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REVISTA

DE

||RCHIVOS, BIBLIOTECAS Y §ÍUSEOS.


AÑO VIII. Madrid, 2 0 de Enero de 1 8 7 8 . NÜM. 2.°

SUMARIO.

Fondos: Observaciones al Catálogo de aguas-fuertes de Goya, por Mr. Lefort.—Variedades: La


Colegial de S a n t a María la Mayor de Daroca. (Continuación).—Sección literaria: De cómo se
remediarán los vicios de la corte y que no a c u d a á ella t a n t a g e n t e i n ú t i l . - F o n d o s de los
establecimientos: Diseño de la insigne y copiosa biblioteca de Francisco Filhol, presbítero y
hebdomadario en la S a n t a Iglesia Metropolitana del P r o t o m a r t i r San Estevan de la ciudad
de Tolosa.

con sus obras mismas, en fin, po-


OBSERVACIONES AL CATÁLOGO dría trazarse un estudio crítico
DE biográfico ajeno á las invenciones,
AGUAS-FUERTES DE GOYA fábulas y gratuitas suposiciones
con que algunos extranjeros han
por M. Lefort. acudido á suplir esta falta de nues-
tros escritores y publicistas.
Un diligente crítico francés,
gran admirador de las obras del
Extraño es, en verdad, que, tra- pintor aragonés, Mr. Paul Lefort,
tándose de un genio de primer or- ha tratado últimamente de darle á
den, como Goya, ningún trabajo conocer al público por sus inimi-
formal y concienzudo podamos tables grabados al agua fuerte. In-
contar entre los muchos que se titúlase este curioso trabajo: Fran-
cuentan escritos, en español, á la cisco Goya. Étíide Mographique
memoria de hombres ilustres. Con et critique suivie de T éssai d un :

datos y noticias aún vivas en la catalogue raisonaé de son ceuvre


memoria de los que le conocieron, gravé et litographié. París: 1877.
con los que andan dispersos en po- Lejos de nuestro intento el anali-
der de varios artistas y aficionados, zar la parte biográfica y crítica,
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que no poco se resiente, en nues- que sin duda no conoce Mr. Lefort,
tro entender, de aquellos defectos; adquirida recientemente en dicha
limitémonos al examen del catálo- Biblioteca, que acaso sea prueba
go de sus grabados y litografías. única, y cuyo dibujo posee el cita-
Si Mr. Lefort lia tratado de llenar do Sr. Carderera entre otros del
este vacío en la bibliografía icono- mismo artista. Está ejecutada sin
gráfica, desde luego creemos que trabajo alguno de punta, y pro-
lo fia conseguido con acierto, dada ducido un sorprendente efecto de
su competencia. Difícil es, no obs- claro oscuro con una serie gra-
tante, en esta clase de publicacio- duada de aguas tintas, en la
nes dejar de omitir algo, haciendo manera magistral que solo Go-
un estudio verdaderamente com- ya ha sabido manejar. Representa
pleto y acabado en todas sus par- á una joven casi desnuda, tendida
tes: si el autor no ha conseguido en el suelo y apoyada al parecer
tan completamente este objeto, no sobre una piedra. Sus pies están
por eso trataremos de rebajar la sujetos con grillos, y de éstos sa-
importancia de su publicación, len dos pesadas cadenas que van
porque harto hace un extranjero á fijarse en el muro. Un rayo de
cuando trata de esclarecer un pun- luz intenso que viene de la parte
to de nuestra historia artística. En alta de la derecha de la estampa
las observaciones, ó si se quiere ilumina parte de la figura y del
enmiendas, que pasamos á expo- fondo. Este ejemplar dice al pié
ner, tratamos solo de completar del margen izquierdo, en letra ma-
un estudio, que no obstante siem- nuscrita, «Goya». El asunto, como
pre resultará digno del aprecio pú- se ve, y sin que nos aventuremos
blico. en gratuitas suposiciones, parece
Contiene la serie de aguas fuer- representar una de estas escenas
tes, generalmente conocida con el que por su misma vehemencia de-
nombre de los Caprichos, en el bieron impresionar profundamen-
catálogo de Mr. Lefort 80 piezas, te la imaginación del artista en
que son las que han visto la luz una época tan fecunda en calami-
pública, y dos más inéditas que dades para nuestra patria.
existen en la Biblioteca Nacional, En la serie denominada La Tau-
procedentes de la colección del se- romaquia describe el autor del ca-
ñor Carderera. Otra, también iné- tálogo, además de las 33 que for-
dita, podemos añadir á esta serie, man la colección publicada, 8 iné-
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ditas. Tres más podemos añadir á pa, y él picador se dispone á ejecu-


esta cifra de 41, que á la fecha, tar la suerte de vara. En el mismo
sin duda, conocerá como nosotros término de la estampa se ve un
el iconófilo Mr. Lefort, puesto que grupo de cuatro capeadores y otro
con otras cuatro de las que cita, de otros tantos en el fondo. Tam-
han sido recientemente dadas á bién tiene aguatinta como las an-
luz en Paris por Mr. Loizelet, con teriores.;

una lámina que sirve de portada á Los Proverbios. En el núm. 137


esta pequeña colección. Estas tres, del catálogo,, en él cual ha creído
no descritas en el catálogo, van ver Mr. Lefort una de las intencio-
marcadas con las letras A, B y D. nadas sátiras de Goya que aluden
Representa la primera un caballe- á sucesos políticos de su tiempo,
ro en plaza que ejecuta la suerte nada vemos (lo confesamos) que
del rejoncillo ante un toro que le pueda autorizar tales suposiciones,
acomete furioso. Un capeador lla- y ni siquiera divisamos entre aquel
ma la atención de la fiera por un grupo de grotescas y desdibujadas
lado; y detrás de este grupo se ven figuras el alto dignatario eclesiás-
cuatro toreros, y por la derecha tico, el soldado de la guardia im-
otro, envuelto en su capa. Está perial, ni menos el-majo de la épo-
ejecutada á la punta y al aguatin- ca de Carlos IV. Favorece en nos-
ta. Este asunto es una variante otros esta duda la circunstancia de
del marcado con el núm. 13 en el poseer la Biblioteca Nacional en
catálogo. La letra B representa^in su Sección de Estampas una prue-
picador caido, herido ó muerto, ba antigua con la suscripción ms.
en cuyo caballo se ceba la furia que dice: Disparate de Garnaval.
del toro. Un grupo de toreros y Hé aquí, en nuestra opinión, senci-
chulos pugna por apartar á éste de llamente explicado el asunto de
su presa. En el fondo, por la de- esta agua fuerte: una escena ani-
recha, tres hombres conducen á mada entre varias máscaras, dis-
otro picador herido. Está también tinguiéndose perfectamente esto en
ejecutada, como la anterior, al lo ridículo de los trajes, en las
aguatinta, con brillante efecto de caretas que desfiguran los rostros,
claro oscuro. La marcada con la en el hombre elevado sobre unos
letra D representa un picador zancos y hasta en la figura de uno
montado sobre los hombros de un de ellos, completo tipo de carnaval,
torero. Este cita al toro con su ca- que no es otra que la de un payaso
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6 Pierrot francés. Es más, Mr. Le- meros 71, 73 y 75, estado que no
fort dice que posee una prueba de se menciona en el catálogo.
estos caprichos, en que se lee de .., .Respecto á los grabados ejecu-
letra del mismo Goya: Disparate tados por Goya copiando cuadros
claro. ¿No podría tener el mismo de Velazquez, de cuyo mérito ar-
origen la prueba á que aludimos, tístico estamos muy lejos de con-
titulada «Disparate de Carnaval», venir con Mr. Lefort al calificarlos
y por lo tanto ser también la sus- de intérpretes fieles de la sobriedad
cripción de manos del mismo Go- de colorido, y aún más del carác-
ya, cosa que ni afirmamos ni ne- ter del dibujo de los originales,
gamos? pues por el contrario los tenemos
Los desastres de la guerra. En por una de las más incorrectas y
el núm. 7, que lleva la suscripción afarfulladas obras del insigne ar-
/ Qué valor/ hay que distinguir dos tista; en esta serie, decimos, habre-
estados de la plancha; el primitivo mos de observar que del núm. 238
y el descrito con esta cifra en el (retrato de D. Fernando de Aus-
catálogo, en que, remordida la plan- tria) se conoce un nuevo estado de
cha, se ha variado bastante la ca- la plancha entre el primero y el
beza de la figura y añadido algún segundo que marca Mr. Lefort,.se-
trabajo de rayado á la punta seca. gún puede deducirse de la prueba,
Núm. 68. ¡Qué locura/ La Biblio- acaso única, de la colección de la
teca posee un ejemplar antes del Biblioteca. Consiste esta variante
aguatinta. Núm. 69. Nada, ello en haber reforzado, por medio de
dirá. En la prueba de la Bibliote- lineas gruesas fuertemente mordi-
ca, antes del aguatinta, se percibe das, todos los oscuros de la figura
perfectamentela figura de un hom- y el fondo. El celaje además está
bre que aparece escribiendo sobre rayado con ligeras lineas horizon-
una mesa y sostiene con la mano tales. Respecto de la plancha que
izquierda una balanza. Carece, reproduce el cuadro de los Borra-
pues, de las manchas y desperfec- chos, cuyo paradero dice ignorar
tos ocasionados en el cobre por una Mr. Lefort, podemos asegurarle que
mordedura posterior, que han bor- la Calcografía Nacional estampa y
rado casi por completo dicha figu- vende de ella pruebas en la actua-
ra. En igual estado, esto es, ante- lidad.
riores al aguatinta, posee la Bi- Del núm. 242 (el lufon de don
blioteca tres ejemplares de los nú- Juan de Austria) existen dos esta-
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dos, antes y después del aguatinta, Procedente como otras de la co-


en la colección de la Biblioteca. lección Carderera (por más que
En el núm. 249 de las clasifica- solo una parte de las que este se-
das como piezas sueltas en el catá- ñor poseía de G-oya hayan venido
logo, se describe un rarísimo ejem- á enriquecer la de la Biblioteca
plar ejecutado, en la opinión del Nacional), existe en este importan-
Sr. Carderera, habiendo previa- te centro de ilustración una de las
mente mordido la plancha con el más singulares y raras creaciones
corrosivo líquido y sacando después sobre el cobre que produjo la fe-
los claros gradualmente por medio cunda inventiva de Coya. No la
del bruñidor. En nuestra opinión menciona Mr. Lefort, sin duda por
no está logrado este resultado sino no conocerla, por más que nos-
por el procedimiento más usual lla- otros la citáramos ya en nuestro
mado grabado al humo, acaso en ligero catálogo 6 breve noticia de
alguna plancha que, ya prepara- la colección de la Biblioteca, pu-
da, vino á poder del infatigable ar- blicado de Real orden en 1873. Es
tista. Así lo creemos ver en algu- el asunto de este curioso y origi-
nos arañazos que se perciben en nal grabado la popular figura de
las partes claras, además de que D. Quijote, que, con una rodilla
con el ácido, ni se logra esta inten- en tierra, y poseído sin duda de
sidad, ni menos tan uniforme va- su singular monomanía, examina
lor en el oscuro. De esta pieza nos los abultados volúmenes de las ha-
da curiosas noticias Mr. Lefort: di- zañas de AmadisesyEsplandianes,
ce que no existen sino dos prue- teniendo á su mano derecha des-
bas conocidas; una en la colección envainada la tizona y delante el
de Carderera (hoy de la Biblioteca) «galgo corredor» de que nos da
y otra en París, al respaldo de la noticia Cervantes. Ni faltan en la
cual se lee: Por Qoya, después de parte alta de la estampa los mons-
tiradas tres pruebas se rompió la truos y vestiglos conque los ma-
lámina. Hoy podemos dar noticia lignos encantadores perseguían de
del paradero de la tercera prueba, continuo al hidalgo manchego; to-
puesto que la posee en la actuali- do ello expresado de un modo tan
dad, habiéndola adquirido no há goyesco y tan poco conforme con
muchos meses, el infatigable ico- el ideal soñado por los lectores del
nófilo y distinguido artista, nues- Quijote, que si el nombre de Coya
tro amigo D. Cristóbal Ferriz. no se viese escrito al pié de la es-
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tampa, no solo por su ejecución mente por esta publicación demues-


como aguafuerte, sino por su mis- tra ser grande admirador de las
mo desenfado y falta de carácter y glorias artísticas españolas.
de expresión, habríamos de asig- I. ROSELL.
nar esta obra al que tan desgra-
ciadamente interpretó los lienzos
del correcto y sabio Velazquez. El
VARIEDADES-
genio es indudable que huye de
trabas é imposiciones: sintiéndolo
así Groya optó al fin por buscar COLEGIAL DE SARTA HARÍA LA MAYOR DE DAHOCA.
siempre asuntos originales, y en
verdad que obró acertadamente. (Continuación.)
Mide esta rarísima estampa, de que
no hemos visto otro ejemplar que CAPÍTULO XVII.
el de la Biblioteca, 203, 140,
x D E L N Ú M E R O D E P R E B E N D A D O S QUE T I E -

milímetros. NE LA S A N T A IGLESIA COLEGIAL DE

Podemos, en fin, añadir á las DAROCA.

series enumeradas por Mr. Lefort Antes de la supresión del canonica-


una pequeñísima estampa adqui- to del Santo Tribunal de la Inquisi-
rida por la Biblioteca moderna- ción, según el Motu propio del señor
Paulo IV, y antes de la de los seis ca-
mente, originaria de la colección
nonicatos que suprimió el Sr. Cle-
del memorable Leonardo Alenza. mente VIII, de que se exigieron las
Representa el escudo de armas de seis raciones de mensa que tenemos,
Jovellanos, como así lo expresa habia en esta Santa Iglesia un gran
una nota ms. que el ejemplar lle- número de Prebendados, porque eran
en número un Prior y 21 Canónigos,
va al pié, en que se lee: del Sr. Jo-
que con los tres medios Canónigos y
vellanos-Qoya. El escudo se des- el Racionero del Prior D. Juan Morel
taca sobre un manto de tres cogi- eran para llevar las rentas de la Igle-
dos, en el que se ve una cruz de sia 23 porciones y media; y aunque
Calatrava. Su tamaño es de 61 por las funciones siempre han quedado
46 milímetros. las mismas, el número de capitulares
se ha disminuido, como parece por lo
Deseamos, en fin, que estas li-
Canonicato 1 e ¿irá ahora. Del
u e s

geras observaciones sean solamen-


de la inqui- canonicato de la Inquisi-
te apreciadas como ilustraciones sicion. Renta Ueya el Santo Tripli-
c i o n

curiosas á la importante obra del que pero e. ^ ^ r e r L t a por en ..


diligente crítico francés, que sola- tero, como el sirviente más puntual,

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