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Sergio Enrique Flórez Céspedes

Sismo de Popayán

El 31 de marzo de 1983, a las 8:15 de la mañana, la ciudad de Popayán capital del Departamento
del Cauca Colombia, sufrió un sismo de magnitud 5.5 en la escala de Richter.

Popayán, con 115.000 habitantes. es una ciudad de arquitectura típicamente colonial. Muchos de
los edificios son antiguos, hechos de adobe y con poco o ningún refuerzo. A consecuencia del
terremoto, el 70% de los edificios sufrieron desperfectos de mayor o menor cuantía. Dos mil
quinientas viviendas (12% del total) fueron completamente destruidas y 6,680 (34%) fueron
severamente dañadas. El terremoto ocurrió cuando se estaban celebrando los oficios del día de
Viernes Santo y la Catedral sufrió serios daños. Como consecuencia, el 25% de todas las muertes
causadas por el terremoto ocurrieron allí.

Es importante notar que no solamente los edificios antiguos. sino también muchos edificios
nuevos sufrieron daños considerables. Esto se debe a que, aunque teóricamente estaban
construidos según criterios antisísmicos, en la práctica no era así. Por ejemplo, cuando en el plano
de un edificio se describen varas de metal de tres metros de largo para reforzar el cemento, con
frecuencia se utilizan dos varas de acero de 1.5 m unidas por un alambre. Naturalmente cuando
ocurre el sismo, las varas se rompen en la parte en que están unidas. Inmediatamente después del
sismo se instituyó el comité de emergencia con representantes de varias entidades y bajo la
presidencia de la Gobernadora del Departamento del Cauca.

Las actividades de socorro se iniciaron inmediatamente; dentro de las primeras tres o cuatro horas
llegaron refuerzos médicos del hospital universitario de Cali que apoyaron al hospital San José
de Popayán, pero aun así y a pesar de la asistencia de la Cruz Roja, el Instituto de Seguridad
Social y otras agencias, los servicios de salud se vieron abrumados por el gran número de heridos,
de tal forma que no existe información sobre la mayoría de los casos que fueron tratados y
posteriormente enviados a sus casas. Este es un problema serio que debe preverse y prevenirse en
el futuro. Creemos que la solución puede ser la de asignar a cada médico, paramédico, enfermera,
etc. un voluntario escribano con la única responsabilidad de anotar los datos básicos de cada
persona atendida: sexo, edad, diagnóstico y tratamiento. Estos datos, aun siendo simples, son de
gran valor en la planificación futura de la atención.

Hasta ahora, la información que se tiene sobre los lesionados en Popayán se refiere únicamente a
los heridos graves que fueron ingresados al hospital San José o referidos al hospital universitario
de Cali (228 casos) y a los muertos (102 casos). Considerando la magnitud de la destrucción de
edificios, el número de muertos y heridos es sorprendemente pequeño, probablemente debido a
que la gran mayoría de la población se hallaba despierta y entregada a sus quehaceres muchos de
ellos se encontraban en las calles. Las historias clínicas y los certificados de defunción de casos
no atendidos en un centro de salud están siendo analizados y serán objeto de un detallado informe.

Como ha sido la experiencia en otros sismos, los problemas de asistencia médica inmediata
decrecieron después de las primeras 8-10 horas. De hecho, hacia las 5 de la tarde ya se habían
enviado a Cali todos los casos que hubo que transferir, muchos de ellos en avionetas partir alares,
gracias a la colaboración del Aeroclub, mientras que otros fueron transportados por carretera.

Después de atender los problemas inmediatos de ayuda a las víctimas y rescate de heridos, la
población comenzó a recuperar sus pertenencias de entre los escombros y a recoger materiales de
construcción que pudieran ser nuevamente utilizados. Pronto se establecieron campamentos para
los habitantes que habían quedado sin hogar, se cocinaron "ollas comunales" y se repartieron
víveres. Una gran cantidad de tiendas de campaña (carpas) fueron distribuidas entre la población
- quizás una cantidad excesiva - puesto que es más práctico y sanitario el uso de materiales locales,
tales como madera y bambú, para la edificación de viviendas temporales. Muchas de estas carpas
fueron erigidas en el solar donde había existido la vivienda o en el patio de la vivienda
semidestruida, de forma que los propietarios podían vigilar sus pertenencias.

Referencias:

- http://www.nzdl.org/gsdlmod?e=d-00000-00---off-0paho--00-0----0-10-0---0---0direct-
10---4-------0-1l--11-en-50---20-about---00-0-1-00-0--4----0-0-11-10-0utfZz-8-
00&cl=CL1.4&d=HASH01fe85589352ba8dd5de2958.1&gt=1
- http://bibliotecadigital.univalle.edu.co/bitstream/10893/5465/1/Popayan%20dos%20an
os%20despues%20Autopsia%20de%20un%20desastre.pdf

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