Está en la página 1de 3

EL ESTADO

1.- LA SOBERANÍA TERRITORIAL

I. Contexto Histórico
II. Concepto
III. División del dominio
1. Dominio terrestre
2. Dominio marítimo
3. Dominio aéreo

2.- LA SOBERANIA DEL ESTADO

I. Etimología
II. Concepto
III. Características de la Soberanía.
IV. Sentencia del Tribunal Constitucional Exp. Nº 05761-2009-PHC/TC

LA SOBERANÍA TERRITORIAL

I. CONTEXTO HISTÓRICO

Es un concepto polémico, nacido a finales de la edad media como sello distinto del Estado nacional, resultado
de luchas entre el rey francés y el imperio, el papado y los señores feudales; nació un poder que no reconocía
a otro superior o por encima de él.

II. CONCEPTO

Es la instancia última de decisión, es la libre determinación de orden jurídico, aquella unidad decisoria que no
está subordinada a ninguna otra entidad decisoria universal y eficaz.

Así mismo, es el conjunto de los poderes que el Estado ejerce sobre su propio territorio. El Estado ejerce
facultades jurisdiccionales sobre su territorio, rige el principio de inmunidad de jurisdicción, que se manifiesta
por una imposibilidad de actuación directa de los jueces de otros países, lo único que pueden proporcionar los
jueces nacionales a otros países es la ayuda judicial en notificaciones, emplazamientos, exhortos, etc.

La soberanía territorial confiere a un Estado el derecho de disponer con toda independencia de su territorio.
Este derecho implica que el Estado se halla investido de las facultades para evitar la injerencia de otro Estado.
Quiere decir, además, que sólo el Estado, dentro de sus propias fronteras, tiene poder para proveer al
mantenimiento del orden y a la búsqueda del bien común de la sociedad política que lo integra, sin que ningún
otro Estado pueda alegar derechos para hacer igual tarea.

Naturalmente, el poder de que se halla investido el Estado para cumplir el ejercicio de la soberanía territorial
no es un poder absoluto, ya que forma parte de una comunidad internacional y debe respetar los derechos de
los demás Estados y cooperar con ellos al bien común internacional.

Es decir, la soberanía territorial es el poder de actuación exclusiva que el Estado tiene sobre un territorio, con
los únicos límites que el Derecho Internacional haya fijado.

III. DIVISIÓN DEL DOMINIO

La soberanía territorial abarca tres dominios, a saber:

A. Dominio terrestre

Es decir, el dominio de todo el territorio físico, del suelo que integra la jurisdicción propia del Estado. Este
dominio implica cuanto se relaciona con el suelo: ríos, radas, puertos, cumbres. Este principio no siempre es
fácil de aplicar, ya que en la realidad de la geografía mundial los límites de los Estados se vinculan con aguas
y ríos, lo que debe regularse de común acuerdo, para beneficio de todos, sin prepotencias ni usurpaciones.
Así, cuando un río riega en su extensión el territorio de varios Estados, deberá servir para uso de todos ellos.

B. Dominio marítimo
En los países con fronteras marítimas hay una extensión del mar considerado por la práctica del derecho
internacional, como mar territorial. Se denomina mar territorial al espacio marítimo adyacente a la constitución
de un Estado y sometido a su soberanía, que incluye el espacio aéreo, el lecho, el subsuelo y los recursos
naturales que contiene. Sin embargo, el mar territorial no implica, en tiempo de paz, la imposibilidad de la
navegación pacífica de buques de las otras naciones. Están, en cambio, sometidos a reglamentaciones,
convenios, tratados o acuerdos, los derechos de pesca y la utilización de recursos naturales.

C. Dominio aéreo

La Conferencia sobre Aviación Civil Internacional de Chicago en 1944 debatió tres tesis: la internacionalización,
es decir, poner todo el problema aéreo bajo una autoridad internacional; la libertad absoluta para todos, es
decir, la libre concurrencia; y la tesis inglesa, que contenía la reglamentación de control y creación de un
organismo internacional encargado de vigilar la aplicación de la convención. Se produjo una segunda
Convención que creó una organización interna de naturaleza técnica-consultiva, la cual funcionaría una vez
que la principal entrara en vigor.

En la Conferencia de Chicago salió un convenio de transporte aéreo internacional, el acuerdo de cinco


libertades:

1. El privilegio de volar a través del territorio de un Estado.

2. El de aterrizar sin el propósito de realizar tráfico.

3. El privilegio de descargar pasajeros, correos y efectos tomados en el territorio de la nacionalidad de las


aeronaves.

4. El de tomar correo, pasajeros y mercancías con destino al territorio nacional de la nave aérea.

5. El derecho de tomar pasajeros, carga y correo destinado al territorio de cualquiera de las partes de ese
convenio, así como el de descargar correo, carga y pasaje proveniente de otra de las partes contratantes.

Posteriormente, surgió la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), organismo técnico


encargado de uniformar las reglas de la navegación aérea. Surgió otra Convención para la represión del
apoderamiento ilícito de aeronaves o convenio de la haya, el 16 de diciembre de 1970, la cual establece
penas severas.

SOBERANÍA DEL ESTADO

“La soberanía emana del pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la
Constitución y las leyes establecen…”.

Partamos desde la premisa que para que haya soberanía debe haber poder, y para que haya poder debe haber
Estado. No tendría sentido hablar de soberanía antes de que exista un Estado cuyo poder sea soberano.

Asimismo, la soberanía no debe confundirse con el poder constituyente que da origen y organización a un Estado,
tampoco debe confundirse con la capacidad de decisión originaria que tiene la comunidad para proveer a su propia
organización, porque tal capacidad equivale al poder constituyente, y el poder constituyente no es sinónimo de
soberanía ni tiene la cualidad de soberano.

I. ETIMOLOGÍA

La palabra soberanía está formada con el sufijo ia y soberano.Es decir, indica la cualidad de soberano. La palabra
soberano proviene del latín superanus compuesta de súper (encima, más) y el sufijo anus , (pertenencia y
procedencia, relación ). Que se refiere a alguien que tiene autoridad encima de todos.

II. CONCEPTO

La soberanía es la autoridad más elevada o suprema donde reside el poder político y público de un pueblo, una
nación o un Estado, sobre su territorio y sus habitantes. Por tanto, la soberanía es la independencia de cualquier
Estado para crear sus leyes y controlar sus recursos sin la coerción de otros Estados.
La soberanía es el derecho que tiene el pueblo a elegir a sus gobernantes, sus leyes y a que le sea respetado su
territorio. Según esto, habría que considerar que el derecho se tiene frente a alguien y porque alguien lo concede;
en consecuencia, habría que convenir en que la soberanía, más que un derecho, es el "poder".

III. CARACTERÍSTICAS DE LA SOBERANÍA.

Es importante conocer cuáles son las características de la soberanía para que los ciudadanos la puedan ejercer:

a. Es intransferible, es decir, no puede ser ejercida por otra persona que no sea la señalada expresamente por la
Constitución.

b. Es ejercida o su titularidad está en manos del pueblo.

c. La Constitución y las leyes establecen las formas para ejercerla. Es ella quien concede la legalidad al Poder del
Estado, por medio del reconocimiento o aceptación del mismo.

IV. SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EXP. Nº 05761-2009-PHC/TC

La sentencia del Tribunal Constitucional Exp. Nº 05761-2009-PHC/TC aborda el tema de la soberanía y


jurisdicción con mayor claridad al señalar que El Estado peruano ha reconocido, dentro del desarrollo normativo
de su texto político fundamental, esto es la Constitución , el principio de soberanía señalando que: “La soberanía
emana del pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitución y las
leyes establecen…”De este postulado constitucional se deriva que las potestades ejercidas por los poderes
públicos de nuestro Estado se sujetan a lo establecido por la propia Constitución y, en general, por el ordenamiento
jurídico nacional. De ahí que la soberanía deba ser entendida como la potestad político-jurídica que permite decidir
libremente sobre los asuntos internos y externos de un Estado.

La soberania puede manifestarse en una de sus formas, la denominada soberanía político – territorial, que consiste
en el ejercicio del poder pleno, exclusivo y excluyente del que dispone un Estado sobre el territorio, pueblo y bienes
materiales e inmateriales que se encuentran dentro de sus fronteras; derivándose de ello que, por sobre el orden
jurídico nacional, no puede existir ni reconocerse voluntad ajena ni superior al Estado mismo, que interfiera en su
propia organización política ni jurídica. Consecuentemente, el Estado se encuentra en la obligación de cumplir con
el deber de “… defender la soberanía nacional, garantizando la plena vigencia de los derechos humanos…” (STC
00001-2009-PI/TC, fundamento jurídico 134).

Este poder soberano autoriza a los Estados a decidir de manera autónoma las leyes que serán aplicadas en el
ámbito espacial de su territorio; potestad que no encuentra mayor límite que las establecidas en las normas de
derecho público interno y las normas de derecho público externo. Ello significa que en virtud a este principio, cada
uno de los Estados debe hacer prevalecer su soberanía respetando la de los demás países, evitando la imposición
de leyes extranjeras en el territorio nacional.

Así, cuando el artículo 138º de la Constitución Política del Perú establece que la potestad de impartir justicia emana
del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a
las leyes, ello tiene como consecuencia inmediata que ningún órgano, organismo o entidad que represente o que
sea parte de algún poder estatal distinto al peruano y que, por ende, sea ajeno a la estructura jerarquizada de
órganos jurisdiccionales que conforman el Poder Judicial peruano, pueda interferir en el ejercicio de sus funciones,
o vincular o condicionar la actuación de estos. La única excepción a dicho principio se encuentra establecida en
el artículo 205º de nuestra Constitución que faculta, a quien se considere lesionado en los derechos que la
Constitución misma reconoce, a recurrir a los tribunales u organismos internacionales constituidos según Tratados
o Convenios de los que el Perú es parte.

Al respecto, el Tribunal Constitucional ha tenido oportunidad de señalar que: “…conforme a los principios de
soberanía del pueblo (artículo 45.° de la Constitución) y de forma republicana de gobierno, al carácter social y
democrático de nuestro Estado (artículo 43.° de la Constitución), y al principio de jerarquía normativa (artículo 51.°
de la Constitución), el respeto al sistema de fuentes de nuestro ordenamiento jurídico, donde se incluyen las
decisiones de este Tribunal Constitucional, constituye uno de los valores preeminentes de todo sistema
democrático por donde los poderes públicos y los ciudadanos deben guiar su conducta por el derecho…” (STC
0168-2005-PC/TC).

También podría gustarte