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Los Amish como grupo etnorreligioso que son, poseen una naturaleza como tal, una

cohesión social y unas normas grupales que se oponen a forma de vida moderna. Un
grupo social se puede definir por tanto como un conjunto de individuos
interdependientes, que se perciben como pertenecientes a un grupo, que interactúan
entre sí, que se unen para lograr un objetivo o satisfacer una necesidad mutua a través
de su asociación conjunta (Johnson y Johnson, 1987).

Es así como la comunidad Amish como grupo social determina de algún modo, el tipo
de personas que son y las formas de vida que tienen sus integrantes; se genera una
influencia sobre qué se hace, dónde se vive, cómo se vive… A esto se le suman otras
dimensiones más específicas como las actitudes que apoyan, las prácticas culturales que
adoptan, la educación que reciben y el nivel de prosperidad del que gozan como grupo.
Todo este difícil sistema de influencias que se desarrollan dentro del grupo son las que
lo definen de manera unívoca.

Los Amish se basan en una identidad común, se fundan sobre el apego y la afinidad
directa al grupo: están muy unidos como comunidad y cabe resaltar el carácter
colaborativo de sus integrantes que son caritativos y defienden el importante valor de la
ayuda mutua. Se puede decir, por tanto, que este grupo humano posee una alta
entitatividad, es decir, sus integrantes forman una entidad distinta y unida; tiene unos
límites definidos en los que las conductas que se desarrollan resultan de los procesos
sociales singulares que ocurren y emergen del grupo.

Todo esto deriva a hablar sobre el efecto de la comunidad Amish que tiene sobre los
sujetos que forman parte de ella, sobre el desempeño de cada miembro. Es por ello que
se puede determinar que los Amish llevan a cabo prácticas que son compartidas por
prácticamente el conjunto de la comunidad. Sin embargo, en contraposición a esta
afirmación, existen diferencias en lo que respecta al cumplimento de normas según las
aldeas y el líder religioso del grupo. Por ejemplo, Nebraska Amish, Troyer Amish y los
Swartzendruber Amish son algunos de los grupos Amish más rigurosos y ajustados
exactamente a la norma casi sin admitir excepciones ni concesiones.

La solidaridad, caridad, colaboración, participación, ayuda y apoyo entre los Amish


constituyen el pilar fundamental del grupo; la cohesión grupal es una de las propiedades
básicas del grupo, y, que en el caso de los Amish, une a las personas entre sí y al grupo
como un todo, logrando de este modo un sentimiento de solidaridad y unidad. La
comunidad Amish implica la uniformidad de la conducta de sus miembros, generando
desde un conjunto, un conglomerado de individuos: el grupo en sí.

Ocurre con frecuencia que algunos Amish abandonan el grupo; puede ocurrir tras el
periodo de experimentación en el que los jóvenes tienen que elegir si pasar a ser
miembro pleno de la comunidad o no, o por mera decisión propia de abandonar la
identidad Amish. Es aquí donde toma especial relevancia la propiedad de los grupos
sociales anteriormente mencionada: la cohesión.

A pesar de tratarse de una comunidad anti-individualista, las personas poseen por


naturaleza unos objetivos individuales que deben verse satisfechos por el grupo; es la
cohesión, la fuerza de atracción, la que hace que el pertenecer a la comunidad y el
adherirse al estándar grupal sea de importancia para el miembro. Consiste por tanto en
una agregación de individuos en la que la interdependencia mutua y la interacción
cooperativa resultan claves en vista a la satisfacción de unos objetivos grupales. Para los
individuos de la comunidad Amish es importante la cohesión grupal, la atracción
interpersonal en vista a un aumento de la solidaridad del grupo y una diferenciación del
resto de la sociedad y de la vida moderna en general.

Los Amish, como cualquier otro grupo social es dinámico: se incorporan nuevos
individuos, antiguos miembros lo abandonan… Este proceso grupal que se extiende
sobre la línea del tiempo, requiere de relaciones dinámicas entre el grupo y sus
miembros que describen los movimientos de estos individuos dentro de la comunidad
en términos de compromiso y pertenencia, de socialización grupal.

Este conjunto de continuidades marcadas en parte por la entrada de jóvenes tras el


bautizo dentro de la iglesia Amish requiere de esta relación dinámica llamada
socialización grupal. El compromiso con los objetivos y los valores de la comunidad, la
creación de vínculos positivos entre los individuos y el grupo Amish y un deseo de
seguir formando parte del grupo resultan esenciales en un continuo de tiempo marcado
por las transiciones de la vida grupal.

En lo que se refiere a la organización de la sociedad Amish, cabe señalar que esta se


realiza de manera independiente en comunidades según los distritos. Son por tanto
frecuentes las diferencias en lo que respecta a las normas sociales y valores comunales
según el distrito.
Cada distrito tiene una iglesia local y utilizan elementos geográficos para establecer sus
límites, como por ejemplo ríos. Cada Iglesia local cuenta con sus propios líderes que
carecen de formación teológica, son siempre hombres y desempeñan su ocupación toda
la vida. Formado por un obispo, dos o tres ministros y un diácono, seleccionados
mediante un proceso conocido como “The Lot” el grupo de líderes se encarga, entre
otras cosas, de mantener actualizado ante contratiempos y cambios el reglamento del
distrito de manera autónoma. Existe una forma cooperar entre distritos así como de
compartir valores y desarrollar prácticas comunes; son las llamadas afiliaciones las que
permiten la colaboración y participación entre distritos locales.

Con entre veinte y cincuenta viviendas por cada distrito de iglesia, estos se agrupan
formando asentamientos muy variados en cuando al número de distritos que comprende.
Es en el condado de Holmes situado en Ohio, el de Lancaster en Pensilvania y el de
LaGrange en Indiana donde más asentamientos Amish hay. Se puede comprobar que es
en Estados Unidos donde reside la mayor parte de las comunidades Amish seguido de
Canadá y el norte de México.

http://www.incontext.indiana.edu/2012/nov-dec/article2.asp
Siguiendo la referencia hecha de los Amish como grupo social cabe destacar que en su
diferenciación respecto al resto de la sociedad, la pertenencia a la comunidad Amish se
sustenta sobre la identidad, el autoconcepto grupal y la importancia que suponen estos
para el individuo; esto resulta vital para un mejor desempeño de las tareas y en términos
de procesos grupales. Es así como se puede hablar de los Amish como un fenómeno
colectivo; resultaría imposible hacer esto si se pusiera atención únicamente en
miembros aislados del grupo. La vida colectiva de la comunidad Amish alejada del yo
individual, aboga por una identidad grupal basada en la pertenencia a la comunidad y la
definición de esta en términos de propiedades y características que le son propias.

Este sentimiento de identidad en la sociedad Amish se ve reforzada por el papel que


juegan las familias en ella. Como agente informal que es, ejerce un control en el
comportamiento de los hijos desde que son pequeños relacionado con la comunidad
Amish. Tanto el padre, que es el que se encarga de los asuntos religiosos relacionados
con la iglesia local y el resto de la comunidad, como la madre, que se ocupa de la
limpieza del hogar y el cuidado de los hijos, ejercen un control informal directo sobre la
consolidación de la vida espiritual en ellos.

Considerado el jefe religioso del hogar y asumiendo el rol tradicional definido con el
género, el padre de la familia es el sostén principal en lo que respecta a los negocios y el
bienestar financiero. Por otro lado, la mujer, asumiendo también el rol tradicional
definido con el género se encarga de la maternidad y de las labores del hogar, como ya
se ha dicho. Estas también intervienen en las decisiones de la familia aunque es común
que esto sea determinación del hombre; además se puede decir que existe, aunque con
variaciones según la familia, una dominación del marido sobre la esposa en múltiples
aspectos.

Sin embargo, lo más importante al hablar sobre las familias en la comunidad Amish, es
su valioso papel al participar en la consolidación de la identidad de la comunidad. La
ayuda y la colaboración entre familias así como la socialización con los vecinos son sus
principales funciones como núcleo. Este énfasis sobre la importante relación entre la
familia y la comunidad se genera desde la niñez: los padres generan influencia en el
proceso de toma de conciencia del niño en cuanto a pertenencia al grupo.
Contraponiéndose al individualismo que promueve el interés propio, la auto promoción
y la auto reivindicación, les inculcan desde niños los valores comunales y les crían en
un ambiente de dependencia de la comunidad.

Antes de nombrar el conjunto de reglas y tradiciones propias que rigen la vida de los
miembros de este grupo etnorreligioso se va a proceder a explicar la definición y el
papel que tienen estas en el grupo. Las normas que rigen la comunidad Amish son un
conjunto de creencias compartidas entre los miembros y que generan una uniformidad
en lo que respecta a los comportamientos adecuados que deben adoptar o desarrollar
estos. Se puede decir que tienen un carácter descriptivo en cuanto que determinan los
rasgos distintivos de las conductas propias de los Amish, y un carácter preceptivo en
cuanto que se trata de unas disposiciones que deben ser cumplidas. Estas normas
grupales tienen gran influencia en los miembros de la comunidad Amish pues dictan el
marco de referencia de sus vidas; dictan el estilo de vida que deben llevar.

Existe una serie de reglas básicas de la comunidad Amish, explícitas y que hacen
referencia mayoritariamente a mantenerse al margen del mundo moderno. Estas tratan
de establecer, mediante una serie de pautas concretas, cómo oponerse a las influencias
de la actual sociedad moderna. Se trata de convivir juntamente con la vida moderna
pero sin dejar que esta les genere ningún tipo de influencia, distracción o tentación.
Estas reglas pasan a formar parte de la comunidad proporcionándola estabilidad y,
basándose en la idea de cohesión, se crea así un acuerdo general en torno a los valores y
las normas en vista a crear consenso e integración entre los miembros.

El conjunto de estas reglas en la comunidad Amish se conoce como Ordnung, (palabra


alemana que en español significa La Ordenanza), y es considerado como un
ordenamiento que regula la vida privada, pública y ceremonial de la comunidad. Los
Amish poseen Ordnung diferentes para cada comunidad o distrito ya que carecen de un
gobierno central de la iglesia. Es así como cada comunidad actúa de forma más o menos
autónoma e individual, incluyendo sus propias directrices a los Ordnung de cada iglesia
local. Se tratan de normas exigibles a todos los miembros que componen la comunidad
y son conocidas por todos ellos.

A pesar de las variaciones existentes en la regulación según la comunidad, existen una


serie de reglas básicas, por lo general escritas, que resultan comunes para todas las
comunidades y que describen la esencia de la identidad Amish. Antes de diferenciar
estos dos tipos de Ordnung se va a proceder a explicar el objeto de la creación de este
reglamento.

El Ordnung para los Amish supone una importante marca de identidad grupal y
constituye una forma de garantizar que los miembros de la iglesia vivirán una vida
sencilla y dedicada a Dios, a la familia y a la comunidad pues estos creen en la
interpretación literal de la Biblia. Como grupo anabaptista que es, las reglas escritas
incluyen creencias comunes que guían el comportamiento de los Amish hacia la
semejanza de Dios alejándoles del mundo exterior que supone peligro y amenaza
respecto a lo que dicta Jesús.

El amor, la humildad, la hermandad y el respeto por la comunidad en contraposición al


poder individual, el estatus y la riqueza constituyen los fundamentos de la vida Amish
frente a las amenazas que acompañan a la sociedad moderna en su conjunto. Mediante
la aplicación del principio bíblico, estas regulaciones proponen una forma de evitar la
tendencia a un comportamiento perjudicial, propio del mundo moderno, orientándolo
así hacia la voluntad de Jesús recreada en las reglas del grupo.

Una vez definido el propósito fundamental del Ordnung, cabe señalar las dos
modalidades que existen. En primer lugar se encuentran aquellas reglas o disposiciones
escritas a lo largo de la historia y que resultan aplicables a todos los miembros de la
comunidad Amish; son pocas estas reglas que componen esta parte del Ordnung
aplicable a todos los Amish. Esta primera parte del Ordnung se refiere principalmente a:

 Vivir al margen del mundo moderno considerado como una amenaza


 Llevar una vida sencilla
 Rechazo al orgullo, la arrogancia y la altivez
 Ensalzamiento de la humildad, la modestia, la calma, el amor, la familia y el
sometimiento a la voluntad de Jesús.
 Respeto por la comunidad y sumisión al orden colectivo del grupo.
 Trabajo y autosuficiencia de la comunidad.
Por otra parte se encuentra el otro tipo de Ordnung, unas normas más actualizadas y
definidas por cada distrito, es decir, puesto que cada distrito posee una iglesia propia,
estas directrices difieren según la localidad.

Está formado por tanto, por una serie de reglas específicas, no escritas e impuestas por
los líderes de cada comunidad Amish, generando así desde grandes variaciones a otras
de menos intensidad entre los Ordnung que cada iglesia local mantiene. Este Ordnung al
no estar escrito se entiende como el comportamiento, el estilo de vida que se espera que
los miembros de la comunidad sigan y que conocen, pues se trata de un conocimiento
que es aprendido por ellos cuando son niños.

De entre las regulaciones más comunes entre los distritos que describen e imponen el
comportamiento apropiado que deben seguir los miembros, destaca en primer lugar la
abstención del uso de las tecnologías. Esta norma es consecuente de aquello que incluye
el primer tipo de Ordnung sobre mantenerse al margen de la sociedad moderna en la que
las tecnologías, también modernas, parecen atentar contra la vida sencilla y humilde que
se impone por norma llevar. El rechazo de las herramientas tecnológicas tiene la clave
en que suponen una facilitación del trabajo individual, amenazando así a una de las
normas básicas de los Amish: la dependencia e identidad de la comunidad.

Además esta tecnología promueve la comodidad, la pereza o el lujo, generando por


tanto una violación directa de valores contenidos en el reglamento que se basan en un
alejamiento de la sociedad moderna. Consideran amenazas las siguientes prácticas que
incorporan el manejo de herramientas tecnológicas por lo que quedan restringidas salvo
excepciones que se verán posteriormente.

 Uso de la electricidad
 Ver la televisión
 Escuchar música (excepciones)
 Manejar máquinas electrónicas
 Utilizar el teléfono móvil
 Hacer fotografías o grabar vídeos
 Utilización de automóviles
 Viajar en avión
Sin embargo, como se ha señalado anteriormente, existen ciertas excepciones en el uso
de las distintas tecnologías que establecen los líderes de la iglesia de cada distrito local;
es así como se puede poner en contraste la existencia de diferencias en las directrices de
los Ordnung. El uso de la electricidad es vista como una forma de ponerse en contacto,
de conectarse con el mundo exterior, el poseer y conducir un automóvil fomenta la
arrogancia, la competencia entre los Amish y es una marca de estatus, el uso del
teléfono puede debilitar la comunicación cara a cara… Sin embargo, en ciertas
comunidades a través de reuniones que se celebran dos veces al año, se establecen unos
límites y condiciones en el uso de las tecnologías, en lugar de una estricta prohibición
de su uso. Estas regulaciones en la utilización de las tecnologías son solo posibles en
algunos de los distritos más liberales.

Por ejemplo hay Ordnung que permiten el uso de electricidad a través de generadores de
gas o diésel o con baterías de no más de 12 V, conducir automóviles cuando la situación
implique necesidad o colocar un teléfono que, aunque alejado de las casas, permita el
contacto en situaciones de emergencia. Como puede comprobarse estas reglas contienen
unos límites muy estrictos con el fin de evitar cualquier forma de intrusión de la vida
moderna en los valores de los Amish.

Una vez que se ha hecho referencia a una de las normas contenidas en los Ordnung de
las distintas comunidades sobre el uso de las tecnologías, se va a proceder a hacer un
listado, no completo, con algunas de otras reglas que imponen las diferentes iglesias de
cada distrito.

 La Seguridad Social queda prohibida.


 La vestimenta, como forma de identidad de la comunidad Amish debe seguir unas
pautas: uso de sombrero por parte de los hombres, cubrimiento de la cabeza en las
mujeres, confección propia de la ropa, prohibido el uso de botones, prohibido el uso
de joyas, afeitado de bigote y de barba si el hombre está soltero: una vez que se
casan han de dejarse barba.
 Los niños deben acudir al colegio hasta octavo, año a partir del cual deben comenzar
a trabajar en el campo o en el hogar.
 Orden de culto
 Queda prohibido unirse al Ejército
 El matrimonio debe tener lugar dentro de la iglesia
 Evitar unirse a organizaciones públicas
 Prohibición del divorcio…

Estas son algunas de las principales reglas contenidas en los distintos Ordnung y que
contienen diferentes límites según la comunidad. Resulta interesante hablar de esto: las
limitaciones en los Amish son consideradas como una condición más para felicidad y su
respeto resulta ser clave pues sin ellos los individuos poseedores de una libertad
individual se volverían arrogantes, vanidosos, competentes y reivindicativos.

Existe un término, también de origen alemán, Gelanssenheit, que se encuentra


íntimamente relacionado con el Ordnung. En contraposición al individualismo que
promueve el interés propio, el Gelanssenheit promueve la humildad y el sometimiento a
Dios, constituyendo por tanto el valor fundamental de los Amish. Es así como el
Ordnung se emplea para alcanzar el Gelassenheit que suprime la voluntad del yo
individual a favor de la comunidad, el servir a los demás y la unidad como ideas
centrales de los Amish.

 Personalidad: reservado, modesto, calmado, tranquilo


 Valores: sumisión, obediencia, humildad, sencillez
 Símbolos: vestimenta, caballo, carro, farol
 Estructura: pequeña, informal, local, descentralizada
 Ritual: baptismo, confesión, ordenación, bautismo

Más adelante se volverá a hacer referencia a este término y su presencia en


determinados aspectos de la vida de los Amish

Donald B. Kraybill. (1989). The Quiltwork of Amish Culture. The


Riddle of Amish Culture (21-26). Baltimore, Maryland: Johns Hopkins
University Press
Por último, la Obediencia del Ordnung es obligatoria dentro de la comunidad Amish. Su
cumplimiento, como es igual en el resto de la sociedad, depende de la motivación de los
individuos, por lo que detrás de cada norma, como hemos visto, hay una
fundamentación.

Existen diferentes niveles de comportamientos según establece el Ordnung y van desde


aceptables, a conductas no morales pero que no llegan a afectar a la pertenencia a la
iglesia y prohibidas, siendo estas últimas las únicas que sí tienen efectos en esos
términos. Dentro de este último grupo referido a los comportamientos prohibidos por la
Ordenanza, el incumplimiento de alguna directriz contenida en ella es considerado
como una desobediencia a Dios. Es decir, es equiparable a decir que el miembro que no
ha cumplido adecuadamente no ama a la Iglesia; no existe término medio ante la
desobediencia de las normas de estilo de vida. Ante un caso así, el individuo es
castigado por los líderes de la iglesia a la que pertenecía según dicte la disciplina. Una
de las sanciones más graves que se aplican ante el incumplimiento del Ordnung de una
comunidad es algo similar a la excomunión por la que se expulsa al acusado de la
comunidad Amish.

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