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Cáncer oral

Directamente relacionado con el consumo de tabaco y alcohol, los tumores de la cavidad oral

tienen distintas posibilidades de tratamiento en función de la zona a la que afecten.

El carcinoma de la cavidad oral o cáncer oral supone el 3,4% de todos los tumores y el 37%

de los tumores de cabeza y cuello. La edad media de incidencia son los 45 años y es un tumor

directamente asociado al tabaquismo y al consumo de alcohol. Los hombres lo padecen en

una proporción el doble a las mujeres.

La cavidad oral se extiende desde la unión de la piel en la parte anterior de los labios hasta la

unión de los paladares duro y blando (en la parte superior) y a la línea de papilas

circunvaladas (en la parte inferior). Se divide en mucosa labial, los dos tercios anteriores de

la lengua, la mucosa yugal (parte interna de las mejillas), suelo de la boca, encías, trígono

retromolar y paladar duro.

Esta zona cuenta con una rica vascularización linfática (excepto los labios) y los tumores

cercanos a la línea media suelen drenar de manera bilateral. La afectación ganglionar al

diagnóstico suele ser del 30% (aunque varía según las localizaciones) y cuando este tumor

disemina a distancia lo suele hacer a los pulmones y con mucha menor frecuencia al hueso o

al hígado.

La mayoría de los tumores de la cavidad oral son de histología escamosa y suelen venir

precedidos de lesiones premalignas. También podemos encontrarnos con tumores linfoides,

de partes blandas, de hueso, cartílago, etcétera.

Factores de riesgo del cáncer oral

Como comentábamos anteriormente, el cáncer de boca está directamente relacionado con el

tabaquismo y con el hábito de fumar o mascar otros tipos de tabaco. Fumar en pipa, por

ejemplo, puede constituir un riesgo especial en los cánceres del área de los labios. También lo

está con el consumo de grandes cantidades de alcohol. Sin embargo, existen otros factores de

riesgo que pueden considerarse causas o desencadenantes del carcinoma de la cavidad oral:
Infección por el virus del papiloma humano (VPH), el riesgo de infección oral por VPH se

asocia con frecuencia a conductas sexuales como el sexo oral.

 Llevar una higiene bucodental deficiente.


 La irritación continua o crónica de la zona oral, ya sea por el roce de la dentura,

dientes ásperos o dentaduras postizas mal posicionadas.


 Algunos fármacos inmunosupresores.
 Exposición continuada a la luz ultravioleta (en cánceres de labio, más comunes en

personas que trabajan al aire libre).


 Alimentación deficiente (baja en frutas y hortalizas).
 Enfermedad de injerto contra huésped, que puede ocurrir tras un trasplante de células

madre.
 Padecer anemia de Fanconi o disqueratosis congénita.

Síntomas

Los tumores de la cavidad oral afectan de forma importante funciones muy básicas:

respiración, masticación, deglución, alteran el sentido del gusto, la voz y la apariencia física.

Los síntomas del carcinoma de la cavidad oral suelen ser la aparición de una lesión crónica

que no mejora con tratamientos habituales, o dolor o sangrado de la misma, ya sea mediante

una úlcera bucal, o con lo que se conoce como leucoplasia (un parche o placa blanquecina

que aparece en la boca o parte interior de las mejillas).

Este tipo de lesión puede presentarse de forma indolora al comienzo, y derivar a una

sensación del ardor cuando el tumor comienza a crecer.

Otros síntomas frecuentes del cáncer oral son la disfagia (dolor al tragar), la disartria

(alteración para pronunciar las palabras), e incluso la halitosis (mal aliento). El paciente

afectado también puede apreciar una pérdida de peso o sentir los ganglios linfáticos

inflamados en el cuello.

diagnóstico y estadificación del cáncer

El diagnóstico y estadificación del cáncer de la cavidad oral se hace mediante inspección y

toma de una biopsia de la lesión sospechosa (de la encía, de la lengua…). El estudio de

extensión se completa con una buena exploración física, donde el médico o el odontólogo
pueden apreciar si existen llagas o úlceras en la zona; recomendando una valoración dental y

nutricional del paciente, y con pruebas de imagen (TAC o RNM) cráneo-cervico-torácico, así

como un estudio de las vías aéreas altas y del esófago.

Como en todos los tumores de esta localización (cabeza y cuello) el PET-TAC es una prueba

muy útil para la estadificación, ya que es muy eficaz para concretar la existencia de

adenopatías cervicales no palpables.

Una vez hecho el estudio se clasifica el tumor oral según la AJCC (American Joint Comitee

on Cancer) que establece la clasificación TNM (este sistema representa la extensión del

tumor primario (T), la extensión a los ganglios linfáticos (N) y la difusión (metástasis) a otros

órganos (M)):

Pronóstico del cáncer de cavidad oral

Entre los factores que permiten establecer el pronóstico del afectado un cáncer de la cavidad

oral están la clasificación TNM, la resecabilidad del tumor, el grado de diferenciación

tumoral (diferenciado o indiferenciado), el estado general del paciente, la pérdida de peso de

éste y comorbilidades (la presencia y efecto de otras enfermedades) del paciente. La

profundidad de la invasión tumoral condiciona el riesgo de metástasis ganglionares y un peor

pronóstico.

Si se detecta a tiempo y el tumor se encuentra en los primeros estadios, la tasa de curación

puede superar el 90%. Sin embargo, se trata de un tipo de tumor que si no se detecta a tiempo

se disemina con rapidez a otras zonas (principalmente garganta y cuello), lo que empeora

mucho las tasas de supervivencia.

Tratamiento

La cirugía y la radioterapia son el tratamiento estándar en estadios precoces de cáncer de

cavidad oral, en un intento de preservar funciones tan básicas que se pueden ver afectadas en

este tumor como la masticación, la deglución, la articulación de la palabra… Con esta

elección de tratamiento se consiguen supervivencias a los 5 años del 70%.


Para lesiones localmente avanzadas irresecables (cuando no se puede asegurar una

reconstrucción funcional o estética, o lesiones que provocan trismus –incapacidad de abrir la

boca–, lesiones que cruzan la línea media de la pared faríngea, presentan afectación

ganglionar, etcétera) el tratamiento de elección es la quimiorradioterapia (RQT) con cirugía

de rescate si fuera necesario. La supervivencia a los 5 años conseguida con estas técnicas es

del 25-40%.

Para la enfermedad recidivante o recurrente si no está irradiada previamente se puede intentar

una cirugía de rescate o se puede plantear una RQT.

Si ya ha estado irradiada se puede plantear una reirradiación o quimioterapia sola. Si la

enfermedad es a distancia (metastásica), el tratamiento es la quimio siempre con intención

paliativa, nunca curativa.

Complicaciones del cáncer de la cavidad oral

Si el tratamiento elegido ha sido la cirugía pueden presentarse complicaciones estéticas

derivadas de la operación, en la zona de la cara, la cabeza o el cuello, así como afectar alguna

de sus funciones.

La radioterapia también puede provocar boca seca en el afectado por este cáncer, y

dificultades para tragar y comer, especialmente al comienzo de la recuperación.

La mayor complicación, sin embargo, es la posibilidad de metástasis a otras partes del

cuerpo, como las zonas adyacentes, la laringe, el esófago o el pulmón. Es por ello que es

necesario que estos pacientes lleven a cabo revisiones periódicas de su estado de salud para

detectarlos a tiempo si fuera el caso.

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