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PERCONTARI

Año I • Nº 1• Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • mayo 2014

La felicidad
Revista del Colegio Abierto de Filosofía

1
Colegio
Abierto de
Filosofía
Percontari es una revista del Colegio
Abierto de Filosofía. EDITORIAL
Filosofar significa estar en camino. Sus
preguntas son más esenciales que sus
respuestas y toda respuesta se convierte Preguntando sobre la felicidad
en nueva pregunta.
Karl Theodor Jaspers
En tiempos que celebran la frivolidad y menosprecian
Dirección
el trabajo intelectual, Percontari aparece para ofrecer una
Enrique Fernández García
opción distinta. Esta publicación del Colegio Abierto de
Consejo Editorial
Filosofía asume la tarea de provocar al semejante, con-
H. C. F. Mansilla
Roberto Barbery Anaya
tribuir a que piense por su propia cuenta. Es cierto que
Blas Aramayo Guerrero no hay originalidad en nuestro cometido, pues ésa fue la
Alejandro Ibáñez Murillo pretensión de numerosas personas. Pese a ello, estamos
Andrés Canseco Garvizu
seguros de que un proyecto como éste nunca será inútil.
Ilustración Sea como individuos o en la condición de asociados a
Juan Carlos Porcel un grupo cualquiera, el razonamiento no puede sino ser
Seguimiento editorial provechoso. Gracias a su ejercicio, afrontamos problemas
Gente de Blanco de diversa índole, pero también, cuando nos acompaña,
DL: 8-3-39-14 nuestra existencia se torna más grata.
Tal como lo señala Jaspers, las preguntas de la filosofía
Colaboran en este número son más esenciales que sus respuestas. La disciplina consa-
Alfonso Roca Suárez,
grada por Sócrates es una búsqueda, un esfuerzo realizado
En búsqueda de la felicidad; para distanciarnos del error, las necedades, los despropó-
Luis Christian Rivas Salazar, sitos. Desde Tales hasta Bunge, los filósofos no quieren
Del amor como fuente ser sabios. Lo que procuran, por medio de interrogantes,
de felicidad o infelicidad;
dudas, conjeturas, refutaciones y críticas, es franquear el
Andrés Canseco, camino a la verdad. No es una labor sencilla; sin embargo,
La inquieta y egoísta felicidad;
su importancia es tal que, si se la hubiese relegado, los
Carolina Pinckert Coimbra, progresos del mundo habrían sido imposibles. Confiamos
La felicidad como una opción frente
al ineludible sufrimiento; en que, mientras haya gente con ánimo de cuestionar, las
Emma Lazcano,
mejoras serán factibles. Amparados en esta idea, usamos
Felicidad, vida y muerte; el término latino del cual deriva la palabra preguntar para
nombrar nuestra revista.
María Claudia Salazar Oroza,
La felicidad sin romances. En este primer número, el lector encontrará ensayos que
tienen un tema central: la felicidad. Los autores discurrie-
facebook.com/colegioabiertodefilosofia
revistapercontari@gmail.com
ron sobre dicho asunto en libertad y, además, conforme a la
revistapercontari.blogspot.com naturaleza del género literario que practican. Cada uno de
sus párrafos refleja ideas que son adoptadas por quien los
Con el apoyo de:
escribe; si bien las novedades son difíciles en este campo,
se ha intentado ser auténtico. En resumen, a lo largo de
las siguientes páginas, no se ofrecen recetas ni máximas
triviales; hay sólo la invitación al debate. Quizá tengamos
la suerte de no despertar bostezos.

E. F. G.

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En búsqueda de la felicidad
Alfonso Roca Suárez

D
e seguro, una de las aspiraciones algo distinto: ya no es X lo que pretendemos,
más anheladas por el ser humano es sino Y. Así es, ahora necesitamos algo más
conseguir la felicidad. ¿Quieres ser grande, necesitamos una dosis mayor. De esta
feliz? Con seguridad que muchos responde- manera, iniciamos una vez más nuestra carrera
rían a esta pregunta con un rotundo sí. En que no parece tener límite en un círculo vicio-
nuestra sociedad actual, todos parecen saber so; nos volvemos como hámsteres que corren
lo que quieren, y lo que quieren es ser felices. en una rueda hedonista. El individuo moder-
Ya sea de manera consciente o inconsciente, no destaca por una vida vacía, nada parece
muchos de nosotros corremos a través de la satisfacerlo; y así como dijo Epicuro: “Nada es
vida en una incansable búsqueda de la feli- suficiente para quien suficiente es muy poco”.
cidad. De ahí que no es de extrañarse que, En el diccionario de la Real Academia
a lo largo de la historia, cuantiosos filósofos, Española, felicidad está definida como un
pensadores y líderes de ideologías diferentes “estado del ánimo que se complace en la po-
hayan dedicado muchas horas de reflexión y sesión de un bien”, o como una “satisfacción”.
páginas de escritos sobre este tema que no La definición del diccionario español nos da
escapa del interés de ninguno. una pauta sobre dónde tiene puesta la mirada
Pero ¿qué es la felicidad? Responder esta el individuo moderno y confirma de alguna
pregunta resulta una tarea compleja. Antes manera lo errado que se encuentra. Éxito,
que nada, es necesario disipar la neblina de placer, aventura, adrenalina: la felicidad se
confusión arrojada por la cultura moderna confunde con un choque de neuroquímicos
que cubre el significado de esta palabra. en el cerebro.
Nuestro entendimiento de la felicidad ha No es de extrañarse que vivamos en una
sido transformado y confundido por un sociedad matizada por el egoísmo de sus
mundo consumista. El mercado nos ofrece miembros, si la definición de la felicidad gira
todo tipo de productos y crea en nosotros en torno a la satisfacción personal. Todo lo
lo que podríamos llamar necesidades inne- que hay a nuestro alrededor, inclusive otras
cesarias. “Si tan sólo pudiera comprar ese personas, se convierten en simples medios
auto último modelo, sería feliz”; “todo lo que para alcanzar nuestros objetivos. ¿Por qué si
quiero es poder comprar un apartamento”; “si el objetivo de la vida es la felicidad, entendida
pudiera comprar el último celular”; “quisiera como un sentimiento interno de satisfacción,
poder pasar mis vacaciones en el caribe”; debo sacrificar mis deseos por el bienestar de
“quisiera conseguir un mejor trabajo y ganar otros?
más dinero”. Esas personas pronto se dan cuenta que
Todos los deseos del individuo moderno las normas morales no son otra cosa que
parecen una copia de la estructura “si tan obstáculos que los esclavizan y privan de la
solo tuviera X, sería feliz”, en donde, una vez búsqueda de la satisfacción personal. Las
alcanzado el objeto de deseo X, sentimos un instituciones religiosas que promueven la
aparente, pero efímero, estado de felicidad que práctica de los valores morales se convierten
desaparece gradualmente. Cuando la libera- pronto en molestias. ¡Cómo pueden esas re-
ción de dopamina producida por el evento se glas de conducta tan estrechas tener algo que
esfuma, nos sentimos vacíos, miserables, insa- ver con la felicidad humana! Las restricciones
tisfechos. Entonces ponemos nuestros ojos en impuestas por la moral, en este sentido, son

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un atentado a la libertad del individuo; y, por estado mayor de gozo y realización. De igual
lo tanto, aparentan estar en directa oposición forma, el futbolista, médico o filósofo saben
a la felicidad. que la imposición de pequeñas restricciones
Sin embargo, el concepto moderno de producirá una libertad verdadera en sus dis-
felicidad está completamente errado. Para tintos campos. En su libro La razón de Dios,
retomar el sendero correcto, debemos volver Timothy Keller nos habla de restricciones
a la ideología de la Antigüedad que distan- que liberan, las cuales no solamente produ-
cia en gran manera de la noción moderna. cen en nosotros “un mayor poder y alcance
Tanto los filósofos de la antigua Grecia como para nuestras habilidades”, sino también “una
Aristóteles o los sabios de la época del An- mayor felicidad y realización”. De acuerdo
tiguo Testamento, como Salomón, tenían un con Keller, “la libertad no consiste tanto en
entendimiento de felicidad muy distinto; no la ausencia de restricciones sino en encontrar
era un mero sentimiento de placer depen- las correctas, las restricciones liberadoras”, las
diente de circunstancias externas. Este tipo cuales, es fundamental resaltar, son “aquellas
que se ajustan a la realidad de nuestra natu-
de sentimiento es superficial y fugaz. Para los
raleza y el mundo”.
estoicos, así como Ellen Charry la describe,
la verdadera felicidad es “el gozo del ser que Pero ¿cómo saber cuáles restricciones se
viene de la convicción de que uno está vi- ajustan a nuestra naturaleza y el mundo?
viendo una vida basada en principios de la Llegado a este punto, es evidente que el
más alta integridad”. La verdadera felicidad conocimiento de ciertas verdades metafísicas
es una vida con integridad caracterizada por se vuelve menester en la búsqueda de la fe-
la sabiduría y la virtud. licidad. ¿Qué es el ser humano?, ¿cuál es la
naturaleza de la realidad?, ¿somos el produc-
Para poder alcanzar esa felicidad, la perse- to del azar y un montón de átomos que han
cución desenfrenada de todos los deseos no venido revoloteando por milenios?, ¿existe
es del todo sensata. Si bien es cierto que la un telos, un propósito, una mente detrás de
libertad del individuo juega un rol importan- nuestros orígenes? Aquel que se aventura en
te en su felicidad, debemos considerar que esta misión deberá enfrentar estas cuestiones.
es necesario sacrificar ciertas libertades para Nuestra concepción de la felicidad debe estar
poder alcanzarla. Bajo esta línea, C. S. Lewis, alineada con una cosmovisión y, a su vez, esta
el famoso profesor de Oxford y Cambridge última debe corresponder con la realidad. No
de principios del siglo pasado, reflexiona: “... es posible ignorar la verdad del mundo. La
cualquier felicidad, incluso en este mundo, verdadera felicidad no es una simple ilusión
requerirá una gran cantidad de restricción en la mente del individuo. Aquellos que
[…].Toda persona sana y civilizada debe deciden vivir sus vidas en base a máximas
tener un conjunto de principios por los tales como “la ignorancia es la felicidad” han
cuales elige rechazar algunos de sus deseos decidido cerrar los ojos al mundo externo y
y permitir otros. Una lo hace sobre la base han quedado atrapados en una fantasía, sa-
de principios cristianos, otra por principios crificando de esta manera toda posibilidad de
higiénicos, otra por principios sociológicos”. encontrar la verdadera felicidad.
El pianista sabe que, para poder dominar Antes de finalizar esta reflexión, debo
sus destrezas y lograr el perfeccionamiento aclarar que, cuando hablamos de la felicidad
de la música, deberá consagrar numerosas como una búsqueda de la sabiduría y una vida
horas a la práctica, deberá imponerse algu- virtuosa, ciertamente esto no implica sacrifi-
nas restricciones, y sacrificar algunos de sus car toda forma de placer y satisfacción. Los
deseos en pro de un ideal mayor. Esto le pequeños placeres no son malos en sí mismos;
ayudará a pulir sus habilidades y, más adelan- no obstante, es pertinente recordar que son
te, le brindará una mayor libertad en su arte cosas secundarias y deben estar enmarcados
que, de otra manera, le resultaría imposible de manera que prevalezca lo correcto y la
alcanzar. Esta libertad le proporcionará un virtud. Somos libres de buscarlos en toda me-

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dida que estos no nos distraigan de las cosas énfasis en el placer decrece y pierde su atrac-
más importantes. Una vez más, C. S. Lewis tivo. La persona es capaz de ver más allá de sí
nos ilumina sobre el tema cuando dice que misma y dedicar su vida a una causa mayor.
“no se pueden obtener las cosas secundarias No debemos dejarnos distraer por pequeños
poniéndolas en primer lugar; puedes obtener placeres que, si bien pueden hacernos sentir
cosas secundarias poniendo las cosas prime- felices, no es ahí donde queremos detenernos.
ras en primer lugar”. La cultura actual trata Más bien lo que buscamos es ser felices.
de explotar la debilidad del ser humano por
los placeres y crea en nosotros un sentido de
insatisfacción. Sin embargo, cuando uno en-
tiende el verdadero concepto de la felicidad, el

Del amor como fuente de


felicidad o infelicidad
Luis Christian Rivas Salazar

E l amor, o por lo menos lo que se entien-


de como sentimiento amoroso, ha sido
lo suficientemente abordado por mentes crea-
Lo contrario, que Montaner con justa causa
llama “mala conciencia”, es decir y hacer cosas
que no nos gustan y que solamente lo hace-
doras y especulativas del mundo entero, desde mos porque los demás lo hacen o porque nos
los antiguos orientales, que nos mostraron las “conviene” o nos es “útil”. Acaso esta “mala
diversas maneras de demostrar el amor físico conciencia”, la incoherencia entre lo que uno
con el Kamasutra, pasando por el idealismo piensa y lo que uno dice o hace, se parece a
de Platón, hasta nuestros días, donde se habla la “mala fe” sartriana, donde el hombre busca
de un amor líquido con Bauman. El amor ha innumerables formas de conducta en las que
sido y es una fuente de felicidad o infelicidad, intenta escapar de “sí mismo”; una manera
según sea el caso. común y cotidiana de huir de la libertad y la
Por ahora podemos dejar de lado otras verdad, buscando y encontrando excusas o ha-
posibles fuentes de felicidad, sean los bienes llando circunstancias atenuantes a cada error,
materiales, el conocimiento, la religiosidad, la irresponsabilidad o falta que cometemos para
salud, etcétera; nos centraremos en la mani- quedar bien con la “propia conciencia”.
festación del sentimiento amoroso romántico Ambas, tanto la “mala conciencia” como la
desde algunos autores, su obra y su pensa- “mala fe”, buscan solo una cosa: escapar de la
miento, de forma breve y direccionada por propia libertad, la libertad de poder y saber
mis sentimientos. elegir qué se piensa, qué se dice y qué se hace;
El amor tiene mucho que ver con la libertad se trata de buscar pretextos y atenuantes en
y la verdad; también la felicidad, del mismo nuestra conducta, para justificar lo injus-
modo. Cuando uno lee ‹‹Libertad: la clave de tificable y de esta manera ser deterministas
la prosperidad››, de Carlos Alberto Monta- y pensar que nuestros problemas estaban,
ner, encuentra en la integridad la clave para están o estarán determinados por una extraña
comprender ese valor que nos lleva a rechazar fuerza que no nos deja ser “uno mismo”, no
cualquier tipo de hipocresía, ejerciendo de nos permite avanzar a nuestra meta, son los
manera más amplia nuestra libertad al decir dioses, el destino u otra circunstancia que nos
lo que uno piensa sin miedo. determina y anula nuestra libertad.

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Por ejemplo, por orgullo, un amado puede que ponernos los lentes emocionales y pasio-
decir que no siente nada ante la ausencia de nales. Tan solo nombraré algunos ejemplos
su amante, pero, por dentro, siente la nos- de muestras de amor dentro de la infinita
talgia, la soledad y la distancia; entonces, no gama de posibilidades de demostrar cuánto
existe integridad, no se es verdadero, no se es uno ama.
libre, no se dice lo que se piensa, se es infeliz. Algunos pensadores y escritores suelen
Tan de la mano va la verdad de la libertad, dedicar sus obras al ser que aman. Por ejem-
la libertad del amor, el amor de la felicidad, plo, en El tercermundismo de Carlos Rangel,
la felicidad de la libertad, la verdad de la se puede leer: “Otra vez y para siempre para
felicidad, que solo ejerce la libertad quien Sofía”. El libro Un mundo de propensiones,
busca la verdad, quien dice lo que piensa es de Karl Popper, está dedicado a Hennie, su
libre; quien miente y/o es hipócrita tan solo mujer de toda la vida. Así también, en Los dos
es autoritario e impone un “hecho” no real, problemas fundamentales de la epistemología,
dice que ama sin amar. del mismo Popper, se puede leer: “DEDICO
Amar a otro es verdadero, es real, si y solo ESTE LIBRO A MI MUJER. Ni este libro,
si en los hechos se ama a la otra persona y es ni La lógica de la investigación científica –su
falso y moralmente malo si en los hechos no principal libro–, ni mis libros posteriores han
se ama, pero este sentimiento, el sentimiento merecido los grandes sacrificios por ella rea-
amoroso, escapa de la lógica aristotélica y lizados para que salieran adelante; sacrificios
crece mejor en la irracionalidad. Uno puede más grandes de lo que yo hubiera debido
estar engañado, sintiendo que ama, cuando el suponer y de lo que libros mejores hubieran
tiempo le demuestra otra cosa. Lo que acabo merecido. Noviembre de 1978”.
de decir puede destruir todo lo que dije y
Son tantas obras del mismo sentido. Es
diré, si no fuera el caso que, pasado un buen
menester mencionar el motivo por el cual
tiempo, podemos hacer un balance de la vida
Dante escribió La divina comedia, segura-
y darnos cuenta cuando realmente hemos
mente para encontrarse en las puertas del
amado, y cuando hemos actuado como ton-
cielo con Beatriz, su amor imposible.
tos y locos por un amor. ¿El amor está más
allá del bien y del mal, como diría Nietzsche? De esta manera, también se demuestra
La felicidad o infelicidad que obtenemos amor, se inmortaliza al autor como al amor
del amor se logra pesar en la madurez de la del autor, queda sellado por mucho tiempo el
vida en su verdadera dimensión. En este acto amor que se tienen, en una obra que muchos
de análisis de la propia vida, descubrimos que, leen y leerán e igualmente admirarán tanto
caminando, pasamos por colinas, mesetas y al autor como a la musa de la inspiración o
montañas, y podemos saber qué montaña ha apoyo del autor.
sido la más grande y magnífica, la que más La libertad y el amor, ¿de qué manera se
nos costó escalar y cuáles habrán sido meras pueden casar?, ¿tendrá razón Sartre cuando
colinitas, mesetas o precipicios de los cuales nos dice que el amor es algo imposible y,
nos salvamos por el bien de nuestra felicidad. cuando dos personas dicen quererse, real-
Y es que hay tantas formas de demostrar mente cada una quiere poseer la libertad del
el amor. Tan solo basta repasar biografías, otro? Como en un combate, buscamos la vic-
la vasta obra literaria y cinematográfica, toria, ya que en el amor se exige que la per-
para darnos cuenta del valor del amor y la sona amada me elija a mí como sujeto único
felicidad, ese amor que difícilmente podemos de su amor, para que la propia existencia no
analizar en forma lógica, ya que sus formas sea vana, amar es buscar hacerse amar; es ser
y manifestaciones son ilógicas, azarosas y considerado como un todo por el ser amado,
subjetivas; porque analizar el amor desde ser considerado lo más valioso que tiene el
lo racional es algo irracional, “es irracional mundo entero. Pero el fracaso es el fin de ese
tratar de ser racionales todo el tiempo”, nos intento, lo más que uno puede poseer es el
diría Popper. Por lo tanto, creo que tenemos cuerpo del otro, pero no su libertad, solo que-

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remos que nos amen; en definitiva: ¿el amor celular lo tiras a la basura cuando llega algo
es un engaño? mejor, ya no se jura fidelidad al producto. No
Entonces: ¿también el amor es fuente de existe al amor eterno, el amor es un producto
infelicidad y muerte? Existen varias biogra- sustituible, intercambiable; como la relacio-
fías, argumentos, literatura, películas, testi- nes entre swingers, esto puede producir para
monios de suicidas y asesinados que pueden algunos felicidad, tal vez momentánea, para
confirmar esta sentencia. otros es fuente de infelicidad.
Lo mencionado por Sartre tiene su carga Sin embargo, me gusta como Ayn Rand
verdadera y subjetiva; ¿acaso no nos gusta trata al amor. El amor no es sacrificio; es tan
que nos digan cuánto nos aman?, ¿acaso no solo una virtud del egoísmo. ¿Cómo es esto?
nos gusta saber que somos “todo”, que tene- Dice Rand: “Te enamoras de una persona,
mos nuestro ser amado es nuestra “propiedad porque tú consideras a él o ella como algo de
valor. Y porque ellos contribuyen a tu pro-
privada”?, ¿acaso no nos gusta y nos llena el
pia felicidad personal. Ahora tú no podrías
espíritu y el ego completamente, el saber que
enamorarte de una persona diciendo: ‘Tú no
alguien no es nada sin nosotros? Nos duele
significas nada para mí, no me importa si vi-
mucho lo contrario y buscamos otro ser que
ves o mueres, pero tú me necesitas a mí, y por
pueda entregarnos su libertad sartriana.
lo tanto, estoy enamorado de ti’ […] eso no
Por otro lado, tendrá razón Gabriel Marcel, es amor. Por lo tanto, el amor es una emoción
cuando nos dice que el “yo” y el “tú” son par- egoísta, es elegir a una persona como algo de
ciales; la unión de lo anterior es la totalidad gran valor, que tú eliges, valores plasmados
y amar es amar a un “ser” por lo que “es”, no en la otra persona”. Con esto, no estamos
por lo que “tiene”; es mirarlo como un “tú” de acuerdo con El arte de amar, de Erich
y no como un “él”, ya que, si el otro es visto Fromm, porque el amor no es sacrificio, el
como “él”, resulta ser un objeto sustituible e amor no puede estar por encima del interés
intercambiable; el “tú” no es intercambiable, personal: “No decimos, me caso contigo por
es único. Acaso no miramos al chofer, al pe- tu propio bien, soy altruista, no tengo ningún
luquero, como un “él” y a nuestra madre, a interés en casarme contigo”, a nadie le gusta-
nuestros hermanos e hijos como un “tú”, que, ría escuchar eso, mas todo lo contrario, nos
si ellos dejan de existir, dejan un gran vacío gusta que nos elijan por lo que somos por lo
en nuestros sentimientos. Este amor vence a que valemos, esto nos da felicidad, para ser
la muerte y exige fidelidad: “Decir te amo es amado, necesitamos merecerlo. Mientras que
decir no morirás jamás” (Marcel). Fromm dice que debemos amar sin causa,
Es tan difícil amar o ser libres como difícil “sin razones”, porque el amor no es comercio,
es buscar la verdad y la felicidad. Como la el amor es inmerecido, el amor romántico es
maldición de Sísifo, es una tarea intermina- desinteresado.
ble, pero creo que estos deben ser principios Hasta aquí llegaré con este asunto. El amor
reguladores de todo nuestro accionar; con- como una de las fuentes de felicidad o in-
viene buscar la verdad, felicidad y libertad. felicidad, según sea el caso, lo he planteado
Tal vez tenga razón Zygmunt Bauman como una búsqueda incesante de la verdad,
cuando dice que vivimos en una época de in- libertad y felicidad que cada uno puede se-
certidumbre y desconfianza, lo que se llama: guir para considerar que ha vivido. Cada cual
tome lo mejor y vea al amor romántico como
la modernidad líquida. Todo es inestable: el
lo explique su propia vida y experiencia.
trabajo, el amor, la política, la amistad; todo
tiene carácter de provisionalidad, corto plazo,
todo es por ahora y no termina de solidificar-
se, no se lucha ni se construye; el amor dura
lo que dura la gratificación, como cualquier

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La inquieta y egoísta felicidad
Andrés Canseco Garvizu

El corazón humano tiene una fastidiosa tendencia a llamar destino


solamente a lo que lo aplasta. Pero también la felicidad, a su manera,
carece de razón, pues es inevitable.
Albert Camus, El mito de Sísifo.

Nadie alcanza la felicidad que perdura en el una nota de prensa por un cruel asesinato o al
tiempo de manera inalterable y nadie soporta recordar que alguien amado está lejos, entre
tanto la infelicidad de hierro sin atisbar, aun- otras cosas.
que sea, un poco de brillo. La felicidad no es ¿Puede proclamarse completamente feliz
una meta alcanzable, no es un fin real que un ser humano? ¿Puede ser tan despreocupa-
objetivamente pueda tocarse y decretarse fría do del mundo? La respuesta está en el egoís-
y mecánicamente como un acto burocrático; mo. Es que se necesita del egoísmo sano para
no existe como más que una utopía inquieta sentirse feliz. Si alcanzo momentáneamente
y mutable, que se mueve y se transforma la felicidad, es porque hago a un lado la posi-
cuando creemos tenerla cerca, y hasta la pa- bilidad de que el mundo esté haciéndose pe-
samos y repasamos sin percatarnos. dazos o que –en un ámbito más íntimo– mis
Esto porque la felicidad implica un estado cercanos y apreciados tienen aflicciones. Es
de paz, alegría y armonía con el mundo que por esa capacidad de olvidarse de los pesares
no es posible obtener por completo. Aquel del mundo, del caos y de la idea misma de
ser que no sienta preocupaciones, dudas, la muerte, por lo que cada día uno aprende
incertidumbres, furias y prisas. en algún a valorar los giros del reloj. Y no es malo, no
momento de su vida, no es un humano. Han podemos jugar a ser Atlas y cargar de manera
Rynen escribe: “La felicidad es un estado es- eterna el peso del mundo; hay espacios crea-
piritual que se siente perfectamente libre de dos para sonreír y vivir en plenitud, no como
todas la servidumbres extrañas y en perfecto héroes o santos, sino como hombres.
acuerdo consigo mismo”. La primera parte Nuestra esperanza resignada demuestra
de la definición es romántica y hasta podría que es imposible la felicidad plena, pero que
estar en cualquier librejo de autoayuda, pero en su búsqueda y en el camino andado es po-
la segunda (“en perfecto acuerdo consigo sible encontrar sus fragmentos repartidos y
mismo”) es la que provoca desazón y me deja multiplicarlos. Los momentos singulares en
la idea de felicidad muy lejos; esa herencia la vida son quizás nuestras pequeñas dosis de
de la filosofía oriental no me seduce. No esa lejana felicidad: unos ojos que te miran
concibo mi vida sin contradicciones internas y te encienden, el encuentro con los amigos
y externas, sin nuevas preguntas que, como sinceros de la infancia y juventud, la obten-
necesarias agujas, perforen mis días y noches. ción de un logro que con el tiempo ya no se
A lo que puede aspirar el hombre, enton- verá tan grande, pero en ese instante sí lo fue,
ces, es a tener la mayor cantidad de momen- parpadear y ver por primera vez el mar y sus
tos felices, días felices, épocas felices, que olas formando blancos caballos rampantes, el
perduren lo más que se pueda sin ser inte- abrazo sincero de un familiar, el canto com-
rrumpidas. Y es que esos estados felicidad partido de una cascada, el sonido un hereje
pueden romperse como cristal a la vuelta de órgano que rompe el sepulcral silencio de
la esquina al ver un niño abandonado, al ver una catedral.

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Es ineludible que sean escasos esos mo- física de mirar cada cierto tiempo un poco
mentos de felicidad; es parte de la condición atrás y sentir que en un puñado de segundos
humana que se miren en retrospectiva y cau- acariciamos la felicidad suavemente, pensar
sen nostalgia a veces. Como los inmortales en que logramos la hazaña invaluable de haber
aquel cuento de Borges, que habían perdido provocado felicidad en otros, y saber que con
el interés por la vida y sus gustos porque su eso ya todo habrá valido la pena.
existencia era eterna y se transformaron en Termino este texto como lo empecé: con
trogloditas de mirada perdida, si la felicidad Camus. El inolvidable escritor del siglo XX
fuera abundante, la batalla de cada día no escribe en la última parte de su novela La
tendría razón de ser. peste: “La felicidad llegaba a toda marcha, el
Es nuestra realidad, la de la incesante bús- acontecimiento iba más de prisa que
queda, que solo se ve cortada con la muerte, el deseo. Rambert sabía que todo iba a serle
con el último estertor; pero con un camino devuelto de golpe y que la alegría es una
tan único, tan brillante, cuyo recorrido es quemadura que no se saborea”.
acaso el más digno e importante, sin impor-
tar qué tan largo sea el que nos haya tocado
o cuándo se tenga que acabar. Al menos nos
debe quedar la humildad emocional y meta-

La felicidad como una opción


frente al ineludible sufrimiento
Carolina Pinckert Coimbra

L a felicidad ha sido, desde tiempos in-


memoriales, una cuestión importante
para el hombre, no tanto en aras de buscar
que la simple experimentación sensorial de
placeres momentáneos.
Hay otro grupo de personas, más reducido
una definición filosófica o poética, sino en la aún, que busca observar, estudiar y definir la
simple e inocente praxis de la vida diaria. felicidad bajo algún punto de vista filosófico.
La mayoría de los mortales, excluyendo Aquí se hace menester hacer algunos reca-
a quienes poseen alguna condición psi- pitulaciones históricas sobre sus múltiples
copatológica, detestan, condenan y huyen conceptualizaciones que grandiosas mentes,
fóbicamente de la tristeza, la desgracia y el a lo largo del tiempo y a lo ancho del mundo,
sufrimiento. Gran parte de este grupo se
han tratado de darle a esa experiencia subje-
conforma con vivir tediosamente una exis-
tiva y virtuosa que todos soñamos y lucha-
tencia rutinaria y con la menor cantidad de
mos por poseer y creemos experimentarla en
penas y exabruptos posibles; otro grupo, sin
embargo, busca más allá, la mayoría en el an- ciertos momentos de éxtasis, pero que tiende
helo de satisfacciones y goces. En este punto a volverse difícil de aprehender en el estudio
es de vital necesidad hacer una importante filosófico y racional.
aclaración conceptual: la felicidad, en el caso En las concepciones sociales occidentales
de este texto, la consideramos como algo más y americanas, la felicidad está más asociada

9
a un éxtasis constante y utópico que a un vincularse y buena efectividad para cumplir
bienestar estable. lo propuesto, el ser humano puede no conce-
Algunos filósofos occidentales han pro- birse a sí mismo como alguien feliz, y esto ya
puesto que la felicidad se encuentra en sería un problema más ideológico que prag-
placeres sencillos como la amistad, sabiduría, mático, ya que los hombres tienden a apre-
amor, mientras que otros creen encontrarla ciar con más detalle y atención los problemas
en goces más de índole sensorial y placeres y fuentes de sufrimiento, exponiendo una
carnales. habilidad muy desarrollada a percibir errores
Por otro lado, tendencias filosóficas de Asia y fallas al mismo tiempo que alimentan una
cifran la felicidad, o, más bien dicho, la au- falsa y pobre esperanza inocente de que tales
sencia de dolor, tanto físico como abstracto, causas generadoras de dolor físico o abstrac-
figura propuesta por Buda en sus Cuatro to desaparezcan. Así, vemos que dentro de la
Nobles Verdades, en el desapego a objetos y mente humana coexisten visiones y actitudes
sujetos terrenales, servicio al prójimo y una completamente contradictorias.
vida predominantemente ascética. Reflexionando sobre la cuestión de la feli-
Saliendo de los conocimientos teóricos y cidad cotidiana, porque de la utópica ya se ha
buscando una concepción más pragmática y escrito mucho, he llegado a la conclusión de
actual, considerando que la definición de tal que el llegar a experimentar algún grado de
experimentación humana no es nada simple ella es una cuestión meramente de perspec-
ni se obtiene mediante un procedimiento o tiva. Hay que aceptar, de una vez por todas,
medicamento mágica, nos preguntamos ¿qué la cruel realidad de que sufrimientos de dis-
sería la felicidad?, o, más bien, ¿qué ingre- tintos grados y causas vamos a tener todos
dientes se necesitarían para lograrla? los seres humanos a lo largo de nuestra vida,
y es imposible huir de la fiabilidad de esta
Primero que nada, la satisfacción de nece- premisa. A partir de este punto, la cuestión
sidades primarias (comida, techo, vestimen- es aceptar tal situación y, en vez de concen-
ta) y secundarias (seguridad, estudio, etc.), trarnos en hacer nuestra vida desdichada y
mientras que, por otro lado, se debe superar los sufrimientos más severos, esforzarnos en
la idea consumista de que el dinero y la feli- disfrutar y sentir placer en las actividades
cidad se relacionan de manera directamente cotidianas y que podemos llevar a cabo. ¿Por
proporcional. qué no hacer un viaje inesperado, salir a cenar
Segundo, se debe considerar el aspecto sin motivo festivo o simplemente quedarse
social, que se plasma en torno a la afiliación en casa a disfrutar de la agradable compañía
y aprobación dentro de un respectivo grupo de uno mismo?
social de individuos. Este aspecto no es to- Mi conclusión de este análisis a esa virtud
talitario, ya que existen personas que viven tan escurridiza del razonamiento y la expli-
cómodas y plenas en la soledad. cación teórica es que el sufrimiento es inelu-
Desde mi punto de vista, lo más importan- dible en nuestra existencia humana, mientras
te es sentirse y verse efectivo en los distin- que la felicidad es una opción que podemos
tos ámbitos de la vida, es decir, producir un tomar a través de nuevas perspectivas e ideas
resultado a través de las acciones realizadas; para encarar al mundo con mayor sencillez,
en otras palabras, plantearse algo y lograrlo, agradecimiento y agrado.
situación que lleva al ser humano a sentirse
capaz y productivo para sus allegados y en-
torno.
Pero, aún así, teniendo las necesidades sa-
tisfechas, un entorno social agradable al cual

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Felicidad, vida y muerte
Emma Lazcano

F elicidad y placer son asuntos humanos


íntimamente anudados. La primera no
concurre sin la segunda, como expresión de
derándose felices por lograr mínimamente
lo primero, habida cuenta de los infortunios
propios de la vida, provenientes de tres
la pulsión de vida (Eros). frentes: cuerpo/yo, naturaleza circundante y
Desde la vertiente del pensamiento lla- relaciones sociales.
mado occidental, que pese a resistencias ha Ahora bien, si para Freud la felicidad tie-
penetrado recónditas locaciones, hallamos ne que ver con procurarse intenso placer, su
al filósofo griego Epicuro (341-270 a. C.), existencia es solo una llana ilusión, ya que
cuándo no, presentando precisamente el pla- el orden de la cultura, significando vida en
cer como “principio y culminación de la vida común, deviene como límites al despliegue
feliz”. De ahí su filosofía catalogada como irrestricto de los impulsos, lo cual, a pesar de
hedonista. Para Epicuro, todos los placeres procesos internos, trae consigo un malestar,
son un bien; empero, no todos son elegibles. que duele, aunque no bloquea la razón ni
Bajo determinadas circunstancias, hay pla- impide seguir viviendo. Tal parece que Epi-
ceres que deben evitarse, como hay dolores curo ya advertía y validaba este carácter de la
dignos de tolerar si luego traen un bien. Así, cultura, por ejemplo, al emparentar felicidad
optar por el placer implica un cálculo, una con la sabiduría de administrar el dolor.
elección sabia, porque únicamente la vida Veamos, no obstante, cómo plantea Freud
sensata, honesta y justa puede posibilitar y aquella ilusión: “El designio de ser felices que
justificar la felicidad. En ese entendido, una nos impone el principio de placer es irreali-
vida epicúrea, escuchen los licenciosos, no zable, mas no por ello se debe –ni se pue-
será la suya. de– abandonar los esfuerzos por acercarse de
El placer fue entendido por Epicuro como cualquier modo a su realización”. Con esta
ausencia de dolor físico y del alma. Platón, invitación a la no retirada, la opción es asu-
por su parte, planteó que expresa el relleno de mir la felicidad como un ideal que convoca a
una falta. Por estas sendas, resulta válido sos- su conquista, advirtiendo que el camino será
tener que el placer se manifiesta en el alivio a yermo; no obstante, también con recovecos
una necesidad o deseo apremiantes, surgido gratos y significativos. Después de todo, claro
por exceso o carencia, causantes de una cre- está que, si la felicidad es irrealizable, lo es
ciente tensión y/o desequilibrio perturbador. en su sentido absoluto. Como todo absoluto,
El orgasmo se presenta, de este modo, como posee excepciones febriles, lo hacedero es
el paradigma del placer, confirmando su pa- una felicidad, digamos, episódica, transitoria,
pel homeostático y carácter esencial para el con posibilidad de retorno.
ser humano. Lo último obliga a puntualizar que la feli-
Sigmund Freud, a quien resulta inevitable cidad deviene cuando la sentimos, más aun
nombrar en esta ocasión, sostiene que la as- si tomamos conciencia de su contraste, en
piración a la felicidad posee dos fines: por un tanto estado anímico de plenitud y alegría.
lado, evitar el dolor y el displacer ciertamen- Ello implica que posee un componente pro-
te; por el otro, experimentar intensamente el fundamente particular, además una potencia
placer, siendo solo éste el que puede definirse de múltiples despliegues o caminos alternos.
como felicidad, en sentido estricto. Empero, He ahí la existencia, en ella, de una dimen-
no será extraño encontrar a muchos consi- sión susceptible a, por un lado, escapar de la

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intrusión de la cultura que domina y, por otro, cado como eso para ser feliz sin necesidad
posibilitar cultivo simultáneo en más de un de virtud ni elección sabia, sino puro acto,
escenario, a modo de dispersar riesgos. Algo donde un Otro asegura que todo se puede en
harto indispensable para evitar la frustración, un mundo presentado como relativo.
más allá del mínimo fatal que exige la insti- Interesante es hallar a seguidores de Freud
tución del individuo como sujeto social. concordando con dicha afirmación, ofre-
Respecto a lo anterior, el mentor del psi- ciendo fundamentales agregados desde su
coanálisis aconseja: “No hacer depender toda propia práctica e investigación clínica. Tal
satisfacción de una única tendencia, pues su es la comprensión sobre el imperativo hiper-
éxito jamás es seguro: depende del concurso moderno (de hoy): gozar, gozar sin medida.
de numerosos factores, y quizá de ninguno Comprendamos aquí que “goce” no es placer,
tanto como de la facultad del aparato psí- sino repetitiva y cruda satisfacción, territorio
quico para adaptar sus funciones al mundo y de la pulsión de muerte (Thanatos), manifes-
para sacar provecho de éste en la realización tándose en desgaste y forzamiento sin límites
del placer”. Una inversión por ruta contraria del cuerpo; situación asistida por la ciencia
sería, a la sazón, viaje aventurado a la depen- técnica que, sobrevalorando el saber opera-
dencia mórbida, a la adicción incluso. tivo, como advierte Silvia Ons, tendiente a
En la actualidad, muchos coinciden en respuestas prefabricadas “cuya consecuencia
afirmar que hoy vivimos un hedonismo ex- es el intento de burocratización del deseo
tensivo, generador de individuos y sociedades para evitar las sorpresas de lo imprevisto”;
adictas. Ello no exactamente por la elección por tanto, reducir los espacios de autonomía
exclusiva de una única fuente de felicidad, en cuando a la misma felicidad posible.
sino por la seducción del imperio del consu-
mir la novedad, objeto parido ya obsoleto y
tóxico. En esta escena, el ciudadano aparece
transfigurado en cliente compulsivo, convo-

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La felicidad sin romances
María Claudia Salazar Oroza

No soy de aquí ni soy de allá.


No tengo edad ni porvenir.
Y ser feliz es mi color de identidad.
Facundo Cabral

¿U n exceso de felicidad no es sino un


aviso temprano de dolor?
mos, nuestras acciones, sino lo que pensamos
y el uso de otras facultades como el intelecto,
la memoria, la imaginación, sentimientos y
Hay quienes dicen que prefieren la muerte otros. Estas facultades dan a cada individuo
al dolor. El dolor ha sido, es y será un tema
su propia subjetividad. El uso de las cosas
de preocupación constante. Su universalidad
no trata únicamente del objeto, sino del uso
puede engañarnos y hacernos presuponer que
que ese sujeto hace del objeto; más hoy en
tenga éste un único sentido. ¿Y la felicidad?,
día, cuando nos confundimos con los objetos
¿será una cosa distinta?
que poseemos y confundimos a los otros,
Para Giovanni Papini, el hombre más feliz pareciera que desparecieron los límites y en-
y más infeliz fue Adán; fue creado directa- tramos en una locura colectiva, por ejemplo:
mente por la mano de Dios, vivía en el Pa- si percibimos que un objeto es obsoleto o ha
raíso y en plena armonía con la Naturaleza.
perdido valor, nosotros también nos sentimos
Una vez que mordió la manzana prohibida,
de esta manera y, por otro lado, solo tener al-
cayó en el castigo, dolor, muerte y el destierro
gunos objetos nos transfiere cualidades como
del Paraíso a la Tierra. El mito de Adán ha
“irresistibles”, “exitosos”, “felices”. Adquirir
sido replicado en varias culturas, cada versión
corresponde a las formas y maneras de cada un objeto es motivo de ansiedad e intran-
una de ellas. En la versión cristiana, esta quilidad, tenemos la idea que siempre hay
Tierra estaría concebida como un espacio algo mejor o que pronto llegará. Así, queda
en el que el hombre tiene acceso al dolor. La desplazado el interés de cultivar virtudes por
felicidad plena, la total ausencia del dolor, se las cualidades de los objetos, cualidades que
logra después de la muerte. se perciben como única verdad.
Aristóteles, filósofo de la Antigüedad, hace Los epicúreos, estoicos y escépticos uti-
referencia a la felicidad del hombre concreto: lizan el término ataraxia para definir a la
“En una palabra, la felicidad y el bien supre- tranquilidad e imperturbabilidad del alma
mo constituyen el verdadero fin de la vida. como fuente de la felicidad. Los epicúreos
Por consiguiente, la felicidad se encontrará y estoicos reconocían las fuerzas de la Na-
en cierto uso de las cosas y en cierto acto […] turaleza como una voluntad mayor a la de
la felicidad es el bien por excelencia”. La los hombres; ante esta suerte, era necesario el
felicidad no es una constante, sino la suma placer para ser feliz, condición posible aún en
de momentos felices, de usos y actos. Nuestros circunstancias privadas de poder de decisión
actos no engloban únicamente lo que hace- y libertad.

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Nuestra cultura, con su empuje hedonís- tonces feliz”. García Gual en su estudio sobre
tico (empuje hacia el placer), muy distinto el cinismo y respecto a Diógenes escribió:
del hedonismo de los epicúreos, a la antigua “El cínico denuncia, no con hermosos
búsqueda del placer, promueve desear en discursos, sino con zafios y agresivos
exceso y su satisfacción a través de cualquier ademanes, el pacto cívico con una
medio. Entonces la felicidad pasa por un comunidad que le parecía inauténtica
estado previo de ansiedad (no de ataraxia) y perturbadora, y prefiere renunciar
y angustia; es necesario obtener cuanta cosa al progreso y vagabundear por un
aparezca en el mercado y nos dé valor a sendero individual a costa de un es-
nuestro yo. Y este ciclo se renueva cada vez fuerzo personal, con tal de escapar a
con mayor rapidez. ¿Y si no colmó las ex- la alienación”.
pectativas y persiste algún vacío? En ningún
Mario Benedetti cuenta haber subrayado,
momento es reprochable desear un objeto,
en su ejemplar de El astillero de Juan Carlos
pero sí creerlo como único fin de vida, y que,
Onetti, lo que consideró un sucedáneo de es-
además, se deba conseguir a costa del otro,
peranza:
de la reducción del otro o de la humillación
del otro. El deseo, en este marco, no nos hu- “Lo único que queda para hacer es
maniza. El hombre prefiere reconciliarse con precisamente eso: cualquier cosa,
esa cultura que lo empuja, y lo hace aunque hacer una cosa detrás de otra, sin
deba olvidarse del propio individuo que él interés, sin sentido, como si otro (o
es y del otro que tiene en frente; a tal punto mejor otros, un amo para cada acto)
sucede esto que dudo sea comprensible para le pagara a uno para hacerlas y uno se
muchos. ¿Puede llegar a ser el sueño de una limitara a cumplir en la mejor forma
jovencita ser la mujer de un acomodado posible, despreocupado del resultado
narcotraficante? Sí. En el documental Narco final de lo que hace. Una cosa y otra
Cultura hay testimonio de esto. cosa, ajenas, sin que importen que
La edad biológica puede ser transgredida salgan bien o mal, sin que importen
en su relación con la edad psicológica. El qué quieren decir. Siempre fue así: es
adulto se convierte en otro adolescente que mejor que tocar o hacerse bendecir;
desea y se satisface sin mayores responsabi- cuando la desgracia se entera de que
lidades ni roles sociales. Su rol le es pesado y es inútil empieza a secarse, se des-
no debe aportar desde su madurez y la expe- prende y cae”.
riencia; como principales ingredientes tiene a Posiblemente, tomar como único y ver-
los placeres de los sentidos y la acumulación dadero merecedor de nuestras energías las
de bienes (por el que pasa mayormente su tareas que nos impone la subsistencia, no
reconocimiento social). Un adolescente edu- nos aleja de los defectos de existir, del dolor,
cando a otro adolescente. Hombres y mujeres la desgracia y de lo inevitable. La felicidad
siempre jóvenes y con actitudes propias de también se construye a partir de aspectos
la pubertad. Los placeres de los sentidos y la menos artificiales y, seguramente, en muchos
acumulación de bienes y las posibilidades que casos, no siempre controlables; de allí que la
proporciona el dinero no son desdeñables; lo suerte o algunas coincidencias jueguen un
triste es que no existan más. rol importante.
Continuemos con los filósofos antiguos. La Diógenes de Sinope se considera ciuda-
escuela cínica parte de la apatía para llegar a dano del mundo; hasta el patriotismo podía
la felicidad; considera al placer otra manera ser un obstáculo para la felicidad. Migraba
de atarse al mundo y perder la libertad. Su de ciudad en ciudad buscando el clima más
fundador, Antístenes de Atenas, expresó que placentero, no sentía ningún apego por las
“quisiera enloquecer antes que gozar”. Dió- ciudades. En su época, las ciudades griegas
genes de Sinope, discípulo de Antístenes, se estaban en guerras entre sí. Esta manera de
decía a sí mismo: “Libre, independiente, en- pensar no es parte de un discurso irracional.

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Históricamente, la nacionalidad ha sido que a ellos les parezca más probable
utilizada como un instrumento para obtener que genere su seguridad y felicidad”.
poder y beneficios, fundándose en el odio, El hombre desea sentirse libre en su bús-
rencor, discriminación, miedos y, sobre todo, queda de felicidad, que a su vez es la búsque-
en la infelicidad de algunos. da de sí mismo. Ahora bien, esta búsqueda
El mandato silencioso, al que nos referimos no es tan romántica como parece, puesto que
anteriormente, que nos empuja (¡sé feliz!), necesita hacerle frente a nuestros miedos,
obliga a ser lo más feliz posible. Por ello, combatir las debilidades que nos convier-
debemos seguir el paradigma trazado según ten en pusilánimes, asumir que debemos
la época en que vivimos, es decir, ser felices desprendernos de algunas comodidades. No
a través de los medios proporcionados por todos los riesgos son dignos de ser evadidos.
nuestra sociedad. Las “recetas de la felicidad” Si fuera necesario rebelarse ante un Go-
pretenden dar certezas de cómo ser feliz, bierno hasta derrocarlo porque no garantiza
nos dan formas y procedimientos, modelos y o porque viola los derechos humanos que
normas. No alcanzar estos estándares, sobre- permiten las condiciones necesarias para la
pasarnos en el placer permitido, o aventurar- búsqueda de la felicidad, es preciso atender
se a desobedecerlos o criticarlos, es acercarse todos los detalles necesarios para lograrlo. Y
aún más a la indeseable incertidumbre y a para completar este cuadro añadiremos un
algún posible castigo social. La civilización texto de Emil Cioran:
para Freud es una respuesta al malestar, “Me basta con escuchar hablar a
pero genera otros malestares que tienen alguien hablar sinceramente de
mayor tolerancia en aras de la comodidad y ideal, de provenir, de filosofía, para
la disminución de incertidumbre, aunque el escucharle decir nosotros con una
individuo se sienta cercenado. inflexión de seguridad, invocar a los
La felicidad no es término extraño en el otros y sentirse su intérprete, para
ámbito político. El siglo XVIII, también lla- que le considere mi enemigo. Veo en
mado el Siglo de las Luces, es la época en que él un tirano fallido, casi un verdugo,
surge el utilitarismo (“el máximo bienestar tan odioso a los tiranos y los verdugos
para el máximo número”), dando un toque de gran clase”.
social al hedonismo de Epicúreo que ante- Para Nietzsche, el perfeccionamiento del
riormente fue mencionado. El preámbulo de individuo-tipo es el Superhombre. Su bús-
la Declaración de Independencia de 1776 de queda de felicidad le eleva el espíritu, le hace
Estados Unidos de América dice así: conocer placeres desconocidos para las ma-
“Sostenemos como evidentes por sí yorías y que solo él puede llegar a sentirlos,
mismas dichas verdades: que todos que logran que su vida sea una gran victoria
los hombres son creados iguales; o una hermosa derrota. La actual invitación
que son dotados por su Creador de a la felicidad parecería invitarnos al cinismo
ciertos derechos inalienables; que moderno, a ser despiadados, usureros, ruines,
entre estos están la vida, la libertad y oportunistas, justificando las acciones a tra-
la búsqueda de la felicidad; que para vés de la razón que besa la cabeza decapitada.
garantizar estos derechos se institu- Nietzsche escribió:
yen entre los hombres los gobiernos “Verdaderamente, lo último que
[…] que cuando quiera que una for- un hombre inteligente podría em-
ma de gobierno se vuelva destructora prender sería el mejoramiento de la
de estos principios, el pueblo tiene humanidad: la humanidad no se per-
derecho a reformarla o abolirla, e fecciona; más aún, ni siquiera existe
instituir un nuevo gobierno que base (no es más que una abstracción); todo
sus cimientos en dichos principios, y lo que existe es un gran montón de
que organice sus poderes en forma tal individuos parecido a un vasto hor-

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miguero…Diríase que el objetivo “no es lo que es y es lo que no es. Por tanto,
de todos los experimentos no es la preservar en el ser lo humano implica un
felicidad del montón sino el perfec- agrietamiento incesante de la identidad”.
cionamiento del individuo-tipo”. La felicidad es un bien intransferible, una
Aunando las expresiones de Emil Cioran experiencia que no puede vivirla otro por
y Nietzsche, podemos llegar a decir que, así nosotros. Ni la felicidad ni el dolor. Cuando
como la Humanidad con mayúscula no es el Schopenhauer habla de la felicidad, precisa
fin, tampoco lo es la Felicidad. El mejora- que “la cabeza de los demás es un mal sitio
miento de nuestra humanidad y la obtención para la auténtica felicidad del hombre”. Por
de felicidad, con minúsculas, es concreto, real ello es necesario defenderla de nuestros
y, por ende, lo único posible de ser experi- miedos, de la solemnidad, de los consuelos
mentado. ajenos, de aquellos que buscan desesperada-
Fernando Savater dice: “…ser dignos de la mente conciliarse con la sociedad o con algu-
felicidad no es tener derecho a ella ni ser ca- na parte de ella, del sentido común y además
paces en modo alguno de conquistarla, sino del remordimiento, pues quien se arrepiente
intentar borrar y disolver lo que en nuestro es doblemente infeliz y doblemente débil, tal
yo es un obstáculo para la felicidad, lo que como lo dijo Nietzsche.
resulta radicalmente incompatible con ella”.
Y si lo que queremos es una cosa distinta,
también cambiarán nuestros obstáculos, por-
que, como bien lo indicó Hegel, el hombre

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