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Indice
Resumen 2
Introducción 3
Marco conceptual 4
El costo como relación física 5
El costo desde el enfoque económico 8
El papel de los precios 12
El costo de oportunidad 13
Conclusiones 14
Bibliografía 15
2
Resumen
Introducción
1
Sáez Torrecilla, Angel y otros: Contabilidad de costes y contabilidad de gestión, Ed. MacGraw-Hill,
Madrid, España, 1993, Volumen 1, pag. 24. Si bien la disciplina de referencia de los autores es la
Contabilidad de Costos, la expresión es aplicable, también, a toda disciplina que contenga el “costo”
como elemento de análisis y, por tanto, requiera de su conceptualización.
4
Marco conceptual
2
Furlan, Santino y Provenzali, Piero: Contabilidad de costos e informaciones extracontables, Ediciones
Deusto, 2da. Edición, Bilbao, España, 1977, pag. 55.
3
Osorio, Oscar: La capacidad de producción y los costos, Ediciones Macchi, 2da. Edición, Buenos Aires,
Argentina, 1991, pag. 14.
5
4
“Los bienes económicos son aquellos que son útiles, escasos y transferibles. Los bienes libres – como el
aire – son aquellos de los que hay cantidad suficiente para satisfacer a todo el mundo”. Beker, Víctor y
Mochón, Francisco: Economía – Elementos de micro y macroeconomía, McGraw-Hill Interamericana de
Chile Ltda., 2da. Edición, Santiago, Chile, 2000, pag. 6. Los bienes económicos tienen asociado el
concepto de escasez; los bienes libres, el de excedencia. Los bienes son económicos o libres en
determinado contexto histórico y espacial.
5
García García, Moises: Economía de la producción y contabilidad de costes, Instituto de Planificación
Contable del Ministerio de Economía y Hacienda, Madrid, España, 1984.
6
De Castro A. y Lessa C.: Introducción a la economía – Un enfoque estructuralista, Siglo Veintiuno
Editores, México, Vigesimonovena Edición, 1979, pag. 121.
6
este caso, el dinero no sería sino un medio, un instrumento para medir dichas energías
y hacerlas homogéneas a fines contables”.7
7
Furlan y Provenzali: Op. Cit., pag. 53.
8
Si bien el término “tecnológico” es más amplio que “técnico”, ambos son asimilables a efectos del
análisis que se efectúa en este trabajo.
7
A esta altura, surgen los interrogantes sobre cuál sería la necesidad y la utilidad
de homogeneizar los recursos expresados en unidades físicas heterogéneas y,
también, cabe preguntarse acerca de la relación entre el costo tecnológico y la Teoría
General del Costo.
Preferimos destacar lo expresado por Osorio cuando afirma que “la forma de
valuar o de asignar el “precio” tiene una vinculación inmediata con el objetivo
perseguido con ella, pues en una primera instancia, y si no pretendemos vincular el
costo con los beneficios (...) cualquiera sea el precio que asignamos a los factores (...)
éste sería válido pues sólo tendría un efecto homogeneizador de factores físicos
heterogéneos (...) En otros términos, si sólo buscamos el control de la gestión interna
en términos de cumplimiento de objetivos fijados, no importa mucho el “precio”
asignado a los factores, mientras exista consistencia en la asignación”. 10 Lo expuesto
da cuenta del carácter secundario del “componente monetario” y su eventual
sustitución por cualquier otra unidad de medida válida para el responsable de la
gestión de la unidad productora en cuestión.
9
Cartier, Enrique y Yardín, Amaro: Juicio a la contabilidad de costos, Revista La Información Extra, Nº 15,
Ed. Cangallo, Buenos Aires, Argentina, 1988, pag. 250.
10
Osorio: Op. Cit., pag. 204. Es menester aclarar que el autor reconoce una sola figura de costo, el costo
económico, y el párrafo citado está enmarcado, en la obra citada, en ese contexto, particularmente en
referencia al componente monetario.
8
Adoptamos como válidos los postulados de la Teoría Subjetiva del Valor y, por
lo tanto, decimos que “...valor es la significación que unos concretos bienes o
cantidades parciales de bienes adquieren para nosotros, cuando somos conscientes
de que dependemos de ellos para la satisfacción de nuestras necesidades”.12 La idea
central de la escuela austríaca sobre la teoría del valor puede resumirse diciendo que
el valor de un bien depende del sujeto y aun del mismo sujeto en diversas
circunstancias.
11
Cartier, Enrique N.: El costo y el valor en las nuevas técnicas de gestión, Anales del XIX Congreso
Argentino de Profesores Universitarios de Costos, Río Cuarto, Córdoba, 1996, pag. 114.
12
Menger, Karl, citado en Cartier, E., Op. Cit., pag. 115.
9
13
Schneider, Erich: Teoría económica, Ed. Aguilar, Madrid, España, 1967, pag. 205.
14
García García, Moisés: Op. Cit., pag. 71.
15
Cartier, E.: Op. Cit., pag. 114
16
Napoleoni, Claudio: Diccionario de economía política, Ediciones Castilla, Madrid, España, 1962, pag.
369. “Algunos (Marshall) han definido el costo de producción como el conjunto de sacrificios de cualquier
naturaleza que sería necesario soportar para dar lugar al hecho productivo. Entre estos sacrificios se
enumeran los originados por el trabajo, el soporte de riesgos,...,etc. Pero desde un punto de vista
puramente económico el fenómeno costo consiste, no en el hecho de que, por ejemplo, el trabajo sea
eventualmente penoso, sino en el hecho de que la provisión de trabajo es finita, y, por lo tanto, la
utilización de parte de esta provisión reporta inevitablemente una pérdida. El concepto de costo no implica
necesariamente pena, dolor, sacrificio, etc., sino simplemente un dispendio (pérdida, consumo, etc.) de
cosas útiles (cualidades, fuerza, etc.)”.
10
El mismo autor explica que “una operación económica tendrá sentido (o, si se
quiere, será propiamente “económica”) cuando su resultado sea mayor que su costo,
entendiendo por “resultado” el valor que el sujeto económico atribuye al fin conseguido
con la operación en cuestión. La diferencia entre resultado y costo se llama beneficio”.
Por las mismas razones, aunque con diferentes matices, explicadas cuando
tratamos el costo desde el enfoque técnico, dadas las funciones atribuidas al llamado
“componente monetario”, las que tienden principalmente a operativizar la información,
creemos que desde este punto de vista tampoco es constitutivo del costo, sino,
nuevamente, un accesorio.
17
Osorio: Op. Cit., pag. 208.
12
Para finalizar, si el costo económico se integra por dos componentes, uno físico
y otro de valor, necesitamos ahora una expresión de cada uno de ellos. La expresión
del componente físico, se realizará a través de su unidad de medida natural; el
componente de valor, al carecer de una unidad de medida natural, se expresará
habitualmente en unidades monetarias, pero la expresión en unidades monetarias del
componente de valor no da origen a un componente monetario.
18
“...las ideas de Jevons y Menger sobre el valor son, salvo algunas pequeñas diferencias de acento, casi
idénticas. Sin embargo, Jevons, siguiendo la tradición inglesa, mantiene el término valor para indicar la
relación de intercambio, limitándose a usar la palabra utilidad para describir las estimaciones subjetivas.
Menger, por el contrario, adopta el término valor para indicar las valoraciones subjetivas y su “valor de
cambio” no es mas que la utilidad indirecta que posee un bien en cuanto puede ser cambiado; para las
relaciones de cambio vigentes en el mercado emplea la expresión precio. La esencia de las dos
argumentaciones es, por lo tanto, la misma: las relaciones de cambio se explican en base a las
estimaciones subjetivas. Marshall mantiene la terminología de Jevons y de la tradición inglesa: “El valor, o
sea, el valor de cambio de una cosa en términos de otra, en ciertas circunstancias de lugar y tiempo, es la
cantidad de esta segunda cosa que en dichas circunstancias puede ser obtenida a cambio de la primera.
Por ello, el término valor es relativo y expresa la relación entre dos cosas en un lugar y un período
particulares”. El precio es, en fin, el valor expresado en dinero”. Napoleoni, Op. Cit., pag. 1599.
13
El costo de oportunidad
19
Independientemente, que para ciertas decisiones se utilicen ambos, nos parece importante aclarar la
diferencia.
20
Dobb, Maurice: Teorías del valor y de la distribución desde Adam Smith, Siglo XXI Editores, 2da.
Edición, Buenos Aires, Argentina, 1976, pag. 215.
21
Pavesi, Pedro: El costo de oportunidad, Revista Contabilidad y Administración, Nº 34, Editorial Cangallo,
Buenos Aires, Argentina, 1980, pag. 494.
14
tanto, mucho mayor el costo de la operación” 22, de lo que se deduce la distinción entre
el costo propiamente dicho y el costo de oportunidad.
Conclusiones
22
Napoleoni, Op. Cit., pag. 380.
15
Bibliografía
Cartier, Enrique N.: El costo y el valor en las nuevas técnicas de gestión, Anales
del XIX Congreso Argentino de Profesores Universitarios de Costos, Río Cuarto,
Córdoba, 1996.
Dobb, Maurice: Teorías del valor y de la distribución desde Adam Smith, Siglo XXI
Editores, 2da. Edición, Buenos Aires, Argentina, 1976.