Está en la página 1de 10

Nebulosa planetaria

Una nebulosa planetaria es una nebulosa de emisión consistente en una envoltura


brillante en expansión de plasma y gas ionizado, expulsada durante la fase de rama
asintótica gigante que atraviesan las estrellas gigantes rojas en los últimos
momentos de sus vidas.1

El nombre se debe a que sus descubridores, en el siglo XVIII,2 observaron que su


apariencia era similar a los planetas gigantes vistos a través de los telescopios
ópticos de la época, aunque realmente no tienen ninguna relación con los
planetas.3 Se trata de un fenómeno relativamente breve en términos astronómicos,
que dura del orden de las decenas de miles de años (el tiempo de vida de una
4
estrella común ronda los diez mil millones de años).

Al final de la vida de las estrellas que alcanzan la fase de gigante roja, las capas La nebulosa Ojo de Gato. Imagen en
exteriores de la estrella son expelidas debido a pulsaciones y a intensos vientos falso color (visible y rayos X) tomada
estelares. Tras la expulsión de estas capas, subsiste un pequeño núcleo de la por el telescopio espacial Hubble.
estrella, el cual se encuentra a una gran temperatura y brilla de manera intensa. La
radiación ultravioleta emitida por este núcleo ioniza las capas externas que la
estrella había expulsado.1

Las nebulosas planetarias son objetos de gran importancia en astronomía, debido a que desempeñan un papel crucial en la evolución
química de las galaxias, devolviendo al medio interestelar metales pesados y otros productos de la nucleosíntesis de las estrellas
(como carbono, nitrógeno, oxígeno y calcio). En galaxias lejanas, las nebulosas planetarias son los únicos objetos de los que se puede
5
obtener información útil acerca de su composición química.

Las imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble han revelado que muchas nebulosas planetarias presentan morfologías
extremadamente complejas.6 7 Solamente en torno a un quinto de ellas muestran formas más o menos esféricas.8 El mecanismo que
produce esta amplia gama de formas no se comprende todavía muy bien, aunque se cree que las estrellas binarias centrales,9 los
vientos estelares10 y los campos magnéticos11 podrían ejercer un papel importante.

Índice
Observaciones y descubrimientos
Formación y evolución
Origen
Fase de nebulosa planetaria
Características
Morfología
Características físicas
Contribución a la evolución galáctica
Distribución y abundancia
Cuestiones por resolver
Véase también
Referencias
Bibliografía utilizada
Bibliografía adicional
Enlaces externos
En español
En inglés

Observaciones y descubrimientos
Por lo general, las nebulosas planetarias son objetos tenues que no pueden ser
observados a simple vista. La primera nebulosa planetaria en ser descubierta
fue la nebulosa Dumbbell, en la constelación de Vulpecula, que fue observada
el 12 de julio de 1764 por Charles Messier, e incluida en su catálogo de
nebulosas como M27.12 El nombre le fue dado posteriormente por John
Herschel debido a su parecido con unamancuerna (en inglés dumb-bell).13

Para los primeros observadores con telescopios de baja resolución, la


apariencia de estas nebulosas era similar a los planetas gigantes del sistema
solar. El primero en percatarse de ello fue Antoine Darquier, descubridor de la Reproducir contenido multimedia
nebulosa del Anillo en 1779.14 Sin embargo, fue William Herschel, La nebulosa Dumbbell. Crédito: NASA y L.
Barranger (STScI/AVL).
descubridor de Urano unos años antes, quien en 1784 acuñó finalmente el
nombre de "nebulosa planetaria" para denominar a estos objetos,12 aunque
realmente son muy diferentes a losplanetas y no poseen ninguna relación.

La naturaleza de las nebulosas planetarias permaneció desconocida hasta que se realizaron las primeras observaciones
espectroscópicas. El 29 de agosto de 1864, William Huggins tomó el primer espectro de una nebulosa planetaria,12 la nebulosa Ojo
de Gato, mediante la utilización de un prisma que dispersaba su luz.14 Al analizar su espectro, Huggins esperaba encontrarse con un
espectro de emisión continuo, como ya había observado anteriormente en otras nebulosas como la galaxia de Andrómeda. Sin
embargo, lo que observó fue un pequeño númerode líneas de emisión. En palabras del propio Huggins:

... Miré en el espectroscopio. ¡El espectro no era como esperaba! ¡Solo una única línea brillante! Al
principio sospeché que se trataba de un desplazamiento del prisma... entonces se me ocurrió la verdadera
interpretación. La luz de la nebulosa era monocromática... el enigma de las nebulosas estaba resuelto. La
respuesta, que nos había llegado en la luz misma, decía: no hay una agrupación de estrellas, sino gas
luminoso.

William Huggins, On the Spectra of Some of the Nebulae, 1864.15

Esto se debe a que en el espectro de las nebulosas planetarias predominan las líneas de emisión, como en los gases, al contrario que
en las nebulosas formadas por estrellas, que presentan un espectro continuo. Huggins identificó una línea de Balmer del hidrógeno
(en concreto H , correspondiente al color cian), aunque también aparecían otras líneas mucho más brillantes, como la
correspondiente a 500,7nanómetros,16 que los astrónomos no lograban identificar con ningúnelemento.12 15

Para explicar la emisión de estas líneas, se sugirió la existencia de un nuevo elemento denominado nebulio. La verdadera naturaleza
de estas líneas no se descubrió hasta pasados más de sesenta años desde las observaciones de Huggins, con la aparición de la
mecánica cuántica; fue Ira Sprague Bowen,17 18 en 1928, quien dedujo que estas líneas eran causadas por átomos de oxígeno y
nitrógeno ionizado, refutando así la teoría delnebulio.16 4

Bowen demostró que en gases de densidades extremadamente bajas los electrones pueden poblar niveles de energía metaestables
excitados, que en gases de densidades más elevadas se desexcitarían rápidamente debido a las colisiones existentes entre átomos.19
Las transiciones de los electrones desde estos niveles a otros de menor energía en los átomos de oxígeno y nitrógeno ionizado, como
O2+, O+ o N+, producen la emisión de las líneas que Huggins no supo identificar, incluida la correspondiente a 500,7 nanómetros.18
Estas líneas espectrales reciben el nombre de líneas prohibidas, y solamente aparecen en gases de muy baja densidad, por lo que se
20
deduce que las nebulosas planetarias están formadas de gas altamente enrarecido (baja densidad).
Los espectros en la banda de luz visible de las nebulosas planetarias son de
hecho tan diferentes de los de otros objetos celestes que se usan para
determinar la existencia de una nebulosa planetaria aunque su tamaño aparente
sea tan pequeño que no permita su identificación mediante fotometría. En
concreto, las líneas del oxígeno doblemente ionizado, O2+, a 500,7 y a 495,9
nanómetros y la línea de Balmer H , aun cuando están presentes en espectros
de otros objetos como novas y supernovas, en ningún caso tienen tanta
21
intensidad como en los espectros de las nebulosas planetarias.

Hacia finales del siglo XX, las mejoras tecnológicas ayudaron en el estudio y
comprensión de las nebulosas planetarias.2 Los telescopios espaciales
permitieron a los astrónomos estudiar la luz emitida más allá del espectro
visible, la cual no puede ser detectada desde los observatorios situados en
La nebulosa del Anillo. Crédito: The Hubble tierra, ya que sólo las ondas de radio y la luz del espectro visible atraviesan la
Heritage Team (AURA/STScI/NASA). atmósfera sin sufrir perturbaciones. Los estudios realizados en elinfrarrojo y el
ultravioleta revelan mucha más información de las nebulosas planetarias, como
su temperatura, su densidad o las abundancias de los distintos elementos.22 23
La tecnología CCD permitió medir de una manera mucho más precisa las líneas espectrales más débiles. El telescopio espacial
Hubble mostró que, aunque muchas nebulosas parecen a priori poseer una estructura muy básica vistas desde los observatorios
terrestres, la gran resolución óptica de los telescopios situados sobre la atmósfera terrestre revela morfologías que pueden llegar a ser
extremadamente complejas.6 7

Formación y evolución

Origen
Las nebulosas planetarias se forman cuando una estrella que posee entre 0,8 y 8 masas solares (M⊙) agota su combustible nuclear.
Por encima del límite de 8 M⊙ la estrella explotaría originando unasupernova.24

Durante la mayor parte de sus vidas las estrellas se encuentran brillando debido a las reacciones de fusión nuclear que tienen lugar en
el núcleo estelar. Esto permite que la estrella se encuentre en equilibrio hidrostático, pues la fuerza que la gravedad ejerce hacia el
centro de la estrella intentando comprimirla es compensada por la suma de las presiones hidrostática y de radiación, que actúan
intentando expandir el sistema.25 Las estrellas que cumplen esto están situadas en la zona de secuencia principal en el diagrama
Hertzsprung-Russell, donde se encuentran la mayor parte de las mismas.

Las estrellas de masas medias y bajas, como las que forman nebulosas planetarias, permanecen en la secuencia principal durante
varios miles de millones de años, consumiendo hidrógeno y produciendo helio que se va acumulando en su núcleo, el cual no tiene
suficiente temperatura para provocar la fusión del helio, quedando éste inerte. Progresivamente se va acumulando helio hasta que la
presión de radiación en el núcleo no es suficiente para compensar la fuerza gravitatoria generada por la masa de la estrella, por lo que
aquél se comprime. Esta compresión genera calor que provoca una aceleración de la fusión del hidrógeno de las capas exteriores, que
se expanden.26 Como la superficie de la misma aumenta, la energía que produce la estrella se difunde sobre un área más amplia,
resultando en un enfriamiento de la temperatura superficial y por tanto en un enrojecimiento de la estrella. Se dice entonces que la
estrella entra en la fase degigante roja.27

El núcleo, compuesto totalmente por helio, continúa comprimiéndose y calentándose en ausencia de reacciones nucleares, hasta se
alcanza la temperatura que posibilita la fusión del helio en carbono y oxígeno (unos 80-90 millones de kelvin), volviendo de nuevo al
equilibrio hidrostático.28 Pronto se formará un núcleo inerte de carbono y oxígeno rodeado por una capa de helio y otra de
rama asintótica gigante.29
hidrógeno, ambas en proceso de fusión. Este estadio de las gigantes rojas se denomina
Las reacciones
de fusión del
helio son

Reproducir contenido multimedia


Simulación de la formación de una nebulosa
planetaria. Crédito: NASA, ESA, y J. Gitlin (STScI).

Diagrama de Hertzsprung-Russell. Las


extremadamente sensibles a la temperatura, siendo su proporcionalidad del estrellas están en la secuencia principal la
mayor parte de su existencia. Finalmente,
orden de T40, en temperaturas relativamente bajas.30 La estrella entonces se
cuando el hidrógeno comienza a
vuelve muy inestable debido a la influencia que pueden llegar a tener las
escasear, se convierten en gigantes rojas
variaciones de temperatura; un aumento de solo el 2 % en la temperatura de la (arriba-derecha). Por último, si la estrella
estrella doblaría el ritmo al que se producen estas reacciones, liberándose una se encuentra entre 1 y 8masas solares
gran cantidad de energía que aumentaría la temperatura de la estrella, por lo aproximadamente, se convierte enenana
que provocaría que la capa de helio en fusión se expandiera para enfriarse blanca (abajo), con un radio muy
pequeño, y genera una nebulosa
rápidamente. Esto da lugar a violentas pulsaciones, que finalmente adquieren
planetaria.
la intensidad suficiente como para expulsar por completo la atmósfera estelar
al espacio.31

Los gases eyectados forman una nube de material alrededor del ahora expuesto núcleo de la estrella. A medida que la atmósfera se
desplaza alejándose de la estrella, se exponen cada vez capas más profundas y calientes del núcleo. Cuando la superficie expuesta
alcanza una temperatura de 35 000 K, se emiten suficientes fotones ultravioletas como para ionizar la atmósfera eyectada, haciéndola
brillar. La nube se ha convertido en una nebulosaplanetaria.32

Fase de nebulosa planetaria


Una vez comenzada lafase de nebulosa planetaria, los gases expulsados viajan
a velocidades de varios kilómetros por segundo respecto de la estrella central.
Ésta se convierte en el remanente (enana blanca) de la estrella gigante roja
anterior, y está formada por carbono y oxígeno con sus electrones
degenerados, con escaso hidrógeno, ya que la mayor parte fue expulsado en la
fase anterior de rama asintótica gigante.

A medida que el gas se expande, la estrella central experimenta una evolución


en dos etapas: primero, contrayéndose a la par que se calienta, quemándose el
hidrógeno de la capa exterior al núcleo. En esta etapa la estrella central
mantiene una luminosidad constante, alcanzando finalmente temperaturas de
en torno a 100 000 K. En segundo lugar, la estrella sufre un proceso de
enfriamiento cuando la capa de hidrógeno exterior se ha consumido, perdiendo
además algo de masa. El remanente irradia su energía pero las reacciones de La nebulosa de la Hélice. Crédito: NASA,
fusión dejan de producirse, ya que ha perdido mucha masa y la que le queda no ESA, y C. R. O'Dell.
es suficiente para alcanzar las temperaturas necesarias para desencadenar este tipo de procesos. La estrella se enfría de tal modo que
la radiación ultravioleta irradiada no es lo suficientemente intensa como para ionizar el gas distante.

La fase de nebulosa planetaria finaliza cuando la nube de gas se recombina, abandonando el estado de plasma y volviéndose
invisible. Para una nebulosa planetaria típica, la duración de esta fase es de aproximadamente 10 000 años.4 El remanente estelar,
2
una enana blanca, permanecerá sin sufrir apenas cambios en su evolución, enfriándose muy lentamente.

Características

Morfología
Las nebulosas planetarias presentan formas muy dispares, desde irregulares y
de apariencia compleja hasta casi perfectamente esféricas. Sin embargo, éstas
últimas apenas suman el 20 % del total.8

La mayoría de las nebulosas planetarias pueden clasificarse según su forma en


esféricas, elípticas, o bipolares (vistas desde la Tierra, ya que la forma depende
del ángulo con el que se las mire). Sin embargo, en menor medida también
existen otras formas, como anulares, cuadrupolares, helicoidales, irregulares, y
de otros tipos.33 La nebulosa planetaria Abell 39 presenta forma esférica, y la
nebulosa Retina (IC 4406) forma bipolar. En muchas ocasiones la forma da
nombre a la nebulosa, como es el caso de la nebulosa del Anillo, la nebulosa Reproducir contenido multimedia
Simulación de la formación de una
de la Hélice, o la nebulosa de la Hormiga.
nebulosa planetaria bipolaren un sistema
Las nebulosas planetarias bipolares se encuentran cerca del plano galáctico (3º binario. Crédito: STScI.
máximo), por lo que fueron creadas por estrellas jóvenes muy masivas (tipo
espectral A), al contrario que las esféricas, más alejadas del plano galáctico (de
5º a 12º), y cuyas estrellas progenitoras eran más antiguas y menos masivas, similares al Sol (tipo espectral G). Las elípticas se
encuentran en un intervalo intermedio (tipo espectral B, 3º-5º). Esto es indicativo de que la masa de la estrella progenitora determina
las características morfológicas de la nebulosa planetaria, influyendo por lo general en mayor medida que otros factores tales como la
rotación o el campo magnético.34 Además, cuanto más masiva es la estrella más irregular se torna la nebulosa.
35

36 aunque podrían deberse ainteracciones gravitatoriascausadas por


La razón de la amplia variedad de formas no se comprende bien,
una estrella compañera en sistemas estelares binarios (estrellas dobles). Otra posibilidad radica en que los planetas perturben el flujo
de material expelido por la estrella. En enero de 2005 se anunció la primera detección de campos magnéticos alrededor de las
estrellas centrales de dos nebulosas planetarias, y se postuló que éstos podrían ser causantes totales o parciales de la forma de la
nebulosa.37 11
La nebulosa Espirógrafo, La nebulosa de la La nebulosa de la La nebulosa Saturno,
morfología esferoidal. Se Hormiga, una de las Calabaza (o nebulosa ejemplo de nebulosa
diferencian tres colores, nebulosas bipolares más del Huevo Podrido). irregular.
correspondientes a características. Posee morfología bipolar
nitrógeno ionizado, y contiene una gran
hidrógeno, y oxígeno cantidad de compuestos
ionizado, de fuera hacia sulfurosos.
dentro.

Características físicas
Una nebulosa planetaria típica tiene aproximadamente un diámetro de un año luz, y está
formada por gas altamente enrarecido, con una densidad de entre 100 y 10 000
partículas por centímetro cúbico. En comparación, la atmósfera terrestre contiene 2,5 ×
1019 partículas por cm3. Las nebulosas más jóvenes poseen densidades más altas, en
ocasiones del orden del millón (106) de partículas por cm3. A medida que la nebulosa
envejece, la densidad decrece debido a su expansión en el espacio, la cual sucede a una
velocidad que ronda los 25 km/s, que equivale a unas 70 veces la velocidad del sonido
en el aire. Su masa puede tener un valor de entre 0,1 y 1masa solar.38

La radiación emitida por la estrella central calienta los gases hasta temperaturas de unos
10 000 K.39 Por lo general, en las regiones más cercanas a la estrella este gas puede
NGC 2392, también conocida
alcanzar una temperatura mucho mayor, en torno a 16 000-25 000 K.40 El volumen
como la "nebulosa Esquimal".
existente en las proximidades de la estrella central se encuentra a menudo ocupado por Crédito: NASA, ESA, Andrew Fruchter
un gas muy caliente, cercano a 1 000 000 K. Este gas se origina en la superficie de la (STScI), y ERO team (STScI + ST-
estrella en forma de viento estelar muy veloz.34 ECF).

Las nebulosas planetarias pueden diferenciarse según su constituyente limitante, que


puede ser materia o radiación. En el primer caso, no hay suficiente materia en la nebulosa para absorber todos los fotones
ultravioletas emitidos por la estrella, y la nebulosa visible se encuentra completamente ionizada. En el último, la estrella no emite
suficientes fotones ultravioletas para ionizar todo el gas circundante, propagándose desde la estrella hacia afuera un frente de
ionización y dejando neutras las regiones más exteriores, por lo que no se observa todo el gas existente en los alrededores, ya que este
gas se encuentra tan frío que emite radiación en el rangoinfrarrojo).41

Contribución a la evolución galáctica


Las nebulosas planetarias desempeñan un papel fundamental en la evolución galáctica. El universo primitivo consistía solamente en
hidrógeno y helio, pero con el paso del tiempo las estrellas han ido creando en su núcleo elementos más pesados a través de la fusión
nuclear. De este modo, los gases que conforman la nebulosa planetaria contienen una importante proporción de estos elementos más
pesados que el helio llamados "metales", como el carbono, el nitrógeno, o el oxígeno, contribuyendo a enriquecer el medio
5
interestelar a medida que la nebulosa planetaria se mezcla con el mismo.
Las generaciones posteriores de estrellas tendrán por tanto una mayor metalicidad, es decir, una mayor concentración de estos
elementos pesados. Aunque su proporción con respecto al total de la estrella es todavía muy pequeña, tienen un efecto muy
importante en su evolución. A las estrellas formadas al inicio del universo y que poseen una baja cantidad de estos elementos pesados
se las engloba dentro de la llamada Población I de estrellas, mientras que a las estrellas más jóvenes con alta metalicidad se las
engloba dentro de la Población II.42 Por lo general, las estrellas de la Población I se encuentran esparcidas por el disco galáctico,
mientras que las de la Población II están situadas en elbulbo galáctico y en el halo.43

Distribución y abundancia
Se conocen alrededor de 3000 nebulosas planetarias en nuestra galaxia.44
Se trata de un número pequeño si se lo compara con el número total de
estrellas; existe aproximadamente una nebulosa planetaria por cada 60
millones de ellas. Esto es debido a su corto tiempo de vida en
comparación con las estrellas. Se estima que cada año se generan
alrededor de tres nuevas nebulosas planetarias.4 45

Generalmente, se encuentran situadas en el plano de la Vía Láctea, siendo


más abundantes cerca delcentro galáctico.46
NGC 2818, una nebulosa planetaria en un
cúmulo abierto. Crédito: NASA, ESA, y Hubble
Regularmente se detectan nebulosas planetarias en cúmulos globulares,
Heritage Team (STScI/AURA).
como Messier 15, Messier 22, NGC 6441, y Palomar 6. Sin embargo, en
los cúmulos abiertos son mucho menos numerosas, puesto que estos
cúmulos poseen muchas menos estrellas que los globulares, y como están poco ligados gravitacionalmente sus miembros se dispersan
en cuestión de 100 a 600 millones de años,47 tiempo similar al necesario para que la fase de nebulosa planetaria se lleve a cabo.46
Se conocen algunas nebulosas planetarias situadas en cúmulos abiertos, como es el caso de
NGC 2348 y NGC 2818.

El estudio de las nebulosas planetarias en cúmulos abiertos permite determinar con mayor precisión el límite de masa entre las
estrellas progenitoras de lasenanas blancas y las estrellas de neutrones, situado entre 6-8 masas solares.48

Cuestiones por resolver


Un problema en el estudio de las nebulosas planetarias es que, en la
mayoría de los casos, sus distancias están muy mal determinadas.
Solamente para las nebulosas planetarias más cercanas es posible
determinar su distancia mediante la medición de la paralaje de su
expansión, esto es, observando su movimiento aparente sobre la
bóveda celeste. Esta medida revela la expansión en la perpendicular
de la línea de visión, mientras que con las medidas del efecto
Doppler se obtiene la velocidad de expansión en la línea de visión.
Comparando estas velocidades se puede determinar la distancia a la
La nebulosa de la Araña Roja, una nebulosa
nebulosa.6
bipolar con una estrella central muy caliente.
Otro problema es la diversidad de formas. Generalmente se acepta
que las interacciones entre material expandiéndose a diferentes
velocidades es la causa de la mayoría de las formas que se observan.10 Sin embargo, algunos astrónomos creen que los sistemas
estelares binarios podrían ser los responsables de, al menos, las nebulosas planetarias más complejas.9 Otras formas complicadas
podrían deberse a los intensoscampos magnéticos.11

En cuanto a la metalicidad de las nebulosas planetarias, existen dos maneras diferentes de determinarla mediante líneas espectrales;
con líneas de recombinación y con líneas excitadas por colisión, aunque en ocasiones las discrepancias entre ambos métodos son
bastante significativas. Algunos astrónomos creen que esto se debe a la existencia de pequeñas fluctuaciones de temperatura en la
nebulosa planetaria; otros apuntan a que las discrepancias son demasiado elevadas como para ser explicadas mediante efectos
térmicos, y postulan la existencia de regiones frías que contendrían muy poco hidrógeno. Sin embargo, estas regiones todavía no han
sido observadas.49

Véase también
Anexo:Nebulosas planetarias

Referencias
11. Jordan, S.; Werner, K.; O'Toole, S. J. (2005).
1. Frankowski, Adam; Soker, Noam (2009). «Very late «Discovery of magnetic fields in central stars of
thermal pulses influenced by accretion in planetary planetary nebulae» (http://arxiv.org/abs/astro-ph/05010
nebulae» (http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/0903/090 40). Astronomy and Astrophysics 432 (1): 273-279.
3.3364v1.pdf). New Astronomy 14 (8): 654-658. doi:10.1051/0004-6361:20041993 (http://dx.doi.org/10.1051%2F
doi:10.1016/j.newast.2009.03.006 (http://dx.doi.org/10.1016%2F 0004-6361%3A20041993). Consultado el 28 de noviembre
j.newast.2009.03.006). Consultado el 28 de noviembre. de 2009.
«A planetary nebula (PN) is an expanding ionized
circumstellar cloud that was ejected during the 12. Kwok, 2000, p. 1.
asymptotic giant branch (AGB) phase of the stellar 13. Lardner, D. (1856). «The Stellar Universe. Chapter VI»
progenitor. The nebula is ionized by the hot central (http://books.google.com/books?id=g51tRfPNwmkC&d
star.» q=John%20Herschel%20describes%20it%20dumbbell
2. Kwok, Sun (2005). «Planetary Nebulae: New &pg=RA7-PA35#v=onepage&q=&f=false). Popular
Challenges in the 21st Century» (http://adsabs.harvar Astronomy. Walton and Maberly. p. 35. «Sir John
d.edu/abs/2005JKAS...38..271K). Journal of the Herschel describes it as a nebula shaped like a dumb-
Korean Astronomical Society 38 (2): 271-278. bell.»
Consultado el 28 de noviembre. 14. Moore, S. L. (2007). «Observing the Cat's Eye Nebula»
3. Hubblesite, ed. (17 de diciembre de 1997). «Hubble (http://adsabs.harvard.edu/abs/2007JBAA..117R.279
Witnesses the Final Blaze of Glory of Sun-Like Stars» M). Journal of the British Astronomical Association 117
(http://hubblesite.org/newscenter/archive/releases/199 (5): 279-280. Consultado el 28 de noviembre de 2009.
7/38/background/) (en inglés). Consultado el 28 de 15. Huggins, W.; Miller, W. A. (1864). «On the Spectra of
noviembre de 2009. Some of the Nebulae» (http://adsabs.harvard.edu//abs/
4. Kwok, 2000, p. 2. 1864RSPT..154..437H). Philosophical Transactions of
the Royal Society of London 154: 437-444. Consultado
5. Kwok, 2000, pp. 199-207. el 28 de noviembre de 2009.
6. Reed, Darren S. et al. (1999). «Hubble Space 16. The Messier Catalog (SEDS / MAA), ed. (27 de
Telescope Measurements of the Expansion of NGC octubre de 2005). «Planetary Nebulae» (http://messier.
6543: Parallax Distance and Nebular». The obspm.fr/planetar.html) (en inglés). Consultado el 28
Astronomical Journal 118: 2430-2441. de noviembre de 2009.
doi:10.1086/301091 (http://dx.doi.org/10.1086%2F301091).
17. Bowen, Ira S. (1927). «The Origin of the Nebulium
7. Aller, L. H.; Hyung, S. (2001). «Historical Remarks on Spectrum» (http://adsabs.harvard.edu/abs/1928Natur .1
the Spectroscopic Analysis of Planetary Nebulae 21..418S). Nature 120. p. 473.
(invited review)». En Kwok, Sun; Dopita, Michael;
Sutherland, Ralph. Proceedings of the 209th 18. Bowen, Ira S. (1928). «The origin of the nebular lines
Symposium of the International Astronomical Union and the structure of the planetary nebulae» (http://adsa
209: 15. doi:10.1086/301091 (http://dx.doi.org/10.1086%2F301 bs.harvard.edu/cgi-bin/nph-data_query?bibcode=1928
091). Planetary Nebulae: Their Evolution and Role in the
ApJ....67....1B&link_type=ARTICLE&db_key=AST&hig
Universe (Astronomical Society of the Pacific).
h=). The Astrophysical Journal 67 (1): 1-15.
doi:10.1086/143091 (http://dx.doi.org/10.1086%2F143091).
8. Jacoby, George. H.; Ferland, Gary. J.; Korista, Kirk T. Consultado el 28 de noviembre de 2009.
(2001). «The Planetary Nebula A39: An Observational
Benchmark for Numerical Modeling of Photoionized 19. Bowen, Ira S. (1927). «The Origin of the Chief Nebular
Plasmas» (http://adsabs.harvard.edu/abs/2001ApJ...56 Lines» (http://adsabs.harvard.edu/abs/1927PASP...39..
0..272J). The Astrophysical Journal 560 (1): 272-286. 295B). Publications of the Astronomical Society of the
doi:10.1086/322489 (http://dx.doi.org/10.1086%2F322489).
Pacific 39 (231): 295. Consultado el 28 de noviembre
Consultado el 28 de noviembre de 2009. de 2009.
9. Soker, Noam (2002). «Why every bipolar planetary 20. Gurzadjan y Armenien, 1997, pp. 32-37.
nebula is 'unique' » (http://adsabs.harvard.edu/abs/200 21. Gurzadjan y Armenien, 1997, pp. 6-7.
2MNRAS.330..481S). Monthly Notices of the Royal 22. Hora, Joseph L., et al. (2004). «Infrared Array Camera
Astronomical Society 330 (2): 481-486. (IRAC) Observations of Planetary Nebulae» (http://ads
doi:10.1046/j.1365-8711.2002.05105.x (http://dx.doi.org/10.104 abs.harvard.edu/abs/2004ApJS..154..296H). The
6%2Fj.1365-8711.2002.05105.x). Consultado el 29 de Astrophysical Journal Supplement Series 154 (1): 296-
noviembre de 2009. 301. doi:10.1086/422820 (http://dx.doi.org/10.1086%2F422820).
10. Kwok, 2000, pp. 89-96. Consultado el 8 de diciembre de 2009.
Gurzadjan y Armenien, 1997, p. 238.
23. Kwok, S. et al. (2006). «Planetary nebulae in the 40. Gurzadjan y Armenien, 1997, pp. 130-137.
GLIMPSE survey». Proceedings of the International 41. Osterbrock y Ferland, 2005, p. 207.
Astronomical Union 2: 445-446.
doi:10.1017/S1743921306003668 (http://dx.doi.org/10.1017%2F 42. Marochnik, L. S.; Shukurov, A.; Yastrzhembsky, I.
S1743921306003668). (1996). The Milky Way galaxy (2ª edición). Taylor &
Francis. ISBN 978-2881249310.
24. Maciel, W. J.; Costa, R. D. D.; Idiart, T. E. P. (2009).
«Planetary nebulae and the chemical evolution of the 43. Martínez, V. J.; Miralles, J. A.; Marco, E.; Galadí-
Magellanic Clouds» (http://adsabs.harvard.edu/abs/20 Enríquez, D. (2005). Astronomía fundamental (1ª
09RMxAA..45..127M). Revista Mexicana de edición). Universitat de Valencia. p. 225. ISBN 978-84-
Astronomía y Astrofísica 45: 127-137. Consultado el 370-6104-7.
28 de noviembre de 2009. 44. Parker, Q. A. et al. (2006). «The
25. Harpaz, 1994, pp. 22-24. Macquarie/AAO/Strasbourg Hα Planetary Nebula
Catalogue: MASH» (http://adsabs.harvard.edu/abs/200
26. Sackmann, I. J.; Boothroyd, A. I.; Kraemer, K. E. 6MNRAS.373...79P). Monthly Notices of the Royal
(1993). «Our Sun. III. Present and Future» (http://adsa Astronomical Society 373 (1): 79-94. doi:10.1111/j.1365-
bs.harvard.edu/abs/1993ApJ...418..457S). The 2966.2006.10950.x (http://dx.doi.org/10.1111%2Fj.1365-2966.20
Astrophysical Journal (en inglés) 418: 457-468. 06.10950.x). Consultado el 28 de noviembre de 2009 .
Bibcode:1993ApJ...418..457S (http://adsabs.harvard.edu/abs/19
45. Abell, G. O.; Goldreich, P. (1966). «On the Origin of
93ApJ...418..457S). doi:10.1086/173407 (http://dx.doi.org/10.108
6%2F173407). Planetary Nebulae» (http://adsabs.harvard.edu/abs/19
66PASP...78..232A). Publications of the Astronomical
27. Zeilik y Gregory, 1998, pp. 321-322. Society of the Pacific 78 (463): 232. doi:10.1086/128336
28. Harpaz, 1994, p. 21. (http://dx.doi.org/10.1086%2F128336). Consultado el 28 de
29. Harpaz, 1994, p. 111. noviembre de 2009.
30. Iliadis, 1997, pp. 439-442. 46. Majaess, Daniel J.; Turner, David G.; Lane, David J.
31. Renzini, A. (1989). «Thermal pulses and the formation (2007). «In Search of Possible Associations between
of planetary nebula shells» (http://adsabs.harvard.edu/ Planetary Nebulae and Open Clusters» (http://adsabs.
abs/1989IAUS..131..391R). IAU Symposium (131): harvard.edu/abs/2007PASP..119.1349M). Publications
391-400. Consultado el 28 de noviembre de 2009. of the Astronomical Society of the Pacific 119 (862):
1349-1360. doi:10.1086/524414 (http://dx.doi.org/10.1086%2F
32. Harpaz, 1994, p. 113. 524414). Consultado el 28 de noviembre de 2009 .
33. Kwok, Sun; Su, Kate Y. L. (2005). «Discovery of 47. Allison, Mark (2006). Star clusters and how to observe
Multiple Coaxial Rings in the Quadrupolar Planetary them. Birkhäuser. pp. 56-58. ISBN 978-1846281907.
Nebula NGC 6881» (http://adsabs.harvard.edu/abs/20
05ApJ...635L..49K). The Astrophysical Journal635 (1): 48. Allakhverdiyev, A. O.; Alpar, M. A.; Guseinov, O. H.;
L49-L52. doi:10.1086/499332 (http://dx.doi.org/10.1086%2F49 Tuncer, E. (1998). «Planetary nebulae in open clusters
9332). Consultado el 28 de noviembre de 2009 . and the mass boundary between the progenitors of
white dwarfs and neutron stars»(http://adsabs.harvard.
34. Osterbrock y Ferland, 2005, pp. 261-262. edu//abs/1998A%26AT...16...41A). Astronomical and
35. Mennessier, M. O.; Omont, A. (1990). From Miras to Astrophysical Transactions 16 (1): 41-47.
planetary nebulae: which path for stellar evolution? : doi:10.1080/10556799808208142 (http://dx.doi.org/10.1080%2F
Montpellier, France, September 4-7, 1989. Atlantica 10556799808208142). Consultado el 29 de noviembre de
Séguier Frontières. ISBN 978-2863320778. 2009.
36. Kwok, 2000, p. 89. 49. Liu, X.-W.; Storey, P. J.; Barlow, M. J.; Danziger, I. J.;
37. Space Daily, ed. (6 de junio de 2005). «First Detection Cohen, M.; Bryce, M. (2000). «NGC 6153: a super-
of Magnetic Fields in Central Stars of Four Planetary metal-rich planetary nebula?» (http://adsabs.harvard.e
Nebulae» (http://www.spacedaily.com/news/stellar-che du/abs/2000MNRAS.312..585L). Monthly Notices of
mistry-05a.html) (en inglés). Consultado el 29 de the Royal Astronomical Society 312 (3): 585-628.
noviembre de 2009. doi:10.1046/j.1365-8711.2000.03167.x (http://dx.doi.org/10.104
6%2Fj.1365-8711.2000.03167.x). Consultado el 29 de
38. Osterbrock y Ferland, 2005, p. 10.
noviembre de 2009.
39. Gurzadjan y Armenien, 1997, p. 238.

Bibliografía utilizada
Gurzadjan, Grigor Aramovič; Armenien, Physiker (1997). The physics and dynamics of planetary nebulae (en
inglés). Berlín: Springer. ISBN 978-3540609650.
Harpaz, Amos (1994).Stellar evolution (en inglés). Wellesley: Peters. ISBN 978-1568810126.
Iliadis, Christian (1997).Nuclear physics of stars(en inglés). Weinheim: Wiley-VCH. ISBN 978-3527406029.
Kwok, Sun (2000). The origin and evolution of planetary nebulae (en inglés). Cambridge: Cambridge University
Press. ISBN 978-0521623131.
Osterbrock, Donald E.; Ferland, Gary J. (2005). Astrophysics of gaseous nebulae and active galactic nuclei (en
inglés) (2.ª edición). California: University Science Books.ISBN 978-1-891-38934-4.
Zeilik, Michael; Gregory, Stephen A. (1998). Introductory astronomy & astrophysics (en inglés). Cengage Learning.
ISBN 9780030062285.
Bibliografía adicional
Manchado, Arturo; A. Guerrero, Martín; Stanghellini, Letizia; Serra-Ricart, Miquel (1996). Catálogo morfológico del
IAC de nebulosas planetarias galácticas del Hemisferio Norte. Tenerife: Instituto de Astrofísica de Canarias.
ISBN 978-8492180608.
Navarro Jiménez, Silvana Guadalupe (2005). Determinación de distancias a nebulosas planetarias. España:
Universidad de La Laguna.ISBN 84-7756-664-X.
Torres, Silvia; Fierro, Julieta (2009). Nebulosas planetarias: la hermosa muerte de las estrellas. Fondo de Cultura
Económica. ISBN 978-6071600721.

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobreNebulosa planetaria.

En español
¿Qué es una nebulosa planetaria?, para niños

En inglés
Entrada en The Internet Encyclopedia of Science.
Gallery of Planetary Nebula Spectra
History of Nebulium
Planetary Nebulae, en arXiv.org

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Nebulosa_planetaria&oldid=112230731
»

Esta página se editó por última vez el 24 nov 2018 a las 04:42.

El texto está disponible bajo laLicencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0 ; pueden aplicarse cláusulas
adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestrostérminos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de laFundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.

También podría gustarte