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Capitulo XI. Resumen Volumen 16.

Jung

El valor terapéutico de la Abreacción

Se pensaba que:

“La neurosis, es un desarrollo patológicamente unilateral de la personalidad cuyos


inicios se remontan a la infancia más temprana”. ¿Dónde se encuentra realmente la
causa? ¿Cómo aliviar el sufrimiento? Esta hipótesis dejó de lado, en sus inicios, la
posibilidad de que sea un trauma, ya no en la temprana infancia, el desencadenante
de la sintomatología, tal como se ve en los soldados que llegan luego de la guerra.

Pareciera que estos eventos son lo suficientemente violentos para generar una
neurosis que generarán que cualquier cosa que toque en algo la experiencia
traumática causará una explosión emocional

… “Podríamos entender el trauma como un complejo con una alta carga emocional”
…y se sugirió la idea de que la abreacción, la recapitulación emocional del momento
traumático, su descarga total, tendría un efecto beneficioso.

Pero Mc Dougall, subraya que el factor esencial no es la existencia de un afecto con


una carga alta, sino la DISOCIACION de la psique, por lo que el principal problema
terapéutico es como INTEGRAR la disociación.

No necesariamente la Abreacción sería útil en todos los casos.

El complejo traumático provoca una disociación de la psique. El complejo no es


controlado por la voluntad, y por esta razón posee autonomía psíquica.

La explosión de un afecto es una invasión completa del individuo, al que asalta como
un enemigo o un animal salvaje. En los sueños aparece como un animal salvaje y
peligroso, lo cual ilustra la naturaleza autónoma del afecto traumático cuando se
separa de la consciencia.

Este efecto curativo, no se da tan solo por la técnica de la abreacción, sino gracias a
la presencia del médico.

Con el médico, el paciente ya no está a solas en la lucha contra las fuerzas


elementales, sino que una persona en la que él confía le echa una mano y le
proporciona la fuerza moral para combatir la tiranía de la emoción desenfrenada.
De a poco, gracias al vinculo terapéutico, la personalidad consciente del paciente
podrá someter el complejo autónomo al control de su voluntad. Es en este contexto,
en que la abreacción, puede tener lugar y ser efectiva y lograr disolver la disociación.

La gran importancia o base para la cura, es la relación terapeuta paciente, como


posibilitadora de la transferencia.

El fenómeno de la transferencia, es fundamental en el proceso del análisis. Se podría


decir que, el médico, en la misma medida en que asimila los contenidos psíquicos
íntimos del paciente, queda asimilado a su vez como una figura en la psique del
paciente. Pasa a ser, para el paciente, como una de las personas que figuraron de
manera muy significativa en su historia previa. Así pues, la transferencia está
formada por una serie de proyecciones que sustituyen a una relación psicológica
real.

El paciente en el vínculo terapeuta/paciente, está cargando esta relación con todas


estas proyecciones, pero, a la vez, está reclamando una relación humana, a lo cual
habría que darle satisfacción, pues sin una relación de algún tipo el ser humano se
encuentra en el vacío.

Las proyecciones volcadas en la transferencia deben ser conocidas y analizadas y, a


la vez, y una vez esto alcanzado, comienza el problema de establecer una relación
individual, una relación de persona a persona, una situación psicológica en la que el
paciente se enfrenta al médico en igualdad de condiciones. Allí puede llegar a
experimentar que su propia personalidad única es valiosa, que es aceptado por lo
que es. Esto requiere, en el medico, un vasto nivel de conocimientos, sumado a una
cercanía personal, a una verdadera simpatía. Esto permite la transformación del
paciente para avanzar hacia una nueva forma de acercarse a la vida.

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