de unidades y estructuras métricas
trovertido –puesto que en vida de breves, como en una singular retórica
su autor llegó a sospecharse de que donde la elipsis se muestra como una
fuese apócrifo– que se muestra como de sus figuras dominantes. Así, uno
uno de los mayores exponentes de de los poemas dice: la rama / cedió su
esa posición estética y filosófica: Los línea / y el pétalo / conoció el agua //
poemas del gran río, de Felipe Aldana, ascendió a su cielo / un racimo de per-
nacido en Máximo Paz en 1922 y las / que el sol / enamoraba en colores,
que pasó gran parte de su vida y mientras que otro refiere: hablábamos
desarrolló su obra en Rosario hasta el bajo los árboles / umbrosos / donde con-
momento de su muerte en 1970. Su versan las nieblas // tan / suave / como
destino fue curioso y extraño, acaso una lágrima / descendió la noche.
como la misma existencia de Aldana, La poesía de Felipe Aldana deviene así
quien publicó un único libro en en una lengua leve, donde lo etéreo de
vida –Un poco de poesía, en 1949–, y sus enunciados parecería ser la manera
mantuvo inédito el resto de su obra, escogida para representar el mundo
compuesta por diversos manuscritos desde una experiencia donde estética y
entre los que se hallaba una copia religiosidad, como vía de trascenden-
mecanografiada de los textos de Los cia, se confunden. Esa modalidad y
poemas del gran río, aunque sin firma esa perspectiva también se reconocen
ni indicios que probasen su autoría. en la poesía de Beatriz Vallejos, naci-
No obstante ello, los estudiosos de da en Santa Fe en 1922 y que pasara
su obra han arribado a una suerte de gran parte de su vida entre San José
consenso, por el cual se admite que del Rincón y Rosario. Vallejos asume
estos poemas pertenecen efectivamen- desde sus primeros libros una actitud

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poética que la liga fuertemente con el puede leerse por ejemplo en “Del río
cosmos fluvial, al punto que su segun- de Heráclito”, que le brinda su nom-
do libro, de 1952, lleva por título Cerca bre al libro homónimo: Estoy aquí /
pasa el río. Pero al mismo tiempo, y a dijo el agua / pero era / un hilo / de sol /
medida que su obra va desarrollándo- donde / flotaba el camalote.6
se, su poética va adoptando formas Cuando la lectura se adentra en estos
cada vez más nítidas e idiosincrásicas: textos de Aldana o de Vallejos, se
sus poemas sueles ser pequeñas piezas, tiene la sensación de que la poesía
compuestas sobre una serie limitada de santafesina, al hablar del río, no sólo
versos no demasiado extensos, que se se acerca a una poética orientalista,
construyen con un rigor verbal inaudi- sino que además adopta sus for-
to. Esos poemas generalmente hablan mas características. Esa sensación es
del mundo natural, al que parecen corroborada si además se lee un libro
cantar de manera reverencial, como como Isla adentro, de César Bisso,
si se tratase en cada caso de una expe- nacido en Santa Fe en 1952 aunque
riencia extática singular. Incluso los radicado desde hace años en Buenos
títulos de muchos de sus libros revelan Aires.7 Auténtico heredero de la poé-
con su propio nombre el sentido de tica orientalista de Vallejos y Aldana,
esa poética: Pequeñas azucenas en el Bisso insiste en hablar del río con
patio de marzo, Lectura en el bambú, un lenguaje tan despojado como
Donde termina el bosque, Del cielo riguroso. Por
humano o Detrás del cerco de flores. Y ello sus poemas Cuando la lectura se adentra
si bien la poesía de Beatriz Vallejos hacen un culto en estos textos de Aldana o de
no se reduce de modo excluyente a de los enuncia- Vallejos, se tiene la sensación
semejante campo temático –puesto dos nominales, de que la poesía santafesina, al
que también escribe sobre asuntos o muchas veces hablar del río, no sólo se acer-
cuestiones propias de la vida urbana– desgajados de ca a una poética orientalista,
su vocación por lo cósmico la lleva a las estructuras sino que además adopta sus
adoptar un conjunto de formas y tonos sintácticas que formas características.
que evocan de manera indubitable a los contendrían
la poesía oriental. Así, ciertos poemas en un discurso convencional, para
pertenecientes a Del cielo humano pue- hacer del nombre el modo de un
den decir: ¿es él? / ¿es él? / Toca ah / en decir deíctico que no sólo designa
suspenso / el colibrí (“Virazón azul”), o sino que además, y de modo notorio,
triscar del agua / en la laguna (“Gris”).5 señala. Así, frente a un poema como
Es verdad que la escritura poética “Fugaz” que dice: Rojo / gestación
de Beatriz Vallejos no se circunscribe de la noche // Ocre / horizonte sin
exclusivamente a las formas breves, borde // Azul / descenso del silencio //
puesto que en un mismo libro pueden Verde / culminación del goce, la lec-
convivir poemas extensos con poemas tura reconoce no sólo un gesto que
pequeños, sintéticos, que se leen como designa lugares y momentos sino que
el hálito fugaz propio de una ilumina- además, y esencialmente, los indica.
ción mística. Pero son estos poemas, Pero es en la sección del libro deno-
justamente, los que brindan sus rasgos minada “Haikus azules” donde el
distintivos a una poesía que instituye al orientalismo de Isla adentro se con-
río como su objeto privilegiado, como suma plenamente, puesto que en este

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caso se trata de practicar abiertamen- da, en la escritura narrativa de Juan


te esa forma poética que representa José Saer, quien naciera en Serodino
uno de los íconos emblemáticos de en 1937 y falleciera en París en 2005.
la escritura oriental. Ello se advierte cuando se lee, o mejor,
Austeros, escuetos, precisos, los “haikus” se oye, la cadencia del ritmo que pun-
de Bisso hacen gala de toda una eficien- túa su prosa, ciertamente morosa,
cia cuando ciñen en la brevedad de y tan recurrente y expansiva como
su enunciado esas imágenes intensas la sintaxis poética de Juan L. Ortiz.
donde el río se revela. Así, el poema XII Esa cadencia despliega la linealidad
puede decir: Sombrero de agua. / Desde del discurso haciéndola proliferar en
la tela púrpura / posa la lluvia, mientras infinitos cursos secundarios, deriva-
que el poema XIII dos, a través de auténticos meandros
La luminosidad de la poesía de enuncia: Tras la textuales que de inmediato evocan las
Juan L. Ortiz no sólo penetra tormenta / sólo formas sinuosas del río, y que en el
en la escritura de los poetas de pájaros vuelan. / caso de Saer llega incluso a torcerla
Santa Fe. También ha pene- Magia del cielo. para imprimirle las forma de lo cíclico
trado, en una dimensión qui- Por ello, estos o circular. Hay, así, tanto en la poesía
zás todavía no suficientemen- textos de forma- de Ortiz como en la prosa narrativa de
te ponderada, en la escritura to oriental quizás Saer una suerte de mimesis, de identi-
narrativa de Juan José Saer (...) representen el ficación raigal ya no con el objeto de
momento en el su enunciado sino con la forma de ese
que la poética orientalista de los autores objeto. A ello se le suma, en Saer, la
santafesinos encuentra su expresión más voluntad expresa de narrar derogando
lograda. Aunque esto no debería con- las fronteras canónicas que separan la
ducir a la errónea suposición de que no prosa de la poesía, para hacer de sus
hay otros modos de cantar al río en la narraciones las formas deslumbrantes
poesía de la provincia: sin duda que los donde relato y poema parecen fundir-
hay, pero es justamente esta poética la se en un único texto.
que imprime una poderosa modalidad De tal modo, gran parte de las narra-
distintiva a la escritura de algunos de sus ciones de Juan José Saer representan
autores más relevantes. La explicación al río por medio de una poética que se
de este fenómeno acaso haya que bus- sostiene en lo tras-genérico de sus enun-
carla en la luminosidad inextinguible ciados. Esa poética se revela en diversos
que sobre ella proyecta, desde el otro textos: en El limonero real, encuentra
lado del río, el inmenso, el imperecede- un momento de intensa consumación
ro, el ejemplar faro orticiano. en la escena donde Wenceslao se zam-
bulle en el río, en una inmersión que es
tanto de carácter físico como psíquico o
Inscribir y borrar: la dialéctica de mental, y en la que el agua se muestra
una singular escritura como una sustancia elemental hacia la
que todo tiende y de la que todo brota;
La luminosidad de la poesía de Juan mientras que en Nadie Nada Nunca el
L. Ortiz no sólo penetra en la escritura río es lo que traza el contorno tanto del
de los poetas de Santa Fe. También ha espacio donde se desarrolla la historia
penetrado, en una dimensión quizás como de las acciones y del mundo sub-
todavía no suficientemente pondera- jetivo –los modos de percepción, afecto

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o reflexión– de sus personajes. Esta a medio borrar. El mundo, los objetos


clase de ejemplos podría desplegarse y los sujetos que lo pueblan, la ciu-
largamente. Sin embargo, hay un texto dad toda, se representan como cosas
donde la escritura del río adquiere un inciertas y difusas, puesto que pensa-
sentido tan relevante, que podría conce- dos en términos de realidad, revelan la
birse como un auténtico paradigma de insuficiencia de cualquier palabra para
la poética saereana: ese texto lleva por aprehenderlas de modo satisfactorio.
título “A medio borrar”, y forma parte En tal sentido, el relato que cuenta A
del libro La mayor editado en 1976.8 medio borrar es, entre otras cosas, el
Relatado por un personaje-narrador relato de las dificultades e incluso de
–Pichón Garay–, “A medio borrar” las imposibilidades de toda escritura
cuenta los días previos a su partida para significar plenamente lo real,
hacia Europa. En el texto, Pichón es pero también es la narración de su
un personaje que narra, pero además, insistencia en lograr tal propósito.
y como gran parte de los narradores Es sabido que toda la literatura de
de Saer, que mira, puesto que mirar Juan José Saer siempre vuelve sobre
representa el modo problemático aun- ese tópico, al que modula a través de
que inevitable de percibir al mundo. múltiples variaciones. En el caso de A
Así, Pichón mira objetos, lugares, per- medio borrar, esa paradoja que sostie-
sonas, pero sobre todo mira el río, que ne todo decir se manifiesta a través de
crece peligrosamente y amenaza con una metáfora dominante en el texto:
borrar la ciudad. la metáfora de un río que crece, impla-
En esa instancia previa a emprender cable, amenazando borrar la memoria,
su viaje, Pichón realiza una serie de las trazas, los vestigios del mundo,
movimientos: va hasta una carrete- frente a lo cual la escritura no es más
ra a la que se ha hecho estallar con que la terca persistencia en inscribir lo
explosivos para permitir el drenaje del real. Un real incierto y por momentos
agua; recorre calles y lugares caracte- evanescente, al que carcome desde su
rísticos de Santa Fe, encontrándose propio interior la nada, esa blancura
con amigos y conocidos que hablan que tematiza de manera significativa
de ese fenómeno; se dirige a Rincón el cuadro que pinta Héctor, uno de
para despedirse de El Gato, su her- los personajes de la historia. Así, en la
mano, debiendo trasladarse por agua poética que sostiene el relato, la escri-
para realizar un trayecto que habitual- tura se representa como aquello que
mente hubiese realizado por tierra. resulta de la dialéctica agonística esta-
De tal modo, la partida de Pichón blecida entre el inscribir y el borrar.
parece amenazada por la inundación No resultaría excesivo, en conse-
provocada por el río, que se lee como cuencia, leer todo el texto como
un símil de aquello que desde siem- una suerte de exhibición de dicha
pre amenaza la existencia misma del dialéctica, puesto que ella es lo que
mundo y sus cosas. “De este mundo, sostiene tanto sus representaciones
yo soy lo menos real. Basta que me como la factura misma de su literali-
mueva un poco para borrarme”, dice dad. Y si bien la lectura de muchos de
Pichón, significando con ello la preca- sus pasajes permitiría constatar esta
riedad de su propia existencia. proposición, hay uno ciertamente
En rigor, en el texto de Saer todo está memorable, en el cual la figura del

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hombre que rema puntúa tanto la los remos, sin an­siedad, sin euforia,
trama de la historia como la forma diviso, por sobre la cabeza del hombre
rítmica de su particular sintaxis. Ese que se inclina hacia adelante, se yergue
pasaje antológico, donde la percep- un momento y se inclina después hacia
ción problemática del mundo se basa atrás, creciendo, aproximándose, único
en una sintaxis discontinua y que- punto seco del pueblo a pesar de estar
brada –acaso tanto como las formas construida a la orilla del arroyo, sobre
de lo real– es el que refiere la llegada la barranca, nítida, compacta, con las
de Pichón hasta la casa de Rincón ventanas abiertas, con alientos huma-
donde supone que está El Gato, nos que salen de ella aunque nadie sea
diciendo: Y después de doblar dos o todavía visible, separada del agua por
tres veces, en completo silencio, en el muchos metros de tierra seca, en declive,
cancel del crepúsculo, hacia las afueras un poco extraña para mí por el cambio
del pueblo, adormecido más por el agua salvaje del paisaje en el centro del cual
y por el atardecer que por el ritmo de se eleva, blanca, enorme, la casa.

NOTAS

1. Booz, Mateo: Santa Fe, mi país. Buenos Aires, EUDEBA, 1970.


2. Oxley, Diego R.: Soledad y distancias. Santa Fe, Ediciones Culturales Santafesinas, 2001.
3. Al respecto, Osvaldo Aguirre en su trabajo “Vida de Felipe Aldana” –que encabeza la edición de la Obra
Poética realizada por la Editorial Municipal de Rosario– señala que “la gran incógnita de la producción de
Aldana son los ‘Poemas del gran río’. Algunos allegados al escritor en su época de juventud manifestaban dudas
de que le pertenezcan”, para agregar posteriormente que “para mayor misterio, el original de los “Poemas del
gran río” se ha extraviado. De igual manera, Elvio Gandolfo y Eduardo D’Anna señalan, en una nota que
precede la publicación de la obra de Aldana en la edición realizada por el Instituto de Estudios Nacionales, que
“estos 46 poemas breves integran un cuadernillo copiado a máquina. No existen otras versiones, borradores ni
referencias en el resto de los materiales inéditos”.
La falta de los originales motivó la sospecha de que fuesen apócrifos. Frente a ello, Osvaldo Aguirre expone
algunos argumentos destinados a aventar tales sospechas, cuando indica que “los amigos más cercanos del
escritor certifican la autoría de Aldana en los ‘Poemas del gran río’, mencionando testimonios de Raúl Gardelli
y Beatriz Vallejos al respecto. Amén de esa prueba testimonial, Aguirre esgrime otra clase de argumentos más
bien lógicos, cuando por ejemplo afirma que “el argumento contra la autoría de Aldana consiste en señalar
que los ‘Poemas del gran río’ no guardan correspondencia con la obra. Sin embargo, lo mismo podría decirse
de otras zonas de la obra, que se caracteriza justamente por la diversidad y la experimentación constante. La
objeción surge de una observación superficial y no hace sino destacar la urgencia de contar con una lectura
rigurosa y sistemática, de la que este poeta extraordinario todavía carece”. Cfr.: Osvaldo Aguirre: “Vida de
Felipe Aldana”, en Felipe Aldana. Obra poética y otros textos, Rosario, Editorial Municipal, 2003, y Eduardo
D’Anna y Elvio Gandolfo: Felipe Aldana: Obra Poética (Presentación y notas por Eduardo D’Anna y Elvio E.
Gandolfo), Rosario, IEN, 1977.
4. En ese sentido resulta paradigmático su Poema materialista, del que circulan míticas versiones acerca de la
modalidad provocativa y vanguardista con que Felipe Aldana lo leyera en Amigos del Arte de Rosario en 1948.
Cfr.: Osvaldo Aguirre: “Vida de Felipe Aldana”, en Felipe Aldana. Obra poética y otros textos, op. cit.
5. Vallejos, Beatriz: Del cielo humano. Santa Fe, UNL, 2000.
6. Vallejos, Beatriz: Del río de Heráclito. Santa Fe, edición de autor, 1999.
7. Bisso, César: Isla adentro. Santa Fe, Ediciones Culturales Santafesinas, 1999.
8. Saer, Juan José: “A medio borrar”, en La mayor. Barcelona, Planeta, 1976.

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Nota a “Los penúltimos días”


Por Diego Poggiese

“Todo verdadero diario se escribe con deci-


sión de criminal y con íntima voluntad de
santo” afirmaba, un 4 de abril de 1950,
Héctor Álvarez Murena. Lo hacía en su
columna “Los penúltimos días”, que publi-
có, durante un año en la revista Sur. Si su
autor proponía la forma de un diario públi-
co, capaz de suscitar críticas e intervencio-
nes de sus lectores, Diego Poggiese arriesga
otra hipótesis: la de ver en este conjunto de
textos, un ensayo “singular, fragmentario y
episódico”, cuya forma anticipa rasgos per-
sistentes en la obra del autor de El pecado
original de América. También, y en entrelí-
neas, la lectura de Poggiese es una reflexión
sobre la crítica y sus modos de tratar una
obra singular. Apuesta, en ese sentido, a
una escritura de invitación antes que de
explicación, de acompañamiento celebrante
antes que de juicio obstaculizador.
LA BIBLIOTECA
Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

Muy joven aposté escrito para cada día, como tampoco


la vida una continuidad temática o estructu-
al error de escribir ral definida. El texto se va construyen-
y el orgullo del error do en una relación particular con las
vuelto ahora humildad circunstancias en las que escribe. La
error que se muestra desnudo forma es la de una sucesión de escritos
en pie aún me mantiene. generalmente breves, aunque no de
una extensión uniforme, que pretende
Por fortuna presentar una idea, como si fuera una
nada conocemos, especie de ensayo de altísima conden-
nada podemos conocer. sación. Provocativo y polémico, el
diario genera una serie de réplicas de
(“Portentosa ironía”, parte de sus lectores. Inteligentemente,
F.G.: un bárbaro entre la belleza) la revista publica estas respuestas junto
con “Los penúltimos días”, presen-
tando de este modo un interesante
Entre mayo de 1949 y abril de 1950 diálogo con interlocutores selectos,
Héctor Álvarez Murena publicó en la que también escriben en Sur.
revista Sur una serie de escritos perió- Aquí puede haber una presentación
dicos, concebida con la forma de un correcta y sintética para esta serie de
diario, con el título de “Los penúltimos escritos. Sin embargo, visto retrospecti-
días”. El diario apareció en ocho núme- vamente, el conjunto forma una especie
ros consecutivos de la revista y tuvo de obra por entregas, densa, compleja y
una repercusión relativamente impor- con una relación singular con las coor-
tante. Si bien luego no formó parte de denadas socio-po-
un volumen, como sí sucedió con otros líticas en las que Creemos que el valor de “Los
textos que publicó en revistas, se lo se va escribien- penúltimos días” en relación
señala como uno de los episodios más do. Eso nos hace con la obra de Murena es
importantes de la primera etapa de su pensar que una mucho mayor que éste, y que
vida literaria. Carlos Mangone y Jorge introducción tan puede leerse como una mues-
Warley afirman que la importancia de escueta es insufi- tra temprana y precisa del pro-
esta serie radica en la novedad que sig- ciente. Siguiendo yecto intelectual que intentó
nifica para la revista Sur el tratamiento el orden de apari- sostener hasta el momento de
de temas como el peronismo, Irigoyen ción, a continua- su temprana muerte, en 1975.
o los partidos políticos tradicionales ción de nuestros
junto con el análisis de manifestacio- primeros dos párrafos, tendríamos que
nes culturales diversas1. Creemos que desarrollar precisiones en relación con
el valor de “Los penúltimos días” en el período en que se publica, el autor, el
relación con la obra de Murena es género literario, los efectos de lectura,
mucho mayor que éste, y que puede la estructura, la forma, los temas. De
leerse como una muestra temprana y todos modos, la priorización de alguno
precisa del proyecto intelectual que de estos aspectos en un análisis crítico
intentó sostener hasta el momento de se vería rápidamente desplazada sobre
su temprana muerte, en 1975. cualquiera de los otros, como si forma-
Si bien tiene el formato de un diario, ran un entramado demasiado ajustado.
la serie no presenta, estrictamente, un Es decir, creemos que Murena no

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

escribe libros, artículos o reseñas, sino años en que desarrolla su producción


que intenta construir una obra, llevar intelectual, podemos leer “Los penúlti-
adelante un proyecto que desborda los mos días” como un mapa anticipatorio,
límites de la publicación y que no nece- un temprano bosquejo de un recorrido
sariamente acompaña las decisiones del preciso y determinado, una promesa.
orden de su vida. “Los penúltimos días” Aquello que el diario presenta va a ser
es uno de sus escritos más tempranos y retomado con variaciones dialécticas
en él se ven de una manera particular, en sucesivos textos, con la rigurosidad
determinada por de un pensamiento inclemente con su
Creemos que Murena no escri- la forma, algunos propia exigencia de no identidad. Las
be libros, artículos o reseñas, de los núcleos fluctuaciones, alternancias, contradic-
sino que intenta construir una y preocupacio- ciones y paradojas son las formas que
obra, llevar adelante un proyec- nes que tensio- toma ese pensamiento que se escribe
to que desborda los límites de nan ese proyec- en la obra de Murena. Tomamos un
la publicación y que no necesa- to. Intentamos riesgo: leemos esta serie de notas como
riamente acompaña las decisio- demostrar el un conjunto de ensayos en miniatura
nes del orden de su vida. alcance de esta que presentan, muy tempranamente, el
dificultad con un germen del complejo conjunto de ideas
intento de periodización. Si seguimos que forma toda la obra de Murena.
los volúmenes que publica, podríamos
afirmar que en ese primer período su Reflexiones sobre la escritura de un pró-
obra está centrada en una elaboración logo. Seguir los múltiples recorridos que
de orden metafísico sobre el ser ameri- propone ese diario supone decisiones. Una
cano. En el diario hay manifestaciones de ellas podría ser la de organizar una
de este eje central en su producción. La especie de monografía que rodee, enmar-
discusión que mantiene con Victoria que y direccione la lectura. Sin embargo,
Ocampo acerca de la necesidad de de la descripción que hicimos en el princi-
publicar un libro sobre T.H. Lawrence pio se desprenden algunas presuposiciones.
o sobre Sarmiento es un ejemplo claro Por ejemplo, se infiere la afirmación
de la importancia de la preocupación de que el diario tiene una complejidad
que vertebra los ensayos que publicaría que lo vuelve atrayente. Se puede intuir
seis años después en El pecado original que imaginamos que en esa serie llena
de América. De todos modos, en el de interrupciones y contradicciones está
conjunto de notas que forma la serie puesto en juego un conjunto de ideas pero
completa, también aparecen con simi- también una concepción de la escritura
lar intensidad las preocupaciones que del pensamiento. Entonces podemos apre-
con pertinaz insistencia presentarán los surarnos a afirmar que ese esfuerzo, que
libros posteriores a ese primer período. parece intentar la domesticación explica-
La función del hombre de letras en la tiva del texto, probablemente lo termine
sociedad moderna, la alienación del allanando y volviendo indeseable.
individuo de la cultura de masas, la Otra decisión podría desprenderse de la
degradación del a poesía, el valor de la afirmación de que en “Los penúltimos
metáfora, su singular posicionamien- días” pueden hallarse condensados los
to político están presentes también. núcleos2 del proyecto de escritura que
Entonces, si contemplamos todos lo Murena despliega hasta que su muerte lo
libros que publica durante los treinta interrumpe. De todos modos adivinamos

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

allí una desmesura. Es decir, si preten- distintas maneras en revistas culturales


demos hacer que el volumen funcione importantes4, desde Sur hasta Mundo
como la piedra de toque que permita Nuevo y Cuadernos (las que lo contaron
una comprensión más justa de una obra como escritor, traductor, corresponsal,
que excede ampliamente este conjunto entre otras funciones), hasta suplemen-
de páginas y este período de tiempo, tos culturales de diarios como La Nación
también erramos el camino. No alcanza o revistas de diversos tipos5. En 1953
para justificar el rescate de textos, pero publicó el único número de la revista Las
además corre el riesgo de hacer del dia- ciento y una, considerada un antecedente
rio y del resto de la obra algo que no es. insoslayable de Contorno6. Dirigió la
Existe la posibilidad de no decir prácti- colección “Estudios alemanes” en la edi-
camente nada, seguir de cerca el texto, torial de Sur, donde publicó muy tem-
en el borde de la cita y la paráfrasis. pranamente las primeras traducciones al
Este escrito parasitario seguramente da español de Walter Benjamin, Theodor
cuenta de que leímos el texto de Murena W. Adorno y Max Horkheimer.
pero le duplica innecesariamente el peso, Es difícil encontrar un modelo descrip-
ya que no hay nada que no vaya a tivo para el recorrido que forman los
aparecer en la actividad del lector, no distintos libros publicados por Murena.
hay posibilidades de agregarle ingenio, La distinción por géneros, temas, pers-
precisión, gracia. Si esto fuera posible, el pectivas estéticas, por pensar sólo algu-
texto presentado no vale la pena; si no es nas, nos resulta insuficiente para com-
posible, el prólogo sobra. prender qué preocupaciones alientan las
Leemos “Los penúltimos días” y tratamos selecciones que hace al escribir. Murena
de imaginar una escritura que invite a escribe para entender y al mismo tiempo
leerlo, que no justifique de antemano, somete a prueba los resultados de esas
que no estorbe, que no vuelva demasiado indagaciones. Se
predigerido el texto. Creemos que es posi- desplaza, se con- Murena construye una obra en
ble entonces componer, sin la pretensión tradice, se abisma la que el pensar se manifiesta
de calcar la complejidad de esta serie, un en la paradoja de en múltiples inflexiones y la
prólogo como un conjunto de notas (que su propio razona- lengua se torsiona y se pone a
podrían intercambiarse, desordenarse o miento como un prueba a sí misma constante-
incluso saltearse) que presente al lector una modo de proceder mente. La palabra y el silencio
cierta información y una lectura posible, casi sistemático. se tensan en un gesto polémico
pero que no le pese para construir otras. Murena fascina y provocador que se multiplica
y genera descon- en sus textos y sus alcances.
Héctor Álvarez Murena nació en 1923 fianza, obliga a
y murió en 1975. Resulta interesante tomar posición y a pensar. El volumen
poner los límites de una vida que, en de sus publicaciones crea la sensación de
proporción al despliegue de su obra, que escribe mucho, casi incesantemente.
parece breve. Murena publicó entre Construye una obra en la que el pensar
mediados de la década del 40 y media- se manifiesta en múltiples inflexiones y
dos de la del 70 (sus últimos libros son la lengua se torsiona y se pone a prueba
publicados tras su muerte en 1975) más a sí misma constantemente. La palabra
de veinte volúmenes. Escribió cuen- y el silencio se tensan en un gesto polé-
tos, novelas, libros de poemas, libros mico y provocador que se multiplica en
de ensayos3. Publicó y participó de sus textos y sus alcances. En la represen-

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

tación de los fenómenos y en la actitud llevado más allá de sus límites lógicos.
con que los interpela, en la frecuencia Desde la forma, cada ciclo presen-
de publicación, en los temas que plantea ta desplazamientos entre las mismas
o en las formas estéticas que despliega, novelas, y ni siquiera se ajustan a las
Murena alterna la intensidad y la inte- formas novelísticas contemporáneas.
rrupción, la persistencia y el abandono Murena se aparta de las garantías de un
en diferentes grados. De alguna manera círculo tanto como se aparta de las con-
crea un efecto de falta de completud que diciones de legibilidad que su propia
desafía, y hasta obra podría haberse construido.10
Arriesgamos una afirmación irrita, la paciencia El segundo ejemplo es su producción
seguramente polémica. Murena de cualquier lec- ensayística. Murena publica ensayos
no escribe: anota. Escribe notas, tor que busque a lo largo de toda su producción en
largas o breves, con las que deja una afirmación revistas, pero sus libros de ensayos for-
huella de un pensamiento anti- que lo tranquili- man ciclos heterogéneos. Entre 1955
dogmático. Reflota esas notas y ce respecto de la y 1962 publica tres: El pecado origi-
las hace significar de otro modo magnitud y com- nal de América Latina (seguramente
una década después. Multiplica plejidad de un el volumen que tiene mayor repercu-
los enigmas y las preguntas mundo que des- sión), Ensayos sobre subversión y Homo
sobre el mundo, sobre la litera- conoce y lo des- Atomicus. Hay algunas constantes entre
tura y sobre sí mismo. borda. Américo los tres, aunque el desplazamiento de
Cristófalo señala: las preocupaciones por el ser americano
“[su ensayo] Su obra poética y los dos a la pregunta por la condición del hom-
ciclos de novelas dejan suficiente testi- bre en la era moderna y, de ahí, a las
monio de que el pensar literario, que funciones del intelectual en el mundo
toma a su cargo un no saber, una igno- moderno es notorio. Entre 1962 y
rancia, transfiere a la esfera política 1973 no publica más que dos reedicio-
un modo de acción que, como Sartre nes de sus ensayos anteriores, al reeditar
le imputa a Baudelaire, se traduce en en 1965 El pecado original de América11
culpabilidad de escribir.”7 y presentar dos colecciones de ensayos
Señalamos, entonces, algunos rasgos previamente publicados, tanto en El
de una obra pensada en preocupa- nombre secreto (1969) como en La
ciones persistentes y realizaciones dis- cárcel de la mente12 (1971). Recién en
continuas. Presentamos dos ejemplos, 1973 vuelve a publicar un libro de
siguiendo, arbitrariamente, una pers- ensayos completo: La metáfora y lo
pectiva genérica. Sus dos ciclos de sagrado13. En esta última colección la
novelas, “Historia de un día”8 y “El preocupación mayor es de orden meta-
sueño de la razón”9 se construyen en físico, e involucra la metáfora como
torno de preocupaciones radicalmente forma de conocimiento del mundo14.
diferentes. La primera presenta el acce- Arriesgamos una afirmación seguramen-
so del peronismo al poder desde una te polémica. Murena no escribe: anota.
singular construcción de la burguesía Escribe notas, largas o breves, con las
que se sentía amenazada. La segunda que deja huella de un pensamiento
despliega la idea de una creciente pér- antidogmático. Reflota esas notas y las
dida de la condición de humanidad del hace significar de otro modo una déca-
hombre moderno, que se cierra en una da después. Multiplica los enigmas y
novela en la que el mismo lenguaje es las preguntas sobre el mundo, sobre la

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

literatura y sobre sí mismo. Leemos, un espíritu bienamado de los dioses que


entonces, que ronda los fenómenos a la llega hasta nosotros con mensajes de hechi-
espera de que se manifieste una verdad cería? Releo sus trabajos y, realmente, lo
compleja en el entrecruzamiento de vuelvo a encontrar. Si la dirección de SUR
perspectivas y de formas en los ciclos de suele ser generosa con sus colaboradores, no
novelas. Ninguna afirmación categórica lo es al publicar las notas de este muchacho
y tranquilizadora, una voluntad inne- que escribe bien y pretende pensar. ¿De
gable de escribir escarbando aun contra dónde se me ocurre a mí el dudar de su
sí mismo. Y en los libros de ensayos, existencia y el vincularlo a las esferas de la
su contrapartida: ninguna renuncia a divinidad? Sé que, por razones de oficio,
los imperativos de la hora. Afirmación vive cerca del éter. (Y no busque metáfora
anacrónica de lo que no se piensa, insis- ningún malintencionado).
tencia sorda en lo que parece haber sido
dejado de lado. Murena anota: escribe La bibliografía crítica acerca de este escri-
en el oxímoron que parece marcar el tor multiplica este escamoteo de la figura
destino de su obra, una especie de fuga- del escritor. La biblioteca que forman es
cidad persistente. singular: hay sólo un libro que se ocupa
central y más bien descriptivamente, de
Desde otra perspectiva, volvemos su obra16, muchas referencias críticas que
sobre la pregunta de rigor: ¿qué señala lo impugnan más o menos lateralmente a
el nombre Murena? Resulta llamativa propósito de fenómenos que trascienden
la presencia y el peso del pseudónimo sus textos, y otro conjunto de ensayos
en relación con un nombre que no es críticos que periódicamente17 señalan
reemplazado sino enmudecido, reduci- aquellos aspectos valiosos de su obra que
do incluso a iniciales. Leemos un artí- permanecieron o permanecen incom-
culo que publica Héctor Schmucler en prendidos o injustamente subestimados.
la revista La Caja (que funciona como Llamativamente la obra de Murena pro-
referencia ineludible en la bibliogra- pone, desde un más allá de la letra,
fía acerca de Murena) cuyo título es afirmaciones que determinan efectos de
“H.A. Murena”15. La tipografía del lectura que marcan la pervivencia de su
título es significativa: las iniciales del voz extraña, fuera de tono, en el campo
nombre se retraen sobre el fondo en de discusiones literarias argentinas.
tamaño grande, el pseudónimo se Murena publica en Sur la serie “Los
inserta en el medio y abajo, completo, penúltimos días” entre mayo de 1949
pero en un tamaño menor. HA: ha un y abril de 1950. Como dijimos, es una
verbo auxiliar, ah, una interjección. especie de diario en el que revisa un
Juego de enmascaramiento que de fenómeno cultural por día: una película,
todos modos no oculta el nombre pro- el anuncio de la publicación de un libro,
pio, sino que lo pone, como aparece un libro que eventualmente cae en sus
en muchas referencias bibliográficas, a manos, un hecho económico, una noticia
la vista pero entre paréntesis. Una de política, el paisaje urbano, un estado de
las respuestas que genera “Los penúl- ánimo, un personaje político. Más allá
timos días” dispara la polémica desde de la novedad temática, la singularidad
esta suspensión: Nelly Saglio dice de su apuesta puede pensarse en el tono
con que pretende ensamblar esta serie. La
Me he dicho: –¿Existirá Murena? ¿No será anotación correspondiente al primer día

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

del diario define los parámetros de este go queda convertida en nada, lo que
proyecto complejo y ambicioso: lleva a reconciliarse con El Cuervo, que
“ABRIL 4. Todo verdadero diario se encuentra entonces mucho más audaz
escribe con decisión de criminal y con y valiente. Unos días después abre la
íntima voluntad de santo. Es una repeti- contraposición posible entre las antítesis
ción de los propios asesinatos no exenta anteriores, sin que la resolución se dé,
de soberbia, pero disparada –misteriosa- de todos modos, en forma de síntesis:
mente– hacia la humildad y la perfección. concluye que “De cualquier manera, voy
Escribirlos es la valentía de afrontarlos y demasiado al cine. El cine es una especie de
aceptarlos como culpa; interpretarlos sig- cocaína para los pobres y para los viciosos
nifica esforzarse por hacer desaparecer la indecisos”. El estado de ánimo parece
fuente de la culpa. Intento una experien- marcar ese recorrido en el que pone en
cia que puede resultar provechosa: aplicar juego diferentes concepciones del cine
este espíritu a la consideración de los como arte, y hasta se desliza hacia la idea
acontecimientos públicos más que a los de “industria cultural” que en ensayos
privados con la convicción de que todos posteriores desplegaría más ampliamen-
somos igualmente responsables por todo te. Es un razonamiento contradictorio,
lo que ocurre. La duda: respecto al grado es una experiencia mediada por teorías
en que ello podrá resultar tolerable para estéticas. Es una serie de notas compleja,
los partidistas de cualquier orden, para en la que parece que el enunciador se
los que creen que la verdad está sólo en pierde respecto de sí mismo. A veces, ni
alguna de las facciones de la vida.” escribe, cita, pero cifra la cita de manera
Durante más de un año y medio Murena que cualquier cosa que se le agregue
lleva este diario público en el que somete sobra. A veces va más lejos y comenta un
a evaluaciones distintas en diferentes comentario ajeno sobre un determinado
días los mismos fenómenos. A veces un fenómeno cultural. A veces parece que
mismo objeto aparece en anotaciones ni siquiera quiere escribir.
de días sucesivos, formando una serie Decimos una especie de diario y arries-
que no necesariamente cierra una idea. gamos otra hipótesis: podría pensarse la
Como ejemplo podemos seguir las vin- serie, vista en conjunto, como un ensayo
culadas con la película El Cuervo. El singular, fragmentario y episódico, de
primer día propone una lectura desde apariencia contradictoria y difractada.
una moral redentora del hombre, por lo Toma el formato de un diario íntimo
que lamenta que haya una película que pero vuelca la indagación desde su sub-
se sostenga sobre la idea de un proyecto jetividad hacia el espacio cultural en tér-
de hombre abyecto y un arte que se sos- minos de anecdotario crítico. Cada nota
tenga estrictamente en lo formal. Unos abre una perspectiva, un punto de vista,
días después (en la cronología del diario) que a veces tiene su continuación temá-
El Cuervo es un objeto en el que se con- tica en otra, pero otras veces se enlazan
traponen nazis y franceses como fuer- notas que parecen no seguir una secuen-
zas que encarnan distintas formas del cia. Las recurrencias son discontinuas,
mal contra el ser humano. Finalmente, terminan de aparecer donde ya no tiene
cuatro días después de esta anotación, nada que decir, aunque el lector intuya
comenta otra película, Les jeux sont faits, que falta. Toda obra es una búsqueda
que dice estaba “llena de valientes y pro- que se construye retrospectivamente, y en
fundas intenciones éticas”, y sin embar- estos tempranos textos de Murena parece

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Lecturas argentinas N° 6 | Primavera 2007

verse en germen la persistencia y la dis- el tono del desacuerdo se ajusta más a


continuidad que marcan la búsqueda de esa relación interpersonal que las formas
este escritor durante más de dos décadas. de discusión más frecuentes. Visto desde
El diario es curioso por estructura, por la cómoda distancia que significa tener
el título (que parece ser políticamente la totalidad de la producción literaria de
demasiado denotativo18), por sus reco- Murena, los berrinches, admoniciones,
rridos que dan la impresión de arbi- impugnaciones y consejos forman una
trariedad e inconsecuencia, por el eco trama que se enlaza con las afirmaciones
desmedido que recoge. Si la temática que Murena va a ir formulando respecto
era novedosa y el modo de interpela- de lo que significa ser un hombre de letras:
ción ambicioso, creemos que debemos su idea probablemente nunca efectiviza-
detenernos en esto último para señalar da (aunque está en la forma de esa idea
lo llamativo que resulta que esta serie de la imposibilidad de realizarse, junto con
textos continúe relativamente olvidada. la insistencia por conseguirla) de lo que
Como señalamos anteriormente, duran- entendía por un proyecto intelectual.
te el año en que es publicado este diario Cada una de las intervenciones con que
se producen reacciones escritas por dis- se discute a Murena le abre la posibilidad
tintos lectores que se publican en Sur de un desarrollo que estaba a la espera de
junto con “Los penúltimos días”, y son que se le hiciera lugar. Murena provoca
completadas con respuestas de Murena con sus notas y prevé como respuesta
en el número siguiente. Puntualmente, afirmaciones que puede hacer propias.
discuten con sus afirmaciones, en cartas Abrimos el juego de las notas: leemos
que son enviadas a Sur y publicadas una réplica. García Pinto se pregunta:
inmediatamente después del texto de “¿Es feliz nuestro amigo? ¿Algún pade-
Murena, Victoria Ocampo, José Luis cer ensombrece su prosa trascendente?”.
Ríos Patrón, Nelly Saglio, Julio García La pregunta anticipa un ensayo que
Pinto y Eduardo Tiscornia. En gene- Murena escribe casi una década después.
ral, en las respuestas varían los tonos: En “La subversión necesaria” Murena
van de la admonición a un joven que construye la figura de un intelectual
escribe Victoria Ocampo a la corrección observado desde la perspectiva del por-
ofuscada de Ríos Patrón, del desprecio tero, siempre sospechoso e infeliz, “per-
por la soberbia que señalan Saglio y diguero del absoluto”, condenado a una
García Pinto al consejo casi benevolente búsqueda incesante de una verdad que
de Tiscornia. Todos señalan, de todos se le escapa aun cuando la encuentra y
modos, dos cosas: sus desacuerdos y el que en la tensión entre preocupaciones
interés que les suscita el diario. La publi- que trascienden la mera percepción de la
cación de las réplicas abre un cuadro de realidad y una realidad que arrastra lejos
diálogo interesante: Murena responde de esas preocupaciones. Es difícil hacer
en el mismo diario, complejizando aún anotaciones a las notas.
más la idea de un emisor desdoblado en Un proyecto intelectual involucra algo
receptor que puede suponer ese tipo de más que la declaración de ideas. La
texto. De repente todos son partícipes evaluación retrospectiva, la única posi-
de esa serie y construyen un contrapun- ble para una obra, corre el riesgo de
to singular. Visto en la contemporanei- pecar en la asignación de continuidades,
dad, desplaza la polémica al interior de variaciones y causalidades. Aún así son
una escritura que se pretende íntima, y interesantes las que se reconstruyen entre

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N° 6 | Primavera 2007 Lecturas argentinas

“Los penúltimos días” y los ensayos que tensiones, discontinuidades, hallazgos,


sucedieron, tanto como entre las críticas y fracasos y contradicciones que atraviesan
la reafirmación de sus ideas que Murena este texto estallado resuenen con un eco
ejercita en cada oportunidad en que particular, iluminen con una mira-
escribe. Las imágenes del diario como da oblicua e intranquilizante tanto el
un ensayo hecho de miniaturas, como un campo en el que se inscribe como la obra
criptograma proyectivo, como una pro- misma. Murena anota: deja pequeños
vocación destinada a generar condicio- textos que serán recobrados por otros, por
nes de visibilidad en el campo cultural se él mismo, por nosotros mismos, que bus-
superponen en lo que puede parecer un camos los tonos con los que pensarnos.
abuso de interpretación. Quizás el paso
del tiempo haya generado condiciones En esta edición de “Los penúltimos
de legibilidad más benévolas para este días” intentamos mantener la estruc-
escritor (no necesariamente más justas). tura del diario con algunos agregados.
Quizás la distancia hace que se vuelvan Dejamos presentes las fechas de publi-
astucias las arbitrariedades y torpezas. cación para construir el contexto en el
Quizás no haya querido ser más que un que resuena cada serie. Incluimos las
diario al que algo de azar u otras deter- réplicas y polémicas en el cuerpo del
minaciones externas cargaran de sentido diario, para que se puedan ver los cua-
a partir de estas discontinuidades, recu- dros de diálogo que se forman a partir
rrencias y variaciones. En todo caso, la de ellas, y que tienen un lugar impor-
voz disonante de Murena en el marco tante en el diario. Por esa razón dejamos
de las discusiones pasadas y presentes, la al final de cada serie y de sus respuestas
voz persistente sobre aquellas cosas que quién las rubrica, manteniendo la forma
queremos (o no) pensar, hace que las que aparece en el original.

NOTAS

1. Warley, Jorge, Mangone, Carlos, “Prólogo”, en Contorno (selección), CEAL, Buenos Aires, 1993.
“Ya en 1948, Héctor Álvarez Murena publicaba una serie de notas bajo el nombre de “Los penúltimos
días” en la revista Sur donde por primera vez en esa publicación se abordaban temas como Yrigoyen, el
peronismo, etc.” (p. II).
2. En el diario aparecen condensados, entre otros, postulaciones acerca del ser americano, de la modernidad tecnifi-
cada, de la relación del europeo desterrado con América y con Europa, la concepción de lo que es la poesía y el arte,
la función del intelectual, su relación con la política partidaria, la teoría del nombre, su concepto de razonamiento
que incluye la “contradicción consigo mismo”, el anacronismo necesario para la reflexión, el pesimismo respecto de
la idea de un destino ligado a un pecado original, todos los núcleos que desarrollará en su obra posterior.
3. Obras de Héctor Álvarez Murena:
CUENTO
Primer testamento. Buenos Aires, Sudamericana, 1946.
El centro del infierno. Buenos Aires, Sur, 1956.
El coronel de caballería y otros cuentos. Buenos Aires, Tiempo Nuevo, 1971.

NOVELA
La fatalidad de los cuerpos. Buenos Aires, Sur, 1955.
Las leyes de la noche. Buenos Aires, Sur, 1958.
Los herederos de la promesa. Buenos Aires, Sur, 1965.
Epitalámica. Buenos Aires, Sudamericana, 1969.
Polispuercón. Buenos Aires, Sudamericana, 1970.
Caína muerte. Buenos Aires, Sudamericana, 1971.
Folisofía. Caracas, Monte Ávila, 1976 (reedic., Buenos Aires, EUDEBA, 1998).

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POESÍA
La vida nueva. Buenos Aires, Sudamericana, 1951.
El círculo de los paraísos. Buenos Aires, Sudamericana, 1958.
El escándalo y el fuego. Buenos Aires, Sudamericana, 1959.
Relámpago de la duración. Buenos Aires, Losada, 1962.
El demonio de la armonía. Buenos Aires, Sur, 1964.
F.G.: un bárbaro entre la belleza. Buenos Aires, Tiempo Nuevo, 1972.
El águila que desaparece. Buenos Aires, Alfa Argentina, 1975. (reedic. Revista Nombres, N° 7, abril-junio, 1996).

ENSAYO
El pecado original de América. Buenos Aires, Sur, 1954 (1a reed. Buenos Aires, Sudamericana, 1965; 2a
reedic. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006).
Homo Atomicus. Buenos Aires, Sur, 1961.
Ensayos sobre subversión. Buenos Aires, Sur, 1962.
El nombre secreto. Caracas, Monte Ávila, 1969.
La cárcel de la mente. Buenos Aires, Emecé, 1971.
La metáfora y lo sagrado. Buenos Aires, Tiempo Nuevo, 1973.

TEATRO
El juez. Buenos Aires, Sudamericana, 1953.

DIÁLOGOS
El secreto claro (diálogos con V.J. Vogelman), Buenos Aires, Fraterna, 1979.

RE-EDICIONES
Visiones de Babel (selección y prólogo de Guillermo Piro), México, Fondo de Cultura Económica, 2002.
Herrschaft (selección y prólogo de Guillermo Piro), Tantalia, Buenos Aires, 2006.
4. La importancia de las revistas no es la misma en cada caso y responde a razones diversas. Lo cierto es que no son
revistas de poca visibilidad o participación en el campo cultural latinoamericano de las décadas del 40 al 60.
5. Murena publicó además colaboraciones en La Nación, Verbum y Realidad, de Buenos Aires; Marcha de
Montevideo; Nova de La Paz; Mito de Bogotá; Assomante y La torre, de Puerto Rico, New World Writing y
Odyssey, de Nueva York; Papeles de San Armadans, de Palma de Mallorca; Lettres Nouvelles, Cuadernos, Mundo
Nuevo y Les Lettres Nouvelles, de París; Comunitá de Milán; Il Caffé, Tempo Presente, L’Aproddo Letterario e Il
punto de la Settimana, de Roma y en Humboldt, de Hamburgo.
6. Cfr. Mangone, Carlos y Warley, Jorge, Capítulo. Historia de la Literatura Argentina. Buenos Aires. CEAL,
1980-1986.
7. Cristófalo, Américo, “Murena, un crítico en soledad” en Jitrik, Noé (dir.), Historia Crítica de la Literatura
Argentina. Vol. X. La irrupción de la crítica, Buenos Aires, Emecé, 1999, pp. 110-111.
8. La fatalidad de los cuerpos, Las leyes de la noche y Los herederos de la promesa.
9. Epitalámica, Polispuercón, Caína muerte y Folisofía.
10. Las reseñas y comentarios acerca de sus novelas suelen ser elogiosos, pero no pueden rastrear más continui-
dades entre sí que la idea general del ciclo, todo lo demás está en permanente desplazamiento.
11. Agrega allí una segunda introducción y quita un ensayo significativo.
12. En ambos volúmenes publica uno o dos ensayos inéditos en libro, pero conforman igualmente unidades signifi-
cativas. A pesar de que ya habían sido editados, la selección que hace es una operación de escritura significativa.
13. Algunos de los ensayos de este libro habían sido publicados en revistas, principalmente, y uno en La cárcel
de la mente, aunque en la composición del volumen tiene una entidad diferente.
14. Al respecto, se puede ver el artículo de Leonora Djament, “Una teoría del arte y del lenguaje en La metá-
fora y lo sagrado de H.A. Murena” Cuadernos del Sur-Letras, revista de la Universidad Nacional del Sur, Bahía
Blanca, EDIUNS, N° 32-33, 2002-2003.
15. Schmucler, Héctor, “H.A. Murena”, La Caja. Revista de ensayo negro. N° 10, noviembre-diciembre, 1994.
16. Frugoni de Fritzsche, Teresita, Murena. Buenos Aires, El imaginero, 1985.
17. Entre mediados de los 70 y fines de los 90 más o menos esporádicamente, a partir de fines de los 90 con
mayor frecuencia.
18. “Los penúltimos días” puede leerse como una expresión de deseo respecto del primer gobierno peronista.

249
Dialéctica y
semiología En esta sección, presentamos la
conferencia que Juan Samaja
brindó en la Biblioteca Nacio-
nal, en el marco del Ciclo de
Pensamiento Contemporáneo
llevado a cabo en 2005. Juan Samaja ha fallecido en diciembre
de 2006. Cuando algo como eso ocurre, que quede otro para dar
cuenta. A modo de breve oficio de recordación, mantenemos la
presentación que Horacio González hizo de la exposición brinda-
da por Samaja. De alguna manera, es su testamento de filósofo.

Juan Samaja ha sido solicitado por la Biblioteca Nacional


para realizar la exposición de hoy. Él es alguien con quien
compartimos muchas horas en la década del 60, en la Facul-
tad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Y
esto sería algo declaradamente irrelevante, que no pasaría de
sendas anécdotas personales de un vínculo que a lo largo del
tiempo quiso mantenerse, si no fuera porque además, Juan
es un filósofo reconocido, reconocible, visible, del campo de
la ciencia, de la epistemología, de la pregunta por el conoci-
miento. Tal y como es posible hacerlo hoy en la Argentina, y
a la luz de las grandes lecturas de los filósofos del lenguaje, y
a través del atrevimiento y la aventura intelectual con la cual
Juan Samaja ha encarado estos temas ante vastos públicos
universitarios y no universitarios del país; preguntándose,
precisamente, por el origen de las preguntas, el origen de
aquello que llamamos conocimiento y, al mismo tiempo,
entrelazando dos campos tremendos de los legados filosófi-
cos: la semiología y la dialéctica.
Los libros atraen a las personas y las personas a los libros.
Traje el libro de Juan, Semiología y Dialéctica, en el cual
aparece el formidable desafío de conjugar estos dos cam-
pos. Bastando con imaginar que están involucrados ahí los
nombres de Hegel, de Peirce o de Saussure para presentar el
horizonte de los interrogantes que realiza Juan en la filosofía
argentina, en su actividad específica y, al mismo tiempo, el
modo en que esa actividad específica de la pregunta por el
conocer se bifurca en todos los campos del conocimiento.
Juan es extremadamente riguroso, así lo conocí y así lo ima-
gino en la actualidad en su exposición. Juan ha escrito varios
libros que me gustaría leer con los títulos con los que apare-
cen: Epistemología y Metodología. Elementos para una teoría
de la investigación científica, de la vieja editorial Eudeba. El
lado oscuro de la Razón. Semiótica y Dialéctica (seguido de la
primera versión de la Lógica de Hegel), traducida por Juan
Samaja de la versión francesa de Gandillac; La reproducción
social y la salud, un libro editado en Salvador, Bahía, Brasil
y Epistemología de la salud, reproducción social, subjetividad y
transdisciplina. No me declaro impresionado por estos títulos,
me declaro impresionado por las preocupaciones que Juan
dice que viene a compartir. Bueno, espero que Juan haya tole-
rado esta amistosa, cariñosa y casi “científica” presentación.
252

El cuerpo, el lenguaje,
la escritura y el hipertexto(*)
Por Juan Samaja

La escena de aquella noche tuvo una sorpren-


dente afirmación inicial: “No soy conferen-
cista, soy profesor”, aclaraba Juan Samaja
al solicitar la consideración de los oyentes
respecto a la temporalidad propia de una
clase, sus zigzagueos, reenvíos y oscilacio-
nes, propios de quien está meditando mien-
tras expone. En medio de un silencio atento,
Juan Samaja iba trazando un itinerario que
urgaba en la filosofía; los nombres de Kant,
Hegel, Spinoza, Derrida y Heidegger fue-
ron convocados por la urgencia narrativa;
la epistemología, la sociología, el psicoa-
nálisis, la pedagogía y la lingüística. Estas
invocaciones no tenían otro propósito que
pensar el presente del país desgarrado, que
reclamaba una reinvención capaz de supe-
rar –y conservar– los fragmentos de cuer-
pos y subjetividades atravesadas por redes
significantes. Una invitación a pensar la
originalidad del porvenir desde las huellas
trazadas por pensadores pretéritos.
LA BIBLIOTECA
Dialéctica y semiología N° 6 | Primavera 2007

Buenas noches. Es para mí un honor tino suficiente para hacerlo. El título


muy especial estar en esta sala, en esta dice: “El cuerpo, el lenguaje, la escritura
Biblioteca Nacional, haber sido invi- y el hipertexto”. ¿Qué enuncian estas
tado por los organizadores a formar cuatro categorías, estos cuatro lexemas,
parte de este ciclo de conferencias. cuerpo, lenguaje, escritura, hipertexto?
Quiero de entrada pedir disculpas Hago una aclaración antes de seguir:
porque no soy conferencista sino pro- hipertexto no lo usé en un sentido
fesor, y eso hace una diferencia. El estricto, si es que lo hubiera, sino más
profesor necesita pizarra, necesita tiza bien por el rasgo emblemático que
y tiempo. Tiempo para equivocarse, tiene, ser un tér-
para desandar las cosas mal dichas, mino que alude a (...) hipertexto no lo usé en un
corregirlas y debatirlas con los oyen- las formas comu- sentido estricto, si es que lo
tes, escucharlos, etc. Nada de eso voy nicacionales con- hubiera, sino más bien por el
a poder hacer ahora. Pero ya acepté el temporáneas y, de rasgo emblemático que tiene,
convite. Imagino mucho de narcisis- alguna manera, la ser un término que alude a las
mo, vanidad… Mi deseo era figurar propia configura- formas comunicacionales con-
en la nómina de los expositores. Ya ción del lexema temporáneas y, de alguna mane-
eso se cumplió y ahora viene la tarea hace referencia a ra, la propia configuración del
difícil de dar la talla de la aceptación que está más allá lexema hace referencia a que está
que tuve la imprudencia de proferir. de la escritura; y más allá de la escritura; y como
La primera cosa es justificar por qué como la escritura la escritura está en el momento
acepté. Yo dije: “No tengo nada que está en el momen- anterior, me parecía que era un
decir sobre el pensamiento contempo- to anterior, me buen término para indicar qué
ráneo. Porque no soy un especialista en parecía que era estaba queriendo apuntar.
el tema, no me dedico a investigar las un buen térmi-
corrientes del pensamiento contempo- no para indicar qué estaba queriendo
ráneo, que son numerosas, profundas, apuntar. Pero podría haber escrito,
complejas, sino a dar mi propio surco”. de manera más rigurosa, que hacía
Y me respondieron:“No se espera que referencia a la operación universal de
usted hable del pensamiento contem- las técnicas como modernas formas de
poráneo, sino que usted exprese lo que comunicación. Y esto puede resultar
está pensando contemporáneamente”. un tanto difícil de entender, pero voy
Eso me halagó, porque me incluía a tratar de sostener que la tecnología
dentro de los pensadores contempo- contemporánea no es solamente un
ráneos y se me invitaba a decir qué es instrumental, sino una forma, un len-
lo que yo estaba pensando. Entonces guaje, un modo de comunicación, una
dije: “Pues bueno, yo puedo contar semiótica. Es una semiótica poderosí-
qué es lo que estoy intentando escribir sima, que nos envuelve por todos lados
como resultado de ya casi cuarenta y que nos cuesta identificar porque
años de docencia universitaria”. estamos dentro de ella. Estamos preci-
La segunda cosa que quería hacer, samente con la no distancia suficiente
abriendo el paraguas a lo que pueda para objetivarla y comprenderla en
suceder en esta conferencia, si es que no su amplitud. De alguna manera, esta
llega a buen puerto, es justificar el título charla pretendería hacer eso, intro-
y de alguna manera anticipar adonde ducir una distancia para comprender
querría llegar si tuviera el tiempo y el mejor ese concepto.

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N° 6 | Primavera 2007 Dialéctica y semiología

Vuelvo a la propuesta, porque el título cuales, todas ellas, debieran estar ade-
dice “el cuerpo, la lengua, la escritura, cuadamente atendidas para que ese su-
el hipertexto”; todos estos términos jeto contemporáneo sea plenario y no
como claves para comprender cuál es fragmentario o unidimensional.
el entramado en que se forma la subje- Esa es la propuesta y ahora quiero
tividad del hombre contemporáneo. decir cuál es el problema que viene
Lo que voy a sostener es que en su pro- a resolver, que pretendería resolver
ceso de formación, la subjetividad no esta propuesta. El problema quizás
debe ser concebida como una sustancia se pueda presentar de la manera más
que esta munida directa, haciendo referencia a un inte-
(...) esta propuesta que diría, de instrumentos resante libro de un antropólogo lla-
en definitiva, que la subjeti- tales como “cor- mado Bruno Latour y que se titula
vidad del hombre contempo- poreidad”, “lin- de manera bastante sugestiva: Nunca
ráneo es el entramado de cua- güisticidad”, “es- fuimos modernos. En esa obra, él dice:
tro subjetividades. Las cuales, crituralidad” y, “el panorama académico contemporá-
todas ellas, debieran estar ade- eventualmente, neo es un panorama asombroso por la
cuadamente atendidas para “tecnologicidad” contradicción que presenta –el mundo
que ese sujeto contemporáneo o como quie- académico– con el sentido común. En
sea plenario y no fragmenta- ra llamarse. Ni el mundo académico, pareciera que el
rio o unidimensional. tampoco como hombre sólo pudiera ser investigado
resultado de una en alguna de estas tres perspectivas:
construcción que fue dejando atrás los o la perspectiva naturalista; o la pers-
primeros tramos y solamente queda el pectiva subjetivista sociológica; o la
último, a saber: los hipertextos; sino perspectiva textualista, post- estructu-
como una construcción, como una ralista o en una concepción semiótica
estructura jerárquica en donde cada bastante particular como la que repre-
uno de estos niveles hizo posible el si- senta, y anticipo el nombre emblemá-
guiente y, al mismo tiempo, cuando el tico, Jacques Derrida.”
siguiente se instala, suprime pero con- Este autor, Bruno Latour, para darle
serva, superando lo anterior. De ma- sentido, para darle una comunicación
nera que todos los niveles anteriores más eficaz a estas tres corrientes, las
están presentes, y no reconocerlos o pone bajo la figura de algún gran autor.
advertirlos, o no tributar a ese esfuerzo En el caso del naturalismo menciona
de conservación para lograr la supera- a Edward Wilson, el creador de la
ción, puede ser una de las consecuen- Socio-biología, ese gran investigador
cias más negativas en la formación del que tuvo la audacia de poner en duda
hombre contemporáneo. el carácter excluyente del ser social en
Obviamente, necesito desarrollar la el ser humano, afirmando que tam-
idea central para que esta propuesta bién los animales son seres sociales,
se entienda, de modo que dejo acá la que también en la vida animal se da
presentación del título y paso a presen- la sociedad. Y esa investigación en
tar qué problema estaría intentando Sociobiología fue duramente atacada,
resolver con esta propuesta que diría, por cierto, por una serie de pensado-
en definitiva, que la subjetividad del res, reivindicando la dimensión social
hombre contemporáneo es el entra- exclusivamente para el ser humano;
mado de cuatro subjetividades. Las no en tanto rasgos de la naturaleza

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Dialéctica y semiología N° 6 | Primavera 2007

sino con las dimensiones de la libertad Tomemos cualquier enfermedad


y la creación del espíritu. En el segun- importante de la época. Pensemos en
do enfoque, sociologista, aparece la el SIDA, dice Bruno Latour. Quién
imagen de ese gran sociólogo francés más, quién menos, sabe que para refe-
llamado Pierre Bourdieu. rirnos a esa realidad dolorosa del ser
Finalmente en la tercera versión, el ser humano, tenemos que hablar de virus,
humano como texto, como semiosis de retrovirus y de hechos concretos
interminable, como encadenamiento que tienen que ver con objetos y que
de significantes en el que, finalmente, son investigables desde el punto de
en ningún momento se precipita hacia vista de las ciencias naturales.
el significado, tenemos el nombre de Y lo mismo pasa con la dimensión
Jacques Derrida. subjetivista. Quién ignora que el
Cada una de estas tres versiones, que se SIDA es una carta que se juega en el
designan como conjuntos categoriales, mundo de las subjetividades, en el
se opone a las otras: o el ser humano mundo de la construcción de poder,
es un ser natural, o es un ser subjetivo, en el mundo del micro-poder y del
volitivo, constructor de su destino, o macro-poder; que sirve para marginar,
está entrampado, enredado en textos para reivindicar, para angustiar, para
interminables y sólo queda un esfuer- desafiar los proyectos individuales y
zo desesperado de desconstrucción sociales, etc.; quién ignora que hay
sistemática y perpetua de los textos en una dimensión subjetiva importantí-
los cuales estamos enredados. Pero lo sima; y quién ignora, además, que el
cierto es que no es posible combinar SIDA está funcionando como un sig-
esas tres cosas. nificante entramado de significantes,
¿Y por qué comencé diciendo que esta que se diseminan y se transforman, y
situación es paradójica y contradicto- engendran nuevos campos de sentido
ria con el sentido común? Porque en perpetuamente que, cuando los quere-
el campo del sentido común estamos mos agarrar se nos vuelven a escapar y
absolutamente acostumbrados a rela- vuelven a querer decir más de lo que
cionarnos con este carácter híbrido nosotros queremos decir. Y quién ig-
del ser humano. El ser humano se nora que todo esto está junto. Con lo
nos presenta como coseidad, como cual tenemos la siguiente situación pa-
subjetividad y construcción histórica. radójica en el mundo académico. Los
Jean-Paul Sartre podría ser mejor que académicos intentan purificar los en-
Bourdieu para presentar esta línea de foques: o se es cosa o se es sujeto; o se
pensamiento: la subjetividad como es regla o sintaxis. Y en el mundo de la
centro de la trama humana. Y, por realidad, en el mundo del sentido co-
último, también estamos entrampa- mún mínimamente ilustrado, consta-
dos en cadenas de significante que tamos perpetuamente que somos cosa,
nos hacen hablar y nos hacen decir, que somos subjetividad y que estamos
nos hacen significar, más allá de lo entrampados en redes de significantes.
que nuestra subjetividad –voluntad, Esta situación es con la que querría
diría yo– puede querer decir. Ustedes lidiar intentando una propuesta supe-
recuerdan que Jacques Derrida está radora. Lo cierto es que no soy, de
enrolado en el post-estructuralismo ninguna manera, el inventor de esta
donde el sujeto tiende a desaparecer. propuesta, sino simplemente un eco

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de un linaje de pensamiento que se Lo cierto es que la ciencia parecía, du-


remonta a la antigüedad y que sigue rante muchos años y siglos, haberse
existiendo en el momento contem- conformado con estas dos grandes cate-
poráneo con el nombre de dialéctica. gorías: hay cosas y hay causalidades; hay
La dialéctica, desde hace milenios, cosas y hay interacciones. Y la tercera
intenta dar respuesta a este carácter categoría, normalmente, no apareció o
híbrido o, en términos más correctos cuando aparece, lo hace frecuentemente
tomados de la literatura hegeliana, este con el nombre de causalidad recíproca.
rasgo de lo concreto como unidad de Es una categoría llena de misterio y de
lo diverso. Es el esfuerzo por poder consecuencias tremendas en la capaci-
pensar esas cosas que se contradicen dad para pensar la realidad.
en una unidad superior. ¿Por qué hablo de misterios? Quiero
Voy a centrar este desarrollo arran- anticiparles que en esta categoría de
cando desde lo que designaría como comunidad hago énfasis en sostener
el nacimiento mismo, el embrión que se trata del nacimiento del con-
de la dialéctica cepto comunicación. Lo que quería
Lo cierto es que la ciencia pa- moderna, que la decir Kant con comunidad es que
recía, durante muchos años encontramos en después de la causalidad viene una
y siglos, haberse conformado Kant. Él presen- categoría más rica, más profunda: la
con estas dos grandes catego- ta las categorías categoría comunicación o semiosis. Él
rías: hay cosas y hay causali- del intelecto, es no lo dijo, lo dijo un seguidor de él
dades; hay cosas y hay interac- decir los reperto- llamado Charles Peirce.
ciones. Y la tercera categoría, rios categoriales, Lo cierto es que el concepto de comu-
normalmente, no apareció o en tríadas; y una nidad implica la simultaneidad de los
cuando aparece, lo hace fre- de las tríadas, elementos que interactúan y que se
cuentemente con el nombre que es la que voy pone de manifiesto su carácter miste-
de causalidad recíproca. a tomar como rioso, si hacemos un intento por com-
punto de partida prender, el lexema causalidad recíproca
de esta charla, es la que está emparen- o el sintagma causalidad recíproca ¿Por
tada con la categoría de relación. Él qué? Fíjense ustedes lo que implica esta
enumera tres categorías: Primero la noción: lisa y llanamente, nos habla de
sustancia, como lo que es en sí; luego una ruptura de la linealidad del tiempo.
la causa y el efecto, como lo que es en la Ustedes saben que la causalidad implica
interacción; y finalmente, la categoría una sucesión en el tiempo. La causa
de causalidad recíproca, que también está siempre antes que el efecto. Pero,
llama comunidad. ¿cómo es posible que el efecto, a su vez,
Es muy probable que muchos de reactúe sobre la causa? ¿Cómo es posi-
ustedes hayan tenido una aproxima- ble que haya un hecho posterior que
ción a la filosofía de Kant y hayan tenga como objeto de acción a futuro su
registrado las dos primeras categorías. propio pasado? Y esta categoría debiera
Sin embargo, lo más probable es que hacernos pensar mucho más de lo que
la categoría de comunidad haya pasado nos hacen pensar las palabras y el gesto
desapercibida. La sustancia como la de ir y venir. Porque cuando se toman
cosa, lo en sí, lo que tiene una cierta en serio las palabras aparecen ciertas
inherencia, la categoría de la interac- paradojas de muy difícil solución, y esta
ción, la reacción entre las cosas. es una de las más importantes.

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Dialéctica y semiología N° 6 | Primavera 2007

Es en este punto donde yo voy a apunta hacia él. Con el desarrollo de


hacer énfasis, porque acá nace la idea las ciencias positivas la categoría de
de la significancia: “hacer sentido” causalidad final cayó en el descrédito
es retornar al origen, y para ello es y fue Kant –esto lo reconoce Hegel
absolutamente necesario que dejemos con mucha admiración– quien hizo
de lado la idea de que la realidad se posible volver a pensar la categoría de
mueve linealmente y pasemos a la idea causalidad final dándole una nueva
de una realidad que se mueve cíclica- significación y poniéndola en la mesa
mente. En el mundo de la ingeniería de los científicos sin ningún tipo de
contemporánea se habla de conmuta- objeción posible a su cientificidad.
dores circuitales, se habla de feedback, Obviamente que la disciplina que
de retroalimentación. Todos estos salió inicialmente beneficiada con esto
elementos son construcciones tecno- fue la biología. Porque es allí en donde
lógicas tendientes a modelizar una se precisa, de manera insoslayable, la
realidad mucho más profunda que categoría de finalidad. Nadie puede
nos atraviesa a nosotros mismos y que describir el movimiento de un gato
frecuentemente no comprendemos en como describe la caída de un cuer-
profundidad. Cuando creemos que po. El gato no se mueve del mismo
estamos avanzando en rigor estamos modo que un cuerpo cuando cae,
retrocediendo, cuando creemos que sino que se mueve con intencionali-
estamos produciendo un sentido a dad. Esa dimensión de intención, ese
futuro lo estamos produciendo pero, propender hacia un fin, era inherente
de alguna manera, lo hacemos en el a cualquier intento de describir rigu-
sentido en que lo indica la jerga spino- rosamente, sensatamente y fielmente
ziana: perseverando en el origen. lo que nuestros sentidos nos permiten
Recuerden ustedes que el asunto es observar en el comportamiento de los
cómo pensar la trama del hombre seres vivientes.
contemporáneo, cómo pensar su sub- No me voy a entretener en el esfuerzo
jetividad. Estoy tratando de poner por mostrar en que consistió la salva-
peldaños para ir arribando a la res- ción de la categoría de finalidad, voy a
puesta en cuestión. ir más directamente a la pregunta que
Kant, con sus tres críticas hizo posi- me interesa ahora. Por qué razón este
ble volver a pensar la categoría de concepto de comunidad y esta reivindi-
causalidad final que siempre fue un cación de la categoría de finalidad tiene
componente necesario del repertorio que ver con la formación del sujeto,
categorial de la razón humana, no con el hacer y el sentido, con la signi-
sólo para pensar la vida humana sino ficancia. Podríamos decirlo así: todo
la vida en general. Sin embargo, esta hecho de sentido, toda creencia, todo
noción siempre adoleció de insufi- conocimiento, todo “apercatamiento”
ciencias para la mentalidad científi- –si me permiten el neologismo–, todo
co-positiva, porque la causalidad final apercibimiento de algo que está allí
introducía esta paradoja. A saber: con una significancia, para mí es –y
estamos avanzando hacia un fin que no podría ser de otra manera– un mo-
está a futuro y que tiene que ver con mento o una función de la autorregu-
el destino; de alguna manera está pre- lación de un ser que es autónomo.
formado, prefigurado en el sujeto que De una manera más simple, escudán-

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dome detrás de las espaldas de Jean El conocimiento está íntimamente


Piaget, todo conocimiento es una fun- vinculado a la vivencia de muerte, a
ción de la autorregulación de la vida; la experiencia de evitarla. Es una fun-
todo conocimiento, toda vez que yo ción inherente a la perseverancia en el
digo algo conozco que me hace sen- ser. Ahora, si el sujeto se apercibe de
tido o lo significo, eso debe ser com- que le está faltando algo, actúa; si esa
prendido como una función inherente identidad que se autorregula se aper-
a mi propia autorregulación. cibe de la carencia de algo, actúa en
¿Qué quiere decir esto? Primeramente función de compensar, de rechazar: de
que el ser es autorregulación. Ya men- negar esa negación, lo que es su propia
cioné rápidamente la noción de con- afirmación. Ese movimiento perpetuo
mutadores circuitales, que en el fondo es el que Martin Heidegger final-
quiere decir “si-no” en función de un mente llamó cura, la preocupación
cierto ciclo que retorna sobre sí mismo. permanente por aquello que nos está
Para un ser viviente, que se distingue hostigando, que nos está asediando,
claramente de un no viviente en el sacándonos de nuestro propio ser: la
hecho de la autorregulación, percibir angustia frente a la muerte.
cuál es su situación es crucial. Obviamente esto dicho con esos tér-
Veamos la diferencia entre un ser que minos vale para el ser humano, pero
se autorregula y un ser que no lo hace. dicho con términos más amplios tam-
El ejemplo no es mío, aunque es muy bién valdría para una ameba, para un
simple y no vale la pena citar el autor: ser platelminto, para una hidra o para
cualquier protozoario. Todo viviente
Nosotros podemos asegurar que ¿Qué diferen- intentará permanentemente huir de
en ciertas circunstancias nuestra cia hay entre aquellas circunstancias que pueda per-
reacción es evidentemente emo- un charco y una cibir como negadoras de su ser.
cional, intuitiva; actuamos por polilla? Si a los Ahora bien, si nosotros no sabemos
pálpitos, por olfatos, por cora- dos los sometemos que no sabemos, no pasa nada, sencilla-
zonadas. Y es una dimensión a un proceso de mente nos aplasta la corriente y vamos
cognoscitiva de gran importan- deshidratación, lo a donde la causalidad nos lleva. Hay un
cia sin lugar a dudas. que va a suceder refrán campesino que dice: “Camarón
es que el charco se que se duerme, se lo lleva la corriente”.
va a secar y la polilla se va a ir. Esta Lo que nos está pasando es sinónimo
diferencia hace a un ser que no se auto- de ser objeto de la corriente de la cau-
rregula, el charco, que sencillamente salidad que avanza hacia delante. En
padece la acción causal. Lo que resulta cambio, tener apercibimiento, tener
de él es lo que finalmente sucede al tér- noticia es disponer de aquella infor-
mino del proceso de la reacción físico- mación suficiente y necesaria para
química. En cambio, en el caso de la poder corregir y actuar conforme a
polilla, ella no va a admitir disecarse, nuestros propios puntos de partida.
sino que en tanto intenta perseverar en Ahora, si nosotros sabemos que no
su ser, en cuanto perciba que no está sabemos, si el viviente tiene la capaci-
siendo suficiente la cantidad de agua dad de percibir que no está percibiendo
que necesita, ella va a moverse en la algo que necesita para sobrevivir, se
dirección de recuperar ese parámetro produce esta vivencia particular que es
de su Mor al agua. el miedo a nada, a algo que no se sabe

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qué es. Y acá aparece una función de En términos lacanianos, el deseo pasa
extremada importancia que es en reali- a ser el deseo del deseo del otro. Ya
dad la que corresponde a la noción de no es lo que deseo sino lo que el otro
cura en Martin Heidegger o a la noción desea que yo desee que desee.
de investigación en Charles Peirce. El El tercer método es el método de la
sujeto viviente cuando se apercibe de reflexión, en donde ya no hay una
que le falta algo por percibir para autoridad externa, ni tampoco una
perseverar en su ser, desarrolla una relación inmediata a mis propias viven-
actividad que se llama investigación, y cias, sino algo mucho más complejo
esa investigación es cualquier cosa que que tiene que ver con una autoridad
se hace para poner una creencia o un internalizada que llamamos razón. La
conocimiento, no importa si verdadero
o falso, que me permita actuar y no
quedar paralizado, inerme, entregado a
la corriente de las causas externas.
Él va a hablar de cuatro grandes formas
de investigación, cuatro grandes for-
mas de conocimiento. El conocimiento
intuitivo, él lo llama tenacidad, pero
este término habría que aclararlo para
hacerlo significativo, por lo que lo voy
a reemplazar por el método de poner el
cuerpo, de percibir, de sentir: la inte-
ligencia emocional, que es una forma
de conocimiento. Nosotros podemos
asegurar que en ciertas circunstancias
nuestra reacción es evidentemente
emocional, intuitiva; actuamos por pál-
pitos, por olfatos, por corazonadas. Y
es una dimensión cognoscitiva de gran
importancia sin lugar a dudas. Es una
de las primordiales y sigue actuando en
nosotros aunque la cultura, la civiliza-
ción y los hipertextos logren ocultarla.
Pese a ello sigue operando de manera
incuestionable.
El segundo método que Peirce identi-
fica, es el de la tradición, de la autori-
dad. Si en el primero, el conocimiento
está vinculado directamente al objeto, reflexión es el método que está vincu- Juan Samaja, por
Mariano Lamota
en un frente a frente al objeto, en el lado a la fundamentación donde, entre
segundo está mediado por Otro, un varias creencias posibles, entre varios
sujeto al cual investimos de autoridad sentidos posibles, no tomamos el que
y le reconocemos esa función de trans- nos nace ni el que nos es transmitido
misión de conocimiento: creemos en por un sujeto investido de autoridad
lo que el otro dice que debemos creer. sino que, confrontando los diversos

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sentidos y creencias en juego, busca- validación por vía de una deducción


mos aquéllas que sean más congruentes hipotética, y mostrar que lo que la
con cierto sentido muy básico que hipótesis dice que debiera cumplirse
llamamos fundamento. en los hechos reales, efectivamente se
De dónde salen esos fundamentos es cumple en ellos. Con lo cual, una hi-
otra cuestión, pero lo cierto es que el pótesis es buena si es eficaz para prede-
modelo de este método reflexivo siem- cir el comportamiento de la realidad.
pre fue la mate- Ya desde el nacimiento se advierte esta
Piensen ustedes en la respuesta mática; por cier- operación universal de las técnicas que
que dio Milstein, en cierta en- to, el método de tiene que ver con las bases contempo-
trevista, cuando le preguntaron la filosofía. Pla- ráneas del hombre actual.
algo sobre su retrovirus: “Yo tón había puesto Estos cuatro métodos, sin duda algu-
no hago filosofía, yo testeo hi- en su academia: na, son métodos muy diferentes y se
pótesis, mi trabajo no es andar “Nadie entra acá dan de patadas entre sí. Podríamos
legitimando un conocimiento si no sabe geome- repetir para ellos lo mismo que diji-
por Mor de los fundamentos, tría”. Porque era mos para los tres repertorios catego-
mi trabajo es legitimar un co- el modelo de la riales de Bruno Latour: todos senti-
nocimiento por su eficacia téc- reflexión por Mor mos que pensamos con los cuatro
nica”. Y esto era un mero eco de los fundamen- métodos, pero si analizamos uno tras
de lo que había dicho hace va- tos. Un teorema otro, vamos a encontrar que ellos se
rios siglos antes Newton cuan- se demuestra niegan mutuamente. El sujeto que se
do advirtió: “¡Física, cuídate como tal si es po- afirma en su propia intuición rechaza
de la Metafísica!”. sible demostrarlo, toda autoridad; el sujeto que afirma
si se puede dedu- una autoridad no se permite reflexio-
cir coherentemente de los postulados. nar y la obedece; el que reflexiona no
Y los postulados ¿por qué son admi- admite autoridad y el que trabaja en
sibles? No porque los haya enunciado el mundo científico de lo hipotético
un autor, Euclides por ejemplo, sino deductivo no pone como forma de
simplemente porque en el ejercicio de conocimiento prioritaria la reflexión.
mi sana reflexión me nace una verdad Piensen ustedes en la respuesta que
de suyo. Por dos puntos pasa una sola dio Milstein, en cierta entrevista,
recta, es una verdad que no necesita de cuando le preguntaron algo sobre su
ninguna autoridad, no es tampoco un retrovirus: “Yo no hago filosofía, yo
olfato, una corazonada. Es una espe- testeo hipótesis, mi trabajo no es an-
cie de acto productivo que nos lleva a dar legitimando un conocimiento por
acordar con esos primeros principios. Mor de los fundamentos, mi trabajo
Por último, el método de la ciencia o es legitimar un conocimiento por su
pragmático; el método de la eficacia eficacia técnica”. Y esto era un mero
que tiene que ver con los hipertex- eco de lo que había dicho hace varios
tos; es esa forma de investigación que siglos antes Newton cuando advirtió:
nos dice que un conocimiento o una “¡Física, cuídate de la Metafísica!”.
creencia es buena no porque me nace, La relación entre la Ciencia y la
me es transmitida por una autoridad Filosofía siempre ha sido una rela-
o la obtengo por reflexión, sino que ción hostil, en la que hacer ciencia es
–tomado a título de hipótesis– me sencillamente dejar de hacer filosofía,
permite llevar a cabo un ejercicio de determinar un objeto, determinar un

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método; terminar con ese interrogato- de la capacidad de darle significancia


rio de los fundamentos y avanzar en la a su existencia, esto es, darle sentido
dirección de la eficacia. En definitiva, a lo que les hace bien y mal, a lo que
estos cuatro métodos que parecieran les gusta y no les gusta, etc. De modo
estar, para nuestro sentido común que podríamos decir que el método de
ilustrado, colaborando en la trama de la percepción, la corporeidad, la inte-
nuestro conocimiento, no obstante, ligencia emocional, es el método de la
aparecen como diversos cuando los forma de vida en su inicio.
examinamos conceptualmente: apa- El segundo método de la autoridad,
recen como opuestos, peleándose y obviamente, necesita una forma de
excluyéndose entre sí ¿Cómo hacemos vida que ya no es la forma corpórea
para resolver esta cuestión? Aquí viene tal como la encontramos en el viviente
la propuesta. Una manera de entender individualizado. Necesitamos ahora
esto sería la siguiente: un viviente comunal, un viviente en
Puesto que hemos partido de la acep- donde el otro sea un mediador inhe-
tación de que el conocimiento es una rente al desarrollo de la vida de cada
función de autorregulación de la vida, individuo. La forma de vida comunal
y hemos –siguiendo a Charles Peirce– será la forma siguiente de vida que sos-
reconocido que hay al menos cuatro tiene al método de la tradición. Dicho
grandes métodos diferentes entre sí, de otra manera, la tradición sería la
una forma de conciliar todo esto sería forma de conocimiento inherente a
comenzar pensando que haya cuatro la autorregulación de los seres comu-
grandes formas de vida diferentes en nales. Obviamente, no sería posible
nosotros; que realmente no seamos pensar en autoridad en un viviente
seres de una sola pieza, de una sola tan aislado como la Tenia Saginata,
forma de vida, sino que haya en noso- por ejemplo, pues ella no tiene con-
tros –aunque no lo advirtamos de géneres, sencillamente está aislada en
buenas a primeras– cuatro formas de su propia aventura vital. Pero cuando
vida diferentes. La hipótesis seguiría ya entramos a seres comunales, es
de la siguiente manera: absolutamente imposible no pensar
Podríamos sostener que el método de que el proceso de autorregulación de
la intuición, de poner el cuerpo, de la esa comunidad no está nutrido de ese
corazonada, del olfato, el método de mecanismo de anoticiamiento, que
la piel, tiene que ver con una forma de tengan en cuenta al Otro y lo que
vida, la más antigua y más arcaica: la hace, como condición de posibilidad
forma de vida metabólica, organísmica para actuar en el sentido de perseverar,
–en el sentido biológico del término–, no solamente en el ser de cada quien,
que tiene aproximadamente, según sino el ser del vínculo comunal.
dicen, tres mil quinientos millones La pregunta más interesante, quizás,
de años de historia de corporeidad de lo que podría formular acá, y
viviente. En esa historia se han ido habida cuenta que tiene que ver con
formando esas capacidades instintivas, esta venerable institución que es la
si las queremos llamar así, esas capa- Biblioteca Nacional, es la siguiente:
cidades cognoscitivas propias de los ¿cómo surge el método de la reflexión?
seres vivos pre-lingüísticos, pre-sim- ¿Cómo es posible que, después de
bólicos pero que no por ello carecen haber llegado al ser comunal y al

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método de la tradición, haya surgido traía en su seno la comunidad pri-


otro método que pareciera romper mitiva, entró en una fase de crisis,
con la sociabilidad? Porque el método de turbulencia dramática que debió
de la reflexión lo que nos dice es: hasta haber durado muchos cientos de años.
acá llega la autoridad, quiero ahora Pero, en algún momento, comienzan
averiguar qué es lo que yo mismo a formarse mediadores sociales que
estoy sosteniendo, qué es lo que estoy dieron lugar, con el correr del tiempo,
pensando acerca de cuál ha de ser el a las formaciones estatalizadas, o si
sentido que le daré a lo que me está ustedes quieren, civilizadas. Con la
pasando, para actuar en consecuencia civilización nace la reflexión.
¿Qué debe haber sucedido para que El método reflexivo, el método de los
ocurra esto? La respuesta no tiene otra fundamentos, de los primeros prin-
solución más que la que les voy a suge- cipios, necesariamente debió haber
rir: creo, a saber, que la comunidad supuesto una comunidad que perdió
debió dejar de ser en ese momento su origen, su forma de existencia ini-
final, ella misma debió haber entrado cial, que se desgarró en diversas posi-
en crisis como forma de vida satisfac- ciones, en varias creencias antagónicas
toria para resolver los problemas de entre sí y que, en un esfuerzo por
la humanidad. Porque, por alguna superar esa dispersión y esa autodes-
razón, la comunidad se fragmentó, se trucción, lograron construir algunos
produjeron subcomunidades, comu- mecanismos a través de los cuales
nidades que se enemistaron entre sí se pusieron de acuerdo en torno a
por intereses diversos y dieron lugar unos primeros principios, fundamen-
a lo que los sociólogos e historiado- tos últimos que debieran considerarse
res indican como el nacimiento de intangibles y que en las formacio-
la lucha de clases. Este proceso es el nes jurídicas ya consagradas tienen el
del fin de las comunidades primiti- nombre de Constitución.
vas, porque estamos hablando ahora Todo Estado implica una constitución,
del Cro-Magnon, para citar un fósil una ley suprema en donde están los
que nos permite datar esa historia fundamentos con el exacto modelo de
del origen de la humanidad hasta la geometría. Si el modelo matemático
el nacimiento de los Estados. Una es tan antiguo es porque es tan antiguo
historia de aproximadamente unos como el Estado mismo. Las primeras
ochenta mil años, si saltamos de los codificaciones jurídicas tienen la forma
tres mil quinientos millones de años de la lógica deductiva de la matemá-
de la historia de la corporeidad a los tica. Por eso no es nada extraño que
ochenta mil años de historia de la los primeros modos de conocimiento
comunidad lingüístico-cultural huma- reflexivo, de la ciencia –en la Edad
na. Esa comunidad tocó su fin con Heroica de la ciencia– fuera contem-
el nacimiento de la agricultura y la poránea a la formación de los Estados.
ganadería que trajo el surgimiento de El método reflexivo implicó una nueva
las clases sociales diversas y el fin de las forma de vida, civilizada, estatalizada,
comunidades primitivas. donde los vínculos jurídicos se for-
La constitución gentilicia dejó de ser malizaron y tuvieron que registrarse.
un escenario en donde se pudieran El carácter de rasgo dominante de lo
procesar los conflictos internos que que podemos llamar la macro semió-

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tica jurídico-estatal es la escritura. No La sociedad civil es la formación de


solamente la escritura alfabética, sino esa esfera social en donde el indivi-
todas las formas de escritura e inclu- duo, y no ya el Estado, aparece como
sive la emergencia de la arquitectura, el soberano supremo. Obviamente, el
como una forma de registrar las cosas individuo respecto de su propiedad, es
y el sentido de ordenamiento hacia un decir, la propiedad privada capitalista,
fundamento. La arquitectura monu- exigía la Declaración Universal de los
mental apuntaba a esos fundamentos, Derechos del Hombre, y eso fue lo que
a esos primeros principios que debían consagraron las constituciones civi-
ser consagrados y de ahí esos inmensos les de todos los
templos donde se entraba con una Estados que se En el mundo del cuerpo, el
reverencia a su carácter de indiscutibi- desarrollan con- sentido se construye a partir
lidad. Los edificios mismos consagra- forme a los idea- de cierto tipo de repertorios
ban, en su estructura material, estos les de la burgue- de significantes como pueden
ideales y, por cierto, cuando hablamos sía moderna. ser los gestos, las distancias,
de arquitectura jurídica, matemática, Esta historia los gritos y los sonidos. En el
o de la ciudad, son todas metáforas es mucho más mundo de las tradiciones, los
que tienen que ver con el mundo de la breve, si ochenta rasgos semióticos fundamen-
reflexión y la estatalidad. mil años tiene la tales son los ritos, los mitos,
Las bibliotecas, por cierto, fueron inicial- historia del méto- las narrativas, el discurso mito
mente ese sagrario en donde se consagra- do de la tradición poético, etc.
ban los documentos que consagraban y el método de la
esos primeros principios, esos acuerdos comunidad, y si cinco mil o seis mil
básicos, esas alianzas que hicieron posi- años tiene, el método de la reflexión,
ble la prosecución de la vida humana en de los Estados y las sociedades políticas,
condiciones de lucha de clases. las sociedades civiles tienen poquitos
Pero, ¿qué pasó para que apareciera años; se remontan a unos quinientos
todavía un último método que vino a años. Galileo, Newton en ese período
dejar atrás el método de la reflexión? comenzaron a sedimentar los progresos
¿Qué forma de vida debió aparecer a en el siglo XVIII. Marx pone, ubica ese
posteriori del Estado? Quizás nosotros momento que va a llamar la madura-
conozcamos esa forma de vida bajo ción, rápida, apresurada de la sociedad
la dimensión negativa que tiene en la civil en el interior de los Estados ante-
actualidad, pero debiéramos poder verla riores. La sociedad civil es supra-estatal
en su plenitud, con todos sus aspectos y es la madre de lo que hoy llamamos
–buenos y malos. Me estoy refirien- sociedad global. La sociedad globaliza-
do al surgimiento de la sociedad civil da es simplemente la sociedad civil del
moderno-burguesa. Porque, ¿qué es el capitalismo mundial, que está apoyada
Estado burgués sino la superación de las fundamentalmente en una forma de
formaciones estatales y la aparición de producción que se sostiene a sí misma
una nueva esfera de relaciones sociales por la sistemática innovación tecnoló-
en la cual el propio Estado comandado gica para la competencia, para mante-
por la burguesía, comienza a generar ner la competitividad de los emprendi-
las normas que limitan la potestad del mientos capitalistas.
Estado para intervenir en el interés pri- Hemos ingresado en una forma de
vado, en la propiedad privada? vida de rasgos muy peculiares que tie-

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N° 6 | Primavera 2007 Dialéctica y semiología

nen que ver con el desarrollo tecnoló- por qué Jean Piaget usaba esta idea.
gico. Cada una de estas formas de vida Todos conocen a este autor y saben
–en esta propuesta que estoy tratando que él ha estudiado el proceso en que
de desarrollar en mis escritos y que se fue formando la inteligencia del
ahora estoy tartamudeando, tratando niño; ese proceso, que lo estudia en
de hacerla rápidamente comprensible el campo de la ontogénesis, lo hace
a mi audiencia– pueden ser considera- corresponder al campo de la filogéne-
das macrosemióticas. La corporeidad sis, de la historia social en que tam-
implica una manera particular de darle bién se fue formando el pensamiento
sentido a las cosas. En el mundo del a escala macro. Él hace corresponder
cuerpo, el sentido se construye a partir estos estadios pensando de que mane-
de cierto tipo de repertorios de signifi- ra, en el niño, primero el conoci-
cantes como pueden ser los gestos, las miento está microcentrado y luego
distancias, los gritos y los sonidos. En se descentra para recentrarse en el
el mundo de las tradiciones, los ras- grupo y el sistema de la reciprocidad;
gos semióticos fundamentales son los luego el niño accede a una inteligencia
ritos, los mitos, las narrativas, el dis- mayor cuando pasa a la cooperación,
curso mito poé- al grupo. Análogamente, la historia
Porque pareciera ser la cuna y tico, etc. Y por humana tuvo ese desarrollo.
las fronteras de la gran aldea cierto, el lenguaje En el niño primero es la inteligencia
humana salirse de la socie- fonocentrado; la sensorio-motriz, luego la inteligencia
dad para recentrarse en las gran creación del se produce el pasaje a la inteligencia
técnicas; ¿qué fuerza puede ser humano que egocentrada, luego la inteligencia cen-
tener una mera operación en fue el lenguaje trada en la cooperación, llegando a la
el mundo de las cosas que haga articulado. En forma más rica de la inteligencia. En
que la subjetividad humana se la forma de vida el mundo social –dice Piaget– primero
recentre, se reconstruya desde estatalizada, la está el hombre mudo, la bestia prehu-
ella, desde su conato más ínti- macro semiótica mana, pero ya configurando forma-
mo que es la sociabilidad? estaría represen- ciones sociales que serían embriones
tada emblemáti- de la sociedad humana. Luego está
camente por la escrituralidad, en un el conocimiento sociocentrado y lo
sentido muy amplio. No tan amplio hace corresponder al egocentrado. Es
como el que toma Jacques Derrida, decir, el sociocentrado corresponde a
porque inclusive él va a remitir la un momento previo al conocimiento
noción de escritura a formas prefo- final y ese conocimiento sociocentrado
néticas. Lo que estoy proponiendo es es ideológico, mágico, metafísico y
la escritura como post-fonética. En filosófico, pero no es científico porque
este sentido, para que hubiera escritu- está centrado en los ideales de cada
ra necesariamente debió existir antes sociedad y, por ende, está atravesado
la macrosemiótica fonocentrada. Por por esa restricción de la perspectiva
último, la macrosemiótica correspon- del grupo social que lo produce. La
diente a las sociedades civiles, sería la ideología no es ciencia todavía. Para
operación universal de las técnicas. pasar a la ciencia habrá que descentrar-
Esto lo tomo de Jean Piaget. A título se de la sociedad para recentrarse en
anecdótico les cuento que para mí fue la operación universal de las técnicas.
un enorme esfuerzo poder entender Eso sostiene Piaget en sus estudios

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Dialéctica y semiología N° 6 | Primavera 2007

sociológicos. Leyendo eso yo me quedé diferencias de modelo que estoy pro-


sorprendido ¿Cómo es posible que un poniendo. Un modelo sería el de un
hombre tan inteligente sostenga que la sujeto que tiene tantos instrumentos
construcción del conocimiento huma- como métodos de conocimiento hemos
no implica descentrarse de lo social señalado: el cuerpo, con la inteligencia
que es la frontera misma de la huma- emocional; la autoridad y la tradición,
nidad? Porque pareciera ser la cuna y con la comunidad; la reflexión y la ope-
las fronteras de la gran aldea humana ración de las técnicas o los hipertextos.
salirse de la sociedad para recentrarse El sujeto es alguien distinto, munido
en las técnicas; ¿qué fuerza puede tener de estos instrumentos.
una mera operación en el mundo de Un modelo diferente sería aquel en
las cosas que haga que la subjetividad que el ser humano comenzó siendo un
humana se recentre, se reconstruya sujeto corpóreo, en el vientre mater-
desde ella, desde su conato más ínti- no, un cigoto, pero en cuanto apareció
mo que es la sociabilidad? Luego me la comunidad, suprimió y levantó esta
acordé de algunas cosas que había leído autonomía corporal; con lo cual este
en Carlos Marx, cuando sostiene que cuerpo queda completamente olvida-
en la burguesía capitalista, el proceso do en su origen y lo que vale ahora
de expropiación del trabajo ajeno ya es la comunidad; luego se instaló la
no se hacía de manera evidente, a civilización, y, finalmente, la opera-
través de dispositivos políticos, sino a ción universal de las técnicas. Este
través de mecanismos tecnológicos y modelo sería el que más se aproxima
económicos. Un mundo donde des- a Derrida o eventualmente, a ciertos
aparecía completamente la acción sub- aspectos de Lacan. En donde la última
jetiva, donde ya nadie personalmente forma ha borrado completamente las
o mediante una disposición subjetiva anteriores y ya no podemos retornar,
explícita, extraía el plusvalor del otro. no hay manera de recuperar las ante-
Se trataba de una instancia cósica, riores. Se ha perdido completamente
semiótica y sintáctica que producía las ese momento originario y la búsqueda
grandes transferencias de recursos y las incesante de él sería esa desesperada
grandes expropiaciones. En el mundo desconstrucción sistemática detrás de
de la economía política, la economía un retorno al origen.
actúa sola. Ahí entendí que la ope- Otro modelo sería aquel en donde
ración universal de las técnicas era la cada una de las formas anteriores se
operación universal del capital. inserta y entraña en la ulterior y ésta se
De manera que el gran desafío es poder entraña en la anterior; pero no la abarca
ir identificando estas distintas formas completamente sino que hay desbor-
de vida, estas semióticas particulares des laterales. De modo que seguimos
para ver cómo cada una de ellas ha teniendo en nuestra dramática vida
hecho posible la ulterior a partir de su cotidiana el esfuerzo de mantenernos
propio desarrollo y su propio conflicto. dentro de ciertas formas y no siempre
La forma ulterior suprimió, conservó y lo logramos. La neurosis, la psicosis,
superó a la forma precedente. el delito, serían formas de expresión
Yo pedí que me beneficiaran con una de que los procesos formativos no han
pizarra, para hacer un pequeño mode- sido olvidados, sino que están perma-
lado ante ustedes y puedan ver las nentemente siendo invocados, recla-

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N° 6 | Primavera 2007 Dialéctica y semiología

mados; cuando ellos no se cumplen se ción de estas formas de conocimiento


generan patologías a la vista. que logre adecuar a las formas de vida
Veamos qué es lo que pasaría en en que yo estoy construyendo.
una sociedad que imagina estar en el Cada uno de estos niveles me da
mundo de la sociedad civil y que puede una identidad particular, de un sujeto
darse el gusto de decir que se vayan plenario que voy a necesitar pensar
todos y que se acabe el Estado. ¿Qué íntegramente. La identidad corporal,
pasaría, en ese caso, con una sociedad basada en temas de inmunología, de
que se desestataliza tal como cono- endocrinología –ustedes saben que
cemos algunas el organismo humano, el organismo
La identidad corporal, basada sociedades que viviente tiene la capacidad de identi-
en temas de inmunología, de se han desesta- ficar lo que es ajeno de lo que es pro-
endocrinología –ustedes saben talizado en una pio–; la identidad comunal, que tiene
que el organismo humano, el amplia porción que ver con las formaciones familiares
organismo viviente tiene la de su geografía? y de linaje; la identidad del ciudadano,
capacidad de identificar lo que Lo que pasaría es que tiene que ver con la pertenencia a
es ajeno de lo que es propio–; que retornarían una nación, a una historia nacional; y
la identidad comunal, que ciertas formas también la identidad del individuo en
tiene que ver con las forma- tribales como las tanto libre consumidor.
ciones familiares y de linaje; que reaparecen Estas cuatro identidades son inhe-
la identidad del ciudadano, en las violen- rentes a la formación de la trama del
que tiene que ver con la per- cias futboleras, hombre contemporáneo, pero cada
tenencia a una nación, a una por ejemplo, en una de ellas necesita su espacio, su
historia nacional; y también donde los certá- tiempo, sus momentos, sus recono-
la identidad del individuo en menes deporti- cimientos, y cualquier acto de nega-
tanto libre consumidor. vos, organizados ción, de unilateralización que se haga
por el Estado con de esa trama compleja, tendrá conse-
el viejo espíritu de las olimpíadas, ter- cuencias nefastas. Obviamente, acá
mina siendo escenario para el retorno me estoy poniendo en una posición
de la lucha tribal; ya no importa el edificante de un modelo ideal. Me
certamen sino la destrucción del otro. lo permito hacer porque, de alguna
Ustedes pueden imaginar todo lo que manera, esta es una charla en donde
nos está pasando a las sociedades uno viene a sincerarse, tanto con las
que, detrás de la sociedad globalizada, cosas que puede fundamentar, como
hemos pretendido o creído que era con aquéllas que no fundamenta pero
imposible olvidarse de las formaciones desea. Para mí sería deseable un suje-
de la identidad ciudadana. to en donde estas distintas dimensio-
Aprovecho para decir que el concepto nes, que hacen a nuestra subjetividad,
de subjetividad está acá presente desde puedan ser pensadas de manera ple-
el inicio, en el conocimiento como fun- naria, integradas en un proceso en
ción de autorregulación de la vida. Allí el que cada una de ellas cumple su
puedo apercibirme de lo que me pasa y propio ciclo de formación en la cons-
puedo actuar, tengo una posición suje- titución de nuestra identidad.
to; donde no puedo apercibirme estoy He dado varios saltos pero creo que
en una situación de objeto. La consti- estoy arribando a buen puerto. Por lo
tución de la subjetividad está en fun- menos llegué a hablar de la identidad y

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Dialéctica y semiología N° 6 | Primavera 2007

las posiciones del sujeto, del sujeto ple- Yo disfruto mucho con mis alumnos
nario. Si tuviera más recursos y tiempo, en la Facultad de Psicología dicién-
podría intentar hacer algunas aclaracio- doles: “¿no imaginan ustedes por qué
nes mayores. Pero en principio, lo fun- hay domingo?,¿no imaginan ustedes
damental sería poder pensar cada uno por qué hay carnaval? O, ¿por qué
de estos nuevos niveles con un movi- hay bacanales, carnavales, orgías?” Son
miento que la dialéctica, sobre todo instancias que quedan perdurando,
a partir de Hegel, llamó Aufhebung a las que hay que darles un lugar.
o, traducido al castellano, supresión, El domingo es el día de la familia.
conservación, superación. Los dos tér- El Estado suprime su acción sobre
minos iniciales supresión/conservación la familia y le deja un día para ella,
son contradictorios; lo que se suprime pero esto es universal para todos los
no se conserva y, sin embargo, lo que Estados. Las vacaciones, los domin-
está en juego acá es que deben suceder gos, son momentos que se dedican
esas dos cosas. Que podamos construir a aquello que está suprimido por el
el discurso que logre la autonomía de Estado que, no obstante, ha conser-
la palabra que, no obstante, tiene que vado. Lo mismo pasa con el cuerpo,
conservar e incluso reproducir: si la con la comunidad, con el Estado y la
palabra desapareciese completamente sociedad civil.
el discurso desaparecería; si la sílaba La idea de la supresión, conservación,
desapareciera, la palabra desaparecería. superación es una idea muy potente,
De alguna manera la palabra suprime a no es fácil de explicar y está acom-
la sílaba pero necesita conservarla en su pañada de otra –última idea con la
operación para poder generar ese otro que quiero cerrar mi charla– noción
nivel del lenguaje. También podemos compleja pero riquísima, la que Hegel
proyectar esto a la vida social; lo mismo llama recaída en la inmediatez. El pro-
debiera decirse respecto a la corporei- ceso por el cual lo que se construye
dad que debe ser suprimida en la for- a lo largo de una prolongada cadena
mación de la comunidad. En el proceso de mediaciones, cuando se estructura,
de socialización del niño, por ejemplo borra las huellas de su génesis como
con el control de esfínteres, se suprime si olvidase el pasado: lo que siendo
su autonomía en cuanto a las ganas mediado, termina apareciendo como
de hacer lo que quiera hacer. El chico no mediado, como inmediato. En
deberá, ahora, sentir vergüenza si hace la jerga académica, donde más se
algo que no es lo que la comunidad ha difundido este concepto que es
desea que él haga, pero esa vergüenza una operación universal válida para
no debiera ser tan destructora que eli- todas las esferas de la posesualidad del
mine completamente la capacidad del mundo real, aparece con el nombre
niño de hacer sus necesidades, sino el de naturalización, cosificación, reifi-
niño moriría. Lo que deberá hacerse es cación o enajenación.
distribuir de otra manera lo que hacía Todos estos conceptos apuntan a algo
antes el organismo autónomamente, negativo, que es inconveniente, por-
pero seguir haciéndolo. Y, análoga- que el proceso de recaída en la inme-
mente, deberá poder seguir haciendo diatez no solamente es negativo sino
lo que la comunidad hacía para que el también es positivo, tiene importan-
Estado se construya. tes consecuencias en la formación de

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N° 6 | Primavera 2007 Dialéctica y semiología

la realidad. Si no lográsemos nosotros nuestra existencia. El momento de


estructurar, finalmente, una construc- la estabilización como cosa es un
ción, ella estaría permanentemente momento que hace a la historia. No
en estado de realización y nunca hay historia posible que no tenga este
podría alcanzar su momento, valga la reverso de la coseidad y no hay cosei-
redundancia, de estructuración. Toda dad e historia posible que no tenga el
estructuración implica que lo que ha transverso de la sintaxticidad, o de la
sido construido mediante una historia regularidad. Como punto de partida
se cosifique; y, en ese sentido, la cosei- del problema, es decir, superar esa
dad vale, es útil. Fíjense ustedes si yo fragmentación entre el hombre, la
tuviera que estar dando mi charla en trama del hombre como cosa, o como
una mesa que todavía sigue siendo sujeto, o como sintaxis, sería una
construida por el carpintero, que la tarea cumplida. Construir categorías
está construyendo. Por suerte nos que nos permitan pensar simultánea-
podemos olvidar de ese carpintero mente estas dimensiones inherentes a
que ya no está presente, está olvida- la trama del hombre; del hombre en
do. La mesa tiene ahora un valor de general y del hombre contemporáneo
utilidad por la forma que tiene, que en particular.
ha sido producida por alguien. Ahora De ahí entonces la convicción de que
es una cosa, pero esta cosa es una la idea de semiótica, de macro semió-
praxis que ha recaído en la inercia, ticas y de diversas semióticas que se
pero es historia; y eso sucede con estructuran genéticamente entre sí,
todas las instituciones, con todas las se articulan de esta manera particular
cosas. Yo he dado un ejemplo de un –concebidas por la dialéctica– sea el
objeto pero podemos dar un ejemplo centro de la propuesta de lo que estoy
de un matrimonio, de una Biblioteca tratando pensar.
Nacional, que en cierto momento Les agradezco mucho.
cuando está funcionando tiene un
nivel de automatización, de funciona-
miento habitual. Imagínense ustedes (*) Ciclo de Pensamiento Contemporá-
si tuviéramos que estar creando nue- neo. Biblioteca Nacional. 30 de junio
vas rutinas y no pudiéramos rutinizar de 2005

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Groussaquianas Como francés dictando alta
cátedra de escritura en el idio-
ma de los argentinos, deja a
la lengua con una sonoridad
renovada, aguerrida. Como
exiliado permanente pudo sumar más de cuarenta años como fun-
cionario nacional, con domicilio permanente en el primer piso de la
Biblioteca de la calle México. En tanto catalogador eximio en las artes
bibliotecarias, pudo recordarse como pastor de ovejas en su obligado
primer oficio rioplatense. Como drástico dictaminador sobre los estilos
culturales del país, pudo ser el implacable adversario de malformacio-
nes literarias y veladas adulonerías. Como revisor urgido de la propia
historia nacional, estudió a Liniers y a Moreno para advertir sobre los
latentes peligros del jacobinismo político en la formación de la socie-
dad argentina. Como revisionista antijacobino del pasado nacional
dejaba a la Argentina guarnecida tan solo por el conservadorismo y el
apocamiento, y la privaba de sus héroes revolucionarios. Todas estas
cosas le fueron alternativamente festejadas o vituperadas.
Como personaje balzaquiano, abandona de joven una remota
academia naval francesa. No era un marino, parecía un músico
y le interesaba la escultura. Se pelea con Rodin por la estatua de
Sarmiento, hoy en el Rosedal. Esa disputa artística es un jalón
oscuro pero esencial del debate sobre la representación de la his-
toria en la argentina. Dejó la gardeliana Toulouse por la Buenos
Aires de oscuros oráculos, como el suicida Alem, y aunque militó
en las filas de quienes contra viento y marea quisieron establecer la
civilización argentina como una frontera eximia de Occidente, se
animó a una ácida crítica del último Sarmiento. Incluso, intentó
comprender el drama de Rosas en su obra La divisa punzó.
Sus libros de viajes y su idea misma del viaje como conocimiento,
es puro siglo XIX. También lo es su elogio de la telepatía y a la
convivencia exclusiva con caballeros que luego serán presidentes o
ministros. Su amistad con Avellaneda, Pellegrini y Sáenz Peña es
una mezcla de aristocratismo, melancolía y audaces juicios sobre
el vacío existencial que repentinamente asola a los gobernantes.
Su desconfianza hacia los Estados Unidos, su imaginación histo-
riográfica –su investigación sobre Mendoza y Garay–, y su estilís-
tica galante que encubría una fineza para la injuria –la que sin
dudarlo hereda Borges– era puro siglo XX.
Mordaz y vitriólico sin perder la elegancia, su estilo es revulsivo y reno-
vador. Siempre, dentro de su refunfuño conservador. Modernista para-
dójico, quiso enmendar en batalla solitaria al modernismo que más
títulos exhibía. El de Rubén Darío, que venía cargando a la misma
Francia en su mochila. Hizo de la Biblioteca Nacional un órgano de
opinión y orientación cultural de vanguardia. El no vanguardista que
realmente era, ofrece así otro motivo para el desconcierto.
Remitirlo a una sola franja de sus preocupaciones, puede pasar por alto
su condición de innovador cultural irreverente. Limitarlo a un tradicio-
nalista aúlico de la bélle époque argentina, anula su revolucionarismo
de filólogo y de crítico. En hora exacta, verdaderamente inhallable en
los múltiples planos que manejara, murió un año antes del golpe del 30,
cuando ya surgían Arlt con Los 7 locos y Borges con el Carriego.
272

Paul Groussac, crítico cultural


(y literario) en La Biblioteca
Por Eduardo Romano

El personaje mítico que construyó sobre sí


mismo el antiguo director de la Biblioteca
Nacional, Paul Groussac se muestra en la
nota de Eduardo Romano, en los extremos
de la paradoja con que proyectara su sitio
arbitral en la cultura argentina de fines del
siglo XIX y principios del XX. Ese lugar
de poder, raras veces jerarquizado a tal
punto en la historia argentina, fue ocupado
por Groussac a tiempo completo, como su
devocional tarea de primer bibliotecario de
la Nación. Desembarcado sin siquiera el
castellano, con una carta de recomendación
para Amadeo Jacques, Groussac construye
a golpes de astucia y brillantez intelectual
el espacio de sus arbitrariedades y certezas,
su “república de las letras”, la cual defendió
con las armas de sus respuestas implaca-
bles (tan temidas aunque nunca temerarias,
pruebas al canto: su intocabilidad), una
mordiente ironía y un idealismo que exce-
dió sus tácticas sociales.
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Groussaquianas N° 6 | Primavera 2007

En junio de 1896, el francés Paul Las revoluciones intentadas después han


Groussac (Toulouse, Francia, 1848- nacido muertas: hasta la única popular,
Buenos Aires, Argentina, 1929) inau- que resultó vencida en el Parque porque
gura una revista de la institución era sediciosa, y vencedora en el Congreso
(Biblioteca Nacional) que dirigía desde porque era legítima. Como el facón y
1885. Había llegado a nuestro país en el poncho del gaucho, el desacreditado
febrero de 1866, sin saber castellano, alzamiento contra la autoridad queda
pero con una carta de recomenda- de hoy más anticuado y caduco.”
ción para Amadeo Jacques firmada (La Biblioteca, tomo II, Buenos Aires,
por un profesor de la Universidad diciembre de 1896, p. 632)
de Toulouse. A partir de ahí, y en
una trayectoria que no voy a reseñar, Retornó en 1883 a París, desde donde
manifestó su habilidad para acercarse envió sus Visitas parisinas para El Diario
al poder, para conseguir cargos docen- de Manuel Láinez. Cuestionaba en esas
tes y enseñar su idioma. notas a quienes sólo veían el aspecto
La amistad con los adalides del sec- cosmopolita e inmoral de la gran capi-
tor intelectual católico (Pedro Goyena tal europea, sin descubrir el sustrato que
y José M. Estrada) le abrió asimismo lo sostenía todo: “el París que trabaja y
las páginas de Revista Argentina, donde sufre”. Por mediación de Alphonse
escribió sobre los poetas españoles José Daudet, entrevistó a otros escritores,
de Espronceda y Antonio Trueba, en en especial naturalistas, por los cuales
1871. A Sarmiento, entonces ministro no se sentía demasiado atraído. Debió
de Instrucción Pública, y al propio presi- comprobar que hacerse un lugar en
dente Nicolás Avellaneda, les parecieron ese medio intelectual tan poblado y
de un nivel crítico comparable al de sus diverso no era nada fácil y que, por lo
compatriotas Sainte-Beuve o Nisard. contrario, su mera condición francesa
El tucumano decidió entonces enviarlo le otorgaba preeminencia en el Plata.
a reforzar los todavía endebles cuadros De regreso, en 1884, fue director-
pedagógicos de su provincia. Allí ense- gerente del periódico Sud-América e
ñó, hizo periodismo político oficialista, hizo campaña laicista contra sus ex
escribió (ensayo y ficción), fue funcio- amigos católicos. En sus páginas publi-
nario educativo y anudó un ventajo- có la excelente novela Fruto vedado que
so acuerdo matrimonial con Cornelia reelaboraba la historia de un francés
Beltrán, hija de un próspero comercian- en Buenos Aires –es decir, su propia
te de mulas para el Alto Perú. Cuando le historia– a través de una serie de com-
dedique una semblanza en La Biblioteca, plejas mediaciones. Así llegó, en enero
escribirá sobre Avellaneda: de 1885, a la dirección de la Biblioteca
Nacional, cargo que ocuparía, pese a
“Desde temprano, supo que el único mal la resistencia de algunos nativos (como
argentino es la anarquía, que se alimen- Sarmiento o Láinez), durante 44 años.
ta, abajo, de ignorancia; y arriba, de La sección La temporada teatral en La
indisciplina: e impuso el doble remedio Nación volvió a permitirle ejercer la
con la fría decisión de la ciencia. Su crítica, siempre desde una prominen-
presidencia climatérica, día nublado cia europea condescendiente. Publicó
entre dos tempestades, fecundó el desier- un ensayo acerca de Cristóbal Colón,
to y esterilizó el espíritu de rebelión. un folleto político favorable a Roque

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N° 6 | Primavera 2007 Groussaquianas

Sáenz Peña, líder del sector reformista 61). Una nota introductoria da cuenta
conservador, y Les cahiers des sonnets, de que “saldrá a la luz el 15 de cada mes
algunos ya aparecidos en El Diario. en cuadernos de 160 páginas en octavo
La presidencia de Julio A. Roca y sobre mayor, formando un volumen de 640
todo el ministerio de Eduardo Wilde páginas de texto cada cuatrimestre”.
terminaron de encumbrarlo. Durante Luego hay otra, más programática:
1893 viajó atravesando varios países de
América para llegar desde el continente “La Biblioteca será independiente, así
a los Estados Unidos y participó en la en materias científicas y literarias, como
Exposición de Chicago, disertando acer- en otras que atañen a la política y a la
ca de Costumbres y creencias populares filosofía; su espíritu general, si lo tiene,
de las provincias argentinas (un síntoma será el de la crítica más imparcial y
temprano de sus simpatías nativistas). amplia, del bien entendido liberalismo,
Entre 1894-1895, el pionero indus- extraño a toda preocupación estrecha de
trial azucarero Clodomir Hileret lo secta, partido o círculo...”
puso al frente de Le Courrier Francais (La Biblioteca, tomo I, Buenos Aires,
para emprender una campaña econó- junio de 1896, p. 5)
mica proteccionista, pero Groussac
tenía su propio proyecto, que no enca- Voces agoreras dijeron que no hallarían
jó en el de su empleador, y desistió. los suficientes colaboradores cada mes,
Al fundarse la Facultad de Filosofía y ni tampoco los indispensables lectores
Letras (1896), integró como miembro para escritos alejados “de la improvisa-
titular el Consejo Académico y luego ción diaria y noticiosa...”. A lo primero
la Comisión encargada de la organiza- responden con el primer número y con
ción general y del plan de estudios, a la el interés de diversos escritores hispa-
cual finalmente renunció en disiden- noamericanos en colaborar: “esperamos
cia con los otros integrantes, Joaquín triunfar de lo que se llama indiferencia
V. González y Lorenzo Anadón. o apatía ambiente” (Ibid., p. 7). Sus
Inteligente y arbitrario, Groussac responsables sólo tienen “modestas pre-
quedó a cargo de la dirección de La tensiones” económicas y el Congreso
Biblioteca, cuya vida se extendería Nacional la “subvenciona”, sin que por
hasta abril de 1898. Sus modelos eran, ello tenga carácter oficial.
en el extremo superior e inalcanzable, El director seleccionaba el material,
la Revue des deux mondes, y en el local además de solicitarlo, y se reservó dos
inmediatamente anterior “la Revista secciones fijas claves: el Boletín biblio-
de Buenos Aires, fundada por Vicente gráfico y los Redactores de La Biblioteca,
Quesada y Miguel Navarro Viola, y páginas finales que entrañan un posi-
la Revista Argentina creada por J. M. cionamiento respecto de la actualidad
Estrada” (Bruno, 2005, 77). intelectual argentina, desde donde se
Revista mensual dirigida por Paul convierte “en el mentor de una galería
Groussac, su paratexto aclara: Historia. de censuras y consagraciones que mane-
Ciencia. Letras. La imprime Coni jaba a su agrado” (Bruno, 2004. 79).
e Hijos, de Perú 680, ya que Félix La lectura del número inicial cumple
Lajouane “fue sólo el editor, receptor con el ofrecimiento de historia (el
de avisos e informaciones y encargado de director sobre la propia Biblioteca
su distribución y venta” (Tesler, 2006, Nacional; Mitre sobre Arqueología

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Groussaquianas N° 6 | Primavera 2007

americana), ciencias naturales (los Querido y respetado como muy pocos de


artículos de Francisco Beuf y Pedro su generación, no necesita apresurarse.
Arata) y sociales (La tentación del sui- Las nubes pasan y las estrellas quedan.
cidio por José Ramos Mejía). La pri- Sin esfuerzo ni violencia, hora vendrá
mera parte de El arte en Buenos Aires en que la tarea gubernativa sea algo
de Eduardo Schiaffino, un poema más que una división de espórtula; en
de Rafael Obligado y Escritos de que la nación adulta, levantando sus
Mariano Moreno, crítica historiográ- ideales muy arriba de la grosera pluto-
fica del propio director que, a la larga cracia (...) Cuando el saber, el talento,
y después de una polémica, forzará el la sinceridad, dejen de ser aquí impe-
cierre de la publicación. dimentos para el estadista, y la virtud,
Esa será la tónica de todas las entregas, un vicio redhibitorio; la hora habrá
al margen de que algunas colaboracio- llegado para el Dr. Sáenz Peña y otros
nes salgan de tales límites: Rubén Darío de su mismo temple viril.”
al ocuparse de El Folklore en la América (La Biblioteca, tomo IV, Buenos
Central; Matías Calandrelli de Filología Aires, junio de 1898, p. 328)
americana; Alberto Williams de Estética
musical y comentarios sinfónicos. En materia literaria, ese mismo sector
Es sintomático, en el número ini- opinaba que las lecturas para el hogar
cial, que Miguel Cané despliegue en debían ignorar la actualidad y sus con-
Nuevos rumbos humanos una escéptica flictos, asuntos preferidos de las novelas
reflexión acerca del gobierno represen- naturalistas. Lo mismos que predicara
tativo-republicano, que se pregunte Joaquín V. González en La Tradición
“¿qué causas y qué fin tiene ese sacu- Nacional (1887) y que Groussac trata
dimiento pavoroso extendido hoy por de respetar en las
todo el mundo civilizado, esa protesta colaboraciones El material literario elegido
violenta contra el orden existente, para La Biblioteca. confirma, también, su incli-
que empieza a cubrir de sombras el Por una parte, nación nativista: a El cacuy,
porvenir?” La de quienes no aceptan con el rescate his- poema de Obligado, suma
la propiedad, “que para nosotros es la toriográfico que luego el Prólogo que escri-
base de la organización social”, y libe- avala el liberalismo be Joaquín V. González para
ran “la bestia que la civilización había triunfante, se trate Recuerdos de la tierra de
conseguido dominar” (Ibid., p. 43). de documentos, Martiniano Leguizamón y un
Preguntas similares, creo, se formula- memorias, pági- comentario del director a este
ban todos los conservadores que desde nas olvidadas; por volumen que, sin embargo,
el movimiento (Unión Cívica) del 90 otro, con la recu- no es complaciente.
apoyaban una reforma electoral y a peración de mate-
los cuales Groussac se sumó, trabando riales dieciochescos: sonetos seudoclásicos
una estrecha amistad con Roque Sáenz de Baltasar Maziel o una pieza militar en
Peña. El medallón que le dedique en dos actos de Augusto Morante.
Los Redactores destacará: El material literario elegido confirma,
también, su inclinación nativista: a
“Su claro talento y su firme razón, asen- El cacuy, poema de Obligado, suma
tado en una nobleza moral sin miedo y luego el Prólogo que escribe Joaquín V.
sin reproche, representan una fuerza en González para Recuerdos de la tierra de
reserva para el porvenir. Martiniano Leguizamón y un comenta-

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rio del director a este volumen que, sin Con mayor abundancia y menos preocupa-
embargo, no es complaciente. Y no lo es ción de la forma, González casi representa
porque el narrador de esos relatos crio- en prosa lo que Obligado en poesía.”
llos abusa de la jerga rústica gauchesca, (Redactores de La Biblioteca, en La
con lo cual desciende a una “intolerable Biblioteca, tomo II, Buenos Aires,
vulgaridad” extrartística que no necesi- diciembre de 1896, p. 633)
taron ni Tolstoi, ni Elliot, ni Zola:
Simpatizante del nativismo más auste-
“Hay en el discurso del gaucho, como en ro, tampoco fue esta revista amable con
sus cantos y leyendas, un valor escondi- el modernismo, aunque incluyeran en
do, pero no en figura de amontonada sus páginas textos de Darío, Lugones,
chafalonía, sino a la manera de las pepi- Leopoldo Díaz, Enrique Rodríguez
tas diseminadas en la bonanza, entre la Larreta. En todo caso, también el
masa del cuarzo vil...” director discriminó valores dentro de
(La Biblioteca, tomo III, Buenos esa tendencia. Ya en el primer tomo,
Aires, enero de 1897, p. 153) cuando presentó al autor de Coloquio
de los Centauros como “un cincelador a
En el cierre, y con un interrogante en lo Moreas y Regnier”, sólo le reconocía
su idioma, Groussac alerta acerca de capacidad para asimilar estilos ajenos.
que ni la literatura regionalista agau- En noviembre de 1896 comentó Los
chada, ni el modernismo, le parecen raros, “una tentativa que reputo tri-
caminos viables para el arte americano: plemente vana y estéril: en sí misma,
por la lengua en que se formula, por
“El señor Leguizamón labra monigotes el público a que se dirige” (Nosotros,
de oro de la substancia nacional; el 1916, 151). Elogia en cambio que
señor Darío cincela ninfas en un bloque viva “de poesía, despreocupado de
de hielo artificial, bajo los trópicos, sin cuanto no sea el arte sagrado y su
oír el gotear siniestro que llora la des- culto ideal” y, de inmediato, apela a
trucción de la obra apenas concluida: su alegoría preferida para reprocharle
¿Lequel vaux mieux, Seigneur? excesiva devoción hacia Sagesse:
(Ibid., p. 155)
“Mordió esa fruta prohibida que, por
Para él, el realismo criollista de cierto, tiene en su parte buena el sabor
Leguizamón no alcanza la altura de la delicioso y único de esos pocos granos de
estilización que hiciera Obligado de los uva que se conservan sanos, en medio de
tópicos nativos en su Santos Vega, inclui- un racimo podrido.”
do en un tomo de Poesías (1875) que (Ibid., p. 151)
fuera muy bien recibido en España y
en América: “La crítica fue unánime en El “filtro” aflojó su “discernimiento
encomiar la perfección de la forma unida artístico”, sin que actuaran la raza o
a la sinceridad de la inspiración”. Igual la crítica como inmunizantes, y acu-
respeto le merece el riojano González: diendo de nuevo a la alegoría gastro-
nómica, pero en el renglón bebestibles
“Talento sereno y espontáneo, el autor de y disculpándose por emplear un símil
Mis montañas es uno de los escritores más naturalista, actuó “como esos dipsó-
francamente argentinos de su generación. manos cuya embriaguez, comenzada

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con el vino generoso y fino, remata en de versatilidad sino de contundentes


el petróleo de la lámpara” (Id., 152). argumentos. Antes de desplegarlos,
Supongo que le molesta sobre todo que aparecen más acentuadas que en la
Darío, a través de las semblanzas, haga nota anterior las circunstancias desde
crítica, por lo menos en algunos pasajes las cuales enuncia: un “momento de
de sus textos. Que mezcle “altas indivi- descomposición social” signado por
dualidades (Leconte de Lisle, Verlaine, la prensa teatralizadora y “envejecer
Ibsen, Poe) “con los Bloy, D’Esparbés, lejos del foco de toda civilización”,
la histérica Rachilde y otros ratés aún en un continente
más innominados”. Escritores a los que condenado toda- Simpatizante del nativismo
acusa de compensar con primores de vía por mucho más austero, tampoco fue esta
edición la falta de ideas, “a la manera tiempo a la revista amable con el moder-
de los cigarreros y perfumistas”. “imitación” (Id., nismo, aunque incluyeran en
Algo similar intentó Darío con “las 157-158), ya que sus páginas textos de Darío,
pequeñas ‘rarezas’ tipográficas de su “toda hibridación Lugones, Leopoldo Díaz,
volumen, indignas de su inteligencia”, es negativa del Enrique Rodríguez Larreta. En
exotismos tipográficos (el texto prin- genio” (Id, 158). todo caso, también el director
cipal en bastardilla) y curiosidades de Las primeras com- discriminó valores dentro de
la carátula, mientras abundan las inco- posiciones confir- esa tendencia. Ya en el pri-
rrecciones, “las citas cojas (...) las erra- man deudas con mer tomo, cuando presentó
tas chocantes, sobre todo en francés”. Hugo, Verlaine o al autor de Coloquio de los
También en eso marchaba detrás de Paul Gigou, aun- Centauros como “un cincela-
las innovaciones de la Revue Blanche, que reconoce que dor a lo Moreas y Regnier”,
la Plume o el Mercure, publicaciones “la cincelada orfe- sólo le reconocía capacidad
que para Groussac eran “decadentes”. brería” de esos ver- para asimilar estilos ajenos.
Es decir sensuales, un registro que lin- sos suntuosos “¡es
daba para él con inmoralidad, y entre- tan nueva en castellano!” que no desme-
gadas al “esoterismo verbal”, como el rece la capacidad mimética del autor.
“mediocre” Mallarmé (Id., 154). Tales No es el único reconocimiento para
opiniones acerca de la poesía francesa Darío poeta, de inmediato acuerda a Era
dan cuenta de los límites que acotaban un aire suave los adjetivos “encantadora”,
el gusto de Groussac, quien se jactaba de “una gracia exquisita en su elegancia”,
en cambio de no permanecer ajeno a cuyas “vagas y múltiples reminiscencias”
cualquier innovación y preferir en ese de Verlaine no la perjudican. Su recen-
sentido a los poetas ingleses (Ruskin, sión, en fin, culmina con una de sus habi-
Rosetti). Concluye que los escritores tuales alegorías alimenticias: “en dosis
americanos deben rehuir la “oscuridad”, prudente, la bebida no me perturba ni
pues “no encubre las más de las veces disgusta; pero comprendo que otros estó-
sino vaciedad e impotencia” (Id., 156), magos no la soporten: esta doble forma
y marchar tras el ejemplo del norteame- de tolerancia es un privilegio del espíritu
ricano Walt Whitman, “expresión viva crítico”. Un crítico, en suma, es alguien
y potente de un mundo virgen”. que puede beber o comer de todo, aun-
Al ocuparse en el Boletín bibliográfico que no digiera entonces de la misma
de Prosas profanas, afirma de entrada manera y, desde esa perspectiva, supone
que “hoy diré lo bueno, para variar”, que los comensales (lectores) locales sólo
aunque lo siguiente no sea despliegue tenemos acceso a comida recocida.

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Contrapone lo enfermizo, para él, sistente del esfuerzo que retribuye y


de la sensibilidad dariana a la ener- valoriza el don gratuito del talento?”.
gía nativa de González u Obligado, Lo cierto es que estudia y “desdeña
descartando, de paso, las concesiones las hipérboles de la camaradería que,
plebeyas de Leguizamón y reveren- semejantes a las tinturas para el cabe-
ciando los escritos de Cané, “notables llo, sólo engañan a sus poseedores”
por la finura francesa del gusto y la (Redactores de La Biblioteca, en La
elegante espontaneidad del estilo”. O Biblioteca, tomo II, loc. cit., p. 634)
la de quien fuera su secretario, Martín ¿Supone lo anterior que el esteticismo
García Mérou, autor de trece volúme- parnasiano respetaba cierta frontera que
nes (poesía, novela, historia, crítica, los simbolistas, a imagen de Baudelaire,
viajes) sin tener 34 años cumplidos, atravesaban en busca del misterio y por
pero de “excelente calidad, sólo expli- los meandros del erotismo? Tampoco
cable por la precocidad del talento” le pasa desapercibida la prosa sensua-
(Redactores de La Biblioteca, en La lista de Juan A. Argerich, comenta
Biblioteca, tomo I, loc. cit, p. 491). que “sólo ha publicado algunos de sus
En cambio a Leopoldo Lugones, cuan- estudios forenses”, pero en un folleto se
do publica un capítulo anticipatorio ha metido a crítico severo de Ricardo
de La guerra gaucha, lo presenta burlo- Gutiérrez. Groussac sale en su defensa,
namente, pues se trata de un joven... si bien sus poemas criollistas carecen
de los efectos sugestivos que distinguen
“... modesto, respetuoso, ingenuo, admi- a Obligado, cuyo romanticismo tardío
rador de Hugo y de Leconte de L’Isle, a no fue ajeno al parnasianismo.
quienes imita, y de Michelet, a quien A otro colaborador con aspiraciones
acaba de descubrir... de crítico, Emilio Berisso, quien ade-
A esto se reduce el dossier criminal del joven lanta en La Biblioteca algunas de las
Lugones; fáltale un poco de sosiego material semblanzas de escritores hispanoame-
para ser todo un burgués, como sus maes- ricanos que luego reuniría en El pen-
tros; y un gusto literario más cultivado para samiento de América (1898), tampoco
ser un poeta y escribir a secas, sin el epíteto le escatima su sorna:
que siempre es rótulo del mimetismo.
(Redactores de La Biblioteca, en La “Acaso sea el único argentino que, des-
Biblioteca, tomo V, Buenos Aires, pués de los treinta años, cifre en las puras
septiembre de 1897, pp. 481-482) letras su mayor delicia y única ambi-
ción. Culto tan notable merecía y ha
Con todo, admite que si renuncia a recibido su recompensa: el señor Berisso
imitar y se disciplina, puede crecer. está en vísperas de tener talento.”
No argumenta igual a propósito de (Redactores de La Biblioteca, en La
otro joven, Enrique Rodríguez Larreta Biblioteca, tomo I, Buenos Aires,
–publica su relato Artemis–, dado “su loc. cit., p. 491)
discernimiento precoz –casi innato–
de la belleza”. Creo que la asociación Como característica agravante, anota su
de alcurnia y esteticismo lo ablanda y falta de estudios –ni medicina ni dere-
por eso añade: “Príncipe de la genera- cho–, que no ha sido empleado y que
ción entrante, con [Angel de] Estrada perteneció a una sola corporación inte-
y algún otro, ¿tendrá esa energía per- lectual, el Ateneo. Es decir que cuando

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alguien aspira a ser crítico a consecuen- según unos como trasunto fiel de los
cia de su vida regalada e influyentes hechos y según otros de las acusaciones
amistades, no se muestra nada piadoso. justas e injustas de los vencidos a los
Tampoco cualquiera puede traducir. A vencedores en una época de pasiones
Leopoldo Díaz le advierte: “la traduc- desbocadas y de crímenes comunes que
ción en verso, como todos los géneros exagerada más tarde –como desagra-
literarios, tiene sus leyes propias: la vio de algunos e industria de muchos,
primera de todas es que no se debe por los que tuvieron en sus manos la
intentar”. Pero la mayor prueba de que conciencia popular, una vez caído el
era capaz de anteponer su rigor crítico dictador– se ha mantenido hasta los
y su escepticismo a cualquier otra con- días actuales debido a la incredulidad
veniencia, me lo brinda su intervención indolente y a la inercia de las ideas
a propósito de la nota con que Adolfo aceptadas. ¿Quiénes de ellos nos han
Saldías responde al sectarismo antirro- demostrado la verdad? He aquí lo
sista de José María Ramos Mejía. que no sabemos hasta hoy y lo que no
No sólo la publica, sino que al incluir sabremos jamás. El debate será inaca-
un perfil del autor de Historia de la bable y la duda eterna, porque sólo por
Confederación Argentina escribe: azar puede la historia contarnos las
cosas como han sido.”
“... la lucha abierta y pertinaz con- (Redactores de la Biblioteca, tomo VII, Paul Groussac en su
despacho de la Biblioteca
tra el novelón unitario, el cual nació Buenos Aires, marzo de 1898, p. 478) Nacional. 1905

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Además de las desiguales presentacio- Respalda, en cambio, las sospechas de


nes de los Redactores y de sus lapidarias Echeverría respecto del sufragio universal,
bibliográficas de las letras (otras se ocu- al que Groussac considera “una ilusión”
paron más impersonalmente de temas perniciosa, en tanto “la voluntad general
científicos o militares), aportó diversos expresa únicamente la fuerza ciega”.
artículos a la publicación. Entre los Tras ensañarse asimismo con el estilo
críticos, sobresale un fragmento de su de Echeverría –“la parte más débil del
Esteban Echeverría y Escritos de Mariano Dogma, porque pretende conmovernos
Moreno. El primero, como lo aclara en cuando era menester convencernos”–,
nota, fue compuesto a comienzos de la retoma la actitud absolutoria porque
década de 1880, según puede adver- lideró “la juventud liberal frente al des-
tirse en “cierta potismo triunfante que hacía alarde de
Reconocer el estilo de cada uno, exuberancia y ignorancia y brutalidad, bajo pretexto
en cambio, acredita un tipo de verdor juvenil”. de americanismo”. Con el rosismo no
saber acorde con la posición De todos modos, transige y su desprecio por las masas fede-
social del que lo capta, pro- su enfoque recala rales (opone el “gauchaje desenfrenado” a
pio de “los lectores ilustrados”; más en lo ideo- “nuestros hogares profanados”) equivale
equivale a “reconocer por la voz, lógico, argumen- al que formulará González en el capítulo
y sin verla, a una persona de mi tativo o historio- El huaco de Mis montañas (1903).
intimidad que está hablando gráfico que en la Escritos de Mariano Moreno es la rece-
en el cuarto inmediato, a no crítica literaria. sión del grueso volumen (580 páginas)
confundir, por ejemplo, a mi Adopta un tono que edita Coni e Hijo en 1895, con un
hijo con mi ordenanza”. Desde paternalista ante Prólogo de Roberto Piñero: “no tiene
esa perspectiva clasista, se com- el declamato- nada de biografía ni mucho menos de
prende que le disgustara tanto rio liberalis- juicio crítico” y las buenas intenciones
a Groussac –concuerda aquí mo del Dogma, de la recopilación fracasan “por inexpe-
nuevamente con Sainte-Beuve– Echeverría le seña- riencia literaria, errado concepto histó-
la literatura convertida por la la inexactitudes y rico o desconocimiento de los deberes
modernidad en industria. contradicciones inherentes a la tarea acometida”.
permanentes y La carrera jurídica no acredita para cual-
aspira a mostrar que el amor a la libertad quier tarea intelectual, los responsables
no se compagina con el socialismo de la de la edición ignoran los criterios esta-
Revolución Francesa, ni el comunismo blecidos por Ernest Havet para la edi-
de Babeuf, capaces de “convertir la sobe- ción crítica de los Pensamientos de Pascal
ranía popular en un despotismo mucho en 1852, basados en “gran acopio de
más pesado e ineludible que el de los notas, glosas y comentarios históricos,
potentados orientales”. filológicos y literarios”. Falta todo lo que
Ya en este ensayo temprano condena la Moreno publicó en La Gaceta y sobran
modalidad democrática norteamericana, materiales (el famoso Plan de operacio-
que tanto sedujera a Tocqueville, porque nes) de dudosísima autenticidad.
no son un pueblo ni una nación, sino “una Al pasar, Groussac define lo que
prodigiosa y monstruosa aglomeración de entiende por crítica: “emitir un juicio
móviles materiales y apetitos, sin plan imparcial, varonilmente, sin preocu-
sublime, sin ideal”, con argumentos que pación de agradar o embellecer” que
anticipan algunos de los que aducirá José “conduzca a una “apreciación funda-
E. Rodó en su influyente Ariel (1900). da” de los textos y a “un retrato acer-

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tado y parecido del hombre”. Tarea de una bebida, además en la página que
masculina, intransigente, y que conec- el diario La Nación dedica a los folletines
te los textos con sus autores, muy y donde traducen París de Emile Zola.
próxima el método de Sainte-Beuve. Comprensible en el Journal parisino, es
En este caso, el virulento polemista inadmisible esa “mercadería lupanaria
aprovecha la atención dedicada a las (...) un manual completo de corrup-
lecturas filosófico-políticas de Moreno ción (...) un verdadero ultraje al pudor
y, por añadidura, el “retrato caricatural y doméstico”, en un diario respetable.
fantástico” que Vicente F. López trazara Culpa de todo a “la desbordada demo-
de sus relaciones con los ideólogos de la cracia” que “ha invadido el mundo cada
Revolución francesa para reducirlo a un vez más agresiva y disolvente, batiendo
político pragmático, “espíritu superior si en brecha a la religión y a la sociedad,
no genial” en un medio inadecuado. a la patria y a la familia”. Exactamente
Sorprende, a esta altura, que vuelva nue- con la misma reacción de Cané en el
vamente sobre la condición del crítico citado artículo Los Nuevos tiempos.
para redefinirlo, pero ahora en términos Es interesante confrontar tal decepción
de unas facultades abductivas, raciales y ante la prensa, con la esperanza que en
genéticas, semianimales, que no mere- ella depositaban los liberales de la década
cen ponderarse demasiado: “El sentido del 30, en artículos como El diarismo de
crítico es un cuasi instinto que parece Domingo F. Sarmiento en El Nacional
participar del olfato sutil y del poder de de Santiago de Chile, 29 de mayo de
orientación que dirige ciertas especies 1841. Al crecer y complejizarse, al supe-
inferiores; no hay, por tanto, que enva- rar el control de sus directores o perder
necerse de él. Pero se lo tiene o no se lo su condición unipersonal, al cruzar la
tiene, y cuando no, no se deben empren- imagen con la palabra y la literatura con
der historias ni juicios literarios”. las noticias, el discurso periodístico aten-
Reconocer el estilo de cada uno, en ta, de hecho, contra la sensibilidad de los
cambio, acredita un tipo de saber acorde intelectuales conservadores.
con la posición social del que lo capta, Aquel comentario lapidario de Escritos
propio de “los lectores ilustrados”; equi- de Mariano Moreno y de su Prólogo se
vale a “reconocer por la voz, y sin verla, tornó más agresivo todavía cuando res-
a una persona de mi intimidad que está pondió al folleto Los Escritos de Moreno y
hablando en el cuarto inmediato, a no la crítica del señor Groussac, pues además
confundir, por ejemplo, a mi hijo con mi de recalificar a los autores como foren-
ordenanza”. Desde esa perspectiva clasis- ses más que juristas arremete contra
ta, se comprende que le disgustara tanto Rodolfo Rivarola, “apoderado literario
a Groussac –concuerda aquí nuevamente del señor Piñero”, y “este sub-Piñero no
con Sainte-Beuve– la literatura converti- es sólo abogado; me dicen (¡pobre país!)
da por la modernidad en industria. que desempeña en nuestra floreciente
Algo que eclosiona en su artículo La Facultad de Letras las mismas funciones
educación por el folletín (La Biblioteca que Robot en la de París”.
VI, Buenos Aires, noviembre de 1897, El ministro de Justicia, Culto e Instrucción
314) del cual ya me ocupé en otro lugar Pública, Luis Beláustegui, no soportó
(Romano, 2004, 51-53) y que trasunta la tanta insolencia indiscriminada, la con-
ira que le provoca hallar una publicidad sideró injuriosa en “una publicación que
de la institución que dirige junto a otra costeada por el Tesoro público”, a la cual

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reemplazó por Revista de la Biblioteca. Tratan, en general, problemas forenses,


Groussac salió en defensa de La Biblioteca pero sus autores serán en el futuro minis-
que existió por encima de la subvención tros, legisladores, políticos “preocupados
presupuestaria cuando decidió... de cuestiones sociológicas, más aún que de
“...acometer de mi cuenta y riesgo una expedientes forenses”. Confía, sin embar-
empresa civilizadora, intentando fundar go, en que el “grupo de espíritus selectos”
una gran revista mensual, no inferior que recibió el doctorado a los veinte y lo
por la ejecución a las europeas, amplia está justificando a los cuarenta, reforme
en sus manifestaciones, libérrima en sus este régimen absurdo y separe el título de
tendencias, que estimulase a los talentos licenciado en abogacía del doctorado.
conocidos y suscitase a los ignorados, Para completar este perfil intelectual de
hasta reflejar honrosamente el intelecto Groussac en La Biblioteca, quiero refe-
argentino en sus varias aplicaciones.” rirme, aunque de manera sucinta, a los
Así alcanzó dos años de vida, “con apuntes de viaje que publicó allí y en el
éxito creciente en un público selecto”, diario La Nación, base de su atractivo
y hubiera logrado mayor repercusión volumen Del Plata al Niágara (1897),
en América Latina, pero ahora dos o dedicado a Carlos Pellegrini, “al juez
tres frases malsonantes la condenan, más indulgente de mi esfuerzo, al fiel
cuando “la publicación necesitaba aún amigo de la juventud y de la madu-
del doble concurso público y oficial rez”. A su Prefacio, donde se plantea
para tener su existencia asegurada y para qué publicar, para qué “exhibir el
llegar a su completo desarrollo”. pensamiento, si el único deleite está en
No descarto que en el castigo se haya pensar”, anticipando planteos similares
deslizado una venganza corporativa, de Jorge Luis Borges sobre la superiori-
pues Groussac insistía en escasa capa- dad de la lectura frente a la escritura.
citación intelectual de nuestros aboga- Con una tónica muy noventayochista,
dos, quienes además osaban inmiscuir- aclara que justifica este escrito por su utili-
se en otros saberes. Recuerdo, al efecto, dad a “la tierra a la que estoy adherido por
que un Boletín bibliográfico lo dedicó todas mis raíces adventicias –las únicas
a las Tesis de la Facultad de Derecho y vivas ya– y cuyo mayor bien necesito per-
Ciencias Sociales (La Biblioteca, tomo seguir”, hasta por egoísmo, y por exten-
V, Buenos Aires, julio de 1897). sión a “esas otras comarcas americanas,
Sostenía ahí que en Francia, Alemania o que se han sentido y se sentirán lastimadas
Inglaterra el título de doctor es un grado por mi franqueza, y juzgarán que la men-
académico conseguido con esfuerzo, tira halagueña, no la verdad amarga, era el
mientras que entre nosotros ha quedado digno pago de la hospitalidad”.
convertido en una formalidad y sus posee- La realidad político-cultural hispano-
dores constituyen “un verdadero manda- americana y “el enérgico desarrollo
rinato (...) la clase dirigente, tan exclusiva material” yankee, cuyo “exceso utilitario
y cerrada como una casta sacerdotal”. De y egoísta fatalmente paralizará su creci-
las 75 tesis presentadas en 1897, cifra que miento”, pueden brindarnos estímulos
iguala a la de todas las universidades ger- y advertencias para que no ahoguemos
manas, la inmensa mayoría “no oculta su la “inteligencia individual”, pese a la
insuficiencia general de fondo y de forma educación general, que atenúa “la origi-
(...) no se levantan sobre el nivel de un nalidad”. Sus impresiones instantáneas
mediano deber escolar”. no estarán sometidas a juicios o frases

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hechas, a “la vulgarización creciente que nos, como Rodríguez Larreta) y su sen-
se difunde por el periódico”. sualidad perturbadora, así como todos
Lamenta no dominar plenamente el los espectáculos y lecturas plebeyos que
castellano, pero no ignora que la prosa circulaban por los suburbios en gestación.
francesa ha sufrido una “evolución ince- Eso lo acercó a Francisco Gradmontagne,
sante” de Chateaubriand a Loti, de español del 98 en la Argentina, y a
la cual no hay rastros en España. Lo muchas formulaciones similares a las
preocupa que la juventud carezca de suyas de Unamuno, Maeztu o Ganivet.
modelos morales, aunque supone que la Su idealismo espiritualista anunció, asi-
regeneración moral (un tópico noventa- mismo, el del oriental José E. Rodó.
yochista) ocurrirá antes aquí que en los Al considerarnos, pese a todo, más euro-
países tropicales, “que no son por ahora peizados que el resto de los países his-
asimilables y sí únicamente explotables panoamericanos, se adelantó a planteos
para la civilización europea”. que formularía otro español, José Ortega
Creo, para finalizar, que Groussac y Gasset, albacea de Victoria Ocampo y
desempeñó funciones disímiles y aun de la revista Sur, hacia 1930; a su trato
encontradas dentro del sistema inte- admonitorio pero esperanzado en que
lectual argentino de ese momento, éramos la mayor “promesa”, felizmente
cuando se complejizaba a consecuen- desmentida, de la cultura aria y colonia-
cia de la coincidencia de tendencias o lista al modo europeo en Sudamérica.
poéticas opuestas dentro de un mismo Al margen de ese encuadre político-cultu-
espacio y dispuestas a disputarse un ral, despertó con sus reacciones extempo-
único público1. Alentó el nativismo ráneas y con sus salidas de tono, sobrecar-
patricio de González y Obligado, cui- gadas de fina ironía, un ambiente intelec-
dando de separar del mismo la escri- tual que funcionaba como “república de
tura para él demasiado agauchada del las letras” y en cuyo interior se reverencia-
entrerriano Leguizamón. ban muchos prestigios falsos. Lo hizo, por
En tal sentido, la protección moral del supuesto, desde el pedestal que le daban
hogar decente lo llevó a condenar, por su nacimiento y su lengua nativa, las amis-
un lado, el decadentismo modernista tades protectoras de las que supo rodearse,
(exceptuando a los ortodoxos parnasia- el borde afilado de su pluma.

NOTAS

1. No concuerdo con quienes todavía perciben en ese momento “un campo intelectual aún escasamente diferenciado
internamente” (Eujanian, Paul Groussac y una empresa cultural de fines del siglo XIX. La revisya La Biblioteca, 1896-
1898, en Historia de Revistas Argentinas tomo II. Buenos Aires, Asociación Argentina de Revistas, 1997, p. 35).

BIBLIOGRAFÍA

• Bruno, Paula. (1995) Paul Groussac. Un estratega intelectual. Universidad de San Andrés-Fondo de Cultura Económica.
• Eujanian, Alejandro. (1997) Paul Groussac y una empresa cultural de fines del siglo XIX. La Revista La
Bilioteca, 1896-1898, en Historia de Revistas. Asociación Argentina de Revistas. Buenos Aires.
• La Biblioteca Nacional, tomos I a VII, Buenos Aires, junio de 1896 a abril de 1898.
• Romano, Eduardo. (2004) Revolución en la lectura. El discurso periodístico-literario de las primeras revistas
ilustradas rioplatenses. Buenos Aires, Catálogos-Calafate.
• Tesler, Mario, con la colaboración de Germán Alvarez. (2006). Paul Groussac en la Biblioteca Nacional.
Buenos Aires. Biblioteca Nacional. Ensayos y Debates 3.

283
284

Groussac:
“Calandria” y otros anticipos
Por Marta Elena Groussac

Designado por el autor como “perfil crio-


llo”, el “Calandria” de Paul Groussac, evo-
cado aquí por su nieta, reviste un curioso
sentido anticipatorio de lo que posterior-
mente ocurriera con Borges, –no casual-
mente, otro director emblemático de la
Biblioteca Nacional–, en sus relatos de
guapos y cuchilleros. La fascinación de los
opuestos obra el texto de un modo transpa-
rente. La indetenible dominación del pla-
neta por el hombre civilizado, que el autor
entroniza, se topa de pronto con el perso-
naje indomable, el rebelde incivil. No tenía
más defectos que los del animal selvático...
apostrofa Groussac. Así la nota de color, el
pintoresquismo costumbrista, tropieza con
el inexplicable triste rebaño humano, del
cual Calandria es acabada muestra.
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Groussaquianas N° 6 | Primavera 2007

I. Calandria la, para después sí volver a escapar y


escabullirse. Un ejemplo de sus dia-
El relato “Calandria” –al que Grous- bluras: caía al medio de un baile al que
sac modestamente presenta como también habían concurrido los agentes
“bosquejo”– apareció bajo el título de del orden. Nuestro marginal provoca-
“Perfiles criollos: Calandria” en el N° dor gritaba: “¿Quién quiere bailar con
35 del diario Sud América, el 14 de ju- Calandria” y escapaba veloz segura-
nio de 1884. Después fue incluido por mente montado en el caballo robado
el autor en la 1ra. serie de “El viaje in- al coronel Blanco.
telectual”, obra miscelánica publicada Los hombres de la En cuanto al “Calandria” de
en Madrid en 1904. partida quedaban Groussac llama la atención el
El personaje, Servando Cardozo, exis- frustrados, impo- interés, el cariño, la piedad y
tió realmente, y su historia le fue sibilitados de hasta casi algo de admiración
contada al escritor por un estanciero alcanzarlo, pues del autor por el personaje.
de Entre Ríos. Fue un bandido entre- antes de entrar en Como en el caso de Borges,
rriano, de las Cuchillas de Montiel, el baile, el travieso admirador irredento de gua-
un gaucho marginal, un outlaw, cuya personaje, en el pos y cuchilleros de las orillas
suerte interesó después, por ejemplo, a palenque mismo, de Buenos Aires, el refinado
Martiniano Leguizamón, autor de una les había aflojado Groussac nos sorprende con
comedia del mismo título. riendas y estribos este su deslumbramiento ante
En cuanto al “Calandria” de Groussac a las cabalgaduras la personalidad y las conduc-
llama la atención el interés, el cariño, la policiales. “Pero tas del matrero entrerriano.
piedad y hasta casi algo de admiración el prestigio de la
del autor por el personaje. Como en el autoridad estaba comprometido” –nos
caso de Borges, admirador irredento dice el autor. Y por fin, para que
de guapos y cuchilleros de las orillas de Calandria cayera, se necesitó la traición
Buenos Aires, el refinado Groussac nos de una amante celosa, que lo entrega en
sorprende con este su deslumbramien- una cita. Así termina el matrero, ante la
to ante la personalidad y las conductas desproporcionada embestida de rifles y
del matrero entrerriano. sables herrumbrados. “Sansón de chi-
Y ésta es, someramente, la historia: había ripá en brazos de una Dalila criolla”,
sido ex soldado de López Jordán, des- acota Groussac sobre el episodio, con la
pués destinado a la Guardia Nacional, gracia característica de sus comentarios.
donde el coronel Blanco lo nombró su Y agrega, condolido, ya habiendo olvi-
ayudante y solía decirle: “Si te has de dado su reciente nota de humor:
desertar, no te llevés mi montura”. A
lo que Calandria, no falto de cinismo, “¡Pobre Calandria! Era guapo, leal, y
respondía: “la montura no, mi coronel, hasta bueno con los buenos...”.
pero el caballo puede ser”. Y así lo “No tenía más defectos que los del ani-
hizo. De inmediato sale a buscarlo la mal selvático que no acepta vivir en la
partida policial. El desertor pasó cuatro jaula, y que, a la ración diaria, pagada
años burlándola “en salvaguarda de su con la obediencia servil, prefiere el ham-
libertad individual” –dirá Groussac. bre y la sed de la libre correría. ¡Que la
Y además, azuzándola, porque no se tierra de Montiel le sea leve!
limitaba a guardarse escondido, sino Dentro de pocos siglos, cuando el hombre
que le divertía aparecer, provocándo- civilizado haya puesto bajo su dominio

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y reglamentación al estrecho planeta, no del llamado progreso y de la llamada


habrá quedado rastro de fieras nocivas en civilización. Una visión, sin duda, anti-
la selva, ni acaso tampoco de pájaros ocio- cipatoria del 1984, de George Orwell,
sos en la floresta. Los últimos tigres vivirán publicado en 1948, es decir, 64 años
enjaulados en los parques, bajo cuya espe- después de nuestro “Calandria”. Y anti-
sura sólo retumbará la gritería de las aves cipatoria de Un mundo feliz, del otro
de corral. Así en la naturaleza como en la gran inglés Aldous Huxley, contem-
sociedad, no subsis- poráneo de Orwell, y como él, desde
Este párrafo final de “Calandria” tirán más especies luego, bastante posterior a Groussac.
pertenece, sin duda, a la litera- que las utilizables En su 1984, Orwell imagina un
tura de anticipación. Groussac y domesticadas. mundo globalizado, sometido y con-
anuncia en él su visión de lo Por cierto que en trolado por el “Big brother”, es decir,
que será, fatalmente, el destino las celdas geomé- el Gran Hermano, que felizmente
de la humanidad, el “sordo tricas de la vasta nada tiene que ver con el mamarracho
tropel del triste rebaño huma- colmena social no narcotizante con que la televisión des-
no”, con sus pueblos, y lo que hallarán cabida ciende a revolcarse en pos del rating.
es peor aún, con los indivi- aventureros, ni Similar a la de Orwell, como dijimos,
duos, asfixiados todos, pueblos “calandrias”; pero es la propuesta de Huxley.
e individuos, a manos de la acaso hayan emi- Y henos aquí que con nuestros tres
mecánica del llamado progreso grado también del escritores estamos todavía limitados al
y de la llamada civilización. prosaico universo mundo de la literatura. Pero esos anti-
las voces armonio- cipos parecen empezar a tener la más
sas que en otros tiempos derramaban funesta concreción en la realidad de
alivio y consuelo sobre el penoso afán de la nuestro tiempo. En efecto, nos encon-
existencia. El ejército sombrío marchará al tramos hoy alarmados, y me animaría a
combate sin músicos. No habrá poetas que agregar que aterrados, por la noticia que
acompañen, desde la mañana sin alborozo hace muy poco hemos leído en tapa de
hasta la tarde sin misterio, el sordo tropel La Nación del lunes 13 de agosto de
del triste rebaño humano.” este año de 2007. “Una ciudad china,
bajo vigilancia total: control con cámaras
Estas reflexiones con que Groussac y chips”. Se trata de Shentzhen, de 12,5
cierra su “bosquejo” nos muestran a millones de habitantes, en cuyas calles
un visionario. Y además, en una pers- ya han sido instaladas 20.000 cámaras
pectiva cronológica, es uno de los ítem de vigilancia policial. La noticia nos
en que fue en cierta medida precursor. alarma pero no puede sorprendernos
Luego veremos en qué otros tópicos se pues estábamos preparados por esa
adelantó a su tiempo. serie de la literatura de anticipación:
Este párrafo final de “Calandria” per- Groussac (si bien con un breve texto
tenece, sin duda, a la literatura de de unas veinte líneas) y las novelas de
anticipación. Groussac anuncia en él Orwell y de Huxley.
su visión de lo que será, fatalmente, el En cuanto al pronóstico de Groussac, los
destino de la humanidad, el “sordo tro- tiempos se le han adelantado: aún no han
pel del triste rebaño humano”, con sus llegado los “varios siglos” de su cálculo,
pueblos, y lo que es peor aún, con los apenas ha transcurrido un siglo y medio
individuos, asfixiados todos, pueblos cuando ya casi nos sentimos, todos, los
e individuos, a manos de la mecánica prisioneros de la ciudad china.

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Groussaquianas N° 6 | Primavera 2007

Pero dejemos a “nuestro hombre en Groussac. Y pensamos en el contertulio


Buenos Aires” y volvamos un poco –no tan ogro como se lo ha querido
a Entre Ríos, al punto de partida, al distorsionar–, contertulio, pues, del
“bosquejo” de Calandria. Círculo de Armas, y del Jockey Club
¿Por qué su historia le interesa a –hecho socio honorario prácticamente
Groussac, y se conduele, y se apiada, desde un comienzo por su fundador y
y hasta parecería admirarlo? Creemos amigo Carlos Pellegrini, “el hombre que
encontrar entre el escritor y el matrero, más he querido en esta tierra”.
en lo profundo de sus personalidades, En fin, pensamos en el bibliotecario
ciertos puntos donde se acercan y hasta habitualmente vestido con impe-
se identifican. Pensamos en el refinado y cable jacquet como lo documentan
pulcro Groussac, desde aquella imagen diversas fotografías.
en que un testigo, don Benicio López Y después de todo este recorrido por
(nota 1) lo evoca en julio de 1929, un esos detalles –si se quiere un tanto
mes después de su muerte. Lo ubica, frívolos– de su personalidad, por fin
pues, en diciembre de 1883, entrando nos preguntamos ¿cuál es la empa-
en el Colegio Nacional de Salta en sus tía entre aquel refinado Groussac, a
funciones de inspector de Colegios quien ahora, releyendo “Calandria”,
Nacionales y Escuelas Normales para venimos a descubrir casi consubstan-
las que acaba de ser nombrado (decreto ciado con el outlaw, con el marginal,
del 02/10/1883, Julio A. Roca - E. con el matrero entrerriano? Pues bien,
Wilde) (nota 2): nosotros, para nosotros, tenemos una
respuesta muy simple, nuestra propia
“de algo más de treinta años [exactamente explicación: los dos han sido deser-
35 años], un tanto delgado, blanco mate, tores (ya veremos en qué medida lo
todo pulcritud y corrección en el vestir. El había sido Groussac), los dos han sido
cabello peinado con esmero...”. aventureros, los dos han sido rebeldes
“amantes de su libertad individual”.
Por nuestra parte, recurrimos a anéc- Estos rasgos, en Calandria, acabamos
dotas recogidas de sus hijos, sobre todo de verlos. ¿Y en Groussac? Y aquí
de Carlos, el mayor –que fue mi padre– arriesgo lo extremo de mi interpre-
quien solía matizarlas recordando al tación: Groussac, en cierta medida,
fumador de cigarrillos personalizados fue también un desertor, tomando
uno por uno con sus iniciales P.G. nosotros esta palabra no en el sentido
Y al usuario de cuadernos exclusi- estricto que sí le cuadra al matrero,
vos en cuanto al papel, y también sino en un sentido lato y figurado.
con sus iniciales grabadas en la tela Desertó de la Escuela Naval de Brest:
o repujadas en el cuero de las tapas al menos, no regresó a Francia al
(aún conservo alguno de esos cuader- tiempo de tener que incorporarse,
nos). Y al gourmet del Café de París, pese a haber aprobado sus exámenes
famoso por sus aliños a las ensaladas, de admisión. Como un aventurero se
hasta el punto que el dueño, monsieur había embarcado, en cambio, hacia
Sempé, solía solicitar al comensal que Buenos Aires, sin un peso en el bol-
le condimentara una porción exagera- sillo y sin una palabra de español en
da, porque de alguna otra mesa alguien su lenguaje. Y atrapado por el país,
pedía esa guarnición como la aderezaba optó por no regresar a su procedencia,

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a la carrera naval que lo esperaba en Groussac y el lado negativo


Francia. Su deserción, pues, se limitó de la tecnología
a separarse, a abandonar, a no ocupar
el lugar conquistado por él mismo en El artículo sobre Calandria no nos ha
las puertas de su carrera naval (nota parecido del todo ajeno a la temática
3). La ruta perfecta para investigar el propuesta para este número de la revis-
tema sería obtener, de Brest, el infor- ta La Biblioteca: Tecnología y Cultura.
me sobre si hubo alguna formulación El anticipo visionario del escritor sobre
escrita del desestimiento, por parte de lo que sería la
él o por medio de su padre. Parecería sociedad “dentro
muy difícil de obtener, a más de cien- de varios siglos” Lamentablemente estaríamos
to cuarenta años de los hechos. De parecería venir ante el peor aspecto del desarro-
cualquier modo: “¿Quién me quita lo a desembocar llo tecnológico, ante la peor cara
desertado?” –tal vez podría decirnos, –como dijimos– de este Dios bifronte: la opre-
a la vuelta de los años, el malogrado ya mismo, apenas sión, la asfixia, la esclavitud. Tal
marino francés, pero el hombre total e transcurrido un es la premonición de Groussac
innegablemente argentinizado, asimi- siglo y medio, en sobre el aspecto negativo y peli-
lado a “este país al que pertenezco, pues la realidad de esta groso al que puede conducirnos
es suyo todo lo mío”. El hecho, pues, ciudad china, ya un desafortunado empleo de los
es que no regresa a cursar su Escuela controlada en sus avances tecnológicos.
Naval, para en cambio quedarse a calles por 20.000
iniciar en su vida un nuevo desarrollo, cámaras y por chips y demás asfixiantes
que se le abría, sin lengua y sin recur- y aniquilantes herramientas. Lógico
sos, pleno de dificultades. es deducir qué cultura podrá sobre-
Tenemos al desertor, al aventurero, y al vivir a semejante opresión espiritual.
rebelde que, tantas veces como lo juzgó Lamentablemente estaríamos ante el
necesario, tasca el freno y enfrenta al peor aspecto del desarrollo tecnológico,
poder, aun arriesgando su situación de ante la peor cara de este Dios bifronte:
más de cincuenta años de funcionario la opresión, la asfixia, la esclavitud. Tal
público ¡con mujer y siete hijos! es la premonición de Groussac sobre
Ahí, para nosotros, está la clave de esa el aspecto negativo y peligroso al que
empatía de Groussac hacia Calandria: puede conducirnos un desafortunado
ambos desertores, ambos aventure- empleo de los avances tecnológicos.
ros, ambos rebeldes “defensores de su
libertad individual”.
Aquí cabe, forzosamente, una aclara- II. Y otros anticipos
ción: el funcionario fue, sí, un rebel-
de e indisciplinado ante el poder, Vamos a precisar esos otros ítem en que
pero nunca por capricho sino por nuestro escritor se adelantó a su tiem-
razón bien fundada (ver en biblio- po: por sus ideas, en política cultural y
grafía, Groussac, Marta Elena, “Una educacional, como cuentista, como di-
tesis...”). Pero, todo lo contrario, fue rector de la Biblioteca Nacional y como
un estricto hombre de disciplina y defensor de nuestras Islas Malvinas.
orden y autoexigencia en la ejecución
de su labor intelectual y de su gestión 1) Por sus ideas
docente y administrativa. • Por algunos críticos, ha sido con-

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siderado en alguna medida, pre- caballo o a lomo de mula; y a las


cursor del revisionismo histórico: así, que él llama –con su magnífica
pues, curiosamente lo señalan, a prosa de juegos bellos e inteligen-
este librepensador en lo religioso tes, aun en sus informes de funcio-
y en lo político, entre otros, dos nario– escuelas rancho a las que él
historiadores de campos opuestos llama: “esas cabañas cerradas al aire
a Groussac, militantes ambos del y abiertas a la lluvia” (ver Páez de
nacionalismo católico, como son la Torre). Hoy, a juzgar por los
Julio Irazusta y Ernesto Palacio. resultados, casi parece que hubiera
• También, precursor del arielismo clamado en el desieto.
antiyanqui, anticipando, entre
otros, a Rubén Darío y a José 3) Como cuentista
Enrique Rodó, no sólo en su Del
Plata al Niágara, sino en la carta • Se lo considera el iniciador del
que en febrero de 1911 envía a su cuento policial argentino con “El
amigo el presidente Roque Sáenz candado de oro”, publicado en
Peña, aconsejándole la estimula- el diario Sud América en 1884
ción de una clase dirigente, con (números 41, 43 y 44). Y repro-
primacía de la formación moral ducido como”La pesquisa” en la
sobre la material y economicista: revista La Biblioteca (1887).
• Como también lo sitúan entre los tres
“Lo que más importa entonces, mi o cuatro precursores del cuento fantásti-
querido Presidente (...) es la forma- co argentino con “Entre sueños”.
ción inicial de una verdadera clase
dirigente, con aptitudes intelectuales 4) Como director de la Biblioteca
y condiciones morales (...) No basta a Nacional
los pueblos, en esta era moderna, aco-
piar los productos de la tierra ni aún • En su gestión de casi cuarenta y
como fuentes seguras de riqueza, si cuatro años (desde 1885 hasta su
desconocen el alto precio del saber (...) muerte en 1929) es el primero
sobre todo, del esfuerzo fecundo”. en organizar el patrimonio biblio-
gráfico mediante la confección y
Así se manifiesta ¡en pleno auge eco- publicación de catálogos sistemá-
nómico de los años del Centenario! ticos. En 1893 aparece el Catálogo
Metódico dedicado a Ciencias y
2) En política cultural y educacional Artes (500 pp.). “Nunca, en sus 83
años de vida, la institución había
• Fue el promotor y redactor del contado con un auxiliar de este
texto de la primera Ley de Propiedad tipo”, nos dirá Páez de la Torre.
Intelectual, también allí por 1911. En cuanto a su actividad en exten-
• Como educador, fue el primero sión cultural, Groussac se funda en
en elevar su voz y reclamar, como su concepto de que la Biblioteca
inspector Nacional de Educación, es “Casa de Educación”. Y en esta
10.000 escuelas para erradicar las idea se centran: 1) su acción edito-
escuelas rancho, a las que él hasta rial (revista La Biblioteca y Anales);
accedía, cuando era necesario, a y 2) las conferencias y conciertos.

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Groussaquianas N° 6 | Primavera 2007

5) Las Islas Malvinas Conclusión

• Es el primero en establecer en Hemos ofrecido nuestra interpretación


forma irrebatible, los derechos sobre la empatía entre Groussac y el
argentinos, desde los puntos de matrero Calandria del párrafo visionario
vista histórico, jurídico y geográfi- con que cierra ese artículo, hemos dedu-
co. Fundamenta lo geográfico en el cido su concepción sobre los peligros de
estudio de la geología, la flora y la un uso perverso de la tecnología. Como
fauna, estudio que le lleva a definir final hemos puntualizado los ítem más
a las islas como una dependencia sobresalientes en que nuestro hombre
natural de la Patagonia. luce como un verdadero precursor.

NOTAS

1. Diario El Tiempo, Bs. As., 4. VII.1929. “De Don Benicio López”. Paul Groussac. Un recuerdo personal
(citado por Carlos Paéz de la Torre).
2. Decreto 2/10/1883 - Julio A. Roca - Ed. Wilde.
3. Sobre el episodio Groussac mismo nos ha dejado tres versiones poco explícitas y algo diferentes entre sí (ver
Páez, pp. 18-19). Coincidirían aproximadamente en afirmar que el joven hubiera abandonado su proyecto
naval “disgustado por la severidad de la carrera”, no previamente sopesada por el aspirante.
Personalmente tengo una cuarta versión escuchada de mi padre: de jovencito viene a Buenos Aires en el
“Anita”, pero con la intención de regresar a incorporarse a Brest, ya que el viaje de “venida y vuelta” del velero
le permitía al pasajero regresar a tiempo para el comienzo del curso. Es aquí donde, atrapado por el ámbito
argentino, desiste de regresar a incorporarse a Brest. Por mi parte yo me quedo con esta versión, donde encuen-
tro, en la íntima confidencia familiar, los hechos un tanto más esclarecidos que en las versiones imprecisas y
algo contradictorias volcadas por Groussac en distintos momentos de sus escritos.

BIBLIOGRAFÍA

1. De Paul Groussac:

• Archivo Paul Groussac (1874-1929) en Archivo General de la Nación (donación de la familia).


• Carta a Roque Sáenz Peña en A.G.N. (reproducida en Benarós).
• Del Plata al Niágara, Administración de la Biblioteca, Buenos Aires, 1897.
• El viaje intelectual, 1a serie, Madrid, 1904.
• Estado de la educación común en la República Argentina, sus causas, sus remedios. Buenos Aires, 1882.
• Los que pasaban (1a Ed. Jesús Menéndez, Buenos Aires, 1919).

2. Sobre Paul Groussac:

• Benarós, León en el A.G.N., A.G.N., Buenos Aires 1998.


• Cánter, Juan, Contribución a la Bibiografía de Paul Groussac, El Ateneo, Buenos Aires, 1930.
• Cuffia, Raquel, ¿Conoces a Paul Groussac?, De Los Cuatro Vientos Editorial, Buenos Aires, 2001.
• Groussac, Marta Elena, Una Tesis que falla por la Tesis, en revista La Biblioteca, N° 4, noviembre/2006.
• Irazusta, Julio, Pablo Groussac y su carrera literaria en Argentina, en Gobernadores, Caudillos y Escritores,
Buenos Aires, Ediciones Dictio, 1978.
• Lafforgue, Jorge, Cuentos Policiales Argentinos, Alfaguara, Buenos Aires, 1997.
• Palacio, Ernesto, La herencia de Paul Groussac, en Criterio, agosto de 1929.

3. Otra Bibliografía:

• DRAE, vigésima edición, 1984.


• Diccionario de María Moliner.

291
II Encuentro de
Bibliotecas
Nacionales
del Mercosur

A fines del año 2006 se realizó en la Biblioteca Nacional


Argentina la reunión de directores y subdirectores de bibliotecas
nacionales de la región, en la que participaron Bolivia, Brasil,
Chile, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Argentina, con Cuba
como invitada y la presencia de la CONABIP. El Secretario de
Cultura de la Nación, José Nun, abrió el encuentro. En los tres
días de deliberaciones se presenció un intercambio en el que se
pusieron de relieve las distintas situaciones de cada Biblioteca
Nacional –todas ellas afiliadas a ABINIA–, desde sus avances
en el auspicioso desafío de las bibliotecas digitales hasta la pre-
servación de sus importantísimos acervos históricos. Con vistas al
Bicentenario, las Bibliotecas de América Latina están preparan-
do distintas conmemoraciones, que en todos los casos se refieren
a la publicación, con distintos métodos y alcances, de sus tesoros
bibliográficos y hemerográficos vinculados al surgimiento de las
naciones sudamericanas.
Entre las primicias de todos esos procesos emancipadores –que
abarcan específicamente, en el año 1810, a varios países de
la región, pero se derraman por toda ella–, están también las
creaciones de las bibliotecas nacionales de nuestros respectivos
países, casi todas ellas surgidas del ánimo emancipador o sino,
recreadas por éste, por lo cual una bibliotecología emancipa-
dora es un tema siempre presente para la indagación lúcida
sobre el compromiso histórico-social de las bibliotecas. La poli-
ticidad inherente a la existencia de las bibliotecas nacionales
–que son individuos culturales de una reconocible complejidad
técnica y simbólica– en todo momento preside sus gestos en
dirección al horizonte más exigente de las tecnologías contem-
poráneas, como la necesaria invocación a su lógica fundacio-
nal, embebida de la propia historia intelectual de cada uno de
los países que las albergan.
Los textos aquí publicados abarcan parcialmente el conjunto de
las discusiones –no todos pudieron ser recogidos–, y dan una idea
de los dramas bibliotecarios que en nada se apartan de las exigen-
cias del debate que hoy caracteriza a nuestras naciones.
294

Las colecciones de la
Biblioteca Nacional de Venezuela
Por Arístides Medina Rubio (*)

El director de la Biblioteca Nacional de


Venezuela traza, en la coloquialidad de
este texto, una semblanza del modelo
bibliotecario instaurado en la República
Bolivariana. Con precisas notas históricas
que puntualizan la evolución del modelo
hasta la actualidad, con ricos y pormeno-
rizados detalles de interés sobre el acer-
vo biblio-foto-hemerográfico venezolano,
Medina Rubio detalla un acabado pano-
rama del patrimonio. Entre los manuscri-
tos destacados de enorme valor histórico
y cultural, como la Colección Arcaya de
145.000 piezas, la Febres Cordero, la de
botánica de Asler, o la de Tomás Enrique
Carrillo, el pormenorizado y ameno relato
del director no olvida destacar muestras
y exposiciones de importancia. De este
modo, los papeles de Simón Bolívar y
los de Humboldt, en palabras de Medina
Rubio, ofrecen un panorama abarcador
que coparticipa de sus singularidades.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Quiero comenzar expresando mi agra- que son aquellas bibliotecas que están,
decimiento por la generosa y caluro- por ejemplo, en las universidades, en
sa recepción de los compañeros de los institutos de investigación científica
Argentina, por su solidaridad y, por y en algunas otras entidades, pongamos
supuesto que hago voto por la her- por caso los institutos profesionales. El
mandad de los pueblos de América. Colegio de Ingenieros tiene una biblio-
Comentábamos hace unas horas Elía- teca, el Colegio de Abogados tiene una
des, otra persona y yo, sobre la unidad biblioteca, la Academia Militar tiene
que tenemos los pueblos y como, sin una biblioteca, la Universidad Central
embargo, a veces aparecemos disocia- tiene no sólo la Biblioteca Central de la
dos. Hay que hacer un esfuerzo por esa Universidad sino que tiene bibliotecas
hermandad. Personalmente hago voto por facultades y tiene incluso bibliotecas
porque muy pronto queden saldadas por escuelas. Ese sistema no depende
las diferencias que puedan existir entre del Instituto Autónomo de la Biblioteca
Argentina y Uruguay en este momento. Nacional y Servicio de Bibliotecas sino
En Venezuela el sistema de bibliotecas que simplemente se acoge a las normas
está regido por una Ley, en 1975 se que nosotros manejamos.
creó el Instituto Autónomo Biblioteca La Biblioteca Nacional es quien norma-
Nacional y la Red de Bibliotecas liza, quien asiste a las normas que son
Públicas, de manera tal que la Biblioteca universales, que no las hemos creado
Nacional es el ente rector de todo lo que en el Instituto Autónomo de Biblioteca
tenga que ver con bibliotecas en el país, Nacional. Nosotros asumimos las normas
incluso con las que no dependen de ella. universales y somos quienes las impone-
El sistema que depende de la Biblioteca mos o quienes las manejamos en todas
Nacional, además de la misma Biblioteca las bibliotecas. En este sentido las biblio-
Nacional, que es el depositario del patri- tecas deben cumplir con la normativa
monio bibliohemerográfico, audiovisual que le asiste el Instituto Autónomo de
y digital del país, está constituido por Biblioteca Nacional. Es como si alguien
717 servicios que tenemos en todo el al ser médico funda una clínica pero esa
país, 717 bibliotecas que tenemos en clínica debe acogerse a las normas que
los 24 estados o provincias en las que se establece el Ministerio de Salud. La clí-
divide políticamente Venezuela. nica no puede funcionar al libre albedrío
Paralelo a este sistema, existe el de de los médicos que fundan la clínica, sino
las bibliotecas escolares, que depen- que ellos tienen que acogerse a la norma-
den directamente del Ministerio de tiva que tiene el Estado venezolano por
Educación, tanto en su dotación como relación al servicio de la salud. Lo mismo
en su servicio. Son muchas y son ocurre, pues, con las bibliotecas.
bibliotecas muy limitadas, son bibliote- Estas bibliotecas son muy desiguales, la
cas que funcionan en las aulas y cuanto más importante del país es la Biblioteca
mucho en las escuelas, pero su número Nacional y dentro del conjunto hay
es realmente impresionante: en este pequeñas bibliotecas que funcionan
momento deben estar cercanas a las en el espacio de 50 metros cuadrados
70.000 bibliotecas escolares, que no con una dotación muy reducida y que
están conectadas con nuestro sistema. forman parte de todo el sistema.
Luego existe otro sistema de bibliotecas, Es un sistema bastante heterogéneo.
que son las bibliotecas especializadas, Nosotros llegamos al Instituto hace

295
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

aproximadamente tres años, y en ese Bogotá y Caracas; proyecto que una vez
momento estaban funcionando 680 ser- más fue postergado.
vicios. En estos últimos años hemos A fines de 1830, consumada ya la diso-
aumentado el número de servicios, hemos lución de la Gran Colombia, se inicia
mejorado las condiciones de cada uno de de nuevo el camino hacia la instalación
ellos, y, sin embargo, todavía tenemos de muchas instituciones. Fácil resulta
muchísimos problemas por resolver. comprender que entre 1810 y 1833 casi
Voy a leer primero un breve texto en no hubo paz en Venezuela, hasta que en
el que se hace referencia a la fundación 1821 fueron los años de la guerra que
de la Biblioteca Nacional; y luego me como todos sabemos en nuestro territo-
voy a referir a las colecciones que hay rio fue la más cruenta de todas las que se
en nuestra Biblioteca Nacional. libraron en América y después de 1822
El 13 de julio de 1833 el vicepresidente son los años de las consolidaciones políti-
de la República Andrés Narvarte, encar- cas, donde casi no hay tiempo ni espacio
gado de la presidencia de la República para la creación de las instituciones. La
por ausencia de su titular el Gral. José Campaña del Sur, la creación de Bolivia,
Antonio Páez, firmó el decreto de creación las conspiraciones antibolivarianas, el
de la Biblioteca Nacional de Venezuela. separatismo antigrancolombiano.
Se materializaba Es así como fue necesario llegar a 1833
(...) fue necesario llegar a 1833 así un ideal de para que al fin pudiera completarse la
para que al fin pudiera comple- los Libertadores utopía de los libertadores. Sin embargo,
tarse la utopía de los libertado- puesto de mani- la suerte de la Biblioteca Nacional no fue
res. Sin embargo, la suerte de la fiesto desde 1810 tan prometedora como sugieren los cinco
Biblioteca Nacional no fue tan cuando, según folios de su decreto de creación, pues a
prometedora como sugieren don Pedro Grase, partir de allí la suerte de esta noble insti-
los cinco folios de su decreto de don Juan Germán tución fue variada, crítica y dolorosa por
creación, pues a partir de allí la Roscio puso a cir- la negligencia aristocrática y la burocracia
suerte de esta noble institución cular en Caracas administrativa que conservaron el poder.
fue variada, crítica y dolorosa una hoja impresa Agrego también la ausencia de hombres
por la negligencia aristocrática –que conservamos verdaderamente comprometidos con un
y la burocracia administrativa en la Biblioteca ideario de biblioteca.
que conservaron el poder. Nacional– invi- Hubo de transcurrir un período de
tando a formar casi ochenta años para que las biblio-
una Biblioteca Pública en Caracas. tecas comenzaran un camino defini-
En 1814, en pleno fervor de la guerra de tivo; en 1912 se entregó por primera
la Segunda República y ya próxima la vez una sede propia, un edificio cons-
emigración a oriente, hay todavía espíri- truido especialmente para ser sede de
tu, vocación en medio de la guerra para la Biblioteca Nacional.
que Bolívar le ordene a Carlos Barvelo La Biblioteca Nacional de Venezuela
–su secretario y médico– que reúna los funcionó un tiempo adscripta a la
libros que pertenecían al Estado para for- Universidad Central y esto ha permitido
mar la Biblioteca Pública de Caracas. que entre las colecciones que tiene, y
En 1821, antes de la Batalla de Carabobo, que voy a citar después, haya papeles del
se programa crear una biblioteca en Libertador. Porque cuando la Biblioteca
cada uno de los departamentos de la funcionaba adscripta a la Universidad
Gran Colombia, de sus capitales, Quito, Central –que es la más importante del país

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

y fue fundada en 1621– en 1827, cuando estos 24 estados federales en unos 315
Bolívar visitó por última vez a Caracas, la municipios pero nosotros estamos pre-
creó y la asumió como Universidad del sentes en 278 municipios, lo que significa
Estado y le dictó sus primeros estatutos, que estamos presentes como biblioteca en
la primera Ley Universitaria y, además, la casi el 80% del territorio nacional desde
dotó de bienes, de casas en la ciudad para el punto de vista del municipio, pero
que fuesen alquiladas y para que tuviese cada municipio está dividido a su vez en
sus propios beneficios. La dotó además parroquias y las parroquias en Venezuela
de haciendas y le dejó algunos de sus son 1.810. De manera que si ustedes rela-
papeles y le dejó sus libros. cionan 1.810 con el número 717 que les
Esos libros cuando la Biblioteca di antes se dan cuenta de que en el nivel
Nacional entró a formar parte de la de parroquia nosotros tenemos un gran
Universidad Central pasaron a formar déficit. Es decir, que cuando nosotros
parte del fondo de la Biblioteca; cuando tengamos cubierto todas las parroquias
la Biblioteca se separó de la Universidad, del país, cuando le garanticemos a todas
los libros la siguieron y esa es la razón las parroquias del país una biblioteca,
por la cual hoy la Biblioteca Nacional probablemente tengamos un sistema de
cuenta con papeles de Bolívar e incluso más de 2.500 bibliotecas.
con los libros que fueron propiedad de La Biblioteca Nacional es el núcleo
Francisco de Miranda, alguno de los fundamental, es una de las instituciones
cuales el propio Miranda había donado más respetadas del país, en estos días
a la Universidad Central. preelectorales todas estas instituciones
No me voy a referir al resto del sistema se ocupan de ese combate electoral
de bibliotecas que son muy desiguales, pues miden todo. Miden, por ejemplo,
cada estado tiene una Biblioteca Pública cuál es la percepción de la Iglesia en la
Central, en todo el país, en las 24 capi- opinión publica, cuál es la percepción
tales, son 24 estados, en los 24 estados de la Policía, cuál es la percepción de
incluyendo a Caracas que es el distrito las Fuerzas Armadas, cuál es la percep-
base de la capital hay una Biblioteca ción de las instituciones culturales. Les
Pública Central, una gran biblioteca. puedo decir que en una de esas medi-
Las 24 bibliotecas están construidas en ciones salió que la Biblioteca Nacional
edificios ad hoc, que fueron construidos está en el cuarto lugar de la percep-
y pensados como bibliotecas, son las 24 ción. Delante de la Biblioteca Nacional
bibliotecas públicas centrales. Luego de está el Consejo Electoral. Las Fuerzas
esas bibliotecas que están en las capitales Armadas tienen una percepción diga-
de los estados, hay ciudades donde hay mos respetable en el país, pero esto es
bibliotecas de muy buena calidad y en importante decirlo porque la Biblioteca
sus edificaciones su personal cumple con Nacional, con esa tradición de casi dos-
todas las normas, pero no son las genera- cientos años, es una institución verda-
lizadas. Es decir, en una provincia, en un deramente respetada en el país y tiene
estado pudiera ser que haya además de la unos fondos realmente importantes.
Biblioteca Pública Central 4 ó 5 ó hasta Ya les dije que la Biblioteca tiene entre
6 bibliotecas más o menos de la misma sus fondos, papeles que pertenecieron
categoría. A partir de allí las bibliotecas al Libertador Simón Bolívar, materiales
están ubicadas en diferentes localidades. que pertenecieron al Precursor Francisco
En principio Venezuela tiene dividido de Miranda; y tiene de importante lo

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

que nosotros llamamos en biblioteca la tas que tienen dos entradas. Están clasifi-
colección fundacional, que son los libros cados por año, o sea en 1808 aparece La
que fueron incautados a los conventos Gaceta de Caracas, pero en 1818 junto
después de la emancipación, después de a ésta aparece el Correo los Orinocos. En
la independencia sin necesidad de que 1834 vuelve a aparecer La Gaceta de
hubiera una revolución ideológica ni Caracas que no es la misma gaceta de
mucho menos. Los bienes de los conven- 1808, aparece un periódico con ese títu-
tos pasaron a formar parte de la Biblioteca lo, y otro más que se llama La vista, otro
Nacional y eso es lo que se llama la que se llama El Fonógrafo, de manera que
colección funda- a medida que se va avanzando en el siglo
(...) la Biblioteca tiene entre cional a la que se XIX o hacia el siglo XX el número de
sus fondos, papeles que per- agregan estas cosas periódicos por año aumenta. Así como
tenecieron al Libertador que mencioné los tenemos clasificados por año, también
Simón Bolívar, materiales que de Bolívar o de los tenemos clasificados por regiones o
pertenecieron al Precursor Miranda y otra por estados, entonces aparece, por ejem-
Francisco de Miranda; y tiene cosas que referiré plo, el estado Aragua, distrito Capital,
de importante lo que noso- de inmediato. distrito Bolívar. En cada estado, entonces,
tros llamamos en biblioteca la Yo pudiera decir aparecen todos los periódicos que fueron
colección fundacional, que son que los fondos publicados o tenemos nosotros en reserva
los libros que fueron incauta- de la Biblioteca en los fondos de noticias. Debo aclarar
dos a los conventos después de Nacional están que a veces mencionamos un periódico
la emancipación, después de la reunidos en las del cual salieron 20 ó 30 ejemplares y en
independencia sin necesidad siguientes colec- la Biblioteca Nacional tenemos sólo uno,
de que hubiera una revolución ciones: en primer pero lo referimos ahí.
ideológica ni mucho menos. lugar, recibi- El archivo audiovisual es una de las
mos la colección colecciones más importantes: tiene en
bibliográfica general, luego la colección primer lugar la colección de cine y
hemerográfica, luego el archivo audio- video donde hay unas 700.000 copias.
visual, luego el archivo de obras planas, Voy a recordar un anécdota. En una
luego las publicaciones oficiales luego oportunidad nos visitó en la Biblioteca
la sección de libros raros y manuscritos Nacional un periodista español que tiene
y, finalmente, salas estatales. una red de televisores regionales y él
La colección bibliográfica general tiene quería poner en Venezuela televisores
unos dos millones de títulos con aproxi- regionales, él quería auxiliarse con la
madamente unos cinco millones de biblioteca y esa fue la razón por la cual
ejemplares, dos millones de títulos que nos visitó. Yo tenía poco tiempo en la
no es poco. Manejar una base de datos Biblioteca Nacional, quizá tenía unos
requiere de una plataforma tecnológica 8 ó 10 meses y entonces voy con él al
que no es corriente, por el número de archivo audiovisual para que viera lo que
títulos que se manejan en ese catálogo. teníamos ahí. Aparte de la colección de
La colección hemerográfica se inicia en videos se tiene cantidad de equipos que
1808, cuando se funda el primer perió- forman parte de lo que es un museo,
dico en Venezuela que fue La Gaceta de porque ya no se usan, pero que son los
Caracas, tiene aproximadamente unos equipos que se han usado siempre para
4.000 títulos y ésos se recogen en unos todo lo que es audiovisual. Yo me sentía
200.000 ejemplares de periódicos y revis- muy emocionado y muy feliz de poder

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

enseñarle al señor todas las cosas y enton- la acompañamos con un ciclo de con-
ces cuando estamos en la colección de los ferencias dictado por especialistas. La
videos, de los anaqueles, él me dice que es primera la dictó el embajador y las otras
impresionante lo que tenemos ahí y yo le tres las dictaron historiadores venezo-
digo que tenemos de todo, lo único que lanos que están comprometidos con la
no tenemos es pornografía y él me dice ¿y historia de América, hay alguno incluso
esto qué es? Él estaba apoyado en un ana- que fue funcionario en la Embajada de
quel donde lo que había era pornografía. Venezuela en Argentina hace muchos
Y entonces, efectivamente, la Ley de años. Se hicieron esas cuatro conferen-
Depósito Legal obliga a los importadores cias y publicamos
a entregar el Depósito Legal una o tres un libro con el El archivo audiovisual es una
copias y, efectivamente, estaban allí. Lo texto de las cua- de las colecciones más impor-
que fue un descubrimiento bien impor- tro conferencias y tantes: tiene en primer lugar la
tante para mí. Pero yo no sabía, pensaba con una selección colección de cine y video donde
que efectivamente no había pornografía y de las fotografías. hay unas 700.000 copias. [...]
hasta eso hay en esa colección. Yo le regalé a la colección de fotografía,
En el archivo audiovisual, además de esa Horacio González consta de 500.000 imágenes
colección de cine y video, hay una colec- y a Marilú Barrios que tenemos en el archivo.
ción muy importante que es la colección Varela dos ejem-
de fotografía, consta de 500.000 imáge- plares para que queden en la Biblioteca.
nes que tenemos en el archivo. Pero en Así como hicimos la exposición sobre
esa colección de ese número de fotogra- Argentina en este momento tenemos la
fías hay una colección que fue adquirida exposición de las fotografías de Colombia
a un coleccionista norteamericano hace y con esta haremos lo mismo, publica-
como 30 años. Es una colección de remos un libro al final con las imágenes
22.000 fotografías que este señor, no que hemos expuesto o con una selección
puedo recordar su nombre, fue acumu- de ellas y con los textos de las conferen-
lando durante muchos años, fotografías cias. Y antes habíamos hecho una colec-
de toda América Latina, desde la Argen- ción o una exposición con las fotografías
tina hasta México, pasando por los países correspondientes al Caribe, sólo que en
del Caribe. Son fotografías de 1852 hasta aquella oportunidad no tuvimos la pru-
1914 aproximadamente. Esa colección dencia de organizar unas conferencias
que está en el archivo audiovisual y que y ni siquiera de publicar el libro. Pero
forma parte de la colección de fotografía es una de las colecciones importantes,
fue declarada por la UNESCO patrimo- seguramente. Podríamos organizar con
nio cultural de la humanidad. Brasil, con Bolivia, o con cualquier país
El año pasado hicimos una exposición de América Latina una exposición con las
con la cooperación de la Embajada fotografías que correspondan a ese país y
Argentina, era el embajador Eduardo agregarle a eso exposiciones y, en con-
Sadous, el antecesor de la señora Garré, secuencia, publicar libros especializados.
que es ahora ministro de Defensa de En esa colección también tenemos lo que
Argentina. Con ellos hicimos una expo- corresponde al sonido, allí también hay lo
sición de esa colección de fotografía, que corresponde a las partituras.
escogimos 160 fotografías correspon- Luego está la sección de obras planas
dientes a Argentina, de diferentes pro- que tiene dos secciones que la primera
vincias de Argentina y la exposición se refiere a carteles y afiches y la segun-

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

da a planos y mapas. Esta de planos es papeles del presidente Guzmán Blanco,


bien interesante porque la Biblioteca que fue un presidente de Venezuela entre
Nacional es hoy en día depositaria 1873 y 1888, aproximadamente. Fue
de lo que fue el archivo del anti- una especie de dictador pero que tuvo
guo Ministerio de Obras Públicas. De la virtud de ser el modernizador de
manera que allí están todos los planos Venezuela, fue el hombre que introdujo
de las construcciones que se hicieron en los ferrocarriles, mejoró las vías de comu-
Venezuela quizá desde 1850, la cons- nicación y tenemos su archivo personal,
trucción de carreteras, de edificaciones porque además después de Miranda el
públicas, de puentes, de túneles, etc. otro venezolano notable en eso de conser-
Luego tenemos la sección de publicacio- var papeles fue Guzmán Blanco. Yo digo
nes oficiales donde tenemos colecciones Miranda, porque el archivo de Miranda
de todas las gacetas oficiales del país y que lo acabamos de digitalizar hace ape-
de las gacetas municipales. Y tenemos la nas diez días, contiene hasta las facturas
sección de libros raros y manuscritos que de los restaurantes que él visitaba. Tiene
yo suelo llamar la joya de la Biblioteca cantidad de recortes de periódicos de
Nacional. En esa colección tenemos diferentes países, pero es un archivo muy
más de un millón de piezas, un millón prolijo. Además Miranda se movía con
trescientas mil piezas. Ahí hay varias sec- su archivo, cuando el viajó para Londres
ciones o colecciones. En primer lugar, la y luego para Venezuela él se movió con
de obras antiguas venezolanas, que con- su archivo, y ese archivo se salvó, porque
sideramos así a las que son anteriores a antes de que lo hicieran preso en 1812
1808. Obras antiguas extranjeras donde logró embarcar su archivo con destino
tenemos incluso biblias publicadas en a Londres y luego se quedó en Curazao
unos treinta años. La persona a la que
había enviado Miranda el archivo, lo
recuperó y lo mantuvo en Londres hasta
1826 cuando el gobierno venezolano lo
compró a esos propietarios, a los descen-
dientes de ese conde amigo de Miranda
que era el protector del archivo.
Parte de ese archivo está en la Biblioteca
Nacional por las circunstancias que ya
expliqué, aunque el archivo en total, un
gran arcón que tiene 63 volúmenes en
folio mayor, está en la Academia de la
Historia. Algunos de sus papeles y de
sus libros permanecen en la Biblioteca
Nacional y lo mismo pasa con el Archivo
Arístides Medina Rubio,
por Mariano Lamota
1511, tenemos una primera edición de Guzmán, que era un hombre que
del Quijote, hay libros verdaderamente también conservaba el más mínimo
raros en la parte que corresponde a obras papel en el que él hubiera tenido algún
antiguas extranjeras. tipo de participación. Incluso su esposa
Tenemos también archivos documen- Carlota de Guzmán era tan cuidadosa
tales donde están los papeles a los que que llevaba la contabilidad de las bote-
me referí de Bolívar y están también los llas de vino que una vez vacías vendía a

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

las botellerías de Caracas. Entonces, uno días visitando la Biblioteca Nacional


puede ser muy prolijo de los costos e y encontró cosas que no se conocían,
incluso de los detalles de cuáles eran los él es un especialista notable en Martí
vinos que se consumían. que trabaja en el Centro de Estudios
Ese archivo de Guzmán es inmenso, Martianos.
quizá uno de los archivos más grandes Tenemos otras colecciones dentro de
de todos los hombres que han tenido este mismo conjunto que son muy
figuración política en Venezuela. Está importantes, por ejemplo, una que se
dividido en tres partes. Una está en los llama la colección de Pedro Manuel
Estados Unidos, en las diferentes uni- Arcaya, que fue un humanista venezo-
versidades, particularmente en una de lano, un abogado que fue ministro de
ellas. Una segunda está en la fundación Relaciones Exteriores del Gral. Juan
John Boulton de Venezuela que tiene Vicente Gómez, un hombre de confian-
papeles, bienes y objetos que fueron del za del general, que le propuso la base
Libertador, y la tercera parte está preci- teórica mas sólida al gomicismo con
samente en esta Biblioteca Nacional, en libros como Cesarismo democrático.
la parte de libros raros y manuscritos. Pedro Manuel Arcaya fue un lector que
Tenemos también los archivos de los realizó una donación a la Biblioteca
que llamamos los creadores. Los manus- Nacional, que la conservamos completa.
critos de los creadores son muchísimos Fueron 145.000 piezas. Hagan un día
pero hay algunos que son grandes cono- la cuenta de cuéntos días puede vivir
cidos para ustedes. Como ser Teresa de un hombre de ochenta años y dividan
la Parra no es un nombre conocido por 145.000 piezas en ese número de días
ustedes, pero si les dijera Arístides Rojas, para que se den cuenta de cuántos
o dijera Enrique Bernardo Núñez o libros por día recibía este señor. Este
dijera algunos otros nombres, Rómulo señor tenía compradores de libros en
Gallegos, por ejemplo, cuyos manus- Nueva York, en Madrid y en París; él
critos están allí en ese fondo, ustedes era un gran lector, fue un hombre muy
pueden darse cuenta de la magnitud de importante, un sociólogo, uno de los
ese archivo de los creadores. humanistas más importantes del país, y
Tenemos también en este archivo aunque tuvo conflictos con el gobierno
algunas cosas que me recuerdan a lo venezolano después de la muerte de
que decía esta mañana Arístides, de Gómez, pleitos que él ganó, fue acusa-
donde de repente en una biblioteca do de malversación, nunca se le pudo
de cualquier lugar se pueden con- probar nada. Era descendiente de una
seguir materiales que le interesan a familia fundadora de una de las regiones
nacionales y otros países. A mí me de Venezuela, una familia muy rica,
sorprendió mucho encontrar que en nunca le pudieron comprobar nada, y,
la Biblioteca Nacional de Venezuela sin embargo, diez o doce años después
tenemos manuscritos de Octavio Paz, ya en el final de la vida, donó toda su
tenemos manuscritos de Rubén Darío biblioteca a la Biblioteca Nacional de
y teníamos también papeles originales o Venezuela, que son esas 145.000 piezas
publicaciones únicas de Martí. Tuve la de las que le estoy hablando.
fortuna de compartir el descubrimiento En esa colección hay manuscritos, está,
que hizo Pedro Pablo Rodríguez cuan- por ejemplo, el libro de un botánico que
do nos visitó y estuvo en Caracas unos visitó Venezuela y que adquirió Pedro

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

Manuel Arcaya. El manuscrito del libro Luego tenemos también varios archivos
–en folio mayor– es parte de la colección de familia como los de la familia Febres
Arcaya pero hay ediciones príncipe de Cordero que –como todos saben– es
cantidad de libros y títulos del mundo una familia bastante extendida por
entero y por supuesto hay libros en toda América. Tenemos una colección
todos los idiomas, sobre todo en inglés, de Asler –un botánico muy importan-
francés, italiano, porque él era abogado te– que tiene aproximaciones para toda
y no existía la profesión de sociólogo en la botánica de América Latina. Hay
esa época, pero el trabajo que él hacía papeles de Humboldt, los papeles de
era el que hoy hace un antropólogo o Arístides Rojas y la última colección
un sociólogo. La colección tiene muchos que recibimos hace ocho o diez meses
libros, muchos títulos que corresponden es la colección del Dr. Tomás Enrique
a ese campo de conocimiento. Carrillo Batalla, un académico vene-
Yo conozco algunas colecciones muy zolano vivo, pero que quiso donar su
importantes de América como es, por biblioteca a la Biblioteca Nacional. Él
ejemplo, la Colección Palafox y Mendoza nos donó unos 75.000 volúmenes, que
en México o la Colección La Fragua y aproximadamente son unos 40.000
las conozco no de ahora, sino de cuan- títulos. Es bastante también, sólo que
do yo ni soñaba llegar a la Biblioteca como él es un editor muy prolífico de
Nacional. Pero les digo, ninguna de las trabajos que tienen quince o veinte
colecciones, ni siquiera la Colección de los volúmenes, él nos entregó no sólo sus
Franciscanos de Estados Unidos, yo creo números sino que nos entregó también
que ninguna tiene la importancia y el las ediciones que conservaba, muchos
volumen que tiene la Colección Arcaya. ejemplares de algunos de los títulos que
Pero además de la Colección Arcaya él escribió. Entonces, esa es la razón por
tenemos la Colección Febres Cordero, la cual nos entregó 70.000 libros de los
que fue otro bibliófilo venezolano que cuales son 40.000 títulos.
murió en 1920, pero que tuvo la Y luego me iba a referir a lo que
virtud, muy singular entre los vene- mencioné antes: las salas estatales y
zolanos, de haber realizado canjes con la salas locales. En Venezuela no hay
muchas revistas y periódicos de todo eso que se llama bibliotecas populares,
el continente americano. De esa colec- a lo mejor lo que nosotros llamamos
ción se consigue de todo y, además, bibliotecas públicas, podría asociarse
tiene la particularidad de que no la con lo que nuestra amiga, María del
tenemos en Caracas, la tenemos en la Carmen Bianchi, llamó las bibliotecas
ciudad de Mérida, que es una ciudad populares. De manera que en estas
universitaria, donde lo más importante bibliotecas públicas, en cada capital
que hay es la Universidad de Mérida, existe lo que se llama la sala estatal
la Universidad de los Andes. Hay tam- donde hay información sobre todo
bién una Biblioteca Pública Central el estado, y en las otras bibliotecas de
y dentro de ésta nosotros tenemos la ese estado, hay información sobre ese
Colección Febres Cordero, que por estado y sobre la localidad.
supuesto los investigadores de cual-
quier parte del país van a Mérida y
trabajan ahí, pero sobre todo está al (*) Director de la Biblioteca Nacional
servicio de la gente de Mérida. de Venezuela.

302
304

La colección de carteles de la
Biblioteca Nacional de Cuba
Por Elíades Acosta Matos (*)

El peculiar origen de la Biblioteca José


Martí, su profundo significado libertario
enancado en el acto de su mismo acto
fundacional durante la ocupación militar
de 1901, constituyen, en el relato de su
director Elíades Acosta Matos, el punto de
partida de este texto que excede la reseña
histórica. Las prioridades en materia de
custodia y preservación del patrimonio, la
fuerte apuesta a la digitalización y la defen-
sa de la ley de depósito legal, van jalonando
un relato impregnado de conceptos clave
en el desarrollo de una política cultural
desde los organismos destinados no sólo
a la preservación sino a una indelegable
función multiplicadora y actualizada del
patrimonio escriturario. El modelo biblio-
tecario cubano expresa, en la palabra de
Elíades Acosta Matos, una experiencia par-
ticularísima de la optimización de recursos
en situaciones adversas, sin resignar los
objetivos centrales que hacen a su esencia.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Me sumo a los agradecimientos por la norteamericana en Cuba que termina


invitación y la excelente acogida que en 1902, no como una concesión,
hemos tenido acá. Muy interesante ha sino como una respuesta al reclamo
resultado el intercambio con nuestros de la intelectualidad patriótica cuba-
colegas y los bibliotecarios argentinos na, que después de treinta años de
que nos han acompañado. lucha por la independencia de Cuba
En el caso especial de Cuba hemos sido volvía del exterior, muchos de ellos
objeto de una invitación, al no perte- con colecciones importantes de libros
necer al Mercosur, y eso es doblemente y reclamaron que el país tuviera insti-
importante, porque por el hecho de tuciones nacionales. Es este momento
estar aislada por un bloqueo que tiene clave se estaba preparando la anexión
50 años, se hace difícil que se conozca a Estado Unidos. Por lo tanto aun-
lo que Cuba hace, que se conozca con que el decreto que crea la norma es
realismo, con objetividad. engañoso porque lo único que hace
En este caso voy a hablar muy objeti- es designar director de la Biblioteca
vamente no solamente de la política Nacional a un señor muy importan-
de digitalización en la Biblioteca José te, un escritor cubano amigo de Martí
Martí, sino sobre todo lo que hemos y periodista, Domingo Figueroa
hecho para preservar de manera inme- Lacaneda, como primer error escogió
diata la mayor colección de carteles bien al director. Segundo error, mejor
cubanos que existe en América Latina. dicho, sutil error,
Estamos hablando de la colección de a este señor se Es una constante preocupación
carteles que suma alrededor de 15.000 le daba un sala- preservar la información ante
ejemplares que la Biblioteca José Martí rio y punto, ni el deterioro de los documentos
ha venido atesorando desde el año local, ni libro, que se custodian y permitir un
1964 cuando se promulgó en Cuba ni empleado, ni mayor acceso a ellos. Por lo
la ley de depósito legal. Si hay algún salario para los tanto, en el año 2000 se creó
escéptico todavía de la importancia de empleados y este una política, o se aprobó en la
la ley de depósito legal y si hay alguno era un salario biblioteca, una política de digi-
que va a luchar por modernizar las simbólico para la talización de sus fondos que
leyes, puede usar de ejemplo el hecho época. No obs- tuvo un momento muy impor-
que, en un país como Cuba, 15.000 tante este señor tante en el año 2002 cuando se
carteles se hayan salvado a partir de la donó libros de su inauguró el laboratorio digital
promulgación y adopción de la Ley de biblioteca parti- de la Biblioteca Nacional (...)
Depósito Legal de 1964. cular que se cal-
Es una ley que tuvo una actualización cula en 3.000 volúmenes y empezó a
en el año 1999 en la que incluía en su estimular que otros hicieran lo mismo
términos los materiales digitales, pero que y en este momento la Biblioteca
ya en 1964 tuvo la visión de establecer Nacional cuenta con alrededor de
que se depositaran ejemplares de carteles, 4.000.000 de volúmenes.
posters o afiches, como quieran llamarlo. Entonces decía que es un caso raro, es
La Biblioteca José Martí fue fundada una biblioteca que se crea en medio de
en 1901, un caso raro porque fue fun- una ocupación extranjera, y que tiende
dada por un ocupante militar extran- como todas las bibliotecas a conservar
jero. En este caso la fundación se y difundir el patrimonio bibliográfico
produjo durante la ocupación militar del país. Es una constante preocupación

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

preservar la información ante el deterio- Por ejemplo, dimos prioridad en una


ro de los documentos que se custodian y primera etapa, a la colección de Raros
permitir un mayor acceso a ellos. Por lo y Valiosos de los cuales se ha digita-
tanto, en el año 2000 se creó una políti- lizado la Planilla general de precios de
ca, o se aprobó en la biblioteca, una polí- medicina desde 1723, que es el primer
tica de digitalización de sus fondos que libro impreso en Cuba del que se con-
tuvo un momento muy importante en serva en la BN un ejemplar y le dimos
el año 2002 cuando se inauguró el labo- por supuesto un trato prioritario.
ratorio digital de la Biblioteca Nacional También a La isla de Cuba Pintoresca,
como producto del donativo de una una especie de álbum de grabado
artista cubano que vive fuera de Cuba sobre la isla de Cuba del siglo XIX y
y cuya donación es de suma impor- en una segunda etapa en la cual esta-
tancia para el país. mos ahora, ya empezamos a digitalizar
(...) la colección de carteles Este artista deci- la colección de periódicos y revistas
empezó a formarse en el año dió que quedara cubanos del siglo XIX, por supuesto
64. Debe tenerse en cuenta que en la Biblioteca seleccionando los títulos que estén
la Revolución Cubana necesitó Nacional y allí en situación más crítica por su estado
mucho de vehículos o palancas decidimos invertir de conservación y dando prioridad a
de transmisión y de moviliza- ese dinero en el ejemplares únicos o de mayor deman-
ción social del pueblo. También laboratorio digital da. Un ejemplo tomado de la prensa
de vehículos de educación del o en la primera que se puede valorar es el periódico El
pueblo, por ese motivo se desa- dotación del labo- mundo de La Habana, hablando de los
rrolló el cine cubano y junto ratorio digital. periódicos encuadernados, éste es un
con el cine se desarrolló el cartel Quiero decir que ejemplo de periódico delicado, lo cual
cubano, no sólo para el cine. cuando hablamos complica muchísimo la labor de digi-
del deterioro de talización o cualquier manipulación,
las colecciones, tengamos en cuenta que si bien es cierto que también se los
Cuba es una isla, pero además situada en preserva para el uso cotidiano.
el Mar Caribe, con unas temperaturas y Otro ejemplo son los grabados de La
humedad elevadas, con una gran proli- isla de Cuba de Federico Miale que
feración de enfermedades y plagas que ayuda a tener una idea de con qué
afectan el papel, también el celuloide, tipo de material estamos trabajando,
inclusive el vidrio. A pesar de ello, no es como un secador de café en las
tenemos climatizada la colección, ya un montañas de Cuba seguramente a
primer gran problema en un edificio con principio de siglo XIX.
una gran capacidad, de 16 pisos, inaugu- En el caso de la colección de carteles
rado en el año 1958, creado para la BN como ya les dije empezó a formarse
pero no con las condiciones óptimas. en el año 64. Debe tenerse en cuenta
Nosotros dentro de la política de selec- que la Revolución Cubana necesitó
ción, al elegir qué digitalizar, tuvimos mucho de vehículos o palancas de
en cuenta estos parámetros, el estado de transmisión y de movilización social
los fondos, priorizando por supuesto la del pueblo. También de vehículos de
colección cubana que es la razón de ser educación del pueblo, por ese moti-
en primera instancia de la BN cubana. vo se desarrolló el cine cubano y
Y el nivel de demanda que tengan los junto con el cine se desarrolló el car-
documentos por los usuarios. tel cubano, no sólo para el cine. Ahí

306
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

por ejemplo en la colección nuestra Aquí hay un estudio sobre esta tarea
tenemos carteles que le enseñaban de preservación de carteles en la BN
al pueblo cómo debía comportarse publicados en el IFLA Journal, o
en los clubes de la burguesía expro- sea la revista de IFLA, el N° 3 del
piados por la Revolución, porque año 2005, llamado Una revolución
eran propiedad del pueblo. Como en la preservación, que trata de la
ejemplo va esta norma: no se podía digitalización de los posters políticos
entrar con los pies llenos de arena en la Biblioteca Nacional de Cuba.
a los baños del sitio o no se podía La autora es Laura Susan War que
ingresar en las piscinas de bañarse. es graduada en la Universidad de
Parece ridículo, pero había muchas Los Ángeles, California, y trabaja en
personas que jamás habían puesto Nueva York. Ella conoció nuestro
un pie en ese ambiente y había que trabajo y le motivó para escribir este
empezar por lo elemental. También artículo que recoge esta experiencia. Y
téngase en cuenta que había un 23% en su artículo ella expone que como
de analfabetismo en Cuba en los pri- rasgos muy peculiares del desarrollo
meros años de la revolución. del cartel peruano que tres institucio-
Esta colección se ha ido formando nes cubanas fueron las que patroci-
en la Biblioteca Nacional, fundamen- naron la mayoría de los carteles que
talmente hasta el año 84 que empie- conservamos y que se producían.
za la gran crisis que es conocida en El Instituto Cubano de Arte e
Cuba como período especial y dejan Industria Cinematográfica (ICAIC)
de crearse carteles y no sólo carteles, que existe, La Editora Política, que
téngase en cuenta que Cuba producía
60.000.000 de libros para una pobla-
ción de 11.000.000 de habitantes en
su mejor momento, antes de la desapa-
rición de la Unión Soviética y en ese
período cayó la producción a 250.000
volúmenes en un año. De 60.000.000
a 250.000, un cuarto de millón, para
que tengan la idea de lo que fue la
contracción, y con ello vino también
la disminución de los horarios de la
televisión de la TV y de la radio, el
número de página de los periódicos,
desaparecieron las revistas y lógicamen-
te el cartel se afectó mucho.
Hay que tener en cuenta que el existe y la OSPAL, (Organización de Elíades Acosta Matos,
por Mariano Lamota
cartel cubano tuvo su momento Solidaridad con los pueblos de Asia,
de prestigio internacional porque África y América Latina) son ins-
logró unir las vanguardias artísticas tituciones que han tenido también
del país que estaban muy actualiza- una gran producción de carteles. Y
das con las técnicas pictóricas más una peculiaridad del cartel cubano
modernas y sintetizaba las corrientes de la época, aparte de la calidad, es
más interesantes, novedosas, etc. la gran cantidad de carteles hechos

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

por mujeres cubanas, mujeres artistas retocar su imagen digital sobre todo
cubanas. Cerca del 15% de todos los para poderlos consultar.
carteles preservados de la Editora Hay un cartel en pedazos, llegó así al
Política se debían a la obra de muje- laboratorio digital, y se restauró pues no
res. Otra peculiaridad es que los se le va a dar a un usuario los pedazos de
autores cubanos firmaban sus carte- cartel para que haga un rompecabezas.
les con sus nombres, lo cual no era Hay otro cartel de una película sovié-
habitual para la producción encar- tica que se llama Ifigenia y Fiodor y
gada por una entidad y era absolu- otra que se llama La alcaldesa, en rea-
tamente herético para la forma de lidad son dos películas que se estrena-
hacer arte en la República Soviética u ron hace muchos años en La Habana,
otra república socialista, ya que éstas es un cartel de promoción y también
no reconocían la autoría individual, se le hizo todo el trabajo de, práctica-
sino que toda obra era considerada mente, reconstrucción.
prácticamente una obra colectiva. Junto con la digitalización de mane-
Lo interesante es que esta colec- ra artesanal, cartel a cartel, con una
ción de carteles la hemos digitalizado persona y una cámara de 5 MP se iba
en dos años aproximadamente y la introduciendo una base de datos que
hemos digitalizado usando apenas permita acompañar la diapositiva
una cámara digital de 5 MP, mucha en tamaño de la imagen del cartel.
disposición, mucha voluntad, un Esa base de datos recogía datos
amor inmenso por el trabajo, cartel como organismos o instituciones
a cartel. No tenemos todavía scanner que auspiciaban el cartel, fecha de
A0 ni A1, que son los scanner de gran edición técnica, dimensiones, año,
formato que permiten trabajar en autor, etc. Eran unas fichas bastante
esto y los resultados han sido como representativas y que permitían ver
una medida emergente ante la situa- no sólo la imagen para los efectos de
ción de perder definitivamente una estudio sino también recibir toda la
buena parte de la colección. información.
Aquí hay un ejemplo de algo que En el sitio web de la Biblioteca
también estamos haciendo. Cuando Nacional de Cuba se puede acce-
intervino una de las compañeras bra- der a la base de datos que tiene los
sileñas en la reunión hablando de los 12.000 carteles digitalizados de la
enfoques de la restauración digital colección de 15.000. La variación de
de imagen, decía con razón que uno cifras se debe a que hay duplicados.
de los enfoques es no tocar, no reto- Yo en estos días aquí busqué cuántos
car, digitalizar sin que intervenga la carteles había de Uruguay, había 14,
mano del hombre, sin que se vea, de Argentina, había 24 y así sucesi-
porque cambia la obra original, los vamente. O sea que no está solamen-
matices, los colores, etc. Eso es cierto, te a disposición de los usuarios cuba-
pero dice el artículo citado del IFLA nos o del que vaya a la Biblioteca
Journal, que refleja la opinión nuestra Nacional sino que está a disposición
también, no es ocioso ante carte- gratuitamente de cualquier persona
les que están prácticamente perdi- que quiera consultarlo.
dos para siempre, retocar la imagen, Hay que entrar en la Biblioteca Digital
porque no es retocar el original, sino de clásicos cubanos y aquí aparecen las

308
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

ofertas en base de datos y por supuesto sen pasado por el fuego, verdad. Esa es
la colección de carteles, y cualquiera la acción del calor sobre el celuloide.
puede ingresar y consultar. Ahí también se probó algo, las que
Otro trabajo se ha hecho de digita- estaban fuera de los protectores libres
lización, no sólo de carteles sino de de cartulina, libres de ácido que hace
mapas, como el de la localidad de San la Biblioteca Nacional se dañaron y las
Nicolás de Bari de 1892. Para esto se que estaban dentro a la misma tempe-
realizó una imagen con una resolución ratura se preservaron. También una
baja, para los estudiosos, para una lección para nosotros fue que parte
orientación del cartel. de la colección no estuviera dentro.
Ayer traté de entrar en la página y ver Enseguida rescatamos las fotografías
la imagen, porque tenía la opción de y tomamos medidas de urgencia, eva-
cliquear sobre la imagen y agrandar- cuamos una oficina y pusimos aire
la, pero ayer me comuniqué con los acondicionado, pero quedaba la duda
técnicos porque no podía acceder y de si esas imágenes se habían perdido
me explicaron que la decisión defi- para siempre, las sometimos al scanner
nitiva fue, después de discutirlo, dar y de esos calcinados carteles que vimos
la opción para agrandar la imagen en el scanner rescata la imagen. Esto
Cuba o sea no tenerla on line, sino sin ser scanners profesionales, estamos
para que los investigadores que vayan hablando de un scanner A3 con un
a la Biblioteca puedan consultarla nivel no muy sofisticado, por lo tanto
porque saben que ahí también puede sí es una herramienta muy impor-
haber problemas de derecho de autor, tante. No se preservó el celuloide, el
de reproducción ilegal, piratería, etc. negativo, pero tenemos las imágenes
De todas formas eso nos ha permitido para un servicio a los usuarios.
tener master de todos los carteles a La propia investigadora norteame-
una buena resolución, archivado fuera ricana reconoce que con muy pocos
de los locales, en los lugares diferentes recursos y poniendo el ejemplo de lo
de la Biblioteca Nacional, previendo que vio allí y de que se puede salvar y
cualquier situación. hacer copias, voy a decir textualmen-
Ahora hay una gran exposición en te como ella lo pone aquí –Copias
Valencia, España, de un asturiano– decentes que permiten dar un servi-
cubano llamado Muñoz Basch, que cio a las personas que lo necesiten–.
era el mejor diseñador de carteles Yo discrepo con el final de su artículo
cubanos, el más famoso, produjo que dice que de cara a los cambios
más de dos mil carteles en su vida. políticos que puede haber en Cuba, la
El curador de la muestra tenía dudas colección se puede dañar, ya que está
sobre algunos carteles y buscamos imaginando un futuro apocalíptico,
y aparecieron 39 carteles que ni la catalítico y terrible. Esto prefiero no
familia de Muñoz Basch tenía regis- comentarlo para no complicar mi
trado y se habían conservado en la presentación, sólo digo que discrepo
Biblioteca Nacional. absolutamente.
Una vez en un muy caluroso verano
en Cuba una colección de negativos
de fotografías, se cocinaron con el (*) Director de la Biblioteca Nacional
calor, se las veían, parecía que hubie- de Cuba.

309
310

Política digital en
bibliotecas nacionales:
el caso chileno
Por Ximena Cruzat Amunátegui (*)

El caso particular de la Biblioteca Nacional


de Chile, en la exposición de su directora,
Ximena Cruzat, hace hincapié en la impor-
tancia de la digitalización para la estructura
de redes culturales y educacionales chilenas.
Este eje que vertebra los conceptos de acceso
democrático al patrimonio y a la memoria,
ofrece diversos aspectos pormenorizados
por Cruzat. A las puertas de su bicentenario,
la Biblioteca Nacional plantea su norte de
un país digitalmente informatizado, subra-
yando líneas básicas de acción apuntadas a:
la igualdad de oportunidades, las libertades
individuales, la calidad de vida, la eficien-
cia y transparencia del sector público, la
competitividad y el controvertido tema de
la identidad cultural de la nación y sus pue-
blos originarios. Esta tarea, articulada en la
práctica a través de las Biblioredes, plantea
en el texto los cursos de acción seguidos en
la experiencia chilena.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Lo que a continuación vamos a expo- mentalmente a los niños entre cuatro


ner, se inserta básicamente dentro de y ocho años y cuyo objetivo es la
lo que anunciábamos en el título, La educación para el patrimonio, por lo
política digital en la Biblioteca Nacio- tanto los contenidos que allí figuran
nal de Chile, e inserta a la biblioteca están en esa línea. El diseño es lúdico,
dentro de la Dirección de Archivos y con mucho colorido, como versión
Museos. Esto cobra particular impor- infantil de de Memoria chilena.
tancia puesto que, de algún modo, ¿Qué queremos para el mañana?
nuestra política digital y el desarrollo Hacia allá apunta el desarrollo de esta
en el cual estamos involucrados, tie- política digital. Recuperar no sólo
nen un directo impacto, no sólo sobre lo que nace digitalmente, no sólo lo
la DIBAM sino el país en su conjunto, digitalizado, sino que también los
debido a la red que tiene la DIBAM y sitios web punto cl (.cl). No estamos
a su servicio con el Ministerio de salud considerando por ahora los punto org
y educación en la red del ministerio. (.org), los punto edu (.edu), los punto
Desde este punto de vista lo que per- com (.com), dentro de los punto cl
sigue fundamentalmente y conden- (.cl). Es interesante que solamente en
sándolo, es el acceso democrático al la DIBAM, Biblioredes ha generado
patrimonio, la memoria y la colección. tres mil sitios web en regiones, gracias
Esta política está sustentada en una a los que recuperamos los contenidos
planificación estratégica. Hoy conta- locales y regionales. Aparte de eso ya
mos con sitios como Memoria chilena, hemos detectado sobre el curso de este
Chile para niños y otros similares como año, que es el primer año en que la
Biblioteca virtual del bicentenario. política digital se
Memoria chilena y Chile para niños está desarrollan- ¿Dónde se inserta la política
es un proyecto iniciado en el año dos do en sus dife- digital de la Biblioteca Nacio-
mil, que a la fecha reúne mil ocho- rentes proyectos, nal? Hay tres derroteros en
cientos libros completos, sesenta mil mil quinientos los cuales podemos seguir esta
artículos, ciento trece periódicos com- punto cl (.cl) en pista: Chile y el Bicentenario,
pletos, ochocientas revistas, nueve mil torno a las cien- la UNESCO y ciertas expe-
imágenes, trescientos cincuenta minu- cias sociales y las riencias ya consolidadas. Es
tos de audio y dieciocho minutos de h u m a n i d a d e s , importante recuperar algunos
video con un total aproximado de más puesto que este cursos de acción.
de un millón de imágenes. La fortaleza es fundamental-
de Memoria Chilena reside en que mente nuestro propósito. Las cien-
junto con la Biblioteca Digital son los cias exactas, las ciencias puras, no
páginas web que digitalizan el conte- las tomamos en cuenta por ahora y
nido. Se ha debatido en varias oportu- pensamos llegar, como más adelante
nidades el tema del contexto, del caos lo explicaremos, dentro de nuestra
que de alguna manera ha significado política digital a políticas de colabora-
Google y justamente nuestro proyecto ción con distintas instituciones como
propone salir de este caos y contribuir las universidades, donde sí la ciencia
al traspaso de la información para la tiene un desarrollo interesante. Todo
difusión del conocimiento. ello con mira al bicentenario.
En el caso particular de Chile para Ahora la Biblioteca Nacional, vin-
niños, es un sitio orientado funda- culada a la política digital, se inserta

311
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

en la perspectiva abierta a la región y la agenda digital, particularmente en


al mundo, y esa es la implicancia de la política de digitalización que estamos
Memorias de World, IFLA e IFLA definiendo. La agenda tiene muy de
PAC, Escudo azul, Abinia y dentro de cerca y considerado ambas cumbres de
Abinia la reunión que nos convoca. la sociedad de la información, el sector
El desarrollo de los proyectos en polí- público y sus implicancias, la identidad
tica digital comenzará en el año 2006 cultural y sus complejidades.
para culminar en el año 2010.
Aquí nos concentraremos básicamen- ¿Cuál es la meta expresada allí? Un
te en tres puntos. Uno de ellos es país digitalmente informatizado para
el entorno, presente y futuro de los el bicentenario. ¿Cuáles son los desa-
proyectos que se agrupan en torno a la fíos que esta agenda plantea para
política digital de la Biblioteca Nacional como entidad
Archivar el mundo digital pasa la biblioteca. DIBAM? Hay algunos puntos en los
a ser una actividad muy impor- ¿Dónde se inserta que nos vamos a detener: el derecho
tante de las bibliotecas nacio- la política digital de autor y el copyright. No son necesa-
nales. Hoy día, todo apunta de la Biblioteca riamente coincidentes y tenemos que
a que progresivamente y tal Nacional? Hay estudiar ambos. El estado del arte legal
vez exponencialmente la crea- tres derroteros en para nosotros pasa a ser algo impor-
ción va a ser digital y nuestra los cuales pode- tante, puesto que no sólo tenemos que
misión es y va a ser preservarla mos seguir esta funcionar dentro de los ámbitos de
y archivarla para ponerla al día pista: Chile y el nuestra frontera sino también consi-
de mañana y hoy mismo, en la Bicentenario, la derando los tratados de libre comercio
medida de lo posible, al servi- UNESCO y cier- que Chile ha firmado con el copyrigth
cio de nuestros usuarios. tas experiencias de distintos países.
ya consolidadas. Archivar el mundo digital pasa a ser
Es importante recuperar algunos cur- una actividad muy importante de las
sos de acción. Uno de ellos es la agenda bibliotecas nacionales. Hoy día, todo
digital que cedió el gobierno de Chile apunta a que progresivamente y tal vez
en 2004, anexado a este sitio el 18 de exponencialmente la creación va a ser
mayo de 2006. Esta es una política digital y nuestra misión es y va a ser
digital que ha tenido ciertas modifica- preservarla y archivarla para ponerla
ciones y ciertos enriquecimientos. Vale al día de mañana y hoy mismo, en la
la pena detenerse brevemente en ello: medida de lo posible, al servicio de
nuestros usuarios.
El objetivo es contribuir al desarrollo de El siguiente punto ¿Quién decide qué
Chile mediante el empleo de las TICS guardar y cómo se hace? A medida
para incrementar la competitividad, la que nos hemos ido adentrando en el
igualdad de oportunidades, las liber- desarrollo de nuestra política digital y
tades individuales, la calidad de vida, en la tercerización de los proyecto, nos
eficiencia y transparencia del sector hemos ido dando cuenta de la comple-
público, enriqueciendo al mismo tiempo jidad de este punto. Tradicionalmente
la identidad cultural de la nación y de dentro de Memoria Chilena habíamos
sus pueblos originarios. Es a partir de escogido puntos de criterio de selec-
allí que vamos a ver en poco tiempo ción, básicamente lo más antiguo, lo
cuáles son los desafíos que nos presenta más deteriorado y lo más demandado.

312
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Sin embargo la tarea se complejiza a la talecer nuestra democracia, nuestra cul-


hora de comenzar a ver esta multitud tura y nuestra identidad en un mundo
infinita de recursos digitales, de los que se globaliza cada vez más. Las res-
cuales solamente a partir de Biblioredes puestas a esa pregunta son diferentes en
tenemos siete mil sitios integrados. un mundo crecientemente global y más
Dentro de Biblioredes, por ejemplo, aún en América Latina.
en el año dos mil seis ha sido pre-
miado el sitio Puerto Cristal. Puerto Hasta aquí tenemos el entorno en el
Cristal es una pequeña localidad que que el gobierno, el Estado chileno,
fue un asiento minero, su población no nos va marcando ciertos derroteros.
supera los mil habitantes y a través de Pero también están los derroteros de la
Biblioredes generaron su sitio web, en el UNESCO, y para ello es básico cono-
cual cuentan su historia. Al proyectar cer la Carta para la preservación del
esa dimensión, es posible darse cuenta patrimonio digital de la UNESCO.
de lo que significa la decisión de qué se Yo aquí estoy citando la versión en
conserva y cómo se lo conserva. español, está disponible en inglés y en
Otro punto de interés es la educación. muchas otras lenguas.
Educación hoy día y educación para Podemos cuestionarnos hacia dónde
nuestros jóvenes, pero también edu- nos dirigimos. Una respuesta básica es
cación para los que están un poquito que vamos hacia el desarrollo de estra-
mayores. Siempre con equidad y bus- tegias digitales gubernamentales, al
cando la democratización.
Con respecto al recurso financiero
ya hemos mencionado lo difícil que
es trabajar sobre este tema, también
sobre los recursos humanos y sus habi-
lidades y la evaluación del seguimien-
to. Este último punto es clave porque,
de alguna manera, la sustentabilidad
se asegura a medida que se van eva-
luando y se van sellando los distintos
proyectos. Estos asertos que mencio-
namos, son tomados de un texto escri-
to por la Comisión del Bicentenario,
que pone en perspectiva los desafíos
con que estamos enfrentándonos:
equilibrio entre contenido, preserva- Ximena Cruzat Amunátegui,
La tarea es saber cómo aproximarnos a ción, acceso, conectividad y confianza por Mariano Lamota

la celebración a través de la reflexión, la recíproca. Este último ítem se refiere


valoración, la crítica en la perspectiva básicamente a que aquello que coloca-
de lo que hemos aprendido en este siglo mos en la red, que tenemos en línea,
veinte. La unidad de Chile es la diver- tiene que ser auténtico y genuino.
sidad de Chile y en esa diversidad se Tenemos que ser lo suficientemente
encuentra su riqueza. serios para tener criterios abiertos,
Por otra parte nos hemos preguntado democráticos y que presenten a nues-
hasta ahora cómo somos capaces de for- tras naciones, nuestra cultura, nuestra

313
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

idiosincracia y nuestra memoria. De dado que en el caso chileno estábamos


esa manera podemos ir captando pro- descartando todos los puntos org (.org),
gresivamente nuevos usuarios, que no punto edu, (.edu) y punto com (.com).
solamente son remotos sino que pasan ¿Que pasaba con los punto cl (.cl)? En
a ser presenciales. Por otra parte debe- Francia teníamos un ejemplo.
mos lograr el fortalecimiento de comu- Nos interesa Dinamarca porque la ley
nidades, de la democracia y la apertura que aprobaron en 1994 incluye con
de nuevas oportunidades, y yendo a detalle, la ley de depósito de periódico
lo más concreto, a la elaboración de electrónico y un conjunto de recursos
estrategias y políticas con un mapa de intelectuales que pasa a ser un ejemplo
la información digital en los accesos, de política digital muy interesante.
que tiene como ya mencionamos, que Norteamérica, particularmente el caso
decidir qué debe y qué no debe digita- de Canadá, es también muy interesan-
lizarse y todo esto concebido como el te ya que unió bibliotecas y archivos y
desarrollo de una arquitectura. Es un tiene un diseño apropiado de recursos
desafío enorme y difícil, puesto que digitales y particularmente dentro de
uno se va encontrando con una diver- ello, los sitios web. Mientras, Australia
sidad de todo orden que dificulta un nos atrajo por el motor de búsque-
desarrrollo parejo da que tiene, que es perfectamente
No es posible pensar una polí- y homogéneo. posible encontrar en el sitio PADI y
tica digital sin tener en cuenta En relación a la el caso de Nueva Zelanda también
el concepto de curaduría digi- experiencia de ges- es muy importante para nosotros,
tal. Curaduría digital es un tión en recursos por cómo han tratado el tema de los
término que se importa desde digitales, tomare- jóvenes y de los niños y cómo han
las artes plásticas, sin embargo mos algunos de hecho procesos integrados entre los
es interesante de considerar estos puntos y los recursos digitales y su sitio web, que
porque abarca todo el flujo desarrollaremos trata fundamentalmente de responder
de generación de contenidos someramente, sin aquí y ahora las demandas del niño.
hasta la disposición y conser- embargo quiero No es posible pensar una política
vación. Los ejes centrales son mencionar por- digital sin tener en cuenta el concep-
el creador, los repositorios y que tomamos to de curaduría digital. Curaduría
las personas que acceden. a Europa como digital es un término que se importa
referencia y tam- desde las artes plásticas, sin embargo
bién a Australia, Estados Unidos, Nueva es interesante de considerar porque
Zelanda, entre otros. En el caso de abarca todo el flujo de generación
Europa básicamente porque en lo que se de contenidos hasta la disposición y
trata de cosecha de sitios web y bibliote- conservación. Los ejes centrales son el
cas digitales hemos seguido y estudiado creador, los repositorios y las personas
bien de cerca la experiencia inglesa, que acceden. La función de la curadu-
particularmente ahora que formaron ría es mantener, pero también agregar
el MLA en Inglaterra. Nos referimos valor en contenido, en contexto, en
a The Museums, Libraries & Archives link, en metadato y en temporalidad.
Council. En el caso puntual de Francia, Es interesante la escalabilidad pero
cuando inicia el ciclo de cosechas de también, tener en cuenta la volatilidad
sitios web, lo inicia con 100 sitios web y de los recursos. Cada cuarenta y ocho
nos pareció particularmente interesante, horas, aparentemente y según la infor-

314
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

maciones más actualizadas a las cuales continuar el desarrollo del liderazgo.


he accedido, cambia un sitio web. Se El fin del proyecto es amplio, consiste
supone que es bastante para tomar en contribuir a la conectividad y al
decisiones si el sitio web esta cambian- desarrollo del fortalecimiento de los
do con esa celeridad y en ocasiones en servicios del Estado, a través del dise-
que los links no llevan a ninguna parte ño de esta política, para permitirnos
por problemas de error. Entonces la un avance cultural, educativo y en
cosecha de sitios web, muchas veces identidad. El propósito es aspirar a
termina por conducir a ninguna parte esclarecer y establecer las directrices
sino se hace con cuidado. de la biblioteca, en relación con las
Creo que es necesario detenerse en la tecnologías de la información, para
coordinación y cooperación. Nada de cumplir con parte de la misión que es
lo que estamos haciendo lo podríamos recuperar, conservar, difundir y poner
llevar adelante, si realmente no lo en valor las colecciones no digitaliza-
hiciéramos en colaboración y en coor- das y las nacidas digitalmente.
dinación. No sólo con las instancias ¿Cuáles son los componentes del pro-
dentro de la Biblioteca Nacional, den- yecto? Básicamente son tres. El prime-
tro de la DIBAN, dentro del minis- ro, el mapa del entorno de contenidos
terio, dentro del Estado, sino que digitales patrimoniales de la biblioteca
también fuera del Estado, puesto que y de la DIBAM y la elaboración de
si queremos no duplicar sino triplicar esta política, la PDD que es la política
recursos tenemos que hacerlo muy digital de la DIBAM. Eso lo estamos
coordinadamente. haciendo en parte del 2006 y parte
Les doy un ejemplo. El primer perió- del 2007, para continuar del 2007 al
dico chileno, que nosotros lo tenemos 2010 con la aplicación y consenso de
digitalizado completamente, también la política digital de contenidos patri-
está digitalizado por otras dos institu- moniales. Para realizar esto estamos
ciones, en el caso nuestro a partir de trabajando fuer-
un original, en el caso de ellos a partir temente primero La Biblioteca (...) está para la
de un facsímil. en la política digi- promoción de la cultura, la
Esa es una de las perspectivas en la tal del interior memoria y la identidad , por el
cual la coordinación y la cooperación de la Biblioteca respeto a la propiedad intelec-
pueden ser muy valiosas. Hay muchas Nacional y luego tual de los creadores cumple
otras, pero por cierto el mundo finan- de la DIBAM, con su función de profundizar
ciero y la factibilidad económica y por último ya y ampliar el acceso y aspira
varían sustancialmente si tenemos esta esperamos que en a dar un mayor acceso a los
coordenada en consideración. el año 2010 esté conocimientos especialmente
¿Cuáles son los desafíos? La política el alineamiento a los sectores más vulnerables
digital requiere de calidad. Apunta a definitivo. de la población (...)
la educación, al desarrollo de la inves- ¿Cuáles son los
tigación y a las posibilidades de la cursos de acción? Básicamente son
creación dentro de ella. El costo es un cinco proyectos. Análisis y tendencia
elemento a tener en cuenta, el estudio– del mercado, los estudios sobre efec-
costo es demasiado importante ya que tividad legal, y las efectividades técni-
trata de construir una comunidad. En cas, financieras y económicas.
el caso nuestro es importante poder En los componentes del entorno qui-

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

siera agregar algo breve que me faltó. importante hacer un estudio legal
El mapa del entorno lo estamos vien- sobre todo por los derechos de autor
do desde dos perspectivas, por una ya que necesitamos ahora aumentar
parte el usuario y por otra parte los la escala de producción. Por lo tanto
contenidos. Desde el punto de vista vamos a tener que hacerlo ampliando
del usuario, nos valemos de los estu- los recursos que nos otorga la ley.
dios de usuarios que está llevando ade- Recapitulando. La Biblioteca desa-
lante la Biblioteca Nacional y también rrolla su labor dentro de los marcos
el WIP (World Internet Proyect) en el legales, está para la promoción de la
cual tengo entendido ya se incorporó cultura, la memoria y la identidad,
Argentina, está Brasil, está Chile, está por el respeto a la propiedad intelec-
hecho por la Universidad de Stanford tual de los creadores cumple con su
y en el fondo es un estudio de com- función de profundizar y ampliar el
portamiento de los usuarios frente acceso y aspira a dar un mayor acce-
a Internet Particularmente nosotros so a los conocimientos especialmente
hemos tomado lo relacionado a los a los sectores más vulnerables de la
contenidos, el cómo funciona el usua- población, si lográramos cumplir este
rio frente a los contenidos. La otra desafio y enfrentarlo, tendríamos una
perspectiva del mapa que estamos Biblioteca Nacional de Chile con una
levantando son los contenidos digi- política digital fuerte que rescate los
talizados, los nacidos digitalmente y contenidos, la creación, que la ponga
dentro de ellos los punto cl. Las al servicio de todos nuestros sitios
actividades son más o menos obvias, web y traduciendo todos los HTML
investigación de las tendencias... el (HyperText Markup Language).
aspecto tecnológico, no legal. Ahí Nuestro objetivo por cierto es el res-
nos hemos encontrado con que la ley cate y difusión de la memoria.
en Chile, la ley de depósitos legales
por ejemplo, está considerada como
parte de la ley de prensa, cosa que nos (*) Directora de la Biblioteca Nacional
genera bastantes dudas. En fin, es muy de Chile.

316
318

El nuevo concepto de
“biblioteca nacional”
Por Alfonso Quintero (*)

La Asociación de Bibliotecas Nacionales de


Iberoamérica, a través de Alfonso Quintero,
pone de manifiesto su visión en perspectiva
del siglo XXI. Y para este análisis propone
ubicarse respectivamente: en el sitio del
usuario en la relación entre bibliotecas
nacionales y otras bibliotecas en calidad
de proveedora de servicios, de información
organizada y de conocimiento. Esta mirada
vincular se despliega entre los diversos acto-
res a quienes se destina prioritariamente la
tarea bibliotecológica e incluso repara en
una mirada introspectiva sobre el funciona-
miento intrínseco al organismo. La marca
de los tiempos, la impronta tecnológica,
es considerada por Quintero desde este
presente y proyectada hacia el futuro inme-
diato como prospectiva que necesariamente
impondrá nuevas respuestas.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Este título tenía la intención de poner- mundo. Cuando digo resto del mundo,
me en la onda del siglo XXI, pero no no necesariamente hacemos referencia
creo que sea el título apropiado. El al resto de las bibliotecas del mundo,
siglo XXI tiene todavía muchos años sino a la información que está, que
por delante y ya nos acerca a la idea de existe en ese mundo infinito de cono-
los retos que puede tener la Biblioteca cimiento gigantesco que es Internet.
Nacional en particular, y las biblio- Y en este segundo objetivo preten-
tecas en general ante el crecimiento demos examinar
exponencial de la información y del cuál es la relación Hay una unidad de medi-
conocimiento en la actualidad. de las bibliote- da, de almacenamiento de la
Hay una unidad de medida, de alma- cas nacionales información, desde el punto
cenamiento de la información, desde con un tipo de de vista técnico que es el hexa-
el punto de vista técnico que es el usuario muy sui byte. Un hexabyte es un uno
hexabyte. Un hexabyte es un uno con generis, que debe- con dieciocho ceros, es la uni-
dieciocho ceros, es la unidad de medi- rían ser las otras dad de medida que se está uti-
da que se está utilizando y se dice que bibliotecas de los lizando y se dice que toda la
toda la información existente desde el países, de nues- información existente desde
momento de la invención de la escri- tros países. Esto el momento de la invención
tura hasta el siglo XX incluido puede obedece a que en de la escritura hasta el siglo
cubrirse en 12 hexabytes. Y el creci- ABINIA, en la XX incluido puede cubrirse
miento de la información en el mundo asamblea general en 12 hexabytes. Y el creci-
digital es tan violento, que esos 12 de La Habana, se miento de la información en
hexabytes se producen cada dos años y propuso un con- el mundo digital es tan vio-
medio en el mundo actual. cepto de biblio- lento, que esos 12 hexabytes
Lo que planteamos es en principio teca nacional que se producen cada dos años y
visualizar a las bibliotecas nacionales no fue sacado medio en el mundo actual.
del siglo XXI desde la perspectiva de de la manga de
las necesidades e intereses de cono- nadie, ni inventado por nosotros, sino
cimiento de sus usuarios. Queremos que fue discutido en la Conferencia
examinar la labor de las bibliotecas y Mundial de Directores de Bibliotecas
de las bibliotecas nacionales viéndolas Nacionales del año 1999 –y aproba-
o colocándonos como usuarios para do– y destacaba ese concepto: hay una
evaluar la condición de servicio que función que es la de preservación y
tienen estas bibliotecas. Yo tengo un acceso a las memorias documentales
producto final que va a la comuni- de los países, pero que también hay
dad y mediante ese producto final se otra función que deberíamos tener
atienden las necesidades e intereses de presente: una función normativa y de
conocimiento de parte de la comuni- asistencia técnica respecto al resto de
dad. Vamos a trabajar con este obje- las bibliotecas de los países. Pero la pri-
tivo y vamos a hacer una exposición mera idea es ver a las bibliotecas nacio-
sobre lo que significa esto como reto nales como proveedoras de servicios,
para las bibliotecas nacionales. y como proveedoras de información
Hay un segundo objetivo que es el de organizada sobre sus respectivos países,
establecer qué tipo de relaciones debe- una alternativa a quienes tengan nece-
rían tener las bibliotecas nacionales, sidad o interés en profundizar sobre el
con las otras bibliotecas y del resto del conocimiento en los mismos.

319
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

Resalto esta función de proveedores mientos requieran de esa información


de información organizada (subrayo por distintos motivos. En la segunda
la palabra organizada). Como ya lo categoría o en la segunda gran fun-
hemos señalado en otra oportunida- ción, es donde vamos a destacar a
des, en este mundo de crecimiento las bibliotecas nacionales como pro-
exponencial de la información, si la motoras del buen funcionamiento y
información que es el insumo deter- desarrollo del resto de las bibliotecas y
minante para la de la complementariedad en la adqui-
(...) en este mundo de creci- creación de sición y el uso disponible de cada una
miento exponencial de la infor- c o n o c i m i e n t o de ellas. Aquí hay dos conceptos: el
mación, si la información que no está organi- primero es (y ya habíamos conversado
es el insumo determinante para zada, no habrá algo sobre este concepto) el de esa
la creación de conocimiento no la posibilidad de promoción del buen funcionamien-
está organizada, no habrá la que la informa- to y lo hemos llamado la Función
posibilidad de que la informa- ción existente sea Normativa, la Función de Asistencia
ción existente sea accesible a los accesible a los Técnica. Creemos las bibliotecas
que están en la función de crear que están en la nacionales en nuestros países deben
nuevos conocimientos. función de crear ser como garantes de alguna manera
nuevos conoci- del buen funcionamiento del resto
mientos. Viendo en particular este de las bibliotecas del mundo. Deben
concepto se trata de proveer de infor- velar porque el resto de las bibliotecas
mación a todos aquellos que dentro de nuestros países funcionen dentro
del territorio de un país, o por fuera de de normas que aseguren que va haber
ese país, tengan interés en profundizar un mínimo de calidad o un buen
sobre lo que es el país y lo que son las nivel de calidad en el funcionamiento
particularidades de ese país. Que sea de las otras bibliotecas, de manera tal
en el contexto en que nosotros fun- que puedan atender adecuadamente
cionamos, en el que estamos llamados a sus usuarios. Que puedan llegar
para tener mayor libertad de acción, según nuestra aspiración a satisfacer
en el que podamos recurrir a una sus necesidades e intereses de cono-
información organizada sobre el país cimiento. Si no existen normas, si las
en las distintas áreas y los distintos normas tienen que ver con el perso-
aspectos de las áreas de conocimiento, nal, la calificación del personal, como
con objeto de poder desenvolvernos quizá la norma fundamental, la norma
con mayor propiedad. que se correspondería con aquello que
Están dentro de estos requerimientos en algunas empresas se llama ahora
de una nación, algunos sectores muy el “criterio básico del éxito” , esto es
particulares que son los investigado- un personal calificado, no cualquier
res, los estudiosos que recurrirán a la tipo de personal debería estar en las
información que tenemos nosotros bibliotecas: cualquier biblioteca, sea
organizada en la bibliotecas nacio- pública o especializada debe ser aten-
nales producida en o sobre nuestros dida por un personal calificado que
países, para alimentarse en la produc- pueda responder a los requerimientos
ción de ese conocimiento. Y habrá de información y tiene que haber
también muchos más que sin aspirar normas también en cuanto a las colec-
a la producción de nuevos conoci- ciones. Esto es determinante. Una

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

biblioteca no puede tener cualquier un medio de llegar a esas casas sino se


colección. Nosotros nos encontramos tenía un automóvil. Tiene que haber
en el inventario que hicimos de las también una ambientación adecua-
bibliotecas publicas en Venezuela en da. En el trópico, como es el caso de
el año 1979 con bibliotecas que se nuestros países, cuando empieza a
diferenciaban del resto de las bibliote- subir el calor, no hay quien esté en un
cas del país porque tenían colecciones espacio cerrado y pueda aprovechar y
de algo así como quince mil volúme- rendir en un trabajo de extracción de
nes y cuando fuimos a examinar la información para formarse, para enri-
colección de dichas bibliotecas, nos quecerse en su saber.
encontramos con que esa colección Hubo en una oportunidad un estu-
no tenía nada que ver con lo que es la dio comparado entre la bibliotecas
colección de una biblioteca pública, públicas de la ciudad de Montreal y
en la que la gobernación o un orga- París y una de las recomendaciones
nismo que dependía de la goberna- finales era: no se aceptan donaciones
ción cada vez que llegaba cualquier de ninguna clase, ni de libros ni de
material, no sabían adónde ubicar- locales. Eso era para asegurarse que
lo y lo mandaban para las bibliote- las colecciones estuvieran publicadas,
cas públicas y ahí se amontonaba. cuando deberían estar publicadas y
Cuando nos encontramos con aquello además corresponderse con lo que
e hicimos el inventario, hicimos ade- son las características y las funciones
más un examen, un diagnóstico de propias de una biblioteca.
la pertinencia de las colecciones. Nos Pero ¿quién debe velar por esto? No
encontramos con que dentro del total hay nadie que vele. Hemos conver-
de los quince mil volúmenes, eran sado con nuestro amigo director de
menos de mil los que tenían que ver la Biblioteca Nacional del Uruguay y
con la función propia de la biblioteca. dice que el personal en general de las
Ahí hay que tener un cuidado por- bibliotecas públicas está constituido
que las bibliotecas deben tener una por quienes ya no tienen ningún ofi-
colección básica, indispensable, que cio que cumplir o una función que
esté bien estructurada, enriquecida y cumplir en la administración pública,
actualizada en la medida de lo posible, entonces: Mándalo para una biblio-
porque las bibliotecas públicas tienen teca pública, es el mandato, o casos
información de carácter general y que como el de las maestras que perdieron
varía mucho el conocimiento que está la voz de tanto dar clase de gritarle
implícito en esa información. Hay que a los muchachos: Mándala para la
tener cuidado con ese tipo de cosas. biblioteca pública. Entonces por eso es
Pero tiene que haber normas con res- importante que haya alguna instancia
pecto a su ubicación edilicia, nosotros en la cual se pueda realizar esa función
nos hemos encontrado con que en de supervisión normativa. Que no se
un momento han donado unas casas confunda esta supervisión normativa
muy bonitas, muy espaciosas para con lo que es una coordinación de su
bibliotecas públicas pero el acceso funcionamiento y lo que es la parte
era algo contraproducente, a algunas administrativa ni nada de eso. Eso
no se podía llegar con facilidad, no debería responder a un concepto que
había ni transporte público ni había se llama y que se expresa como la cen-

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

tralización normativa y la descentrali- concepto NATIS (Nation Information


zación operativa. Ud. puede construir System), los sistemas nacionales de
en la biblioteca pero no de cualquier información y que eso nos lleva a cua-
manera. Porque si Ud. la hace como jar porque no existían las facilidades
a Ud. le de la gana, nosotros vamos a para que pudiesen poner en funciona-
correr el riesgo de que quienes vayan miento un sistema nacional de infor-
ahí no reciban una adecuada atención. mación. Los recursos de información
Tenemos que velar para que a quienes son gigantescos y los recursos para
vayan a cualquier tipo de biblioteca, se adquirir la información muy pocos.
les asegure que van a poder beneficiar- ¿Entonces qué hacer?
se de un buen nivel de información. Tenemos que buscar la forma que
Sentimos que esta esos recursos que son pocos, son insu-
Lo que se busca es que los fon- función norma- ficientes, y que van a seguir siendo
dos no se utilicen de cualquier tiva tendría que insuficientes, puedan ser utilizados
manera. Vamos a ver cómo se ver igualmente de la mejor manera posible. Entonces
hace una utilización racional con las bibliote- habría que buscar alguna forma de
para que no haya duplicidades cas especializa- coordinar con el resto de las bibliote-
en la adquisición de este tipo das. Porque los cas para que no haya duplicidad en la
de materiales. Eso es la com- bibliotecarios de adquisición de materiales que son muy
plementariedad en la adquisi- esas bibliotecas, costosos y que los países no dilapiden
ción por un lado y también en son muy celo- los recursos destinados a la informa-
el uso. Para que cuando Ud. sos de lo que es ción. Entonces ponernos de acuerdo,
tenga acceso a una biblioteca, el servicio, a lo con las bibliotecas especializadas, por
sea pública, especializada o la mejor no nos van ejemplo las especializadas en quími-
propia Biblioteca Nacional, a hacer caso, pero ca, los libros de química, que son
de acuerdo con su necesidad, nos encontramos carísimos, (una colección de química
pueda tener la posibilidad de que hasta pueden puede costar alrededor de los treinta
ir a la información que puede estar más desa- mil dólares), en este momento no la
estar en las otras bibliotecas. rrolladas que las hay y cuando nosotros examinamos
bibliotecas nacio- en el caso de Venezuela a mediados
nales, pero las bibliotecas nacionales de los ochenta nos encontramos con
tienen que también dentro de lo que que había algo así como veinte o vein-
es este tipo de funciones, hacer un ticinco química Lastras en distintas
esfuerzo por estar con las manos lim- universidades y algunas universidades
pias, es decir que estén funcionando hasta con dos o tres química Lastras.
adecuadamente para que puedan ir a Lo que se busca es que los fondos no se
recomendar qué es lo que tiene que utilicen de cualquier manera. Vamos a
hacer el resto de las bibliotecas. ver cómo se hace una utilización racio-
Tenemos también el otro concepto nal para que no haya duplicidades en
que es la complementariedad en la la adquisición de este tipo de materia-
adquisición y el uso de la información les. Eso es la complementariedad en
disponible en cada una de ellas. Esto la adquisición por un lado y también
es un tema de los sistemas nacionales en el uso. Para que cuando Ud. tenga
de información. Aquí hubo hace unos acceso a una biblioteca, sea pública,
cuantos años, quizá en los principios especializada o la propia Biblioteca
o mediados de los años setenta, el Nacional, de acuerdo con su necesi-

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

dad, pueda tener la posibilidad de ir ción inclusive de quienes consultan la


a la información que puede estar en colección histórica y patrimonial de
las otras bibliotecas. Que Ud. pueda las bibliotecas nacionales. Conviene
ir con una necesidad de información conocer de antemano sus necesidades
que es de carácter general a la biblio- e intereses de conocimientos, los mate-
teca pública que es donde satisface su riales de las distintas colecciones debe-
necesidad de conocimiento porque rían adaptarse a los requerimientos de
Ud. no quiere ser un especialista. sus usuarios. Tener la capacidad para
Tomemos el tema Inflación por ejem- remitirlos a las otras bibliotecas del país
plo: este concepto que está en una que era lo que decíamos anteriormente.
enciclopedia o en un libro general de Esto es una idea que discutíamos con
economía, pero si quiere profundizar el director de la Biblioteca Nacional de
en ese concepto tendrá la posibilidad Perú. Él decía que hay que desarrollar
de ir a alguna colección de una biblio- una colección general, especializada en
teca especializada, como la del Banco humanidades, no hay colecciones en
Central y ahí encontrará la informa- general en nuestros países que tengan
ción que necesita. O al revés si Ud. esa especialidad, no solamente con
va a una biblioteca especializada, que materiales producidos en o sobre nues-
tenga la posibilidad de ubicarla en el tros países sino en general. Esta colec-
contexto dada la interdisciplinariedad ción debería complementarse con lo
de los fenómenos o la complejidad de que son nuestras colecciones, nuestra
los fenómenos, si Ud. lo quiere ubicar tendencia y con el carácter humanístico
en el contexto, pueda localizar infor- de las bibliotecas nacionales.
mación general para complementar ¿Tenemos colecciones digitales? En
la información especializada de una la mayor parte no tenemos coleccio-
biblioteca pública. nes digitales, digitalizamos colecciones
Esa es la idea, rescatar los Sistemas existentes para facilitar el acceso, pero
Nacionales de Información a la hora no las colecciones digitales.
de enfrentarnos a lo que son las polí- Contar con una política expresa de
ticas nacionales de información, para enriquecimiento y desarrollo de las
que se pueda incorporar este concepto producciones. Tenemos una política
dentro de lo que es una política nacio- que nos dice cómo vamos a comprar,
nal de información. como vamos a utilizar los recursos, a
¿Qué hacer para satisfacer los requeri- quién debemos contactar. Mantener
mientos de los usuarios en las biblio- colecciones bien conservadas y pre-
tecas nacionales? Hay que identificar servadas, tener un funcionamiento de
quiénes son los usuarios, no se puede sistema sistematizado y actualizado del
decir que no nos importa, vienen los procesamiento de las colecciones, una
usuarios, los atendemos, les pregun- buena infraestructura electrónica.
tamos de dónde vienen, cuáles son Esto no es mío, lo extraje de uno
sus requerimientos, sus expectativas. de los últimos libros de IFLA, el
Y ahí están algunos que pueden servir papel de la información como motor
para aportar ideas, esos investigadores, social cultural económico, un concep-
docentes, autores de tesis, estudiantes to que debe estar en conocimiento del
universitarios, técnicos, funcionarios bibliotecólogo. Tiene que conocer el
públicos, estamos hablando de aten- estudio de las teorías de gestión y los

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

principios básicos de gerencia aplicada mundo, la British Library, tiene un


a la biblioteca de servicios. La organi- servicio de investigación permanente,
zación de la información, un estudio que tiene fondos para investigar lo que
que generalmente hacemos, servicios es el fenómeno de la información.
de información, estudio de diseño y Pero esto no es todo, también debería
suministro de formación y desarrollo haber lo que se llama capacidades gené-
de colecciones, definiciones y aplica- ricas para los bibliotecólogos del siglo
ción de políticas de enriquecimiento XXI, destrezas en la información, es la
de las colecciones, recuperación de habilidad para conocer cuándo se nece-
recursos de informaciones, estudio sita la información y tener capacidad
de teoría y práctica de los servicios para llevar las facilidades del uso de la
de referencias e informaciones, ense- información solicitada. Somos buenos
ñanza de la información como disci- intérpretes de los requerimientos de lo
plina: hay que enseñar dentro de la que llega a nuestros servicios. Trabajo
biblioteca, realizar una gestión de la en equipo, comunicación, la habilidad
información del conocimiento, que es para identificar como con otros senti-
una forma de la gestión general muy mientos, ideas e información, como lo
particular aplicada a las bibliotecas. señalaba una de las participantes en la
Utilizar el sistema de información reunión de hoy –una profesora de his-
para los bibliotecólogos, el estudio toria– que nos decía que se había perdi-
do el sentido humano de las bibliotecas
y que hay que rescatarlo.
Un punto es la gerencia de pro-
yecto, sabemos armar un proyec-
to, sabemos rescatarlo; solución de
problemas, tenemos habilidad para
ubicar problemas, para analizarlos,
para ver cuáles son sus causas y bus-
car vías de solución a los problemas.
Autogerencia es la capacidad de auto
mejorarse. Todos estos son retos.
Aquello sería lo que son los conoci-
mientos básicos, el núcleo más fuerte
del conocimiento. Pero esto se com-
plica en las bibliotecas especializadas.
Alfonso Quintero, por
Mariano Lamota
de información para la gestión de las Se dice que en las bibliotecas hay que
bibliotecas, gestionar los contenidos trabajar en el desarrollo educacional,
de las web, realizar el estudio y el dise- sobre todo en las bibliotecas univer-
ño de la gestión de Internet e Intranet sitarias, tienen que conocer también
y acceso a la información relevante en lo que es la tecnología de la informa-
el mundo de la web. Tenemos a los ción. Hacer pactos, compenetrarse
referencistas avanzados en la búsqueda con quienes trabajan en estas áreas
de información en la web, a objeto de de investigación y consultoría, de la
poder ampliar lo que es el servicio de enseñanza y el aprendizaje que nos
información a nuestros usuarios. complica aún mucho más el tema
Una de las bibliotecas más grandes del Mantener relaciones con otras biblio-

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

tecas del resto del mundo, esto ya lo haber una razón por la que no tienen
explicamos, la capacidad que tenga- recursos: no los saben conseguir. No
mos nosotros no solamente para que- vamos a empezar con no tengo, no me
darnos con los recursos de informa- dan, sino con no consigo, que es distin-
ción existentes en nuestros servicios, to. Y hay que saber manejarse con el
sino ir a otros servicios que comple- presupuesto, para mí eso es determi-
menten en materia de información nante. Muchos cuando están al frente
lo que nosotros no vamos a tener. de la dirección de una biblioteca, dicen
No hay ninguna biblioteca, ni la del que con el presupuesto, con la admi-
Congreso de EE.UU., que tenga toda nistración, no tienen nada que ver. Es
la información que pueda requerir un mentira, esto no es así. Los presupues-
usuario en un momento determinado, tos que tenemos que manejar todos los
y entonces ir también a esa vasta área organismos de administración pública,
de información que es Internet. El implican el saber definir programas y
sistema nacional de información, la definir actividades y definir proyectos
complementariedad, lo que mencio- que correspondan a problemas que
nábamos al principio. nosotros hemos detectado, y dada la
¿Los referencistas nuestros se pueden importancia que nosotros demostre-
conformar solamente con ser referencis- mos en los programas que tengamos
tas de las colecciones? No, tienen que a nivel presupuestario, nos asignarán
empezar a ser referencistas especializados los recursos. Y es determinante saber
en la búsqueda de información en la web, la ocupación de los distintos servicios,
tienen que ser lo que llaman ahora los percepción de los usuarios sobre aten-
information brokers, facilitadores, entre ción prestada o requerimientos. Eso lo
necesidades y recursos, no solamente de vamos a cubrir con la orientación de los
los recursos que tengan disponibles de distintos servicios, del servicio de aten-
forma inmediata en la biblioteca, sino ir ción al público, lo
más allá en busca de nuevos recursos. que es la adquisi- Los proyectos son respues-
Esta presentación es muy general ción de materia- tas a los problemas para que
sobre lo que son nuestros problemas les, conservación, podamos utilizar esa función
que deberíamos cubrir para lograr una servicios técnicos, de proyecto, no proyecto algo
biblioteca nacional ideal. y la percepción que voy sacando de la manga,
Es importante la aplicación de encues- de los usuarios pues entonces se convierte en
tas. Nosotros hicimos una encuesta sobre la atención una proyectitis. Tienen que
para actualizar una información que prestada sobre los ser proyectos que respondan
teníamos de hace mucho tiempo, sobre requerimientos, es a problemas, por eso hay que
cuál es la situación de las distintas para una encuesta analizar los problemas.
bibliotecas nacionales en Iberoamérica, adicional a todo
que cubre varios aspectos. Cubre lo que esto. Para saber cómo nos percibimos,
es la naturaleza jurídica, y es importan- ese paradigma de la percepción, que es
te conocer esto. Conocer también la tan engañoso, cómo percibo yo mismo,
asignación presupuestaria. Aquí cuan- cómo me percibo desde otro lado y
do uno habla con cualquier director, cómo realmente somos.
con cualquier personal de las biblio- Lo que buscamos es tener un conoci-
tecas nacionales, el problema es: la miento sobre el estado en el que esta-
carencia de recursos. Pero tiene que mos para poder desarrollar estrategias,

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

para solucionar problemas y buscar la técnicas de detección, análisis y solu-


cooperación sobre bases más ciertas. ción de problemas. No decir, este es
Las unidades sustantivas en las biblio- un problema, ¡¡¡qué problema!!! No,
tecas comprenden desde el proceso los problemas se manifiestan de una
del ingreso de los materiales, el proce- manera determinada y es solamente
samiento técnico de los materiales, de un aspecto del problema el cómo se
la conservación de los materiales, y la manifiesta, tenemos que tener la capa-
prestación de servicios con esos mate- cidad para determinar que ese proble-
riales. Esto es lo sustantivo, el apoyo ma está dañando el funcionamiento
son las unidades administrativas, las de la biblioteca, está interfiriendo en
unidades de planificación, las unida- lo que es el buen funcionamiento, la
des de personal, que van a economi- fluidez de las cosas que se hacen en la
zarnos a nosotros el tiempo y dedi- biblioteca y buscar las causas y partir
cación para que podamos rendir más de ellas poder solucionar cuáles son
en lo sustantivo y son auxiliares de lo las causales sustantivas. Y partiendo de
nuestro, porque muy a menudo nos allí, armar proyectos.
encontramos, con que, como el sector Los proyectos son respuestas a los
de Administración es el que maneja problemas para que podamos utilizar
los recursos hemos construido una esa función de proyecto, no proyecto
dependencia con Administración, por- algo que voy sacando de la manga,
que Administración dice no hay. Pero pues entonces se convierte en una pro-
si yo tengo y manejo mi presupuesto, yectitis. Tienen que ser proyectos que
sé lo que tengo y Administración lo respondan a problemas, por eso hay
que hace es empujar papeles. que analizar los problemas.
A nivel de los directores y responsables A corto plazo promover el ADN como
de las principales unidades, se debe servicio que contribuye directamente
saber cómo se distribuye el presupues- e indirectamente por intermedio del
to en los distintos programas, en cada resto de las bibliotecas al desarro-
uno de ellos, precisar sus objetivos, los llo nacional mediante la producción
proyectos que hay en los programas, las de información desarrollada, insumo
actividades recurrentes que hay en los indispensable para la producción de
programas. Nosotros no nos ocupamos información de nuevos conocimien-
de eso, porque eso es ajeno a nuestro tos. Ese es un reto determinante,
trabajo de directores. Pero tenemos que podamos demostrar que somos
que conocerlo, porque sino no vamos importantes, que servimos, que con-
a poder defender la obtención de los tribuimos al desarrollo.
recursos, ni tampoco vamos a poder Tenemos que estar preparados para
defender lo que son los resultados que que los niveles de toma de decisiones
se corresponden con lo que nos han puedan aprobar las propuestas nues-
dado a nosotros y que hayan quedado tras, pero bien llevadas, bien funda-
plasmado en términos de proyectos y mentadas e inclusive tener la capaci-
actividades recurrentes. dad de dramatizar las situaciones que
A corto plazo al interior de cada requieren atención.
biblioteca nacional, a nivel de los
directores y responsables, el objetivo
debe ser iniciar instrucciones sobre (*) Secretario Ejecutivo de ABINIA.

326
328

La Comisión Nacional Protectora de


Bibliotecas Populares en Argentina
Por María del Carmen Bianchi (*)

Una semblanza histórica que llega hasta


los temas de actualidad delinea María
del Carmen Bianchi, presidenta de la
CONABIP, en la siguiente exposición. El
periplo histórico que se inicia en siglo XIX
con la iniciativa de Sarmiento, sirve de guía
para establecer el profundo enraizamiento
de las bibliotecas populares con las orga-
nizaciones sociales del pueblo y de qué
modo simétrico padecieron la represión
dictatorial. Destacando la función trans-
misora horizontal, los diversos abordajes
para aproximar el libro a sus destinatarios,
Bianchi establece la importancia política de
la CONABIP en el entramado de organis-
mos culturales, los puentes que establece
hacia adentro y hacia afuera del país forta-
leciendo las iniciativas sociales, la creativi-
dad y la imaginación en el establecimiento
de un proyecto común.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Espero no ser el león sordo del con- Protectora de Bibliotecas Populares


cierto, porque seguramente ustedes (CONABIP) que estoy presidiendo
han trabajado en estos dos días de una desde hace tres años.
manera dinámica, han hecho lazos y Es un organismo de la Secretaría de
conocimiento, y yo llego, aterrizo, y Cultura de la Nación, que a su vez
vengo a contar qué es la CONABIP depende directamente de la Presidencia
y qué son las Bibliotecas Populares. de la Nación. Tiene la particularidad
Además de agradecer la invitación, de ser un organismo estatal que se
saludo los objetivos del encuentro. creó en el siglo XIX pero con una
Hace un rato me encontré con Elíades visión del siglo
en un ascensor; nos vimos hace un XXI, porque su (...) la Comisión Nacional
poco más de dos años, cuando yo razón de ser es el Protectora de Bibliotecas
recién empezaba a ser funcionaria, acompañamiento Populares (CONABIP) (...)
cuando este gobierno recién empe- a las organizacio- tiene la particularidad de ser un
zaba a caminar, como muchas cosas nes sociales, en organismo estatal que se creó en
que recién empezaban a caminar en aquel momento el siglo XIX pero con una visión
América Latina. Yo le decía que me llamadas orga- del siglo XXI, porque su razón
parecía que había unos vientos lati- nizaciones libres de ser es el acompañamiento a
noamericanos de cambio y él me del pueblo, las organizaciones sociales, en
decía: Esto recién empieza. Le creo. d e n o m i n a c i ó n aquel momento llamadas orga-
Creo que este tipo de encuentros es que le queda un nizaciones libres del pueblo,
muy importante para conocernos, para poco mejor a lo denominación que le queda un
intercambiar, y además porque estoy que las bibliote- poco mejor a lo que las bibliote-
absolutamente convencida de que en cas populares son cas populares son realmente.
este mundo globalizado América Lati- realmente. Éstas
na será América Latina o no será nada. se ocupan de la promoción de la lec-
Ninguno de nuestros países tiene via- tura, la cultura y el acceso de la ciuda-
bilidad en el concierto internacional, danía a la información.
nosotros seremos en la medida en que En el año 2006, por primera vez en
seamos América Latina. la historia de su existencia formal, la
Creo que no es el momento de las CONABIP entró en el Presupuesto
grandes epopeyas bolivarianas –como Nacional. Hasta ese año, el funciona-
aquellas de Bolívar, no como las miento de la CONABIP estaba financia-
actuales de Venezuela– ni tampoco es do por la recaudación de premios de la
tiempo de grandes discursos. Sí es el Lotería Nacional. Esta decisión de entrar
momento de estos acercamientos en en el Presupuesto Nacional no depende
el plano de lo cultural, el tiempo de del azar sino que es parte de una decisión
estas propuestas que se han puesto en del gobierno según la cual la lectura, la
funcionamiento en estos últimos años, institucionalización de la lectura y del
que no son de ningún partido político acceso a la igualdad a través de la biblio-
en especial, sino que existen gracias al teca, sean en este momento una política
hartazgo de los pueblos que finalmen- gubernamental y una política de Estado.
te tratan de encontrar una manera Este aporte del tesoro nacional, es un
distinta de hallar su camino. aporte igual al que la CONABIP venía
Brevemente voy a intentar comen- recaudando, por lo cual se duplicó su
tarles qué es la Comisión Nacional presupuesto. Y esperamos que para el

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

2008 el presupuesto de la CONABIP ley de creación de la Comisión Nacional


triplique al que tenía en el 2003. Protectora, se da la particularidad de la
Digo estas cosas porque, como decía institucionalización del país, en el marco
Hebe, muchas cosas pasan por azar en de un proceso que podríamos llamar –de
la Argentina y en América Latina –en manera muy genérica– de refundación
algunos lugares más que en otros–, y simbólica de la Argentina. Y se trataba de
es un signo de este período el hecho una refundación simbólica que dejaba
de que haya una decisión de no seguir de lado, sofocaba o no contemplaba en
dependiendo del azar y de dar un sos- su institucionalidad a la divergencia de
tenido apoyo a este y otros sistemas de los pueblos originarios, de los gauchos
promoción de la lectura. de la migración anarquista. Es decir,
Estas decisiones en materia presupues- había una serie de actores no tenidos en
taria y organizativa se acompañan con cuenta en esta institucionalización y en
la decisión de la Secretaría de Cultura este marco en el que se pensaba en una
de dar los pasos iniciales para la con- cultura basada fundamentalmente en la
formación de un Sistema Nacional de escuela y en el libro.
Bibliotecas. Hemos estado trabajando En este contexto es que nace la idea
con Horacio (González), y con la par- de la Biblioteca Popular. Domingo
ticipación de otros organismos, se está Faustino Sarmiento impulsa una idea
discutiendo y fomentando una política de la Comisión Nacional Protectora y
del libro, de las lecturas y de las biblio- de Bibliotecas Populares que se enmar-
ca en el “dispositivo civilizador” –para
llamarlo de alguna manera– que era la
propuesta para el país. En dicho pro-
yecto civilizador, la biblioteca viene a
ser la instancia de inclusión educativa
para aquellos que no iban a participar
del dispositivo escolar en ciernes.
La esencia de la creación de la Comisión
Nacional era el intercambio de libros
y el apoyo a la compra y distribución
de libros traídos de Europa.
En 1896 ya existían en el país doscien-
tas bibliotecas populares. Su público,
sin embargo, era fundamentalmente
proveniente de la migración europea,
María del Carmen Bianchi, tecas. Esto, me parece, es también una con rasgos socioculturales diversos e
por Mariano Lamota
herramienta que nos debemos. inmersos en una realidad que los inci-
Brevemente les voy a presentar el con- taba a la discusión.
texto en el que se desarrollaron las Se da en este primer período de la
bibliotecas populares, porque me parece conformación de las bibliotecas una
que para los otros países que participan tensión importante entre las biblio-
en este encuentro, este puede ser un dato tecas obreras, que eran la iniciativa
muy interesante. En el último cuarto del anarquista y socialista de formación
siglo XIX, que es cuando se funda la de los obreros e información de los
primera biblioteca popular y se dicta la ciudadanos, y aquel otro modelo de

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

biblioteca que de algún modo preten- en localidades pequeñas, en villas


día institucionalizar estas iniciativas. miserias, en monoblocks, en barrios
Las bibliotecas sufrieron todas las vicisi- populares, en las ciudades importan-
tudes políticas que sufrió el país. Según tes del interior –que son monumen-
los gobiernos de turno se incentivó su tales, tienen 90.000 libros.
creación, se promovió su desarrollo o se De todos modos, la característica común
consolidaron sus posibilidades. Y en los a todas es que son espacios de amplias
últimos 30 años las bibliotecas sufrieron posibilidades, que
los mismos avatares que la sociedad, ya han sido aprove-
Estamos ante la existencia de
que las bibliotecas son sociedades de lec- chados a lo largo
un movimiento social de carác-
tores, es decir, son organizaciones socia- de sus vidas, que
ter nacional, único en cuan-
les autónomas, libres e independientes, han intercam-
to a su volumen. Contamos
que definen su política, su sistema de biado con otras
con alrededor de veintisiete
atención, que abren todo un campo a entidades locales
mil voluntarios dedicados a
quienes no tienen la oportunidad, y que como los centros
la promoción de la lectura. Y
llevan adelante programación cultural e vecinales o clu-
la promoción de la lectura en
información a la ciudadanía. bes, y que en ellas
este caso no es un mero dis-
Por todo esto, la esencia de las biblio- y desde ellas se ha
curso, como cuando a veces se
tecas es enemiga de las dictaduras. El dado continuidad
diseñan políticas desde algún
llamado Proceso, abierto en 1976, a una cantidad de
lugar –iluminado. Se trata de
declaró enemigo al libro y a las biblio- actividades que de
la recuperación de las expe-
tecas populares en tanto que éstas eran otro modo hubie-
riencias concretas, históricas,
su hábitat, convirtiéndolas también en ran desaparecido
que cada una de estas bibliote-
sujetos de sospecha. Y no sólo porque en la Argentina.
cas tiene y ha tenido (...)
tenían libros: tenemos el caso de la Estamos ante la
Biblioteca Constancio Vigil, de Rosario, existencia de un movimiento social de
a la que destruyeron totalmente, le qui- carácter nacional, único en cuanto a su
taron todas sus pertenencias, la mutual, volumen. Contamos con alrededor de
las escuelas y todas las iniciativas sociales veintisiete mil voluntarios dedicados a
que había desarrollado, encarcelando la promoción de la lectura. Y la promo-
a toda su dirigencia: todavía hoy hay ción de la lectura en este caso no es un
desaparecidos de esa comisión. mero discurso, como cuando a veces
Muchas otras bibliotecas sufrieron se diseñan políticas desde algún lugar
diversas vicisitudes porque son depo- –iluminado. Se trata de la recuperación
sitarias del libro pero sobre todo por- de las experiencias concretas, históricas,
que son depositarias y promotoras de que cada una de estas bibliotecas tiene y
muchas de las iniciativas que tienen ha tenido y que ha logrado mantenerlas
que ver con las cuestiones sociales de la a pesar de todas estas vicisitudes, y que
vida en el barrio y en las localidades. se recuperan en diversos planes y pro-
Hoy hay alrededor de cuatro mil biblio- puestas de lectura.
tecas populares en el país. Y cerca de dos Este alto porcentaje de voluntarios,
mil adheridas a la red de CONABIP. que son los que diariamente mueven
El universo de las Bibliotecas la rueda de las bibliotecas populares,
Populares es como el de la sociedad significaría, en términos monetarios,
civil; tienen la pluralidad que tienen una cantidad anual de 84 millones de
las sociedades civiles: las hay rurales, dólares producidos en actividades cul-

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N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

turales. Contamos con cinco mil seis- abriendo cada día la puerta, intentan-
cientos trabajadores contratados por do abrir oportunidades para los que de
las bibliotecas populares, dos millones otro modo no tienen ninguna.
de usuarios, unos treinta millones de La política del gobierno nacional expre-
libros, y seiscientos cuarenta mil socios sada a través de la CONABIP ha sido,
que aportan cerca de dos millones de en primer lugar, reconocer la existencia
dólares al año para sostener estas bi- de este movimiento, reconocer la poten-
bliotecas. Estas son cifras que provie- cialidad que implica como espacio físico
nen del censo que nosotros hacemos y social para el momento histórico que
en las bibliotecas, y que nos han ser- nos toca atravesar y, por supuesto, san-
vido mucho a la cionar los usos indebidos de los fondos
El conjunto fecundo y hete- hora de triplicar públicos y regularizar las cuentas.
rogéneo de servicios que ofre- el presupuesto: Es impensable democratizar la so-
cen las bibliotecas populares realmente no hay ciedad, ampliar los horizontes de la
a la comunidad, las convierte funcionario que ciudadanía, construir un proyecto
en un núcleo de pertenencia aguante el valor nacional si no reconocemos el valor
y convocatoria comunitaria de estas cifras. de la existencia de este movimiento y
que es muy difícil encon- Nos hemos pro- de esta actividad.
trar en otros espacios y que puesto como Nosotros hemos tratado de mejorar esta
es muy difícil encontrar con meta de gestión, gestión; planteamos, a finales del 2003,
continuidad en el tiempo. desde el primer un plan estratégico para llevar adelante
día, –y creo que entre el 2004-2007. La idea central era
hemos avanzado mucho– que tomara la de hacer conocer este movimiento y
visibilidad pública la dimensión nacio- que éste se reconozca como movimien-
nal, federal y colectiva de este movi- to social de carácter nacional, y que re-
miento social. Creemos que es un mo- conozca también el valor y la potencia-
vimiento social único en la Argentina, lidad que encierra; se trataba también
ya que no existe una potencialidad de mejorar la gestión de la CONABIP
como ésta así organizada. y formular planes y programas acordes
Venimos de la ausencia de una política a las necesidades de los usuarios.
cultural que no sea la de la circulación Debemos reconocer el valor de la tarea
de los bienes suntuarios de la cultura voluntaria, el valor de lo que se produce,
y de la idea de permitir que los pobres pero desde el Estado, la impronta para la
y los sectores medios y medios bajos relación entre estos sectores sociales orga-
se acerquen a estas producciones sun- nizados y los bienes públicos es la pregunta
tuosas. Por esto, creemos que tienen por cuál es el servicio que les vamos a pres-
un gran valor las bibliotecas popula- tar a los usuarios, porque de eso se trata.
res, ya parte del patrimonio cultural de Durante los año 2005 y 2006, hemos
la Argentina: son como un cuadro de asignado subvenciones y subsidios por
Berni, como tantas otras cosas a las que diez millones de dólares para restaurar
amamos, cuidamos y preservamos; son o armar los edificios de las bibliotecas.
como un edificio histórico: memoria vi- El Estado nacional, por intermedio de
viente durante 136 años de todos aque- la CONABIP, distribuyó 4.500.000
llos que nos precedieron, y van a estar, dólares. De esa suma, 2.200.000 dó-
claro, cuando nosotros no estemos en lares fueron subsidios y transferencias
esta función y en este lugar. Seguirán directas para la gestión de las bibliote-

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

cas y 2.300.000 para la compra y dis- niños y jóvenes, el trabajo con videos y
tribución de libros. la realización de conciertos de música.
El conjunto fecundo y heterogéneo Hemos apoyado mediante la compra
de servicios que ofrecen las biblio- de cancioneros, música, guiones y obras
tecas populares a la comunidad, las teatrales, pensando que la lectura no es
convierte en un núcleo de pertenen- solamente encontrarse con un libro la
cia y convocatoria comunitaria que primera vez sino que incluye también
es muy difícil encontrar en otros es- recuperar las experiencias de los lecto-
pacios y que es muy difícil encontrar res y sus potenciales usuarios y ponerlas
con continuidad en el tiempo. en movimiento –tarea que, creemos, le
La gama de los servicios es diversa, el corresponde a las bibliotecas.
aporte a la cultura es fecundo y mul- Se trataba de un plan de lectura que prio-
tiplicador porque son un soporte im- rizaba a niños y jóvenes, y que constaba
portantísimo de la inclusión social. de lecturas no tradicionales y en sectores
Creemos que una de las tareas más im- no tradicionales. Se realizó un programa
portantes que llevan adelante las bibliote- en las unidades penitenciarias de todo el
cas populares es la transmisión horizon- país donde participaron 1.600 detenidos
tal del placer de la lectura y la posibilidad –siempre a través de las bibliotecas po-
de realizar un seguimiento a los muchos pulares, no de la CONABIP.
que por primera vez se acercan a una bi- Por otro lado, se puso en marcha el
blioteca: la biblioteca los va a buscar a Plan Nacional de Capacitación en las
sus casas a través de los bibliomóviles, los bibliotecas populares, que tiene como
changuitos, las mulas, las lanchas y todas los puntos más importantes las si-
los medios que utilizan para llevar ade- guientes cuestiones:
lante la experiencia de abrir el mundo La capacitación a la dirigencia social,
complejo que es una biblioteca. cuya edad promedio es de 50 años –en
En aquellos lugares donde no hay biblio- algunos lugares mayor. Por supuesto,
tecas, ellos se ocupan de hacer circular no sabían manejar computadoras, no
la lectura por otros y diversos medios, tienen vocación de alianza social con
y nosotros hemos apoyado con progra- otras organizaciones y además en el
mas, actividades y financiamiento esas plan de capacitación se incluyen a las
iniciativas, ya que se trata del desarrollo organizaciones de jóvenes que se dedi-
de políticas, programas y actividades que can a otras cosas para acercarlos a las
comiencen a encontrar en el desarrollo bibliotecas populares. También se les
de las bibliotecas populares un sentido da capacitación en alfabetización infor-
colectivo como país y un sentido colecti- mática, en el manejo de sistema de ges-
vo como movimiento social. tión informatizado y en programación
Hemos hecho especial hincapié en el entre otros. Y finalmente el programa
plan nacional de lectura en las biblio- de información ciudadana que tendió
tecas populares, un plan de recupera- a recuperar una de la cosas que las bi-
ción de la promoción de la lectura. El bliotecas populares en sus diversas crisis
plan incluía la organización de los pre- habían ido perdiendo, la idea de que la
mios Graciela Cabal, con los cuales las biblioteca es un espacio de servicio y de
bibliotecas sistematizaban su experien- crecimiento del ciudadano.
cia, y el armado de una serie de pro- La base de información ciudadana tiene
puestas que priorizaban el trabajo con registrada una serie de preguntas a través

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de necesidades tales como ¿qué hago si imaginación y de esos deseos y una puesta
mi hijo cae preso? ¿qué hago si a mi hijo al servicio de los otros. Es materia viva de
lo echan del trabajo? ¿qué hago si mi ma- transformación social, que en estos mo-
rido o mi mujer me golpea? Y remite a vimientos sociales, en el de las bibliotecas
la normativa nacional, a cuáles son los populares y tantos otros, está la materia
organismos nacionales encargados de ac- real de esta aspiración que nosotros po-
tuar, ya sea en la acción o en la omisión, demos tener como país y como sociedad.
y a cuáles son todos los mecanismos dis- Atraviesan enormes dificultades de toda
ponibles para los ciudadanos. Participan clase, nosotros como Estado atravesamos
más de 700 bibliotecas en todo el país y y seguimos atravesando, enormes dificul-
de esas 700, 500 ya están trabajando en tades para estar a la altura de las circuns-
la base de recursos provincial y munici- tancias. Las bibliotecas compiten cada día
pal, con lo cual nosotros pensamos que a con las tecnologías y con un montón de
mitad de 2007, vamos a tener un banco cosas que ya sabemos compiten con la
de recursos nacional, para lo que sería lectura y con el hecho de tener usuarios
satisfacción y cumplimiento de derechos o no, pero yo creo que competimos, que
y no solamente información de carácter compiten cada día con la falta de solida-
legal y comunitaria. ridad, con la falta de pensar y pensarse en
En estos 136 años, como veíamos, se un proyecto común y que en ese sentido,
modificó y se extendió la definición de ese espíritu que late en la mayoría de las
ciudadano, se incorporaron nuevas tec- bibliotecas, está la solidaridad y esta ilu-
nologías que posibilitaron el acceso a sión de pensarse colectivas es una materia
más y mayores oportunidades y también importante para cualquier proyecto de
hubo más empobrecimiento material y país y también para cualquier proyecto
subjetivo de la población en la Argentina. latinoamericano.
A medida que en algunos sectores alcan- Hay una agenda pública distinta, como
zamos grados de desarrollo en algunos decíamos al principio, en la Argentina
sentidos, en otros nos empobrecimos. No y también en América Latina. Yo estoy
solamente tenemos pobres materiales, en encantada de estar acá y de compartir
Argentina tenemos cantidades infinitas esto con Uds. porque hay un empeño
de chicos que no subjetivan, que no se solidario y común. Mucho antes de que
pueden representar en el mundo, que no nosotros nos juntemos, las bibliotecas
pueden representar su propia realidad y del Noroeste se juntaron con las de Bra-
que por lo tanto no pueden cambiarla. sil y con las de Uruguay y las del Oeste se
La biblioteca popular desarrolla una labor juntaron con las de Chile y fueron a al-
que a solas funda su existencia y justifica guna parte contando su experiencia, y yo
cualquier error que puedan cometer. estoy convencida de que las bibliotecas
La CONABIP sigue sosteniendo el im- populares son un vehículo para acrecen-
portante papel de la lectura como un tar la horizontalidad entre los pueblos y
elemento de inclusión social y de cons- por supuesto nosotros como CONABIP
trucción de ciudadanía. Porque la Argen- vamos a estar acompañando.
tina que estamos tratando de construir,
requiere de este fortalecimiento de las
iniciativas sociales y la verdad es que las (*) Presidenta de la Comisión Nacional
bibliotecas sociales son pura creatividad, Protectora de Bibliotecas Populares
deseos, imaginación y organización de esa (CONABIP)

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336

La prensa periódica y la formación


de la sociedad argentina en la
primera mitad del siglo XIX
Por Daniel Campione (*)

La prensa jugó un particular papel a lo


largo de la primera mitad del siglo XIX.
El periodismo, imbuido de una fe casi ili-
mitada en su capacidad para incidir sobre
transformaciones sociales y políticas, atra-
vesará una etapa surcada por guerras civi-
les y proscripciones, librando polémicas a
menudo feroces. Jacobinos y moderados,
liberales y clericales, federales y unitarios,
rosistas y antirrosistas, tendrán allí un
lugar de choque simbólico, que a menudo
acompañó o suplió a los combates reales.
La ardua formación de la sociedad y el
Estado en Argentina no puede compren-
derse cabalmente sin la lectura atenta de
los cruces de ideas que cursaron por la
prensa periódica, debates que en su viru-
lencia destilaban un horizonte de país.
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II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Tratar acerca de la prensa periódica en otros fuertes en su aparato de control


lo que llegaría a ser la República Argen- social, pero aquejados de dudosa legiti-
tina, en la primera mitad del siglo XIX midad, como en el período signado por
es hablar al mismo tiempo del proceso la figura de Juan Manuel de Rosas.
de formación de una sociedad nacional Ello en un mundo intelectual donde a
sobre la base de la ruptura con el viejo la prensa se le asignaba un rol fundacio-
orden colonial, y la correlativa organi- nal, de conduc-
zación política de la misma. Y más en ción del proceso En lo que va a ser Argentina,
particular, del nacimiento y desarrollo civilizatorio (la la que nace como una prensa
primigenio del quehacer de debate pú- ilustración de los más o menos oficial, termina
blico y difusión de ideas en el Río de pueblos, en el len- por abarcar a las más duras
la Plata, que coincide en nuestro caso guaje de la época). oposiciones, que se ejercitan
con la época de la Independencia. La confianza en el en impugnar a poderes políti-
Investigaciones realizadas en los últi- poder no sólo cul- cos vacilantes, o a otros fuer-
mos años han tendido a desvirtuar la tural sino directa- tes en su aparato de control
idea de una nación argentina preexis- mente político de social, pero aquejados de du-
tente al proceso emancipatorio.1 En la práctica perio- dosa legitimidad, como en el
el plano mundial, historiadores como dística era fortí- período signado por la figura
Eric Hobsbawn y Benedict Anderson sima, casi ilimi- de Juan Manuel de Rosas.
llamaron la atención sobre el papel de- tada.3 Lo mismo
cisivo que, con harta frecuencia, los po- sobre las consecuencias de su ausencia
deres estatales ya existentes han tenido o deficiencia, erigida en causa del atraso
en la implantación efectiva de una co- o la carencia de la ilustración:
munidad nacional y de los sentimientos
patrióticos que se supone le correspon- “No ha sido la distancia a que está colo-
den, y el último asignó particular im- cada la América del centro de los cono-
portancia al desarrollo de la prensa. cimientos, la que ha retardado su ilus-
Si nos remitimos al ámbito hispanoame- tración, tanto como la falta de buenos
ricano, lo que encontramos más bien es periódicos que pusiesen al alcance de sus
la laboriosa gestación de poderes políti- habitantes todo lo que las Naciones de
cos que tardarán décadas en traducirse Europa discurrían en las artes y ciencias
en un Estado nacional mínimamente y perfeccionaban con su industria. A esta
consolidado. Dichos procesos tendrán falta también se puede atribuir el estado
en el periodismo un ámbito privile- torpe en que se hallaba la España a prin-
giado de construcción de legitimidad, cipios de este siglo, y casi se puede decir,
en paralelo a la creación de una esfera ha sido el origen de todos sus males.” 4
de opinión pública, de la que también
brotan voces de impugnación.2 Durante cincuenta años después de
En una época de conflictos, secesiones 1810 no existió aquí un Estado nacio-
y guerras civiles, la prensa impulsará o nal consolidado, ni las bases materiales
acompañará todas estas rupturas. En e institucionales para la existencia de
lo que va a ser Argentina, la que nace una nación. Sí se discutió, en cambio,
como una prensa más o menos oficial, su fundación, de qué modo organizarla
termina por abarcar a las más duras y gobernarla. De este lapso y sus debates
oposiciones, que se ejercitan en impug- elegimos destacar algunos momentos:
nar a poderes políticos vacilantes, o a a) El de la revolución y las discusiones

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sobre la configuración del orden social y que no es una prensa independentis-


político futuro; que tiene en la naciente ta, mas aún, se hallan en ella exclui-
prensa de Buenos Aires un ámbito pri- dos los temas políticos. Se practica sin
vilegiado; b) El de la emergencia de un embargo un periodismo “ilustrado”,
bando contrario a la Ilustración, y el centrado en cuestiones económicas,
combate contra éste de los liberales que con influencia de los fisiócratas y más
estaban a la cabeza del Estado (entonces cercanamente de los representantes de
sólo de alcance bonaerense) empeñados la Ilustración en España, preocupados
en emprender por la racionalización agrícola y admi-
Durante la década escasa en que una temprana nistrativa, como Jovellanos y Campo-
los periódicos coexisten con el racionalización y manes. Ocupan un rol directriz en esa
orden colonial, está claro que no modernización prensa temprana dos intelectuales fun-
es una prensa independentista, de la estructura damentales de la revolución de Mayo:
mas aún, se hallan en ella exclui- institucional (“re- Hipólito Vieytes y Manuel Belgrano6.
dos los temas políticos. Se prac- forma eclesiásti- El periódico de Vieytes, llamado Se-
tica sin embargo un periodismo ca” incluida), que manario de agricultura, industria y
“ilustrado”, centrado en cues- cursa como polé- comercio aparece de 1802 a 1806. Su
tiones económicas, con influen- mica periodística, mentor estaba vinculado a las corrien-
cia de los fisiócratas y más cer- en un rango de tes fisiocráticas, su línea se aproxima-
canamente de los representantes registros que va de ba también a los ilustrados españoles:
de la Ilustración en España, pre- la sesuda reflexión fomentar la agricultura, elevar el nivel
ocupados por la racionalización doctrinaria a un de desarrollo técnico, superar restric-
agrícola y administrativa, como temprano “ama- ciones comerciales.7
Jovellanos y Campomanes. rillismo”; y c) La Por allí aparece también la reivindica-
entronización ción del libre comercio:
en el poder público de una tendencia
conservadora que se presenta como res- “... la Naciones sabias, estudiando pro-
tauradora de la ley y el orden, y erige fundamente el medio de conciliar el mo-
en nombre de ellos una centralización derado precio de los granos con el fomento
informal pero férrea; refractada en la de la agricultura, han convenido en con-
reacción contraria de los sectores libe- ceder una libertad indefinida al comer-
rales que, básicamente desde el exilio, ciante de ellos porque han advertido que
emprenden una continuada campaña a hecha una vez una prohibición sucedería
favor del derrocamiento de lo que defi- que los mercaderes de granos se hallarían
nen como “tiranía”. siempre poseídos del temor...en cuyo caso
A seguir exploraremos muy brevemen- se verían expuestos a perder...” 8
te cada uno de esos tres momentos.
Se propone hacer navegable al río Ber-
mejo, como forma de incorporar a la
1810. Antes y después vida económica a los indios que viven
en sus márgenes:
La prensa periódica nace en el enton-
ces virreinato del Río de la Plata con el “El Comercio, que cura las preocupa-
siglo XIX, en 1801.5 Durante la déca- ciones destructivas y que suaviza las cos-
da escasa en que los periódicos coexis- tumbres más feroces; que reúne y asocia
ten con el orden colonial, está claro los intereses de las Naciones todas, y que

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LA BIBLIOTECA
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las hace mutuamente dependientes unas ya no dependen ni de los Ministros, ni


de otras por medio de la circulación re- de los Virreyes, ni de los Gobernadores;
cíproca de sus producciones; es el único están en vuestras manos.” 10
medio que podía y debía ponerse en eje-
cución para ganar hacia nosotros toda Curiosamente, es la transcripción de una
esta porción de hombres aislados...” 9. comunicación del Consejo de Regencia
español datada a comienzos del año, que
No se encuentran en el Semanario parece articular con la prédica de un
temas directamente políticos, como nuevo orden político en América.
dijimos, pero sí todo un programa de Sólo un par de números después se
reformas económicas, educativas, sa- discurre a favor de la libertad de ex-
nitarias, se propicia la difusión de la presión, si bien se le colocan todavía
vacuna, en otros pasajes la instaura- una serie de restricciones, cuya deter-
ción de cementerios públicos, y otras minación y ejercicio son responsabili-
mejoras modernizadoras propias del dad del gobierno:
espíritu “ilustrado”.
El periodismo político lo inaugura la “Desengañémonos al fin, que los pueblos
revolución, que de inmediato crea el yacerán en el embrutecimiento más ver-
periódico oficial, La Gazeta de Buenos gonzoso, sino se da una absoluta fran-
Ayres, impreso en taller estatal (la an- quicia y libertad para hablar en todo
tigua Imprenta de Niños Expósitos), asunto que no se oponga en modo alguno
con financiación del gobierno. Pero a las verdades santas de nuestra augusta
no será una suerte de “boletín ofi- Religión, y a las determinaciones del Go-
cial” sino que transmitirá contenidos bierno, siempre dignas de nuestro mayor
doctrinarios, en épocas de fundación respeto (...) No se adelantarán las artes,
de un ideal de autogobierno, de supe- ni los conocimientos útiles, porque no
ración del orden absolutista en todas teniendo libertad el pensamiento, se se-
direcciones. Será la hora de Moreno, guirán respetando los absurdos que han
secretario de la Junta de actuación no consagrado nuestros padres, y ha autori-
tan relevante con anterioridad al 25 de zado el tiempo y la costumbre.” 11
mayo, que se convierte en protagonis-
ta a partir de su actuación como fun- La superación de las tradiciones para
cionario y como mentor de la Gazeta. instaurar un nuevo pensamiento im-
Ya en el primer número se lee: buido de las luces de la Razón, asoma
como un objetivo incontrastable.
“Desde este momento, Españoles Ameri- También en las páginas del periódico
canos, os veis elevados a la dignidad de orientado por Moreno, se dará justifi-
hombres libres; no sois ya los mismos que cación a las ejecuciones de los subleva-
antes encorvados bajo un yugo mucho dos contra el nuevo poder político. El
mas duro mientras mas distantes estabas rigor en el castigo a los desafectos es
del centro del poder, y mirados con in- el tributo a pagar por la supervivencia
diferencia, vejados por la codicia, y des- del poder revolucionario:
truidos por la ignorancia. Tened presente
que al pronunciar o al escribir el nombre “No hay arbitrio. Es preciso llenar dig-
del que ha de venir a representaros en namente este importante deber (...) hemos
el Congreso nacional, vuestros destinos decretado el sacrificio de estas víctimas a

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la salud de tantos millares de inocentes. do Monteagudo, junto con Castelli, la


Los grandes malvados exigen por dobles figura más “jacobina” de la revolución,
títulos todo el rigor del castigo; nuestra defiende las posiciones radicales. Es la
tierra no debía alimentar hombres que primera polémica política explícita en
intentaron inundarla con nuestra sangre la prensa de Buenos Aires.
(...) faltando en nuestros enemigos el cen- Monteagudo monta en cólera porque
tro de las relaciones conjuradas en nuestra el otro redactor ha llamado “sacrílegos
ruina, han quedado estas dispersas y vaci- profanadores de nuestras santas cosas”
lantes, y nuestra gran causa con la firme- a quienes participaron en la expedición
za correspondiente de su justicia”.12 al Alto Perú.15 Monteagudo reivindica
esa expedición y el terrorismo revolu-
Y asimismo se formulará allí el princi- cionario: “...nada ha perjudicado más
pio de la soberanía popular, en un plan- los progresos de nuestro sistema, como
teo que rebasa a la doctrina tradicional la indulgencia y lenidad con los ene-
hispánica del pacto de sujeción y su migos de él...”16
“retroversión” y Y se lanza a la defensa de un tempe-
Más tarde, en 1815, en los pri- erigía en radical- ramento implacable no sólo con los
meros meses que resultarán al mente nuevo al enemigos de la Revolución, activos o
mismo tiempo apogeo y ocaso orden posterior al potenciales, sino contra los que han
del poder del bando radical 25 de mayo13: propiciado disturbios para perjuicio de
de la revolución, se edita El sus adversarios, como Saavedra. “Unas
Independiente, periódico que “La disolución de consecuencias tan funestas como nece-
propicia la declaración de in- la Junta Central sarias a la impunidad, han retardado sin
dependencia y el abandono de (...) restituyó a duda los progresos de nuestra revolu-
todo espíritu de conciliación los pueblos la ple- ción, sin que el sistema de indulgencia
y arreglo pacífico, orientado nitud de los po- y moderantismo haya producido la más
por Manuel Moreno a pre- deres, que nadie pequeña ventaja (...) no causando la
conizar la prosecución de la sino ellos mismos lenidad otro efecto que sublevaciones,
guerra como único medio de podía ejercer (...) conjuraciones y males irreparables, la
llevar a buen fin el empeño de Los vínculos, que indulgencia nos hará cómplices... el que
la independencia (...) unen el pueblo a no castiga la transgresión de las leyes, es
el Rey son distin- su primer infractor...”17
tos de los que unen a los hombre entre
si mismos, un pueblo es pueblo, antes de Le contesta Pazos Silva: “...la mala fe
darse a un Rey (...) cada individuo debió añadida a la ignorancia produjo un
tener en la constitución del nuevo poder monstruo que nos iba a precipitar a la
supremo, igual parte a la que el derecho muerte política: nuestros gobernantes
presume en la constitución primitiva del comenzaron a persuadirse que el úni-
que había desaparecido.” 14 co medio de conservar su autoridad
era el terror (...) Un terrorismo san-
Será en 1811-1812 cuando la Gazeta, griento y prematuro excitó el choque
ya sin Moreno, bifurca sus ediciones y sangriento de las opiniones...” “... el
escenifica por unos meses la división rigor de castigarlo todo no es oportu-
entre moderados y radicales en sus no (...) la moderación con la que el
mismas páginas. Vicente Pazos Silva presente gobierno se la ha conducido
en el polo de la moderación y Bernar- es un ejemplo incontestable.”18

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Monteagudo define el alcance univer- de este leguaje podremos decir que


sal de la idea de la libertad, asociada fuera de la guerra no hay vida. Es nece-
a cierta igualación de las jerarquías: sario continuarla o dejar de existir.”21
“Todos los hombres son igualmente Y presentaba a España como enemiga
libres: el nacimiento o la fortuna, la acérrima de todas las libertades: “... la
procedencia o el domicilio, el rango España atacaba también la libertad ci-
del magistrado o la última esfera del vil de estos Pueblos: por que los Colo-
pueblo no inducen la más pequeña di- nos no tenían parte en su legislación,
ferencia en los derechos y prerrogati- y por que las restricciones en punto a
vas civiles... Si alguno cree que porque comercio, los despojaban de la libertad
preside la suerte de los demás, porque de industria...”.22
ciñe la espada que el Estado le confió
para su defensa, goza mayor libertad
que el resto de los hombres, se engaña Apogeo ilustrado y reacción
mucho, y este solo delirio es un aten- conservadora
tado contra el pacto social.”19
El debate será cerrado por la autoridad Avanzado 1819, cuando ya podía atis-
pública, que separa a ambos redacto- barse el derrumbe de las incipientes
res y convierte el periódico en Gaceta instituciones que, mal o bien, se habían
Ministerial, con un carácter más mar- sustentado por una década en las Pro-
cadamente oficial. vincias Unidas del Río de la Plata, se
Más tarde, en 1815, en los primeros genera una polémica de dureza inusi-
meses que resultarán al mismo tiem- tada, que se prolongará luego durante
po apogeo y ocaso del poder del ban- la gobernación de Martín Rodríguez
do radical de la revolución, se edita El (1820-1824), época en que, por otra
Independiente, periódico que propicia parte, se multiplican los periódicos de
la declaración de independencia y el variadas tendencias.
abandono de todo espíritu de concilia- Un sector del clero se lanza a impugnar
ción y arreglo pacífico, orientado por no a la revolución misma en su resul-
Manuel Moreno a preconizar la pro- tado de independencia nacional, que
secución de la guerra como único me- reconocen como legítima, sino en sus
dio de llevar a buen fin el empeño de efectos filosóficos, culturales y sobre
la independencia: “La manía de con- todo religiosos, rechazando el acelerado
ciliación por una parte nos ha hecho proceso de secularización en curso, que
perder mucho terreno, y por otra el atribuyen en buena medida a la difu-
ridículo empeño de imitar más bien a sión del pensamiento filosófico ilustra-
las Cortes de los Estados antiguos, que do. Van a enfrentar ese proceso propo-
a los Gobiernos de aquellos Países que niendo su reversión total, la vuelta a la
han peleado contra sus tiranos.”20 fe tradicional e incluso a las prácticas
Otro de sus rasgos es la extrema dure- inquisitoriales. Un par de años después,
za contra todo lo español: “... España el estado provincial de Buenos Aires va
está en el día como un esqueleto aban- a empeñarse en un proceso de reformas
donado por los cuervos a causa de su de pretensión amplia, que tiene uno de
incapacidad de ser devorado; (...) Una sus objetivos en la organización ecle-
expresión mística dice que fuera de la siástica y en particular en las órdenes
Iglesia no hay salvación: usando pues regulares. La discusión toma nuevos

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aires y suscita una réplica articulada, ya cional, en la que clérigos y frailes eran
que desde las filas liberales se responde los “letrados” por excelencia.
con acritud y perseverancia. En una nota titulada “Catecismo so-
En los aspectos ligados a lo eclesiásti- bre la tolerancia” Castañeda se dedica
co la tendencia de esa reforma no fue a definir precisamente lo no tolerable:
exactamente anticlerical, ni se enfrentó “... es que los bárbaros, los ladrones, los
al conjunto de la salteadores y los incrédulos se alcen con
Toda la discusión en torno a Iglesia. De hecho, el magisterio, y no contentos con rebuz-
la reforma eclesiástica fue muy clérigos liberales nar (...) se erijan en maestros (...) cano-
fuerte, irrespetuosa de cuales- fueron parte de la nizando los vicios”.25 Propicia abierta-
quiera reglas de cortesía, pro- conducción de las mente la reimplantación de la censura
clive al insulto y el chisme. reformas rivada- eclesiástica, proponiendo como misión
Ambos bandos cargaban con vianas (Julián Se- para el clero la de “...arrancador de la
todas las armas, y en su afán gundo de Agüero, cizaña que en diez años han sembrado
de confrontación generaron Valentín Gómez, los enemigos del orden...”.26
recursos de la prensa moder- Diego Estanislao “Fuera canallas (...) morid (...) infa-
na. Como paradoja llamativa, Zavaleta). Avanzó mes, y sabed que en Sud América no
es desde el lado del catolicismo sí en el cierre de hay un solo palmo de tierra para los
conservador que esas noveda- conventos, la su- ateos, impíos e incrédulos que con el
des periodísticas reciben ma- presión del diez- falso título de filósofos dogmatizan
yor impulso: el uso de ilustra- mo, la derogación contra la religión, se burlan de la pie-
ciones, incluso de caricaturas, de fueros especia- dad y ridiculizan nuestro culto.” Ironi-
un lenguaje grueso y directo, les, etc., algunas zando sobre el mandamiento cristiano
la apelación al humorismo, el de cuyas medidas de “dar la otra mejilla”, se refiere a que
uso de seudónimos y de co- afectaban parti- el evangelio no prohíbe que “...al que
rresponsales ficticios, etc. cularmente al cle- nos diere un bofetón injustamente le
ro regular. demos nosotros por caridad una buena
Toda la discusión en torno a la reforma paliza para que no sea insolente, des-
eclesiástica fue muy fuerte, irrespetuosa vergonzado y atrevido...”.27
de cualesquiera reglas de cortesía, procli- Todos los ilustrados son sus enemigos,
ve al insulto y el chisme. Ambos bandos de Voltaire a Volney, de Rousseau a Pai-
cargaban con todas las armas y en su afán ne, e incluso invita a atizar una hoguera
de confrontación generaron recursos de en medio de la plaza con sus libros.
la prensa moderna. Como paradoja lla- La retórica punzante florece al mismo
mativa, es desde el lado del catolicismo tiempo en los periódicos liberales,28
conservador que esas novedades perio- si bien algunos de ellos esbozan un
dísticas reciben mayor impulso: el uso de tono más elevado, como veremos a
ilustraciones, incluso de caricaturas, un continuación.
lenguaje grueso y directo, la apelación al Un órgano defensor de la reforma ecle-
humorismo, el uso de seudónimos y de siástica es El Centinela, orientado por
corresponsales ficticios, etc. el poeta Juan Cruz Varela. Este perió-
Allí están las múltiples publicaciones, de dico asume la discusión intentando un
interminables y provocativos nombres tono elevado, de identificación con el
que dirigía Francisco de Paula Castañe- bien público y el progreso.
da.23 Él y Fray Cayetano Rodríguez24 se Visualiza a la reforma como una supe-
erigen en voceros de la sociedad tradi- ración del orden colonial:

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“La reforma del estado eclesiástico es tico en la honorable junta que al asesino se
necesaria, y lo es tanto más cuanto que le debía privar del veneno y del puñal...”34
subsistiendo aun en su seno muchos de
los derechos que le adquirieron los siglos E incluso llama a revisar los funda-
de humillación, y no pocas de las institu- mentos del pacto que une a pueblo y
ciones a que dio lugar la ignorancia o la gobierno, en un regreso a la concep-
política astuta...”.29 ción tradicional de “retroversión” de la
soberanía que puede interpretarse sin
Y se orienta al sometimiento de la au- demasiado esfuerzo como incitación a
toridad eclesiástica respecto de la civil: la insurrección:

“... la potestad de la Iglesia debe ser inde- “... me empeñaré también en persuadir al
pendiente de lo civil en cuanto a la fe, y a pueblo soberano que no fíe tanto de sus re-
la doctrina que rige el fuero interno; pero presentantes, tanto legislativos, como eje-
no es así con respecto a lo que ella ordena cutivos y judiciales y que confiriendo sus
sobre la policía exterior que toca al orden facultades se reserve algunas (...) pues no
público y que puede perjudicarlo...30 puede ignorar el pueblo soberano que hay
... es menester, pues, hablar delante del ya una facción numerosa de sansculottes y
pueblo de un modo consecuente y no ateístas que aborrecen al Venerable Clero
como a presencia de una manada de (...) ¿qué pueblo soberano es éste que nun-
carneros...31 ca puede ejercer inmediatamente siquiera
La reforma se vincula a la revolución un acto de soberanía? ¿Acaso soberano
de mayo “... esta reforma nos pondrá en quiere decir carnero?” 35
nuestra opinión, en el paso atrevido y su-
blime de nuestra revolución misma...”32 Entre los improperios y el lenguaje
inquisitorial, se desliza también una
Contra la reforma vuelven a enfilar discusión doctrinaria, sobre el carácter
Fray Cayetano Rodríguez33 y Francisco del pacto social y el origen de la au-
de Paula Castañeda, que defienden a la toridad. Castañeda ataca con el con-
Iglesia y acusan al gobierno de exce- tractualismo del padre Suárez a los que
derse en sus atribuciones, a la vez que fustigan al clero apoyándose en el con-
dedican sus dardos a toda la herencia tractualismo de la Ilustración.
política y cultural de la Ilustración. El Argos de Buenos Aires era un órgano
Castañeda edita un periódico sólo para auspiciado por el gobierno, que apa-
contestarle a El Centinela, se llama La recerá entre 1821 y 1825. La guerra
guardia vendida por el Centinela y la de independencia continúa en Perú,
traición descubierta por el Oficial del e incluso en Salta36 pero ya no ocupa
día, que comienza a publicarse el 28 el primer plano de las preocupaciones
de agosto de 1822, el momento álgido rioplatenses, absorbidas por la guerra
del enfrentamiento por la reforma: civil y la búsqueda de alguna estabili-
dad que permitiera salir de la “anar-
“El Centinela es el arsenal de todos los fi- quía”. Este periódico será impulsor de
lósofos incrédulos, que insensiblemente nos las ideas ilustradas en general, y de los
han ido propinando el veneno de la heré- variados ramos de reforma que dirige
tica parvedad, y clavando el puñal de la Rivadavia, empeñado en mostrarse
irreligión; (...) ya nos dijo un sabio eclesiás- como un dechado de buena adminis-

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tración. El Argos se instituye en pro- el eje aglutinador de defensas, pero so-


pulsor de “sociedades de agricultura, bre todo de repudios propalados desde
establecimientos oportunos al adelan- la prensa periódica. Sus opositores tien-
tamiento de la industria nacional, bi- den a irse del país y emprender desde
blioteca, academia matemática, escue- fuera una actividad opositora que gene-
la de dibujo...”37 y subrayan el impulso ra acuerdos, grupos y luchas internas, y
democrático e igualador, por ejemplo da vida a una cantidad de periódicos.
en la educación “...Hasta la feliz épo- El gobierno porteño, por su parte, ati-
ca de nuestra regeneración tan solo los na a engendrar un periodismo oficial,
pudientes, mediante la vigilancia y el que incluye a un intelectual de fuste
dinero que destinaban a la enseñanza que opera como orientador ideológico
de sus hijos, podían proporcionarles y cultural, Pedro de Angelis. Entre los
los mejores maestros...”38 fuegos de entredichos signados por la
El periódico oficial tercia también en la difamación mutua, se encuentran fir-
reforma eclesiástica, cuando celebra la mes esbozos de un pensamiento sobre la
abolición del fuero personal del clero y sociedad nacional de largo alcance, que
conceptúa a la reforma como “...noble abarca la adopción de una visión nueva
determinación de echar abajo esas ins- del cambio social que refleja en parte el
tituciones góticas, que nos ha legado la pensamiento de Saint Simon y Leroux,
barbarie de siglos anteriores (...) queda y se atreve incluso con el análisis, no del
abolida la injusta, exorbitante y desigual todo parcial, de la sociedad argentina
contribución del diezmo...” y celebra el resultante del predominio rosista.
juicio de imprenta contra La Verdad Des- A partir de 1838-39 se desenvuelve a
nuda, al que califica como “... subversivo pleno la polémica entre los “adversarios
y atentatorio contra las autoridades...”39. de la tiranía” y el gobierno de Rosas, en
También defenderá el entonces nove- torno al bloqueo francés y por que la
doso sufragio popular directo40 ya que complicidad unitaria con el mismo. Es
“Nadie sin injusticia puede despojarlo un debate sostenido desde el exilio, que
(al pueblo) de su instinto para elegir se extiende hacia los países limítrofes.
a aquellas personas que más entienden Los expatriados pueblan la prensa de
sus intereses ¿Qué importa que él no Montevideo42, pero también tienen pre-
conozca en detalle el estado de los ne- sencia en Chile, y hasta en Sucre43 y Río
gocios públicos...?41 de Janeiro, e incluso asocian a figuras
locales, como José V. Lastarria, Andrés
Lamas, Francisco Bilbao o Alejandro
En torno a Rosas. Magariños Cervantes, a sus ideas y sus
La Joven Generación. debates. Alejados del poder político y
del territorio, la intervención periodís-
Será en la segunda mitad de la década tica es su único medio de injerencia en
de los 30 que despunta una lucha de la vida política argentina, si excluimos
ideas por medio de la prensa, de am- las recurrentes y siempre derrotadas ex-
plitud y alcance inéditos. No abarcará pediciones militares contra Rosas.
sólo (a veces ni siquiera principalmen- Habrá diferentes inflexiones del antirro-
te) a la Argentina, sino a buena parte de sismo en la prensa, desde la diatriba más
lo que hoy denominamos “Cono Sur” cruda hasta la que pretende una mayor
latinoamericano. La figura de Rosas es confrontación de ideas y proyectos.

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El Grito Argentino, periódico en el que sus auspicios, se ha salvado del abismo


colaboran varios “proscriptos”44 lleva espantoso de la disolución social (...)
un epígrafe “¡Abajo el tirano y cobar- haciendo sentir por todas partes su ac-
de Juan Manuel de Rosas! Volvamos ción animadora y fijando las bases sóli-
a tener leyes y derechos. Salgamos de das de la prosperidad nacional”.49
la horrible miseria en que el tirano Este tercer momento quedará signado
ha hundido a la Nación.” No apare- por la Joven Generación, la del ro-
cen sólo reclamos por las libertades manticismo, que inicia su camino en
perdidas y llamamientos a derrocar la Buenos Aires y lo continúa en el exilio,
dictadura, sino cuestionamientos de en difícil convivencia con los antiguos
contenido social, como el de la políti- rivadavianos, imbuidos de ilustración,
ca de tierras, incursión que se explica “ideología” de tiempos de Bonaparte
por ser éste un órgano pensado para y literatura neoclásica50. Los miembros
difundirse en la campaña bonaerense: de la Asociación de Mayo expresaban
“El tirano arranca todos los días a los la revuelta contra la generación ante-
buenos paisanos de nuestra campaña rior, la del elenco que rodeó a Riva-
de sus cosechas y trabajos. Los llama a davia, junto con la introducción de
que se hagan matar por él; y ¿cómo re- las ideas de la Europa romántica, que
compensa sus sacrificios? Decretando algunos, como Alberdi y Echeverría,
que se vendan las tierras de enfiteusis y frecuentaron en su propia fuente antes
que las desalojen aquellos que no pue- del inicio del movimiento.
dan comprarlas. Este decreto oprime a La práctica literaria era en ellos prácti-
los pobres campesinos, para engordar ca política, casi
a los Anchorena...”45 sin mediaciones. Los miembros de la Joven Ge-
“Rosas y los Anchorena tienen más de Tienen ideas dife- neración empezaron siendo
doscientas leguas de terreno...y una mul- rentes que sus an- federales y hasta amagaron ser
titud de familias honradas y de hombres tecesores que eran rosistas en sus comienzos, cuan-
que pelearon por la libertad de la Patria, racionalistas en do las reuniones iniciales en el
no tienen donde poner un rancho...”46 filosofía, y neoclá- Salón Literario. Pero termina-
La Gaceta Mercantil, periódico oficial sicos en el gusto ron tomando como bandera el
de Rosas, destinado a los lectores lo- estético. Ellos, en regreso al espíritu de la revo-
cales47, comienza siendo un boletín cambio, valoran lución, constituidos ya en Aso-
oficial y de noticias comerciales y se la tradición al lado ciación de Mayo, y como forma
politiza bruscamente con el conflicto de la razón, las de alejarse tanto del unitarismo
bélico con Francia. La Gaceta estigma- costumbres ade- como del federalismo rosista.
tiza a los rivales por aliados al extranje- más de las leyes, lo
ro, y acusa a Francia de “... asociarse a local frente a lo universal. Y manejan otra
la causa del vandalage para derribar los idea de nación, que asume una relación
gobiernos legales y acometer a la vez la con la cultura y las tradiciones ausente
independencia y el orden social de los en el enfoque contractualista, deudor di-
Estados Americanos...”48 recto de la revolución francesa.
La causa de la Confederación es defini- Esteban Echeverría sería fundador y
da como “... Antemural de la anarquía, conductor de este movimiento intelec-
salvaguardia de las leyes e instituciones tual. Predica una idea de progreso me-
patrias, sólida garante de las mejoras y nos lineal, no acumulativa, ni subsumi-
progresos de una asociación que bajo ble en la lógica utilitaria que cautivaba

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a Rivadavia. La organización social y en 1839, el tucumano propone una


política debería ser una propia del Río fórmula de organización política sus-
de la Plata, y acorde con los principios ceptible de aunar principios diferentes:
“socialistas”, que entendía en clave “... forma mixta, que participa a la vez
saintsimoniana, en la línea de su dis- de la unidad y de la confederación, que
cípulo Leroux y no con los de la ver- concilia la nacionalidad y el provincia-
tiente reaccionaria del romanticismo lismo, los intereses de todos y los inte-
europeo, la de Bonald y De Maistre. reses de cada uno, que hace al país a la
Cultivan a Saint Simon, a Lammenais, vez una unidad y una federación.”52
a Tocqueville, a su coetáneo Mazzini, Echeverría polemiza incluso con algún
a los poetas románticos empezando exiliado antirrosista, como José Rivera
por Hugo. Y adoptan la línea que al- Indarte, que dirige los dardos más en-
gunos denominan “romanticismo so- venenados contra el Restaurador desde
cial” en la que el poeta aparece como la redacción de El Nacional.
“conductor de pueblos”. La primera A través de sus críticas al autor de Ta-
versión del Dogma Socialista se edita blas de sangre, denosta cierta forma
en El Iniciador de Montevideo, inte- panfletaria e inescrupulosa de enten-
grándose así a la discusión periodística der el periodismo, junto con una vi-
y variados periódicos montevideanos sión monocorde y corta de alcances de
toman en sus páginas intervenciones la forma de enfrentar el poder rosista:
de Echeverría, principal encargado de “¿Qué cuestiones políticas, sociales,
desarrollar esa nueva visión. Entre las militares y literarias ha iluminado en
palabras simbólicas del Dogma cabe cinco años de prédica, para ilustración
destacar la décima “Independencia del pueblo? ¿Dónde están las ideas
de las tradiciones retrógradas que nos nuevas, las teorías sociales que dice
subordinan al antiguo régimen”, y las haber formulado? ¿Cuál es la doctrina
dos siguientes: “Emancipación del es- libertadora que ha concebido? (...) El
píritu americano” y “Organización de buen sentido del pueblo comprende
la patria sobre la base democrática.” que, lejos de servir su causa, Usted la
Los miembros de la Joven Generación ha perjudicado y la perjudica con su
empezaron siendo federales y hasta infatigable charla.”53
amagaron ser rosistas en sus comien- El autor de La Cautiva repudia tam-
zos, cuando las reuniones iniciales en bién la incitación tiranicida de su ad-
el Salón Literario. Pero terminaron versario, que había predicado la divi-
tomando como bandera el regreso al sa Es acción santa matar a Rosas. por
espíritu de la revolución, constituidos considerar al método homicida una
ya en Asociación de Mayo, y como forma salvaje de dirimir las contien-
forma de alejarse tanto del unitarismo das políticas.
como del federalismo rosista. Tanto Con Pedro de Angelis mantiene asimis-
en el pensamiento echeverriano, como mo una polémica a raíz de los comen-
en las propuestas de organización de tarios negativos de éste sobre el Dogma
Alberdi, aparece el propósito de fusio- Socialista, en los que lo había acusado
nar el principio federal y el centraliza- del “ridículo” empeño de “... someter
dor, que derivará en el dictado de una una república, fundada en los principios
Constitución bastante menos federal generales de la organización moderna
que la norteamericana, en 1853.51 Ya de los estados a los delirios de Fourier y

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de Considerant”, tomando esa actitud Los resultados son paradójicos: la


como “... prueba de la completa abe- centralización rosista termina contri-
rración de su espíritu...”. Echeverría buyendo a la consolidación del Esta-
contesta impugnando las credenciales do, y sus acendrados rivales termina-
éticas y periodísticas de su detractor, rán edificando la unidad económica
para después reflexionar sobre la polí- y política del país sobre el sustento
tica nacional, incluyendo un análisis doctrinario que sus opositores habían
del federalismo en el que llama a Ro- construido, pero
sas “usurpador del poder nacional” y también sobre la La prensa escrita contribuye a
rescata a Dorrego como quien dota al férrea autoridad fundar la comunidad nacional,
federalismo de fundamentación doctri- central inaugura- y al mismo tiempo sus temas
naria: “... la federación no era la federa- da y consolidada y sus desacuerdos influyen en
ción rosista. Dorrego a más de caudillo por el que consi- los debates posteriores, prác-
federal puede considerarse como la más deraban “tirano”. ticamente hasta el presente.
completa y enérgica expresión del sen- Y al mismo tiem- Moreno seguirá siendo ban-
tido común del país.”54 po, deja trazados dera de la izquierda de reflejos
algunos temas jacobinos en pleno siglo XX,
destinados a larga Monteagudo es tomado como
A modo de conclusión pervivencia.55 paradigma de un latinoameri-
La prensa escri- canismo popular y radical por
Es indudable que la prensa de la época ta contribuye a sectores nacionalistas radicales
acompaña e incentiva un conflictivo fundar la comu- y de izquierda hasta hoy.
proceso de configuración social, for- nidad nacional,
mación del Estado y constitución de y al mismo tiempo sus temas y sus
una identidad nacional, que a fin del desacuerdos influyen en los deba-
período todavía está inconcluso como tes posteriores, prácticamente hasta
realización, pero ya está delineado el presente. Moreno seguirá siendo
como programa. Ese programa tenía bandera de la izquierda de reflejos
fuertes aspectos a desarrollar por la jacobinos en pleno siglo XX, Mon-
negación, como era el del desarraigo teagudo es tomado como paradigma
de toda herencia y tradición españo- de un latinoamericanismo popular
la, a favor de una concepción integral y radical por sectores nacionalistas
del liberalismo. El periodismo fue he- radicales y de izquierda hasta hoy.
rramienta privilegiada del debate de Castañeda será una referencia insos-
ideas, al punto que los libros clásicos layable en las ideas del catolicismo
de la época vieron la luz en los perió- conservador y nacionalista, e incluso
dicos. Es cierto que en los primeros su estilo inspirará a polemistas cató-
años los órganos de prensa fueron es- licos de nuestra época, como Leonar-
casos y de muy restringida circulación. do Castellani y Hernán Benítez.56 La
Pero su soledad en un medio cultural retórica sobre Civilización y Barbarie
de formación apenas incipiente ampli- subtiende toda la historia argentina,
ficó su impacto. Luego la esfera de la y los temas de la “lucha contra la tira-
vida pública y su alcance territorial se nía” son tomados, primero de forma
fue extendiendo, y el debate terminó más tímida contra Yrigoyen; y luego
abarcando medios de prensa de todo en plenitud para enfrentar a Perón.
lo que hoy es el Cono Sur. Así, Echeverría fue invocado por to-

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das las variantes del liberalismo y la iz- derse la trabajosa formación de la socie-
quierda en 1951, para contraponerlo dad y el Estado nacional en Argentina
a la apoteosis sanmartiniana del año sin acudir a las ideas cruzadas en la pren-
anterior, impulsada por el gobierno sa, atendiendo no sólo a los contenidos,
peronista. Sendos libros dedicados al sino a los particulares modos y tonalida-
personaje vieron la luz en 1951, con des que esos debates adquieren.
la autoría de Tulio Halperín Donghi,
Alfredo Palacios, Ricardo M. Ortiz o
Benito Marianetti. (*) Asesor de la Biblioteca Nacional
Más importante aún, no puede enten- Argentina

NOTAS

1. Cf. J. C. Chiaramonte, Ciudades, provincias, Estados: Orígenes de la Nación Argentina (1880-1946), Buenos
Aires, Emecé, 2007.
2. Acerca del papel desempeñado por la prensa en el período formativo de los Estados en América Latina, pue-
den verse los distintos artículos contenidos en Paula Alonso (comp.) Construcciones impresas. Panfletos, diarios
y revistas en la formación de los estados nacionales en América Latina, 1820-1920, Buenos Aires, 2003.
3. Valga el conocido ejemplo de Sarmiento que ya en Recuerdos de Provincia, afirmaba que Rosas temía más
a la prensa que a las conspiraciones, y luego se atribuirá su derrocamiento, empresa en la que su contribución
había sido exclusivamente de pluma y casi nada de espada, y en la que las notas en la prensa habían sido más
gravitantes que los libros, demostración de megalomanía sin duda, como insiste su biógrafo Gálvez, pero
también expresión del amplio consenso sobre el poderío de la intervención político-periodística.
4. “Prospecto de un periódico que se publicará todos los Martes en la Ciudad de Buenos Ayres con el título del
Independiente. Discurso Preliminar, p. 2, 1815.
5. El periódico inicial, Telégrafo mercantil, rural, económico e historiógrafo...ya mostró la presencia de algunos inte-
lectuales que luego participarían en el movimiento de Mayo, pero no tuvo la trascendencia del posterior Semanario
de Agricultura, Industria y Comercio, que dirigido por Hipólito Vieytes, comenzará a aparecer en 1802.
6. Manuel Belgrano editará El Correo del Comercio poco antes de la revolución de Mayo, y junto a Vieytes será
el principal publicista en cuestiones económicas del último período colonial.
7. Cf. Gregorio Weinberg, Estudio Preliminar a Hipólito Vieytes, Antecedentes económicos de la Revolución
de Mayo, p. 11.
8. Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, 10/11/1802.
9. Semanario..., 16/12/1803.
10. La Gazeta de Buenos Aires, 7 de junio de 1810.
11. La Gazeta..., 21/6/1810.
12. La Gazeta..., 11 /10/1810.
13. Véase N. Goldman, “Crisis imperial, revolución y guerra”, en N. Goldman (dir.) Nueva Historia
Argentina, tomo III, Revolución, República, Confederación (1806-1852), Buenos Aires, Sudamericana, 1998.
14. La Gazeta..., 13/11/1810.
15. La Gazeta...,29/11/1811.
16. La Gazeta..., 17/12/1811.
17. La Gazeta..., 27/12/1811.
18. La Gazeta..., 31/12/1811.
19. La Gazeta..., 14/2/1812.
20. EI Independiente, 17/1/1815.

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21. El Independiente, 14/2/15.


22. El Independiente, 21/2/15.
23. Para citar sólo las dos denominaciones más cómicas y disparatadas, Despertador teofilantrópico místico
político dedicado a las matronas argentinas o Desengañador Gauchi-Político-Federi-Montonero-Chacuaco.
Oriental Choti-protector y Puti-republicador de todos los hombres de bien que viven y mueren descuidados
en el siglo diez y nueve de nuestra era cristiana.
24. Franciscano como Castañeda, había tenido figuración pública más destacada , ya que había tomado parte
de la Asamblea Constituyente reunida en 1813, y del Congreso que declaró la independencia en Tucumán, fue
más moderado que aquél. El periódico que editó en vinculación con la reforma se llamó El oficial del día.
25. Despertador Teofilantrópico... 14/5/1820.
26. Despertador Teofilantrópico... 14/5/1820.
27. Despertador Teofilantrópico... 26/8/1820.
28. Ésta se revela desde sus mismos títulos, como por ejemplo “El Lobera del Año 20 o el Verdadero Anticristo
abortado por el último esfuerzo del vacilante e inicuo poder de las coronas cerquilladas en oposición de los
hombres virtuosos que trabajan en la verdadera felicidad de el país y de sus semejantes...”.
29. El Centinela, 28/7/1822.
30. El Centinela, 4/8/1822.
31. El Centinela, 25/8/1822.
32. El Centinela, 12/10/1822.
33. Éste edita un periódico llamado El oficial del día, específicamente destinado a atacar la Reforma.
34. La Guardia..., 28/8/1822.
35. La Guardia..., 21/9/1822.
36. 1821 fue el año de las últimas incursiones de tropas realistas en territorio salteño, en una de ellas muere
el general Martín Güemes.
37. El Argos, 15/9/1821.
38. El Argos, 20/10/1821.
39. El Argos, 19/10/1822. La Verdad Desnuda era uno de los periódicos contrarios a la reforma eclesiástica.
40. La provincia de Buenos Aires aprobó en agosto de 1821 una ley que establecía el sufragio universal y direc-
to en el Estado, una innovación para la época que produjo un fuerte aumento del número de votantes.
41. El Argos, 22/1/1823.
42. El Iniciador, El Constitucional, El Nacional, El Comercio del Plata, El Grito Argentino, son sólo algunos de
los exponentes del exilio en Montevideo.
43. Félix Frías y Bartolomé Mitre, por ejemplo, editaron periódicos en Bolivia.
44. Alberdi y Alsina entre otros, y Antonio Somellera como dibujante.
45. El Grito Argentino, 1/3/1839.
46. Ibídem.
47. Su contrapartida destinada al ámbito internacional es el Archivo Americano, dirigido por el propio de Angelis.
48. La Gazeta Mercantil, 21/2/1839.
49. Ibídem.
50. Florencio y Juan Cruz Varela y Valentín Alsina, editaron órganos en los que predominaba el viejo bando
unitario, como El Comercio del Plata, y también El Nacional.
51. Escribe al respecto Natalio Botana: “Durante la década que precedió a la derrota de Rosas en la batalla
de Caseros (1852), los exiliados pertenecientes a lo que más tarde dio en llamarse generación del 37 fueron
delineando un camino a cuyo término la reconciliación entre tradiciones opuestas se imponía gracias a una
lógica de naturaleza histórica, sin duda necesaria y benéfica.” N. Botana, “El federalismo liberal en Argentina:
1852-1930” en M. Carmagnani (coord.) Federalismos latinoamericanos: México/Brasil/Argentina, CM-FCE,
México, 1993.
52. J.B. Alberdi “República Argentina. Unidad o federación”, artículos publicados en El Nacional de Montevideo,
entre 1838 y 1839, en Escritos póstumos, 16 vols., Buenos Aires, 1895-1901, T. XIII, pp. 79 y ss. (Citado por
J.C. Chiaramonte en “El federalismo argentino en la primera mitad del siglo XIX”, en M. Carmagnani (coord).
Federalismos latinoamericanos: México/Brasil/Argentina, CM-FCE, México, 1993, p. 127.
53. Carta de Echeverría a Rivera Indarte citada por Félix. Weinberg, Echeverria, ideólogo de la segunda revolu-
ción, Taurus, Buenos Aires, 2006, p. 155.
54. Fragmento de Cartas a De Angelis, citado por F. Weinberg, op. cit, pp. 227-228.
55. La obra que mejor recoge estas discusiones en torno a proyectos es el ya clásico de Tulio Halperín Donghi,
Una nación para el desierto argentino.
56. Leonardo Castellani fue un sacerdote de amplia erudición, ideólogo de un nacionalismo conservador y
elitista. Hernán Benítez, confesor en su tiempo de Eva Perón y de comienzos doctrinarios también conserva-
dores, derivó luego hacia posiciones de izquierda, cercanas a la “tendencia revolucionaria” del peronismo.

349
350

Los catálogos en línea de acceso


público en entorno web:
la situación en el Mercosur
Por Elsa Barber (*)

A medida que las innovaciones infor-


máticas apoyaron la tarea bibliotecaria,
fue necesario ir desarrollando interfaces
que permitan la consulta en línea de los
catálogos virtuales. El propósito del tra-
bajo que presenta Elsa Barber, consiste
en hacer una evaluación de la marcha de
la informatización de las bibliotecas, su
situación respecto a la consulta, sobre
todo en bibliotecas universitarias, públi-
cas y nacionales en el Mercosur. Se trata
de una investigación que reconoce las
dificultades de las bibliotecas de estos
países en implementar sus servicios infor-
máticos, sobre todo en la relación con los
usuarios y en el mejor aprovechamiento
de las posibilidades que ofrece la automa-
tización de los procesos bibliotecarios. Si
bien se está en una fase experimental, esto
no significa que no puedan optimizarse
los recursos para alcanzar la ampliación
de las redes de información.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Resumen: Se analizan las interfaces de Argentina. Dentro del marco de la


usuario de los catálogos en línea de ac- convocatoria a presentación de pro-
ceso público (OPACs) en entorno web yectos de investigación y desarrollo
de las bibliotecas universitarias, espe- efectuada por la programación cientí-
cializadas, públicas y nacionales de los fica de la Secretaría de Ciencia y Téc-
países parte del Mercosur (Argentina, nica de la Universidad de Buenos Ai-
Brasil, Paraguay, Uruguay), a fin de res, fueron aprobados y subsidiados,
elaborar un diagnóstico de situación previa evaluación interna y externa,
sobre la descripción bibliográfica, el tres proyectos vinculados con esta
análisis temático, los mensajes de ayuda temática. El primero de ellos, FI013,
al usuario y la visualización de los datos denominado “Procesos de automati-
bibliográficos. Se adopta una metodo- zación de las bibliotecas universitarias
logía cuali-cuantitativa, se utiliza como argentinas” (Programación Científica
instrumento de recolección de datos la 1995-1997), permitió elaborar un
lista de funcionalidades del sistema que diagnóstico general, válido para Ca-
proporciona Hildreth (1982), se actua- pital Federal y Gran Buenos Aires.
liza en función de los nuevos desarro- Con posterioridad, mediante TF06,
llos y se obtiene un formulario que per- titulado “La automatización de las
mite, mediante 38 preguntas cerradas, bibliotecas universitarias argentinas
observar la frecuencia de aparición de frente al nuevo milenio” (Programa-
las funcionalidades básicas propias de ción Científica 1998-2000), el traba-
cuatro áreas: Área I- control de opera- jo se extendió a las bibliotecas univer-
ciones; Área II- subdividida en control sitarias públicas y privadas de todo el
de formulación de la búsqueda y pun- país, para dar a conocer el estado de
tos de acceso; Área III- control de salida situación correspondiente a la totali-
y Área IV- asistencia al usuario: infor- dad del territorio nacional.
mación e instrucción. Se trabaja con Por último, el proyecto F040, “Bi-
la información correspondiente a 297 bliotecas, sociedad de la información
unidades. Los resultados demuestran y tecnología: una perspectiva desde la
que la mayoría de los OPACs relevados automatización y los servicios de las
brindan prestaciones mínimas, por lo bibliotecas de acceso público en Ar-
que se encuentran en una fase inicial de gentina” (Programación Científica,
implementación y no responden, por lo 2001-2003), se propuso volcar los co-
tanto, a las necesidades de los usuarios. nocimientos adquiridos, a través de las
investigaciones citadas, al ámbito de las
Palabras clave: Catálogos en línea de bibliotecas públicas. En síntesis, se han
acceso público, Argentina, Brasil, Pa- corroborado en las bibliotecas univer-
raguay, Uruguay, Mercosur. sitarias y públicas carencias semejantes:
falta de adopción de estándares con mi-
ras al intercambio y el procesamiento
1. Palabras introductorias distribuido de la información (arqui-
tectura cliente-servidor, sistemas opera-
El equipo de investigación, entre los tivos abiertos, formato MARC, salida a
años 1995 y 2003, ha realizado diver- web, protocolo Z39.50, etc.), elección
sos estudios sobre la informatización de gestores de bases de datos en detri-
de diferentes tipos de bibliotecas en mento de sistemas integrados de ges-

351
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

tión bibliotecaria, ausencia del control sobre estos catálogos fundadas en lo


de calidad de la información, aprove- investigado bajo tres aspectos: el mejo-
chamiento limitado de las tecnologías ramiento de los registros de la base de
de información y comunicación aplica- datos, la capacidad de búsqueda y el
das a la prestación de servicios (Barber diseño de las interfaces. En ese trabajo
et al., 1999; Barber, Tripaldi y Pisano, se advierte que los especialistas han
2003; Barber et al., 2004). concentrado su atención en algunas
Luego de ocho años de investigación cuestiones precisas relacionadas con
en el campo de la automatización de este último punto, es decir, con las
unidades de información del país, se interfaces de usuario, pero muy poco
ha detectado la importancia del uso de han indagado sobre la mayoría de los
los catálogos en línea de acceso públi- componentes de las mismas en los
co (OPACs) en relación con el acceso OPACs (Hildreth, 1995b) y la inte-
a la información en distintos ámbitos gración de esos conocimientos con los
y niveles. En el caso concreto de las que se poseen en torno a los hábitos de
bibliotecas públicas, objeto de estudio búsqueda de los usuarios (Borgman,
del proyecto F040 (2001-2003), se 1996) y a los motores de búsqueda /
destaca que, si bien un alto porcentaje recuperación (Hildreth, 1995a).
de las unidades ha automatizado la ca- Williams, Sawyer y Hutchinson
talogación, sólo una cantidad reducida (1995), identifican tres tipos de inter-
ha manifestado poseer un OPAC. Esta faces: basadas en comandos (com-
y otras cuestiones plantean los interro- mand-driven), basadas en menúes
gantes que fundamentan y justifican (menu-driven) y gráficas (Graphical
el análisis de la problemática acerca User Interface, GUI). Yee y Layne
de los OPACs disponibles en entor- (1998) señalan que las primeras son
no web de las bibliotecas nacionales, rápidas y flexibles aunque requieren
universitarias, especializadas y públi- que el usuario se capacite; las segundas
cas del Mercosur, tema del Proyecto son más lentas, menos flexibles, per-
F054, aprobado y subsidiado por la miten al usuario precisar la búsqueda
Programación Científica y Técnica de con mayor facilidad y sin preparación
la Universidad de Buenos Aires para el previa. Las últimas combinan venta-
período 2004-2007. nas, menúes desplegables, íconos y un
dispositivo para manipular la infor-
mación, como por ejemplo, un mouse.
2. El marco teórico-conceptual Si bien son amigables resulta difícil
encontrar imágenes que, en forma
A partir de los años 80, cuando el unívoca, representen para todos los
uso de los catálogos en línea de acce- usuarios una opción determinada.
so público comienza a difundirse, se Yee y Layne (1998) se refieren, además,
llevan a cabo diversos estudios con el a los formularios (Form fill-in) como
objetivo de describir y comparar las un medio para orientar al usuario en
características de los OPACs existen- búsquedas más sofisticadas; a las inter-
tes en relación con las interfaces de faces cliente-servidor para estandarizar
usuario (Hildreth, 1982; Matthews, las interfaces de usuario con respecto
1982). En 1997, Large y Beheshti a diferentes sistemas (por ejemplo,
sintetizan diversas recomendaciones Z39.50) y a las interfaces web en las

352
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

que el catálogo web de la biblioteca faces web que posibilitan el acceso


“sirve”, es decir, pone a disposición uniforme a los catálogos en línea por
páginas web. Beheshti (2003) afirma medio del protocolo Z39.50. Carlyle
que en la actualidad se implementan y Timmons (2002) realizan un estu-
OPACs basados en interfaces web, dio comparativo sobre la visualización
con plataforma cliente-servidor, uso de los registros bibliográficos a partir
de protocolo Z39.50 y enlaces a otros del análisis de 122 OPACs en la web.
recursos, pero advierte que éstos cons- En el ámbito iberoamericano, Ortiz
tituyen aún sistemas no integrados de Repiso y Moscoso (1999) reflexionan
acceso a los recursos: se accede por sobre los problemas subyacentes en
separado al catálogo de la biblioteca, estos catálogos a pesar de las notables
a los índices (servicios de indización y mejoras introducidas en las interfaces
resúmenes) y a los recursos electróni- de usuario. Herrero Solana y Moya
cos en texto completo. Anegón (2001) utilizan los criterios
Los desarrollos que tienden a superar de Cherry y Cox y aplican la técnica
las limitaciones expuestas, se sustentan de análisis multivariado a 25 OPACs
en el diseño de un sistema integrado latinoamericanos en la web.
bajo la forma de un portal que incluye Sobre la base de estos supuestos, el
contenidos de alta calidad, basados Proyecto UBACYT F054 se ha plan-
en estándares, permite la búsqueda teado como objetivo la elaboración
a través de múltiples bases de datos, de un diagnóstico general acerca de la
ofrece una variedad de herramientas situación de los OPACs disponibles en
(por ejemplo, filtros personalizados, la web con relación a las interfaces de
gestión de recursos) y mejores ser- usuario en las bibliotecas del Mercosur.
vicios como el acceso a un tesauro Dado que no tiene la intención de
electrónico integrado (Arant y Payne, evaluar los sistemas utilizados o de
2001; ARL Scholars Portal Working estudiar lineamientos adecuados para
Group, 2002; Beheshti, 2003; Dorner el diseño de los mismos, no se emplea
y Curtis, 2003). Una herramienta con la lista que proporcionan Cherry y Cox
tales características requiere una inter- (1996) previamente citada o las pautas
face común (Common user interface), para el diseño de la visualización de
similar a la propuesta por Boss (2005). los OPACs elaboradas a solicitud de
Investigaciones recientes tienen en la IFLA por Yee (1998). Tampoco se
cuenta la visualización de los registros adopta la criteria aplicada por Dorner y
bibliográficos en los OPACs dispo- Curtis (2003), para comparar y evaluar
nibles a traves de la web. Cherry y portales de bibliotecas, debido a que
Cox (1996) presentan una lista de ha sido confeccionada con el fin de
características deseables en la visuali- analizar objetos de estudio diferentes,
zación de la información bibliográfica ausentes, aún, en la mayoría de las
para comparar y evaluar el desempe- bibliotecas de los países del Mercosur.
ño de estos OPACs en relación con
los convencionales. Ayres, Nielsen y En cambio, la criteria desarrollada por
Ridley (1999) encaran el proyecto Hildreth (1982), aunque ha sido con-
“BOPAC2” financiado por el British cebida para observar catálogos en línea
Library Research and Innovation in situ, constituye una herramienta
Centre para testear y evaluar las inter- adecuada para conocer las caracterís-

353
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

ticas de las interfaces de los OPACs te, mediante 38 preguntas cerradas,


en la web y sus categorías de análi- observar la frecuencia de aparición de
sis han sido seleccionadas para llevar las funcionalidades propias de cuatro
a cabo otros estudios descriptivos y áreas: Área I- control de operaciones;
comparativos (Zumer y Zeng, 1994; Área II- subdividida en control de
Badu y O’Brien, 2000; Ramesh Babu formulación de la búsqueda y puntos
y Tamizhchelvan, 2003). Sobre la de acceso; Área III- control de salida
base de esta criteria, se plantea como y Área IV- asistencia al usuario: infor-
hipótesis que los OPACs con acceso mación e instrucción.
a web de las bibliotecas consideradas, Se lleva a cabo la recolección de los
se encuentran en una fase inicial de datos durante el período julio 2005 /
implementación y no responden a las abril 2006 a través de la observación
necesidades de los usuarios. directa de las interfaces de los OPACs.
Se trabaja con la información obtenida
en las unidades localizadas, agrupadas
3. Metodología en tres estratos de acuerdo con el país
(Argentina, 125 unidades, 42%; Brasil,
Se adopta una metodología cuali-cuan- 147 unidades, 50%; Paraguay, 9 uni-
titativa, se efectúa un relevamiento, dades, 3%; Uruguay, 16 unidades,
por medio de búsquedas con sintaxis 5%), el tipo de biblioteca (nacional, 3
predefinidas según el país y el tipo de unidades, 1%; pública, 11 unidades,
biblioteca, de los OPACs accesibles 4%; universitaria, 199 unidades, 67%;
a través de Internet en las bibliotecas especializada, 84 unidades, 28%) y
estudiadas. Se conforma un directorio el tipo de software (internacional, 27
de dicho conjunto, se depura para unidades, 9%; regional, 39 unidades,
eliminar los catálogos a los que no es 13%; Isis, 81 unidades, 27%; otros, 40
posible acceder y aquéllos que sólo unidades, 14%; no identificado, 110
derivan a listados de obras. Dado que unidades, 37%).
los OPACs constituyen las unidades
de análisis delimitadas, los catálogos
web pertenecientes a redes o sistemas 4. Resultados
de bibliotecas se contabilizan como
una única unidad aunque den acceso A partir del relevamiento realizado,
a las colecciones de múltiples insti- se presentan los atributos básicos más
tuciones. Como resultado se obtiene significativos con que cuentan las in-
una población constituida por 297 terfaces de los OPACs estudiados para
unidades identificadas, con inclusión satisfacer la demanda de información
en cada registro, del país, el nombre de los usuarios. Aunque es necesario
de la institución, el tipo de biblioteca, señalar previamente que muchas de
el URL y el software adoptado. las bibliotecas consideradas no utili-
Se utiliza como instrumento de reco- zan un sistema integrado de gestión
lección de datos la lista de funciona- bibliotecaria sino gestores de bases de
lidades del sistema desarrollada por datos correspondientes, por ejemplo, a
Hildreth (1982) actualizada en fun- la familia Isis: (Tabla 1)
ción de los nuevos desarrollos y se Con respecto al Área funcional I - con-
obtiene un formulario que permi- trol de operaciones (Gráfico 1), se ob-

354
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Tabla 1:
Software utilizados

serva que el 73,40% tiene una función avanzada); el 41,80% edita la entrada
por defecto, usualmente la búsqueda para modificar la expresión de búsque-
y sólo en el 41,10% de los OPACs es da; el 24,90% combina comandos y el
posible seleccionar otras funciones, ta- 17,20% depura los enunciados de la
les como préstamo interbibliotecario, búsqueda. (Gráfico 1).
materiales en reserva, etc. Así mismo,
el 71,40% permite seleccionar un ar- En el Área II, referida al control de for-
chivo determinado, por ejemplo, se- mulación de la búsqueda (Gráfico 2), se
gún el formato del material. Cabe des- verifica que el 6,40% requiere el uso de
tacar la baja frecuencia de aparición de claves de búsqueda derivada para recu-
utilidades que permiten personalizar, perar datos precisos en campos determi-
acotar o modificar tanto los paráme- nados. Pocas unidades dan acceso al ca-
tros como la sintaxis de búsqueda: ape- tálogo de autoridades (16,20%), y por
nas el 24,20% da la opción de definir el contrario, es de uso general la opción
valores por defecto para la sesión; el de búsqueda en texto libre (95,30%),
44,80% reconoce distintos niveles de en campos seleccionados (78,80%) o
diálogo (búsqueda simple / búsqueda en el registro completo (58,20%). Pero

355
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

Gráfico 1: Área I,
control de operaciones

sólo en el 43,60% de los casos se hallan


habilitadas ambas prestaciones en un En cuanto a los puntos de acceso (Grá-
mismo OPAC. (Gráfico 2). fico 4), casi la totalidad de los OPACs
relevados ofrece acceso por autor
Por otra parte, se observa (Gráfico 3) (91,20%) y por título (90,90%), así
que el 37,00% permite limitar los re- como también por materia (85,20%).
sultados de la búsqueda; el 72,70% Muy pocos proporcionan otros puntos
acepta la búsqueda por operadores de acceso significativos para la recupe-
booleanos, aunque el 59,90% lo hace ración de los documentos: signatura to-
en campos seleccionados y sólo el pográfica (12,50%), ISBN (11,80%),
44,40% en cualquier campo de bús- ISSN (8,10%), número de documento
queda. Es minoritario el porcentaje de de gobierno (0,70%), otro número de
catálogos en los que se identifica de control (5,10%). (Gráfico 4).
manera explícita el uso de otros opera-
dores de búsqueda: 12,10%, relaciona- Con relación al Área III, es decir, a las
les; 37,00%, truncamiento; 10,40%, aplicaciones que controlan la forma de
de proximidad. (Gráfico 3). presentación de los registros recupe-

Gráfico 2: Área II,


control de formulación de
la búsqueda

356
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Gráfico 3: Área II, control


de formulación de la bús-
queda (continuación)

rados (Gráfico 5), el 46,10% habilita cia al usuario (Gráficos 6 y 7), algunos
la opción de seleccionar una visualiza- de los OPACs relevados proporcionan
ción a partir de formatos predefinidos; listas de archivos para revisar (49,50%)
el 58,60% de seleccionar registros es- y/o brindan listas de campos de bús-
pecíficos y el 24,90% de ordenar resul- queda y de comandos para examinar
tados para su visualización. Al exami- (45,50% y 10,40% respectivamente).
nar la posibilidad de manipulación de Sólo el 38,70% muestra índices o tér-
los resultados de la búsqueda desde el minos de tesauros y apenas el 12,10%
OPAC, se advierte que únicamente el autoriza al usuario a ver la historia de
35,00% ofrece el medio para realizar la búsqueda. (Gráfico 6).
la impresión en línea de los mismos y
el 20,20% autoriza al usuario a guar- El 85,90% indica la ubicación del
darlos, enviarlos por correo electróni- ítem y el 37,00%, la disponibilidad,
co y/o exportarlos. (Gráfico 5). para facilitar el acceso al mismo. En
lo concerniente a la ayuda que orien-
En el Área IV, vinculada con la asisten- ta al usuario durante el proceso de

Gráfico 4: Área II,


puntos de acceso

357
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

Gráfico 5: Área III,


control de salida

recuperación de la información, el 5. Conclusión


46,50% expone mensajes del sistema;
el 32,30% tiene una guía de inicio del En síntesis, se verifica que los catálo-
sistema, el 43,40% visualizaciones de gos en línea de acceso público de las
ayuda recuperables y el 5,10% tutoria- bibliotecas consideradas, carecen de
les en línea. (Gráfico 7). funciones cuyo uso en la actualidad
debiera ser extendido. La mayoría
De la descripción realizada se despren- sólo brinda servicios mínimos, por lo
de que si bien hay una frecuencia de que puede decirse que se encuentran
aparición elevada en las prestaciones en una etapa incipiente de desarrollo.
básicas, los porcentajes de presencia Este fenómeno no coincide con las
de las aplicaciones que informan acer- tendencias internacionales.
ca de las propiedades del sistema des- Por último, cabe destacar que ha
cienden, en muchos casos, de manera sido aprobada para el bienio 2006-
drástica. Lo mismo sucede con las ca- 2007 la reformulación del plan de
racterísticas relativas a los operadores investigación del citado proyecto.
de búsqueda, que permiten variar las En esta segunda etapa, se ha procedi-
estrategias de acceso, y con aquéllas do a relevar la población de OPACs
que posibilitan personalizar la visuali- accesibles a través de Internet perte-
zación o utilizar los resultados. necientes al nuevo estado parte del

Gráfico 6: Área IV,


asistencia al usuario:
información e instrucción

358
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Gráfico 7: Área IV,


asistencia al usuario:
información e instrucción
(continuación)

Mercosur (Venezuela) y a los Esta- y efectuar un análisis comparativo


dos Asociados (Bolivia, Chile, Perú, de los OPACs disponibles en entor-
Colombia y Ecuador) de acuerdo no web de los Estados Asociados del
con los mismos criterios metodoló- Mercosur entre sí y con respecto a
gicos considerados para el análisis de los Estados Parte de esa región.
los datos de los otros países parte. Se
lleva a cabo en la actualidad la reco-
lección de los datos; una vez conclui- (*) Actual Subdirectora de la Biblioteca
da la misma, será posible determinar Nacional de Argentina
las tendencias existentes en esos paí- Directora de la carrera de Bibliotecología
ses con relación al tema investigado de la Universidad de Buenos Aires

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360
362

La perspectiva Groussac
Por Horacio González

Valor emblemático, simbolización y dra-


maticidad en la cultura son los puntos de
partida de las observaciones de Horacio
González. El concepto, la idea y la palabra
en sus esencias fundacionales, van jalonan-
do los recortes históricos de este análisis.
La paradoja residente en la inexistencia
en el país de su texto iniciático –el Plan
Revolucionario de Operaciones de Mariano
Moreno– piedra de toque del concepto de
nación, contemporáneo a la creación de la
Biblioteca Nacional, sirve de marca históri-
ca para llegar hasta Groussac quien, desde
su centralidad en la cultura argentina en
el tránsito que va de fines siglo XIX hasta
principios de XX, proclama que la bibliote-
ca debe dar opinión, debe intervenir sobre
la vida pública. La perspectiva Groussac
supera la formalidad orgánica y pragmática
de la biblioteca preservacionista y de inves-
tigación, y sin desmedro de ello, propone
la construcción de un discurso múltiple,
reflexivo y democrático, desplegado como
una red de intercambio entre culturas.
LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Estas jornadas constituyen una posibi- memorias públicas conocidas, menos


lidad de repensar la Biblioteca Nacio- conocidas o directamente desconoci-
nal, fortalecer nuestras perspectivas das. ¿Qué enrollamos nosotros aquí?
profesionales e intelectuales, esmerar ¿Qué preservaríamos, en carácter de
nuestros ejercicios críticos. Una oca- una preservación que nunca deja de
sión para profundizar los compro- tener un tinte de dramatismo? Porque
misos con las grandes herencias cul- de algún modo las bibliotecas siempre
turales de la humanidad y, al mismo son seres amenazados, cuando ellas
tiempo, con las vastas renovaciones conservan esa memoria. No hay que
en el campo de las tecnologías de la olvidar que las luchas de la humani-
preservación, de la imagen, cambio dad son también luchas por símbolos,
al que estamos asistiendo y del cual por formas conceptuales, por pala-
las bibliotecas son la sede de un gran bras, por ideas que adquieren calidad
debate comprometido. o forma de texto o imagen, y por lo
Quiero poner en primer lugar un tanto las bibliotecas, cuando preser-
ejemplo que no pertenece al mundo van, no realizan solamente un servicio
de las bibliotecas sino de los museos, público necesario y de compromiso
de un museo europeo. Cuando el con las nuevas tecnologías, sino que
ejército alemán invade Holanda hacia también revisan qué pueden seleccio-
1940, un ejército que pese a estar nar como fundamental en la historia
en inferiores condiciones y no podía de esa sociedad, fundamentos que
resistir al invasor, destina a un conjun- si desaparecieran como imagen, de
to de soldados para envolver y salvar algún modo debilitarían la esencia de
un cuadro de Rembrandt llamado La lo que es un conjunto de decisiones
ronda nocturna. En Holanda se juzga en términos de preservar y difundir
La ronda nocturna como el origen de los valores fundadores de toda comu-
la construcción y de la elaboración de nidad, o los que la comunidad, o una
la idea misma de la nación holandesa. nación, considera justamente ligados
Y ese cuadro que en la retirada mili- a ese momento fundador.
tar fue llevado –enrollado– como un En Argentina hubo y sigue habiendo
emblema, como un fuerte símbolo y una gran polémica sobre un texto fun-
un compromiso con el tejido íntimo dador de la República, de su condición
de la sociedad holandesa, significaba, estatal, de su vida social y de sus pers-
aunque en el contexto de una retirada pectivas ideológicas, en relación con
frente al ejército alemán tan podero- los grandes linajes políticos. Se trata
so, un acto de resistencia nacional. del texto atribuido a Mariano Moreno
Esto nos da una idea, también, del llamado Plan de operaciones para garan-
papel de las bibliotecas, y del arte tizar la gran obra de nuestra emancipa-
que permite mantenerlas vivas. Sobre ción y libertad. Ese texto no lo posee la
todo las bibliotecas nacionales, en el Biblioteca por una sencilla razón: no
sentido de sus cualidades de preser- está el original de Mariano Moreno, si
vación, y de lo que deben lanzarse lo hubiera. Ese original no existe y el
a realizar en el plano de aquellos texto se habría escrito en torno a 1810,
materiales que miran, cuidan y dan cerca de la fundación de la Biblioteca
a conocer como símbolos del pasado Nacional, que está íntimamente empa-
que expresan los compromisos con las rentada con la idea de independencia

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

nacional, y quizás sea una de las viejas otros textos muy notorios que sí se con-
instituciones que permanece imbricada servan, incluso manuscritos, en la sala
con esa idea a partir de su creación. El del tesoro de esta Biblioteca Nacional.
documento se conserva en el archivo de El debate era un debate político e
Cádiz y está desde luego digitalizado. Se ideológico, pero también filológico,
puede obtener por Internet, en nuestro de gran interés. El texto del Plan de
caso tenemos uno, y ese documento, operaciones, que dice al enemigo ni
como ha sido descubierto a lo largo justicia y demás exclamaciones de
de todo el debate que implica a este esta índole, propias de Robespierre,
texto, no está escrito de puño y letra ha sido sometido a muchas prue-
de Mariano Moreno. Pero se conoce el bas de autentificación. El carbono
puño y letra de quien lo escribe: es un 14, que es una técnica de los años
espía de la corte de Carlota, de la corte sesenta, dio resultados aproximados
brasileña, que podría tener la inten- pero inciertos, como bien explicaba
ción de perjudicar a Mariano Moreno Ximena Cruzat Amunátegui, colega
sometiéndolo a la autoría forzada de un directora de la Biblioteca Nacional
texto que no habría escrito. Es un texto de Chile. Ignoro si se ha sometido a
sanguinario. Es un texto que convoca otras pruebas científicas que verifi-
a la violencia. Es un texto que llama caran con más precisión qué es este
a producir las operaciones más duras documento y cómo hay que interpre-
contra los enemigos de la independen- tarlo, en la gran obra hermenéutica
cia y justifica, en la idea de emancipa- de la cual las bibliotecas nacionales no
ción, el hecho de que se puedan realizar pueden sentirse nunca ajenas. Porque
actos que en momentos de paz estarían son grandes entidades interpretativas,
reñidos con la conciencia de los valores las bibliotecas nacionales, y tienen esa
a preservar, pero que, para garantizar cualidad, por más que muchas veces
la independencia, se harían necesarias no queramos reconocerlo.
las medidas propiciadas en este escri- Groussac, en los cuarenta años que fue
to, notoriamente emparentado con la director de esta Biblioteca Nacional,
corriente jacobina. A lo largo de la con su perspicacia sin igual y con su
historia del debate, que en los años escritura de una sutileza imposible de
sesenta del siglo pasado adquirió carac- abarcar hoy –salvo por su discípulo
terísticas muy relevantes porque estaba Jorge Luis Borges, director de la
en juego la refundación de la nación Biblioteca Nacional apenas dos déca-
argentina; se trataba de determinar, en das y media después–, hizo un estudio
esa discusión, si se empleaban métodos sintáctico, filológico, aunque aún no
alusivos a la tradición jacobina, o se cri- tenía otros medios para debatir sobre
ticaba esta tradición. Discutir la autoría la autenticidad del Plan de operaciones.
de este escrito se volvió una cuestión Groussac concluye la absoluta falsedad
fundamental: señalar que era apócrifo, del Plan de operaciones, sin que se
es decir, lo habría escrito un espía para hubiera descubierto aún –eso fue pro-
perjudicarlo y no era de la autoría del pio de la actividad de investigación de
fundador de esta Biblioteca Nacional, Ricardo Levene unas décadas después,
y de la primera idea de independencia que identificó a quién pertenecía la
en la Argentina, implicaba tomar una letra del documento que hoy se guarda
posición respecto a Moreno, autor de en el Archivo de Indias– su autentici-

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

dad. Por otro lado, ese documento se tino muy extraño, que vino muy joven
había descubierto en el Archivo de a la Argentina y su primer trabajo fue
Indias cuando Francisco Madero, de criador de ovejas. Era un gran auto-
constructor del puerto de Buenos didacta que señala su aversión francesa
Aires, busca en ese mismo archivo al jacobinismo. Un gran señor conser-
español la jurisprudencia y las Leyes de vador, con todo lo que le podamos
Indias que habilitan la construcción de atribuir a esta profunda vinculación de
nuevas leyes para alcanzar la arquitec- Groussac entre su conservadurismo
tónica definitiva de lo que era, ni más biográfico y su sutileza en la polémica,
ni menos, que el acusado puerto de siendo que fue
Buenos Aires, hoy casi desmantelado, uno de los más Pero el gran debate respecto
que iba a condensar toda la economía grandes polemis- quién fuera Mariano Moreno,
del país y su forma política y económi- tas de la historia el fundador de ésta Biblioteca,
ca futura. De modo que el documento argentina. Sus sigue abierto. Porque escribió
tiene el interés adicional de ser descu- polémicas siguen muy poco, escribió textos con-
bierto buscando documentación jurí- vigentes, contri- tradictorios entre sí, aunque
dica y económica para construir la buyendo a la idea todos insertados en coyuntu-
versión legal definitiva del puerto de de qué son los ras históricas decisivas, como
Buenos Aires, que es la que permanece documentos, cuál el famoso La representación de
hoy, con estas grúas desactivadas en es su vacilación los hacendados, que tiene un
Puerto Madero. Es precisamente esencial, cuándo tono más liberal, acorde con
Madero el que buscaba documenta- los podemos dar el tipo de comercio que pedía
ción. Cuando la lleva a los historiado- por ciertos, tanto Inglaterra para la Argentina,
res argentinos, sobre todo al general este documento o como su famoso Decreto de
Mitre, que era el historiador señero de del archivo de supresión de honores, que es
la época, gran investigador, gran docu- Cádiz, como de alguna manera lo contrario
mentalista, percibe Mitre que ese algún documento del Plan de operaciones.
documento altera de alguna manera la que deberíamos
ilación de la historia argentina y desis- enrollar ante un peligro –pues todo
te de comentarlo abandonándolo. Pero documento está en peligro siempre–,
lo recupera otro historiador, Norberto cómo lo deberíamos preservar, y si no
Piñero, que lo da por cierto, y dice: tuviera mayor interés, incluso en el
“esta es la nación argentina, con su vio- hecho de que fuera falso, como muchos
lencia, justificada en aquel momento, historiadores argentinos, que hasta
ahora no, y con las decisiones que tuvie- hoy escriben sobre este documento,
ron que tomar nuestros mayores para indicarían. Siendo que falso vale tanto
garantizar la libertad”. Es decir, deci- como si fuera verdadero, o más. Pero
siones de violencia. Inmediatamente el gran debate respecto de quién fuera
Groussac, el director de la revista La Mariano Moreno, el fundador de esta
Biblioteca, en esa misma revista, que Biblioteca, sigue abierto. Porque escri-
luego será clausurada por esta polémi- bió muy poco, escribió textos contra-
ca, por decisión del ministro de dictorios entre sí, aunque todos inser-
Cultura, dice: “este Plan no puede ser tados en coyunturas históricas decisi-
cierto, si este Plan fuera cierto la vas, como el famoso La representación
Argentina sería un país invivible”. de los hacendados, que tiene un tono
Groussac era francés, un francés argen- más liberal, acorde con el tipo de

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N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

comercio que pedía Inglaterra para la res. De algún modo la supresión de


Argentina, o como su famoso Decreto honores tiene un lado jacobino. Pero
de supresión de honores, que es de algu- el lado jacobino que no tenía la supre-
na manera lo contrario del Plan de sión de honores era que todo tenía que
operaciones. El Decreto sí es de autoría ser visible, el pueblo debía ver todo lo
indudable de Moreno, sale en la que pasaba y en el Plan de operaciones
Gazeta. Este documento es muy inte- dice “que el pueblo no se entere, espie-
resante; se trata de una forma de apla- mos”. Todo el Plan de operaciones es un
nar en la política todos los honores. texto sobre el espionaje y la fabrica-
Mariano Moreno imagina ahí que va a ción de textos falsos, como él mismo
haber un sistema político donde nadie lo podría ser. Dice: “atribuyámosle a
puede acudir a ninguna otra razón nuestros enemigos toda clase de tropelías
política que no sea una transparencia y escribámoslas en nombre de ellos”. Es
profunda. Los sillones de la junta no lo que el Plan de operaciones podría ser:
tenían que mostrar diferencias jerár- un enemigo de la corte de la princesa
quicas, un poco la exclamación desga- Carlota que escribe sobre Moreno atri-
rrada de Pancho Villa “nos peleamos buyéndole tropelías sin fin, ese es el
por estos miserables sillones”. Mariano tema verdadero del Plan de operacio-
Moreno dice eso y dice algo más: “la nes. Tema borgeano, y razón por la
carroza del virrey, que ahora la usamos que Groussac se interesa por él. Ahí
nosotros, por un verán el sentido de lo que estoy dicien-
Groussac concibe, antes de la tiempo la vamos a do, como el rollo de Rembrandt, La
televisión, antes de la radio usar porque el guardia nocturna, que aprovecho para
y antes de Internet, que las vulgo todavía cree decirlo, realmente es un cuadro emo-
bibliotecas nacionales deben que en la carroza cionante: son los burgueses de la ciu-
dar una opinión, pero no una hay poder, cuando dad con viejos arcabuces, trabucos de
opinión vaga, como a veces el vulgo no crea 1644, que encabezados por el burgo
hacemos nosotros, los directo- más que en esa maestre están dando el primer paso de
res de las bibliotecas nacionales carroza del virrey una marcha de defensa de la ciudad, es
que aquí y allá ponemos nues- hay poder, la la ronda nocturna sobre la ciudad. Por
tros, en fin, alfilerazos, respec- abandonaremos”. eso el ejército holandés, mal prepara-
to a tal o cual tema con suerte Tema que efecti- do, no estoy defendiendo ningún ejér-
dispar, o con las críticas que se vamente arroja cito desde luego, se retiraba con el
hacen porque opinamos así. un gran debate gran cuadro que hablaba sobre cómo
sobre la historia defender la ciudad. Era un acto de
política. ¿Alguien puede decir que se guerra juzgar el arte. Las bibliotecas no
va a abandonar el símbolo del poder son ajenas a esta cuestión y Groussac,
anterior para usarlo un tiempito nada con espíritu de fundador de esta
más hasta que la gente, el vulgo, se Biblioteca Nacional, quiso sacarle al
acostumbre? Yo diría que la historia verdadero fundador, Mariano Moreno,
política argentina, en todas sus versio- la responsabilidad de haber escrito ese
nes, ya jacobinas o girondinas, demues- documento; y dice: “no lo pudo haber
tra que las carrozas nunca han sido escrito mi antecesor, este documento
abandonadas. Gobierno más, gobier- tiene que ser falso, es importante como
no menos. También el gobierno del falso, yo voy a hacer el análisis filológico,
73 del Dr. Cámpora suprimió hono- sintáctico”. Mucho tiempo después

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Levene descubre la letra estricta del la policía, por supuesto, inútil, en ese
espía de Carlota, hay muchos docu- momento. Después les hace juicio
mentos de este señor, que son los porque parece que le robaron el reloj.
documentos del copista. Lo que llamé 1905, se toma la Biblioteca Nacional
la perspectiva Groussac para las biblio- porque no había radios, porque no
tecas nacionales es la perspectiva que había posibilidad de tomar una televi-
ve a las bibliotecas nacionales en medio sión inexistente, y hoy al mismo tiem-
de climas inciertos, con sus documen- po ¿quién tomaría Internet? ¿dónde se
tos amenazados siempre. De esta toma Internet? Una biblioteca nacio-
manera Groussac concibe, antes de la nal era un organismo visible en el
televisión, antes de la radio y antes de tejido de la ciudad, era un lugar clave,
Internet, que las bibliotecas nacionales como lo demuestran los acontecimien-
deben dar una opinión, pero no una tos de Bagdad y del Medio Oriente en
opinión vaga, como a veces hacemos general, como los grandes museos, que
nosotros, los directores de las bibliote- atesoran las grandes riquezas de la
cas nacionales que aquí y allá ponemos humanidad, y han sido destruidos
nuestros, en fin, alfilerazos, respecto a militarmente o saqueados. Es un poco
tal o cual tema con suerte dispar, o con la historia de las guerras, va simultánea
las críticas que se hacen porque opina- con el saqueo. Basta visitar el Louvre.
mos así. En el caso de Groussac la Uno puede decir que lo cuidarán
opinión era filológica, científica pero mejor ahí, pero son saqueos históricos
de una ciencia que provenía del análi- que, por el reverso, nos permiten com-
sis de textos. No es nada muy diferen- prender la historia de la humanidad.
te a lo que podríamos imaginar hoy, No es nada diferente en esta Biblioteca
en un mundo mucho más complejo en Nacional. Por eso las bibliotecas nacio-
el tratamiento de los signos, que es el nales no son meros centros de investi-
mundo de Internet, el mundo de la gación, aunque los contienen. Diría
digitalización, de la automatización de que tampoco son meras salas de lectu-
los servicios. Lo que concibo que es ra, ni meros actos de preservación
una Biblioteca Nacional, de alguna porque sus formas simbólicas las lleva
manera, pertenece a este rango de a ser, en la perspectiva Groussac que
intervenciones sobre la vida pública. A imagino y que no considero desacerta-
pesar de que hoy las bibliotecas nacio- da si aceptáramos que estamos en un
nales tienen que disputar frente a los medio conceptual diferente de la con-
medios de comunicación de masas. servación, instrumentos para el trato
¿Qué hacer frente a la televisión? ¿Qué de los grandes signos de la historia de
plan de lectura hay que hacer que no la humanidad, que son su memoria, su
sea el plan de lectura de 1910 o de forma de escribir y todo lo que se ha
1930, de la época de Groussac, donde discutido en estos días respecto a
apenas existía la radio, que no podía cómo preservar y cómo imaginar las
disputar con las bibliotecas nacionales? metadatas. Ahora querría referirme a
En 1905 los insurrectos radicales, en eso porque me parece un tema de gran
su intento de tomar la ciudad de interés relacionado con lo que venía
Buenos Aires contra el gobierno con- diciendo. Lo de Groussac, fuera del
servador, toman la Biblioteca Nacional. medio de la conservación de docu-
Está el irascible Groussac, que llama a mentos y de la proliferación del modo

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N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

en que se los lee con nuevas formas de de signos. De modo que, pensándo-
lectura, era una operación de caracte- lo de esta forma, me parece que en
rísticas científicas, si queremos llamar- las amistades que estrechamos, en
la así, pero una ciencia del texto, las emocionantes palabras de nues-
inherente a las Bibliotecas Nacionales tro compañero, Tomás de Matos,
en su preservación y nada diferente al director de la Biblioteca Nacional de
mundo del meta- Uruguay –gran escritor uruguayo,
Tanto el fortalecimiento rela- dato, que es pre- especialista en bibliotecas populares
cional entre las bibliotecas cisamente la pre- y pensador agraciado por la ironía–,
nacionales de América Latina servación de en la profundidad del destino de
como los debates que se insi- aquellos materia- los pueblos, que no pueden estar
nuaron y se vivieron aquí, y les que surgen en sometidos a caprichos ni a tonterías,
que recogen otros que ABINIA ese mismo hay algo mucho más fuerte que nos
a lo largo de su existencia ha mundo, es decir, une que cualquier episodio de la
promovido, tienen un efecto que no tienen la vida nacional de nuestros países que,
de radiación indispensable en referencia empí- hasta que imaginemos soluciones
nuestras bibliotecas. rica, táctil y visual mejores, pueden tener hasta cierta
de aquello que pobreza de lado a lado. Las biblio-
surge con cierta brutalidad física ante tecas también sirven para esto: son
nosotros, el libro, que en su brusque- el gran terreno de la manifestación
dad empírica posee gran belleza. de una América Latina con distintas
Debemos prepararnos para los tiempos soluciones políticas y de ideas en los
nuevos que se vienen en América Latina distintos países.
e intervenir desde la especificidad de las Si se puede construir un lenguaje co-
bibliotecas nacionales en los grandes mún, será también responsabilidad
debates. Tanto el fortalecimiento rela- de las bibliotecas nacionales actuar
cional entre las bibliotecas nacionales hacia el pasado con amor filológi-
de América Latina como los debates co y hacia el futuro con una fuer-
que se insinuaron y se vivieron aquí, te participación en el debate sobre
y que recogen otros que ABINIA a lo los nuevos medios técnicos, sobre
largo de su existencia ha promovido, la representación de la vida, la re-
tienen un efecto de radiación indispen- presentación de los signos y el gran
sable en nuestras bibliotecas. desafío que representa aquello que
Los debates diarios, los conflictos dia- surge bajo el signo de la precarie-
rios, que no ocultamos y que se dan en dad, que es la meta data. Aprender
un mundo pequeño, de amistad, son sobre esto es un deber de nosotros.
debates que tienen pertinencia porque Aprender mucho más, aprender de
son discusiones que siempre existieron quienes ya saben mucho, hará que
en las bibliotecas nacionales en sus nuestros debates sean sin duda mu-
distintas eras –tecnológicas, científicas, cho mejores y que las soluciones que
conceptuales y de análisis de textos–. encontremos se acerquen a ser las
La filología, en tanto análisis de apropiadas. Me da la impresión que
texto, es una tecnología muy sutil, entre todos nosotros, las bibliotecas
de alguna manera muy parecida a la nacionales y sus directores, no son
digitalización, ya que ambas son for- fáciles las comunicaciones siquiera
mas de decisión y de interpretación por razones de distancia espacial. Es

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

emocionante todo lo que escucha- Declaración de Buenos Aires:


mos acá, lo que tiene para decirnos
la Biblioteca Nacional de Venezuela, Los participantes del segundo
ese recorrido por sus salas de lectura, Encuentro de Bibliotecas Nacionales
por los tesoros que contiene, ver los del Mercosur y Asociados, con la
afiches de la historia cubana, definir Biblioteca Nacional de Cuba como
si en la digitalización aparecen más invitada especial, todas ellas perte-
oscurecidos o recompuestos. Son to- necientes a ABINIA, auspiciante de
das estas decisiones políticas sobre la este encuentro, realizado en la Ciudad
imagen y sobre el signo que hacen a de Buenos Aires, entre el 5 y el 7 de
nuestras actividades, que tienen toda diciembre de 2006 declaran en con-
la complejidad de la arquitectura, la junto que:
memoria, la política, la economía, y Reiteran el propósito de que las
que son ebulliciones del lenguaje de bibliotecas nacionales oficien como
las bibliotecas nacionales. puentes culturales entre los diferen-
Hay un documento, que se acaba de tes pueblos y países, promoviendo
esbozar muy rápidamente, en térmi- el diálogo, la cooperación solidaria
nos de lo que aquí hemos discutido, y el intercambio de conocimientos y
que alude a las nuevas condiciones experiencias.
que se van a dar entre las bibliotecas Resuelven dejar constituido un núcleo
nacionales del Mercosur y las nuevas de bibliotecas nacionales del Mercosur
Autoridades del
perspectivas de trabajo. Me permito y Asociados, en el seno de ABINIA que Mercosur, por
leerlo como fin de mi exposición: deberá mantener reuniones periódicas Mariano Lamota

369
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur

y establecer instancias de colaboración debate y reflexión acerca de los pro-


con vocación de permanencia. blemas y perspectivas fundamentales
Manifiestan la conveniencia de que de la sociedad contemporánea.
las respectivas bibliotecas nacionales Observan y acompañan el proceso de
oficien como orientadoras de los siste- restauración del acervo de la heme-
mas nacionales de bibliotecas públicas, roteca de la Biblioteca Nacional del
impulsando la multiplicación de sig- Paraguay, atendiendo al estado de
nos de lectura y la regularización del deterioro en que se encuentra.
patrimonio escrito de las naciones. Impulsan la coordinación de trabajos
Declaran la necesidad de que las biblio- entre las bibliotecas nacionales sobre
tecas nacionales promuevan espacios de la prensa periódica en América Latina
encuentro popular y apoyen el desarro- con especial atención al rol jugado
llo de las bibliotecas populares. por aquélla en la configuración de las
Impulsan la creación de Centros de sociedades nacionales, convocando a
integración cultural latinoamericanos en concurrir al encuentro a realizarse en
las principales ciudades del continente. Santiago de Chile en abril de 2007.
Estudian la creación de un logo común Promueven el encuentro a realizarse
para las bibliotecas nacionales partíci- en La Habana en junio de 2007,
pes, basado en el que actualmente destinado a fomentar la integra-
comparten Chile, Paraguay, Brasil y ción de las bibliotecas nacionales de
Argentina, al cual se adicione el distin- América Latina y las vinculadas a las
tivo particular de cada Estado. culturas de oriente.
Tienden a la constitución de un portal Propician investigaciones acerca del
latinoamericano de Internet, basado acervo de interés compartido entre
en formatos digitales que permitan diferentes naciones, enriqueciendo los
compartir la información, cumplien- patrimonios respectivos al compartir
do con los estándares internacionales. sus contenidos.
Asumen que la adopción de tecno- Manifiestan que los cercanos bicente-
logías digitales, implica dimensio- narios de la emancipación constituyen
nes técnicas, económicas, políticas e una oportunidad para recrear la arti-
ideológico-culturales, cuyo análisis en culación cultural de nuestra América.
conjunto resulta indispensable para
arribar a soluciones adecuadas a las
realidades respectivas. Firmas
Propician mecanismos comunes para
preservar la autonomía cultural, inclu- Horacio González, Director de la
yendo todos los aspectos referidos a Biblioteca Nacional de Argentina.
los contenidos en la Web y el universo
digital, frente a los desequilibrios y Ramón Rolandi Torres, Director de la
asimetrías generadas por las corrientes Biblioteca Nacional de Paraguay.
mundiales hegemónicas. Y estimulan
la realización de estudios conjuntos Ximena Cruzat Amunátegui, Director
tendientes a alumbrar un pensamiento de la Biblioteca Nacional de Chile.
y praxis críticas sobre la materia.
Promueven que las bibliotecas nacio- Tomás de Matos, Director de la
nales sean un espacio de permanente Biblioteca Nacional de Uruguay.

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LA BIBLIOTECA
II Encuentro de Bibliotecas Nacionales del Mercosur N° 6 | Primavera 2007

Arístides Medina Rubio, Director de Angela Monteiro Bettencourt, Coor-


la Biblioteca Nacional de Venezuela. dinadora de información bibliográfica
de la Biblioteca Nacional de Brasil.
Elíades Acosta Matos, Director de la
Biblioteca Nacional de Cuba. Alfonso Quintero, Secretario ejecuti-
vo de ABINIA.
Joaquín Loayza, Subdirector de la
Biblioteca Nacional de Bolivia.
Auditorio “Jorge Luis Borges”,
Rose Mary Amorin, coordinador del Biblioteca Nacional Argentina,
acervo especial de la Biblioteca Nacio- 7 de diciembre de 2006.
nal de Brasil.

371
Labor
No es sencillo deslindar con
bibliotecológica rigurosidad en qué consisten
las tareas bibliotecológicas.
Ellas están urdidas de distin-
tas capas de saberes y destrezas.
En el repertorio de sus recur-
sos hay múltiples aspectos que
concurren rehaciendo una y otra vez su vocación. Las bibliotecas
deben lidiar con su afuera y no pueden permanecer indiferentes a
los movimientos culturales de cada época, aunque tampoco deben
plegarse a ellos con optimismos pueriles. Las memorias lectoras y
las experiencias sociales actúan, unas veces, como sus secretas com-
pañeras de ruta, y otras como rivales capaces de discrepar. De esas
tensiones nacieron las Bibliotecas Nacionales, entre disturbios y
promesas emancipadoras, porque estas alternativas obran como la
trama interna de instituciones que nunca estuvieron a salvo.
Esta sección presenta un conjunto de escritos e imágenes que hacen
a la naturaleza constitutiva de la biblioteca. Tanto en sus tareas
cotidianas alrededor de las decisiones sobre los textos que resguarda
y frecuenta curiosamente, como respecto a situaciones que interro-
gan el propio hacer bibliotecario.
Andrés Rivera y David Viñas recuerdan sus vivencias personales
en torno a bibliotecas y libros. Sucesos políticos, traumas colectivos
y sus propios recorridos literarios que van trazando un recorrido
por los modos de habitar la ciudad y pensarla en sus rincones.
José María Gutiérrez presenta un análisis minucioso de un docu-
mento recientemente adquirido por la Biblioteca. Se trata de un
manuscrito que lleva la firma de Saavedra y Moreno, y que ordena
la expropiación de los libros pertenecientes de los conspiradores de
Córdoba, quienes ponían en riesgo la naciente revolución indepen-
dentista. Un documento que puede ser considerado como un antece-
dente inmediato de la fundación de la Biblioteca Pública de Buenos
Aires, paso previo, a su vez, de la Biblioteca Nacional. La impronta
jacobina y expropiatoria que expresan los garabatos, escritos con la
urgencia que impone el peligro, nos permiten reconocer los orígenes
conflictivos y polémicos en los que fundó la institución.
María Etchepareborda, Jefa de la Sala del Tesoro, nos ofrece una
visita por las principales colecciones que la pueblan. Un viaje por sus
piezas únicas, su historia y el modo en que llegaron a la Biblioteca
Nacional. Una genealogía de la Biblioteca, a partir de sus adquisi-
ciones y de las primeras donaciones que conformaron sus fondos.
El Archivo de Manuscritos es presentado aquí por Vera de la
Fuente y Ana Guerra, a partir de los documentos que atesora. La
colección Frondizi, donada por el Centro de Estudios Nacionales
y la colección Luis Emilio Soto, adquirida el año pasado por
la Biblioteca, que cuenta con abundante correspondencia entre
renombrados intelectuales durante las décadas del 20, 30 y 40.
Mario Tesler, bibliotecario e investigador de la Biblioteca
Nacional, nos ofrece un estudio de las formas en que Rodolfo
Puigróss fue apareciendo con distintos seudónimos. Un rastreo por
nombres que variaban alcanzando, aunque sea provisoriamente,
la utopía de ser Otro.
Finalmente, una selección de fotografías, preparada por los miembros
de la Fototeca Benito Panunzi de la Biblioteca Nacional, que inte-
graron la muestra Por la fuerza del trabajo, inaugurada en marzo de
2007, recogiendo imágenes del desarrollo del trabajo en el país.
374

Bibliotecas perdidas
Por Andrés Rivera y David Viñas

El texto que publicamos aquí es la desgraba-


ción de una disertación brindada en marzo
de 2001 por Andrés Rivera y David Viñas
en la Biblioteca Miguel Cané, donde traba-
jara Jorge Luis Borges, durante las jornadas
de  reflexión y repudio al golpe de estado
de 1976, realizadas en conmemoración de
su 25 aniversario. El título –sugerido por
David Viñas– de estas exposiciones que
dialogan entre sí, refiere a un conjunto de
situaciones planteadas alrededor de libros
y bibliotecas, tanto desde el punto de vista
político, como en torno a las propias expre-
riencias personales: una reflexión política,
autobiográfica y literaria en la que se entre-
mezclan conspiraciones, golpes de estado,
exilios, alegrías y sinsabores que la propia
historia urde en sus entrañas. Cuando, hace
un tiempo, se le solicitó a Andrés Rivera
autorización para publicar  su exposición,
respondió seca y trágicamente: “Expropien
la palabra, pero hagan algo...”.
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

Andrés Rivera

A. Dedico las torpezas que van a escu- res al año en un programa de informa-
char a Amanda Toubes y a Susana ciones que se supone tiene por objetivo
Fiorito. Estas dos mujeres compar- luchar contra el comunismo, y si usted
ten un solo amante que recibe sus fuera el encargado de este programa de
más deliciosas caricias. Ese amante lucha contra el comunismo, ¿adquiri-
tiene un nombre: las bibliotecas. ría usted las obras de unos 75 autores
B. Siento un placer que no puedo comunistas y las distribuiría por todo
describirles y es éste: hoy un inte- el mundo estampando en ellas nuestro
lectual argentino brillante, cargado sello oficial de aprobación? ¿O prefiere
de tics incomparables, culto como no contestar a esta pregunta?
pocos y excepcionalmente polé-
mico y agresivo, está aquí. Nunca A todo lo largo del interrogatorio
estuve tan cerca de él como hoy, y Hammett se había atenido creo que a
aquí, el maestro, David Viñas. la cláusula cuarta de la Constitución
C. Voy a perpetrar algunas digresiones. norteamericana que prohíbe contes-
Ahora vamos a trabajar, ustedes y tar para acusarse a sí mismo.
nosotros.
Para empezar, esta es una biografía Mr. Hammett: –Bien, yo pienso, por
de Dashiell Hammett, el autor del supuesto no lo sé, que si estuviera
Halcón Maltés. Lo juzga la comisión luchando contra el comunismo creo
Mc Carthy el 26 de marzo de 1953. que lo haría no dándole a la gente
ninguna clase de libros.
Un subcomité del Senado presidido por Presidente Mc Carthy: –Viniendo de
Joseph Mc Carthy estaba examinando un autor, este comentario es poco
las acusaciones de que libros pro-co- corriente. Muchas gracias, ha termi-
munistas habían conseguido infiltrarse nado el interrogatorio.
en 150 bibliotecas dependientes del
departamento de Estado en el extranje- 2. La primera revolución perfecta, la
ro. Había 300 ejemplares de libros de más burguesa y acabada y ejemplar
Hammett en las estanterías de 73 de fue, en la opinión de Lenin, la fran-
estas bibliotecas. Hammett fue interro- cesa, la de la emblemática caída de la
gado a este respecto por el Presidente de Bastilla. Esa revolución se forjó en la
la subcomisión Joseph Mc Carthy, por biblioteca de Juan Jacobo Rousseau.
el Senador John Mc Cleanan y por el
asesor de la misma Roy Kohn. 3. ¿Cuáles fueron las bibliotecas que
dieron agua y pan a Kurt Wilkens,
Les evito el largo interrogatorio. el obrero anarquista que puso fin a
Como estamos hablando de bibliote- la vida del teniente coronel Varela,
cas vamos al final. jefe de la represión armada de la
Patagonia trágica? Kurt Wilkens leía
Presidente Mc Carthy: –Permítame que a Bakunin y a Kropotkin.
le haga una pregunta Mr Hammett. Si
usted estuviera gastando, como estamos 4. ¿A quiénes leyeron los estudiantes que
haciendo, más de 100 millones de dóla- protagonizaron la reforma universitaria

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N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

de 1918? A Hegel, a Marx, a Engels. de Eduardo Belgrano Rawson? Hablo,


¿Sacudieron el polvo de muchas, pocas, claro, de títulos imprescindibles para el
algunas bibliotecas? Sí, allí estaban sus adolescente, para la dama y el caballero
armas. ¿Allí estaba la letra, el grito, la y para los camaradas, si aún los hay. Hay
consigna? Sí, allí, en los intersticios de que incluir, claro, Respiración artificial
la palabra escrita, reunida por militantes de Ricardo Piglia en esta escasa nómina.
desvelados, por trabajadores que llega- ¿Tuvo bibliotecas el teniente coronel
ron de Génova y Turín, de la dilatada Varela, que ordenó ejecutar durante el
Rusia zarista, de Barcelona la hermosa, gobierno radical de Hipólito Yrigoyen a
del París insurrecto de 1871. centenares y centenares de trabajadores
en el Sur patagónico para satisfacción de
5. ¿Quiénes contribuyeron, quiénes la firma Menéndez Beheti? ¿Tuvieron
nutrieron a los revolucionarios bolche- bibliotecas Jorge Rafael Videla y Eduardo
viques? Las bibliotecas, que guardaban Emilio Massera? ¿Tuvo una biblioteca
los trabajos de Marx, de Engels, de Adolfo Hitler? ¿Tuvo una biblioteca
Jorge Plejanov, de Rosa Luxemburgo. Francisco Franco? ¿Qué lee en su retiro
¿A quién leyó Rodolfo Walsh? ¿Sólo de Los boldos Augusto Pinochet?
al aséptico Arthur Conan Doyle, crea- Lo que voy a decir ahora no ofrece posi-
dor de Sherlock Holmes? ¿A quién bilidad, ni la más mínima, de refutación.
leyó el maestro David Viñas en el des- La izquierda lee, la derecha asesina.
tierro? Pregúntenle ¿Cuáles bibliotecas Hablamos, ustedes y yo, de bibliotecas.
frecuentó en su azaroso exilio, mientras Menciono por lo tanto a tres hacedo-
le llegaban informaciones desgarradoras res de bibliotecas: Domingo Faustino
del holocausto argentino? ¿A quiénes Sarmiento, Boris Spivacow y José Luis
leyeron los 30.000 desaparecidos? ¿Qué Mangieri. No tengo que hacerle la
bibliotecas dieron asilo a su congoja biografía a Sarmiento. ¿Ustedes saben
antes de que los narcotizasen y los quién fue Boris Spivacow? Sí. ¿Quién?
arrojaran al mar desde aviones de la El fundador de Eudeba. Digan qué más.
ESMA? No pretendo infartarlos apelan- Fundador de Eudeba y del Centro Editor
do a nombres que convoca la historia no de América Latina. Gracias. José Luis
escrita de los derrotados. Entonces, ¿qué Mangieri dirigió la editorial La rosa
leyó, y en cuáles bibliotecas, el ciudada- blindada y hoy dirige Tierra firme. Por
no Carlos Saúl Menem? ¿Y el ciudadano Tierra firme han pasado todos los poetas
Fernando De la Rúa? El comandante argentinos. ¿Qué buscó en las bibliote-
en jefe del ejército hoy, teniente general cas el sub-comandante Marcos? ¿Qué
Ricardo Brinzoni, que suele reivindi- Karl Marx en el British Museum? ¿Qué
car, con mala prosa, a torturadores Jorge Luis Borges en silenciosas bibliote-
confesos y asesinos convictos, ¿qué lee? cas porteñas? ¿Qué buscaron los rehenes
¿A cuáles bibliotecas apela? ¿Quiénes políticos e ideológicos de Juan Manuel
de ustedes sacan de las bibliotecas a de Rosas y de Uriburu, de Agustín P.
Esteban Echeverría, a José Hernández, Justo general, y Uriburu también gene-
a Roberto Arlt, a Manuel Puig? Los ral, de Aramburu general, de Antonio
que han concurrido aquí esta noche, Bussi general y de Ramón Camps coro-
¿han leído Literatura argentina y reali- nel? Consuelo, placer, sabiduría, para
dad política del maestro David Viñas? enfrentar a los laceradores de su carne y
¿Han leído Noticias secretas de América verdugos de la contrarrevolución.

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

P.D.: ¿Para qué sirve este ejército? Inmediatamente pusieron sus manos
Para quemar libros de ciudadanos sobre él. Tapas rojas. Simbólico. ¿Qué
indefensos y para sofocar las más es esto? Son las obras completas de
justas rebeliones que haya conocido Dashiell Hammett. Lo revisaron. Lo
América Latina. revisaron por el color, porque si yo
Miren este libro. Fuimos con Susana llevaba el libro de David Viñas, que es
Fiorito a conocer el Chile de Salvador blanco, no pasaba nada. Y éste es un
Allende. Volvimos de Santiago. libro subversivo. No entendían nada.
Atravesamos la cordillera, ahora es Bueno, creo que no tengo mucho más
fácil. Nos paran en un puesto de que decir.
la gendarmería. Yo había puesto, a Sólo una súplica, y ya basta.
propósito, este libro sobre las ropas. Lean, por favor.

David Viñas

Quizá lo que pueda plantear en esta una biblioteca de barrio, entre otras
reunión de trabajo, según enunció cosas me llevaría algunos capítulos,
Andrés, sea complementar, desde una por así decir, de la literatura argenti-
perspectiva quizá más personal, algo na, literatura de nuestro país, que ya
así como una especie de autobio- solicita, lo de nuestro, una especie de
grafía, lo que Andrés subrayó como entrecomillado o puesta en bastardi-
contexto general, si bien es cierto lla. ¿No? El barrio. La generación de
que las propuestas que fue haciendo los años 20. Incluso Borges tiene cier-
Andrés implicaban ineludiblemente ta vinculación, considerable, con esta
dimensiones de su autobiografía de biblioteca de barrio. Si tuviera que
trabajador de la cultura. Él, Andrés, abundar sobre ese capítulo posible
propuso un abecedario, sugiriendo de la literatura argentina de los años
una serie de inflexiones, momentos, 20, pensando en lo barrial, diría que
circunstancias, vinculadas a las biblio- tanto la gente de Florida, pero más la
tecas, a las bibliotecas perdidas, a los gente de Boedo, aunque creo es un
libros perdidos. Fingiéndome más común denominador de los escrito-
ordenado, y muy en primera perso- res más considerables o más visibles
na, a partir de la propuesta que nos de ese momento, apuntan al barrio
hicieron al invitarnos a esta biblioteca como conjuro de la torre de marfil.
barrial, fui marcando 13 puntos que La literatura de los años 20 se define
podrían funcionar, eventualmente, por lo barrial como elemento contra-
como hipótesis de trabajo, es decir, dictorio a la generación del 900 que
como propuestas que sugieren o soli- subraya permanentemente la torre de
citan respuestas, discusiones. Todo marfil. Es decir, no el lugar privilegia-
lo contrario de lo que puede ser una do del escritor sino el mapa horizon-
bajada de línea o una formulación más tal que presupone un barrio. Borges
o menos dogmática. Lógicamente, es es categórico desde el comienzo: No
un poco vertiginoso venir a hablar a las calles del centro sino las calles aleja-

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N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

das. El descubrimiento de esa dimen- El segundo punto de la biblioteca


sión es lo que me suscita, entre otras perdida hace a la formación de mi
cosas, hablar aquí en Carlos Calvo casi biblioteca. Teniendo en cuenta la pre-
esquina avenida La Plata. cariedad de mi biblioteca, económica
1976 quizá podría ser el punto de sobre todo, y esto no es una queja sino
partida de estas 13 hipótesis de tra- más bien un reconocimiento irónico,
bajo que voy a postular. 1976 es mi la precariedad económica condicionó,
biblioteca perdida. Y mi biblioteca me condicionó, a que la mayoría de
perdida está vinculada, en mi recuer- mis libros, los libros de mi biblioteca
do, con algo que escuchaba como un perdida fueran robados. Es decir, yo he
coro presuntamente amistoso pero sido un considerable ladrón de libros.
que estaba impregnado de elementos Incluso propondría en este segundo
amenazadores. Bonhaceramente se movimiento de hipótesis los circuitos
me decía en 1976: Sos boleta David. sobre todo en la calle Corrientes allá
Eso está vinculado a mi biblioteca por los años 50, 60, de cómo se iba
perdida. La respuesta acelerada, tra- formando una biblioteca que termina-
tando de mantener cierto decoro, allá ría perdida. Quiero decir, de cómo se
por los meses del centro de 1976, roban libros. No de lugares como este
condicionaron el tener que irse. Los que desde ya implican un ademán de
libros se perdieron. Allá por el año socialización, de apelación a lo comu-
84 se planteó una especie de polé- nitario. Más bien eran robos calotes se
mica entre quienes se quedaron y decía, se caloteaba un libro, a lo largo
quienes se habían ido. Yo creo que de la calle Corrientes, en librerías que
ni una cosa ni la otra santifica o con- lógicamente han ido desapareciendo
dena a nadie. Lo que implica, lo que pero que entonces creo que incluso
importa, es qué hicieron los que se nos estimulaban, ponían libros así
quedaron y qué hicieron los que se para que los robáramos rápido, no las
fueron. ¿Sí? Pero esa biblioteca perdi- colecciones más o menos canónicas y
da en función, o como respuesta, era más o menos encuadernadas. Decía de
un coro que susurraba con diversas circuitos del robo de libros para for-
entonaciones y con distintos ritmos, mar una biblioteca finalmente perdida
por cierto, Sos boleta David. En el y las diversas estrategias. Uno de los
revés de trama de esa pérdida, en el estrategos más considerables en esos
año 76, de la biblioteca, el abandono, años era un señor que hoy se ocupa
otra gente, quería decir, pudo irse de de vinos y otros menesteres gastronó-
una manera diferente, simplemente, micos, el doctor, que es un experto en
con todos los libros. Yo preferí apelar vinos, escribe, Brascó. Vamos a foca-
a la frase de un considerable político lizar este aspecto de la formación de
nacido cerca de Moscú que decía: una biblioteca. Probablemente en el
frente al exilio, la palabra es un poco robo estaba ya como insinuada la posi-
obscena frente a la posibilidad de bilidad de ser perdido. ¿Sí? Se acumu-
tener que irse del propio país, ironía, laba, se perdió. Él iba con una enorme
y pocas valijas. En las pocas valijas no cartera que tenía una tapa en la parte
entraba una biblioteca así que fueron de abajo que se apoyaba sobre el libro
módicos los elementos con los cuales que codiciaba y que, de acuerdo a un
yo partí en el mes de julio del 76. mecanismo interno resuelto con gomi-

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

tas, hilos y otros utensilios, operaba presidente de la República Española


como un sapo comiendo moscas. Esto en el exilio y el único profesor, por
era el Brascó de la calle Corrientes allá algo lo recuerdo, que lograba estable-
por los años 50. Él, naturalmente, no cer una situación de diálogo con los
sé si perdió una biblioteca, ganó varias alumnos, con la gente que iba a sus
bodegas, según es notorio. Este sería clases. Probablemente porque ponía
un capítulo muy interesante. ¿Cómo una pasión que hoy como catego-
se roban, o se robaban, libros? ¿Qué ría parecería que está descalificada.
libros hay que robar? Incluso en esta Hablaba de España, de la España
expansión autobiográfica tengo que medieval, y recordaba algunas cosas
reconocer que dando clases, frente que a uno lo fascinaba. Por ejemplo,
a quejas comprensibles de alumnos, un Templo, allá por el siglo XII, en
digamos así, he tenido que tratar de Toledo, que era un Templo de las
sistematizar esa experiencia estricta- tres religiones, cosa insólita para un
mente empírica y episódica por cierto muchacho porteño, como era mi
como para conformar una especie de caso, en ese momento. Es decir que
catecismo del buen ladrón de libros. en el mismo Templo, en distintas
¿Sí? Circuitos y estrategias, decía, de horas, celebraban sus ceremonias los
la formación de una biblioteca ¿Sí? cristianos, luego los judíos, y después
En fin, es una forma de capitalizar. los musulmanes. Con este recuerdo
La única forma. En los orígenes de Claudio Sánchez Albornoz aludía
cualquier capitalización más o menos lógicamente a una entonación de
considerable está el robo, el saqueo. tolerancia en ese terreno. Tolerancia
Quiero decir, echando mano de algún que entraba en conflicto con lo
tipo de ejemplo ya clásico, el Imperio que predominaba en la Facultad
Británico, como ustedes saben, se con- de Filosofía y Letras en esos años,
formó a partir del saqueo de la India. referencia que abriría otro largo capí-
Salvando las distancias, lógicamente, tulo. Había otro elemento que nos
entre el Imperio Británico, sobre todo llamaba la atención en lo que él
al llegar al siglo XIX, y la módica pero decía, cuando desplegaba, como se
consistente biblioteca que uno llegó a dice ahora, sus saberes. Siempre se
formar, tienen un parentesco notorio. hablaba de los moros de España. Y
En tercer lugar quería aludir a la lógicamente en la vulgata, en la cosa
historia de mi biblioteca perdida. más difundida, los moros de España
Tendría que recuperar la imagen eran muy morochos, de ojos oscuros
del único profesor de la Facultad, y pelo negro. Y decía: No, no, están
allá por los años 50, en la calle confundidos, los moros de España,
Viamonte, la vieja Facultad de los moros andaluces, eran rubios
Filosofía y Letras donde ahora está el de ojos celestes, entonces explicaba,
ínclito rectorado, el único profesor, quiero decir, tenía esa capacidad del
decía, que merecía consideración. profesor de dar vuelta lo que está
El resto, lamentablemente, seamos ya instalado como verdad indiscu-
considerados, no eran precisamen- tible. Los moros del Sur de España
te recuperables. El único era Don lógicamente, ineludiblemente, vio-
Claudio Sánchez Albornoz. ¿Quién lentamente, lamentablemente desde
era Claudio Sánchez Albornoz? Era el cierto punto de vista, tenían hijos

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

andaluces, rubios de ojos celestes. Jorgelina, o sea estamos hablando de


Decía otras cosas que también altera- la cultura argentina, de cómo se forma
ban lo canónico. Proponía números. una biblioteca en la Argentina, de
La biblioteca cristiana más impor- eso estamos hablando, o intentamos
tante en la España del Norte, en la hablar por lo menos, tenía sobre todo
España cristiana, tenía 300 ejem- dos autores, que eran los autores más
plares, 300 libros en el siglo XII, y populares entonces en la Argentina
estaban todos atados con cadenas allá por los años 20, 30: Hugo Wast
porque eran libros hechos a mano. y Manuel Gálvez. Lógicamente, qui-
En Córdoba, la biblioteca musulma- zás una intuición inverificable en
na, es decir, alterando la versión de ese momento, iba prefiriendo entre
qué cosas eran los árabes españoles, ese dilema que me planteaban Hugo
tenía 300.000 ejemplares. Sánchez Wast, Martínez Zuviría, otro capítu-
Albornoz lograba, apelando a anéc- lo, y Manuel Gálvez, iba prefiriendo,
dotas aparentemente del mundo de y esto retomaría lo que aludíamos
las bibliotecas y de los libros, alterar al comienzo, Historia de arrabal, es
la versión que teníamos como cris- decir, sería otro capítulo que yo les
talizada de qué era la cultura de los propongo: de los distintos arrabales
árabes en el sur de España. Decíamos o de las distintas formas de resolver
de los orígenes de mi biblioteca, pues la presencia del arrabal en la litera-
bien, varios de los libros que fueron tura argentina. Brevemente ¿Cómo
formando mi biblioteca, no precisa- es el arrabal en Borges y cómo es el
mente expropiados sino dolosamente arrabal en Manuel Gálvez? Es decir
adquiridos, comprados, eran libros que no hay un solo arrabal. Incluso
sobre los andaluces musulmanes. En podríamos hacer como una especie
esa acumulación de esa biblioteca de ítem, sub-capítulo, en el espacio
que se perdió intervinieron también arrabalero de la literatura argentina
libros de mi abuela Doña Dominga. en los años 20, que está plagado,
Eran sobre todos los escritores difun- previsiblemente, de putas. Es decir,
didos en los folletines de los dia- hacer una tipología de las putas en
rios argentinos. Tenía una caracte- la literatura argentina desde Nacha
rística insólita la presencia de esos Regules hasta Tanka Charoba. ¿Qué
libros. Eran libros muy alargados, era ser puta argentina, qué era ser
que me llamaba la atención, estaban puta inmigrante? ¿Sí? Todo esto con
encuadernados. Es que ella había motivo del arrabal en la literatura
ido coleccionando, Tolstoi o Benito argentina y de la biblioteca que se iba
Pérez Galdós, los folletines que salían organizando a partir de los libros de
en el diario, ella los cortaba, los iba mi tía Jorgelina. Podría abundar con
acumulando y finalmente, cuando una prima, es decir, toda esa conste-
episodios españoles de Benito Pérez lación de figuras que iban aportando.
Galdós concluían, ella los mandaba Mi prima Cacha. Sí, es curioso que
a encuadernar. Eran los libros que esté hablando aquí de mi prima
servían de fondo a esta biblioteca Cacha pero descubrí a Emil Ludwig
que yo fui organizando con distintas y Stefan Zweig. Me fascinó la biogra-
procedencias. Benito Pérez Galdós fía de María Antonieta. Lógicamente,
y Tolstoi eran mi abuela. Mi tía por ahí reaparece, sobre todo Stefan

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

Zweig, memorable, que se enhebra Bibliotecas sucesivas en España, en


con lo que recordaba Andrés hace Dinamarca y en México. Sobre todo
un momento, que se suicidó con su Dinamarca, quiero decir, no figuró
mujer como denuncia trágica de lo nunca, no había figurado nunca pese
que estaba pasando en los campos de a que alguna amiga entrañable incurre
concentración allá por los años 40. con cierta frecuencia en este mapa
Se suicidó en el Brasil, Stefan Zweig, danés. En estos tres lugares quedaron
autor de una María Antonieta de mi otros flecos de bibliotecas porque en
prima Cacha, con su mujer. En los cada uno de los lugares, teniendo en
diarios entonces, Crítica sobre todo, cuenta eso que decíamos, ironía y
quizás algunos recuerden, apareció la pocos libros. No se puede ir de un
foto de los dos suicidas, dos judíos lugar a otro, máxime quizás en esos
suicidas, en la cama, abrazados. La años del 76 al 83, cargado de libros
otra figura que contribuyó a esta como si fueran joyas, como el persona-
descripción amena de una biblioteca je de Ali Babá y los cuarenta ladrones.
ya perdida es mi padre. Esto lógica- Pocos libros, mucha ironía. España,
mente hace a una novela familiar. Dinamarca y México. Flecos de la
Puede tener la extensión de Guerra y biblioteca perdida. Por cierto la recu-
Paz de Tolstoi superpuesta a La bús- peración de estas bibliotecas sucesivas
queda del tiempo perdido de Proust. que tenían quizás algún núcleo suele
Son océanos de recuerdos. Pero foca- ocurrir en lugares tan recorridos como
lizando los libros de mi padre, una Plaza Lavalle, el Parque Rivadavia, el
antología erótica. Lógicamente yo Parque Centenario. Suelen aparecer
ahí me inicié en lo que en el colegio con frecuencia algunas de las perso-
de curas, también posterior, se lla- nas que tienen esos kioskos tienen la
maba el pecado solitario. Antología cordialidad de decirme: fulano, aquí
erótica. Deus. El desciframiento de tenemos un libro con su firma. Yo me
la clase media que se podría hacer en tranquilizo cuando veo nada más que
función de esta propuesta de napas la firma porque a veces hay comenta-
arqueológicas, de napas geológicas, rios al pie de página que son más com-
de formación de una biblioteca. prometidos, y uno, frente al compro-
Porque los últimos contribuyentes, miso, siempre es muy cauteloso. Voy
más explícitos y aguerridos, eran mi seleccionando. Plaza Lavalle, Parque
primo Israel y mi prima Sarah, los Rivadavia, Parque Centenario.
dos militantes del partido comunis- Un punto siguiente, que es algo así
ta entonces, lógicamente stalinistas como complementario al robarse
a machamartillo, por medio de los libros, yo he robado libros de manera
cuales leí Montaña mágica y Los últi- copiosa, he hecho libros, probable-
mos días de Pompeya. Formación de mente, quizá, no con tanto ímpe-
una biblioteca argentina perdida. El tu. Pero en mi definición actual soy
tercer punto, y voy tratando de apu- un hacedor de libros. Incluso con
rar porque esto puede ser desconsi- la mediación ineludible que va defi-
derado por lo menos, son las biblio- niendo categóricamente ese espacio
tecas que se fueron perdiendo luego tan mentado últimamente que es el
de este evento tan significativo como mercado. Me ha ocurrido con mucha
el que implica Sos boleta David. frecuencia, actualmente estoy bajo la

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

presión de eso que se llama adelanto, Pueblo, sé fuerte, imperativos, hacia


es decir, los editores me hacen adelan- los dioses atenúa. Recibe secretos e
tos. Es lo peor que les puede pasar a los inspiraciones, hacia abajo ordena con
editores porque generalmente no hago inflexiones cada vez más robustas
los libros. Es decir que no solamente ¿Sí? Esto es Lugones. La alternativa
los robo a los libros en los lugares más de Lugones es un clásico modelo de
o menos tolerantes sino que me abuso intelectual, de escritor argentino para
de algunos editores que creen en mi no abundar ¿Sí? Convertirse en santo
capacidad de trabajo. Yo tendría que o convertirse en héroe. En los dos
decir que mi capacidad de trabajo casos, notoriamente, desde la cima de
es cada vez más relativa. Eso nos la montaña, fracasó. Borges es todo
llevaría a algo quizá, eventualmente, lo contrario. La literatura de Borges,
seguramente, así como postulábamos insisto, ya que estamos en este lugar,
un mapa de Buenos Aires en función al final de la calle Carlos Calvo, es
de las formas de robar libros y de los todo lo contrario del escritor que se
lugares en que se puede robar. sitúa en la cúspide de una montaña.
Ahí aparece la situación concreta Borges opera en el sótano. Si ustedes
del escritor en la Argentina. ¿Qué recuerdan, seguramente sí porque es
es escribir libros, digamos así, en la un cuento que tiene cierta circula-
Argentina? La situación precaria que ción, “El Aleph”, el descubrimiento
entre otras cosas cuestiona, desarma se da en un sótano, es decir en voz
toda una visión, una versión idealiza- baja. Lugones cree que el descubri-
da de cuál es la situación del escritor. miento se hace arriba de la montaña
¿Sí? Yo podría proponer, para aclarar y por eso tiene esa entonación mayes-
esto que acabo de decir, la versión del tática y ese ademán estatuario. El per-
escritor en Lugones y en Borges ¿Sí? sonaje, que además se llama Borges,
Lugones siempre se creyó un águila, del Aleph, sí, del Aleph, habla en
uno de sus primeros libros se llama voz baja y descubre también todo el
precisamente Las montañas del oro. mundo de manera imaginaria en ese
Las montañas del oro es la esceno- sótano que es lo antagónico a la cima
grafía, el escenario que se adjudica de una montaña. Son las dos, proba-
en 1897 Lugones a sí mismo. Él se blemente hay zonas intermedias, acti-
cree un águila que sobrevuela y que tudes fundamentales del escritor en
está en la cima. Eso es un escritor, la Argentina: o hablar enfáticamente
un típico modelo que provenía de la desde la cima de la montaña creyén-
cosa de Víctor Hugo, etc, del siglo dose águila o, no sé si gusaneando,
XIX europeo. Lugones sobrevuela, en el caso de Borges, en la penumbra
y tiene dos inflexiones notorias: en de un sótano. Decíamos, hacer libros,
la cima de las montañas, aparte de vamos llegando al final, menos mal.
creerse águila se sitúa y habla con los Otra de las hipótesis es la feria del
dioses a través de la plegaria y los dio- libro. Ya la palabra no solamente me
ses le depositan en la oreja eso que se resulta una designación desdichada
llamaba inspiración. Plegaria, inspi- sino muy significativa. Es una feria,
ración, en voz baja. Pero hacia abajo, es una feria de vanidades. La otra
el ademán aquilino de Lugones orga- palabra que se me ocurre vinculada
niza la Orden, ¿A quiénes? Al pueblo. a esto es el fondo editorial. Feria

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

de libros, fondo editorial. Es decir, partir de la feria, una especie de nove-


la cultura de fachada, la cultura la de anticipación. Quiero decir, pro-
de contrafrente. Esto también nos pondría, hablando de Buenos Aires,
podría llevar a una larga digresión. contexto mayor repito de libros y de
¿Qué predomina en este lugar donde bibliotecas, que hiciéramos un reco-
el emblema mayor es el libro, que rrido no ya por el desdichado café de
apunta, en puntos suspensivos, a la los angelitos o recintos más o menos
constitución de bibliotecas? ¿Qué prestigiosos, y barriales, también. Yo
predomina en los últimos tiempos propongo que vayamos en primer
en una feria del libro? Las nove- lugar al casino flotante, en una prác-
las históricas. Digo, me siento muy tica si ustedes quieren antropológica.
cómodo en este escenario, es un esce- ¿Qué es el casino flotante? En segun-
nario ¿Sí? Una mesa redonda, porque do lugar les propondría que vayamos
correspondería desde todo punto de al parque temático que reconstruye
vista confrontar, haciendo juicios de a Belén, que queda cerca de la can-
valor, cuándo Andrés Rivera escribe cha de River, desde ya con toda la
una novela histórica y qué densidad consideración que me merece el solo
tiene, qué corporeidad, qué mate- enunciado de Belén, podría decir
rialidad tiene, frente a la colección que me enternece todo lo que sea
de novelas históricas así llamadas betlemita. En tercer lugar de este iti-
que pululan de manera obscena en nerario de la ciudad de Buenos Aires
las librerías de Buenos Aires para no como contexto libresco, vayamos a la
abundar y que son introducidas no mezquita, recientemente inaugurada.
de manera subrepticia sino compla- Casino flotante, tierra santa y la mez-
ciente en muchas mesas de noche, quita. Lógicamente que me merece la
supongo, también en bibliotecas mayor consideración lo que implica
finalmente y así siguiendo. Ferias simbólicamente la mezquita. Estoy
de libros y novelas históricas. Mi hablando de un fenómeno urbanís-
dios. Podría comentar, también en tico, arquitectónico, alucinante. Por
esta secuencia que rodea al libro y la eso decía que puede ser el punto de
biblioteca, lo que son las reseñas. Lo partida para una novela futurista, de
dejamos para otro día, para terminar, anticipación, alucinante. Esa extraña
hablando de Buenos Aires. mezcla que está recortándose níti-
Es una especie de alucinación esta damente en esta ciudad, como una
propuesta final. Buenos Aires como especie de degradación de la arqui-
escenario mayor de todo esto que tectura y urbanismo de Las Vegas. La
estamos intentando describir en tér- feria se va convirtiendo en shopping,
minos, acentuando o privilegiando y el shopping no solamente convier-
lo contextual, lo histórico, lo político te a los elementos que están allí en
en el caso de Andrés, privilegiando mercancías sino que nos convierte
lo autobiográfico en esta acelerada paulatinamente a todos nosotros en
cabalgata que he postulado. Buenos mercancías. Quiero decir, se habla
Aires como escenario mayor de los de mercado, vayamos viendo algo
libros y de las bibliotecas. El contex- que antes no existía que son estas
to, este lugar, sí, Buenos Aires, el des- inquietantes rayitas que aparecen en
ciframiento de Buenos Aires, pero a los libros, etc., estas inquietantes

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LA BIBLIOTECA
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rayitas las tenemos todos: arriba del la revolución de mayo, un Las Vegas
ombligo, abajo, en el lomo o en la degradado. ¿Qué es va segregando
frente, es decir que paulatinamente en esta Buenos Aires-Las Vegas, feria
la feria convertida en mercado nos convertida en shopping, frente a la
va convirtiendo en mercancías que cual postulamos la biblioteca y los
transitamos entre Las Vegas porteña libros como elemento crítico o como
del casino, del parque Belén y de la conjuro? Buenos Aires como alguna
mezquita. ¿Sí? Frente a eso, la recu- ciudad de la Malasia, que tiene el
peración de los libros. Yo postularía, alto honor de tener el edificio más
si se me permite, la biblioteca y los alto del mundo. Pues bien, al pie
libros como crítica o conjuro de todo y en los alrededores de ese altísi-
eso, que yo me animo a hacer una mo edificio pulula algo que ya está
apuesta, ese Buenos Aires predomi- instalado en Buenos Aires que es la
nante arquitectónica y urbanística- prostitución infantil. Es decir, ya, en
mente, en el segundo centenario de los grandes hoteles de Buenos Aires
se ofrece a los clientes privilegiados
en función de la única industria que
no tiene chimeneas y que va a avan-
zar al galope según se va viendo. Mi
ilustre tocayo, el señor Rockefeller,
es la segunda vez que viene en el
lapso de dos meses al Tigre porque
el proyecto de la putificación, para
ser enérgicos, de la ciudad de Buenos
Aires convertida en ciudad de Malasia
involucra desde Tigre hasta Quilmes.
¿Sí? Prostitución infantil y, termina
la hermana Pelloni, venta sistemá-
tica de vísceras de niños, decía, de
una novela de anticipación aluci-
nante. ¿Sí? Frente a esa eventual
alucinación de Buenos Aires como
contexto de libros y de bibliotecas
nuevamente apelamos, es una expre-
sión de deseos, al libro crítico, al
libro crítico, a las bibliotecas críticas,
no a las bibliotecas convencionales,
complacientes, autocomplacientes.
Apelamos, a partir de los libros y
de las bibliotecas, al pensamiento
crítico frente al pensamiento único,
hegemónico que presupone la prosti-
tución infantil y la venta de vísceras
de niños. Repito, esto es alucinante,
pero estamos hablando del porvenir
de nuestra ciudad.

384
386

Un documento fundante:
sentencia confiscatoria de
Moreno y Saavedra
Por José María Gutiérrez (*)

La Biblioteca Nacional recuperó el docu-


mento a través del cual en 1810 se ordenó
la confiscación de bienes de los contrarre-
volucionarios de Córdoba.
La revolución se debatía por renunciar a
la imagen de una ingenua revuelta, pero
Córdoba, siempre rebelde, estaba lista para
la otra conspiración que condujera al fra-
caso temprano de la gesta patriótica. Si la
historia es una construcción del presente,
la arqueología documental la constituye y
confabula para su eternidad. La Primera
Junta de gobierno ordena fusilar a los cons-
piradores, pero la muerte del enemigo es
ficticia si no se enajena su memoria y usu-
fructúan sus saberes. La Biblioteca Pública
de Buenos Aires se nutrió de esos saberes
realistas, como una forma última de suje-
ción al destino de la nación en ciernes.
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

Noticia de una adquisición el reverso se informa el contenido:


El Documento Recuperado Sobre que se remitan a la Capital los
libros secuestrados y se siga con vigor el
El 23 de julio del 2007 la Biblio- Secuestro a los conjurados.
teca Nacional consiguió ganar para
sí en subasta pública un conjunto Transcribimos:3
de piezas que se habían selecciona-
do y destacado como de singular Embargo de los bienes pertenecientes a
importancia1. Luego de una larga y Los conspiradores de Córdoba
lamentable ausencia en eventos de
este tipo, la institución que atesora Sin perjuicio del vigoroso embargo que
el patrimonio édito nacional había debera trabarse en los bienes de los cons-
comenzado a intervenir en remates piradores de Cordoba, y sus principales
de libros y documentos, entendiendo secuaces, hasta cubrir enteramente las
finalmente que allí se jugaba la suerte cantidades, que tomaron de la Real
y el destino de piezas que luego resul- Hacienda para sostener su rebelión,
ta prácticamente imposible recuperar ordenará V.S. que en el momento de
para la Argentina2. Ese día en una casa recivir esta orden se encajone toda la
de la ciudad de Buenos Aires, salía a libreria del Obispo Orellana, y todos
remate con otras importantes piezas los libros que tubiesen los demas reos,
un conjunto de documentos relativos remitiéndolos en primera oportunidad
a la Revolución de Mayo, provenien- por ser así convenientes al servicio del
tes de la colección de Carlos Alberto publico, baxo el benéfico obgeto á que
Pueyrredón, y entre ellos priorizamos ésta Junta los há destinado.
uno, cuya adquisición tras ardua puja
resignifica la tarea de desarrollar la Dios guíe a V.Sm. a. Bs. Ay. 22
Colección de la Biblioteca, en un de Agosto de 1810.
movimiento que la impulsa hacia ade-
lante en tanto recobra su pasado. Cornelio de Saavedra
Don Mariano Moreno Secret°.

Este documento Se trata de la Orden de embargo y de


remisión a Buenos Aires de los libros
Es apenas un folio, una hoja de papel pertenecientes al obispo Orellana, que
manuscrita. En poco tiempo más explicita la intención de destinarlos a
cumplirá sus doscientos años. Es evi- integrar el primer fondo de libros de
dente que ha pasado ulteriormente por la inminente Biblioteca Pública de
pocas y cuidadosas manos. Comunica Buenos Aires, hoy Biblioteca Nacional
una orden que firman –conservándose de la República Argentina.
en esas firmas la nitidez de la tinta al Es, de momento, el documento más
carbón que contrasta con ferruginosa antiguo que conocemos que alude
del texto– Cornelio de Saavedra y el en forma directa a la Biblioteca
doctor Mariano Moreno, Secretario. Pública, cuya próxima noticia sería
Al margen, una adición fechada luego ya el célebre decreto publicado en
a casi un mes y medio da cuenta que la Gazeta de Buenos Ayres el 13 de
se procede a cumplir lo ordenado. En septiembre de 1810.

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

La orden, fechada el 22 de agosto, transcribe parte del acta de inventario


reafirma la implacable voluntad de de bienes del obispo que se labró el
la Junta de Gobierno que cuatro días 13 de agosto de 1813 por orden de
luego se consumará con la ejecución en aquella Junta de Comisión.4
Cabeza de Tigre de los sublevados de Adelanta que la del obispo Orellana no
Córdoba, que se opusieron a reconocer es la biblioteca de un ilustrado como
la autoridad gubernativa de la Junta las de Azamor o Gregorio Funes,
presidida por Saavedra: el gobernador sino una interesante biblioteca mayor-
Gutiérrez De La Concha, el antiguo mente acotada a la labor apostólica,
héroe de la Reconquista Santiago de y detalla 142 títulos, aclarando que
Liniers, Victorio Rodríguez, Santiago han quedado algunos sin transcribir
Alejo de Allende y Joaquín Moreno porque no han podido ser descifrados.
(siéndole perdonada la vida al obispo Clásicas obras de historia de la Iglesia
Orellana), y que implicaba “el secues- e historia de Roma y de España, de
tro y embargo de los bienes, fincas, teología y filosofía, libros de referen-
dinero, alhajas y cualquier otra pro- cia como diccionarios y lexicones, los
piedad” de los sublevados. comentarios reales del Inca Garcilaso
Es sabido que hubo reticencia en de la Vega, algunas pocas piezas lite-
cumplir las instrucciones, que se con- rarias, se ofrecen al estudio identifi-
trarió la orden de inmediata ejecución catorio para recuperar la información
que impartió Moreno el 28 de julio de su origen propietario y verificar su
remitiendo a los jefes capturados hacia existencia actual. Hay indicios ciertos
Buenos Aires y que sería la nueva con- de que el estado de integridad material
ducción política del Ejército de Norte y aun de existencia física actual de esos
encabezada por Castelli quien daría libros no es el mejor: esos impresos de
cumplimiento a esa orden. los siglos XVII y XVIII habrían sido ya
Juan Martín de Pueyrredón había muy trajinados antes de su remisión a
sido designado nuevo gobernador de Buenos Aires, transporte que se hacían
Córdoba. La genealogía propietaria los troperos por caminos apenas esbo-
de este documento y su contenido nos zados (cuando no inventados), y que
induce a afirmar que estaba dirigido a luego habrían padecido los mismos
él, y por su intermedio, a la Junta de avatares que el resto de la colección de
Comisión que la Junta de gobierno la primera Biblioteca, en las décadas
había creado el 2 de julio para asistir a luctuosas que Groussac calcula entre el
la expedición a las provincias del inte- fin de la dirección de Manuel Moreno
rior, con poder jurídico de embargo. (1828) y la de Quesada (1877).5

La biblioteca embargada Fundación e itinerarios

La anotación al margen, fechada el 4 Mención aparte que merece la biblio-


de octubre en Córdoba, comunica la teca que el obispo Azamor y Ramírez
remisión de 12 cajones con “toda la legara para una futura biblioteca públi-
librería del Obispo Orellana y todos los ca, el fondo patrimonial que da inicio a
libros que tuviesen los demás reos”. la actual Biblioteca Nacional reconoce
Un artículo de Roberto Ignacio Peña dos principales fuentes: el donativo

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N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

patriótico y la expropiación revolucio- bien distinta, pero que el estado actual


naria, ambos actos de urgencia expe- del mercado del libro y la fluctuación
ditiva, de compulsión, que advertimos de documentos originales hacia los
en lo que declara la noticia de la Gazeta centros de concentración económica e
del 13 de septiembre, y en las nóminas información, implica también decisio-
que publicará luego con los libros de nes políticas de emergencia para rete-
Belgrano y otros, y en la elocuencia ner, o bien a tono con el espíritu de
de éste y en otros documentos, en los este documento diríamos rescatar, para
que las acciones destinadas “a paliar todos los argentinos las piezas de nues-
las urgencias económicas del gobierno, tra propia historia. La obtención de
comprar armas y contribuir a la manu- una orden de embargo que acompaña
tención de los soldados” eran de tan un acto patriótico fundacional ganada
extrema prioridad como la de contar por el Estado en subasta pública ofrece
con la biblioteca pública.6 en ese itinerario un cuadro oportuno
Adquirir un documento de tanta para reflexionar sobre el sentido de la
importancia es, a nuestro entender, propiedad de ciertos bienes.
un acto de recuperación histórica y
patrimonial que trasciende incluso a
la misión de enriquecer el fondo ins- (*) Selector bibliográfico de la Biblioteca
titucional. Un acto de una naturaleza Nacional

NOTA

1. Colaboró en las tareas de relevamiento interno Juan Pablo Canala.


2. En el mismo remate, junto al documento que aquí informamos y entre otros, la BN adquirió también un
Bando de la Junta de Gobierno del 26 de Mayo de 1810; un Sermón predicado en honor a Santiago de Liniers
en 1806; la Instrucción del 25 de Mayo de 1810 que regla el modo en que sesionará la Primera Junta de Go-
bierno –a la que luego aludirá Moreno en su Decreto de supresión de Honores–, todos éstos impresos de Niños
Expósitos que pertenecieron a Pueyrredón; y el raro volumen Mosaico Literario, redactado por José Antonio
Wilde y Miguel Navarro Viola, Imprenta Republicana, 1848.
3. En los márgenes del texto aparecen las siguientes anotaciones:
Córdba 4 de Oct 1810
Se dio cuenta quedan prontos pa remitir en prima oportunidad, y se remitio la factura de doce cajones Nos 1 a 12
Sor Govor de Córdoba
4. Roberto Ignacio Peña: La Biblioteca del Obispo de la Diócesis de Córdoba del Tucumán: Dr. Rodrigo Antonio
de Orellana (1810), en Cuadernos de Historia, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
1997. Información proporcionada generosamente por el profesor Roberto Casazza.
5. Dice Groussac que en el primer informe del doctor Tejedor, Registro Estadístico de 1854, se asevera que
el total de volúmenes existentes era de 15.397, anotando que esa cifra sería aún inferior en los hechos. En la
estadística de 1823 se registra que entonces había no menos de 20.000 volúmenes. Esta diferencia indica lo
perdido por la Biblioteca en esos treinta años. Paul Groussac, Historia de la Biblioteca Nacional, ed. BN de
1967, pp. 21-30.
6. Es dable observar en las noticias de la Gazeta que contabilizan los donativos de los ciudadanos, algunos que
son notablemente superiores a favor de la Biblioteca en relación a los otros objetivos demandados.

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392

Las colecciones del Tesoro(*)


Por María Etchepareborda

La palabra tesoro designa un conjunto de


objetos considerados como piezas de gran
valor. La Biblioteca Nacional cuenta con
una sala que recibe tal nominación, desig-
nando todo aquello que se encuentra aloja-
do en sus anaqueles como rarezas dignas de
ser reunidas en su colección. Sin embargo,
todo objeto extraño depende de una mirada
–lectora– que lo pondere en su ser único,
original, no sólo por lo que significa en
tanto objeto antiguo o valioso, sino por
aquello que permite imaginar. Un horizon-
te que puede esbozarse a partir del gesto
absorto de quién por fin encuentra un texto
inhallable o, incluso, un texto al que se llega
por los propios misterios que engendra
toda biblioteca: el azar que nos va llevando
a recorrer aquello que ignorábamos que
existía. A los tesoros de las bibliotecas se los
imgina seguros de sí mismos, pero siempre
anida en ellos la duda por sus fronteras,
que se abren porosas en un ininterrumpido
diálogo con los otros textos que no han sido
designados para habitar sus salas.
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

La palabra tesoro hunde sus raíces en


la historia y en el imaginario popu-
lar. Según el diccionario de la Real
Academia Española es una cantidad
de dinero, valores, y objetos preciosos,
reunida y guardada.
También designa a un conjunto
escondido de cosas preciosas, de cuyo
dueño no queda memoria.
En los cuentos infantiles de todas
las épocas la presunta existencia de
un tesoro y la posibilidad de hallarlo
constituyen un fuerte acicate.
Ya en el plano bibliotecológico recor-
demos que las Bibliotecas Nacionales
del mundo cuentan con su Tesoro,
destinado a esos lectores especializa-
dos denominados investigadores. Ellos
habrán de devolver lo que obtuvieron
en el Tesoro en forma de publicaciones
de distinta naturaleza y de su autoría.
En el Tesoro se reúne y se guarda orde-
nadamente una cantidad de piezas de
considerable valor bibliográfico e his-
tórico, además de estético. A propósito,
no olvidemos que como objetos mate-
riales, los libros son testigos expresivos
del paso del tiempo. En ese sentido el
cuidado, la protección, el amor que
sintieron sus autores y dueños debe ser
continuado a través de la Biblioteca.
Obras antiguas, raras y valiosas hallan
hospedaje en el Tesoro. Libros, epís-
tolas y proclamas de nuestros próceres
son algunas de las muestras que cons-
tituyen su acervo.
Nuestro Tesoro alberga desde la fun-
dación de la Biblioteca Pública de
Buenos Aires en 1810 colecciones
que con paciencia y conocimientos se
han reunido y guardado a lo largo de
los años. Protegidas, esas colecciones
intentan desafiar el paso del tiempo
y colmar las expectativas de lectores
tan ávidos como exigentes. A ellas me
referiré a continuación.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

La Gazeta de Buenos Ayres del 13


de septiembre de 1810 nos informa
que “La Junta ha resuelto formar una
Biblioteca Pública, en que se facilite
a los amantes de las letras un recurso
seguro para aumentar sus conocimien-
tos”. Más adelante continúa: “Por for-
tuna tenemos libros bastantes para
dar principio a una obra que crecerá
en proporción del sucesivo engrande-
cimiento de este pueblo. La Junta ha
decidido fomentar este establecimiento
y esperando que los buenos patriotas
propenderán a que se realice un pen-
samiento de tanta utilidad abre una
suscripción patriótica para gastos de
estantes y demás gastos inevitables.”
La respuesta fue inmediata; los habi-
tantes de la ciudad demostraron su
adhesión a tan noble causa. Así lo
demuestra el primer libro de dona-
ciones desde 1810 a 1874 en donde
vemos las listas de libros donados.
El rector del Colegio San Carlos,
el canónigo Chorroarín, colaborador
inmediato del nuevo gobierno, donó
no sólo parte de los libros del ilustre
colegio sino también los libros de
su pertenencia de los que carecía la
Biblioteca; en enero de 1811 fue
nombrado director de la Biblioteca y
organizó pacientemente las coleccio-
nes hasta su inauguración en 1812.
Siguió trabajando en ella sin des-
canso durante varios años. Manuel
Belgrano donó en 1810 parte de su
biblioteca acrecentada en dos opor-
tunidades durante 1811; su hermano
el canónigo Domingo Belgrano se
sumó a la iniciativa.
Mariano Moreno, secretario de la
Junta de Gobierno y Protector de la
Biblioteca, aparece entre los donan-
tes lo mismo que Fray Cayetano
Rodríguez, el protomédico Miguel
O’Gorman, Pantaleón Rivarola, rec-

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

tor del Colegio Seminario. El vocal


Secretario de la Junta de Gobierno
Juan José Paso, el Presbítero Saturnino
Segurola, primer bibliotecario,
Francisco Cosme Argerich, Miguel
de Azcuénaga y muchos otros tales
como comerciantes ingleses residentes
en Buenos Aires y en Londres.
Presbíteros, canónigos, conjueces,
cónsules entre los cuales cabe desta-
car el cónsul inglés Parish. Son algu-
nos de los aportantes.
El establecimiento recibió también
obras manuscritas tales como los de
Guevara, y Pedro Lozano, oficios y
otros. Ya en la década del 40 Pedro
de Angelis donó la famosa colección
de su autoría editada en 1836 y obras
de su pertenencia.
La lista es demasiado extensa para
hacer mención detallada de cada una
de las donaciones.
Sin embargo me es grato presentar a
continuación algunas de ellas.
Así como la Junta solicitó la incorpo-
ración de la Colección del Colegio San
Carlos también se le pidió al Obispo
de Buenos Aires la incorporación de
la Biblioteca del Obispo Azamor y
Ramírez fallecido en 1796 y cuya
librería había sido legada para fundar
una biblioteca pública catedralicia.
El primer gobierno patrio consideró
importante desviar los fondos biblio-
gráficos para destinarlos a la Biblioteca
Pública de Buenos Aires. El tema ha
sido investigado y dado a conocer por
la académica Daisy Ripodas Ardanas
en su libro “La Biblioteca porteña del
Obispo Azamor y Ramírez: 1788-
1796”. La personalidad y enverga-
dura de Azamor, quien fue obispo
de Buenos Aires desde 1788 hasta su
muerte, quedaron reflejadas en sus
colecciones que junto a él acompaña-
ron la travesía desde Cádiz hasta su

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

nuevo destino, Buenos Aires, en 1788


a donde ingresa junto con treinta y
dos cajones con obras y manuscritos.
La lista primigenia se fue incrementan-
do hasta la muerte del obispo. Según
remarca la autora “era la más nutrida
biblioteca privada del Buenos Aires
finicolonial” y por añadidura parte del
núcleo inicial de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires. Fue la principal
colección privada incorporada a ella.
En el año 1833 figura en el libro de
donaciones, folio 17, una lista de
manuscritos, remitida por el Superior
Gobierno al establecimiento entre los
que se encuentra una de las piezas más
preciosas con que cuenta la bibliote-
ca: el libro de horas “Officium par-
vum gothicum”, obra de gran belleza,
manuscrito miniado perteneciente al
siglo XV. Las iluminaciones, 13 en
total, son verdaderas joyas de arte.
Otro aporte importante aparece en la
memoria manuscrita de la Biblioteca
Pública de Buenos de 1856, cuando
el director Carlos Tejedor recibió una
carta del Sr. Mariano Balcarce desde
París con fecha del 7 de marzo de ese
mismo año mediante la cual remitía
para la Institución los libros que deta-
llaba a continuación que llevaban el
nombre del general San Martín a quien
habían pertenecido. El total registrado
era de 109 tomos que habían acompa-
ñado al Libertador durante su estadía
en Francia. Con el paso del tiempo
esta colección fue complementada
con la valiosa colección perteneciente
a Balcarce; como ejemplo vale men-
cionar “Del Contrato social de Juan
Jacobo Rousseau”, editado en Buenos
Aires en la Imprenta de los Niños
Expósitos en 1810, curada y prolo-
gada por Mariano Moreno. También
unida al cónsul Balcarce aparece una
pieza maestra de la tipografía francesa

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

“Los santos evangelios, traducción de


Bossuet e ilustrados por Bida” que
según la prensa francesa de la época
era la obra cumbre de la editorial
francesa, calificada como obra maestra
y verdadero monumento. Fue enviada
por el yerno de San Martín, como
aporte personal en 1875 durante la
gestión de Vicente Quesada.
Por intermedio de la gestión de
Mármol y prolongada y oficiali-
zada por la gestión de Quesada el
aporte bibliográfico fue a través de
intercambios internacionales con
Bibliotecas Nacionales de Europa y
de América y otras grandes institu-
ciones. De esa época aparecen en los
catálogos actuales obras de grandes
museos como el British Museum, de
la Biblioteca Nacional de Francia, de
España, de América como el Instituto
Smithsoniano, etcétera.
Las exposiciones internacionales fue-
ron vehículos invalorables como vías
de ingreso al aporte bibliográfico.
Al convertirse Buenos Aires en la
Capital durante la gestión del direc-
tor Trelles, fundador de la Revista
de Buenos Aires primera revista cuya
autoría fue la Biblioteca, la institución
pasó a llamarse Biblioteca Nacional.
El traspaso se efectuó durante la breve
estadía de Wilde en 1884.
En enero de 1885 fue nombrado Paul
Groussac, quien estuvo a cargo de la
institución durante 44 años, cargo que
conservó hasta su muerte, en 1929.
Durante este período el estableci-
miento incrementó sus fondos a tra-
vés de muy importantes donacio-
nes: la donación de Ángel Justiniano
Carranza y la biblioteca del doctor
Amancio Alcorta pertenecen a esta
época además de grandes avances
bibliotecológicos que se deben a la
presencia del director francés.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

A la muerte de Groussac le sucede el obras con anotaciones manuscritas,


Dr. Carlos Melo por un breve perío- que son parte de este aporte.
do de 10 meses, durante el cual se Una colección llegada por incau-
recibió uno de los aportes bibliográ- tación de bienes corresponde a la
ficos más importantes: la donación de biblioteca privada del general Perón
Ezequiel Leguina; la hoja de la Biblia que por decreto ley 8124 del año
de Gutenberg proviene de la misma, 1957 fue derivada a la Biblioteca.
obras de famosas imprentas, coleccio- Dentro de la colección se encuentra
nes del Quijote, codiciados manuscri- una joya bibliográfica: “el libro enca-
tos, incunables y muchas otras obras denado”, manuscrito del siglo XIV,
valiosas corresponden a esa donación. escrito en latín por el filósofo y físico
El siguiente director, Martínez Zuviría, francés Jean Buridan.
a cargo desde 1932 hasta 1945, perío- Estos ejemplos son algunas de las
do en que se recibieron por donación joyas del Tesoro. La tiranía del tiem-
y canje 250.186 obras, según consta po no me permite continuar con
en los catálogos. Además se realizó otras obras preciosas.
la compra de parte de la Colección Quiero cerrar esta exposición men-
de Foulché-Delbosc en 1936 por un cionando las últimas adquisiciones de
total de 1.281 piezas exponentes de meses atrás: documentos históricos
una preciosa selección de parte del vinculados con la gesta de Mayo y un
hispanista Foulché. documento donde se ordena que se
La donación de Pedro Denegri y la encajone la Librería Jesuítica del obis-
colección de tesis de Candiotti perte- po Orellana y que se enviara a Buenos
necen a este período. Aires, documento que lleva la firma de
En octubre de 1955 se designó a Jorge Cornelio Saavedra y Mariano Moreno.
Luis Borges cuya dirección duró hasta
1973. Además de importantes dona-
ciones como los textos manuscritos (*) Presentación hecha en ocasión de
de sus amigos donados por Mujica la jornada del Día del Bibliotecario,
Láinez se debe destacar la colección Biblioteca Nacional, 17 de septiembre
privada de Borges, alrededor de 600 de 2007

399
400

Archivo de Manuscritos
Por Vera de la Fuente y Ana Guerra

Como una forma de resguardo, las dis-


tintas vertientes del pensamiento, tienen
una relación conflictiva con el archivo.
Una ambigua relación que se manifiesta
cuando las investigaciones, una puesta en
suspenso de todo conocimiento, buscan
alimentar la duda con relación a la fluen-
cia textual en la historia antes que ilumi-
nar la ruta del tiempo. Los archivos –esto
ya lo han dicho los filósofos– muestran y
esconden, al mismo tiempo, el espíritu de
una época. Los archivos encierran estos
enigmas hechos de entrecruzamientos de
enunciados, extravíos y silencios. Toda
lectura de archivos adolece de ingenuidad.
Frente a la problemática que constituyen
los archivos, la Biblioteca Nacional toma
la decisión de abrirlos para su consulta
para el debate de nuevos modos de alcan-
zar la conciencia histórica. Como home-
naje a un archivista perseverante, su sala
de consulta, recientemente inaugurada,
llevará el nombre de Gregorio Selser.
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

La Biblioteca Nacional abre valio- XX remontándose en algunos casos a


sos fondos de archivo a la consul- fines del siglo XIX.
ta pública Cartas, borradores inéditos, recortes
de prensa, informes clasificados de
Haciendo visibles los frutos de una gobierno, apuntes manuscritos, volan-
labor intensa que lleva ya más de un tes partidarios, listados de presos polí-
año, la Biblioteca Nacional libró a la ticos, fotografías, folletos, bosquejos de
consulta, en el pasado mes de julio, discursos, telegramas, afiches, guiones
tres de los más importantes fondos de cinematográficos... Para brindar a este
archivo y colecciones particulares que particular material un adecuado trata-
integran su patrimonio. miento archivístico, garantizar su pre-
Así se ponen por primera vez a disposi- servación y elaborar las herramientas
ción del público valiosos fondos docu- necesarias para su puesta en consulta, se
mentales que pertenecieron a relevan- puso en marcha a mediados del 2006 el
tes instituciones y personalidades de Proyecto de Organización de Archivos
la cultura y la política argentina, entre de Manuscritos y Material Inédito de
los cuales cabe destacar el acervo del la Biblioteca Nacional. Así es como
Centro de Estudios Nacionales (CEN) se avanzó paralelamente en las tareas
–más conocido a través de quien fuera complementarias que implica el trabajo
su fundador, Arturo Frondizi– que de archivo: conservación preventiva
incluye diversos materiales vincula- de la documentación, elaboración de
dos a toda su trayectoria política y a guías, inventarios y catálogos. A unos
su obra de gobierno, documentación pocos meses de la apertura al público
perteneciente a Silvio Frondizi y el el archivo recibe diariamente a estu-
archivo periodístico de la revista Qué diantes, tesistas, periodistas, becarios y
sucedió en 7 días. Los archivos perso- docentes –tanto de Buenos Aires como
nales de los escritores César Tiempo del interior, e incluso del extranjero–
y Luis Emilio Soto –conformados por que investigan en el marco de alguna
sus respectivos epistolarios y cientos institución o de manera independiente,
de escritos originales– constituirán y que de esta manera pueden acceder a
también un sustancial aporte al estu- documentación histórica en una insti-
dio de un período crucial de la historia tución pública.
argentina contemporánea. En esta presentación ofrecemos una
La apertura progresiva de los fondos breve reseña introductoria de los fon-
de archivo incluirá en una próxima dos y colecciones abiertos a la con-
etapa los pertenecientes a los escritores sulta, dando cuenta así de los avances
Francisco Soto y Calvo y Pastor Ser- del nuevo sector Archivo en la Biblio-
vando Obligado, la correspondencia teca Nacional.
del historiador Enrique de Gandía,
una colección de recortes de prensa
del dirigente de la UCRI, Olega- Fondo Centro de Estudios Nacionales
rio Becerra y materiales de Anto-
nio Manuel Molinari –interventor en Constituido desde 1956 en torno a
el Consejo Agrario Nacional bajo el las figuras de Arturo Frondizi y Roge-
peronismo y director de Democracia. lio Frigerio, el entonces denominado
Los documentos recorren todo el siglo Centro de Investigaciones Nacionales

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

fue el punto de confluencia de los de los dirigentes del Movimiento de


intelectuales y políticos afines al idea- Intransigencia y Renovación, corrien-
rio desarrollista, lugar de elaboración te interna de la UCR, y tras la ruptura
programática y plataforma electoral partidaria asumirá la conducción de
para la campaña de la UCR Intran- la UCRI. En enero de 1956 Frondizi
sigente de aquellos años, que llevó conoce a quien se convertiría rápida-
a Frondizi a la presidencia en 1958. mente en su más estrecho colaborador
Durante los años de gobierno, fun- y más importante ideólogo del desa-
ciona como Archivo Privado del Dr. rrollismo: Rogelio Frigerio. Con él
Frondizi y recibe en forma cotidiana se acercaron a la UCRI políticos de
documentación oficial provenien- diversas extracciones como Marcos
te de secretarías de Presidencia. En Merchensky, Isidro Odena, Ramón
1963, tras el derrocamiento y reclu- Prieto, Juan José Real, Arturo Sábato,
sión de Frondizi, se funda el Centro Blanca Stábile, Carlos Florit y Noé
de Estudios Nacionales, institución Jitrik, entre otros.
que de este modo heredó y amplió un El famoso “pacto Perón-Frondizi”
valioso acervo bibliográfico, hemero- permitió el triunfo de la fórmula de la
gráfico y archivístico, abarcando un UCRI por una importante mayoría de
amplio espectro de temáticas vincu- votos. En pocos meses, sin embargo,
ladas a la historia política, económi- su gobierno se verá enfrentado a fuer-
ca y cultural de la Argentina y del tes conflictos con los sectores popula-
mundo. Además de abrir al público res. También la intelectualidad y los
su biblioteca, el CEN desarrolló una sectores medios pasarán rápidamente
política editorial y de difusión que del apoyo entusiasta a la oposición
incluyó la organización de cursos y frente a lo que consideraron la “trai-
conferencias, seminarios y grupos de ción” de Frondizi. La política exterior
investigación. Poco tiempo después en el marco de la Guerra Fría y frente
del fallecimiento de Arturo Frondizi, al impacto de la revolución cubana, el
en 1995, el Consejo de Administra- debate por la educación universitaria
ción resolvió donar su patrimonio “laica o libre”, la política económica
documental a la Biblioteca Nacional. y la relación con los capitales extran-
jeros, el papel de las Fuerzas Armadas
en las decisiones de gobierno, el Plan
Arturo Frondizi y el CEN Conintes, la resistencia peronista y
la cuestión gremial, las elecciones de
Arturo Frondizi nació en la provincia marzo de 1962 y la caída de Frondizi,
de Corrientes, el 28 de octubre de entre otros procesos, hacen de este
1908. Abogado de profesión y político período uno de los más ricos y contro-
radical, fue diputado nacional entre versiales de la historia argentina.
1946 y 1952, sosteniendo durante Tras su derrocamiento y reclusión,
estos años una posición crítica frente Arturo Frondizi se reincorpora a la
al peronismo. En 1954 fue elegido actividad política con la fundación del
presidente del Comité Nacional de Movimiento de Integración y Desa-
la UCR, y a fines de ese año publi- rrollo. Crítico acérrimo de la gestión
ca el libro Petróleo y Política que de Arturo Illia, apoya decididamente
alcanzará amplia repercusión. Fue uno el golpe militar encabezado por el

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

Gral. Onganía. Para las elecciones de Las series correspondientes a su obra


marzo de 1973 el MID forma parte de gobierno incluyen correspondencia
del Frente Justicialista de Liberación oficial, actuaciones y expedientes ori-
Nacional. Frente a la crisis del gobier- ginales, actas de reuniones, informes
no de Isabel Perón y al igual que gran ministeriales y de servicios de inte-
parte de la dirigencia política de la ligencia, estadísticas y publicaciones
época, Frondizi saluda el golpe de oficiales, proyectos de obras públicas
1976, cuya política represiva defende- e inversiones, entre otros documen-
rá públicamente. Hacia 1981 partici- tos de la Presidencia de la Nación y
pa con el MID de la Multipartidaria, sus dependencias (Secretaría Privada,
aportando a la salida negociada del Secretaría de Prensa, SIDE, Secreta-
régimen de facto. Más tarde, su lla- ría de Enlace y Coordinación, Casa
mado a la reconciliación y al olvido en Militar). A esto se suma una muy
relación a los crímenes de la represión completa colección de recortes de
marcará el rumbo final de una trayec- prensa en torno a la figura de Frondi-
toria política compleja y significativa. zi, el seguimiento de sus actividades y
declaraciones públicas, sus viajes por
Este Fondo integra materiales reunidos el interior y exterior del país, así como
por Arturo Frondizi a lo largo de su las críticas a su gestión por parte de
vida, documentación producida y reci- todo el arco político de la época.
bida por las secretarías de la Presidencia
de la Nación durante su período de
gobierno y se completa con la labor El archivo periodístico
desarrollada por el Centro de Estudios
Nacionales hasta el año 1995. Cabe En la redacción de la revista Qué
destacar entre la documentación per- se reunió y conservó –con la orga-
sonal de Frondizi, sus cartas, escritos y nización típica de los archivos de
discursos, notas de trabajo e informes prensa– cientos de miles de recor-
vinculados a su labor legislativa. La tes periodísticos y fotografías en
correspondencia se prolonga entre los aproximadamente 60.000 dossiers
años 1929 y 1988 e incluye intercam- temáticos ordenados por materias y
bios con personalidades públicas tanto personalidades de la vida política y
argentinas como del exterior: desde cultural de la Argentina y del mundo
Charles de Gaulle, Francisco Franco, entre los años 1940 y 1970. La tarea
John Kennedy y el Papa Juan XXIII, fue iniciada por el equipo de Qué
hasta José Alfredo Martínez de Hoz, fundada en agosto de 1946 por
monseñor Antonio Plaza, Bernardo Baltazar Jaramillo. Clausurada en
Neustadt, Roberto y Ernestina Herrera septiembre de 1947 por el gobierno
de Noble. Más allá de las firmas desta- peronista, reaparece en 1956 dirigida
cadas, la correspondencia muestra los por Rogelio Frigerio y transformada
vínculos que Frondizi mantenía coti- en la empresa político-periodística
dianamente con distintas institucio- que logra articular ideológicamente
nes culturales, asociaciones gremiales y la propuesta de la UCRI y servir de
empresarias de la Argentina, así como plataforma para la candidatura de
también con partidarios de la UCR, la Frondizi. Forman el equipo de cola-
UCRI y más tarde del MID. boradores de la revista, entre otros:

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

Gregorio Verbitsky, Dardo Cúneo, y cultural de nuestro país. Encon-


Marcos Merchensky, Ricardo Ortiz, tramos aquí a sindicalistas, militares,
Mariano Perla, Ernesto Sabato, dirigentes políticos, intelectuales (céle-
Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini bres u olvidados) y otros personajes de
Ortiz, quien asumirá su dirección las noticias policiales, del mundo del
en los primeros meses de gobierno espectáculo y hasta del deporte duran-
frondizista, hasta que la firma de los te aquellos años. Los dossiers reúnen
contratos petroleros lo decidiera a referencias biográficas y reseñas críticas
retirarse críticamente. Desde agosto de sus obras, documentan trayecto-
de 1958 el archivo servirá también a rias políticas o profesionales, recopilan
una nueva publicación del desarro- sus intervenciones públicas e incluyen
llismo: el diario El Nacional, dirigi- desde recortes de prensa, folletos y
do por Marcos Merchensky. colaboraciones especiales hasta carica-
Mientras los archivos de las grandes turas y fotografías originales.
empresas periodísticas permanecen En este año de trabajo se han reem-
inaccesibles para el uso público, la plazado todos los sobres en mal esta-
apertura de este archivo en la Bibliote- do y se ha organizado parte del mate-
ca Nacional permitirá recuperar estos rial que no tenía o había perdido su
materiales para la investigación his- clasificación original. Paralelamente
tórica, facilitando la búsqueda y el a estas tareas, los sobres se están
seguimiento de las noticias aparecidas cargando a una base de datos cuyos
en la prensa acerca de los más diversos campos permiten recuperar la infor-
acontecimientos y problemáticas. mación a través de diversos criterios
Los títulos recorren todos los aspectos de búsqueda. Esta base –que podrá
de la vida nacional: recuerdan con consultarse on line– ya contiene más
fotografías en muchos casos inéditas de 16.000 registros y es actualizada
huelgas y conflictos sindicales, congre- diariamente por el equipo de trabajo
sos partidarios, manifestaciones públi- abocado a la tarea.
cas; otros permiten el seguimiento a
nivel nacional pero también regional
de asuntos vinculados a todas las Silvio Frondizi
ramas de la producción, obras públicas
y proyectos de inversión; están los que Abogado y profesor de historia, Silvio
documentan negociaciones y acuerdos Frondizi nació un año antes que su
internacionales de comercio y finan- hermano Arturo, con quien compar-
zas, entre ellos los vinculados a los tirá los primeros años de militancia
controvertidos contratos petroleros. estudiantil en el marco de autori-
Nutridos dossiers testimonian la exis- tarismo impuesto por el gobierno
tencia y actividades de instituciones de Uriburu. A fines de 1945, ya
públicas y privadas, organizaciones distanciado políticamente de su her-
políticas, sociales y culturales, corpo- mano, Silvio es opositor al peronismo
raciones gremiales y empresarias. al mismo tiempo que cuestiona la
Junto a los dossiers temáticos, se tendrá participación de las izquierdas en la
acceso a un enorme banco de datos Unión Democrática. Docente uni-
–único en su tipo para este período– versitario, ensayista y militante de
sobre personalidades de la vida política orientación marxista, en torno suyo

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

se articula el grupo Praxis, una de César Tiempo


las primeras formaciones de la lla-
mada nueva izquierda intelectual. El 3 de marzo de 1906 nacía en
Tras el golpe militar de 1966, Silvio Ucrania Israel Zeitlin, mejor conocido
Frondizi renuncia a sus cargos docen- bajo el seudónimo de César Tiempo.
tes consagrándose a la defensa de pre- Su infancia transcurre en Buenos
sos políticos y gremiales. A principios Aires, donde su temprano interés por
de los setenta, integra la mesa coor- la literatura y un oportuno trabajo
dinadora del Frente Antiimperialista en una imprenta y librería familiar
por el Socialismo y dirige el periódico le permiten conocer a la bohemia
Nuevo Hombre. Varios libros publi- literaria de la época. Desde los quince
cados permiten seguir su trayectoria años escribe poemas y cuentos; su pri-
intelectual y su esfuerzo por com- mera revista aparece en 1924: Sancho
prender la situación política y social Panza. Vinculado al Grupo de Boedo,
argentina: Introducción al pensamien- publicó los Versos de una... bajo el
to de John Locke, El Estado moderno. seudónimo de Clara Beter, logrando
Ensayo de crítica constructiva, La rea- una enorme repercusión en el medio
lidad argentina. Ensayo de interpreta- literario. Junto a Pedro Juan Vignale,
ción sociológica, Doce años de política organiza y compila la Exposición de
argentina, La revolución cubana. Su la actual poesía argentina (1922-27),
significación histórica, Teorías políticas antología que incluye a los principales
contemporáneas, Argentina. La auto- poetas de vanguardia de la década del
determinación de su pueblo, además de 20. En 1930 publica su Libro para la
numerosos artículos y folletos. pausa del sábado, por el cual recibe el
En 1974, tras denunciar públicamente Primer Premio Municipal de Poesía.
la tortura y fusilamiento de un grupo Su segundo libro de poemas Sabatión
de militantes del ERP en Catamarca, Argentino, anuncia la continuidad
una bomba de alto poder incendia su de una metáfora que no abandonará
estudio jurídico. El 27 de septiembre nunca: la confluencia de lo judaico
del mismo año es asesinado por un y lo porteño, que continuará con
grupo de tareas de la Triple A; tiempo Sabadomingo y Sábado pleno.
después también será allanado su estu- Entre 1937 y 1942 César Tiempo
dio, perdiéndose el rastro de su biblio- dirige la revista Columna, empresa
teca y archivo. literaria en la que publica artículos de
Se recupera ahora –entre los papeles del Waldo Frank, Luis Franco, Macedonio
CEN– parte de la correspondencia per- Fernández, Enrique Banchs, Arturo
sonal de Silvio Frondizi, documentos Capdevilla, Nicolás Olivari, Georges
vinculados a su labor como abogado, Duhamel. Durante el gobierno pero-
a su trabajo docente (apuntes de clases, nista, tendrá a su cargo el suplemento
programas y bibliografía de cursos, así cultural del diario La Prensa. Autor de
como exámenes y monografías de sus innumerables libros de teatro, adap-
alumnos), documentos del MIR-Praxis, taciones y guiones cinematográficos,
originales de artículos para Nuevo muchas de sus obras fueron realizadas
Hombre, así como numerosos folletos, no sólo en el país, sino también en
volantes y publicaciones políticas y del México, Chile, España e Italia.
movimiento estudiantil. En el Archivo podrá consultarse su

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

correspondencia personal –hasta de Escritores y fue su vicepresidente


hoy totalmente inédita– con figuras a fines de la década del cincuenta.
como Rafael Cansinos Assens, Ramón En 1950 Soto participó activamente
Gómez de la Serna, Luis Emilio Soto, del movimiento de solidaridad Pro-
Eduardo Mallea y Ulises Petit de Amnistía de los Presos y Exiliados de
Murat, entre otros, con quienes César España y Portugal, y más tarde de la
Tiempo comparte proyectos y pre- Conferencia Latinoamericana sobre
ocupaciones, pareceres e impresiones la situación de los judíos en la URSS.
sobre literatura, cine y teatro a lo Por esos años tuvo asimismo una par-
largo de cuarenta años, entre 1930 y ticipación regular en la radio a través
1970. También se conservan origina- de audiciones en Radio El Mundo y
les de sus guiones, libretos de teatro, Radio Municipal. Aceptando una invi-
artículos y colaboraciones, así como tación de Enrique Anderson Imbert,
fotografías y otros documentos. Soto viajó a los Estados Unidos para
tomar cargos docentes en las universi-
dades de Michigan y Boston. Residió
Fondo Luis Emilio Soto en aquel país por cuatro años, regre-
sando a la Argentina en 1969 poco
Luis Emilio Soto –nacido en Buenos antes de su muerte.
Aires el 21 de junio de 1902– fue uno El archivo personal de Luis Emilio
de los periodistas y críticos literarios Soto –que se encuentra ya catalogado
más reconocidos de la escena cultural en su totalidad– fue recientemente
argentina entre las décadas del veinte adquirido por la Biblioteca Nacional
y del cincuenta. En 1927, Ediciones y está conformado por tres secciones:
Campana de Palo publicó un opúsculo correspondencia, papeles de trabajo y
suyo sobre Zogoibi, de Enrique Larreta archivo de prensa. Más de mil cartas
y en 1939 obtuvo el Premio Municipal inéditas que integran su epistolario
de Literatura por su libro Crítica y ilustran aspectos del devenir literario
estimación. Fue co-director de la revista a lo largo de un período de más de 40
La Vida Literaria y tuvo a su cargo la años, entre 1923 y 1970. Las firmas
sección literaria del semanario antifas- incluyen a Enrique Amorim, Antonio
cista Argentina Libre. Paralelamente a Di Benedetto, Francisco y José
su trabajo en la Contaduría General de Luis Romero, Luis Franco, Alfredo
la Nación, fue colaborador asiduo de Roggiano, Conrado Nalé Roxlo,
importantes revistas como Sur, Nosotros, Enrique y Raúl González Tuñón,
Claridad, Inicial, Proa, Ficción, Davar, Eduardo Mallea, Ezequiel Martínez
Columna, Comentario, Realidad. Escribió Estrada, Bernardo Canal Feijóo,
también para publicaciones extranje- Roberto Giusti, Vicente Barbieri,
ras como Iberoamericana, Tomorrow y Leonidas Barletta, Victoria Ocampo,
Letras del Ecuador y suplementos litera- Ricardo Rojas, Jorge Romero Brest,
rios de periódicos como El Mundo, La José Pedroni, Álvaro Yunque, César
Razón, La Nación, Clarín, El Mercurio Tiempo, por citar sólo algunos nom-
(Chile), El Nacional (Venezuela), El bres. Cuatrocientos documentos
Comercio (Perú). manuscritos y mecanografiados com-
Entre 1938 y 1942 integró la mesa ponen los papeles de trabajo de Luis
directiva de la Sociedad Argentina E. Soto. Se trata en su mayor parte de

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LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

artículos y colaboraciones (críticas de ción –junto a personalidades como


libros, reseñas biográficas y reflexiones Ernesto Quesada y Miguel de Una-
sobre la literatura y el hacer litera- muno– en un renombrado debate
rio entre otros temas), conferencias en torno del criollismo en la litera-
y textos para sus audiciones radiales, tura argentina y por sus traducciones
así como intervenciones en actos de de numerosas obras de la literatura
diversas instituciones de la cultura. occidental como la Divina Comedia,
Además, se conservan numerosas cola- Cirano de Bergerac, Los argonautas
boraciones que otros autores enviaban y La Atlántida, Soto y Calvo publi-
a Soto para su publicación. En su có además varias libros en verso y
archivo de prensa están reunidos artí- en prosa, como El Demiurgo, El
culos de su autoría publicados en dis- jurado de las sombras, El genio de la
tintos medios, folletos que reproducen raza, Nastasio y Aires de Montaña.
algunos de sus escritos y conferencias Próximamente podrán consultarse en
y una importante colección de recor- la Biblioteca Nacional los originales
tes sobre temas y personalidades del manuscritos y mecanografiados de
campo cultural. sus poesías, ensayos, traducciones y
críticas literarias.
El equipo de trabajo del área se pro-
Próximos pasos pone asimismo colaborar en la difu-
sión del patrimonio archivístico de la
El Catálogo del Fondo Luis Emi- biblioteca y desarrollar una política
lio Soto está siendo preparado para activa de búsqueda de donaciones que
su edición impresa, edición que será permitan acrecentar el acervo actual-
complementada con un estudio bio- mente disponible.
bibliográfico que reúna todas las refe-
rencias disponibles sobre su obra, con-
formada por innumerables artículos, Consulta del archivo
prólogos y reseñas críticas en periódi-
cos y revistas argentinas y extranjeras. El archivo ofrece un servicio de orien-
En relación al Fondo CEN, sobre la tación y referencia especializada. Hasta
base de un primer registro que des- tanto esté disponible una Sala de Con-
cribe en forma somera su contenido sulta para el Archivo en el 3er. piso de
y que hoy permite acceder a la docu- la Biblioteca, la atención al público se
mentación, se comenzó a desarrollar realiza en un espacio provisorio. Por
una segunda etapa de descripción más este motivo se solicita a quien esté
profunda y detallada de sus diferentes interesado en consultar el material,
secciones. En ese sentido, ya se ha cata- se comunique con anterioridad para
logado la mitad del epistolario de César acordar una cita.
Tiempo, tras lo cual se priorizarán sus
escritos y papeles de trabajo. Paralela- Datos de contacto:
mente se continuará con la carga de Teléfono: 4808-6000 Interno 1483
datos del archivo periodístico. E-mail: archivo@bibnal.edu.ar y
Otro objetivo es la descripción del archivobibnal@gmail.com
fondo del escritor Francisco Soto y Lunes a Viernes de 10 a 16 hs.
Calvo. Conocido por su participa-

407
408

Puiggrós, cuando fue


Rodolfo del Plata
Por Mario Tesler

Si el seudónimo oculta la identidad negada


o revela la deseada, no es una disyuntiva
que aborde un sujeto determinado. Puede
arriesgarse que todo seudónimo circula
munido de experiencias sensibles y agua-
fuertes biográficas. Si lo nominal no es
el fundamento, y el nombre “es sólo un
nombre” otorgado a singularidades, tal vez
efímeras, el seudónimo queda relegado a
un axioma existencial “el hombre es lo que
hace”. Por eso todo seudónimo fluye con
“su” obra y surge como antídoto frente a
anonimatos angustiantes para quien los
ostente. Porque el “más conocido como”
antecede al seudónimo y le brinda una
mayor densidad comunicacional, frente al
nombre “verdadero” que se preserva para
intimidades incontaminadas de la imposi-
ción gregaria que toda cultura supone.
Mario Tesler historiador e investigador de la
Biblioteca Nacional tiene amplios trabajos
publicados con relación a los seudónimos y a
sus sujetos portantes, sus incisivos recorridos
han develado “identidades extraoficiales”
desconocidas o quizá pseudo-difundidas.
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

De este periodista, ensayista y catedrá- tores. Pero anteriormente sólo se sabía


tico, Fermín Chávez nos cuenta en su que usó el de Rodolfo del Plata.
Alpargatas y Libros, diccionario de pero- A Rodolfo del Monte se lo encuentra
nistas de la cultura –trabajo de referen- por primera vez en 1933. De Alfre-
cias editado en el 2003– que Puiggrós, do del Monte se sirvió en Orientación
antiguo militante del Partido Comu- (Buenos Aires), el 29 de abril de 1937,
nista y luego uno de los mentores de para el artículo De la auténtica histo-
la izquierda nacional, fue fundador y ria del radicalismo surge el imperativo
director de la revista “Brújula”, director del Frente Popular. En mayo de 1933
del periódico Clase Obrera, órgano del dio vida a A. del Monte; con Alfredo
comunismo disidente ligado al justi- Cepeda apareció en algunas traduccio-
cialismo, redactor de varios periódicos nes y en la selección e introducción a
de izquierda y también del diario Crí- Los utopistas, libro impreso en Buenos
tica, al que ingresó en 1935. Aires por la editorial Futuro en 1945,
A lo que dijo Chávez, voy a añadir y a partir del mes de junio de 1962
que Puiggrós tuvo a su cargo la revista retomó a Alfredo Cepeda para sus ar-
Argumentos, de orientación marxista. tículos en El Día (México DF), dados
Aunque Lafleur, Provenzano y Alonso a conocer en las secciones Comentario
no la incluyeron en la edición corre- internacional y El impulso del mundo.
gida y aumentada de Las revistas lite- Del seudónimo Facundo se sirvió para el
rarias argentinas 1893-1967, años des- trabajo titulado En la atmósfera infecta
pués la trae Washington Luis Pereyra del burdel extingue su voluntad la juven-
en el tercer tomo de La prensa literaria tud publicado en Rosario Gráfico, el 11
argentina 1890-1974. de febrero de 1932, ilustrado con foto-
Perteneció Puiggrós al sector del comu- grafías tomadas por Antonio Berni.
nismo criollo que apoyó a Juan Perón, Cuando el Partido Comunista editó
recuerda Isidoro Gilbert en El oro de el periódico Hoy, abocado a proponer
Moscú. La historia secreta de las rela- una política frentista, Puiggrós, tras
ciones argentino-soviéticas y, páginas el seudónimo de Proletarius, atendió
adelante, agrega haber ocurrido esto una columna dedicada a temas de his-
después de fracasar en su intento de toria argentina.
obtener que el Partido Comunista ar- En la hemeroteca del Centro de Do-
gentino revisara su visión del peronismo cumentación e Investigación de la
naciente y de su conductor. Cultura de Izquierdas en la Argentina
Entre las muchas cosas realizadas por (CeDInCI), al revisar parte de la pri-
Puiggrós una poco conocida es el ha- mera revista que codirigió advertí que
ber usado seudónimos. Gracias al libro también le pertenece R. del Plata, con
de Omar Acha La nación futura. Ro- el cual firmó una traducción, y todo
dolfo Puiggrós en las encrucijadas argen- cuanto texto aparece suscripto por R.P.,
tinas del siglo XX, publicado en Buenos iniciales de Rodolfo del Plata. También
Aires por EUDEBA en el 2006, ahora es probable que sea autor de todo lo fir-
se conocen Rodolfo del Monte, Alfredo mado en Brújula con Criticus.
Monte y su variante A. del Monte y Al- Por la cantidad o por la calidad, tal vez
fredo Cepeda. También trae Acha otros por ambos motivos, su obra seudóni-
dos seudónimos, Facundo y Proleta- ma es imprescindible para un estudio
rius, ya identificados por otros dos au- o para un repertorio exhaustivo, en el

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N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

cual obtener referencias completas so- En ese mismo año 1927 inicia el envío
bre su pensamiento, su evolución y su de sus artículos a dos revistas que se
producción como autor. editaban en Buenos Aires, primero
Del primero de estos seudónimos, el de fue a Claridad y luego a Nosotros. Esto
Rodolfo del Plata, me voy a ocupar aquí se constata al pie de algunos de ellos,
ya que es con él que este joven, nacido cuando las redacciones no le supri-
en el barrio porteño de Montserrat el 19 mían el datado con la ciudad desde
de noviembre de 1906, anticipa al inte- donde los remitía.
lectual de sus ensayos de plenitud y tam- A la revista porteña Claridad se incor-
bién, tras el mismo seudónimo, probó poró con una colaboración fechada el
con la novelística, género literario para el 26 de mayo de 1927 y aparecida el 10
cual mostró faltarle levadura. de junio. En esa oportunidad escribió
No sería de utilidad confeccionar un tra- dos páginas sobre recuerdos de un
bajo biográfico sobre Puiggrós o biblio- viaje, desde Kronstad a Leningrado en
gráfico de sus publicaciones soslayando compañía de Constantin Derschawin,
esta producción seudónima ya que sería joven estudiante y políglota ruso que
un trabajo incompleto, tal vez inútil, y se había iniciado recientemente como
que seguramente induciría a error. colaborador en esa revista.
A fines de 1926 había efectuado un Aunque comencé por consultar el
viaje por Europa, del que se ocupa índice general de Florencia Ferreira,
Isidoro Gilbert, en su citado libro, di- opté luego por revisar la colección
ciendo que fue el padre quien lo lle- de Claridad donde con el seudónimo
vó a la Rusia bolchevique en viaje de Rodolfo del Plata sobrepasan la veinte-
egresado, cuando Rodolfo concluyó na de asientos encontrados, la última
sus estudios secundarios. vez al pie de la crítica política que lleva
Como su padre tenía una actividad por título El fetichismo constitucional,
comercial en las colonias santafecinas, publicada en el número 184 del 8 de
a principios de 1927 se traslada a la junio de 1929.
filial ubicada en la ciudad de Rosario En La conciencia rural y en ¿Hasta
para desempeñarse como gerente de la dónde?, artículos publicados en los
empresa familiar. números 172 y 175 se circunscribió a
Desde Rosario, Puiggrós se inició críticas políticas provinciales, referidas
como escritor escudado tras Rodolfo en el primero a Santa Fe y al desper-
del Plata. En su primera etapa de tar de los ruralistas de la Federación
actuación se lo conoció más por este Agraria Argentina, y en el segundo a
seudónimo que por sus verdaderos la provincia de San Juan.
nombres y apellido. Instalado nueva- Frente a la vida es un diálogo entre un
mente en Buenos Aires, es en 1933 hombre de ciencia y un artista y fue
cuando define su fluctuante ideología incluido en el número que salió a la
política adhiriendo al comunismo y venta el 25 de julio de 1927.
deja para siempre de firmar como Aprovechando la situación reinan-
Rodolfo del Plata. Salvo dos trabajos te durante la presidencia de Plutarco
firmados con A. del Monte, los otros Elías Calles en México y el momento
seudónimos ya se alternaron con tra- político en la Italia de Benito Musso-
bajos que él firmaba como Rodolfo lini, expresa sus críticas hacia la Iglesia
Puiggrós o Rodolfo J. Puiggrós. Católica en México y los curas, noviem-

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bre de 1927, y en El espiritualismo ca- de 1929, trató en cuatro oportunida-


tólico, marzo de 1929. des diferentes aspectos de la política
Durante el año 1928 aborda con ese seu- presidencial del segundo gobierno de
dónimo otros temas de política interna- Hipólito Yrigoyen. Esto se constata
cional: en febrero le dedica un artículo, con la consulta de Los desapasionados,
El comunismo integral, a la Revolución sobre la juventud e Yrigoyen, en el nú-
Rusa y en noviembre se ocupa sobre el mero 169; cuestiona la demora argen-
viaje a la Argentina de Herbert Hoover, tina en El reconocimiento oficial de la
presidente electo de los EE.UU. U.R.S.S. incluido en el 170, Glóbulos
A menos de dos meses de firmado rojos, en el 177, y en La unión de la
el Pacto Kellogg del 27 de agosto, juventud, en el 180.
conocido por el apellido del juris- El maestro del socialismo, del 26 de enero
ta norteamericano Francis Kellogg, de 1929, está dedicado a Juan B. Justo
por el cual cincuenta y cuatro paí- y La Nueva Argentina, del 9 de marzo
ses renunciaban recurrir a la guerra de ese mismo año, al Partido Socialista
y prometían resolver sus cuestiones y la Federación Agraria Argentina.
mediante el arbitraje, en el número En una página del número 142 y con
168 del 13 de octubre opina sobre él el título Lo único necesario, reflexio-
con el sugestivo título de El triunfo de na sobre lo importante para vivir.
los negociantes. Para Rodolfo del Plata Los cuatro restantes, La moral de mi
esta reunión, celebrada en París, con- pueblo (N°149), El país de las vacas
gregó a los hombres representativos de (N°159), Los jóvenes debemos meditar
la vieja burguesía; cuando menciona (N° 173) y Espiral y línea recta (N°
a Kellogg además de señalar que es el 181) versan sobre ética política, polí-
secretario de los Estados Unidos agrega tica y sociedad, y crítica política.
e invasor de Nicaragua. A partir de 1936 en Claridad sólo
En La revelación cuenta su encuentro publicó artículos con su nombre y
con José Ingenieros y se refiere al apellido real, comenzando en diciem-
libro El hombre mediocre. Y las crí- bre con una respuesta a Liborio Justo,
ticas reprobatorias al militarismo de entonces enrolado en el trotzkismo.
Leopoldo Lugones las expresa en La En 1928 el librero Manuel Gleizer le
hora de la espada. Estos dos artículos publica La locura de Nirvo, su primera
aparecieron en números consecutivos, y única novela, también firmada con el
el 145 editado en octubre y el 146 en seudónimo Rodolfo del Plata. Esta nove-
noviembre de 1927. la –según Acha– la comenzó a escribir
Cuando el fundador de la Escuela en las últimas semanas de su estada en
de la Sabiduría, conde Hermann París, mayo a julio de 1926, y la con-
Keyserling, es traído a la Argentina cluyó en Buenos Aires, entre octubre y
por la Ocampo, capítulo de una rela- diciembre de ese mismo año.
ción tormentosa estudiada por Doris La incursión en ese género no fue afor-
Meyes en Victoria Ocampo, contra tunada y esto se lo hizo saber la crítica
viento y marea, aprovecha Rodolfo del en general. Por haber sido ásperamente
Plata para referirse a él en dos páginas, recibida, en su defensa la redacción de
incluidas en la entrega de Claridad del Claridad se interpuso sosteniendo que
25 de mayo de 1929. éstas provenían de la crítica burguesa; a
Desde octubre de 1928 hasta febrero esto que fue dicho en el número 164,

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del 11 de agosto de 1928, se agregó Incluido en la sección dedicada a no-


que el autor es un expositor de ideas de vedades bibliográficas, aunque habían
solidaridad social y que Del Plata es un transcurrido tres años y medio de la
escritor y no un literato. publicación de La locura de Nirvo, allí
Fueron pocas las líneas destinadas por Mori decía: Combatida con el silencio
Claridad a las reprobaciones que la de efebos estúpidos que se masturban es-
crítica había lanzado contra la novela cribiendo, este libro, publicado en 1928,
La locura de Nirvo, ésta llevó por títu- sólo mereció un comentario ripioso e in-
lo Un joven librepensador: Rodolfo del trascendente en la revista “Nosotros”, co-
Plata. Podría sospecharse que las re- mentario que debería transcribirse para
dactó el propio Puiggrós. En la misma vergüenza y ridículo de su autor.
página, bajo el epígrafe independiente Con buen criterio Puiggrós optó por
Pensamiento y acción también puede no insistir más como literato y se sabe
considerarse como respuesta de Pui- que fue destruyendo cuanto ejemplar
ggrós sus conceptos sobre la función cayó en sus manos. Como de éstos se
social del escritor. conserva uno en la biblioteca más im-
Pero aquel recibimiento áspero que portante de la ciudad de La Plata, con
molestó a Claridad no sólo partió de la su lectura quien lo desee podrá justi-
crítica burguesa. A meses de editada, en preciar si lo expresado por Bianco ha
la entrega del número correspondiente sido arbitrariedad de burgués o crítica
a febrero-marzo de 1928 de la revista ecuánime. Esto no distanció a Puig-
Nosotros, José Bianco fue terminante: grós de Nosotros, la revista dirigida por
El señor Rodolfo Del Plata se inicia con Alfredo Bianchi y Roberto Giusti, ni
esta novela en el “mundo de las letras”, tampoco trató de ocultarse dejando de
y decimos novela lo mismo que pudimos usar ese seudónimo. Tanto es así que
haber dicho cualquier otra cosa. Si nos ya en setiembre del mismo año apare-
ponemos a pensar en el género literario ce en Nosotros su primera colaboración
a que pertenece su producción, terribles firmada como Rodolfo del Plata.
dudas asaltan nuestro espíritu. Las expertas bibliógrafas Elena Ardis-
Acha, en su ya citada biografía de Pui- sone y Nélida Salvador registraron en
ggrós, recuerda que Bianco confesó su la obra Bibliografía de la revista “No-
hartazgo cuando concluyó con la lectu- sotros” 1907-1943, incluida como
ra de esa novela; fue en el último párra- compilación especial por el Fondo
fo y lo dijo de esta manera: Y así conti- Nacional de las Artes en la colección
nuamente y a propósito de todo. “Words, Bibliografía argentina de artes y letras,
words, words. Only words”. Es algo tan los artículos de Puiggrós firmados
espantoso, que hay instantes en que sen- como Rodolfo del Plata y A. del Monte.
timos tentaciones de amordazarlos. Pero En esta bibliografía, editada en 1971,
ante lo irrealizable de nuestros deseos, nos las autoras indican en el índice alfabé-
conformamos con cerrar el libro. tico de autores que Rodolfo del Plata
Algunos años después, Puiggrós se en- es un seudónimo, pero sin identificar
cargó de pagar a Bianco por sus apre- al autor, en cambio ni esa aclaración
ciaciones. En julio de 1931, cuando ya aparece al lado de A. del Monte.
nadie recordaba esa novela, desde las Por esta obra se sabe que fueron cin-
páginas de su revista Brújula apareció co los artículos de Rodolfo del Plata en
un comentario firmado por Luis Mori. Nosotros, incluidos en las entregas 232,

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

234, 239, 241 y en la correspondiente ria de Brújula tuve buena suerte con
a los números 243-244. Por orden cro- la primera etapa, de ésta pude revisar
nológico, estos cinco artículo son Al- las catorce entregas en la hemeroteca
berdi y la filosofía importada, que versa del ya citado CeDInCI. Dado que los
sobre la influencia europea en nuestra números correspondientes a la segun-
evolución social; en ¿Qué es el criterio? da y tercera etapa son inhallables, me
trató acerca del criterio como factor de vi obligado a utilizar, con precaución,
la evolución individual y de los grandes los dos libros de referencias sobre las
movimientos colectivos; en Keyserling en revistas literarias argentinas mencio-
idea y en persona, habló de la visita que nadas al inicio de este trabajo. De
éste hiciera a la Argentina; en Teoría y las tres reproducciones facsimilares
práctica del antiimperialismo se ocupó que trae el libro de Pereyra, dos co-
del antiimperialismo como conquista de rresponden a las primeras páginas de
derechos y libertades y en el último de los números 15 y 16. Y esto es todo
estos artículos abordó el tema de La lo que pude ver de la segunda etapa.
civilización ecuménica. De cuanto digo sobre los seis últimos
He afirmado que fueron cinco las co- números, corro con los riesgos de no
laboraciones de Rodolfo del Plata en tener a mi alcance más que las men-
Nosotros y no las de Puiggrós ya que cionadas fuentes secundarias.
instalado nuevamente en Buenos Ai- A manera de lema, Brújula tuvo dos
res en 1933, entregó en ese mismo año subtítulos que mayormente no difie-
dos trabajos a Nosotros firmados con el ren entre sí, salvo la indicación de cuál
seudónimo A. del Monte. El primero sería su periodicidad: Brújula se inició
de éstos, Aurora rusa, con sus comen- como Revista mensual, independiente
tarios a propósito del libro de Waldo de arte e ideas y luego pasó a ser Revista
Frank del mismo título, clasificado por independiente de artes e ideas. Ignoro
Ardissone y Salvador como inscripto si en su última etapa se optó por con-
en Sociología, y el segundo, donde se tinuar con el mismo subtítulo o si se
ocupó de La comedia del antisemitismo, introdujo alguna modificación.
clasificado por dichas autoras como La primera época de esta revista, que
incluido en Política. Estas fueron las comenzó el 23 de agosto de 1930 y
únicas dos oportunidades en las cuales concluyó el 26 de setiembre de 1931,
Puiggrós usó otro de sus seudónimos fue con sus 14 números la más pro-
para escribir en Nosotros. lífica en apariciones. La segunda épo-
Respecto a la revista Brújula, Puiggrós ca comprende 4 números aparecidos
seguramente la engendró –como aseve- entre noviembre de 1931 y abril de
ra un autor– y dirigió, pero si nos ate- 1932. Durante la tercera y última,
nemos a lo manifestado en las portadas desde el 15 diciembre de 1931 al 16
de sus distintas épocas fue codirector. de enero de 1932, salieron 2 números
Fue la concreción del primer proyecto que fueron los finales.
editorial con la decisiva intervención Esta revista, que apareció en Buenos
de Puiggrós, por aportar además de su Aires mensualmente y con regulari-
buena formación intelectual, la dispo- dad, en el primer número asegura que
nibilidad económica que le brindaba la entrega sería el cuarto sábado de cada
su actividad laboral en Rosario. mes. Con la primera entrega de la se-
Para la reconstrucción de la trayecto- gunda etapa se constata que su lugar

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N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

de edición había cambiado ya no era blicados en cada una de sus etapas y por
porteña sino rosarina, prometiendo algunos otros datos que de alguna manera
que aparecerá 1° de cada mes, pero su- la describen en su aspecto físico, tanto la
frió algunas breves postergaciones. En- segunda como la tercera no pasaron mu-
tre los dos números de la tercera etapa cho más de ser un intento por retornar.
medió no más que un mes. Al iniciar la segunda etapa de esta re-
En Buenos Aires la dirección y adminis- vista, la Dirección hace un balance de
tración al principio estaba ubicada en los resultados obtenidos, diciendo que
Díaz Vélez 4043, y a partir del cuarto ella por su acción perseverante e inde-
número en Pichincha 582; cuando se pendiente ha conseguido la conquista
mudó a Rosario atendió en Maipú 724 más sólida de que los hombres se pueden
y después en Santiago 1158. En esta enorgullecer, la conquista de espíritus
ciudad, como abonado al servicio de fraternos unidos por una misma inquie-
la Unión Telefónica le fue asignado el tud y fortalecidos en una esperanza que
número 20.167. La impresora en Bue- el mundo actual –encrucijada donde se
nos Aires fue Porter Hnos, con taller en hunden los viejos valores– se encarga de
Entre Ríos 1585, no figurando quien se confirmar todos los días.
encargó de igual trabajo en Rosario. Por los lazos estrechados con jóvenes de
Tres fueron las medidas aproxima- otros pueblos acuciados por problemas
das de esta revista mensual, alto x an- semejantes, la Dirección contaba con
cho 275x215 mm., 410x290 mm. y que Brújula será en adelante la revista
450x310 mm., lo cual da una idea de sus continental de los espíritus renovadores.
formatos. En cuanto a su volumen tuvo Por esos años no abundaban las revistas
primero 28 páginas, luego aproximada- literarias de izquierda, pero de las que
mente 8 y por último alcanzó a 12. circulaban eran otras las que recibían el
Se sabe que Brújula era vendida en favor de los ambientes renovadores ar-
kioscos y librerías. De éstas, en Buenos gentinos y de otros países hispanoame-
Aires se la encontraba en L’Amateur, ricanos, como Nosotros y Claridad.
Corrientes 1614, Güemes, en Galerías Después de cumplir una etapa res-
Güemes de Florida 165, La Humani- petable, fue exceso de optimismo la
dad, Santa Fé 2059, San Jorge, Santa Fe proyección calculada para la segunda
2118, El libro barato, Córdoba 1877, y etapa de Brújula; pero este exceso no
Mancini, Santa Fé 1094; y en Rosario podía ser menor y se justifica teniendo
la Librería “Ibérica” de A. Benítez de en cuenta que Rodolfo del Plata por en-
Castro, en General Mitre 826. tonces tenía 25 años de edad y Víctor
Durante sus tres etapas el precio de Luis Molinari apenas dos años más.
venta no varió. Fue siempre de $ Inicialmente figuraron como codirec-
0,20, el número suelto atrasado se tores Rodolfo del Plata, el ensayista M.
entregaba por el mismo importe y la Llinás Vilanova y el poeta Víctor Luis
suscripción anual era de $ 2. Molinar. Cuando aparece la quinta
En cuanto a la numeración, en la se- entrega, el 27 de diciembre de 1930,
gunda y tercera etapa presenta dos: se informa que Llinás Vilanova dejó
primero la independiente de cada una de pertenecer a la dirección. De todas
y, separada por un guión, la correlativa maneras Linás Vilanovba siguió co-
con las anteriores. laborando en algunos de los números
A juzgar por la cantidad de números pu- sucesivos. En lo que resta de la primera

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

etapa de Brújula, es decir hasta el núme- seudo alfónimo por corresponder a las
ro 14 inclusive, continuaron a cargo los iniciales de su nombre y apellido reales,
otros codirectores. Durante la segunda pero para entonces esto es mera coinci-
etapa integraron la dirección Rodolfo dencia. Cuando Puiggrós ya había aban-
Puiggrós (Del Plata), Gastón Leval y donado a Rodolfo del Plata y firmaba pre-
Abraham Rabotnikof. En cuanto a la ferentemente con su nombre y apellido,
tercera etapa, no he podido constatar si vuelven a aparecer las iniciales R.P. al pie
fue unipersonal o compartida. de algunos escritos, entonces sí se trataba
De formación marxista, Rodolfo del de sus iniciales, era un alfónimo.
Plata y los otros dos codirectores fija- Con el carácter de alfónimo se encuen-
ron sus objetivos en el primer editorial tran estas iniciales R.P. en los prólogos
denunciando a las Dos fuerzas /que/ a los tomos I Pueblo y oligarquía, II El
han luchado hasta hoy en la historia ar- yrigoyenismo, III Los falsificadores del
gentina. De un lado el instinto nacional, marxismo y el problema nacional, IV El
la voz de la tierra. Del otro la imitación, neoliberalismo de la decadencia, V El
el deseo de colocar el país a la altura de peronismo y VI La clase obrera y el por-
las naciones europeas –o de Norte Amé- venir argentino, todos preparados en
rica o de Rusia–. La revista Brújula fue México durante 1965, que conforman
ubicada equidistante entre Rosas, los la tercera edición de la Historia crítica
montoneros, Yrigoyen, el yrigoyenismo y de los partidos políticos argentino, edita-
la Revolución de Mayo, Rivadavia, Al- da en Buenos Aires por Jorge Álvarez.
berdi, los constituyentes, /y/ la oposición Tal vez por sentir contradicción entre
política actual, y se manifestaron con- su actividad laboral como gerente de
trarios al mero socialismo ideológico. la empresa familiar en Rosario y sus
Se refleja la posición de la revista sobre ideas contrarias al régimen capitalista, y
la crisis institucional argentina en el creerse por lo tanto cómplice del siste-
editorial del segundo número, festejan- ma cuando alternaba en el Jockey Club,
do que su lanzamiento en la metrópoli lo comprobado es que entre 1927 y
haya tenido el éxito esperado, en vísperas 1932 Puiggrós cuidó bien de ocultar su
de la contienda cívica que destrozará el identidad, a tal punto que Rodolfo del
corrompido régimen yrigoyenista; pero el Plata, no su nombre y apellido, aparece
festejo rápidamente se trastrocó en el como codirector en la primera época de
alerta que fue lanzado personalmente Brújula y como autor de los artículos
por R.P. en su sección De todos los días: que escribió para ésta y las otras revistas
Aún no sabemos si el programa revolucio- ya tratadas, y también como autor de la
nario es una conjunción de inspiraciones novela La locura de Nirvo.
o una conjunción de oportunismo. Continuando con esta actitud, Puiggrós
En Brújula la presencia de Puiggrós es estaba decidido a usar el mismo seudóni-
sustancial. Además de artículos, críticas mo para su primer ensayo político. Por
bibliográficas y traducciones, se reservó eso, en la sección Panorama del N° 3 de
una sección fija desde donde conside- Brújula apareció esta información: Ro-
rar noticias y temas diversos atinentes a dolfo del Plata nos anuncia desde Rosario
cuestiones nacionales e internacionales la próxima aparición de su segundo libro
que firmó con el seudo alfónimo R.P. y que se titulará “El caos argentino”. En el
no como R. del Plata, según lo da Acha. ángulo inferior izquierdo del interior de
Puede argumentarse que R.P. no es un la tapa superior del N° 4, destinada a pu-

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N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

blicidad, encontramos un aviso sobre la nario en el segundo número y lo tituló


próxima aparición de El caos argentino. Ocho de setiembre, tiene como escenario
por Rodolfo del Plata, asegurando ser este el Jockey Club y está referido al derro-
un libro de gran utilidad. Si bien un ade- camiento del gobierno constitucional.
lanto de este libro apareció en el N° 5 de Aquí, en la revista Brújula, comenzó
Brújula, puesto a la venta el 27 de di- el tiempo de coexistencia entre su
ciembre de 1930 con la correspondiente autónimo, nombre y apellido legal de
aclaración, lo cierto es que no se encuen- un autor, y el seudónimo Rodolfo del
tran rastros de su existencia. Plata. Dejando de lado lo dicho en el
Como Rodolfo del Plata aparecen fir- libro de Pereyra sobre nuestras revistas
mados en Brújula algunos artículos, literarias, preferí utilizar las reproduc-
entre los que pude consultar los re- ciones facsimilares de las portadas de
gistrados que corresponden a los me- Brújula, correspondientes a los núme-
ses de agosto, octubre y diciembre de ros 15 y 16, comprobando que al lado
1930 y en 1931, salvo en el número 9 del nombre y apellido de Puiggrós
de abril, desde enero hasta julio. Es- figura (Del Plata), a manera de acla-
tos son los títulos con la especificación ración. Al mismo tiempo Puiggrós
del número: Política y economía N° 1, asumía así desde Brújula la paternidad
Los parias argentinos N° 3, El nuevo ar- de Rodolfo del Plata.
gentino N° 5, El corretaje del príncipe De los sumarios de contenido que
N° 6, La verdadera importancia de la aparecen en los dos primeros números
Unión Soviética N° 7, La loca carrera de la segunda etapa, es decir el 15 y el
N° 8, Frente a lo mejor N° 10, Revisión 16, se sabe que en uno hay artículos de
de Alberdi N° 11 y Ratificando N° 12. Abraham Rabotnikoff, Carlos Dieu-
Una vez usó la variante R. del Plata y lefait, Erwin Piscator, Antonio Berni,
fue al pie de la traducción de un texto Orestes Plath y Elías Eremburg, y en
de Bertrand Russell sobre matrimo- el otro notas de Gastón Leval, Adol-
nio y moral que aparece en el N° 1 de fo Reichwen, Juan Lazarte, Juan Car-
Brújula.. Esta es la única traducción los Mariátegui, Alfredo Galli, César
firmada como R. del Plata que hemos Tiempo, Álvaro Yunque y Enrique
encontrado hasta ahora.. Con poste- Popolizio. Pero en ambos sumarios
rioridad, hizo otros trabajos de traduc- no aparece como autor ni Rodolfo del
ción firmados con otro seudónimo. Plata ni Rodolfo Puiggrós (Del Plata),
En Brújula, Puiggrós atendió la sección tal vez esté presente en las secciones de
permanente, denominada De todos los críticas bibliográficas, estudios, notas y
días, siempre ubicada como nota princi- comentarios. Por ahora estas dos etapas
pal. De los 14 números consultados, en quedan pendientes de ser revisadas.
dos oportunidades apareció de manera No se sabe todavía con qué quiso vin-
anónima, y en todas las demás encontra- cular el porteño Puiggrós a su Rodolfo,
mos al pie el seudo alfónimo R.P., o sea cuando dijo que era del Plata. Tal vez
iniciales que no pertenecen a su nombre con el río inmóvil, junto al cual está la
y apellido legal, a veces en letras de mol- ciudad, parafraseando el título del agru-
de y en otras un facsímil que reproduce pamiento de novelas cortas escritas en-
las hechas a mano por el propio autor. tre 1931 y 1935 por Eduardo Mallea, o
Con el mismo seudo alfónimo ubicó si se quiere al mismo río inmóvil junto
discretamente un breve diálogo imagi- a la ciudad donde había nacido López

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Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

según el poema Juan López y John Ward En esta interpretación tuvo su cuota
de Jorge Luis Borges. Podría también de influencia la repercusión en la
estar relacionado este pasiónimo, ¿por Argentina de la Revolución Mexicana
qué no?, con la Reina del Plata, sobre- más la Alianza Popular Revolucionaria
nombre cariñoso que Manuel Romero Americana, de origen peruano, cuba-
le dio a Buenos Aires, su tierra querida, no y puertorriqueño. En este incon-
en aquel tango estrenado en 1923 en formista constante, la influencia no
un cuadro del sainete El tango de París. debe tomarse como adhesión y mucho
Cuando optó por usar su nombre y apelli- menos en grado incondicional.
do, Puiggrós no abandonó abruptamente El posterior comportamiento político
al seudónimo que lo acompañó en su eta- de Puiggrós, hasta su muerte en el exilio
pa inicial de publicista militante. Durante cubano, tiene aquí, en La línea, un ante-
un tiempo pospuso a su nombre y apelli- cedente. Preocupaba entonces a Rodolfo
do, entre paréntesis, su seudo apellido Del del Plata cómo debían prepararse las
Plata; seguramente por ser más conocido fuerzas que substituirán a la burguesía
por el seudónimo. Así se lo encuentra no y de cómo se hará para dar el último
sólo figurando en su carácter de codirec- empujón que las arrojará de sus puestos
tor en la segunda etapa de Brújula sino dominantes y de la conformación de
–por ejemplo– colaborando en diciembre las instituciones nuevas, para reemplazar
de 1931, desde Rosario, con Nervio, re- a aquellas hijas del individualismo y de
vista porteña de ciencias, artes y letras de la anarquía capitalista. Para aportar sus
ideología libertaria; su artículo polémico reflexiones sobre la salida de esa encru-
La línea fue incluido en la novena entrega cijada optó por hacerlo desde la revista
que apareció en enero de 1932. Nervio con su artículo La línea.
Y que se lo conocía más por su Al preguntarse ¿cuál es la línea en que
seudónimo que por su nombre y debemos colocarnos? advirtió precaverse
apellido reales, lo demuestra la res- de la de los anarquistas y sindicalistas sen-
puesta de La Redacción, en el mismo timentales, ya que ve en ellos soñadores de
número de Nervio, donde se refiere una nebulosa libertad, balas perdidas del
al amigo Del Plata. problema social al que ignoran; la de los
A propósito del artículo La línea, éste tibios socialdemócratas por infatigables
reviste interés porque en él se encuentra abogados del reformismo que les permite
un tanto definida su postura ideológica mantener sus ventajosas posiciones en la
frente a la coyuntura histórica nacional sociedad burguesa, que indirectamente
e internacional de la década del 30, del defienden; y finalmente la de los comu-
siglo XX, ubicándose en lo que podría nistas, quienes sin una concepción real,
llamarse un comunismo nacional e completa y honda de nuestros problemas
indoamericano, distante del Partido peculiares, estando educados en la escuela
Comunista al que algunos suponen de Moscú, no han sabido la mayoría de
que hubiera ingresado en 1926 o en ellos, distinguir lo que hay de teórico, de
1928. Puiggrós detestaba el método general en ella, de lo genuinamente ruso,
de la revolución importada y señalaba por lo cual han confundido las enseñan-
a los hombres del Partido Comunista zas del mismo Lenín, que siempre tuvo en
argentino como culpables de hacerle a cuenta esto último y redondea diciendo
la U.R.S.S. el flaco servicio de conside- que quieren convertir a Indo-América en
rarla como un imperialismo cualquiera. colonia soviética.

417
418

Por la fuerza del trabajo


Fototeca Benito Panunzi - Biblioteca Nacional

En el mes de marzo de 2007, se inauguró


en la Biblioteca Nacional una exposición
que reunió, entre sus propios fondos, un
conjunto de fotografías sobre de la historia
del trabajo en la Argentina. Una miríada de
imágenes que logran captar la constitución
y desarrollo de las fuerzas laborales del país,
en un despliegue que abarca los distintos
estadios técnicos y sus relaciones con los
cuerpos trabajadores. Del peón rural hasta
las grandes concentraciones fabriles de los
primeros talleres del naciente capitalismo,
pasando por la labor portuaria y petrolera.
Estas imágenes logran captar la heteroge-
neidad de las formas en que se desarrolló
el mundo obrero. La historia del trabajo
abarca múltiples dimensiones, económicas,
políticas, sociales y culturales, puestas en
tensión cada vez que la historia se mostraba
esquiva a interpretaciones simplistas.
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

Federico Kohlmann.
“Cargando leña”. Lapataia.
Tierra del Fuego.
Circa 1930.
Gelatina de plata.

Federico Kohlmann.
“Cazadores de guanacos”
Tierra del Fuego.
Circa 1930.
Gelatina de plata.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

Federico Kohlmann.
“Tropa con lana” Puerto
San Julián, Santa Cruz.
Circa 1930.
Gelatina de plata.

Federico Kohlmann.
“El Puerto. Embarque de
cereales” Rosario. Santa Fe.
Circa 1930.
Gelatina de plata.

420
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

Federico Kohlmann.
“Dársena de pescadores”
Mar del Plata. Buenos Aires.
Circa 1930.
Gelatina de plata.

Christiano Junior.
“El naranjero”
Buenos Aires.
Albúmina.
Año 1876.

421
LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

Fotógrafo no identificado.
“Explotación apícola.
Ministerio de Agricultura,”
Circa 1932.
Gelatina de plata.

Fotògrafo no identificado.
“Cultivo del trigo. La siega”
San Juan.
Circa 1930.
Gelatina de plata.

422
LA BIBLIOTECA
Labor bibliotecológica N° 6 | Primavera 2007

Fotógrafo no identificado.
Taller imprenta “La Ley”.
Carlos Casares. Buenos Aires.
Circa 1920.
Gelatina de plata.

E. H. Schlie.
“Interior del aserradero de
E. M. Langworty.”
Colonia Florencia.
Circa 1890.
Albúmina.

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LA BIBLIOTECA
N° 6 | Primavera 2007 Labor bibliotecológica

Federico Kohlmann.
“Incendio del pozo 128.
Yacimientos Petrolíferos.”
Comodoro Rivadavia.
Circa 1925.
Gelatina de plata.

Federico Kohlmann.
“Embarque de pasajeros”
Comodoro Rivadavia.
Circa 1925.
Gelatina de plata.

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