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Apunte de Estructuras de Contencion PDF
Apunte de Estructuras de Contencion PDF
APUNTE DE ESTRUCTURAS DE
CONTENCIÓN EN SUELO REFORZADO
CONTENIDO
1 – INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 4
2 – RESEÑA HISTÓRICA ..................................................................................................... 4
3 - CONCEPTO DE SUELO REFORZADO ........................................................................ 8
4 – TIPOS DE REFUERZOS Y SUS COMPORTAMIENTOS ............................................ 8
4.1 – REFUERZOS NO-EXTENSIBLES.........................................................................................8
4.1.1. – FLEJES DE ACERO .............................................................................................................8
4.2 – REFUERZOS EXTENSIBLES .............................................................................................. 10
4.2.1 – MALLA METÁLICA FABRICADA EN MALLA HEXAGONAL DE DOBLE TORSIÓN
.......................................................................................................................................................... 10
4.2.2 – REFUERZOS GEOSINTÉTICOS ...................................................................................... 11
4.2.2.1 – GEOTEXTILES .................................................................................................................................................... 12
4.2.2.2 – GEOGRILLAS....................................................................................................................................................... 13
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Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
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Ing. Diego Skok
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1 – INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como objetivo presentar los conceptos básicos de funcionamiento, desempeño,
dimensionamiento y construcción de obras de contención en suelo reforzado.
En principio, el trabajo relata una breve reseña histórica de este concepto, de la antigüedad a los días
de hoy, pasando por la presentación de los diversos tipos de refuerzos actualmente utilizados y sus
respectivos comportamientos. Posteriormente, se presenta también los diferentes tipos de
estructuras de contención con suelo reforzado, sus particularidades, sus verificaciones de estabilidad
y detalles constructivos.
No se ha analizado en este apunte, el efecto de los fenómenos sísmicos en los muros de contención
de suelo reforzado como tampoco se ha hecho un análisis minucioso del análisis de las
deformaciones. Estos puntos serán analizados en las próximas ediciones de este apunte, que por
falta de tiempo no se han podido desarrollar.
2 – RESEÑA HISTÓRICA
La utilización de materiales naturales como elementos para el refuerzo de suelos era una práctica
común desde antes de Cristo. Siguiendo un orden cronológico, los antiguos babilonios (3000 a.C.) ya
utilizaban materiales fibrosos en la construcción de habitaciones.
Otros ejemplos son los Zigurat, construidos también por este pueblo mesopotámico (3000 a.C.), se
destaca históricamente el zigurat ubicado en Aqar Quf (al oeste de Bagdad), donde antaño existió
Dur Karigalzu, lugar donde están las ruinas de un antiguo zigurat, que según algunos historiadores,
sería la famosa Torre de Babel.
En 1913, el arqueólogo Robert Koldewey encontró una estructura en la ciudad de Babilonia que él
identificó como la Torre de Babel. Esta torre habría sido destruida y reconstruida en numerosas
ocasiones, debido al cambiante destino de la zona. La destruyeron los asirios y también los arameos.
Y fue reconstruida en varias oportunidades por los príncipes caldeos, entre ellos Nabopolasar (625-
605 a. C.). Se estima que la construcción más antigua de la Etemenanki, «Casa de la Fundación del
Cielo y de la Tierra» se construyó durante el III milenio antes de Cristo.
La base de esta torre habría sido un cuadrado de 92 m de lado, y su altura original habría sido
aumentada en tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II (605-592 a. C.), para hacerla una digna
exponente de su poderío y grandeza. Cálculos basados en otras excavaciones arqueológicas
determinaron que esta torre escalonada pudo haber tenido entre 60 y 90 m de altura. En este lugar,
se realizaron excavaciones arqueológicas donde se encontraron capas de esteras de caña y cuerdas
trenzadas.
Según se narra en el capítulo 11 del Génesis en la Biblia, los hombres pretendían, con la
construcción de esta torre, alcanzar el Cielo. Nemrod, quien fue el primero en hacerse rey después
del Diluvio, y a quien la Biblia identifica como un poderoso cazador opuesto a Dios y es señalado
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como el verdadero gestor de la idea de llevar a cabo esta enorme construcción. La idea de este
personaje tan singular era “atacar el cielo con su enorme ejercito, destruir a Dios y poner ídolos en
su lugar”. Pronto elevó una torre a 90 m de altura, con siete escaleras del lado oriental, por donde
subían los peones, y otras siete del lado occidental, por donde bajaban. Este guerrero, tenía una gran
confianza en su criterio ingenieril y pretendía que su torre alcanzara el pico del monte Ararat, 5165
m sobre el nivel del mar, que era el pico más alto conocido en la antigüedad. La Biblia cuanta que no
se pudo seguir con la construcción de la torre, ya que Dios cambió, la lengua de todos los habitantes
de la Tierra y los dispersó por toda la superficie. Cabe destacar que hasta hoy día no existe un
edificio más alto que 500 m de altura.
Foto 2.2: Representación de Torre de Babel, Irak Foto 3.2: Zigurat de Akar Quf - Irak
La Gran Muralla China (2000 a.C.), cuyo tiempo de construcción fue mayor a 20 siglos, donde los
emperadores de más de 20 dinastías buscaron resguardar sus dominios de invasores, construyendo la
mayor línea defensiva del mundo, utilizaron en su construcción el principio de suelo reforzado.
Para ubicarnos en un orden cronológico, las primeras murallas fueron construidas durante los siglos
VII A.C, en donde los pequeños estados en los que estaba dividida China comienzan a levantar
secciones cortas de muro para proteger y delimitar sus fronteras.
El primer emperador chino, Qin (221 AC a 207 AC), ordena durante su Dinastía, restaurar y unir las
secciones aisladas para hacer una sola muralla defensiva.
La técnica de construcción era la siguiente en un marco de madera colocaban suelo y la apisonaban,
posteriormente se repetía el proceso hasta llegar a una altura adecuada.
Durante la Dinastía de Han – (206 AC - 220 DC), la muralla llega al desierto de Gobi, al oeste, e
impulsa el comercio al proteger la ruta de la seda, la técnica de construcción era igual a la
mencionada en el párrafo anterior, pero se agrega una estructura de cañas a la tierra apisonada.
En la Dinastía de Ming (1368 DC -1644 DC), reconstruyen la muralla, que adquiere la fisonomía
actual con sus muros almenados y torres.
Al “corazón” de suelo apisonado de muralla, lo cubrieron con piedras y maderas y sumaron los
muros con bloques de piedras graníticas o ladrillos de adobe mezclados con piedra molida, viruta de
madera y paja.
Dinastía de Qin
(221 AC a 207 AC),
Fig 1.2
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Dinastía de Han
(206 AC - 220 DC)
Fig. 2.2
Dinastía de Ming
(1368 DC -1644 DC)
Fig. 3.2
• Muralla China.
Vista actual
Foto 4.2
Los antiguos romanos utilizaban troncos inmersos en tipos distintos de suelos para la construcción
de muros de contención. Diversos materiales vegetales, constituidos de fibras resistentes, fueron
utilizados en obras del Imperio Romano. Dentro de estos materiales, se pueden citar: juncos,
bambú, troncos de árboles, paja, etc.
Foto 5.2: Muro de contención Romano - vía Foto 6.2: Muro de contención Romano – vía
romana del Ardéche - Francia romana del Ardéche - Francia
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Otro ejemplo interesante fue una aplicación de la lana de llama mezclada con el suelo en las
construcciones de calles por los Incas en el Templo de La Luna (1400 d.C), en Perú. También se han
encontrado en otras civilizaciones de aborígenes latinoamericanos aplicaciones de hojas y ramas
sobre suelos blandos para reforzar terraplenes.
Foto 7.2: Calle próximas al templo de la luna – Perú Foto 8.2: Templo de la luna – Perú
Un marco inicial para el uso de los geosintéticos ha sido el uso de mantas de algodón como refuerzo
de pavimentos asfálticos en el Departamento de carreteras de Carolina del Sur (U.S.A) en 1926. El
uso de los geosintéticos se hizo más frecuente en la década de los ‘40 con la fabricación de los
polímeros sintéticos, asociada al desarrollo de las técnicas de producción de los geotextiles tejidos
(década de los ‘50) y no tejidos (década de los ‘60), con el surgimiento de las industrias
petroquímicas y por consecuencia, el desenvolvimiento de los geotextiles tejidos
A partir de ahí, las tecnologías y aplicaciones de los geosintéticos fueron creciendo día a día, y se
intensificó cada vez más su práctica en los mercados mundiales.
En la década de 60, el ingeniero francés Henri Vidal patentó el sistema “Tierra Armada”, que
consiste en la utilización de fajas de acero galvanizado como refuerzo (Vidal, 1966). A partir de allí,
el concepto de suelo reforzado se difundió rápidamente.
En Brasil, el uso de materiales geosintéticos se inició en 1971, con la fabricación del primer geotextil
no-tejido. Desde entonces, la utilización de geosintéticos para refuerzo de obras de contención y
fundación fueron en ese país aumentando gradualmente; cabe destacarse que es el único país de
Latinoamérica que fabrica actualmente geosintéticos.
A principios de los años 70, fueron construidas las primeras contenciones utilizando geotextiles
(Mitchell e Villet, 1987). En la misma época, aparecieron las primeras aplicaciones de geogrillas para
la estabilización de terraplenes en Japón (Jones, 1996).
En 1979, en Malasia, fue creado el sistema Terramesh que utiliza como refuerzo la malla metálica
fabricada en malla hexagonal de doble torsión, la misma utilizada en la confección de los gaviones.
En los últimos años, se vienen destacando los sistemas mixtos, que combinan distintos materiales, a
modo de aumentar las estabilidades interna y externa de la estructura.
En Argentina los geotextiles y las geomembranas sintéticas aparecieron a fines de los '70, pero a
partir de la década del '80 asistimos al "período de consolidación" de los geosintéticos. Esta etapa se
caracteriza por el uso masivo y creciente de estos productos, la diversificación de sus aplicaciones, la
aparición de nuevos desarrollos.
Esta técnica ha evolucionado tanto, que hoy en día existen muros de suelo reforzado con alturas
mayores a los 30 metros de altura.
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σ1 σ1
δ1 L δ1 δ2 L δ2
δ4
δ3
Suelo deformado
σ3 Suelo deformado σ3 σ3 σ3
∆ Η1 H ∆ H2 H
Refuerzo
δ3
δ4
∆Η2>∆Η1
σ1 δ1>δ2 σ1
δ3>δ4
Fig. 1.3: Elemento de suelo sin refuerzo Fig. 2.3: Elemento de suelo con refuerzo
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para evitar su corrosión y asegurar una larga vida útil en obra (ver foto 1.4). Los flejes metálicas con
las características citadas anteriormente poseen una resistencia a tracción de alrededor de 50 kN.
Según la norma AASHTO esfuerzo de tracción admisible para los refuerzos de acero es de 0.55 Fy y
para las uniones de la fachada 0.48 Fy. La mínima cobertura de galvanizado es de 0.61 kg/m2.
El principio básico del funcionamiento de una contención en suelo
reforzado está relacionado a la asociación de dos materiales de
propiedades mecánicas distintas, el suelo y el refuerzo metálico,
formando un material compuesto. Los esfuerzos aplicados sobre el
suelo, provocan deformaciones en la dirección horizontal, que son
inhibidas por la presencia del refuerzo. La fricción que existe en la
interacción suelo/refuerzo permite que haya transferencia de
esfuerzos entre el suelo y el refuerzo, de modo que el refuerzo
desarrolle su resistencia a la tracción.
El esfuerzo de arrancamiento aplicado en los flejes metálicos
genera tensiones de corte en el suelo circundante, si el suelo es un
Foto 1.4 – Fajas de acero. material granular denso, estas tensiones de corte hacen que la zona
circundante o aledaña tienda a dilatarse. Si los flejes metálicos fueran nervurados, el volumen de
suelo con tendencia al comportamiento dilatante aumenta considerablemente y como esta zona está
envuelta por un volumen de suelo mayor que el dilatante, la dilatación es restringida aumentando a
tensión confinante sobre el refuerzo.
El efecto de anclaje de los flejes de acero, realizado por el suelo es medido por el coeficiente de
fricción aparente, f*, que es la razón entre a máxima tensión de corte a lo largo del refuerzo y la
tensión confinante inicial en el mismo. El valor del coeficiente de fricción aparente puede ser
relacionado a la fricción suelo/refuerzo sin el efecto de la dilatancia, f, por la siguiente expresión:
Δ
4.1
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U
4.2 – RE
EFUERZO OS EXTEN NSIBLES
Son llam
mados extensibles los refuerzos que q poseen n un módullo de rigideez menor queq los no--
extensib
bles, o sea, su máxima reesistencia a la tracción es
e movilizadda por una ddeformación
n mayor quee
4%.
Esa caraacterística se presentadda normalmeente en los refuerzos con
c mallas m
metálicas faabricadas en
n
malla heexagonal de doble torsióón y geosintéticos.
4.2.1 – MALLA
M METÁLICA FABRICA ADA EN MA ALLA HEX XAGONAL L DE DOB BLE
TORSIÓN
Ese tipoo de refuerzo
o es una maalla metálicaa fabricada en
e malla hexxagonal de ddoble torsión
n tipo 6 x 8,,
8 x 10, y 10 x 12 (abertura
( co
on aproximaadamente 100,00 cm x 12,001 cm), a partir de alambres
a dee
acero de
d “Bajo Contenido
C d Carbono
de o” con un n diámetro de 2,70 m mm, proteggida con ell
revestim
miento Galfaan (95% Zin nc + Alumiinio + Tierrras Raras) y recubrimiento extra en n PVC. Verr
figuras 2.4
2 y 3.4.
Foto 2.4:
2 Malla hexxagonal de do oble torsión Foto 3.4:: Alambre de acero de bajo
o Contenido
D = distanciaa entre las torsiones de Carbono” y sus revestimiientos.
La idea de utilizar la
l malla hexxagonal de doble
d
torsión como reffuerzo fue concebidaa en
Malasia en 1979, cuando fuee utilizado una
estructuura mixta que contaba co on el param
mento
en gaviones y refuuerzos con fajas metáálicas
para asegurar
a un na commpatibilidad de
deformaaciones entrre el param mento del muro
m
(gavionees) y el maciizo de suelo reforzado.
El deseempeño de esta alternaativa superó ó las Foto 4.4: Refuerzoo de bordes oobtenido meccánicamente,
expectattivas, tanto que se decidió investiggar la dos calibres
c superrior al alambrre de la mallaa.
posibiliddad de sustituir los flejees metálicoss por
misma malla
m que co
onstituía los gaviones. Después
D de la interpretaación de los resultados se concluyó
ó
que tal sustitución sería factiblle, y a partirr de allí fue creado el refuerzo de malla metállica que hoyy
forma ell sistema Teerramesh.
Una de las ventajass de ese tipo o de refuerzzo es que see obtiene unna “armadurra” horizonttal continuaa
dentro del
d macizo, además de eso, la mallaa metálica presenta
p unaa excelente iinteracción con
c el sueloo
adyacennte, la cual es
e medida po or coeficien
nte de interaacción, obtennido por en
nsayos de grran porte dee
arrancammiento (pulll-out test) o corte directo (direct shear test). Para la maalla hexagon nal de doblee
torsión ese valor es del orden de
d 0,91, o sea 91% de movilización
m del ángulo dde fricción del
d suelo dell
terraplén
n en la interracción suelo
o/refuerzo.
Esa exceelente interaacción se deebe al hecho
o, que el refuuerzo trabajaa por fricció
ón en sus caras superiorr
e inferio
or, y ademáss por la resiistencia gen
nerada por laa porción ded suelo que entra en caada aberturaa
de mallaa, generandoo un fenómeeno conociddo como inteertrabamientto mecánico o.
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U
Donde:
D
= Resisttencia de prroyecto.
= Resistencia nomin nal.
= Factoor de reduccción total, ob
btenido por la ecuación
n:
4.3
Donde:
D
= Faactor de reduucción parciial referentee a la fluencia (creep).
= Factor
F de redducción parccial referentee a los daños de instalacción.
= Faactor de redducción parccial referentee a los dañoss ambientalees.
= Faactor de reduucción parciial referente a la extrapo olación de daatos.
= Faactor de reduucción parciial referente a la temperratura
Los valoores de los factores parrciales de reducción, varían bastantte de acuerddo con la vidda útil de laa
obra, tip
po de materria prima uttilizada para la fabricaciión del refuuerzo, ambieente de trab
bajo, tipo dee
terraplén
n, tipo de obra, etc. Todavía
T esttos valores no son diffíciles de seer obtenidoos, pues loss
fabrican
ntes de refueerzos hacen ensayos con nstantementte para desccubrir y con
nfirmar tales factores dee
reduccióón y los divvulgan al meddio técnico.
Para la malla
m hexaggonal de dob ble torsión el factor tottal de reduccción es de 1,24, este valor es bajo
o
debido a estar fabriccada en acerro, el cual no ncia (creep), por lo tanto
o sufre fluen o el factor de
d reducción
n
parcial para
p la mallaa, referente a este fenóm meno es = 1,00.
4.2.2 – REFUER
RZOS GEO
OSINTÉT
TICOS
La palab
bra geosintéttico está forrmada por laa unión de laas siguientess palabras:
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U
Esos materiales
m po oseen una resistencia nominal quue varían entre e 15 kNN/m y 70 kN/m. Ell
coeficien
nte de interaacción preseentado por ellos
e normallmente está en torno dee 0,6 a 0,8 y el factor dee
reduccióón total estáá entre 4,00 a 5,00, puess son fabricaados en poliipropileno, qque es un po
olímero con
n
desempeeño sufriblee frente a loss fenómenoss de fluenciaa.
Nota: Los
L Geotexttiles como Refuerzo de d Muros
En un gran
g númerro de paísess latinoamerricanos com mo Colombiia, Brasil y P Perú se utillizan muy a
menudoo los geotexxtiles en vezz de las geomallas o los refuerzos metálicos p para la consstrucción dee
muros MSE.
M El usoo de geotexxtiles tiene algunas
a venttajas como es
e la facilidaad de constrrucción y laa
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U
reduccióón significaativa de co ostos (Benjaamín y otrros, 2007). Sin embarrgo, existe muy pocaa
investigaación sobre el uso de lo
os geotextiless para el refu
fuerzo de muuros en suelo
os.
El princcipal problema detectaddo es la graan magnitud d de las defformaciones, lo cual reppresenta un
n
problemma para su utilización
u e estructuraas importan
en ntes. Los geeotextiles se deforman mucho
m máss
que las geomallas.
g L posibilidaad de deform
La maciones po ost-construcción (fatiga o “creep”) han sido un
n
problemma especialm
mente para lo
os geotextilees de polipro
opileno.
4.2.2.2 – GEOGRIILLAS
Son esttructuras plaanas formaddas por un na red rectaangular (grillla) de elemmentos longgitudinales y
transverrsales conecctados integgralmente, a través dee procesos de extrusiión, entrelazamiento y
soldadurra. Al igual que los geottextiles, las geogrillas
g taambién se diividen en grupos de acuuerdo con ell
proceso de fabricaciión:
Geogril
illas extruiidas: Produucidas a trravés del pproceso dee extrusión,,
geneeralmente de polietileno o de alta dennsidad (PEA AD), y despuués sometidas a un pre--
estirramiento quue definirá suu resistencia a la tracción
n. Ver foto 7.4.
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Las geogrillas soldadas poseen una resistencia a tracción que varía entre 30 kN/m y 1250 kN/m, el
coeficiente de interacción presentado por ellas es alrededor de 0,8 y el factor de reducción es
aproximadamente 2,00.
Foto: 1.5 Falla de un muro de suelo reforzado Foto 2.5 Falla por fluencia de un muro de suelo
reforzado
Según Koerner (1999) la mayoría de los resultados de resistencia de los mantos de geosintéticos
obtenidos en los ensayos de laboratorio no pueden ser utilizados directamente para el diseño sino
que deben ser modificados de acuerdo a las condiciones del sitio y a los esfuerzos a que van a estar
sometidos durante la vida útil de la obra. Esta misma observación aparece en la mayoría de los
documentos consultados y en las especificaciones de la mayoría de estados de los EE.UU y de los
países europeos. Por esta razón la AASHTO recomienda utilizar una serie de factores de reducción a
las resistencias últimas obtenidas en los ensayos de laboratorio de tensión con tira ancha.
5.1
Donde:
= Esfuerzo permisible
= Resistencia última (Ensayo de carga ancha)
RFID = Factor de reducción por daños en la instalación
RFCR = Factor de reducción por Fluencia a esfuerzo constante
RFCD = Factor de reducción por Degradación química
RFBD = Factor de reducción por degradación Biológica
FS = Factor de seguridad para tener en cuenta la Incertidumbre en los materiales.
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Estas normas permiten realizar ensayos que determinen los factores de reducción por instalación,
fluencia a esfuerzo constante y degradación biológica y química de materiales específicos.
Una gran cantidad de fabricantes de geosintéticos se han acogido a esta norma y han realizado
ensayos que caracterizan el comportamiento a largo plazo de geotextiles y de geomallas.
Los factores de reducción son los siguientes:
Koerner y Koerner (1984) sugieren que se deben tener precauciones especiales cuando se utilicen
geotextiles de menos de 270 g/m2.
5.2.- FACTOR POR FLUENCIA A ESFUERZO CONSTANTE (CREEP)
Los mantos de geosintéticos pueden sufrir elongaciones a esfuerzo constante. Los polímeros
generalmente se consideran como materiales sensitivos a la fluencia y esta propiedad debe tenerse en
cuenta en el diseño de muros de tierra reforzada (MSE) (Figura 6.18). El GRI (Geosynthetics
Research Institute) desarrolló un ensayo para determinar la fluencia a esfuerzo constante de los
mantos de geosintéticos (tablas 2.5 y 3.5).
Para obtener dichos factores se realizaron ensayos a múltiples muestras sometidas a carga constante
durante 10000 horas y se extrapola a 75 años
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Tabla 2.5 Factores de reducción contra deformación por fluencia a largo plazo para geotextiles recomendados
por diferentes autores y entidades.
Tipo de Fibra del Geotextil
Referencia
Polipropileno Polietileno HPDE Poliamida Poliéster
Hoedt (1986) 4.0 4.0 2.5 2.0
Task Force 27 AASHTO-AGC-ARTBA (1991) 5.0 5.0 2.9 2.5
Koerner (1999) 3.0 a 4.0 3.0 a 4.0 2.0 a 2.5 2.0 a 2.5
South Carolina state highway Department 5.0 5.0 2.5
Allen (2001) 4.0 2.0
Christopher (1990) 4.0 4.0
FHWA Publicación NHI-0043 – 2001 4.0-5.0 2.6-5.0 1.6-2.5
Concrete Masonry Association of Australia 6.0 3.33 2.0
Geosynthetic Research Institute 3.0 (Geotextiles)
Geosynthetic Research Institute 3.5 (Geomallas)
Tabla 3.5 Factores de reducción contra deformación por fluencia a largo plazo recomendados y debidamente
sustentados por algunos fabricantes de geosintéticos.
Fabricante Producto Fibra RFCR
Amoco Geotextiles, 2066, 2016, 2044 Polipropileno 3.5
Geotextiles GTF 300, GTF
Linq industrial fabrics, Inc. Polipropileno 4.0
375N, GTF 570
Geotextiles : GTF 550T,
Linq industrial fabrics, Inc. Poliéster 1.9
GTF 1000T, GTF 1500T
Mirafi-Miragrid Geomallas Poliéster 1.67
Synthetic Industries Geotextiles Geotex 4x1 Polipropileno 3.77
Strata Grid Geomallas Poliéster 1.61
Terram Geotextiles Poliéster 2.2
Tensar Geomallas - UX-Mesa HDPE 2.65
Fig. 1.5 Resultados de los ensayos de fluencia de hilos de diferentes polímeros (Hoedt, 1986).
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4.- A la degradación química. Esta es especialmente importante cuando el geotextil está expuesto
a lixiviados
5.- A la degradación biológica. Algunos microorganismos como las bacterias degradan los
polímeros y utilizan la fibra como alimentación. Este problema no es común en las resinas utilizadas
para elaborar los geosintéticos. Generalmente los aditivos que se utilizan con el polímero son menos
vulnerables.
Tabla 4.5 Factores de reducción por degradación química y biológica.
Autor Entidad o Empresa Producto RFCD x RFBD
Amoco Geotextiles 1.1
Synthetic Industries Geotextiles 1.1
South Carolina state highway department Geomalla polietileno HPDE 1.1
South Carolina state highway department Geotextiles de polipropileno 2.0
South Carolina state highway department Geotextiles de poliéster 1.6
Linq Industrial Fabrics Inc. Gotextiles de polipropileno o de poliéster 1.1
Strata Grid Geomallas de poliéster 1.1
Geosynthetic Research Institute Geotextiles 1.82
Geosynthetic Research Institute Geomallas 1.82
FHWA Publicación NHI-0043–2001 Geotextiles de poliéster 1.6-2.0
Nota técnica Mirafi Poliéster 1.15-2.0 (dependiendo del PH)
Este factor de seguridad cubre entre otras incertidumbres el aumento de humedad en el suelo del
relleno, la poca uniformidad de las fuentes de materiales y parcialmente los problemas de baja
densidad, los cuales pueden considerarse como comunes en los muros MSE. Este factor de
seguridad no cubre situaciones de inestabilidad extrema como son los problemas de inestabilidad
geológica.
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CONCLUSIONES
Para el diseño de muros en suelo reforzados con geosintéticos se deben utilizar factores de
reducción por daños en la instalación, pérdida de resistencia por fluencia a largo plazo (creep) y
deterioro. Estos factores se obtienen de ensayos de laboratorio de los materiales. La correcta
utilización de estos factores evita las fallas por deformación y rotura de los refuerzos.
Para cuantificar la resistencia a largo plazo en un geosintético es habitual el uso de curvas
carga/deformación del refuerzo en diferentes tiempos denominadas curvas isócronas, que son
generalmente entregadas por el fabricante. Las curvas isócronas son curvas tenso-deformacionales,
que muestran la deformación por fluencia (deformación a tensión constante) y relajación (perdida
de tensión a deformación constante) del material con el paso del tiempo, cuando éste es llevado a
una carga próxima a la de rotura en diferentes tiempos. A partir de estas curvas puede obtenerse el
módulo secante Es correspondiente a un valor específico de deformación.
Grafico Nº 1.5: Curva Resistencia tracción Grafico Nº 2.5: Curva Resistencia tracción - Tiempo
isócrona - Deformación
El gráfico Nº 1 correspondiente a una geogrilla soldada tipo M, muestra una pérdida significativa de
tensión respecto al tiempo (bajo carga sostenida) para todos los niveles de carga (aproximadamente
un 40 % al término de un año).
En algunos geosintéticos, se ha podido demostrar que en un nivel de tensión, correspondiente a un
20 % de la resistencia a tracción última inicial del material, la extensión deformación a largo plazo es
de aproximadamente 5 a 6 %.
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Foto 1.6: Detalle de la conexión de elementos de Foto 2.6: Detalle del material del relleno utilizado
lado expuesto/refuerzo. para la construcción de la Tierra Armada.
A.- ARMADURAS
Las armaduras llegarán a obra generalmente en camiones de gran tonelaje (25 t.), en paquetes de 150
unidades, con un peso aproximado de 2 t.
Se descargarán con ayuda de una grúa y los paquetes de armaduras de más de 6 m. de longitud se
deberán descargar y manipular con ayuda de un perfil metálico.
En general es necesario evitar doblar las armaduras para no dañar el galvanizado del acero.
En cuanto al acopio de las armaduras, es muy interesante, para evitar posteriores errores, y facilitar el
montaje, almacenarlas por longitudes con una tablilla que indique la dimensión y tipo de cada
acopio.
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Las armaduras no deben colocarse directamente sobre el suelo, sino sobre madera para evitar el
contacto con el agua, sobre todo cuando el período de almacenamiento pueda ser prolongado.
La tornillería debe almacenarse en local cerrado para evitar su perdida.
B.- ESCAMAS
Las escamas prefabricadas de hormigón llegarán a obra en camiones de gran tonelaje (25 t), por lo
que el acceso a obra deberá ser el adecuado.
Tanto el transporte como el almacenaje se hace con escamas en posición horizontal y los arranques
hacia arriba.
La descarga y colocación de las escamas en el acopio se realiza con ayuda de eslingas especiales de
descarga.
El acopio deberá ajustarse a la disposición del siguiente croquis:
20
Ing. Diego Skok
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A. SOLERA DE REGLAJE
La solera de reglaje tiene como misión exclusiva obtener una superficie nivelada y lisa que facilite el
apoyo y montaje de la primera fila de escamas. Es fundamental que su ejecución sea
extremadamente cuidadosa y con una buena horizontalidad en sentido longitudinal y transversal. Es
la base de un buen montaje posterior.
Sobre la solera se deberá replantear la línea exterior del paramento, pintándose la alineación sobre la
superficie de la solera, no dejándose nunca una cuerda como referencia.
Cuando en el Proyecto figuren diferentes escalones de solera, se construirán según el siguiente
esquema:
21
Ing. Diego Skok
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22
Ing. Diego Skok
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23
Ing. Dieggo Skok
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U
Fig. 5.6:
5 Colocació
ón de gatos en
n la escama Fig. 13.66: Colocación de gatos en lla escama
Para la realización
r d esta primeera fila de esscamas, se teendrá en cueenta lo siguiiente:
de
El aplommado de lass escamas see hace siemp pre con ploomada, nuncca con nivell, dejando un
u desplomee
hacia el interior de 1 cm en lass escamas ennteras y de 0,5 cm en las escamas medias. Estte desplomee
será reccuperado cuuando se extienda
e y compacten las tierras de relleno. En algun nos casos y
dependiiendo del material
m de relleno, el desplome in ndicado se deberá corrregir tras las primerass
comprobaciones dee verticalidadd que se efecctúen.
Las corrrecciones dee horizontalidad y la juunta de las escamas se realizarán m
mediante ell empleo dee
cuñas dee madera.
244
Ing. Dieggo Skok
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U
Una vezz terraplenaado el nivell 1 se proceederá al com mpactado ded esta tonggada. El acaabado de laa
tongadaa será el norm
mal de cualqquier terraplén para que las armadurras apoyen ccompletameente sobre ell
relleno, cuidando dee que esto ocurra
o igualm
mente en la zona
z de unió
ón del arran
nque con la armadura.
a
Se proceede a la colo
ocación de laas armaduraas correspon
ndientes a este nivel.
Las arm
maduras se colocarán perpendicula
p ares al paraamento del muro y se unen a los arranquess
mediantte los tornillo
os y tuercas corresponddientes.
Colocaddo este prim
mer nivel de armaduras,
a s extiende y compacta la tongada 22.
se
Para las longitudes de armadurra de tierra armada
a supeeriores a 122 m se utilizaan los espallmadores dee
armadurras.
255
Ing. Dieggo Skok
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U
La form
ma ideal paraa el extendido de suelo os será: exteender en priimer lugar een el centro del macizoo
armado,, avanzar po
osteriormentte hacia la zo
ona final de las armadurras y finalmeente por fran
njas hacia ell
paramen
nto. La marccha de extenndedora deb be ser siemprre paralela al
a paramento o en todas suus fases.
Nunca debe
d extendderse la tierra perpendiicularmente a las escam
mas y aún m
menos avanzzando haciaa
ellas.
Foto. 7.6:
7 Transporrte de suelos Foto. 8.6:
8 Extendido de suelos Foto. 9.6: Compactación de suelos
Si el terrraplenado se
s hace con
n máquinas ded orugas, éstas
é no deb
ben apoyar directamente sobre lass
armadurras para no dañar
d su gallvanizado.
El comp pactado, en cuanto a suu calidad, no
n es una exxigencia intrrínseca de laa tierra arm
mada y vienee
determin nado por la utilización de
d la superestructura quue irá sobre el macizo arrmado, cuyaas exigenciass
de limitaación de asieentos son siempre superiores a las necesarias
n para el funcio
onamiento mecánico
m dee
la tierra armada. Haabitualmentee se suele uttilizar el missmo grado de
d compactaación de loss terrapleness
de la obra de que see trate.
La únicaa limitación que imponee la tierra arrmada es la relativa
r al co
ompactadorr a utilizar en
n el metro y
medio más
m próxim mo al param
mento, franjaa en la que no se debeen utilizar ggrandes com mpactadoress
dinámicos que pueddan provocaar desórdenes en las esccamas, funddamentalmen nte desplom mes. En estaa
zona es recomendab ble emplear bandejas vib brantes o ro
odillos vibran
ntes.
La humedad de las tierras, sobrre todo en suelos
s finos,, no debe seer superior a la del óptim
mo Proctor,,
ya que durante
d la co
ompactaciónn puede provvocarse el desplome de las escamass.
266
Ing. Diego Skok
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La tongada que se deja al final de la jornada es fundamental darle pendiente hacia la parte posterior
del macizo, al igual que longitudinalmente, con objeto de evacuar el agua en caso de lluvias intensas.
Si a pesar de todas las precauciones, se saturase esta capa, deberá escarificarse, o bien iniciarse el
trabajo con una capa de material drenante.
1. Verificación del gálibo entre las escamas ya colocadas con la regla correspondiente.
2. Colocación de tacos de neopreno.
3. Colocación de la escama.
4. Nivelación y aplomado. Utilizando cuñas si fuera necesario.
5. Colocación de la junta vertical y horizontal de poliuretano por el paramento interior.
6. Colocación de gatos.
7. Comprobación de que la alineación es correcta.
8. Continuar extendiendo y compactando las sucesivas tongadas y colocando las armaduras en los
niveles correspondientes.
El resto del montaje se continúa con las mismas prescripciones que las señaladas para la segunda fila
de escamas, tirando siempre plomada hasta la parte visible más baja del muro.
27
Ing. Diego Skok
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Durante el montaje del muro, las cuñas no deben permanecer colocadas en más de tres filas,
eliminando sistemáticamente las existentes en filas inferiores.
Concluido el montaje del muro no debe quedar ninguna cuña en el paramento, puesto que la no
extracción de las cuñas puede llegar a ocasionar, en caso de asientos del muro, la rotura de las
esquinas de las escamas.
I.- PILARES
En los casos de discontinuidad de paramentos se utilizarán los pilares denominados tipo 1, tipo 2 y
tipo A-8 (según norma española).
28
Ing. Diego Skok
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29
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U
a- E
El elemento coonfeccionado en la fábrica debede ser abiertoo en una superf rficie plana connforme a la figgura. Los
d
dobleces del paanel frontal def
efinen la formaa rectangular de
d la cara exteerna de la estrructura y aperttura del
elemento a lo largo
l de los doobleces y levanttamiento del panel
p posteriorr.
o Terramesh { TA \l
Fig. 277.6: Abertura del elemento
"5.2.11.- Operaciiones de mo ontaje" \s "5.2.1.-
Operacionnes de monntaje" \c 1 }
Foto 10.6: Ab
bertura del eleemento Terraamesh
300
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b- Posicionamiento del diafragma, que está suelto dentro del elemento, y costura de todas las aristas. Colocación
del elemento Terramesh en su posición definitiva y unión a los elementos adyacentes
Foto 13.6: Posicionamiento del diafragma Foto 14.6: Posicionamiento del diafragma
c- Llenado con piedras (según las mismas técnicas utilizadas para los gaviones) cerrado y costura de las tapas.
Colocación del filtro geotextil y colocación de suelo compactado hasta la altura del elemento (en capas no
superiores a los 20 cm)
31
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Operaciones de montaje" \c 1 }
Foto 19.6: Posicionamiento del elemento { TA Foto 20.6: Relleno del elemento { TA \l "5.2.1.-
Operaciones de montaje" \s "5.2.1.-
\l "5.2.1.- Operaciones de montaje" \s Operaciones de montaje" \c 1 }
"5.2.1.- Operaciones de montaje" \c 1 }
e- Obra terminada
32
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U
6.3. – MUROS
M DEE CONTEN NCIÓN EN N SUELO REFORZA ADOS CON NSTRUIDOS CON
GEOSIINTÉTICO OS{ TA \l " 5.3. – Muroos de conteención en su uelo reforzados constrruidos con
"5.3. – Murros de con
geosinttéticos" \s " ntención en n suelo refforzados construido os con
geosinttéticos" \cc 1 }
Son estrructuras con
nstruidas conn refuerzos extensibles sintéticos co
omo los geootextiles y laas geogrillas..
Estos muros
m requiieren siemprre una prottección meccánica en el e lado expuuesto, para proteger ell
refuerzo
o expuesto en el paraamento de la estructuura contra la foto-deggradación, incendios i y
vandalissmo. La prottección meccánica puedee ser obtenid
da con un reevestimiento
o hormigón proyectado.
F
Foto 24.6: Deetalle del paraamento de un
n muro de con
ntención en suelo
s reforzad
do con geogriillas.
333
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34
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35
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U
Fo
oto 25.6: Ilustrración de unaa estructura de
d suelo Foto 26.6: Detalle
D de insstalación de laas
reforzaado con refuerrzos mixtos. geogrillas de allta resistenciaa en una estru
uctura
conn refuerzos m mixtos.
6.5. – SEEGMENT TAL RETAIINING WA ALLS (SRW W){ TA \l "55.5. – Segm mental Retaining
Walls (SSRW)" \s " "5.5. – Segm
mental Rettaining Wa alls (SRW))" \c 1 }
Se trataa de un tip po de muro o de conten nción en suuelo reforzado relativaamente nueevo, el cuall
contemp pla a utilizaación de refu
fuerzos geossintéticos y el paramennto es consttituido por bloques
b pree
moldeaddos, simplem mente encasstrados unoss con otros. La unión en ntre el param
mento de blloques y loss
refuerzoos está dada por la friccción bloquee/refuerzo o a través dee peines quee garantizan la conexión
n
entre lo
os bloques y el geosintéttico al param
mento.
366
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APLICACIONES
En general, la aplicación de la tecnología de taludes reforzados con geomalla optimiza el movimiento
de suelos en las obras, así como permite ganar espacios provechosos. En las Figura 39.6 a 42.6
pueden verse algunos ejemplos de aplicación.
Este tipo de tecnología, además, se hace especialmente económico en los siguientes casos:
A) Cuando los suelos de construcción son malos o blandos: En este caso, el uso del sistema
reforzado con geogrillas permite la utilización de estos suelos, evitando la necesidad de importar
material de mejor calidad.
B) Cuando se necesita espacio al borde de un talud: En este caso, el sistema permite la construcción
de pendientes de talud muy inclinadas, reemplazando a los muros de contención tradicionales (que
suelen ser caros).
D) Cuando los suelos son corrosivos o agresivos: El refuerzo dado por algunos materiales
geosintéticos existentes en el mercado no se deteriora, ni en las peores en condiciones ácidas,
alcalinas o salinas.
37
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Fig. 39.6: Refuerzo de Suelos Débiles en el Terraplén y Ahorro de Relleno en la construcción de terraplenes
nuevos.
38
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a- El elemento confeccionado en fábrica debe ser abierto en una superficie plana conforme a la
figura.
b- Posicionamiento del elemento y apertura a lo largo del doblez inferior hasta alcanzar la
inclinación predeterminada para el paramento frontal de la estructura. Colocación del elemento
Terramesh Verde en su posición definitiva y unión a los elementos adyacentes. Posicionamiento
del geosintético para retener los finos y posicionamiento del refuerzo triangular y unión
c- Compactación del suelo hasta la altura definitiva como distancia entre refuerzos, formando el
plano inclinado externo a la estructura y posicionamiento de la parte superior del elemento
Terramesh Verde sobre la superficie del terreno compactado
39
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U
d- Posicionamien
P nto del elementto Terramesh Verde sucesivo y costura de éste al precede
dente
e- Obra terminaada
400
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U
6.6.2 – TALUDES
T S REFORZ ZADOS CO ON GEOSIN NTÉTICO OS
El ejemplo del Terrramesh Verrde, también n los taludess reforzadoss con geosin ntéticos, prinncipalmentee
geogrillaas, reciben un
u tratamien nto con biom mantas (fibrras de coco) para permitir a revegettación en suu
paramen nto.
Cabe deestacarse, queq el uso de bioman ntas está co ondicionado al clima ddel lugar do onde se haa
proyectaado la obra, es decir, enn un clima frrio y seco coomo el que tiene
t parte dde nuestra Patagonia,
P ess
imposibble la utilización de estee sistema, yay que es po oco factiblee que se dessarrolle unaa vegetación
n
robusta y el clima teermina degraadando rápidamente la biomanta.
b
Obviammente en clim mas subtrop picales, com
mo el que existe
e en el noroeste dde nuestro país, climass
templaddos, cálidos, etc., está solución un muy
m buena daado que la vegetación
v crrece rápidammente.
Cuando estas obraas son consstruidas con n geotextiless, la revegettación no ees una alterrnativa muyy
apropiadda, debido a la casi ineexistencia dee aberturas en su estrucctura, que p permitan el pasaje de laa
vegetaciión, por tantto, en estos casos, se revviste el paraamento exteerno con horrmigón proyyectado.
Foto 39.6:
3 Talud reeforzado con geogrillas. Foto 40.6: Dique reforzado con g
geogrillas.
7.- ELEEMENTOS S DE DISE EÑO DE LOS MURO OS DE SUE ELO REFO ORZADO
Los muuros de suelo
o reforzado o se pueden construir conc paramen ntos verticales cuando se utiliza laa
técnica de la «tieerra armadaa» con fleejes metáliccos. Cuando los suellos se refuuerzan con n
geocommpuestos (geotextiles, geeomallas y geogrillas),
g o mediante el
e sistema TTerramesh o Terramesh h
Verde, los paramentos pueden llegar a ser subverticale
s s.
Los elem
mentos esennciales de esttos muros soon los que se indican enn la figura 7.1. La cimenntación suelee
establecerse sobre un plano horizontal cuuya anchuraa es del ordden del 60 aal 80% de la l altura, (B
B
= 0,6H a 0,8H) dep pendiendo de
d la calidadd del cimientto, de la ressistencia del cuerpo del muro y dell
empuje a contener. Para el apo oyo de las piezas
p del paramento (ttierra armadda) o para ap poyo de loss
encofraddos que ayudan a la con
nstrucción (m muros de geeotextiles), suuele construuirse un pequueño zócalo
o
de hormmigón en la zona
z delanteera del cimieento.
41
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1. Terreno natural.
2. Línea de excavación.
3. Zapata de cimentación (apoyo de piezas poligonales «escamas» o encofrado).
4. Cuerpo del muro.
5. Drenaje interno.
6. Recogida de aguas del drenaje interno (lateral o bajo el cimiento).
7. Drenaje de escorrentía superficial.
8. Protección del pie.
9. Auscultación (en su caso).
H. Altura del muro.
B. Ancho de la base del muro.
Fig 1.8.a: Fuerzas intervientes – Método de Coulomb. Fig 1.8.b: Polígono de fuerzas
42
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Después de un ligero movimiento del muro, el suelo queda en estado activo y la cuña tiene a
moverse hacia el muro. Al hacerlo debe deslizarse hacia la cara AB del muro y a lo largo de la
superficie de falla AC. Las fuerzas que actúan sobre esta cuña, que está en estado de equilibrio
plástico límite, se muestra en la figura 8.1.a junto con su triangulo de fuerzas (figura8.1.b).
Donde:
.
8.1
90
El valor de varía en función del segmento BC del triángulo ABC. Lo mismo ocurre con el peso de
la masa de suelo W, que varía de acuerdo con el área de ese triángulo.
A partir de ahí, es posible obtener las siguientes ecuaciones:
1 8.2
. . .
2
43
Ing. Diego Skok
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8.3
1
.
En cuanto al punto de aplicación del empuje, se puede obtener a partir de considerar a la sobrecarga
como parte de la cuña de empuje con una altura / , como se muestra en la figura, siendo el
segmento BB´ paralelo a la superficie de falla y eñ segmento CC´ prolongación de la superficie de
falla.
Una vez dibujada la superficie A-B-B´-C-C´-A debe obtenerse su centro de gravedad G, por el
mismo, deberá trazarse una paralela a la superficie de falla hasta interceptar el trasdós del muro. El
punto O es el punto de aplicación del empuje activo.
El ángulo de fricción del muro (δ), se relaciona con el ángulo de fricción del suelo y con la rugosidad
del muro. Se acostumbra adoptar un valor arbitrario entre 1/2 φ´ y 2/3 φ´ para muros verticales de
hormigón. Para muro de suelo reforzado (δ) debe considerarse igual al menor ángulo de fricción
interna entre el relleno del muro y el relleno al trasdós del muro o suelo natural al trasdós del muro.
1 9.1
. . .
2
Donde:
Kp: es el coeficiente de empuje activo.
45°
9.2
2
44
Ing. Dieggo Skok
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U
Se ha deemostrado experimental
e lmente (Grááfico 1.9) quue la deform
mación para aalcanzar el estado
e límitee
activo es bastante pequeña;
p basta un leve desplazamieento del parramento quee contiene a la masa dee
suelo paara que ésta, entre en el estado límitte de empujee activo, en cambio, parra llegar al estado
e límitee
de empuuje pasivo ded Rankine, es necesario o un desplazzamiento muucho mayorr, alrededor de 10 vecess
el que see necesita paara llegar al estado límite de empujee activo.
or de Ko = σh
Gráffico 1.9.: Variaación del valo h / σv con lass deformacion
nes
de las esstructuras de soporte
En el Gráfico
G 1.9 se han reprresentado laas variacionees de los cooeficientes K
Ka y Kp paara distintass
condicio
ones de densidad relativva del materrial (arena), en
e función del
d giro del paramento vertical quee
lo contieene.
Se puedde observar ene dicha figuura la gran deformación
d n que se debe producir p
para generarr Kp, que en
n
el caso de las arenaas densas tienen un picco máximo mientras quue en el casso de las areenas sueltass
dicho piico no se alccanza y la peendiente de crecimiento es muy déb
bil.
Por lo expuesto
e en
n los párrafo
os anterioress se aconseja para el cáálculo del em
mpuje pasivvo, dividir ell
valor dee Kp por unn coeficientee de seguriddad, ya que en la mayoría de los caasos, las esttructuras no
o
pueden aceptar la grran deformaación que see necesita paara generar el
e empuje paasivo máximmo.
Por el contrario, se puede aprecciar que en el caso del empuje
e activvo Ka las deeformacionees necesariass
para alcaanzar el valo
or mínimo de
d Ka son muy
m pequeñaas.
455
Ing. Diego Skok
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z = n.H
σ
H
Distribución de
tensiones σ
2. . 10.1
.
.
Donde:
es el esfuerzo horizontal a la profundidad .
Sin embargo como el suelo no es un medio perfectamente elástico, deben esperarse algunas
variaciones de la ecuación. Las formas modificadas de esta fórmula generalmente aceptadas para su
uso en suelos son las siguientes:
4. . 10.2
. ; 0.40
.
y
0.203 . 10.3
. ; 0.40
0.16
β
α z
H
σ
Distribución de
tensiones σ
La figura 10.2 muestra que una carga de franja con una intensidad de q/área unitaria localizada a una
distancia ´ desde un muro de altura . Con base en la teoría de la elasticidad, el esfuerzo horizontal,
, a cualquier profundidad , sobre una estructura de retención es:
46
Ing. Diego Skok
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. . cos 2 10.4
Sin embargo, en el caso de suelos, el lado derecho de la ecuación se duplica para tomar en cuenta el
acomodo de la masa del suelo, por lo que la ecuación 10.4 queda de la siguiente manera:
2. 10.5
. . cos 2
La fuerza total por unidad de longitud debida únicamente a la carga de franja (Jarquio, 1981) se
expresa como:
. . 10.6
90
Donde:
10.7
10.8
z = n.H
σ
H
Distribución de
tensiones σ
Teniendo en cuenta las modificaciones mencionadas en los párrafos anteriores, la ecuación para
determinar la distribución de tensiones en suelos producida por una carga puntual queda de la
siguiente manera:
1.77. . 10.9
. ; 0.40
.
10.4.- COMENTARIOS
1- Cuando las cargas lineales, concentradas o en franja, están fuera del muro de suelo reforzado,
estas cargas ejercerán, como hemos visto, presiones en el trasdós del muro. Estas presiones deberán
ser tenidas en cuenta en las verificaciones de estabilidad externa, que se verán en el punto 11.2. y
cuando se verifique la estabilidad global del muro de suelos reforzado.
2- Cuando las cargas lineales, concentradas o en franja, estén directamente encima del macizo de
suelo reforzado, estás cargas deberán ser tenidas en cuenta en las verificaciones de estabilidad
interna, que se verán el el punto 11.1 y cuando se verifique la estabilidad global del muro de suelos
reforzado.
47
Ing. Diego Skok
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Fig. 1.11: Rotura por excesiva tracción en los refuerzos. Fig. 2.11: Rotura por arrancamiento
En esta etapa son verificadas las posibles fallas que pueden ocurrir dentro del macizo reforzado, para
eso, se determina la posible superficie de rotura dentro del bloque reforzado y cuando esta cruza los
refuerzos es definido el punto de la máxima solicitación a tracción actuante en cada refuerzo (Tmáx).
La posible superficie de rotura también divide el macizo reforzado en dos zonas claramente
diferenciadas:
1- Zona activa (próxima al lado expuesto)
2- Zona de anclaje (próximo al macizo natural al tardos da estructura).
Una vez encontrado Tmáx y su punto de aplicación en cada refuerzo, se verifica la posibilidad de
rotura de los mismos, asegurando que Tmáx no sea mayor que la resistencia de proyecto del
refuerzo, y además, se verifica la posibilidad de falla por arrancamiento, definiendo un
comportamiento de anclaje, dentro de la zona resistente, suficiente para movilizar una fuerza de
fricción mayor que Tmáx.
Muchos avances se están realizando en el desarrollo de procedimientos racionales de diseño de
muros de contnción en suelo reforzado o estabizados mecánicamente.
Como podemos notar, para efectuar la verificación interna es importante conocer la posible
superficie de rotura, pero esta, varía de acuerdo con la rigidez del refuerzo y por eso existen
metodologías diferentes para estructuras con refuerzos no-extensibles y refuerzos extensibles.
Nota: Las cargas sobre el refuerzo calculadas para el diseño de estabilidad interna dependen de la
extensibilidad y del tipo de material.
A.- Los refuerzos inextensibles alcanzan su resistencia pico a deformaciones unitarias menores que
las requeridas para que el suelo alcance su resistencia pico.
B.- Los refuerzos extensibles alcanzan su resistencia pico a deformaciones unitarias mayores que las
requeridas para que el suelo alcance su resistencia.
48
Ing. Diego Skok
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A
Fig. 4.11: Ilustración de la posible superficie de rotura (simplificada) para refuerzos no-extensibles.
49
Ing. Diego Skok
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Donde:
: Esfuerzo a tracción sobre cada refuerzo
: Coeficiente de empuje activa calculado considerándose
: Ángulo de fricción interna del relleno estructural
Δ : espaciamiento vertical entre refuerzos
Δ : espaciamiento horizontal entre refuerzos
: presión vertical sobre el enésimo refuerzo que vale
.
: sobrecarga
Aunque para el cálculo de las solicitaciones a tracción de los rfuerzos se aplica el coeficiente de
empuje activo de Rankine:
45
2
. . 2.11
Donde:
: Tensión de fluencia del acero
: ancho del refuerzo
:espesor del refuerzo
: Factor de seguridad a la rotura de la faja entre 2.50 y 3.
A partir de las ecuaciones 11.1 y 11.2, puede adoptarse el espesor de cálculo del refuerzo:
45 . . . . . 3.11
2 .
.
50
Ing. Diego Skok
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La materia prima básica para los flejes de refuerzo es el acero, y este puede sufrir corrosión, por eso
los flejes deben ser protegidos por un proceso de galvanización. Independientemente de esa
protección, es necesario definir la resistencia de proyecto para Los flejes con base en un espesor de
sacrificio. Tal espesor varía con la vida útil requerida para la obra y con las condiciones ambientales
con que Los flejes trabajaran. La Norma ABNT NBR 9286/86 clasifica las obras de Tierra Armada
y define los espesores de sacrificio, conforme con la siguiente tabla:
+ espesor de sacrificio
Los efectos como daños de instalación, fluencia, etc., los cuales pueden contribuir aún mas para la
reducción de la resistencia de Los flejes a lo largo de la vida útil de la obra ya están cubiertos por
estos espesores de sacrificio.
Para condiciones diferentes de las apuntadas en la tabla 1.11, como por ejemplo obras sometidas a
condiciones de agresividades especiales, es necesario chequear junto a los fabricantes cual es el
comportamiento del material para esa condición.
Donde:
: Largo total de la faja de acero
: longitud resistente
: longitud dentro de la zona de falla de Rankine.
Los flejes de acero fallaran a cualquier profundidad, z, por arrancamiento, si la resistencia por
fricción desarrollada a lo largo de sus superficies es menor que la fuerza de tracción a la que están
sometidas los flejes de acero.
A partir de la figura 11.4 y 11.5, observamos que la longitud efectiva o resistente de los flejes de
acero a lo largo de la cual se desarrolla la resistencia por fricción se toma conservadoramente como
la longitud que se extiende más allá de los límites de la zona de falla activa, que es la zona ABC en la
figura 11.4. El ángulo que forma la línea BC con la horizontal es:
/2 1
59° 2 10.48" 59°
0.3 0.6
Ahora bien, la fuerza FR máxima de fricción que se desarrolla en un tirante a la profundidad z es:
2. . . . 4.11
51
Ing. Diego Skok
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2. . . . 5.11
3
2. . . . 6.11
. . .
. . . . 7.11
2. . .
A partir del nivel del coronamiento y hasta una profundidad H/2 el largo total del fleje podrá
calcularse por medio de la expresión Nº 9.11
. . . . 8.11
0.30 .
2. . .
A partir del nivel del H/2 y hasta una profundidad H podrá utilizarse la expresión 9.11:
. . . . 9.11
. 59°
2. . .
52
Ing. Dieggo Skok
Área Geotecnia de la Facultaad de Ingeniería UNLP
U
RESUL
LTADOS OBTENIDO
O OS
Grafi
fico 1.11: Capaacidad de ancclaje
Grafico 2.11:
2 Resistencia a tracciónn de la malla metálica
m
hexagonal de doble to nterior del suelo reforzado
orsión en el in o
533
Ing. Dieggo Skok
Área Geotecnia de la Facultaad de Ingeniería UNLP
U
Para
El coefiiciente de em
mpuje activo o , para refuerzos
r extensibles, vaaría de acuerrdo con la metodología
m a
que se emplea
e en la
l verificació
ón interna, pero es com múnmente utilizada
u a tteoría de Raankine. Paraa
estructuuras con el paramento veertical se apllica la expreesión 11.11 y para estruccturas con ell paramentoo
inclinado se aplica la expresión 12.11.
11.11
12.11
El factor de seguriddad contra laa rotura del refuerzo
r es definido
d porr la expresió
ón 13.11:
13.11
Donde:
D
= Máxim
ma solicitacióón de traccióón;
= Ressistencia de proyecto
p deel refuerzo;
= Esppaciamiento o vertical enttre refuerzos (mín. 0,30 m e máx. 1,00 m).
Foto
o Nº 1 Ensayo
o del prototip
pos del sistem
ma Fig.. Nº 9.11: Lim
mite de la zonaa de rotura in
nterna
T
Terramesh
544
Ing. Diego Skok
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Fig. Nº 10.11: Lugar de máximas tensiones de corte en el macizo de suelo reforzado y máximas
tracciones en los refuerzos
Los análisis pusieron en evidencia que el hecho de que la porción de suelo ocupado por el macizo
Terramesh (relleno estructural), en la condición de colapso inminente se puede considerar formado
por dos zonas.
a- La zona activa, donde las tensiones de corte son direccionadas hacia la parte frontal de la
estructura.
b- La zona resistente, donde las tensiones de corte son direccionadas hacia la parte posterior del
macizo Terramesh.
La línea que separa ambas zonas es caracterizada como el lugar de máximas tensiones en el refuerzo.
Algunos modelos realizados en elementos finitos, donde fue posible considerar las interacciones
suelo refuerzo, en el campo no lineal, permitieron demostrar también que ésta, es más que una línea
de máximas tensiones, es en realidad un área del macizo sujeta a plastificación localizada.
Diversos reglamentos mundiales consideran la posible superficie de rotura para muros de
contención construidos con refuerzos extensibles (malla metálica y geosintéticos), como la que se
muestra en la figura 12.11 donde la línea que separa las zonas activas y resistentes (línea de máximas
tensiones tangenciales), es materiales a través de una línea inclinada 45° /2, respecto de la
horizontal.
Donde:
= Presión vertical
= Largo del refuerzo
= Ancho del refuerzo
= Máxima solicitación de tracción actuante
en el refuerzo
= Ángulo de fricción interna del relleno
estructural
= Factor de interacción entre el
Fig 12.11: Superficie de rotura adoptada para refuerzos relleno estructural y el refuerzo interior del
extensibles.
bloque Terramesh.
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2. . . . 15.11
1.30 1.50
á
Donde:
: Ángulo de fricción entre el geotextil y la interfaz del suelo 2/3
: Ángulo de fricción interna del relleno estructural
Con base en los resultados publicados, la hipótesis de que / 2/3 es razonable y conservadora.
Martin y otros (1984) presentaron la siguiente prueba de laboratorio para / entre varios tipos de
geotextiles y arena:
Para refuerzos geosintéticos, además es necesario calcular el ancho de anclaje en la extremidad del
lado expuesto de la estructura , para eso, se utiliza la expresión 16.11. Es importante recordar que
el ancho mínimo recomendado para es 1,00 m.
. . á 16.11
; 2
2. . . tan
Donde:
c = cohesión del suelo del relleno.
γ = Peso específico del suelo del relleno.
z = Altura de suelo sobre el refuerzo.
δ = Ángulo de fricción suelo/refuerzo o el ángulo de fricción del suelo multiplicado
por el coeficiente de interacción del refuerzo.
= Espaciamiento vertical entre refuerzos.
T á = máxima solicitación de tracción actuante en el refuerzo.
FS = Factor de seguridad
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Fig. 15.11: Verificación de las tensiones en el Fig. 16.11: Verificación contra rotura global.
suelo de fundación.
57
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Para las verificaciones externa y global del muro son utilizadas las metodologías ya conocidas para
muros de gravedad y estabilidad de taludes, respectivamente.
11.2.1. VERIFICACIÓN AL DESLIZAMIENTO
La estructura de suelo reforzado tiene a deslizarse como un bloque, tan como se describe en la fig
13.11, en el sentido de la componente horizontal del empuje activo. No obstante, habrá una fuerza
resistente disponible, contraria a tal movimiento, originada por la resistencia al corte del suelo
subyacente a la base de la estructura, más la componente del empuje pasivo, como se observa en la
fig.17.11.
. . tan 17.11
Donde:
: componente normal al sistema de fuerzas
: Angulo de fricción entre el suelo de fundación y la base de la estructura.
: Cohesión entre el suelo de fundación y la base de la estructura.
: Ancho del bloque reforzado
. . 18.11
Donde:
: Largo del refuerzo de la estructura de contención
: Carga distribuida sobre el muro
Con todas las fuerzas actuantes, se puede obtener un factor de seguridad contra el deslizamiento,
como la relación de la sumatoria de fuerzas estabilizante y las desestabilizantes del sistema.
1.50
19.11
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Σ . . . . . . .
Donde:
: Peso del paramento frontal (peso de los gaviones en Sistema Terramesh o peso de las
Escamas en tierra armada)
: Coordenada x del centro de gravedad del paramento frontal
: Peso del macizo de suelo reforzado
: Coordenada x del centro de gravedad del macizo de suelo reforzado
. . : Componente vertical del empuje activo
: Coordenada x del centro de gravedad de la componente vertical del empuje activo
: Sobrecarga
: Largo del refuerzo
: Coordenada x del punto de aplicación de la sobrecarga
: Empuje Pasivo
: Coordenada y del empuje pasivo
Σ . .
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Σ 20.11
FS 1.50
Σ
′
∑
– 2| | . 21.11
En los casos de muros de suelo reforzado, se puede admitir una distribución de tensiones constante,
debido al echo de poseer una fundación flexible y capaz de soportar pequeñas deformaciones.
ú
3 5 23.11
′
Donde:
ú : Capacidad de carga última del suelo
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Fig. 20.11: Verificación contra rotura global. Fig. 21.11: Verificación contra rotura global.
Sea:
∆
∆
. .Δ 24.11
1 25.11
. .∆ . . .∆
∆ . . .∆ .
26.11
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∆ .∆ . 27.11
Por equilibrio de la cuña ABCD de la figura20.11, al tomar momentos respecto C(x0,y0), resulta:
∆ . . . . . 28.11
. . 29.11
1 30.11
. . . .∆ .
Sustituyendo 27.11 en 30.11 queda:
1 .∆ . 31.11
. . . .∆ .
.
1 . . .∆ . .
. .∆
.
.
.
1 . .
. .∆ . 1 .
.
.
1 . .
. .∆ . 1 .
.
1 . .
.
. .
.∆ . .
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. 32.11
1 . . .∆ .
. .
∆ .
. 33.11
1 . . .
. .
1 35.11
. . . . . .
.
63
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U
Para pro oyectar corrrectamente, es necesario o disponer ded datos sufficientes del terreno de apoyo de laa
cimentación, tanto relativos
r a laa estructura y resistencia del terrenoo, como al rrégimen hidrogeológico o
local. Quiere remarccarse que el conocimien nto de los daatos necesarrios (resisten ncias de cadaa formación n
del terreeno bajo el muro,
m en la posible zon na de afección y posicio ones del nivvel piezométtrico) puedee
requerir la auscultacción previa ded las laderaas.
En la
l fase de prroyecto, los cálculos
c y
comp probaciones que se efecttúen deben
cubrrir la posibillidad de exisstencia de
zonass débiles y laa eventual exxistencia de
presiones intersti ticiales altas. A falta de
dato
os fehacientees, es necesaario hacer
hipóteesis suficienttemente con nservadoras.
En occasiones, ressulta de bueena prácticaa
no con nstruir murros en zonaas donde laa
calidadd del ccimiento no n quedee
suficientemente gaarantizada, o donde lass
posiblees presioness del agua in ntersticial noo
puedan n ser sufiicientementee acotadas..
Solucioones alteernativas como laa
construucción de una estructtura exenta,,
tipo puente, pueden ser máss
Fig. 22.111: limites de las
l zonas donnde puede pro oducirse conven nientes en taales casos.
deslizam
mientos en mu
uros de sueloss reforzado
Uno de
d los factores que más afectan a laa
estabiliddad de los muros
m consttruidos a meedia ladera ese el resguaardo o distan ncia horizonntal entre ell
borde exxterno de laa cimentacióón y el taludd natural del terreno (vééase figura 12.2). Cuanto o mayor seaa
el resguaardo, mayorres serán las garantías dee estabilidad
d; las posiblees líneas de rrotura han de
d presentarr
mayor longitud,
l y probablem mente moviilizarán zon nas más ressistentes al encontrarsse a mayorr
profunddidad en la laadera.
Disponeer en Proyeecto resguarrdos amplio os es costosso, pues no
o sólo aumentan las exxcavacioness
necesariias, sino quue también aumentan la altura dell muro a co onstruir. El estudio deel resguardoo
necesariio es fundammental en esttos muros cuando se co
onstruyen en
n laderas con
n cierta incliinación.
Tal estuudio debe reaalizarse con los mismos criterios y procedimien
p ntos indicadoos en el aparrtado 6.4.
Los muuros de tierrra armada o tierra refo orzada con geocompue
g stos no ofrrecen, a prioori, ningunaa
ventaja en
e cuanto a seguridad frente
fr a otrass solucioness más conven
ncionales.
Aunquee el costo dee los muros se incremen
nte considerrablemente con
c la alturaa, deben connstruirse loss
muros con
c resguarddos amplios para la altuura de que en n cada caso se trate, de manera quee tengan loss
márgenees de seguriddad mínimos que se exiggen en los reeglamentos.
La altura del muro, H, es siemp pre mayor que
q la difereencia de cottas, A, entre la calzada y el terreno,,
particulaarmente cuaando el cimiiento exige un resguard
do importannte, R, para ggarantizar laa estabilidadd
(figura 12.2).
1
Durante la construucción debee verificarsee
que los resguardoss y las caalidades dell
terreno de
d cimentacción son aco ordes con lo o
previsto en el proyeccto.
Se deberrá analizar ttambién lass superficiess
de falla compuestaa que atraaviesan unaa
porción de masa de suelo reforzado,,
especialmmente si el muro está ubicado en n
terreno inclinado o blando, además dee
analizarsse obviamennte la estabilidad globall
nes específicaas para obras de carretera
Fig. 12.2:: Disposicion del proyeecto.
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Cuando se dé esa circunstancia, se puede paliar el efecto, por ejemplo, retrasando la colocación del
firme, o prolongando las armaduras del muro a zonas donde una grieta potencial sea menos
perniciosa.
El cálculo de la deformación de un muro de suelo reforzado puede abordarse, al menos de forma
aproximada, con procedimientos sencillos, tales como los que se indican en este apunte para
estructuras rígidas, para evaluar los movimientos debidos al giro y al desplazamiento horizontal del
cimiento. En estas estructuras, además, ha de añadirse la deformación del propio muro, que puede
inducir un desplazamiento relativo entre la calzada y el cimiento dado por la ecuación siguiente:
1 14.1
. . . .
Donde:
δm = Desplazamiento relativo entre calzada y cimiento del muro debido al trasdosado del mismo.
γ = Peso específico del cuerpo del muro.
K = Coeficiente de empuje. Para δ =H/500 y materiales de relleno seleccionado, se puede suponer la
condición activa (K = Ka). En otros casos se debe suponer el empuje al reposo (K = Ko).
b = Ancho del muro a la altura h.
E, ν = Constantes elásticas del cuerpo del muro (módulo de elasticidad y coeficiente de Poisson).
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Los muros de suelo reforzado de más de 5 m de altura deben incluir, en su Proyecto, una estimación
del desplazamiento relativo cimiento-calzada que pueden sufrir después de la construcción.
Esa estimación servirá de base para contrastar posteriormente los datos de auscultación en su caso.
Movimientos mayores podrían ser síntoma de alguna patología del muro que habría que investigar.
66
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produciéndose una disminución en las rangos de deformación. Esta situación puede inducir la falla
repentina del suelo (Allen 2001).
Si un muro está diseñado correctamente se deben producir menos de 25 a 30 mm de deformación
en el primer año y menos de 35 mm para la vida de diseño; en muros de menos de 13 metros de
altura (Allen 2001).
14.1.- COMO IDENTIFICAR UNA SITUACIÓN CRÍTICA
Allen (2001) afirma que una situación crítica se reconoce por las siguientes situaciones:
• Las deformaciones unitarias totales del refuerzo son superiores a 5%
• Las deformaciones horizontales de la corona de la fachada en las primeras 10000 horas después de
terminado el muro son mayores de 35 mm, para muros de altura hasta de 13 metros.
• Aparecen grietas en el suelo
• Ocurre rotura de los refuerzos
• Se observan desplazamientos excesivos del muro (Fotografía 6.3)
14.2.- PREDICCIÓN DE LAS DEFORMACIONES
Uno de los problemas más importantes el cual es objeto de investigación por ingenieros y
diseñadores, es cómo predecir las deformaciones de la estructura de suelo con refuerzo.
Investigaciones realizadas en varias partes del mundo (Burwash y Frost 1991; Djarwadi y Wong
1994; Itoh y otros, 1994; Nakajima y otros 1996), tanto en laboratorio como en modelos reales han
demostrado que se pueden seleccionar factores para determinar la deformación de las estructuras de
suelo reforzado. Los principales elementos son la geometría del muro, los elementos de la fachada,
las características de los materiales utilizados como relleno y como refuerzo, y el nivel y localización
de las cargas.
Las deformaciones en los muros se pueden predecir utilizando programas de software de elementos
finitos. Sin embargo, hasta ahora no ha habido propuestas de métodos matemáticos simples para
calcular estas deformaciones (Kazimierowics Frankowska, 2003).
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Ing. Diego Skok
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Ing. Diego Skok
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Tabla 15.1 Especificaciones para rellenos de tierra armada (Geotechnical Control Office, 1989).
Requisito Relleno de Material Relleno de Material
Friccionante Cohesivo
Tamaño máximo 150 mm 150 mm
% Pasantes 1/2 pulgada ≥ 25% -
% Pasantes tamiz 30 ≥8% -
% Pasantes tamiz 200 0 a 10% 10 - 80
% menor de 2 micrones - 0 - 10
Coeficiente de uniformidad ≥5 ≥5
La AASHTO y otras entidades recomiendan que los muros de tierra con geosintéticos sean
construidos utilizando materiales granulares como relleno. Esta recomendación tiene su fundamento
en la preocupación del mal drenaje de los materiales finos, el cual conduce a la pérdida de resistencia
al cortante y problemas de movimientos después de la construcción (Zornberg y Mitchell, 1994).
En los países tropicales se encuentran suelos granulares con finos como arenas limosas y arcillosas,
las cuales presentan muy buen comportamiento mecánico muy diferente al de los suelos finos de
climas temperados (Tabla 6.2). Por ejemplo, algunos suelos en el Brasil con altos porcentajes de
finos pero baja plasticidad, presentan un muy buen comportamiento mecánico como material
compactado (Cruz, 1996).
Generalmente los materiales granulares gruesos tienen pesos unitarios húmedos típicos superiores a
20 KN/m3.
La mayoría de la experiencia de estructuras MSE ha sido con rellenos granulares, limpios, no
cohesivos y generalmente estos materiales son más costosos que los de menor calidad.
Tabla 15.2 Especificaciones para rellenos suelo reforzado según las guías de la FHWA (NHI)
El índice plástico no debe ser mayor de 6. Adicionalmente se exige que los materiales deben estar
libres de lutitas u otros materiales blandos o de pobre durabilidad.
Por otra parte, en el Pliego de Prescripciones Técnicas Generales de Terraplenes y Rellenos del
Ministerio de Fomento, de España, las condiciones que deberán cumplir los terrenos a emplear en
los macizos armados con armaduras de alta adherencia son:
69
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Para la selección del tipo de estructura la FHWA recomienda tener en cuenta los siguientes factores:
• Geología y condiciones topográficas
• Condiciones ambientales
70
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Para el diseño, se recomienda suponer que el peso del relleno es el 95% de la densidad máxima
proctor en estado “húmedo”.
Generalmente, los materiales granulares gruesos tienen pesos unitarios húmedos típicos superiores a
20 KN/m3.
• Determinar las propiedades de los suelos para el diseño: Se deben llenar las casillas indicadas de la
tabla 6.10.
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Sobrecarga de tránsito
Mínima AASHTO = 0.6 m de altura de suelo repartida uniformemente sobre toda la superficie
superior del muro.
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• Sistema de recolección. El sistema incluye una tubería y subdrén de recolección por debajo del pie del
muro y su entrega a un sitio seguro alejado del muro.
Pueden instalarse además, referencias de colimación (una al menos, en cada módulo estructural) y
medidores de apertura de juntas en cada una de ellas en su caso.
Cuando se considere precisa la auscultación de los muros de suelo reforzado, interesará, en general,
el control de los movimientos externos de asiento y desplazamiento horizontal.
Los giros, al no ser el muro rígido, no tendrán tanto interés como en el caso precedente; en cambio,
puede ser muy interesante el control de las «extensiones» internas en los muros de suelo reforzado
(flejes o geocompuestos). Un esquema recomendable para disponer la auscultación se indica en la
figura 17.1 y 17.2.
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U
1. Basess de nivelació
ón. ESPECIIAL: 4. Piezzómetros.
2. Basess de colimaciión. 5. Inclin
nómetro.
3. Extennsómetros (een el suelo
y/o en los
l refuerzoss).
No es necesario
n dissponer de auscultación
a en los cimiientos de terraplenes dee forma rutiinaria y con n
carácter general, no
o obstante puuede ser con nveniente enn ciertos cassos especialees, o cuando
o se trate dee
suelos blandos,
b conntrolar los asientos y las presiones in
ntersticiales (véase figuraa 8.6).
1. Referrencias de niivelación
2. Placass de asiento y colimació
ón.
3. Célulaas de asiento
o(*).
4. Piezó
ómetros.
5. Tubo de control (inclinómetrro, tubo de asiento o co
ontrol trivecttorial).
(*) En general
g seráán hidráulicaas, como alternativa pueede usarse una
u línea con
ntinua de assientos o un
n
inclinóm
metro horizo ontal.
755
Ing. Diego Skok
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