Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Resumen
Desarrollo
El concepto de lo público
De modo que en ellos, dice Weber, refiriéndose a los nuevos administradores del
Estado:
Se ha tornado habitual desde los 90´en adelante que quienes gobierna confunden
Estado y gobierno:
“Cabe recordar que la noción de particularismo – tanto bajo las formas de facción
o de corporación - han atravesado toda la historia del pensamiento político
asumiendo una connotación negativa fundada en el rechazo a la primacía de los interés
privados de grupo sobre los intereses generales” (Ob. Cit: 48)
Constituye un lugar común que los que gestionan con poco cuidado de lo público o lo
institucional, en palabras de O`Donnell (1988) apela al proceso electoral y sus
resultados como un libre conducto o un cheque en blanco, para gestionar sin controles.
Pensamos que existen tres fuentes de poder en la universidad, las que pasamos a
describir de menor a mayor impacto:
1.- La fuente de poder que brinda la legitimidad académica. Tanto Weber como
Bourdieu, sostienen que es lo académico lo que brinda prestigio y capital a sus agentes.
La posesión del mismo ubica en las posiciones tanto formales como informales en el
espacio- La legalidad de un cargo se funda en el reconocimiento de la posesión de
conocimientos. Tal es así que los estatutos universitarios establecen el concurso
académico como forma de ingreso y ascenso, a la vez que se constituye en fuente de
ciudadanía universitaria, ya que para votar o ser electo se requiere ser efectivo
(condición que se adquiere por concurso) y lo que es más importante aún, los cargos de
autoridades unipersonales - Rector o Presidente, Decanos, Directores de Departamento,
etc.- para poder ser ejercido se requiere ser profesor efectivo adjunto o más.
3.- A pesar de ser esta línea, que vamos a desarrollar, la que entendemos la más
importante, la que más poder atribuye, y ser la razón primordial de porque se ganan las
reelecciones, es la menos observada y analizada.
Con cierta ironía, podemos sintetizar estas dos vertientes con la conocida
denominación de la mafia italiana -la P2- ya que queremos hacer referencias a dos
dimensiones subjetivas de gran impacto en el poder y la política: Pertenecer y
Permanecer.
“ Los escándalos por corrupción que están saliendo a flote en Colombia son la señal
tangible de que hay una crisis profunda en el sistema político basado en los
partidos. De hecho, los partidos políticos en Colombia no han logrado garantizar
la dialéctica democrática, ni ser promotores del bien común. La Constitución del 91
define a los partidos como organizaciones que tienen como principios rectores la
transparencia, objetividad y moralidad. Contrario a esto, han promovido intereses
particulares y a veces hasta criminales.
En otras palabras, el principio rector de los partidos no ha sido la transparencia sino la
pertenencia. O sea, a través del clientelismo y de la corrupción se han beneficiado más
fácilmente aquellos individuos que pertenecen a una u otra corriente del partido que esté
en el poder. Por eso, cuando la política está empapada de corrupción, lo que vale nos es
quién eres sino a quién perteneces. Porque la corrupción no es otra cosa que la
expresión de un vínculo de pertenencia; una especie de cuota de afiliación. …si alguien
tiene vínculos de pertenencia fuertes, así sea un individuo trivial va a tener un futuro
brillante. En cambio, si la pertenencia de alguien es débil, uno puede ser un genio, pero
va a quedar sin empleo. Esta es la lógica que promueve la pertenencia porque no
valora el mérito.
De hecho, dado que la corrupción es la expresión de una lógica de la pertenencia, hay
que deducir que la corrupción coincide con la lógica mafiosa. Efectivamente, el
principio rector de la mafia es la pertenencia, y por eso la negación de la libertad y de la
democracia son su prioridad y su objetivo final. … Debido a que la corrupción no es
solo un acto criminal, sino también la expresión de una cultura política, la lucha contra
la corrupción y la mafia no puede ser responsabilidad exclusiva de la fuerza pública y
de los fiscales. La lucha contra la corrupción tiene que privilegiar una estrategia
cultural, porque tiene que generar la transformación de los valores y de las prácticas
culturales. Es una lucha que tiene que salir desde la ciudadanía y verterse en la política.
Porque se trata de liberar la esfera pública de la corrupción y de los intereses mafiosos
para poder afirmar la democracia y la libertad.(Cívico A. 2017)
Más esta como casi todas las agrupaciones semi o secretas, semi o mafiosas, en
donde rige el grupo como criterio de demarcación del bien y del mal, de lo permitido o
prohibido, es la confianza que los liga, la confianza se sobrevalora más que ningún otro
requisito: clase social, capacidad, genero, etc.
1
Hemos desarrollado en otros trabajos, como estos tres tipos de lazos de pertenencia: claustro,
facultad y agrupación política, inciden en los miembros del Consejo Superior como orientadores
de la toma de decisiones en las votaciones. ( Mazzola C. y Medina A. 2009)
reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los
cambios pudiera perder su empleo. La consigna de "hoy par ti, mañana para
mí", corría de boca en boca y asumía la preeminencia de estatuto universitario”
(Barros F.; Vafdés H. ; Bordabehere I. : y otros. 1918)
Más este párrafo citado, condensa además de esta lógica de la que se nutre la
pertenencia, el bloqueo a los cambios. Reiteramos la frase que dice: - No se reformaban
ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su
empleo-. No se alteraba nada, para que nadie que pertenezca al grupo pueda
perjudicarse, esta es la clave de la permanencia, no cambiar para perdurar. Pertenecer,
no cambiar y perdurar, se nutren y necesitan entre sí. Y con ello estamos a un paso de
la burocratización.
Este principio, resulta algo paradójico para los universitarios, ya que nuestro
derecho de autonomía, debería tornarnos menos delegativos, y ser más responsable de
las cuestiones públicas.
Michels, un tanto escéptico de que las personas fueran ciudadanos en lugar de
masas, creía que la propia psicología de las masas hace deseable el liderazgo, puesto
que son apáticas, son agradecidas con el líder, y tienden al culto de la personalidad. Su
única función sería, pues, la de escoger de vez en cuando a sus líderes.
A modo de cierre
En las Universidades Argentinas, no hemos podido resolver lo que los reformistas hace
cien años observaron como la conformación de una Corda Frates, claro que ya no se
trata de una élite de profesores católicos, ni siquiera se trata de una élite de profesores
partidarios, se trata de una Corda Frates que por los beneficios del poder, hacen de la P2
una ideología.
Si Foucault (1999) acuño una frase que hizo historia: “Saber es Poder” nosotros
podemos decir que en las universidades, donde la misma debiera observarse como en
ningún otro lugar, rige sin embargo una mutación, cual es: Pertenecer y Permanecer es
Poder.
Referencias bibliográficas
En red
Introducción
De acuerdo a Romero (2012), el reformismo universitario fue, más que una teoría,
un sentimiento, expresión de un movimiento de apertura social e intelectual, que
funcionaba como aglutinante de las ideologías más diversas, pero que se nutrió sobre
todo del antiimperialismo latinoamericano todavía difuso y, de la misma revolución
rusa, con su apelación a las masas.
Dentro de los sucesos mencionados, la Primera Guerra Mundial significó un
hecho muy relevante para América Latina, ya que esta región configuró desde los años
1880 un modelo económico basado en la exportación de materias primas agrícolas y
minerales y alimentos, la importación de productos manufacturados y una fuerte
dependencia hacia las inversiones y los capitales extranjeros, provenientes sobre todo de
Europa, y cada vez más de los Estados Unidos.
Este modelo económico significaba una fuerte dependencia que repercutió durante
el conflicto bélico. En efecto, América Latina sufrió una crisis crediticia que afectó sus
inversiones y su comercio, a través de la disminución de sus exportaciones hacia Europa
y un deterioro de los precios de intercambio de las materias primas. En este contexto,
señala Halperín Donghi (1980) algunos países pudieron reorientar una parte de sus
exportaciones hacia los Estados Unidos. Los productos de exportación que se
beneficiaron fueron sobre todo productos estratégicos para una economía de guerra,
como carne congelada o en conserva, lana, cuero, cereales, algodón y minerales.
En 1913, de acuerdo a Ramírez Bacca (2015) Alemania todavía poseía un
mercado relevante en algunos países latinoamericanos. Sin embargo, cuando comenzó
la guerra en 1914, éstos se declararon neutrales. Entre las causas que motivaron esta
actitud de los países de América Latina se puede considerar: el alejamiento geográfico,
la no intromisión en un problema estrictamente europeo, la influencia creciente de
Estados Unidos y las relaciones económicas que se mantenían, sobretodo comerciales,
con los países en guerra.
La situación empezó a cambiar a partir de 1917, cuando los Estados Unidos
entraron en guerra al lado de Francia y del Reino Unido. A partir de dicha fecha, los
aliados solicitaron a los países de la región americana el cese del vínculo para eliminar
la influencia de las potencias del Eje en esa parte del mundo 2 . Gran Bretaña y los
Estados Unidos crearon listas que implicaban un boicot hacia las empresas
latinoamericanas que hacían negocios con Alemania, disminuyendo la posibilidad de
comercialización. De esta manera, La Primera Guerra Mundial puso en evidencia la
dependencia de las economías latinoamericanas en el marco de su modelo exportador,
no pudiendo realizar los gobiernos una reorientación radical de las estrategias
económicas.
Dentro de la situación mundial también cabe mencionar el significado de la
Revolución mexicana (1910) en Latinoamérica, que fue un acontecimiento que empezó
a causa de un problema político, la sucesión presidencial de Porfirio Díaz, pero se
convirtió en una revolución social con la incorporación de las masas populares de todas
las regiones luchando por amplias reformas económicas y sociales, entre ellas, la
necesidad de una distribución de la riqueza y de la propiedad de manera justa (Mires,
1984). Al respecto, Recalde (1998) destaca:
“de la revolución emergió una nueva conciencia social asentada en las nociones de la
revolución “agraria, antifeudal y antiimperialista”. El proceso mexicano inició un cambio
profundo en el terreno social, las tres clases mayoritarias oprimidas -proletaria industrial,
campesina y media- conformaron un frente político y construyeron un Estado democrático y
antiimperialista que no se sometió a la egida de los autoritarismos europeos nazi, fascista o
comunista” (1998: 33).
2
Los países de América Central y del Caribe (Nicaragua, Haití, Guatemala) declararon la guerra a las
potencias centrales, seis países rompieron las relaciones diplomáticas con Alemania sin declaración de
guerra, entre ellos Bolivia, Perú, Ecuador y seis conservaron su neutralidad: Argentina, México,
Colombia, Chile, Venezuela y Paraguay.
Otro proceso relevante hacia fines de la década es la Revolución en Rusia (1917),
iniciada por campesinos y proletariados a través de una serie de revueltas para acabar
con las injusticias sociales y económicas, implicando la caída del régimen zarista, el
triunfo comunista y el inicio de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. De esta
manera, la revolución rusa significó un cambio radical de régimen en Europa y en Asia
y desempeñó una relevante influencia entre los jóvenes y pensadores reformistas. El
impacto provocado por esta revolución en los países latinoamericanos se vio reflejado
en el pensamiento de las corrientes socialistas, siendo una de las formas de
manifestación el movimiento anarquista, el cual se expande en varios países, a través de
de inmigrantes rusos que se establecen, en principio, en áreas rurales y luego en el
medio urbano. Estos movimientos anarquistas tuvieron su auge en toda la región entre
1917 y 1919, años en los que se organizaron huelgas generales significativas, que
abrieron un proceso de sindicalización del movimiento obrero, como en los casos de
Brasil en 1917, Argentina y México en 1918 y Perú en 1919.
En este contexto, explica Paz Rada (2017):
“representantes de la Generación del 900 3 , formada por intelectuales, periodistas,
cronistas, novelistas y poetas que asumieron una posición antiimperialista e impulsaron la
Unidad de América Latina se convirtieron en importantes receptores, divulgadores y
polemistas que reflexionaron los alcances de la Revolución Bolchevique en la región”.
Para la segunda mitad del siglo XIX casi todas las naciones iberoamericanas ya
estaban independizadas de España -a excepción de Cuba y Puerto Rico- y de Portugal.
Es un período signado por cierta decadencia de algunas de las universidades pero
también es el momento de nacimiento de otras, creadas en esa fase inicial de la vida
independiente. Así fue el caso de la Universidad de Buenos Aires en Argentina, las
Universidades Mayor de San Andrés y de San Simón en Bolivia, la Universidad de
Chile, la Universidad Central del Ecuador, la Universidad de El Salvador, la
Universidad Literaria y Pontificia de Chiapas en México, las Universidades Nacional de
la Libertad y Nacional de San Agustín en Perú, la Universidad de la República en
Uruguay y la Universidad de Los Andes en Venezuela, todas ellas creadas antes de
1850. Como signo distintivo de las mismas, son las primeras que surgen como
3
Se refiere a un grupo de escritores Uruguayos nacidos entre 1868 y 1886 que tuvieron su apogeo
literario alrededor del año 1900. Caracterizados por una tendencia renovadora, sus producciones
literarias se enmarcaron en el modernismo. En este período se vivió en Uruguay la crisis y el ocaso del
caudillismo, dando comienzo al duro debate sobre el lugar de las minorías partidarias en la escena civil
que llevaron a levantamientos apenas entrado el siglo XX.
iniciativas de los gobiernos criollos, aunque puedan tener alguna participación de las
jerarquías eclesiásticas locales (Pittelli y Hermo, 2010).
Para comprender el rol de las universidades en los países de la región es necesario
caracterizar la singularidad del periodo histórico en el cual se inicia la Reforma, período
que los historiadores sobre América Latina identifican como “el derrumbe del proyecto
oligárquico” (Carmagnani, 1984) o la “madurez del orden neocolonial” (Halperín
Donghi, 1980).
Según Carmagnani (1984) en América Latina se configuró entre 1850 y 1930 un
proyecto oligárquico que recorrió tres fases: entre 1850 y 1880 fue el “arranque”, entre
1880 y 1914 fue la “edad de oro” y entre 1914 y 1930 fue el “derrumbe”. Este proyecto
como indica su denominación tenia al frente como clase dominante a la oligarquía y se
asentaba sobre bases económicas (modelo primario exportador), políticas (Estado
oligárquico) y sociales (exclusión de la mayoría de la población de la participación
política y económica). Este proyecto, en términos generales, fue una ilusión según el
autor porque se consolidó sobre bases preexistentes y pospuso las reformas estructurales
necesarias.
Para Halperín Donghi (1980) la historia de América Latina ha transcurrido por
tres momentos: un primer momento en el cual se transita desde un orden colonial a un
orden neocolonial entre 1810 y 1850, un segundo momento en donde se establece y
madura el orden neocolonial entre 1850 y 1930 y un tercer momento en el cual se agota
ese pacto en el año 1930 y los países de la región buscan un nuevo equilibrio. Entre
1880 y 1930 se observa en la región la madurez del orden neocolonial.
Ambos autores, identifican distintas etapas en el desarrollo histórico de los países
latinoamericanos de acuerdo a los vaivenes o el grado de éxito de la clase dominante –la
oligarquía- en su relacionamiento con la clase gobernante de las potencias de la época.
Primero fue España, luego Gran Bretaña y, finalmente, Estados Unidos el principal
socio en términos económicos y políticos con el cual la oligarquía de la región entablaba
diálogo.
Es rol de la universidad dentro del proyecto oligárquico y del orden neocolonial
consistía en sostener y reproducir a la propia clase oligárquica en términos culturales. Al
respecto, Iriarte y Correa (2010) sostienen que como no existían partidos ni
instituciones políticas con estructuras formales y burocratizadas, las funciones que estos
cumplen habitualmente para la selección de funcionarios fueron ejecutadas por
los grupos de familias o de amigos, constituidos sobre la base de lealtades particulares.
La Universidad de Córdoba y especialmente la Facultad de Derecho de la Universidad
de Buenos Aires desempeñaron el papel más significativo en el proceso de
reclutamiento de funcionarios y líderes políticos.
Por este motivo, Halperín Donghi (1980) posee una visión crítica del movimiento
de Reforma universitaria. Enmarca su caracterización dentro de lo que denomina
“movimientos antioligárquicos”, de fines del siglo XIX y principios del XX: se oponen
antes que al lazo neocolonial, a la situación privilegiada que dentro de ese orden se le ha
dado a lo que se denomina oligarquía. Mirando lo que han hecho cuando han estado en
el poder, Halperín Donghi (1980) señala que su acción es más coherente que su
ideología: aumentar la gravitación en el sistema político de los sectores que lo apoyan es
su objetivo primero; mejorar mediante esbozos de legislación social y previsional la
situación de esos sectores, su finalidad complementaria; en los rasgos básicos de su
estructura económico-social que encuentran, no introducen, en cambio, modificaciones
importantes. La manifestación característica de estos movimientos antioligárquicos de
acuerdo a la visión de Halperin Dongui (1980) es la Reforma universitaria de 1918 en
Argentina que rápidamente se difunde por el resto de América Latina.
III. Estado, sociedad y universidad en Argentina
5
En 1889 se sancionó la Ley para la creación de la casa de estudios provincial, en 1890 fue promulgada,
sin embargo la norma no tuvo cumplimiento efectivo sino hasta 1897, cuando el gobernador Guillermo
Udaondo decretó que se cumpliera la Ley y se constituyera la Universidad Provincial de La Plata. La casa
de estudios quedó inaugurada públicamente en abril de 1897 bajo el mandato del Dr. Dardo Rocha, que
fuera elegido como su primer Rector, y extendió su vida académica hasta 1905. Comenzó a funcionar
con tres facultades -Derecho, Fisicomatemáticas y Química- y una Escuela de Parteras. La Universidad
funcionó entre 1897 y 1905 en condiciones precarias por falta de recursos materiales y elementos para
la enseñanza (Buchbinder, 2005).
6
En 1914 se inaugura oficialmente la Universidad de Tucumán. El rector-fundador y gestor fundamental
fue el Dr. Juan B. Terán. Nacionalizada en 1921 con la promulgación de la Ley 11.027, comenzando una
nueva época en donde la docencia y la investigación van a ser sus objetivos centrales (Buchbinder,
2005).
7
Esta ley debe su nombre a su impulsor, el presidente Roque Sáenz Peña, miembro del ala modernista
del Partido Autonomista Nacional. La primera aplicación de la ley fue en abril de 1912, en Santa Fe y
Buenos Aires.
Las universidades, cuyo propósito central era formar profesionales, eran
socialmente elitistas y académicamente escolásticas. Muchos jóvenes estudiantes
quisieron abrir sus puertas, participar en su dirección, remover las antiguas camarillas
profesorales, instaurar criterios de excelencia académica y de actualización científica y,
vincular la universidad con los problemas de la sociedad (Romero, 2012). Estas
demandas, si bien lograron eclosión en el mes de Junio de 1918, eran producto de
reclamos estudiantiles de la última década y se encontraban inmersas en un contexto
más amplio de transformaciones sociales.
8
Significa “la cuerda de los hermanos”, es decir el poder, la línea que une a todos los miembros de la
misma secta. Tiene las características de la logia masónica. Es de tipo aristocrático, reaccionario y
funciona en muchos países, especialmente en Europa y América del Sur. Es un pequeño sector dentro de
la religión católica romana, consideran que el pueblo creyente debe ser gobernado por esa élite; de allí
que poseían los cargos públicos, docencia, magistratura, ministerios.
estudiantil apareció como el instrumento privilegiado para introducir cambios en la
universidad (Buchbinder, 2005).
De acuerdo a Salazar Bondy los cuatro objetivos fundamentales del movimiento
político-académico que fue la Reforma:
“a) abrir la Universidad a sectores más amplios de alumnos, sin
consideración de su origen y posición social, y facilitar en todo lo posible el
acceso de estos sectores a las profesiones y especialidades -de donde se
derivó la reivindicación de la asistencia libre en beneficio de los estudiantes
que trabajan; b) dar acceso a la enseñanza a todos los intelectuales y
profesionales competentes, sean cuales fueren sus ideologías y sus
procedencias, de donde la cátedra libre y la periodicidad del contrato
profesional; c) democratizar el gobierno universitario de donde la
participación estudiantil y la representación de los graduados; y d) vincular la
Universidad con el pueblo y la vida de la nación de donde la publicidad de los
actos universitarios, la extensión cultural, las universidades populares y la
colaboración obrero-estudiantil” (Salazar Bondy citado en. Tünnennann
Bernheim, 1998: 17).
Bibliografía:
Aritz Recalde (2018), El Centenario de la Reforma Universitaria del año
1918 y la integración sudamericana. Reflexiones sobre la reforma Universitaria del
año 1918: siete hipótesis para el análisis. Universidad Nacional de La Plata (Argentina)
Biagini, H. (2006). Redes estudiantiles en el Cono Sur (1900-1925). Movimientos
estudiantiles en la historia de América Latina, 3, 279.
Bruera Lautaro (2010), La Reforma Universitaria y el surgimiento de una nueva
generación intelectual argentina con proyección latinoamericana".Facultad de Ciencia
Política y RR.II., Universidad Nacional de Rosario.
Buchbinder, P. (2005). Historia de las Universidades Argentinas (1ª Edición)
Editorial Sudamérica. Buenos Aires.
Bustelo N. (2013), La Reforma Universitaria como Kulturkampf. La lectura
gramsciana de Juan Carlos Portantiero. Artículos. Sociohistórica, nº 31, 1er. Semestre.
La Plata- CONICET. ISSN 1852-1606
Carmagnani, M., (1984). Estado y sociedad en América Latina, 1850-1930.
Barcelona: Crítica.
Cotler, J. (1982). Clases, estado y nación en el Perú. Instituto de Estudios
peruanos: Lima, Perú.
Filmus, D. y Hernaiz (1996). Estado, Sociedad y Educación en la Argentina de fin
de siglo, Buenos Aires: Troquel.
Funes, Patricia (2006), Salvar la nación. Intelectuales, cultura y política en los
años veinte latinoamericanos, Prometeo, Buenos Aires, Cap: “Antimperialismo,
latinoamericanismo y nación “, pp. 205-215; pp. 219-245.
Guerra Vilaboy Sergio (2014) Impacto de la Revolución Mexicana en América
Latina y Cuba. Ariadna Tucma. Revista latinoamericana. 18 noviembre 2014.
Halperín Donghi, T. (1980), Historia contemporánea de América Latina, Ed
Crítica, Madrid.
Iriarte, Alicia y Correa, César (2010), El sistema universitario en Latinoamérica.
Adecuaciones a nuevos escenarios de crisis y globalización: tendencias y
transformaciones. Editorial Biblos, investigaciones y ensayos.
Marichal, C. (1988). Historia de la deuda externa de América Latina. Madrid, ES:
Alianza Edit..
Marsiske, R. (2015). La universidad latinoamericana en el siglo XX: una
aproximación. Universidades, 66(65).
Moraga Valle, F. (2012). El Congreso de Estudiantes Latinoamericanos de
Santiago. Antiimperialismo e indoamericanismo en el movimiento estudiantil chileno
(1935-1940). Historia Crítica, (47), 187-213.
Moraga Valle, F. (2014). Reforma desde el sur, revolución desde el norte: El
Primer Congreso Internacional de Estudiantes de 1921. Estudios de historia moderna y
contemporánea de México, (47), 155-195.
Nosiglia, M. C., & Mulle, V. (2015). El gobierno de las instituciones
universitarias a partir de la Ley de Educación Superior 24.521: un análisis de los
Estatutos Universitarios1. Revista iberoamericana de educación superior, 6(15), 72-89.
Paz Rada Eduardo (2017) El impacto de la revolución bolchevique en América
Latina. Sitio Revista América Latina en Movimiento, Sección Análisis. Disponible en:
www.alainet.org/es/articulo/189188
Pitelli y Hermo (2010).La Reforma Universitaria de Córdoba (Argentina) de
1918. Su influencia en el origen de un renovado pensamiento emancipatorio en
América Latina.
Ramírez Bacca (2015), Estudios sobre la Primera Guerra Mundial en América
Latina. Una mirada comparada. Universidad Nacional de Colombia Medellín,
Colombia.
Rovelli, L. (2018) “Las Conferencias mundiales y regionales de Educación
Superior como instrumentos de política. Mediaciones y reformulaciones
latinoamericanas de fines del siglo XX y principios del XXI”. En Del Valle, D. y
Suasnábar C. Política y tendencias de la educación superior en la región a 10 años de
la CRES 2008 CUADERNO 2 Aportes para pensar la Universidad Latinoamericana,
57-72. IEC - CONADU : CLACSO : UNA.
Schenone, G. A. (2009). La Reforma Universitaria en sus estatutos. Avances y
retrocesos 1918-1925. VI Encuentro Interdisciplinario de Ciencias Sociales y
Humanas/2009.
Tarazona, Á. A., & Alonso, G. S. (2011). El movimiento estudiantil como objeto
de estudio en la historiografía colombiana y continental: notas para un balance y una
agenda de investigación. Historia y Memoria, (3), 45-78.
Tünnennann Bernheim, Carlos (1998), La reforma universitaria de Córdoba, en
Educación Superior y Sociedad. Vol. 9 N° 1:103-127. Nicaragua.