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TEMA
UNIDAD VI
NOMBRE
Jairo Manuel Rodríguez
MATRÍCULA
2018-10337
FACILITADOR
Ing. Ambrocio Brujan Arias
FECHA
23 de Noviembre del 2018
Realiza un ensayo donde expliques en que consisten los siguientes problemas socio-
ambientales: superpoblación, La escasez de recursos naturales y fuentes de energía, La
pérdida de biodiversidad, La pérdida de etnodiversidad y diversidad cultural y el cambio
climático. Resalta las causas y consecuencia de cada uno. Y realiza algunas propuestas para
dar solución a los mismos.
PROBLEMAS SOCIO-AMBIENTALES
Desde los vientos aztecas que soplan en Michoacán de Ocampo, pasando por la aguerrida
población carioca de Florianópolis, y llegando hasta el clímax argentino en la fría ciudad de
Ushuaia, existe una total disonancia en la interacción del binomio Ambiente-Sociedad, que es
la clave para afianzar el conservacionismo en la ciudadanía y preservar el equilibrio holístico
del planeta Tierra. Vemos que la posible voluntad de cambio en los habitantes, para evitar el
impacto ambiental negativo en sus comunidades, es siempre arruinada por un modo de vida
egoísta, conformista y ajeno a practicar los valores de la Ecología.
Sin embargo, para comprender la gravedad de la crisis ambiental que padece Latinoamérica, es
importante definir a la Ecología como una ciencia que estudia las relaciones de los Seres Vivos
entre sí y con su entorno, asumiendo que la Humanidad tiene la gran responsabilidad de
cuidar los tesoros naturales de Gaia, buscando establecer el soñado desarrollo sostenible y
sustentable de sus ciudades. Con el fin de iluminar el sagrado mapa de Vespucio, explicaremos
los 10 problemas socio-ambientales que aquejan el cuerpo y el alma de los senderos
latinoamericanos.
En noveno lugar hallamos el Tráfico ilegal de Fauna exótica, que cada año lucra los bolsillos de
los prófugos delincuentes latinoamericanos, quienes se dedican a invadir los templos benditos
de la biodiversidad, a cambio de sedar, ocultar y vender el destino de todo el reino animal en
un avión sin pasaje de vuelta. Es lamentable apreciar como especies autóctonas que
enriquecen la historia, la evolución y el patrimonio natural de nuestros países, se encuentran
al borde de la extinción por la no misericordia del Homo Sapiens. Los cazadores tienen en
jaque al Jaguar, a la Guacamaya Roja, al oso Frontino, al Cardenalito, al Ocelote, al Tucán, al
Armadillo Gigante, a la Tortuga olivácea, a la Nutria Gigante, al Cauquén colorado, al Paují de
Yelmo, y a miles de otros angelitos que se toparon con el demonio. De hecho, ya extinguimos a
la Tortuga gigante de Floreana, al Oso Mexicano, al sapo de Monteverde, al pato poc de
Guatemala, a la foca monje del Caribe, al Guacamayo Glauco y al hermoso Ara Tricolor.
SUPERPOBLACIÓN
Hoy día la población mundial supera los 7.000 millones de personas, y algunas predicciones
sitúan la cifra en 9.700 millones en 2050 y 11.200 a finales de siglo. Sin embargo, éramos unos
1.650 millones en el año 1900, y 2.500 millones en 1950. Además, siempre se ha afirmado que
el crecimiento de la población mundial durante los últimos 200 años, así como el estilo de vida
que hemos llevado y llevamos, ha sido posible gracias al uso generalizado de combustibles
fósiles, especialmente el petróleo, elemento que está condenado al desuso. A pesar de ello, no
abunda en el ideario colectivo ni en el discurso político la convicción de que esta tendencia es
insostenible. Es sorprendente cómo el ser humano tiende a evitar determinados problemas, o
incluso a pensar en soluciones fantásticas de dudosa realización.
Tal y como obviamos la idea de la muerte, tendemos a pensar en el corto plazo, y así ocurre
con la sostenibilidad del medio ambiente y los retos a los que se enfrentarán las generaciones
futuras. Sin embargo, la espada de Damocles se encuentra sobre nosotros, y los riesgos de
evitar los efectos de la superpoblación podrían resultar devastadores.
No sólo el espacio es limitado en nuestro planeta, sino que también lo son determinados
recursos indispensables para la población, como la tierra cultivable, el agua potable o los
recursos minerales. De esta forma, no sólo hablamos aquí de la mera supervivencia del género
humano, sino de la calidad de vida que tendrán las generaciones futuras.
La idea no es en absoluto original. Ya en el siglo XVIII Thomas Malthus predijo que la población
humana aumentaría hasta depredar los recursos de la Tierra, momento en el que sucedería
una hambruna que la reduciría drásticamente. De esta forma, quienes comparten esta tesis o
alguna similar son tachados, peyorativamente he de decir, de malthusianos.
Sin embargo, la superpoblación es un problema no sólo grave, sino que se agrava. Deberíamos
plantearnos qué será de los más de 11.200 millones de personas que habitarán este mundo en
el año 2100 si no encontramos una alternativa viable al petróleo, o como recientemente
sugirió Stephen Hawking, si no hemos avanzado en la idea, ahora ya no tan descabellada, de
colonizar otros planetas para ese entonces. Todo ello sin olvidarnos del impacto que tendrá
dicha población sobre el medio ambiente.
El sol, el agua y los bosques son recursos renovables, ya que se recuperan después de su
utilización y son prácticamente inagotables porque se renuevan constantemente en la
naturaleza. Su principal ventaja es que apenas tienen impacto medioambiental. El concepto de
recurso natural es dinámico y va cambiando según las situaciones socioeconómicas y
tecnológicas de cada sociedad. Otros recursos son los minerales.
Los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) representan 80% de la matriz energética
primaria, mientras que en el mundo nuclear y energías renovables (hidráulica, eólica, solar,
etc) representan el 10% cada una.
En 2030, la Unión Europea importará casi 70% de sus necesidades energéticas. Irán podría
convertirse en la próxima superpotencia de gas.
Más de 50% de las reservas de mineral importante se encuentran en países con pocos
ingresos. La UE es muy dependiente de las importaciones y el acceso a estas materias primas.
La mitad del crecimiento del consumo de estos productos desde 2002 hasta 2005 se debe a
China, que aumentó sus inversiones en industrias mineras de los países africanos. 1,1 mil
millones de habitantes no tienen acceso a agua limpia en 2025.
En 2025, si Europa no es seguida por otra de las potencias continentales, el impacto de sus
esfuerzos para frenar el cambio climático seguirá siendo marginal en las emisiones mundiales
de CO2.
Si a partir de mañana todos los ciudadanos del mundo se comportaran de la misma manera
que EE.UU. con su modelo de consumo de alimentos / agua / energía, la per cápita más alta
del mundo por el momento, estos bienes serían raros y esto podría provocar una grave crisis
en todo el mundo. Estas tensiones afectarán al consumo de alimentos, el acceso a agua,
materias primas y energía.
Alimentos: La desnutrición afecta a 2 billones de personas hoy en día. En el año 2025, este
número aumentará (cf. África y del Sur Asia), en particular. Corea y la India, están comprando
tierras agrícolas o de leasing en el extranjero, que puede ser visto como una oportunidad para
aumentar la inversión en la agricultura para el desarrollo de países que carecen del capital
necesario.
Hoy en día, la producción de biocombustibles requiere el uso de un 4,5% de los cereales del
mundo y de un 7,6% de las semillas oleaginosas.
Materias primas: Los mercados de materias primas siguen un modelo cíclico basado en la
oferta y la demanda. China representó más de 50% del crecimiento del consumo mundial de
metales industriales entre 2002 y 2005. Mientras que los efectos actuales de la crisis financiera
han dado lugar a una desaceleración a corto plazo en la el crecimiento de la demanda global
de materias primas.
Energía: Alrededor de 2025 la cuestión de la energía debe seguir siendo una fuente de gran
tensión (económica y geopolítica), debido a las necesidades energéticas de un mundo de 8 mil
millones de individuos.
Considero que deberíamos cooperar todos para evitar cualquier problema ambiental para
obtener un beneficio común para los seres humanos que vivimos en la actualidad, así como
pensar en el futuro y en las personas que nos sucedan, sobre todo en la gestión del agua o en
la lucha contra la contaminación, entre otros problemas. Además, las cuestiones ambientales
requieren de la participación local y favorecen el sentido de comunidad. En definitiva
deberíamos tener un consumo responsable de nuestros recursos. Una idea puede ser el
reciclaje.
LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD
Se estima que para el año 2100, el cambio de uso de suelo, el cambio climático, modificación al
ciclo de nitrógeno y las especies invasoras serán los principales motores de la pérdida de
biodiversidad mundial ; los tres primeros factores son también límites planetarios.2 Los
elementos anteriormente mencionados, así como la explotación legal e ilegal de las especies
silvestres, pueden considerarse las causas directas de la pérdida de biodiversidad (las acciones
o procesos físicos inmediatos que la originan), pero es importante señalar que también existen
causas indirectas o subyacentes, es decir las fuerzas fundamentales que operan difusamente
sobre las causas directas 6 y que están conformadas por un complejo de variables sociales,
políticas, económicas, demográficas, tecnológicas y culturales
En su opinión, “las cosas van más rápido que lo que nos creemos” y el bienestar humano “pasa
por que haya muchas especies, que todas las relaciones ecológicas se mantengan para que
unas contrarresten a las otras y todo esté en equilibrio (…); si le quitamos muchos elementos a
los ecosistemas, éstos colapsan”.
Y llega un momento en que “perdemos el control”, como con el cambio climático, otro de los
límites que, según este experto, “no se debería sobrepasar” y si ya no estamos a tiempo de
detenerlo, “vamos a pensar qué hacer para minimizar sus efectos”.
En el libro “La especie humana. Los caminos para evitar la extinción”, editado por National
Geographic, Marc Furió y Pere Figuerola, biólogo y divulgador científico, abordan los retos a
los que se enfrenta el ser humano para su supervivencia en el tiempo.
El cambio climático
El cambio climático es, según Furió, “lo suficientemente lento como para que lo notemos de un
día para otro, pero lo suficientemente rápido para que a la vida le cueste adaptarse al ritmo”.
Y esto “nos va a hacer ver cosas que nunca hemos visto, no sabemos hasta dónde va a llegar,
cómo se para y qué consecuencias tiene, desconocemos si la Tierra se recuperaría si ahora
mismo se acabase con los combustibles fósiles o quedaría algún remanente del daño causado”.
Según las previsiones de los científicos, el sur del continente podría registrar una "pérdida
generalizada" de diversidad biológica. El investigador del CSIC Miguel Araújo, uno de los
autores del trabajo, explica que la biodiversidad de las regiones mediterráneas es más
vulnerable por estar expuesta a cambios climáticos más marcados y por poseer más diversidad
filogenética, o dicho de otra manera, más cantidad de información evolutiva independiente en
un conjunto de organismos.
"La Península Ibérica será una de las regiones más afectadas por el cambio climático y sufrirá
contracciones de las distribuciones de muchas especies o desplazamientos hacia el norte o
hacia altitudes más elevadas. En algunos casos, el cambio climático podría llegar a provocar la
extinción de algunas especies", destaca Araújo, científico del CSIC en el Museo Nacional de
Ciencias Naturales de Madrid.
Para calcular el potencial impacto del cambio climático sobre el árbol de la vida, los científicos
han reconstruido las relaciones evolutivas o filogenéticas de un gran número de especies de
plantas, aves y mamíferos y han evaluado el riesgo de extinción en distintos escenarios de
alteraciones del clima.
El trabajo apunta a que las alteraciones climáticas impactarán en todas las ramas. Estos
impactos se sumarán a otros de origen humano como la destrucción y la fragmentación de
hábitats, la extracción excesiva de recursos biológicos o la introducción de especies invasoras,
acciones que afectarán más a unas ramas del árbol de la vida que a otras.
Más del 18% de la población del planeta vive en China. Los últimos datos disponibles, hablan
de una población en el gigante asiático de más de 1.300 millones de habitantes.
La política del hijo único, vigente desde finales los años 70 hasta 2015 intentó frenar un
crecimiento vertiginoso. Y es que desde los años 50 la población de China se ha multiplicado
prácticamente por tres, desde los cerca de 550 millones de habitantes.
Y ese crecimiento sigue imparable. Tanto es así que se espera que la India sea el país más
poblado del mundo para 2022, superando a la población de China.
India tiene más del 50% de su población menor de 25 años y más del 65% por debajo de los 35
años. Se espera que, en 2020, la edad promedio de un indio sea de 29 años, en comparación
con los 37 de China o los 48 de Japón.
Muy de lejos, en tercera posición, se sitúa Estados Unidos, con más de 300 millones de
habitantes. En realidad, Estados Unidos sólo suma poco más del 4% de la población mundial.
La población estadounidense casi se cuadruplicó durante el siglo XX, con una tasa de
crecimiento de aproximadamente 1.3% anual.
Fotografía de Little Italy, en Manhattan, Nueva York, sobre 1900. Librería del Congreso de
EEUU.
La oficina del Censo del país proyecta una población de 417 millones de habitantes para 2060.
En 2011, cerca de 250 millones de estadounidenses vivían en zonas urbanas o alrededores.
Esto significa que tres cuartas partes de la población de Estados Unidos residen en un 3% del
territorio nacional
En cuarta posición se sitúa Indonesia, con más de 260 millones de habitantes y una tendencia
en aumento. De hecho, según sus proyecciones, el país tendrá más de 300 millones de
habitantes en menos de 20 años. El 58% vive en la isla de Java, que es la isla más poblada del
mundo..
A pesar de un programa de planificación familiar bastante eficaz que ha estado en vigor desde
1967, para la década que finalizó en 2010, el crecimiento de la población de Indonesia fue del
1,49 por ciento.
La quinta posición es para Pakistán, que supera también los 200 millones de habitantes, según
los datos del Gobierno. La mayor parte de la población de Pakistán vive a lo largo del río Indo.
Karachi es la ciudad más poblada del país.
Una serie de dramáticos cambios sociales han llevado a una rápida urbanización y al
surgimiento de megaciudades o megaregiones. Durante el periodo 1990-2003, Pakistán
mantuvo su liderazgo histórico como la segunda nación más urbanizada del sur de Asia, con
una población urbana que representa el 36% de su población.
En la lista de los países más poblados del planeta, Brasil ocupa el sexto puesto. Es el país más
poblado de Latinoamérica y el segundo de todo el continente, sólo por detrás de Estados
Unidos.
Su población supera también los 200 millones de habitantes, según las estimaciones
gubernamentales. La población brasileña se ha cuadruplicado desde 1950, cuando se contaban
53 millones de habitantes.
Mapa de la densidad de población de Brasil, que muestra una costa mucho más poblada que el
interior.
El siguiente país en este continente por habitantes sería Egipto. Con algo más de 90 millones
de habitantes está lejos de las cifras de población nigerianas.
En 1950, Nigeria contaba con cerca de 38 millones de habitantes. La población del país ha
aumentado vertiginosamente durante al menos las últimas cinco décadas. Lo ha hecho debido
a las altas tasas de natalidad, cuadruplicando su población durante este tiempo.
La proporción de niños menores de 15 años en 2010 era del 44,1%, mientras que el 53,2%
contaba entre 15 y 65 años de edad. Sólo el 2.7% tenía 65 años o más.
Bangladesh tiene la densidad de población más alta del mundo, excluyendo un puñado de
ciudades-estado y países pequeños con poblaciones menores de 10 millones, como Malta y
Hong Kong.
Según la OCDE y el Banco Mundial, la población en Bangladesh aumentó de 1990 a 2008 con
un crecimiento de población de 44 millones y 38% en comparación con un crecimiento del 34%
en India.
Esto representa sin duda una complicada situación para una sociedad agrícola. Se prevé que la
mayor parte del crecimiento futuro sea urbano, cada vez más en barrios marginales.
No obstante, las bajas tasas de natalidad y las tasas de mortalidad anormalmente altas
causaron que la población de Rusia disminuyera a una tasa anual de 0.5%. Es decir, Rusia
perdió alrededor de 750.000 a 800.000 personas por año desde mediados de la década de
1990 hasta mediados de la década de 2000.
Japón es el décimo país más poblado del mundo, con más de 126 millones de habitantes,
según los últimos datos. La duda es por cuánto tiempo, ya que la población de Japón se
encuentra claramente en declive.
Según el censo de octubre de 2010, la población de Japón alcanzó su punto máximo con algo
más de 128 millones. Ya en 2015, la población era 127 millones. Se había reducido en un 0,8
por ciento, algo que no pasaba desde 1945.
Evolución de los nacimientos y las defunciones por mil habitantes en Japón desde 1950 a 2008.
La pérdida neta de población se debe a la caída de las tasas de natalidad y la casi inexistente
inmigración. Todo ello a pesar de tener una de las mayores esperanzas de vida en el mundo,
situada en 85 años en 2016