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DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES Y FILOSOFÍA

NOMBRE: LUIS CARLOS CORZO


CORREO ELECTRÓNICO: caroycuervodelcesar20152@gmail.com

ASIGNATURA: FILOSOFÍA
UNDÉCIMO GRADO- SEGUNDO PERIODO
GUÍA No. 1

DESEMPEÑO: Examina las razones de los demás y mis propias razones desde un punto de vista
filosófico.

TEMA: VITALISMO E HISTORICISMO

INFORMACIÓN O CONTENIDO

El vitalismo es la posición filosófica caracterizada por postular la existencia de una fuerza o impulso vital
sin la que la vida no podría ser explicada. Se trataría de una fuerza específica, distinta de la energía
estudiada por la física y otras ciencias naturales, que actuando sobre la materia organizada darían por
resultado la vida. Esta postura se opone a las explicaciones mecanicistas que presentan la vida como fruto
de la organización de los sistemas materiales que le sirven de base. Es un aspecto del voluntarismo que
argumenta que los organismos vivos (no la materia simple) se distinguen de las entidades inertes porque
poseen fuerza vital (o eran vital, en francés) que no es ni física, ni química. Esta fuerza es identificada
frecuentemente con el alma de la que hablan muchas religiones.
WILHELM DILTHEY: Defendía el carácter atemporal y abstracto de la razón ilustrada, y fundamentó
su filosofía en las ciencias de la naturaleza. “Las ciencias del espíritu tienen necesidad de una psicología
que, ante todo, sea firme y segura, cosa de la que no puede ufanarse ninguna de las psicologías
explicativas existentes en la actualidad, y que al mismo tiempo someta toda la poderosa realidad de la vida
psíquica a la descripción, y, en la medida de lo posible, al análisis.

ARTHUR SCHOPENHAUER:
Fue un filósofo alemán conocido por su libro titulado El mundo como voluntad y representación, el cual
sostenía que la acción humana se encontraba impulsada por la voluntad insatisfecha y que, en última
instancia, carecía también de dirección. Era un devoto de Platón e Immanuel Kant, y un rival de Georg
Wilhelm Friedrich Hegel. Además, fue también conocido por sus puntos de vista pesimistas sobre la
naturaleza humana. Arthur Schopenhauer fue uno de los primeros filósofos que se declaró como ateo ante
el mundo y por esta razón fue considerado como uno de los más pesimistas de toda la historia de la
filosofía. Pensaba que el hombre no era únicamente infeliz, sino que también la única cosa que por lo
general podía encontrar era la infelicidad.
SOREN KIERKEGARD: (1813-1855)
Kierkegaard lo hace en nombre del valor del individuo y de una fe personal y trágica. Todo el
pensamiento de Kierkegaard es una reacción contra el idealismo y la religiosidad formalista de la Iglesia
oficial danesa y su teología fuertemente dominada por el hegelianismo.

FRIEDRICH NIETZSCHE (1844-1900):


Sus obras más destacadas son: El origen de la tragedia, Humano, demasiado humano, La gaya ciencia, Así
hablaba Zaratustra y Más allá del bien y del mal. Nietzsche deificó a su ideal de hombre. (En la
ilustración, retrato realizado por Munch).
Se llama vitalista a toda teoría filosófica para la que la vida es irreductible a cualquier categoría extraña a
ella misma.
Este término es poco preciso pues con él nos referimos a teorías filosóficas muy distintas, con el único
elemento común de reivindicar la vida como una realidad singular que no puede ser entendida en términos
ajenos a ella. Aunque algunos autores señalan la presencia de teorías vitalistas anteriores al siglo XIX, es
más común situar estas doctrinas en la segunda mitad de ese siglo y primeras décadas del XX.
Centrándonos en este período, podemos establecer dos grandes líneas del vitalismo:
1) El vitalismo en la ciencia: con el triunfo de las ciencias naturales, a partir de la Edad Moderna,
muchos autores consideraron que los fenómenos vitales podían ser explicados en términos materiales; el
punto de vista mecanicista dominante sugería que podemos entender a los seres vivos a partir de la
comprensión de los fenómenos fisico-químicos y que la vida no representa un nivel de realidad
cualitativamente distinto de la realidad inorgánica. Frente a este punto de vista, algunos biólogos creyeron
que existe una diferencia esencial entre los seres orgánicos y los no orgánicos y que los primeros no
pueden ser reducidos a los segundos. Estos científicos postularon la existencia de un principio propio en
los seres vivos, principio responsable de su comportamiento finalista y de las distintas actividades vitales,
por lo que consideraron que los fenómenos vitales no pueden explicarse mediante las leyes de la física y la
química. Este principio irreductible a términos mecánicos y fisico-químicos recibió distintos nombres:
“fuerza vital” (Claude Bernard, 1813-1878), “fuerza dominante” (Johannes Reinke, 1849-1931),
“entelequia” (Hans Driesch, 1867- 1941).
2) El vitalismo en la filosofía: en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX encontramos
importantes filósofos que desarrollan toda su filosofía a partir de la reflexión relativa a la vida. Dentro de
esta línea del vitalismo se suelen distinguir también diversas corrientes en función de su concepto de vida.
Es habitual señalar al menos dos formas de entender la vida: la vida en el sentido biológico y la vida en el
sentido biográfico e histórico: la vida en el sentido biológico: este concepto subraya el papel del cuerpo,
los instintos, lo irracional, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la subsistencia. El vitalismo de Nietzsche
se incluye en este grupo; la vida en el sentido biográfico e histórico: pero también podemos referirnos a la
vida como conjunto de experiencias humanas dadas en el tiempo, tanto en su dimensión personal o
biográfica como en su dimensión social o histórica. La filosofía de Ortega y Gasset se incluye en este
grupo. Ortega utilizará las categorías de la vida entendida de este modo (vivencia, teoría de las
generaciones, perspectiva) para el desarrollo de su filosofía.
El vitalismo en filosofía se presenta como una doctrina contraria al racionalismo. Los conceptos más
importantes alrededor de los que gira la filosofía vitalista son: temporalidad, historia, vivencia, instintos,
irracionalidad, corporeidad, subjetividad, perspectiva, valor de lo individual, cambio, enfermedad, muerte,
finitud...
Se puede entender la totalidad de la filosofía de Nietzsche como el intento más radical de hacer de la
vida lo Absoluto. La vida no tiene un fundamento exterior a ella, tiene valor en sí misma. Y la vida
entendida fundamentalmente en su dimensión biológica, instintiva, irracional. La vida como creación y
destrucción, como ámbito de la alegría y el dolor. Por esta razón, Nietzsche creyó posible medir el valor
de la metafísica, la teoría del conocimiento y la ética a partir de su oposición o afirmación respecto de la
vida.
VIDA, VOLUNTAD DE PODER Y EL SUPERHOMBRE

Creó, mediante sus reflexiones, una nueva meta para el ser humano: la de aspirar a ser el
SUPERHOMBRE. En principio, el superhombre tiene voluntad de poder, y la voluntad de poder es
voluntad de vivir. Conviene pues que primero sepamos cómo entendía Nietzsche la vida. Según él, la
vida humanad debe entenderse en su totalidad, es decir, en su dimensión natural, como un complicado
conjunto de impulsos, pasiones y capacidades; pero también debe verse en su aspecto de vivencia
existencial, es decir, como proyecto constante de superación y de creación, como ansia de sobresalir para
no ser uno más del rebaño. La voluntad de poder es voluntad de vivir, pero de vivir la vida total, en todas
sus dimensiones. Para lograrlo, la voluntad de poder tiene que transmutar los valores, con la conciencia
de que lo único bueno es lo que favorece y eleva el desarrollo de esa vida.

La voluntad de poder debe estar dispuesta a ayudar a los débiles y a los fracasados, para que rápidamente
sucumban y perezcan; por tal razón, Nietzsche no estaba de acuerdo con la moral cristiana, a la cual
calificó como “moral de esclavos”. Dicha moral es conveniente para los incapaces y los dominados. Para
la clase dominante, la moral que vale es la de los señores, de acuerdo con la cual el superdotado no tiene
obligación de someterse a las normas débiles. El superhombre de Nietzsche puede entenderse en dos
sentidos: individual y social. El superhombre, en sentido social, se refiere a la creación de una nueva
cultura, a nuevas tablas de valores fincadas sobre una mejor afirmación de la vida. En sentido individual,
se refiere a personas con voluntad de poder, con capacidad de superarse a sí mismas y a las de su grupo,
con rebeldía para no someterse a las leyes igualitarias de la masa de débiles.

En una de sus obras más conocidas, Nietzsche retomó a la figura de Zaratustra, y la usó como protagonista
de varios discursos, en los cuales habló de la metamorfosis del espíritu. Éste primero se convierte en
CAMELLO, el cual simboliza a los sumisos que obedecen ciegamente y que se arrodillan para recibir la
carga. Después, el camello se transforma en LEÓN, símbolo de quienes niegan los valores tradicionales.
El león, a la vez, se convierte en NIÑO para vivir libre de prejuicios y crear una nueva tabla de valores

HENRI BERGSON: (1859-1941) Nació en París, fue profesor universitario de Filosofía durante 22
años. Para él el objetivo principal de la Filosofía es la captación de la realidad pero, principalmente de la
vida. Comienza por establecer la diferencia radical entre ciencia y Filosofía que, según él, deriva del
distinto camino que sigue cada una para llegar a la realidad. Las ciencias se valen del análisis, operación
propia del intelecto. El análisis se hace mediante conceptos; pero, como éstos son rígidos, el
conocimiento logrado por el análisis intelectual estatifica los objetos, los paraliza y, por tanto, los
deforma. Sin embargo, el acceso a la realidad por este camino es muy útil, porque la finalidad no es
conocer los objetos sino utilizarlos.

La Filosofía sí tiene interés por llegar a conocer la realidad; por esto recurre a otra operación de nivel
superior, supraintelectual, que se llama INTUICIÓN, con la cual capta la realidad en su esencia más
íntima. La intuición, según Bergson, es producto simultáneo del intelecto, el instinto y la voluntad.
Mediante la intuición, el hombre simpatiza con los objetos, lo cual permite que sean captados en su
interioridad, esto es, en aquello que tienen de inexpresable. Gracias a ella accedemos a la esencia misma
de la vida, que es la duración.

Consideremos en sí a la bola de nieve misma. Al principio es solo un copo de nieve, pero a medida que va
rodando por una colina, esta va creciendo. Quizás antes podías sostenerla en la palma de tu mano, pero
luego al crecer tanto resulta más grande que tú. Sin embargo, agrega capas a su volumen, pero sin perder
las anteriores. Así sucede con la duración vital. Se trata de una realidad en la que pasado no se pierde,
sino que perdura y va adquiriendo nuevas etapas de madurez. Él afirmaba que el motor de este progreso o
tal evolución creadora es un impulso universal que él llamó el “ELÁN VITAL”

JOSÉ ORTEGA Y GASSET (1883-1955): Está influida por el neokantismo de Cohen. Sus obras
fundamentales, escritas en forma de ensayos, son: El tema de nuestro tiempo, La rebelión de las masas,
Ideas y creencias, La idea del principio en Leibniz, La evolución de la teoría deductiva. En su artículo de
1924 “Ni vitalismo ni racionalismo”, Ortega nos previene de la tentación de incluir su pensamiento en la
corriente vitalista. Él mismo señala los distintos usos de este concepto:

1.     Vitalismo en ciencia: en este contexto es vitalista toda teoría biológica que considera imposible
reducir los fenómenos orgánicos a fenómenos o principios fisico-químicos. En este vitalismo Ortega
distingue dos subtipos:
a)   vitalismo biológico: como el de Driesch; para este vitalismo las actividades vitales dependen de
una entidad distinta a las del mundo fisico-químico (fuerza vital, entelequia, etc.);
b)   biologismo: como el de Hertwig; es un vitalismo más moderado pues no supone tras los
fenómenos vitales una entidad vital específica; simplemente considera que el mundo orgánico no
puede reducirse a principios fisico-químicos pues tiene principios y leyes propios.
2.     Vitalismo filosófico
a)   la teoría del conocimiento según la cual el conocimiento es un proceso biológico como otro
cualquiera, que carece de leyes y principios propios pues está regido por las leyes generales
relativas a todos los seres vivos. Son vitalistas buena parte de las escuelas filosóficas positivas,
pero especialmente el empirio-criticismo de Avenarius o Mach y el pragmatismo;
b)   la filosofía que rechaza el método de conocimiento racional y conceptual y frente a él propone la
intuición; intuición entendida como la experiencia no racional en la cual el sujeto vive íntimamente
la realidad. Bergson es su máximo representante; no hay que confundir esta intuición inefable,
próxima a lo místico, con la intuición en la que sí cree Ortega
c)   la filosofía que acepta el método de conocimiento racional pero que considera que el tema
filosófico fundamental tiene que ser la vida. Es la doctrina que pone en primer plano las
cuestiones referentes a la relación entre la vida y la razón.

         Ortega considera que en la tercera acepción el término “vitalismo” pierde gran parte de su
radicalidad, y que sólo en este tercer sentido puede llamarse vitalista su filosofía. Ortega no está en contra
de la razón sino del racionalismo, de la exageración en el uso de la razón y del descuido de la vida .
Considera que toda teoría tiene que ser racional y conceptual, pero que, a la vez, no debe olvidar la vida.
Acepta la razón, pero ello porque no la identifica con la razón matemática, o la razón abstracta. La razón
vital muestra que una dimensión fundamental de la vida es el “saber a qué atenerse”, el darse cuenta, por
lo que es imposible vivir sin razón. La razón es un instrumento de la vida para sobrellevar el caos
originario de la existencia. Propone otros títulos para su filosofía, títulos que la alejen de posibles
interpretaciones irracionalistas: “doctrina de la razón vital”, “doctrina de la razón histórica”, “doctrina de
la razón viviente”, “racio-vitalismo”. Es preciso rechazar tanto el racionalismo como el irracionalismo.

LA VIDA Y LA RAZÓN VITAL


Para la comprensión de la vida, Ortega nos representó siete categorías o conceptos explicativos; pero él
aclaró que cuando hablaba de la vida no se refería a la “otra vida”, o la vida del físico o del místico, sino a
ésta, a la mía, a la vida humana. He aquí las categorías de la vida:

1. Vivir es encontrarse en el mundo Pero entendiendo éste no como naturaleza, sino como el mundo que vivo
yo y del cual tengo conciencia.

2. Vivir es estar ocupado en algo En sentido estricto, yo consisto en ocuparme con todo aquello que hay en
el mundo, y el mundo consiste en todo aquello de que me puedo ocupar y
nada más.

3. Finalidad Vivir es estar ocupado en algo gracias a una finalidad, en vista de la cual
ocupamos nuestra vida; por ello, nuestra vida es posibilidad y es
problema.

4. Decisión y libertad La vida no es algo que se me dé ya hecho, sino que es algo que yo, antes
de hacer, decido libremente.

5. Posibilidades Vivir consiste en hallarse en un mundo que no es dado ni acabado, sino


que ofrece posibilidades.

6. La circunstancia Con este vocablo designaba Ortega el entorno en que se desarrolla cada
vivir humano. Dicho entorno o mundo consiste en un conjunto limitado
de posibilidades, dentro de las cuales hay que decidir. El mundo del
hombre es circunstancial, y dentro de la circunstancia ha de decidirse el
hombre.

7. Temporalidad Si vivir es decidir, quiere decir que la vida es futurización, es decir, se


requiere temporalidad.
CONCEPTO DE LA VIDA PARA LOS VITALISTAS MÁS RECONOCIDOS

ACTIVIDADES DE REFLEXIÓN (control de lectura)

1. Sintetizo cada tema y subtema que contiene la presente guía. SÍNTESIS, IDEAS CENTRALES O
TESIS DE LOS AUTORES

2. ¿Cuál es el pensamiento filosófico de Wilhelm Dilthey?


3. Explica los argumentos filosóficos de Arthur Schopenhauer.
4. Describe los fundamentos filosóficos de José Ortega y Gasset.

5. De acuerdo con las siete categorías de la vida que propone José Ortega y Gasset, elabora un cuadro de
dos columnas; en la primera escribe las categorías y en la segunda cómo podrías aplicarlas en tu vida.
Proporciona ejemplos concretos. (Guíate del cuadro de arriba)

6. ¿Cómo sustenta Soren Kierkegaard el vitalismo histórico?

7. ¿Describe el pensamiento vitalista de Friedrich Nietzsche?

8. Nietzsche utiliza las metáforas del camello, el león y el niño para referirse a tres actitudes ante la vida y
los valores. ¿Qué relación tiene el Superhombre con la metáfora del Niño? Explica con tus propias
palabras.

9. Nietzsche afirma que el ser humano debe deshacerse de los valores que le ha inculcado la moral
cristiana y crear una nueva escala de valores, en la cual el más importante sea la vida misma del hombre.
¿Crees que tiene razón o no por qué? ¿Qué tan fácil será hacerlo?

10. En la duración vital Henri Bergson nos dice que tenemos una realidad en la que el pasado no se
pierde, sino que perdura y va adquiriendo nuevas etapas madurez. Con base en esto, ¿Qué proceso has
madurado y qué aprendizajes has tenido desde que iniciaste a dar Filosofía? Menciona al menos un
ejemplo.

11. ¿Es posible identificar varios modos diferentes de estar en la verdad sobre el mismo asunto, por
ejemplo el concepto de vida?
12. Une con líneas a cada autor con el concepto que le corresponda:

NIETZSCHE RAZÓN VITAL

ORTEGA Y GASSET DURACIÓN

DILTHEY CONCEPTO DE MUNDO

BERGSON VOLUNTAD DE PODER

Los que tienen acceso a internet, pueden consultar en la página web: https://dijoferve.jimdofree.com/

Y ver la película LAS ÚLTIMAS VACACIONES.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
https://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Nietzsche/Nietzsche-
Vitalismo.htm
https://filosofia.idoneos.com/342893
Chávez calderón, Pedro. Historia de las doctrinas filosóficas. Quinta edición. Editorial Pearson. 2015

AUTOEVALUACIÓN

CRITERIOS BAJO BÁSICO ALTO SUPERIOR


(10 a 59) (60 a 69) (80 a 89) (90 a 100)
Examino las razones de los demás y mis
propias razones desde un punto de vista
filosófico.
Comprendo la importancia del pensamiento
vitalista en el pensamiento de la humanidad
actual
Valoro y respeto el espacio donde me
desenvuelvo porque es vital para el ser
humano.
Conceptualizo con propiedad sobre el
vitalismo histórico.

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