Técnicas utilizadas para aplicar la corriente galvánica

Hay distintos sistemas para aplicar este tipo de corriente pero nosotros nos vamos a
centrar en la Iontoforesis, ya que esta técnica la podemos utilizar a nivel personal en
nuestros hogares.

La Iontoforesis: Se basa en el principio físico de que cuando están sometidos a una

corriente eléctrica, los iones migran en función de su polaridad. Esta técnica se
fundamenta en el rechazo de iones de la misma polaridad que el electrodo. Es decir, que
toda sustancia puede descomponerse en iones negativos y positivos y éstos irán al polo
opuesto atravesando todas las barreras que puedan. Y la piel es una barrera que pueden
atravesar.

Los tratamientos que proponemos funcionan con principios básicos de la física,

principio como el que al igual que los polos magnéticos, las cargas opuestas se atraen.

Los productos contienen ingredientes clave que llevan una carga positiva o negativa y el
aparato también está programado para llevar la misma carga que el producto. De esta
forma, durante el tratamiento, la polaridad de la corriente directa (flujo positivo o
negativo) empuja hacia dentro de la piel o repele hacia fuera las moléculas cargadas,
según vamos desplazando el instrumento suavemente por la piel, actuando sobre la
epidermis y facilitando así una minuciosa y profunda limpieza de los poros y la
absorción de los ingredientes clave.

Beneficios que se obtienen a partir de la corriente galvánica

Uno de los principales beneficios de un tratamiento facial galvánico es la mejora de la

oxigenación y de la circulación en la zona tratada. La carga galvánica aumenta la
eficacia de los productos utilizados durante el tratamiento y proporciona un nivel
elevado de nutrición a la piel.

Reducir la aparición de las arrugas y tensar la piel del rostro es posible con dispositivos
y productos de tecnología avanzada, como los de un tratamiento galvánico.

Desintoxicación

Los faciales galvánicos limpian profundamente la piel de impurezas que pueden ser las
causantes de una piel sin brillo y sin vida.

Este proceso ocurre cuando los iones con carga negativa atraen y encapsulan las toxinas,
preparándolas para ser eliminadas. La segunda fase del tratamiento saca las impurezas
encapsuladas de la piel mediante la atracción de ellas con una carga positiva.

Una penetración más profunda de los productos del cuidado de la pie