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1. La Capa Limite
1) El flujo que entra al canal es laminar y con una distribución de velocidades uniforme.
2) No existe ninguna restricción a la entrada que cause una perturbación abrupta en la
superficie del agua y en la distribución de velocidades.
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Figura1. Desarrollo de la capa limite en un canal abierto con una entrada ideal
A medida que el agua viaja en sentido aguas, abajo en el canal, el flujo en la capa límite
eventualmente cambiará a turbulento. El punto donde ocurre este cambio se indica
mediante B.
Hacia aguas abajo de B se desarrolla una capa límite turbulenta, como se muestra mediante
BC. Puede demostrarse analíticamente que la distribución de velocidades en esta capa es
casi logarítmica.
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Figure 2. Distribución de velocidades sobre una
superficie de canal liso (no a escala)
Si la superficie del canal es relativamente lisa, la velocidad cerca de la superficie del canal es
baja; por tanto, se desarrolla una lámina muy delgada y estable de flujo conocida como
subcapa laminar. Dentro de la subcapa laminar el flujo se mantiene laminar. La superficie
superior de la subcapa laminar corresponde a la zona de transición de flujo de laminar a
turbulento y, por consiguiente, no puede definirse con precisión.
Si a través del canal existen condiciones de flujo uniforme, la capa límite turbulenta se
desarrollará por completo en la sección CD; de ahí en adelante la distribución de velocidades
tendrá un patrón definido.
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2. Concepto de rugosidad especial
El concepto de la existencia de una subcapa laminar en la capa límite turbulenta ofrece una
explicación pintoresca del comportamiento de la rugosidad superficial. Cuando se amplifica
el perfil de la superficie de un canal (figura 3), puede verse que la superficie se compone de
picos y valles irregulares. La altura efectiva de las irregularidades que forman los elementos
de la rugosidad se conoce como altura de rugosidad k. La relación k/R de la altura de
rugosidad con respecto al radio hidráulico se conoce como rugosidad relativa.
Figure 3. Naturaleza de la rugosidad superficial. (a) lisa; (b) ondulada; (c) rugosa.
Si la altura de la rugosidad es menor que una fracción determinada del espesor de la subcapa
laminar, las irregularidades superficiales serán tan pequeñas que todos los elementos de
rugosidad estarán sumergidos por completo en la subcapa laminar (figura 3a). Bajo esta
condición la rugosidad no tiene efecto sobre el flujo por fuera de la subcapa laminar, y se
dice que la superficie es hidráulicamente lisa. Se dice que una superficie hidráulicamente
lisa es ondulosa si el perfil superficial promedio sigue una curva (figura 3b).
En relación con el flujo en tuberías o sobre placas planas con ángulo de incidencia cero,
Schlichting da la siguiente condición para que una superficie sea hidráulicamente lisa:
𝑉𝑓 𝑘 5𝑣
𝑣
<5 𝑜𝑘<𝑉 (2)
𝑓
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5𝐶𝑣
𝑘𝑐 = (3)
√𝑔𝑉
La condición anterior está dada para rugosidades obtenidas con arenas con valores de C
probablemente mayores que 100. Para la condición promedio, Schlichting da 𝑘𝑐 =
100𝑣/𝑉, lo cual corresponde a C=113.5. Como una aproximación, la ecuación puede
aplicarse a canales.
Si la altura de la rugosidad es mayor que el valor crítico definido por la ecuación (3) (figura
3c), los elementos de rugosidad tendrán una magnitud y una angularidad suficientes para
extender sus efectos por fuera de la subcapa laminar y por consiguiente perturbar el flujo
en el canal. Se dice que la superficie es, por tanto, rugosa. En canales rugosos, la distribución
de velocidades dependerá de la forma y el tamaño de las proyecciones de la rugosidad, y no
podrá formarse una subcapa laminar estable.
El concepto de rugosidad en conductos fue desarrollado además por Morris. Morris supuso
que la pérdida de energía en un flujo turbulento sobre una superficie rugosa se debe sobre
todo a la formación de estelas por detrás de cada elemento de rugosidad. La intensidad de
tales fuentes de vorticidad en la dirección del flujo determinan, en gran medida, el carácter
de la turbulencia y los fenómenos de disipación de energía en el flujo. Por consiguiente, el
espaciamiento longitudinal λ de los elementos de rugosidad es la dimensión de rugosidad
de mayor importancia del flujo en conductos rugosos. Bajo este concepto, el flujo sobre
superficies rugosas puede clasificarse en tres tipos básicos (figura 4): flujo con rugosidad
aislada, flujo con interferencia de remolinos y flujo cuasi liso (o flujo suavizado).
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Tabla 1. Valores aproximados de la altura de rugosidad k
Figure 4. Esquemas que muestran el concepto de los tres tipos de flujo sobre superficie rugosa:
a) Flujo con rugosidad aislada; b) Flujo con interferencia de remolinos; c) flujo cuasi liso.
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El flujo con rugosidad aislada prevalece cuando los elementos de rugosidad están muy
apartados uno del otro de tal modo que la estela y la vorticidad de cada elemento está
completamente desarrollada y disipada antes de que se alcance el siguiente elemento. La
rugosidad aparente, por consiguiente, resultará de la fuerza de arrastre de los elementos de
rugosidad, representada principalmente por la altura de la proyección k del elemento, en
adición al arrastre por fricción sobre la superficie de la pared entre los elementos, la cual
depende del espaciamiento de éstos. En este tipo de flujo, la relación k/λ puede tomarse
como un parámetro de correlación significativo que influye el factor de fricción aparente en
el flujo.
El flujo con interferencia de remolinos resulta cuando los elementos de rugosidad están
colocados tan cerca unos de otros que las estelas y la vorticidad de cada elemento
interfieren con aquellos desarrollados en el siguiente elemento, dando como resultado una
vorticidad intensa y compleja y una mezcla turbulenta.
En tal flujo, la altura del elemento es poco importante, pero el espaciamiento es obviamente
de gran importancia. La profundidad promedio y del flujo por encima de las crestas de los
elementos también controlará en parte la extensión vertical de la región superficial de
turbulencia anormal. En tal flujo, por consiguiente, la relación y/λ será un parámetro de
correlación importante.
El flujo cuasi liso ocurre cuando los elementos de rugosidad están tan cerca uno de otro que
el flujo esencialmente se desliza por encima de la cresta de los elementos. Las ranuras entre
los elementos se llenarán con agua muerta, la cual. Contiene remolinos estables, creando
una seudopared. Proyecciones grandes de la rugosidad no existen en esta seudopared y la
superficie actúa como hidráulicamente lisa. En tal flujo, la relación k/λ (o j/λ donde j es
el ancho de ranura) de nuevo será un parámetro significativo. El flujo cuasi liso tiene un
factor de fricción más grande que el flujo sobre una superficie realmente lisa, debido a que
los remolinos en las ranuras consumen cierta cantidad de energía.
El concepto anterior parece sustentarse de manera adecuada por los datos experimentales
de muchas fuentes diferentes. El concepto también puede extenderse a superficies con
rugosidad variable utilizando valores promedio de las dimensiones de la rugosidad que varía
o combinando los factores de fricción para cada tipo de flujo con el fin de obtener un factor
de fricción global aparente para el flujo.
Bauer ha propuesto un método aproximado pero práctico para el cálculo del desarrollo de
la capa límite turbulenta en canales anchos. Este método en principio fue desarrollado para
flujo encanales con pendientes altas, aunque es aplicable a canales de pendientes bajas,
siempre y cuando el flujo sea uniforme o se esté acelerando, y si se está acelerando, que
esto no ocurra con tanta rapidez como para causar separaciones de la capa límite.
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El estudio del desarrollo de la capa límite, de Bauer, fue hecho en vertederos de rebose en
concreto (figura 5). En este caso la transición de la capa límite laminar a la capa limite
turbulenta a menudo ocurre lo suficientemente aguas arriba de la zona bajo consideración;
por consiguiente, la capa límite laminar puede no considerarse, porque es una parte
insignificante del problema.
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El esfuerzo cortante en cualquier punto de un flujo turbulento que se mueve sobre una
superficie sólida fue dado por Prandtl como:
𝑑𝑣 2
𝜏 = 𝜌𝑙 2 (𝑑𝑦) (5)
Donde:
𝜌 = densidad de masa
Como el esfuerzo cortante en la superficie del canal es igual a la fuerza tractiva unitaria, la
segunda suposición da 𝜏 = 𝜏0 . A partir de estas dos suposiciones, la ecuación (5) puede
escribirse como:
1 𝜏 𝑑𝑦
𝑑𝑣 = 𝑘 √ 𝜌0 𝑦
(6)
𝜏 𝑦
𝑣 = 2.5√ 0 ln (7)
𝜌 𝑦0
𝜏0
√ 𝜌 = √𝑔𝑅𝑆 = 𝑉𝑓 (8)
La cantidad representada por 𝑉𝑓 tiene dimensiones de una velocidad. Debido a que ésta
varía con la fricción en el contorno , se conoce como velocidad de fricción o velocidad de
corte. Luego, la ecuación (7) puede escribirse como:
𝑦
𝑣 = 2.5𝑉𝑓 ln 𝑦 (9)
0
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Esta última ecuación indica que la velocidad en la región turbulenta es una función
logarítmica de la distancia 𝑦. Por lo general se conoce como ley universal de distribución de
velocidades, de Prandtl-von Kármán'.
Esta ley ha sido verificada mediante varios experimentos. Los resultados indican una
similaridad notable entre las distribuciones observadas y calculadas y, por consiguiente,
ofrece una justificación razonable para el uso de esta ley logarítmica en problemas prácticos.
Donde: 𝑚 es una constante igual a alrededor de 1/9 para superficies lisas. Para superficies
ondulosas, el valor de 𝑚 dependerá de la forma de los perfiles de las ondulaciones. Al
sustituirla ecuación (10) para 𝑦0 en la ecuación (9), y al simplificar;
9𝑦𝑉𝑓
𝑣 = 5.75𝑉𝑓 log 𝑣
, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒𝑠 𝑙𝑖𝑠𝑎𝑠 (11)
𝑦0 = 𝑚𝑘 (12)
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5. Ecuaciones teóricas para flujo uniforme
Mediante la ecuación de continuidad, el caudal total a través de una sección de canal común
(figura 7) puede escribirse como:
𝑦=ℎ ℎ
𝑄 = 𝑉𝐴 = ∫𝛿 𝑣𝑑𝐴 = ∫0 𝑣𝐵𝑑𝑦 (14)
0 =0
𝐵 = 𝑃 − 𝛾𝑦 (15)
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Al sustituir en la ecuación, (8-14) el valor de y tomado de la ecuación (8-9), el valor de B de
la ecuación (15) y el valor de A de la ecuación (16), y luego al integrar y simplificar, se obtiene
la siguiente ecuación:
𝑅 ℎ 𝛾ℎ2
𝑉 = 2.5𝑉𝑓 ln [ 𝑒𝑥𝑝 (−1 − )]
𝑦0 𝑅 4𝐴
ℎ 𝛾ℎ 2 𝑚𝑅
𝑉 = 𝑉𝑓 5.75 log [ 𝑒𝑥𝑝 (−1 − )] + 5.75 log (17)
𝑚𝑅 4𝐴 𝑦0
En la ecuación anterior la cantidad representada por el primer término del lado derecho es
una función de la forma de la sección de canal. Sin embargo, la variación de esta cantidad
con diferentes formas de la sección es relativamente pequeña.
Para propósitos de simplificación, la cantidad puede representarse por una constante total
A0. Esta constante incluirá no sólo la función de forma, sino también otros factores de
incertidumbre, como los efectos de la superficie libre y el efecto de la distribución no
uniforme de la fuerza tractiva en el contorno. Por consiguiente, la ecuación (17) puede
escribirse como:
𝑚𝑅
𝑉 = 𝑉𝑓 (𝐴0 + 5.75 log 𝑦0
) (18)
Ésta es la ecuación teórica general para la velocidad media del flujo uniforme en canales
abiertos.
Para canales lisos, 𝑦0 puede representarse mediante la ecuación (8-10). También, a partir
del estudio de Keulegan de los datos de Nikuradse , se encuentra que A0 es 3.25. Por
consiguiente, la ecuación teórica de de flujo uniforme es:
𝑅𝑉𝑓
𝑉 = 𝑉𝑓 (3.25 + 5.75 log 𝑣
) , 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑙𝑖𝑠𝑜𝑠 (19)
A partir de los datos de Bazin para superficies ondulosas, Keulegan obtuvo un valor de A0=
1.3 para canales pequeños en madera y - 3.0 para canales grandes en madera.
Para canales rugosos, 𝑦0 puede expresarse mediante la ecuación (12). A partir del estudio
de Keulegan de los datos de Bazin [22] se encontró que el valor de A0 tiene un amplio rango,
que varía desde 3.23 hasta 16.92. Luego, puede utilizarse un valor medio de 6.25 para A0.
Por consiguiente, la ecuación teórica de flujo uniforme es:
𝑅
𝑉 = 𝑉𝑓 (6.25 + 5.75 log 𝑘 ) , 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑟𝑢𝑔𝑜𝑠𝑜𝑠 (20)
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A partir de la ecuación de Chézy, 𝑉 = 𝐶√𝑅𝑆 y al utilizar la definición de velocidad de fricción
𝑉𝑓 = √𝑔𝑅𝑆 puede demostrarse que:
𝑉 𝐶
𝑉𝑓
= (21)
√𝑔
Al sustituir esta ecuación y el número de Reynolds 𝑅 = 𝑅𝑉/𝑣 en las ecuaciones (19) y (20),
se tienen las siguientes expresiones para el C de Chézy:
20.8𝑅
𝐶 = 32.6 log 𝐶
, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑙𝑖𝑠𝑜𝑠 (22)
12.2𝑅
𝐶 = 32.6 log , 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑟𝑢𝑔𝑜𝑠𝑜𝑠 (23)
𝑘
Un estudio adicional fue hecho por Iwagaki utilizando datos experiméntales obtenidos de
diferentes fuentes. Los resultados del estudio han establecido que la resistencia al flujo
turbulento en canales abiertos se vuelve mayor que la correspondiente en tuberías con
aumento en el número de Froude. Igawaki razono que esto se debe al incremento en la
inestabilidad de la superficie libre para números de Froude altos. Utilizando los datos
presentados por Igawaki, por consiguiente, es posible introducir el efecto de la inestabilidad
en la superficie libre en las ecuaciones de Keulegan suponiendo que las constantes de las
ecuaciones son funciones del número de Froude. Sean las ecuaciones (19) y (20) como
siguen.
𝑅𝑉𝑓
𝑉 = 𝑉𝑓 (𝐴𝑠 + 5.75 log ) , 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑙𝑖𝑠𝑜𝑠 (24)
𝑣
𝑅
𝑉 = 𝑉𝑓 (𝐴𝑟 + 5.75 log ) , 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑟𝑢𝑔𝑜𝑠𝑜𝑠 (25)
𝑘
En las anteriores ecuaciones AS Y Ar son funciones del número de Froude. Estas constantes
también pueden incluir los efectos de otros factores menos importantes.
Los datos graficados están muy dispersos (tal como muestra la figura 8 mediante las
fronteras sombreadas) probablemente debido a estos efectos. Cuando la pendiente del
canal se vuelve muy alta, el flujo se vuelve inestable.
En tales casos, las leyes de flujo turbulento descritas en esta sección no siguen siendo
válidas.
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Figure 8. Relaciones entre Ar As y F
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