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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ


ESTUDIOS GENERALES LETRAS

TRABAJO INDIVIDUAL

Título:

Nombre: Mery Mercedes Soria Pimentel

Tipo de evaluación: Ensayo Individual

Curso: Orígenes del Cristianismo

Horario:

Comisión:

Profesor: Orlando Iberico

Jefe de Práctica:

SEMESTRE 2018-2
La violencia contra la mujer por parte de sus parejas no es un fenómeno reciente, ya
que en la época de Jesús (siglo I) existía una sociedad patriarcal; que justamente es
similar que en nuestros tiempos. Donde se vive el predominio de los varones en todos
los ámbitos. Sin embargo, hoy en día aparece frecuentemente como noticia en los
diferentes medios de comunicación, por lo cual ha captado la atención de diversas
instituciones de defensa de los derechos y se ha convertido en objeto de investigación
de distintas disciplinas.
El Instituto Nacional Estadística e Informática señaló que: “El 65,9% de las mujeres
peruanas de 15 a 49 años alguna vez ha sufrido un tipo de violencia psicológica, física
y/o sexual ejercida por su esposo o compañero” (2017:1). Esto nos hace reflexionar que
más de la mitad de las mujeres con uso de razón sufren violencia por parte de su pareja,
siendo así que los principales actores de la violencia contra la mujer son sus cónyuges.
La violencia contra la mujer aborda distintas disciplinas. Por un lado, desde la
perspectiva psicológica o emocional está relacionado a maltratos o carencias que están
dirigidas a reducir las conductas, creencias y decisiones de las mujeres por medio de la
amenaza, humillación y decisiones de las mujeres o cualquier otro comportamiento que
implique un daño en la salud (Pérez Martínez 2008). Por otro lado la violencia física
según Almenares es considera como toda lesión física o corporal que deja huella o
marcas visibles; ésta incluye golpes, bofetadas, empujones entre otras (1993). Y por
último, la violencia sexual que se hace referencia al mandato de actos sexuales por
parte de sus parejas contra la voluntad de uno mismo (Almenares 1993). Desde este
punto de vista, nos damos cuenta que la violencia no es solo física sino que ocupa otros
ámbitos, que incluso puede dañar más a las mujeres y causar daños severos. En el
marco de intentos de explicar el fenómeno de la violencia visto desde un punto de la
predica de Jesús, trataremos explicar desde una perspectiva religioso y social, teniendo
en cuenta que el primer expositor del reino de Dios, llamado Abba, es Jesús.
La violencia contra la mujer no se origina en pleno siglo XXI, sino tiene un origen desde
la época de Jesús. El inicio de esta violencia se origina por el pecado cometido por Eva
al momento de su convivencia con Adán, lo que generó según Pagola el rechazo hacia
la mujer en el pueblo judío, mirarla como peligrosa de tentación y de pecado, que se fue
trasmitiéndose de generación en generación (2007:207). Es así que se da el inicio
hacia la marginación y violencia a la mujer según la tradicional historia que nos cuentan.
La marginación hacia la mujer está relacionada con la subordinación consagrada por la
sociedad y la religión, donde cumple una meta importante. Teniendo en cuenta esto,
empezaremos a analizar la violencia de la mujer en sus inicios.
En la época de Jesús la mujer tenía influencias estereotipadas que fueron trasmitidas
durante siglos (Pagola 2007:208). Asimismo, hoy en día, aún existen esas ideas
estereotipadas que privan a las mujeres a oportunidades educativas y laborales. Esto
trae como consecuencias: Ver a la mujer inferior a ellos en todos los ámbitos y sin
ninguna autonomía para realizarse o subsistir por sí misma, creer que la mujer era
propiedad del hombre (Pagola 2007 :207) Y por eso no podía ser libre y sin ser
propiedad de nadie. Esto se reflejaba en la oraciones populares “Te doy gracias, Señor,
porque no me has hecho gentil, ni esclavo, ni mujer “. En esta oración, que quizás algún
día tanto tú como yo lo hemos realizado, se veía a la mujer como el peor castigo que
podría recibir el hombre por parte de Dios. Por eso, justamente, la sociedad judía
incluida a las mujeres dentro de las personas marginadas. Según la Tora, la mujer era
impura durante la menstruación y el embarazo, lo que traía más marginación a las
mujeres, y ciertas exclusiones por la sociedad Judía.
En este contexto de la población Judía, un hombre que proclamaba la llegada del Reino
de Dios, Jesús, empezó a acoger a las mujeres, en especial a las prostitutas, a compartir
comida en lugares donde por lo general no estaba permitido la presencia de la mujer,
pero eran bien celebradas con vino y pan y nunca viendo a la mujeres como la sociedad
lo veía.
Un dato importante que resaltar que Jesús siempre estuvo rodeada de mujeres como
María, oriunda de Magdalena como también las hermanas de Marta y María y entre
otras (Bedoya 2007:206). Esto nos da a entender, que Jesús nunca trato mal a las
mujeres ni tuvo los prejuicios que en esa época había hacia las mujeres, por lo cual en
varias etapas de la vida de Jesús se ve a la mujer. Para Jesús estas comidas eran
signos de la llegada del reino de Dios. Ante este amor de Jesús las mujeres solo
atinaron a mostrar un respaldo al Reino de Dios y en algunas mujeres les llevo al llanto,
ya que no tenían acceso a que ningún hombre les tratase como Jesús lo hacía. Todo
este deseo por parte de Jesús de no llevar a la discriminación hacia un sector de la
población, trago malas consecuencias por parte de la población judía, sobre todo por
las elites y también por la religión.
Ante este rechazo a las mujeres por parte de los hombres, la conclusión dada por
Klassen nos dice que “Jesús nunca pinta las mujeres como algo malo, ni en ninguna
parábola se la ve con luz negativa , ni se advierte nunca a sus discípulos de la tentación
que pueda suponerles una mujer . Dicho brevemente, Jesús se diferencia a sus colegas
judíos y de la mayoría de los maestros religiosos de antes y después de él, tanto
orientándolos como accidentales” (1984: 199) .Esto nos hace entender, que detrás de
Jesús hay una percepción teología concreta de igualdad, es decir, que mujeres y
hombre comparten la afiliación por Dios por igual, si hay esta concepción lo otro se
resignifica.
Es así que nos lleva a contar un caso reciente que ha alarmado a la población peruana
es el de Eyvi Agreda , quien falleció el 1 de junio del 2018 , debido a que le rociaran
gasolina y le prendieran fuego al interior de un bus que circulaba por Miraflores . El
agresor Carlos hualpa , antes de perpetrar el hecho , le grito : “ Si no eres para mí , no
serás para nadie “ ( El Comercio 2018 ) . Esto nos lleva a concluir que la sociedad que
vivimos ahora las mujeres siguen siendo objeto de marginación solo por ser mujeres y
sobre todo preferir al hombre que la mujer , no por su condición física si no producto de
una sociedad que ve a las mujeres como objetos , no producto de lo más débil eso es
algo relativo . La situación lamentable de Eyvi Agreda es solo un ejemplo de los 34063
casos de violencia contra la mujer registrados por el Centro de Emergencia Mujer este
año en el Perú (citado en Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables 2018). Este
caso nos lleva a una reflexión desde la predica de Dios como paso con las parábolas de
la mujer adúltera que ve a las mujeres no como un rostro de pecado si no un rostro
humano , que en términos contextuales es incorrecta , por que es una mujer incorrecta
y reconoce que se trata de una persona no de un ser maligno. Jesús en la práctica está
demostrando que todos pueden entrar a la predica del Reino de Dios y que no existe
condiciones sociales, culturales , políticas ni de género que no nos permitan el ingreso
a su prédica , porque todo somos iguales para Dios . Todos y todas son hijas e hijos de
Dios, el tratarse aquí como iguales como en la mujer adúltera es un signo escatológico
, hacia un mundo donde todos y todas se traten igual , pero no es una igualdad política
sino una igualdad teología en la que todos debmos participar . El reino del Dios implica
regenerar la vida y a la vez implica una ruptura del signo de marginación en el caso de
las mujeres, una marginación en todos los ámbitos sociales, políticas y de género, una
ruptura de marginación. Una tradición un fuerte del cristianismo donde las mujeres
tomaban cargos importantes, donde se fue romantizando con el tiempo y se fue
perdiendo hasta esta el día de hoy. La experiencia religiosa de un Dios que es llamado
abba está en el corazón donde invierte los valores, no podemos mantener las relaciones
contra Dios estática , es decir , en la vida cotidiana reconocer que el otro es igual que
yo implica que mi relación se mejore , esto ella a reflexionar hacía las personas que no
valen porque son , sino valen porque son personas , en un mundo donde los valores
de un persona está pensado en el monto de dinero que nosotros tenemos en las
cuentas bancarias .Jesús rechazo la imagen de la mujer como objeto de deseo , no se
puede continuar con la valoración del mundo judío , hay que revalorar a la mujer a
partir de algo nuevo de una igualdad teología que implica un lenguaje inclusivo y
reconocer que en la mujer es posible encontrar modelos de fe y modelos de servicio .
Todavía en el siglo XIX para que el testimonio de una mujer sea válida tenía que tener
la firma de su marido o de su hermano, en este ejemplo, se muestra la falta de
autonomía hacia las mujeres. Desde la predica de Jesús no lleva a concluir que no hay
que hacernos lo locos ,ante este caso que con el tiempo va empeorando y va atacando
con más muertes hacia la mujeres , sino a mirar y a denunciar las formas de violencia
presentes en la sociedad y también en nosotros a mejorar la perspectiva que tenemos
hacia las mujeres porque nosotros también formamos parte de esta sociedad machista
, eso no se cambia a nivel de ideas , ya que algunos piensas que por formar parte de
grupos sociales ya están iniciando un cambio , sino se cambia al nivel de corazón que
sirve que aprendemos a reconocernos como iguales , como Jesús también lo intento en
su prédica .

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