Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sistemas Riedel Del Cenozoico Tardio en Sonora, Mexico.: Bol. Depto. Geol. Unison, 2005, Vols. 18 Y 19, P. 1 - 58
Sistemas Riedel Del Cenozoico Tardio en Sonora, Mexico.: Bol. Depto. Geol. Unison, 2005, Vols. 18 Y 19, P. 1 - 58
1 - 58
RESUMEN
La distensión cenozoica en Sonora normalmente se visualiza como un tectonismo distensivo en el
sentido clásico. Los trabajos que postulan su asociación genética a un régimen lateral lo hacen más por
cuestiones teóricas que por evidencias de campo o de otro tipo, salvo para los sucesos más recientes
asociados a la apertura del Golfo de California. Mediante el análisis de imágenes satelitales e
información geológica y magnetométrica, integrado todo en un sistema de información geográfica en
ArcView, cuyo resultado se presenta aquí, fue posible establecer por primera vez la existencia de tres
sistemas Riedel de escala regional en Sonora, y áreas vecinas, que implican que la distensión
cenozoicca estuvo controlada en parte por regímenes cizallantes.
Según modelos experimentales y estudios de campo, un sistema Riedel está constituido por cinco
familias de fallas. Las fallas Y, o maestras, son cizallas generadas en un ángulo de 45º con respecto a
1. Por su parte, las estructuras R, R’ y P son también fallas de desplazamiento lateral, siendo R y P
sintéticas mientras que R’ es antitética. En consecuencia, tanto R y P presentan el mismo
desplazamiento relativo que las fallas maestras y R’ es contrario a las mismas. Con respecto a las fallas
maestras, comúnmente las R se forman en un ángulo de /2, las R’ lo hacen a 90- /2, y las P a - /2,
siendo el ángulo de fricción interna del material determinado en modelos experimentales, el cual por
lo común es de 30º.
Los sistemas Riedel detectados se denominaron con los números del 1 al 3. El más antiguo es el 3
y es de tipo izquierdo mientras que los restantes son dextrales. El sistema 1, el más joven, se
caracteriza porque sus fallas R varían en rumbo comúnmente entre N35ºW y N42ºW mientras que las
R’ lo hacen entre N24ºE y N37ºE y las T generalmente se orientan casi N-S aunque varían del N10ºW
hasta unos cuantos grados hacia el E de la línea N-S. El rumbo más común para las fallas P y maestras
de este sistema son N60ºW y N45ºW respectivamente. Las fallas T del sistema 1 son bastantes
conspicuas por lo que muchos autores han reconocido fallas normales en el estado de Sonora
reportando rumbos N-S o cercanos a dicha línea azimutal. Se postula que las fallas aún activas en el
NE del estado pertenecen a este sistema. El sistema 2 es similar al 1 salvo que está rotado en el sentido
2 M. VALENZUELA et al.
contrario a las manecillas del reloj, siendo igualmente las fallas T los elementos más fácilmente
reconocidos, y se orientan en general NNW-SSE. Corresponden a las fallas normales a las que se
asocia típicamente la fisiografía “Basin and Range”. Sus fallas R se orientan WNW-ESE, con rumbo
más frecuente N53ºW mientras que las R’ varían por lo común en orientación entre N06ºE y N17ºE.
Las P son casi E-W mientras que el valor más común determinado para las maestras es de N67ºW. El
sistema 3 es sinistral y contrasta en orientación con los sistemas anteriores. Así las fallas T, muy
características, se orientan casi E-W, mientras que las R en promedio muestran una orientación de
N54ºW y las R’ muestran un rumbo más frecuente de N55ºE. Sus maestras se orientan N45ºW y las P
N30ºW.
Del análisis de las orientaciones antes descritas y, tomando en cuenta su rango de variación, se
tiene que las estructuras de un sistema pudieron reactivarse durante la operación de otro sistema
posterior, correspondiendo entonces a un tipo de familia distinto. Así se tienen las siguientes
consideraciones: (1) las fallas R de un sistema anterior pudieron actuar como fallas maestras del
siguiente sistema más joven; (2) algunas fallas R del sistema izquierdo 3 pudieron funcionar como
fallas R del sistema 2 derecho revirtiendo su dirección de desplazamiento; (3) las fallas T del sistema 3
corresponden en orientación a las fallas P del sistema 2; (4) las fallas R del sistema 3 se orientan igual
que las fallas P del sistema 1; (5) las fallas maestras del sistema 2 pudieron rejugar como fallas P del
sistema 1; (6) las fallas maestras del sistema 3 coinciden en orientación con las fallas R del sistema 1;
(7) las fallas R’ del sistema 2 coinciden en rumbo con algunas fallas T del sistema 1; (8) las fallas P del
sistema 3 pudieron reactivarse como fallas R del sistema 1; y, (9) las fallas P del sistema 3 se orientan
igual que las fallas T del sistema 2. Estos puntos hacen evidente que por orientación algunas estructuras
pudieron pertenecer a distintos sistemas y que, por lo tanto, en ocasiones fue arbitraria su asignación a
alguno de ellos, incluyendo a las fallas maestras. En cuanto a estas últimas, se tiene que aprovecharon
estructuras preexistentes para desarrollase al provenir la deformación del basamento.
Entre los elementos estructurales identificados más notables se encuentra el lineamiento del río
Sonora, cuyo origen ha sido un tanto desconcertante (Radelli et al., 1985). Se ha determinado aquí que:
(1) corresponde a una estructura R’ del sistema 3; (2) se le reconoce incluso en valles rellenos de
material no consolidado; (3) se le puede extender más allá del tramo “típico” (Mazocahui-Hermosillo),
hasta las inmediaciones de Huásabas; (4) en su tramo típico es conocido que se trata de una fractura
pero en otros lugares muestra evidencias de desplazamiento. Otro rasgo distintivo se ha denominado
C10 y fue reconocido con base en que delimita áreas con contrastante fisiografía, patrones de
afloramiento y orientaciones de morfoestructuras así como por el arreglo en echelón de las sierras y
alineación de sus terminaciones. Corresponde a una falla del tipo R del sistema derecho 2 y delimita la
parte NE de la planicie de la Costa de Hermosillo.
El sistema 3 operó durante el Mioceno Temprano, emplazándose en sus estructuras T y R diques
riolíticos con una edad radiométrica de aproximadamente 20 Ma (Radelli, 2000b; Airen y Kistler,
1992). Por su parte, el sistema 2, en el Mioceno Tardío, se asoció al fallamiento “Basin and Range”
afectando a rocas que se formaron entre los 10 y los 12.5 Ma El sistema 1 inició con la apertura del
Golfo de California hace aproximadamente 4.5 Ma y continua activo en el NE del estado.
La apertura del Golfo de California representó un reordenamiento de las condiciones tectónicas. La
reorientación de los esfuerzos de aproximadamente 30º (Atwater, 1998) en el sentido de las manecillas
del reloj que se dio en este entonces es compatible con la diferencia en orientación entre el sistema
Riedel 2 y el 1 de este trabajo. Este último sistema corta las estructuras y la fisiografía generada en
eventos anteriores.
M. VALENZUELA et al 3
Elementos estructurales de orientación semejante a los del sistema 3 se han reportado activos en
diversos tiempos antes del Mioceno, sobresaliendo el intenso fallamiento E-W coincidente con las
fallas T del sistema 3, al cual se le relaciona, por ejemplo, mineralización durante Oligoceno. Asociado
al fallamiento E-W se reconocen grandes bloques delimitados por zonas de fallas. Un ejemplo notable
lo representa el bloque Rayón delimitado por el S por la falla Mazatán y en el N por la falla La
Golondrina-Banámichi. De hecho, estas estructuras pertenecen a zonas de fallas E-W, denominada la
más austral como zona La Colorada-Bacanora. En el bloque Rayón, cuyo extremo oriental subió y el
occidental bajó, ocurren los afloramientos más australes conocidos de los MCC y del cinturón
cordillerano de granitos leucocráticos de dos micas del arco eocénico. Al sur del bloque Rayón y su
limitante la falla Mazatán, dicho arco está representado por cuerpos hipabisales, tal y como lo
establecieron Radelli y colaboradores, lo que es un factor para establecer el fallamiento en tijera.
Además, en el bloque Rayón no ocurren afloramientos de rocas sedimentarias triásicas que si se hallan
al S del mismo.
Se documenta también que la actividad neotectónica no sólo se da en el Noroeste y en la región del
Golfo de California donde existen fallas activas , sino que se manifiesta en otras partes del estado
asociada al sistema Riedel 1, en la forma de levantamientos y basculamientos regionales, generando
mesas y lomeríos alargados en los rellenos de los valles y afectando a la red hidrológica de distintas
formas: (1) ajuste de corrientes a elementos de los sistemas Riedel (2) captura y cambio de orientación
de los cursos de agua; (3) modificación de los patrones de drenaje siendo el paralelo muy común; y, (4)
generación de divisorias, inclusive en valles, que muestran un control estructural de acuerdo a los
sistemas Riedel. Divisorias relativamente rectas en material sin consolidar al SSE de Hermosillo y al
NW de El Oasis, son paralelas a las fallas R’ del sistema 3 y coinciden también en orientación con los
ejes de los pliegues anticlinales que se generarían conforme al sistema Riedel 1. Siendo más bien
flexuras muy jóvenes (por no haber sido borradas por erosión de las corrientes hacia sus cabeceras), se
considera que se generaron por una fase relativamente reciente del sistema 1. El postular tal
reactivación se refuerza por el hecho de que no terminan de ajustarse las líneas de corrientes y los
patrones de drenaje a las nuevas condiciones, al igual que las terrazas generadas en los rellenos de los
valles no terminan de erosionarse. En las imágenes de satélite se encuentran múltiples casos de
patrones previos convirtiéndose al tipo paralelo y de corrientes a punto de capturar a otras.
Indicando una pendiente regional inclinada al S, tramos grandes de los ríos Zanjón, San Miguel,
Sonora, Moctezuma, Bavispe, Yaqui y Cedros corren N-S y NNW-SSE, coincidiendo en orientación
con las fallas T de los sistemas 1 y 2, mientras que en forma paralela a las fallas R del sistema 1 se
tienen tramos de los ríos Bavispe, Aros, Sahuaripa y Bacanora. Además, los ríos se han ajustado a
elementos de los sistema previos como el río Sonora (ej. el Lineamiento Hermosillo) y partes del Yaqui
a elementos R’ del sistema 3. El control estructural del drenaje se aprecia también a nivel de corrientes
menores.
ABSTRACT
The Tertiary distension in Sonora State is usually considered as an extensive tectonism in the
classic sense. The few works that postulate its genetic association to a lateral regime do so more on
theoretical or speculative grounds than on any other type of evidences, except for the youngest events
related to the opening of the Gulf of California. On the basis of satellite imagery analysis and
geological and magnetometric information, integrated in an ArcView geographic information system, it
4 M. VALENZUELA et al.
is here established for the first time the existence of three regional-scale Riedel systems in Sonora, as
well as in neighboring areas, which implying that in part the Late Cenozoic extension was related to,
and controlled by, successive regimes of lateral shearing.
According to experimental and field studies, a Riedel system may present five fault families.
Faults Y, or master faults, are generated in a 45º angle to 1. The structures denoted as R, R’ and P are
also lateral faults, being R and P synthetic while R’ is antithetic. In consequence, R and P show the
same sense of relative displacement of /2, R’ an angle of 90- /2 and P and angle of - /2, being the
internal friction angle of the material determined in experimental models, which commonly takes the
value of 30º.
The Riedel systems detected are labeled with the numerals 1 to 3. The oldest is the system 3, being
of the left-lateral type while the remaining systems are right-lateral in nature. The youngest (system 1)
is characterized because its R faults commonly vary in strike between N35ºW and N42ºW, while the R’
faults vary between N24ºE and N37ºE and the T generally are oriented almost N-S varying between
N10ºW and a few degrees towards the E from the N-S line. The most common strikes for the T and the
master faults of this system are N60ºW and N45ºW respectively. Its T faults are very conspicuous and
therefore many authors have recognized normal faults in the Sonora state with strikes N-S or almost so.
It is here postulated that faults active at the present in the NE part of the state belong to this system.
The system 2 is similar to system 1 except that it is rotated counterclockwise, likewise being the T
faults its elements more easily recognized being generally oriented NNW-SSE. They correspond to the
normal faults to which the “Basin and Range” physiography is commonly associated. Its R faults are
oriented WNW-ESE, being the most common strike N53ºW while the R’ structures generally vary
between N06ºE and N17ºE. The P faults are almost E-W while the most common strike determined for
its master faults is N67ºW. The system 3 is left lateral and contrast in orientation with the previous
systems. Thus, its T faults, very characteristics, are oriented almost E-W, while the R faults are
oriented in the average N54ºW and the R’ structures show a strike most frequently of N55ºE. Its
master faults are oriented N45ºW and the P ones N30ºW.
From the analysis of the aforementioned orientations, and taking into account their variation range,
it is deducted that the structural features of a given system could be reactivated during the operation of
a later system, corresponding then to a different family. From this, it follows that: (1) the R faults of a
previous system may have acted as the master faults of the consequent younger system; (2) some R
faults of the left system 3 may have functioned as R faults of right system 2 reversing thus its
displacement sense; (3) The T faults of the system 3 coincide in orientation with the P faults of system
2; (4) the R faults of system 3 share orientation with the P faults of system 1; (5) the master faults of
system 2 may have been reactivated as P faults of system 1; (6) the master faults of system 3 are
coincident in orientation with the R faults of system 1; (7) the R’ faults of system 2 coincide in strike
with some T faults of system 1; (8) the P faults of system 3 may have been reactivated as R faults of
system 1; and (9) the P faults of system 3 have the same orientations of the T faults of system 2. From
these statements it is evident that on judging form their strikes some structural features could have
belonged to different systems and, therefore, their assignation to one of them is sometimes arbitrary,
even for the master faults. With regard to the latter, they took advantage of pre-existing structures to
develop since the deformation came from the basement.
Among the most notable identified structural elements is the Río Sonora lineament, whose origin
has been somewhat puzzling (Radelli, et al., 1985). It has herein determined that: (1) it corresponds to
a R’ structure of the system 3; (2) it is recognized even in non-consolidated valley fill; (3) it can be
M. VALENZUELA et al 5
extended further from its “typical” section (Mazocahui-Hermosillo) to the neighboring of Huásabas; (4)
in its typical section it has been established that it correspond to a fracture but elsewhere it shows
evidence of displacement. Another distinctive feature features is C10, which was recognized on the
basis of the contrasting physiography of the areas that it separates, outcrop patterns, the orientation of
morphostructures as well as the en echelon arrangement of the mountain ridges and the alignment of
their terminations. It corresponds to a R fault of system 2 and delimits the NE part of the Costa de
Hermosillo.
The system 3 operated during the Early Miocene, when rhyolithic dikes of about 20 Ma of age
(Radelli, oral com.; Aiken and Kistler, 1992) were emplaced in its T and R faults. The system 2, in the
Late Miocene, was related to the Basin and Range faulting which in Sonora took place after about 10
m.y.a. The system 1 initiated with the opening of the Gulf of California about 4.5 Ma and is still active
in the NE part of Sonora state.
The aperture of the Gulf of California represented a reordering of the tectonic conditions. The
clockwise stress reorientation of about 30º (Atwater, 1998) that took place at this time is compatible
with the difference in orientation between the Riedel systems 2 and 1 of this work. The latter cut the
structures and the physiography generated in previous events.
Structural elements oriented like the fault families of the system 3 have been reported active before
the Miocene, outstandig the E-W faulting coincident with the T structures of such system. Related to
this E-W faulting are large blocks bounded by fault zones. A notable example of this corresponds to the
Rayón block bounded in the S by the Mazatán Fault and in the N by the La Golondrina-Banamichi
Fault. In fact, these structures belong to an E-W fault zones, being denoted the southernmost one as the
La Colorada-Bacanora zone. In the Rayón Block, whose eastern part moved up and the western one
down, are found the southernmost known outcrops of the metamorphic core complexes (MCC) as well
as of the Cordilleran belt of leucocratic two micas granites of the Eocenic arc. To the S of the Rayón
Block such arc is represented by hypabisal bodies, as it was established by Radelli and coworkers,
which is an important fact to establish the scissor-type of faulting. In addition, in the Rayón Block there
are no outcrops of Triassic rocks whereas the contrary happens to the S of it.
It is also documented that the neotectonic activity is present not only in the northeastern portion of
Sonora and in the Gulf of California region where still active faults are found, but it is also found in
other regions of the state in close relationship with the System 1. This is so in the form of regional
tilting and uplift, giving origin to mesas and elongated low hills in the valleys’ fills and affecting the
hydrologic system in different ways: (1) adjusting of the currents to elements of the Riedel systems;
(2) capture and reversing of the water courses; (3) drainage pattern modifications among which the
parallel type is the most common one; and (4) generation of divides, even in valleys, clearly showing a
structural control according to the Riedel systems. Relatively straight divides on un-consolidated
valley fill material SSE from Hermosillo and NW from El Oasis are parallel to R’ elements of the
System 3 as well as to the orientations of the anticlinal axis that would be expected in the System 1. In
a more strict sense these are flexures, very young in age (because are found on loose sediment and have
not been obliterated by erosion), developed by a relatively recent phase of the System 1. This is further
supported by the facts that the drainage patterns are still transforming to the new slope conditions and
by the terraces formed in the valleys fill deposits that have not ceased to erode. In the satellite images
are found many cases of drainage patterns converting to the parallel type as well as water courses
almost capturing other ones.
6 M. VALENZUELA et al.
Indicating a regional slope tilted to the S, large portions of the Zanjón, San Miguel, Sonora,
Moctezuma, Bavispe, Yaqui and Cedros rivers run N-S and NNW-SSE, coinciding in orientation with
the T faults of the systems 1 and 2. Parallel to the R features of the System 1 are parts of the Bavispe,
Aros, Sahuaripa and Bacanora. In addition, the rivers have also adjusted to structures of previous
systems. Such is the case of the Sonora River (e.g. the Hermosillo Lineament) and part of the Yaqui
River that run parallel to R’ faults of the System 3. The structural control on the drainage is also seen
in lesser currents.
INTRODUCCION
magnetométrica del estado de Sonora permiten,
Una de las características geológicas en primera instancia, documentar aquí la
distintivas del estado de Sonora (fig. 1) son las existencia de al menos tres sistemas de cizallas
sucesivas estructuras distensivas que durante
todo el Terciario afectaron la casi totalidad de
su territorio. tipo Riedel. Y permiten también mostrar que
estos sistemas jugaron un papel muy importante
en la evolución geológica de Sonora y de áreas
El modelado resultante ha sido considerado aledañas, al menos desde parte del Paleógeno,
como una extension de la Provincia “Basin and aunque probablemente tuvieron su antecedente
Range” del SW de los estados unidos (e.g., en rasgos desarrollados durante el Mesozoico y
Stewart y Roldán-Quintana, 1994), a pesar de muy probablemente desde mucho antes. Esta es
que la distension Basin and Range” tiene una la primera vez que se documenta en Sonora la
edad de 10 Ma (Zobak and al.,1981) mientras presencia de sistemas Riedel de esta magnitud.
que las distensiones terciarias de sonora Proveen el marco de referencia para poner en
enpezaron ya a los ±24-18 Ma por lo menos. contexto muchos aspectos previamente
Comunmente las estructuras relativas en Sonora desconcertantes o difíciles de explicar, e
fueron interpretadas esencialmente en términos inclusive para llevar a cabo reinterpretaciones
de distension clásica al igual que en el resto de de hechos ya planteados. Por ejemplo, Bartolini
la “Provincia Basin and Range” (e.g., Gans, et al. (1991) reconocieron que “..an event of
2000) sin considerar que elementos de una NE-oriented strike-slip faulting… in the Sierra
tectonica oblicua han sido activos en Sonora Lista Blanca… appears to posdate the block-
ya antes de la apertura del Golfo de Califormia. faulting episode. Faulting began after about
Sin embargo, gran parte de la distensión ocurrió 10.4±0.2 Ma…. the episode of faulting cannot
antes de tal evento. Los trabajos que tratan at this time be placed within a tectonic
sobre etapas cenozoicas anteriores y que framework”. Esto ilustra que ha sido difícil
involucran condiciones transtensivas son raros “encajar” el fallamiento lateral, de amplias
y plantean a ésta como algo teórico sin bases evidencias en el estado, con el fallamiento
concretas directas o de manera muy breve como normal en bloques, y precisamente esto es parte
algo tangencial o colateral al tema principal que integral de los sistemas de fallas Riedel de este
tratan. Nuevos datos obtenidos del análisis de trabajo.
imágenes satelitales e información geológica y
M. VALENZUELA et al 7
S.L.R.C.
B. C.
06 112º
07
E.U.A.
CHIHUAHU
GO
II 10
LF
09
O
DE
A
CA
LI
08
FO
Hermosillo
RN
III
IA
0 25 50 75 100 200 km
Guaymas
28º 28º
Cd. Obregón
13
112º
VII
Navojoa
LEYENDA 12
32
Límite de provincia fisiográfica
Límite de subprovincia fisiográfica
SINALOA
(a) (b)
(c) (d)
cizalla cizalla
antitética fractura fractura antitética
extensional extensional
falla falla
cizalla cizalla
maestra maestra
antitética antitética
secundaria secundaria
cizalla cizalla
pliegues en pliegues en
echelón sintética sintética echelón
Figura 3.- Dos formas de representar las relaciones angulares entre las
distintas estructuras de un sistema Riedel derecho (a y c) e izquierdo (b y d).
(c) y (d) incorporan la dirección de plegamiento.
normales.
comúnmente un patrón predecible de cinco 5. Cizallas Y o fallas paralelas a la
juegos o familias de fracturas (Sylvester, 1988; zona de desplazamiento principal.
Christie-Blick y Biddle, 1985; Gidon, 1987) En este trabajo se empleará la terminología
para las cuales se han propuesto dos esquemas Riedel y por tanto se hará referencia a las
distintos de nomenclatura que se presentan estructuras por las letras que les corresponde
conjuntamente a continuación (fig. 3): según su tipo, salvo en el caso de las cizallas Y
1. Cizallas Riedel, denotadas con la a las que nos referiremos como fallas maestras.
letra R, también referidas como fallas Además, en general se empleará la palabra falla,
sintéticas de desplazamiento lateral. en lugar de cizalla, lo que se hará de una forma
2. Cizallas Riedel conjugadas, genérica para incluir también el caso de las
indicadas con R’, o fallas antitéticas de fracturas (no desplazamiento). La distinción
desplazamiento lateral. entre ellas se hará cuando sea pertinente.
3. Cizallas P o fallas sintéticas La relación angular ideal entre las distintos
secundarias de desplazamiento lateral; juegos de fallas de un sistema Riedel se presenta
también conocidas como fallas de en la figura 3 tanto para un cizallamiento
Tchalenko-Skempton. derecho como uno izquierdo. Las fallas maestras
4. Fracturas extensionales T o fallas aparecen en un ángulo de 45º con respecto a 1
(fig. 3). El sentido de desplazamiento de las
M. VALENZUELA et al 11
cizallas R y P es el mismo que el de las fallas distintiva es que en este tipo de sistemas las
maestras mientras que el de las fallas R’ es estructuras tienden a arreglares en echelón. Por
opuesto (Sylvester, 1988; Christie-Blick y otra parte, si las grandes fallas de
Biddle, 1985; Harding, Vierbuchen, Christie- desplazamiento lateral (fallas maestras) se dan
Blick, 1985). Así, por ejemplo, en un sistema en el basamento se manifestarán en superficie
con fallas maestras izquierdas, tanto R como P solamente en las etapas más avanzadas de
serán igualmente cizallas izquierdas pero R’ cizallamiento (Harding, Vierbuchen y Christie-
será derecha. Black; 1985).
Tanto R como R’ se disponen a 30º de 1 el
cual bisecta el ángulo que forman tales fallas
conjugadas. R y R’ se forman en un ángulo de METODOLOGÍA DE TRABAJO
/2 y de 90- /2 respectivamente en relación con Debido a la magnitud del área de estudio,
las cizallas principales, es decir, con las fallas que comprende todo el estado de Sonora, el
maestras, siendo el ángulo de fricción interna reconocimiento de los sistemas Riedel se basó
del material (en experimentos) que por lo común en el análisis e integración de datos e
es de 30º. Las fallas tensionales T bisectan el información geológica, fisiográfica, geomorfo-
ángulo entre las fallas R y R’, orientándose a 45º lógica y geofísica. Fundamentalmente, esto se
con respecto a la dirección de la cizalla aplicada derivó del análisis del siguiente material:
(fallas maestras) por lo que son paralelas a 1.
Por su parte, las cizallas P forman un ángulo con 1.- Imágenes de satélite Landsat 7.
ésta última de - /2 (Freund, 1974; Sylvester, Si bien se revisaron todas las bandas, para
1988) lo que implica que son perpendiculares a resaltar los rasgos geológicos, se generaron
R’. composiciones coloreadas combinando las
En la figura 3 se ha indicado también la bandas 1, 3 y 7, de las imágenes
orientación de los ejes de los anticlinales que se especificadas en la tabla 1 las cuales
generarían si se desarrolla plegamiento presentan una cobertura de 180 X 180 km.
relacionado con el cizallamiento lateral. Los Su análisis se llevó a cabo en impresiones de
pliegues abundarían, junto con fallas inversas y las composiciones creadas, así como en un
de empuje de bajo ángulo en caso de que el sistema de información geográfica generado
régimen fuera transpresional. En cambio, en un en ArcView.
régimen transtensional los pliegues 2.- Análisis de la carta geológica
corresponden más bien a flexuras (Christie- 1:500,000 editada por el Gobierno del
Blick y Biddle, 1985). En las primeras etapas Estado de Sonora y CESUES (Fernández et
de cizallamiento de este tipo de escenario se al., 1993).
generan flexuras que luego son destruidas por 3.- Cartas magnéticas editadas por el
fallamiento. En los regímenes transtensionales Consejo de Recursos Minerales. Se
las estructuras tensionales, principalmente fallas utilizaron las cartas magnéticas Hermosillo
normales, son abundantes (Wilcox et al., 1973). H12-8, Nogales H12-2 y Cananea H12-5 así
No todos los elementos de los sistemas como las cartas magnéticas de la primera
Riedel se desarrollan forzosamente. Bajo derivada vertical del campo magnético total
condiciones naturales se ha establecido que no reducido al polo en contornos y a color
se producen simultáneamente sino de una forma
secuencial (Sylvester, 1988). Una característica
12 M. VALENZUELA et al.
de las orientaciones azimutales de sus elementos abundantemente detectadas para este sistema 1,
en forma de diagrama de pétalos con intervalos mientras que el segundo caso es tomando como
de frecuencia a cada 10º. Obviamente, en esta valor base el de las R, con una orientación de
última figura resalta que el sistema 1 y 2 son N39ºW por ser la media de sus orientaciones
similares salvo que en conjunto presentan más frecuentes. Los resultados se muestran en
distinta orientación, mientras que el sistema 3 la tabla 2
contrasta marcadamente con ellos por ser de na- Como era de esperar, es evidente en la tabla
turaleza izquierda. 2 que los rumbos calculados se ubican dentro de
los rangos de variación realmente mostrados por
los elementos del sistema 1 (fig. 5a.).
SISTEMA RIEDEL 1 Lo nuevo aquí es la orientación de las fallas
P y las maestras de este sistema que, en los
En el sistema 1 - el cual, por las relaciones casos considerados, resulta ser de N60ºW a
azimutales de sus componentes debe ser N69ºW para las primeras y de N45ºW y N54ºW
atribuido a un régimen de cizalla dextral - las para las últimas mencionadas.
fallas R comúnmente comúnmente un rumbo Los elementos más conspicuos de este
que varía entre N35ºW a N42ºW, aunque se sistema corresponden a las fallas T. Estas fallas
detectaron orientaciones fuera de este rango que una gran cantidad de autores han descrito
alcanzando valores de hasta N53ºW por un como típicamente normales, de orientación
extremo y de N32ºW por el otro. El rumbo más aproximada N-S o NNW-SSE o ENE-WSW.
frecuente para las fallas R es de N39ºW. Por su Igualmente, otros autores han hablado de
parte, las fallas R’, si bien escasas, en general se extensión aproximadamente E-W que produjo
orientan al NNE en un rango entre N24ºE a fallas de tales orientaciones (e.g. Stewart y
N37ºE, siendo el primero de ellos el que Roldán-Quintana, 1994; Cochemé y Demant,
corresponde al valor más común. Por otra parte, 1991; Suter, 2000a; Valenzuela, 2002), aunque
este sistema se distingue por la orientación casi no todos los autores les atrbuyen necesariamente
N-S de sus fallas T. De hecho la mayoría de la misma edad.
ellas tienen dicha orientación, aunque el rango En este trabajo se considera que estas fallas
de variación de las fallas detectadas y asignadas son muy jóvenes, estando algunas activas en el
a esta familia es N10ºW a N franco. Sin NE del estado. La más conocida de ellas, la
embargo, vale de momento aclarar que rasgos falla de Pitaycachi (DuBois y Smith, 1980), está
estructurales con rumbos de unos cuantos relacionada a los segmentos Pilares y Otates
grados hacia el NE que si bien caen en el ámbito más al S (Suter, 2000a y b). A lo largo de ellas
de esta familia, corresponden también por sus se desarrolló ruptura superficial por el sismo
rumbos con las fallas R’ del sistema 2 por lo que ocurrido en 1887. La figura 6 muestra las fallas
arbitrariamente se incluyeron en este último. Por activas en esa región de acuerdo a Suter (2001)
este motivo, el sector de las fallas T de la figura quien manifiesta que “el movimiento vertical a
5 a comprende solamente el rango de los 10º lo larga de estas fallas ... causa la morfología tan
ubicados a la izquierda de la línea N-S. pronunciada de valles y sierras”.
Para efectos ilustrativos mencionaremos las Adicionalmente, Suter (2000a) reporta la
orientaciones que en un sistema idealizado y existencia de dos prominentes lineamientos
teórico tendría este sistema en dos situaciones.
En la primera, tomaremos como fijo el valor N
franco para las fallas T, por ser éstas las más
M. VALENZUELA et al 19
Tabla 2.- Orientaciones teóricas de los elementos del sistema de cizalla Riedel 1
tomando como base para el cálculo el de un rasgo de alta frecuencia.
a) Valor base: fallas T con rumbo N franco.
R R’ T P Falla maestra
N30ºW N30ºE N (valor base) N60ºW N45ºW
Tabla 3.- Orientaciones teóricas de los elementos del sistema de cizalla Riedel 2
tomando como base para el cálculo el rumbo más frecuente de las fallas T.
R R’ T P Falla maestra
N52ºW N08ºE N22ºW (valor N82ºW N67ºW
base)
contrario a las manecillas del reloj (fig. 5b). En mas, salvo las R del sistema 2 como se explica
el sistema 2, la familia de fallas más conspicua líneas abajo.
correspondió al tipo T orientadas al NNW-SSE Así, los elementos reconocidos de la familia
variando en rumbo de N19ºW a N26ºW, siendo R varían en rumbo de N45ºW a N63ºW, sin
las de mayor frecuencia las orientadas N22ºW. predominancia de alguna orientación en
Por su parte, las fallas R de este sistema derecho particular, siendo su promedio N54ºW. De esta
ocurren con rumbos WNW-ESE, variando entre forma, las cizallas de Riedel (R) de este sistema
N52ºW a N57º y siendo N53ºW el rumbo más coinciden en orientación con las R del sistema 2.
representativo. A su vez, las R’ tienen rumbos La diferencia entre ellas estriba en que las R del
de N06ºE y N17ºE. sistema 3 son rasgos estructurales de
desplazamiento lateral izquierdo mientras que
Los rumbos teóricos calculados para las en el sistema 2 son fallas dextrales. Sin
distintas familias del sistema 2 se presentan en embargo, no fue posible establecer el sentido de
la tabla 3, los que se basaron tomando como desplazamiento con base en el análisis de las
rumbo base el de las fallas T. Se destaca aquí imágenes de satélite y la carta geológica
que el rumbo calculado para las fallas P es casi 1:500,000 por lo que, tomando en cuenta sólo el
E-W (N82ºW), mientras que las fallas maestras rumbo, su asignación a uno u otro sistema es un
del sistema estarían orientadas N67ºW, un valor tanto arbitrario. Además, sugiere que al
semejante al que se determinó para las fallas P sucederse en el tiempo estos dos sistemas, las R
del sistema 1 (tabla 2). del sistema izquierdo se reactivaron, pero como
cizallas derechas, durante la época de operación
del sistema 2.
SISTEMA RIEDEL 3
Esta coincidencia entre las R de los dos
La figura 5c muestra gráficamente las sistemas pudiera llevar a pensar que la
frecuencias azimutales de los elementos de las diferencia entre los dos sistemas pudiera tratarse
familias de fallas R, R’ y T del sistema 3. Las de un artificio y que, por tanto, en realidad no
orientaciones de sus familias contrastan existen. Sin embargo, esto no es así en virtud de
marcadamente con los de los otros dos sistemas que las fallas T y R’ presentan orientaciones
(figs. 5a y b) en virtud de tratarse de un sistema muy distintas. En el caso del sistema 3, las
de cizalla sinistral. El cambio más notable estructuras T varían en rumbo entre N80ºE y
corresponde a las fallas de distensión (T) que se S80ºE, aunque la mitad de los datos
orientan comúnmente E-W, aunque también es correspondieron a un rumbo prácticamente E-
evidente la diferencia en orientación de las R y W. A su vez, las R’ varían entre N46ºE y
sus conjugadas las R’ las que se orientan más N66ºE, aunque el rumbo más frecuente es de
hacia el W y al E, respectivamente, que sus N55ºE. En ambos casos (R’ y T) no existe
correspondientes contrapartes de los otros siste- coincidencia con las contrapartes de ninguno de
M. VALENZUELA et al 1
Tabla 4.- Orientaciones teóricas de los elementos del sistema de cizalla Riedel 3, de
naturaleza izquierda tomando como base para el cálculo el rumbo más frecuente de
las fallas T.
R R’ T P Falla maestra
N60ºW N60ºE E-W (valor N30ºW N45ºW
base)
para algunas estructuras (e.g. Valenzuela, 2002; del material, y que los ángulos anteriores
Gans, 1996 y 1997) y que ha dificultado poner comúnmente corresponden a valores de 15º y –
las fallas en un marco tectónico apropiado (e.g. 75º respectivamente. Si bien lo más probable en
Bartolini et al., 1991). Por otra parte, implican la naturaleza es que las condiciones tectónicas
también que se oscurecen los sistemas y no sean tan simples como en los modelos
dificultan su reconocimiento. experimentales, éstos dan una buena
Con base en los argumentos presentados en aproximación a lo que se observa en el estado de
los puntos anteriores, se pudiera argüir que los Sonora.
sistemas 1 y 2 fueron contemporáneos (aunque Reconociendo que el nivel de conocimiento
no coincidentes espacialmente), lo cual no se actual sobre los sistemas Riedel reconocidos en
descarta en algunos lugares y tiempos, pero este trabajo es todavía limitado, se sugiere que,
actualmente está activo el 1 iniciando desde la al igual que en el segundo caso arriba planteado,
apertura del golfo (por los basaltos asociados a los esfuerzos se originaron por deformación en
las estructuras T de rumbo general N-S). De el basamento y que se desarrollaron un conjunto
hecho, al sucederse en el tiempo estos sistemas, de fallas maestras aprovechando estructuras
el número 1 corresponde a una rotación en el preexistentes. Las orientaciones teóricas más
sentido de las manecillas de reloj de comunes de las fallas maestras de los tres
aproximadamente 15° con respecto al número 2. sistemas fueron presentadas en las tablas 2, 3 y
4. De acuerdo a lo expresado en los puntos
arriba planteados en la sección 5.4 inmediata
LAS FALLAS MAESTRAS anterior, y tomando en cuenta que lo más
razonable es esperar una variación en rumbo
Los experimentos de laboratorio (ver
dentro de un cierto rango más que un valor
Freund, 1974, para una síntesis de algunos de
constante, se tiene que: (1) las fallas maestras
ellos) desarrollados para entender los regímenes
del sistema 3 corresponden a las R del sistema 2
de fallamiento en cizalla, han utilizado
e inclusive pudieron haber funcionado como
dispositivos que aplican los esfuerzos ya sea: (1)
maestras de algunos casos del sistema 1; (2) las
por los lados, y por lo tanto las partes superior e
maestras del sistema 2 corresponden a las R del
inferior del modelo se deslizan por las paredes
sistema 3 y a las P del sistema 1; y (3) las
fijas del aparato; o, (2) los esfuerzos se aplican
maestras del sistema 1 en orientación
por debajo a todas y cada una de las partes del
corresponden a las R del sistema 2 e inclusive a
modelo por igual. En ambos casos se generan
las maestras del sistema 3. Por lo tanto, las
en un principio patrones de fallas Riedel
fallas maestras aparentemente no son muy
similares, pero en el primero de ellos solamente
evidentes en las figura 4a, b y c.
persisten temporalmente pues aparece una gran
falla que libera gran parte de los esfuerzos de
todo el modelo (Feund, 1974). Esto no sucede
ALGUNOS ELEMENTOS
en el segundo caso en el que, por lo tanto, no
TECTÓNICOS Y CRITERIOS BASE
necesariamente se manifiestan en superficie
PARA SU RECONOCIMIENTO
fallas maestras, pero en el que aparecen las
fallas R y R’ en ángulos de /2 y de 90- /2
Los elementos estructurales individuales en
respectivamente con respecto a la dirección de
que se basa el presente trabajo no sólo
los esfuerzos donde, como ya se mencionó en el
corresponden a fallas, pues son rasgos lineales
apartado 3, es el coeficiente de fricción interna que representan también fracturas, lineamientos,
M. VALENZUELA et al 3
alineaciones o rasgos de naturaleza lineal que del sistema de cizalla izquierdo (sistema 3) y
pueden tener valor tectónico o que pueden que sucesos geológicos muy recientes (como
indicar, al menos, un control tectónico directo o veremos más adelante) ayudaron a imprimirle
indirecto en su generación o desarrollo. En lo un hecho notable, a saber: que no sólo se
que sigue, para simplificar su tratamiento, nos identifica en los lugares subyacidos por cuerpos
referiremos a todos estos elementos de forma de rocas firmes, como la sierra de Mazocahui-
genérica como fallas. Puerta de Sol, donde pueden aflorar las fallas,
La identificación de los rasgos estructurales microfallas y diaclasas a que se refirieron
se basó en una serie de principios fundamentales Radelli et al. (1985), sino también en los valles
de los cuales se mencionarán sólo algunos. Por rellenos de sedimentos no consolidados donde
una parte, se tiene el caso de algunos rasgos no aflora el sustrato rocoso ni por tanto tales
físicos de carácter regional cuya linealidad, de estructuras, como por ejemplo al NE de
donde se deriva su nombre de lineamientos, Hermosillo y en el valle en las inmediaciones de
sugiere que representan un origen tectónico, ya Ures. Es decir, muestra una reactivación muy
sea por representar la traza de la intersección de reciente durante la operación del sistema Riedel
un plano de falla o el de una fractura con la 1.
superficie del terreno, y que muchas veces son Entonces, hay que resaltar que algunos
discernibles por mostrar una clara expresión elementos de los sistemas Riedel si bien no se
fisiográfica en las imágenes de satélite y/o en las llegaron a convertir en fallas, que en el caso que
cartas topográficas. nos ocupa debió haber sido de desplazamiento
El ejemplo más notable de estos rasgos es el lateral derecho, si generaron estructuras, en este
lineamiento del río Sonora, porciones del cual se caso fracturas, de decenas de kilómetros de
indica con los rótulos C31, C32 y C32a (en su largo. Además, esta es la causa de que no se
extremo SW) en la figura 4c y que se muestra haya indicado el desplazamiento que les
parcialmente en la figura 7. Este lineamiento, correspondería a los distintos rasgos mostrados
bastante conocido más no así entendido, corre en la figura 4 por el tipo de estructura que
NE-SW entre Mazocahui y Hermosillo, e ilustra representan en un sistema Riedel.
claramente algunas consideraciones que se Pero eso no es todo acerca del lineamiento
hicieron en el presente trabajo. Su origen y del río Sonora. Montijo-González y Rodríguez-
naturaleza han sido un tanto desconcertantes. Torres (2000) expresaron que la extensión de
Radelli et al. (1985) presentaron evidencia este lineamiento al SW de la ciudad de
geológica indicando que no se trata de una falla Hermosillo sirve de límite S a lo que ellos
y sugieren un origen tectónico explicando que se llaman el “delta” del río Sonora. Esto parece
trata del lugar donde interfieren mutuamente dos implicar que dicha extensión es un segmento en
juegos orientados NNW-SSE y N-S de fallas, que este lineamiento sí ha funcionado como una
microfallas y diaclasamiento, generando una falla, por carecer de continuidad las
zona altamente fracturada, y por lo tanto morfoestructuras encontradas al SE del mismo.
fácilmente erosionable lo que permitió que el río Sin embargo, esto requiere de confirmación
Sonora estableciera su cauce a lo largo de la pues el sistema Riedel 2 ayudó a conformar la
misma. cuenca tectónica que comprende el “delta” de
De acuerdo a los resultados del presente los autores citados.
trabajo, este lineamiento es una fractura que Hay que agregar que en el presente trabajo
tuvo su origen como una estructura del tipo R’
24 M. VALENZUELA et al.
el lineamiento del río Sonora se ha extendido al también acerca de la edad del rasgo estructural,
NE más allá de donde es evidente por acción del lo cual puede ser más fácilmente aplicable al
río en cuestión: desde Mazocahui hasta las realizar el análisis de la carta geológica más no
inmediaciones de Huásabas (correspondiendo a en el de las imágenes de satélite. En este último
C32 ubicado en la figura 4c). Esto se hizo con caso, que fue el más común, lo primordial fue
base en la casi perfecta coincidencia tanto en detectar el rasgo estructural y su rumbo.
orientación como en alineación entre la porción * Otra consideración importante es que la
de la sierra Mazocahui-Puerta del Sol del alineación de contactos o lineamientos
lineamiento del río Sonora con el límite SE casi rectilineales igualmente se tomó como altamente
rectilinear de la sierra La Madera ubicada al E indicativa de la presencia de un elemento
de Moctezuma, la cual está compuesta, de estructural. Esto a pesar, como lo refleja C32
acuerdo a la carta geológica 1:500,000, de un (ver punto anterior), de que en porciones
granitoide (KTi) (ver los extremos de C32 en la intermedias no se detecten claras evidencias
figura 8). geológicas (carta geológica), fisiográficas
De hecho, en este lugar éste es el contacto (imagen de satélite, carta topográfica) o
entre el granitoide (KTi) de la sierra La Madera geofísicas (carta magnetométrica). Esto último
y rocas volcánicas cretácicas (KV) que terminan considerando que en tales porciones intermedias
abruptamente en el contacto, mismo que es pueden existir elementos geológicos más
transversal al rumbo de las rocas, a juzgar por lo jóvenes que pueden obscurecer al rasgo en
que se observa en la imagen satelital. Entre cuestión.
estos dos extremos, el lineamiento por su mayor El repetido reconocimiento de rasgos
parte no presenta expresión fisiográfica evidente paralelos o subparalelos, muchas veces
en la imagen de satélite, salvo inmediatamente alineados, atestigua por la validez de este
al NE de la población de Mazocahui. principio.
* Este caso del lineamiento del río Sonora
Las relaciones descritas sugieren también ilustra además el hecho de que el
que esta prolongación del lineamiento del río comportamiento estructural (magnitud,
Sonora se comportó como una falla cortando y dirección y/o sentido de desplazamiento) de un
desplazando los cuerpos de rocas. rasgo dado puede variar a lo largo del mismo.
Además, esto ilustra lo siguiente: Sin embargo, hay que tener en mente que
algunas de estas variaciones pueden ser
* Para los propósitos de este trabajo, los ocasionadas por eventos tectónicos más jóvenes
contactos con tendencias rectilineales, sobre que causaron desplazamientos a lo largo de
todo en cuerpos de naturaleza no tabular, se planos de debilidad ya existentes.
consideraron en general como indicativos de un Aquí vale la pena mencionar que la
control tectónico-estructural ya sea porque: (a) prolongación del lineamiento del río Sonora
el contacto es por emplazamiento (en el caso de (C32) pasa por los basaltos cuaternarios
cuerpos ígneos) controlado por rasgos descritos por Paz Moreno (1985) al S de
estructurales, (b) el contacto es por fallamiento, Mazatán, al igual que rasgos estructurales
o (c) la linealidad del contacto se debe a que una atribuidos a fallas T del sistema 1 (derecho) así
unidad volcánica o sedimentaria más joven se como C26 (R del sistema 2) y C25 (R del
acumuló en contra de un escarpe más antiguo.
Además, estas relaciones pueden dar indicio
M. VALENZUELA et al 25
26 M. VALENZUELA et al.
sistema 3) (fig. 4c). Esta circunstancia parece presentan una orientación NNW-SSE (Fig. 8)
indicar que el cruce de estructuras favoreció el Inclusive, donde hay cerros contiguos a ambos
que las lavas basálticas alcanzaran la superficie lados de C10, como en el área de la sierra de
terrestre durante la operación de las fallas T del López (figs. 9 y 10), precisamente dicha
sistema 1. Tanto C18 como C26 fueron estructura marca el lugar donde cambia la
identificados con base en principios similares a orientación o tren de los mismos e inclusive su
los recién esbozados para el lineamiento del río dimensión
Sonora. La coincidencia entre cambios en la
Otro caso muy ilustrativo es el del rasgo geología-morfología-fisiografía de una región y
C10. Como se aprecia en la figura 4b, C10 con grandes estructuras no es algo raro y se ha
un rumbo de N53ºW, es un elemento estructural documentado en diversas partes. Un ejemplo de
de gran extensión lateral de aproximadamente esto es la Zona de Fracturas Socorro en Estados
240 km y que se puede extender casi otros 100 Unidos en donde se ha establecido que en el
km más si se consideran como su continuación a segmento de un lineamiento topográfico ENE
C11 y C12, que también corresponden a (el cual corre desde el límite entre los estados de
estructuras R del sistema 2 (derecho). En el Arizona y Nuevo México hasta las
reconocimiento de C10 se tomaron en inmediaciones del límite entre Texas y
consideración algunos otros principios Oklahoma) que corta al llamado “Rio Grande
diferentes a los mencionados para el lineamiento Rift” se da precisamente una zona sísmica de la
del río Sonora. misma orientación y corresponde también a la
En general, tanto en las imágenes de satélite franja donde el “rift” citado cambia su
como en la carta geológica, se tomó en cuenta el morfología, además de cambiar los trenes de las
patrón de afloramiento de los cuerpos de roca, fallas normales que ocurren en la región.
en cuanto a su distribución, disposición y Adicionalmente, es en la intersección del
orientación, considerando las desviaciones a lo lineamiento topográfico y del rift donde se ha
que normalmente deben mostrar los cuerpos interpretado la existencia a profundidad de un
rocosos por su modo de formación, naturaleza y cuerpo magmático al nivel de la corteza media
las características que se esperaría encontrar por (Sanford et al., 1995).
el escenario geológico-fisiográfico en que se Se reconoce también que en la región al NE
localiza. De hecho, como ya se mencionó, los de C10 las sierras presentan un arreglo en
factores fisiográfico-geomorfológicos fueron echelón con respecto a C10, por lo que sus
fundamentales en el análisis de las imágenes de extremos vecinos a dicho rasgo están
satélite. prácticamente alineados con él (figs. 9 y 10).
Todo esto, en el caso de C10, se traduce en: En una provincia fisiográfica (la del
* C10, al NW de Hermosillo, separa dos Desierto) que se considera (e.g. Radelli et al.,
regiones de fisiografía muy contrastante aun 1985; Stewart y Roldán-Quintana, 1994) como
cuando pertenezcan a la misma provincia muy erosionada y con serranías discontinuas y/o
fisiográfica del Desierto (King, 1939). La abundantes inselbergs, no se esperaría que las
región al SW de C10 es principalmente una terminaciones de las sierras se alinearan, o si
planicie suavemente inclinada al SW y con acaso sería un hecho fortuito y por lo tanto no se
escasos cerros y sierras cuyos trenes, cuando los encontraría repetidamente. Sin embargo, se
presentan, son variables. En cambio en la detectó este fenómeno en varios lugares dentro
región al NE de C10 las serranías son
relativamente abundantes y claramente
M. VALENZUELA et al 27
Figura 8.- Fragmento de la carta topográfica Hermosillo H128 mostrando la contrastante morfología a ambos lados
de C10, elemento R del sistema 2 (derecho), y alineaciones morfoestructurales coincidentes en orientación con
las fallas T del mismo. A la derecha, se presenta esquema del sistema 2 basado en los valores de la tabla 3.
28 M. VALENZUELA et al.
Figura 9. Fragmento de la carta geológica de Sonora (1:500,000) de aproximadamente la misma región que la Fig. 8.
Note el cambio en las orientaciones de los patrones de afloramiento a ambos lados de la falla C10. Además, se
indican posibles fallas T interpretadas por patrones de afloramiento y la orientación del sistema Riedel 2 según
la tabla 3 (derecha).
M. VALENZUELA et al 29
de la provincia del Desierto, como por ejemplo de este caso. Igualmente, es impor-
ejemplo en la región de Caborca y áreas al tante aclarar que, con la metodología empleada,
NW de dicha localidad, por lo que se le no fue posible detectar fallas de echado
considera como un buen indicador de un rasgo
tectónico. Entonces, los rasgos así EDAD DE LOS SISTEMAS RIEDEL
identificados más que lineamientos
La sensoría remota difícilmente arroja
propiamente se consideran en este trabajo
información sobre la edad de formación de los
como “alineaciones”.
rasgos estructurales que se muestran actual-
mente en superficie. Por otra parte, el carác-er
* Obviamente, los contrastes señalados en el
general de las unidades terciarias de la Carta
punto anterior, se reflejan también en la
Geológica de Sonora (Fernández et al., 1994)
distribución de los cuerpos de rocas indicando
no permitió, por sus relaciones cortantes con los
un control tectónico. En la figura 10 se
elementos de los sistemas Riedel, establecer los
aprecia claramente el cambio en los patrones
rangos precisos del tiempo geológico en que
de afloramiento en la región de la sierra de
éstos operaron. Sin embargo, los reportes
López, donde al SW de C10 las unidades se
publicados de rocas volcánicas asociadas con
disponen en una variedad de trenes desde E-
orientaciones tectónicas de estos sistemas
W hasta NNE-SSW, mientras que al NE del
Riedel, además de su posible relación con los
mismo rasgo lo hacen al igual que las sierras
eventos tectónicos y estratigráficos regionales,
con un orientación predominantemente NNW-
esbozados esquemáticamente en la tabla 5,
SSE.
permiten esbozar al menos preliminarmente un
* Un punto adicional a favor de que C10
esque-ma temporal para los mismos.
constituye verdaderamente una falla R del
sistema 2 es que el tren de las sierras en
echelón mencionadas en el punto 1 inmediato RELACIONES TEMPORALES
anterior, muestran un ángulo de DEL SISTEMA RIEDEL 3
aproximadamente 30º con respecto a C10, que
es exactamente el ángulo que teóricamente El sistema de cizalla izquierdo es el más
existe entre las cizallas R y las fallas antiguo de los tres reconocidos en el presente
tensionales T en un sistema Riedel derecho trabajo. Las rocas fechadas radiométricamente
(Fig. 8). Entonces, el grano topográfico de la que de forma más directa y conclusiva pueden
región al NW de C10 está controlado por el asociarse a la operación del sistema Riedel 3
sistema derecho 2. corresponden a diques riolíticos que Radelli
Esta última consideración no es de extrañar (2000b) describe de una anchura de decenas de
pues el sistema Riedel 2 es el responsable del metros y de varios kilómetros de largo,
evento de fallamiento “Basin and Range” que orientados E-W en la Puerta del Sol (región de
generó las sierras y valles paralelos tan Ures), al N de Hermosillo y en el Rancho El
comunes en Sonora. Gavilán, mientras que en la región de
Finalmente, es importante aclarar que se Magdalena se les encuentra con rumbo NW-SE
unieron pequeños rasgos alineados confor- (Radelli, 2000b; Miranda-Gasca y De Jong,
mando uno de mayor extensión, aun cuando a 1992). Los que presentan orientación E-W
lo largo de la trayectoria marcada no fuera están emplazados en fallas T del sistema 3, las
completamente continuo; C74 (fig. 4c) es un cuales por ser de carácter tensional, muchas
30 M. VALENZUELA et al.
veces con desplazamiento normal, abren Formación Belleza en la región estudiada por
espacios que facilitan el emplazamiento de Calles Montijo (1999) en el centro de Sonora.
cuerpos ígneos. Según los autores mencio- El plano geológico generado por este autor
nados, la edad de tales diques riolíticos es de muestra claramente que los ejes de estos
20 Ma. mientras que Aiken y Kistler (1992) pliegues coinciden en orientación con las
reportan una edad de 19.8±0.4 Ma para los de cizallas P del Sistema 3, lo cual no es de
la región de Magdalena, estableciendo que extrañar pues en un sistema Riedel estas
rellenan fracturas de rumbo N45º-50ºW, por últimas estructuras generan por su disposición
lo que caen en el rango de variación de las condiciones compresivas. Fuera de esto, se
cizallas R del sistema 3. De esta forma, se desconoce alguna otra relación del Sistema 3
tiene que los diques se emplazaron en fallas T con la Formación Belleza o equivalentes.
y R del Sistema 3 en el Mioceno Temprano.
Posteriormente a los 20 Ma no se tiene
evidencia conclusiva acerca de la operación RELACIONES TEMPORALES
de este Sistema y al parecer dejó de funcionar DEL SISTEMA RIEDEL 2
previo a la depositación de la Formación
Báucarit. En el presente trabajo se emplea esa Como se mencionó en el apartado 5.6
unidad litoestratigráfica según lo propuso cuando se discutió la estructura C10, el sistema
Radelli et al. (1993), para incluir los depósitos Riedel 2 controló el desarrollo de sierras
continentales sedimentarios y las rocas orientadas NNW-SSE con valles paralelos
volcánicas (principalmente andesitas basál- intercalados. Al menos en el occidente del
ticas) intercaladas que ocurren discordante- estado, el fallamiento se da por ruptura simple
mente debajo de la unidad volcánica Lista lo que hace que las fallas normales T abunden y
Blanca, de edad 12 Ma y que fueron se mantengan relativamente rectas y paralelas
depositadas posteriormente a la formación entre sí (Fig. 8; Wilcox et al., 1973).
Belleza y equivalentes, las cuales se formaron
entre los 18 y los 20 Ma
Estas fallas T, que como se vio
Los diques riolíticos emplazados en las anterormente se orientan NNW-SSE, son
estructuras del Sistema 3 son cortados por la precisamente las que limitan los bloques que
sedimentación de la Báucarit pues tales dieron origen a la sierras y valles “paraleleos”
cuerpos ígneos en algunos lugares se aprecian tan comunes en la fisiografía sonorense. Los
por fuera del margen de las cuencas Báucarit, efectos que produjo el fallameinto del sistema 2
perdiendo su continuidad por dichas cuencas variaron dependiendo de las características
y reapareciendo alineados en el lado opuesto. geológicas de las diferentes regiones, pues si
En consecuencia, el inicio de la depositación bien sierras y valles paralelos se encuentran
de la Formación Báucarit parece marcar la tanto en la Provincia del Desierto (por ejemplo,
edad mínima de operación del Sistema Riedel falla C10 de la figura 9, hacia el N y hasta la
3. región de Caborca) como en la parte centro-
Otra línea de evidencia que parece oriental del estado, en esta última región las
soportar el funcionamiento de este sistema en sierras son más anchas y los valles más
el Mioceno Temprano, alrededor de los 20 angostos.
Ma, es el plegamiento que presenta la
M. VALENZUELA et al 31
Esta fisiografía de sierras y valles paralelos calidad tipo, esta unidad cubre discordan-
típicamente se atribuye al evento extensional temente a la Formación Báucarit y se aprecia
responsable del “fallamiento Basin and Range”, que está afectada, de acuerdo a Bartolini et al.
el cual según Radelli (2000b) se produjo entre (1991), por “NE-SW and NW-SE trending high
los 10 y los 6 Ma. afectando en el W de Sonora to moderate-angle, planar normal faults.
las rocas de la unidad volcánica Lista Blanca Blocks tilted to the west-southwest. NE-orien-
formada entre los 12.5 y los 10 Ma. En su lo- ted strike-slip faulting is also recorded…
32 M. VALENZUELA et al.
appears to pos-date the block-faulting movimiento entre las placas Pacífico y Norte
episode…faulting began after about 10.4±0.2 América antes de que se abriera el Golfo de
m.y…the episode of strike-slip faulting cannot California hace 4.5 Ma. Sin embargo, dado que
be placed at this time within a tectonic este tipo de modelos presentan problemas para
framework”. Este episodio precisamente es el conciliar la extensión que los mismos implican
escenario tectónico del sistema 2, lo que con respecto a aquella observada en la región
permite concluir que el fallamiento típico de la del golfo, Gans (1997) propuso la existencia de
“provincia Basin and Range”, al menos en la una serie de fallas de cizalla lateral, de rumbo
parte centro-occidental de Sonora, se dio en un NW y arregladas en echelón, para acomodar la
ambiente tectónico transtensional que generó mayor parte del citado movimiento. Con esto,
bloques basculados, en lugar de horsts y en el modelo de Gans (1997) (fig. 10) la Baja
grabens. California comenzó a desplazarse, conforme al
Como ya se mencionó, las fallas T del movimiento de la placa Pacífico hace
sistema Riedel 2 muestran un rumbo semejante aproximadamente 11 Ma., por medio del
al de las fallas P del sistema 3, por lo que éstas sistema de fallas citadas las cuales operaron
últimas pudieron muy bien reactivarse con una hasta hace ±4.5 Ma, cuando, con la apertura del
componente normal. Además, ésto llleva a Golfo, Baja California pasó a formar parte de la
considerar se en algunoslugares fallas con esa placa Pacífico. Así, este modelo especulativo
orientación (aproximadamente NW-SE a cubre el período de funcionamiento de nuestro
NNW-SSE) sean abundantes porque a las P del sistema Riedel 2.
sistema 3 ya existentes se sumaron las de Aquí, es importante mencionar que de
sistema 2. Por ejemplo, Gans (1997) describe acuerdo a Atwater (1998) el límite entre las
en la región de Santa Rosa fallas con tal placas Pacífico y Norte América nunca fue
orientación, separadas muy homogéneamente solamente transforme, incluyendo siempre una
entre 2 y 4 km, situación que se observa componente extensional lo que se derivó del
claramente en la imagen de satélite hecho de que el vector de movimiento relativo
correspondiente (fig.11). entre esas placas nunca fue paralelo a la costa
sino que se orientaba más al Oeste. Además,
Durante el período de formación de la planteó que el movimiento en el Mioceno se
unidad volcánica Lista Blanca (±12 a ±10 Ma) orientaba N60ºW, un valor curiosamente muy
se pudieron dar las condiciones para que se cercano al rumbo N67ºW calculado para las
generara el Sistema Riedel 2 – y de hecho ya fallas maestras del sistema Riedel 2 (tabla 3).
han sido propuestos escenarios (por ejemplo, Además en las primeras etapas de
Gans, 1997) que implican que existió un desarrollo del sistema 2 las fallas R debieron
régimen tectónico de cizalla lateral en tal dominar sobre otros tipos y estas deben
intervalo de tiempo. La mayoría de los encontrarse en las inmediaciones del Golfo de
modelos propuestos para explicar la interacción California, si es que en esa región
de las placas en esta región del continente, verdaderamente inició. Aunque existen pocos
como el modelo de Nicholson et al. (1994) afloramientos en tal región, esta relación se
mostrado en la figura 21, postulan que al comprueba entre Baía Kino y Puerto Libertad
término de la subducción, hace aproxima- donde hay un grupo de sierras levantadas por el
damente 12.5 Ma, se generó la falla transforme sistema 1 más joven. En ellas Stewart y
Tosco-Abreojos a lo largo de la cual se dio el Roldán-Quintana (1994) muestran una serie de
M. VALENZUELA et al 33
fallas de desplazamiento lateral posiblemente que cortan a las cuencas en que se depositó la
derechas, cuyo rumbo y sentido de Formación Báucarit.
desplazamiento corresponden a las fallas R del Estos casos ilustran que existen evidencias
sistema 2. Hay que mencionar, sin embargo, de campo que respaldan lo encontrado en el
que dichis autores las consideraron como el presente trabajo en el sentido de que el
evento de fallamiento más joven que ha fallamiento normal de orientación aproximada
afectado Sonora y lo relacionaron con la N-S corresponde al evento más joven. En
apertura del Golfo de California. Pero, como realidad, esto significa que este es el asociado a
hemos demonstrado, este evento más joven está la operación del sistema Riedel 1 pues,
asociado al sistema Riedel 1 y no al 2 que en redundando, tales fallas normales pertenecen a
aquí estuvimos tratando. él, y en consecuencia, más que un escenario
extensional clásico se trata otra vez de uno
transtensional.
RELACIONES TEMPORALES
En la imagen de satélite que cubre la región
DEL SISTEMA RIEDEL 1
de Guaymas se aprecian rocas de naturaleza
basáltica, esencialmente de actitud horizontal,
Las fallas T de este sistema son las que
limitadas en algunos lugares por fallas T del
permiten esbozar la edad del mismo. Como se
sistema 1. Estas rocas se identificaron en el
estableció en el apartado 5.1, las fallas T del
margen Oeste del Valle de Guaymas, por el
Sistema Riedel 1 se orientan desde unos
flanco E de la sierra de Santa Úrsula, así como
cuantos grados hacia la izquierda hasta unos
más al W en las cercanías de la costa en la
cuantos a la derecha de la línea N-S. Estas
mesa El Parapeto y al NW de la sierra María
estructuras tensionales son planas y funcionan
del Carmen (Fig. 11). Se ha considerado que
como fallas normales con echados de altos a
estas rocas se formaron entre los 6 y los 8
moderados. El análisis de las imágenes de
m.a.a.p. y que tienen una relación con la
satélite revela que en muchos lugares estas
apertura del Golfo de California (Sheridan y
fallas cortan el grano estructural previamente
Wilson, 1979). Este evento geológico produjo
existente.
una rotación en la dirección de los esfuerzos
En distintas partes del estado, varios autores
tectónicos en el sentido de las manecillas del
han descrito rasgos estructurales que ahora
reloj (e.g., Fletcher y Munguía, 2000), lo cual
podemos atribuir a esta familia de fallas,
es compatible con el cambio de orientación de
asignándolas siempre al evento tectónico
las familias de fallas del sistema Riedel 1 con
distensivo más joven. Por ejemplo, Valenzuela
respecto al sistema 2 previo de este trabajo.
(2000) en el área de Carbó reportó una gran
Por otra parte, según Atwater (1998) el
falla normal N-S y otras de menor dimensión y
movimiento de placa que imperaba en el
lineamientos que se desvían de 4º a 8º hacia
Mioceno con orientación N67ºW, cambió hace
ambos lados de dicha dirección. Chaulot-
aproximadamente 8 m.a. a una orientación
Talmon (1984), con base en un análisis
N37ºW, es decir, rotó en sentido de las
microestructural, reconoció para el área de
manecillas del reloj. Similar relación guarda el
Yécora y otras partes de la Sierra Madre
sistema Riedel 1 con respecto al 2 que lo
Occidental, la existencia de dos fases tectónicas
precedió. Por lo tanto, se considera factible que
distensivas la más joven de las cuales, según
el sistema 1 inició su funcionamiento con la
Cochemé y Demant (1991), corresponden a
apertura del Golfo de California hace aproxi-
fallas normales de rumbo N10ºW a N20ºE y
34 M. VALENZUELA et al.
M. VALENZUELA et al 35
4b). Por otra parte, Longoria (1994) presenta sospechosamente semejantes a las del sistema
una compilación de fallas y lineamientos Riedel 3 de este trabajo. Radelli (1997) reporta
mayores postulados para todo el país, entre los que en la mina Mesa Rica, ubicada en la Sierra
que se encuentran el lineamiento o megacizalla Madre Occidental (SMO) en el municipio de
Walper alcanzando a Sonora con una orienta- Sahuaripa, la mineralización se da en vetas de
ción similar a la de las fallas R del sistema hasta varios metros de espesor, que rellenaron
Riedel 3 de este trabajo. fallas orientadas algunas NW-SE, otras NE-SW
En consecuencia, todo esto lleva a pero la mayoría con un tren casi E-W. Esta
plantearse la interrogante acerca de si el sistema mineralización está relacionada a la formación
Riedel 3 aprovechó un grano estructural de una caldera, tal vez en su etapa resurgente,
generado desde el Mesozoico. asociada a la secuencia riolítica-ignimbrítica
En el Sur del estado, aproximadamente a 21 oligocénica de la SMO.
km al NW de Álamos, Thoman y Rodríguez Una relación en cierta forma similar
(2000a y b) establecen para el depósito de guarda la mineralización de El Sauzal, también
cobre Piedras Verdes que está asociado a un en la SMO pero en Chihuahua, en las
cuerpo porfídico laramídico emplazado en una inmediaciones de sus límites con los estados de
zona de fracturas pre-existentes orientadas Sonora y Sinaloa. El yacimiento de El Sauzal
aproximadamente E-W. Expresan que en ese se encuentra en la sucesión riolítico-
lugar se distingue una clara fábrica de ignimbrítica conocida en la región como
orientación E-W definida por foliaciones, fallas “secuencia volcánica superior” de edad
y la orientación del yacimiento mineral oligocénica y de acuerdo a Rosas y Castillo
asociado al pórfido granodiorítico, además de (2000) la mineralización se asocia a fallamiento
que al W de éste último una “zona tectónica regional E-W al igual que otros depósitos de la
regional con rumbo este-oeste se indica por SMO, mencionando además fallas regionales
medio de fallas, cataclasitas y milonitas”. En la N-S. Sin embargo, es un hecho conocido que
figura 15 se aprecian claramente otros tipos de en la SMO éstas últimas fallas son más jóvenes
estructuras con orientaciones como la del que la mineralización. Sellepack (1997) en su
sistema 3 en el área. La edad K-Ar del pórfido estudio de El Sauzal estableció, con base en dos
en cuestión la indican como 62.2±1.6 Ma y dataciones de 40Ar/39Ar, que la mineralización
establecen que las fallas E-W cortan igualmente tiene una edad de aproximadamente 30 Ma es
al denominado batolito de Álamos también decir cercana al límite entre el Oligoceno
laramídico. Sin embargo, esto requiere de Temprano y Tardío, y que además se concentra
mayor escrutinio pues el escenario geológico en la intersección de fallas NW y NE,
del pórfido de Piedras Verdes parece sugerir coincidentes con las orientaciones de las
una posición cronoestratigráfica más joven para cizallas P y R’ del Sistema 3 de este trabajo.
el mismo, tal vez eocénica. De cualquier Así mismo, Sellepack (1997) estableció que el
forma, es curioso el hecho de que este pórfido sistema hidrotermal que dio origen al
esté emplazado en una falla “que abrió espacio” yacimiento de El Sauzal se desarrolló
orientada E-W al igual que las fallas T del posiblemente en asociación con un evento
Sistema 3 de este trabajo. extensional regional. Este evento pudo corres-
Por lo que se refiere al Oligoceno, encon- ponder a una transtensión izquierda.semejante a
tramos evidencias que sugieren que la la del sistema Riedel 3.
mineralización estuvo asociada a estructuras De hecho, El Sauzal se ubica al E de las
38 M. VALENZUELA et al.
que en la carta se aprecian más fácil en virtud el comportamiento en tijera de las fallas
de que muestra más unidades (por ejemplo. el limitantes. Una caracterís-tica de este bloque,
Mesozoico y el Paleozoico) afectadas por el además de la escasez de fallas T, es la
fallamiento. En sí, el límite N del bloque Rayón abundancia de afloramientos de granitoides
está bien definido por la estructura que se laramídicos (Fig. 13) siendo más amplios a
denomina aquí como falla La Golondrina- medida que se procede de W a E en el mismo,
Banámichi, indicada en la figura 13, la que lo que puede también atri-buirse al
consta de dos segmentos. El primero de ellos, basculamiento mencionado. El más grande de
al Oeste corre por las inmediaciones del rancho ellos corresponde al que corre des-de Mazatán
La Golondrina y se compone de una serie de hacia el Norte pasando por el así llamado
estructuras E-W más pequeñas que se muestran Batolito de Aconchi (incluyendo la región de
en la figura 8 como A40, A17, A41 y C17. Este los granitos de dos micas). Rela-ciones
segmento está separado por un afloramiento de geológicas que sugieren que pre-cisamente el
granitoide (junto a C17 en la fig. 7) del bloque Rayón bajó y el bloque al Norte subió
segmento Banámichi, que pasa por las (Fig. 14) como son: (1) en el bloque Rayón
cercanías de la localidad de ese nombre en el los afloramientos son escasos y abundantes al
río Sonora. La interrupción de esta falla por N de la falla, (2) igualmente, al Norte abundan
elgranitoide es un efecto del fallamiento más los afloramientos del Com-plejo Metamórfico
joven (se demuestra porque el afloramiento de Bámori (Longoria et al. 1978) de su cubertura
granitoide está desplazado al Norte con dolomítico-arenácea y del Cámbrico, que al
respecto a la falla La Golondrina-Banámichi, e Sur son prácticamente Ya sabemos ya cuales
igual desplazamiento muestra el segmento C31 son los límites norte y sur de este bloque; hay
del lineamiento del río Sonora con respecto a su que examinar ahora sus límites Este y Oeste.
segmento C32). Entonces ahora podemos Descontando el efecto de fallamiento más
plantear que el bloque Rayón está definido por joven, tanto la falla Mazatán como la falla La
la falla Mazatán en el Sur y por la falla La Golondrina-Banámichi se pierden en el Golfo
Golondrina-Banámichi en el Norte (Fig. 13) y de California. Por lo tanto, el límite W del
elaborar más la idea del fallamiento en tijera mis-mo, y del bloque Rayón se encontraba en
(Fig. 14). Ya establecimos que en el área de un punto que ahora ocupa el Golfo de Cali-
Mazatán y al Este, el bloque Rayón, orientado fornia. Por las mismas causas, es entonces
E-W, subió con respecto al bloque al Sur a lo probable que la falla Agua Blanca-Mazatán
largo de la falla Mazatán. Es decir, su porción haya operado en el Oligoceno, cuando el arco
oriental subió, lo que implica que su parte estaba en la SMO y la región bajo
occidental debió haber bajado en relación con consideración estaba por tanto en la zona
los bloques vecinos. La falla Mazatán no paleogeográfica del frente del arco, y se
aflora en la costa, donde la reconocemos sólo reactivara, junto con otras fallas pre-existentes
por lineamien-tos magnéticos, lo que no ahora incluidas en el sistema 3, con el
permite comprobar tal relación. En cambio, la basculamiento en bloques.En cuanto al límite
falla La Golondrina-Banámichi en su porción Este del bloque Rayón, se tiene que el
occidental muestra desconocidos. La figura 15 basculamiento no alcanzó la actual SMO. La
muestra en forma esquemática las relaciones parte más oriental expuesta del bloque está
estructurales del bloque Rayón hasta ahora levantada, más sin embargo, la zona de
indicadas, es decir su bascu-lamiento E-W por mayor levantamiento corresponde a la
M. VALENZUELA et al 41
42 M. VALENZUELA et al.
región que pasa, transversalmente al bloque, fallas Benjamín Hill hay una franja E-W en
por el batolito de Aconchi y los granitos de que son muy escasos los afloramientos de
dos micas. Esto sólo pudo permitirlo una granitoides laramídicos y es seguida por
falla, ahora disimulada por procesos otra franja también E-W en que vuelven a
posteriores (y tal vez reactivada en alguno ser relativamente abundantes dichos
de los sistemas Riedel más jóvenes) ubicada granitoides. Sin embargo, esas zonas
entre dicho batolito y la región de requieren de mayor estudio para establecer
Moctezuma al Oeste de la sierra La Madera. sus relaciones tan claramente como en el
En esta falla, el bloque al Oeste sube y el bloque Rayón.
ubicado al Este baja relativamente.
La presencia del bloque Rayón y las Además, lo aquí expuesto pone en
zonas de fallas Benjamín Hill y La evidencia la naturaleza real de la estructura
Colorada-Bacanora que lo limitan sugieren que había sido confundida con una “cuenca
la posibilidad que existan más bloques de E-W” (el caso de la Columbia Metals
este tipo en el estado. Por ejemplo, si se Corporation mencionado arriba) con rocas
observa la figura 13 se tiene que triásicas y paleozoicas en la zona de fallas
inmediatamente al Norte de la zona de La Colorada-Bacanora.
M. VALENZUELA et al 43
S.L.R.C.
B. C.
112º
yta
ono
E.U.A.
R. S
Nogales Agua Prieta
o
o
c
m
Se
Plo
A.
ar
El
Al t
ras
A.
R.
Caborca
R. Fr onte
R. Asunción
CHIHUAH
R. Bavispe
R. Magdalena
R. San Miguel
GO
R. Sonora
LF
R. Moctezuma
R. Bacoachi
O
UA
R. Zanjón
DE
CA
LIF
R.
O
Aro
RN
R.
Hermosillo
s
IA
Sah
0 25 50 75 100 200 km
pe
u
áta
arip
R. M
a
i
aqu
R. Y
28º 28º
A. Los Cerros
Guaymas
o
M ay Navojoa
R.
R.
Ála
mo
s
SINALOA
Calles-El Novillo) y el río Los Cedros entre ellos y el grupo de ríos mencionados
(alimentador de la presa A. Ruiz Cortines) arriba debe haber una inflexión para
antes de que ambos modifiquen su curso permitir el cambio de pendiente.
para orientarse más NE-SW para Alternativamente, en el caso del Bavispe,
desembocar en el Golfo de California (Fig. puede ser que sus tramos de distinto sentido
16). Siendo más precisos, la dirección de correspondían a corrientes superficiales
estos ríos varía entre NNW-SSE y N-S y se distintas y que se reunieron en una sola al
confirma que la pendiente regional a lo capturar la que fluía de Norte a Sur a la
largo de los mismos está inclinada otra. Una combinación de los dos casos es
aproximadamente al Sur. muy factible.
Un caso relativamente opuesto lo Una primera relación entre estas
representan, en el extremo oriental del corrientes y los sistemas Riedel se obtiene
estado, el río Bavispe, en su curso al oriente de la orientación de las mismas. Cuando se
de la sierra San Diego-El Tigre-Pilares de observan a escalas muy pequeñas, es decir a
Teras, y el río Aros, afluente del Bavispe al escala muy regional como la de la figura 16,
Sur de Granados, que corren del SE al NW, se tiene que el primer grupo de ríos
así como los ríos Sahuaripa y Bacanora mencionado corren con las mismas
(Fig. 16). Entonces estas corrientes indican orientaciones de las fallas T de los sistemas
una p endiente regional en esa dirección y 1 y 2, y lo hacen obviamente siguiendo los
M. VALENZUELA et al 45
valles generados por ellos, aunque en tra- que antes se mencionaba. Un caso similar
mos van por fuera de los mismos y a veces corresponde a una fractura N-S. Por
hasta transversalmente a las sierras, punto al necesidad, este es un evento muy reciente e
que regresaremos más adelante. El otro grupo implica cambios en la red de corrientes. El
de corrientes burdamente se aproxima a las drenaje en esa parte se está ajustando a
orientaciones de las fallas R del sistema 1. nuevas condiciones.
A escalas más grandes, se reconoce que Otra característica peculiar encontrada,
éstas, y otras corrientes de menor y que arroja luz acerca de la evolución del
importancia, siguen orientaciones de drenaje, es la divisoria local entre dos
acuerdo a otras estructuras de los sistema corrientes opuestas como la que se
Riedel de este trabajo. encuentra en el área al Noroeste y Norte del
Por ejemplo, el río Sonora sigue una Oasis por la carretera Hermosillo-Nogales.
estructura R’ del sistema 3 en su trayectoria La línea punteada indica la divisoria entre el
entre Mazocahui y Hermosillo. El río arroyo Pozo Crisanto en el Sur y El Carrizo
Yaqui en el tramo entre su intersección con en el Norte. En este caso, al erosionar estos
el río Sahuaripa y la presa P. Elías Calles, arroyos hacia sus cabeceras, eventualmente
sigue una trayectoria que, si bien sinuosa, es uno va a capturar al otro, el cual revertirá el
similar a la anterior La relación de las sentido de su flujo y entonces su cuenca
corrientes con elementos de los sistemas drenará hacia el primero. Esto está muy
Riedel no es fortuita en todos los casos, es cercano, en términos geológicos, de ocurrir:
decir, no es solamente porque comenzaron a El arroyo Pozo Crisanto capturará a El
erosionar a lo largo de estructuras ya Carrizo. Lo que es de llamar la atención es:
existentes. Para ilustrar esto recurriremos a (1) lo recto de la divisoria y su orientación;
las áreas con amplia cobertura de y, (2) que el río El Zanjón es paralelo al
sedimentos no consolidados (rellenos de arroyo Pozo Crisanto y que sus tributarios
valles) como por ejemplo la Provincia curvados en las cercanías de Querobabi son
Fisiográfica del Desierto. En una amplia- más o menos paralelos al arroyo El Carrizo.
ción de la imagen de la sierra de Santa Rosa Nótese que el arroyo El Mezquite
de área de Caborca se aprecia claramente presenta la misma orientación que la
como un arroyo en el aluvión del valle al divisoria recién señalada y antes de alcanzar
oriente de la sierra Santa Rosa se orienta E- a El Zanjón abruptamente se curvea al SE y
W alineado con una fractura en la sierra, entonces se une a dicho río. Entonces éste
muy evidente sobre todo en el flanco último capturó a El Mezquite. Exactamente
occidental de la misma. Igualmente, en el las mismas relaciones presenta un arroyo
mismo valle oriental, se aprecia que el paralelo a éste último inmediatamente al
flanco de las pequeñas lomas de sedimentos NW. En consecuencia, como ya habíamos
no consolidados pliocuaternarios que men- dicho, la pendiente regional es al SSE y El
cionábamos en párrafos anteriores, es muy Zanjón ha crecido por erosión de su
recto y se orienta también E-W. Ese flanco cabecera hacía el NNW hasta que capturó a
está bordeado por aluvión reciente. La única los tributarios ubicados cercas de Quero-
forma de producir estos dos casos es babi. Este proceso prácticamente lo estamos
mediante una “fractura” E-W en los viendo suceder en el caso de los arroyos
sedimentos sin consolidar, misma que Pozo Crisanto y El Carrizo. La divisoria
probablemente se debe a una fractura en la recta entre ellos corresponde a un tramo de
roca infrayaciente que se propagó a la la divisoria entre la cuenca del río
superficie al darse el levantamiento regional Concepción-arroyo Coscópera en el NW y
46 M. VALENZUELA et al.
la cuenca del Río Sonora por el SE. corrientes hacia sus cabeceras.
Una situación similar se presenta en la En la interpretación que aquí se
fig. 17. Es una porción de la divisoria entre presenta el levantamiento y los cambios de
la cuenca del río Sonora por el NW pendientes regionales que hemos descrito se
(subcuenca del arroyo La Poza) y la del río dieron por dicho proceso, en el que el
Mátape al SSE de Hermosillo. Igual que en “bizagreo” entre las áreas de pendiente
el caso anterior corresponde a una línea contrastante se dio a lo largo de orienta-
prácticamente recta que se genera en áreas ciones como la mencionada al final del
de sedimento no consolidado. Además, al párrafo anterior y a lo largo de fallas R’ del
ser una divisoria, dicha línea es sistema Riedel 3 (cuyas orientaciones son
relativamente más elevada que el terreno a parecidas) que ya existían obviamente y
los lados. Es claro que estas divisorias en fueron aprovechadas. Por lo tanto, estas
material sin consolidar se deben a últimas (combinadas con las condiciones de
diferencias en pendientes a sus lados, pero pendiente) son las que permitieron que
la cuestión es por qué los cambios de ciertos cursos superficiales atravesaran las
pendientes. sierras y pasaran de un valle al otro (vía la
La divisoria del último caso (fig. 17) captura de corrientes), como los ejemplos
presenta la misma orientación que la falla ya mencionados del río San Miguel, Sonora
C31 (fig. 4) es decir la fractura del río y la porción del Yaqui entre la presa El
Sonora que representa una estructura R’ del Novillo y su punto de confluencia con el río
sistema Riedel 3, como discutido más Sahuaripa.
arriba. La diferencia es que en el caso de La evidencia de que este ha sido un
este último río la fractura en cuestión (C31) fenómeno muy reciente lo da el hecho de
representa lo opuesto a la divisoria, es decir que los rasgos en los sedimentos no
una parte baja (la más baja de la cuenca en consolidados no han sido borrados por la
este caso) a la que fluyen todas las demás misma erosión de las corrientes y porque no
corrientes. Luego, la divisoria entre los terminan de ajustarse las líneas de
arroyo el Pozo de Crisanto y El Carrizo corrientes y los patrones de drenaje que
presenta una orientación ligeramente forman a las nuevas condiciones. Todavía
distinta a las R’ del Riedel 3. Su se pueden apreciar sitios donde se está muy
orientación exactamente corresponde a la cerca de haber captura e inversión de
dirección de los ejes de anticlinales que se corrientes (fig. 17 y 18). Finalmente, hay
generaría en un sistema Riedel como el que puntualizar que, adicionalmente a las
derecho 1 de este trabajo si desarrollara R’ del sistema 3, también otras estructuras
pliegues en echelón. Estos pliegues se de dichos sistemas fueron aprovechadas
pueden formar en etapas tempranas de cuando se dio este evento geotectónico
deformación de la cubierta de fallas asociado al sistema Riedel1.
laterales (Wilcox, Harding y Seely, 1973).
En este caso no tenemos pliegues,
DISCUSION Y CONCLUSIONES
solamente flexuras muy leves que marcan
cambios sutiles de pendientes. El encontrar Por sus orientaciones, y con base en las
estas orientaciones puede significar una relaciones teóricas de un sistema Riedel, los
reactivación del sistema Riedel 1 dado que lineamientos y otros rasgos estructurales
las divisorias (flexuras) son rasgos muy lineales reconocidos en el presente trabajo,
jóvenes lo que se concluye del hecho de no tanto en las imágenes de satélite así como
haber sido borradas por erosión de las en la cartografía geológica y geofísica, son
M. VALENZUELA et al 47
Figura 17. Porción de la divisoria entre las cuencas de los ríos Sonora y Mátape en la
cabecera del arroyo La Poza.
compatibles con los tres sistemas Riedel Aquí, es importante destacar que, dado
propuestos. La escala regional de estos el alcance de este trabajo, un aspecto no
sistemas se hace evidente, aparte por el abordado por el mismo, fue lo relativo a
tamaño de las estructuras que comprenden, esbozar la cantidad de distensión o
por haberse reconocido en el curso de esta deformación que implican cada uno de los
investigación no solamente en Sonora, sino sistemas identificados. Esto es un asunto
también en la parte septentrional de Sinaloa muy importante, pues comúnmente se
y occidental de Chihuahua. En cuanto a las considera al NW de México y el SW de
dimensiones de los rasgos estructurales que Estados Unidos como una de las regiones
comprenden, hay que precisar que es difícil que ha sufrido mayor extensión en el
determinar su tamaño original, pues muchos Terciario, un hecho que no ha sido
han sido desarticulados y/o reactivados por satisfactoriamente explicado a la fecha.
los eventos más jóvenes. Sin embargo, La distensión en Sonora, especialmente
algunos son notables por su longitud como la del Mioceno, se ha interpretado
por ejemplo el lineamiento del río Sonora básicamente como función del fallamiento
que ha sido aquí reconocido más allá del río normal, es decir, no se considera la
en cuestión. posibilidad de un escenario transtensivo.
48 M. VALENZUELA et al.
Figura 18. Área con múltiples evidencias de inversión y captura de corrientes (A) a
135 km al NW de Hermosillo. Note la alineación del arroyo El Bamuri con la
corriente al S que fluye en dirección contraria.
predecesores, tales como las estructuras probable a juzgar por rasgos del oriente y
mesozoicas que Titley (1976) reportó para centro de la entidad. Es claro que se re-
el SW del vecino Arizona y como la quiere de mucho trabajo adicional para tra-
megacizalla Mojave-Sonora o inclusive el tar de esclarecer su relación con las cuencas
fallamiento eocénico y oligocénico. donde se depositaron los sedimentos conti-
La relación de este sistema con tales nentales y volcánicas asociadas del Tercia-
estructuras no es clara. rio medio.
Además, se desconoce el inició de este De cualquier forma, además de su
sistema y si su operación fue continua o si importancia tectónica y en las recons-
siempre fue de carácter transtensional o trucciones y modelos evolutivos, los siste-
tuvo episodios del tipo transpresional, lo mas de este trabajo tienen gran relevancia
cual es bastante para la exploración por agua y yacimientos
minerales.
Geology of the Yécora area, lifornia. Tectonics, vol. 19, no. 16,
northern Sierra Madre Occidental, p. 1107-1123.
Mexico. En: PEREZ-SEGURA, E., FERNÁNDEZ AGUIRRE, M.A.,
JACQUES-AYALA, C., (eds.): ALMAZÁN VÁZQUEZ, E., 1991.
Studies of Sonoran Geology: Geo- Carta geológica Arivechi. Direc-
logical Society of America, Special ción General de Fomento Minero
Paper 184, p. 81-94. del Estado de Sonora e Instituto de
COLUMBIA METALS CORPORATION Geología de la UNAM, escala
LIMITED, s/f. El Carmen Gold 1:50,000.
Property. 3 pp.http://www.columbia FERNÁNDEZ AGUIRRE, M.A., MON-
-metals.com/properties/elcarmen. REAL SAAVEDRA, R., GRI-
html JALVA HARO, A.S., 1993. Carta
DEMANT, A., PAZ-MORENO, F.A., Geológica Sonora Escala 1:500,000.
COCHEMÉ, J.J., 2000. El volca- Secretaría de Desarrollo Económico
nismo terciario y cuaternario en el y Productividad del Estado de
noroeste de México: Evolución de Sonora y Centro de Estudios Supe-
las fuentes mantélicas en relación riores del Estado de Sonora.
con los cambios geodinámicos. En: FREUND, R., 1974. Kinematics of
CALMUS, T., PÉREZ-SEGURA, transform and transcurrent faults.
E., (eds.). Cuarta Reunión sobre la Tectonophysics, vol. 21, p. 93-134.
Geología del Noroeste de México y FRIEDMAN, J.D., 1997. Coincidence of
Áreas Adyacentes. Libro de Resú- N.50º-58ºW. trends in geologic
menes. Hermosillo, Sonora, Marzo 6 mapping, magnetic and gravity
a 8 del 2000, p. 24-18. anomalies, and lineaments in the
DUBOIS, S.M., SMITH, A., 1980. The Northern Paradox Basin, Utah and
1887 earthquake in San Bernardino Colorado. En: Friedman, J.D., Huf-
Valley, Sonora: Historic accounts fman, A.C., (eds.), Laccolith Com-
and intensity patterns in Arizona. plexes of southeastern Utah: Time
State of Arizona, Bureau of Geology of emplacement and tectonic setting:
and Mineral Technology, Special Workshop Proceedings. U.S. Geolo-
Paper No. 3, 112 pp. gical Survey Bulletin 2158, p. 45-49.
ESPINOZA MALDONADO, I.G., 1989. http//pubs.usgs.gov/bul/b2158/b215
Los fundamentos teóricos de los 8-7.pdf
sensores remotos y la interpretación GANS, P.B., 1996. Large-magnitude
geológica de una imagen Landsat Oligo-Miocene extension in
path 36-row 39. Universidad de southern Sonora: implications for
Sonora, Tesis de Licenciatura, nov. the tectonic evolution of northwest
1989. Mexico. EOS Transactions, AGU,
FLETCHER, J.M., MUNGUÍA, L., 2000. vol. 77, p. 641.
Active continental rifting in GANS, P.B., 1997. Large-magnitude Oli-
southern Baja California, Mexico: go-Miocene extension in southern
implications for plate motion Sonora: implications for the tectonic
partitioning and the transition to evolution of Mexico. www.geol.
seafloor spreading in the Gulf of Ca- ucsb.edu/faclty/gans/mexico/sr.html
M. VALENZUELA et al 53
GIDON, M., 1987. Les structures tecto- mentologic and structural evidence.
niques. France: Bureau de Recher- En: CALMUS, T., PÉREZ-
ches Géologiques et Minières, Ma- SEGURA, E., (eds.). Cuarta Reu-
nuels et méthodes nº 15, 206 pp. nión sobre la Geología del Noroeste
GOODELL, P.C., S/F. PHILIP C. de México y Áreas Adyacentes.
GOODELL. University of Texas at Libro de Resúmenes. Hermosillo,
El Paso, Department of Geological Sonora, Marzo 6 a 8 del 2000, p. 46-
Sciences. 48.
http://www.geo.utep.edu/Faculty LAUBSCHER, H., 1988. Material balance
Staff/goodell.html. in Alpine orogeny. Geological So-
HARDING, T.P., VIERBUCHEN, R.C., cieyt of America Bulletin, vol. 100,
CHRISTIE-BLICK, N.C.,1985. p. 1313-1328.
Structural styles, plate-tectonics set- LIVACCARI, R., GEISSMAN, J.W., 2001.
tings, and hydrocarbon traps of Large-magnitude extension along
divergent (transtensional) wrench metamorphic core complexes of
faults. En: BIDDLE, K., T., western Arizona and southeastern
CHRISTIE-BLICK, N., (eds.): California: Evaluation with paleo-
Strike-slip deformation, basin for- magnetism. Tectonics, vol. 20, no.
mation and sedimentation. Society 5, p. 618-648.
of Economic Paleontologists and LONGORIA, J.F., 1994. Recognition and
Mineralogists, Special Publication characteristics of a strike-slip fault
no. 37, p. 51-78. system in Mexico and its Mesozoic
HUMHOEFER, P.J., DORSEY, R.J., transpressional regime: implications
WILLSEY, S., MAYER, L., in plate tectonics and paleogeo-
RENNE, P., 2001. Stratigraphy and graphic reconstructions. Bol. Depto.
geochronology of the Comondú Geol. Uni-Son, vol. 11, no. 1, p. 77-
Group near Loreto, Baja Califoria 104.
sur, Mexico. Sedimentary Geology, LONGORIA, J.F., GONZÁLEZ, M.A.,
vol. 114, p. 118-147. MENDOZA, J.J., PÉREZ, V.A.,
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍS- 1978. Consideraciones estructurales
TICA, GEOGRAFÍA E INFORMÁ- en el Cuadrángulo Pitiquito-La
TICA, 1993. Estudio hidrológico Primavera, NW de Sonora. Bol.
del estado de Sonora. 185 pp. Depto. Geol. Uni-Son, vol. 1, no. 1,
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÌS- p. 61-67.
TICA, GEOGRAFÍA E INFORMÁ- MIRANDA-GASCA, M.A., DE JONG,
TICA, 2000. Carta Topográfica, K.A., 1992. The Magdalena mid-
Imagen Digital, Escala 1:180,000, Tertiary extensional basin. En:
Serie II. CLARK, K.F., ROLDÁN-QUIN-
JAVA CONSOLIDATED INC., 1997. TANA, J., SCHMIDT, R.H., (eds.),
Bautista and Cachora proyects. Jaba Geology and mineral resources of
News Release Nov. 1997. the northern Sierra Madre Occi-
http://www.imdex.com/z_ConsJaba. dental, Mexico. Guidebook, 1992
htm Field Conference: El Paso, Texas, El
JACQUES-AYALA, C., 2000. Deletion of Paso Geological Society, p. 337-
the Mojave-Sonora Megashear as a 384.
terrane boundary: stratigraphic, sedi- MONREAL, R., 1989. Regional stratigra-
54 M. VALENZUELA et al.