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“AÑO DEL DIÁLOGO Y RECONCILIACIÓN NACIONAL”

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


TECNOLÓGICO PÚBLICO
“ ”
SICAYA

ESTUDIO DE ENFERMEDADES Y SU
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO II

LILI MEZA GALVAN


TÉCNICA EN
FARMACIA
: IV

1
DEDICATORIA

Agradezco a la Lic. Isabel Orcón Vilches por enseñarme sus sabios


conocimientos durante nuestra formación profesional.

De igual manera agradezco a mis padres por brindarme su apoyo


incondicional en mi formación profesional.

LA ESTUDIANTE

2
INDICE
1. Caratula

2. Dedicatoria ………………….………….……………………………02

3. Índice …………………………………………………………………….03

4. introducción…………………………………………………………..04

5. Definición de la sordera……………………………………..05

6. Factores de riesgo de la sordera…………………….08

7. Causas de la sordera……….……..……………….………….09

8. Diagnóstico de la sordera ……….………………….…….11

9. Tratamiento de la sordera………………….………..……14

10. Tratamiento no Farmacologico………………………….14

11. Tratamiento Farmacologico……………………………….16

12. Pronostico de la sordera……………………………………..20

13. Medidas preventivas de la sordera…………………..27

14. Conclusiones…………………………………………………………..28

15. Referencias bibliográficas…………………………………30

16. Anexo …………………………………………………………………….31

3
INTRODUCCIÓN

Discapacidad auditiva es un término amplio que se utiliza para referirse a todos

los tipos de pérdida auditiva. Es un déficit total o parcial en la percepción

auditiva. Si se pierde esta capacidad de forma parcial se denomina hipoacusia y

si se pierde por completo se llama cofosis. Además, puede ser unilateral o

bilateral. Las personas que sufren esta discapacidad tendrán problemas para oír

y se verá a afectada su la capacidad de comunicación.

La pérdida de la audición puede fluctuar desde la más superficial hasta la más

profunda, a la cual comúnmente se le llama sordera. El término sordera se

refiere al impedimento auditivo, cuya severidad no permite a la persona percibir

los sonidos y el lenguaje hablado, incluso usando audífono.

La discapacidad auditiva aparece como invisible, ya que no presenta

características físicas evidentes. Se hace notoria fundamentalmente por el uso

del audífono y en las personas que han nacido sordas o han adquirido la pérdida

auditiva a muy temprana edad, por el tono de voz, el que en muchos casos es

diferente al común de la gente. En estos casos podría evidenciarse un escaso

desarrollo de lenguaje oral, debido a que la persona nacida sorda no tiene

disponible su aparato auditivo, esencial para el desarrollo natural y espontáneo

del lenguaje oral. Las personas sordas tienen a su disposición la vía visual, por

este motivo su lengua natural es visual gestual como la lengua de señas y no la

auditiva verbal, como el lenguaje oral.

LA AUTORA

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LA SORDERA

DEFINICION. - Se denomina sordera o al déficit funcional que ocurre


cuando una persona pierde capacidad auditiva en menor o mayor grado. Puede

presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o bilateral,

cuando afecta ambos oídos.

El oído puede percibir desde sonidos, apenas audibles, hasta sonidos muy

fuertes, así como diferenciar el volumen y la distancia e identificar la

dirección de una fuente sonora con mucha exactitud.

La audición es un proceso en el que las ondas sonoras se convierten en señales

eléctricas, que luego el nervio auditivo envía del oído al cerebro. La capacidad

de oír depende del correcto funcionamiento de la estructura del oído, del

nervio auditivo y del área del cerebro encargada de recibir e interpretar los

sonidos.

EL OÍDO CONSTA DE TRES PARTES:

Oído externo. Está formado por la parte visible del oído, también llamada

pabellón auditivo y el conducto auditivo. Las ondas de sonido, transmitidas

por el aire, se recogen y son guiadas a través del pabellón y el conducto

auditivo hacia el tímpano, una membrana flexible y circular que vibra cuando

las ondas golpean en él.

Oído medio. Es un espacio lleno de aire que está separado del oído externo

por el tímpano. Lo componen tres huesos minúsculos, los conocidos como

“huesecillos”, llamados martillo, yunque y estribo. Estos huesos forman un

puente desde el tímpano hasta el oído interno, y al vibrar, en respuesta a los

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movimientos del tímpano, amplifican y conducen el sonido al oído interno a

través de la ventana oval.

Oído interno. El oído interno, o cóclea, tiene forma de concha de caracol y

consta de muchas secciones membranosas llenas de líquido. Cuando los

“huesecillos” conducen el sonido a la ventana oval, el líquido se mueve y

estimula las células nerviosas del oído dentro de la cóclea. Estas células

ciliadas, a su vez, envían impulsos eléctricos a través de los nervios auditivos

hacia el cerebro, donde son interpretados como sonido.

TIPOS DE SORDERA

La sordera se clasifica en función de la cantidad de pérdida auditiva

(clasificación cuantitativa), del lugar de la lesión donde se produce el déficit

(clasificación topográfica) y del momento en el que aparece (clasificación

cronológica).

CLASIFICACIÓN CUANTITATIVA. Teniendo en cuenta la repercusión de

la sordera y la cantidad de pérdida auditiva, esta puede ser:

Leve. Umbral de audición menor a 30 dB

Moderada. Umbral de audición entre 30-50 dB

Grave. Umbral de audición entre 50-80 dB

Profunda. Umbral de audición entre 80-95 dB

Cofosis o anacúsia (pérdida total). Umbral de audición por encima de los 95

dB

*Nota: Para encuadrar a un paciente en una clasificación cuantitativa hay que

considerar el umbral en las distintas frecuencias, dado que puede suceder

que exista una pérdida desigual en cada una de ellas.

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CLASIFICACIÓN TOPOGRÁFICA. Teniendo en cuenta el lugar donde se

asienta la lesión que produce la sordera pueden ser:

Hipoacusia de transmisión. Se produce cuando se ve afectada la parte

mecánica del oído (oído externo y oído medio), es decir, por lesión del aparato

transmisor de la energía sonora.

Hipoacusia neurosensorial o de percepción. Cuando la lesión se localiza en

la parte interna del oído, es decir, en el órgano de Corti (cóclea o caracol),

de las vías acústicas o del córtex cerebral auditivo.

Hipoacusia mixta. Cuando una hipoacusia se origina por distintas lesiones

coexistentes que afectan al mismo tiempo a todas o varias de las estructuras

implicadas. Se podría definir como una combinación de hipoacusia de

transmisión e hipoacusia neurosensorial.

CLASIFICACIÓN CRONOLÓGICA. Según el momento en el que comienzan:

Genéticas o hereditarias. Transmitidas por anomalías en un gen. Pueden ser

precoces cuando se manifiestan desde el mismo momento del nacimiento o

tardías cuando se desarrollan a lo largo de la vida del paciente.

Adquiridas. Originadas por causas patogénicas sobrevenidas. Pueden ser

prenatales por actuación de un agente patógeno que incide sobre la madre en

el periodo embrionario; perinatales, cuando la lesión acontece en el momento

del parto; o postnatales, cuando el daño se establece a lo largo de la vida.

En relación a la adquisición del lenguaje. Se distinguen dos tipos, hipoacusia

prelocutiva, si la sordera tiene lugar antes del desarrollo del lenguaje

hablado, o hipoacusia postlocutiva, si tiene lugar cuando el lenguaje está bien

desarrollado.

La Organización Mundial de la Salud asegura que 900 millones de personas

tendrán sordera en 2050.

¿A cuántas personas afecta la Sordera?

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Se estima que 360 millones de personas en el mundo viven con un grado de

hipoacusia que les genera algún tipo de discapacidad (hipoacusia en rango

moderado), siendo el 91% de estos casos en adultos y 56% en hombres. Esto

representa el 5,3% de la población mundial. Sin embargo, se estima que hasta

el 15% de la población adulta tiene algún grado de pérdida auditiva. Este

porcentaje es mucho mayor si se valoran las personas mayores de 65 años,

llegando hasta un tercio de esta población. Este dato cobra mayor interés ya

que se estima que el número de personas de 65 o más años crecerá entre un

18% - 50% en el período 2010-2020 en todas las regiones del mundo.

FACTORES DE RIESGO DE LA SORDERA


Factores que pueden dañar o iniciar la pérdida de células ciliadas y células

nerviosas en el oído interno:

edad, Con el paso del tiempo las delicadas estructuras internas del oído se

van degenerando.

Exposición a ruido fuerte. Los sonidos intensos pueden dañar las células del

oído interno. Sucede por una exposición continuada (realizar un trabajo

ruidoso sin la protección adecuada o la escucha continua de música a un

volumen elevado) o como consecuencia de un sonido fuerte en un corto

periodo de tiempo, como el disparo de una escopeta o la utilización de fuegos

artificiales.

Factores hereditarios. La configuración genética puede hacer que una

persona sea más susceptible al daño en el oído por sonidos fuertes o tenga

un mayor deterioro por la edad.

Algunos medicamentos. Determinados medicamentos ejercen sobre el oído

un efecto nocivo transitorio o definitivo. Los antibióticos de la familia de los

amino glucósidos como pueden ser la estreptomicina o la quinina.

8
Algunas enfermedades. Algunas enfermedades infecciosas, como la

meningitis o el sarampión, que causan fiebres altas, pueden dañar las células

de la cóclea.

CAUSAS DE LA SORDERA
Las causas de pérdida de audición y sordera se pueden dividir en congénitas

y adquiridas.

Causas congénitas. Pueden determinar la pérdida de audición en el momento

del nacimiento o poco después. La pérdida de audición puede ser por factores

hereditarios y no hereditarios, o por complicaciones durante el embarazo y

el parto. Entre ellas:

• Rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo.

• Bajo peso al nacer.

• Falta de oxígeno en el momento del parto.

• Uso inadecuado de ciertos medicamentos como amino glucósidos,

medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos.

• Ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio

auditivo del recién nacido.

Causas adquiridas. Pueden provocar la pérdida de audición a cualquier edad.

• Algunas enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la

parotiditis.

• La infección crónica del oído.

• La presencia de líquido en el oído (otitis media).

• El uso de algunos medicamentos.

• Los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.

• La exposición al ruido excesivo.

• El envejecimiento, en concreto la degeneración de las células sensoriales.

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• La obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos

extraños.

SÍNTOMAS DE LA SORDERA
Dificultad para entender palabras, especialmente cuando hay ruido de fondo

o en un grupo de personas.

Pedir con frecuencia a los interlocutores que hablen más despacio, que

vocalicen y aumenten el volumen.

Las voces de otras personas suenan como murmullos o mal articuladas.

Necesidad de aumentar el volumen de la televisión o de la radio.

Dificultad para escuchar determinadas consonantes.

Si la pérdida auditiva se produce en un solo oído, también se encontrarán

dificultades para localizar de donde provienen los sonidos.

No participar en conversaciones o evitar reuniones sociales por miedo a no

poder comunicarse bien.

Sensación de estar perdiendo el equilibrio o mareado (más común con la

enfermedad de Ménière).

Sonido de campaneo o zumbido en los oídos (tinnitus).

En el caso de las otitis, en la forma aguda de la enfermedad existe dolor de

oído (otalgia), fiebre e irritabilidad o autofonía (oírse en exceso la propia

voz).

En la exploración otológica solo se observan alteraciones en aquellos casos

relacionados con traumatismos (ej. rotura de la membrana timpánica) o con

otitis (salida de líquido a través del conducto auditivo externo o signos

inflamatorios).

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DIAGNÓSTICO DE LA SORDERA
El otorrinolaringólogo realiza una historia clínica, examina los oídos mediante

el otoscopio o el microscopio (limpiándolos de cerumen, si es necesario) y

realiza un estudio de audición.

El estudio de la audición se realiza mediante pruebas subjetivas y objetivas

que aportan datos en relación a si existe o no una alteración auditiva, y en

caso afirmativo, de qué tipo es, de qué grado y qué tratamiento requiere.

Pruebas para diagnosticar la Sordera

Pruebas subjetivas

Están condicionadas por la colaboración del paciente y la experiencia del

examinador. Son las pruebas más realizadas por la cantidad y calidad de

información que facilitan.

Acumetría. Conjunto de pruebas e instrumentos de exploración de la

audición que no utilizan aparatos electrónicos para su ejecución. Se sirve

habitualmente de diapasones. Las más utilizadas son:

• Prueba de Rinne. Consiste en comparar la audición del paciente por vía

aérea y por vía ósea. Para ello se hace vibrar el diapasón y se apoya

firmemente en la mastoides del paciente (vía ósea). A continuación, se coloca

el extremo de las ramas del diapasón en la entrada del conducto auditivo

externo (vía aérea). De la comparación de ambas vías se puede detectar

donde se localiza la lesión que provoca la hipoacusia.

• Prueba de Weber. Es una prueba rápida de audición que puede detectar

la pérdida de audición del oído medio (hipoacusia conductiva unilateral) y la

pérdida de audición del oído interno (hipoacusia neurosensorial unilateral).

Se realiza colocando el diapasón en la frente del paciente quien debe decir

en qué lado escucha el sonido.

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Audiometría. Hace referencia a los sistemas de exploración de la audición

que emplean medios electrónicos. El instrumento utilizado es el audiómetro.

Es un aparato capaz de emitir los sonidos necesarios para el estudio de la

audición.

• Audiometría tonal. Permite cuantificar el nivel de agudeza auditiva del

paciente y localizar la lesión. Consiste en detectar el umbral auditivo del

paciente (a qué intensidad comienza a oír) en diferentes frecuencias (sonidos

graves, agudos o medios) tanto por vía aérea (presentando el sonido a través

del conducto auditivo externo con un auricular) como por vía ósea

(presentando el sonido a través de la mastoides con un vibrador). Cada uno

de esos umbrales es registrado con una serie de signos internacionalmente

admitidos, dando lugar a un registro gráfico llamado audiograma.

• Logo audiometría. Utiliza listas de palabras bisilábicas en lugar de tonos

puros para evaluar la calidad de la audición residual.

Pruebas objetivas

No requieren la colaboración del paciente y pueden ser realizadas desde el

nacimiento:

• Otoemisiones acústicas

• Impedanciometría

• Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Cerebral

• Potenciales Evocados Auditivos de Estado Estable

¿Qué es una audiometría?

La audiometría tonal es la prueba que permite evaluar el funcionamiento del

sistema auditivo y revelar si la audición está alterada en la parte de la

transmisión del sonido o en la parte más relacionada con el sistema nervioso,

lo que ayuda a definir el tratamiento a seguir.

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La audiometría tonal se lleva a cabo en una cabina audiométrica y se realiza

con un audiómetro. El audiómetro emite señales acústicas a diferentes

niveles de presión sonora (intensidad) y en diferentes frecuencias. El

paciente debe de indicar al profesional, a través de un pulsador o alzando la

mano, cuando puede oír la señal.

Los datos de la prueba se trasladan al audiograma. El audiograma es una

reproducción gráfica de los resultados obtenidos durante la audiometría

tonal donde se representan los umbrales de audición (dónde comienza a

escuchar).

En una audiometría tonal, se expresan los umbrales de audición en decibelios

de nivel de audición (dB de HL), que tienen como referencia la curva del

umbral de audición normal (0dB). Una persona cuyos umbrales tengan un valor

mayor a 20 dB tiene una pérdida de audición o hipoacusia.

Esta prueba se suele realizar de dos formas diferentes: por vía área, gracias

al uso de auriculares, o por vía ósea, con un vibrador que se coloca tras la

oreja.

Una comparativa entre ambas vías proporciona una mejor indicación de qué

parte en particular del oído es la responsable de la pérdida auditiva

(hipoacusia de transmisión, neurosensorial o mixta).

La logoaudiometría es un test similar a la audiometría tonal, pero en lugar de

escuchar diferentes tonos, se presentan al paciente palabras que debe de

repetir.

Gracias a esta prueba, se puede conocer el umbral de percepción de la

palabra, que indica cómo se escuchan y se entienden conversaciones

normales.

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TRATAMIENTO DE LA SORDERA
Existen diferentes tratamientos destinados a curar o mejorar los efectos

de la sordera o hipoacusia. Su aplicación depende del origen, las causas y las

características de la lesión que causa la sordera o pérdida de audición.

TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO

Prótesis auditivas

Audífonos. Su objetivo principal es amplificar el sonido y hacer más audible

la palabra sin crear malestar en el paciente. En todos los tipos de hipoacusia

se necesita para oír un estímulo de mayor intensidad. Además de aumentar

la intensidad de la señal, hay que dotar a la señal auditiva de cualidades

individualizadas y adaptadas a cada caso según la afectación del oído. La

función del audífono es aportar al sonido estas cualidades cuantitativas y

cualitativas para que resulte audible. Los audífonos se recomiendan en

hipoacusias de leves a severas. Pueden ser de 2 tipos:

• Vía aérea. La señal amplificada es transmitida al conducto auditivo

externo.

• Vía ósea. La señal amplificada se transmite a través de la mastoides al

oído interno.

Dispositivos implantables. Son dispositivos creados para paliar la pérdida de

audición y pueden ser implantados parcial o totalmente mediante una

intervención quirúrgica.

• Implante de conducción ósea. Estos implantes quedan anclados al hueso

parietal. El procesador de sonido convierte el sonido en vibraciones que

después se transmiten a través del cráneo directamente al oído interno.

• Implante coclear. Es un dispositivo que realiza la función coclear y

transforma el sonido, captado por un procesador externo, en impulsos

eléctricos que llegan directamente al nervio auditivo, a través de un haz de

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electrodos introducido en la cóclea (oído interno). El implante coclear solo se

prescribe en hipoacusias severas o profundas.

Tipos de audífonos más comunes

Dependiendo del grado de pérdida auditiva que determine la audiometría de

cada paciente, es el profesional, en este caso el audioprotesista, el que

determine el tipo de audífono más adecuado para la pérdida auditiva.

Audífonos detrás del pabellón auditivo

• Con un auricular en el oído. El sonido se envía a través de un cable muy

discreto, tan fino como un pelo, a un auricular asentado en el canal auditivo,

cerca del tímpano. Un pequeño saliente o un molde especial mantiene el

auricular en su sitio.

• Con tubo de sonido. El sonido atraviesa un tubo hasta un molde o

adaptador que se adapta perfectamente a la oreja. Tienen una batería mayor

que los anteriores y pueden incluir un amplificador más grande, lo que les

permite ser más potentes y perfectos para personas con una pérdida auditiva

severa.

Audífonos dentro del canal auditivo

Los audífonos situados dentro del canal auditivo están personalizados según

la forma del canal, y son ideales para pérdidas auditivas de leves a

moderadas, no en el caso de pérdidas más severas. El tamaño y la forma del

canal auditivo determinarán si se puede usar este tipo de audífonos y la

visibilidad que tendrán.

• Audífonos microcanales (CIC). Se asientan en la parte más profunda del

canal auditivo.

• Audífonos Intracanales (ITE). Se asientan en la parte más externa del

conducto auditivo externo.

La tecnología en los audífonos ha avanzado rápidamente y hoy son capaces

de hacer mucho más de lo que hacían unos años atrás.

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TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Dependerá de donde se localiza la lesión que causa la pérdida auditiva.

En el tratamiento médico para la pérdida de audición por la edad

(presbiacusia) se utilizan preparados vitamínicos con complejo B y vitaminas

A y E, ya que la incorporación en la dieta de antioxidantes puede contribuir

a que las personas en fase de envejecimiento conserven sus células auditivas.

En el caso de una sordera súbita se prescriben corticoides, o bien se

administran por parte del especialista de forma intratimpánica debido a su

efecto antiinflamatorio e inmunosupresor.

Cuando la pérdida auditiva es producida por una otoesclerosis (fijación de la

cadena de huesecillos que impide su vibración normal), el único tratamiento

médico utilizado se basa en la administración prolongada de fluoruro de

sodio, que es una sustancia inhibidora de la actividad osteoclástica encargada

de la remodelación ósea.

En el caso de las otitis crónicas, cuando existen vínculos clínicos entre la

enfermedad del oído y la de la rinofaringe, el éxito del tratamiento

farmacológico depende de que se pueda lograr una buena respiración nasal a

través de un tratamiento específico. Una vez resueltos los factores

rinofaríngeos, se utilizan antibióticos para eliminar los gérmenes del oído

medio.

En el caso de que la otitis media sea producida por una obstrucción de la

Trompa de Eustaquio (encargada de “airear” el oído medio) se debe actuar

en primer lugar para restablecer su función. Para ello, se prescriben

antiinflamatorios, antihistamínicos y corticoides.

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TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

El tratamiento quirúrgico de la hipoacusia dependerá de la localización de la

lesión que la causa.

• En el caso de una otitis media donde el exudado purulento permanece en

el oído medio sin que haya perforación espontánea y otorrea, puede estar

indicada una miringotomía (incisión en la membrana timpánica) para permitir

la salida del contenido purulento.

• Cuando la otitis media se produce por una mala función de la trompa, se

realiza una incisión en la membrana timpánica y se coloca un drenaje (o tubos

transtimpánicos de ventilación) en la incisión. Se realiza para comunicar el

oído medio con el exterior y, de esta manera, sustituir la función de la

trompa.

• El tratamiento quirúrgico de la otoesclerosis (poca movilidad de los

huesecillos del oído medio debido a calcificaciones) consiste en sustituir el

huesecillo del estribo por una prótesis con una técnica denominada

estapedectomía para detener el proceso de fijación de los huesecillos.

• La timpanoplastia es una intervención quirúrgica que tiene por objeto

reparar alteraciones de la membrana timpánica (sobre todo perforaciones),

de la cadena de huesecillos o de ambas.

• La mastoidectomía es un conjunto de intervenciones quirúrgicas utilizadas

en el tratamiento de las otitis crónicas con el fin de erradicar las lesiones

de las distintas cavidades del oído medio y mastoides.

• Si la lesión que provoca la hipoacusia se localiza en la división superior del

nervio vestibular en forma de tumor benigno, conocido como neurinoma del

nervio acústico, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para su

eliminación.

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Terapias complementarias

• Rehabilitación auditiva. Existe evidencia de que los programas de

rehabilitación auditiva que se implementan como tratamiento adicional al uso

de audífonos suponen mejoras significativas en comparación con el uso

exclusivo de audífonos.

• Entrenamiento auditivo individual. En los entrenamientos auditivos

analíticos el habla se descompone en sus partes (consonantes y vocales) con

el objetivo de mejorar la discriminación entre ellas y reconocerlas. En una

aproximación sintética lo que se busca fundamentalmente es mejorar las

habilidades de escucha a través de la utilización de claves relacionadas con

la redundancia lingüística y contextual.

• Programas de rehabilitación auditiva grupal. A diferencia de los

programas de entrenamiento auditivo individual, se basan en estrategias

comunicacionales para afrontar mejor el déficit en la participación social.

• Programa Active Communication Education. El programa ACE ha sido

creado en Australia por las autoras Louise Hickson, Linda Worral y Nerina

Scarinci. Este programa está enfocado a adultos mayores con pérdida de

audición y se basa en estrategias de solución de problemas. Consta de 6

módulos acerca de actividades de la comunicación diaria que han demostrado

ser problemáticas para adultos mayores con pérdida de audición y sus

familiares más cercanos como la utilización del teléfono, escuchar la

televisión, ir a un restaurante y mantener una conversación durante la cena.

Los módulos específicos que son tratados durante las sesiones del programa

dependen de las necesidades comunicativas identificadas por el grupo de

participantes durante la primera sesión.

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Complicaciones del tratamiento

Las complicaciones del tratamiento farmacéutico son las propias del uso de

antibióticos, antihistamínicos, antiinflamatorios y corticoides.

Las complicaciones referentes al tratamiento quirúrgico dependerán de

dónde se localiza la lesión que provoca la pérdida auditiva, así como la cirugía

requerida para su solución. Estas pueden ser:

• Perforación de membrana timpánica.

• Lesión del nervio de la cuerda del tímpano que puede provocar

alteraciones del gusto.

• Lesión del nervio facial que provoca parálisis de la musculatura facial.

• Vértigo.

• Infecciones, incluso meningitis.

• Hipoacusia parcial o total.

Las complicaciones referentes al uso de prótesis auditivas:

• En el caso de los audífonos o prótesis no implantables, la complicación más

común es la no adaptación a la prótesis por parte del paciente. Será el

audioprotesista el encargado de modificar el ajuste de la prótesis para

conseguir una buena adaptación.

• En el caso de las prótesis implantables, además de la no adaptación, que

requerirá del ajuste óptimo del implante por parte del especialista, pueden

suceder también complicaciones quirúrgicas como infección, parálisis facial,

fístula de líquido cefalorraquídeo (LCR) o meningitis.

Pronóstico de la Sordera

En general, las hipoacusias conductivas tienen mejor pronóstico, debido a que

todas ellas son potencialmente reversibles. Aún en el caso de no poder hacer

ningún tratamiento o no obtener los resultados esperados, tienen una ventaja

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comparativa superior a las hipoacusias perceptivas en cuanto al uso de

audífonos. El tratamiento de las hipoacusias conductivas consiste en lograr

que el sonido llegue con mejor intensidad al oído interno.

Las hipoacusias perceptivas, en cambio, son permanentes y no tratables,

excepto por el uso de audífonos o, en algunos casos, el uso de implantes

cocleares. En ellas, lo que falla no es la conducción del sonido, sino que cuando

el sonido llega al oído interno este tiene algún tipo de lesión que impide su

normal funcionamiento.

Vivir con Sordera

La pérdida de audición ocasiona problemas de comunicación que pueden tener

efectos importantes en la vida cotidiana y generar sensación de soledad,

aislamiento y frustración, sobre todo, en las personas mayores.

Las complicaciones psicológicas más habituales son: vergüenza, culpabilidad

e ira; pena; problemas de concentración; preocupación y frustración;

ansiedad y desconfianza; inseguridad y autocrítica y baja

autoestima/confianza en sí mismo.

En cuanto a las complicaciones sociales las más frecuentes son aislamiento y

retraimiento; pérdida de atención; distracción/falta de concentración;

problemas en el trabajo; problemas para participar en la vida social;

problemas de comunicación; pérdida de intimidad o problemas sexuales.

Respecto a las consecuencias físicas de la sordera puede provocar cansancio;

cefalea; vértigo; tensionar la musculatura; producir estrés; problemas de

alimentación y/o sueño; problemas estomacales o aumentar la presión

sanguínea.

Aparte de estas complicaciones agudas, también pueden aparecer

complicaciones crónicas relacionadas con el pánico; fobia social; trastorno

compulsivo obsesivo y/o de personalidad; trastorno de estrés post-

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traumático (por ejemplo, para un veterano de guerra que utiliza audífonos,

el sonido de un helicópetero puede provocar una respuesta emocional), así

como diferentes tipos de ansiedad.

Cómo vivir con Sordera

Muchos factores del entrono pueden afectar en cómo la persona con pérdida

de audición oye y entiende lo que otros están diciendo. Estos abarcan:

El tipo de cuarto o espacio en el que se está y cómo está distribuido.

La distancia entre emisor-receptor. El sonido pierde intensidad con la

distancia, así que siempre se oirá mejor si se está más cerca del interlocutor.

La presencia de ruidos distractores de fondo como calentadores o aire

acondicionado, ruidos del tráfico o la televisión.

Los pisos u otras superficies duras que provocan que los sonidos reboten y

produzcan eco. Es más fácil oír en cuartos alfombrados y que tengan muebles

tapizados.

También hay que tener en cuenta:

Que haya iluminación suficiente para ver los rasgos faciales y otras señales

visuales.

Colocar la silla de tal manera que la espalda esté ante una fuente luminosa en

vez de los ojos.

Si la audición es mejor en un oído, situar la silla de manera que la persona

que habla vaya a estar, con mayor probabilidad, en el lado por donde escucha

mejor.

Para seguir mejor una conversación:

Informar a la persona con quien se está hablando sobre el problema de

audición.

Mantenerse alerta y prestar mucha atención a lo que la otra persona está

diciendo.

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Pedir al interlocutor que hable de frente, que vocalice y sin prisas. Que

pronuncie claramente las consonantes. También es importante que el

interlocutor no chille, no es necesario, y puede transmitir la sensación de que

está enfadado. No se trata de hablar más alto, sino más claro.

Intentar seguir el flujo de la conversación durante un tiempo, por si hay

cosas que no se captan al principio. Ciertas palabras o frases a menudo

aparecen de nuevo en la mayoría de las conversaciones. Si este se pierde,

detener la conversación y pedir que se repita.

La lectura labial puede ayudarle a integrarse mejor en la conversación.

Utilizar una técnica llamada "lectura del habla" que ayuda a entender lo que

se dice. Este método consiste en observar la cara, la postura, los gestos y el

tono de voz de una persona para entender el significado de lo que está

diciendo. Es diferente de la lectura de labios. Es necesario que haya luz

suficiente en la habitación para ver la cara de la otra persona.

Anotar las palabras o frases clave si no se entienden.

Hábitos NO saludables

Alcohol. Varios estudios demuestran que consumir alcohol en exceso de

forma prolongada puede producir daños en la corteza auditiva central del

cerebro y provocar una reducción del volumen cerebral. Al deteriorarse el

cerebro, los nervios auditivos también se ven afectados. Así, incluso los

bebedores moderados corren el riesgo de dañar estos nervios y tener una

pérdida de audición.

Tabaco. No hay estudios que demuestren que el tabaco afecte a la audición.

Obesidad. Tiene un impacto negativo en la audición, en particular, en la

capacidad de oír altas frecuencias.

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Alimentación. El aumento del consumo de ácidos grasos omega 3 y del

pescado que lo contiene, puede reducir el riesgo de pérdida de audición

relacionada con la edad, según un estudio de la Universidad de Sydney,

Australia. De la misma manera, tener altos niveles de vitamina A está

asociado a una baja incidencia de pérdida de audición. Estos son los

resultados de un estudio realizado por investigadores japoneses.

Ejercicio. Muchos estudios médicos han demostrado que existe una

correlación entre la salud del sistema cardiovascular y la audición. El

ejercicio hace que se tenga un sistema cardiovascular sano. Cuando los oídos

trabajan, las células ciliadas dentro del oído interno transforman las

vibraciones acústicas en señales eléctricas que van al cerebro. La presión

sanguínea alrededor de las células del oído es más alta en personas con una

buena forma física. Esto podría explicar por qué el ejercicio es bueno para

la audición.

El ejercicio es bueno para la audición. La presión sanguínea alrededor de las

células del oído es más alta en personas en buena forma física.

Sexualidad. La pérdida de audición no solo perjudica la comunicación,

también tiene efectos negativos en la calidad de vida, el perfil psicosocial y

la vida sexual de las personas. Hay que tener en cuenta que la pérdida de

audición no es solo un problema de audición, sino un fuerte indicador de la

pérdida de calidad de vida.

Viajes. Cuando se vaya a realizar un viaje se aconseja:

• Observar a los demás, y hacer lo mismo.

• Llevar siempre lápiz y papel.

• Preparar el viaje con antelación.

• Llevar itinerarios.

• No conversar mientras se conduce.

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• Quitarse el audífono si se viaja en avión.

Sueño. En ocasiones la pérdida auditiva va asociada con zumbidos en los oídos

(tinnitus), que consiste en la percepción de ruidos en la cabeza que pueden

afectar el descanso.

Consejos para descansar

• Realizar ejercicios de relajación.

• Hacer ejercicio regularmente. Las personas que están en forma suelen

dormir mejor. Sin embargo, hay que evitar hacer ejercicio justo antes de

acostarse.

• Acostarse cuando se tenga sueño y no porque sea la hora de dormir. Si no

se consigue dormir en 20-30 minutos, levantarse, ir a otra habitación y hacer

algo tranquilo y relajante. Volver a la cama cuando se tenga sueño de nuevo.

• Levantarse a la misma hora todos los días. Esta es una de las pautas más

importantes para mejorar el sueño.

• Intentar limitar la cantidad de cafeína y nicotina por la noche, ya que son

estimulantes.

• Mantener la habitación a una temperatura adecuada, sin demasiado frío

ni demasiado calor.

• No leer o ver la televisión en la cama antes de acostarse.

• Reducir el nivel de actividad al menos una hora antes de ir a la cama.

• Utilizar un despertador o almohada con radio, que emita sonidos

relajantes en la habitación como, por ejemplo, el sonido de las olas o de

pájaros cantando.

Apoyo social i emocional. Es importante para quienes convivan con una

persona con sordera sigan las siguientes pautas:

• Antes de empezar a hablar, asegurarse de que se le está prestando

atención.

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• Empezar a hablar cuando la persona esté mirando.

• Si se trata de una conversación en grupo, respetar los turnos entre los

interlocutores e indicar quién va a intervenir.

• Hablar de frente y poner énfasis en el lado en que la otra persona oye

mejor.

• Permitir que pueda ver bien la boca mientras se le habla.

• Hablar claro, vocalizar bien y no muy rápido, con naturalidad.

• No gritar. Hablar con un volumen normal, a menos que indiquen lo

contrario.

• Evitar los lugares ruidosos para conversar con alguien que tiene problemas

de sordera. Hay que saber que el ruido ambiente causa interferencias en el

audífono.

• Aclarar la frase usando palabras más sencillas cuando no se entienda lo

que se dice. Escribirlas en caso de ser necesario.

• Usar gestos para explicarse. Dar claves o pistas visuales cuando se quiera

cambiar el tema de la conversación.

• Repetir el mensaje si no se ha entendido. Decir lo mismo con frases más

sencillas, pero correctas, y con palabras que tengan el mismo significado.

• Utilizar gestos naturales, palabras escritas o dibujos para facilitar la

comprensión del mensaje.

• Sobre todo, ser muy paciente, positivo y alegre.

Líneas de investigación sobre la Sordera

En la actualidad no existe un tratamiento curativo para la hipoacusia

neurosensorial y solo se dispone de dispositivos como audífonos o implantes

cocleares. Resulta esencial la investigación de nuevas terapias preventivas,

reparadoras y regeneradoras mediante aproximaciones farmacológicas,

genéticas y con células madre.

Aproximaciones farmacológicas (Estudio Ciberer):

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• Estudiar la eficacia de la administración combinada de los antioxidantes,

N-acetilcisteína y el resveratrol, para prevenir o atenuar el daño causado

por la administración de los ototóxicos kanamicina y furosemida en rata.

• Estudiar la eficacia de la administración de inhibidores de TGF-β,

mediador de la respuesta inflamatoria, para prevenir o modular los cambios

morfológicos y funcionales de la cóclea en un modelo de daño por exposición

al ruido en ratón.

Aproximaciones genéticas y con células madre (Estudio GENYO):

Se está trabajando en estudios para prevenir la pérdida de células ciliadas

cocleares, o crear un modelo de regeneración de estas células y de las

neuronas del ganglio espiral dañadas mediante células madre (CM) y terapia

génica (tratamiento consistente en la introducción de genes específicos en

las células del paciente para combatir ciertas enfermedades).

Esta falta de capacidad proliferativa endógena (que se forma o engendra en

el interior de algo) espontánea hace necesario el uso de células exógenas

(que se forma o nace en el exterior de otro), o la activación de las células de

soporte mediante terapia génica para inducir su diferenciación hacia células

ciliadas in situ.

La continua investigación en esta área está contribuyendo para que el

tratamiento de la hipoacusia neurosensorial pueda llegar a ser una

combinación de terapia génica, terapia celular e implante coclear.

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MEDIDAS PREVENTIVAS DE LA SORDERA
Como en otras enfermedades, la prevención de la hipoacusia, sordera o pérdida

de audición radica en evitar en la medida de lo posible la presencia de los

factores de riesgo que la originan. En los casos en los que la hipoacusia sea

genética, la prevención no es posible, pero sí la temprana detección y puesta en

marcha de mecanismos para su adaptación y tratamiento según el caso.

En las hipoacusias debidas a infecciones o perforaciones timpánicas hay que

hacer hincapié en que cuando estos procesos se presenten en el niño, deben

tratarse adecuadamente con las medidas prescritas por su médico, y evitando

sumergirse en el agua o haciéndolo con tapones indicados para ese fin.

En otros casos como las hipoacusias relacionadas con el ámbito laboral, el

establecimiento de medidas de prevención de riesgos acústicos mediante

normativas en las empresas ha hecho disminuir su incidencia, pero debe vigilarse

su cumplimiento por parte de empleado y empresa. Es aconsejable la exposición

al ruido controlada en el tiempo de trabajadores de fábricas, aeropuertos,

personal de la construcción, músicos…, además de utilización de elementos de

protección auditiva.

En ámbitos más domésticos, deben evitarse volúmenes elevados en dispositivos

de música mediante auriculares, ambientes excesivamente ruidosos, etcétera,

con el fin de promover una higiene auditiva saludable.

También deben tenerse en cuenta que muchos medicamentos (antiinflamatorios,

antibióticos…) pueden ser tóxicos para el oído y esto debe ser valorado

minuciosamente a la hora de prescribirlos a personas con alteraciones de la

audición, especialmente ancianos.

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CONCLUSIONES

Para aquellos niños/as que presentan trastornos de audición, la intervención

temprana, se constituye como una acción preventiva de toda una gama de

complicaciones derivadas de la pérdida auditiva ya que en la actualidad esta no

debe ser un límite en el desarrollo del niño/a. A menudo la disminución auditiva

lleva a presentar en los niños/as conductas anormales, esto hace que el

diagnóstico se dificulte, se confunda con un niño distraído, falto de comprensión,

autista e incluso discapacitado intelectual, sin embargo, estos niños/as pueden

ser tan inteligentes como cualquier oyente. Desde la perspectiva educativa se

distinguen dos grupos de escolares con discapacidad auditiva. Aquellos que

tienen una pérdida media o moderada de su capacidad auditiva y los que tienen

una perdida grave. Los alumnos y alumnas hipoacúsicos tienen mayores

posibilidades de adquirir el lenguaje oral con apoyo protésico, entrenamiento en

discriminación auditiva y apoyo logopédico. Los alumnos y alumnas con sordera

profunda, aun utilizando prótesis, carecen de audición. Cuando no tienen otra

deficiencia asociada, los niños sordos tienen una capacidad intelectual similar a

los oyentes, aunque su desarrollo cognitivo puede verse limitado, en algunos

casos por sus limitaciones lingüísticas. El aprovechamiento de los restos

auditivos y la intervención logopédica son los pilares básicos para el desarrollo

de los niños y niñas hipoacúsicos; con ellos se puede contribuir de forma eficaz

al desarrollo de su capacidad comunicativa. Para el alumnado con un grado de

deficiencia auditiva mayor, es precios apoyar el aprendizaje del lenguaje con

sistemas gestuales , que en algunos casos son complemento de la lectura labial y

en otros puede simultanearse con la lengua oral.

Podemos hablar de alumnos con pérdidas auditivas leves, medias, severas o

profundas. En la pérdida auditiva leve la audición se sitúa entre 20 y 40

decibelios (puede pasar desapercibidas). La audición media se sitúa entre 40 y

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80 decibelios, se puede conseguir oralidad por vía auditiva, si se cuenta con una

buena prótesis. Aparecen déficits más importantes a medida que se supera los

70 decibelios y se hace necesario aumentar su vía auditiva mediante una prótesis

bien adaptada, estimulación auditiva y apoyo logopédico. Una deficiencia es

severa cuando está entre 70 y 90 decibelios y sólo puede percibir algunas

palabras amplificadas. El proceso de adquisición del lenguaje oral no se realizará

de forma espontánea, por lo que será imprescindible la intervención logopédica

para lograr un habla intligible. Cuando es superior a 90 decibelios estamos ante

una deficiencia auditiva profunda. Necesita la ayuda de códigos de comunicación

alternativa.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

PAGINAS DE INTERNET

https://portal.hospitalclinic.org/enfermedades/sordera/definicion

https://www.webconsultas.com/salud-al-dia/hipoacusia/prevencion-de-la-hipoacusia-o-sordera

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ANEXO

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