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Paraíso de sangre

Capítulo 1
-… Sangreee…- era lo único que esa horrible bestia decía
mientras yo me acercaba para darle fin a su vida con mi
espada. Aun no podía asimilar esa horrible escena la cual
tenía a la bestia como protagonista, lo primero que hice fue
examinar el cuerpo sin vida de la creatura (esta media más
de 3 metros de largo y por lo menos 1 metro de ancho, tenía
las características de un lobo como una mandíbula alargada y
dientes ridículamente grandes y filosos, tenía ojos de color
negro inyectados en sangre además de un pelaje gris azulado
machado de sangre y mugre, creí que tenía pedazos de tela
amarrados al cuerpo, cuando me di cuenta que era ropa me
dieron ganas de vomitar, no podía creer que esa bestia había
sido un humano). Me dispuse a volver al cuartel cuando me
di cuenta de que el cadáver de la bestia estaba encime de
otros dos cuerpos, quite el cadáver del medio y me di cuenta
de que los otros 2 cadáveres pertenecían a una mujer y una
niña, quería salir de esa escena pero sabía que debía
investigar estos cadáveres también así que me agache para
poder verlos mejor, habían muerto gracias a un corte en el
cuello hecho por la bestia, además de esas no había ninguna
otra herida remarcable, las deje así y cuando me iba a
levantar para irme escuche el rugido más horrible y
terrorífico jamás, mi corazón se saltó un latido y empecé a
sudar como loco, cuando volví en mi había dejado atrás el
callejón en él que estaba el cuerpo de la bestia, pare para
recuperar el aliento y me di cuenta de que había parado en
frente de una de las fábricas que hacia mis cigarrillos
favoritos, me plantee que debería comprarme un par para
calmar los nervios y para dejar de pensar en esa “hermosa
experiencia” de hace un rato, entre a la tienda que había
dentro de la fábrica y termine comprando una caja completa,
cuando salí me senté en la entrada y me dispuse a fumar
cuando me di cuenta de que no tenía mi encendedor, lo
busque en los bolsillos del abrigo largo que tenía puesto
hasta que me di cuenta de que lo había dejado en el callejón
en el que había quedado el cuerpo de la bestia, con solo
pensar en que debía volver a ese lugar me ponía los nervios
de punta, me demore una hora en frente de la fábrica
pensando en que debería hacer hasta que me di cuenta que
estaba oscureciendo, entonces empecé a caminar de vuelta al
callejón para ver si podía encontrar mi encendedor, cuando
llegue al callejón me di cuenta de que el cadáver de la bestia
se había desangrado completamente y su sangre había hecho
un charco muy grande (en el cual está mi encendedor,
¿verdad?) me agache para buscar en el charco y probar
suerte encontrando mi encendedor, cuando lo encontré mi
ropa había quedado empapada de sangre (por suerte está
hecha de cuero y así me queda fácil quitarle la sangre)
después de una hora de búsqueda y la puesta del sol encontré
mi maldito encendedor, lo primero que hice fue probarlo
para asegurarme de que la sangre no lo hubiera dañado,
cuando termine de asegurarme de que estaba funcionando
completamente encendí un cigarrillo, lo saboree por un
tiempo mientras el humo inundaba mis pulmones y me
calentaba por dentro, cuando termine el cigarrillo me sentía
mucho más calmado y más alerta, no fue sino hasta que baje
la vista que me di cuenta de que los cuerpos de la mujer y la
niña habían desaparecido, sentí que el miedo recorría mi
espalda y empecé a buscar huellas de zapatos o de perro o de
cualquier cosa que se pudiera explicar porque no estaban,
cuando al fin encontré huellas estas eran casi irreconocibles
no podía decidir si eran de humano o de animal, empecé a
seguirlas con la mirada hasta que me di cuenta de que se
dirigían hasta una de las paredes del callejón y luego subían
hasta el techo de una de las casas, no fue sino hasta que vi el
techo que me di cuenta de un gruñido que llenaba el aire,
sentí como todos mis músculos se tensaban y mis sentidos se
agudizaban, decidí subir hasta el techo de esa casa para saber
qué era lo que producía ese ominoso sonido, cuando
encontré la escalera para subir al techo ya estaba
completamente oscuro y la luna apenas se estaba
posicionando en el cielo, cuando llegue al techo vi una
escena tan horrible y retorcida que no podía ser
completamente descrita, lo único que recuerdo fue ver el
cuerpo de una anciana completamente desmembrado con los
órganos por fuera y a una especie de monstruo con unas
características parecidas a la bestia que estaba en el callejón
comiendo y engullendo las carne de la anciana mientras que
sus miembros cercenados eran masticados por una bestia
más pequeña pero igual de terrible, no fue sino hasta que vi
la ropa algo destrozada que llevaban encima cuando entendí
que esas 2 bestias eran la mujer y la niña a las que
supuestamente había encontrado muertas en el callejón hace
apenas 3 horas, lo primero que hice fue desenfundar mi
espada y prepararme para luchar, cuando una de las bestias
por fin me noto empezó a gruñirle a la otra bestia para
advertirle de mi presencia, esta empezó a correr hasta donde
yo estaba, antes de que llegara saque mi pistola la cual estaba
guardada dentro de mi abrigo y trate de dispararle pero la
bestia ya estaba muy cerca, lo único que hice fue
desperdiciar una bala, así que la corte con mi espada, recordé
que mi espada era de plata cuando la hoja toco la garra de la
bestia y no solo la corto sino que también la quemo
dejándola muy herida como para ser usada, la segunda bestia
empezó a correr apenas su madre fue herida (intuí que la
bestia a la que había herido era la madre ya que era mucho
más grande que la que se había quedado atrás), sus ataques
eran rápidos pero no muy fuertes además de que eran muy
erráticos y solamente uno me “golpeo” (lo bloquee con mi
espada la cual no alcanzo a cortarla pero si la quemo), estaba
tan enfocado en mi pequeña batalla con la hija que no me di
cuenta cuando la madre corto mi espalda con su otra garra,
por pura reacción le dispare con la pistola en la cabeza y esto
la hirió, desgraciadamente mis balas no eran de plata así que
no hice mucho daño, aun así esto hizo que la madre
retrocediera y cayera noqueada en el callejón, apenas cayo se
escuchó un horrible crujido el cual yo estaba orando por que
fuera su cuello roto y no algún pedazo de madera que
amortiguara la caída de esa maldita bestia, mientras peleaba
con la hija me di cuenta de que había empezado a llorar, no
sé si esto fue solo un pequeño gesto que se había mantenido
del poco de humanidad que aún le quedaba o si
verdaderamente lo sentía y todavía era capaz de razonar, así
que hice lo más loco y lo más estúpido que se me pudo
ocurrir:
- Siento lo de tu madre
- ¡MENTIRAS, TU SOLO QUIERES HACERNOS
DAÑO COMO LO HIZO MI PADRE!
Al oír esto me sobresalte, era increíble, esta niña se había
transformado en una bestia que supuestamente no tenía
mente y aun así había mantenido su conciencia, debía seguir
probando esto así que le seguí hablando:
- Por favor cálmate, lo mejor sería que habláramos
- ¡No quiero hablar con un monstruo como tú!
Me siguió atacando alrededor de 20 minutos pero cada
minuto que pasaba sus ataques se volvían más lentos y
débiles, después de perder toda su fuerza siguió llorando
pero por lo menos dejo de atacarme, después de un rato ella
se acostó mientras yo curaba la herida que su madre me
había dejado en la espalda, agradecí a los dioses porque la
herida no era muy profunda así que fue fácil tratarla, después
de vendarla y volver a ponerme mi ropa me di cuenta de que
la niña se había destranformado completamente, además me
di cuenta que estaba desnuda así que la cubrí con mi abrigo,
baje con la niña por la misma escalera por la que había
subido resuelto a matarla solo una hora antes, para cuando
estábamos abajo su madre estaba en el suelo y para mi
sorpresa también estaba destransformada y viva, sentí un
alivio enorme y luego me preocupe al ver que uno de sus
brazos se había roto y se había doblado de manera muy
antinatural, por suerte ella sí había mantenido parte de su
ropa que la cubría lo suficiente como para que creyeran que
solamente estaba siendo algo indecente, encontré unos
pedazos de tela cerca al cuerpo de la bestia los cuales por
suerte no estaban manchados de sangre así que me dispuse a
amarrar su brazo de manera que no pudiera quedar colgado y
para que no se hiciera más daño, después de eso me di
cuenta de que no iba a ser capaz de cargar a las dos para
llevarlas al cuartel así que me vi obligado a llamarlos usando
un teléfono especial que me habian dado en el cuartel, me
alivie al saber que me contesto el capitán de cazadores
Gerard Arderne (era un hombre de unos 50 y tantos años el
cual mantenía una figura de deportista olímpico, medía 2
metros y medio y tenía una fuerza sobrehumana, además de
ser un aficionado al deporte le encantaban las armas gigantes
las cuales eran las únicas que el usaba, tenía una
personalidad un tanto estricta pero aun así era un buen
hombre aunque a veces podía ser el tipo más irresponsable a
la hora de tratar con bestias), la conversación fue un tanto
extraña y me sorprendió su reacción:
- Buenas noches, aquí el cuartel general de cazadores de
la ciudad de Katenia, reino de Lithántur, al habla el
capitán Gerard Arderne ¿Cuál es su problema?
- Capitán Gerard soy el cazador Mefyst Vawdrey,
necesito su ayuda para movilizar a 2 civiles que
resultaron heridas en una batalla contra una bestia de
carácter licántropo
- ¡Oh! Mefyst, ¿Cómo ha estado tu día hijo?
- No muy bien señor, como ya le dije tengo 2 civiles las
cuales fueron heridas por un licántropo además de eso
yo también fui herido por la misma bestia
- Muy bien, entonces ¿Necesitas que envié un carruaje a
tu posición?
- Sí señor, estoy en el callejón de la calle Windsor
- Perfecto, voy a mandar un carruaje para que te recoja a
ti y a tus amigas, por cierto no has llamado a mi hijo y
ha estado preocupado por ti desde que saliste a patrullar
esta mañana, bueno pues, adiós
- Adiós señor
Esa había sido la llamada más extraña que había tenido,
además de enterarme de que mi “mejor amigo” estaba
preocupado por mí, me asusto la reacción tan calmada que el
capitán Gerard había tenido frente a la situación que yo le
presente, el capitán normalmente reaccionaba de manera
muy preocupada frente a cualquier víctima que hubiera
sufrido un ataque de bestia sin importar lo grave que hubiera
sido, cuando llego el carruaje lo primero que hice fue subir a
la niña la cual todavía estaba dormida, después iba a subir a
la madre cuando me di cuenta de que estaba despierta, ella
trato de huir pero la caída también había dañado sus piernas
así que no pudo escapar como lo tenía planeado, al ver que
no podía escapar trate de acercarme para montarla al carruaje
pero ella trato de golpearme así que intente razonar con ella:
- Buenas noches señorita, ¿no tiene frio?
- ¿Y que si tengo frio?
- Pues yo lo decía para ver si usted quiere subir al
carruaje para que las podamos llevar a usted y a su hija
a un lugar seguro
- ¿Por qué necesito ir a un lugar seguro? ¿do-donde está
mi hija? ¡¿Qué hizo con ella?! ¡¿Qué hizo con Lia?!
- Está en el carruaje esperándola así que ¿Por qué no se
sube al carruaje y nos deja llevarlas a un lugar más
tranquilo y más seguro?
- Está bien, ¡pero no trate de hacer nada extraño!
- Lo prometo, no haré nada extraño ni sospechoso
Me sorprendió ver que la madre había perdido todo recuerdo
de su transformación o al menos eso parecía, esto hizo que
muchas preguntas se empezaran a agolpar en mi cabeza, no
entendía como su hija había mantenido la cordura cuando se
transformó en bestia mientras que su madre había perdido
todo recuerdo de su transformación, otra cosa que me
sorprendió era que la mano que había herido con mi espada
mientras era una bestia se había curado completamente
mientras que el brazo que se había roto se había mantenido
así después de la transformación, tampoco entendía porque
mi espada no había quemado a la bestia más grande, me dije
a mi mismo que eso podía esperar, la prioridad ahora mismo
era llevar al cuartel a estas 2 civiles para que fueran tratadas
como era debido.
Capítulo 2
El viaje fue muy tranquilo pero me mantuve alerta sin
importar que, no fue sino hasta que divise el gran castillo en
la cumbre de la pequeña montaña cuando empecé a sentirme
verdaderamente tranquilo, el castillo tenía un aire honorable
y melancólico, recordaba los tiempos de la realeza de
Lithántur en la que la familia real aún era temida y odiada
por sus enemigos y sus lacayos gracias a sus sangrientos
métodos y su forma injusta y ridícula de gobernar,
estábamos subiendo por la montaña cuando paramos en la
entrada del muro, el muro servía como un sistema de
seguridad que parecía rustico a simple vista pero que en
realidad escondía un poder armamentístico lo
suficientemente fuerte como para destruir un ejército
completo, además del poder que poseía venia equipado con
su propio generador magnético lo que hacía que el castillo y
la montaña quedaran como una zona muerta en la que
ninguna comunicación normal podía entrar o salir, dejamos
el muro atrás mientras seguíamos subiendo, cuando llegamos
a la cumbre de la montaña el capitán nos estaba esperando
junto con un grupo de doctores especializados en este tipo de
incidentes los cuales estaban listos para salvar a cualquiera
que lo necesitara, esto demostró que lo que había pensado
sobre el capitán después de haberlo llamado había sido una
preocupación que no tenía fundamentos, cuando me baje del
carro el capitán me recibió con un abrazo de padre
preocupado que desconoce el alcance de su propia fuerza,
después de eso el me ayudo a bajar a la madre mientras yo
bajaba a Lia, después las pusimos en unas camillas que los
doctores tenían listas, vi cómo se las llevaban hasta el ala
norte del castillo la cual era la antigua enfermería del castillo
y que nosotros habíamos cambiado para que quedara como
uno de los hospitales más modernos, eficientes y más
exitosos de todo el reino, me iba a dirigir hacia mi
dormitorio pero el capitán me detuvo para que le diera el
reporte:
- Mefyst acompáñame a mi oficina para que me des
el reporte sobre tu patrullaje de esta mañana,
también quiero saber cómo uno de nuestros
mejores cazadores fue herido de manera tan
estúpida por una bestia que estaba moribunda
- Buenos señor
Caminamos un rato por uno de los pasillos del castillo hasta
que llegamos a la oficina del capitán, estando ahí el me
siguió preguntando qué fue lo que paso o que fue lo que
hice, a lo que le respondía:
- Que le puedo decir señor, estaba distraído y me
confié, lo que importa es que mate al licántropo y
salve a las 2 civiles
- Tienes razón Mefyst pero corriste un riesgo muy
grande dejándote herir de esa manera
- Lo se señor, le prometo que no sucederá otra ves
- ¿Seguro que no tienes nada más que decirme?
No sabía si mencionarle lo de que las 2 civiles que
estábamos curando habian sido bestias que parecía que
pudieran volver a su forma humana después de cierto
tiempo, tampoco me parecía razonable decir que la medre de
Lia era la que me había hecho la herida en la espalda.
- No señor, no tengo nada más que agregar
- Está bien, ahora mi hijo te espera en su dormitorio
- Entonces voy a ir allá ahora mismo
Apenas salí de la oficina del capitán sentí que podía volver a
respirar, ahora me dirigía a la habitación de mi líder de
escuadrón, el cuál era Edward Arderne, cuando llegué a la
habitación sentí un olor a carne asada con especias y vino de
la ciudad portuaria de Baltago, toqué la puerta 3 veces y
después entré para encontrar el comedor perfectamente
arreglado y a Edward en la cocina terminando de hacer mi
postre favorito, lo primero que hice al verlo fue abrazarlo y
besarle el cuello, él se dio la vuelta y me besó de regreso,
después de eso lo ayude terminar de servir el postre y el
vino, mientras comíamos empezamos a hablar del día de hoy
para saber que habíamos hecho, yo empecé preguntando:
- ¿Qué hiciste el día de hoy Eddie?
- ¡Oh! nada, sólo muriéndome de la angustia porque el
cabeza hueca que tengo por novio se le olvidó decirme
que hoy también iba a hacer patrullaje después de que
explícitamente le dije que lo mejor era que no fuera el
día de hoy
- Sé que te había prometido que no iba a hacer patrullaje
pero Arthur dijo que desde hace unos días habían
empezado a aparecer muchas bestias y que todas eran
licántropos por eso necesitaba la ayuda de todos los
cazadores que estuvieran disponibles, además tu sabes
que soy el mejor a la hora de cazar licántropos
- hmm… si, desgraciadamente lo sé muy bien, pero fue
por eso que te dije que no debías salir, porque sabía
que te ibas a sobre exigir e ibas a terminar cansado y
herido, además se te olvido algo muy importante
- ¿Qué cosa? ¿Qué se me olvido?
- ¡Tú cumpleaños cabeza hueca!
(Otro año en el cual se me olvida mí cumpleaños) seguía sin
entender como me pasaba esto siempre cuando de repente
tocaron a la puerta
- Yo abro
- Está bien
Apenas abrí la puerta me encontré de frente con mis mejores
amigos, Oswald y Jason
- ¡¿Pero qué demonios?! Jajaja ¡no puedo creer que
estén aquí!
- ¡Será mejor que lo empieces a creer porque no
vinimos desde las afueras del reino solo para que no
crean que estamos aquí!
- Creía que no podían venir sino hasta 2 meses después
de que terminaran la misión ¿qué hacen aquí?
- Pues vinimos a celebrar tu cumpleaños, además tu
novio fue el que llamo 2 semanas antes diciéndonos
que teníamos que llegar hoy lo más temprano posible,
desgraciadamente no pudimos y teniendo en cuenta
que tú todavía tienes tu ropa de cazador creo que lo
mejor fue que llegáramos a esta hora
Di media vuelta para ver a Edward el cual tenía una sonrisa
dividiéndole la cara y haciendo esfuerzos para no reírse, me
sentía como la persona más afortunada en todo el mundo,
eso fue lo que sentí hasta que la visión se me empezó a
nublar y sentí que mi cabeza me daba vueltas además de que
la herida que me había hecho la madre de Lia empezó a
arder, sentí que mi cara ardía, también sentía que todo el
cuerpo me cosquilleaba, después de eso todo se volvió negro
y oí el sonido de algo golpeando el suelo, lo siguiente que
recuerdo es despertar en una cama en el ala norte del castillo,
apenas abrí los ojos vi todo oscuro y desolado como si
hubiera dormido por 10 años o como si hubiera despertado
en otro mundo, cuando me levante de la cama sentí que mis
piernas todavía estaban dormidas además sentí que mi
cabeza todavía estaba dando vueltas así que , cuando me
sentí mejor trate de levantarme otra vez, esta vez sí pude
levantarme, me mantuve de pie por un minuto completo
mientras revisaba mis alrededores, la única luz que parecía
estar encendida era la de mi cuarto, trate de escuchar si había
alguien afuera pero todo lo que podía escuchar era un
ominoso sonido de una corriente de aire que fluía sin parar,
me estaba dirigiendo a la salida de mi cuarto cuando me di
cuenta de que lo único que usaba era una bata de enfermo
entonces empecé a buscar el armario donde esperaba que
hubieran guardado mi ropa y mis zapatos, al fin encontré el
armario y por suerte habían guardado mi ropa, cuando
termine de ponerme la ropa me encamine afuera del cuarto
para seguir revisando lo que había pasado, cuando salí del
cuarto me di cuenta de que en realidad no estaba en el
castillo ya que la puerta daba contra un corredor mientras
que en el castillo siempre daba a la sala principal, no fue sino
hasta tiempo después que me di cuenta de que si estaba en el
castillo mas no en el mundo en el cual yo habitaba, este
mundo tenia características de pesadilla además de que
parecía que la noche era más larga y oscura, como si fuera
una creatura que solo quería jugar conmigo, mientras
caminaba por el corredor me topé con una ventana que daba
con el exterior del castillo, lo que había allá afuera era la
cosa más retorcida que había visto jamás, ríos de sangre
llenos de cuerpos humanos despojados de toda piel y todo
rasgo característico, creaturas horribles cuyo único rasgo
reconocible eran sus ojos los cuales estaban muertos,
cazadores con sus cuerpos retorcidos y con sus extremidades
puestas en lugares en los que no deberían haber estado,
creaturas gigantes posadas en edificios en ruinas con sus
miradas posadas todas en el castillo y en el fondo de esa
escena se alzaba una montaña gigante con la punta escondida
entre las nubes, en el medio de esa montaña se veía una
meseta gigante, en medio de la meseta se podía ver una
especie de construcción gigante la cual tenía las luces
encendidas, cuando vi lo que había allá afuera me sobrecogió
un sentimiento de asco, miedo, duda, odio y locura, sentía
que estos sentimientos devoraban mi alma mientras yo
seguía viendo esa imagen como si lo que tuviera en frente de
mi fuera la obra de arte más interesante y hermosa del
mundo, cuando por fin pude apartar la vista de la ventana
seguí caminando por el pasillo hasta que llegue al final, el
corredor conducía a una escaleras que solo parecían
descender hasta el mismísimo infierno, me quede parado en
el final del pasillo de frente a las escaleras pensando que lo
peor que podía hacer era quedarme en este sitio esperando lo
peor, me resolví a bajar las escaleras para poder descubrir
exactamente donde estaba, yo quería saber si en realidad
estaba en el mismo castillo el cual me había dado un lugar al
cual llamar hogar desde hace 20 años, mientras seguía
bajando por las escalera hasta que pare al darme cuenta de
que había alguien más a solo unos pasos de mí, al ver que era
un humano se me ocurrió la brillante de llamarlo:
- ¡Hey tú, allá abajo! ¿me podrías ayudar? ¡Creo que
estoy perdido, no sé dónde estoy y me encantaría saber
que es este lugar!
Al momento en que me escucho se dio la vuelta y saco una
daga de su abrigo, apenas saco la daga se quedó paralizado
por un momento, luego desapareció o mejor dicho fue
engullido por las sombras y se posiciono detrás de mí con su
daga cerca de mi cuello, apenas me di cuenta de esto me
solté de su agarre y trate de golpearlo pero volvió a ser
engullido por las sombras y lo esquivo, seguí “luchando”
contra él, sentía más como si él estuviera jugando conmigo
más que luchando, lo que aclaro mis dudas fue cuando
empezó a burlarse de mis intentos inútiles de darle fin a su
vida, el cazador empezó a aburrirse y se volvió más agresivo
cuando me atacaba, lo que me sorprendió fue que sin
importar que clase de ataque el intentara yo lo esquivaba,
seguimos así por un largo tiempo hasta que me espabile y me
di cuenta de que tenía mi pistola guardada, espere hasta que
me atacara y deje que me golpeara el brazo, apenas la daga
se enterró en mi brazo reaccione dándole un disparo, la bala
le pego en el hombro con lo que el dejo la daga para empezar
a gritar y revisar su brazo, aproveche esa apertura para
agarrar su daga y hacer el mismo movimiento con el que él
empezó la pelea, pensé que debía a aprovechar la
oportunidad para volver a preguntarle por información del
lugar:
- Ahora te voy a volver a preguntar ¡¿Dónde putas
estoy?!
- ¿¡Por qué piensas que te voy a dar información de este
lugar!?
- Porque me parece que te gusta más tu vida que llevarte
un poco de información a la tumba
Apenas le dije eso empezó a sudar, pareciera que hubiera
perdido su poder de controlar las sombras, entonces me di
cuenta de que la daga tenia inscripciones en un idioma que
no entendía, cuando trate de leer las inscripciones estas
empezaron a cambiar, cuando ya habían terminado de
cambiar me di cuenta de que se habían vuelto legibles y que
las inscripciones decían “el que desee el poder de las
sombras un sacrificio deberá hacer, que esta daga se manche
de sangre y que las sombras consuman su ser” (esto me
podría servir más tarde pero lo que más me sirve ahora es
información) me dije a mi mismo que debía probar la daga
con este imbécil después de sacarle toda la información que
pudiera, empecé por acercarle la hoja de la daga al cuello
para que se asustara más, al ver que iba enserio se le soltó la
lengua:
- ¡E-e-estamos en el castillo del conde Vawdrey, pe-pe-
pe-pero el murió hace más de medio siglo, él fue
asesinado por un demonio llamado Narius el cual tomo
el mando del castillo, este castillo es en realidad un
laberinto mágico el cual es controlado desde el cuarto
del conde!
- ¿Y exactamente donde queda ese cuarto?
- En la torre más alta, pero el camino hasta allá esta
infestado de trampas mortales ¡así que tú nunca llegaras
hasta allá!
El imbécil trato de golpearme en la cara para que lo soltara
así que hice lo más sensato que se me ocurrió y le abrí el
cuello, al momento que la sangre empezó a manchar la hoja
de la daga las sombras empezaron a engullirme, sentí como
me disolvía y empezaba a perderme en las sombras hasta que
me volví a formar en el cuarto de hospital en el que había
despertado hace 30 minutos, cuando termine de formarme
empecé a revisar el cuarto para ver si encontraba algo que no
hubiera visto la primera vez que estuve ahí, revise el armario
para ver si me había saltado algo por error, busque en los
cajones para ver si había algo ahí pero no encontré nada,
golpee la pared del armario por pura frustración y esta se
rompió dejando ver un doble fondo en el cual había una
katana que medía 1,50 metros y 2 revólveres cuyas balas
estaban hechas

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