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Materiales de fabricación
1.1 ACERO
No se debe confundir el acero con el hierro, que es un metal relativamente duro y tenaz, con
diámetro atómico (dA) de 2,48 Å, con temperatura de fusión de 1.535 ºC y punto de ebullición
2.740 °C. Por su parte, el carbono es un material no metálico de diámetro menor (dA = 1,54 Å),
blando y frágil en la mayoría de sus formas alotrópicas (propiedad que poseen determinados
elementos químicos de presentarse bajo estructuras químicas diferentes, el carbono, que lo hace
como grafito, diamante, grafeno y fulereno) (excepto en la forma de diamante). La difusión de este
elemento en la estructura cristalina del anterior se logra gracias a la diferencia en diámetros atómicos.
El acero conserva las características metálicas del hierro en estado puro, pero la adición de
carbono y de otros elementos tanto metálicos como no metálicos mejora sus propiedades mecánicas
(físico-químicas).
.
Existen muchos tipos de acero en función del o los elementos de aleación que estén presentes.
La definición en porcentaje de carbono corresponde a los aceros al carbono, en los cuales este no
metal es el único aleante, o hay otros pero en menores concentraciones. Otras composiciones
específicas reciben denominaciones particulares en función de múltiples variables como por ejemplo
los elementos que predominan en su composición (aceros al silicio)), de su susceptibilidad a ciertos
tratamientos (aceros de cementación), de alguna característica potenciada (aceros inoxidables) e
incluso en función de su uso (aceros estructurales). Usualmente estas aleaciones de hierro se
engloban bajo la denominación genérica de aceros especiales, razón por la que aquí se ha adoptado
la definición de los comunes o "al carbono" que además de ser los primeros fabricados y los más
empleados, sirvieron de base para los demás. Esta gran variedad de aceros llevó a Siemens a definir
el acero como «un compuesto de hierro y otra sustancia que incrementa su resistencia».
Aunque es difícil establecer las propiedades físicas y mecánicas del acero debido a que estas
varían con los ajustes en su composición y los diversos tratamientos térmicos, químicos o mecánicos,
con los que pueden conseguirse aceros con combinaciones de características adecuadas para
infinidad de aplicaciones, se pueden citar algunas propiedades genéricas:
• Su densidad media es de 7850 kg/m³.
• En función de la temperatura el acero se puede contraer, dilatar o fundir.
• El punto de fusión del acero depende del tipo de aleación y los porcentajes de elementos de
aleación. El de su componente principal, el hierro es de alrededor de 1.510 °C en estado
puro (sin alear), sin embargo el acero presenta frecuentemente temperaturas de fusión de
alrededor de 1.375 °C, y en general la temperatura necesaria para la fusión aumenta a
medida que se aumenta el porcentaje de carbono y de otros elementos de aleación.
(excepto las aleaciones eutécticas que funden de golpe). Por otra parte el acero rápido
funde a 1.650 °C.
• Su punto de ebullición es de alrededor de 3.000 °C.
• Es un material muy tenaz (,la tenacidad es la energía total que absorbe un material antes
de alcanzar la rotura, por acumulación de dislocaciones. En mineralogía la tenacidad es la
resistencia que opone un mineral u otro material a ser roto, molido, doblado, desgarrado o
suprimido, siendo una medida de su cohesión) especialmente en alguna de las aleaciones
usadas para fabricar herramientas.
• Relativamente dúctil (propiedad que presentan algunos materiales, como las aleaciones
metálicas o materiales asfálticos, los cuales bajo la acción de una fuerza, pueden
deformarse sosteniblemente sin romperse). Con él se obtienen hilos delgados llamados
alambres.
• Es maleable (la propiedad de un material sólido de adquirir una deformación mediante una
compresión sin fracturarse). Se pueden obtener láminas delgadas llamadas hojalatas. La
hojalata es una lámina de acero, de entre 0,5 y 0,12 mm de espesor, recubierta,
generalmente de forma electrolítica, por estaño.
• Permite una buena mecanización en máquinas herramientas antes de recibir un tratamiento
térmico.
• Algunas composiciones y formas del acero mantienen mayor memoria, y se deforman al
sobrepasar su límite elástico.
• La dureza de los aceros varía entre la del hierro y la que se puede lograr mediante su
aleación u otros procedimientos térmicos o químicos entre los cuales quizá el más conocido
sea el templado del acero, aplicable a aceros con alto contenido en carbono, que permite,
cuando es superficial, conservar un núcleo tenaz en la pieza que evite fracturas frágiles.
Aceros típicos con un alto grado de dureza superficial son los que se emplean en las
herramientas de mecanizado, denominados aceros rápidos que contienen cantidades
significativas de cromo, wolframio, molibdeno y vanadio. Los ensayos tecnológicos para
medir la dureza son Brinell, Vickers y ockwell, entre otros.
• Se puede soldar con facilidad.
• La corrosión es la mayor desventaja de los aceros ya que el hierro se oxida con suma
facilidad incrementando su volumen y provocando grietas superficiales que posibilitan el
progreso de la oxidación hasta que se consume la pieza por completo. Tradicionalmente los
aceros se han venido protegiendo mediante tratamientos superficiales diversos. Si bien
existen aleaciones con resistencia a la corrosión mejorada como los aceros de construcción
“corten” aptos para intemperie (en ciertos ambientes) o los aceros inoxidables..
• Posee una alta conductividad eléctrica. En las líneas aéreas de alta tensión se utilizan con
frecuencia conductores de aluminio con alma de acero proporcionando éste último la
resistencia mecánica necesaria para incrementar los vanos entre la torres y optimizar el
coste de la instalación.
• Se utiliza para la fabricación de imanes permanentes artificiales, ya que una pieza de acero
imantada no pierde su imantación si no se la calienta hasta cierta temperatura. La
magnetización artificial se hace por contacto, inducción o mediante procedimientos
eléctricos. En lo que respecta al acero inoxidable, al acero inoxidable ferrítico sí se le pega
el imán, pero al acero inoxidable austénitico no se le pega el imán ya que la fase del hierro
conocida como austenita no es atraída por los imanes. Los aceros inoxidables contienen
principalmente níquel y cromo en porcentajes del orden del 10% además de algunos
materiales aleantes en menor proporción.
• Un aumento de la temperatura en un elemento de acero provoca un aumento en la longitud
del mismo. Este aumento en la longitud puede valorarse por la expresión: δL = α δ t° L,
−5
siendo a el coeficiente de dilatación, que para el acero vale aproximadamente 1,2 · 10 (es
decir α = 0,000012). Si existe libertad de dilatación no se plantean grandes problemas
subsidiarios, pero si esta dilatación está impedida en mayor o menor grado por el resto de
los componentes de la estructura, aparecen esfuerzos complementarios que hay que tener
en cuenta. El acero se dilata y se contrae según un coeficiente de dilatación similar al
coeficiente de dilatación del hormigón, por lo que resulta muy útil su uso simultáneo en la
construcción, formando un material compuesto que se denomina hormigón armado El acero
da una falsa sensación de seguridad al ser incombustible, pero sus propiedades mecánicas
fundamentales se ven gravemente afectadas por las altas temperaturas que pueden
alcanzar los perfiles en el transcurso de un incendio.
tiempo para completarse. Dicho diagrama se obtiene experimentalmente identificando los puntos
críticos -temperaturas a las que se producen las sucesivas transformaciones - por métodos diversos.
En la Tabla 1.1 se presentan las fases de la aleación de hierro-carbono, así como algunos tipos
de acero y otras aleaciones a base de acero.
1.2.1 Micro-constituyentes
El hierro puro presenta tres estados alotrópicos a medida que se incrementa la temperatura
desde la ambiente:
• Hasta los 911 °C, el hierro ordinario, cristaliza en el sistema cúbico centrado en el cuerpo
(BCC) y recibe la denominación de hierro α o ferrita. Es un material dúctil y maleable
responsable de la buena forjabilidad de las aleaciones con bajo contenido en carbono y es
ferro-magnético hasta los 768 °C (temperatura de Curie a la que pierde dicha cualidad). La
ferrita puede disolver muy pequeñas cantidades de carbono.
• Entre 911 y 1400 °C cristaliza en el sistema cúbico centrado en las caras (FCC) y recibe la
denominación de hierro γ o austenita. Dada su mayor compacidad la austenita se deforma
con mayor facilidad y es paramagnético.
• Entre 1400 y 1538 °C cristaliza de nuevo en el sistema cúbico centrado en el cuerpo y
recibe la denominación de hierro δ que es en esencia el mismo hierro α pero con parámetro
de red mayor por efecto de la temperatura.
Si se añade carbono al hierro, sus átomos podrían situarse simplemente en los intersticios de
la red cristalina de éste último; sin embargo en los aceros aparece combinado formando carburo de
hierro (Fe3C), es decir, un compuesto químico definido y que recibe la denominación de cementita de
modo que los aceros al carbono están constituidos realmente por ferrita y cementita.
En la Fig. 1.1 se muestra el diagrama de transformación del acero. La estructura del acero
puede ser variada solo con la influencia de la temperatura.
En esta Fig. 1.1 se puede observar la zona de los aceros (hasta 2% de carbono) del diagrama
de equilibrio meta-estable hierro-carbono. Dado que en los aceros el carbono se encuentra formando
carburo de hierro se han incluido en abscisas las escalas de los porcentajes en peso de carbono y de
carburo de hierro (en azul).
Las texturas básicas descritas (perlíticas) son las obtenidas enfriando lentamente aceros al
carbono, sin embargo modificando las condiciones de enfriamiento (base de los tratamientos
térmicos) es posible obtener estructuras cristalinas diferentes:
• La martensita es el constituyente típico de los aceros templados y se obtiene de forma casi
instantánea al enfriar rápidamente la austenita. Es una solución sobresaturada de carbono
en hierro alfa con tendencia, cuanto mayor es el carbono, a la sustitución de la estructura
Ing. César A. Quispe Gonzáles, M Sc. Página 8
Diseño Mecánico Capítulo I. Materiales de fabricación
cúbica centrada en el cuerpo por tetragonal centrada en el cuerpo. Tras la cementita (y los
carburos de otros metales) es el constituyente más duro de los aceros.
• Velocidades intermedias de enfriamiento dan lugar a la bainita, estructura similar a la perlita
formada por agujas de ferrita y cementita pero de mayor ductilidad y resistencia que aquélla.
• También se puede obtener austenita por enfriamiento rápido de aleaciones con elementos
gammágenos (que favorecen la estabilidad del hierro γ) como el níquel y el manganeso, tal
es el caso por ejemplo de los aceros inoxidables austeníticos.
Antaño se identificaron también la sorbita y la troostita que han resultado ser en realidad
perlitas de muy pequeña distancia interlaminar por lo que dichas denominaciones han caído en
desuso.
Las clasificaciones normalizadas de aceros como la AISI, ASTM u UNS, establecen valores
mínimos o máximos para cada tipo de elemento. Estos elementos se agregan para obtener unas
características determinadas como templabilidad, resistencia mecánica, dureza, tenacidad,
resistencia al desgaste, soldabilidad o maquinabilidad. A continuación se listan algunos de los efectos
de los elementos de aleación en el acero:
• Aluminio.- se usa en algunos aceros de nitruración al Cr-Al-Mo de alta dureza en
concentraciones cercanas al 1% y en porcentajes inferiores al 0,008% como desoxidante en
aceros de alta aleación.
• Boro.- en muy pequeñas cantidades (del 0,001 al 0,006%) aumenta la templabilidad sin
reducir la maquinabilidad, pues se combina con el carbono para formar carburos
proporcionando un revestimiento duro. Es usado en aceros de baja aleación en aplicaciones
como cuchillas de arado y alambres de alta ductilidad y dureza superficial. Utilizado también
como trampa de nitrógeno, especialmente en aceros para trefilación, para obtener valores
de N menores a 80 ppm.
• Cobalto.- muy endurecedor. Disminuye la templabilidad. Mejora la resistencia y la dureza
en caliente. Es un elemento poco habitual en los aceros. Aumenta las propiedades
magnéticas de los aceros. Se usa en los aceros rápidos para herramientas y en aceros
refractarios.
• Cromo.- Forma carburos muy duros y comunica al acero mayor dureza, resistencia y
tenacidad a cualquier temperatura. Solo o aleado con otros elementos, mejora la resistencia
a la corrosión. Aumenta la profundidad de penetración del endurecimiento por tratamiento
termoquímico como la carburación o la nitruración. Se usa en aceros inoxidables, aceros
para herramientas y refractarios. También se utiliza en revestimientos embellecedores o
recubrimientos duros de gran resistencia al desgaste, como émbolos, ejes, etc.
• Molibdeno.- es un elemento habitual del acero y aumenta mucho la profundidad de
endurecimiento de acero, así como su tenacidad. Los aceros inoxidables austeníticos
contienen molibdeno para mejorar la resistencia a la corrosión.
• Nitrógeno.- se agrega a algunos aceros para promover la formación de austenita.
• Níquel.- Es el principal formador de austenita, que aumenta la tenacidad y resistencia al
impacto. El níquel se utiliza mucho para producir acero inoxidable, porque aumenta la
resistencia a la corrosión.
• Plomo.- el plomo no se combina con el acero, se encuentra en él en forma de
pequeñísimos glóbulos, como si estuviese emulsionado, lo que favorece la fácil
mecanización por arranque de viruta, (torneado, cepillado, taladrado, etc.) ya que el plomo
es un buen lubricante de corte, el porcentaje oscila entre 0,15% y 0,30% debiendo limitarse
el contenido de carbono a valores inferiores al 0,5% debido a que dificulta el templado y
disminuye la tenacidad en caliente. Se añade a algunos aceros para mejorar mucho la
maquinabilidad.
• Silicio.- aumenta moderadamente la templabilidad. Se usa como elemento desoxidante.
Aumenta la resistencia de los aceros bajos en carbono.
• Titanio.- se usa para estabilizar y desoxidar el acero, mantiene estables las propiedades del
acero a alta temperatura.
• Tungsteno.- también conocido como wolframio. Forma con el hierro carburos muy
complejos estables y durísimos, soportando bien altas temperaturas. En porcentajes del 14
al 18 %, proporciona aceros rápidos con los que es posible triplicar la velocidad de corte de
los aceros al carbono para herramientas.
• Vanadio.- posee una enérgica acción desoxidante y forma carburos complejos con el hierro,
que proporcionan al acero una buena resistencia a la fatiga, tracción y poder cortante en los
aceros para herramientas.
1.4 DESGATE
Debido a la facilidad que tiene el acero para oxidarse cuando entra en contacto con la
atmósfera o con el agua, es necesario y conveniente proteger la superficie de los componentes de
acero para protegerles de la oxidación y corrosión. Muchos tratamientos superficiales están muy
relacionados con aspectos embellecedores y decorativos de los metales.
Los tratamientos térmicos que pueden aplicarse al acero sin cambiar en su composición
química son:
• Temple.- el proceso que comprende el calentamiento de los metales o las aleaciones en
estado sólido a temperaturas definidas, manteniéndolas a esa temperatura por suficiente
tiempo, seguido de un enfriamiento a las velocidades adecuadas con el fin de mejorar sus
propiedades físicas y mecánicas, especialmente la dureza, la resistencia y la elasticidad.
Los materiales a los que se aplica el tratamiento térmico son, básicamente, el acero y la
fundición, formados por hierro y carbono. También se aplican tratamientos térmicos diversos
a los sólidos cerámicos.
• Recocido.- Todos los tipos de realización del tratamiento térmico, que tienen como
consecuencia un refrigeramiento lento generalmente luego de calentar la pieza de trabajo a
una temperatura determinada, se denominan como recocido. Como el calentamiento se
debe realizar lentamente, uniformemente y enérgicamente, se prefieren especialmente
hornos como fuente térmica, que tengan dispositivos de medición de la temperatura. Si no
existe ninguna posibilidad de medir la temperatura exactamente, se debe valorar entonces
de forma aproximada basándose en la coloración del material durante el calentamiento:
• Normalizado.- es un tratamiento térmico que se emplea para dar al acero una estructura y
unas características tecnológicas que se consideran el estado natural o inicial del material
que fue sometido a trabajos de forja, laminación o tratamientos defectuosos. Se hace como
preparación de la pieza para el temple.
grano más fino y más uniforme que la estructura previa al tratamiento, consiguiendo un
acero más tenaz. Es lo que llamamos perlita fina (observar un diagrama TTT, de la fase
austenita y posteriormente realizar una isoterma a una temperatura determinada).
Entre los factores que afectan a los procesos de tratamiento térmico del acero se encuentran la
temperatura y el tiempo durante el que se expone a dichas condiciones al material. Otro factor
determinante es la forma en la que el acero vuelve a la temperatura ambiente. El enfriamiento del
proceso puede incluir su inmersión en aceite o el uso del aire como refrigerante.
El método del tratamiento térmico, incluyendo su enfriamiento, influye en que el acero tome sus
propiedades comerciales.
Según ese método, en algunos sistemas de clasificación, se le asigna un prefijo indicativo del
tipo. Por ejemplo, el acero O-1, o A2, A6 (o S7) donde la letra "O" es indicativo del uso de aceite (del
inglés: oil quenched), y "A" es la inicial de aire; el prefijo "S" es indicativo que el acero ha sido tratado
y considerado resistente al golpeo (Shock resistant).
Los tratamientos termoquímicos son tratamientos térmicos en los que, además de los cambios
en la estructura del acero, también se producen cambios en la composición química de la capa
superficial, añadiendo diferentes productos químicos hasta una profundidad determinada. Estos
tratamientos requieren el uso de calentamiento y enfriamiento controlados en atmósferas especiales.
Entre los objetivos más comunes de estos tratamientos están aumentar la dureza superficial de
las piezas dejando el núcleo más blando y tenaz, disminuir el rozamiento aumentando el poder
lubrificante, aumentar la resistencia al desgaste, aumentar la resistencia a fatiga o aumentar la
resistencia a la corrosión.
• Cementación (C).- aumenta la dureza superficial de una pieza de acero dulce,
aumentando la concentración de carbono en la superficie. Se consigue teniendo en cuenta
el medio o atmósfera que envuelve el metal durante el calentamiento y enfriamiento. El
tratamiento logra aumentar el contenido de carbono de la zona periférica, obteniéndose
después, por medio de temples y revenidos, una gran dureza superficial, resistencia al
desgaste y buena tenacidad en el núcleo.
• Nitruración (N).- al igual que la cementación, aumenta la dureza superficial, aunque lo hace
en mayor medida, incorporando nitrógeno en la composición de la superficie de la pieza. Se
logra calentando el acero a temperaturas comprendidas entre 400 y 525 °C, dentro de una
corriente de gas amoníaco, más nitrógeno.
• Cianuración (C+N).- endurecimiento superficial de pequeñas piezas de acero. Se utilizan
baños con cianuro, carbonato y cianato sódico. Se aplican temperaturas entre 760 y 950 °C.
• Carbonitruración (C+N): al igual que la cianuración, introduce carbono y nitrógeno en una
capa superficial, pero con hidrocarburos como metano, etano o propano; amoniaco (NH3) y
monóxido de carbono (CO). En el proceso se requieren temperaturas de 650 a 850 °C y es
necesario realizar un temple y un revenido posterior.
• Sulfinización (S+N+C).- aumenta la resistencia al desgaste por acción del azufre. El azufre
se incorporó al metal por calentamiento a baja temperatura (565 °C) en un baño de sales.
• Límite de fluencia o límite elástico aparente: valor de la tensión que soporta la probeta en
el momento de producirse el fenómeno de la cedencia o fluencia. Este fenómeno tiene lugar
en la zona de transición entre las deformaciones elásticas y plásticas y se caracteriza por un
rápido incremento de la deformación sin aumento apreciable de la carga aplicada.
• Límite elástico (límite elástico convencional o práctico): valor de la tensión a la que se
produce un alargamiento prefijado de antemano (0,2%, 0,1%, etc.) en función del
extensómetro empleado.
• Carga de rotura o resistencia a la tracción: carga máxima resistida por la probeta dividida
por la sección inicial de la probeta.
• Alargamiento de rotura: incremento de longitud que ha sufrido la probeta. Se mide entre dos
puntos cuya posición está normalizada y se expresa en tanto por ciento.
• Estricción: es la reducción de la sección que se produce en la zona de la rotura.
La Fig. 1.2 muestra una probeta de ensayo de cobre antes y después del proceso de testeo.
Figura 1.2 – a)Probeta de cobre antes del ensayo de tracción, b) Probeta de cobre fracturada
después del ensayo de tracción.
1.8 ESFUERZOS
La constitución de la materia de los sólidos presupone un estado de equilibrio entre las fuerzas
de atracción y repulsión de sus elementos constituyentes (cohesión). Al actuar fuerzas exteriores, se
rompe el equilibrio interno y se modifican la atracción y repulsión generándose por lo tanto una fuerza
interna que tenderá a restaurar la cohesión, cuando ello no ocurre el material se rompe.
a) Esfuerzos normales: Son producidos por cargas que tienden a trasladar a las secciones
transversales en un determinado sentido. Entre ellos se tiene a la tracción, compresión y flexión.
b) Esfuerzos tangenciales: Son generados por pares de cargas, que actúan en el plano de las
secciones transversales y tienden a producir sus giros o deslizamientos.
• Torsión: Se origina por efecto de pares que actúan sobre los ejes de las secciones
transversales, produciendo el giro de las mismas en sus planos.
• Corte: Las fuerzas actúan normales al eje del cuerpo, desplazando entre sí las secciones
inmediatas.
Para impedir que un material pueda exceder su límite elástico se limita el esfuerzo a una
fracción de éste, o bien a un determinado valor bajo condiciones de seguridad. El divisor kS es el
coeficiente de seguridad, sus valores dependen de las características del material, la naturaleza del
esfuerzo y de las condiciones de trabajo. En el hierro y el acero S varía de 2 a 3 o bien de 2 a 1,5;
para fundición de 7 a 10 y para maderas y las rocas de 7 hasta 20 en casos muy desfavorables.
El cociente entre el límite elástico por el coeficiente de seguridad es la tensión máxima que se
acepta para que un material trabaje en condiciones de seguridad. Esta tensión se llama tensión
admisible o coeficiente de trabajo.
En la Tabla 1.2 se presentan los valores de las tensiones admisibles para diversos tipos de
materiales.
Aceros - perfiles - chapas 750 a 1800 750 a 1800 750 a 1800 600 a 1200
Hormigón armado 35 a 60 35 a 75 35 a 70 35 a 60
En la Tabla 1.3, se presentan las definiciones sumarias para diversos tipos de cargas.
Instantánea Cuando actúa repentinamente con toda su intensidad, pero sin choque
Variable Carga cuya intensidad oscila desde un mínimo que no es cero a un máximo